18
118 A la problemática de las malas especificaciones de las áreas públicas generadas en los nuevos barrios, se suma la aparición de las unidades residenciales cerradas. Estos desarrollos empezaron a construirse en la ciudad a fínales de los años setenta y se reglamentaron en los años ochenta, se presentaron con mayor fuerza en los sectores de la población de clase media alta en las zonas suroccidental y suroriental de la ciudad, justificadas en el problema de seguridad que comenzó a padecer Medellín en este periodo, generaron espacios verdes al interior con una negación rotunda al espacio público donde los andenes, las áreas de protección al peatón y los parques públicos, no fueron contemplados en dichos proyectos (DAPM, 2005). En estas zonas de la ciudad se desarrolló una arquitectura suntuosa para vivienda construida en buena parte con los dineros del narcotráfico que azotaban la ciudad, grandes edificios ubicados en zonas que nunca fueron planificadas, propuestos para albergar gran número de personas y vehículos, en los que no se tomaron las medidas necesarias para garantizar la provisión de espacio público suficiente. Por tal razón se produjo el deterioro progresivo de las originales calidades urbanísticas y ambientales de los barrios mas amables y gratos que tenía la ciudad como Laureles, Belén y El Poblado. (DAPM, 2005). Particularmente el Poblado, no siguió un proceso coherente de parcelación, urbanización y edificación, al contrario, se densificaron las parcelas o fincas sin ningún tipo de planificación, aprovechando las pequeñas vías existentes, obviando el proceso de urbanización requerido para construir la infraestructura pública necesaria, como el espacio público, las vías, y los servicios para la nueva población. En este sentido, se desarrollaron urbanizaciones cerradas sin ninguna estructura urbana definida. Por otro lado, además de una desestimulación en la generación de parques barriales, otros fenómenos incidieron en la crisis de esta tipología, se presentó un grave problema de sostenimiento y mantenimiento de los parques existentes, evidenciando la incapacidad del Municipio de garantizar el uso adecuado del espacio público, por su parte, las zonas verdes privadas con mejores calidades comenzaron a suplir muchas funciones que debería prestar el espacio público en la ciudad.

en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

  • Upload
    others

  • View
    0

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

118

A la problemática de las malas especificaciones de las áreas públicas generadas en los nuevos

barrios, se suma la aparición de las unidades residenciales cerradas. Estos desarrollos

empezaron a construirse en la ciudad a fínales de los años setenta y se reglamentaron en los

años ochenta, se presentaron con mayor fuerza en los sectores de la población de clase media

alta en las zonas suroccidental y suroriental de la ciudad, justificadas en el problema de

seguridad que comenzó a padecer Medellín en este periodo, generaron espacios verdes al

interior con una negación rotunda al espacio público donde los andenes, las áreas de

protección al peatón y los parques públicos, no fueron contemplados en dichos proyectos

(DAPM, 2005).

En estas zonas de la ciudad se desarrolló una arquitectura suntuosa para vivienda construida

en buena parte con los dineros del narcotráfico que azotaban la ciudad, grandes edificios

ubicados en zonas que nunca fueron planificadas, propuestos para albergar gran número de

personas y vehículos, en los que no se tomaron las medidas necesarias para garantizar la

provisión de espacio público suficiente. Por tal razón se produjo el deterioro progresivo de las

originales calidades urbanísticas y ambientales de los barrios mas amables y gratos que tenía la

ciudad como Laureles, Belén y El Poblado. (DAPM, 2005).

Particularmente el Poblado, no siguió un proceso coherente de parcelación, urbanización y

edificación, al contrario, se densificaron las parcelas o fincas sin ningún tipo de planificación,

aprovechando las pequeñas vías existentes, obviando el proceso de urbanización requerido

para construir la infraestructura pública necesaria, como el espacio público, las vías, y los

servicios para la nueva población. En este sentido, se desarrollaron urbanizaciones cerradas sin

ninguna estructura urbana definida.

Por otro lado, además de una desestimulación en la generación de parques barriales, otros

fenómenos incidieron en la crisis de esta tipología, se presentó un grave problema de

sostenimiento y mantenimiento de los parques existentes, evidenciando la incapacidad del

Municipio de garantizar el uso adecuado del espacio público, por su parte, las zonas verdes

privadas con mejores calidades comenzaron a suplir muchas funciones que debería prestar el

espacio público en la ciudad.

Page 2: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

119

La Unidad Deportiva Atanasio Girardot se configuró en esta época como el escenario de mayor

representación y de esparcimiento, otros equipamientos como campos universitarios y clubes

privados prestaban servicios recreativos pero no se garantizaba el libre acceso debido a las

restricciones económicas.

