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7/28/2019 Ensayo de Amrica I_segundo_2013
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1. Problemtica, marco temporal, eje y aspecto a trabajar
Este ensayo pretende indagar la problemtica de la circulacin de bienes de prestigio y de poder
poltico en las sociedades andinas durante el Intermedio Tardo (900-1439) y el Horizonte Tardo
(1439-1532) tomando como eje de anlisis las formas ritualizadas de circulacin que afectaron a dichos
bienes creando circuitos de intercambio en la costa y en la sierra, como as tambin vinculando a ambasregiones. Por su parte, el principal aspecto analtico que interesa trabajar es el de las determinaciones
superestructurales1 que operaron histricamente sobre la base real de las sociedades andinas dando
como resultado formas ritualizadas especficas de circulacin.
2. Categora de anlisis y estrategia de exposicin analtica
Por determinaciones superestructurales entendemos los dispositivos polticos y simblicos que
las elites andinas (tanto de las sociedades de rango2 que caracterizaron la dinmica del Intermedio
Tardo como de la sociedad estatal3 incaica que hizo lo propio durante el Horizonte Tardo) pusieron en
marcha para incidir sobre la base real y movilizar tanto a los bienes de prestigio y de poder como a sus
condiciones mismas de produccin4-5. En nuestra estrategia analtica, hemos de considerar crticamente
el modelo de verticalidad serrana (Murra, 1972), para despus hacer lo propio con el modelo
longitudinalidad costera (Rostworowski, 1977) y finalizar nuestro ensayo focalizndonos en el modelo
de microverticalidad y especializacin de la regin septentrional del Tawantinsuyu durante el
Horizonte Tardo (Salomon, 1978).
3. La verticalidad: crticas a un modelo de explotacin ecolgica autosuficiente y de subsistencia
Desde una matriz estructural funcionalista, Murra nos propone un modelo de circulacin que
incluye tanto bienes de subsistencia como de prestigio, aunque los primeros predominen sobre los
segundos. En su modelo, cada etnicidad asegura la autosuficiencia de sus ayllus a travs del control
vertical directo de un mximo de pisos ecolgicos. El parentesco es la base de las relaciones sociales de
produccin y circulacin, al tiempo que la diversificacin de actividades en el interior del ayllu se
efecta con el envo de sus miembros (mitimaes ocolonos) desde el ncleo central serrano a diversos
pisos ecolgicos. All producen los diferentes bienes6 en el interior de colonias multitnicas. La
autoridad de este modelo es el curaca del ncleo serrano, quien moviliza la fuerza de trabajo parental y
redistribuye dentro de la etnicidad los productos generados por los mitimaes del archipilago. Por todo
lo dicho, la verticalidad deviene en un atrincheramiento de la etnicidaden pos de una autosuficiencia
que reduce al mnimo los intercambios intertnicos y garantiza la reproduccin de la totalidad social.
