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Contradicciones del planteamiento de Emile Durkheim, cooperación y
solidaridad.
Análisis y Reflexión en contexto de catástrofe. Incendio Valparaíso 2014.
El presente ensayo pretende reflexionar acerca de los fundamentos de Emile Durkheim, y
sus nociones de cooperación y solidaridad, particularmente a partir de las teorías de división
social del trabajo y algunas contradicciones que su teoría genera en la actualidad, analizado
desde la óptica de un contexto de catástrofe, en particular en las condiciones generadas a
posteriori del mega incendio ocurrido en Valparaíso el fin de semana trágico del 12 de abril
de 2014.
Junto con el análisis de las teorías de Emile Durkheim complementamos estas
contradicciones analizando algunas ideas desde la antropología y la especialización del
trabajo. Existen también algunas consideraciones sobre Durkheim en cuanto a los
problemas de la sociedad moderna, la cohesión que existe en ella y los problemas en la
modernidad en nuestra sociedad.
La posibilidad de replantear las ideas de Durkheim a la sociedad moderna nos ayuda a
entender los procesos locales bajo la óptica de sus conceptos, como cohesión , solidaridad,
cooperación, conciencia colectiva o anomia, eso sí, sin perder de vista las particularidades
de Valparaíso, la zona afectada por el mega incendio y sus antecedentes , para reflexionar
la realidad post catástrofe , buscando entregar aportes teóricos a la reconstrucción , no solo
material, sino también a la reconstrucción social y simbólica de los lugares y su gente.
La preocupación por encontrar las claves y posibles soluciones al problema revelado luego
del incendio en Valparaíso, están presentes en todos los ámbitos de nuestras ciencias, y
desde la sociología Emile Durkheim entrega las bases para el establecimiento de una
ciencia que propiamente tal se “dedique a investigar las estructuras de la sociedad y los
pensamientos y acciones de los individuos”. (Ritzer, 2001 p 224)
Bajo el contexto de catástrofe que vivió una ciudad como Valparaíso, es de mucha
importancia el comprender y cuestionar las premisas básicas en el análisis social de las
comunidades porteñas afectadas en el incendio, ya que finalmente a partir de estos
conceptos se llevan a cabo políticas públicas y medidas que buscan “solucionar” los
problemas de las personas. Estos problemas muchas veces parecen obvios, como el
cuestionamiento de la ubicación de las casas en los cerros, (que paradójicamente es un
fuerte atractivo turístico), las dificultades de acceso y otros problemas descritos
ampliamente en los medios de comunicación locales y nacionales.
Sin embargo existe siempre una segunda reflexión acerca de los contextos y realidades en
que se llevan a cabo las instalaciones de estos barrios periféricos y que tienen una
correlación con la modernidad, la urbanización e industrialización de nuestra sociedad y la
ciudad de Valparaíso. No es casual esta forma de urbanizar la ciudad pues es común a las
grandes ciudades el levantamiento de periferias y “conjuntos de vivienda social precarios
se levantan en áreas que permanecen aisladas social y funcionalmente de conglomerados
urbanos” (Hidalgo y Zunino, 2011 p. 80) Son las particularidades de un sistema político y
económico, en el cual las estructuras sociales dan cuenta de la influencia sobre las
personas y sus actividades, modos de actuar y pensar. Es por ello que los planteamientos
de Durkheim se hacen interesantes de revisar bajo esta mirada, aún más frente a sus ideas
de solidaridad y la cohesión en las sociedades modernas, en el contexto de modernización
de las sociedades. Y más aún cuando se generan contradicciones y matices, en los
conceptos en que buscamos reflexionar. “Diversos investigadores han puesto de manifiesto
que esta modalidad de urbanización ha generado un sinnúmero de efectos sociales
negativos, como carencia de infraestructura básica y el rompimiento de redes sociales de
amistad y cooperación” (Hidalgo y Zunino, 2011 p. 80)
Los hechos sociales son unas de las ideas más importantes de Durkheim, y más aún por
la importancia que tienen los hechos sociales en las sociedades y sus estructuras, idea
sobre la cual Durkheim sustenta su teoría y da pie a la reflexión crítica en torno al rol de la
sociología como actividad científica y diferenciada , por lo cual se esmeró en generar una
estructura científica y basada en los hechos, que fuese empírica, en que acentúa su interés
por los hechos sociales, su carácter de externos y coercitivos, que explican la forma en que
se debe estudiar la sociedad por parte de la sociología. Para Emile Durkheim es muy
importante el hecho social en la moralidad de la sociedad moderna y desde allí analizar qué
mantiene unidad a las sociedades, y cómo se generan procesos de cooperación y apoyo
social.
