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70 1 Miguel de Cervantes Saavedra, Novelas ejemplares, ed. de Harry Sieber (Madrid: Cátedra, 1992), I, p. 52. De aquí en adelante se indicará entre parénte- sis la página correspondiente a la cita del texto. La formación de personajes en tres novelas ejemplares: El licenciado Vidriera, El celoso extremeño y La fuerza de la sangre María Ángeles Encinar Heles dado nombre de ejemplares, y si bien lo miras, no hay ninguna de quien no se pueda sacar algún ejemplo provechoso; y si no fuera por no alargar este sujeto, quizá te mostrara el sabroso y honesto fruto que se podría sacar, así de todas juntas, como de cada una de por sí. Mi intento ha sido poner en la plaza de nuestra república una mesa de trucos, donde cada uno puede llegar a entretenerse, sin daño de barras. 1 Este fragmento del “prólogo al lector” de las Novelas ejemplares, lugar común para el estudioso cervantino, hace alusión al contexto social, el cual se va a constituir

Encinar, La Formación de Personajes en Tres Novelas Lv, Ce e, Fs

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La Formación de Personajes en Tres Novelas ejemplareslicenciado vidrieraCasamiento engañosoLa fuerza de la sangre

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    1 Miguel de Cervantes Saavedra, Novelas ejemplares, ed. de Harry Sieber(Madrid: Ctedra, 1992), I, p. 52. De aqu en adelante se indicar entre parnte-sis la pgina correspondiente a la cita del texto.

    La formacin de personajes en tres

    novelas ejemplares: El licenciado

    Vidriera, El celoso extremeo y La

    fuerza de la sangre

    Mara ngeles Encinar

    Heles dado nombre de ejemplares, y si bien lo miras, no hay ninguna dequien no se pueda sacar algn ejemploprovechoso; y si no fuera por noalargar este sujeto, quiz te mostrarael sabroso y honesto fruto que se podra sacar, as de todas juntas, comode cada una de por s.

    Mi intento ha sido poner en laplaza de nuestra repblica una mesade trucos, donde cada uno puede llegara entretenerse, sin dao de barras.1

    Este fragmento del prlogo al lector de las Novelasejemplares, lugar comn para el estudioso cervantino,hace alusin al contexto social, el cual se va a constituir

    CopyrightedFrom: Cervantes: Bulletin of the Cervantes Society of America, 15.1 (1995).Copyright 1995, the Cervantes Society of America

    Contact: Fred Jehle

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    2 Edward C. Riley, en su magnfico estudio Teora de la novela en Cervantes,trad. Carlos Sahagn (Madrid: Taurus, 1971), ya ha sealado la funcin derecreacin provechosa que supone la ficcin para Cervantes y esto le ha llevadoa concluir su utilidad social.

    3 Es el caso de Ruth S. El Saffar, Novel to Romance: A Study of CervantessNovelas ejemplares (Baltimore: Johns Hopkins University Press, 1974).

    4 As lo hace Joaqun Casalduero, Sentido y forma de las Novelas ejemplares,2 edicin (Madrid: Gredos, 1969).

    en un objetivo del presente trabajo no tanto en relacin al efectoprovechoso de la ficcin,2 sino sobre todo en el importante papel queste adquiere en su elaboracin. No hay duda de que para un en-tendimiento profundo de los personajes cervantinos es preciso re-flexionar sobre el medio social en que se les incluye. Nuestra metaser analizar la estructuracin y el diseo de los personajes en El li-cenciado Vidriera, El celoso extremeo y La fuerza de la sangre, desde unaperspectiva que enfoque la importancia que la interrelacin entre individuo y sociedad tiene en la fabricacin de estos personajes.

    Al hablar de las Novelas ejemplares como una totalidad, se han establecido diferentes clasificaciones para su estudio. En algunos casos ha primado el orden cronolgico de su escritura,3 en otros laconcepcin polar del mundo ficticio ha impuesto el orden de agru-pamiento de stas.4 Para nuestros fines se establecern dos grupos.Por una parte hay las novelas en que se presenta el conflicto de unindividuo, con caracteres psicopatolgicos, con la sociedad; es elcaso de El licenciado Vidriera y El celoso extremeo. En el otro grupo se da un conflictoresultado de la irrupcin de un factor destruc-tivoque atae a varios individuos del grupo social; aqu est Lafuerza de la sangre. Para desentraar el valor de la individualidad y la presin del contexto social que existe en el mundo de los pro-tagonistas de estas tres novelas sern valiosas las aportaciones queofrecen los estudios de Carlos Castilla del Pino, Ren Girard, ErvingGoffman y D. A. Gonthier quienes, desde diferentes supuestos, re-flexionan y profundizan en la problemtica de las relaciones entreindividuo y sociedad aqu planteadas.

