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SUMARIO

Labor del Conseio: Ada del Con.ojo ...

Noticio•.

Editorial, ,

Sección JurfdicQ: Moncomunidod.. sonilaria.\S.oo pl••,

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N.....o.... '"'0110.N~",o'oo"',,<Io ...

ROVIo••oou~o Ol Ilfu... lll,O'AllIlNO

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v".o. 0"'_. "'" '"'010<1o 00<"" ...eu0. ._

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CALCIO-l. N. E.

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EDITORIALEl exito ajuntado por nuestro nOLETIX anterior supera COn Heces lodos nuestros dleu

los. No podia ser otra cosa. Quienes hablaban de desidia e indiferencia entre los pracllcanles han lleudo el mlis rotundo menlís, pues la tll desidia e indiferencia no era exclush"amenle mal propio, )' menos de hoyo de Iy'er; era, 5Cncillameole, mal de ambiente, mal que sehabía apoderado de los de arriba, de los de en medio y de los de abajo; era, ni más ni me·nos. la consecuencia de unu malas costumbres que el tiempo habta hecho erÓni,,!.

1:510 lo sabíamos lodos. Como sabi'amos que no habia tal desidia. y numos lal ludUereocla, pues eslábamos seguros de que cada practicante sabía lo que querra )' lo buscaba. yeu.ndo ahur. se le presenta la (X:uMo de demostrarlo, lo hace con todo entusiumo.

La lIuidia e in4iferencia de entonces se han converlido hoy en ansias de unoYaci6n, euansias de algo nue,o, lIe algo pOSltllO, que 105 estimule no 5610 por el afdn de cada dia, si,noque les asegure lIe cIerto modo las ambiciones r esperanzlS que ellos se fraguaron I"ra el

futuro.Deseamos cada uno de nosolros ver. aunque sea de una manera algo lejana, el remedio.

51 no a todos, a la maror parte de nuestrOI viejos males.Ahora bien; para que esto sea un hecho, una realidad, es necesario algo más que las fe·

licilaciones a la labor que el Consejo General realill, pues si bien nos sinen de acicale pAraproseguir en el camioo y labor emprendida, conliene tener en cuenta que la buena voluntadde todos no "ence 105 obstáculos mh que huta clerlo punto. Se neceslla, por parte de 105praclicantes en general y de cada uno de oOlOlros en particular, lo siguiente: no 1610 aellamiento a 10 que tanto el Consejo General como los Consejos Provinciales ordeoeo; le ne·cesila cumplimiento ciego a sus mandalos cuando se trata de uunlos profesionales, pues ningún praclicante debe Ignorar la responu.bllidad que en el nuevo ESlado pesa sobre 101 queforman los Consejos.

Es preciso que no se tenga que recordar a ningún colegiado sus deberes como tal, que nosea preciso recurrir jamás a 105 medios coercitivos de que se dispone. pues aparte de lo desagradable que esto es siempre. beneficia) dice muy poco en favor de la colectividad.

Por otra parle, tengamos en cuenta que nuestro resurgir depende de nuestro esfuer1.O, quea uda uno se- le trata segun se merece y que los individuos, lo mismo que las colecth'idaduy 105 pueblos, labran su propia ruina cuando de ellos se apodera la indiferencia y es neocesario el recuerdo de su pasado r el peligro que 'les rodea para imponerles los alitntos queles faltan para reanudar de nuevo la lucha por su existencia

Y, por lÍlllmo, tengamos II kguridld de que nuestros miles cesarán y nuestros problemasserAn resueltos cUlndo y como de Dios r el Caudillo Ya)IDlOS merecllndolo.

•

SECCION ~

~LITERARIA

NUESTROS AMIGOS: JULlAN DE LA VILLA

Un-rato de charlo con el sabio Profesor

de la Facultad de Medicino de Madrid

Dr ••• la Villa

lCooiaoIwr. oh 0.10110)

Facuhad de Medicina de :\Iadrid. Las oncede una maiiana cualquiera. L:na.. mallan. desnu_da, heterodoxa y altu!, por ejemplo. Unos pá_jaros juegan a examinarse de amor frente a lafda estatua de Cajal. Atravieso la pincelada anodaluza de las escalerillas que conducen al Mu­seo y, sorteando las vitrinas, donde cuidadosa­mente clasificadas vemos cien lOS de picms-<les­de una momia egipcia hasta la finura. de .rfe.brerla plateresca, de unos conductos 5emicircu­lares--, ll. las que los rayos del sol, enlrando a~ri{OS por un amplio ventanal, Mean asdllilasde ¡UJI: violeta, puliendo estas maravillosas pre­paraciones .seleccionadas y trabajadas personal­mente por don Julián a lravk de muchos anosde un diario )' callado hacer, hasta C("H"~nir

unos "iejas des,"anes del GL'lerOO de San Car­los en el primer :M useo Analómico de Eu"ropa.

y allí, alejado de los decire¡ de la ciudad,enlregado a' sus altos estudios, surge, lalladoen el coluralul "erde-plala de un cielo de vera­no, la figura del sabio bien plantado en tierra,con una personalidad flsica lan recia y "Ilronilcomo su fuerle personalidad de pensamientO.

,

Nuestros P.1SOS le distraen unos segundos.Vuelve la cabeUl, se l(','anta ágihncnte los es­pejuelos hasta sujel.llrlos en la frente ). nos miracon esos ojos "j,-os, de aguda y limpia miradapolémica, que miran siempre de frente..\1 re­conocernos, nos tiende eariflosamente L1 mano.

-¿Le molesto a USted, don Julián?-De ninguna manera. Estaba espigando

unllS cosillas para el próximo curso.-<Querfamos conocer su aUlorizada opiniÓfl

sobre los nuevos exámenes de ingreso en la ca­rrera de practicante.

Don Julián sonríe )' yo no pued~ no mealTe"o-n interpretar esa sonrisa.

-¿ ~I UellOS alumnos presentados?·Puedes calcular alrededor de unos setenta.

-¿ Ila suspendido u~ed muchos?Una nucnl sonri511, y me dice:-Pero si yo no suspendo a nadie. Son ellos

los que se suspenden solos. Este ú\limo curso,un 5 por lOO.

-La carrera-nos diee--es fundamentalmen_te práctica; el mismo nombre es un sfmbolo devuestra labor. A 105 d06 ailos de Facultad'de­bía de agregarse un afio de internado en hos­pitales, donde, con una labor eminentementepráctica. se completase hl enseflanla de los pro­iesion.ales.

- •. Qu,l se exi~e en esos exámenes?-Estos ejercicIos son una especie de examen

de ESlado, una reválidll. de las asignaturas debachillerato. .

-¿ Con un programa resumen?-No, no--protesta vi"amente-. A mi no me

interesan los nombres de talo cual asignatura:me basta con que el .alumno tenga un mlnimumde conocimientos de cultura general y naóamás.

-¿ Un ejemplo de pregunta de examen?-Pues... los puntos cnrdinales.-r. Cree usted que estos exámenes seleccionn-

rán los futuros profesionales?

-¡ Naturalmente I Los nuevos auxiliare,s de:\Iedicina se encontrarán en mejores condicionespara la lucha, mejor preparados, aunque tam­bi¿n las generaciones pas.'ldas estuvieron dota­das de exct'lentes condiciones de observación ..Yo estoy terminando unos trabajos en los cua­les V()l;Otros desempei'laisteis un importantJsimopapel.

-¿Sobre... ?-¿ ?-i\'o le molesto a USted más. Gracias en nom-

bre de todos.l'n apretón de manos y marcho ordenando

mi>. notas.. \1 salir, vemos indinado silenciosa­mente sobre su mesa de trabajo, entre librosy revi"Slas extranjeras, al jov!'n e ilustre doctorSllnchel,-Brezmes. uno de los valores más sóli.dos de la círugla espailola, (lue sabemos estáprep1lrando sus próximas oposiciones a Cátedrade Anatomía.-, ?-Nada, muchas gracias. Ya sabes que os

<luiero de veraS. Un saludo para lodos.\' el futuro catedrático vueh'e a sumergirse

entre sus libracos.

