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Ejercicio de redaccion de un ensayo con observaciones
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Actualmente, la obesidad infantil en México se ha vuelto una
problemática de la cual todos sabemos y a todos nos compete, uno
de los muchos culpables, sin duda, son los malos manejos de las
cooperativas escolares en donde se facilita la comida chatarra (¿a
quién?): pobre en vitaminas y rica en carbohidratos, proteínas y
grasas, que termina con una mala alimentación diaria en los menores,
sin embargo, el problema tiene una raíz más profunda que las
escuelas: los hábitos alimenticios se enseñan en casa.
La obesidad se ha vuelto una enfermedad problemática en la
población mexicana, tanto en adultos como en menores, es
inadmisible que niños padezcan esta enfermedad de manera tan
regular en la población infantil, Thompson, J. (2008). En recientes estudios
se arrojo el resultado de 42% de la población infantil padece de
sobrepeso. Los métodos que se utilizaron para llegar a este resultado
fueron verificar los niveles de lípidos en la sangre y midiendo su IMC,
este resultado fue sólo en algunas escuelas.
Todo mundo culpa a las cooperativas escolares por facilitar
comida chatarra rica en grasas a los niños, pero, ¿realmente es esa la
fuente del problema? ¿O son los hábitos alimenticios que se educa en
casa? Poca atención se brinda a educar un buen hábito alimenticio
bien balanceado para los menores en casa. así también como desde
joven indicar al menor que llevar un hábito diario de 30 minutos de
ejercicio le hará mucho bien a su salud, y a su rendimiento diario en
general.
Por otra parte, otro punto importante es implementar en todas las
escuelas un programa de actividad física en la cual los menores
aprendan lo divertido que es llevar una vida saludable con una rutina
diaria de ejercicio, de esta manera los niños no lo verán como un
esfuerzo, sino como parte del día, así como lavarse los dientes o
tender su cama, aprenderán divirtiéndose que la actividad física te
lleva a la salud, acompañado de una alimentación bien balanceada.
Así como cambiar radicalmente los productos a la venta en las
escuelas, poner más atención en las frutas y verduras y erradicar la
comida chatarra de su alimentación diaria. Es importante mencionar lo
importante que es aportar los nutrientes necesarios a estos pequeños
cuerpos en pleno desarrollo.
Otro motivo relevante en esta problemática es, sin duda alguna,
la ignorancia (no es la ignorancia per se, sino una cuestión de
prácticas sociales), pues en las familias mexicanas un “gordito” es
sinónimo de salud y abundancia, y un chico delgado es sinónimo de
carencia y desnutrición. y es un pensamiento muy erróneo, sobre todo
tomando en cuenta que la mayoría de las enfermedades se presenta
en los menores con sobrepeso como lo es el diabetes o problemas
cardiacos o de rendimiento diario, (aquí es mejor pasar párrafo)
Debemos de cambiar nuestro pensamientos y poner más
atención en lo que se les dice y repite a los niños, ellos no saben pero
nosotros sí, debemos de educarlos con un cambio y enseñarles a
llevar una vida plena en todo sentido, y para eso se necesita una
buena educación, una alimentación balanceada y una rutina diaria de
ejercicio.
En punto final podemos concluir que la obesidad infantil es un
problema que nos compete a todos, estés o no obeso, seas padre o
no seas hijo, seas vendedor o consumidor de algún producto
comestible, debemos de tomar conciencia y hacer un cambio de raíz,
desde los pensamientos haraganes y consumidores hasta los
comerciales que vemos en la televisión, la educación que le damos a
nuestros hijos, la leyes que regulan los niveles de limites máximos de
grasas y contenidos nocivos a la salud, es lo mínimo que debemos
hacer para combatir la obesidad infantil.
Falta coherencia a la conclusión