    El licenciado Vidriera es una de las novelas tempranas. Escritaantes de 1606, podra parangonarse en muchos aspectos con DonQuijote de la Mancha, y al igual que la inmortal novela se produce ensta un claro conflicto entre individuo y sociedad. Toms Rodaja esel joven protagonista que desde el comienzo de la ficcin muestrauna firme decisin: conseguir la fama. A la pregunta de los ca-balleros que le encuentran en su camino responde con clara deter-minacin: Con mis estudios, siendo famoso por ellos; porque yo he

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    5 Carlos Castilla del Pino, La construccin del self y la sobreconstruccinde personaje, en su Teora del personaje (Madrid: Alianza, 1989), p. 25.

    odo decir que de los hombres se hacen los obispos (II, p. 43). El transcurrir del tiempo le dio la razn y el comentario del narradorpuntualiza que se hizo tan famoso en la universidad por su bueningenio y notable habilidad, que de todo gnero de gentes era esti-mado y querido. Su principal estudio fue de leyes; pero en lo quems se mostraba era en letras humanas; y tena tan felice memoria,que era cosa de espanto; e ilustrbala tanto con su buen en-tendimiento, que no era menos famoso por l que por ella (II, p. 44).

    El joven Toms est, por tanto, en el camino que se haba mar-cado. En los varios aos de estudio parece haber conseguido par-cialmente su principal objetivo, ser famoso y reconocido. Utilizandola terminologa de Carlos Castilla del Pino ha conseguido obteneruna identidad positiva, una buena imagen que le permite interac-ciones valiosas y que, en consecuencia, supone la aceptacin yadems, es posible decir en su caso, el privilegio de ser aceptado porsus en un principio amos como un autntico compaero.5 Estaproyeccin positiva de su personalidad llega a darse tambin enotros contextos, como puede verse a raz del encuentro con elcapitn: El capitn que don Diego de Valdivia se llamaba, con-tentsimo de la buena presencia, ingenio y desenvoltura de Toms,le rog que se fuese con l a Italia (II, p. 45).

    La enfermedad padecida por el protagonista dar un giro es-pectacular a su vida y despus de varios meses de postracin, si bienha superado la prueba fsica, el dao mental se hace notar aunqueslo en relacin a su propio cuerpo. No obstante, las caractersticaspor las que antes haba obtenido fama se mantienen e incluso alcan-zan mayor peso por el contraste con su situacin psicolgica:

    Quisieron algunos experimentar si era verdad lo que deca, y as,le preguntaron muchas y difciles cosas, a las cuales respondiespontneamente con grandsima agudeza de ingenio; cosa quecaus admiracin a los ms letrados de la Universidad y a los pro-fesores de la medicina y la filosofa, viendo que en un sujetodonde se contena tan extraordinaria locura como era el pensarque fuera de vidrio, se encerrase tan grande entendimiento querespondiese a toda pregunta con propiedad y agudeza (II, pp.5354).

    Siguiendo con las ideas de Castilla del Pino, podra concluirseque se ha convertido en una figura representativa por su singulari-dad. Ahora tiene una hiperidentidad y es posible considerarle

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    como un personaje. Podramos hablar de l como del loco inge-nioso. En su nueva personalidad adopta un nuevo nombre, licen-ciado Vidriera, y en poco tiempo su proyeccin como personajerebasa los primeros lmites locales pues su fama se extiende a todaCastilla y llega tambin a la Corte, en donde, como seala cuida-dosamente el narrador, en el corto espacio de seis das era conocidopor todos.

