Ensayo Pelicula M M, el vampiro de Düsseldorf

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pelicula 1931, sobre asesino serial y la autotutela. filosofia del derecho

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Ensayo de la pelcula El vampiro de Dsseldorf (1931), nombre original M.SinopsisEn la localidad de Dsseldorf, Alemania, comienzan a desaparecer nias, y temiendo que un asesino en serie este libre en sus calles, se inicia su persecucin. Primero por la polica, y luego por el hampa organizado, quienes, adems de sentirse repugnados por crmenes tan aberrantes, se ven impedidos de desarrollar sus actividades ilcitas debido a la alta presencia policial. Tras indagaciones, los criminales logran dar con el paradero del asesino, un hombre llamado Hans Beckert, quien se esconde en un enorme edificio privado al percatarse de que lo persiguen. En aras de encontrarlo, el hampa organizado ingresa ilegalmente al edificio, maniata a los guardias e incluso, maltratan a uno para obtener informacin sobre los mecanismos de seguridad del recinto, de manera de poder registrar el lugar sin activar las alarmas que alertaran a la polica. Despus de destrozar el edificio, y sin robar absolutamente nada, un guardia logra liberarse y alerta a la polica, pero antes de que llegue, los criminales encuentran a Beckert quien es secuestrado y llevado a una fbrica abandonada donde es objeto de un juicio popular, con un jurado integrado por toda clase de criminales. A pesar de habrsele otorgado un abogado defensor y de la evidente perturbacin mental del Beckert, se le condena a muerte, sin embargo la polica llega a tiempo para evitar que sea ejecutado, y es finalmente juzgado por un tribunal de justicia y por las leyes de Alemania.Palabras clave: Justicia, legitimidad, delincuentes, trastorno mental, derechos.COMENTARIOS: Hay varios factores que deben considerarse tras ver esta pelcula. Por un lado, el contexto. La pelcula data de 1931 en Alemania, una Alemania derrotada tras la Primera Guerra Mundial. El ambiente sombro refleja no solo la oscura temtica de la pelcula, sino tambin el sentimiento generalizado de una sociedad azotada por una guerra que haba acabado poco ms de una dcada antes.

Esta poca es tambin la que origina movimientos absolutistas y un floreciente partido nacionalsocialista (nazi), que gobernara a Alemania desde 1933 hasta 1945, y llevara a Europa a la Segunda Guerra Mundial. Orden, control social y disciplina caracterizaban los poderes dictatoriales que guiaron a Alemania durante este periodo, y la pelcula muestra un adelanto de lo que se vena, en relacin al uso de poderes por parte de las autoridades y a las persecuciones indiscriminadas, que llegaron a afectar la vida normal de sus ciudadanos.

Beckert cuando es descubierto y perseguido por el hampa, se percata de que ha sido marcado, pero no puede ver a quien lo persigue. Se evoca la idea de que el sistema judicial es un sistema abstracto, con captores reales, pero a la vez invisibles, donde la voz del imputado puede ser silenciada con facilidad. Aun con temor, se halla ante un gigante persecutor que parece estar en todo lugar, y al mismo tiempo, en ningn lugar.

La M en tiza blanca (mrder: asesino en alemn) marca el abrigo negro de Beckert, y aun cuando se han dado seales sutiles durante la pelcula, que nos permite saber que tiene trastornos mentales y que hay una dualidad en personalidades, representadas por la ropa e iluminacin blanca versus su ropa y poca iluminacin, esa marca encuadra a ambas personas, que en realidad es una sola enferma. Claramente un peligro, sin duda, pero alguien enfermo. Cmo se puede juzgar a un enfermo mental en comparacin de quien est en su sano juicio?