En 1972 es inaugurado el centro comercial San Diego (primer centro comercial del país), a

partir de este se creó una nueva cultura comercial que cambió los hábitos de esparcimiento y

recreación de la población, especialmente de las clases medias y altas introduciendo por

primera vez “el espacio del shopping” en la realidad urbana. Simultáneamente, según

diagnósticos realizados por la Oficina de Planeación se había creado una conciencia y

apropiación de los parques de barrio que le otorgaron un carácter “popular”, pensados como

una necesidad exclusiva de las clases bajas, evidenciando un fenómeno de segregación social

en el uso del espacio público de la ciudad.

Imagen 91 Centro Comercial San Diego década 1980 , Fuente http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=672704

Imagen 92 Unidad Deportiva Atanasio Girardot1980, Fuente http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=672704

 

Adicionalmente, desde la planeación y el uso del espacio público se generó un cambio

sustancial en el concepto de recreación, siguiendo la propuesta de los campos deportivos

planteados en las unidades vecinales del Plan Piloto, en este periodo se enfatizó en la

necesidad de dotar la ciudad de espacios deportivos incluyendo los parques existentes con

escenarios deportivos y juegos infantiles impulsados en el Plan de Parques de 1964 y

posteriormente de 1976, el cual será analizado posteriormente con mayor detenimiento, por el

alcance e impacto de sus propuestas.

Page 3: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

120

Es así como se introduce un nuevo patrón de recreación en la ciudad que especializa el espacio

público bajo un criterio de optimización, comienzan entonces a manifestarse fuertemente las

patologías de redundancia, especialización y privatización del espacio público, que sumada a la

desestimulación en la generación de nuevos espacios lleva al parque barrial a una especie de

obsolescencia en estas dos décadas de la historia de la ciudad.

Todas estas problemáticas o patologías, generaron una preocupación desde la planeación de la

ciudad por el espacio público residencial:

“La pérdida de los espacios públicos desembocaron una incomunicación y disminución de la

vitalidad de la ciudad, la cual comprometió su identidad colectiva, espacios carentes de

seguridad, higiene, mantenimiento, comenzaron a privatizarse”(DAPM, 2011).

“(…) las condiciones del proceso de urbanización llevaron a un rápido crecimiento de la ciudad,

desbordando los límites de la planeación y regulación urbana, generando barrios desprovistos

de equipamientos y saturando otros ya existentes, cuyos espacios de consumo colectivo han

sido deficientes y por su densificación se ven sobrecargados”

Siguiendo esta preocupación, José Luis Set visita nuevamente a Medellín en 1977, 25 años

después de haber formulado el Plan Piloto para asesorar la Oficina de Planeación, con una

visión mas sensible sobre el patrimonio histórico y el espacio público de la ciudad. Reconoce el

valor de las plazas tradicionales “ como una maravilla del urbanismo”, e insistió reiterativamente

en abordar el desde la escala humana, en el modelo de la unidad vecinal la importancia

radicaba en vecindario, en la conformación de los “centros para la vida de la comunidad” que

garantizaban la cohesión social y urbana.

Por otro lado, insistió en la importancia de incluir densidades mas altas que permitieran liberar

espacios para campos de juego y espacios verdes, ya que la ciudad estaba ocupada con

construcciones muy bajas y cada vez mas se requerían espacios libres bajo un modelo de

ciudad compacta, en esta época la ciudad estaba saturada en su ocupación. (Schnitter, 2007).

“ Una de las cosas que padece nuestras ciudades es el estado de desequilibrio. Y este

desequilibrio está patentizado en Medellín. Es una falta de armonía que resulta de ese

Page 4: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

121

desequilibrio, porque por un lado, hacemos torres altas y por otro lado, destruimos lo poco que

había de cohesión en una calle… A uno le place hacer una casa alta y la hace entre

medianeros. El del lado hace una cosa totalmente distinta. El desastre total , es que las calles

ya no son calles. Los espacios urbanos han perdido su forma física. No hay plazas ni calles que

se puedan representar con tal nombre. La armonía está totalmente, ausente. El equilibrio deja

de existir … Es el momento para hacer un examen de conciencia no demasiado tardío. Y el

examen de conciencia , creo que deben admitir a los ciudadanos de Medellín. Yo creo que la

oficina de un plano, por buena que sea, por buenas ideas que tenga, está en un vacío total. No

tiene contacto alguno con la ciudad, mas que contactos de vaivenes políticos, cuando cambian

completamente los directores de un plano… La continuidad no se ha establecido y como no se

ha establecido, lo que ha habido es discontinuidad” (Schnitter, 2007).

Siguiendo esta línea, fue consciente que el modelo de espacio público propuesto en la unidad

vecinal no se aplicó correctamente en Medellín, insistió entonces en restituir los espacios

urbanos en las áreas residenciales, especialmente cuando en Medellín se había perdido la

característica del trazado antiguo, aquella escala que tenía la ciudad con barrios alrededor de

una plaza o de un parque, resultado de una manzana sin construir, con árboles y actividades

alrededor, un conjunto que parar Sert conformaba un núcleo. (Schnitter, 2007).

