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UNIVERSIDAD PENTECOSTAL MIZPA ENSAYO EXEGÉTICO: ENSAYO EXEGÉTICO DEL LIBRO DE ROMANOS CAPÍTULO 5:1-11 ESTE TRABAJO ES PRESENTADO AL PROF. EFRAÍN TOLEDO RODRÍGUEZ EN EL CUMPLIMIENTO DE LOS REQUISITOS DEL CURSO BTN-304 EXÉGESIS DE ROMANOS POR EDUARDO FIGUEROA APONTE SAN JUAN, P. R. 3 DE DICIEMBRE DE 2013

Ensayo Exegético Del Libro de Romanos 5

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Clase Exégesis de Romanos

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  • UNIVERSIDAD PENTECOSTAL MIZPA

    ENSAYO EXEGTICO:

    ENSAYO EXEGTICO DEL LIBRO DE ROMANOS CAPTULO 5:1-11

    ESTE TRABAJO ES PRESENTADO AL

    PROF. EFRAN TOLEDO RODRGUEZ EN EL CUMPLIMIENTO DE

    LOS REQUISITOS DEL CURSO BTN-304

    EXGESIS DE ROMANOS

    POR

    EDUARDO FIGUEROA APONTE

    SAN JUAN, P. R.

    3 DE DICIEMBRE DE 2013

  • 2 ENSAYO EXEGTICO DEL LIBRO DE ROMANOS CAPTULO 5:1-11

    Esta percopa del libro de Romanos, es un discurso que se desarrolla como un tratado

    teolgico paulino, ya que el apstol no haba fundado la iglesia de Roma, ni haba conocido a

    sus miembros. De esta manera, Pablo se introduce a los hermanos que estn en Roma, de

    forma que cuando vaya a visitarlos, ya no le reciban como un extrao desconocido, sino

    como el hermano en la fe del evangelio que va para servirles. El apstol expone el resultado

    que se obtiene del cumplimiento de las promesas de Dios. En ellas somos justificados por

    nuestra fe y recibimos los beneficios y resultados de esta justificacin, cuando creemos y

    aceptamos que Cristo es el Hijo de Dios y que muri por nosotros.

    En el primer versculo (Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por

    medio de nuestro Seor Jesucristo;) Pablo est haciendo alusin a la separacin que existe

    entre los hombres y Dios por causa del pecado, y cmo por medio del el sacrificio de Cristo

    nos hemos sido perdonados para reconciliacin. El vocablo pues apunta hacia lo que Dios

    ha hecho y la expresin por la fe se refiere a la nica condicin demandada por Dios para

    declarar justo al pecador.1 Los que son justificados por la fe disfrutan del don de la gracia.

    El apstol ha afirmado de forma categrica que la verdad fundamental de esta

    justificacin es necesaria y por medio Cristo Jess. Los frutos de una nueva vida y la

    obediencia de la fe, son el testimonio de los que han aceptado la justificacin. El primero de

    los frutos de esta justificacin es la paz con Dios. Esta paz es un cambio en la relaciones de

    Dios para con nosotros, y a consecuencia, un cambio de parte nuestra para con l. As Dios

    nos ha reconciliado con l por Jesucristo, pues la propiciacin es el lugar de reunin donde

    termina la controversia de ambas partes en una honorable y eterna paz.2 El propsito de la

    venida de Cristo al mundo, fue traer paz espiritual del hombre con Dios. 1 Carballosa Evis L, Romanos: Una orientacin expositiva y prctica (Grand Rapids, Michigan:

    Editorial Portavoz, 1994), 105. 2 Roberto Jamieson, A. R. Fausset y David Brown, Comentario Exegtico y Explicativo de la Biblia,

    Tomo II, El Nuevo Testamento (El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 2002), 348.

  • 3 Los ngeles anunciaron la paz en el mundo con el nacimiento del Salvador. Esta es la

    razn por la cual, en el da de la resurreccin, Jess saluda a los suyos invocando la paz,

    como realidad absoluta de su obra. De aqu se define el evangelio como el evangelio de la

    paz. En relacin a esta paz se menciona tambin la libertad de acceso, el regocijo y una

    esperanza firme, que se traduce en la certeza de la salvacin. La paz es un regalo de Dios y

    la imagen gloriosa de su reino. El segundo versculo (por quien tambin tenemos entrada por

    la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de

    Dios.) tiene un nfasis en la intervencin de Cristo para lograr nuestra entrada a la gracia de

    Dios. Jess es el camino que lleva a Dios.