Queremos asegurarnos de que sea inofensivo. Y nicamente podemos estar seguros si usted muere. (1:39:50). Otro detalle no menor es que quien desata el descubrimiento del asesino es un vendedor ciego que identifica la meloda silbada por Beckert el da en que secuestro a una de sus vctimas. Este ciego es quien confirma ante el juicio del crimen organizado que Beckert era el hombre a quien escucho ese da del secuestro, poniendo su mano en su hombro derecho, confiando nicamente en su memoria. Esto se contrapone a la confirmacin que efecta el polica que detiene a Beckert por homicidio, quien pone su mano en su hombro izquierdo, confiando en la evidencia forense: la carta, una superficie especifica que dejo trazas particulares en el papel y las colillas de cigarro.

Son dos caras de la misma moneda: una bsqueda de la verdad. Ambos descubridores de la verdad encuentran al vampiro, se aproximan a l de la misma manera, pero en lados opuestos, dejando patente que son dos versiones de la realidad: una ajena a la ley, y otra inserta en ella. Con todo, la aproximacin del ciego es paralela, mientras que la aproximacin del polica es mirando hacia abajo, porque de hecho el poder judicial es superior al individuo comn.

Una vez que el jefe de polica se encuentra con un testigo dispuesto a darle informacin fidedigna sobre el asesino, l va a su bao personal, se lava la cara y regresa con una gran sonrisa, anticipando el xito de su investigacin. Una lavado de cara que implica un necesario lavado de imagen ante una polica vilipendiada por la sociedad, al no ver respuestas ante tan peligrosa amenaza, sin perjuicio de hacer un trabajo correcto.

1) Puede el Estado recurrir, en aras de la seguridad ciudadana, a mtodos de lucha contra el crimen al margen de la ley cuando ste provoca un clima de tensin social excepcional? No, no puede, en ningn caso. El Estado siempre debe respetar su institucionalidad y las leyes, precisamente para proteger a la ciudadana, sobretodo en circunstancias de tensin social, caldo de cultivos para comportamientos no aceptados.El Estado, al monopolizar la coaccin, por un lado garantiza que el uso de la fuerza sea legtimo, usado como ltima opcin en casos previsto por el ordenamiento, pero al mismo tiempo, al ser el titular nico de esta facultad, lo vuelve un riesgo enorme, pues nadie le puede hacer contrapeso. Precisamente por ello, el Estado debe ser riguroso en el correcto mtodo de lucha contra el crimen, porque debe dar seguridad a la poblacin, y no incrementarla. Adems, si se permitiera un solo mtodo al margen de la ley, esto abrira las puertas a abusos, y conductas que pueden terminar en barbaridades. Si el Estado se convierte en un castigador que no respeta las leyes, terminara potencialmente como el ms grande criminal, y sin riesgo de sancin. Tampoco puede el Estado ceder ante presiones sociales en su actuar, puesto que muchas veces el pensamiento colectivo o de manada se ahoga en temores y pnico, nociones que son peligrosas para regir un pas. Y no se puede permitir que el miedo gobierne un pas. Los derechos civiles siempre deben ser respetados, y en la pelcula, debido a la presin social de encontrar a este asesino, se inicia una verdadera cacera de brujas, donde las personas ya no solo teman por este criminal suelto que andaba matando, sino tambin, teman por su propia seguridad, de ser sindicados como posibles sospechosos. Bastaba una mirada del jefe de polica para detener a alguien, sin mayor prueba ni sustento.Eventualmente, las labores de investigacin de la polica tienen xito, y el culpable es detenido en virtud de evidencia verosmil y juzgado bajo las leyes alemanas, pudiendo ejercer su derecho a defensa y a un juicio justo.

2) Es jurdicamente lcito que, en la prctica, se realice eficazmente la justicia incluso por parte de sujetos no investidos legalmente para ello? Quin puede administrar justicia en el modelo de Estado de Derecho? Puede administrarse justicia al margen del Estado?

