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Enfermedades Transmitidas por Vectores en Caninos y Felinos MACHO HEMBRA Con la llegada de temperaturas cálidas aumenta la prevalencia de parásitos externos que no sólo pueden ocasionar enfermedades dermatológicas en las mascotas, sino también enfermedades sistémicas, en algunas ocasiones con riesgo de vida. Incluso muchas de ellas son zoonosis (enfermedades transmitidas por animales al humano). Se trata de pulgas, garrapatas y mosquitos que actúan como vectores en la transmisión de enfermedades. Éstos parásitos se alimentan de sangre (hematófagos), pero en el momento de succionar, no solamente extraen sangre sino también pueden inocular agentes parasitarios e infecciosos. Con el correr de los años las condiciones de temperatura y humedad evolucionaron de manera altamente favorable para la supervivencia de los parásitos externos, lo cual refuerza el concepto que la prevención de los mismos debe realizarse todo el año. Algunas de las enfermedades transmitidas tienen mayor prevalencia en zonas que se denominan endémicas ya sea por las condiciones de temperatura, de humedad como por la vegetación del lugar. Los animales que viven en el exterior están más expuestos a éstos vectores, la movilización por mudanzas o vacaciones también aumenta el riesgo de exposición. Entre las enfermedades transmitidas por garrapatas encontramos Babesiosis, Hepatozoonosis, Ehrlichiosis, las transmitidas por pulgas Dipilidium, Haemobartonelosis, por otros insectos Dirofilariasis, Leishmaniosis. Enfermedades transmitidas por garrapatas Babesiosis Son parásitos de la familia de protozoos que son transmitidos por garrapatas e infectan los glóbulos rojos. Cuando la garrapata hembra se alimenta de sangre de un animal portador de babesia, ésta es ingerida e ingresa al organismo donde se multiplica depositándose en los ovarios por lo que es transmitida a sus generaciones, como así también en las glándulas salivales, entonces cuando vuelve a alimentarse es inoculada en otro animal. En la garrapata macho sucede también multiplicación pero se deposita en las glándulas salivales y su transmisión es mayor porque se alimenta con mayor frecuencia. Entre los signos clínicos cursa con hipertermia, trastornos digestivos como vómitos y diarreas, mucosas pálidas e ictéricas, anemias, hepatoesplenomegalia, ascitis, mialgias, paresias, incoordinación, trombocitopenia. Su diagnóstico es por signología clínica, análisis de sangre y observación del parásito en frotis sanguíneo. La droga de elección para su tratamiento es dirpopionato de imidocarb 5mg/kg intramuscular o subcutáneo. No es una zoonosis. Su pronóstico es Reservado. Prevención del vector. Hepatozoonosis Es producida por un parásito que se denomina Hepatozoon canis, aunque infecta al canino, no quedan exentos los felinos aunque de manera esporádica. El canino debe ingerir la garrapata macho infectada porque el parásito se encuentra en el hemocele de la misma, no puede llegar a glándulas salivales por lo que no puede transmitirlo por picadura. Una vez que la garrapata es ingerida por el canino se libera la forma infectante en el intestino y a través de sangre llega al bazo, hígado y médula ósea, se distribuye a los diferentes tejidos ubicándose principalmente en músculo estriado de lengua y extrínsecos del ojo. Cursa con hipertermia, pérdida de peso, secreción ocular, secreción nasal, mialgias, uveítis con edema corneal. El diagnóstico es por observación del parásito en frotis de sangre. En ocasiones se observa una proliferación irregular del periostio en huesos largos en un estudio radiológico pudiendo confundirse con tumores óseos. El tratamiento es toltrazuril siguiendo diferentes protocolos, como también dipropionato de imidocarb 5mg/kg via intramuscular o subcutáneo. No es una zoonosis. Su prevención es el control del vector tanto ambiental como en el animal. Ehrlichiosis Es ocasionada por un parásito intracelular obligado, E. canis bacteria pequeña cocoide Gram negativo, el vector es la garrapata Rhipicepalus sanguineus, ésta a través de su picadura es cuando puede infectar. La signología más característica es la trombocitopenia en todo el transcurso de la enfermedad, además poliartritis hipertermia severa, descarga