    La misma fe que nos da paz con Dios, tambin nos abre las puertas a la permanencia

    del favor de Dios, donde estaremos firmes. El estar firmes (puestos en pie) aqu sugiere

    permanencia.3 La gracia es el favor y bondad de Dios hacia el pecador y es el medio por el

    cual se alcanza la salvacin, usando la fe como instrumento. Es el inmerecido y gratuito

    favor de Dios y nada nos puede separar de su amor. El creyente se glora experimentando el

    gozo de la salvacin, como una experiencia del presente y no del futuro. La gracia a dado ya

    el anticipo de la herencia. El objeto de nuestra esperanza es llegar a la gloria de Dios.

    En el versculo tres (Y no slo esto, sino que tambin nos gloriamos en las

    tribulaciones, sabiendo que la tribulacin produce paciencia;) se entiende que en medio de y

    por causa de las tribulaciones, es que experimentamos en la ejecucin de la obra del Seor.4

    Dios magnifica su poder en la debilidad y afliccin del creyente. El afligido reconoce su

    debilidad pero tambin sabe Dios est presto a ayudarle. Las tribulaciones en la vida del

    creyente, suelen ser las oportunidades que Dios usa para producir beneficios espirituales y

    desarrollo del carcter. 3 Samuel Prez Millos, Comentario Exegtico al Texto Griego del Nuevo Testamento: Romanos

    (Barcelona, Espaa: Editorial CLIE, 2011), 388. 4 Alfonso Lozano Lozano, Romanos 5: La vida de los justos por la fe y su fundamento, la

    reconciliacin por nuestro Seor Jesucristo (Navarra, Espaa: Editorial Verbo Divino, 2012), 109.

  • 4 En este versculo la palabra sabiendo alude a la experiencia que el pueblo de Dios

    ya haba vivido.5 Por lo tanto, les anima a recordar cmo deben afrontar sus dificultades. La

    paciencia, como resultado de las aflicciones, soporta con calma aquello que quisiramos que

    fuera quitado, aunque esto signifique ser privados del bien prometido o la continua

    experiencia de males positivos. El sufrimiento y el dolor son el nico camino a la gloria,

    como lo atestigu Cristo, ya que en ello fue perfeccionado. Como l, tambin seremos

    perfeccionados en nuestras aflicciones y seremos madurados en carcter y en la fe.

    Segn l fue perseguido, as tambin nos perseguirn. Por medio de la prueba se

    llega a la conviccin, pero slo la fe hace esto posible . La paciencia es la capacidad de

    aguantar o resistir en medio de las pruebas sin abandonar la lucha.6 El versculo cuatro (y la

    paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;) contina trabajando el fruto de la tribulacin que

    produce paciencia y esa paciencia produce prueba. La prueba aqu equivale a carcter

    aprobado, que es el resultado del entendimiento para el combate de la fe.7 Es la cualidad de

    la persona que ha sido puesta a prueba y la ha aprobado. Cada prueba vencida deposita sobre

    el creyente un cada vez ms excelente y eterno peso de gloria.

    El que ha sido probado ha experimentado en su propia vida la fidelidad de Dios y

    esperar con seguridad.8 La prueba produce esperanza, porque los sufrimientos son el mejor

    escenario en el que Dios nos muestra su amor, haciendo cumplir sus promesas y mostrando

    su fidelidad. La esperanza de los creyentes radica en la salvacin y en alcanzar la gloria de

    Dios preparada para ellos. En el versculo cinco (y la esperanza no avergenza; porque el

    amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espritu Santo que nos fue

    dado) nuestra esperanza no es en vano, pues no deja mal ni deja en evidencia.

    5 John Stott, El mensaje de Romanos (Buenos Aires, Argentina: Ediciones Certeza Unida, 2007),

    155. 6 Carballosa, Romanos: Una orientacin expositiva y prctica, 106. 7 Prez, Comentario Exegtico al Texto Griego del Nuevo Testamento: Romanos, 394. 8 Gustavo Snchez Gutirrez, Stanley Clark y Ernesto Humeniuk, Comentario Bblico Mundo

    Hispano, Tomo 19 (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2006), 104.