No, no es lcito, puesto que en un Estado de Derecho solo pueden administrar justicia y ejercer labores jurisdiccionales las autoridades investidas para ello y siempre dentro de sus competencias. La justicia por definicin debe ser paralela a la juridicidad, no contraria ni ajena. Si no se cumplen los requisitos de juridicidad (alteridad, la exigibilidad e igualdad), aun si se adoptara un rol similar al que en la prctica efectan los actores de la justicia, este comportamiento no estara encuadrado dentro de los mrgenes de la juridicidad, y por ende, tampoco estara dentro de los mrgenes de la justicia. Aun si el resultado puede ser eficaz, no es una conducta lcita. La administracin de justicia implica la afectacin de derechos constitucionales, y esta afectacin, incluso para las autoridades y los poderes investidos para ellos, esta tremendamente regulada y limitada, precisamente para evitar abusos. Entonces, estimar que un tercero no investido para ello adopte roles propios de la administracin de justicia es completamente anti jurdico, pudiendo incluso tener sanciones penales. Solo pueden administrar justicia en un Estado de Derecho las autoridades expresamente investidas, y en la forma y tiempos que el propio ordenamiento seale. Por lo dems, aun con la confesin de Herbert, no haba prueba para los criminales juzgadores de que este fuera efectivamente el culpable de la muerte de esas nias. Todo se bas en aquello que record haber odo un vendedor ambulante ciego, quien escucho algo el mismo da que una de las nias desapareci. Esto no es en nada certero ni conclusivo, por lo que la base de la acusacin no tena peso alguno, de manera que potencialmente pudieron haber secuestrado y ejecutado a un hombre inocente.

3) Coincide necesariamente lo legal con lo legtimo? No, porque legalidad supone que una determinada norma fue elaborada conforme a los procesos de creacin de ley que una Constitucin seala, por las autoridades que corresponda y con los procedimientos que se establezcan. La legitimidad tiene nociones implcitas de justicia y rectitud. Toda norma legal tiene aspiraciones o pretensiones de ser legtima. En la pelcula vemos que el tribunal de criminales no es legal, pero se atribuyen un juzgamiento justo, y por ende, aspiran a constituir un rgano factico de rectitud. Tiene dentro de su propio mundo del hampa, legitimidad. Pero es cuestionable, porque realizaron actuaciones motivadas en una nocin de justicia, pero con gran irresponsabilidad y descuido.Pensemos un momento: coincidi en este caso que aquel detenido s era el asesino, y confeso con la verdad. Pero, Qu merito tenan para saberlo o verificarlo? Solo el espectador lo sabe, porque hemos visto conductas sospechosas. Y aun as, tampoco se puede atribuir con claridad los crmenes a Herbert, desde la perspectiva de los criminales juzgadores, porque hasta donde ellos saben, solo tienen en sus manos a un sujeto completamente loco que confeso haber matado. Y si su locura es tan evidente, Por qu habran de creer en su confesin? Qu tal si fuera un demente que busca atencin, o que confunde aquello que lee en los peridicos con aquello que realmente ha hecho? Un hombre loco o confundido, pero que podra no ser peligroso?Estas dudas, sin embargo, quedan accidentalmente liberadas al observar la correcta investigacin que efecta la polica y que da cuenta de que Herbert era efectivamente el culpable, pero la corte de criminales pudo fcilmente haber incurrido en un error garrafal al condenar a un hombre sin evidencia.

