ENCUENTRO POLITICO DE LA

GENERACION INTERMEDIA

"CULTURA POLITICA PARA LA LIBERACION"

Diciembre 1973

ENCUENTRO POLITICO DE LA

GENERACION INTERMEDIA

"CULTURA POLITICA PARA

LA LIBERACION'

NOMINA DE PARTICIPANTES EN EL PRIMER ENCUENTRO DE LA GENERACION INTERMEDIA

POR LA SECRETARIA POLITICA DE LA PRESIDENCIA DE LA NACION

Secretario 1Político: Sr. Julián LICASTRO

Asesor de la Secretaría Política: Sr. Carlos GROSSO

POR LOS NUCLEAMIENTOS POLITICOS Y SOCIALES

CONFEDERACION GENERAL DEL TRABAJO

Sr. Adalberto WIMER

CORRIENTE ARGENTINA REVOLUCIONARIA

Srta. Lucila LARANDAN

Srta. Haydée BIRGIN

Sr. Salvador BERCEL

Sr. Enrique CANELA

ENCUENTRO NACIONAL DE LOS ARGENTINOS

Sra. María del Carmen de BRAMUGLIA

Sr. Jorge FABRI

Sr. Osear PLA

FRENTE DE IZQUIERDA POPULAR

Sr. Jorge RAVENTOS

Sr. Luis A. RODRIGUEZ

Sr. Alberto CONVERTI

Sr. Osear FREYRE

FRENTE DE LIBERACION 12 DE MAYO

Sr. Alelo A. CANTONI

MOVIMIENTO DE INTEGRACION Y DESARROLLO

Sr. José GIMENEZ REBORA

Sra. Emilia MENOTII

Sr. Carlos GONZALEZ

Sr. Antonio SALONIA

MOVIMIENTO DE INTRANSIGENCIA NACIONAL

Sr. Emilio FADEL

Srta. Elvira del CASTILLO

Sr. Manuel RAMON SAAVEDRA

Sr. Mario ROJAS

MOVIMIENTO DE LA IZQUIERDA CRISTIANA

Sr. Roque BELLOMO

Sr. Víctor M. SONEGO

Srta. Alicia R. ANDA

Sr. Nicolás PREZIOSA

MOVIMIENTO DE LA REVOLUCION NACIONAL

Sr. RAMO N BOGADO

MOVIMIENTO DE RECUPERACION TUCUMANA

Sr. Carlos IMBAUD

MOVIMIENTO NACIONAL Y LATINOAMERICANO

Sr. Ernesto BERNER

Srta. Martha LERTORA

Sr. Siambol i

MOVIMIENTO NACIONAL YRIGOYENIST A

Sr. Enrique HERS

Sr. Luis ALEN LASCANO

MOVIMIENTO NACIONAL YRIGOYENISTA

Sr. Osear BRAN

Srta. Graciela STERRANTINO

MOVIMIENTO NACIONAL PERONISTA

Sra. Aurora Elena GUARDO

Sr. Esteban D. ROLANDO

Sr. Rodolfo A. PON CE

Sr. Alberto BELLISIO

MOVIMIENTO POPULAR CATAMARQUEJ\10

Sr. Eusebio Víctor RIZZO

MOVIMIENTO POPULAR NEUQUINO

Sr. Jorge D. SOLANA

MOVIMIENTO SOCIALISTA PARA LA LIBERACION NACIONAl

Sr. Norberto BAQUE

Srta. Etelvina MENDONZA

Sr.Osvaldo LOPEZ SANDE

Sr. Jorge O. PEREZ

PARTIDO CONSERVADOR POPULAR

Sr. Mario CALAFELL

Srta. Marta PEREZ ROA

Sr. Armando CHIABO

Sr. Roberto OLIVERA AGUIRRE

PARTIDO LABORISTA

Sr. Enrique BASUALDO

PARTIDO POPULAR CRISTIANO

Sr. Néstor VICENTE

Sr. Luis PICHON

Sr. Rubén GUERRA

Sr. Carlos GUAlCO

PARTIDO REVOLUCIONARIO CRISTIANO

Sr. Gonzalo FERNANDEZ

Sr. Angel CASTILLO MARIN

Sr. Francisco BAUWITZ

PARTIDO SOCIALISTA POPULAR

Sr. Juan Carlos ZABALZA

Sr. Luis María DEIMUNDO

Sr. Ariel CARREIRA

PARTIDO UNION POPULAR

Sr. Osvaldo GONZALEZ CASTRO

Sr. Manuel GALLINO

Sr. Mauro ALABUENA

"62 ORGANIZACIONES"

Sr. José BAEZ

UDELPA LIBERACION NACIONAL

Sra. Paulefte CENTURION

Sr. Jorge LACASE

Sr. Héctor N. PEREZ

Sr. Roberto TROISI

PALABRAS DEL EXCELENTISIMO

SR. PRESIDENTE DE LA

NACION, TENIENTE GENERAL

JUAN DOMINGO PERON

DURANTE LA REUNION PREPARATORIA

DEL ENCUENTRO, REALIZADOS

EN LA SALA DE REUNION

DE LOS PARTIDOS POLITICOS

EL •DIA 14 DE DICIEMBRE

DE 1973.

los muchachos, que vienen apurando de abajo, y como no hay nada en el medio, el golpe lo recibimos todos nosotros. Es necesario entonces crear una generación que haga de colchón intermedio, que es lo natural que !>Uceda en los países libres de todas partes del mundo. Sería un colchón intermedio entre una generación ya "amortizada" y una generación toda­vía verde que comienza a pujar porque está madurando. Lógicamente, en el medio tiene que haber algo.

Esa generación intermedia es la que pretendemos nosotros que se ponga t•n marcha en el país, por cuanto la misma tiene muy poca acción dentro de la política que venimos realizando, como consecuencia det que no ha sido usada correctamente. Y en esto, como en todas las cosas, ustedes saben que: ''corazón que no se usa, llénase de herrumbre". Estamos enfrentados a esto, sin necesidad.

Así es como yo veo el problema empíricamente dentro de lo que esta­mos contemplando todos los dí·as.

TENIENDO MENTALIDADES SIMILARES ES COMO SE LLEGA AL ENTENDIMIENTO

Es por ello que a nivel de las Secre­tarías de la Presidencia -tanto en la Se­cretaría General como en la Secretaria

Política-, con gran juicio, se ha pensado en comenzar una movilización. Yo me entiendo con los viejos, los secretarios se van a entender con los del medio y los muchachos tendrán que entenderse entre ellos. Creo que ese va a ser el mejor camino, porque teniendo mentalidades similares es como se llega al entendimiento, mientras que enfrentándolas es como se liega a la lucha.

Y LO QUE NOSOTROS BUSCAMOS ES Pero lo que nosotros queremos es el El ENTENDIMIENTO Y NO LA LUCHA entendimiento, ya que de lucha esta-

mos cansados. ¡Para qué seguir luchando por pavadas! Y en realidad eso es lo que hemos estado haciendo hasta ahora.

Luchemos por cosas serias, para llevar el país adelante. Durante estos wis meses que llevamos en el gobierno, nos hemos persuadido perfectamente bien de que todos los problemas que ha tenido la Argentina han sido sin fundamento, sin razón de ser. Muchas veces se ha estado discutiendo la rnism:t C':)S8 con argumentos similares.

PUES QUEREMOS GOBERNAR, Pero por otra parte después han llegado NO MANDAR gobierno que no querían gobernar, sino que querían mandar, y esto es funesto para los países. Mandar es obli­gar; gobernar es persuadir, y al hombre siempre es mejor persuadido que obligarlo.

Ese es el pensamiento que nosotros debemos poner en marcha y en c!ecución desde el gobierno. Queremos gobernar, no queremos mandar. Sa­bemos lo que es el mando; sobre todo yo, que tengo cincuenta años de mando y ya estoy cansado: no quiero mandar más.

DENTRO DE UN ORDEN Por otra parte, debemos buscar los caminos que EQUIUBRADO a cada sector le vayan conviniendo, y dejar transitar a la gente sin molestarla cada día con una cosa nueva. Dejemos que cada uno haga su vida tranquilamente. Eso es lo que es indispensable establecer. He visitado muchos países en donde está todo reglamentado de la mañana a la noche. Una vez llegué a un país de esos y me dije: ··qué maravilla de orden". Pero a los tres días estaba harto de tanto or,den. El exceso de orden es como la falta de orden. Por lo tanto, hay que tener un equilibrio en eso. Dejemos que cada argentino haga lo que quiera, siem­pre que actúe dentro de la ley. De lo único que podmos ser esclavos es de la ley, si queremos ser libres. Si no, jamás lo seremos. Transitemos por ese camino; que cada argentino haga lo que se le ocurra, porque así el país va a ir adelante. Así los hombres se van a formar hombres y asi nuestra historia se va a escribir de otra manera.

PARA LOGRAR LA FEUCIDAD DEL PUEBLO Y LA GRANDEZA DE LA NACION

Para mí, no hay necesidad e~ el gobierno de ninguna otra cosa. Nuestra consigna es clara. El que llega al gobierno tiene

oos objetivos, fuera de los cuales nada interesa: primero, hacer feliz al pue­blo. y segundo, llevar el país adelante y lograr la grandeza del pafs. Fuera de ello, lo demás importa un rábano.

POR ESO PARA UN ARGENTINO NO DEBE HABER NADA MEJOR QUE OTRO ARGENTINO

Para ello, tenemos que establecer los sistemas, y al sistema que nosotros esta­mos aplicando es necesario que lo sirvan

todos, no que lo sirvamos nosotros solos. Habíamos establecido que para ~.;n justicialista no hay nada mejor que otro justicialista. Pero ahora cam-

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biamos, y decimos que para un argentino no debe haber nada mejor que otro argentino. Y lo demás son pamplinas, según lo sabemos nosotros mejor que nadie, que somos los que practicamos la política.

LA DENIGRACION DE LOS POLITICOS

Tenemos, por otra parte, que dePende:11 un poco a los políticos. En todo el mundo, y especialmente

en el ámbito latinoamericano, se ha vivido denigrando a los políticos. Toda esa acción de denigrar a los políticos tiene su base en organizaciones mili­tares. Nace del Pentágono. De allí ha salido esa política y también de alli ha salido todo este proceso tan actual de Watergate. Esto es todo chara­rnusca, pero dirigida contra los políticos. Y convengamos en que los políticos hemos sido los que más hemos colaborado con esas tendencias, criticán­donos y calurnniándonos ,entre nosotros.

DEBE SER ENFRENTADA CON LA SOLIDARIDAD DE LOS POLITICOS

Los políticos tenernos que comenzar a defen­dernos, porque si no lo hacemos, nos va a pasar lo mismo que le está pasando a algunos.

que no han sabido o no han tenido suficiente solidaridad como para defenderse. Actuamos en política de buena fe, y tenemos el deseo de hacer lo

mejor para el país, cualquiera sea nuestra situación en el gran recuadro de los partidos y tendencias politicas.

PUES EL PAIS IRA ADONDE LA EVOLUCION LO LLEVE Y NO ADONDE INDIVIDUALMENTE QUERAMOS

El país irá adonde deba ir; no adonde nosotros individualmente queramos. Irá adonde el determinismo histórico lo vaya conduciendo, a través de una evolución

de la que no escapa nadie. No nos hagamos ilusiones de que nosotros vamos a hacer esa evolución; ella se hace sola. Nosotros nos acomodamos arriba, con una " silla ", que es el sistema para poder " cabalgar" en ella. Y por ahí nos caemos.

De manera que todo ese proceso hemos de defenderlo.

GOBERNEMOS TODOS PORQUE EL PAIS NECESITA DEL CONCURSO DE TODOS En este sentido, yo quiero llegar a decirles, con la palabra del gobierno: Señores, los invito a que gobernemos todos, por cuanto nosotros somos pocos para gobernar. Gobernemos todos; el país

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necesita del concurso de todos. Y cuando todos estemos metidos dentro der gobierno, allí discutiremos las cosas y allí nos pondremos de acuerdo (). seguiremos en desacuerdo, pero seguramente haciendo lo que h2.y que hacer. E~ mi deseo que todo argentino que se sienta con deseos y con fuerza para ;:obernar, me acompañe.

LO UNICO QUE INTERESA Políticamente, yo ya culmino mi vida y no· ES SERVIR AL PAIS puedo tener ninguna ambición. La única am-

bición que tenía era la de que me dejaran tranquilo, pero ya ven, me h~ tenido que meter de nuevo en esto. Pero al meterme otra vez, trataré­de dar los últimos años de mi vida para servir al país, que es al fin y al· cabo lo único que me interesa.

SOLAMENTE ASI TIENE Les ruego que se sientan aquí como en su casa .. SENTIDO LA POLITICA Esta debe ser la casa de todos los argentinos,

y preferentemente de los que quieran servir a la patria. Esta no es la casa·_ de nadie; es la casa de todos. Y nosotros, compañeros de lucha y de trabajo, estamos en lo mismo. Solamente así entiendo la política.

SIENDO UN ELEMENTO DE UNION PARA LOGRAR QUE MARCHEMOS POR UN MISMO CAMINO

He pasado por muchos países y contemplado distintos panoramas políticos, desde la vieja Europa, con todas sus mañas, virtudes y de­fectos; y la "cortina de hierro", con todo

le nuevo y todo lo viejo, con los que están conformes y los que no lo están. Porque conformes y disconformes hay en todas partes.

Y o, como dicen los comerciantes, estoy en el sentimiento de que estor -·amortizado". Sólo quiero ser un elemento de unión para que todos poda-- ws ponernos en marcha por un mismo camino y culminarlo. Si puedo Jqgrar esto, seré el más feliz de los argentinos.

lA GENERACION INTERMEDIA DEBE DAR CONTINUIDAD A LA EVOWCION GENERACIONAL

Señores: Les reitero mi bienvenida y les ruego que en la formación de esta gene­ración intermedia que se pone en marcha,

•:('ntan cada uno la responsabilidad que corresponde. Ello es indispensable; r-.r) podemos perder una generación o dejarla al margen, porque es valiosa e· ;:njX)rtante. Por otra parte, este proceso da continuidad a un panorama de ~-.o lución generacional que es indispensable.

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PARA QUE EL TRANSVASAMIENTO GENERACIONAL SE REALICE NORMAlMENTE

{;n todos los órdenes, detenerse es

Nosotros debemos realizar un cambio generacional si no queremos envejecer políticamente, porque en política, como

morirse o marchar hacia la muerte. No podemos ni debemos aceptar ese envejecimiento; hay que hacer un cambio generacional, pero ese cambio no puede ser de un hombre de 78 años a un muchecho de 20, porque se va a caer en el vacío. Es necesario crear un proceso de continuidad para que el trasvasamiento generacional se realice normalmen~e: de a poco y normalmente.

CON UNA CAPA MEDIA QUE ACTUE La generación intermedia es muy COMO EQUILIBRADORA DEL PROCESO valiosa porque es la escalera que va a permitir ir subiendo. Sin ella podemos dar un salto en el vacío, y Dios nos libre si sucediese una cosa semejante.

Los muchachos están todavía verdes y los viejos demasiado maduros. En esta circunstancias se necesita la capa media, que es la equilibradora de todos los procesos y fenómenos de este tipo.

Tengan presente que les ofrecemos esta bienvenida de todo corazón, <:on la seguridad de que deben sentirse como en sus casas, porque esta es la casa de todos.

Muchas gracias a todos ustedes.

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DISCURSO DE CONVOCATORIA PRONUNCIADO POR EL SECRETARIO POLITICO DE LA PRESIDENCIA DE LA NACION

SR. JULIAN LICASTR-0, EN EL ACTO DE APERTURA DEL ENCUENTRO POLITICO DE LA GENERACION INTERMEDIA

"CULTURA POLITICA PARA LA LIBERACION" EL DIA 20 DE DICIEMBRE

DE 1973.

LA UNIDAD POLITICA ESTA EN LA CULTURA POLITICA

Compañeros:

Hemos pensado en este Encuentro Político de la Generación Inter­media, porque creemos, como militantes --desde la práctica hacia la teoría y desde la teoría hacia la práctica- que es importante que todos nosotros podamos aportar a la¡ identificación básica de esta generación de argentinos

cunsigo misma; y a dar trascendencia masiva a la existencia política de esta ¡¡;eneración, en relación con el resto del pueblo y en el marco de los grandes ;:-roblemas nacionales.

IESHVA DE DIRIGENTES PATRIMONIO DE LA NACION

Y lo hemos convocado como funcionarios del gobierno popular, porque creemos que

~e arriba y hacia abajo y desde abajo hacia arriba- las estructuras dd estado deben proteger, sostener y capacitar a los cuadros intermedios ~·.1e representan -trascendiendo todo personalismo y toda personificación­·, dentro de un proceso tan colectivo y masivo como inexorable e insosla­·, able. la auténtica reserva de dirigentes políticos y sociales de la República \~zyntina.

Lo~ cuadros políticos no se obtienen por casualidad. En todo caso, . ·~ando hablamos del azar o de la suerte en la trayectoria de tal o cual :. -:¡¡:ente, estamos reconociendo nuestra propia incapacidad intelectual para :•.ctprender el fenómeno de la conducción política, que suele ser la expre­v. ~ más alta, en fuerza moral y material, de toda una comunidad orga­,_;zada... Dentro de ese concepto, una generación de dirigentes es el producto ~ destino histórico de un pueblo; y como tal, un verdadero patrimonio de .....¿ 1 la nación.

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LA POUTICA ES UNA CIENCIA En este sentido -y dentro de la obra de Y LA CONDUCCION UN ARTE un gobierno revolucionario- no sólo es

menester repatriar científicos y proceder a la adecuada formación de profe­sionales, como dice el cientificismo apolítico, que cree que la política es a-científica.· También es necesario coadyuvar a la correcta conformación de dirigentes, sabiendo que -más allá de cualquier crítica a un político y

d,.. cualquier calumnia a los políticos- la política es una ciencia y elevada al grado de la conducción se transforma en un arte.

El arte de las artes que, como verdadera biología de la comunidad. como auténtica lógica de lo social y como real ética del conjunto: hace. que todo marche bien, cuando el gobierno del estado marcha bien; y hace que todo vaya mal, cuando el estado del gobierno es malo.

PROBLEMA .INTEGRAL: SOCIAL, IDEOLOGICO, GEOPOLITICO Y CULTURAL

Sin embargo, es bueno decirlo desde la ini­ciación, en la comprensión del problema político argentino, nosotros no privilegia­

mos un análisis generacional, que clasifica a loS! hombres por edades crono­lógicas. Antes bien, pensamos que existe un análisis social, que califica a los hombres que trabajan y descalifica a los hombres que explotan a los que trabajan; un análisis ideológico, que enfrenta al pensamiento nacional con el anti-pensamiento que es producto de la colonización mental; un análisis geopolítico, que divide al mundo de la liberación del mundo de la

dependencia; y un análisis cultural, que nos identifica con nuestro propio devenir histórico.

A LA UNIDAD POLITICA POR Y es ~precisamente- desde lo general a lo LA CULTURA POLITICA particular, desde esa búsqueda de la "uni­

dad nacional por la cultura nacional ", al decir del General Perón --que es el presidente constitucional de todos los argentinos-, que queremos en­contrar una unidad política por la cultura política; y una cultura política para la liberación, como reza el nombre de este encuentro.

Creemos, en consecuencia, que el problema generacional está contenido en un gran problema nacional y que ese gran problema no será resuelto "contra", sino ''con" las otras generaciones; pero a partir de nuestra propia identificación y de las posibilidades propias que surgen de nuestra experiencia, también original, en el proceso político del país.

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LA GENERACION INTERMEDIA FUE Nos ha tocado vivir nuestra adolescen­UNA GENERACION PROSCRIPTA cía política en el marco de la lucha,

¿~: la clandestinidad y en los largos de proscripción popular producidos por

la dictadura militar. Y hemos tenido, como lógica consecuencia de esa lucha

~uc privilegiar lo cuantitativo sobre lo cualitativo; y el activismo sobre la

~a pací tación.

Por el otro extremo, muchos jóvenes de esta generación proscripta,

desistiendo de esa misma lucha, fueron a refugiarse en un profesionalismo

:• en un tecnocratismo que, como formas de un individualismo engañoso, aparentando neutralidad, resultó ser tibieza, deserción, complicidad.

QUE HOY DEBE HACER SU REVOLUCION Unos por mucha y otros por poca acción política, no pudimos formarnos adecuadamente. Y hoy desea­

mos hacerlo --capacitándonos, prestigiándonos y conociéndonos- para

cuando llegue el momento político de la decisión que corresponda a nuestra

~neración. Pues ya lo dice un viejo principio de la conducción: ''nunca

!"!adie es demasiado fuerte en el momento y en el lugar donde debe compro­meter la decisión''.

Esto presupone marchar por la senda de nuestra revolución genera­

c:onal, en el camino más amplio de la revolución nacional y social de

nuestro pueblo, para hacer -precisamente- que esa revolución nacional

~- social se continúe y se actualice en el tiempo, y se perfeccione y se pro­~ ... ndice en el espacio.

Queremos pues, servir a ese pro-SIN AISLACIONISMOS, NI SECTARISMOS, N APRESURAMIENTOS ceso con la clave que nos parece

:::.u alta: "para un argentino no debe haber nada mejor que otro argen-

: ~.o"; y con el ritmo que nos parece más justo: "todo en su medida y

L"'"!!)()niosamente". Es decir: sabiendo que hay un tiempo para crecer y un ~~po para fructificar. Y que la infalible dialéctica de los ciclos -tanto

r.-: kll5 procesos de la historia, como en los de la naturaleza- nos enseña

~~ "cuando alguien poda un árbol en primavera, se quede sin fruto, '~~ ,.-;¡mbra y sin árbol".

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LA SITUACION NACIONAL

Compañeros:

Queremos y debemos, pues, comprometer nuestro pensamiento sobre la situación nacional, que ha tomado su rumbo dennitivo el 12 de octubre de 1973 cuando -cerrando el capítulo de la proscripción- el poder real tuvo también el poder formal en la Argentina. Y esta situación aparece signada por cinco consignas fundamentales dirigidas por el poder político a cinco interlocutores concretos, componentes de la nación.

1 -· JUSTICIA SOCIAL Con la consigna "Justicia Social", el General Perón, en su carácter de Líder del Pueblo, se dirige particularmente a las clases trabajadoras, protagonistas fundamentales de la revolución, que con su esfuerzo masivo labran la riqueza material del país y con su conciencia anónima y colectiva crean la riqueza espiritual del ser argentino. Y alerta a las organizaciones sociales de los trabajadores, no sólo sobre cuáles son sus derechos, sino también sobre cuáles son sus obligaciones como columna vertebral del movimiento de liberación que ellas mismas integran, en esta hora del pueblo, como es la hora de Perón; y que es, por eso: la hora de la verdad y de la realización.