Insistió en al necesidad de conformar el espacio público como el elemento central de las áreas

residenciales, para el la ciudad debería incidir en que los nuevos desarrollos generaran desde

sus inicios un núcleo, “la ciudad empieza en un espacio vacío publico libre alrededor del cual se

desarrolla el resto…” . Como se mencionó anteriormente, reconoció que la propuesta de

conformación de parques lineales en las unidades vecinales no funcionó, fue idealista,

evidenciando una crisis en la concepción de los nuevos barrios “estos espacios realmente no

conformaron núcleos comunitarios, el núcleo aglomerante era el espacio que posibilitaba la vida

comunitaria para que la gente se conociera, de lo contario sucedía en las unidades vecinales

anglosajonas donde nadie se conoce y que es lo que sucede quizá en nuestras nuevas

unidades residenciales, en realidad no son vecinos porque no se conoce a nadie, ninguna otra

persona, el vecino del vecindario definido a la manera antigua, eran gentes que se conocían.. y

había una especie de familia mayor que la familia”

Page 5: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

122

En la crítica realizada a la aplicación de sus planteamientos, revaloró la antigua noción de barrio

y la necesidad de generar su núcleo, resaltando la intimidad y la cualidad aglutinante de los

espacio públicos de pequeña escala, como el campo de juegos, una pequeña plaza, un

pequeño parque como lugares de identidad y de agrupación social. (Schnitter, 2007).

La asesoría y evaluación realizada por José Luis Sert en Medellín demostró como aunque

desde la configuración urbana se evidenciaba una crisis del parque barrial, desde el discurso de

la planeación se comenzaba a valorar de nuevo el ámbito residencial, de este modo, era posible

pensar posteriormente en un resurgimiento de esta tipología en la planeación del espacio

público de la ciudad. “Seguimos creyendo que los lugares de reunión pública, tales como

plazas, paseos, cafés, etc., donde la gente pueda encontrarse libremente, estrecharse la mano

y elegir el tema de conversación que sea de su agrado, no son cosas del pasado, y que

debidamente adaptadas a las exigencias de hoy, deben tener un lugar en nuestras ciudades”

(Schnitter, 2007).

-El Plan de Parques para la ciudad.

Como se mencionó anteriormente dentro de la preocupación por el espacio público, Planeación

Municipal realizó varios diagnósticos que evidenciaban el estado de la configuración del espacio

público en esta época, la cual se caracterizó por la dispersión y la falta estructura. Espacios

insuficientes, inadecuados, mal localizados y distribuidos, los cuales no respondían a ninguna

política, ni a ningún plan.

Las áreas verdes estaban concentradas en la zona central de la ciudad, pero otras zonas

carecían totalmente de espacios verdes recreativos, y las pocas áreas existentes no cumplían

eficazmente su papel.

Dentro de la preocupación ambiental y el nuevo enfoque recreativo de la planeación en esta

época se realizaron estudios sectorizados, estudios hidrológicos, programas de arborización,

propuestas de parques regionales y conformación de cinturones verdes, proyectos basados en

una incipiente política ambiental bajo la concepción integral del manejo y la conservación del

medio ambiente.

Page 6: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

123

Es así como durante las décadas de los setenta y los ochenta, la acción del la oficina de

Planeación ya con una función Metropolitana se movió entre las intervenciones en el sistema

vial, los programas de renovación urbana, y las incursiones en el espacio público desde una

perspectiva ambiental” (DAP,2011).

El Plan Piloto y el Plan Director se constituyeron en un punto de partida para el manejo de los

espacios públicos del Valle de Aburrá, en 1958 mediante Acuerdo 32 de 1969 se autorizó un

dinero par la compra de tierra destinada a zonas verdes y a parques, siguiendo dicho acuerdo

en 1968 y 1969 el Departamento Administrativo de Planeación realizó el primer inventario de

zonas verdes y espacios para la recreación y el primer Plan de Parques para la ciudad.

Denominado como “Plan de zonas verdes, Programa de Parques y Unidades Deportivas para la

ciudad de Medellín”, diagnosticó una insuficiencia de servicios requeridos por la población para

la recreación y esparcimiento, evidenciando el gran potencial de la ciudad al contar en esta

época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían definirse

como zonas verdes públicas. Bajo un nuevo modelo de recreación activa, propuso dotar la

ciudad de todas las zonas requeridas para la recreación de la población en las diferentes

escalas: urbana, de comuna, de comunidad y de barrio.