  • 5 La esperanza del cristiano no decepciona porque no permite que sea confundido en lo

    que ha puesto su confianza. No es una ilusin vaca, sino la certeza que lo que no puede ver

    y la confianza en el amor de Dios. Quien ha vivido la experiencia misericordiosa del perdn

    de Dios, vive esperanzado en su salvacin. Nada ni nadie le podr separar de su amor y no

    habr circunstancia que le quite su esperanza. La vergenza aqu se relaciona con la

    esperanza del creyente que, por descansar en el propsito de Dios y su fidelidad no fallar

    jams.9 El cristiano no tiene por qu sentir vergenza de su esperanza, pues vive gozoso del

    amor con que Dios ha transformado su vida. La vergenza ms bien la sienten aquellos que

    viven rechazando el amor y la misericordia de Dios.

    stos no tiene el valor ni el coraje de rendirse ante la omnipotencia de Dios, para

    recibir su amor, gracia y misericordia, pues son guiados por la soberbia. Pero aquellos que se

    han humillado ante la maravillosa presencia de Dios, viven sin vergenza alguna, honrados

    de haber sido considerados justos por su fe en Cristo Jess. El hecho de enviar a su Hijo para

    que muriera por personas que se negaban a adorarle, pone de relieve la magnitud del amor de

    Dios por nosotros.10 Si vivimos dependientes del amor que Dios deposito en nosotros por su

    Espritu, siempre seremos guiados a toda verdad y justicia.

    El inagotable amor de Dios perfecciona todo y su obra en nosotros ser completada

    por medio de su Espritu, quien da testimonio de ese amor en nosotros. En estos primeros

    cinco versculos encontramos tres virtudes caractersticas de los cristianos: la fe, la esperanza

    y el amor; que no pueden experimentarse fuera de los dones de la gracia, ni disfrutarse fuera

    de la experiencia de la fe.11 El versculo seis (Porque Cristo, cuando an ramos dbiles, a su

    tiempo muri por los impos.) alude a que Cristo se ofreci como sacrificio, para morir

    cargando sobre s nuestros pecados, siendo su muerte el regalo ms costoso. 9 Prez, Comentario Exegtico al Texto Griego del Nuevo Testamento: Romanos, 396. 10 Douglas J. Moo, Comentario de Romanos: Del texto bblico a una aplicacin contempornea,

    (Miami, Florida: Editorial Vida, 2010), 172. 11 Prez, Comentario Exegtico al Texto Griego del Nuevo Testamento: Romanos, 395.

  • 6 Como dbiles pecadores que somos, nos apartamos de los caminos justos de Dios,

    como consecuencia no podemos cumplir con los preceptos morales de Dios, por lo tanto no le

    podemos alcanzar. Tampoco podemos salvarnos por nuestra cuenta y estamos en peligro de

    muerte. Nuestra incapacidad de amar a Dios nos ha llevado a revelarnos contra l y nos

    convertimos en sus enemigos. Mientras el hombre se opone a Dios, Dios se opone al pecado

    del hombre.12 Pero Cristo sufri una muerte sin igual, dando su vida por los injustos y

    pecadores, mostrando as su bondad y maravillosa gracia, perdn. Todo lo hizo Dios en su

    tiempo perfecto. El versculo siete (Ciertamente, apenas morir alguno por un justo; con

    todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno.) nos da a entender que muchos pueden

    menospreciar la muerte de Cristo como lago que cualquiera puede hacer.

    Aqu al justo se le debe identificar con alguien que tiene buen carcter y es respetable,

    pero al bueno se le debe identificar con alguien que adems de su buen carcter es bondadoso

    y practica hacer el bien y es amado. Sera increble que alguien de su vida por otro a quien

    respeta. Pero s se ha visto que ha habido personas que estn dispuestas a dar su vida por

    alguien a quien aman. Ciertamente esto contrata y a la vez se hace muy relevante al tiempo

    presente, en el cual se vive una gran influencia egocntrica, en la que difcilmente alguien

    pueda estar dispuesto a morir por otro aunque lo ame.