4) Es jurdicamente lcita la venganza privada como medio de realizacin de lo justo en casos de crmenes de extrema gravedad y en un contexto de fuerte tensin social? No, nunca. Hay una Constitucin y un debido proceso. Por muy macabro que sea el crimen cometido, todos tienen el derecho constitucional a un juicio justo. Esto no significa luchar por obtener la libertad del criminal, ni de intentar declararlo inocente, sino que debe tener la posibilidad de hacer valer todos y cada uno de los medios que la ley contemple para una defensa adecuada, en aras de obtener la sancin que corresponda. En el caso de Herbert, este asesino sufra graves perturbaciones mentales, de manera que este es un factor determinante en el castigo a recibir, por cuanto si bien ciertamente era un peligro pblico y no poda vagar libremente por las calles, tampoco una prisin era el destino adecuado para alguien que est enfermo. Caso aparte es que resulta muy riesgoso que alguien o un grupo se atribuyan la nocin de lo que es justo y lo que no es justo. Si se acta creyendo que se persigue la justicia, y se toma venganza en base a ello, los limites ya de por si difusos, fcilmente se borraran, pues la idea de justicia vara segn cultura, tiempo y persona. Aun dos individuos criados en el mismo ambiente, con las mismas enseanzas, podran eventualmente diferir sobre la idea de justicia. En esta pelcula, son criminales de diversa ndole quienes deciden tomar justicia en su particular concepto de justicia. Hablamos de individuos que han robado, hurtado, e incluso asesinado. Y sin embargo, todos se sienten moralmente superiores a Beckert, hasta el extremo de planificar su homicidio y materializarlo con sus propias manos, sin un pice de vacilacin.La relativizacin de los valores es protagnico en este sentido. Matar a un hombre es diferente a matar a un nio? Genera mucha ms repulsin y rechazo por el Estado de indefensin que tiene este ltimo, de manera que es ms fcil despreciar al asesino de nios que al simplemente asesino. Pero esto no le da al simplemente asesino mrito para juzgar a nadie, ni lo mejora como individuo.

5) Cul es la naturaleza y los lmites de la imputabilidad penal y de la responsabilidad criminal de un sujeto? Se justifica su modulacin y, en su caso, en qu trminos en razn de su perfil social y psico-criminolgico? La imputabilidad penal implica que el sujeto tiene control y consciencia de que determinada conducta afecta a los dems. En el caso de Beckert, l tena consciencia de que asesinar a nias era algo muy malo e incorrecto, sealando incluso sentirse torturado por sus acciones, y destruido al pensar en sus vctimas y sus madres. Pero careca de control sobre sus impulsos, argumentando que intent infructuosamente acallar esas ansias, pero que era algo que escapaba a su poder. La modulacin se justifica (el adecuar la responsabilidad considerando al sujeto), porque este era un hombre enfermo. La perturbacin mental que sufra ocasionaba sus conductas violentas, un tipo de esquizofrenia que le impeda actuar sanamente. Esto no significa que el sujeto debe estar en libertad, sino significa que la respuesta del ordenamiento jurdico debe ser respecto de un enfermo, y no de un asesino comn. La enfermedad atrapa al individuo, hacindolo esclavo de su mente perturbada. Cmo se puede castigar de igual manera al esclavo de su propia psiquis que al que mata por dinero, venganza o placer? Viendo la declaracin de Beckert, el no obtena beneficios de sus crmenes, por el contrario, obtena enormes sentimientos de culpa y desesperacin.Los criminales juzgadores sealaron que Beckert no iba a escaparse alegando el artculo 51 de su cdigo penal, que reconoce la locura o demencia de un acusado, implicando que era una argucia usada para eludir la pena, sin dar merito a la posibilidad real de que el sujeto estuviera verdaderamente enfermo. Estas causales que permiten un tratamiento distinto reflejan una necesidad social, se trata de individuos que cometen actos horribles, pero que no se les puede medir con la misma vara que a un individuo normal, porque sus mentes estn perturbadas.