    En su estudio, Carlos Castilla del Pino habla del carcter hiper-social del personaje y enumera las siguientes condiciones: 1) re-quiere su pblico; 2) este pblico es el que le va a permitirleconcedeque haga lo que los dems no pueden hacer porque no seles tolerara; 3) pero, en contrapartida, este pblico es el que le exi-gir su redundancia como personaje, o sea que no deje de hacer del, que no se desprenda ni un slo momento de su funcin de tal,porque se necesita en ese contexto; 4) su pblico lo va a usar comopersonaje, no slo para s mismo, sino ante otros grupos o contextos,y l lo sabe y habr de prestarse a ello (p. 35).

    A raz de este enunciado es posible alcanzar, desde nuestra pers-pectiva, un verdadero entendimiento del desarrollo y desenlace deesta novela cervantina. El licenciado Vidriera tiene su pblico, lagente de la Corte que le admira y sigue su deambular. Son ellos pre-cisamente los que le permiten decir cosas que ellos mismos se pro-hibiran. Por eso el licenciado arremete sin piedad contra toda lasociedad y los diversos oficios. Critica a los poetas, libreros, mozosde mulas, boticarios, mdicos, jueces, sastres, zapateros, titiriteros ysigue la lista que se podra mencionar. Pero es precisamente graciasa su condicin de loco ingeniosoes decir, a su ser un personajeel que se le permita decir lo que dice pues sin esta consideracin severa enfrentado a graves problemas. La contrapartida para este pro-tagonista es que no puede dejar de ser el licenciado Vidriera, esa esla exigencia impuesta por su pblico y que debe mantener, por esocuando intenta desembarazarse en parte del rol desempeadodesidentificarsecomienza la desestructuracin. El desenlace de lanovela puede explicarse a partir de esta tercera condicin. Oigamosel ltimo discurso:

    Seores, yo soy el licenciado Vidriera, pero no el que sola: soyahora el licenciado Rueda. Sucesos y desgracias que acontecen en el mundo por permisin del cielo me quitaron el juicio, y lasmisericordias de Dios me le han vuelto. . . . Aqu he venido a estegran mar de la Corte para abogar y ganar la vida; pero si no medejis, habr venido a bogar y granjear la muerte. . . . Lo quesolades preguntarme en las plazas, preguntdmelo ahora en mi

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    6 El Saffar lo ha efectuado en su libro Novel to Romance. Tambin, entre otros,Walter Glannon, The Psychology of Knowledge in El licenciado Vidriera, Revista hispnica moderna, 40 (197879), 8696.

    casa, y veris que el que os responda bien, segn dicen, de im-proviso os responder mejor de pensado (II, p. 74).

    La creencia del licenciado ser que dando tantas muestras decuerdo como las dio de loco podra usar su oficio y hacerse famoso(ser el ingenioso), sin embargo su nueva personalidad de licen-ciado Rueda le pone en una situacin completamente diferente a loexigido por su pblico (ser el loco ingenioso), se ha roto el pactoimplcito que haban establecido. El grupo que antes colaboraba conl en la construccin de su personajeidad le ha abandonado precisa-mente porque ha perdido su condicin de excepcionalidad, ya no esel loco ingenioso del que hemos hablado. La falta de personajei-dad preexistente provoca, como seala Castilla del Pino (p. 37), queel personaje quede totalmente aislado, casi al borde de la alienacin,o que desaparezca en otro contexto. Ambas opciones son experi-mentadas por el licenciado Rueda. En primer lugar comprueba queno tiene en la actualidad un lugar en la Corte, su pblico le ha de-jado y comienza a verse muriendo de hambre, de ah que decidacambiar su entorno y realice el viaje a Flandes. En este nuevo con-texto, Toms parece recuperar la identidad positiva que en un prin-cipio se haba forjado y adems obtendr la meta propuesta en suniez: tener fama. Lo que no ha conseguido en el mundo de las le-tras lo alcanzar por fin en el mundo de las armas.

