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UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA Y ANTROPOLOGÍA _____________________________________________________________ ____________ ENSAYO N°2 Estructura y Cambio Social CAROL NATALY SALAMANCA MORAGA SANDRA ANTONIETA URREA ANCANAO VANESSA VIVIANA VALENZUELA RUBILAR Profesora: Beatriz Cid Ayudantes: Nicolás Pozo, José Barriga

ENSAYO : ejes principales acerca de la articulación del poder y la construcción de hegemonía, desde el punto de vista de algunos autores post-modernos

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Ejes principales acerca de la articulación del poder y la construcción de hegemonía, desde el punto de vista de algunos autores post-modernos

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UNIVERSIDAD DE CONCEPCINFACULTAD DE CIENCIAS SOCIALESDEPARTAMENTO DE SOCIOLOGA Y ANTROPOLOGA_________________________________________________________________________

ENSAYO N2 Estructura y Cambio Social

CAROL NATALY SALAMANCA MORAGASANDRA ANTONIETA URREA ANCANAOVANESSA VIVIANA VALENZUELA RUBILAR

Profesora: Beatriz CidAyudantes: Nicols Pozo, Jos Barriga_________________________________________________________________________

Ciudad Universitaria, Julio 2014

INTRODUCCINEn el presente ensayo, daremos a conocer los ejes principales acerca de la articulacin del poder y la construccin de hegemona, desde el punto de vista de algunos autores post-modernos, cuyas visiones varan desde su enfoque a un nivel global, biopoltico e infrapoltico, acerca de las manifestaciones de relaciones asimtricas desde donde se pretende encontrar los distintos cruces entre sus ideas, contrastndolo con una vertiente de produccin alternativa a un modelo hegemnico implantado en la idea de sistema mundo, que en este caso se trata de la economa social y solidaria.1. Mecanismos de seguridad social, escasez y seguridad alimentaria en la Economa Social y SolidariaSegn Foucault el poder no se funda sobre s mismo sino no habra relaciones de produccin, relaciones de tipo familiar ni relaciones sexuales. Considera su estudio como filosofa (la poltica de la verdad) y sostiene que el anlisis de los mecanismos de poder tiene el papel de mostrar cules son los efectos de saber que se producen en nuestra sociedad por obra de las luchas, enfrentamientos, combates, que se libran en ella, as como por las tcticas de poder que son los elementos de esa lucha.En su clase dirigida a entender la seguridad, plantea la existencia de la interrogante de cmo mantener un tipo de criminalidad dentro de los lmites social y econmicamente aceptables para un funcionamiento social dado. En respuesta, dice, existen tres mecanismos: 1) Mecanismo legal o jurdico: que consiste en sancionar una ley y fijar un castigo a quien la infrinja, con una particin binaria entre lo permitido y lo vedado. Funcionamiento penal arcaico que rigi desde la Edad Media hasta los siglos XVII-XVIII; 2) Mecanismo disciplinario: encuadrado por la vigilancia y la correccin. Sistema moderno introducido a partir del siglo XVIII y, 3) Dispositivo de seguridad: que contempla una serie de acontecimientos probables, un clculo de costos y la fijacin de una medida considerada como ptima y aceptable. Sistema contemporneo proveniente de tcnicas norteamericanas y europeasEstos mecanismos se desarrollan especialmente en torno a la escasez, la cual es definida como la insuficiencia actual de la cantidad de granos necesaria para permitir la subsistencia de una nacin (Louis-Paul Abeille, 1763. Citado en Foucault, 2006:46), que segn Foucault (2006), es un estado de penuria que provoca el alza de los precios. Cuanto ms suben stos, es obvio que los poseedores de los objetos escasos pretenden almacenarlos y acapararlos para que los precios se eleven an ms, y el proceso sigue hasta que las necesidades ms elementales de la poblacin dejan de satisfacerse (p. 46).El riesgo de caer en la mala suerte de la escasez llev al establecimiento de un sistema, calificado por Foucault como jurdico y disciplinario, de legalidad y reglamentos, para impedir la escasez desde la prevencin, adoptando las formas clsicas de restricciones a los precios, el acopio, las exportaciones y el cultivo y un sistema de coacciones, obligando a la gente a sembrar un