LA ESTRECHA RELACIÓN ENTRE LA FE Y EL ÉXITO.

Cuando leí por primera vez el libro de La actitud mental positiva: un camino hacia

el éxito, llegue al primer párrafo donde se mencionaba a Dios, seguí leyendo y

llegué a otro donde se mencionaba a la biblia, y pensé: ¿Todo libro de autoayuda

tiene que incluir a Dios en sus párrafos? Lo curioso es que a medida que avanzaba

en la lectura pude entender el porqué de la necesidad de introducir a un ser

sobrenatural y perfecto que premia desmesuradamente a las personas cuando

se atreven a tener un poquito de fe, en un libro que intenta servir de guía para las

personas pretendan alcanzar el éxito.

Es claro que todo buen negocio o proyecto exitoso nació en la mente de alguien

que por premeditación, accidente o casualidad concibió la idea, creyó en ella y la

puso en marcha. Lo que nos deja claro que toda persona nace con la oportunidad

de ser exitosa, ya que la inteligencia, el razonamiento y la capacidad de pensar

son cualidades propias del ser humano. Y es que realmente los seres humanos

tenemos una fábrica de ideas en nuestras cabezas que si tenemos fe en ellas las

pondremos en marcha, y mediante el puente de nuestras acciones se

transportaran desde nuestra mente a la realidad y se harán visibles a los demás,

es decir que tenemos la capacidad de materializar y hacernos dueños de todo lo

que podemos imaginar. Por tanto, es necesario que creamos en nuestros sueños

para que podamos alcanzarlos.

Según el libro la actitud mental positiva: un camino hacia el éxito, la AMP (actitud

mental positiva) es la base para que una persona tenga éxito, y es que como nos

la describe pareciera que tuviera una especie de atracción mágica que acerca

todo lo bueno hacia nosotros. Lo que muchas personas escépticas pondrán en

duda y para otras sencillamente sonará como un disparate. Esa ‘’atracción

mágica’’ es lo que interpreto como el poder de la fe. Es por esto que la AMP no

halla cabida en el pensamiento de los escépticos ya que las dudas en su mente

no dejaran que ella fluya y que actúe con libertad.

El escéptico se traza metas que cree podrá lograrlas con las capacidades que

humanamente pueda haber logrado; sin embargo, el que cree en Dios se traza

metas que van aún más allá de las máximas capacidades que puede desarrollar

un ser humano.

Para aceptar grandes retos es necesario despojarse del pesimismo y tener fe, es

decir creer irracionalmente en que todo lo que se emprenda saldrá bien.

La fe sin obras está muerta, reza la biblia, por lo tanto para que la fe cobre vida y

se manifieste es necesario complementarle la acción, el trabajo arduo y constante;

el mismo que canalizado con sabiduría y la dirección que según Hill y Stone

provienen de parte divina, nos conducirán hacia el éxito. Para esto seguramente

son necesarios estos dos requisitos, el primero creer que Dios existe y segundo

creer que premia con el éxito a los que se apoyan en él.

Muchos hombres que alcanzaron el éxito gracias a su AMP han encontrado su

mayor fuente de inspiración en la biblia, como S.B Fuller un ex vendedor de

jabones que pasó a controlar más de diez empresas y algunas fábricas que

operaban en el país. El libro cuenta, que este señor, para alcanzar su propósito

tuvo que recurrir a ciertos libros que lo inspiraran. Entre ellos su favorito fue

precisamente la biblia. Seguramente Fuller cuando en el libro mencionaba que su

preciada fuente de inspiración estaba en las sagradas escrituras, se refería a estos

textos bíblicos que a continuación detallo o a otros de los muchos parecidos que

contiene la biblia: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (fil. 4:13). Sin temor a

equivocarme pienso que en esos momentos de desmayo y desaliento extremo,

cuando Fuller sentía que las fuerzas físicas y mentales lo abandonaban y llegaba

al límite de las fuerzas humanas, encontraba la inspiración divina para reanudar

esfuerzos apoyándose en la omnipotencia de Dios. Seguramente en momentos

como así fue cuando concibió pensamientos como estos: La mayor fuerza del

hombre estriba en la fuerza de la plegaria. Y por qué no pensar que al buscar en

Dios las fuerzas que ya no tenía para seguir adelante se cumplía en él la siguiente

cita bíblica: Dios da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene

ninguna, (…) pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantaran

alas como las águilas; correrán, y no se cansaran; caminaran, y no se fatigaran.

(Isaías 40: 29- 31).

Cuando pienso en la gran fortuna que llegó a tener S.B Fuller para lo cual tuvo

que concebir grandes ideas, grandes proyectos, estrategias eficaces y vencer

grandes retos. Creo firmemente que allí estuvo presente esa fuente de inspiración

divina, de la que él hablaba. Y en sus plegarias de las que relata el libro, recibió

lo que Dios tiene para lo que se atreven a pedirle, donde según la biblia él puede

revelar y conceder cosas grandes e inaccesibles que el hombre humanamente no

puede obtener por sus fuerzas y por lo tanto solo las puede adquirir mediante la

inspiración divina.

Otras de las cualidades necesarias para activar la AMP es librarse de todas

esas interrupciones mentales que no nos permiten pensar con claridad, es decir,

sentirse en paz con uno mismo y su conciencia, que se logra cuando llevamos

una vida correcta libre de la esclavitud de nuestros pensamientos y de actos que

nos perjudican. Pero los seres humanos somos vulnerables ante estas

debilidades propias de la AMN y hemos sido testigos de al menos un caso en el

que la persona no logró salir y se ahogó en su desdicha. Por incontables

testimonios hemos sabido que esta paz interior se logra cuando dejamos que Dios

entre en nuestra vida y sea el quien tome el mando.

Por lo tanto, creo firmemente que el éxito parcial en una determinada área de la

vida del ser humano es posible mediante las capacidades limitadas del hombre.

Pero el éxito integral, ese que se obtiene cuando se alcanza lo imposible; que

incluye no solo riquezas económicas si no también un bienestar en espíritu, alma

y cuerpo; ese éxito que hace que nos sintamos bien con nosotros mismos y con

los demás, en nuestra mente, en nuestras conciencias y en nuestra salud física,

solo se lo puede conseguir mediante el grado de fe que se tenga, la cual nos

permitirá obtener los beneficios del poder sobrenatural de Dios, que prácticamente

es la razón por la que funciona llevar una actitud mental positiva cuando queremos

asegurar nuestro viaje hacia el verdadero éxito.