2 - RECONSTRUCCION NACIONAL Con la consigna de ' 'Reconstruc­ción Nacional", el General Perón, en su carácter de Jefe del Gobierno, se dirige particularmente a las organizaciones económicas, para que éstas pro­cedan a ejecutar las reformas administrativas y técnicas dentro del pro­yecto revolucionrio del pueblo. Sin que por defecto, caigan en el caos económico que engendra el caos social; ni por exceso, caigan en la tentación de construir alternativas de poder basadas en el factor capital y opuestas al poder político que es aquel que surge de la ideología y de la fuerza social del pueblo.

3- UNIDAD NACIONAL Con la consigna de "Unidad Nacional", el General Perón en su carácter de Comandante en Jefe, se dirige principal­mente a las organizaciones militares para que, subordinándose con autenti­cidad al poder cívico del pueblo -sin golpismos, sin mesianismo y sin

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ditismo-- puedan hacer también su aporte en la tarea de consolidación 'P.Stitucional y proyectarse así, plenamente, a su responsabilidad específica m el ámbito de la Defensa Nacional.

4 - DEMOCRACIA INTEGRADA Con la consigna de 'Democracia Inte­grada" el General Perón, en su carácter de Jefe del Estado, se dirige ;¡rincipalmente a las organizaciones políticas para que todas, aún las mayo­~:tarias, sabiendo perder partidismo electoral puedan ganar consenso activo •:n el seno del pueblo y cierren la posibilidad a los enemigos de afuera, ;>ara lucrar con el divisionismo interno. Desterrando también, de la Ar­;¡;entina, de una vez y para siempre, tanto el negocio del oficialismo, como •:1 oficio del oposicionismo estéril y sin razón.

5 - ARGENTINA POTENCIA Finalmente, con la consigna ''Argentina Potencia", el General Perón, en su carácter de Conductor de la Nación, <e dirige a todos los argentinos para que ·-unidos y solidarios, sin secta­rismos ni exclusiones- podamos desentrañar y realizar la patria, enten­diendo a ésta como una unidad de destino histórico contra toda forma de :mperialismo, neo-imperialismo, sub-imperialismo , y opresión.

Para ello y frente a los nacionalismos de los conquistadores, alzamos el nacionalismo de los libertadores. Frente a las falsas integraciones propo­!lemos un continentalismo de liberación. Y frente al mundo de las po­tmcias neocolonialistas, afirmamos un universalismo que deviene de la natu­raieza inalienablemente libre de la humanidad y del determinismo histórico, ,¡ue siempre acompaña las luchas heróicas de los pueblos.

LA SITUACION GENERACIONAL

Compañeros:

En lo que respecta a la situación generacional, también podemos sinte­tizarla en cinco puntos que resumen nuestra opinión sobre el tema.

1 - ACTUALIZACION DOCTRINARIA La ''Actualización Doctrinaria'', que es la creacción y el desarrollo de las nuevas ideas políticas que surgen indefectiblemente con cada nueva generación, para que sin fracturas por apresuramiento ni por retardo, puedan producir los cambios políticos y sociales dentro de cada estructura politica y social.

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Actualización Doctrinaria es -esencialmente-- comprender que hoy los pueblos que luchan por su liberación quieren conquistar primero la Justicia Social -que representa dignificación-, y luego la Justicia Política -que significa decisión-, para llegar a la Justicia Económica -que repre­senta la consolidación definitiva de las otras dos-.

2 - GENERACION DE EMERGENCIA La · 'Generación de Emergencia''. que es el sujeto y el medio donde se debe realizar esta actualización doctrinaria, encarnándose y personalizándose. Ninguna clase social, ninguna interpretación ideológica actúa si no es a través de organizaciones y de personas. Por eso se dice que hay que politizar las ideologías y hay que encarnar las políticas, que es una forma también de humanizarlas. En consecuencia creemos que una situación de emergencia, necesita una solución de emergencia -que es la Reconstrucción Nacional- y una generación de emergencia: apta para reconstruir obedeciendo hoy y para construir con­duciendo mañana, dentro de una indetenible evolución.

3 - GENERACION ORGANIZADA La ''Generación Organizada'', que es la expresión de la idea de la actualización doctrinaria en el espacio político; es decir: en/ el lugar de las fuerzas organizadas, que son las únicas. que existen para la acción política.

Generación Organizada es, pues, el desarrollo de la consigna de Uni­dad Nacional en su marco óptimo, que es el de los que ayer. luchando juntos contra la dictadura, fuimos luego simples adversarios en la contienda político-electoral y por eso podemos tener mañana un futuro cierto de res­peto, de consideración y de responsabilidad.

4- TRANSVASAMIENTO GENERACIONAL El ''Transvasamiento Genera­cional " que es la expresión de la Generación Organizada en el tiempo poli­tico; o sea, el concurso real y racional de los cuadros intermedios en el proceso de cambio que nuestro país necesita irrenunciablemente y que no es tarea sólo de un partido, sino que es un trabajo a la medida de todos los argentinos.

Transvasamiento Generacional Nacional, hecho en el nuevo cuñQ de una Democracia Integrada con la suma de todos los sectores y sin la resta de ninguno.

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S -MOVIMIENTO NACIONAL Y POPULAR Y, por último, el Movimiento ~acional y Popular, verdadera sigla de siglas, porque es el campo de lo c;ue está por encima de todo -la nación que es el pueblo- y donde debe­mos conformar el frente interno unido y solidario que necesitamos para hacer la Argentina Potencia. La integración latinoamericana con, por y -ara los latinoamericanos. Y para estar en la vanguardia del Tercer Mundo •:ue lucha por su liberación.

Compañeros:

Pensamos que somos, para terminar, una ""TERCERA POSICION GENERACIONAL", que no está en el término medio de lo~ mediocridad para no hacer nada; sino en el justo medio, en el centro d~ gravedad del equilibrio revolucionario¡ para hacerlo todo.

En consecuencia: Debemos adoctrinarnos, actualizarnos, unirnos y orga­nizarnos; porque de nosotros depende, realmente, que se cumpla la profecía t.!e Perón y el año 2000 nos encuentre unidos y no dominados.

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LA ORGANIZACION DE LA GENERACION INTERMEDIA

PARA LA RECONSTRUCCION

LA ACCION CULTURAL SOBRE EL CAMPO POLITICO

Para una acción cultural, replegada sobre

el campo político, tendiente a fecundar la

transformación en la opinión pública de nuestro país y afirmar los prin­

cipios y los ideales democráticos, la generación intermedia era la indicada.

Pero por una injusticia histórica que cayó sobre ella, debido a la comple­

jidad de los sucesos políticos que nos afectaron en estos últimos dieciocho

años, en el panorama del país no asoma con su prestigio, sus ideas, su

ingenio y su imaginación, un grupo de hombres jóvenes que entran en la

vida de la Nación a la altura del año 1955. Un halo adverso se desplegó­

sobre el país, e impidió que se realizara en la vida nacional. Un grupo de

hombres, que no pudo suministrar entonces su capacidad creadora y su

patriotismo para cooperar en el manejo de los asuntos públicos que afian­

zaran principios democráticos.

Pero todo tiene su hora. La tristeza del héroe LA TRISTEZA DEL HEROE DEL StGLO del siglo es luego borrada con el reconocimiento

público, después de volver a su patria, donde es acogido por mayorlas fervo-

rosas que tratan, no solamente de reivindicar su largo ostracismo, sino obte­

ner del viejo árbol los primorosos frutos del talento polftico genial. De

ese hecho estamos todos de acuerdo, con un orgullo legitimo, con una inde­pendencia de juicio admirable, con un alto espíritu de justicia. Todas las

fuerzas politicas, sociales, económicas y culturales del pais; todas las clases~ desde las más encumbradas hasta las más humildes han hecho el reconoci­

miento públiro de esta verdad fundamental de la raza.

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'EL YACIO PROVOCADO POR UNA GENERACION QUE TUVO QUE REFUGIARSE EN EL SILENCIO

Espero que comprendamos bien eses des­tino. No se trata de crear instituciones para rivalizar con las organizaciones de los partidos políticos, con los cuales man­

tenemos desde lejos y para siempre una gran consideración y respeto, por -d concurso que prestarán a la gran obra de la reconstrucción nacional, de la liberación de las cadenas que nos esclavizaban al interés internacional. Este no es el soporte de una política dada, ni tiene sentido de organización electoral, ni va a proclamar una plataforma de principios de gobierno. Esto es sencillamente para la reconstrucción y bienestar del ánimo y llenar el ·vacío que existía en la intelectualidad del país. U na generación tuvo que refugiarse en el silencio del estudio, en los gabinetes de trabajo, en las bibliotecas, en los talleres, en las fábricas, en el comercio, en la industria, en las artes, porque no le estaba dado asomar a la vida pública argentina.

LA PROSCRIPCION DEL PUEBLO ARGENTINO

En 1955 la mayoría del país fue privada de sus derechos políticos, y en 1966 la caballería decretó

la falencia y desaparición de los partidos políticos, generando un grave -desequilibrio de fuerzas, como lo expresara el otro día el Señor Presidente de la Nación. En virtud de esa injusta decisión histórica, el país se vio privado del esfuerzo creador de millones de habitantes, justamente en el momento en que podían rendir los más fecundos frutos de su capacidad y su dedicación a la cosa pública.

Ahora se trata de reconstruir el en-SE TRATA DE RECONSTRUIR EL ENCADENAMIENTO GENERACIONAL cadenamiento generacional; necesi­tamos que las ideas de los jóvenes sean protegidas por las de la generación interm~ia. Abrimos un camino para la enorme juventud de nuestro tiempo. ·Casi cuatro millones de jóvenes de 18 a 30 años esperan su hora unidos por el ideal clamoroso de patria y liberación. Y ellos han de pasar dentro de poco tiempo bajo el pórtico de entrada de la generación intermedia, para incorporarse a las jornadas creadoras de la inteligencia argentina.

PROPICIAR UNA DEMOCRACIA Era pues necesario que el vacío político INTEGRADA creado por la injusticia fuera llenado satis-

factoriamente, no por extraños, sino por la reaparición de las legiones de hombres que fueron omitidas. De esa manera propiciar el retomo a lo que ha sido denominado por el Presidente Perón como democracia integrada.

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SIN UNA DEMOCRACIA INTEGRADA NO ES POSIBLE R NACIMIENTO DE NUEVOS PODERES POPULARES

Ninguna integración era posible si millones de hombres no podían acudir para cumplir su misión en la vida del pais. Sin una demo­cracia integrada, no es posible el nacimiento

de nuevos poderes populares, como es el poder obrero, el poder juvenil, el ?Qder femenino, que no eran consultados por el Gobierno de la Nación. sino excluidos por un sistema de democracia que llevaba el signo de la ReYolución Francesa, en lo que significó la creación de una clase junto con Lt cual nació el aparato politico dominador de todo occidente.

La transformación del sistema está a la vista; se realiza en un medio idóneo cuando los descubrimientos científicos, los avances de la técnica y la difusión de la cultura va ampliando en el ámbito del mundo la nueva interpretación histórica.

El HUMANISMO CUANDO DESFALLECE SE CONVIERTE EN IDEOLOGIA

No se trata, entonces, de encumbrar una ideo­logía determinada. El humanismo, cuando des­fallece, se convierte en ideología. Nosotros per­

tenecemos a la doctrina humanista y nacional que va al ras de la tierra porque va recogiendo el dolor de los pueblos, de los excluidos, de los injus­tamente postergados. No habrá democracia integrada si no la forman desde el habitante de la última cabaña perdida en el seno de la cordillera, hasta los poderosos encumbrados en la inteligencia, en la universidad y en la cultura en cualquier parte de la República que sea.

EL DEBER DE LA GENERACION INTERMEDIA

Por eso, el Presidente de la República llama a cumplir con su deber a la generación inter­

media, la que no va a eludir el desafio. Lo hará de mil maneras multi­plicando sus esfuerzos en todas partes y ganando el tiempo perdido.

LA IMPORTANCIA DEL Fundamentalmente interesa destacar a las repre-INTERIOR DEL PAIS sentaciones provinciales, porque a ellas incumbe la mayor de las responsabilidades: la de dar vida, escenario y proyección a los hombres jóvenes de todas las provincias; la de reivindicar sus titulas históricos para sentarse en la mesa de la familia federal sin postergaciones ni exclusiones; la de desarrollar sus riquezas y fomentar la cultura y las artes, creando así la posibilidad de un pueblo feliz.

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TRABAJAR POR LA FELICIDAD DE LOS HABITANTES Y LA GRANDEZA DEL PAIS

Y a dio el Presidente Perón su esquema a la generación intermedia. Deben propo­nerse la felicidad de los habitantes y la

grandeza del país. Con estas dos pequeñas frases tan sencillas, que corres­

ponden a la literatura democrática, podemos precisar los principios funda­

mentales de esta Asamblea: trabajar por la felicidad de los argentinos y de

los extranjeros que conviven con nosotros y poner un ladrillo más en la

muralla donde se alzarán los pilares de la gran Argentina del siglo venidero.

LAS GENERACIONES SE PUEDEN DIVIDIR MATEMATICAMENTE POR EDADES

NO Lo ha dicho ayer el teniente Licastro: las gene­raciones no se pueden dividir matemáticamente por edades. El principio de la edad es un dato más para distinguir a las generaciones.

Pero a veces es la vida del héroe, la vida del prócer, o la vida de un

grupo de intelectuales, la que determina la existencia y vigencia histórica

de las generaciones. Un solo hombre, o un hombre con su adversario,

puede llenar el escenario de una nación y determinar la existencia de una

generación destacada. Podemos citar el ejemplo de los tantos héroes que

han dejado inscriptos sus nombres en los monumentos.

LAS GENERACIONES Y Entre las generaciones podemos destacar la LAS EPOCAS HISTORICAS lucidez y brillantez de la del 80, que dio

las principales leyes del país y estructuró su organización. Cumplieron su etapa en su tiempo y no la podrían cumplir ahora porque los tiempos han

cambiado y requieren nuevas instancias, nuevas personalidades, nuevas co­

rrientes de ideas y, diría también, nuevas emociones.

LA FUERZA DE LA HISTORIA ARGENTINA SE CONSTITUYE EN EL HILO DEL ESPIRITU NACIONAL

Esa fuerza de la historia argentina no es, sin embargo, digna de olvido, porque consti­tuye el hilo del espíritu nacional desde los días de mayo; pero esa continuidad no puede

ser interpretada por la aceptación trivial de la deformación histórica, de que

hemos sido objeto, sino por la reivindicación de la verdadera línea conduc-

tora. La Argentina fue, eS: y será siempre la Argentina.

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LA UNIDAD Por eso el revisiOnismo cuando importa la bús-LATINOAMERICANA queda de la verdad, es un deber de las genera-ciones actuales, y los jóvenes de la generación intermedia que proyectaron su actividad en los estudios históricos, han dado buena prueba de ello en libros y publicaciones donde se analizan los elementos de juicio que sirvieron para tejer la fábula de la vieja historia, y aparecerá siempre como el prota­gonista imperecedero de la vida argentina, su pueblo; su pueblo sacrificado en las horas manchadas de sangre en determinadas épocas de las guerras civiles, pero que marcó con los huesos blancos de su dogma los caminos de la patria, yendo al Paraguay, al Alto Perú y a Chile para sembrar la libertad y la independencia, no sólo para nosotros, sino para los demás pueblos latino­americanos, fundando de esa manera el acta de la unión de los países latino­americanos, una de las misiones que se propone el actual gobierno del país.

NO HAY UN LIMITE DETERMINADO ENTRE LAS GENERACIONES

Por eso hay un límite no determinado entre la

juventud y la generación intermedia. Hay jóve­

nes que antes de los treinta años son ya gene­

ración intermedia por la madurez de su pensamiento y por la conquista

de su futuro personal, y hay hombres en la generación intermedia que

merecerían estar todavía entre la juventud porque en ellos merodea el entu­

siasmo vit&l que no exige el análisis sino solamnte el empuje de la iniciativa

personal para intentar convertirse en obra, en acción y en éxito. Son límites

borrosos porque las generaciones están imbridadas.

LAS FIGURAS SEfiiERAS QUE INDICAN EL CAMINO DEL MUNDO

que vendría a ser la última

Tampoco puede existir una división neta entre

la generación intermedia y la generación mayor

o edad de la plenitud, como se la ha llamado, etapa de la vida. Pero que reúne en su seno,

no solamente a los que claudicaron por razones de la edad, sino también

a los que no claudicaron. Porque lo que caracteriza a la ancianidad es

salirse del tiempo histórico y ellos permanecen dentro, están, pues, con nos­

otros todos ellos y están con ustedes y están con la juventud. Son los viejos

árboles que reflorecen, cuyas raíces se ahondan cada día más y cuyos brazos se acercan cada día más al cielo mientras se van prolongando por la vita­

lidad biológica y son las figuras señeras que indican el camino del mundo.

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LA HISTORIA ESTA LLENA DE ANCIANOS QUE NO LO SON PORQUE EST AN DENTRO DE SU TIEMPO HISTORICO

La historia está llena de ancianos que Dll lo eran porque estaban dentro de su tiempo his­tórico y no pensaban salir de él y realizar las más grandes proezas y ganaron las más gran­

des guerras y revivieron a sus pueblos en la hora en que ya su ausencia podía presentirse. El buen árbol da frutos hasta el día antes de su desapa­rición de la tierra. Por eso nosotros no interrumpiremos con esto la unidad biológica de la raza, sería una pretensión vana y un error filosófico.

CON EL ENCADENAMIENTO GENERACIONAL ECHAREMOS LAS BASES DE UNA VERDADERA DEMOCRACIA INTEGRADA

Nosotros creemos que al unir a la genera­ción intermedia con la juventud, por un lado, y con la generación mayor, por el otro, realizamos la plenitud del pensa­

miento histórico y echaremos las bases de la verdadera democracia integrada.

EN LA GENERACION INTERMEDIA ESTA LA SERENIDAD, LA RESPONSABILIDAD Y LA ESPERANZA

Esta asamblea ha tenido un gran éxito por la presencia de todos uste­des y por la ausencia de los que no pudieron venir queriéndolo, que tam­

bién están entre nosotros y cuyo aliento creador servirá para iluminar el campo de acción de la generación intermedia.

En la generación intermedia está la serenidad, la responsabilidad y la esperanza. Están también los sueños porque, gracias a Dios, el hombre

muere soñando y ese sueño lo redime y redime a la naturaleza humana

bajo la inspiración de las fuerzas superiores a las cuales debemos la arqui­

tectura del universo, cualquiera sea la concepción que nosotros tengamos del primer día del mundo.

LOS SEMBRADORES DE LAS IDEAS Esperamos, en consecuencia, que sean DE LA GENERACION INTERMEDIA los sembradores de las ideas de la ge-

neración intermedia en todo el país y que los partidos políticos queden en claro de que no tienen un contentor ni un rival porque ellos dentro de sus propias agrupaciones podrán constituir escuelas e instituciones análogas para

desarrollar el sentido social, político y cultural.

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LA OPCION ENTRE LA Lo que la generación intermedia hace al iniciar SANGRE Y EL TIEMPO sus primeros pasos es rendir un homenaje a la cultura argentina y afirmar el principio de la auténtica democracia social, económica y cultura, y también afirmar los principios de la auténtica revo­lución en la opción que se ha trazado entre la sangre y el tiempo. El pueblo argentino prefiere el tiempo, la revolución transformadora en etapas por la conquista sucesiva de transformaciones sociales, económicas, politicas y cul­turales, y no el derramamiento de sangre que edifica también una revolución sobre los cadáveres pero cuyas consecuencias son imprevisibles en el tiempo, porque el hombre es un ser insurrecto, un rebelde temperamental contra la injusticia, es un rebelde que propicia por siempre la defensa de su dignidad personal, la defensa de los suyos y la defensa de la patria a la cual pertenece.

LOS GRANDES MOVIMIENTOS POPULARES SE COMPONEN DE INTELECTO Y CORAZON

He fundado nuestros principios. Nosotros decimos que la generación intermedia no es solamente intelecto, es también cora­

zón; no es solamente idea, es también emoción. Y los grandes movimientos populares se componen de ambas cosas. Si se excluye a la emoción y al corazón se cae en las redes del racionalismo, que nos convierte en ideó­logos; pero si también al mismo tiempo escuchamos al corazón integramos al hombre; al fin y al cabo cuando hablamos de la felicidad, del progreso y del mañana estamos hablando del hombre y en este caso del hombre argentino. Nada más.

DOCUMENTO DE COINCIDENCIAS BASICAS FIRMADO POR TODOS LOS PARTICIPANTES EN EL PRIMER ENCUENTRO DE LA GENERACION INTERMEDIA

ENCUENTRO POLITICO DE LA GENERACION INTERMEDIA

-DOCUMENTO DE COINCIDENCIAS BASICAS-

Los representantes de los distintos nucleamientos reunidos en el En­cuentro político de la generación intermedia "CULTURA POLITICA PARA LA LIBERACION", acordamos como coincidencias básicas:

A- Respecto a la realidad nacional

1 . Que como argentinos y eomo hombres de la generación intermedia respaldamos el proceso institucional surgido a partir del 11 de Marzo como expresión de la voluntad democrática, soberana y transformadora del pueblo argentino. A la vez que auspiciamos la consolidación del poder popular como única posibilidad de justicia y libertad en la hora de la liberación.

2. Que la etapa revolucionaria que estamos transitando es la conti­nuación y síntesis de todas las luchas del pueblo argentino por su liberación nacional y social; y cuyos emergentes más singulares fueron la gesta sanmartiniana, los caudillos federales, el Yrigoye­nismo y el Peronismo.

3. Que la reafirmación de Argentina Potencia como unidad de todos los sectores verdaderamente nacionales significa:

- en lo interno: superar la situación de sometimiento y dependen­cia a través de un proceso de descolonización cultural y econó­mica; y la progresiva elaboración de un proyecto nacional que nos impulse mancomunadamente al cumplimiento del destino histórico como pais.

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- en lo externo: explicitar el papel solidario y liberador de nues­tro nacionalismo que se realiza en la unidad latinoamericana, como afirmación de la Patria Grande, y se proyecta, a través de los principios universalistas, hacia el tercer mundo, la no alineación internacional y contra toda forma de imperialismo.