mnimo de cantidad y la prohibicin del cultivo de algunas cosas, bajo un sistema de vigilancia que controle las existencias. El objetivo es que los granos se vendad al precio ms bajo posible, que los campesinos, en consecuencia, tengan la menor ganancia posible y que los habitantes de las ciudades puedan de ese modo alimentarse de la forma ms barata posible, lo cual resultar en el mantenimiento de bajos salarios (Foucault, 2006:48-49). Este fue el principio poltico desarrollado durante el mercantilismo para controlar la escasez, sistema que ha fracasado reiteradamente, exponiendo constantemente a la escasez que se quera evitar.Esto trajo consigo una nueva forma de gobierno econmico basada en la libertad de comercio y circulacin de granos, una fase de cambios en las tcnicas de gobierno a consecuencia de un campo terico, y al mismo tiempo como un episodio en la mutacin de las tecnologas de poder y en el establecimiento de la tcnica de los dispositivos de seguridad [] una de las caractersticas de la sociedades modernas (Foucault, 2006:51). La libre circulacin era considerada como una mejor fuente de ganancias y un mecanismo de seguridad ms efectivo contra la escasez. El modelo ingls desarroll la libertad de exportacin fomentndola con un sistema de primas y estableciendo un arancel a la importacin para evitar su exceso. Con estas dos medidas se buscaba asegurar el buen precio. Sin embargo, en Francia la libertad de granos se convirti rpidamente en uno de los grandes problemas de polticos y tericos. Foucault (2006), analiza desde la genealoga de las tecnologas de poder el texto Lettre dun ngociant sur la nature du commerce des grains de Louis-Paul Abeille, donde se explica el cambio de unidad de anlisis desde la escasez hacia la realidad del grano, generando un dispositivo de seguridad que reemplaza el sistema jurdico disciplinario que le preceda. Lo que se busca desde ah ya no es el precio ms bajo posible, sino favorecer el alza de los precios del grano con otorgamiento de primas, supresin de las prohibiciones de acopio y eliminacin de las prohibiciones de exportacin. Esto trajo consigo la paradoja de que cuando exista ms abundancia, habr al mismo tiempo precios relativamente altos, lo que a su vez implica comenzar a analizar de manera ntegra el momento de la produccin, el mercado mundial y, por fin, los comportamientos econmicos de la poblacin, los productores y los consumidores, pero tambin la escasez y sus nuevas compaas, el flagelo, la penuria, la caresta y la revuelta (Foucault, 2006:61-62).Estas formas de plantear la economa mediante mecanismos que buscan la seguridad, sin embargo no logran asegurar la soberana alimentaria de un territorio, por el contrario, amplan el riesgo de escasez y hambruna, adems de convertir los precios agrcolas en verdaderas montaas rusas, hacen surgir la necesidad de plantearse soluciones alejadas de lo normalizado por el paradigma econmico dominante.Dimantino Nhampossa, dirigente de la unin de campesinos de Mozambique en el Quinto Congreso de Va Campesina dijo que la causa de la crisis alimentaria que tenemos es el modelo neoliberal y capitalismo. No se puede encontrar la solucin a este problema dentro del mismo modelo. Como solucin, nosotros proponemos el modelo de la soberana alimentaria que promueve la agricultura familiar (Citado en Aurlie y Hernndez, s.f:89). Esta crisis alimentaria no viene directamente de la falta de suministros alimentarios sino de la distribucin y el derecho y acceso a las personas a tierra, ingreso o redes de apoyo para lograr una dieta saludable. A nivel mundial la produccin es capaz de satisfacer la demanda de 9 a 10 mil millones de personas (poblacin mundial estimada para 2050), sin embargo aproximadamente un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se desperdician a nivel mundial, alrededor de 1,3 millones de toneladas por ao, suficiente para alimentar todo el continente de frica (Altieri y Nicholls, 2013:68). Este escenario justifica la necesidad de un paradigma alternativo que asegure la alimentacin de la poblacin mundial, mediante la agricultura biodiversa, sostenible y socialmente justa.En Amrica Latina tras el proceso de colonizacin, pese al sistema de dominacin en que algunos grupos se vieron inmersos, pese a la destruccin de