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EL UNIVERSAL Sábado 7 de mayo de 2 0 16 t @de_ultima f ElUniDeUltima Sábado 7 de mayo de 2016 EL UNIVERSAL eluniversal.com.mx/de-ultima DE ÚLTIMA N7 N6 DE ÚLTIMA En portada Reinventar el tiempo Por MARÍA TERESA HERNÁNDEZ Fotos: PATRICIA MADRIGAL Movimiento: Manufactura Cartier de carga automática, calibre 1904 PS MC Caja: Oro rosa de 18 quilates Esfera: Flinqué gris y números romanos Corona: Octogonal de oro rosa de 18 quilates decorada con un zafiro Segundero: De acero con acabado dorado en forma de hoja, manecilla de horas y de minutos de acero con acabado dorado en forma de espada Correa: De piel de aligátor gris semimate Hebilla: Doble y desplegable ajustable de 18 mm de oro rosa. b Esta localidad francesa, preferida por las celebridades y el jet set desde la posguerra, acogerá de nueva cuenta la boutique efímera de la marca. Hasta el 5 de octubre, la tienda ubicada en la mansión La Mis- tralée ofrecerá una selección de accesorios, joyería, relojes y prêt-à-porter. Además, la po ol house de la propiedad estará dedicada este año al calzado. OLIVIER SAILLANT La Mistralée. La residencia que alberga la tienda de Chanel. b Louis Vuitton ofrece piezas perfectas para regalar el Día de las Madres. El clásico bolso City Steamer MM, por ejemplo, es una opción tan práctica como elegante, mientras que la sandalia Ocean Drive, con sus detalles monogramados y un tacón de nueve cen- tímetros es una opción cómoda y sofisticada para los días de verano. Si es de las que prefiere joyería discreta, regálale un bra- zalete en cuero con acentos de latón. En movimiento. Los diamantes de Chopard. # Aquí &Ahora Chanel reabre en Saint-Tropez CORTESÍA Happy Dreams de Chopard es una colección perfecta este diez de mayo. Sus piezas con motivos circulares da un acento de lujo para llevarse a cualquier hora. Un obsequio de lujo. El estilo minimalista de la línea Bohème de Montblanc permite que las piezas se puedan llevar todos los días. Consiente a mamá con un dije en oro rosa, o bien, un brazalete en plata y diamantes. El nuevo Drive de Cartier es una promesa que conjuga historia, estilo y tecnología relojera del más alto nivel Este año, la familia de Cartier creció. A las colecciones masculinas que ya conocemos —Santos, Tank, Calibre, Ballon Bleu, Rotonde y Clé— se suma Drive, que brilló por primera vez el pasado enero desde el evento de Alta Relojería más importante del mundo: el SIHH. Pensado para un cliente por demás independiente y elegante, privilegia la naturalidad. El hombre Drive —el hombre Cartier— aprecia los objetos que posee por la pasión y el placer que despiertan en él. La belleza del Drive está en sus detalles, que innovan con sutileza y elegancia: esfera guilloché, cristal abombado, corona con perfil de perno. Hay que tomarse un segundo para detenerse a mirar: ahí, en esa superficie diminuta y plana que es la cabeza de un tornillo, está el sello de Cartier. No es un logo, un emblema o una firma. No es un diamante o un rubí. Es un pulido perfecto —liso, uniforme, con terminado de espejo— que muestra el nivel de exigencia de la maison . Entre coleccionistas de Alta Relojería no existe lo insignificante. Ninguna pieza, por microscópica que sea, puede darse el lujo de fallar. Funcionalidad. Tamaño. Belleza. Todo se ensambla en una caja de acero, oro o platino que con el pulso de un cirujano se dispone de modo que el resultado final esté más cerca del arte que de un objeto que se ciña a nuestra muñeca por mera funcionalidad. El “movimiento” de un reloj es el mecanismo que mide el tiempo y ajusta las manecillas con absoluta precisión. El número de piezas (o componentes) dentro de éste varía de acuerdo con cada guardatiempos pero entre resortes, barriletes, engranes El inicio debiera estar en Suiza –claro– porque es el país que a uno se le viene a la mente cuando piensa en manecillas, precisión