Este plan realizó una primera clasificación de los espacios verdes existentes, tanto públicos

como privados, diferenciándolos funcionalmente en áreas recreativas ornamentales dentro de

los cuales se contabilizaban los parques barriales (50,36 H ), el zoológico, el Bosque de la

Independencia, el Cerro Nutibara y los principales cementerios ,campos universitarios y clubes

privados (rodeo y campestre). Las otras clasificaciones eran las áreas deportivos como campos

universitarios, clubes privados, el velódromo y la Unidad Deportiva Atanasio Girardot y las

zonas de reforestación de retiros del Rio Medellín y las Quebradas Ana Díaz y La Hueso. Estas

áreas sumaban un total de 10,77 m2/hab de zonas verdes, de las cuales se excluían las áreas

verdes lineales que hacían parte de la sección vial.

Este diagnóstico realizó una separación funcional de las áreas verdes de la ciudad en zonas

recreativas para recreación pasiva y zonas deportivas para recreación activa, una

especialización funcional del espacio público que en el caso de las áreas verdes privadas es

Page 7: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

124

excluyente para algunos grupos sociales, adicionalmente, evidenció la deficiencia de servicios

para el deporte y la recreación y la carencia de un organismo dinámico dentro de una política

que impulsara la construcción de parques recreativos y zonas deportivas

Imagen 93  Plan de Parques y Unidades deportivas, Fuente DAPM1964.

La propuesta de este primer plan, se basó básicamente en incrementar las zonas verdes con un

énfasis en los espacios deportivos, ya que según el diagnóstico realizado eran las áreas mas

deficitadas. En ese sentido los parques de barrio considerados como áreas verdes

ornamentales no fueron una prioridad. Surge entonces el parque recreativo, el Plan propuso

habilitar todas las zonas verdes posibles con escenarios deportivos, que desde un enfoque

segregacionista se destinaban para clases sociales media y baja ya que se daba por hecho,

que la clase alta practicaba deporte y se recreaba en espacios privados de otra categoría y no

requería de este tipo de espacios públicos, aumentando desde la planeación la segregación

social y la crisis del espacio público en dicha época.

El plan propuso dotar a la ciudad de las áreas adecuadas para recreación y el esparcimiento,

conforme a la demanda actual y proyectada a 5 años.

Se propusieron parques recreativos a escala urbana: El Volador, Nutibara, Parque Norte y

Pedregal, adicionalmente unidades deportivas cercanas a los núcleos escolares a escala de

comunidad y de comuna como el Parque Norte, el Parque Belén, Oriente, Miraflores, Pedregal,

Page 8: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

125

Atanasio Girardot, La Floresta, Castilla, Cristo Rey, los cuales contarían con dotación para la

práctica de deportes “populares”. Finalmente se propusieron zonas verdes de protección y de

reforestación en el rio, la Quebrada Iguana, Quebrada La Hueso, Quebrada Ana Díaz y la

Quebrada La Rosa(DAPM,1964).

La propuesta pretendía aumentar las zonas deportivas en 0,5 m2 /hab y las zonas recreativas

en 1m2/hab, cumpliendo con el objetivo de brindarle a la ciudad amplias facilidades de

recreación en todas sus formas, cantidad de áreas y funciones.

Específicamente, el Parque Norte se propuso con una función deportiva recreativa, se

planteaba la necesidad de su articulación con el Bosque de la Independencia el cual debía

renovarse y complementar sus funciones, el Parque Volador se propuso con funciones

recreativas y ornamentales aprovechando sus calidades paisajísticas, con la posibilidad de

construcción de un jardín botánico y el Parque Nutibara se planteo como sitio de observación

panorámica, como una especie de parque mirador. En todas estas la reforestación se consideró

como un factor relevante en su implementación.

A partir de este primer plan surgieron varios estudios y proyectos sobre planes de parques

realizados por la Administración Municipal donde se incluía el área céntrica, los barrios y

algunas zonas del perímetro. Se realizaron varios estudios para definir y clasificar los espacios

abiertos disponibles dedicados al deporte y al esparcimiento considerando su magnitud, función

y población atendida. La función recreativa-deportiva del espacio público era un enfoque ya

definido, el cual conceptualmente se había comenzado a perfilar desde la propuesta de campos

deportivos en los parques lineales propuestos en el Plan Piloto por Wiener y Sert.

En este sentido en 1976 se inició el segundo Plan de Parques para la ciudad con proyección a

1985, donde se propuso aumentar el indicador a 4 m2 de zonas verdes por habitante, este fue

aprobado mediante Acuerdo 23 de 1976 y priorizó varias obras propuestas en el primer plan

como el Parque Norte, El Cerro Nutibara, El Cerro Volador. De igual forma, dispuso la

construcción del Museo de la Ciencia y de parques y zonas deportivas en San Antonio de

Prado, San Cristóbal y algunos barrios de la ciudad.