4. Que para el logro de estas metas es necesario conformar una demo­cracia integrada con canales permanentes de participación popular, que asuma convergentemente el dinamismo político de todos los sectores que trabajan con un solo objetivo: la patria y su. pueblo.

5. Que la unidad nacional es la única garantía de la defensa nacional y del proceso institucional e involucra a las Fuerzas Armadas en su papel de custodias militares de la soberanía, identificadas con la doctrina elaborada por el pueblo.

6. Que la recuperación del pais exige la gestación de un orden revo­lucionario, que, sin caer en el tremendismo y el aislacionismo, avance hacia formas de organización económica que aseguren una reconstrucción con liberación; es decir, con independencia, justicia social y plena participación de las organizaciones políticas y socia­les del pueblo.

B- Respecto a la generación intermedia

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7. Que el sentido de este encuentro de la generación intermedia no significa considerar como sujeto histórico de un proceso político a una u otra generación, sino reconocer a través de la realidad que en determinadas etapas ciertas generaciones pueden aparecer como no participantes reales del quehacer político nacional.

8. Que esta aparente ausencia responde a una instancia objetiva de nuestra sociedad donde la libre y plena intervención política de los sectores populares estuvo viciada por los sectarismos y las pros­cripciones.

9. Que esta situación procuró el vaciamiento de contenido, de parti­cipación y de poder real de las estructuras políticas y sociales, asi como el desprestigio de los hombres que ejecutaban dicha tarea.

10. Que la vida política restaurada en el pais presenta una supuesta polarización entre dirigentes veteranos con una larga trayectoria pública y una pujante juventud introduciendo una brecha ínter­generacional peligrosa y falsa.

I I . Que, en consecuencia, el intento de reconocimiento y organización de la generación intermedia procura aportar:

- a la continuidad democrática e institucional del proceso poli­tico argentino.

- a la capacitación recíproca, a través de un diálogo constructivo, de cuadros politicos, sindicales, técnicos y empresariales capa­ces de actualizar y revitalizar los modos de la acción y de la participación política.

- al futuro del país los hombres que, en su momento, puedan efectivizar un recambio natural de las conducciones politicas, económicas y sociales del mismo.

- finalmente, a la búsqueda convergente de un proyecto nacional que sea la continuación y profundización de las metas actual­mente en ejecución.

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PROYECTOS APROBADOS

EN EL ENCUENTRO

POLITICO DE LA

GENERACION INTERMEDIA

• ESCUELA NACIONAL DE

CONDUCCION POLITICA

• EQUIPOS DE TRABAJO

EQUIPOS DE TRABAJO

A. Propuesta sobre la mecánica de funcionamiento de los equipos

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l. Los equipos de trabajo serán de carácter permanente y tendrán como misión realizar análisis de la situación coyuntural nacional; efectuar estudios sobre áreas o temas específicos, que el plenario de agrupa­ciones o el propio equipo aconsejen; y exponer alternativas sobre los diferentes tópicos abordados.

2. Los equipos de trabajo, que serán de características multipartidarias, se conformarán con un miembro titular y un miembro suplente por agrupación que desee integrarlos, pudiéndose los equipos dividir en subcomisiones.

3. Los miembros de cada equipo de trabajo pertenecerán a las agrupa­ciones que conforman el plenario, aunque los integrarán a título oficioso u oficial de acuerdo a lo que determine el agrupamiento respectivo.

4. Cada equipo de trabajo elegirá de entre sus miembros un coordi­nador y un secretario. Los electos ejercerán sus funciones por un período de dos meses, pudiendo ser reelectos por el propio equipo.

5. Será función del coordinador la de encauzar los trabajos del equipo e informar de las tareas realizadas y sus resultados al coordinador general.

6. Será función del secretario la de mantener la comunicación entre los miembros del equipo y asegurar el cumplimiento del plan de reuniones de trabajo.

7. La coordinación de todos los equipos de trabajo estará a cargo de un Coordinador general designado por la Secretaría Política y dos secretarios designados por el plenario.

8. Los equipos de trabajo establecerán su programa de tareas y los coor­dinadores elevarán por escrito y cada 60 (sesenta) días al coordi­nador general un informe sobre lo actuado.

9. Se solicitará a los organismo oficiales involucrados en las áreas de trabajo de los equipos que les faciliten la información y los medios requeridos para el cumplimiento de sus objetivos.

B. Propuesta sobre áreas de trabajo

1 . Política Económica.

2. Defensa Nacional.

3. Vivienda y urbanismo.

4. Salud Pública.

5. Política InternacionaL

6. Educación.

7. Cultura y Medios de Comunicación.

8. Trabajo y Seguridad Social.

9. Régimen institucional.

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DOCUMENTOS PRESENTADOS

POR LOS DISTINTOS

PARTICIPANTES

EN EL ENCUENTRO POLITICO

DE LA GENERACION INTERMEDIA

"CULTURA POLITICA PARA LA

LIBERACION"

EL DIA 21 DE DICIEMBRE

DE 1973.

DOCUMENTO DE LA CONFEDERACION GENERAL DEL TRABAJO

DE LA REPUBLICA ARGENTINA

Una nueva convocatoria del Gobierno Popular encuentra a la C.G.T. presente junto al resto de las fuerzas políticas y sociales en el camino de la U ni dad Nacional. Es propicia esta circunstancia para señalar que h Confederación General del Trabajo de la R. A., como estructura natural de los trabajadores argentinos, ha de reafirmar su disposición a trabajar plenamente, sin sectarismos ni exclusiones, junto a todos los que comparten el ideal impuesto en las urnas, libre y soberanamente y refrendado cotidia­namente en todo el ámbito geográfico de la Nación, a través de actitudes y hechos que convalidan la tarea enaltecedora de la Reconstrucción Nacional.

Podemos decir, que Argentina está en el epicentro de su transformación, que nunca como hoy el liberalismo, que escarneció toda nuestra vida polí­tica, económica y social, estuvo tan débil. Es que Argentina se encuentra en una de sus instancias decisivas de su devenir histórico, frente a nuestro propio país, frente a América y frente al Mundo que ve esperanzado esta alborada patriótica que ha decidido poner en movimiento todas sus fuerzas vitales al servicio de un ideal eminentemente humano.

La Reconstrucción y Liberación Nacional son los símbolos inequívocos de esta nueva etapa que abraza a t9dos los argentinos por igual, piensen como piensen. Esta es la tarea comprometida de Argentina Potencia, que constituye el llamado inexcusable a todos los hombres y mujeres de nuestra Patria para que con la mayor capacidad y responsabilidad, pongamos el sólido basamento en paz, sobre el cual se asentarán las generaciones futuras. Creando todos los días, organizando todas las fuerzas para la Reconstrucción, seremos artífices de nuestro propio destino. Forjando en el quehacer de tantas voluntades solidarias NUESTRA Cultura Política. Pero haciendo, porque si no nos quedaríamos en los principios, y lo que Argentina precisa, irremediablemente, son realizaciones, sin las cuales las mejores definiciones y los mejores principios quedarán como un elemento estéril y frustrante. Porque como ha dicho el Tte. Gral. Perón: ''La obra de arte no consiste en concebir un plan sino en realizarlo".

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Si solo los pueblos, con su creación y trabajo diario son capaces de hacer las revoluciones históricas~ asi solo el pueblo será custodio y garantía de la instancia revolucionaria abierta en nuestro país.

El Gobierno Popular asumió por el voto magníficamente mayoritario, encontrando ante si la existencia de un gran clivaje en el seno del país: por un lado la presencia de sectores dominantes, resultado histórico de un sistema de producción capitalista de fundamento terrateniente, de corte ro­mánico acostumbrado a usar el aparato estatal para el goce de sus privi­legios; y por el otro el pueblo explotado en el fruto de su esfuerzo, excluido· del poder político real y violentamente reprimido ante cualquier amago de· lucha por su liberación.

Este sector -el dominado-- es el sector auténticamente nacional. En cambio, los sectores dominantes ofrecen una doble conformación: los que provienen de la propia estructura social originaria del pais y los que son. el resultado de la penetración imperialista, hoy, por la naturaleza del mundo· contemporáneo, asentados en nuestro propio suelo. Oligarquía e imperia­lismo aparecen así en alianza antinacional y antipopular.

Para ellos, históricamente, el camino alternativo usado ha sido -según las circunstancias- dictadura militar o partidocracia.

No es extraño entonces que para el pueblo aparezca como condición fundamental de su liberación el dominio del poder real, solo garantizado por una permanente y creciente participación en todos los aspectos del orden social. Sin hacer hincapié en cuestiones terminológicas, más que democracia integrada, creemos en la democracia integradora, fortificadora de la potencia social del pueblo argentino. Ella no es sino la democracia real y concreta, hoy y siempre. La democracia revolucionaria. El sistema de dominación no tiene raíces exclusivamente económicas. El proceso de colonización cultural es suficientemente conocido. Sin embargo no puede ignorarse la formidable importancia que tiene en sí mismo el orden económico como una de las piezas fundamentales de aquel sistema de opresión y dependencia. Millón y medio de hombres sin trabajo; cientos de miles -tan sólo en la Capital Federal- de familias hacinadas en conventillos y villas miseria, son las sangrantes llagas que exhiben el dolor de la postergación nacional.

Absurda realidad, de fulminantes y desintegratorios efectos para la sociedad argentino, en cuyo transfondo late el gravísimo problema del acceso a la tierra -para vivir y para trabajar-.

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Sin un igualitar!o derecho al suelo para todos los hombres imposible 1·esulta soñar con una democracia integrada. Ella como forma de partici­pación política supondrá siempre un correlativo derecho de participación económica; el derecho de trabajar y ser dueño exclusivo del producto de su trabajo. Ese derecho arranca, inexorablemente en el derecho a participar ~n igualdad de condiciones- de la tierra de la República, que no puede ser considerada simple ámbito de soberanía nacional sino sustancial recurso para la vida, sostén y desarrollo de la sociedad.

Estos son los problemas básicos que se plantean al Gobierno popular. Por €1lo resulta hoy inexcusable permanecer ajeno al proceso, como resultaria por cierto inexplicable no asegurar desde el Gobierno la posibilidad de los máximos modos de participación popular.

Estamos aquí reunidos en nuestra calidad de integrantes de una gene­ración. No creemos en las generaciones como sujetos de la historia nacional. Pero sí debemos reconocer -a pesar de que muchos de nosotros hemos luchado desde distintos frentes contra la dictadura militar- que muchos más fueron excluidos del proceso político nacional.

Pero esto no debe entenderse como una cuestión de ''generación inter­media". Es el problema común de toda una etapa histórica objetiva, carac­terizada por la exclusión del pueblo en la conducción nacional.

Sin embargo nada impide, por el contrario todo lo exige, que nuestra generación asuma el rol histórico de luchar por la creación de las formas sociales de participación -incluyendo la política- como única garantía de que el pueblo logre la transformación social y la liberación nacional. El deseo tan justificado como profundo. de los argentinos por emprender esa ruta se traduce en una expresión verbal, hoy en boga: ''ARGENTINA POTENCIA".

Aquí no importan las palabras sino los contenidos. No hay ni habrá ARGENTINA POTENCIA sin un pueblo potente. Sin una sociedad libe­ro.:!~ ci.e sus ce~ 'lS opresores, integrada por hombres capaces de decidir su propio destino.

Ese objetivo exige un replanteo sobre la necesidad ind-iscutible de la UNIDAD NACIONAL. En un mundo duro, cubil de muchos de los inte­reses dominantes que gravitan sobre el país, la unidad es condición de

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triunfo. Pero sólo la unidad -que en definitiva es una suma- de los i~ales, asegura un crecimiento de la fuerza resultante. La sumatoria de los contrarios no acrece sino que disminuye el resultado.

U ni dad Nacional es la unidad de todos aquellos que sufren la opresión y la dependencia. Ellos -no los otros- son los integrantes de la auténtica corriente nacional, popular y revolucionaria.

Ningún sectarismo, ningún resentimiento, ningún provincialismo polí­tico debe separarlos. Pero tampoco ningún romanticismo debe confundirlos. Es el pueblo que lucha por la liberación el que debe unirse.

Hoy todo esto no es simple teoria. En Latinoamérica, Argentina cons­tituye una real esperanza para su propio proceso de liberación. Lo que para nuestros hermanos es una esperanza, para nosotros constituye una his­tórica responsabilidad.

Nosotros, integrantes de la CORRIENTE ARGENTINA REVOLU­CIONARIA, acompañando la auténtica voluntad nacional, asumimos esa responsabilidad.

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DOCUMENTO DEL ENCUENTRO NACIONAL

DE LOS ARGENTINOS

Compañero Secretario y Compañeros Representantes de las fuerzas políticas de la República:

Es para nosotros integrantes del Encuentro Nacional de los Argentinos un profundo honor compartir este Congreso con todas las fuerzas políticas, gremiales y económicas de la República e intercambiar ideas sobre el futuro de nuestro pueblo.

Decíamos en el Acta fundadora de nuestro movimiento, en el año 1970: "El Encuentro Nacional de los Argentinos, congregación libre de organiza­ciones y ciudadanos que responden a las más variadas inspiraciones, no es un nuevo partido político ni pretende suplantar a los ya existentes. No se funda sobre el predominio de ninguna corriente de opinión, sino sobre la coincidencia de todas ellas en el propósito común que las anima, conser­vando por lo tanto, cada uno de sus integrantes y adherentes, la libertad e independencia necesarias para desenvolverse dentro de los cauces que son propios a sus militancias particulares".

Decíamos también ''que los graves males del país deben ser solucio­nados por el esfuerzo conjunto de todos cuantos coincidan en un programa común y, además, que es posible encontrar tales bases de coincidencia sin que nadie se obligue a renunciar o a postergar lo que constituye su indivi­dualidad política o ideológica".

Nosotros creemos, pues, que sólo el encuentro de los argentinos entre sí, podrá hallar y dar solución a la problemática nacional. Aceptamos este desafío que hoy nos reúne para que ello sea cumplido por la generación intermedia.

Es así que aceptamos la responsabilidad histórica que corresponde asumir a la generación política intermedia de este tiempo que nos toca vivir, dentro del marco de la cultura política orientada expresamente hacia el logro de la liberación naciónal.

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\' cnimos aquí, como lo hicimos anteriormente, a las reuniones convo­cadas por el Excmo. Señor Presidente, Teniente General D. Juan Domingo Pcrón, a expresar nuestros puntos de vista y a entregar el aporte de nues­tros trabajos y nuestras luchas, creemos así cumplir con nuestro deber como integrantes del pueblo y militantes de un movimiento político.

Queremos contribuir en este acto con el aporte de nuestras bases pro­gramáticas mínimas, que podrán conjugarse con las de otros sectores participantes:

1) El mantenimiento de un poder popular, libérrimo intérprete de la ,-oluntad soberana del pueblo, dentro del marco constitucional y sobre la base del reconocimiento de la dignidad del hombre como supremo valor.

2) El restablecimiento de la seguridad juridica y el ejercicio pleno del régimen democrático, republicano y federal de gobierno, con real y efectiva separación de poderes.

3) El mantenimiento de las libertades democráticas, de los derechos. humanos, de la dignificación del trabajo y de la previsión social.

4) La recuperación del patrimonio nacional enajenado a los monopolios imperialistas extranjeros.

S) La nacionalización de los sectores básicos de la economía, de la banca, de los seguros, del comercio exterior y fortalecimiento y ampliación de las empresas estatales y de las constituidas por auténticos capitales nacio­nales y cooperativas argentinas.

6) Reforma agraria profunda, basada sobre el trabajo intensivo de la tierra y la propiedad para quien la trabaje; adaptación al ámbito nacional de todas las experiencias mundiales sobre el particular.

7) Aumentos sustanciales de los salarios y de las pensiones y jubila­ciones, así como la implantación del salario vital, mínimo y móvil y el correcto funcionamiento de la legislación laboral.

8) Suspensión de los desalojos urbanos y rurales y establecimiento y funcionamiento de una política nacional para la solución integral del pro­blema de la vivienda.

9) Asistencia sanitaria gratuita para todos los habitantes del país y atendida con sentido de respeto al ser humano.

10) Desarrollo de la escuela gratuita y extensión de la ob~igatoriedad.

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11) Desarrollo de la educación universitaria y superior autónoma, con gobierno tripartito de profesores, alumnos y egresados.

12) Política internacional independiente con establecimiento de rela­ciones con todos los países del mundo, cualquiera sea su régimen político.

13) Denuncia de todos los tratados de orden económico, político y mili­tar, que vulneren o enajenen la soberanía argentina y afirmación práctica de que "los pueblos deben ser sagrados para los pueblos".

14) Negativa a participar en bloques militares dominados por países imperialistas y política en favor de la paz mundial con fortalecimiento del rol que en la UN juegan los gobiernos progresistas.

15) Investigación hasta sus últimas consecuencias de todos los nego­ciados que perjudicaron a la Nación y al pueblo.

16) Quema en la plaza pública de todos los instrumentos de tortura y proceso a los torturadores y a la represión.

Con estas banderas, en períodos extraordinarios por su dificultad para las luchas populares en el seno de los partidos politicos, todos ellos ilega­lízados, el ENA cumplió un rol altamente positivo, junto a todos los sectores activos y revolucionarios del pueblo.

Algunos de los principios por los que luchara y lucha el ENA, ya han sido llevados a la práctica por el gobierno nacional y popular que consa­grara, este año, soberanamente, el pueblo argentino y que elevara a la Presidente de la República al Tenjente General Perón, quien obtuviera el 62 % de los votos emitidos, con un programa coincidente con el del ENA, compartido, además, por el 90 % de los argentinos que votaron.

Ratificamos que lucharemos para que el gobierno popular pueda cum­plir plenamente su programa.

Esta victoria popular fue construida con años de movilizaciones, de silenciosos y abnegados trabajos en el seno de la clase popular, de huelgas. violentas, de marchas gloriosas y de trágicas jornadas que dieron centenares de mártires que nuestro pueblo no olvida. Toda esta lucha culmina hoy con Perón en la Presidencia.

Que cada argentino, que cada habitante del país, se considere en un puesto de combate, en el que le asistirán derechos, pero también la existen­cia cierta de obligaciones a cumplir en beneficio de la comunidad.

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Resulta de tal modo, que el protagonista natural de esta cruzada que se inicia es la nación toda, alentada: por el esfuerzo de una generación que debe sostener a la que le precede.

El medio en que habrá de desarrollarse ese esfuerzo, no debe limitarse ni en lo económico, ni en lo social, ni en lo geográfico. La integración de la Patria Grande Latino-Americana, que planearan San Martin y Bolí­var y los más lúcidos revolucionarios del siglo pasado, por la cual los go­biernos de Y rigoyen y Perón dieron positivos pasos y en la cual coinciden lo. mayoría de los sectores populares en la Argentina, debe ser también una de nuestras metas más ansiadas.

Estamos dispuestos a producir el trasvasamiento generacional, pero ello no será posible si no ocupamos primero el lugar que nos pertenece y ejer­cemos los deberes que a él incumben.

Porque el camino de la generación intermedia no se hará con palabras, sino se logrará con el ejemplo de nuestros propios hechos. Será esa nuestra única y mejor lección.

Estamos, por último, profundamente agradados por ver aquí a los repre­sentantes de las fuerzas políticas, gremiales y económicas del país, y notar las coincidencias programáticas generales para el resurgimiento nacional. De este modo superaremos los inconvenientes con que son castigados los sec­tores más necesitados de nuestro pueblo y emprenderemos, de una vez por todas, el camino de la ansiada reconstrucción y liberación nacional.

Con este espíritu, es que nos preparamos a profundizar nuestra tarea. Muchas gracias y sabe el pueblo de la Nación que cuenta siempre con nuestro trabajo en todos los proyectos que se realicen en bien de la Repú­blica, a los que daremos nuestro más decidido apoyo.

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DOCUMENTO DEL FRENTE DE IZQUIERDA POPULAR

El Frente de Izquierda Popular, por decisión de su Junta Nacional, ha resuelto suscribir el "Documento de Coincidencias Básicas", por considerar que satisface en lineas generales una aproximación a los problemas de nues­tro país en los marcos necesariamente amplios de una declaración multi­partidaria.

Previa consulta con nuestra Junta Nacional, los representantes del FIP consideramos oportuno formular las siguientes precisiones en torno al men­cionado documento.

1-Aspecto Generacional. Consideramos correcto que expresamente se niegue (punto 7) a la "generación intermedia" el carácter de "sujeto histórico" del proceso nacional. Ese sujeto no es ni puede ser otro que el pueblo argentino, en particular las grandes masas oprimidas y explotadas, con su vanguardia histórica, la clase trabajadora. El destino de esas fuerzas decisivas se liga inexorablemente a la liberación nacional y el socialismo. El Frente de Izquierda Popular, recogiendo una larga y consecuente tradi­ción ideológica, política y militante vastamente conocidas, ha enarbolado esas banderas en los últimos comicios del 23 de setiembre. Casi un millón de compatriotas respondieron al llamado sufragando con nuestras boletas electorales, conjuntamente, por la candidatura presidencial del general Perón y por la consigna "Liberación y Patria Socialista". Este pronunciamiento, que potencialmente excede los meros guarismos comiciales, por importantes que hayan resultado, es la expresión de vastos sectores obreros, explotados y juvniles, vanguardia y anticipo dinámicos de un camino que recorrerán inexorablemente las grandes mayorías nacionales.

II - Legalidad y Revolución. Consideramos oportuno puntualizar a los dos primeros puntos del Documento, que el proceso institucional nacido el 11 de marzo y perfeccionado el 23 de setiembre, cuya continuidad respal­daremos con nuestras propias vidas si es preciso contra todo zarpazo oligár­quico-imperialista, es el producto de heroicas luchas del pueblo argentino que torcieron el curso previsto y programado por la dictadura oligárquica,

imponiéndole una salida electoral y, en última instancia, el levantamiento -de la proscripción. Esas luchas coronaron el ciclo de insurrecciones masivas que arrancan del cordobazo de 1969. Por eso, a justo título, y para tornar mmprensib1e el porqué del cambio logrado el 11 de marzo, estimamos necesario completar la justa y oportuna referencia a la "gesta sanmarti­niana, los caudillos federales, el yrigoyenismo y el peronismo", con el añadido: ''y las grandes luchas obreras y populares que, como el cordobazo, desbarataron los planes de la dictadura oligárquico-imperialista e hicieron posible derrotarla en los comicios de marzo de 1963".