oculonasal, anorexia y depresión, aplasia medular, ceguera repentina. El diagnóstico se basa en signología clínica, anormalidades hematológicas trombocitopenia, anemia de tipo no regenerativa, se puede realizar serología (aparecen después de 14 días) siendo el punto máximo a los 80 dias, SNAp (en el que se puede buscar anticuerpos de E. canis) PCR se utiliza entre los 4 y 10 días post infección. El tratamiento que se utiliza es Doxiciclina 5mg/kg cada 12hs durante 21 días, dipropionato de imidocarb 5mg/kg intramuscular ó subcutáneo, vitamina E 400mg por día, transfusión de plaquetas. Si el canino se mueve a zona endémica se indica realizar tratamiento. Enfermedades transmitidas por pulgas Haemobartonellosis Es una enfermedad de alta prevalencia en felinos. Puede presentarse en forma primaria, pero la más frecuente es como oportunista de enfermedades inmunosupresoras de base. Es producida por el mycoplasma Haemofelis, se trata de una bacteria que ha perdido los componentes de su pared, lo que lo transforma en dependiente de los nutrientes del huésped. Parasita los glóbulos rojos, siendo su signo clínico más importante la anemia, que la produce de dos formas; una es por el sólo hecho de adherirse a la pared del glóbulo rojo aumentando así la fragilidad de la célula con su destrucción, y otra de las formas es por daño inmunomediado. Otros signos clínicos acompañan al curso de la enfermedad como mucosas pálidas, hipertermia, pérdida de peso. Su diagnóstico es por signología clínica y la evidencia del parásito en un frotis de sangre sin anticoagulante (éste hace que el parásito se desprenda de la pared del glóbulo). Para su tratamiento se utiliza doxiciclina a 5mg(kg cada 12horas vía oral (es la de elección), existiendo como segunda opción la enrofloxacina a 5mg/kg, acompañando al tratamiento que elijamos los 3 primeros días se utiliza prednisolona que ayuda al mantenimiento de la pared globular. En algunos casos se requiere de transfusión sanguínea pero solamente en pacientes descompensados, ya que con el tratamiento rápidamente se obtiene una respuesta exitosa. Es muy importante el control de pulgas en los felinos para prevención de la enfermedad. Enfermedades transmitidas por flebótomos Leishmaniosis Es causada por una leishmania, de las cuales en nuestro país hay dos cepas: L. braziliensis y L. infantum ( de mayor importancia en nuestro país). El perro se considera el principal hospedador aunque no se desestima que el gato pueda serlo. Es una enfermedad vectorial cuyo actor principal es un flebótomo, específicamente Lutzomyia Longipalpis. Al intervenir un vector, dicha enfermedad se va a distribuir según el hábitat del mismo, en nuestro país se distribuye por toda la Mesopotamia. La hembra del flebótomo es la única que se alimenta de sangre para maduración de sus huevos, que son depositados sobre materia orgánica, en cambio el macho no es hematófago, siendo su alimentación de fuentes naturales de azúcares. Además de la transmisión de éste parásito por inoculación mientras se alimenta, no se resta importancia a la transmisión venérea, vertical e iatrogénica por transfusiones. Los animales jóvenes son los más susceptibles. Los signos clínicos más característicos son: pérdida de peso, poliartritis, atrofia muscular, glomérulonefritis, alteraciones neurológicas, anemia no regenerativa, proteinuria, mientras que la trombocitopenia no es tan frecuente. El flebótomo pica principalmente pabellones auriculares, trufa y abdomen, dejando una lesión de tipo pápula que desaparece rápidamente. El diagnóstico se realiza por búsqueda en frotis con Diff-Quick ó Giemsa, o utilizando PCR que es de alta sensibilidad y especificidad, siendo el nódulo linfático o médula ósea, las mejores muestras para realizar una aspiración, ya que ha sido demostrada su baja sensibilidad en muestras de sangre. Otro de los métodos de laboratorio es la serología que permite la detección de anticuerpos específicos pero alrededor de las 8 a 12 semanas post-infección, la inmunocromatografía tiene una sensibilidad razonable para detectar lesishmania clínica pero no para la enfermedad subclínica. En zonas endémicas la detección de los anticuerpos, no significa que padezca la enfermedad, sólo indica contacto. El tratamiento de elección es