las bases de su sistema de vida, no se logr que la totalidad de estos individuos despojados se integrara de la forma que el sistema capitalista lo requera, y contra la corriente se mantuvieron articulaciones de desarrollo econmico que intentaron preservar o recuperar lo que casi fue aniquilado por las relaciones de produccin capitalista amparadas en la distribucin desigual de un poder que repercuti en cada rincn de la vida social, ante la exclusin masiva generada por el sistema socioeconmico dominante, individuos, familias, grupos, y comunidades han desplegado mltiples iniciativas de sobrevivencia, innovando o volviendo a viejas prcticas" (Coraggio, 2002:4) y estas prcticas que nacen desde abajo, comienzan a enzalarse en redes cada vez ms amplias para lograr uno de sus objetivos bsicos, el de constituirse en una alternativa al sistema econmico que predomina en la actualidad y que se mantiene por la fuerza de las alianzas entre mercado y poder poltico.Tal es el caso de la Economa Social y Solidaria que se basa en la idea de que la cuestin social no puede ser separada de la cuestin econmica, como plante Polanyi (2006) en las sociedades modernas no se puede hacer una separacin de las relaciones sociales, econmicas, polticas y culturales. La Economa Social y Solidaria corresponde a una concepcin de la economa que data desde hace varios aos, sin embargo a partir de la crisis de los aos 70 resurge con mucho ms fuerza y de manera ms generalizada, actualmente es definida como un tipo de economa subalterna que:ve la posibilidad de desarrollar una socieconoma, en que los agentes econmicos no son escindidos de sus identidades sociales, mucho menos de su historia y de su incrustacin en el mundo simblico e institucional que denominamos cultura. Al ver la economa como inseparable de la cultura, la Economa Social la mira como espacio de accin constituido no por individuos utilitaristas buscando ventajas materiales, sino por individuos, familias, comunidades y colectivos de diverso tipo que se mueven dentro de instituciones decantadas por la prctica o acordadas como arreglos voluntarios, que actan haciendo transacciones entre la utilidad material y valores de solidaridad y cooperacin, limitando (no necesariamente anulando) la competencia (Coraggio, 2002:2).La descripcin de ste tipo de economa da cuenta de una clara lucha de escapar de la norma y el control, negndose a los lineamientos del desarrollo desde la lgica del capitalismo y el pensamiento neoliberal impuesto en Amrica Latina desde el eurocentrismo dominante. Se niega a desarrollar la agricultura de forma comercial desde la lgica del Estado, por lo tanto, surge como una respuesta de resistencia al modelo desarrollista existente, describe el poder en trminos productivos y creativos del sujeto, normalidades y comportamientos. Su desarrollo es micropoltico, mvil y extensivo y da respuesta a la necesidad de una nueva lgica en el aseguramiento del acceso a la alimentacin.En cuanto a su relacin con el Estado, si bien no existe una tendencia nica entre las agrupaciones pertenecientes a la esfera de la economa social y solidaria, e incluso algunas se consideran opuestas al Estado, Coraggio (2002) tambin identifica un amplio sector que apela a constituir una democracia participativa, porque confan en que a travs de la generacin de influencias en la estructuracin de polticas pblicas y marcos legislativos se mejorar y facilitar el desarrollo de sus objetivos. Lo que se ve reflejado en los requerimientos que algunas organizaciones hicieron explcitos en el 1er Encuentro de Economa Social y Solidaria de la Regin del Bo Bo (ECOSOL BoBo, 2014).2. Economa Social y Solidaria como resistencia al modelo hegemnico normalizadoDe acuerdo a Hardt y Negri (2000), bajo la estructura de Imperio, se reconoce un orden mundial, expresado como formacin jurdica, descartando que este orden surja de forma espontnea con neutralidad del mercado mundial, siendo fruto de un nico poder y centro de racionalidad. Se habla de sistema-mundo y este trae consigo la idea de capitalismo que funciona como una economa mundial y por lo tanto globalizada. Existe resistencia a creer en un cambio en las relaciones globales de poder, porque los estados-nacin capitalistas dominantes continan ejerciendo una dominacin