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Encuentros Comunitarios
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MADRE MARIA ENCARNACION ROSAL
Elemento esencial de
nuestra vida religiosa
es la comunidad,
entendida ante todo,
como comunión de
personas llamadas a
una misma misión.
Esta comunión exige
una vivencia de
fraternidad y nos
lleva a una entrega
mutua que
además de ser
signo de la
presencia de
Cristo en la
comunidad,
propicia un
crecimiento en
el amor y la fe,
y una madurez
para la realización
del compromiso
apostólico.
(Const. 16)
ENCUENTROS COMUNITARIOS MADRE ENCARNACIÓN ROSAL - 130 AÑOS DE RETORNO A LA CASA DEL PADRE
Instituto de Hermanas Bethlemitas Hijas del Sagrado Corazón de Jesús
OBJETIVO:
ITINERARIO:
REUNION TEMA RECURSOS
I ETAPA
1 Presentación de la Positio Informatio Relatoris
2 Vida de la Sierva de Dios: Padres y entorno familiar Video
3 Vida de la Sierva de Dios: Religiosa Betlemita ---
4 Vida de la Sierva de Dios: Pruebas por las que pasó ---
5 Vida de la Sierva de Dios: Guía y Reformadora del Beaterio
Apoyo didáctico
II ETAPA
6 Vida de la Sierva de Dios: La Sierva de Dios Priora ---
7 Muerte de la Madre: La última enfermedad y muerte ---
8 Virtudes de la MER Apoyo Didáctico
9 Fama de Santidad: En vida y en muerte Carta de la M. Ignacia
10 Fama de Santidad: Gracias y Favores Apoyo Didáctico Certificado Médico
En el marco de preparación
a la celebración del Bicentenario del nacimiento de la Beata Madre
María Encarnación Rosal, conocer la posición oficial de la Iglesia
-POSITIO- respecto a su vida y santidad,
en una dinámica de encuentro fraterno, que favorezca el compromiso
personal y comunitario de vivir-anunciar su legado.
RECOMENDACIONES GENERALES:
Publicar en la cartelera de comunidad, con tres días de anticipación a la reunión, la invitación al encuentro con el tema de la reunión correspondiente.
La didáctica de los encuentros está sujeta a las modificaciones que requiera cada
comunidad. La propuesta no deja de ser sólo una sugerencia que puede favorecer el abordaje del tema.
La estructura de los encuentros que se propone es:
A. Oración-Ofrecimiento: A partir de un salmo, texto bíblico, oración o canción, se iniciará invocando la presencia del Señor, ofreciendo el encuentro por la pronta canonización de Nuestra Madre Encarnación.
B. Mi experiencia - o – Presaberes: Según la temática a trabajar, será importante involucrar a las hermanas participantes desde sus propias experiencias o conocimientos previos, que les permita conectar con el desarrollo del tema. Ej: Mi historia personal, mi vocación, las misiones que he tenido; o, de nuestra madre sabemos que…
C. Dinámica grupal: Es la manera de llegar al tema, en la construcción o comprensión de
saberes. Se utilizarán diversos mecanismos que faciliten el encuentro, la búsqueda y la llegada al tema.
D. La información al ruedo: Corresponde a la lectura final que puntualiza aquello
importante que debemos saber con claridad y propiedad. Se recomienda hacerse la lectura del documento guía.
E. Conclusión y Compromiso: Este espacio se deberá abrir al final, para compartir y
construir un compromiso o conclusión final.
Las producciones escritas, que se den en los encuentros y/o fotografías que quieran compartir, se pueden compartir al correo [email protected].
POSITIO MADRE ENCARNACIÓN ROSAL
Encuentros Comunitarios
I ETAPA
1. Presentación de la Positio
2. Padres y entorno familiar
3. Religiosa Bethlelmita
4. Pruebas por las que pasó
5. Guía y Reformadora del Beaterio
ENCUENTROS COMUNITARIOS MADRE ENCARNACIÓN ROSAL - 130 AÑOS DE RETORNO A LA CASA DEL PADRE
Instituto de Hermanas Bethlemitas Hijas del Sagrado Corazón de Jesús
1. PRESENTACIÓN DE LA POSITIO
AGENDA DEL ENCUENTRO:
1. ORACIÓN
Para iniciar el encuentro, evoquemos la memoria de nuestra Madre Encarnación Rosal, cantando su himno. Al finalizar, pedimos a la Santa
Trinidad, que reciba nuestras intenciones por su pronta canonización: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Amén.
2. ¿QÚÉ SE YO DE…?
Se organiza la comunidad en dos grupos, y a cada uno se le entrega el
siguiente cuestionario: a. ¿Cuándo inició el proceso de Canonización de nuestra Madre? b. ¿Qué Diócesis lleva el proceso?
c. ¿En qué momento las hermanas reconocieron que la Madre Encarnación fue una santa?
d. ¿Qué superiora general dio inicio a este proceso?
e. ¿En qué fecha fue su beatificación? f. ¿Qué hace falta para que sea declarada santa?
INVITACION
Alguna vez te has preguntado: ¿Cómo es conocida
nuestra Madre Encarnación por la Santa Sede?