Asimismo, la participación activa de las grandes masas obreras, estu­diantiles, pequeñoburguesas y marginalizadas en esos ardientes combates <¡ue torcieron el destino de servidumbre y humillación prefijado por nuestros dominadores, es el fundamento práctico y moral de las reivindicaciones democráticas que hoy alienta el pueblo argentino, vitalmente interesado en proyectar los cambios políticos sancionados en las últimas elecciones nacio­nales a todos los planos y niveles de la vida social, barriendo con los mé­todos, agentes y herederos del continuismo oligárquico, con toda forma de persecución, mordaza y orden burocrático.

Es el fundamento moral, porque quienes hicieron posible con su lucha la reconquista de la soberanía popular, deben recibir los frutos prácticos y -cotidianos de esa soberanía del gobierno surgido de las urnas. Es el funda­mento práctico, porque sólo en el despliegue efectivo de la iniciativa, la democracia, la movilización y la participación obrera y popular, encontrará el gobierno bases de estabilidad y de acción creadora.

111 - Democratización social. En virtud de lo expuesto es que some­temos a consideración los siguientes puntos:

a. "Plenas garantías para que el espíritu de transformación revolucio­naria, antiimperialista y democrática que alientan las grandes ma­yorias, pueda expresarse sin trabas a través de las respectivas orga­nizaciones gremiales, culturales y partidarias de signo popular. Re­chazo inequívoco de la arbitrariedad, la intimidación y la violencia engendrados para negar derechos a los conciudadanos y descalificar justas pretensiones bajo el dicterio de la persecución ideológica".

b. ''Ingerencia del pueblo a través de sus organizaciones en la plani­ficación de la economía nacional. No hay independencia económica ni justicia social posibles sin democracia económica".

e. ''Necesidad de plasmar una auténtica representación obrera, que asegure la expresión de las bases, la democrática discusión de los problemas, el control de los representantes y mecanismos adecuados de relevo, todo ello como instrumento para vigorizar al poder po­pular, dotarlo de audacia y eficiencia, y hacerlo invulnerable a la conspiración oligárquico-imperialista''

IV- Cultura nacional y dempcrática. Con el mismo espíritu, también hemos propuesto un pronunciamiento expreso de ''ratificación de la actual política universitaria, que deberá tender a una institucionalización demo­crática por la vía del cogobicrno de las casas de estudio en los marcos del régimen popular".

No se nos escapa que el proceso de demolición de la universidad oli­gárquica y apertura de un curso nacional y popular es objeto de cerrados ataques hijos del espíritu clasista, el conservatismo o la incomprensión. Al tiempo, las transformaciones señaladas han suscitado el entusiasmo unánime del estudiantado y vastos sectores intelectuales docentes, los mismos que, rompiendo viejas ataduras con el liberalismo oligárquico, lucharon patrióti­camente junto a los trabajadores contra el régimen dictatorial. Al margen de cuestiones tendenciales que no abordamos ni corresponden a este análisis, la política educativa en general, y universitaria en general iniciada por el gobierno popular, debe ser defendida, profundizada e institucionalizada final­mente por ese gobierno, evitando así una peligrosa frustración para un sector clave de la vida nacional, que ansía proyectarse constructivamente en las tareas de liberación. Frente a quienes, desde un ángulo interesado y reac­cionario hablan del "caos universitario", cabe afirmar, como ya lo señalara el FIP en el documento elevado al Secretario General de la Presidencia, doctor Solano Lima, que el caos universitario surgía del antagonismo entre estudiantes y docentes populares con el régimen de la dictadura y la Uni­versidad oligárquicas, antagonismo superado, precisamente, con la caída de los agentes de la dictadura en las casas de estudio, que ahora han iniciado

--en lo fundamental- un período constructivo y de recuperación nacional.

No podemos omitir en este capítulo la "necesidad de debatir pública­mente sobre el manejo por el Estado del sistema de producción y difusión televisivos, garantizando en ese marco la libertad de expresión y el manejo no burocrático de los canales". Incluimos en este la garantía "para las agrupaciones políticas, culturales y gremiales".

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\'-Democracia económica. El gobierno ha elaborac!.o una serie de i!:s::-umentos legales en materia económica y es inminente la difusión del Plan Trienal. Declaraciones oficiales anticipan que el Plan pondrá el acento en una reorientación cualitativa de las tendencias económicas heredadas del periodo anterior, con prioridad en la expansión del consumo popular, la inversión y las exportaciones. A nuestro juicio, tales objetivos (que el gobierno pretende asentar, no en previsiones tecnocráticas sino en hechos político-sociales como los diversos ''acuerdos'') presuponen cambios sustan­ciales en el comportamiento de sectores clave, por ejemplo, el sector gana­dero. Nos preguntamos: ¿son posibles esos cambios sobre la base de acuerdos con entidades que representan tradicionalmente la actitud y los intereses de los grandes estancieros parásitos? El Frente de Izquierda Popular inscribe en su programa la necesidad de nacionalizar las grandes estancias de la pampa húmeda y dividir los latifundios periféricos. En consecuencia, obser­varemos con atención el proceso inmediato. Pero estimamos necesario desde ahora una definición del gobierno sobre pasos ulteriores si, como tememos, los acuerdos de referencia no se traducen en un incremento sustancial de la inversión, la productividad y la producción pecuarias, clave sobre la que descansa en gran medida el éxito del plan. De otro modo, éste quedaría en propósitos declarados, a costa de las necesidades y esperanzas de las grandes mayorías nacionales.

VI- Unidad liberadora. Entendemos que la expresión ''Argentina Po­tencia'' busca reforzar el optimismo nacional, la confianza creadora, saliendo al cruce del complejo de inferioridad inducido por las fuentes de colonización cultural del imperialismo. Pero también pensamos que la expresión puede inducir a confusiones, ya que el término "Potencia" se aplica habitual­mente a los grandes países hegemónicos, cuya trayectoria nuestra Patria no quiere imitar. Cumpliéndose en estos días un nuevo aniversario de la ba­talla de Ayacucho es oportuno recordar, en todo caso, que la Potencia a la cual aspiramos es la unidad nacional, democrática y federativa de la Patria Grande, la Nación Latinoamericana. En ese curso, el camino de la integración nacional latinoamericana lo es también de profundas transfor­maciones sociales de nuestro país, pues sólo derrotando al privilegio interno y al poder imperialista, esa unidad liberadora logrará consumarse. Como eslabón de ese proceso, es que cabe hablar para nuestro país de la lucha por crear una Argentina "socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana", expresiones que definen más correctamente nues­tra búsqueda de un destino nacional.

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DOCUMENTO DEL FRENTE DE LIBERACION 12 DE MAYO

La lucha por la UBERACION de nuestro pueblo se enraiza con los orígenes de nuestra Nacionalidad. Esa lucha nace con la Patria misma. Tal es así, que a una línea histórica que traza nuestro Pueblo para afir­marse y proyectarse al futuro con personalidad INDEPENDIENTE, como PUEBLO ARGENTINO, se opone a otra línea, que se pronuncia por la DEPENDENCIA. Aquella línea se nutre de las masas populares, es decir, tiene acento de mayorías. En el pasado fueron los gauchos quienes consti­tuyeron la columna vertebral de las falanges libertadoras, como en la epo­peya emancipadora que forjó nuestra INDEPENDENCIA POLITICA o en aquellas gloriosas jornadas que nos enfrentaron a las entonces más pode­rosas potencias del globo, Francia e Inglaterra, y que en la VUELTA DE OBLIGADO alcanzaron ribetes inmortales. En el presente serían las masas trabajadoras las que ocuparían el lugar de vanguardia, ya en lucha por la INDEPENDENCIA ECONOMICA. Junto a los trabajadores, serán las mujeres, serán los estudiantes, será la juventud, será nuestra generación intermedia, los protagonistas de la lucha de nuestros días y del futuro grande que ya vislumbramos, en el que, sin lugar a dudas, se consolidará la defi­nitiva liberación de la Argentina. Lucha de ayer, lucha de· hoy y lucha de mañana.

Hoy, más del 62 % de los argentinos conforman ese Ejército Liber­tador y el resto, hasta el 90% participa, en lo fundamental, de sus objetivos libertadores. En un veredicto comicial sin precedentes nuestro Pueblo en mayoría incuestionable y definidora ha consumado una gesta cívica que lo ubica en esa línea histórica, que arranca desde los prolegómenos que eclosio­naron en 1810 y se ratificaron en 1816, que frenó la prepotencia militar extranjera durante la década de 1840 y en una formidable lección de lealtad inicialó el 17 de octubre de 1945 la década JUSTICIALISTA.

Frente a esa línea la minoría de siempre. La de ayer, que quiso tren­zarse con el Virrey Cisneros; la que quiso imponernos reyes y príncipes de Europa; la Directoria} que dio la espalda a San Martín, al que dejó solo,

alla lejos, más allá de los Andes; la rivadaviana; la que pretendió imponer la constitución tinte monárquico en 1819; la que antepuso el Puerto al inte­rior, la que se alió con franceses e ingleses durante el bloqueo. Hablo de aquella línea que fusiló a Dorrego; que perdió la Banda Oriental y des­membró el antiguo Virreinato que debió ser totalmente argentino; que per­mitió la arrogancia brasileña por las calles de Buenos Aires luego de la derrota de Caseros. Y ya en este siglo, hablo de la minoria del fraude, de la que erigió como portaestandarte a Braden; de la que, sirviente de la oligarquía, asestó el aleve golpe de 1955.

Me refiero a esa minoria, que reducida a un escuálido 10 %, es en estos dias la esperanza postrera de la línea ANTINACIONAL Y ANTI­POPULAR que desde los albores de nuestra historia, aferrada a sus privi­legios, fue enemiga siempre del bienestar común, enajenando lo que es y debe ser del pais al extranjero.

SAN MARTIN es el arquetipo de nuestra acción reivindicadora. Prote­gida por las armas patriotas, la libertad proclamada en mayo de 1810 y dispuesto a arrojar al invasor peninsular de esta parte de América, el Gran Capitán se aprestaba a cruzar la Cordillera. Pero necesitaba la divisa fun­damental e insta a los Congresales a jurar la Independencia. El queria ser el mensajero de un pueblo libre para forjar las libertades de otros pueblos hermanos y de esta manera dejar el camino expedito para una América del Sur unida en los mismos principios liberadores y de dignidad nacional. Y fue severo ante Godoy Cruz por la tardanza del Congreso en adoptar la trascendente decisión: "'Es más fácil jurar la Independencia que soplar y hacer botellas ' '.

Lograda la Independencia en Tucumán por influencia de su genio, San Martin, vencedor en Chile y en Perú, ha de cimentar en un abrazo con Bolívar el ideal de una sola y única Patria americanista. Pero la trai­ción de la minoria portuaria que ya usufructúa los beneficios¡ de la epopeya militar le niega desde Buenos Aires el apoyo que reclamaba. Asi se frustra el sueño sanmartiniano. El Libertador, acosado por la ingratitud unitaria que está en otra cosa, en la patria pequeña circunscripta al Puerto y no en la Patria Grande, emprende el camino del exilio.

Su amargura es compensada más tarde por el triunfo de las armas argentinas sobre Francia primero y sobre Francia e Inglaterra aliadas des­pués. Por eso su sable invicto es legado a Juan Manuel de Rosas. Sin

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duda, porque ve en él el ejecutor político de sus designios. Es que JUAN MANUEL de ROSAS expresa en su poder la Patria Soberana a cuya inte­gridad, contra las acechanzas de afuera, han contribuido en larga lucha, con el apoyo del gauchaje, los caudillos federales, los jefes naturales del interior, de ese interior vasto y anchuroso, que pasado los estrechos límites del Puerto de Buenos Aires, es la expresión auténtica del país. Aquellos caudillos se consustanciaron con la tierra misma y por eso sus nombres fueron reverenciados por la posteridad en sus respectivas comarcas nativas: ARTIGAS, RAMIREZ, LOPEZ, QUIROGA, IBARRA, BUSTOS, HEREDIA.

De nuevo el pueblo seria actor de sus destinos. El radicalismo que traía reminiscencias federales surge como reacción a un régimen que se perpetuaba en el poder, al que accedía una minoría social que no tenía en cuenta para nada la opinión del verdadero pueblo, ausente de las deci­siones de los gobiernos. YRIGOYEN personifica una nueva voluntad ciuda­dana que anatematiza al Régimen, que se convierte en sinónimo de burla y escarnio. YRIGOYEN se alza contra el UNICATO, o sea la sucesión de los unitarios portuarios, y exige para el pueblo el derecho a elegir sus gober­nantes. Exige el SUFRAGIO POPULAR a fin de que la mayoría deter­mine el rumbo de la República, una República que ya no puede ser mane­jada a su arbitrio por una minoría que sólo piensa en sus negocios de exportación y no siente el hambre de las masas. Eramos el ''granero del mundo", pero los peones del campo apenas si tenían para comer. Los obreros, por pedir un salario justo eran tildados de réprobos y "delin­cuentes sociales". En las huelgas eran apaleados o simplemente se los asesinaba.

En esta parte de mi expos1c1on, como representante del FRENTE DE LIBERACION 12 de MAYO de San Juan, no puedo dejar de mencionar al Movimiento fundado por los hermanos Federico, Aldo y Elio Cantoni y al Lencinismo de Mendoza, que fueron hitos en esa lucha para que el pueblo sea el principio y fin de la democracia. La Constitución de 1927 de San Juan fue la primera en América que estampó en su texto el dere­cho a un mínimum de bienestar para los trabajadores, consagró la igual­dad ciudadana al instituir el voto femenino, afianzó el Federalismo al determinar que los contribuyentes no estaban obligados a pagar sus' impues­tos durante las Intervenciones Federales, todo esto en medio de una acción progresista sin precedentes en el país.

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YRIGOYEN en el poder significó el imperio del sufragio popular y el primer paso decisivo hacia la autenticidad de nuestra democracia. El pueblo era otra vez el nervio vital en una línea NACIONAL Y POPULAR :¡ue ya nunca más sería vencida en comicios libres por la minoría ANTI­NACIONAL ANTIPOPULAR, a la que no le quedaría otro recurso que apelar a la fuerza para sus asaltos ilegítimos a la Casa de Gobierno.

Y así fue. Una asonada militar terminó con la conducción radical. Porque la línea ANTINACIONAL que no tenía votos, contaba empero con los favores del imperialismo capitalista de turno, que oscilaba entre el dólar y la libra esterlina. Por el golpe del 6 de setiembre de 1930 la Argentina fue otra vez ''colonia'' británica y los trabajadores argentinos volvieron a percibir salarios de miseria. El fraude se enseñoreó entonces en los comicios.

Pero el pueblo no sería vencido. El 17 de octubre de 1945, sin otras armas que la pasión y la fe de un conductor, cuya doctrina resumiría su larga y ardorosa lucha histórica, decidió ser Poder, esta vez para imponer una INDEPENDECIA ECONOMICA, que consumara la INDEPEN­DENCIA forjada por la espada de San Martín; una SOBERANIA POLI­TICA que entrevieron los caudillos federales e intentara hacer vigente per­manentemente el Yrigoyenismo y una JUSTICIA SOCIAL que concluyera con la indignidad de los trabajadores tratados como bestias, y a la que aportó su calor humano la inolvidable compañera .Evita. Por eso, el grito popular sería a partir de aquella fecha memorable -1945--- ¡SAN MAR­TIN, ROSAS, YRIGOYEN Y PERON! síntesis de la victoriosa línea NA­CIONAL Y POPULAR que proyecta sobre el globo el mensaje de la TER­CERA POSICION, el justo medio universalista frente a la bipolaridad representada por los dos imperialismos que luego de Y alta pretendieron divi­dirse el mundo.

Corresponderá a la generación intermedia, colocada en el justo medio biológico, ser la amalgama entre la juventud combatiente y revolucionaria que levanta nuestras banderas y la experiencia seria y meditada de la van­guardia de los precursores y de la primera hora. Su voz será la armonía en el combate, la armonía que entraña la JUSTICIA SOCIAL y la que en lo universal se infiere de la TERCERA POSICION, piedra basal de un NUEVO MUNDO que habrá de insertarse, hasta abatirlos, entre los inte­reses contrapuestos de dos bloques internacionales antagónicos, pero igual­mente hegemónicos.

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DOCUMENTO DEL MOVIMIENTO DE INTEGRACION

Y DESARROLLO (MIO)

El Movimientp de Integración y Desarrollo (MID) y la generación intermedia

1) El largo proceso de constitución y consolidación de la unidad na­cional avanza hoy hacia una nueva etapa. Ella se define por las caracte­rísticas de la presente situación política, económica y social de la Argentina dentro del cuadro internacional. La tarea de construcción de la unidad nacional mediante el aporte de todas sus clases y sectores y bajo la conduc­ción del jefe del Justicialismo, Teniente General Perón, se plantea como la consigna de la hora, como el mandato impuesto por la historia para la constitución de la Argentina potencia.

2) La unidad nacional no puede realizarse sin una doctrina que la oriente. Ella a su vez, no puede resultar sino de la labor común de todos los grupos políticos e ideológicos que deben participar en su elaboración, no por cierto con la idea de hacer compatibles posiciones contradictorias, sino porque no hay razones objetivas para que alguien se excluya. En efecto: la doctrina nacional no es sino la resultante de las reivindicaciones especí­ficas de todas las clases y sectores que se encuentran. empeñados en cons­truir una gran nación. En las condiciones actuales, esto equivale a la tota­lidad práctica de los argentinos.

3) La doctrina nacional debe partir del diagnóstico de las actuales condiciones y de las tareas prioritarias que garanticen la superación de la larga crisis de estancamiento que afecta al país. A nadie escapa hoy que el punto crítico de la estructura social se ubica en el factor económico. Nadie tampoco puede discutir la decisiva importancia que tienen en la vida de nuestro pueblo --como en la de todos- las soluciones politicas que respon­dan a la realidad y tengan sustancia representativa. Pero esas soluciones constituyen ante todo el instrumento para hacer posible el cambio. Lograda

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una plena verdad democrática, ella no hace sino poner al país en condi­ciones de dar el salto hacia la transformación. La transformación puede hacerse recorriendo un solo camino, y ese camino es el desarrollo económico.

4) Sólo una política de desarrollo económico acelerado puede dar res­puesta al problema de la liberación nacional y al de la justicia social. En la medida que puede afirmarse con ·absoluta certeza que el país depende de factores externos, con ello se describe en lenguaje político la realidad del subdesarrollo económico. Es también el subdesarrollo el factor que profun­diza la injusticia social, consolida las irritantes diferencias entre regiones y entre sectores sociales y sume erl el atraso y la miseria a millones de argen­tinos. Las expectativas crecientes de las masas populars se incentivan día a día ante la imposibilidad de la estructura económica argentina de dar res­puesta a apetencias elementales. Obreros y empresarios, estudiantes y profe­~ionales, militares y sacerdotes, comparten el problema común y presencian m progresivo agravamiento, impulsado por las políticas antipopulares im­puestas en el país en los últimos años, particularmente después· de la gestión económica de Krieger Vasena. Esa política agudizó todavía más una situa­ción que sólo puede remediarse aplicando pautas diametralmente opuestas a las que inspiran tales políticas antipopulares y concentrando el esfuerzo del país en la realización de aquellas prioridades en el área de la produc­ción que garanticen un crecimiento sostenido y acelerado de la economía.

S) A la actual realidad económica se corresponde una respuesta social que la complementa y traduce en términos de inquietud creciente. Prácti­camente, no hay sector de la vida nacional que no se sienta agredido por las consecuencias de una línea de acción que responde sólo al interés de pequeños y poderosos sectores. La depresión del salario, el encogimiento sistemático del mercado, el virtual ahogo del legítimo provecho al trabajo empresarial, el incremento de la presión tributaria al servicio de una buro­cratización que no conoce! límites, son los rasgos distintivos de una situación que uniformó al país en contra de las conducciones llamadas liberales y

que definen en términos dramáticos lo que los argentinos no están ya dis­puestos a aceptar. Por primera vez en el curso de nuestra historia, todos

los grupos argentinos tienen conciencia de la solidaridad de sus intereses: saben que la lucha por el incremento del salario equivale a la lucha por la expansión de las empresas; que entre el agro y la industria no hay con­

tradicción sino complementación; que no hay falsos dilemas entre empresa

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estatal y empresa privada. Una experiencia larga y uniforme ha sido en la Argentina el medio por el cual se perfecciona dfa a dia una nueva y lúcida conciencia general del interés nacional, entendido como el marco dentro del cual existen las condiciones de perfeccionamiento y realización

de todos los argentinos.

6) El gobierno popular tiene hoy en sus manos la inmensa responsa­bilidad de dar respuesta a las expectativas del pueblo que lo respalda. De hecho, ese gobierno, cuya conducción ejerce el General Perón, cuenta hoy con un consentimiento que carece de precedente, tiene en sus manos la posibilidad histórica de producir la transformación en las condiciones de menor costo y menor tiempo. El pueblo, detrás de su líder, dispone de la fuerza para revertir la tendencia que ha impreso al proceso nacional la continuada permanencia en el poder de representantes conscientes e incons­cientes de intereses antinacionales.

7) La victoria en esa lucha es el sentido de la constitución del Frente Justicialista de Liberación, que es la expresión política de la alianza de clases. Un proceso de liberación nacional no puede cumplirse, en esta época, bajo el signo de la lucha de sectores, sino dentro del marco de la ¡:ooperación entre todos. Con ese fin, el General Perón convocó a la tota­lidad del pueblo a la formación del Frente y ha abierto las puertas del gobierno popular a quienes no tengan intereses que sean contrarios a los :lel país. Esa invitación está abierta y facilita las condiciones para que nadie reste su esfuerzo a la realización de un programa nacional y popular :¡ue ponga en marcha el demorado proceso de desarrollo argentino.

8) Se podrá, así, poner término a la prolongada claudicación d~ las ~!ases dirigentes nacionales, empeñadas en discusiones formales, aferradas a esquemas del pasado y fracasadas en la tarea de consolidar la unidad na­::ional. La indiscutible crisis de la clase dirigente argentina marca el punto más agudo de la contradicción, que en nuestra sociedad polariza por una parte a esa clase y por otra a las maduras masas populres. Estas últimas han sido, a través del largo proceso comenzado por el primer gobierno justicialista, las portadoras de la conciencia nacional. No han estado com­prometidas, por supuesto, con un fracaso que las ha empobrecido y poster­gado. Tampoco tienen parte en ese fracaso los grupos de jóvenes dirigentes y los hombres de la llamada generación intermedia, que por primera vez encuentran abierta la perspectiva de acercarse a las posicions de poder. La ausencia de ataduras con el pasado, de compromisos con sectores visibles o

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indivisibles de la vieja estructura, es la condición para que en la Argentina avance a ocupar su puesto, una nueva clase dirigente que se ponga a la altura de las exigencias y la sensibilidad de la masa popular. En el campo de lo político, y al servicio de una política de desarrollo acelerado para la justicia social, la consolidación de esa nueva clase dirigente es el máxi­mo compromiso que corresponde contraer con el pueblo argentino.

