FACULTAD DE ARTES UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIASEDE BOGOTÁ

Instituto deInvestigaciones Estéticas4 0años

Portada: Introducción del Himno del Santo Padre Pío Nono arreglado por Rafael Rojas, Archivo, Iglesia de la Merced, La Habana. Fotografía de Margarita Pearce.

NÚMERO

36VOL. XXIII

2019

ENSAYOSHISTORIA Y TEORÍA DEL ARTE

ISSN 1692-3502

NÚMERO

362019

VOL.

XXI

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ARTÍCULOS Sheyna Teixeira Queiroz L’art vidéo: transformation de

l’image vivante * Zdravko Blažeković La preservación de la música como

‘diplomacia del patrimonio’ *Margarita Pearce Rafael Rojas González (fl.

1873-1895): la movilidad socio-espacial del músico profesional en La

Habana en la segunda mitad del siglo XIX * Adriana Carolina Correa Durán

Léon J. Simar (1909-83): un músico belga en Cali (Colombia) *Juan Pablo

González Simplicidad consciente y complejidad adquirida en tres discos

autorales de Violeta Parra

RESEÑA Graziano Palamara Universidad y política. De la Reforma de

Córdoba a mayo del 68

ARTÍCULOS ARTE

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Ricardo Sánchez Ángel, Universidad y política. De la Reforma de Córdoba a mayo del 68. Bogotá: Universidad Libre, 2019. 176 pp.

GRAZIANO PALAMARA

Docente-investigador Universidad Externado de Colombia

El libro de Ricardo Sánchez Ángel, Universidad y política. De la Reforma de Córdoba a mayo del 68, contiene todo el compromiso civil e inte-lectual de la trayectoria académica de su autor. Abogado, historiador y profesor emérito de la Universidad Nacional de Colombia, Ricardo Sán-chez acude justo a la integridad de este compromiso para proponer una reflexión original sobre algunas de las páginas más prestigiosas de la his-toria intelectual latinoamericana y, más especificadamente, colombiana. Dejándose inspirar por los aniversarios de dos eventos cruciales – el centenario de la Reforma de Córdoba y los cincuenta años de las movilizaciones estudiantiles de 1968 – el autor fija los extremos de una

[98] Ensayos. Historia y teoría del arteVol. XXIII, No. 36, enero-junio 2019

novedosa periodización en la que las universidades y la política representan la trama y la urdimbre de un apasionado recorrido histórico. La historiografía ya ha señalado en qué términos la Reforma universitaria de 1918 sacudió el subcon-tinente. Basada en una exigencia de renovación de las universidades y de la cultura conservadora que las orientaba, pronto la Reforma dirigió su lucha a la conquista de cambios radicales en el ámbito socio-económico y político, extendiéndose de Córdoba, en Argentina, donde tuvo su origen, a la mayoría de los países latinoamericanos. El movimiento reflejaba la composición social de los estudiantes que, a menudo, representaban la parte más avanzada de las clases medias en representa-ción de los intereses de la pequeña burguesía. Las reivindicaciones no llevaron siempre a resultados concretos, sobre todo en esos países donde las viejas oligarquías guardaron el poder, o de ma-nera directa, o a través de sucesivos acuerdos con los nuevos partidos. Aun así, quedaba el alcance histórico de un fenómeno que, con su un estilo de acción política y organizativa, marcaría muchas etapas de la sucesiva historia latinoamericana. Insertándose en este debate, Sánchez tiene el mérito de trazar un hilo que, al ligar la proyección juvenil del comienzo del siglo XX a aquella de 1968, brinda un enfoque interpretativo capaz de señalar la pluralidad de caminos y propósitos que caracte-rizaron esas intensas épocas de reivindicaciones. En su obra, de hecho, el autor detecta el factor agluti-nante de procesos y períodos, al parecer distantes entre sí, mediante la superposición equilibrada de tres distintos niveles de movilización: el genera-cional, el de clase y el de género (significativo, en relación a este último, el homenaje a la figura de Hipatia que aparece en la primera parte del libro). Así entrelazados y conscientemente elevados a categorías analíticas, estos tres niveles permiten a

Sánchez de interrogarse, no solo sobre las propues-tas pedagógicas de los movimientos universitarios, sino también acerca de su alcance renovador. Por ende, junto a las aspiraciones para una nueva organización universitaria – cátedra paralela, asis-tencia libre y concursos públicos para la docencia, entre otros (p. 44) – el trabajo menciona acciones de apoyo estudiantil a reivindicaciones obreras y formas de interacciones que, en muchos casos, lograron traducirse en inéditas movilizaciones culturales y políticas.En el apreciable esfuerzo de síntesis que el libro asume, la Universidad Nacional de Colombia es la principal unidad de análisis designada a sopesar la trascendencia de las iniciativas estudiantiles. Sin dejar de lado a otras instituciones colombianas, y sin nunca perder de vista los acontecimientos con-tinentales e internacionales que impactaron la vida universitaria de las décadas estudiadas, el trabajo, en efecto, halla en la Universidad Nacional una perspectiva privilegiada para dar cuenta de todos los sujetos sociales que animaron instancias alter-nativas a la cultura hegemónica. Estas reflexiones se desarrollan sobre todo en la tercera parte del libro, que termina siendo así la sección más amplia y rica en documentos de las seis que conforman la obra. En ella, el autor explora los momentos nodales y las principales figuras que marcaron largas décadas de debates intelectuales, políticos y sociales: de Ger-mán Arciniegas a Gerardo Molina, de las primeras formas organizativas del estudiantado a las luchas contra «la cristalización de las políticas norteame-ricanas para las universidades colombianas» (p. 111). A través de un estilo que privilegia la forma literaria de la crónica y que se nutre de un lúcido manejo de todos los instrumentos del oficio del historiador, Sánchez logra así evocar circunstancias cruciales de la historia colombiana. Cada etapa, de la creación de la Universidad Nacional a la época

[99] Reseña

del Frente Nacional, se reconstruye trazando un análisis sintético de las principales componentes de las movilizaciones y con el objetivo de demostrar que la aspiración a una universidad de carácter laico, democrático e incluyente tiene, en Colombia, una larga y densa trayectoria; una tradición, más bien, que el autor recupera en todas las solicitudes de renovación, planteamientos de objetivos, con-cepciones de luchas políticas a las que esa misma trayectoria conllevó.Es justo en este sentido que la obra de Ricardo Sánchez no constituye un fin en sí misma. La conclusión ‘abierta’ con la que el autor cierra el trabajo devuelve, de hecho, el mayor propósito del libro: indagar el perfil y la naturaleza de una institución, la Universidad, a través de la cual leer los problemas contemporáneos y rescatar el senti-do histórico de grandes movilizaciones del pasado para enriquecer la reflexión intelectual, académica y política de la actualidad. El libro Universidad y política – que junto a una lectura amena se ve enriquecido por las ilustraciones de la artista Ga-briela Pinilla – es entonces una valiosa referencia para quienes consideran que las Universidades constituyan un espacio imprescindible desde el cual animar debates e iluminar decisiones políticas. Es una función que la Universidad puede desempeñar únicamente si se salvaguarda su naturaleza de co-munidad plural, donde no se imponen elecciones intelectuales y se favorece la maduración crítica de los estudiantes.