En nuestro próximo encuentro comunitario, iniciaremos un corto recorrido
por la POSITIO de nuestra Madre Encarnación.
3. DINÁMICA Se socializan las respuestas del trabajo anterior, y se comparten de manera
espontánea, los recuerdos de la Beatificación que hayan en el corazón.
4. LA INFORMACIÓN AL RUEDO (Anexo 1) Se hace una lectura compartida del Documento Informatio Relatoris. Se sugiere sacar varias copias, para que todas participen de la lectura.
5. CONCLUSIONES En comunidad, se propone la elaboración de un gráfico o un listado, en el que
se señalen los pasos que ha seguido la Causa de Canonización de Nuestra Madre Encarnación, para poner en la cartelera o en un espacio que nos motive a orar y trabajar por la causa de su Canonización.
6. PARA COMPARTIR CON NUESTRAS HERMANAS Las comunidades que deseen, pueden compartir en fotografía o archivo, su trabajo final de conclusión, al correo [email protected]
INFORMATIO RELATORIS1
1 POSITIO SUPER VITA ET VIRTUTIBUS, Volumen I, Romae 1992. Pág. VII, VIII, IX
El 24.VIII.1886 murió la madre Encarnación Rosal y le sucedió en el cargo como
superiora general la madre Ignacia González, elegida en Pasto (Colombia) el 3.I.1887.
Uno de los objetivos principales de la madre Ignacia fue el iniciar la causa de
beatificación de la madre Encarnación, pero su muerte prematura le impidió realizar
este deseo.
La tercera superiora general, madre María Luisa Salinas (1905-1918), logró
iniciar dicha causa. En efecto, en 1912, a los 26 años de la muerte de la Sierva de Dios,
el arzobispo de Nápoles, cardenal Giuseppe Prisco, constituía un tribunal para hacer
una Inquisitio canónica en vistas de un futuro proceso ordinario. Actuaron, como
postulador general en Roma, el canónico mons. Manuel María Virili y, como
vicepostulador en Nápoles, el sacerdote don Giuseppe Serio.
XVII, 631
XVII, 632
Para dicha Inquisitio el postulador preparó 225 artículos en los que expone la vida
y virtudes de la Sierva de Dios. Desde el día 5.XI.1912 al día 15.11.1925 fueron
celebradas 26 sesiones durante las cuales fueron interrogados ocho testigos
presentados por el postulador. El trasunto de la Inquisitio fue presentado a la entonces
Congregación de Ritos.
En 1923, el postulador de la causa, mons. Manuel María Virili, pidió que se
instruyera un proceso ordinario en Pasto, donde era obispo mons. Antonio María
Pueyo de Val. Actuó como vicepostulador en Pasto el padre Alejandro Ortiz, C.O. Consta
que este proceso fue clausurado en el año 1927, pero el trasunto no llegó nunca a la
Congregación de Ritos. No ha sido posible tampoco encontrar copia en el archivo de la
curia de Pasto, y por tanto se hizo un trabajo inútil.
XIX, 671
A la muerte de mons. Manuel María Virili, ocurrida en el año 1926, la
Congregación Bethlemita nombró póstuladór al padre Daniel Delgadó, O.A.R. A
ins tanc ia del misinó, se abrió un prócesó en el tribunal eclesia sticó de San Jóse
(Cósta Rica) siendó arzóbispó móns. Rafael Otó n Castró Jime nez. Este prócesó finalizó
en la quinta sesió n.
En 1949 fue nómbradó póstuladór el padre Pedró de la Dedicació n, O.A.R., quien
preparó un Infórme detalladó sóbre el estadó en que se encóntraba la causa.
Cón fecha del 23.III.1950 el póstuladór pidió a la Cóngregació n de Ritós la facultad
de póder instruir un prócesó en Pastó (Cólómbia), facultad que fue cóncedida el
14.111.1951. En ese mismó an ó, móns. Emilió Bóteró Gónza lez nómbró un tribunal
cónstituidó pór el padre Juan Bautista Róseró, presidente del tribunal, y lós padre
Marcó Tulió Dóradó y Julió A lvarez, jueces adjuntós. Lós padres Alfónsó Rómó y Octavió
Tóbó n fuerón nómbradós prómótór de la fe y nótarió, respectivamente. Actuó cómó
vicepóstuladór el padre Alejandó Ortiz Ló pez, C.O.
XIX, 671
Durante el prócesó fuerón interrógadós 14 testigós: 1 sacerdóte secular; 5
religiósas bethlemitas, y 8 seglares. Ochó de lós testigós habla cónócidó a la Sierva de
Diós. El trasuntó del prócesó fue entregadó a la Cóngregació n en 1952.
XIX, 672
ANEXO 1
Apróbadós lós escritós de la Sierva de Diós el 18.VI.1955, se pasó al estudió sóbre
la intróducció n de la causa. Las Animadversiones del Prómótór General de la Fe fuerón
presentadas el 12.III.1968 y el 18.11.1976 se tuvó el Cóngresó Peculiar para la
intróducció n de la causa, en el cual se determinó que, siendó inu til la instrucció n de
un prócesó apóstó licó, dadó que habí an pasadó ya 90 an ós de la muerte de la Sierva de
Diós, se preparase una Positio super virtutibus [...] sóttó la direzióne deiruflició Stóricó-
Agió-graficó della nóstra Cóngregazióne» (Cfr. Relatio et Voto, p. 27).