Pasemos a dos miradas crticas del modelo. Van Buren (1996), quien cruza fuentes coloniales
tempranas7 con el registro arqueolgico de las colonias lupaqas de la cuenca de Osmore, sostiene que
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no se encontraran en las colonias mitimaes de una nica etnia (la lupaqa). Adems, stos no giraban
bienes de subsistencia al ncleo serrano sino de prestigio (maz), los cuales eran redistribuidos por el
curaca bajo la forma de chicha para pagar las prestaciones de trabajo debidas por los hatun-runa. Por
ltimo, este modelo no sera un testimonio ahistrico de la andinidad (como lo ve Murra) sino una
estrategia poltica de control de la fuerza de trabajo y los recursos extendida durante el Horizonte
Tardo por la dominacin incaica. Pasando a la crtica de Assadourian, digamos que ste prestigioso
historiador argentino estudi en la dcada de 1980 las mismas fuentes que utiliz Murra en los setenta
(en especial la visita a Hunuco realizada por Iigo Ortiz de Ziga en 1562). Yendo al punto,
Assadourian rechaza la existencia de un ideal panandino de autosuficiencia que inhibiera la capacidad
de intercambio manifestada en el plano intertnico. No obstante lo cual, lo ms bsico de su crtica
estriba en que para l quienes trabajaban en las colonias de los pisos ecolgicos no eran mitimaes con
plenos derechos sobre la tierra en su ncleo central, sino indios de servicio que el curaca situaba en
tierras que posea a ttulo personal. En consecuencia, los jefes curacales utilizaban el archipilago
vertical para ser ellos (no la comunidad) autosuficientes en materia de bienes de prestigio (en especial
maz, coca y algodn), mientras que los indios de servicio (que en Murra aparecen como mitimaes)
utilizaban los productos para el intercambio con las etnias de los diferentes pisos ecolgicos.8
As, las determinaciones superestructurales fueron estrategias curacales que, durante el Horizonte
Tardo, debieron soportar y negociar la adhesin a s mismas del poder estatal incaico. La forma
ritualizada predominante en ambos casos fue la de una reciprocidad asimtrica (chicha por prestaciones
de trabajo al curaca y tributos en fuerza de trabajo al Estado incaico por proteccin social)
4. La longitudinalidad: crticas a un modelo cifrado en la especializacin y el intercambio
Fuentes coloniales de los siglos XVI y XVII9 permiten a Rostworowski elaborar su modelo de
circulacin longitudinal. En esencia, dicho modelo se estructurara conforme a tres principios: la
especializacin por oficios, la libertad de movimiento y las habilidades de navegacin desplegadas por
las etnicidades costeras (en especial los mercaderes chinchanos tributarios del prestigiado centroreligiosio de Pachacamc). As, fueron pescadores, mercaderes y artesanos la base real que desde fines
del Horizonte Temprano (circa 400 d.C.) propici el desarrollo de unos circuitos costeros que
interconectaban sociedades de rango y estatales, al tiempo que utilizaban la navegacin martima de
cabotaje para conectarse con el trfico de larga distancia de bienes de prestigio (mullu) en puertos de
intercambio como Puerto Viejo. La forma ritualizada de circulacin a que diera lugar este circuito fue
la del trueque de bienes de prestigio y de poder poltico, los cuales no slo quedaron en manos de elites
costeras (como la casta sacerdotal que las reciba como ofrendas en el templo-orculo de Pachacamc)sino que tambin llagaron a manos de autoridades curacales de la sierra (en especial el mullu que fue
utilizado tanto como ornamento en chaquiras como en ofrendas funerarias a los antepasados del linaje).
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Una de las voces crticas de este modelo ha sido la de Hocquenghem, para quien no habra existido un
comercio de cabotaje entre la costa sur y norte del Per prehispnico, sino que, por el contrario, las
rutas habran sido terrestres, ligando el puerto de intercambio mencionado con jefaturas de la sierra y la
costa. Hocquenghem, parte de informaciones etnohistricas y de datos arqueolgicos relativos al
incanato para, a travs de ellos, rastrear las posibles rutas de entrada del mullu a comienzos del s. XVI
y as, considerar luego los posibles antecedentes de estos caminos. Concluye que el circuito costa-sierra
existi pero tomando vas terrestres que en el perodo Intermedio Tardo fue controlado por los
chimes, apareciendo Tumbes como elport of trade. A su vez, los incas fueron quienes en el Horizonte
Tardo construyeron y controlaron los caminos delghapac an (camino real) controlando as de tambo
en tambo la circulacin del mullu. Por ltimo, vale sealar que estos circuitos habran sido posibles
slo desde el inicio de la Edad del Bronce en Andes.10
5. Microverticalidad y especializacin en las mrgenes del Tawantinsuyu
Salamon, ubicado en el Horizonte Tardo, analiza cuatro casos en la frontera septentrional del
Tawantinsuyu11. Su mirada pone el acento en los condicionamientos que la historia poltica de la
frontera estudiada ha establecido sobre las poblaciones sometidas, donde encontramos poblaciones ms
sometidas por hallarse ms incaizadas y menos sometidas por ser menos incaizadas. Asimismo, el
grado de incaizacin variara en relacin inversamente proporcional a la distancia respecto del Cuzco.