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DOCUMENTO DEL MOVIMIENTO DE INTRANSIGENCIA

NACIONAL.

El MOVIMIENTO INTRANSIGENCIA NACIONAL al aceptar com­placido la invitación a participar en el Encuentro Político de la Genera­ción Intermedia ~onvocado por la Secretaría General de la Presidencia de la Nación- expone a tenor de la temática elaborada, las siguientes formulaciones:

l.----. RECONSTRUCCION NACIONAL:

La falencia institucional y representativa y el sometimiento a intereses

foráneos que soportó nuestro país, durante 18 años, determinó un deterioro político, económico, social y cultural de magnitud sólo comparable con países que sufrieron la devastación cruenta y total de las guerras.

El país fue llevado al actual estado de emergencia nacional. Su recons­trucción reclama el esfuerzo mancomunado de toda la nación. La Unión Nacional se torna, así, imperativo insoslayable de su realización eficiente.

UNIDAD NACIONAL mediante la colaboración de todas las fuerzas políticas, sociales, económicas, militares y de la juven-tud.

UNIDAD NACIONAL basada en el diálogo fraterno y fecundo del pueblo --en sus diversas manifestaciones- con sus legítimos mandatarios en aras de una paz constructiva asentada sobre los pilares inconmovibles

de Justicia y Libertad.

Valores trascendentes de Justicia y Libertad -que en la Hora de los Pueblos- sólo adquieren relevancia si conllevan un profundo contenido

social.

UNIDAD NACIONAL supone madurez polftica y la generosidad y grandeza de un elevado p_atriotismo.

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En tal sentido cabe destacar la conducta asumida por la fuerza política mayoritaria. Su genuino conductor --en ejercicio de su alta investidura­ha marcado el derrotero, ejemplar y patriótico, al solicitar el concurso y ofrecer la participación a todos los sectores del quehacer nacional.

No menos destacable es la cálida resonancia a tan plausible iniciativa e'll:presada por la primera minoría política, a través de su digno Presidente.

La tarea de reconstrucción nacional lleva implícita la de liberación.

En su oportunidad, Intransigencia Nacional ratificó las pautas progra­máticas elaboradas por el Movimiento Nacional Justicialista. Actualmente, al reconocer el Plan Trienal que se difundirá a breve plazo, sólo puntuali­zamos la necesidad de establecer:

En lo económico:

a) El control estatal del comercio exterior, ahorro nacional, crédito y de todos los sectores de importancia estratégica para la reconstrucción y li­beración nacional.

b) El desconocimiento de la deuda externa contraída a espaldas del pueblo.

e) La revolución agraria a fin de impedir que la tierra permanezca improductiva, por especulación o desidia, contrariando su legítima finalidad consistente en ofrendar sus frutos a la felicidad del hombre.

En lo social:

La cuestión social requiere la previa solución de la cuestión nacional.

En tanto, el paliativo de una redistribución de ingresos más equitativa y de una asistencia y seguridad social más eficente.

En lo cultural:

a) El rescate nacional de los medios de comunicac10n social a fin de liberar al pueblo de una publicidad alienante y de contenidos extranjerizantes.

b) Recrear la educación en todos sus niveles, comenzando por reedu­car a los educadores, en su mayoría víctimas de la colonización mental.

e) Liberar la cultura nacional de la anti-cultura, importada con la deliberada finalidad de falsear la conciencia nacional, en cumplimiento de sus fines imperialistas. Debemos reconstruir la cultura nacional en todas sus manifestaciones, restituyéndole su escala de valores, cuyo rico potencial subyace en las masas como creación colectiva y anónima.

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En lo Internacional:

Reelaborar una política internacional consecuente con el proceso de liberación nacional.

Solidaridad activa con los pueblos que luchen por su liberación, conso­lidando la acción del Bloque de Países No Alineados, que integramos.

Promover la comunidad económica y cultural de los pueblos de la Patria Grande, rompiendo las fronteras que nos mantuvieron balcanizados a fin de lograr la unidad integral y autónoma que permita el reordena­miento de los pueblos de Nuestra América en función del reordenamiento universal que debemos propugnar.

2.- DEMOCRACIA INTEGRADA:

Una democracia integrada debe ser ante todo integral. Comprender la totalidad de los aspectos de la vida de una comunidad y la participación de la totalidad de sus componentes. En otros términos, democratización política, económica, social y cultural.

Democratización política mediante el cogobiemo y la creación de cana­les de participación efectiva y directa del pueblo, que supere y perfeccione las formas obsoletas de representación formal.

Democratización de la economía que destine el fruto del esfuerzo del trabajador en su exclusivo beneficio, estableciendo metas de redistribución y progresivos cambios estructurales que vayan de la cogestión a la autogestión.

Democratización social que garantice una seguridad social eficaz e inte­gral, planeada y controlada por los mismos beneficiarios.

En una democracia integral todos los sectores de la comunidad se ha­llarán integrados en un accionar común y convergente. Se obtendrá la unidad disfrutada por los pueblos que marcaron su tránsito histórico con la estela luminosa de sus contribuciones perennes.

En tanto, hagamos comprender a nuestra juventud maravillosa --que se ha ofrendado sin retaceos- la necesidad de no malgastar el valioso caudal de su impulso renovador en divisionismo estériles y suicidas.

Remarquemos la importancia vital de la unidad, en los objetivos y en las formas de ejecución. Debemos persuadidos que ese es -sin lugar a dudas- el camino más corto y menos cruento para obtener la liberación y la transformación revolucionaria.

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:'\:o debemos hacer el juego al imperialismo que procure dividirnos con su penetración ideológica en enfrentamientos doctrinarios aprioristicos; que además resultan anacrónicos, frente a las acuciantes exigencias pragmá­ticas del mundo tecnológico contemporáneo.

3.- TRANSV ASAMIENTO GENERACIONAL:

La continuidad en el devenir histórico de un pueblo se opera a través de las obligaciones de las generaciones sucesivas.

Cada generación tiene responsabilidades que asumir con la generación que le precedió y con la que le sucederá. Con la primera: de conservar el acervo material, cultural y espiritual que heredó. Con la segunda: de acre­centar y perfeccionar ese acervo que deberá trasmitirle.

No seria factible saltear eslabones de la cadena generacional sin alte­rar el proceso ):útórico de una nación.

Durante el largo período proscriptivo que soportó nuestro pueblo toda una generación quedó marginada del quehacer político. Política es ciencia y arte. . La ciencia se adquiere en los libros, el arte sólo se obtiene en la práctica.

El país se encontró con una generación que debía asumir la conducción pero que carecía de experiencia. La generación anterior se vio forzada, por esta circunstancia, a retomar el timón en la emergencia, plenamente cons­ciente que pasar de la gerontocracia a la parvulocracia seria un salto en el vacío demasiado riesgoso para la seguridad de un pueblo.

A la generación intermedia, carente de la idoneidad política que otorga la experiencia, le asiste el deber de cubrir ese vacío, consolidando las gran­des direcciones del quehacer nacional y aportando el apoyo logístico que permita el equilibrio generacional.

4.- ESCUELA DE CONDUCCION POLITICA:

El conductor no surge por generación espontánea. Debe poseer con­diciones innatas y los grandes conductores las poseen en alto grado. Ellas: no bastan. Se requiere, también, conocimiento y formación especJal.

La vida política de una nación moderna es demasiado compleja. Su conducción no puede improvisarse.

Las escuelas de conducción política necesarias en toda comunidad orga­nizada, son imprescindibles en los países que luchan por su liberación.

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Escuelas de conducción política que esclarezcan y defiendan la ideolo­gía nacional frente a la colonización pedagógica y refuercen el frente in­terno por medio de una doctrina nacional que unifique las formas de eje­cución del proceso liberador.

Intransigencia Nacional anhela que todo Sindicato argentino cuente con su escuela de capacitación política que equipe a la clase trabajadora de la formación necesaria, dado el rol protagónico que le corresponderá asumir, en el proceso de liberación nacional y revolucionario.

S- REACTUALIZACION DOCTRINARIA:

El político debe tener en cuenta la marcha de la historia. También su ritmo.

Actualizar la doctrina en consonancia a esa marcha y a tono con su ritmo.

El político debe proyectar en prospectiva. Con visión de futuro. Debe estar más allá de la ciencia del presente y de su aplicación práctica.

Las ideologías envejecen. Los ideales de la nacionalidad perduran.

Desechemos las divisiones por cuestiones efímeras y unámonos en de­fensa de los valores permanentes de la nacionalidad, reactualizando la doc­trina a los efectos de su ejecución.

Es nuestra deuda generacional con la Juventud y con la Patria.

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DOCUMENTO DEL MOVIMIENTO DE

LA IZQUIERDA CRISTIANA

El Gobierno Nacional nos ha convocado como politicos de la gene­ración intermedia para dar un mayor impulso, para respaldar y colaborar en la consolidación del actual proceso. El Movimiento de la Izquierda Cris­tiana ha concurrido a la convocatoria motivado, por su vocación de servicio con la causa popular. Creemos que deben ser dejados de lado los intereses partidarios que nos dividen, a fin de buscar las coincidencias fundamentales para trabajar todos por la liberación nacional.

La primera etapa de este encuentro, debe cimentar la convivencia civica entre las distintas fuerzas políticas y. sociales. Esto es dialogar, también dis­cutir, pero todo en un marco de reciproco respeto. Es nuestra convicción, de que tal ha sido uno de los objetivos de este encuentro y no ocultamos nuestra satisfacción por su realización. Siempre ha sido fructífero que los hombres expresen sus pensamientos y sus divergencias, y ello habrá de ser edificante en la medida que tomemos conciencia de que la tarea es recons­truir la nación misma. Esta es la gran aspiración popular luego de tantos años de lucha.

Los últimos años han hecho comprender a las fuerzas políticas, lo que siempre supo el más modesto obrero o campesino argentino: que la unión ~1acional es la ley primera, para que no nos devoren los de afuera y sus secuases. Hemos asistido al triste espectáculo de ver convertido al pais en una republiqueta por el accionar de los imperialismos de turno, apoyados por clases dirigentes que no supieron, ni saben, ni quieren comprender la necesidad de liberarnos de toda forma o signo de dependencia. Que esto no vuelva a suceder es lo que todos aprendimos. Toca ahora saber hacerlo realidad con el esfuerzo mancomunado de todos. Este es el presente, la necesidad de lograr la efectiva unión nacional, reclamo histórico que se ha visto postergado en años y que nos presenta un pais con dos realidades distintas que habrá que superar. En efecto, por un lado vemos a Buenos Aires, erigida en la inmensa cabeza del pais, poderosa, rica, conformando

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una estructura que la diferencia notoriamente del interior. Por otro lado, las proYincias del interior, penando por su pobreza, elevando las banderas de un federalismo que aún no se ha dado en los hechos, y exigiendo un desarrollo integrado a lo largo y a lo ancho de todo el territorio nacional. Porque ocurre que Argentina es un país potencialmente rico, por su prodi­giosa naturaleza y por su elemento humano. Estamos cansados de repetirlo todos los argentinos. Nadie ignora que es una verdad, pero tampoco se ignora que existe mucha pobreza y esto es lo inadmisible.

Diversa, compleja y ardua es la tarea a desarrollar para construir una Argentina potencia. El objetivo es la felicidad del pueblo y la grandeza de la nación. El camino a seguir es la liberación de la dependencia extran­jera en todas sus formas de expresión y la justicia social.

En la lucha popular se ha ido gestando el movimiento nacional, el que adopta caracteres revolucionarios, en la medida que asume la necesidad de erradicar todo un sistema de explotación del hombre y tiende a la estruc­turación de una sociedad justa, es decir, una nueva sociedad.

Los tiempos señalan que ese proceso se dá:

1) EN LO POLITICO: A través de una real democracia que contem­ple la necesidad de organizar la participación popular, para que el acto de decisión sea expresión auténtica del pueblo sin las distorsiones de factores y grupos de poder que la sectorizan y parcializan interesadamente.

En esta organización popular es de primordial importancia el papel que deben jugar los hombres de la generación intermedia, como así también la juventud por ser motor y nervio de todo proceso de cambio, y las fuerzas del trabajo por guardar en su seno los más auténticos deseos de liberación y sin cuyo masivo aporte y libre y democrática expresión de sus bases es imposible toda revolución.

2) EN LO ECONOMICO: Por medio de un proceso que reclama un quehacer comunitario opuesto a la estructuración capitalista, para ir con­formando pautas de socialización tendientes a la liberación económica de los trabajadores, lo que necesariamente implica independizarse del accionar de los imperialismos. Esta marcha hacia un socialismo criollo o nacional, iberoamericano y humanista, habrá de ser el fruto de la energía creadora del pueblo mismo; nadie más que él consciente de sus necesidades y c!!.pa­citado para hallar sus satisfacciones en un campo de plena libertad.

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3) EN LO SOCIAL: Conformando un cambio revolucionario que lleva consigo el principio de democratización, la eliminación de las irritantes des­igualdades, el fin de los prejuicios, la potencialidad de crecimiento material y espiritual para todos los que elaboran el desarrollo de la comunidad en el esfuerzo solidario del trabajo, la revalorización del rol de la mujer en el seno de la sociedad y la consolidación de la familia fundamentada en los principios cristianos de amor y solidaridad.

4) EN LO CULTURAL: Sosteniendo al tiempo que el afianzamiento­del ser nacional, la exigencia del acceso del pueblo a dicha fuente, apunta­lando tradiciones para adquirir pautas universales, en la búsqueda de un recíproco enriquecimiento.

5) EN LO ESPIRITO AL: Con la plena vigencia de la dignidad de la persona humana.

Este es el pensamiento de nuestro movimiento, nuestra particular forma. de ver al país, sus necesidades y las posibles soluciones. Constituimos un movimiento político no partidista muy joven, nacido en Diciembre de 1972 e incorporado desde el inicio al Frente Justicialista de Liberación. La gran mayoría de nuestros militantes han actuado en el quehacer político identi­ficados con las luchas del movimiento nacional. Nuestra tarea es un cons­tante análisis de la problemática del país, la toma de posiciones coherente con nuestro ideario revolucionario y la búsqueda de un esclarecimiento ideo­lógico, que remarque los objetivos del movimiento nacional y popular, para todo el tiempo que el proceso lo requiera, hasta lograr una democracia par­ticipativa, la liberación de toda dependencia extranjera, la construcción del socialismo nacional y la integración iberoamericana en plenitud. Nuestro­quehacer en este encuentro será la afanosa búsqueda de coincidencias fun­damentales, la apertura a un diálogo sincero, el estudio mancomunado de l~s diversas cuestiones que preocupan al país y también, fundamentalmente, el colaborar a configurar la plataforma programática de la futura Argentina y la inserción de todos los que la compartan en un movimiento de unidad para la Liberación Nacional.

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DOCUMENTO DEL MOVIMIENTO DE

REVOLUCION NACIONAL

El Movimiento de la Revolución Nacional entiende que su inserción en el seno del Movimiento Nacional y su vocación por ser protagonista <le este excepcional mmpento de transformaciones, es coherente con esa inter­pretación de 111 historia y de la política que formularon los hombres que -concurrieron a fundarlo, conscientes de que el espectro ideológico argentino reconocía la necesidad de una teoría nacionalista del Poder, encuadrada dentro de una concepción revoluciónaria que se encarna en el pueblo ar­gentino, expresión concreta de la Patria df1 hoy.

Esta encarnación la entendemos así, pues creemos que de otra manera, el nacionalismo como idea del país seria una mera abstracción intelectual, una entelequia despojada del elemento sustancial y concreto que nutre toda concepción política: el pueblo, protagonista único de la historia.

Creemos que hoy aparece más necesaria que nunca la consolidación <le esta expresión política, confluyendo con su fisonomía propia, en las co­rrientes profundas del pueblo argentino que se expresan en el peronismo. De ahí que la formulación que se efectúa seguidamente apunta a explicar la trascendencia de la revolución cultural vivida por el nacionalismo revi­sionista y el sentido de su propuesta política actual, en el convencimiento que solo afirmándose en .la solidez de la doctrina nacional, será viable el proyecto revolucionario, y que para implementarlo se deberá exigir la vi­gencia rigurosa de estos valores: patriotismo, intransigencia total con el ré­gimente, firmeza ideológica, seriedad en los procedimientos, caracterización clara de los enemigos internos y externos de la Revolución.

Fue en 1968 precisamente en el momento culminante de la crisis, agu­dizada por el fracaso del régimen encabezado por Onganía, en que ciuda­d.anos de diversas extracciones políticas, coincidentes en la necesidad de una -confluencia nacional en torno a objetivos revolucionarios, constituyeron en la Ciudad de Villa María, el Movimiento de la Revolución Nacional.

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A partir de entonces fue ensanchándose la base humana y política del .\1o\·imiento, en cuanto sus lineamientos fueron comprendidos y aceptados por un número cada vez mayor de ciudadanos. Se elaboró así la teoría rle la diversidad representativa en la unidad de tendencia~ bajo cuyos pos­tulados convocábamos a hombres de afiliaciones partidarias diferentes, pero de filiación política común.

La prédica revolucionaria, el accionar concreto para enfrentar la en­trega y la sumisión al imperialismo --que alcanzó entonces sus más altos grados- llevó a la dictadura a volcar todos los medios de la represión sobre el Movimiento, enviando a la cárcel a sus principales jefes y militantes y clausurando una vez más al órgano a través del cual se expresaba.

Así llegamos a la última etapa del episodio inaugurado en 1966, en que la fuerza de la resistencia popular manifestada --.entre otras- en las jornadas heroicas de Córdoba, Rosario y Tucumán, dio por tierra con el régimen militar imponiéndole la convocatoria a elecciones, las que se lleva­ron a cabo otra vez con trampas y condicionamientos.

En estas circunstancias, el General Perón convocó en torno al Frente J usticialista de Liberación a los partidos y agrupaciones políticas que parti­cipaban de la línea de que solo la unidad da las fuerzas nacionales posibili­taría el derrocamiento de la dictadura entreguista y la instauración de un gobierno de liberación y reconstrucción nacional.

El Movimiento de la Revolución Nacional respondió afirmativamente a la convocatoria, consciente del acierto del proyecto, y ratificando con ese acto su antigua prédica en favor de una estrategia de confluencia.

Hoy -próximo el país a IniCiar un ciclo decisivo de su historia- el Movimiento reafirma su presencia autónoma en el panorama político na­cional, sin la pretensión de constituir otra parcialidad o sector más, sino­de propiciar desde· el enfoque y la praxis de su propia estructura, d cum­plimiento de los objetivos de unidad del pueblo argentino y transformación r<'volucionaria que integran la dialéctica histórica de hoy.

Consideramos que lo que vive el país es una crisis de las estructuras psicológicas, doctrinarias, morales, políticas y económicas que configuraron d proyecto de vida en común concebido en 1853. Al amparo de dicha crisis, fue posible la consolidación de la dependencia económica, la pene­tración imperialista, el sometimiento a una superestructura cultural alienante ..

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Así creemos que lo que se requiere transformar en primer lugar es la noción de la Argentina en el mundo y la visión del mundo de los argen­tinos conforme a los cuales se organizó el Est(]¡do liberal. Por eso la Revo­lución -que no es algo que puede desecharse o no, según las miras subje­tivas de los particulares- constituye un cambio vital que no se detiene en las formas, en los medios, en los mecanismos del poder, sino que ataca los usos, los valores. Parte de un replanteo global de la estrategia política del país, reconociendo su carácter de hecho absolutamente incompatible con el Régimen, ese anacrónico sindicato de intereses que permanece intacto, y que pugna por seguir controlando el poder real.

La Revolución deberá arrancar de cuajo los grupos del privilegio, que en intima conexión con el imperialismo, han venido usufructuando el tra­bajo y el esfuerzo de los argentinos.

La Revolución, partiendo de la voluntad de soberanía, justicia y des­arrollo que abriga nuestro pueblo, implicará un papel trascendente para la Argentina en nuestra América. Creemos que nos toca a los argentinos ser los portadores de una revolución cultural destinada_ a presidir el cambio de e~...ructuras en este continente.

En ese contexto, el ideal de la Patria grande Latinoamericana, solo aparece viable en cuanto nuestro país pueda afirmar en los hechos su actual expectativa de liberación, y este concepto sea despojado del conte­nido meramente retórico que lo caracteriza, y que por serlo, permite a quie­nes son precisamente los antípodas de toda posibilidad libertadora, enun­ciado para encubrir todos sus actos destinados a consolidar el statu-quo.

Aspiramos a una nueva forma de participación humana1 en el usufructo y goce de las riquezas naturales de la patria. Dentro de un modelo original, acorde con la idiosincrasia psicológica y sociológica de nuestro pueblo, exal­tamos el valor del Supremo Interés Social como paradigma a partir del cual se organice la estructura económica del país, entendiendo que los bienes de producción deben estar al servicio de esa concepción superior, y que ningún interés particular puede pretender oponerse o privar sobre la misma. Apostamos a un proyecto novedoso, pragmático, original: no nos somete­mos ni al fetiche de la propiedad individual-privatista ni al de la colecti­vización obligatpria.

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Propugnamos asimismo el monopolio- estatal en la explotación y comer­cialización de los hidrocarburos, de las fuerzas de energia y demás recursos naturales que por su importancia estratégica para la defensa nacional vuel­van imprescindible su control por el Estado.

Creemos que la idea de N ación, plasmada en un nuevo Estado al servicio del hombre, posibilitará instrumentar una técnica de convivencia en la que el privilegiado desaparezca, la injusticia sea desterrada y el indi­viduo se proyecte como centro y motor de una conciencia politica, contem­poránea a las expectativas solidarias y compartidas por toda la comunidad.

Propugnamos la gestación de una nueva cultura, en la que el pueblo asuma en plenitud su papel d~ único protagonista de la misma. Aspiramos a desterrar todas las manifestaciones deformantes del auténtico ser nacio­nal que se evidencia a través de la falsificación consciente y deliberada de la Historia, de la utilización enajenante y fenicia de los medios masivos de comunicación y de una interpretación elitista del papel de la cultura.