    Tanto el protagonista de El licenciado Vidriera como el de El celosoextremeo son personajes susceptibles de un profundo estudio psi-colgico,6 como ya se ha hecho mencin. Sin embargo nuestro in-ters se ha centrado en las relaciones entre estos seres ficticios y elmedio social en el que se ha desarrollado su historia. Per-maneciendo, por tanto, en esta coordenada tambin es posiblehablar en El celoso extremeo de la condicin de personaje de FelipoCarrizales, pero su figura tiene una proyeccin mucho ms re-ducida, es exclusivamente local. Los celos desmedidos de Carrizalesson el rasgo excepcional que lo hiperpeculiariza ante los otros y per-mite atribuirle la definicin de personajeidad. El narrador deja clara-mente expuesta esta caracterstica singular desde el comienzo de lanovela al afirmar que de su natural condicin era el ms celosohombre del mundo (II, p. 102), y ms adelante concretiza: Y laprimera muestra que dio de su condicin celosa fue no querer quesastre alguno tomase la medida a su esposa. . . . La segunda seal

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    que dio Felipo fue no querer juntarse con su esposa hasta tenerlepuesta casa aparte (II, p. 103), de todos es conocida la clase de for-taleza que construy, y termina la relacin con el detalle exageradode que ni siquiera permiti que en su casa hubiese animales varones.

    No hay duda que Carrizales es una figura singular en su con-texto, es el viejo celoso, conscientes de ello son todos los habitantesde su casa, los padres de Leonora, el despensero, sus amigos y al-guna gente de Sevilla mediante la cual Loaysa llegar a enterarse deesta condicin de Felipo. El conflicto en esta novela se produce noentre el individuo y el grupo sino entre este individuo y otro quellega a adquirir la cualidad de personaje en el grupo en el que tienelugar la actuacin de Carrizales. Est claro que se trata de Loaysa, aquien se podra definir como el joven conquistador. Loaysa lo-grar este rasgo de forma paulatina ante su pblico pero con unvalor determinante, como puede desprenderse del siguiente co-mentario: tantas cosas le dijeron sus criadas, especialmente laduea, de la suavidad de su msica y de la gallarda disposicin delmsico pobre (que, sin haberle visto, le alababa y le suba sobre Ab-saln y sobre Orfeo), que la pobre seora, convencida y persuadidadellas, hubo de hacer lo que no tena ni tuviera jams en voluntad(II, p. 117). Loaysa, pues, se convierte en cuatro noches en esa figurarepresentativa, singular, para los criados y la seora.

    La novela podra verse estructurada, desde esta perspectiva, en tres grandes ncleos: el primero sera la presentacin de Felipocomo personaje, el segundo el proceso de formacin de Loaysa enpersonaje y el tercero y ltimo, el conflicto entre ambos personajes,en el que suceden el desenlace y la disolucin.

    Especifica Castilla del Pino (p. 34) que los roles de un personajeslo pueden ejercerse cuando existe univocidad, es decir, ese per-sonaje es el nico; no es posible que haya dos en el mismo contexto.La razn que lo justifica viene dada por la definicin del propio contexto, formada por el personaje que se impone y los que lo acep-tan; de ah proviene la imposibilidad de dos definidores distintos ycontrapuestos en un nico contexto. Ante el problema la solucinser o la ida disimulada de quien es incapaz de competir o la com-peticin y vencimiento de uno sobre otro, y la huida ulterior. Desdeesta perspectiva puede entenderse el planteamiento que se de-sarrolla en el tercer ncleo narrativo. La conducta y las palabras deCarrizales preparan su desaparicin del escenario frente a su inca-pacidad para competir, l mismo se considera un pobre anciano queno tendra ninguna posibilidad frente a la categora de amantejoven que representa Loaysa:

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    Digo, pues, seores que todo lo que he dicho y hecho ha paradoen que esta madrugada hall a sta, nacida en el mundo paraperdicin de mi sosiego y fin de mi viday esto, sealando a suesposa, en los brazos de un gallardo mancebo, que en la es-tancia desta pestfera duea ahora est encerrado.La venganza que pienso tomar desta afrenta no es ni ha de serde las que ordinariamente suelen tomarse, pues quiero que, ascomo yo fui estremado en lo que hice, as sea la venganza quetomar, tomndola de m mismo como del ms culpado en estedelito; que debiera considerar que mal podan estar ni compade-cerse en uno los quince aos desta muchacha con los casi ochentamos (II, p. 133).

    Y an ms, ser capaz de otorgar libertad a Leonora con el fin de que pueda unirse a su competidor. Sin embargo, no concluiraqu el argumento novelesco. Loaysa no queda como vencedor pues es rechazado por Leonora. La ficcin terminar con una totaldisolucin del contexto social. As una vez muerto Felipo Carrizales,Leonora decidir meterse monja; Loaysa, despechado y avergon-zado, se ir a las indias, las criadas y los padres de Leonora estarncontentos con su herencia, los esclavos obtendrn su libertad y Marialonso quedar sola y defraudada. En pocas palabras, comodice la expresin popular, cada uno por su lado.