y cucús. Sin embargo, la cuna de Cartier está en París. Ahí, en 1847, se estableció la maison que poco tardaría en atravesar el Atlántico para hacerse de un lugar entre viajeros y empresarios de Londres y Nueva York. Seducir a esas capitales que ya desde entonces eran clave en el mercado requirió estrategias precisas. No bastan las piedras preciosas para que un cliente despegue los ojos del aparador y entre a la tienda a comprar. Los hermanos Louis, Jacques y Pierre Cartier lo lograron Antes de que la guerra enardeciera a Europa, el tiempo se guardaba en el bolsillo. El siglo XX era un recién nacido y en París la Belle Époque se contoneaba y deslumbraba con sus óleos garigoleados, los sombreros de plumas de sus mujeres y los sombreros de copa de sus caballeros. Ya desde entonces el tiempo era portátil; cabía en la palma de la mano y perseguía más que un fin utilitario: una carcasa de oro no es un indicador de hora, sino de estatus. De pronto, en un parpadeo, el estatus se elevó. En 1904, un aviador brasileño llamado Alberto Santos Dumont se acercó a Louis Cartier para hacerle una petición: “Alta relojería” no es equivalente a “diamantes, oro y ostentación”. El encanto —salvo contadas ocasiones— está en ese esqueleto que se oculta entre el anverso y el reverso del reloj. En este mundo que obsesiona por su meticulosidad y perfección, todo gira en torno a las complicaciones, es decir, mecanismos precisos e innovadores que los maestros relojeros crean para permitir otra lectura del tiempo: fechador para día, hora, mes y I II III IV V gracias a su meticulosidad: no hay en la firma una pieza que no tenga una historia que contar o que deba esconder la cara a causa de componentes defectuosos o de dudosa calidad. Los joyeros de la casa revisan diamante por diamante antes de montarlo en un anillo de compromiso; los relojeros viven con un lente de aumento pegado al ojo para enlazar piezas en una placa que no alcanza más de cinco milímetros de grosor. “Necesito un reloj para poder volar”. No era un pedido cualquiera. Aunque algunos años antes ya se habían incorporado mecanismos de relojería a joyas que algunas mujeres llevaban en la muñeca, lo que Santos Dumont pedía era un reloj de pulsera que fuera 100% funcional: una pieza que le permitiera consultar la hora con sólo voltear la cabeza hacia un lado, sin necesidad de perder concentración o soltar el manubrio de su avión. Y así, la casa Cartier dio un giro en la historia: logró crear un mecanismo fácil de leer a pesar del movimiento y le añadió una correa para amarrarlo y nunca despegarse de él. Desde el lanzamiento de aquel primer modelo Santos, el tiempo nunca se ha detenido para Cartier. La historia de la relojería es también la historia del hombre, y si a principios del viejo milenio el hombre quería conquistar el viento, pasó muy poco antes de que se dejara devorar por la ira y el combate militar. Tank, otra de las piezas más icónicas de la maison , apareció en 1917 —sólo tres años después del inicio de la Primera Guerra Mundial— y la forma de su caja y su correa se inspira en la de un tanque militar: exterior rectangular y eslabones metálicos similares a las cadenas oruga, que permiten al vehículo avanzar. año; cronógrafo para horas, minutos y segundos; sonería para para escuchar la evolución del día a través de un gong. Todo reloj mecánico debe acatar normas muy estrictas antes de considerarse Alta Relojería, pero todo se resume a un ajuste de piezas que permita obtener absoluta precisión. Quien hoy compra una pieza que una manufactura tardó años en materializar no busca saber la hora, sino un objeto cercano al arte, que sea bello, funcional y complejo desde el más diminuto rubí hasta el cristal de zafiro que cuida su cara del exterior. La riqueza de la historia de Cartier radica en abarcar ambos universos: el de las piezas con pequeñas complicaciones que se distinguen