Page 9: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

126

La diferencia de este segundo plan con el primero, radica principalmente en el cambio de escala

en el que fue presentado, al igual que otros planes sectoriales la planeación ya estaba

encaminada en un ámbito metropolitano que le exigía al espacio público una escala mayor a la

municipal, comenzando así un mayor interés por los parques de ámbito metropolitano y

regional.

El Plan proponía lo siguiente (DAP; 2011):

-Parques regionales: La Represa de Piedras Blancas, Rio Grande, El zoológico y el Jardín

Botánico se propusieron como parques regionales con valores históricos, culturales paisajísticos

y ecológicos, en los cuales se proponía adecuar algunas áreas para camping y recreación.

Imagen 94 Inventario Zonas verdes 1971. Fuente: DAPM, (1974)

Parques Metropolitanos: Parque Ancón Sur, Tulio Ospina, Parque Juan Pablo II y Unidad

Deportiva Atanasio Girardot, propuestos como integradores de los municipios del valle.

-Parques Urbanos: Cerro Nutibara, Volador; Parque Norte, Parque La Asomadera, y parques

públicos en las reservas de áreas del Club Campestre y El Rodeo.

-Parques comunales: Unidades Deportivas Miraflores, Castilla, al Floresta, Belén, El Poblado,

Finca Montecarlo, Parque la Ladera integrado con la Normal de Varones.

En cuanto a los Parques de Barrio se diagnosticaba que en 1976, existían 200 parques para

220 barrios, los cuales eran insuficientes para abarcar toda al población. Se hizo una propuesta

Page 10: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

127

a este nivel en cada zona de la ciudad, de las cuales muchas de estas incluían la construcción

de escenarios deportivos, proyecto impulsado por Coldeportes en 1977, cambiando totalmente

el carácter del parque barrial por un parque recreativo-deportivo a nivel barrial.

Nororiental: El Raizal, santa Inés, Las granjas El Pomar y Villa Guadalupe,

Noroccidental: Alfonso López, Pedregal, Santander, Centro comunal castilla Girardot

Centro oriental: Caicedo, Loreto y Salvador

Centroccidental: Los Alcázares y San Javier

Suroriental: Lleras y Provenza

Suroccidental: Las Playas , Trinidad y Cristo Rey

Imagen 95 Parque El Calvario, Fuente: Archivo digital DAPM

Imagen 96 Parque Villa Hermosa, Fuente: Archivo digital DAPM

La meta de este plan era básicamente elevar el índice de zonas verdes de la ciudad dotando la

os barrios de parques recreativos y a las comunas de unidades deportivas. Aunque la

administración reservó tierras y zonas verdes para al recreación, por dificultades económicas y

políticas muchas de estas obras no se pudieron materializar y en 1978 los índices cuantitativos

y cualitativos disminuyeron notablemente.

Según la evaluación del Plan de Parques realizado por el Departamento Administrativo de

Planeación, varios de los parques de barrio construidos estaban destruidos por la falta de

mantenimiento, las unidades deportivas carecían de dotación, muchos de los terrenos

adquiridos para parques no se dotaron y algunas propuestas no pudieron llevarse a cabo,

repitiéndose por parte de la Administración las malas prácticas de los urbanizadores privados

en cuanto a la construcción, dotación y entrega de las áreas verdes y servicios colectivos. Se

Page 11: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

128

presentaron grandes dificultades en la calidad de estos espacios, el aspecto cualitativo cobró

mayor importancia, evidenciando que el problema no era solo cuantitativo sino de dotación y

cualificación para que estos espacios realmente pudieran servirle a la comunidad.

“El Plan de Parques fue la oportunidad para proceder a utilizar con fines recreativos, los

terrenos de reserva cedidos al municipio por las urbanizaciones, como zonas verdes, estos

terrenos a razón de sus desventajosas características, en cuanto a su ubicación, condiciones

topográficas, su carácter de pequeños retazos de terrenos dispersos, no pudieron ser utilizados

y fue necesario proceder a comprar tierras a costos elevados, limitando así las posibilidades de

inversión para la ejecución de obras de dotación”(DAPM, 1976). En este sentido la

Administración adquirió terrenos para áreas recreativas en la ciudad como el Parque Norte,

Volador, Cerro Nutibara, entre otros, su financiamiento se dio a través de una sobre tasa en el

servicio telefónico.

Imagen 97  Unidad Deportiva Atanasio Girardot. 1980, Fuente: DAPM (2011)

A manera de evaluación este Plan adoptó una política de distribución de las áreas verdes

recreativas en distintas escalas como un precedente para los planes futuros realizados

posteriormente en la ciudad, se consideró como uno de los primeros inicios de dotaciones

deportivas a partir de la construcción de unidades deportivas y canchas en los parques de

barrio, no obstante, no reflexionó sobre el problema recreativo de la ciudad, tomando

deliberadamente la decisión de generar espacios para la recreación activa desconociendo otras

necesidades sin una definición clara de un “patrón recreativo”. Teniendo en cuenta lo anterior,

Page 12: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

129

se incursionó con la instalación de aparatos mecánicos y parques infantiles como un nuevo tipo

de amoblamiento urbano diferente al utilizado tradicionalmente en los parques barriales, los

cuales fueron transformados drásticamente en su forma y funcionalidad. ”(DAPM, 1976).