Antimoniato de meglumina (Glucantime no disponible en nuestro país) es contraindicado cuando hay lesiones renales. Otra de las drogas utilizadas es Miltefosina vertido sobre el alimento una vez por día (tampoco disponible en Argentina), en realidad en nuestro país nos limitamos a utilizar como tratamiento Alopurinol que inhibe la síntesis proteica del ARN del parásito y puede producir urolitos de xantina como estimulante de la inmunidad celular se utiliza Domperidona. Es una zoonosis en cuyo caso el vector es el mismo, se debe realizar prevención: uso de collares de deltametrina a partir de las 7 semanas de edad, uso de insecticidas ambientales, dormir protegidos con mosquiteros desde el atardecer hasta el amanecer, vacunación a los caninos (disponible en nuestro país desde 2017). Enfermedades transmitidas por mosquitos Dirofilariasis Es una enfermedad producida por la Dirofilaria immitis parásito de la familia nematoda, específico de los caninos, aunque no se desestima la infección en felinos y el hombre, pero en éste último no completa en más de una vez el ciclo. Es transmitida por la picadura de mosquitos Anopheles Aedes, las hembras se infectan con microfilarias de un hospedador. Se presenta en regiones templadas, dónde vive su vector. El órgano blanco es el corazón, específicamente el ventrículo izquierdo y las arterias pulmonares, también lesiones extracardíacas, sangre, músculos torácicos y abdominales. La severidad de la signología clínica depende del número de parásitos y del nivel de actividad física del paciente. Pero el principal efecto es el que causa en el sistema inmune del huésped, produciendo una severa inflamación con daño de la integridad de los vasos e hipertensión pulmonar generando una sobrecarga de presión al corazón en el ventrículo derecho con elevación de la presión sistémica. En muchas ocasiones su manifestación es tos e intolerancia al ejercicio como signo clínico. Ante la intervención del sistema inmunitario del paciente comienza a formarse complejos inmunes que se depositan en otros órganos como el riñón, ocasionando glomérulonefritis membranosa y como consecuencia una proteinuria severa. El diagnóstico en primera instancia se realiza con un hemograma en el cual puede presentarse un leucograma con predominio de eosinofilia y anemia dependiendo de la cronicidad del cuadro. En una radiografía de tórax puede evidenciarse agrandamiento del corazón derecho a nivel del tronco pulmonar. Como métodos de laboratorio específicos se realiza observación directa de gota gruesa en un frotis donde se observan microfilarias en movimiento, pero si son escasas puede ser falso negativo, entonces se necesita de pruebas de concentración o enriquecimiento como la técnica de Knot (examen de sangre venosa hemolizada), es un método rápido y sencillo para detección de microfilarias, siendo muy importante su hallazgo ya que hay un mínimo porcentaje de caninos que no presentan filarias adultas. Además, existe una técnica rápida SNAP que permite identificar antígeno de Dirofilaria immitis en 10 minutos a partir de sangre entera o plasma aunque presenta como limitante que deben existir en el paciente filarias hembras y sexualmente activas que requieren 6 meses de su presencia, porque antes pueden dar falsos negativos. Con respecto al tratamiento como hay evidencia de que algunas especies de Wolbachia sp participan en el proceso inflamatorio durante la infección, eliminando éstas ricketssias disminuye la fecundidad y supervivencia de la Dirofilaria immitis. Por ello se realiza tratamiento con Doxiciclina, además de la ivermectina semanal. No es conveniente la muerte de los parásitos en corto tiempo ya que puede generar enfermedad embolica pulmonar fatal. Se debe realizar tratamiento preventivo en pacientes que viven en regiones endémicas donde habita el vector, además de la utilización de pipetas o collares repelentes para evitar la picadura del vector, y al caer el sol los caninos deberían dormir protegidos. Vet. Esp. Claudia S. Espina Docente del área de Clínica Médica del Hospital Escuela Ӏ Facultad de Ciencias Veterinarias Ӏ UBA Control del vector con utilización de pipetas, líquidos de baño en caninos, comprimidos indica- dos para la prevención del vector y tratamiento del ambiente.