ante todo por su estética, y el de las grandes complicaciones, que les han valido el reconocimiento de las máximas autoridades suizas y el asombro de coleccionistas exigentes del mercado global. Y, como siempre, el sello de la maison : números romanos para indicar las horas, vías de ferrocarril para los minutos y sus particulares manecillas en azul. En cuanto al tema de funcionalidad, hay tres movimientos detrás de Drive: 1904-PS MC y 1904-FU MC para pequeña complicación y 9452 MC para gran complicación. Todos —por supuesto— creados en la Manufactura Cartier. El primero se produjo hace seis años y aún presume de una estabilidad cronométrica óptima, que logra precisión a pesar del movimiento. El segundo nació hace dos años y ofrece un segundo huso horario, indicación día/noche, gran fecha y pequeño segundero, cada una de las cuales puede controlarse a través de la corona. Por último, la pieza clave de la colección: el Drive Tourbillon Volante está equipado con un movimiento mecánico de cuerda manual que presume el más prestigioso certificado de la industria: el "Poinçon de Genève” (distintivo creado para certificar la calidad y excelencia de relojes mecánicos). Como si cada segundo contara, Cartier no deja de innovar, y por piezas como ésta casi es imposible esperar para conocer cuál será el siguiente modelo que la maison creará para reinventar el tiempo. y tornillos nunca hay menos de cien. Algunos —la inmensa mayoría— son tan pequeños y delicados que deben tratarse con instrumentos tan finos como un alfiler. En menos de diez años, Cartier ha creado 48 movimientos; esto es: casi 50 modos distintos de medir el paso de horas, minutos y segundos. Esto, además, implica el montaje de más de diez mil elementos que brillan y se abrazan con absoluta perfección. Cada uno implica un balance entre ingeniería y estética, y aunque para muchos clientes la firma francesa suele distinguirse por su joyería, sus innovaciones en Alta Relojería la han posicionado entre conocedores y coleccionistas a nivel internacional. Hace unos meses (en enero de este año), una nueva pieza brilló por primera vez desde Ginebra. En el marco del Salón Internacional de Alta Relojería (SIHH, por sus siglas en francés), la marca presentó Drive, un modelo que se integra a las siete colecciones de relojes de Cartier. Movimiento: Manufactura Cartier de carga automática, calibre 1904-FU MC Complicaciones: Gran fecha, segundo huso horario retrógrado, indicador día/noche Caja: Acero Esfera: Bianca Corona: Octogonal de acero adornada con una espinela sintética facetada Segundero: De acero azulado en forma de espada Correa: De piel de aligátor negra semimate Hebilla: Doble desplegable y ajustable de 18 mm de acero Movimiento: Manufactura Cartier de carga automática, calibre 1904-PS MC (ambos) Caja: De oro rosa de 18 quilates (izquierda) y acero (derecha) Esfera: Flinqué plateada, números romanos (izquierda) y blanca (derecha) Corona: Octogonal de oro rosa de 18 quilates decorada con un zafiro facetado (izquierda) y octogonal de acero adornada con una espinela sintética facetada Segundero: De acero azulado en forma de hoja, manecilla de las horas y de los minutos de acero azulado en forma de espada (ambos) Correa: De piel de aligátor marrón semimate (izquierda) y piel de aligátor negra semimate (derecha) Hebilla: Doble desplegable y ajustable de 18 mm de acero (de oro rosa de 18 quilates en el caso del reloj de la izquierda) FOTO DE PORTADA Movimiento: Manufactura Cartier de carga automática, calibre 1904-FU MC Complicaciones: Gran fecha, segundo huso horario retrógrado indicador día/noche Caja: Oro rosa de 18 quilates Esfera: Bianca Corona: Octogonal de oro rosa de 18 quilates decorada con un zafiro Segundero: De acero azulado en forma de espada Correa: De piel de aligátor marrón semimate Hebilla: Doble desplegable y ajustable de 18 mm de oro rosa de 18 quilates