    Pues el significado de amor ha sufrido un gran revs en nuestra sociedad posmoderna.

    Si embargo Dios prob su amor por nosotros por medio de la muerte de Cristo.13 La realidad

    es que a muchos de nosotros nos tocar probar cunto amamos a Cristo, cuando tengamos

    que entregar nuestras vidas a causa de su nombre. El versculo ocho (Mas Dios muestra su

    amor para con nosotros, en que siendo an pecadores, Cristo muri por nosotros.) Dios

    manifiesta su amor amndonos en nuestra condicin de pecadores. No haba otro camino,

    que sustituir a los culpables por el inocente, para que ste se constituyera Salvador de ellos. 12 Stott, El mensaje de Romanos, 159. 13 Snchez, Clark y Humeniuk, Comentario Bblico Mundo Hispano, Tomo 19, 105.

  • 7 Dios que no tiene preferencias y se interesa por los seres dbiles, impos y pecadores.

    La muerte de Cristo se constituye en un hecho histrico dentro del plan de Dios.14 Su

    grandeza estn en que se l se entreg, carg nuestro pecado y lo hizo por sus enemigos.

    Muri por aquellos que no lo merecan, por que Dios no nos ama por lo que somos, sino por

    lo que l es (Amor). Si hablamos de amor, la Cruz est implcita, ya que en ella el cordero

    de Dios derram su sangra para quitar el pecado del mundo. As que son muchas las razones

    que nos han dado para creer en el amor de Dios.

    El versculo nueve (Pues mucho ms, estando ya justificados en su sangre, por l

    seremos salvos de la ira.) afirma la seguridad de la salvacin. Habiendo sido lavados en la

    sangre de Cristo, la cual nos otorga justicia, somos librados de la ira de Dios. Esta ira divina

    es alimentada por el pecado del hombre. Pero la muerte de Cristo libra al creyente que haba

    sido objeto de ira por su pecado, y pasa a ser objeto de la gracia por el amor de Dios y para su

    reino. Dios ha designado un da para manifestar su ira, pero es all donde tambin se

    manifestar como el Juez justo que paga a cada uno conforme a sus obras.15

    La justificacin por la sangre de Cristo es la que nos salva de la ira de Dios que ser

    manifestada en el juicio final. Este versculo hace alusin a la salvacin actual y la venidera.

    Porque cuando aceptamos a Cristo como salvador hemos sido salvados de la ira por la

    justificacin, pero tambin seremos salvados de la ira venidera que Dios derramar sobre el

    mundo. El versculo diez (Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la

    muerte de su Hijo, mucho ms, estando reconciliados, seremos salvos por su vida) transmite

    la implicacin de una obra que fue comenzada y la garanta de que sta ser completada.

    Aquel que comenz la obra en sufrimiento y quebranto a favor de quienes no tiene la

    capacidad de recibir su amor, ahora esa misma obra ser completada en gloria a favor de sus

    14 Carballosa, Romanos: Una orientacin expositiva y prctica, 108. 15 Prez, Comentario Exegtico al Texto Griego del Nuevo Testamento: Romanos, 407.

  • 8 amigos amados.16 Pues la obra de Cristo es a favor de aquellos que creen en l. Los seres

    humanos no pueden hacer nada para reconciliarse con Dios, pues ya Dios se ha adelantado y

    l mismo no ha reconciliado consigo por medio de la muerte y resurreccin de Jesucristo.

    La vida del resucitado es la base de nuestra vida espiritual y nos garantiza nuestra

    manifestacin con l en gloria. Una vez reconciliados, no habr nada que impida que se

    complete la salvacin que Dios ha provisto para los que le aman. Cristo vive para interceder

    por los redimidos, as que ninguno de los suyos se perder. Tambin es indispensable

    destacar que el costo de todas estas cosas fue su sangre. La muerte de Cristo elimina todo

    impedimento legal y moral en la mente de Dios para salvar al pecador.17

    El versculo once (Y no slo esto, sino que tambin nos gloriamos en Dios por el

    Seor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliacin.) afirma el gozo y

    la gratitud que experimentan aquellos que han aceptado el sacrificio de Cristo y ahora dejan

    de ser enemigos del Padre para constituirse sus amigos. Antes nos invada un terror hacia

    Dios, pero ahora estamos constantemente desendole. Se trata del el regocijo que inunda el

    corazn al saber que somos salvos y hemos sido reconciliados con Dios. Esta reconciliacin

    nos abre las puertas del lugar santsimo y ahora tenemos acceso a la misma presencia de

    Dios. Esto no provee la oportunidad de fomentar una relacin ntima con el Seor, en la que

    progresivamente podemos ser trasformados a imagen de su hijo Jesucristo.