A partir de esta concepción filosófica que encuentra su inspiración más profunda en la noción cristiana de la vida, ratificamos nuestra decisión de protagonizar activamente una gestión política que pretendemos será tras­cendente. El M. R. N. insertado en el seno del Movimiento Nacional, man­teniendo su fisonomía propia y reivindicando su papel de vanguardia en el proceso de confluencia de las fuerzas nacionales, proclama su decisión de luchar junto al peronismo por la consecución de los ()bjetivos revolu­cionarios aquí enunciados~

En el marco de un proceso histórico, en el que la liberación de la Patria aparece como una resultante inevitable, nos proponemos ser parti­cipes de su gestión y hacia alU orientamos nuestra tarea.

DOCUMENTO DEL MOVIMIENTO NACIONAL

Y LATINOAMERICANO

l.- La generac10n intermedia argentina debe ser analizada específi­eamente, como generación histórica, por la variación en edades de las di­versas generaciones que la componen, por su composición social, su actividad profesional y por su distribución geográfica.

2. - La generación intermedia ha perdido su capacidad creadora y de decisión porque es permanentemente fosilizada por la vida social del siste­ma en que vivimos. Como respuesta, por una parte la generación inter­media debe luchar contra su prematura puesta fuera de circulación; por otra parte, debemos arribar a la universidad permanente en que el egre­sado de los institutos de enseñanza media o superior se sigue capacitando tfcnica,, política y humanamente hasta su muerte. Las complejas y crecien­tes necesidades de la sociedad y de los seres humanos así lo exigen.

3. - La gen~ración intermedia está marginada por la edad, por el avance tecnológico y por la crisis del sistema capitalista dependiente impe­rante en la Argentina. En consecuencia se mantiene un margen de des­·ocupados muy superior al que imponen las condiciones técnicas de la pro­ducción y la distribución.

4.- Nuestra generación ha soportado autoritarismo, sin orden y re­presión sin sentido, porque la previsión es la base del orden y nosotros hemos soportado el despotismo de la improvisación. Y la represión sólo tiene sentido cuando va dirigida a frenar a quienes se oponen a la libe­ración nacional y social. En cambio nosotros hemos suflrido la represión antihistórica de las aspiraciones nacionales y populares.

5. - La burocracia existe en todo sistema y es inevitable en mayor o menor medida. El problema se agrava hasta hacerle perder el rumbo a una nación cuando la burocracia asume las funciones de la tecnocracia y la tecnocracia pasa a ocupar las funciones dirigentes en el más alto nivel.

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6. - La universidad y el pais no funcionan porque el sistema social no funciona: sólo tienen trabajo los que ingresan a los distintos campos de la administración pública, o a las grandes empresas nacionales y extranjeras. En el caso de las empresas sólo sirve quien es eficiente en términos em­presarios y no en términos sociales. A las generaciones más maduras les queda la pasividad social pobremente asegurada; a la generación inter­media, sólo desempleo, inseguridad y frustración.

7. -Nuestra generación ha sido la víctima principal del ''septenio in­fame" que produjo la castración politica, la desnacionalización del espíritu y de las empresas argentinas, la estabilidad para el progreso ... de la clase latifundista, las fronteras ideológicas y la desaparición de la Argentina como ente activo, integrador y liberador, dentro de la vida latinoamericana. Por eso la nuestra es una generación en deuda con la América Latina.

8.- Nuestra generación intermedia tiene conciencia de su margina­ción, pero aferrada a lo poco que le da el sistema no quiere arriesgar el tener que pagar el precio que impone un cambio social cada dia más necesario.

9.- Si bien lo lógico es que todos los seres humanos repudien la violencia, el gran dilema de nuestros paises no es revolución pacifica o revolución violenta, sino cambio o genocidio. Si no hacemos los cambios en esta década, pagaremos las consecuencias en las próximas. Las conse­cuencias serán hambre, miseria, frustración, violencia y dependencia.

1 O. - Lamentablemente muchos argentinos de nuestra generación in­termedia ya no sólo emigran a Nueva York; también emigran de manera creciente a San Pablo, la Nueva York del Cono Sur. La nuestra no puede ser una generación de desertores. Todavía estamos a tiempo para evitarlo. Para ello necesitamos organización, estudio y valentía. El concepto de • 'Argentina Potencia" debe asentarse sobre el temple y la inteligencia de los argentinos y sólo es concebible dentro de una América Latina unida y liberada.

11. - Hay que seguir el trabajo de manera permanente. Trabajo sig­nifica estudios interdisciplinarios y acción unitaria en cuanto a los objetivos y los métodos empleados.

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12.- La generac10n intermedia, además, debe buscar su integración con la juventud ·Y con las generaciones más maduras para lograr una con­vivencia activa que permita afrontar los graves problemas que soporta el país.

13.- La generación intermedia puede ser un factor de estabilidad y

dinamismo político si pesa en la toma de decisiones fundamentales. Los problemas fundamentales de la Argentina son sociales e internacionales pero sólo pueden resolverse con lucidez y grandeza políticas por parte de los

dirigentes y con una adecuada instrumentación política.

14.- Nuestra generación intermedia nace a lo largo de un período que

se extiende desde la primera postguerra hasta el fin de la segunda guerra mundial. La diferencia cronológica tan extensa entre la primera y la últi­

ma de las generaciones que la componen, así como los efectos de la revo­lución científico-tecnológica y los cambios operados en el mundo y el país

han dado lugar una lógica multiplicidad de concepciones sobre el valor y

la aplicación de las ideologías para resolver los problemas sociales e interna­cionales. Por otra parte nuestra generación, en conjunto, parece no haber

comprendido todavía ni la dimensión y perspectivas del desequilibrio ecoló­

gico a nivel mundial ni del deterioro de las relaciones de fuerzas políticas para la Argentina en el sur del continente. Sin embargo, lo importante

es ponerse de acuerdo sobre la base de un denominador común para resol­ver problemas concretos, comenzando por encarar y resolver los problemas

de tipo estructural.

15,- A juicio del Movimiento Nacional y Latinoamericano las tres

prioridades fundamentales de una acción unitaria son:

a. La imposición de un nuevo aparato jurídicopolítico comenzando por

aprobar una nueva Constitución Nacional que permita, facilite y encuadre ei cambio social y la independencia nacional;

b. La reconversión del aparato productivo y distributivo, ineficiente y

despilfarrador y

c. el primado de la justicia social en todos los órdenes de la vida nacional.

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16.- La creación de una Escuela Nacional de Conducción Politica es uno de los medios idóneos para facilitar la formación de dirigentes poli­tiros. Su dirección debe hacerse sin sectarismos, con imaginación y espiritu in terdisciplinario.

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DOCUMENTO DEL

MOVIMIENTO NACIONAL YRIGOYENISTA

LA GENERACION INTERMEDIA Y LA REALIDAD NACIONAL

En el espectro político de la actual hora argentina, la llamada "gene­ración intermedia'' tiene un papel fundamental que cumplir. Entendemos por "generación intermedia", aquella que está compuesta por los hombres y mujeres que en 1955 no tenía suficiente edad para participar en el pro­eso político entonces vigente, y han vivido la frustración emergente de los últimos 18 años. Entre los hombres, hoy mayores de 50 años de edad, que alcanzaron a vivir las implicancias políticas de la década del 45 al 55, y la fervorosa y ardiente actual juventud, ha quedado una brecha interge­neracional, que debe cubrir imprescindiblemente la llamada ''generación intermedia", la cual no pudo realizarse durante la época de la parodia democrática y de las dictaduras militares, y hoy ha de ser convocada para el proceso impostergable de la unidad nacional y de la democracia integrada.

Esta función se vislumbra como particularmente importante, si se tiene presente el estado de emergencia nacional que vive el· país, en relación al planteo internacional y sus consecuencias internas.

En el mundo se da un proceso de integración con el presupuesto previo de las unidades continentales y, en América, la unidad latinoamericana, todos episodios que, acelerados por la tecnología, no son más que las etapas finales de un largo devenir histórico de la humanidad. La concepción de la unidad latinoamericana requiere las unidades nacionales, con pueblos que S{: autodeterminen y ejerzan la defensa activa de sus soberanías, pues de no ocurrir así nuestra función en el plano universalista del mañana, seguirá siendo el de colonias proveedoras de materias primas, no ya dd algún impe­rialismo en particular, sino de la propia estructura sinárquica universalista. Siendo los más ricos potenciales, estaremos subordinados, corriendo el riesg(} real de desaparecer como nación independiente.

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Para evitarlo la propuesta justicialista es la creación de la ''Argentina Potencia", dueña de sus riquezas naturales, dueña de su destino y capaz de romper el viejo esquema de dependencia agro-importador, y aportando

a la creación de ese nuevo mundo el mensaje de paz y justicia distributiva, así como la visión del Hombre Nuevo que actuará, ante la crisis del capi­talismo demoliberal, en las formulaciones socialistas que sobrevendrán, su­

peradoras de los esquemas propuestos desde principios de este siglo, de acuerdo con una visión auténticamente argentina en estrecha interpreta­

ción de los anhelos del Tercer Mundo en eclosión.

En el proceso interno la marcha ha de ser hacia la democracia inte­gral~ entendiendo por ésta la real representatividad y participación de los sect6res nacionales en el gobierno y en el poder político. Ello no significa

las alianzas incondicionales clas:~tns, y en esa democracia el movimiento obrero debe ser el ojo del movimiento nacional en et poder. Asimismo todo plan, aún bajo las formas de evolución-reforma, debe significar una autén­tica revolución en sus objetivos, en el marco de la movilización de bases,

planificación para la reconstrucción y estructuración posterior del socialis­mo nacional.

Desde el planteo de la unidad mundial como realidad histórica para

el año 2000, al de unidad nacional como necesidad para la supervivencia,

hay un camino ideológico coherente. Para esa unidad nacional es nece­sario conjugar los esfuerzos de todp un pueblo para el logro de la liberación. El concepto de unidad no solamente significa conjunción de sectores nacio­

nales que ofrecen matices diferenciales, sino también la unidad generacio­nal, no pudiendo quedar excluida la llamada "generación intermedia", a quien le ha llegado la hora de decir ¡Presente! en el proceso y cumplir

una función histórica. El pueblo unido en marcha hacia la liberación, es la única realidad con que se han de escribir las futuras páginas de nuestra historia e inclusive la forma de concretar nuestro aporte a esa humanidad en su búsqueda de estructuras donde el privilegio quede abolido e impera la justicia social. El papel de la "generación intermedia", ha de ser el nexo entre los luchadores de la causa nacional del ayer y la juventud de la hora presente, dando continuidad al proceso y cumpliendo en la hora actual la función que no pudo concretar durante los últimos 18 años.

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Para ello es necesario la coordinación de los esfuerzos y el trabajo mancomunado. Es imprescindible la toma de conciencia de que la presente

etapa revolucionaria deberá ser la obra del propio pueblo en acción, en una instancia quizás definitiva, de un largo proceso que entronca con la

lucha de liberación política de la emancipación, la rebeldía de los caudillos federales, el proceso Y rigoyenista y la eclosión de las masas el 17 de Oc­

tubre de 1945.

Cultura política, significa la comprensión de como las fuerzas de la antipatria han utilizado la balcanización de América Latina, la deformación

cultural, particularmente en las clases medias; el fomento del falso nacio­nalismo aristócrata y de las falsas annomias fraccionadoras de los movi­

mientos nacionales, así como de la democracia falsificada, o la implanta­ción de dictaduras desembozadas. Por eso el meridi:ano de la liberación

pasa por el replanteo histórico y la formación de la conciencia nacional.

Sólo podrá lograrse con un pueblo que desde el gobierno utiliza el poder para colabomr en esa formación, impartida desde la enseñanza, la radio,

los diarios, la televisión, etc., en un proceso unificador en que el Estado,

debe actuar con energía para obtener la construcción de un país justo, libre

y soberano.

Es imprescindible trabajar sobre el concepto de la unidad popular, que

ya late como ilusión, hasta en aquellos que no votaron al actual gobierno. Es un signo audible de la hora el anhelo de unidad popular, de ansias de

paz y de transformación revolucionaria. El pueblo anhela una conducción firme en que el Estado, agonizante el viejo liberalismo, tome re11l interven­

ción en la defensa de lo nacional tal cual el movimiento popular hoy en

el gobierno lo está concretando con la jefatura del Teniente General Perón. El viejo ''Régimen'' al que soñara destruir Y rigoyen aún está vivo. De­

penderá del propio pueblo que sus raíces se estirpen una a una y que las

horas malditas e infames de la entrega no vuelvan. Uno a uno, los pm:~blos de América Latina han de liberarse en el viejo sueño de San Martín y

Manuel U garte. Ese es nuestro desafío y de nosotros, de uno y de cada

uno, en un proceso de paz y de unidad para la revolución constructiva

dependerá lograrlo. La revolución constructiva significa el logro de la auto­

determinación total y de que lleguemos a ser auténticamente dueños de

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nuestras inmensas riquezas naturales, inventariarlas y disponerlas para una puesta en marcha de un plan industrializador que rompa el viejo esquema de la dependencia. La "generación intermedia", presente en esta hora, ha de cumplir su función.

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DOCUMENTO DEL

MOVIMIENTO NACIONAL YRIGOYENISTA

"LOS YRIGOYENIST AS EN LA HORA DE LA LIBERACION"

1. RATIFICAMOS NUESTRO APOYO AL GOBIERNO DEL PUEBLO Y A LA RECONSTRUCCION NACIONAL.

El masivo respaldo popular al pro­ceso de Liberación Nacional, expre­sado por el 62 % del pueblo y

apoyado espontáneamente por otro 25 % de argentinos permite poner en marcha la tarea de la Reconstrucción Nacional mediante un sólido, fuerte y dinámico poder. Surge así nuestro primer objetivo instrumental: garan­tizar la estabilidad del Gobierno del Pueblo. Aspiramos a una coincidencia plena para acelerar el proceso, especialmente junto a quienes contribuyen dinámicamente y no para neutralizarlo o desviarlo desde adentro.

2. APORTAMOS TRADICION HISTORICA Y UN PROYECTO DE FUTURO.

Hay una manifiesta voluntad orientada a construir definitivamente el Movimiento Nacional, integrado por todos los sectores

de tendencia nacional y revolucionaria. El yrigoyenismo está para aportar el estamento medio argentino al Movimiento Nacional, que lidera Perón, desde una organizada perspectiva radical. El pueblo es consciente que sólo un gran movimiento es capaz de servir de instrumento político de la em­presa histórica: reconstruir y liberar la patria.

3. LAS CONSIGNAS PARA LA Con la simple aplicación del método de GRANDEZA NACIONAL. renovarse para continuar, el régimen su-

mió al país en un estado caótico. Los intereses que han medrado al ser­vicio de la dependencia obtuvieron resultados: desnacionalización económica, colonialismo cultural, injusticia social y empobrecimiento general. Lo que no lograron es derrotar el espíritu de lucha del pueblo argentino. Hoy, a

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lo largo y ancho de la N ación miles de soldados responden al gran proyecto nacional al calor de consignas básicas que, como integrantes del Frente Justicialista de Liberación -desde su constitución en 1972- los radicales

yrigoyenistas nos comprometimos a realizar:

- Argentina Potencia: como expresión de voluntad nacional y respuesta a un orden internacional que pretende el someti­

miento a los designios del imperialismo. Es una proyección al mundo, afir­

mativa de la plena independencia política y económica de la República fundada en la igualdad jurídica de los Estados.

- Reconstrucción Nacional: como meta inmediata para lograr los altos

fines de la liberación, mediante la modifi­cación sustancial de los objetivos políticos y deo la estructura socioeconómica

de la Nación que comprende: rompimiento de las ataduras externas; des­

arrollo y socialización de la economía; la participación popular; la demo­

cracia representativa sin restricciones; una sociedad abierta, libre y en cons­tante expansión de sus factores materiales y culturales para beneficio del

pueblo; un federalismo efectivo; una real igualdad de oportunidades; una

política internacional independiente y la realización integral del hombre.

- Unidad Nacional: para impulsar la Revolución y garantizar al hombre

argentino su seguridad y su libertad en los términos

del socialismo nacional fundado en la participación del pueblo y en la vo­

cación de patria sobre la cual se afirma la existencia de la Nación.

4. LA GENERACION INTERMEDIA.

Respondemos a la convocatoria para el Encuen­tro Político de la Generación Intermedia conven-

ciclos de la legitimidad de la iniciativa por considerarlo uno de los más dicientes recursos revolucionarios con que cuenta el Movimiento Nacional. Es de nuestras filas desde donde partió en 1966 el primer esfuerzo para articular la necesaria comunicación, la información y la capacitación de los

dirigentes políticos para el proceso de Liberación Nacional. Las genera­ciones que están en plena actuación histórica asumen la responsabilidad de los errores y de los aciertos. Nuestra generación toma para sí la proyección

de la Argentina del año 2000, dispuesta a coexistir, no solamente a suceder,

con quien~s ejercen el poder de decisión. En el período de gestación de

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nuestra serie generacional no renunciamos a la gestión, pero admitimos una subordinación revolucionaria en tanto y en cuanto sirva al logro de las metas históricas .

. Estamos listos para dar nuestro aporte al cambio, no para tolerar los devaneos proimperialistas del statu-quo.

El Movimiento Nacional Yrigoyenista como esfuerzo organizado de fu­turo ofrece su vocación de servicio en el marco del principio de que la patria es una totalidad, donde nos fundimos, superior a cada uno de nuestros grupos, en el entendimiento que las metas se alcanzarán impul­sadas por los sectores sociales revolucionarios que dinamizan y marcan el rumbo de la. Nación hacia la liberación, la justicia social y en definitiva el socialismo nacional.

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DOCUMENTO DEL MOVIMIENTO NACIONAL PERONISTA

Cumpliendo con la convocatoria de la Secretaría General realizada a través de la Secretaría Política de la Presidencia, siguiendo las directivas del General Perón, se ha concretado este Primer Encuentro de la Genera­ción Intermedia. El MNP manifiesta su total adhesión al Documento de Coincidencias Básicas que posibilitó esta reunión.

Creemos como lo ha dicho nuestro Conductor en la necesidad de res­catar esta Generación Intermedia, proscripta durante muchos años de una real participación en el proceso político argentino. Generación Intermedia que tiene una importante misión que cumplir en el proceso natural de transvasamiento en todas las áreas del quehacer nacional.

Pero para ello vemos la necesidad de la preparación, capacitación y conocimiento mutuo, de manera de cumplir con el ineludible requisito his­tórico de actualizar y revitalizar los modos de la acción y de la participa­ción política, es decir poder llegar a una "unidad política mediante la cultura política".

Y este llamado, el General Perón, lo realiza a todos los argentinos con­vencido que desde el entendimiento mutuo y no del enfrentamiento ha de poder realizarse la verdadera Reconstrucción Nacional en el marco de una Democracia Integrada que asegure el camino de la Institucionalización que la mayoría de los argentinos ha plesbícitado en las urnas.

El MNP, consecuente con esta política marcada por nuestro Conduc­tor, ha de aportar para que esto que hoy se inicia tenga la continuidad que asegure, trascendiendo todo personalismo, que los cuadros intermedios constituyan una verdadera reserva de dirigentes capacitados para la con­ducción en el momento que ella sea requerida.

Y esta importante tarea la queremos realizar con todos los partidos polí­ticos y nucleamientos sociales y económicos que comprendan la importancia

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de lo que hoy iniciamos, entendiendo que el papel histórico de esta Gene­ración es fundamental en el proceso político argentino para cumplir las metas que nuestro pueblo ha marcado: la justicia social, la soberania polí­tica y la independencia económica.

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DOCUMENTO DEL

MOVIMIENTO POPULAR NEUQUINO

El Movimiento Popular Neuquino concurre a esta jornada de encuen­tro de la generación intermedia que actúa en las agrupaciones políticas populares, con la decidida actitud de adherir al espíritu y fines de su concertación.

No ha sido práctica de los partidos políticos, procurar coincidencias. Y, sin embargo, se han logrado. Y ya son historia. Y es reconocido que la determinante ha sido el pensamiento rector del Teniente General Perón.

La coincidencia propuesta hoy es más novedosa aun; porque hace la filosoflía humanista de la historia política; porque asume el hecho interna­cional de conflictos generacionales dados en el ámbito de las familias y de los gobiernos; y porque en definitiva, asume un período de nuestra historia política que condenó colectivamente a la frustración a millares de argen­tinos, que tenían vocación y capacidad para participar en el destino na­cional. Nuestra generación intermedia quedó sin escenario para personifi­carse, porque Uf\ sistema de límites y de encrucijadas hizo un recodo en la trayectoria de la voluntad de las mayorías.

Para lo humano no se avienen las divisiones o clasificaciones por el tiempo, la edad, o el sexo. Ni todo lo viejo es malo ni todo lo nuevo es bueno. Los géneros masculino y femenino tampoco definen intrínseca­mente calidades valiosas en función social. Y mucho menos será sostenible dividir la sociedad argentina en jóvenes y no jóvenes, para efectuar sobre esa base nucleamientos con encuadre partidario y con una ideología para cada edad.

Los dirigentes de las agrupaciones populares no hacen estas reflexiones como filosofía académica. Advierten que hay actitudes de sectores que pro­mueven tales nucleamientos; que ello configura un hecho político; que vuelve a anular la participación de la generación intermedia; y lo que es

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más grave: desvirtúa la doctrina peronista de absoluto consenso popular y la desinterpreta en lo que tiene de ideario para una Argentina sin clases e indivisa en sexo, edad, oficio o profesión. Doctrina que define la identi­dad del ser argentino en la lucha contra la dependencia exterior, la injus­ticia interior y el estancamiento que apuntalan los reaccionarios.

Por tales hechos e ideas el Movimiento Popular Neuquino apoya la apertura gubernativa al juego de la generación intermedia. Y auspicia que los partidos políticos adiestren los futuros dirigentes de la sociedad en las escalas de la formación, selección y ejercicio de las funciones políticas. Ello coincidirá con la tesis del equilibrio generacional que ha impuesto en la práctica del Estado. el excmo. señor Presidente de la República Teniente General Juan Perón.

Con estos fundamentos prestamos nuestra adhesión a este reconfor­tante encuentro de la generación intermedia, que pudo soñar lo que no fue y que hoy se reencuentra para serlo, sirviendo a Argentina.

