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1 Gracia a Vosotros: Desatando la Verdad de Dios, Un Versículo a la Vez Entregado a Satanás, 1a parte Escritura: 1 Timoteo 1:20 Código: 54-9 John MacArthur Para esta mañana, quiero que abra su Biblia en 1 Timoteo capítulo 1, versículos 18 al 20. Primera de Timoteo capítulos 1, versículos 18 al 20. Esta es una sección muy breve de las Escrituras, una que más bien es clara, como hemos descubierto en nuestros últimos dos estudios juntos. Pero a pesar de su brevedad y a pesar de su claridad, ha dado lugar a tres mensajes - y ni siquiera voy a terminar el día de hoy. Entonces, va a haber un cuarto el próximo día del Señor acerca de este pasaje breve. La razón de esto es porque abre nuestro pensamiento a verdades tan importantes y profundas. Permítame leerle estos tres versículos a usted y después, entrar a lo que el Señor nos ha dado para el día de hoy. Primera de Timoteo 1:18: “Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.” Mi intención para este día del Señor era simplemente terminar el tercer punto en el bosquejo y avanzar al siguiente día del Señor al capítulo 2. Pero conforme comencé a ver el versículo 20, el cual era el punto final en este breve bosquejo del pasaje, me impactó la afirmación a quienes entregué a Satanás. Y me vi presionado a buscar el significado de esa idea. ¿Qué significa ser entregado a Satanás? Un Y entonces, conforme entendemos la importancia del versículo 20, debemos entender un contexto más amplio de ser entregado a Satanás. Esto, entonces, va a tener sentido. Entonces, si me permite esta mañana y el próximo día del Señor, quiero expandir esta idea de ser entregado a Satanás. E inclusive, quiero ilustrarlo con algunas ilustraciones muy incisivas

Entregado a Satanás, 1a parte - webmedia.gty.orgwebmedia.gty.org/gracia/pdf/54-9.pdf · 2 y específicas, a partir de nuestra propia congregación, para que podamos entender exactamente

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Gracia a Vosotros: Desatando la Verdad de Dios, Un Versículo a la Vez

Entregado a Satanás, 1a parte

Escritura: 1 Timoteo 1:20

Código: 54-9

John MacArthur

Para esta mañana, quiero que abra su Biblia en 1 Timoteo capítulo 1, versículos 18 al 20.

Primera de Timoteo capítulos 1, versículos 18 al 20. Esta es una sección muy breve de las

Escrituras, una que más bien es clara, como hemos descubierto en nuestros últimos dos

estudios juntos. Pero a pesar de su brevedad y a pesar de su claridad, ha dado lugar a tres

mensajes - y ni siquiera voy a terminar el día de hoy. Entonces, va a haber un cuarto el

próximo día del Señor acerca de este pasaje breve. La razón de esto es porque abre nuestro

pensamiento a verdades tan importantes y profundas.

Permítame leerle estos tres versículos a usted y después, entrar a lo que el Señor nos ha

dado para el día de hoy. Primera de Timoteo 1:18: “Este mandamiento, hijo Timoteo, te

encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por

ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron

en cuanto a la fe algunos, de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a

Satanás para que aprendan a no blasfemar.”

Mi intención para este día del Señor era simplemente terminar el tercer punto en el bosquejo y

avanzar al siguiente día del Señor al capítulo 2. Pero conforme comencé a ver el versículo 20,

el cual era el punto final en este breve bosquejo del pasaje, me impactó la afirmación “a

quienes entregué a Satanás”. Y me vi presionado a buscar el significado de esa idea. ¿Qué

significa ser entregado a Satanás?

Un Y entonces, conforme entendemos la importancia del versículo 20, debemos entender un

contexto más amplio de ser entregado a Satanás. Esto, entonces, va a tener sentido.

Entonces, si me permite esta mañana y el próximo día del Señor, quiero expandir esta idea de

ser entregado a Satanás. E inclusive, quiero ilustrarlo con algunas ilustraciones muy incisivas

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y específicas, a partir de nuestra propia congregación, para que podamos entender

exactamente lo que esa frase significa.