•••Adiós. don Julián. :\Iaestro, sabio )' bueno.

que supo hacer de la prosa caliente de una Ana­tomla el verso de luz; de sus lecciones. No ne­cesiltl usted de mis elogios por<Jue ha gllnadosu gloria sin buscarla por ningun camino tor­cido. Ni le hacen fal/a a USted, mi querido donJulián, defensores, porque no puede tener ene­migos. Pero si alguna vez necesitase alguno,acu¿rdese de estos chicos de la Medicina.

...Y nada más. Yo podría contar muchas co­sas de USted, pero no podría escribirlas en pros.'l.

Buenos días.Alfredo JUDERIAS

Pre.erve su careanta de las infeccione. grlpale., catarros,contactos, larJ.nclti., farln....tJ.•• tODlando PASTILLAS BONALD

,

RELACIONESY EL

ENTRE EL MEDICO•

PRACTICANTE

JI..biindDunos "'''JI'Da" ~, ""m'"''''01 /'rac/;ca,,/u su d,IfOI dI C"no­(l. /1>, ,,,,,.lil"', qu. d D •• Fund..dn

d. 1" Por/;U" .u"b;"" 1>"'" "".,,'"pri"''' .ulmero, y por consid.,.., d. 111_mo.¡nr• .I, 'u CO'rlo<imiulo, ..rc.d•..,,,s" 'u l'"b'"",i6...

El Presidente del Consejo General de Cole­gios Oficiales de PrtlClicantcs, mi querido mni_go don Román de ltl Fuente (me pide \lnascuartillas para el primer número del "Botelln ..de dicho Consejo, )' me impone el titulo que en­cabezn esl:!S lineas.

El lemu es delicado, )' más ¡Hin cuando hun decuidarse las palabras desde la responsabilidadde un cargo, cuyo carácter obliga a equidistan­cia y a respeto igual para todos los inlereses,siempre que sean legftimos. oomo indudable_mente son los representados por CSh:: "Bolctin»que elleclor tiene en 5115 manos.

Lns relaciones entre médico y practicante hnnde te:ner In compenetración cordial y de recIpro­ca estimación de quienc-'1 colaboran, en medidndiferente y con aportaciones distintas, a la con·secución de una [inalidad común. Para que loshombres se estimen es necesario que se res¡>e­ten, Y el respetO no se gana imponiéndolo, sinomereciéndolo.

La llaneza baturra }' muchas veces infantil dedon Santiago Rnmón y Cajal fué siempre COI,n.

patible, aun entre Sus más ¡ntimos colaborado­res, oon el devoto recogimiento admirativo quesu fuerte personnlidad inspiraba; la af¡¡bilidndsencilla de nuestro Caudillo en Sus tan nalUra_

•

les oonversaciones privadas, limpias de todaafectación }' empaque, no es baStante para quenadie, ni aun sus propios eompaileros de gene­ralato, oh'iden en su presencia, en ningún mo­mento, In elevación de nivel que sus mereci­mientos le han seilalado j la ternura verdadera­mente pMernal con que el inolvidable maeStroSaliudo trataba a los que tuvimos la fortuna deser sus discípulos, su mismo lenguaje, muchasveces alegre }' hasta jocoso, no entorpecieronjamás el fervor de acatamiento unánime a quecompclfan simultáneamente la luminosidad deSil talento y el seilorio de Su esplritu.

Delinitivamente destronada y vencida la granmentira de que todos los hombres somos igua­les, río se le puede exigir a todo el munJo lamisma respetabilidad, pero sr un mínimum deella, sin el que no tiene derecho a lnmentarscnadie de no ser respetado por los demás.

Si escribiéramos simultáneamente para médi­005 y practicantes, dirlnmos que la premisa fun.damental para el buen equilibrio de las relacio­nes entre am1x>s estriba en que c.,da cuál ocupeSu puesto, sin que la avaricia, la necedad o elenvilecimiento induzcan ti. los unos a pretenderelevarse sin reparo, o a los otros a descendersin dignidad. Pero escribimos sólo en esta oca­ción pum practicantes. Y a éstos tenemos quedecirles que si aspiran a ser cada dla más res­petados, es preciso que sean cada "el: más res­petables.

La respetabilidad profesional se apo)'a en dosfundnmentos e!ICnciales: la más estricta moraldeontológic.,· y el ma}'or perfeccionamiento posi­ble en el saber.

,

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No seria pertinente, ni está en nuestro pro­pósito, ni disponemos de espacio y tiempo parael examen analítico de tales enunciados, bienfáciles de sintetizar diciendo que el deber tieneen cada caso una trayectoria r~la ¡ pero que lasvirtudes que inlegran su práctica son en loshombres lamo más e9limables cuanto menos im­puestas y más espontáneas se manifiestan, loque equivale a decir que si en lo deontológicotiene más sustancia la fraternidad voluntaria J':l.ra el compañero que la obligada subordinaó6npara el jefe, en lo ClJl!ural es preciso no perderde viSla que la posesión de los conocimientosespecificas obligatorios de cada profesión tiene<¡ue estar matizada por un mlnirno de culturageneral que pudiéramos llamar extraespedfica, ycUfo "ivel, a medida que se eleva en el mayOTnúmero posible de los individuos peneneóentesa una clase, acaba por elevar la SIgnificación yla autoridad de toda la colectividad que integran.

Ese ansia de liberación personal de cada unoen provecho y beneficio de la de todos es el Cll­mino que han comprendido, y desde hace yatiempo iniciado con éxito, los or~anismos rec­lOres de los nUlCiliares de Medicln3, cada vezmás resueitos a dignificar POI: si mismos su pro­fesión, me~ a la noble emulación individual,que repercutirá sin duda en el prestigio oolectj.vo, hoy bien encauzado por sus Juntas Directi­vas provinciales bajo la .fonunada tutela de suConsejo General.

FUENCARRAL. 3'APARTAOO "s. TELEFONO 15152

MADRID

QUERALTO

J. FERNANDEZ DE LA PORTILLA

P•••¡'¡tt<'. kl Cr;>lcKiD Ope;.l d. "ldiau.d. la , •..nlOCia d. ".."rid.

y como en el nue\'O Estado ha desaparecidola diferencia de clases y no hay más que unasola, que descansa en el orgullo y la satisfac­ci6n de ser eSJlllilol, y s.ue no tiene más finali­dad (Iue la de servir a Espaila, es evidenle quelas relaciones entre médicos y praClicanles, queprestan lal sen'ido en esfera de acción lan pró­xima, con objetivos tan semejantes y con actua­ción )' afanes que por ambas panes se comple­mentan )" se necesitan, han de ser cada v~ múestimadas redprocamenle y más mÚlUamenteoomprertdidas )" respetadas.

y un comentario final. La vida oficial, públj.ca O profesion31 de cada hombre, es siemprereflejo exaclO de su vida privada. No se puedereflejo exacto de sru vida privada. No se puedeser buen médico. ni buen pntcticante. si no sees, antes que nada, buena pel"SOna. Afanémonostodos por serlo. que con ello haremos provechoa nuestro cuerpo )' a nuestra alma; estaremos enmejores condiciones para cumplir nuestro debery facilitaremos las posibilidades espirituales 1mMeriales de nuestm convivencia y del rendi­miento que de la misma reciba nueStra Palria.Con ello seremos también gratos a los ojos deDios, 31 que tanto tenemos que agradecer,

D.DEHIJOS

•

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HIDROTERAPIA-D.cla"'<I:l ~J "~bl"••ob•• Jhliol.,,,,;,, ClIma ""O t­

poC....da ,....1 dj"gid<! :1 /J"u com/'wldjd« 11../1;" lIul..,que 1m ",¿¡od" ... ,o'¡tI<l la.. bc"'f;~lo " ¡" 11 ....," ........1

'''''''' .. 1.. lIdiol""PÍ<I. u<>nti.. re "pi;';" "jo '" titi­l<>.. , .... dd m/die", h..b/a produádo, .... u"'''io. M.d,,_d."u u,."go, ..1 u, "1'/1."<10:1 '''j ."YOI 10/'''U 'mWs "0""" qu el 1'....". " ,,,prn:/to de cado 'mO.

1>, 1.. lIid,oltr..~.. 1'0<1.''''01 ¡ju;, ,,,,,,bj¿1I "Igo d.,do; pt10 "" '<1 .. '''. p.... dc.g,,,'iadam ...lc lu g.'"IU Ii...... <Ü ..t .." ...<ir ",¡edo que d que l. de du.....