XI, 375
Cón estas anótaciónes, el dí a 23.IV.1976 fue dadó el decretó de intróducció n de la
causa.
En estós u ltimós an ós se ha trabajadó en la bu squeda de dócumentós y
preparació n de la Positio bajó la direcció n de la secció n de história de la Cóngregació n
en la persóna de móns. Gióvanni Papa. El 27.VII. 1889, fue nómbradó póstuladór el P.
Rómualdó Ródrigó, O.A.R., y el 23.11.1991, habiendó cesadó cómó Relatór móns. G.
Papa, la causa fue cónfiada al infrascriptó que pusó inmediatamente manós a la óbra. El
trabajó cónsta de dós partes: una « Biógrafí a dócumentada », cón lós debidós subsidiós
cientí ficós y metódóló gicós del casó, que da sólidez a la lectura de la existencia de la
madre Encarnació n; y un « Sum-marium de vita, virtutibus et fama sanctitatis », que,
sintetizandó el elementó biógra ficó, ófrece suficiente espació a la parte testifical.
De la Positio, frutó de 12 an ós de investigació n, emerge una figura só lidamente
radicada en una prófunda experiencia de Diós, en la que pueden individuarse lós signós
caracterí sticós del ejercició de las virtudes heróicas.
Presentamós el resultadó de esta investigació n al juició iluminadó de lós Rvdmós.
Cónsultóres para que se prónuncien sóbre la vida y heróicidad de las virtudes de esta
Sierva de Diós, que cónfiamós própóndra la Iglesia al Puebló de Diós en marcha pór lós
caminós del mundó.
Fr. Cristó fóró M. Bóve, OFMcónv,
Relatór de la Causa
ENCUENTROS COMUNITARIOS MADRE ENCARNACIÓN ROSAL - 130 AÑOS DE RETORNO A LA CASA DEL PADRE
Instituto de Hermanas Bethlemitas Hijas del Sagrado Corazón de Jesús
2. VIDA DE LA SIERVA DE DIOS: ENTORNO FAMILIAR
AGENDA DEL ENCUENTRO:
1. ORACIÓN Salmo 139-138 (Verlo PAL: https://www.youtube.com/watch?v=Fa1MGb59N88;
PI: https://www.youtube.com/watch?v=Vtb7IRULQdo; PSHP: https://www.youtube.com/watch?v=ANXaULLUM6A;
escucharlo o proclamarlo en comunidad)
Todos somos fruto de la historia de nuestros pueblos, de las costumbres de nuestras familias,
y de las circunstancias que van forjando nuestro carácter. Sin re-conocer este mapa que entreteje nuestra vida,
es imposible que lleguemos a conocernos… ¿Cómo conocer, entonces, a los demás?
2. ¿QUÉ SE YO DE…?
Desarrollar de manera individual, la siguiente FICHA PERSONAL:
¿Qué aspectos de mi físico descubro en mis padres, abuelos y hermanos?
¿Qué rasgos de mi temperamento y carácter, comparto con algún miembro de mi familia? ¿Con quiénes?
¿Qué costumbres de mi región conservo? ¿Qué rasgos identifica con sus apellidos? Nombre al menos
dos por cada apellido.
3. DINÁMICA La comunidad se organiza en dos grupos, y cada uno comparte los rasgos personales desarrollados en la ficha. Al finalizar el compartir, tratan de llenar esta misma ficha con los datos de la Madre Encarnación. ¿Qué rasgos logran
descubrir? Luego se pone esta ficha en común.
4. LA INFORMACIÓN AL RUEDO (Anexo 1)
La enseñanza medular del Segundo Concilio Vaticano es la llamada radical de todos a la santidad. Sin embargo, también sabemos que Dios llama a unos pocos escogidos, a seguirlo aún más íntimamente, sacándolos de sus
ambientes y familias para un seguimiento más radical, como en el caso de Vicenta Rosal:
“En verdad les digo, que no hay nadie que haya dejado
casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o
hijos o tierras por causa de Mí y por c ausa del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras junto con persecuciones; y en el siglo venidero, la vida eterna”.
(Mc. 10, 29-30) Se hace una lectura pausada y compartida del primer apartado de la Positio, que se titula: I. Vida de la Sierva de Dios – 1. Familia, nacimiento, bautismo y primera comunión de la Sierva de Dios (1820-1830).
5. CONCLUSIONES Y/O COMPROMISO Se invita a la comunidad a profundizar en el conocimiento personal acerca de
la vida de nuestra Madre Encarnación.