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DOCUMENTO DEL MOVIMIENTO. SOCIALISTA PARA LA

LIBERACION NACIONAL

Cuando el golpe militar del 28 de junio de 1966, además de su repu­diada dictadura, hizo tambalear el andamiaje de una "democracia" ficti­cia, anquilosada e inepta; cuando abruptamente sacó las piezas que hasta ese momento se movían en el tablero del sistemo demo-liberal, asumimos -como militantes primero y como organización después- la realidad con­creta de nuestra patria.

Este proceso interno hizo que diéramos por fin la cara a lo concreto: a nuestro pueblo, a su conductor, ¡a Su Futuro!

Cuanto más nos acercábamos a esa realidad que tuvimos desde siem­

pre al alcance de la mano, más nos alejábamos de aquellos que con alam­bicadas disquisiciones se autoimpulsaban cada vez más lejos de dicha realidad.

Comprendimos que debemos aportar a esta lucha de Liberación Na­cional y Social, pero asi también que esta no es -aún- la que permite ingresar de pleno en la realización de nuestro objetivo: el Socialismo Na­

cional y que la potencialidad que diariamente desplegaba ante nuestros ojos la lucha del pueblo debia hacernos centrar nuestras miradas en la clase trabajadora (única que posibilita la Liberación Nacional y Social), en la

lucha de los trabajadores, de sus organizaciones, con sus banderas y con su Lider.

Fue asi como llegamos conscientes del lugar que nos correspondía, esto es, junto a la clase trabajadora y sus expresiones; y del papel que debla­mas protagonizar -profundizar el camino emprendido por los trabajado­

res- a incorporarnos primero al Frente Civico de Liberación Nacional. Y más tarde, desde su formación, fuimos parte activa de la estructura política que concitó el masivo respaldo popular al proceso de Liberación Nacional y Social, nos referimos al triunfante Frente Justicialista de Liberación.

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Hoy los que componemos el Movimiento Socialista para la Liberación Nacional no podemos desprendernos de esta realidad en la que estamos inmersos,a diferencia de las demás expresiones de la ''izquierda'' estamos luchando en el campo del pueblo, en el de sus concretas organizaciones, no enfrente, no afuera. Estamos colaborando y participando de un proceso duro, difícil y fundamentalmente preñado de marchas y contramarchas, pero imprescindible para concretar una N ación independiente, estamos pues debatiendo y apuntando a nuestra propia realización, ya que ningún indi­viduo se realiza en una sociedad que no se realiza.

Nos desprendimos de un lastre muy pesado, de una tradición poco menos que histórica, rechazamos Ias abstracciones irracionales, la absurda pero repetida pretensión de modificar desde la cátedra magistral la con­ciencia de los trabajadores, reiterado error que ya es conducta secular en nuestra "izquierda cipaya ", en síntesis: abandonamos los moldes prefa­bricados que limitan la posibilidad de avanzar haciendo que el pensamiento se encasille, se "embrete" y no trascienda ciertos y determinados límites, recuperando entonces la riqueza fundamental del pensamiento libre sin pre­conceptos, sin perjuicios, abandonamos fundamentalmente las autofronteras que limitan la visión. ¡Y comprendimos entonces, que había un mundo por crear!

Sostenemos hoy también, luego de este análisis, que los integrantes de una sociedad no se dividen entre sí por su sexo, por su color o por su edad, rechazamos los planteos que enfrentan a las razas entre sí, a los sexos entre sí y a las generaciones entre sí, sabemos que en última instancia estos enfrentamientos se superan básicamente con la resolución de dos contradicciones fundamentales: la primera que enfrenta a todo un pueblo contra su amo imperial, y la segunda que ubica como contendientes a los explotados y a sus explotadores.

Hoy sabemos que los explotados de nuestro país solo obtendrán su reivindicación histórica, cuando la patria deje su condición de colonia y para que esto sea posible es válido que las generaciones como tales hagan su aporte. Los que por razones biológicas pertenecemos a esta llamada "Generación Intermedia" podemos y debemos participar unidos en virtud de nuestras propias experiencias y en función de nuestras propias expecta­tivas en el Frente de Liberación Nacional que debe dar la batalla contra el imperialismo. A este Frente podrán acceder los jóvenes como tales; los

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estudiantes, los sacerdotes con vocacton popular y antümperialista, los mi­litares con conciencia nacional, etc., pero somos conscientes que el eje indu­dable ha de ser la organización política que representa los reales intereses de la clase trabajadora, pues ésta es la columna vertebral y motor funda­mental del proceso de Liberación Nacional y Social que estamos iniciando en nuestra Argentina.

La hora nos señala algunas premisas básicas que deben ser ineludi­blemente asumidas por la totalidad del pueblo de la Patria: como primera y fundamentales el acudir con todas nuestras posibilidades al llamado que a la Reconstrucción Nacional hace el Líder de nuestro pueblo, el General Perón. Reconstruir la Nación no implica dejar de lado durante un cierto y determinado lapso de tiempo la ofensiva contra el imperio opresor, muy por el contrario, nada podemos reconstruir sino atacamos de raíz al origen de la destrucción de la Patria. Hay que superar 6.500 millones de dólares de deuda externa, hay que armar nuevamente un Estado derruido, hay que unir nuevamente a un pueblo dividido. No soyo hay que atacar los efectos de la destrucción, sino también la causa de la misma, la tarea pues es doblemente dificultosa, requiere reconstruir la fortaleza al mismo tiempo que se combate contra el enemigo. Hay que avanzar cotidianamente en la lucha contra los monopolios en la lucha contra los grandes centros de poder. Hay que ampliar las bases geopolíticas de este enfrentamiento. Al imperialismo del que somos sociedad periférica lo debemos enfrentar todos los que sufrimos sus nefastas consecuencias, aunque parezca paradoja} para la reconstrucción de la Patria, necesitamos imperiosamente la construcción de la Patria Grande, la frase del Conductor del pueblo ante esta tarea que hoy debemos asumir se torna más vigorosa que nunca: ''El año 2000 nos encontrará unidos o dominados".

El otro basamento del accionar que indica el momento, es la necesidad fundamental de eliminar la concentración del poder en las manos de aquellos que concretaron la dominación de la antipatria y el sojuzgamiento de nuestro pueblo. Se debe difundir el poder por las bases, cada hombre de nuestra Patria, cada habitante de nuestro suelo debe participar del hacer creer, del reconstruir y del liberar.

Varias son las fórmulas que están a nuestro alcance, desde la acción militante y cotidiana, hasta la progresiva participación de los trabajadores en la dirección económica de las empresas en las que desarrollan su actividad.

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Así caracterizamos la actual etapa, la de un pueblo que lucha por realizar una Nación socialmente justa, políticamente libre y económica­mente soberana, pero que tiene trazadas líneas de proyección y cursos de acción hacia un futuro que nosotros descontamos cercano, el reemplazo de las estructuras opresoras del hombre, por una sociedad más justa aún, más libre aún, más soberana.

Este proceso nacional ineludible se inscribe en la lucha de Liberación de todo un continente~ Este proceso social al que asistimos y del que somos protagonistas se ubica en el acercamiento a una nueva, a una diferente concepción de la sociedad y del hombre que hoy campea en el desarrollo histórico de los pueblos: vamos a participar, vamos a vivir la etapa socia­lista en el marco nacional.

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Señores:

DOCUMENTO DEL

PARTIDO CONSERVADOR POPULAR

el PARTIDO CONSERVADOR POPULAR ha respondido positiva­mente a esta convocatoria realizada por el Gobierno de la N ación a través de su Secretaria General y lo ha hecho no sólo por la circunstancia de integrar el Frente que lo consagró, sino porque la misma es coherente y complementaria de la movilización de la Generación intermedia realizada a nivel partidario a partir de la Ira. reunión nacional realizada en el Hotel Crillón de Buenos Aires el día 27 de octubre pasado.

Es con el aval de esa micro experiencia partidaria que podemos afir­mar que no dudamos del éxito de esta empresa y del fermento que han de constituir las ideas que en ella se generen.

Entendemos que la Generación Intermedia no se define sólo como un estado biológico sino como una actitud vital ante el proceso de cambio que vive el país, y que su misión debe ser definida con claridad pues la sucesión generacional no es expectativa de futuro sino exigencia acuciante de un presente que reclama nuestra decidida participación.

El Proceso de Reconstrucción Nacional es la realización de un Pro­yecto de Unión Nacional elaborado por la Generación Mayor a la que podemos llamar el presente. Este Presente dene un plazo inexorable de reemplazo y esto será la responsabilidad de la actual Generación Interme­dia. Del hecho de que esta generación tenga su propio proyecto de unión nacional dependen en gran medida la continuidad institucional, el futuro de nuestra Patria y probablemente nuestra existencia misma como nación.

El vacío generacional que percibimos reconoce un origen visible en el largo periodo de interrupción constitucional que comienza en 1955, pero tiene un alcance que trasciende el ámbito de nuestra propia nacionalidad,

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ya que al margen de las circunstancias que dan al fenómeno características particulares en nuestro país, el problema generacional tiene vigencia mundial.

El choque entre las civilizaciones y culturas tradicionales y las nove­dades de la civilización científica y tecnológica produce el derrumbe de las estructuras sociales y económicas que no se adapten a, las nuevas condi­ciones. Esas culturas eran el apoyo y marco indispensables dentro del cual se desarrollaba la vida de nuestros padres y de nuestros abuelos y ellos, salvo escasas y honrosas excepciones, se aferran a ese apoyo. Los jóvenes por su parte rehúyen esos patrones de vida buscando ansiosamente un nuevo andamiaje social, introduciéndose así en las relaciones generacionales el falso dilema de quedarse con las estructuras tradicionales y renunciar al progreso o abrirse a las novedades de la ciencia y de la técnica aplicadas a la producción pero rechazando con la cultura del pasado también aquéllos valores que nosotros consideramos eternos e inmutables. Este es también un diiema generacional, en tanto los fenómenos sociales descriptos son vivi­dos por generaciones sucesivas y ante él la Generación Intermedia tiene una función excepcional de enlace, de intérprete de las inquietudes juveniles por nuevas formas sociales y de selección de aquellos valores permanentes o transitorios pero rescatables de la estructura social que ha vivido la generación mayor.

Esta formulación del conflicto generacional a nivel mundial amplia el esquema de una Generación Intermedia marginada circunstancialmente por el devenir político nacional y convierte a éste en mero factor de refuerzo del fenómeno que acentúa sus efectos. Nos obliga además a estudiar más profundamente las características de ese conflicto de las generaciones que han penetrado o están penetrando en la civilización científica¡ y tecnológica, a fin de no equivocarnos en el momento de definir la misión que nuestra generación ha de imponerse, si quiere responder al llamado de la Historia y cuáles son los métodos que ha de emplear para dar cumplimiento a ella.

El desarrollo de una nueva civilización y la progresiva complejidad de las relaciones sociales hacen necesaria la vigencia de un orden social justo, de los principios de la convivencia democrática, de la libertad con sentido social y de la apertura a lo espiritual, facilitando el desarrollo inte­gral del hombre como centro del quehacer social organizado.

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El logro de esta orden social implica un proceso de cambio que reco­noce como fundamento necesario el afianzamiento de la normalidad cons­titucional, su fortalecimiento a través del equilibrio dinámica del poder y la continuidad vigorosa de las instituciones democráticas.

Ese proceso de cambio, a su vez, para resultar válido debe instru­mentarse de forma tal de alcanzar la paz como fruto de la justicia y requiere de un orden económico al servicio del interés nacional, que con­efectiva unión de los factores económicos, desterrando la sectorización y tribuya decididamente al ideal de Argentina Potencia y que permita la las falsas antinomias, fortaleciendo las exiguas economías regionales y evi­tando las injustas despoblaciones por falta de oportunidades.

La Argentina debe desarrollar una vía no liberal para el capitalismo que permita el acceso a los beneficios de la etapa industrial y post-industrial sin sufrir los efectos negativos del liberalismo y sin caer en la falsa alter­nativa del socialismo Marxista-Leninista.

Debemos aprovechar los últimos avances y experiencias en materia de análisis de gestión, de manera tal de poder evaluar el grado de eficien­cia en la utilización de los recursos evidenciada por los distintos sectores de la administración pública, administradores de empresas del Estado y empresarios privados. En este aspecto debe rechazarse el argumento de que todas las Empresas del Estado dan pérdidas pero establecer un sistema efec­tivo de control de la sana administración de los recursos aún en la apli­cación de políticas deliberadamente deficitarias.

El Estado debe asumir con plenitud su función correctora de las estruc­turas productivas, desalentando las inversiones tendientes a la producción de bienes superfluos para el consumo interno, alentando aquéllas que tien­dan a la producción de bienes industriales exportables y al desarrollo de nuestra producción agropecuaria e interviniendo directamente en aquéllos proyectos de infraestructura que requieran grandes inversiones de capital.

En el ámbito de la cultura debe tenderse a la revalorización de la Cultura Nacional preservando el principio de la libertad del hombre a elegir del acervo de la cultura nacional y universal los módulos de formación, que permitan alcanzar el desarrollo pleno de su personalidad -superando las falsas concepciones que desconocen su esencia- y volcar los frutos que contribuyan al enriquecimiento de la comunidad. La Universidad no debe

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c;cr considerada un órgano independiente en este fundamental quehacer ni al scrdcio de elites divorciadas de la realidad nacional, sino que debe cons­tituirse en instrumento que permita la formación social, científica y técnica del hombre al servicio del interés nacional.

Nuestra política exterior debe tender a un orden justo en correlación con los ideales nacionales que nos animan, propiciando el entendimiento de los estados, repudiando toda forma de hegemonías, ya sean fundadas en el poderío belico, económico o de cualquier índole, a fin de llegar a un universalismo fundado en la igualdad y respeto de las naciones que per­mita alcanzar una paz basada en los principios de la justicia.

Refirmamo~ el valor de las coincidencias políticas y de la alianza de clases que permiten la adecuación de los intereses particulares o de sector a los intereses nacionales y afirmamos que la efectiva alianza generacional, [•1 abrir los canales del diálogo con la generación mayor y con la juventud, facilitará la concreción de un proyecto representativo del sentir nacional.

Condenamos la violencia enquistada en el seno de un proceso político inédito por su limpieza, por el respaldo popular que lo sustenta y por el consenso n3cional que lo acompaña. ''Hemos padecido interferencias que han envilecido gran parte de nuestra vida política. Ha llegado la hora de sacudir los vínculos de la dependencia y proclamar realmente la soberanía del Pueblo Argentino. Al hacerlo no ofendemos, no herimos ni somos injustos; solamente procuramos consolidar las bases de la soberanía nacio­nal y realizar en paz el destino de un pueblo que quiere vivir en paz".

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DOCUMENTO DEL

PARTIDO POPULAR CRISTIANO

Cuando los hombres que han asumido un compromiso de militancia política en el país, son convocados a dialogar sobre los grandes problemas nacionales -tal el caso de este primer encuentro de la generación inter­media- y se disponen a hacerlo con la convicción de que la unidad na­donal, es el requisito necesario para construir un proyecto político tras­cendente, se renueva la fe en el futuro de nuestra Nación y el destino final de nuestro pueblo.

Es con esta certidumbre, fruto de la experiencia vivida estos días y del clima de convivencia y realización constructiva que se palpa en nuestra Argentina, que los hombres del Partido Popular Cristiano, sumamos nuestro aporte a esta reunión.

Al hacerlo, queremos manifestar, que nuestro compromiso político nace inserto en la vocación común de nuestro pueblo de construir en la unidad un vasto Movimiento Nacional y Popular, capaz de permitirle superar las contradicciones del presente y realizar una Revolución auténtica, que con­duzca a una efectiva transferencia del poder a las mayorlas nacionales.

Al hacer referencia al Movimiento Nacional y Popular, estamos alu­diendo a un proyecto político que tiene un largo recorrido histórico, en el cual 1973, simboliza a nuestro juicio el reencuentro de los argentinos con su propia esencia, la asunción de una fecundidad renovada y la certidum­bre de que lo único válido y permanente es la concreción de la unidad nacional en el marco de un gobierno popular y por tanto, auténticamente representativo de las grandes mayorías.

Ese es el sentido del 23 de setiembre y de la masiva elección que consagró Presidente al General Juan Domingo Perón.

Argentina vive la hora áe la verdad. Han terminado en el país las falsas mediaciones que signaron toda¡ una época de nuestra historia reciente

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y marcaron a nuestro pueblo con enfrentamientos estériles, que abrieron cauce a la penetración imperialista y a los regímenes irrepresentativos y opresores.

Hay una solidaridad compartida de la comunidad nacional y una nueva conciencia de participación de la que debe emerger un nuevo y revolucionario Proyecto Político. Por ello, hablar, en la Argentina, de cambio, reconstrucción y liberación nacional, no debe ser el resultado de la reflexión de cenáculos políticos, sino el dinámico reflejo de la experiencia viva de nuestro pueblo.

Hay un camino nuevo para la realización argentina, que debe partir de la reconstrucción necesaria de todo aquello que ha sido destruido por años de sometimiento y dependencia.

En primer lugar se impone la ''reconstrucción moral del hombre ar­gentino", frente a una sociedad, imaginada por algunos, en función del consumo y el desarrollo desenfrenado, en la cual los hombres quedan some­tidos por la alienación caracteristica del neocapitalismo moderno. Sociedad de consumo, que está conduciendo a la crisis sin salida de los pueblos opu­lentos y colocando en grave riesgo la realización de la humanidad, víctima del despilfarro de los poderosos, de la contaminación ambiental y la explo­tación irracional de los recursos naturales.

Reconstruir el hombre argentino exige poner el acento en los objetivos sociales y humanos, en un proceso de desarrollo integral. Dar prioridad al consumo social, que es inversión en justicia y en realización nacional. La Argentina Potencia se configurara esencialmente por la alta calidad de nuestros recursos humanos, por la solidaridad activa de nuestro pueblo y

por nuestra vocación de fraternidad colocada al servicio de la unidad de América Latina.

Implica también la preservación del pluralismo político, asumido por el pueblo y fundado en el consenso y la unidad en torno a los grandes falores y objetivos del conjunto de la comunidad nacional, expresión con­vergente de todos los intereses y sectores sociales.

Ello ·nos permitirá construir con sentido humano y justicia social una democracia fecunda, basada en la participación del pueblo en el poder politico, económico, social y cultural e instrumentada a través de una socialización enraizada en nuestros propios valores culturales.

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Esta es la tarea a realizar que permitirá concretar el nuevo proyecto histórico que reclama una Argentina Liberada, síntesis fecunda de los va­lores, aspiraciones y objetivos de nuestro pueblo. Su formulación, será el resultado del aporte de todos los sectores y el fruto de la madurez de la comunidad nacional.

Como hombres del socialcristianismo en la Argentina estamos dispuestoS­a brindar todos nuestros esfuerzos. Entendemos que esta es hora de sumar. Tenemos una fe profunda en el destino trascendente de nuestro pueblo y en l'a concreción histórica de la Patria Grande Latinoamericana.

Estamos también seguros, que en la vocación nacional, popular, huma­nista y cristiana de los argentinos, está ya en germen la nueva realidad, que aspiramos signada por nuevas relaciones sociales fundadas en la solida­ridad, la justicia y la personalización creciente de "todo el hombre y de todos los hombres".

Este encuentro implica además, el reconocimiento de la necesidad de fortificar y clarificar la existencia la existencia de una generación que no siempre ha encontrado en el país canales aptos de protagonismo político.

Es difícil definir los límites y el marco referencial de una genera­ción, pero entendamos a ésta como la que se vio sometida en el pasado a opciones sin grandeza y hoy superando los enfrentamientos se siente conceptualmente unificada en una tarea de reconstrucción revolucionaria y liberadora.

Podríamos definir a esta generación como la del pr.oyecto del con· senso nacional, entendiendo por tal aquel que más allá de sectarismos in­tenta soluciones políticas que satisfagan las apetencias de la totalidad de los sectores nacionales identificados en su lucha contra la dependencia.

Quienes tienen el manejo de la decisión transitan preferentemente por la coyuntura y deben asumir una actitud realista ante las situaciones que se le plantean. Hay quienes no asumen ningún compromiso con el pre­sente y suelen estar tentados a idealizar modelos doctrinarios, no siempre posibles de ser encarnados en un tiempo histórico determinado. Los que pertenecemos a esta generación, que hemos dado en llamar intermedia, nos sentimos identificados en la tarea de construcción de un proyecto histórico de consenso nacional que imagine las formas concretas del cambio revolu­cionario e institucionalice la más fluida participación popular en todos los niveles de las decisiones de gobierno.

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El transvasamiento, que no es otra cosa que el relevo generacional, no tiene por qué ser ni abrupto ni violento, pero implica inexorablemente, un hecho histórico reflejado en un cambio de encuadramiento del país y un nuevo esquema de valores a ser sostenidos como fundamento de la comu­nidad en la cual se participa.

Cada generación tiene un tema en común y gesta sus arquetipos. El tema es el proyecto revolucionario y liberador y los arquetipos surgirán <le la lucha y se enconden en cada uno de quienes a partir de esta espacio vacante interpreten la voluntad de los sectores marginados, asuman las ban­deras de la reconstrucción nacional e implementen las pautas de un mundo 1nás solidario.

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DOCUMENTO DEL PARTIDO REVOLUCIONARIO CRISTIANO

DOCUMENTO PARA EL "ENCUENTRO DE LA GENERACION INTERMEDIA''

"Sólo se exige a los cristianos que sean auténticos. Esto es verdaderamente la REVOLUCION".

Emmanuel Mounier

Después de los últimos comrcros el gran requerimiento argentino es: unirse para el bien común. Urge dar al Estado una conducción coherente, compartida y estable, ahorrándole al país enfrentamientos y sectarismos inútiles.

Toda una generación -que hoy tiene entre 25 y 50 años- tiene con­ciencia de la situación corrupta y opresiva de la Argentina en los últimos años. Estas condiciones justificaron --en su núcleo más joven- el surgi­miento de grupos armados y de protesta popular, cuyas acciones represen­taron uno de los principales factores de presión sobre la dictadura militar. Una gran parte de ellos han acreditado una profunda vocación revolucio­naria de raíz argentina y latinoamericana.

Sin embargo la "profesionalización" de esta lucha y la influencia de una mentalidad materialista han producido efectos negativos. Por un lado, d hombre ya no es dueño de la violencia sino al revés; por el otro, no es posible a esta altura ignorar el pronunciamiento del pueblo, pretendiendo impomr la ley de la selva como método para dirimir conflictos políticos. Esto significa desdén por el pueblo y no tiene nada que ver con la liberación.