Su estudio permite comprender qu determinaciones superestructurales acompaaron en regiones comoRiobamba, Quito y Otavalo, el pasaje de unas formas ritualizadas de circulacin cifradas en los poderes
curacales a otras centralizadas en favor de un incipiente aparato estatal incaico.
Esta perspectiva analtica, que estudia el poder acumulativo de una influencia incaica que debi
abrirse paso mediante cruentas oleadas blicas, redefine sin negarlo el modelo de complementariedad
vertical de Murra. Esto es as, dado que para Salomon no es la ecologa la principal condicionante de la
estructuracin de los circuitos de intercambio sino, antes bien, las determinaciones polticas que operan
sobre aqulla. As, tanto los mindales que tributaban a sus curacas con bienes de prestigio como lostingueces (mercados donde contactaban especialistas como gentes del comn) de Quito y Otavalo,
marcan a las claras que el trfico de bienes de prestigio y de poder poltico se hallaba ritualizado como
una prctica poltica de redistribucin en un medio de fronteras fluidas y de pequeos curacazgos
rivales. En sntesis, si las cosas fueron as durante el Intermedio Tardo, con la presencia incaica a partir
del Horizonte Tardo las determinaciones superestructurales modificaran este panorama heredado,
mediante la tendencia al cierra ecolgico (imposicin del modelo vertical de los Andes centro-
meridionales), la organizacin de los grupos aborgenes en unidades compuestas, polticamenteestructuradas segn un sistema jerrquico piramidal y la definicin de las redes polticas como un juego
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de espejos conforme al cual los derechos y obligaciones de una autoridad cualquiera hacia sus
subordinados reproduca las relaciones de poder a otros niveles de la escala.
En conclusin, las determinaciones superestructurales practicadas durante los perodos del
Intermedio Tardo y del Horizonte Tardo crearon originales formas ritualizadas de la circulacin de
bienes de prestigio y de poder poltico que permitieron la integracin econmica, simblica y polticade costa, sierra y costa-sierra.
Apndice I - Ilustraciones y esquemas
ILUSTRACIN 1
Corte transversal de los pisos ecolgicos aprovechados por la sociedad andina
(Fuente: htpp://www.picstopin.com)
http://www.picstopin.com/622/las-ocho-regiones-naturales-del-per%C3%BA-monografiascom/http:%7C%7Cwww*monografias*com%7Ctrabajos89%7Cocho-ecorregiones-del-peru%7Cimage003*jpg/http://www.picstopin.com/622/las-ocho-regiones-naturales-del-per%C3%BA-monografiascom/http:%7C%7Cwww*monografias*com%7Ctrabajos89%7Cocho-ecorregiones-del-peru%7Cimage003*jpg/http://www.picstopin.com/622/las-ocho-regiones-naturales-del-per%C3%BA-monografiascom/http:%7C%7Cwww*monografias*com%7Ctrabajos89%7Cocho-ecorregiones-del-peru%7Cimage003*jpg/7/28/2019 Ensayo de Amrica I_segundo_2013
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Apndice II - Imgenes
Imagen 1Vaso escultrico mochica representando personajepescando manta rayas sobre embarcacin de totora
(Fuente: Campus Virtual de la Facultad de Filosofa y Letras,Pgina Principal de Historia de Amrica I)
Imagen 2Spondylus mullu
(Fuente: Campus Virtual de la Facultad de Filosofa y Letras,Pgina Principal de Historia de Amrica I)
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Imagen 3
Colllar de mullu asociado al nio del volcn Llullaillaco (Salta)(Fuente: Campus Virtual de la Facultad de Filosofa y Letras,
Pgina Principal de Historia de Amrica I)
NOTAS
1. En el materialismo histrico la categora de determinacin se refiere a la relacin entre los elementoscomponentes de la infraestructura y entre sta y la superestructura (Abatedaga y Merlo: 2005, 41).Contrariamente a lo que Marx y Engels sostienen para el caso de una formacin social burguesa-capitalista, en las sociedades no capitalistas (como las andinas prehispnicas) no ha sido lainfraestructura o base real la que en ltima instancia determin a la superestructura, sino que, por elcontrario, fue sta la que determin en ltima instancia a la base real.