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Enfermedades Transmitidas por Vectores en Caninos y Felinos

MACHO HEMBRA

Con la llegada de temperaturas cálidas aumenta la prevalencia de parásitos externos que no sólo pueden ocasionar enfermedades dermatológicas en las mascotas, sino también enfermedades sistémicas, en algunas ocasiones con riesgo de vida. Incluso muchas de ellas son zoonosis (enfermedades transmitidas por animales al humano).

Se trata de pulgas, garrapatas y mosquitos que actúan como vectores en la transmisión de enfermedades. Éstos parásitos se alimentan de sangre (hematófagos), pero en el momento de succionar, no solamente extraen sangre sino también pueden inocular agentes parasitarios e infecciosos.

Con el correr de los años las condiciones de temperatura y humedad evolucionaron de manera altamente favorable para la supervivencia de los parásitos externos, lo cual refuerza el concepto que la prevención de los mismos debe realizarse todo el año.

Algunas de las enfermedades transmitidas tienen mayor prevalencia en zonas que se denominan endémicas ya sea por las condiciones de temperatura, de humedad como por la vegetación del lugar. Los animales que viven en el exterior están más expuestos a éstos vectores, la movilización por mudanzas o vacaciones también aumenta el riesgo de exposición.

Entre las enfermedades transmitidas por garrapatas encontramos Babesiosis, Hepatozoonosis, Ehrlichiosis, las transmitidas por pulgas Dipilidium, Haemobartonelosis, por otros insectos Diro�lariasis, Leishmaniosis.

Enfermedades transmitidas por garrapatas

Babesiosis

Son parásitos de la familia de protozoos que son transmitidos por garrapatas e infectan los glóbulos rojos. Cuando la garrapata hembra se alimenta de sangre de un animal portador de babesia, ésta es ingerida e ingresa al organismo donde se multiplica depositándose en los ovarios por lo que es transmitida a sus generaciones, como así también en las glándulas salivales, entonces cuando vuelve a alimentarse es inoculada en otro animal. En la garrapata macho sucede también multiplicación pero se deposita en las glándulas salivales y su transmisión es mayor porque se alimenta con mayor frecuencia. Entre los signos clínicos cursa con hipertermia, trastornos digestivos como vómitos y diarreas, mucosas pálidas e ictéricas, anemias, hepatoesplenomegalia, ascitis, mialgias, paresias, incoordinación, trombocitopenia. Su diagnóstico es por signología clínica, análisis de sangre y observación del parásito en frotis sanguíneo. La droga de elección para su tratamiento es dirpopionato de imidocarb 5mg/kg intramuscular o subcutáneo. No es una zoonosis. Su pronóstico es Reservado. Prevención del vector.

Hepatozoonosis

Es producida por un parásito que se denomina Hepatozoon canis, aunque infecta al canino, no quedan exentos los felinos aunque de manera esporádica. El canino debe ingerir la garrapata macho infectada porque el parásito se encuentra en el hemocele de la misma, no puede llegar a glándulas salivales por lo que no puede transmitirlo por picadura. Una vez que la garrapata es ingerida por el canino se libera la forma infectante en el intestino y a través de sangre llega al bazo, hígado y médula ósea, se distribuye a los diferentes tejidos ubicándose principalmente en músculo estriado de lengua y extrínsecos del ojo. Cursa con hipertermia, pérdida de peso, secreción ocular, secreción nasal, mialgias, uveítis con edema corneal. El diagnóstico es por observación del parásito en frotis de sangre. En ocasiones se observa una proliferación irregular del periostio en huesos largos en un estudio radiológico pudiendo confundirse con tumores óseos. El tratamiento es toltrazuril siguiendo diferentes protocolos, como también dipropionato de imidocarb 5mg/kg via intramuscular o subcutáneo. No es una zoonosis. Su prevención es el control del vector tanto ambiental como en el animal.