Para muchos este Plan fue realmente ambicioso, dentro de una visión metropolitana, el Parque

de Berrio se propuso unirlo con la plazuela Nutibara con el fin de “cambiar su escala inicial de

plaza mayor” (Bravo, 1991). Así el espacio público es abordado desde una escala metropolitana

acorde con las funciones que para ese entonces ya tenía el Departamento Administrativo de

Planeación el cual cumplía un papel institucional a este nivel.

Imagen 98  Área donde se construiría el Parque San Antonio 1983 Fuente: DAPM. (2011)

Finalmente, este plan inicia formalmente la “metropolización del espacio público”. En los años

80 varios acuerdos reglamentaron los usos del suelo para la destinación de parques regionales

y metropolitanos, entre estos las áreas de EPM que actualmente configuran el Parque Regional

ARVI, en 1974 se comienza a construir el Parque Norte, posteriormente e Parque Tulio Ospina,

el Parque Juan Pablo II y en la década de los ochenta el Parque San Antonio el cual introduce

un nuevo concepto de parque urbano en el diseño de espacio público de la ciudad.

4.3.3 Evolución de la planeación de la ciudad y la normativa:

A nivel nacional en esta época se generaron procesos importantes que insistieron en la

necesidad de conformar instancias entre las diferentes administraciones para fortalecer la

Page 13: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

130

planeación local y regional, caracterizando este periodo por la ”Metropolización” de la

planeación urbana. En 1973 surgió la necesidad de formular un Plan Metropolitano con una

participación interinstitucional que permitiera reordenar el desarrollo del Valle de Aburrá y

planificar el crecimiento de Medellín, esta preocupación por la planeación del territorio a nivel

supramunicipal generó la creación del Área Metropolitana del Valle de Aburrá mediante la

Ordenanza No. 034 de 1980, con la cual todo el valle de Aburra se consolidó como área de

planificación y desarrollo.

Posteriormente, el Alcalde de Medellín mediante Decreto No.040 de 1982, reestructuró el

Departamento de Planeación Municipal para que cumpliera las funciones de Planeación

Metropolitana y se fortaleciera la planificación de todo el territorio a este nivel. Lo anterior

significó una gran transformación de la planeación, la cual tomó un enfoque socio-económico

con gran influencia en lo físico, que dio paso a la planeación del desarrollo y a la planeación

estratégica. (Schnitter, 2007).

Se formularon planes de desarrollo y planes de ordenamiento físico sectoriales, el Plan vial de

1971, el “Plan Vial Metropolitano” de 1985 y el Plan General de Parques de 1976 con una

perspectiva metropolitana, en 1980 mediante el Decreto 3104 de 1979 se expide el Plan

Integral de Desarrollo “Para la consolidación de al metrópoli” De aquí se deriva la formulación

de los planes de ordenamiento territorial zona norte y zona sur, que definieron una propuesta de

ordenamiento físico para el Valle de Aburrá. (Schnitter, 2007).

Pese a los esfuerzos en la planeación se contaban con pocos instrumentos normativos que

permitieran reglamentar y planificar la gran dinámica urbanizadora de estas dos décadas y se

incidiera en la regulación ambiental, la cual comenzó a ser una de las principales

preocupaciones. Dentro de los instrumentos disponibles, se contaba con los planes integrales

de desarrollo, las normas sobre clasificación y uso del suelo, y las medidas de expropiación,

catastro y valorización.

En cuanto al espacio público, la planeación física se enfocó en la construcción de grandes

obras públicas, en su mayoría construcción de vías, servicios públicos y vivienda, este no era

Page 14: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

131

prioritario, no se consideró como una función pública básica y necesaria en los planes de

desarrollo que comenzaron a formularse. (DAPM, 2011)

No obstante, aunque desde la ejecución presupuestal el espacio público no fue una prioridad,

desde la planeación urbana hubo un hecho significativo, la formulación del Plan General de

Parques para Medellín, analizado anteriormente, el cual fue adoptado mediante Acuerdo 23 de

1976, con motivo del Tricentenario de la fundación y erección de Medellín, este Plan definió

específicamente un plan de obras, que incluían proyectos en la zona central, en los barrios

periféricos y en los corregimientos con un énfasis metropolitano. Siguiendo esta directriz

mediante Decreto 2838 de 1980 se definieron parte de los terrenos del Aeropuerto Olaya

Herrera para la construcción de un Parque Metropolitano. (DAPM, 2011)

Adicionalmente, tras el evidente auge de los desarrollos multifamiliares se reglamentan sus

densidades y dimensiones, incluyendo las especificaciones del espacio público.