Es importante volver al concepto de Durkheim sobre el hecho social ya que así se pueden
leer las implicancias del hecho social sobre otras teorías en que el hecho social establece
una categorización muy importante para este análisis. Ya que nos interesa analizar las
ideas de Durkheim sobre la realidad social y como los hechos sociales configuran esta
realidad, en especial sobre la cohesión social y la cooperación entre los individuos,
ampliando estos últimos conceptos en la revisión de la división social del trabajo que plantea
Durkheim y su idea de solidaridad.
Bajo este punto de vista, dos ideas fundamentales en la teoría de Durkheim se aplicarán
para establecer algunas contradicciones, en la revisión de un contexto social de catástrofe,
en la ciudad de Valparaíso y los sectores de la ciudad afectados por el mega incendio del
fin de semana del 12 de abril del presente año.
Es por ello que se inicia esta reflexión tomando los conceptos hecho social y división social
del trabajo en la teoría de Durkheim, para contrastar su aplicación al contexto ya indicado
y reflexionar críticamente de sus fundamentos.
Durkheim establecía que los hechos sociales serían “modos de actuar, de pensar y de
sentir, exteriores al individuo y que están dotados de un poder de coerción en virtud del cual
se imponen a él”. (Durkheim, 2002, p.58). Entonces entender y estudiar estos hechos
sociales era la forma, el método de abordar la realidad social par Durkheim. Tambien
diferenciaba si eran materiales o inmateriales y que se definían por su expresión en la
sociedad, en su obra analizó con mayor detalle los hechos inmateriales, que hoy podríamos
entenderlos como como “las normas y los valores, o en términos más generales, la cultura
(Ritzer, 2001 p. 226). Para aplicar los hechos sociales en la sociedad, Durkheim organizó
niveles de realidad social, donde estructuraba los hechos sociales a la expresión de los
mismos, materiales e inmateriales, en la sociedad. De los hechos inmateriales para
Durkheim revisamos aquellos que tienen que ver con la cooperación social, la solidaridad y
la cohesión social en un contexto social de emergencia. Ya que estos serían para Durkheim
aspectos presentes en la sociedad de manera inmaterial.
Para continuar con este análisis, Durkheim entendía la solidaridad como un factor de
cohesión en la sociedad, y fundamentalmente la explicaba según aspectos económicos de
la misma, ya que analiza tipos ideales de sociedad en donde existe una solidaridad
mecánica para las sociedades primitivas, donde no existe división social del trabajo, por lo
tanto existe competencia entre los individuos que saben hacer de todo, en cambio define
una sociedad moderna, como una sociedad de mayor colaboración , de solidaridad orgánica
y con presencia de división social del trabajo, pues los individuos de quehaceres
diferenciados tienden a interactuar más y no compiten en sus actividades diferenciadas,
(Ritzer, 2001 p. 228)
Durkheim planteaba que la solidaridad orgánica genera, tanto como más solidaridad como
más individualidad… entonces suponía una sociedad ideal en que se equilibran ambos
aspectos de la sociedad y la interacción de los individuos va generando apoyo y
cooperación mayor. “No sólo, de una manera general, la solidaridad mecánica liga menos
fuertemente a los hombres que la solidaridad orgánica, sino también, a medida que se
avanza en la evolución social, se va relajando cada vez más. (Durkheim, 2001. p. 119)
Sin embargo, esta afirmación es un tanto contradictoria al revisar las sociedades modernas
e industrializadas, pues la individualización y especialización de los individuos
permanentemente demuestran que los niveles de cooperación en las sociedades modernas
no es un gran valor de ellas, y más aún se fomenta la competencia e individualidad de las
personas en contra de las participación conjunta y comunitaria de las personas.
Nos recuerda Ritzer que Durkheim creía que la división estructural del trabajo en la
sociedad moderna era una fuente de cohesión que compensaba la moralidad colectiva”
(2001. p. 234)
Según este análisis y teniendo en consideración la cooperación y solidaridad, en el contexto
de emergencia, en general en las sociedades modernas vemos claramente que se compite
de mayor manera por cada espacio y recursos disponibles, y en contexto de emergencia,
se pudo apreciar, al ver la emergencia inmediata del incendio y luego las actividades de
ayuda, que en un primer momento la solidaridad y apoyo no aparece, el primer lugar es
hacia la seguridad y sobrevivencia de cada uno, prueba de ello son las víctimas del
incendio, quienes no podían moverse o ponerse en un lugar seguro, y posteriormente la
solidaridad nace desde fuera, mediatizada y motivada más por cuestiones individuales que
colectivas, la gran dificultad de generar una orgánica o estructura del voluntariado nunca
fue posible, porque esta ayuda no era colectiva y desde este punto de vista era imposible
de ser organizada, ya que siempre fueron personas sin organización, (en su mayoría)
quienes acudían de mutuo propio a generar actividades de apoyo.