Ehrlichiosis

Es ocasionada por un parásito intracelular obligado, E. canis bacteria pequeña cocoide Gram negativo, el vector es la garrapata Rhipicepalus sanguineus, ésta a través de su picadura es cuando puede infectar. La signología más característica es la trombocitopenia en todo el transcurso de la enfermedad, además poliartritis hipertermia severa, descarga oculonasal, anorexia y depresión, aplasia medular, ceguera repentina. El diagnóstico se basa en signología clínica, anormalidades hematológicas trombocitopenia, anemia de tipo no regenerativa, se puede realizar serología (aparecen después de 14 días) siendo el punto máximo a los 80 dias, SNAp (en el que se puede buscar anticuerpos de E. canis) PCR se utiliza entre los 4 y 10 días post infección. El tratamiento que se utiliza es Doxiciclina 5mg/kg cada 12hs durante 21 días, dipropionato de imidocarb 5mg/kg intramuscular ó subcutáneo, vitamina E 400mg por día, transfusión de plaquetas. Si el canino se mueve a zona endémica se indica realizar tratamiento.

Enfermedades transmitidas por pulgas

Haemobartonellosis

Es una enfermedad de alta prevalencia en felinos. Puede presentarse en forma primaria, pero la más frecuente es como oportunista de enfermedades inmunosupresoras de base. Es producida por el mycoplasma Haemofelis, se trata de una bacteria que ha perdido los componentes de su pared, lo que lo transforma en dependiente de los nutrientes del huésped. Parasita los glóbulos rojos, siendo su signo clínico más importante la anemia, que la produce de dos formas; una es por el sólo hecho de adherirse a la pared del glóbulo rojo aumentando así la fragilidad de la célula con su destrucción, y otra de las formas es por daño inmunomediado.

Otros signos clínicos acompañan al curso de la enfermedad como mucosas pálidas, hipertermia, pérdida de peso. Su diagnóstico es por signología clínica y la evidencia del parásito en un frotis de sangre sin anticoagulante (éste hace que el parásito se desprenda de la pared del glóbulo).

Para su tratamiento se utiliza doxiciclina a 5mg(kg cada 12horas vía oral (es la de elección), existiendo como segunda opción la enro�oxacina a 5mg/kg, acompañando al tratamiento que elijamos los 3 primeros días se utiliza prednisolona que ayuda al mantenimiento de la pared globular. En algunos casos se requiere de transfusión sanguínea pero solamente en pacientes descompensados, ya que con el tratamiento rápidamente se obtiene una respuesta exitosa. Es muy importante el control de pulgas en los felinos para prevención de la enfermedad.

Enfermedades transmitidas por �ebótomos

Leishmaniosis

Es causada por una leishmania, de las cuales en nuestro país hay dos cepas: L. braziliensis y L. infantum ( de mayor importancia en nuestro país).

El perro se considera el principal hospedador aunque no se desestima que el gato pueda serlo.

Es una enfermedad vectorial cuyo actor principal es un �ebótomo, especí�camente Lutzomyia Longipalpis. Al intervenir un vector, dicha enfermedad se va a distribuir según el hábitat del mismo, en nuestro país se distribuye por toda la Mesopotamia. La hembra del �ebótomo es la única que se alimenta de sangre para maduración de sus huevos, que son depositados sobre materia orgánica, en cambio el macho no es hematófago, siendo su alimentación de fuentes naturales de azúcares.

Además de la transmisión de éste parásito por inoculación mientras se alimenta, no se resta importancia a la transmisión venérea, vertical e iatrogénica por transfusiones. Los animales jóvenes son los más susceptibles. Los signos clínicos más característicos son: pérdida de peso, poliartritis, atro�a muscular, glomérulonefritis, alteraciones neurológicas, anemia no regenerativa, proteinuria, mientras que la trombocitopenia no es tan frecuente.

El �ebótomo pica principalmente pabellones auriculares, trufa y abdomen, dejando una lesión de tipo pápula que desaparece rápidamente.

El diagnóstico se realiza por búsqueda en frotis con Diff-Quick ó Giemsa, o utilizando PCR que es de alta sensibilidad y especi�cidad, siendo el nódulo linfático o médula ósea, las mejores muestras para realizar una aspiración, ya que ha sido demostrada su baja sensibilidad en muestras de sangre.

Otro de los métodos de laboratorio es la serología que permite la detección de anticuerpos especí�cos pero alrededor de las 8 a 12 semanas post-infección, la inmunocromatografía tiene una sensibilidad razonable para detectar lesishmania clínica pero no para la enfermedad subclínica. En zonas endémicas la detección de los anticuerpos, no signi�ca que padezca la enfermedad, sólo indica contacto.