¡Poli.., Hig¡""d T. "<lS .. mo,;, d. "¡ej,, .i" 'u. ,.._J"nll d. 1.<1, ,_tu t. WtoOUall.

Se entiende por Ihdrolerapia In medicaciónpor el agua, empleada bajo todaS SuS formasy a temperllluras variables.

Para hacer, aunque sea una breve rese"a his­tórica dt" la Hidroterapia, es menester remon·tarse a los tiempos más lejanos, que es dondese encuentra el ori~en de este tml.llmiento.

l-Iojeando la IllStoria encontramos vestigiosdel empleo del lI.gua como agente terapéUlico;pero solamente hacia el siglo V antes de Jesu­cristo es cuando se halla mencionada de un modoespecial, siendo el primero que escribe sobre elloHip6crales.

ESle sabio, en su ..Tratado de los aires, delas aguas }' de los lugares.. , dice que el primercuidado del médico cuando llega a una pobla.ción que no conoce debe ser enterarse bien de lanaturalez.1 de las aiuas de que se hace uso. Des-

pués examina sus cualidades, apartando las es­tancadas ). de los pantanos por nocivas, y luegocita el ;:¡gua como "gente terapéutico de algu.nas enfermedades, particularmente cuando espreciso comb:l.lir la fiebre.

Otros médicos de la antigüedad preconizanel empleo del agua como agente terapéutico.

A este primer período de la lIidroterapia perotenece el siglo VI, durante el cual Mahoma fun­da su rengi6n, y en ella aconseja las :lblucio­nes repelidas de agua fria a fin de mantener lanexibilidad.."de la piel y fortificar el cuerpo con·tm las oscilacioones de su clima ardiente.

Pasa después mucho tiempo, durante el cualla Hidroterapia se ve sumida en el olvido, y esel doctor Arighl quien vino a devolverle su im.portancia con este hecho: viajando de Américaa Inglaterra fué acometido por una fiebre ma­ligna, y habiéndose desnudado se coloca sobrecubierta en el buque)" hace que le arrojen so­bre el cuerpo tres cubos de agua salada. La sa­cudida fué grande; pero después de haber acu·dido a este remedio durante algunos días, serestableció y trató con el mismo éxito a los de­más pasajeros atacados del mismo mal.

El segundo periodo o tiemp" de la Hidrote­rapia se le conoce con el nombre de Método o

. periodo hidroterápico de Priesenitz.Priescniu: notó que el agua, en varias ocasio­

nes, había caus.1do nlivK> en los :lnimalcs en·fermos de Sil granja, )" habiendo sufrido él la

fl1lCtura de dos COMillas Y declarMSo inútil parati resto de sus dlas, se decidió a ~plear su r.­medio )' la curación fui compkta.

Posteriormente ru~ perfecc:ionrondo su mi:lodo)' pronto. merced a 1&$ alabanzas que Jos más~ullldos m&licos de Alemania hióeron, fuédivulgado el tralamiento. hasta el Ulrcmo quealias pc'tsonaj~ que no hallaban mnedio a susdolencias. curaron por este ocro medio, dandolugar a que lomaran bajo su pKMecc:ión el mé­todo J lograran del gobierno aUSlriaco la c~a·

'ción del primer establecimiento hidr(l(erápko.Se ¡nic~, pu~ el tercer J' último periodo de

la lIidrott'r&f.ia.:\1 ¡entras I riesseniu: hace sus primer05 eosa­

Jos, numerosos mt5dicos franceses tralnn dl' en­comrar una base cienllfica en la aplicación dela hidroterapia. Se lund"'!" numerosos estable­cimientos en Franóa, y es Fleurr el que má'lcontribuJc 11 los estudios que se realiZo1n sobrehidroterapia, hasta el punto de ser el ¡nicindordel que en lo sucesivo se conocerá como "méto­do fmncfs". el cual se funda en la neción re.\"ulsÍ\'a del IIA'ua frrll.

Iln<;t1l ntlul In llidrotempin romo historill.Veámo:slll cil'nt!ficamente.

I.-O!' ag-tnlt·'1 ¡.:enernles empleados en Hidrote­rapia Vln d05: el frío ~. t"l calor, bien entendidoqu... I'n hidrOlerapia la calificnción de frío ). ca­lor e"¡¡i '1ubordinada a la sensación que ~O'i

modificadores imprimen al organismo.('on'lid<'rand" el ll~ua como ('1 "ehk:ulo de la

temperatura, '"" importante ponerse de acuf'rdoacTrca dt' la"O fm....·.. calor)" frlo. que no lilenenmá5 que un ulor relati\'o cuando. las aplicaa la «Oflomia animal.

1.... t">Cala que I{f:neralmente ~ aplica ~ h'"drotl'rapia t!' la siguiente:

."gua muy (na. de 8" ........• frúl. de , ... a .6".• fr---. de .6" a xI'.

• qun...tada. de xl' a #.• '""piada o tibi.a. de >6" a y.• caliwte, de 3d' a po.• mj~ <Jo, i<'" a mUl calienl".

La tempernturn que el hombre es capaz desopol'ar no 1>al:>3,de SO', aunque ciertos pueblcl!I

"

JDDDg~ ODIY~

próximos al Polo, los finlandese:., por ejemplo.soportan temperatul'85 de ¡o r. ;5'·

La temperatura mfnima sue e ser de ,}' e'i\Oen casos muy raros. pues cuando es nec:esari<.tun gran rrio 'it" I't'('Urre al hielo machacado me­tido en SlIt'lh de goma r hermeticamente cerra-

""'.Considerada la lIidrotempía con juSlica. comoa¡.:ente hig¡¿nico capoz dt- proteger al homb~

contra las mfluencias morll(l<;llS qtli! ~ rodean.e'ilá dOlad... fuem de u 1I<"CÍÓf1 hi~i"'nica y pro­filáctica de una polencill cUl1lti\'a incontestable.

I.-O!' efectos lerllpfulicos de la hKlroterapiapueden di\'idirse en dos ¡:rupos o categorías:los de efectos primitivos o directos y los de erre.­10"0 consecutivos o indireclos.

.\1 primer grupo pe'rlenean: l.', efectos an-

liflo¡;lsliOO5: 1,·, efectos sedantes; y 3'" efectosexdtantes.

y pertenecen a los segundos; l." efectos tó­nicos o reconstituyenteS; 1,", efectos e"poliad~r('s o depurativos; y 3,", efectos resolutivos o al­terantes.

Sus procedimientos de aplic:lci60 los L'Onsi<le­ramos de todos conocidos, desde el baño de pillocer a la temperatura normal del cuerpo, hastael bailo de vapor, pAsando por la faja húmeda,los pedilu\'ios, baños de oriente, y, por tlltirno,las duchas con cuantas combinaciones puw{'nindicar5e.

Aun cuando es propitllllcnte misión del prac­ticante la indicación de trlllamienlos hidrOlcrá.piOO5, creemos muy conveniente el que roIlOZC:'algo sobre !'us indicaciones y oonlraimlicacio­nes.

De una manem g'ellcral se puede decir quela hidrOICral)ia ("~ 11, mt'<licación de 11l-~ enferme­dades crónicas r (lue no (IOn,·jene ,,¡no excep­cionalm<'nte en las afecciones aguw". Xo ob~(ante, :llgunas de IlIs ültimas puoo<'n -.ometersea es(<, método de tratamiento. Las cnfermedade:>;intern:ls, ciertas afC(¡;iones inAamatorias. comoIn pulmonla. la mrningitis y el reumatismo sehan tratlldo con éxito por la hidroterapia. Enlas fiebres eruptivas ha sido ensa~·ada la hidro­trral)ia; su sola intervención ha podido ¡;almarla fiebre, apaciguar los desórdenes nerviosos yaun ha¡;er vol\'er a la piel una erupci6n qur ha­bla des.'1pareddo. En la fiebre tifoidea ~. en eltifus se han obtenido más e"itos que en otrasenfermedades agudas. ja¡;quez emplraba las afu_siones fdas y el lien7.0 mojado, oon lan buenresultado que c."\Si se "i6 conducido a erigir en

PAPELES YHOMA~(Pe e ..to. UeUeo..)

lIfK.IInI 11 ..... nun. illtIINlG, ...