6. PARA COMPARTIR CON NUESTRAS HERMANAS Si quieren compartir sus impresiones o compromisos, pueden hacerlo al correo [email protected]
I. VIDA DE LA SIERVA DE DIOS
1. Familia, nacimiento, bautismo y primera comunión de la Sierva de Dios1 (1820-1830).
a) Nacimiento y bautismo de la Sierva de Dios
La Sierva de Dios María Encarnación Rosal (en el siglo María Vicenta Rosal Benítez),
hija de Manuel de la Encarnación Rosal y Leocadia Benítez, nació el 26.X. 1820 en
Quezaltenango (Guatemala). Fue bautizada el 27.X. 1820 en la parroquia del Espíritu Santo
(Quezaltenango). En esta misma Iglesia el 23.1.1840 recibió el sacramento de la confirmación.
I, 9, 22, 45 XV, 427
b) Padres y entorno familiar
El 25.III. 1791 nació Manuel de la Encarnación Rosal, padre de la Sierva de Dios. Fue
bautizado el 27.111.1791 en la iglesia parroquial del Espíritu Santo (Quezaltenango). Era el
segundo entre siete hijos. El día 30.V.1851 descansó en la paz del Señor.
I, 9, 14, 19, 20
Leocadia Gertrudis Benito/, madre de la Sierva de Dios, nació el 9.XII. 1782 en
Quezaltenango (Guatemala). Fue bautizada el día 12.XII.1782 en la iglesia parroquial del
Espíritu Santo (Quezaltenango). El 13. III.1846 entregó su alma al Señor.
I, 9, 13, 18
Tanto la familia Rosal como la familia Benítez descendían de familias cristianas,
gozaban de cierta holgura económica y eran apreciadas por sus relevantes virtudes.
I, 12, 13
Leocadia contrajo su primer matrimonio con Mariano Hilario González y a este
hogar vinieron tres hijos: Isidro Benito de Jesús, Francisca Benita y María Josefa; este
matrimonio duró muy poco debido a la muerte de Mariano.
I, 13, 14, 15, 20
Después de seis años de viudez entregada a la educación de sus tres hijos, Leocadia
contrajo segundas nupcias con Manuel de la Encarnación Rosal el 18.11. 1822 en la iglesia
parroquial de Espíritu Santo (Quezaltenango). De este matrimonio nacieron Vicenta y Ana de
la Soledad.
I, 14, 15, 22, 23
c) Infancia y primera comunión
Vicenta vivió en un ambiente familiar profundamente cristiano donde reinaba la paz, la
armonía y la práctica de la caridad cristiana. Sus padres tuvieron especial interés por la
motivación y preparación a la primera comunión, tarea continuada por virtuosos maestros
que contribuyeron disponiendo aquel inocente corazón a la obra de santificación que el
Señor iniciaba en ella con especiales gracias. El hermano mayor, Isidro, influyó de manera
particular en su proceso de formación, siempre le brindó apoyo en la realización de sus
ideales de fidelidad en la respuesta al Señor y en el servicio al prójimo.
I, 15, 16 XV, 428, 431 I, 15, 18 XV, 428
1 POSITIO SUPER VITA ET VIRTUTIBUS, Volumen I, Romae 1992. Pág. 1-4
ANEXO 1
d) Adolescencia y juventud
Los primeros años de la Sierva de Dios transcurrieron en Quezaltenango al lado de sus
padres donde fue forjando los rasgos de su personalidad excepcional: aprendió de sus padres la
fe como vivencia, la devoción a nuestra Señora y la orientación amorosa a Cristo en el misterio
de la Eucaristía.
II, 23-28
En el hogar aprendió el amor al trabajo y a los necesitados; experimentó la generosidad,
la largueza de corazón y la fidelidad a las observancias cristianas.
II, 25, 26 XV, 429-30
Vicenta vivió en su ambiente la religiosidad popular. Penetraron hondamente en su
corazón la devoción a la Santísima Virgen, el recuerdo de la dolorosa pasión del Señor y el
nacimiento de Cristo en Belén.
II 26, 27 XV, 428-29
Además de sus padres, varías personas influyeron en la formación espiritual de Vicenta,
particularmente la srta. Victoriana Vásquez con quien aprendió a leer, reflexionar y
comprender las exigencias del Evangelio y a desear siempre lo bueno.
II, 29
El encuentro de Vicenta con su amiga Manuela Arbizú, sus conversaciones espirituales,
sus testimonios y el relato de las Beatas de Belén fue sin duda una fuerte motivación que trazó
el camino de la adolescente hacia el convento de Belén.
III, 31 III, 32 II, 27
En el padre Urbano Urgarte, su primer confesor, encontró Vicenta orientación y apoyo
para su ingreso al convento.
II, 27, 29
Fuerza poderosa tuvieron para Vicenta las observaciones de su hermana Ana de la
Soledad que consigna en la Autobiografía: « Habiendo cumplido los quince años de mi edad y
estando en este tiempo metida en toda la vanidad de amar las galas, una hermana mía,
temerosa de mi perdición, me decía que leyera los votos del bautismo, explicándome lo que
contenía , entrándome por esto alguna pena; me proponía para después la enmienda,
diciéndome yo misma: « engalánate ahora, que cuando tengas veinte años, vestirás el hábito de
una tercera orden ».