Mediante Decreto 232 de 1976 “Por medio del cual se establecen normas generales, sobre el

tratamiento de arborización y zonas verdes del área urbana” se manifestó una preocupación por

el medio ambiente exigiendo a los urbanizadores y a los proyectos y programas propuestos por

la Administración un diseño urbanístico, el cual debería articularse con las propuestas del Plan

General de Parques y debería contar con el visto bueno del Departamento Administrativo de

Planeación Metropolitana.

Imagen 99  Tipologías de conjuntos y Edificios multifamiliares, localizados en su mayoría en las zonas suroriental, suroccidental y centroccidental de la

ciudad. Fuente: Acuerdo 451 de 1982 DAPM

Page 15: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

132

En 1982 se expidió “ El Estatuto de Planeación, Urbanismo y Construcción para Medellín”

mediante la Resolución 19 de 1982 y el Decreto 451 de 1982, el cual recopiló mucha de la

normatividad que a la fecha se había construido incluyendo la reglamentación acerca de las

áreas de cesión pública destinadas a espacio público para los desarrollos urbanísticos.

En el artículo 78º del mencionado Acuerdo, urbanizaciones mayores a 6000 m2 se estableció

un porcentaje mínimo del 10% del área total destinado a zonas verdes, reforestación y

recreación, para desarrollos entre 2000 y 6000 m2 no se exigió la obligación de cesión de suelo

para espacio público, dichos desarrollos deberían mantener el 70% del área libre privada

destinando dicha área a la recreación y deporte al aire libre (piscinas, parques infantiles

senderos entre otros).

Lo anterior explica como muchas de las urbanizaciones construidas en el Poblado y Laureles,

sobre lotes de antiguas casas y fincas no cedieron áreas par espacio público, generando

simplemente áreas libres privadas de uso común.

Imagen 100 Sectores Generales de usos. En verde se establece el uso complementario, de servicio y social, donde se señalaban los principales

equipamientos y espacios públicos en la ciudad . Fuente: Acuerdo 451 de 1982 DAPM

Adicionalmente, la cesión cuando se exigía estaba destinada a ”zonas verdes, reforestación y

recreación” un concepto muy amplio donde era factible aceptar retiros a corrientes de agua

siempre y cuando se garantizara se garantizara su accesibilidad como pago del total del área de

obligación establecida. De esta manera se explica como muchos desarrollos cedieron áreas de

Page 16: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

133

retiros de quebrada que aunque la norma exigía su dotación y adecuación, en muchos casos se

convirtieron en espacios residuales que posteriormente fueron privatizados por cuestiones de

seguridad, sumando el tema de problemas de zonas de riesgo y estabilidad de terrenos, el cual

en ese entonces no se revisaba con mayor detenimiento.

Se introduce de igual forma otra modalidad para el pago de la obligación de espacio público,

que hoy en día sigue siendo un instrumento novedoso para su gestión y desarrollo, el pago

podría realizarse en dinero cuando por razones técnicas el área de cesión no era posible

definirse dentro del proyecto, este debería ser equivalente al área a ceder y se iría al “fondo

rotatorio de zonas verdes y parques de recreación” con el cual se generarían otros espacios

públicos en la ciudad, en áreas que si fueran aptas. No obstante este instrumento posibilitaba

también que muchos desarrollos no generaran en el sitio el área mínima requerida para la

nueva población residente, teniendo en cuenta que el ámbito barrial de servicios de espacio

público y equipamientos no es factible de reemplazar por espacios de mayor escala y jerarquía,

descompensando de algún modo estos nuevos sectores de la ciudad.

Finalmente este Acuerdo desarrolla en el artículo 261º un programa de parques y plazoletas

urbanas centrales, dentro de la cual se propone la Plaza Cívica de Cisneros, entre otros

proyectos de espacio público planteados en el centro de la ciudad.

4.4 Cuarto Periodo, - La Ciudad Región 1985-2011 “El espacio público en el discurso de la planeación y el ordenamiento territorial de Medellín y

el Área Metropolitana, hacia un resurgimiento de la tipología del parque barrial”

Este periodo se caracteriza por grandes transformaciones económicas a nivel mundial, la

globalización trajo consigo cambios económicos, sociales, políticos, tecnológicas y culturales, el

mundo se enfrentó al crecimiento de la economía de mercado, la internalización del trabajo, la

apertura económica, y los países de América Latina como Colombia no fueron ajenos a su

influencia.