imperialista sobre las naciones y regiones del mundo.En este sentido se apuntan a una regulacin centralizada y unitaria del mercado mundial y las relaciones globales de poder donde las transformaciones jurdicas dan cuenta de las modificaciones de la constitucin material biopoltica, pues no slo cambian las leyes internacionales, sino tambin a las relaciones internas de poder.En el pasaje de la sociedad disciplinaria a la de control, se alcanza la interrelacin de implicaciones mutuas y crecientes de todas las fuerzas sociales que el capitalismo persigue a travs del desarrollo. Surgen las resistencias activamente, ya no son marginales, sino que estn presentes en el centro de la sociedad en la forma de redes. La sociedad civil es absorbida por el Estado, pero la consecuencia de esto es una explosin de los elementos que previamente eran coordinados y mediados en la sociedad civil (Hardt y Negri, 2000:26) Con ello, Foucault, de forma implcita plantea la paradoja de un poder que por un lado unifica y envuelve a cada elemento de la vida social y por otro va revelando un nuevo contexto, un medio de mxima pluralidad.En cuanto al campo econmico, Hardt y Negri (2000) sostienen que el lugar ocupado previamente por la fuerza laboral de trabajadores fabriles en la produccin de plusvala, est siendo reemplazado por la fuerza laboral intelectual, inmaterial y comunicativa. De ah surge una nueva teora del valor, que formula una subjetividad que opera principalmente a travs del conocimiento, la comunicacin y lenguaje. Las prcticas laborales en la sociedad biopoltica, se centran en aspectos intelectuales e incorpreos; son la productividad de los cuerpos y el valor del afecto aspectos centrales. En este escenario biopoltico, las corporaciones transnacionales juegan un rol fundamental; se estructuran directamente, articulando territorios y poblaciones. Las corporaciones transnacionales distribuyen directamente la fuerza de trabajo sobre los distintos mercados, colocan recursos funcionalmente y organizan jerrquicamente los diversos sectores de la produccin mundial (Hardt y Negri, 2000:31).De hecho, la descripcin anterior est representada en una perspectiva monetaria, donde existe la nocin de un horizonte de valores unido a una mquina de distribucin, con mecanismos de acumulacin y circulacin, adems de un poder y lenguaje; no existe nada que escape a este campo atravesado por el dinero. Foucault (2007), plantea que existe una especificidad plural del Estado, donde en el rea econmica, descansaba el mercantilismo, como forma de gobierno. Bajo esto, se organiza la produccin y circuitos comerciales de acuerdo con el principio de que el Estado debe enriquecerse mediante la acumulacin monetaria, favoreciendo el crecimiento de la poblacin, adems de mantenerse en una permanente situacin de competencia con potencias extranjeras. La consigna de estas figuras biopolticas se resumen en acumulacin, algo muy distinto a nuestro objeto de estudio de economa social solidaria, que se fundamenta en la produccin de mercancas, bienes y servicios, como una alternativa a estas realidades descritas, donde se impone de forma centralizada y totalizante un modelo de control econmico, que supera la nocin de individualidad, para convertirlo en un mecanismo de homogeneizacin, en que los patrones de produccin y consumo, estn previamente establecidos y predeterminados. Por lo tanto, es fcil contrastar en este aspecto a estas realidades, pues la economa social solidaria busca desprenderse de este modelo hegemnico, y constituirse como opcin de quiebre, instituyendo su proyecto en la sociedad como una alternativa viable.Lo anterior, podra explicarse segn Foucault (2007), cuando establece que el mercado durante el Medioevo, y siglos XVI y XVII, fue en esencia un espacio de justicia, ya que todo lo que all se haca presente deba estaba sometido a una estricta reglamentacin en todas sus dimensiones, pero sobre todo destacaba el hecho de que los precios de ventas fijados por el mercado, eran considerados justos. Apuntando ms que nada a la posibilidad de justicia distributiva, en que los productos bsicos y/o alimenticios estuviesen al acceso de los pobres, en igualdad de condiciones a los ms ricos. Pero su evolucin, ms tarde termin por establecer el mercado como un