ENSAYO ACADEMICO

En Venezuela desde el año 2011 se ha desarrollado la construcción de un gran número de viviendas (353.404 viviendas en la Fase I que abarca dos años) mediante la política creada por el Gobierno Bolivariano llamada Gran Misión Vivienda Venezuela, que ha permitido enhorabuena atacar el gran déficit habitacional, producto del manejo mercantilista de algunas empresas de construcción, así como de prácticas neoliberales de los pasados gobiernos, y que por más de medio siglo había afectado a los sectores más pobres de la población. Sin embargo, herencia de la revolución industrial y de las costumbres de consumo, la construcción de estas viviendas se enfoca exclusivamente en el uso de materiales “convencionales”, no ecológicos (cemento, acero, entre otros), de difícil acceso en las zonas no urbanizadas y que demandan además, un exceso de consumo energético para su fabricación, limitando su producción, generando altos costos de distribución y la incorporación de elementos no degradables a la naturaleza.

El uso de materiales naturales y ecológicos como materia prima, así como las técnicas de construcción sostenibles a la creación de viviendas y soluciones habitacionales, no solo permite adaptar las mismas a las condiciones ecológicas, sociales, culturales y económicas de los sectores donde se ejecuten, sino que también puede estudiarse como sistemas que ayuden a las construcciones actuales a atacar en mayor medida el déficit mencionado, en especial en los sectores rurales donde abundan materiales como el barro y el carrizo que poseen propiedades bondadosas y que, con técnicas apropiadas pueden producir viviendas tan dignas y resistentes como las “convencionales”.

Las construcciones sostenibles no simbolizan ninguna novedad, ya existe una gran cantidad de viviendas, espacios y patrimonios culturales que nos muestran la permanencia y calidad de estas obras producto del ingenio popular. Entonces se habla de una revalorización de las técnicas constructivas populares con tierra, tierra cocida y piedras, entre otros, que permitan retomar las metodologías aplastadas e ignoradas por los métodos de la construcción civilizada de punta y de ejercicios capitalistas, que han controlado el tema habitacional como mercancías especulativas y que han convertido nuestros genuinos y sustantivos saberes en prácticas alternativas de uso marginal.

Recordando una de las declaraciones de la cumbre de los pueblos realizada en Enero del 2013 en Chile, donde mencionan que los pueblos

de la América Latina, el Caribe y la Unión Europea debemos : “Promover el paradigma del buen vivir basado en el equilibrio del ser humano con la naturaleza y el medio ambiente y los derechos de la tierra, al servicio de los pueblos, con una economía plural y solidaria”, enmarcados dentro de la propuesta del Segundo Plan Socialista, para el período 2013-2019, se plantea la implementación de proyectos de construcción sostenible en zonas rurales establecidas, dirigidos a programas de viviendas que permitan desarrollar la autoconstrucción con los saberes de las comunidades en apoyo de personal técnico que permita establecer las pautas para resultados de construcciones seguras, sismo resistentes y de calidad, enfocados a su vez en la desconcentración del país creando áreas productivas y habitables en la periferia, evitando así el éxodo a las grandes ciudades. Estos proyectos incluyen:

- La ubicación de sitios en las comunidades para el aprovechamiento y preparación de la materia prima con elementos ecológicos y locales

- Motivar la siembra de madera, carrizo y bambú para su posterior uso sustentable

- Lograr la identificación de artesanos y constructores populares para que sean formadores para los interesados en la autoconstrucción de viviendas

- Creación de espacios de formación para transmisión y aprendizaje de saberes

- Construcción de viviendas aplicando las técnicas de sostenibilidad, para subsanar la demanda de las familias de la comunidad

- Gestión de proyectos con los movimientos populares aliados: movimientos campesinos, de conuqueros y comunas locales

Toda actividad humana genera una influencia en el medio ambiente donde se desarrolla, por lo que es necesario idear alternativas que permitan tomar conciencia en cuanto al control de la incorporación a la naturaleza de elementos que dejen una huella ecológica negativa. La producción de cemento, acero y también la explotación de reservas para agregados como arena y piedra están limitadas y vigiladas por el gran control industrial y mercantil siendo insostenibles a satisfacer la construcción de viviendas para una población que crece ilimitadamente, pensando en la posibilidad de satisfacer las necesidades habitacionales de aquellas zonas no urbanizadas que siguen creciendo y que merecen una visión de mejora ajustado a sus condiciones, se esboza esta propuesta sostenible aplicada a los proyectos en desarrollo del país.

Bianca Vannesa Vargas Viana

C.I:17.042.773