II, 30
Todos los elementos de espiritualidad que se han mencionado indudablemente dejaron
huella profunda en el corazón de Vicenta con fuerte resonancia para cimentar su personalidad
espiritual, que la mantuvo a lo largo de su vida en actitud continua de conversión de corazón.
I, 15, 18 II, 23-29 III, 30-32 XV, 428-29
Después de un estudio analítico de la vida y obras de la Sierva de Dios, se puede ver que
fue fiel y coherente con estos lineamientos y principios.
Se caracterizó porque vio y vivió la fe como un don de Dios y un compromiso
permanente que suponía contemplación y vida.
XI, 351 XV, 434, 447
Sintió le necesidad de la reconciliación y de la reparación, viviendo la vida sacramental
con ardiente caridad.
III,45, 65; V, 102
Renunció al mundo y se entregó con generosa austeridad al seguimiento de Cristo y al XI, 339-41; 347-51
servicio del prójimo con plena confianza en Dios.
Se puede decir que Vicenta vivió las diferentes fases de su vida física y psicológica sin
conflictos que le impidieran un desarrollo normal. A través de todo este proceso sintió la
llamada del Señor, experimentó en su interior las inquietudes que trae consigo el tomar una
decisión. Comunicó a sus padres su voluntad de hacerse religiosa. Estos manifestaron pesar
por la partida, pero acogieron su decisión y la apoyaron en la realización de sus ideales.
III, 32-34
ENCUENTROS COMUNITARIOS MADRE ENCARNACIÓN ROSAL - 130 AÑOS DE RETORNO A LA CASA DEL PADRE
Instituto de Hermanas Bethlemitas Hijas del Sagrado Corazón de Jesús
3. VIDA DE LA SIERVA DE DIOS: RELIGIOSA BETHLEMITA
AGENDA DEL ENCUENTRO:
1. ORACIÓN
Tomar el himno de laudes, del día jueves de la 2 semana; o el de laudes del común de Santas Mujeres.
2. ¿QÚÉ SE YO DE…? A cada hermana se le entrega una pregunta (según el número de hermanas, se pueden repetir las preguntas; cada una debe recibir una), y se les da 5 minutos para encontrar la respuesta, dándoles espacio para que puedan consultar en diferentes libros. Al terminar el tiempo otorgado, comparten las respuestas, especificando la fuente en la que consultaron:
¿En qué fecha salió Vicenta Rosal de su casa hacia el beaterio? ¿Quiénes acompañaron el viaje de su casa al Beaterio? ¿Qué conventos visitó Vicenta Rosal, antes de llegar al Beaterio de Belén?
INVITACION
¿Sabías que la supresión de la Orden Bethlemita
tiene fecha de 25 de Octubre de 1820,
un día antes del nacimiento de Vicenta Rosal?
¿Qué superiora recibió a Vicenta en el beaterio? ¿Qué etapas de formación inicial, siguió la Madre Encarnación? ¿Cuál fue la fecha de profesión de la Madre Encarnación?
3. DINÁMICA Compartir en parejas las siguientes preguntas:
a) ¿Qué habíamos olvidado de estos primeros pasos de Nuestra Madre Encarnación en su llamada vocacional?
b) ¿Qué pudo haber desencantado a nuestra Madre?
c) Desde lo que sabemos, ¿cómo podríamos pensar que era la rutina de un día normal en el Beaterio?
d) ¿Qué sabemos de Manuela Arbizú?
4. LA INFORMACIÓN AL RUEDO Sacar copia del anexo para hacer una lectura en pequeños grupos y compartir. Escribir una conclusión por grupo pequeño.
5. CONCLUSIONES Al compartir las conclusiones de los pequeños grupos, concertar en una conclusión general.
6. PARA COMPARTIR CON NUESTRAS HERMANAS Si desean compartir la conclusión, o algunas fotografías de este encuentro, pueden enviarlas al correo [email protected]
I. VIDA DE LA SIERVA DE DIOS
2. La Sierva de Dios religiosa betlemita1
El 11.XII.1837 partió la Sierva de Dios para el convento en compañía de su padre, de Isidro
su hermano y de la amiga Manuela Arbizú.
III, 42
Antes de ingresar al convento de las Beatas de Belén, visitó los monasterios de Santa
Catalina, Santa Teresa y el de las Capuchinas; don Encarnación deseaba que su hija supiera a
dónde iba.
III, 42, 43
El 1.1.1838 Vicenta ingresó al Beaterío de Belén siendo priora del convento la madre
Mercedes de la Concepción Dardón. La joven quezalteca fue aceptada con simpatía por toda la
comunidad.
III, 43
A pesar de la acogida que le brindaron, muy pronto Vicenta empezó a sentirse defraudada
por no encontrar el ambiente de soledad y de silencio en que anhelaba vivir. Esperaba la salida
al mundo (según costumbre), antes de tomar el hábito para quedarse definitivamente en el
convento que más le gustara.