    Otro acercamiento posible a los personajes de El celoso extremeopodra obtenerse a raz de la teora expuesta por Ren Girard en Deceit, Desire and the Novel. Self and Other in Literary Structure (Balti-more: Johns Hopkins Press, 1965). Partiendo de sus proposicionessera factible percibir los personajes de esta novela en base a la formade establecer relaciones entre seres diferenciados como un yo y elotro. Las relaciones entre el yo y el otro vienen representadas por un tringulo cuyos vrtices estn ocupados por el sujeto, el objetodel deseo y el mediador. En nuestro caso se hablara en primera instancia de un tringulo cuyo sujeto sera Felipo, el objeto Leonoray la casa constituira el vrtice mediador. La construccin y poste-rior disfrute de la casa-crcel permite a Carrizales (segn su pen-samiento) obtener su deseada meta, disfrutar exclusivamente deLeonora. Pero sucede, como seala Girard (p. 4), que desde el momento en que se siente la influencia del mediador, se pierde elsentido de la realidad y el juicio queda paralizado. As le ocurre aCarrizales. El sistema de seguridad (llave maestra) y la prohibicinde acceso a toda persona del sexo masculino a su casa le hacen pen-sar que ha construido una fortaleza inexpugnable a travs de la cualha obtenido la posesin absoluta de Leonora. Slo al ver frustrado

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    accidentalmente su ntimo deseo ser capaz de regresar a un planoreal y reconocer su error, como confirman sus ltimas palabras: yofui el que, como el gusano de seda, me fabriqu la casa dondemuriese, y a ti no te culpo (II, p. 133).

    Al tringulo primitivo le sigue, en la estructura novelesca, otrotringulo que entrar en claro conflicto con aqul. Ahora estarn ensus vrtices Loaysa, Leonora y, de mediador, Luis el negrocon lacopia de la llavequien ms adelante ser sustituido por Maria-lonso. Vuelve a producirse el distanciamiento de la realidad, in-tensificado por la proximidad del objeto del deseo, y es posiblehablar de verdadera obsesin en Loaysa, comportamiento que sloremitir con el inesperado desenlace: el ingreso de Leonora en unconvento.

    El hecho de que ambos tringulos tengan por objeto la mismapersona y, asimismo, el que las llaves sean elemento mediador parala obtencin de objetivos antitticos, hace prever el desencade-namiento del conflicto e impone la necesidad de reestructuracin delas relaciones, como sucede al final de la ficcin.

    La fuerza de la sangre es una novela que implica en mayor medidaa varios componentes del grupo social. No se trata, como hemosvisto anteriormente en El licenciado y El celoso, de individuos insli-tos, desajustados psicolgicamente, cuya actuacin sobresale dentrode su grupo. El conflicto atae ahora a diversos sujetos que inter-actan en el medio social. Desde este paradigma, el estudio de Erving Goffman, The Presentation of Self in Everyday Life (New York:Doubleday, 1959), resulta instrumento eficaz para el enfoque de estanovela.

    Sugiere Goffman que cualquier crculo social puede estudiarsedesde la perspectiva de un control de impresiones y separa dentrodel grupo un equipo de actores que coopera para presentar a ciertaaudiencia una determinada definicin de la situacin, en la que seincluir la actitud vital que debe mantenerse. Existen diferentesniveles de participacin. En una regin ms separada tendr lugarla preparacin y en otro lugar ms frontal se presentar la reali-zacin. Un acuerdo tcito se mantiene entre los actores y la audien-cia para subrayar los puntos comunes y reprimir la oposicin. Sinembargo algunos individuos que aparentemente son compaerosde equipo o audiencia irrumpen de manera discrepante y complicanla situacin (pp. 23839).