BARDANOLElWf di "'rdlllll y lItafta {alaldal

........ • lll.lfillaal...... lIS .1Il1tmc1lta

~LA~B:::O:::':::A::T::O:;:':;:'O:;S AURELlO GAMIR, S. A.VAL.ENCI. O'::L. CtO

método general la aplicaci6n del frío en la for­ma adinámica de la fiebre tifoidea. Diremos quelas fiebres tifoideas tratadas con el agua fria daun número de defunciones menor <lue aquellasque se tratan con los medios ordinarfos. Lascontraindicaciones a la refrigeración son las si­Kuientes: l.- La adinamia cuando está aoompa­rlada de tendencia al enfriamiento; y 2.° I.ashemorragias. PlIra Brandt, la perforaci6n in_testinal sólo es una oontraindicaci6n a su 11lt:­

todo, consistente en comh.'llir la hipertcmia yI"olver la temperatura a su grado normal me­diante los b..'1rlos fdos; pero hay otrOS casos <Iueordenan si no la abstención. al menos una ex­cesiva prudencia. Si existe la bronquitis o unapleuroneumonla, es preciso renunciar a esta te­rapéutica refrigerante. sobre todo si la hiperte_mia es muy sensible. En este caso algunos prá<:_tkos han tenido ocasión de felidlarse por el em­pleo de barlos tibios, siendo preciso renunciara esta medicaci6n cuando el pulso es muy dl:bily las contracciones c..'1rdia¡;as poco em'·rg-ica<,por el peligro de producirse un sincope mortal.

La hidroterapia está contraindicada en aqtW­llas afecciones anatómkas ¡;(lnstituidas por t'1desarrollo de productos hetromorfos en el Pll­renquima de los tejidos. como ~n el tuberculo­so, el c.'\ncer, etc., siendo peligrO!lO emplcM éstacuando las producciones palOl~icas residen enel pulm6n, ¡;erebro o COrl\7,ÓIl. Son cur;lble;; porla hidrocerapin todas ltls aff'("("ion("'l <'in lesiont'"orgánicas q¡.tt: proceden d<, cambios no e;;pecíti.cos de los elemenlOS orgánicos. En este J{rupose encuentran In anemia, la clorosis, las enfer­medAdes crónicas de forma ¡¡stenica y 13 ma~·() ...da de las enfermedndes que están cnracteri7.ada!>por unn perturbación en Ins funciones de los di_versos sistemas de la economía. En este grupo'5(' encucntran también la mn}"or pMte de lasafecciones del tubo digesth'o, las enfermedadesuterina.., etc.; pero es principalmente contTII·laneurosis contra las cuales la hidroterapia poseesus mejores triunfos. El concurso de la hidro­te'rapia es lambién efi¡;az contra la fiebre inter­mitente )' las intoxicaciones miasmáticas.

Estas lineas. que son de aplicaci6n general,varlan según los individuos ). las circunstancias.

Román DE LA FUENTE

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CONOCIMIENTOS UTILESAL PRACTICANTE

Por encargo del presidente del Consejo Ge­neral de Colegios Oficiales, se me hace el rue­go de cscribir algo relacionado con la especIa­lidad de difterin, ya quc por la rawn de estaren dicho servicio tanlOS a~os, se supone queconozca algo de el!.1. Yo, que soy disciplinadopor excelencia. no dudo en obedecer aun a true­que de mi cOnl'icción personal de que 10 quepueda decir es muy poco.

lOna de las cosas que creo puedan interesaral praclicante es la historia de esta enfermedadepidémica, hace dos años" y endémica en Es­p..1ña, sobre todo CA los niños.

Los nombres de algunos autores célebres de­ben inscribirse al frente de la 11lstorUt <le ladifteria; Bretonneau rué quién describió comouna entidad 11Iorbosa eSta enfermedad, dándolela denominación que hoy consena ¡ Klebs yLoefOer fueron los que mois tarde descubrieronel bacilo de la dfitena, determinando al mismotiempo su especificidad; Roox )' Versen fue­ron los que consiguieron, tras muchas experien­cias. aislar dicho bacilo, )' luego demostraronsu acción,

En realidad, podemos asegurar que con Bre­IOnneau empieza la histor~... de la difteria, sibien no es menos cierto que varias mllnifesln­ciones de esta enfermedad habían sido muy biendescritas y observadas desde la más remot.... an_tigüedad; tal ncontece con In ,',len.. Egicci..ca

o Siria, dada a conocer por Areleo de Capad!>tia y más larde por Galeno)" CeIi!>Aureliano.Pero al llegar al siglo XVI, wb.anse algunasdescripciones, que bien pudieran referirse a ladifteria; podemos citar entre ellas el relato deuna epidemia ocurrida en Holanda en el ai'lode 1557, Desde esta fechn se extienden los co.nocimientos de dicha enfermedad; en el si­glo XVII, en Espaiia se la conocla ('On el nnm_bre de garrotillo; en Portugal se la denomi.naba angina ulcerosa, y en hOllin se la con!>cía con el nombre de morbus stmn¡¡:-ulatocius,

PosterIormente encontramos narrllClones másperfectas, En Francia e InglalCrrll, y despuésen Suecia y Alemanül, ¡>'1decieron unas epide­mias que todos el1()« 1M denomin:llmn anginasgangrenosas, pero sin ningún apellido, r enlos siglos XVI )' XVII, Espai'la fué víctima deuna gran epidemia, la cual se la conoció con elnombre de IHIi'lOS de gnrrotillo,,; eslo dió m!>(1\'0 a grandes estudios por parte de muchosmédicos compatriotas nuestros, que, afarmnn­damt'nte, dl'jnron muy bien sentll.dos sus nom_bres en la medicina espai'lola; Mercado, mMi­00 de Felipe II i Herec!ia, Péru-Costales. Fon­techa, Villarreal, Nú"ez y otros muchos escri­bieron extensas relaciones de estn cnfenn~'<!ad,

tratándolo con tal nmestrla que no ha)' (tutoroontemporáneo que no los cite en sus estudios;por esl" feo:h4 &e conocieron 11'1\ fal.'lil5 membm_

JIRIBE POLlBILSIMICO BONILD para las afecciones bronco-pulmonares

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nas, la:. parálisis consecutivas y las infecciones5OCUnd.'uias.

Home, en 61 allo 1165. estudió detenidamentelas locali7.aciones lnrlngcas de la difteria, des­cribiéndolas como una nueva enfermedad, a laque d)6 el nombre de crup (algunos historiad!>res lllribuyen a ~ste nombre el origen de que,como los niños afectados por esta enfermedadtienen un ruido respiratorio parecido al (rOMde la rana, por ello denominó a esta enferme·dad crup (de croar) ¡ eSle autor es el que re­conoció la falsa membrana como una exudaciónsuperficial y no como un produclO de la gan­grena, pero desconociendo la relación c;<istenleentre la angina maligna }' el crup.

A Bretonneau es al autor que dehPm_ ",1 non,.bre de la difteria: en los años 1818 al 1826 ob­servó que las falsas membranas producidas porel exudado diftérico son del tipo pUT'lI.menlemembmnoso y, por ello, se denominó a esta en­fermedad difteria, que proviene de la p.1labragriega diftcra (membrana).

Conocida a grande~ rasgos la historia de ladifteria, creo un deber poner en conocimientode mis campai'leros unos dalOS mu)' importan­tes, sobre todo para el practicante que deSMTO­lla sus aaividades en medios rurales, donde mu­chas "cus temir.i que resolver papeletas algodifíciles, por estar distante el profesor médico,y P.UIl ellos principalmenle es ¡»m quien creoun imperioso deber escribir el .. período de con­tagio de la difleria...