    Ya no estamos ante el tribunal de la ira divina sino en el hogar de Dios, como hijos

    suyos, disfrutando de la reconciliacin en plena amistad con l.18 Este es suficiente motivo

    para que los que han sido justificados se caractericen por tener una gozosa y constante

    celebracin espontnea. Cuando no regocijamos en las buenas obras de nuestro Dios,

    entramos en un acto espontneo de adoracin. 16 Jamieson, Fausset y Brown, Comentario Exegtico y Explicativo de la Biblia, Tomo II, El Nuevo

    Testamento, 349. 17 Prez, Comentario Exegtico al Texto Griego del Nuevo Testamento: Romanos, 411. 18 Prez, Comentario Exegtico al Texto Griego del Nuevo Testamento: Romanos, 413.

  • 9 En resumidas cuentas, tenemos por Dios a un Padre que nos ama incondicionalmente.

    Por amor a nosotros, ya haba preparado un plan preventivo de salvacin, sabiendo que

    nuestras rebeldas en su contra nos pondran en riego de muerte. Pero como Padre amante

    que sufre por sus hijos y tiene cuidado de ellos, nos mir con ternura y decidi hacer el

    sacrificio de borrar todas nuestras culpas y comenzar de nuevo, sin importar lo que le costara.

    Siendo culpables nos declar inocentes hacindonos sentir perdonados y capaces de retomar

    nuestro lugar en la casa. Puso su confianza en nosotros sin acusarnos por nuestras rebeldas.

    Gracias a sus bondades e infinitas misericordias podemos vivir regocijados en que

    nuestro Dios y Padre es un juez que juzga con justicia, que es fiel y hace cumplir sus

    promesas. Que el objeto de su sacrificio por nosotros es el amor. Por eso podemos vivir

    esperanzados en el desarrollo de una nueva vida, que aunque tengamos que soportar las

    pruebas, stas desarrollan nuestra paciencia, nuestro carcter y nuestra perseverancia. En

    medio del proceso experimentaremos la paz y el amor que slo pueden ser vividas en el autor

    y consumador de nuestra fe, Cristo Jess.

  • 10 BIBLIOGRAFA

    Barth Karl. Carta a los Romanos. Madrid, Espaa: Biblioteca de Autores Cristianos, 2012. Carballosa Evis L. Romanos: Una orientacin expositiva y prctica. Grand Rapids,

    Michigan: Editorial Portavoz, 1994. Hendriksen William. Comentario al Nuevo Testamento: Romanos. Grand Rapids,

    Michigan: Editorial Libros Desafo, 2006. Jamieson Roberto, A. R. Fausset y David Brown. Comentario Exegtico y Explicativo de la

    Biblia. Tomo II, El Nuevo Testamento. El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 2002.

    Lozano Lozano Alfonso. Romanos 5: La vida de los justos por la fe y su fundamento, la

    reconciliacin por nuestro Seor Jesucristo. Navarra, Espaa: Editorial Verbo Divino, 2012.

    Moo Douglas J. Comentario de Romanos: Del texto bblico a una aplicacin

    contempornea. Miami, Florida: Editorial Vida, 2010. Prez Millos Samuel. Comentario Exegtico al Texto Griego del Nuevo Testamento:

    Romanos. Barcelona, Espaa: Editorial CLIE, 2011. Snchez Gutirrez Gustavo, Stanley Clark y Ernesto Humeniuk. Comentario Bblico Mundo

    Hispano. Tomo 19. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 2006. Stott John. El mensaje de Romanos. Buenos Aires, Argentina: Ediciones Certeza Unida,

    2007. Trenchad Ernesto. Epstola a los Romanos. Grand Rapids, Michigan: Editorial Portavoz,

    1968.