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ENSAYO: EL PERFÍL DE TRES MONARCAS Por: Edwin Roa Forero TEMA: LA SOBERANIA DE DIOS Este libro, observa de forma detallada el carácter de tres monarcas que ejercerán su reinado desde el trono de Israel, planteando al mismo tiempo discusiones interesantes respecto a temas valiosos en el ejercicio de gobierno, tales como: la ley, la libertad, la justicia, el llamado de Dios, la unción, la autoridad, la tiranía, y la voluntad de DIOS; con el propósito de traer ánimo a los abatidos. Iniciando con la vida del rey Saúl, es interesante saber que estuvo en el trono de Israel porque Jehová-Dios lo escogió para dicha labor, él tenía la habilidad e inteligencia para cumplir con el reinado que había recibido de parte de Dios y por eso realizo una labor muy poderosa a favor de Israel ya que, unificó el pueblo, lo hizo victorioso, gusto del poder y defendió su trono hasta la muerte, pero al mismo tiempo, ese don que el recibió de parte de Dios no fue suficiente para agradar a Dios, ya que ese don solo trabajaba en la parte externa y no afectaría en nada su corazón. Durante su reinado, llegaron días muy difíciles y tormentosos para él con la presencia y carisma del joven David, produciendo en él un cambio drástico en su comportamiento y a

Ensayo Perfil de tres monarcas

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ENSAYO: EL PERFL DE TRES MONARCASPor: Edwin Roa ForeroTEMA: LA SOBERANIA DE DIOSEste libro, observa de forma detallada el carcter de tres monarcas que ejercern su reinado desde el trono de Israel, planteando al mismo tiempo discusiones interesantes respecto a temas valiosos en el ejercicio de gobierno, tales como: la ley, la libertad, la justicia, el llamado de Dios, la uncin, la autoridad, la tirana, y la voluntad de DIOS; con el propsito de traer nimo a los abatidos.Iniciando con la vida del rey Sal, es interesante saber que estuvo en el trono de Israel porque Jehov-Dios lo escogi para dicha labor, l tena la habilidad e inteligencia para cumplir con el reinado que haba recibido de parte de Dios y por eso realizo una labor muy poderosa a favor de Israel ya que, unific el pueblo, lo hizo victorioso, gusto del poder y defendi su trono hasta la muerte, pero al mismo tiempo, ese don que el recibi de parte de Dios no fue suficiente para agradar a Dios, ya que ese don solo trabajaba en la parte externa y no afectara en nada su corazn.Durante su reinado, llegaron das muy difciles y tormentosos para l con la presencia y carisma del joven David, produciendo en l un cambio drstico en su comportamiento y a pesar de esto, Dios no lo quit inmediatamente del trono, aunque ello signific cierto descontento en el ejrcito, el pueblo y grande afliccin para David, quien sin pretender provocar esa situacin, tuvo que enfrentarla por aos. David tambin fue escogido por Dios para reinar despus del rey Sal, pero al contrario, l nunca se esforz por subir al trono de ninguna forma ya que haba sido Dios el que lo haba escogido y tambin era Dios el que lo debera poner en el trono. A l no lo encontramos con discursos polticos ni blicos, por el contrario, lo encontramos escondindose para salvar su vida de un rey que se volvi cada vez ms tirano a pesar de todo lo que David haba realizado por su reinado, pero aun as, David siempre respeto la autoridad de su rey y adems invito a otros para que lo hicieran as. David nunca hablaba de una revolucin, l habla de obediencia y sujecin al rey. No domin a nadie aunque muchos quisieron andar con l. De esa forma y con mucho dolor llego al trono de Israel para ocupar el lugar de rey y as es que logra gobernar con justicia y firmeza aunque ello no requiera el contento de todo el pueblo. En l encontramos el segundo don, la buena herencia, que mata el monstruo que tenemos dentro, al Sal y permite que a travs del dolor y sufrimiento, sea transformado en su interior.Pasa mucho tiempo hasta que Absaln, hijo de David, quien se encuentra entre los descontentos, se organiza para derrocar a su padre: Es un hombre joven, con planes, con apoyo, con fuerza, muy capaz. Aqu llegan otros das difciles para el ahora anciano David, ya que el trono est en juego, el llamado, la autoridad, todo el esfuerzo de aos de sufrimiento, el pueblo, pero, qu decidi hacer el rey David con todo y esa autoridad? HUIR, s, huir, apelando sabiamente a que el trono siempre ha tenido quien lo ocupe, el pueblo siempre ha tenido quien lo gobierne, la pelea de Absaln ahora no era contra l ya que nunca se haba puesto por sus propios mritos, sino que era contra Dios, ya que era JEHOV-DIOS el rey de Israel el que lo haba escogido y David solo era un administrador de turno.El tema tan actual del perfil para servir a Dios, nos ha entrado en cuestiones delicadas y pecaminosas, que han logrado dividirnos con la crtica, el esperar mucho de quienes estn en eminencia, el exigir cada vez ms, el de abandonar las filas por sus errores; pero siempre ignorando o evadiendo la verdad, de que somos iguales a ellos y que lo recibido en uno y otro proviene de JEHOV-DIOS. Es imposible afirmar sin riesgo a equivocarse que estamos en la posicin de David, o de Sal o de Absaln. El escritor aclara que quienes persiguen a los Saules, sacrifican a los Davides.. Por esta razn, es mejor mirar ms detenidamente hacia el dueo del trono, JEHOVA-DIOS DE ISRAEL, ya que l es el que escoge, l pone en el cuerpo como l quiere, l reparte como l quiere, l quita y pone reyes, l estaba desde el principio y estar en el final. Qu somos para decir si este sirve o no para la obra de Dios. Quiz respondemos de inmediato, nada, y aun as adoptamos la posicin de aquellos que con firmeza deciden ignorando la voluntad de JEHOV-DIOS sobre las personas pero sobre todo para su pueblo redimido. La lucha que tenemos con nuestra voluntad queriendo sobreponerse a la voluntad de Dios e imponerse sobre la voluntad de otros, siempre la tendremos, as lo ensea la carta a los glatas, entonces, qu esperanza hay para aquellos que deseen obedecer la voz de Dios. Debemos abandonar nuestro deseo de gobernar y adoptar la difcil posicin de los gobernados. Debemos abandonar nuestra capacidad de decidir y adoptar la posicin de los que obedecen la decisin de otro. Esto nos implica un abandono a nuestra naturaleza y una adopcin voluntaria de la naturaleza divina. Hgase en la tierra como en el cielo su voluntad. Es muy importante que paremos esta guerra entre hermanos por cuestiones del carcter y permitamos que la gloria de Dios llene a su iglesia para que as veamos cumplido su propsito para su pueblo, en el que ya estamos incluidos por su gracia y favor desde que recibimos al Seor Jess en nuestra vida. El Seor no necesita alguien que le diga cmo salvar a su iglesia, l requiere gente que lo ame, le tema y le sirva.