En este día harás posible ciertamente muchos de tus anhelos y sueños…

Solo necesitas algo muy importante de tu parte; enamorarte de la vida.

Deberás creer en el amor y encarnarlo porque el amor derrite al odio y lo

transmuta, lo convierte en si mismo, el amor y el odio son la misma fuerza dirigiéndose en distinta dirección.

Verás que la felicidad será espontánea cuando te sientas en paz contigo

mismo. No luches contra lo que no te gusta, ignóralo.

No mires aquello que te hace sufrir!

Eso que tu llamas problemas tienes que convertirlos en oportunidades,

no los bautices "Problema", Bautízalos "Oportunidad"!

Porque los famosos problemas no existen, Dios usa muchos disfraces,

tiene una imaginación increíble, incluso se disfraza de "Oportunidad" (problema),

para probar tu temple, tu fe y tu fortaleza.

Construye lo que amas, y comienza dentro de ti,

como el arquitecto que ve en su mente mucho antes, la casa que va a construir.

Luego ponte en marcha! Si se te cierra una puerta, no temas,

hay otras que se abren, Y se abrirán para ti, pero, no te quedes

mirando la puerta, franquéala! con paso firme, la mirada resuelta,

crúzala con el pie derecho, diciéndote : ¡Dios está conmigo!

Que las ganas de vivir te llenen, y eso sea tu propio alimento

colmándote de entusiasmo. Enciende tu propio fuego sagrado, ten tu

propio jardín interior, hazte tiempo para estar solo contigo mismo,

que eres tu mejor amigo. Saborea la música que te gusta y báilala con

tu alma. Se como el escultor y talla tu silencio interior en la mas

perfecta calma y armonía, y que cada golpe del cincel sea una caricia, así tu

alma y tu espíritu será eternamente libre.

Permite que emerja ferviente lo que bulle en tu interior, y siéntelo,

víbralo, dánzalo, llóralo, ríelo, sáltalo, porque la vida es ejercicio.

Es el ejercicio de ser feliz y tu eres vida y debes estar vivamente feliz.

El único e ineludible hábito respetable y muy bueno es la felicidad.

El único regalo que puedes dar eres tu mismo pleno de amor; por eso,

enamórate del amor, y cada momento es bueno para empezar.

Porque el amor es la llave que te abrirá todas las puertas.

No importa si el amor no se presenta en una persona; ama la vida,

ámala fervientemente y con pasión, ama todo aquello que Dios te ha

dado y verás como muy pronto cambian las cosas en una hermosa Felicidad.

La tierra es tu hogar y aquí están todos tus hermanos, comparte con

ellos todo lo que aquí existe, y todo lo que tienes, verás que vuelve

a ti multiplicado.

Para ello tienes un único deber: y es sentir el amor con veneración, y esa devoción es vivir

plenamente, porque es el sagrado regalo que entregó el Maestro Jesús en forma de

vida. Tienes una preciosa oportunidad para

progresar, pues en ese desarrollo transparente de tu alma volverás un día a

unirte a la energía universal! La manera de volver al manantial

de la vida es muy simple: Sólo mírate, disfruta de ti mismo, se tu mejor amigo. Ama, canta , juega, trabaja, haz todo

sin pretender ganar, ni temer la derrota.

Avanzarás a pasos agigantados por el sendero, amándote y amando, recogerás

todos los frutos que siempre pensaste imposible de alcanzar.

Mira la vida de los demás como la tuya propia desde la óptica espiritual de la alegría, la

esperanza y la fe. Siente el regocijo de vivir aquí y ahora, y vive plenamente. Disfruta el día y la noche, el sol y la luna, el calor y el frío, la flora y la fauna, la tierra y el cielo, la

lluvia, el amanecer y el anochecer. Goza del amor, la amistad, el trabajo, el dinero, el mar, el

campo, la música, el arte, la danza, la poesía, la risa, la bondad, el placer.

Aprovecha pletórico todo lo que te ofrece la vida misma.

Mantente dispuesto a probar algo nuevo. Nunca te niegues

a aprender lo desconocido, ni le tengas temor a una nueva experiencia.

Huye del rencor, del odio, de la tristeza, del sufrimiento, del dolor,

y de las "pálidas". Ignora con indiferencia el mal humor de los otros.

No sientas envidia, celos, ni desconfianza, ni en ti, ni en los demás.

Se agradecido, bondadoso, generoso, altruista, y eternamente dispuesto a

dar una mano a quien la necesite. Ayuda lo más que puedas sin hacer

ostentación de ello. Siéntete muy feliz cuando hagas un favor, sin esperar

recompensas. No le tengas temor a la muerte, porque ella no existe para

quienes aman.

Quita al instante todo lo que pueda angustiarte de tu propia mente, y no

te dejes influenciar por los malos pensamientos ajenos. No pienses jamás en la venganza, ni con odio, ni maldad.

se justo contigo mismo y con los demás. Confía plenamente en la Justicia

Divina, porque ella, tarde o temprano, se encargará de equilibrar tu

balanza, y pesar lo justo y lo injusto.

Si alguien actúa mal contigo, bórralo de tu recuerdo o de tu vida sin amargarte, porque el que procede con maldad, es dueño de su destino y recibirá las consecuencias de sus actos. Date el valor que te corresponde y dáselo a los demás. De igual forma actúa con tu familia y amigos, aceptándolos tal

como son. Ama a todos como a ti mismo. No te

preocupes por los "pagos" y los "cobros“ de cualquier índole. Respeta profundamente el trabajo de los otros y has valer el tuyo. Si deseas hacer algo en la vida, hazlo, sin

pensar si andará o no.

No te interese nunca tu edad sea cual sea, comienza cada vez que sea necesario.

Proponte crear algo y créalo, sin importar las consecuencias. Ten absoluta confianza en ti mismo, como también en los demás. No dejes que te afecte la opinión de los

otros. No te dejes manipular, como tampoco manipules a los demás.

No tengas sentimientos de culpabilidad, ni te arrepientas por lo que hayas hecho o

vivido en el pasado. Piensa que el pasado ya fue, y en el futuro

vivirás lo que tengas que venir.

No te preocupes jamás! ¡Vive el hoy!Nunca andes apurado por la vida, no te irrites frente a la imprudencia de otros, ni pelees. Trata de entender la falta de

sentido o la poca inteligencia en los demás.Y así:

Tendrás Sabiduría. Que no se aprende en colegios ni universidades, ni se obtiene a través de diplomas.

Esa Sabiduría proviene de Dios, de tu Fe, de tu Esperanza, y fundamentalmente,

de tu Armonía con el Universo...

Nada temas jamás del amor, porque él es la esencia de Dios mismo y hacia él

siempre te lleva.Recuerda que: ¡¡JESÚS VIVE EN TU

CORAZÓN!!

Por : Ludy Mellt Sekher

Con mucho cariño, Betty