lugar donde los precios se establecan de forma natural y espontnea, donde las cosas adquieren un precio calificado de normal, ms que justo.En la produccin biopoltica, se encuentran nexos inmateriales entre el lenguaje, comunicacin y lo simblico, lo cual se ve favorecido por el desarrollo de la industria de comunicacin. En efecto, las comunicaciones no slo expresan, sino que organizan el movimiento de la globalizacin, multiplicando y estructurando interconexiones mediante redes. Las industrias de la comunicacin integran el imaginario y lo simblico dentro de la trama biopoltica, no simplemente ponindose al servicio del poder, sino, en realidad, integrndolos desde su funcionamiento (Hardt y Negri, 2000:32). Una economa social solidaria, se vale de la tecnologa para promover su proceso y actividades, aunque las redes de apoyo que va conformando principalmente se generan en encuentros y muestras de forma personal, no mediadas por procesos donde intervenga la globalizacin de comunicaciones como factor elemental, sino ms bien como un factor facilitador, de acercamiento y difusin, pero de ninguna manera imprescindible.Lo anterior, fue algo que tambin planteaba Haraway de acuerdo a su manifiesto Cyborg (2000), en cuanto a que el dominio de las tcnicas, conforma un cuerpo orgnico que integra las resistencias, dando cuenta de la necesidad de las personas de unirse frente a la intensificacin del dominio, para luchar por significados y por otras formas de poder, en las sociedades tecnolgicamente mediadas.En la postmodernidad, dentro de la trama biopoltica de la globalizacin imperial, existe una virtualidad, conformada por el conjunto de poderes de accin, los cuales surgen en la multitud mediante las luchas y se consolidan en el deseo. Es el trabajo viviente, que construye el camino desde lo virtual a lo real, pues con ello se quiebra la disciplina poltica, social y econmica, sobrepasando la dimensin reguladora del capitalismo moderno, pudiendo conformarse como actividad social general.Esta nocin de trabajo como poder comn para actuar aparece en relacin con la construccin de comunidad, donde los poderes singulares del trabajo crean continuamente nuevas construcciones comunes, singularizando lo que es comn, las acciones comunes del trabajo, la inteligencia, la pasin y el afecto configuran un poder constituyente (Hardt y Negri, 2000:317).Una accin de accin del gobierno imperial consiste en intervenir el proyecto de la multitud para unir la virtualidad con la posibilidad, con el objetivo de separarlo y detenerlo. Con ello, la legitimidad de su comando es socavada por estos sectores, que actan dentro de la sociedad, desarrollando sus actividades de forma individual y colectiva, no necesariamente en razn a las imposiciones de un poder central y estructuralmente legitimado, como lo son acciones econmicas productivas, que no responden a los requerimientos mercantiles de gran escala, sino ms bien, a pequeas producciones que den respuesta a demandas especficas sin caer en la produccin a gran escala y competitiva, pues se basa en el autosustento y ganancias conforme a lo invertido, sobre todo en mano de obra propia, que se considera depositaria de valor agregado: El poder imperial es el residuo negativo, el retroceso ante la operacin de la multitud; es un parsito que obtiene su vitalidad de la capacidad de la multitud para crear siempre nuevas fuentes de energa y valor. Un parsito que debilita la fuerza de su husped, sin embargo puede poner en peligro su propia existencia (Hardt y Negri, 2000:319).3. Economa Social y solidaria como materializacin del discurso de los grupos subalternosDe acuerdo a Scott (2002), el encontrarse en una posicin de debilidad frente al poder, fuerza a no actuar con sinceridad, hay que adecuarse a ciertas formas sistemticas de manera estratgica, ya que de eso depende recibir dao o ayuda por parte de los poderosos. Por lo que disimular se vuelve clave en la vida as como no ensear por completo las habilidades que se tiene para afirmar una imagen de inferior frente a quienes los dominan. En los contextos especficos en que se desarrollan las relaciones sociales se da la constante de que a mayor desigualdad de poder, hay mayor ritualismo del discurso y los actores tienen que crearse una mscara ms grande.