6) Se justifica jurdicamente la pena de muerte, incluso en supuestos de extrema gravedad? Es un tema tremendamente complejo. El ordenamiento establece una relacin entre bien jurdico protegido y sancin, de manera que no se considera de igual manera que alguien hurte una pulsera, respecto de alguien que mata. Tampoco es lo mismo quien mata accidentalmente a quien mata premeditadamente. Y tampoco es igual si quien mata est en su sano juicio de quien sufre un episodio sictico. Por lo tanto, son muchas las variables a considerar. En el caso puntual de la pelcula M, el acusado reconoce tener un impulso para secuestrar y asesinar nias pequeas, siendo este uno de los delitos ms crueles y macabros que se pueda uno imaginar. La gravedad, la reiteracin y la imposibilidad de detenerse ante esta compulsin de matar, vuelven a Beckert un peligro tan grande, que ningn grupo social quedara tranquilo si no tiene la certeza de que un sujeto as ha sido detenido. Y la ejecucin de Beckert habra sido, sin duda, un alivio para todas esas personas, por la certeza del resultado. Incluso as lo dice uno de sus juzgadores:Queremos asegurarnos de que sea inofensivo. Y nicamente podemos estar seguros si usted muere.A pesar de la seguridad que entregara asesinar a un asesino en serie, el tema no es tan simple. Sabemos que ya corremos ciertos riesgos al confiarle al Estado el monopolio del uso legtimo de la fuerza. Aceptamos restringir, e incluso, renunciar a derechos personales en aras de la seguridad social. Digamos que por un fenmeno de desorden social, se impone toque de queda. Todos deben estar en sus hogares despus de cierta hora. Esto implica que mi derecho constitucional de libertad ambulatoria se restringe, pero lo acepto, porque es en beneficio de mi propia seguridad.Pero, hasta dnde se llegara por seguridad? Hasta dnde los derechos ciudadanos se pueden ver afectados con la excusa de la paz social? Si empezamos con restricciones a la libertad ambulatoria, Qu impide que eventualmente se llegue al extremo en que el Estado decida tambin sobre el cuerpo, la salud o la vida humana?Darle al Estado la posibilidad de decidir sobre la vida y la muerte de sus ciudadanos es un riesgo enorme. Por ende, parecera preferible dejar ese mbito de decisiones fuera del poder Estatal, y limitarlo a privar de libertad a quien sea culpable de delitos que ameriten tal privacin.

7) Relaciones entre estructura social y delincuencia. En la pelcula vemos claramente el paralelo en el funcionamiento de la polica y del hampa. Ambas partes en lados opuestos de la sociedad, pero organizados y con miradas compartidas sobre sus objetivos e incluso valores. Es muy curioso asociar temas valricos con individuos que rompen la ley, pero el hecho es que dentro de cualquier grupo humano hay ciertos cdigos de conducta. Muchos podran no concordar con la mayora de esos cdigos, por ejemplo, el ladrn que estima aceptable el robo, o el estafador que estima aceptable la estafa, pero ante crmenes tan aberrantes como los ocurridos en el filme (que trgicamente, se inspir en hechos reales) se dan puntos de encuentro entre estos antisociales y el ciudadano promedio. Segn Kelsen hay cdigos y ordenamientos que rigen a los criminales. La diferencia entre el ordenamiento jurdico de un Estado y el de una banda de ladrones est en la eficacia: los ladrones entre si no se roban ni matan, de modo que esto est permitido entre ellos, pues de lo contrario la banda como organizacin no subsistira; los ladrones solo roban y matan a terceros. Su ordenamiento no descansa en una norma fundante. Pero si la banda de ladrones logra que su ordenamiento en vez de ser reprimido por el Estado llegue a dominar en un cierto territorio, ocurrir que el sistema jurdico del Estado perder eficacia, la cual se requiere en una cierta medida para su validez. As el ordenamiento jurdico de los bandidos pasara a cobrar validez por su eficacia, y ser este el verdadero orden jurdico.Esto estuvo a punto de ocurrir con la casi ejecucin de Beckert.Para Kelsen, la funcin de los sistemas sociales es provocar que el hombre se abstenga de ciertas conductas consideradas socialmente perjudiciales y en cambio realice ciertas conductas consideradas socialmente tiles. El sistema social puede o no asignar sanciones, pero esto solo funciona si se trata de individuos libres, sin perturbaciones mentales.