El tratamiento de elección es Antimoniato de meglumina (Glucantime no disponible en nuestro país) es contraindicado cuando hay lesiones renales. Otra de las drogas utilizadas es Miltefosina vertido sobre el alimento una vez por día (tampoco disponible en Argentina), en realidad en nuestro país nos limitamos a utilizar como tratamiento Alopurinol que inhibe la síntesis proteica del ARN del parásito y puede producir urolitos de xantina como estimulante de la inmunidad celular se utiliza Domperidona.

Es una zoonosis en cuyo caso el vector es el mismo, se debe realizar prevención: uso de collares de deltametrina a partir de las 7 semanas de edad, uso de insecticidas ambientales, dormir protegidos con mosquiteros desde el atardecer hasta el amanecer, vacunación a los caninos (disponible en nuestro país desde 2017).

Enfermedades transmitidas por mosquitos

Diro�lariasis

Es una enfermedad producida por la Diro�laria immitis parásito de la familia nematoda, especí�co de los caninos, aunque no se desestima la infección en felinos y el hombre, pero en éste último no completa en más de una vez el ciclo. Es transmitida por la picadura de mosquitos Anopheles Aedes, las hembras se infectan con micro�larias de un hospedador.

Se presenta en regiones templadas, dónde vive su vector. El órgano blanco es el corazón, especí�camente el ventrículo izquierdo y las arterias pulmonares, también lesiones extracardíacas, sangre, músculos torácicos y abdominales. La severidad de la signología clínica depende del número de parásitos y del nivel de actividad física del paciente. Pero el principal efecto es el que causa en el sistema inmune del huésped, produciendo una severa in�amación con daño de la integridad de los vasos e hipertensión pulmonar generando una sobrecarga de presión al corazón en el ventrículo derecho con elevación de la presión sistémica. En muchas ocasiones su manifestación es tos e intolerancia al ejercicio como signo clínico.

Ante la intervención del sistema inmunitario del paciente comienza a formarse complejos inmunes que se depositan en otros órganos como el riñón, ocasionando glomérulonefritis membranosa y como consecuencia una proteinuria severa.

El diagnóstico en primera instancia se realiza con un hemograma en el cual puede presentarse un leucograma con predominio de eosino�lia y anemia dependiendo de la cronicidad del cuadro.

En una radiografía de tórax puede evidenciarse agrandamiento del corazón derecho a nivel del tronco pulmonar. Como métodos de laboratorio especí�cos se realiza observación directa de gota gruesa en un frotis donde se observan micro�larias en movimiento, pero si son escasas puede ser falso negativo, entonces se necesita de pruebas de concentración o enriquecimiento como la técnica de Knot (examen de sangre venosa hemolizada), es un método rápido y sencillo para detección de micro�larias, siendo muy importante su hallazgo ya que hay un mínimo porcentaje de caninos que no presentan �larias adultas.

Además, existe una técnica rápida SNAP que permite identi�car antígeno de Diro�laria immitis en 10 minutos a partir de sangre entera o plasma aunque presenta como limitante que deben existir en el paciente �larias hembras y sexualmente activas que requieren 6 meses de su presencia, porque antes pueden dar falsos negativos.

Con respecto al tratamiento como hay evidencia de que algunas especies de Wolbachia sp participan en el proceso in�amatorio durante la infección, eliminando éstas ricketssias disminuye la fecundidad y supervivencia de la Diro�laria immitis. Por ello se realiza tratamiento con Doxiciclina, además de la ivermectina semanal. No es conveniente la muerte de los parásitos en corto tiempo ya que puede generar enfermedad embolica pulmonar fatal. Se debe realizar tratamiento preventivo en pacientes que viven en regiones endémicas donde habita el vector, además de la utilización de pipetas o collares repelentes para evitar la picadura del vector, y al caer el sol los caninos deberían dormir protegidos.

Vet. Esp. Claudia S. Espina Docente del área de Clínica Médica del Hospital Escuela Ӏ Facultad de Ciencias Veterinarias Ӏ UBA

Control del vector con utilización de pipetas, líquidos de baño en caninos, comprimidos indica-dos para la prevención del vector y tratamiento del ambiente.