El espacio donde ocurren dichas interacciones es un teatro, pero hay un espacio alternativo el tras bambalinas, que incluye un pblico diferente en el que los sujetos exentos de la imposicin de deseos de un grupo dominante liberan su discurso oculto, constituido por manifestaciones lingsticas, gestuales y prcticas que confirman, contradicen o tergiversan lo que aparece en el discurso pblico (Scott, 2002:28)

Lo que realmente sienten y piensan los dominados est reservado para este escenario reducido, limitado, debido a que emitir un discurso oculto, de forma pblica es casi una declaracin de guerra. En estos mismos espacios sociales aislados se intercambian y elaboran las crticas al dominio de los poderosos. Cuando sistemticamente se sufre de insultos, los miembros del grupo que los recibe fantasean una respuesta, que por ser elaborado socialmente puede verse como un producto cultural ms. Pese a que no se est de acuerdo con el sistema basado en desigualdades, lo que las mscaras representan se legitima con el extender su uso en el tiempo (Scott, 2002:31-34).

El discurso oculto no se separa del pblico con una frontera slida, sin embargo se diferencian en que el primero se da entre un pblico restringido, hay que tener en cuenta que no slo se queda en expresiones verbales, tambin incluye prcticas.

Una problemtica de los discursos ocultos es que la mayora de las veces es que se quedan slo en las palabras, sin embargo, lo que hace la economa social y solidaria en una muestra de la materializacin que de ellos puede hacerse. Un punto fundamental en estos discursos, es la bsqueda de una transformacin que invierta los papeles de los grupos, precisamente este modelo productivo persigue una revalorizacin del trabajo situado en el contexto de un comercio justo, y es la justicia uno de los derechos que los grupos bajo constante subordinacin han utilizado como eje central en sus construcciones discursivas. Esto tambin puede verse en prcticas cotidianas de su actividad, por ejemplo, cuando se realiza una feria artesanal es comn adquirir productos hechos a mano sin recibir boletas por ellos, por lo que es una clsica prctica que Scott califica dentro del discurso oculto: la evasin de impuestos.

Se busca una forma segura de rechazo, quizs no se realizan manifestaciones radicales contra el sistema productivo dominante, pero en paralelo a l se busca potenciar la inclusin de los sujetos a un sistema con un compromiso social que pretende emparejar las relaciones productivas. En los principios fundacionales de la economa social y solidaria se coloca de forma explcita una visin sobre las clases dominantes que no recurre a metforas indirectas para cuestionar la ropa sucia del ejercicio de su poder (Scott, 2002:42), porque las relaciones econmicas que fomentan son alienantes y privilegian grupos monoplicos.

Un acercamiento ms profundo a las prcticas de un discurso oculto materializado, es el caso de los trabajadores de la lavandera Los Gobelinos, en Concepcin, sus dueos originales decidieron no mantener la actividad de la empresa porque ya no era viable de acuerdo a fines econmicos capitalistas, pero los mismos trabajadores gestionaron lo necesario para administrar por sus propios medios dicha organizacin. Quizs mientras eran dependientes nunca presentaron a sus patrones una crtica de las condiciones en que ejercan su oficio, pero lograron concretar ese discurso oculto al modificar completamente la condicin de subalternidad en que trabajaban, por una regulada entre ellos mismo, en que destacan la flexibilidad, las relaciones personales cercanas y la ausencia de explotacin. As le expresan de forma concreta a los grupos dominantes, que la forma en que operaban no era de su agrado y que en cuanto se tenga la oportunidad pueden articularse modelos alternativos de relaciones sociales.