II, 43
El provisor y gobernador del arzobispado de Guatemala, don Antonio Larrazábal,
envió a la priora una orden para que Vicenta no saliera del convento y ello le causó gran
desilusión. No lo manifestó, pero tenía la sensación de haber perdido la oportunidad tantas veces
deseada de cambiarse de convento. El 16.VII.1838, después de consultar su situación al
confesor, decidió tomar el hábito. Presidió la ceremonia fray José de San Martín, prior del
convento de Belén y uno de los dos últimos sobrevivientes de la Orden Betlemita.
III, 43, 44
III, 52, 53
Este fue el último hábito dado por los Betlemitas y con él transmitido a la Sierva de Dios el
legado espiritual del Fundador; ella, a través de grandes sufrimientos, penalidades y amarguras,
supo prolongarlo en la Iglesia, vivirlo con fidelidad y ardientemente fortalecido, entregarlo a
quien debía sucederle en la misión encomendada a la familia Betlemita.
III, 36, 37
III, 38, 44
En el noviciado la Sierva de Dios experimentó una profunda paz y grandes deseos de
santidad. A pesar del silencio y soledad de que gozaba, se daba cuenta de que no había
coherencia entre sus anhelos y la vida del Beaterío. Por eso continuó en ella el deseo tenaz de
trasladarse al convento de las Catalinas. No obstante esta situación, el 26.1.1840 profesó después
de consultar todas sus dudas y temores con el Ilmo. mns. Jorge de Viteri y Ungo, su confesor.
III, 45
1 POSITIO SUPER VITA ET VIRTUTIBUS, Volumen I, Romae 1992. Pág. 4-5
ANEXO 1
ENCUENTROS COMUNITARIOS MADRE ENCARNACIÓN ROSAL - 130 AÑOS DE RETORNO A LA CASA DEL PADRE
Instituto de Hermanas Bethlemitas Hijas del Sagrado Corazón de Jesús
4. VIDA DE LA SIERVA DE DIOS: PRUEBAS POR LAS QUE Pasó
AGENDA DEL ENCUENTRO:
1. ORACIÓN QUIERO LO QUE NO TENGO: Está bien esa sensación de que algo te falta. De hecho, tal vez sería terrible llegar un día, sentarse y decir: ya está. Tengo
todo lo que podría desear. Porque el deseo nos mueve, nos empuja y nos lleva a luchar. Otra cosa es que muchos de nuestros deseos (ojalá) no sean egoístas, autocentrados. Es posible que, si hablo de tener, yo tengo suficiente en muchas
dimensiones de la vida. Y, sin embargo, que me siga inquietando el mundo, las asignaturas pendientes de personas, pueblos y sociedades…
¿Qué deseos te mueven en este momento?
¿Has tenido pruebas?
“Si quería ser fiel a Dios debía irme a otro convento”.
(M.E.R.)
¿Qué metas persigues?
Solo
Es como siempre
habías querido estar
y no podías hasta que de repente
lo estás y entonces
ya no quieres
estar solo pero claro
quién no quiere lo que no tiene.
Roger Wolfe
Ofrezcamos al Señor este encuentro, para que renueve en nosotras el deseo de amarle, seguirle y servirle, sin acomodarnos ni estancarnos en nuestros deseos de santidad. Padre Nuestro…
2. ¿QÚÉ SE YO DE…?
En la vocación que hemos recibido, con frecuencia debemos escuchar a nuestros hermanos, en sus diferentes circunstancias. Algunos nos comparten
sus alegrías, otros sus sueños y proyectos, algunos otros su crisis y pecados. Sin embargo, como mencionan las constituciones, la primera misión que
tenemos es vivir la vida fraterna en comunidad, y aquí, muchas veces nos falta ese oído compasivo para acompañarnos mutuamente. ¿Qué aconsejamos a nuestras hermanas cuando pasan momentos de dificultad? Compartimos en
pequeños grupos.
3. DINÁMICA Según el número de letras que tienen nuestros nombres, en una actividad individual, enumeramos las dificultades que afrontó nuestra Madre
Encarnación, que recordemos. Ejemplo: María= 5 dificultades. Al terminar el trabajo, lo ponemos en común, y señalamos las más repetidas.
4. LA INFORMACIÓN AL RUEDO (Anexo 1)
Frente a esta realidad constante en la vida de nuestra Madre, leemos: Pruebas por las que pasó.
5. CONCLUSIONES Y/O COMPROMISOS En un momento de silencio, reconozcamos la manera como cada una afronta
sus situaciones de dificultad. Para terminar, se pregunta a las hermanas:
¿Qué aprendemos de este episodio de la vida de Nuestra Madre reflexionado
en este encuentro?
6. PARA COMPARTIR CON NUESTRAS HERMANAS Podemos compartir la lista de dificultades más repetidas, con el fin de
reconocer las pruebas que vivió nuestra Madre, que tenemos más presentes en nuestra realidad. Correo: [email protected]
I. VIDA DE LA SIERVA DE DIOS
3. Pruebas por las que pasó1
Vicenta empezó a vivir intensamente la vida de comunidad, pero constataba que el
Beaterio había decaído de su primitivo espíritu y fervor. La misma Sierva de Dios dice en su
Autobiografía: « Me era insoportable esa vida, porque Dios, no dejándome, me daba
amargos remordimientos ». Estaba convencida de que si quería ser fiel a Dios debía irse
a otro convento en el que se viviera la vida religiosa con más rigidez.