¿ Cual es el período de la enfermedad en quela difleria es más contagiosa? Es posible quelo sea antes de la ap.uicíóo de lis falsas mem·branas, e indudablemente lo es en su m~s altogrado mientras persistcn 1~ pseudomcmbntna1l;pero particularmente durante la con\'alecenciaes cuando la difleria se disemina con más faci­lidad. La bacteriología ha. confirmado estOS im­portantes datos, pues observaciones recogidasll()S han demosHado en esle Centro MunicipalAntidiftérico, que en los enfermos atacados de es­14 enfcrmedad infecto-«>nlagio:.a, aun después de11.1berse desprendido las membranas, )' pasadosYluios <Itas, se hill1 encontrado b.'lCilos diftéricosen la saliva que, sembrados, han demostradotoda su \'irulencia, por 10 qu~ se demuestra bienclaro que el enfermo, durante su convalecencia,

puede infectar fácilmente a sus congeneres, talvez C(¡n mlls f¡¡ciUda<! que duranle ,,1 p<!dodoagudo, en razón a que mientras está el enfermoen tratamiento, con el consiguiente cortejo deasfixia, disfagia....1gonía, etc., todos le temen yson muy pocos los que se acercan nI enfermofuera de los familiares o los profesionales quele traten, mientras que )'a en estado com·alecien.te. nadie le leow y el cont"clO de las per50ru&es mayor y más frecuente, y por eS1.1I ra1.ón espor lo que digo anteriormente que es más fácilel contagio dumnte la convaltcencill que en elperiodo agudo,

Con el fin de que de ello tengamos conoci­miento, diré que el perfodo de contagio en laconvlllecencia de la difteria cs dc veinticinco atreinla días, después de haber desaparecido laspseudomembranas; por ello, siguiendo la escue.la que nuestro direetor y profesores de guardiadel Instituto AntidiftéTieo Municipal nos ense­~an, ro se debe consentir que los nii'los acudana las escuelas antes de un mes después del des­prendimiento de las pl:toCM (perlooo a¡;mJo) i.muchas vcces se encontrarán alf:unos comp.1~e­

ros de Asistencia Pública DomIciliaria con queles piden un certificado de completa curaciónporque al nii'lo se lo e:¡:,igen para volver a la es­cueln, que interrumpió por su enfermedad, di­ciendo, entre otras cosas: "Ya está bien; no tie­ne fiebre y conlt: de tooo". Pues bien; a pesarde eso no se le debe dar esle certificado, por­que si bien es cierto que esta curado de su en­fermedad, no es menos cierto que existen aúnbacilos en su boca y f.icilmente los tranSmite al

Supllcamos a nuestros amablescolaberadores lIIue al remitir sustrabajos teng.. en cuenta la (j.

mUacl6n de espacio para Su pi'bllcatl'n.

Por otra parte, les pedimostamblin que procurtn no em·pitar la palabra t:coatinuarb,pues preferimol articulos flue nocOlllpromelao nirmeros luceslvol,

resto de sus compañeros de coleglo, toda "ezque el periodo de contaglo es, romo queda di­cho. de \'einlicinco a treinta días despuk delperkldo a¡:,Jdo.

El cenifiado puede extenderse poco mb omenos en los siguientes lf!,rminos: .. llago cons­tar que el enfenno fulano de tal ha ntado .so­metido. un U'atamienlo de difleria. pad«tdodesde el día tanto. habiendo SMJo dado de altapor curación en el dla de hoy, no consinliendoque pueda 115i51ir a !iU escuela ha!ila el dla lan·lOS, lecha en que !iU conlaclo con los condi!ict­pulo5 se considera no infecciosa. Y para quecon5le, )' a petición del inleresado (o sus pa.dre), lo firmo en ......• a . de .. de. . ...

De esIa mallC'rB, pond~mos de manifieslo nuts.­tro cariño al préjnno I cumpll~mo!I con d "ll­grado deber sanilario, al que eslames obligados.como sanitarios y como buenos espai\oles. raque la consigna de nueslro Caudillo es haetr$anidad, porque con ello se hace Palria.

•E..\~Gl·1.0

p,.che""'r ~d hJl,'.f.1I...,;a~ A>Ihd,/'I",.,

S"OtA.-Erl aigu~'e. artkukNI hablarf del dia¡n.Mti.00 diftffncial del crup r MI~P }' de ...~ mnn.branu dihiri<:.. r la anii"a dr \"inttnl.

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ANALlSIS DE SANGRE(VALORACION DE LA AZOTEMIA)

Al redactar este aTtículo. sobre 1ft rlelermína­dón quimica de la urea en sangre r la constan­le ureo-secrcloria de Ambard, no (ralO ni muchomenos de enseñar nada nUf;\'O científicamentede lo ya publicado por diferentes autores.

:\lí propósito únicamente se dirige a prestaruna colaboración eftcaz ti la labor de los especia­listas de laboratorio. para obtener el máximo ren­dimiento de los análisis clínicos.

A tal efectO he consignado las normas acere.'!del momento en que está indicada la tomll des,1ng're y orina para esta determinación, r el mo­do de en\·iur estos produclos <\1 labor1l10no. Puesno hay duda que, en la mayoria de los casos,la exactitud de un análisis depende de la forma("o que se baya hecho la toma de muestra.

Desde las invesli¡:;-aciones de la e5l::uela fran­cesa (\Vidal, \Veill ). Pasteur, Javal, Wallery,etcétera), la dosificación de la urea de la 5<1ngreha adquirido imporlancia extrema para el diag_nóstico v el tratamiento de las nefritis.

La reíención de la urea, en efecto, es juntooon la retenciÓn de los cloruros, la hipertensióny la dilatación cardiac.'1, una de las cuatro g-ran­des manifestaciones funcionales de la ajtemcíónrenaL

Esta retención no es menos importante en losniílos de pecho; en ellos se puede presentar conlesiones renales poco marcadas o casi nulas. Esconstante en la atrepsia, y da lugar a la caquexiaazotémica (Nobcoourt).

Dos métodos de laboratorio se usan para des­cubrir la retención de la urea o azolemia.

El uno que, en general, es suficiente en la

práctica, consiste en hacer exclusivamente la dela urea en la sangre y comparar la cifra encon­trada con la normal.

El otro consiste en medir a la vez, \' al mismotiempo, la urea de la 5<'1ngre y la urcil de la ori­na. Tratándose de riñones normales, la relaciónentre las dps es riguroS<1mente la misma. Estarelación se obtiene por un coeficiente descubiertopor Ambard; las mini mas variaciones del coeli­cien te de Ambard permiten descubrir la azotenuatan pronto como se inicia.

Este segundo método tiene el inconvenientede ser más complic.1do y exigir gran cuidadopara evitar las caUS<1S de error.

Técnica de la toma de sangre p.ra la dosifica·ción de llrea. - Se extraen por punción venoS<110 c. c. de S<1ngre, se ponen en un frasco con ta­pón de vidrio, previamente esteriliu.rlo, que con·tenga en su interior unas bolitas dc cristal, y seagita durante cinco o diez minutos, con el finde que quede bicn desfibrinada. Acto seguidose remitc al laboratorio, consignando, al ser ~sible, el régimon a que esto\. sometido el enfermo.

Dosiflcaeión de urea.-En un tubo de ensa)'!)graduado se ponen 4 c. c. de S<1ngre y 4 c. c.de ácido tricloracético al 20 por 100; se filtraen OtrO tubo de ens.1yo y con el filtrado obten id!)se hace la determinación mediante el uroometrode .\mbard.

En el depósito superior del urc6metro se colo­can 2 c. c. del filtrad!) que se dejan caer lenta­mente apretando la goma que tiene en su parteinferior el arMat!); luego se agrega agua desti­lada, apretando también hasta que no quede

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nada de aire }' se cierra la llave; después. ailadirhipobromito, y coando no admita más el aparatose agita bien é!:;te ). asi que han desaP.1TCddo lasburbujas, se lee la graduación en el urOOIl1ClrOy se muhiplica por In constante (':'53), que nosdará la cantidad de urea por mil.

Fó~mula del hipobromito para dNerminar ureapor el método de Ambard:

lUflodo de 'Yldal )' Javal paTa determinar lauolcOlia.-Extracci6n de s....ngre.-En caso deurgencia, )' si se tiene necesidad de un diagnós­tico rápido, se recoge la S.1ngre sin ningunaprecaución previa. Pero si nada apremia~ y si seteme e5lnr en presencia de una fe;tención mode­rada, conviene someter al enfermo a un régimenconocido, ya que la nalUrnlel'~1 y la cantidad delos alimentos ¡¡("oc marcada influencia sobre lasvariaciones de la azolemin.

Bromo <1"" ampollas deSo",¡¡ al 33 por ,(lO.....