La economa social, contribuye a aplacar las interacciones desiguales entre quienes poseen el poder y quienes se someten a l y adems evita el riesgo de la dominacin dentro de la dominacin ya que los sujetos estn en un plano de horizontalidad y participacin igualitaria: Su gobierno interno se basa en la deliberacin entre miembros que tienen cada uno un voto (...) (Coraggio, 2001:3).

Scott destaca las evaluaciones pblicas a las que son sometidos los trabajadores, como casos en que la denigracin de su dignidad es ms profunda por la estructura jerrquica en que estn inmersos, el dao interno se ve potenciado por las consecuencias del juicio pblico, no slo se le trata mal sino que socialmente ser condenado por su desempeo, en el peor de los casos ser despedido, en el caso de las organizaciones que se levantan sobre la economa social, estas no imponen esta presin a sus trabajadores, no se da la competencia caracterstica entre sus miembros, sino que privilegian relaciones de fraternidad que potencien la unin del grupo.

De acuerdo a pensadores que rescatan los postulados de Gramsci, pese a las condiciones de desigualdad en que se desarrollan las vidas de los grupos subordinados estos reaccionaran con cierto conformismo ante ellas, aunque no habra coercin directa sobre su actuar, pero no podran liberarse de la influencia de los aparatos ideolgicos del Estado o en el caso menos totalitario, se impondra una definicin de qu corresponde a las realidades de los grupos en cuestin y la imposibilidad de cambiar su situacin. Sin embargo un cuestionamiento a esto se hace a travs de las posibilidades de la imaginacin de los dominados, ellos expresaban en situaciones tan cotidianas como relatos fantsticos la posibilidad de que exista un mundo al revs, lo que denota su preocupacin por que se alterara el estado normal en que vivan y su no se invierten los roles, se imaginan por lo menos en un mundo en que las distinciones no existan. El hecho de que existan discursos pblicos desde abajo aceptando la hegemona, no quiere decir que efectivamente los sujetos interioricen lo que quienes dominan pretenden sea caracterizado como la verdad (pp. 98-113).

Scott concuerda con Foucault en cuanto a la determinacin que la observacin genera sobre los dominados, para este ltimo autor, as se rompe la posibilidad de actuar con naturalidad, se limitan las alternativas de accin en base a una norma requerida, lo que, para el primer autor, explicara que slo en espacios en que el poder no alcanza a vigilar directamente emerja el discurso oculto y en l las sinceras valoraciones que los sujetos hacen de sus condiciones de existencia: la sumisin explcita se consigue slo ejerciendo una cuidadosa vigilancia para detectar y castigar cualquier desobediencia (Scott, 2000:138)

De esta manera se articula una dialctica de ocultamiento y vigilancia que abarca todos los mbitos de las relaciones entre los dbiles y los fuertes (p.27) Aunque no sea motivo de crcel el hablar mal de los patrones, de todas formas se restringen los espacios en que los dominados pueden conectar lo que internamente siente con lo que expresan pblicamente.