III, 46-47
La Sierva de Dios acudió al obispo Bernardo Pinol y Aycinena en busca de luces y
orientación. La escuchó, procedió con cautela para procurarle bienestar y con la prudente
intervención del provisor de la curia de Guatemala, José María Barrutia, después de conocer
la opinión tanto de la abadesa del convento como de la priora del Beaterio, le fue otorgada
la licencia el 4.VII.1842 para trasladarse al convento de las Catalinas donde fue recibida
con gran aprecio y alegría por toda la comunidad.
III, 48-49; 58-60
Allí encontró lo que tanto deseaba: observancia, silencio y soledad. Pero
inmediatamente cayó su alma en oscuridad y gran desolación. Entró a ejercicios espirituales
predicados por mns. Barrutia, y estos días fueron un tormento para su alma. Aconsejada por
su confesor, hizo otra tanda de ejercicios y, no viendo clara la voluntad de Dios, se propuso
un discernimiento minucioso; experimentó una iluminación que la tranquilizó y decidió
retornar a Belén; ella dice: « Aquí fue donde formé el plan de vida que ahora observamos ».
III, 50-51
Con las debidas licencias y oído el parecer del provisor José María Barrutia, en 1843
retornó nuevamente al Beaterio siendo recibida con todo el cariño de sus hermanas.
III, 52
1 POSITIO SUPER VITA ET VIRTUTIBUS, Volumen I, Romae 1992. Pág. 5
ANEXO 1
ENCUENTROS COMUNITARIOS MADRE ENCARNACIÓN ROSAL - 130 AÑOS DE RETORNO A LA CASA DEL PADRE
Instituto de Hermanas Bethlemitas Hijas del Sagrado Corazón de Jesús
5. VIDA DE LA SIERVA DE DIOS: GUÍA Y REFORMADORA DEL BEATERIO
AGENDA DEL ENCUENTRO:
1. ORACIÓN
“El Reino de Dios es como un hombre que echa una semilla en la tierra. El
hombre duerme y despierta, se hace noche y se hace día y la semilla, sin que él sepa cómo, germina y crece.
La tierra por sí misma da el fruto; primero la hierba, luego la espiga, después el trigo gordo en la espiga.
Y cuando el fruto está maduro, el hombre echa la hoz, porque la mies está en sazón”.
(Mc. 4, 26-34)
Reflexión: Este Evangelio, es una descripción detallada de lo que ocurre a una semilla, para indicarnos que el Reino de Dios no viene prefabricado del cielo, se va haciendo en la tierra, poquito a poco pero sin dejar de crecer día con día.
Invitación
Ofrezcamos al Señor este encuentro, para que nuestras experiencias cotidianas contribuyan a hacer germinar el Reino en nosotras, y continuemos la obra que el Señor inició con nuestro Santo Hermano Pedro.
2. ¿QÚÉ SE YO DE…? Se organizan por parejas y comparten: ¿Qué misión y/o comunidad recuerdan con más cariño? ¿Por qué?.
3. DINÁMICA (Anexo 2) A cada hermana se le entrega una sopa de letras, con la instrucción de descubrir en ella los cargos (6) que tuvo nuestra Madre Encarnación mientras estuvo en el Beaterio. Al finalizar, cada una comparte los cargos que encontró.
A I P V O F E K N B D F K I C E V B G C R E L I Z A S E C R E T A R I A I A H W T X C T A I J G P T L G C M M O U J Y M A Z G B O R Y Q R E A A O P S U B E W P H V D A U V D X R K B T N F H Z P J U F U S C N S J I F Q M A E S T R A D E N O V I C I A S C G A C E B E D U H Z N E S A T O D F O N F M X F P R P I A O Y W E V O A R S W R G E K E Y V H Q P Z G T Y L E P P R O C U R A D O R A M E A Q S H J C V L T X D M L J I O H I M Z Q C U A R T A D E F I N I D O R A O J R D K E C I R O P C Z F X B U V D
Cuarta definidora Maestra de novicias Prefecta Procuradora Secretaria Vicaria
4. LA INFORMACIÓN AL RUEDO Se hace la lectura del Anexo 1, La Sierva de Dios guía y reformadora del Beaterio de Belén, haciendo el ejercicio de ubicar la edad y madurez que iba alcanzando que la hacían confiable para los encargos recibidos.
5. CONCLUSIONES Y/O COMPROMISOS Para llegar a la conclusión de este encuentro, podríamos preguntarnos:
¿Cómo responder a la pregunta sobre lo que Dios está haciendo en cada una de nosotras? ¿Cómo estoy respondiendo a las misiones recibidas? ¿Acepto con disponibilidad los encargos que me confían?
6. PARA COMPARTIR CON NUESTRAS HERMANAS Se pueden compartir los comentarios o fotografías que pudieron surgir en este
encuentro al correo [email protected]
I. VIDA DE LA SIERVA DE DIOS
4. La Sierva de Dios guía y reformadora del Beaterio de Belén1
Al regresar al Beaterio, la Sierva de Dios se distinguía por su formación y fuerte
espiritualidad. El Señor la había purificado y fortalecido con el sufrimiento y la oración para la
misión que le estaba señalada en este convento como reformadora.