Agua ... _...,

7 ~. r.110 g.....Jllo r. r.

Se r~gen de 20 a 30 c. c. de $lngre. pors¡¡ngda o punción ,·cnosa.

No es preciso que la dosificación se haga in.medialamentc ¡ puede aguardarse dos o tres díassin temor a una alteración en los resultados.

Por lo tanto, si se carece del instrumental pa­ra analizarla, enviar la sangre reoogiua con asep­sia, por corroo. a un laboratorio,

Téf,nin de la dosiflnc!ón,-5e poll.:'n 10 c. c,de suero a examinar en liS c. C, de alcoholde c.P'. Se forma un precipitado blanco de cuero

Se evapora al bai'lo maria, en lIna cápsulade porcelana, hasta que el alcohol se haya eva­porado completamente, pero sin intentar obteneruna desecación completa. Se disuelve el residuopor medio de una pequeña cantidad de agua des­(ilada, de modo que, junto con las aguas del la­vado, no pase de 6 a 8 c. c. Se hace entonces lapos albuminoideos. Se agita durante unos mi_nutos y luego se vierte todo sobre un filtro ). serecogen los 100 primeros c. c., corresponden a8 c. c. del suero que se ha de IIna1i7.ar.dosificación de la \lrc;\ por cualquier método,

AUTOMARTINEl AUTQMARTlN _ .....p.._ d 110 ciliad.ri", d. ridrloa ........ caDtca!.,.da tOO, 100 <1 <lOO c. c. de n G¡'",_'do, HOJea.

¡uq.., nc" J'" ...Ilci..". por. de< ..\ida ."''''''''ti", • le ",ntidad d.............1Mfdko d_ ULl«la', ...odo..ood.a <o..~ ......uu.u..d odo Lo 0 110; •• dodr n.. d. <lOO c. •.

p pan ;aJ_cl d••00 c. c.. pon de ao c. ... nc.

de

~

Iinyectables B. MARTIN ~

Francisco}Javacerrada,47 MADRID Teléfono 50613

Laboratorio

y de preferencia por el quc hemos descrito con clure6mctro de Ambard.

La cifra media de urea normal es de o,JO ao•.so gramos por mil. L:J. determinación debe'praeticarse preferentemente con sangre extraldaen a}"unas,

Constante ureo·secretoria de Ambard.-Se de­riva de la observación o estudio de la concentra­ción urClca sangulnea comparándola, no con la\,'O/1centraci6n urinaria, sino con la eliminaciónde urea por el riñón en la unidad de tiempo. Estoconstituye la originalidad de los estudios de Am­bardo

El estudio de las lc)'es que rigen la ~reción

ureica. permitió a Ambard llegar a la siguientefórmula, expresión aritmética:

(;r =K

,lO-xC

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en la que Ur, representa la tlrea de la sangre;D, la eliminación ureica en veintIcuatro horas(c.1Iculada por la eliminación durante la experien.cia); e, la concentración de urea en la orinaemitida durame la experiencia, y K, el \'alorde la constante, que normalmente es de o,06J a0,070,

Técnica de la toma de sangre y la orina paradeterminar la conslank lueo secfetoria,-La me-

jor hora para practicarla es hacia el mediodía rhabiendo hecho el enfermo un desayuno ligero(I.so gramos de leche y un poco de pan), L:J. ob­tención tiene una importancia capital.

Si no se toman todas las precauciones, las de.terminaciones ulteriores carecen de interés, yaque adolecen lile un error inicial.

L:J. marcha a seguir es la sig-uiente:t ," Hacer orinar al enfermo hasta que la \"e­

jiga quede vacia completamente.Si se tienen dudas de que la evacuación no

haya sido completa, por ejemplo en un prost/ui­co, es conveniente sondarlo.

El Ill()mento de evacuarse la vejiga debe seranotado exactamente,

Esta primera orina, bien emitida espontánea­mente o recogida mediante sonda, no se utilizapara la dosificación,

~.' Plisados quince minutos, se extraen porpunción venosa 10 c. c. de sangre para dosificar"~.

J,' A los treinta minutos de la primera mic·ción \"oh·erá a orinar el enfermo todo lo (lue pue.da y esta orina se recoge, se mide exacUlmente,yen un frasco previamente esteriliUldo, se remiteal laboratorio en unión de la sangre; indicandoel tiempo empleado en la experiencia (lreinta mi­nutos en nuestro caso),

]uan SAKA13R\.\

VALE MAS PREVENIR QUE CURAR

L.1S muchas), luctuosas circunstancias ~ que.atra\·ies.... n n veces las escaseces y medios parnpoder asistir mklicameme a un lesionado)' tra­tamiento de heridos en el medio rural, h:lce quea un lraumaliuado no se le pueda atender conla 1.lsistencia que el callO requiere. )'tI que losmedios de tratamiento la mayor parle de las ve­ces se carece de clemenlOS \" no de \'olun13d. . .y CIenCia.

La falla de medi"" de locomoción es causainfinitas "e<:es de que un lesionado no puedalener la asistencia médica. y ocasionando graoves trastornos al herido, pues un retraso parasu traslado a ulla clínica <¡uirúrgica, hospital,etcétera, ponen en grave peligro bien la vidao que un hombre pueda <]uedar en imperfectautilidad.

La gravedad que pueda tener una herida nl'a.

renlemenle Sin importancia, requiere que todoslos médicos y practicantcs pongan los principiosfundamentales del tratamiento, )' )'a en el me­dio rural, en si pobre de recursos clentlficos paraque el traumatizado sea atendido lo más corr«·tamente o ~para que, si por la indole de la le.¡,ión debe ser trasladado a un cenuo quirúrgico,llegue a las manos del cirujano en condicionesadecuadas p.1.ra conseguir no sólo sah-arle lavida, Sill0 también la restitución funcional lomás completa posible.

¿ Cuántas "eces, por faha de suiiciencia ~' tec­nicismo en su momento de asistencia, ha sidola causa de imperfecciones en miembros o sal­vación de la vida? l'n gran mímero de infec­ciones, en muchos casos de gravedAd, )' (jueproceden de las heridas infectadas, corno el té'­tanos, gangrena gasC'os'1., septicemi¡l, hubieran

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podido 5.1lvarse con un tratamiento OOecuado yoportuno.

No es juSto ni humano que por haber sidotratada una herida, una lesión, por un m6diooo prncticante con una preparación deficiente,que el 3ccident.1do corr¡¡ un riesgo inmediato deprop.1gación de la infección y que después deje,como sello de la ineptitud de los que le trala­ron, una incapacidad funcional o en riesgo suvida.

Pensemos en que un grun nlÍmero de seresdesgraciados, incapacitados para la lucha por lavida, deben su desgracia a veces a una heridacon apariencias sin importancia y que no fu~

tratada debida ni corr«13menle. Dicho se estáque muchas veces estas tristes CIIUsas, estas in­capacidades runcionales pueden corregirse me­diante los procedimientos quirúrgkos que e'Cis­ten en la actualidad de <"'¡dente progreso enla cirugía orlop('<Iica }' están al alcance de lamedicina. Pero, como dice muy bien el pro'·er.bio c¡lstellano: "Vale más prevenir que curar.»Ya (lue Utas imperfecciones v anomalías en lostrat.1mi("ntos se pueden e"ilar de antemano.pu~ el porvenir de un herido depende de laprimera cura que se haga, entendiendo por pri­mera cura, no la aplicación de una gasa o unantiséptico, sino la forma m&lico-quirürgica dela reparación anatómica y asistencia lo más per­fecla posible.

Conviene tener presente que la infección deuna herida es una complicación, y pma evitarlodebemos poner cuantos elementos tengamos anueStro alcance. Haciéndolo asl, el herido curalo mejor posible, y si el traumatizado. despuésde su curación presenta o padece alguna imper­fC'Cción o incapacidad funcional. ¡ISla será debi­da 11 indole de alguna causa primiti"a, pero queno sea jamás a un error del médico o practi­cante.

llay que reconocer la afirmación de que laprimera cura ha de ser la que decida el porve­nir del herido para su lucha con su relación ala vida. y esto eStá comprobado innúmeras veces.

a) La necesidad de un buen concepto qui­rúrgico que conviertan una primera cura casi enuna pre\'ia operación; y

9) La de aseptitar cllnicamente las heridasen su gran número ~' prevenirlas con los me-

dios terapéuticos de sueros ). vacunas; inmuni.7.arlas, evitando infecciones microbianas.