En Reinventar el tiempo - WordPress.comprefiere joyerÌa discreta, regÀlale un bra-zalete en cuero con acentos de latÒn. En m ov i m i e n to. Los diamantes de Chopard. # Aq u Ì

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EL UNIVERSAL Sábado 7 de mayo de 2 0 16 t@de_ultima f ElUniD eUltimaSábado 7 de mayo de 2016 EL UNIVERSALeluniversal.com.mx/de -ultima

DE ÚLTIMA N7N6 DE ÚLTIMA

En por tada

Reinventar el tiempoP or MARÍA TERESA HERNÁNDEZFotos: PATRICIA MADRIGAL

Movimiento: Manufactura Cartier de carga automática, calibre 1904PS MC Caja: Oro rosa de 18 quilates Esfe ra : Fl i n q u é gris y números

romanos Corona: Octogonal de oro rosa de 18 quilates decorada conun zafiro Segundero: De acero con acabado dorado en forma de

hoja, manecilla de horas y de minutos de acero con acabado doradoen forma de espada Correa: De piel de aligátor gris semimateHe b i l l a : Doble y desplegable ajustable de 18 mm de oro rosa.

b Esta localidad francesa,preferida por las celebridadesy el jet set desde la posguerra,acogerá de nueva cuenta laboutique efímera de la marca.Hasta el 5 de octubre, la tiendaubicada en la mansión La Mis-tralée ofrecerá una selecciónde accesorios, joyería, relojes yprêt- à-porter. Además, la po olhouse de la propiedad estarádedicada este año al calzado.

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La Mistralée.La residencia que alberga la tienda de Chanel.

b Louis Vuitton ofrece piezas perfectas pararegalar el Día de las Madres. El clásico bolsoCity Steamer MM, por ejemplo, es unaopción tan práctica como elegante, mientrasque la sandalia Ocean Drive, con sus detalles

monogramados y un tacón de nueve cen-tímetros es una opción cómoda y sofisticadapara los días de verano. Si es de las queprefiere joyería discreta, regálale un bra-zalete en cuero con acentos de latón.

Enm ov i m i e n to.Los diamantes

de Chopard.

#Aq u í &Ah ora

Chanelreabre enSa i nt -Tr op e z

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E S Í A

Happy Dreamsde Chopard esuna colecciónperfecta estediez de mayo.Sus piezas conm o t iv o scirculares daun acento de lujopara llevarse acualquier hora.

Un obsequio de lujo.

El estilominimalista de lalínea Bohème deMontblanc permiteque las piezas sepuedan llevar todoslos días. Consiente amamá con un dijeen oro rosa, o bien,un brazalete enplata y diamantes.

El nuevo D r i ve deCartier es una promesaque conjuga historia, estiloy tecnología relojera delmás alto nivel

Este año, la familiade Cartier creció.A las coleccionesmasculinas que yaconocemos —S a ntos ,Tank, Calibre, BallonBleu, Rotonde y Clé—se suma Drive, quebrilló por primeravez el pasado enerodesde el evento deAlta Relojería másimportante del mundo:el SIHH. Pensado paraun cliente por demásindependiente yelegante, privilegia lanaturalidad. El hombreDrive —el hombreCar tier— aprecia losobjetos que posee porla pasión y el placerque despiertan en él.

La belleza del Driveestá en sus detalles,que innovan consutileza y elegancia:esfera guilloché, cristalabombado, coronacon perfil de perno.

Hay que tomarseun segundo paradetenerse a mirar:ahí, en esa superficiediminuta y plana que esla cabeza de un tornillo,está el sello de Cartier.No es un logo, unemblema o una firma.No es un diamante oun rubí. Es un pulidoperfecto —l i so,uniforme, conterminado de espejo—que muestra el nivel deexigencia de la m a i so n .

Entre coleccionistasde Alta Relojería noexiste lo insignificante.Ninguna pieza, pormicroscópica que sea,puede darse el lujo defallar. Funcionalidad.Tamaño. Belleza.Todo se ensambla enuna caja de acero, oroo platino que con elpulso de un cirujanose dispone de modoque el resultado finalesté más cerca delarte que de un objetoque se ciña a nuestramuñeca por merafuncionalidad.

El “m ov i m i e nto” de unreloj es el mecanismoque mide el tiempo yajusta las manecillascon absoluta precisión.El número de piezas(o componentes)dentro de éste varíade acuerdo con cadaguardatiempos peroentre resortes,barriletes, engranes

El inicio debieraestar en Suiza–c l a ro – porque es elpaís que a uno se leviene a la mentecuando piensa enmanecillas, precisióny cucús. Sin embargo,la cuna de Cartier estáen París. Ahí, en 1847,se estableció la m a i so nque poco tardaría enatravesar el Atlánticopara hacerse de unlugar entre viajerosy empresarios deLondres y Nueva York.