Page 17: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

134

A nivel local Colombia y específicamente Medellín a finales de los años ochenta y principios de

los noventa vivió una gran crisis social y económica, evidenciando una decadencia fuerte del

sector industrial, lo cual generó impactos en la economía regional y en lo social. Hubo una

fuerte crisis ambiental, social, económica y de gobernabilidad. La ciudad estaba vulnerable, las

condiciones de seguridad eran muy desfavorables, el narcotráfico y los conflictos generados por

la violencia detonaron un ambiente hostil, se agravaron las condiciones de pobreza, la

ocupación indebida y violenta del territorio las cuales produjeron un gran desequilibrio.

Por otro lado, a nivel político ocurrieron cambios que le permitieron al municipio tener un mayor

control y autonomía para atender las dificultades de su territorio, se promulgó una nueva

constitución política, que trasformó el estado paternalista que asumía toda la planificación, por

un estado participativo, donde la planificación debía ser compartida entre el estado y la

ciudadanía, convirtiendo al municipio en el protagonista del desarrollo. (Schnitter 2006).

Con la descentralización, el municipio quedo encargado de la planeación local, se le otorgaron

mas recursos para invertir, adicionalmente la participación ciudadana empezó a ser significativa

en la planeación, la cual en este periodo, se ha caracterizado por una gran influencia en el

componente físico espacial de la ciudad.

En 1989 se expidió la “Ley de Reforma Urbana” que obligó a los municipios a realizar los planes

de desarrollo, posteriormente la Ley 388 de 1997 la cual definió la obligatoriedad de los planes

de ordenamiento territorial como instrumento esencial del ordenamiento territorial municipal.

Teniendo en cuenta lo anterior, se formuló la primera generación de planes de ordenamiento

territorial entre 1999 y 2001, como una primera aproximación al territorio como plataforma para

el desarrollo económico y sociocultural, y la posibilidad de armonizar el desarrollo urbano con el

medio generando por primera vez una articulación entre la planeación del desarrollo y el

ordenamiento territorial. (Schnitter, 2006).

De igual forma, siguiendo el rumbo del periodo anterior, la planeación siguió trascendiendo la

escala municipal, entendiendo el municipio en su contexto regional y metropolitano, este cambio

de escala que incorporó las relaciones con el oriente y el occidente del valle incorporando el

discurso de “Gran Región Metropolitana”, se fortalecieron las figuras de las Áreas

Page 18: en el uso del espacio público de la ciudad.bdigital.unal.edu.co/6618/34/44004785._2012_10.pdf · época con zonas de reserva que aún no habían sido urbanizadas, las cuales deberían

135

Metropolitanas con la Ley Orgánica 128 de 1994, la cual le otorgó con competencias muy claras

la función de planificadora del territorio, preservando las autonomías municipales pero

entendiendo la necesidad de una planeación supramunicipal requerida para afrontar las

condiciones y exigencias de la competitividad que trajo consigo los procesos de globalización

para la ciudad.

Por otro lado, otro cambio significativo en este periodo fue la incorporación del tema ambiental

como política urbana, aunque en los diferentes periodos del crecimiento y desarrollo urbano se

presentó como una inquietud, en este último se convirtió en un enfoque concreto del

ordenamiento territorial, el cual trascendió la planeación física de la ciudad.

En este sentido el país participa en la Cumbre de Rio de Janeiro de 1992, en la cual se hace un

reconocimiento internacional al medio ambiente como un asunto integral del desarrollo humano,

la dimensión ambiental se presentó como la temática principal, como un tema ineludible en la

formulación de políticas, incorporando conceptos de desarrollo sostenible y sustentable y

adquiriendo el compromiso de construir una legislación sobre medio ambiente y en especial

para los centros urbanos, firmando compromisos en la llamada “Agenda 21”. Lo anterior, dio

paso a una innovación institucional en materia ambiental, a la creación de la Ley 99 de 1993,

del sistema nacional ambiental y del Ministerio del Medio Ambiente. (Schnitter, 2006).

En Medellín la preocupación ambiental se asoció con la calidad de vida de los habitantes, el

manejo del agua y del ecosistema urbano, la política ambiental trajo consigo el reconocimiento

de los componentes naturales del espacio urbano como elementos claves, un énfasis en el

enverdecimiento de la forma urbana y del re direccionamiento de eventos socialmente

significativos al espacio natural. (DAPM,2005). Por otro lado se realizaron estudios de los

diferentes ecosistemas, se mejoraron e implementaron planes de ordenación y manejo integral

de cuencas y se propuso la implementación de un estatuto metropolitano de ambiente. (DAPM,

2011).

Como respuesta a esta orientación del ordenamiento territorial, El Plan de Ordenamiento para

Medellín, establecido mediante el Acuerdo 62 de 1999, se enmarcó en una “visión regional,

para construir la sostenibilidad de la región, consolidar la competitividad de Medellín y del valle

de Aburra”, revalorando el espacio público como esencia de la ciudad e incursionando el tema