De este modo haremos p?sible cl desarrollonormal de la vida de relaCIón de muchos acci­dentados que, por no haber sido debidamenteatendidos, llevan consigo la mueStra de incap...­

.cidades definiti,'as.La importancia social y humana del trala_

mienlO de los heridos y de la traumalOlogla esevidentemente digna de lenerse en cuenla y nodebe olvidarse, y al eslO escribir no me ha guia­do otro motÍ\'o que el poner de relieve este re­cuerdo de la cirugia de urgencia, pues ha detenerse en cuenta muy lógicamenle 9ue en elambiente rural, ya en sí erizado de dificultades)' de medios adecuados, se carezca de lodo...,y lamhién se olvida lodo.

Una nHI1'ana me hallaba en una clínica deguardia cuando entró un homhre para que M'le preslara asistencia médica; una herida con­tusa sin imporlancia; pero cuando le CSlaba cu·rando me extrañó que el brazo derecho perma_neciera inmóvil, inútil.-¿ Qué le pasa en ese brazo?-Me quedó im'ltil a consecuencia de una frac-

tura-me contest6.-¿ y cómo ?-le pregunté.-Siendo )'0 mozo de labran~, en uno de los

viajes que hacía al campo, por un movimientobrusco del carro \'oleó. y al caer. me frac!Ur6el brazo derecho, produciéndome tamhién unaherida; fui curado en el pueblo, pero a lascuarenta y ocho horas se me presenló una ahafichre, acompañada de intensos dolores del bra_7.0 fracturado. Aquel mismo día, y con loda ur­gencia, fuí trasladado al hospital de la pro\'in­cia. donde estuve quince dias luchando entre lavida y la muerte, pues se lile presentó la gan­grena, y a los cuarenta y cinco dlas de estanciasalí del hospital con el brazo inútil, como lo veu~ted. )'. según dijeron. fu~ la causa que desdesu principio. en que fuf curado, no se me aten·di6 como debieron hacerlo.

Esta lig-era y triste reseña de esle bu~n hom­bre, mutilado de la vida, fué el mOlivo del ar­tlculo que p"rttede.

Emilio ELlZAGA

Agosto de 1941. ..

MANCOMUNIDADES SANITARIAS

1'0. co"mI.,,,./o 11. ul.."¡,di",,.io ¡"tub, p"l>/ie"",,,.ID, .,'1",,10' ...01. ¡"'Jl<1"O"¡,, d. '" O,de.. ,\fi",..,.,;"I, deN} d. ¡u/jI' oI/ló",,, (B. O. del Estado del 'J).

1.& Para que exista uniformidad en la confec­ción de dichos presupuCSIOS, se enviará por laDirección general de Sanidad Il cada Mancornu­nidnd y a cada Instituto un modelo de presu­puesto en el que "'8)'aO incluidos los enunciadosde todas y cada una de las Secciones de que secomponen los mistt)OS, ateniéndose, Mancomuni.dades e Institutos, a su formato, que adquiereearácter oficial. Se rechazari por la Direa:ión ge­neral de Sanidad, sin entrar en su esludio, cual­quier presupuesto que 110 se adapte a dicho foromalo.

z," En concordancia oon los artfculos JO)' 3'

del Reglamento Eoonómico.administrali,·o de lasMancomunidades Sanitarias de 14 de junio de1935, "Gaceta" núm. 119, ser:in remitidos a esleMiniSlerio antes del 15 de nO\'iemhre, 00100 IImi.le m:iximo, para que puedan ser estudiados yaprobados anles del JI de diciembre. Se envia­rán por separado y en Iriplicado ejemplar lospresupueslOS de las Mancomunidades y de losInstitulOS.

J,' En el presupuesto de la :\Iancomunidadhan de figurar, de acuerdo con el modelo en·viado:

a) El imporle de los haberes que correspon.den a las plauuil de todos los funcionarios sani.tarios, por clases (Médicos, Farmacéuticos, To­cólogos, Qdontólo¡::-os, Veterinarios, Praclican­les y Matronas). Se considcrnrán como haberes

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(artículo 20 del Reglamento citado), las dOlacio­nes por titular que liguran en los presupuesto....de cada AVj.1ntamiento, con sujeción a la base 18de la 1... " de Coordinación sanitaria \" de los Re­~Iamentos respectivos. Los .'\yumamientos dt'censo inferior a Z'OOO habitantes quedan libresde venlicar el ingreso de las plazas de Practican­tes }' .\Iatronas no provistas en propiedad ni in.terinamente por profesionales de la Rama corres­pendiente después de ... de enero de 1936. e"­ceptuándose aquellos casos en qm', por eSJl'CCia.les circunsulOcias, los Jefes provinciales de Stm,i­dad hayan procedido o procedan a cubrirlas in­t<'rinamenh:. debiendo recaer el nombramientoprecisam('nte en el titular de la correspondientel{ama. En vir!Ud de lo anteriormente e"puesto,no podrán e"igir ni reclamar !lis .\Ianoomunida­des a los .\Iunicipios los haberes de dichas pla.UlS que se encuentr<,n <,n descubierto, limitando­.... a recibir las qUf' ,oluntMinmente realicen <,1inJ;"re'lO.

b) Las mejoTQs reconocida,; a todos los "-1ni­tarios por los respectivos A)'untamientos que setraducen en un aumento de remuneración.

c) El importe de los quinquenios a que cadasanitario e InspeClOres Veterinarios municipalestengan derecho. establecido en la Ordel1 minis­terial de ~9 de febrero de 1940 )' Decreto de 30de mayo dd ailo en curso. siempre que disfrutensus pl.11.1ls en propiedad y que perciban los habe.res en concepto de sueldo. Para el cómputo delos mismos se panirá de la fecha de loma de po­'iCSión de la primera plaz.1 desempeilada en pro­piedad. sirviendo de reg-ulador el sueldo recono­cido en 1.1 base tB de la. ley de CoordinaciÓfl 5.1­nitaria o en los Reg-l.1mentos respectivos, con e..,,­c1usiÓll de todns los demás h.1beres. El ingresodd importe de los (¡uinquenios reconocidos a los$.1Jlitarios se hará, necesari.1menle, por el Ayun.tamiento donde ';l.' encuentren prestando sus ser·vicios. Teniendo en cuenta que lo mismo las me·joras que los quinquenios y los atrasos son per­sonales, deberá haCt'r<;e constar siempre el nomobre y el apellido de los interes.1dos.

d) Se incluirá por los Ayuntamientos dondeexisean fuerUlS de la Guardia civil (hoy engloba.das oon las d.e Carabineros) los haber<,s para elpago de la asistencia a L1S fuenas indicadas,correspondientes a .\h'-dicos. Praclicantes r ~Ia_

ITonas, de acuerdo con lo dispuesto en las Or­denes ministeriales de lB de julio, 29 de a~()';t<.>

y ~o de noviembre de 1935. Dichas c.'ntidadl."~

serán ingresadas por los A)"unlamientos donderadiquen las fuerzns, cualquiera que SC'a d ~:n­

so del Municipio.Se hace e.xten..i\"a esta disposición parn e!¡);Ig"O

en la misma f()rma por los .\yuntamiC'ntos de laasistencia por 1(»> 'IMicos de Asbtcncia PúblicaDomiciliada a lo~ Caballeros ?llutiladvs, dondeno e_"istan 1\16dicos militar<,s.

e) Se incluirán todos los atrasos pendi('ntcsa toda clase de sanilarios, cuyos cxpedi('ntes hn­van sido Icrminados e informados fa\'orablemen­ie por la ."ancomunidad. incluyendo como mini.mo, una cantidad igual a la (¡ue correspondeanualmente hasta la extinción de la deuda.

f) En la mi~ma forma se incluirán lo·s atra·sos a que hace referencia el Ikcrt.'to de 2.; d('ag-os!o de t939. •

No se permitirán, por ninglin concepto, ('¡1I1Ii.dades globales en los pfl'StlJ)\I("~tos para el p;.,~o

de dichos atrasos.g) Se ¡ncluira el o,.~ por 100 del pr('~u.

pucsto de cada ~Iunicipio para traspasar al Pa·'ITonato Nacional .\ntituberculoso (O. 1\1. dI' bde diciembre de 19.39).

h) Se incluirá el 5 por 100 de los haberesde los sanitarios de cada Ayuntamiento. ma~ ('1t por 100 que retendrá la .\Iancomunidad re~~'

tiva al efectuar el pago de dichos haberes, p.:lrasatisfacer oon el 6 por 100 rcsultante el SubsidioFamiliar a los sanilarios que tengan derC'Cho almismo (O. M. de 7 de-marzo de 1939)·

4.· El ~ por lOO de los pTCSupuCSl()S de in¡:rr<'­so que los Ayuntamientos han de ingresar parasostenimiento del Instiwto provincial de Sani­dad, se entenderá referido únicamente a los in­gresos generales del Presupuesto ordinario, noestando sujetos a este impuesto los presupuestO~

extraordinarios.

ne~ordamOl a los Dele¡¡;ados deeste BQLETIN eu los ConsejosProvinciales, la obligación quetienen de enviar colabor.~lón

c1entifl~a, re~lIblindola de los se,llores Médi~os.