El otro núcleo de esa generación compartió con los más jóvenes gran parte de la resistencia a la dictadura y la lucha electoral. Es sin embargo consciente de que la enormidad de la tarea revolucionaria requiere otra actitud. No basta solamente poseer principios revolucionarios y actuar de acuerdo a ellos en defensa del pueblo; es también imprescindible superar el individualismo, el .dogmatismo y el espíritu de facción. Estas son, preci~ samente, las características del sistema que se está impugnando y que se busca transformar.

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Es precisamente en este plano donde se da el verdadero desafío para la llamada "generación intermedia": acabar con el sectarismo, el mono­polio partidista o particularista del poder y tratar de nuclear a todos los sectores de signo nacional y popular. Esta generación surge como la ga­rantía de la vigencia del orden institucional, e instrumento para la trans­formación revolucionaria.

La protección de los derechos de todos los argentinos contra la arbi­trariedad de la fuerza y la persecución ideológica sólo será posible en un marco de respeto por la persona humana, por lo que la Democracia Cris­tiana viene luchando desde su integración como partido político.

El orden que esta generación propugna no es sólo nacionalizador sino socializador de los factores de dominación económica. Es la generación superadora de un sistema que perpetúa el privilegio, y que avanza hacia una sociedad comunitaria y pluralista en la que el pueblo organizado desde las bases, ejerza su derecho a la información, a la participación, represen­tación y control directo de sus gobernantes, así como de los programas de gobierno nacionales y locales.

Reivindicamos una sociedad que afirme la supremacía del trabajo sobre los demás factores productivos. Una democracia económica que impida la concentración de bienes de servicio en función de grupos e intereses mino­ritarios como medio de dominación particular.

Compartimos con el Gobierno Popular la visión de la Patria Grande a partir de una Confederación Andino Platense y en vinculación con los demás países latinoamericanos. La; Argentina Potencia es la Argentina soli­daria con los pueblos del continente, únicos aliados para la liberación y que debe reasumir su responsabilidad histórica en la región.

Sólo así se podrá instaurar una sociedad justa, es decir, socializada. Ello implica no sólo un cambio estructural sino la creación de toda una cultura nacional. Una nueva dimensión y proyección del hombre, no mero ejecutor de consignas sino protagonista libre y responsable de su destino histórico. Una comunidad pluralista, rica en su diversidad espiritual Inte­gradora y no excluyente.

Sin estas premisas fundamentales, la generacwn intermedia no podrá hablar de liberación, humanismo o socialismo, ni habría posibilidad de concretarlos.

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DOCUMENTO DEL PARTIDO SOCIALISTA POPULAR

Compañeros:

El PARTIDO SOCIALISTA POPULAR está aquí debido a la volun­tad unánime de sus militantes en el sentido de estar junto a la expresión auténtica de las mayorías nacionales y junto a ellas trabajar activamente .en el proceso de la Liberación Nacional.

En Argentina 1973, en este proceso que estamos viviendo no caben las expectativas de afuera; estamos convencidos de que todo el proceso va a desembocar en la Liberación de nuestra Patria si se forja en la coinci­dencia política y en la lucha común.

En ese sentido todos debemos esforzarnos para que en este tipo de <:onvocatorias, en la de hoy como en las que vendrán, no esté ausente ninguna fuerza política que represente a sectores populares de nuestro país.

Si así no se hace y en consecuencia se marginan se<:tores represen­tativos del pueblo argentino, se estará apoyando a los enemigos de la Patria que hoy en la Argentina tienen nombre y son el Imperialismo y la oligar­quía nativa a ellos aliada.

Contra estos enemigos la lucha es y deberá ser sin cuartel, pero las mejores condiciones para darla es sumar a los distintos se<:tores del pueblo por encima de los falsos antagonismos que siempre han alentado el Impe­rialismo y la oligarquía en nuestro país.

Ratificamos una vez más que el camino de la liberación debe comen­zar por la nacionalización de los sectores básicos de la e<:onomía que se hallan en manos de los monopolios extranjeros y por la expropiación a la oligarquía nativa, poseedora de enormes latifundios.

En definitiva, que las palancas de de<:isión que hacen al desarrollo de la N ación estén en manos del pueblo argentino.

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En el ocaso de 1973, año signado por la decisión absolutamente mayo­ritaria del pueblo de alcanzar su Liberación, el PARTIDO SOCIALISTA POPULAR compromete sus esfuerzos militantes para que 1974 represente un escalón más alto en la meta, que se consolide el proceso abierto de ins­titucionalización y que la voluntad monolítica del pueblo expulse a cual­quier camarilla golpista que quiera usufructuar el poder popular.

Ratificamos, en consecuencia, las coincidencias básicas a las que hemos arribado en esta convocatoria, afirmando la necesidad de profundizarlas para erribar a la construcción de la patria independiente en camino hacia el SOCIALISMO, con libertad y bienestar pleno para todos los habitantes.

En la convicción de que para un argentino no hay nada mejor que otro argentino, rendimos nuestro homenaje a todos los argentinos que han caído en la larga lucha de la emancipación nacional.

1.20

DOCUMENTO DEL

PARTIDO UNION POPULAR

Compañero Presidente, Compañero Secretario y Compañeros de los distintos sectores políticos, gremiales y económicos presentes en este Congreso.

Venimos aquí, como lo hiciera nuestro Partido en anteriores convo­catorias del Excmo. Sr. Presidente de la Nación, Teniente General D. Juan Domingo Perón, con el deseo de brindar nuestro máximo esfuerzo a la tarea de lograr el encuentro político de la generación intermedia, idea que apoyamos con sinceridad.

Debemos pues, decir de nuestras verdades y de nuestras inquietudes, por cuanto creemos así cumplir con nuestro deber como hombres de la República y como integrantes de un movimiento político.

La Unión Popular propugna una auténtica coincidencia, a partir de: 1) armonización doctrinaria y pragmática; 2) liberación de todas las ata­duras internacionales; 3) política económica al servicio del pueblo; 4) con­tribución de las Fuerzas Armadas a este proceso dentro del marco de la Constitución Nacional, y 5) constitución nacional que asegure no solo las garantías y libertades individuales, sino que plasme el insoslayable conte­nido social del que no puede ni debe apartarse el ejército de los derechos particulars y en la que encuentren cabida los resortes y principios jurídicos institucionales que posibiliten la auténtica reconstrucción y liberación

nacional.

En síntesis, una carta magna acorde con la época y las exigencias de nuestra Comunidad Organizada en la Argentina Potencia.

Lo que se propone en este Encuentro es un desafío a la generación invocada, para que asuma el rol que histórica y generacionalmente le corres­ponde. Es indudable que debe aceptarlo por cuanto sólo producirá un cambio en base a plena actividad y nunca en base a una actitud pasiva.

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De este modo, es como quedan ineludiblemente entrelazados los obje­tivos de Argentina Potencia y de Reconstrucción Nacional: porque sin lo segundo es imposible obtener lo primero. Es importante para ello consolidar y aumentar, si cabe, el apoyo general de la ciudadanía; que cada uno de los argentinos tome conciencia del papel que debe, individual y colectiva­mente desempeñar, adquiriendo, a la vez, el sentido de responsabilidad que emerge de una voluntad dirigida y dispuesta a la obtención de un fin determinado.

El primer pensamiento de los argentinos debe estar dirigido a la Ar­gentina. La Argentina Potencia debe determinar, por si misma, el lugar que quiere ocupar junto a las demás naciones y frente a todas las formas en que, internacionalmente,. se manifiestan las fuerzas que nos son extrañas.

Pensamos que debe entenderse la Liberación Nacional como la facultad de adoptar una actitud integral, por propia y libre decisión como Nación Soberana frente a todas y cada una de las demás naciones, como así tam­bién respecto de toda fuerza económica que constituya una organización multinacional.

Todo lo que venga después no será más que una consecuencia de esta gran coincidencia. Debemos, entonces, proceder a afianzar el sentido de un profundo respeto por el derecho de cada uno de nuestros compa­triotas, que debe hacerse sentir en todo orden de cosas. Simultáneamente, nuestro repudio a la violencia debe manifestarse con toda claridad. Debe entenderse que, durante el gobierno que representa a la enorme mayoría de los argentinos, la vía para solucionar los problemas del país no puede ser otra que la elegida por su propio pueblo, es decir: la del libre juego de sus instituciones.

Es preciso señalar que el objetivo final de la reubicación de la Argen­tina dentro del consenso de las naciones y, en particular, respecto de su posición en América Latina, sólo podrá obtenerse en el caso que ella se defina, a sí misma, como nación.

Las pautas de una reconstrucción nacional deben darse, pues, con la característica de un nacionalismo sanamente ejercitado y que tienda al des­arrollo y utilización de todas las riquezas.

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Las riquezas producidas deben ser repartidas, entonces, con un autén-

1ico seTltido de justicia distributiva que tenga en cuenta fundamentalmente

las necesidades de las clases populares que deben ser satisfechas como co­

rresponde. Esa será la forma de dar debido cumplimiento a un programa

~minentemente revolucionario que, teniendo el respaldo indudable y am­

pliamente mayoritario del pueblo, debe darse a través de sus instituciones.

La necesidad de asentar una democracia integral debe también consi­

derarse como de prioridad; para ello debe facilitarse la participación de

todos los sectores del país, pero impidiendo que, en el indebido uso de sus beneficios, conspiren para un futuro sin democracia y pretendiendo impo­ner ideologías que no condicen con la idiosincrasia de nuestro pueblo, ni .:on su tradición vernácula.

Ello nos lleva a determinar una reafirmación ideológica, originada en nuestro propio ser y en la conveniencia de poder enfrentar las distintas

posturas mundiales, con la firmeza y claridad que sólo permite una posi­ción definida y acorde con el destino natural de la nación.

Las posiciones privadas o sectoriales que se opongan al conjunto de las necesidades populares y las determinaciones geopoliticas, que señalan rumbos al país, deben superarse dirigiendo las energías que se tienen hacia la obtención de los objetivos vitales para todo Estado que se precie de independiente y realmente soberano.

Finalmente, resulta de importancia sustantiva, el dotar a los hombres que aspiran a desempeñar cargos de responsabilidad pública, cualquiera sea t'l área donde los ejerciten, de los conocimientos necesarios para un mejor y eficiente desempeño de sus papeles protagónicos.

Reconocer que la actividad política debe ser desempeñada con un cri­tdo de hombre-estadista, de ideología definida y objetivos claros, precisos y alcanzables y con un conocimiento cabal del ser argentino, advertido de ~u pasado, interiorizado de su presente y con proyección hacia el futuro. La historia no debe manejarse como un relato cronológico sino, muy espe­cialmente, como una escuela de la vida.

La coincidencia conceptuar resultará, evidentemente, fundamental para el desarrollo ulterior de los planteamientos a seguir. Cada cual en su lugar y cada cual con el conocimiento de porqué está en ese lugar y que es,

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tanibién, lo que de él se espera. Todo ello será un conocimiento impres­cindible para el correcto desempeño de las funciones sociales y políticas.

La Argentina debe recobrar una conducta propia, a observarla por si misma, actuando de tal modo que provoque el respeto de las demás nacio­nes --cualquiera sea su potencialidad- con referencia a las actitudes que adopte.

Que la defensa de la soberanía, de una manera integral y permanente, sea una decisión política siempre presente. Ella permitirá la adopción na­tural de la posición más conveniente al país en el momento oportuno de su ejecución.

La unidad nacional que fomente la concrec10n de un ser argentino, será el paso imprescindible para que se manifieste como potencia frente a los demás países del mundo.

En virtud de lo expuesto y conscientes de la importancia de este encuen­tro generacional y de la sabia política que propicia el Excmo. Sr. Presi­dente Gral. D. Juan Domingo Perón, es que el Partido Unión Popular adhiere al presente Congreso. Nada más.

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DOCUMENTO DE LAS 62 ORGANIZACIONES

OBRERAS PERONISTAS

Las '' 62 Organizaciones'' participa del encuentro político de la gene­ración intermedia, inspirados en los principios rectores del Teniente Gene­ral PERON.

La convocatoria a una generacron que hasta por razones biológicas está destinada a cumplir un rol protagónico en el transvasamiento gene­racional, actuando como nexo armonizadür entre una pujante que avanba con el fervor y la pasión de la juventud y otra que nos trasmite su acopio de experiencia, es indudablemente una nueva muestra de la creatividad y

realismo con que nuestro Conductor rige los destinos de la Patria.

Si pensamos que además la generación intermedia ha sido forjada en la lucha, en la clandestinidad, con persecusiones y cárceles podemos estar persuadidos que ha sido templada en la más alta temperatura de una acción desarroll-ada en las más difíciles condiciones.

Y precisamente al sufrir limitaciones durante tantos años para reali­zarse políticamente, sabe del valor de la política y de la democracia integrada.

Las '' 62 Organizaciones'' que hoy tenemos el honor de representar en este encuentro es una creación política para expresar una política; una doctrina y una ideología, creada por un Conductor.

Siguiendo su ejemplo, ejecutando su doctrina, fieles a la ideología, siendo metodológicamente heterodoxos para ser realmente ortodoxos en la ideología y en la relación con el Conductor, las "62 Organizaciones" cum­plen su rol, tan protagónico como que es la voz política del Movimiento Obrero organizado, ese mismo que es columna del Movimiento Nacional Peronista, de ese Movimiento que por inspimción de su Líder y del Pueblo, del Pueblo y su Líder, abre sus brazos para construir un Gran Movimiento Nacional, sin sectarismos ni exclusiones, que siguiendo el sendero de la Reconstrucción y Liberación Nacional, nos lleve a la Argentina Potencia.

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Este encuentro no es sino una expresión más de esa política de demo­cracia integrada y las "62 Organizaciones", así como ayer hizo lo necesario para colaborar en la gigantesca tarea de lograr que el Pueblo se exprese sin trampas ni proscripciones, hoy aporta sus fuerzas transitando el ven­turoso camino de las realizaciones en pos de esos objetivos de grandeza para la Patria y felicidad para su Pueblo.

La violencia ejercida contra nuestras estructuras sindicales y la vida de nuestros hombres, no han obnuvilado nuestro pensamiento ni nuestros sentimientos, sino reafirmado la decisión de actuar con férrea unidad de criterio y acción siguiendo el luminoso camino de la paz, con justicia social, abrazado en la causa del Pueblo de cuyas entrañas provenimos y nos nu­trimos. &guimos una sola bandera: la Celeste y Blanca; nos regimos por una ideología Nacional y Popular: el Justicialismo y actuamos en torno al Conductor de la Patria: el Teniente General PERON.

Pensamos que este encuentro no termina en este acto sino que comienza con fuerza de presente y futuro para proyectarse por sobre los partidismos, en una acción mancomunada para la efectiva realización de una demo­cracia integrada.

Todo ha de servir para conocernos mejor y muchas de las cosas que creemos nos separan ,serán superadas si respondemos al llamado con la misma grandeza con que fuimos convocados.

Así, cada argentino, podrá contribuir a que la Patria se realice y sentirse realizado y llevar a la práctica efectiva y cotidiana la majestuosa expresión de nuestro Presidente: ''para un argentino no hay nada mejor que otro argentino".

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DOCUMENTO DE

UDELPA, LIBERACION NACIONAL

UDELPA Liberación Nacional concurre a este encuentro de las fuerzas políticas argentinas con la convicción con que siempre ha contribuido al diálogo y al entendimiento de todos los sectores de la vida política.

Como nuestro nombre lo indica, estamos convencidos de que sólo la unión del pueblo argentino, alrededor de las grandes banderas de la libe­ración TUJJCional, podrá sentar las bases de un desarrollo creciente que pro­yecte a la Nación en el mundo, no sólo con la autoridad de su intachable trayectoria internacional, sino además con la fuerza, que sólo podrá otor­garle una economía pujante y dinámica, que desarrolle al máximo su in­menso potencial natural.

Este encuentro de hombres y mujeres de la generación intermedia, tiene en estas circunstancias, una particular trascendencia porque el orden constitucional y las libertades públicas, conquistadas tras ardua lucha, se encuentran amenazados por fuerzas oscuras que, desde adentro y desde afuera, pretenden reemplazar nuestras instituciones por algún tipo de auto­cracia militar, destinada a aplazar una vez más las aspiraciones de las gran­des mayorías populares. El país tiene a este respecto una triste experiencia; desde los "generales de galerita" que en 1930 querían acabar con el "desorden" y el "exceso de empleados públicos", hasta los autócratas que en 1966 asaltaron el poder para aplicar supuestos "planes de desarrollo" elaborados en la Secretaría de Guerra -ya por todos olvidados-, los ar­gentinos hemos visto violar reiteradamente el orden constitucional, siempre con elevados pretextos y siempre también con los más bajos, pobres y la­mentables resultados.

Hay en el país una ofensiva de violencia que tiene un claro signo reaccionario y frente a la cual no podemos permanecer impasibles. O po­nemos fin, sobre la base de la unidad de las fuerzas populares, a esta ofen­siva de la oligarquía y el imperialismo, o la dictadura sentará sus reales en la República.

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Nosotros no creemos en la violencia terrorista, sea del signo que fuere. De ella, solo podremos esperar caos y muerte nunca progreso y desarrollo. Las fuerzas que desean la pacificación del país, no para conservar las estructuras, sino para cambiarlas, deben pues unirse para enfrentar esta dramática alternativa.

La democracia constitucional, con todas sus imperfecciones, ha demos­trado ser lo más apto para dar paz y progreso a nuestro país. Nunca el pueblo violó la democracia. Cuando lo dejaron votar, votó. Cuando lo <lejaron eligir, eligió y si alguna vez se volvió concreímiento hacia sus insti­tuciones, es porque éstas estaban falseadas en su base, ya fuera por el fraude, la destrucción de las libertades públicas o las proscripciones. La simple democracia formal es, sin embargo, insuficiente para satisfacer las aspiraciones actuales del pueblo argentino. Hay en el país un orden econó­mico PROFUNDAMENTE INJUSTO que debe ser modificado. Sus bases son conocidas, aunque por razones extrañas, los técnicos suelen tener más dificultades para comprenderlas, que aquellos que sufren sus consecuencias, ('S decir los trabajadores.

En primer lugar, el MONOPOLIO DE LA TIERRA URBANA Y RURAL, que ha hecho que en un país de inmensos espacios y práctica­mente despoblado, el acceso a la tierra sea un privilegio cada día más difícil de lograr. Los argentinos deben trabajar toda una vida para obtener lo que por ley natural le corresponde al nacer: un sitio digno para vivir.

El problema de la tierra no es exclusivamente un problema agrario, sino que es un problema de UTILIZACION Y USO DEL SUELO en toda la República, la ciudad y el campo y requiere en consecuencia solu­dones generales, profundas y permanentes. Sin resolver esta cuestión, sin quitar al suelo urbano y rural el valor especulativo que tiene actualmente, haciéndolo accesible para el capital y el trabajo, nunca podrá haber des­arrollo con justicia. Puede haber eso sí, bienestar y progreso para los privi­legiados y, en cambio, miseria y hambre para quienes viven de su trabajo.

En segundo lugar, el régimen de monopolio en que se desenvuelve gran parte de la producción industrial, que en muchos sectores se halla to­talmente en manos de capitales extranjeros, constituye una constante fuente de distorsión económica y deterioro del salario real de los trabajadores. En ]a Argentina se ha entendido mal el sentido el "proteccionismo". Aquí se

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ha pensado que "proteger" a una industria es permitir cobrar al consu­midor el precio que quiera, suprimiendo la competencia internacional. Esó·

no es 'proteccionismo", eso es simplemente ''robo".

Mientras no se ponga fin a la radicación de capitales en condiciones monopólicas no habrá solución para los problemas del país. En algunos sectores, como el de la industria automotriz, hay un verdadero ''acuerdo de caballeros'' para repartirse las utilidades del monopolio entre las distin­tas empresas, con total olvido de los consumidores y del efecto nocivo del

sistema sobre el conjunto económico.

Estos dos grandes males originales: el régimen de la tierra y la pene­tración monopólica con causa a su vez de otras distorsiones que, en su to­talidad configuran un orden que gravita pesadamente sobre los verdaderos creadores de la riqueza, dificulta el desarrollo de las actividades productivas y margina del progreso social a vastos sectores de la población. Si no pone­mos fin a esta inicua expoliación económica, integrando una verdadera DEMOCRACIA SOCIAL, veremos morir también la DEMOCRACIA PO­LITIGA, porque este orden de los monopolios, este mercantilismo mono­polista que rige en el país se compagina con un sólo sistema político: la DICTADURA FASCISTA.

La táctica de los monopolios ya no es --como hace 30 años- contro­lar el comercio exterior y hacer el negocio " agroexportador "; ahora los monopolios se 'radican'' y hacen el negocio en el mercado interno. Antes eran enemigos del proteccionismo, ahora son sus fervorosos defensores, por­que están disfrazados de industria nacional.

Este régimen sólo puede mantenerse con un sistema de esclavitud poli­tica y total regulación económica, al servicio precisamente de los intereses foráneos. Este es el fenómeno de la ''DEPENDENCIA'' y ella es el signo de esta hora difícil de la vida argentina y solo superándola podremos en­contrar el camino de la liberación nacional.

UDELPA Liberación Nacional piensa que los hombres de la gene­ración intermedia tienen, frente a esta situación, una inmensa responsa­bilidad, a ella le incumbe intentar la experiencia de la transformación social y para ello es necesaria la capacitación, el estudio y la profundización de los problemas.

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Hace apenas unos dias el Presidente de la República nos dijo que el pafs irá donde deba ir y no donde nosotros individualmente querramos. Estamos de acuerdo. Sin embargo pensamos que hay una gran tarea por hacer: lograr que ese destino del país se alcance al menor costo y en lapso más breve posible. Esa es nuestra misión: ayudar al parto de la historia y lograr para nuestros hijos una Argentina grande, justa y libre, integrada en América y el mundo. Para ello es indispensable indagar -más allá de las ideologías formales y de los simples enunciados- cuáles son las medi­das que verdaderamente responden al interés nacional. Las grandes fuerzas internacionales y los grandes bloques que disputan la hegemonía mundial, han desplegado tal poder, que sólo la férrea unidad nacional puede garan­tizar la implementación de una politica dirigida a lograr nuestro desarrollo independiente.

UDELPA Liberación Nacional, consciente del compromiso con el país, está dispuesta a volcar todo su esfuerzo en esta lucha, junto con todas las fuerzas politicas populares.

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SE TERMINO DE IMPRIMIR EN El MES DE JULIO DE 1974, EN IMPRESORA BELGRANO S.A.I.C.F.I. AVDA. MAIPU 4, PUERTO NUEVO,

BUENOS AIRES

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