Ahora bien en los contextos propios del territorio y de la comunidad afectadas se apreció
una contradicción según los sectores, ya sea por su organización anterior o el grado de
catástrofe, las ayudas y cooperaciones se materializaron de distinta manera. Pero
fundamentalmente respondiendo a la organización previa de cada sector. Por lo general en
los sectores más urbanizados, insertos en la dinámica de ciudad moderna, propia de la
solidaridad orgánica de Durkheim, cada vecino sigue actuando con el sentido de
acumulación individual, incluso con materiales innecesarios o ya recibidos, cada persona si
es posible.
Sin embargo también vemos como en otros sectores, igualmente o más afectados por el
incendio, la cooperación en los vecinos, previamente organizados en tomas, centros
comunitarios, comités de vivienda y otras organizaciones civiles, la unión y cooperación
entre ellos es muy alta, ahí están los ejemplos del centro comunitario de Las Cañas, o la
Toma de Vergel alto, donde su apoyo mutuo y cooperación , fue la primera en responder a
su propia emergencia, y al igual que ahora a solo algunas semanas del incendio es casi lo
único que queda y tal vez, con mayor intensidad, parafraseando a Durkheim, que cuando
vivían su cotidianeidad. Aparecen las ollas comunes, cocineros, albañiles, inventores, y
mecánicos, de todo… se comparten los espacios, se trabaja en muchas cosas, todos
aportan en distintas áreas hacia la comunidad.
Según este puno de vista, aparentemente, una comunidad en que muchas personas saben
hacer muchas cosas no necesariamente genera competencia y baja en la solidaridad, sino
más bien genera un intercambio aun mayor de instancias donde compartir e interactuar con
la comunidad. Lévi-Strauss propone la idea de Bricoleur o maestro hacetodo, “chasquilla”,
que más que reproducir, crea con lo que tiene al alcance. La precariedad es un valor.
El bricoleur es capaz de ejecutar un buen número de tareas diversificadas; pero, a diferencia
del ingeniero, no subordina ninguna de ellas a la obtención de materias primas ni
instrumentos... su regla de juego es la de arreglárselas siempre con “lo que uno
tenga”…residuos de construcciones y destrucciones anteriores. El conjunto de los medios
del bricoleur no se puede definir, por tanto, por un proyecto... (1964, p. 36)
Se genera una resignificación de lo social, ya no observado desde lo material sino que
desde la carencia de recursos, y genera nuevas formas de relaciones, el mismo autor antes
mencionado habla de un pensamiento mítico que “construye sus palacios ideológicos con
los escombros de un antiguo discurso social. Trozos, testimonios fósiles de la historia de
un individuo o de una sociedad” (Lévi-Strauss, 1964, p. 42)
Es allí donde se fundan las relaciones inmateriales para Durkheim, en el terreno de lo
inmaterial, por tanto es contradictorio que deje de lado aspectos inmateriales que dan
cuenta de una realidad social más variada y diversa. Pues existen algunas explicaciones
que se pueden encontrar en los aspectos más sencillos y crudos de la realidad social, como
lo es la contingencia y emergencia en Valparaíso, sus comunidades más pobres y los
espacios que habitan, creados por la racionalidad moderna e industrializada de nuestro
sistema político – económico. Pero también existen otros valores que afloran y son dignos
de ser rescatados y fomentados hacía otras comunidades.
Referencias Bibliográficas
Durkheim, E. 2002, Las Reglas del método sociológico y otros escritos Ed. Alianza.
España
Durkheim E. 2001, La división del trabajo social, Ed. Akal, España
Lévi-Strauss, C. 1964, El pensamiento salvaje. Ed. Fondo de cultura económica.
México.
Ritzer, G. 2001, Teoría sociológica clásica. Ed. McGraw Hill, España.
Hidalgo, R. y Zunino, H. 2011, La urbanización de las áreas periféricas en Santiago
y Valparaíso: el papel de las relaciones de poder en el dibujo de la geografía
socioresidencial. Revista Eure, N°111 pp. 79-105.
Julio Ahumada G.
Sociología Gral.
Prof. Pablo Saravia
Valparaíso 6 de junio de 2014