2. Definimos a una sociedad de rango como la agrupacin humana donde las posiciones consideradas devalor estn de algn modo limitadas, de suerte que no todos aquellos dotados de suficiente talento paraocupar dichas jerarquas, llegan, en realidad a alcanzarlas (Echeverra Almeida: 2011, 54).
3. Es aquella que posee una administracin, ejerce el poder en todos los lugares del territorio y delegaparte de ese poder en los empleados de esa administracin (Godelier: 154).
4. De esta forma, si durante el Intermedio Tardo la inexistencia de un estado imperial hegemnicopermiti a las sociedades de rango desplegar formas ritualizadas de la circulacin que refrendaron elpoder curacal, en el Horizonte Tardo, con la ereccin y consolidacin del Tawantinsuyu, se impusouna figura centralizada4 de la circulacin materializada en un aceitado sistema de tributacin en
prestaciones de trabajo (mita) (Stern: 1982).5. Esto ltimo requiri tanto de una superestructura piramidal de mando (de alcance imperial) como de
una centralizacin del imaginario ritualmente simbolizada por las festividades cclicas y excepcionalesde la capacocha (Duviols: 1976).
6. Los mitimaes de la yunga enviados desde el ncleo serrano producan un preciado bien de prestigio
como la coca. En la costa, los mitimaes extraan el guano (abono natural). En los valles bajos seproducan el aj, el camote, el algodn y se extraa la miel. En los valles de altura, hasta 3.500 msnm, seproduca el maz y superada esta altura se daban los tubrculos, legumbres y semillas (sobre todovariedades de papa y quinua). En la puna, por encima de los 4.100 msnm, se apacentaban llamas yalpacas, proveedoras de materias primas estimadas para la confeccin de textiles (un conspicuo bien de
prestigio en la circulacin ritualizada) (Murra, 1972). Cfr. Ilustracin 1 de Apndice 1.7. Bsicamente, Van Buren se concentr en la visita de Chicuito de 1567, tambin analizada por Murra
para el caso de los lupaqa.8. Vale decir que estas conclusiones de Assadourian se asimilan a una realidad epocal concreta: la de la
dominacin espaola durante el perodo colonial temprano. Ergo, no deberan presentarse acrticamentecomo vlidas para un perodo anterior, aunque s podran orientar desde sus principales elementos losanlisis del registro arqueolgico correspondiente.
9. Entre ellas las del cronista Fray Reginaldo de Lizrraga (1545-1615) quien sostuvo para el caso de lacosta norte la existencia de una complementariedad econmica entre pescadores que no labraban latierra y labradores que no pescaban en el mar (Rostworowski: 1977, 215). Pero tambin trabaj fuentescomo el memorial presentado por los habitantes de San Pedro de Quilcal, en donde consta quecumplan dos oficios: pescadores y chasquis. Con ello, la autora pretende consolidar su modelo basadoen la especializacin por oficios y en el subsecuente intercambio (va trueque) a que aqulla dara lugar.
10. Como sostiene Hocquenghem: Los datos arqueolgicos e iconolgicos que hemos podido reunirindican que es a partir del Perodo Intermedio Tardo que los Spondylus prnceps entran, enrelativamente grandes cantidades, a cambio de bronce del sicn, como una de las consecuencias del
inicio de la Edad del Bronce en los Andes centrales (Hocquenghem: 2010, 43).11. Ellos son, de sur a norte, los de los Puruhes de Riomabamba, los curacazgos de Quito, los de Otavaloy los de Pasto
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Bibliografa consultada
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