Seducir a esascapitales que ya desdeentonces eran clave enel mercado requirióestrategias precisas.No bastan las piedraspreciosas para que uncliente despegue losojos del aparador yentre a la tienda acomprar. Los hermanosLouis, Jacques y PierreCartier lo lograron

Antes de que laguerra enardecieraa Europa, el tiempose guardaba en elb o l s i l l o. El siglo XXera un recién nacidoy en París la BelleÉpoque se contoneabay deslumbraba con susóleos garigoleados, lossombreros de plumasde sus mujeres y lossombreros de copa desus caballeros. Yadesde entonces eltiempo era portátil;cabía en la palma de lamano y perseguía másque un fin utilitario:una carcasa de oro noes un indicador dehora, sino de estatus.

De pronto, en unparpadeo, el estatusse elevó. En 1904, unaviador brasileñollamado Alberto SantosDumont se acercó aLouis Cartier parahacerle una petición:

“Alta relojería” noes equivalente a“diamantes, oroy ostentación”.El encanto —s a l vocontadas ocasiones—está en ese esqueletoque se oculta entreel anverso y el reversodel reloj. En estemundo que obsesionapor su meticulosidady perfección, todogira en torno a lascomplicaciones, esdecir, mecanismosprecisos e innovadoresque los maestrosrelojeros crean parapermitir otra lecturadel tiempo: fechadorpara día, hora, mes y

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Vgracias a sumeticulosidad: no hayen la firma una piezaque no tenga unahistoria que contar oque deba esconder lacara a causa decomponente sdefectuosos o dedudosa calidad. Losjoyeros de la casarevisan diamante pordiamante antes demontarlo en un anillode compromiso; losrelojeros viven con unlente de aumentopegado al ojo paraenlazar piezas en unaplaca que no alcanzamás de cincomilímetros de grosor.

“Necesito un reloj parapoder volar”. No eraun pedido cualquiera.Aunque algunos añosantes ya se habíani n c o r p o ra d omecanismos derelojería a joyas quealgunas mujeresllevaban en la muñeca,lo que Santos Dumontpedía era un reloj depulsera que fuera100% funcional: unapieza que le permitieraconsultar la hora consólo voltear la cabezahacia un lado, sinnecesidad de perderconcentración o soltarel manubrio de suavión. Y así, la casaCartier dio un giro enla historia: logró crearun mecanismo fácilde leer a pesar delmovimiento y leañadió una correapara amarrarlo y nuncadespegarse de él.

Desde el lanzamientode aquel primermodelo Santos, eltiempo nunca se hadetenido para Cartier.La historia de larelojería es también lahistoria del hombre, ysi a principios del viejomilenio el hombrequería conquistar elviento, pasó muy pocoantes de que se dejaradevorar por la ira y elcombate militar.Tank, otra de las piezasmás icónicas de lam a i so n , apareció en1917 —sólo tres añosdespués del inicio dela Primera GuerraMu n d i a l — y la formade su caja y su correase inspira en la de untanque militar: exteriorrectangular yeslabones metálicossimilares a las cadenasoruga, que permitenal vehículo avanzar.

año; cronógrafo parahoras, minutos ysegundos; soneríapara para escuchar laevolución del día através de un gong.

Todo reloj mecánicodebe acatar normasmuy estrictas antesde considerarse AltaRelojería, pero todose resume a un ajustede piezas que permitaobtener absolutaprecisión. Quien hoycompra una pieza queuna manufactura tardóaños en materializarno busca saber la hora,sino un objeto cercanoal arte, que sea bello,funcional y complejo

desde el más diminutorubí hasta el cristal dezafiro que cuida sucara del exterior.

La riqueza de lahistoria de Cartierradica en abarcarambos universos:el de las piezascon pequeñascomplicaciones quese distinguen antetodo por su estética,y el de las grandescomplicaciones, queles han valido elreconocimiento de lasmáximas autoridadessuizas y el asombrode coleccionistasexigentes delmercado global.

