Rodríguez

Seminario de la realidad

social mexicana

Ensayo Embarazo Precoz

El siguiente ensayo surgió de las experiencias cercanas que he tenido recientemente, hace apenas 2 años que egresé de la escuela preparatoria, en un grupo de 40 alumnos, con un promedio académico de regular a bueno, unido y en algunos casos organizados, dentro de él, 3 alumnas en particular, todas con un historial bastante extenso sobre novios, con pocos temas a tratar que no fueran sus experiencias sexuales, cotilleos y cosas similares; dos de ellas eran amigas cercanas, la tercera, con una relación de alrededor 4 años, contaba ya, a la edad de 18 años con una cuota de 3 abortos, dependencia de anticonceptivos y un humor bastante temperamental. Para el final del último semestre, Mariana (una de mis amigas) tenía 3 meses de embarazo, una lista de 5/7 materias reprobadas y su bebé era la motivación principal para este record, decía que estando en ese estado se dedicaría a su bebé y que el mana le llovería del cielo, su novio, estudiante de una carrera técnica y una relación con altibajos sorprendentes le bastaban para asegurar y aferrarse a ese futuro.

Ahora bien, ¿por qué comencé a hablar acerca de este embarazo inesperado? Pues lo hice, porque tal vez de esa forma podamos llegar a una de las muchas perspectivas que se tiene, acerca de los embarazos precoces, aquellos que surgen de maneras inesperadas, en mujeres, qué digo mujeres, en jovencitas, en niñas, que la mayoría de las veces no están física, psicológica ni económicamente preparadas, pero una vez estando en este estado, se debe al menos elaborar un plan de atención para que el término del embarazo precoz sea óptimo.

El embarazo en la adolescencia es un problema social, económico y de salud de gran tamaño y que últimamente se ha difundido considerablemente en nuestro país. Es un impacto de considerable magnitud en la vida de los jóvenes, en su salud, en la de su hijo, su pareja, su familia, ambiente y la comunidad en la que se desenvuelve.

Sin duda, aceptar la responsabilidad de la maternidad durante el proceso de crecimiento y desarrollo biológico, psicológico y social, vivirla en un momento en el cual se deben resolver los propios conflictos y revoluciones emocionales, antes de haber logrado la propia identidad como persona y la madurez emocional, genera grandes angustias, inseguridades e interrupciones con el logro de la madurez plena.

Existen por supuesto diversos factores que intervienen y que dan como resultado un embarazo precoz, algunos de ellos: la falta de atención paterna, carencia de afecto, violencia, inseguridad, ignorancia o pobreza. La joven embarazada es la presa perfecta de la sociedad que genera una serie de promociones a diversos productos anticonceptivos y promueve así a que los adolescentes inicien sus actividades sexuales y condenen sus consecuencias: su embarazo. Consciente o

Yolanda Mora Campos

inconscientemente, esto crea mayor libertad sexual en los jóvenes y adolescentes, pero la sociedad vuelve repentinamente a ser profeta de la moral frente a las consecuencias de esta libertad. Encontrar un culpable evita a los adultos el cuestionarse por su propia responsabilidad y culpabilidad.

Todo lo anterior visto desde el lado social, nosotros como seres humanos y miembros de una sociedad, debemos tomarnos el tiempo para voltear a ver lo que estamos haciendo, como lo llevamos a cabo, cuales son los recursos y los medios que utilizamos y cuáles no, es por eso que en esta ocasión recordaré algunas partes que conforman el compendio de La Doctrina Social de la Iglesia en su 2da. Parte, Cap. 5to. LA FAMILIA CÉLULA VITAL DE LA SOCIEDAD. Si bien es cierto que en este capítulo dice que: “-La pareja constituye - Al mismo tiempo, ambos tienen una misión procreadora que los hace colaboradores del Creador: « Sed fecundos y multiplicaos, henchid la tierra » (Gn 1,28). La familia es considerada, en el designio del Creador, como « el lugar primario de la “humanización” de la persona y de la sociedad » y « cuna de la vida y del amor”. También subraya lo que muchas veces pasamos por alto: “En la familia se aprende a conocer el amor y la fidelidad del Señor, así como la necesidad de corresponderle (cf. Ex 12,25-27; 13,8.14-15; Dt 6,20- 25; 13,7-11; 1 S 3,13); los hijos aprenden las primeras y más decisivas lecciones de la sabiduría práctica a las que van unidas las virtudes”, en donde claramente en palabras más sencillas dice que si en el seno familiar se inculcan los buenos valores y el amor del Señor no debe existir la desobediencia de estos mismos, puesto que los hijos entienden que deben corresponderle a Dios conforme a su palabra, además de que la familia está asentada en el matrimonio: “La familia, ciertamente, nacida de la íntima comunión de vida y de amor conyugal fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer”. Y para dejarlo mas claro dicta algunas características del matrimonio: “El matrimonio tiene como rasgos característicos: la totalidad, en razón de la cual los cónyuges se entregan recíprocamente en todos los aspectos de la persona, físicos y espirituales; la unidad que los hace « una sola carne » (Gn 2,24); la indisolubilidad y la fidelidad que exige la donación recíproca y definitiva; la fecundidad a la que naturalmente está abierto”.

Y por último el punto más claro, en el cual queda expresada, la forma en la cual no la Iglesia, sino el Señor, desea que sean traídos a este mundo los hijos y que a nosotros como sociedad jamás se nos debe olvidar, pues somos los creadores de esta misma:  “El matrimonio, en su verdad « objetiva », está ordenado a la procreación y educación de los hijos.481 La unión matrimonial, en efecto, permite vivir en plenitud el don sincero de sí mismo, cuyo fruto son los hijos, que, a su vez, son un don para los padres, para la entera familia y para toda la sociedad”. Es por esto la importancia de que desde el núcleo de la sociedad: La familia, exista

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armonía, comunicación, se promuevan y enseñen los valores y el amor del Señor, pues esto motivará a los hijos a anhelar un futuro semejante o claramente mejor, pero sin olvidar las raíces de la familia. Sin duda, así escriba miles de líneas más, no terminaré con los miles de embarazos precoces que se conciben día con día, no me dedicaré a ir por las calles con el compendio de Juan Pablo II, hablando de las encíclicas, pero lo que sí puedo y lo que si podemos hacer es pensar, ¿de qué forma queremos crear nuestra familia?, ¿cuál es la vida y los valores que pretendemos darle a nuestros hijos?, ¿Cuánto valoramos nuestra vida?, ¿Quiénes somos para decidir sobre la vida de alguien más?, ¿Qué queremos ser en la vida?, estoy segura de que si nos tomáramos el tiempo suficiente para responder estas preguntas, evitaríamos miles de errores, miles de vidas con baja calidad de vida, miles de marginaciones… Nosotros podemos comenzar a realizar el cambio, es cuestión de tomar la decisión oportuna y compartirlo con los demás.

Referencias

http://telesalud.ucaldas.edu.co/telesalud/Sitio%20Web%20ObGyn/Proyecto%20Investigacion%20madre%20adolescente.htm

Compendio de la doctrina social de la iglesia

http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/justpeace/documents/rc_pc_justpeace_doc_20060526_compendio-dott-soc_sp.html#I.%20LA%20FAMILIA,%20PRIMERA%20SOCIEDAD%20NATURAL

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