Latour (2008) por su parte, hace un anlisis centrado en la influencia de lo no-humano en la vida en asociatividad, otorgndoles una importancia igual a la de cualquier entidad humana. Guattari (1985), realiza un acercamiento al tema de los objetos cuando se refiere a la produccin de deseo en sistemas maqunicos, en que incluso los deseos que produces pueden llevar a daarte a ti mismo, contrario al autor anterior, lo material es tratado como algo prescindible, los sujetos no necesitaran los objetos por una pulsin orgnica sino que generan construcciones de universos de deseos dismiles (p.282). La economa social ve la produccin de objetos como algo orientado ms all de la obtencin de una ganancia, le entrega la relevancia necesaria a elementos externos a las organizaciones, tanto de la comunidad como de su entorno no humano, como lo seala Coraggio (2002) la produccin debe ver la economa como inseparable de la cultura, y al referirse a cultura incluye tanto a los dems miembros de la comunidad en que habitan como componentes centrales para desarrollar sus postulados claves de solidaridad y cooperacin y a la vez el rescate de otro tipo de valor en lo material, en que un artculo que cumple la misma funcin de otro es creado en condiciones que deberan ser menos competitivas, pero el objeto no tendra un valor en s mismo, sino que lo que le da esa significacin distinta es el proceso que est en el trasfondo, lo que los sujetos hacen en el proceso productivo es lo que le da ese valor distintivo. Pese a esto desde la mirada de Latour, se tendra que valorar no slo el establecimiento de relaciones distintas sino que tener la capacidad de considerar con la misma importancia los medios prcticos requeridos en el proceso ya que este tipo de alternativa productiva tiene las condiciones para ser calificada de social ya que la Teora del actor red lo ve como: un tipo de asociacin momentnea que se caracteriza por la manera en que se renen y generan nuevas formas (97:2008). Claramente al hablar de economa solidaria hay que remontarse a sus orgenes en las cooperativas de siglos pasados, pero en el contexto econmico actual se articula como una opcin al sistema imperante.

CONCLUSIONES

En el presente ensayo, daremos a conocer los ejes principales acerca de la articulacin del poder y la construccin de hegemona, desde el punto de vista de algunos autores post-modernos, cuyas visiones varan desde su enfoque a un nivel global, biopoltico e infrapoltico, acerca de las manifestaciones de relaciones asimtricas desde donde se pretende encontrar los distintos cruces entre sus ideas, contrastndolo con una vertiente de produccin alternativa a un modelo hegemnico implantado en la idea de sistema mundo, que en este caso se trata de la economa social y solidaria.

BibliografaAurlie, A. y Hernndez, L. (s.f). Crisis y soberana alimentaria: va campesina y el tiempo de una idea. El cotidiano, Coleccin Sociologa Serie Saberes. Pp.89-95. Disponible en http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=32515313Altieri, M. y Nicholls, C. (2013). Agroecologa: nica esperanza para la soberana alimentaria y la resiliencia socioecolgica. Revista Agroecologa. Nm.7, vol. 2. Pp. 65-83.Coraggio, J. (2002). La Economa Social como va para otro desarrollo social, en Debate: Distintas propuestas de Economa Social, Urbared, Red de Polticas Sociales, 2002. Recuperado de http://www.rosalux.org.ec/attachments/article/500/economiasocial.pdfECOSOL BoBo, (2014). Sistematizacin de Conversaciones 1er Encuentro de Emprendimientos de Economa Social y Solidaria.Foucault, M (1978) Nacimiento de la Biopoltica: curso en el College de France 1978-1979. 1 Edicin. Buenos Aires: Fondo de Cultura Econmica.Foucault, M. (2006). Seguridad, territorio, poblacin. Curso en el Collge de France (1977-1978). Fondo de cultura econmica de Argentina, primera edicin en espaol. Buenos Aires, Argentina.Guattari, F. (2006) Micropolticas: Cartografas del Deseo. Traficantes de sueos. MadridHaraway, D. (2000) Ciencia, cyborgs y mujeres: La reinvencin de la naturaleza. Ediciones ctedra. Universidad de Valencia. Instituto de la mujer.Hardt, M. y Negri, A. (2000). Imperio. Cambridge- Massachussets: Harvard University. Latour, B. (2008) Reemsamblar lo social: una introduccin a la teora del actor-red. Ediciones Manantial. Buenos AiresPolanyi, Karl (2006) La gran transformacin. Ciudad de Mxico, F.C.E.Villa, P. (2013, mayo 4) Lavandera y lavaseco Los Gobelinos. El brote de las empresas gestionadas por sus trabajadores. Resumen informativo de la regin de Concepcin. Recuperado en 7 de marzo de 2014 desde: http://www.resumen.cl/index.php?option=com_content&view=article&id=7228:lavanderia-y-lavaseco-los-gobelinos-el-brote-de-las-empresas-gestionadas-por-sus-trabajadores&catid=10:trabajo&Itemid=54