Y, como siempre, elsello de la m a i so n :números romanos paraindicar las horas, víasde ferrocarril paralos minutos y susparticulares manecillasen azul.

En cuanto al temade funcionalidad,hay tres movimientosdetrás de Drive:1904-PS MC y 1904-FUMC para pequeñacomplicación y 9452MC para grancomplicación. Todos—por supuesto—creados en laManufactura Cartier.El primero se produjohace seis años yaún presume deuna estabilidadcronométrica óptima,que logra precisión apesar del movimiento.El segundo nació hacedos años y ofrece unsegundo huso horario,

indicación día/noche,gran fecha y pequeñosegundero, cada unade las cuales puedecontrolarse a travésde la corona. Porúltimo, la pieza clavede la colección: elDrive TourbillonVolante está equipadocon un movimientomecánico de cuerdamanual que presumeel más prestigiosocertificado de laindustria: el "Poinçonde Genève” ( d i st i nt i vocreado para certificarla calidad y excelenciade relojes mecánicos).

Como si cadasegundo contara,Cartier no deja deinnovar, y por piezascomo ésta casi esimposible esperar paraconocer cuál será elsiguiente modelo quela m a i so n creará parareinventar el tiempo.

y tornillos nuncahay menos de cien.Algunos —la inmensam ayo r í a — son tanpequeños y delicadosque deben tratarse coninstrumentos tan finoscomo un alfiler.

En menos de diezaños, Cartier ha creado48 movimientos; estoes: casi 50 modosdistintos de medir elpaso de horas, minutosy segundos. Esto,además, implica elmontaje de más dediez mil elementosque brillan y se abrazancon absolutaperfección. Cada unoimplica un balanceentre ingeniería yestética, y aunquepara muchos clientesla firma francesa sueledistinguirse por sujoyería, susinnovaciones en AltaRelojería la hanposicionado entreconocedores ycoleccionistas a niveli nte r n a c i o n a l .

Hace unos meses(en enero de este año),una nueva pieza brillópor primera vez desdeGinebra. En el marcodel Salón Internacionalde Alta Relojería(SIHH, por sus siglasen francés), la marcapresentó Drive, unmodelo que se integraa las siete coleccionesde relojes de Cartier.

Movimiento: Manufactura Cartier de carga automática, calibre 1904-FU MCCo m p l i c a c i o n e s : Gran fecha, segundo huso horario retrógrado, indicadordía/noche Caja: Acero Esfe ra : BiancaCo ro n a : Octogonal de acero adornada con una espinela sintética facetadaS e g u n d e ro: De acero azulado en forma de espadaCorrea: De piel de aligátor negra semimateHebilla: Doble desplegable y ajustable de 18 mm de acero

Mov i m i e n to: Manufactura Cartier de carga automática, calibre1904-PS MC (ambos) Caja: De oro rosa de 18 quilates (izquierda) y

acero (derecha) Esfe ra : Fl i n q u é plateada, números romanos(izquierda) y blanca (derecha) Corona: Octogonal de oro rosa de

18 quilates decorada con un zafiro facetado (izquierda) yoctogonal de acero adornada con una espinela sintética facetadaSegundero: De acero azulado en forma de hoja, manecilla de las

horas y de los minutos de acero azulado en forma de espada(ambos) Correa: De piel de aligátor marrón semimate (izquierda)

y piel de aligátor negra semimate (derecha) He b i l l a : Dobledesplegable y ajustable de 18 mm de acero (de oro rosa de 18

quilates en el caso del reloj de la izquierda)

FOTO DE PORTADAMovimiento: Manufactura Cartierde carga automática, calibre1904-FU MCComplicaciones: Gran fecha,segundo huso horario retrógradoindicador día/nocheCaja: Oro rosa de 18 quilatesEsfera: Bianca Corona: O c to g o n a lde oro rosa de 18 quilatesdecorada con un zafiroS e g u n d e ro: De acero azulado enforma de espada Co r re a : De pielde aligátor marrón semimateHebilla: Doble desplegable yajustable de 18 mm de oro rosade 18 quilates