    Si trasladamos este esquema a la novela cervantina, podramoshablar de Rodolfo como ese individuo-actor que irrumpe en la es-cena y desarrolla un papel destructor, desacreditando y contradi-

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    ciendo las posiciones. Desde el comienzo de la novela se insina elpapel negativo que representar este personaje: Hasta veinte y dostendra un caballero de aquella ciudad a quien la riqueza, la sangreilustre, la inclinacin torcida, la libertad demasiada y las compaaslibres, le hacan hacer cosas y tener atrevimientos que desdecan desu calidad y le daban renombre de atrevido (II, p. 77). Y en un cortoespacio de tiempo podr comprobarse este enunciado con su com-portamiento: que le llev tras s la voluntad y despert en l un de-seo de gozarla a pesar de todos los inconvenientes que sucederlepudiesen. Y en un instante comunic su pensamiento con sus cama-radas y en otro instante se resolvieron de volver y robarla, por dargusto a Rodolfo: que siempre los ricos que dan en liberales hallanquien canonice sus desafueros y califique por buenos sus malos gus-tos (p. 78). El fragmento narrativo concluye con el paso de la de-cisin a la ejecucin antes que de su desmayo volviese Leocadia,haba cumplido su deseo Rodolfo (p. 79).

    Con el rapto y posterior violacin de Leocadia, Rodolfo ha actuado de forma incompatible con lo que de l debiera esperarse en la puesta en escena y estos hechos han causado importantes consecuencias respecto a la realidad social. Siguiendo a Goffman(pp. 24243) se ha producido una desorganizacin en la interac-cin social, la situacin cesa de estar definida y los participantes se encuentran sin un curso de accin claramente marcado; de ahproviene que los otros actores de la novela estn desconcertados yaturdidos, ya que se ha desorganizado su pequeo sistema social.Pero adems, Rodolfo ha puesto en entredicho la reputacin de sugrupo social y su propia capacidad como representante de ellos; porltimo ha comprometido y desacreditado la imagen de s mismo. Esdecir, las consecuencias se han producido a tres niveles: personal, deinteraccin y de estructura social.

    El resto de la ficcin podra considerarse desde la perspectiva delos esfuerzos realizados por todos los actores para salvar el espec-tculo que se hubiera debido representar sin la incontrolada irrup-cin. As Leocadia y sus padres tendrn que improvisar papeles yante el nacimiento de Luis se convertirn respectivamente en primay tos. Representacin que debern seguir efectuando ante lospadres de Rodolfo hasta que, por intereses propios, les descubrirnal actor (su hijo) que ha invadido la escena provocando la desinte-gracin de ese crculo social. Una vez sabido, ser Estefana, madrede Rodolfo, quien tome a su cargo la reestructuracin del sistema,como se presentar en el desenlace ficticio. Pasar lo que Goffmandefine como una interseccin entre la perspectiva polticaaquella

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    7 D. A. Gonthier, El drama psicolgico del Quijote (Madrid: Studium, 1962), p. 59.

    que sintetiza lo que cada participante puede exigir a los otros, lasclases de privaciones y gratificaciones que pueden realizarse parareforzar estas exigencias y el tipo de control social que puedeejercersey la perspectiva dramtica, la que supone la repre-sentacin y las tcnicas de manejo de impresiones que se emplean.Las perspectivas poltica y dramtica se intersectan claramente conrespecto a la capacidad de un individuo para dirigir las actividadesde otro (pp. 24041).

    En la novela esta interseccin se producir mediante los pasosdecididos de Estefana que dirigir la conducta de Rodolfo. Se advierte en el siguiente fragmento: A la fe, seora y madre ma, justo es y bueno que los hijos obedezcan a sus padres en cuantolos mandaren; . . . la hermosura busco, la belleza quiero, no con otra dote que con la honestidad y buenas costumbres; que si esto trae mi esposa, yo servir a Dios con gusto y dar buena vejez a mis padres. Contentsima qued su madre de las razones deRodolfo por haber conocido por ellas que iba saliendo bien con sudesignio (II, p. 91).

    En la resolucin del final novelesco puede observarse netamentela puesta en marcha de la representacin. Se producir un acuerdosecreto entre varios de los actorestodos menos Rodolfo y sus ami-gospara corregir la desorganizacin producida, y aunque denuevo debern improvisarse algunos papeles, dado el desmayo deLeocadia, se conseguir salvar el espectculo gracias al manteni-miento de las reglas acordadas en el escenario, corolarios stas de lainteraccin social. Las palabras de Leocadia resumen lo ocurrido:Cuando yo record y volv en m de otro desmayo me hall, seoren vuestros brazos sin honra; pero yo lo doy por bien empleado,pues al volver del que ahora he tenido, ansimismo me hall en losbrazos de entonces, pero honrada (II, p. 95).