XI, 327-28 XV, 440-41
Las Beatas se dedicaban al apostolado con enfermas convalecientes y a la educación de
la juventud a través de la enseñanza (m. Rivera).
IV, 62
El 14.X.1843 tuvo lugar en el Beaterio de Belén la reunión para elecciones trienales en
la cual se asignó a la Sierva de Dios el cargo de prefecta del colegio, cuarta definidora y
secretaria, oficios que aceptó y cumplió con suma humildad y obediencia.
IV, 74-75
Este fue el punto de partida y la oportunidad para dar los primeros pasos en la reforma.
Sin dilación, determinó su plan de trabajo con las internas, se dedicó con mayor interés a la
formación cristiana de las educandas, y a orientarlas en el fiel cumplimiento de los deberes
escolares. Pronto se observaron los progresos y adelantos en las alumnas, la satisfacción de las
familias era general y se iba difundiendo por todas partes. El 14.X.1846 fue reelegida para
seguir desempeñando estos mismos cargos.
IV, 62-63 IV, 63, 75
La Sierva de Dios tenía demasiado trato con los seglares y esto, dice ella: « La tenía ya
casi en estado de tibieza ». Empezaron nuevamente sus penas interiores, sentía que el Señor le
exigía coherencia en su vida.
IV, 63
En la comunidad era estimada como religiosa observante y fervorosa y el 15.X.1849 le
confiaron el cargo de vicaria y procuradora. Se dispuso con humildad y sumisión a
desempeñarlos con el deseo de agradar a Dios sirviendo a los demás; no perdía de vista los
problemas que podría tener, pero confiaba en la priora.
IV, 64, 76
Fue reelegida como vicaria el 6.XI.1852, cuando en el convento de Belén se daba una
situación de poca observancia regular. La Sierva de Dios puso toda su confianza en Dios y, con
las atribuciones que le fueron confiadas, empezó exigiendo a la comunidad la práctica del
silencio y obediencia a la superiora. Llamaba al orden con suavidad y prudencia.
IV, 64, 65; 78-79
Dado su carácter jovial, se aficionaba y se le aficionaban las personas. Con la ayuda de
su director espiritual, padre Ignacio Taboada S.J., fue separándose de las criaturas y conforme
lo lograba, crecían en ella las gracias con que el Señor la regalaba.
IV, 65, 66
1 POSITIO SUPER VITA ET VIRTUTIBUS, Volumen I, Romae 1992. Págs. 6-7
ANEXO 1
Siendo maestra de novicias, recibió a las jóvenes María Teresa Josefa Calvet y María del
Carmen Loranca a quienes inculcó las virtudes propias de las betlemitas. Ellas aspiraban a una
vida de piedad, de entrega, de servicio al prójimo y a poner en práctica lo aprendido en el
noviciado. La relajación del convento no les permitía encontrarse del todo satisfechas. Estas
fueron las primeras novicias de la Madre.
IV, 66, 67; 77-78
SOPA DE LETRAS
Descubre en esta sopa de letras los cargos (6) que tuvo nuestra Madre Encarnación mientras estuvo en el Beaterio. Al finalizar, comparte los cargos que encontraste con tus hermanas.
A I P V O F E K N B D F K I C E V B G C R E L I Z A S E C R E T A R I A I A H W T X C T A I J G P T L G C M M O U J Y M A Z G B O R Y Q R E A A O P S U B E W P H V D A U V D X R K B T N F H Z P J U F U S C N S J I F Q M A E S T R A D E N O V I C I A S C G A C E B E D U H Z N E S A T O D F O N F M X F P R P I A O Y W E V O A R S W R G E K E Y V H Q P Z G T Y L E P P R O C U R A D O R A M E A Q S H J C V L T X D M L J I O H I M Z Q C U A R T A D E F I N I D O R A O J R D K E C I R O P C Z F X B U V D
Escribe los cargos que encontraste:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
ANEXO 2
POSITIO
M ADRE ENCARNACIÓN ROSAL
Encuentros Comunitarios
Estrofas Cantantes1
Betlemitas, cantemos alegres
hoy la dicha, la gloria, la unión
y entre tanto sigamos gozosas
Ntra. santa y feliz vocación.
Recoged los sentidos del cuerpo,
las potencias del alma elevad
a Jesús nuestro Esposo felices,
al que es fuente de paz y bondad.
Loores mil al Esposo celeste
tributémosle en férvida unción;
y mil voces ensalcen por siempre
su feliz divinal corazón.
Hoy la dicha que aquí se difunde
por doquiera se extienda también
y las gracias que a Dios hoy rinde
tierra y cielo acordes le den.
1 No consta el autor de este himno. Puede atribuirse a la m. Rivera. / POSITIO Volumen II, Romae 1992. Capítulo XV Biografía de la Sierva de Dios escrita por la M. Asunción Rivera: Capítulo X. Vida más activa que observan la religiosas y varios acontecimientos notables (De 1870 a 1871), Pág. 488