•

Acta de la reunión celebrada el día 18 de julia de 1941

A la, dieciocho trelnt., bajo la pre.id«oci. del tenor~ la .'\lente, se redne el ~;o G<:onh".u.

El pruldenle dió euenla dcl~lla<Ja de 1... ,-;situ he­chas (,ltimamefue • la Oirec<:ión General de Sanidadpara tratar de di"cn:ll peticione. pendiente. de resolu.016n en dlctw emlro.

Se tia cuenta de una comunjcadón del Con~jo G~

nenl de Coleg;os OIlciales de MMicoI. pct" la eual le

nos in' ila • formar poI.te de una Comisi6<l de CensuraMl!dica ~r. toda da... de lI5untOlt I.nila,i~, quedan.do dieho Consejo General en remitirnos unas normasgeneralc que han de ........,ir de ba~ a "Uf'>lras pro­puesla~.

Ha licio en"jada nl>eltra fdicitación al u~knlísia\()

senor "meral don Mariano Gómu-Ulla por lu recien_te nom1Il'"amimlO da jefe de 1"" ~rvic¡os Sanilooos delEjhdlo.

~pul:o de un cambio de ¡",prdiOllell sobre la mu_en. -..lnlltrlllh". del Co""'iu 1 Ud BOLETIN• ..,hace un estudio tob.... todos 101 prob~as p1antudo:oen la actualidad.

A 1.1 ,-tinte le terminó la reunión.

Madrid, 18 de julio de 1')41.-1'1 secrttario :lIleri...,.Prdro ClUlejÓ1o.-V.· B.·, El prtsidcntt, Ro"g~ di 1<,Furnt. Frer~ilüt.

Madic<JmetllQl pcar:a lo OERMQ-SlfltOlOGrAlo OnAlMOlOGIA f IQ OTO·RINO·lARINGOlOG(A_Illo_,., •__ .......... ~..._..,_,

'Tr.bol.tonDe br:1 'fioltf (le lEo,p,alla. La.~•• h ..' .." c_., c , ••

R«lc:n'emente tuvImos el gl$O de rteiblr la "'Isttade don Stgundo Tornlba, presiden¡e del Colqio deCucn<;a, Itnicndo con él un amplio cambio l.It' ,mpre·

si~nes sobre los problemas profesioules plln1eldosen 'Q,udll pro\'inCIII_

Asimismo nos ha visilldo don PI$CU11 N'YI, presi·dente del Colegio de HutsC.. de paso parl Andalucll.

•Recientemenle el Consejo Provinci.1 de PrlcticlnltS

de Valencil nos di tuenll de hlber sido invilldo 1 en­vilr un rtpl'cstnlln'e del mismo 1 las JlUIlUque a:lebre11 Mancomunidad $anillril del Mun'cipio dt dichlprovincia. CopilRlos dicho oficio por estim.r muyconvenitftlc Su con¡)(lmienlO por los demú Colegios:

.LI junll de Mlrcomunidad Sanillria, en su leSión

del dla JO de juho del comente año, IdOPIÓ, entreOIrO", el ~erdo de eilar I _ juntas 1 1.,. ~pracn­

IIntc:S de os Cuerpos de Vttmnarios PT'ktiC*llles yMaltonas. 1I rimo de informlr de los lsunlos quehlftln rdrrencia a sus respectivas orguiucion«.y hl-

Toda cvnupondenda relado

nlda con este BOLETIN dirf

jue al dlr«lor.

Los sJlI(;riploru ) anuncian

lu. al administrador,

blendo acordado La p«sidenci. 5tlI l;ÍllIda l. Ju,~ el.

pleno p.ra el di. 13. a las once de la martan..en su dtspllcliO lit esa DelegaCIón de Hacier.da opongo en su conocimiento para que si kl estim.

oportuno SI:' sirva tiiSlir ... Junta. de M.ncoml:nid.dSanitari.,.

•MUY IMPOQTANTE

Olrecdó. OeReul de Sanidad

arcuk...po,. /(, q""~'" I...",¡ IJn rel":'¡"3() de "'/'.\'0

,,/limo rob,.e la rln:uciQ" ti.. ,,,cldo. ti los JUtllco...

d~ .IsLw1lclil PJaüru 1),"',lril'orill

A consecuencil de las numerOSllS consultas e1evldls

1 este departamento por los lancionarios sanillOos in­ttreudos 1 Jos dblll1los Organismos oficí.lles.:eruCt:: La inlUpretaeión que dcbt darse pira La más per_

fecu .plicación del Decr~o d~ JO de mayo ültimo, queestablea: la elenci.>n de sueldos a los MMicos de,~Sl$leocia PUblka Domiciliarl.

Esta Dirca:ión Oeneral recuerda a lis Macollluni­<lades sanitariu, Jefalulas ProvincUlles de Sanidad yColegios profesion.1es, ni como 1 los flncionlTios in­ttrcsados (?rlCliclntes y Matronu IIlulll'cs). que 1I re­~llIr elevados 105 sueldos de los Ml!dicoslitularcs o de

Asistencia ?lihliea Oon,icililril, 5tglin l>C:crelo d~ que

(Iueda ht,.ocho 1llc!",ción, y ll'niendu en cm:ntll (luetanto los I'ral·tironte~ como las \Ialrona!' titula­res h¡m de percibir, en conceptO dI.' sueldo, 1'1 30por 100 del sueldo del ~Iédico tÍlular adscrito al'\.Ylllltamicnto de que SI' trate, con lIrre¡;::lo a lospn:ct.'ptos del I{eglamento respecfh-o, es 6videnteque al aumenlar el sueldo de los ~I&licos lilU1.:l­res, queda también aumentado automáticamente,('n la parle proporcional. el sueldo de los Practi­canws .,. 'Iatronas ti[ulares.

y con relación a los quinquenios de estos fun.cíonarios sanitarios (Practicantes y Matronas ti­tulan'S). percibiN'lClo como quinquenios ello p,)r

100 de su sueldo, {'s indudahle que ~j ¡!Oste <,xperi­menta un aum(,'nto, tamhií'n ha de reflejar-;e enla parte (IUe, ('omo quintlu,'nios. les I,.urresponde.

Lo (Iue se hace público p~tr" conocimiento dt·los funcionarios y Organismos interesadO$, a losef~'<.'tos consiguientes.

~Iadrid, 8 de septiembre de 1941.- I~l Directorg"('lu:ral: P. O., Benigno G. Ca-!'trillo.

Es deber de gratitud ayudara quien nos lavoreec.

Aenérdate de nuestros ana nc1lnlU.

también Empresa modernaque, haciendo honor a la mll­madivisa trabaJa con entusiaamo y anhelOll de superación

G'AF CAS

V O L U N T A S, "LNuAoz TOtURO, 6-TELl!:roNo IUfO

MADRID

l?mp'CfljiIj mOáfl'CnajEl aire de progrll$O y renov/l­ción de la Empresa mOderna, hade transcender en todo cuantola persom/ica, y nada lleva 851arepresenlación lan directa masque SU9 propios impresosPara que tengan un sello d~inigualable distinción conflesus eslimables encargos a••••-.••••••••--------

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