    Desde otra aproximacin a La fuerza de la sangre, el personaje de Leocadia podra enfocarse en base a su conflicto interno. Uti-lizando la terminologa de Gonthier es posible afirmar a lo largo detoda la obra que se produce en Leocadia un conflicto personal entreser y no ser, poder-ser y deber-ser y querer-ser y el hacer.7

    Leocadia es y no es honrada. Es honrada porque no ha tenidoninguna culpa en la prdida fsica de su honradez y no hay lugarpara la menor sospecha, como puede observarse ante la segunda in-sistencia de Rodolfo, una vez recuperada de su desmayo, cuando se

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    defiende tan valerosamente que es capaz de vencer al deseo deljoven. Sin embargo, no es honrada porque la sociedad nunca lo con-siderar as. Lo reconoce ella misma con las siguientes palabras: En-tre m y el cielo pasarn mis quejas, sin querer que las oiga el mundo,el cual no juzga por los sucesos las cosas, sino conforme a l se leasienta en la estimacin (II, p. 80). Y tambin se lo confirma el dis-curso de su padre al conocer el desarrollo de los acontecimientos: Yadvierte, hija, que ms lastima una onza de deshonra pblica queuna arroba de infamia secreta. Y pues puedes vivir honrada con Diosen pblico, no te pene de estar deshonrada contigo en secreto: la ver-dadera deshonra est en el pecado y la verdadera honra en la vir-tud (II, p. 84).

    Segn avanza la historia se sigue observando la lucha interior.Puede ser honrada pues no ha habido ninguna responsabilidad porsu parte en el suceso que tan injustamente le ha acaecido, pero debeser cauta para que no llegue a conocerse su desgracia; de ah derivael recogimiento que impone a su vida que incluso intensificar conla evidencia del embarazo. Sin embargo, su deseo de querer ser hon-rada de verdad, no slo en apariencia externa sino tambin en el n-timo reconocimiento, le induce a actuar una vez comprobado que eldesencadenamiento de los hechos le ha llevado al mismo lugardonde se produjo el ultraje. Sus palabras muestran la intensidad desu anhelo: T, Seor, que fuiste testigo de la fuerza que se mehizo, s juez de la enmienda que se me debe hacer. De encima deaquel escritorio te llev con propsito de acordarte siempre miagravio, no para pedirte venganza dl, que no la pretendo, sino pararogarte me dieses algn consuelo con que llevar en paciencia mi des-gracia . . . como espero que he de hallar, si no el remedio que mejorconvenga, y cuando no con mi desventura, a lo menos el medio conque pueda sobrellevarla (p. 88).

    La resolucin personal se conseguir en el desenlace novelesco.La recuperacin de la honradez de Leocadiaa travs del matrimo-niotrae consigo la disolucin de su dualidad ntima. Ahora eshonrada en apariencia y en su realidad interior.

    Como conclusin, es posible afirmar que el estudio de persona-jes es una clave fundamental de aproximacin a la obra cervantina.Al reflexionar sobre los protagonistas de El licenciado Vidriera, Elceloso extremeo y La fuerza de la sangre se ha puesto de manifiesto laprofundidad del conocimiento psicolgico y sociolgico que Cer-vantes posea del ser humano y de la sociedad como tal, y la apli-cacin de estos referentes a su obra creativa. No fueron slo suscoetneos y su poca lo que dej reflejado en estas ficciones, estas

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    obras hacen referencia al hombre universal, de entonces y de ahora,inserto en su medio. En las tres novelas mencionadas ha sido posi-ble observar la categora de individualidad de cada personaje y sufuncionamiento respecto al grupo social. De la interaccin u oposi-cin han hecho eco las diversas historias y a travs del anlisis de esacompleja red de relaciones establecida entre unos y otros se ha evi-denciado la tensin entre la fuerza del componente individual y lainfluencia del contexto social en la formacin de los diversos per-sonajes. Sobra hablar de precisin y maestra.

    Saint Louis University, Madrid Campus