Es una línea aterradora: entregado a Satanás. Es un pensamiento sorprendente que alguien

sea entregado al diablo mismo. Pero eso es precisamente lo que dice, eso es precisamente lo

que Pablo les ha hecho a estos dos hombres y es precisamente lo que él le está invitando a

Timoteo a hacer también con otros quienes son dignos de un destino así. Es una porción del

ministerio de la Iglesia, así como es un ministerio de Dios mismo el entregar a personas a

Satanás.

Ahora, la palabra ‘entregué’ en el versículo 20, paradidōmi, significa entregar, encomendar. O

la mejor traducción para entender el sentido aquí es abandonar. Abandonar. Quitar las manos

es la idea. Quitar la protección. Y abandonar a alguien a Satanás. Es la misma palabra en

Hechos 15:26 y expresa la idea de ser expuesto a gran peligro. Ser quitado de cualquier tipo

de aislamiento, cualquier protección, cualquier refugio y ser entregado de manera total a

Satanás. Ahora, Pablo hizo esto en la Iglesia en Éfeso, como él dice, y él invita a Timoteo a

hacer el mismo tipo de labor.

Entonces, es una labor de importancia y es un trabajo de Dios. Es algo que Dios hace. Hay un

paralelo a esto, otro pasaje que usa los mismos términos y quiero que pase ahí en 1 Corintios

capítulo 5. Primera de Corintios capítulo 5 habla de una persona que es culpable de una

forma de incesto en la Iglesia. Y dice en el versículo 5 de esta persona, esta persona que está

viviendo con la esposa de su padre en una relación de fornicación, versículo 5: “y manda a la

Iglesia en Corinto a entregar al tal a Satanás para destrucción de la carne.” Esos dos lugares,

1 Timoteo 1:20, 1 Corintios 5:5 son los dos lugares en el Nuevo Testamento en donde

tenemos la idea de abandonar alguien a Satanás expresado de manera explícita de esa

manera.

Ahora, escuche lo que voy a decir porque es esencial que usted entienda esto. Hay algunas

personas en la actualidad que están diciendo que no hay condiciones bajo las cuales un

cristiano debe jamás ser sujeto a Satanás. Oigo eso por parte de personas carismáticas

continuamente. Y eso no es lo que las Escrituras enseñan. Las Escrituras enseñan

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claramente que no sólo es una posibilidad el ser entregado a Satanás, sino que es un

ministerio de la Iglesia el hacer eso. Hay lugares y ocasiones y circunstancias bajo el plan de

Dios en las que los individuos, de manera definitiva, deben ser entregados a Satanás. Y hay

momentos y ocasiones en las que Dios mismo hace eso.

Ahora, escuche con cuidado conforme analizamos estos bíblicamente. Ser entregado a

Satanás en ambas referencias que le acabo de mencionar tiene la idea de ser sacado de la

Iglesia. De ser sacado de comunión o, en la terminología antigua, ser ex comunicado. Tiene la

idea de ser aislado de cualquier asociación con los santos de Dios y la mesa del Señor. Sería,

en términos de Mateo 18, tomar a uno que, mediante pecado continuo, ha sido sacado de la

Iglesia y tratarlo como a un incrédulo. Es decir, entonces, que entregar a alguien a Satanás

significa que previo a eso no estaban de manera total bajo su poder. De otra manera, no

habría entrega, no podría haber un encomendar o abandonar a Satanás si ya estuvieran bajo

su poder.

Ahora, 1 Juan 5:19 dice que el mundo entero está bajo el maligno. El mundo ya está en sus

manos. El mundo ya ha sido entregado a él mediante el pecado. La instrucción a la Iglesia de

entregar a alguien a Satanás significa que ese alguien, en ese momento, no está de manera

total bajo el control de Satanás. Por lo tanto, debemos estar hablando de personas que de

una u otra manera están bajo la sombrilla de protección provista por la Iglesia. Y en la Iglesia,

existe el aislamiento y la protección y el cuidado y el amor y la bendición de Dios.

Entonces, aquí estamos hablando de personas que están bajo el cuidado de la Iglesia o

dentro de la comunidad de personas redimidas, bajo la protección de Dios, parte de recibir el

derramamiento de Su bendición, quienes en algún punto en el tiempo son sacados de esa

protección y son dejados expuestos de manera plena a Satanás.

Ahora, este podría ser el caso de creyentes o incrédulos. Usted pregunta cómo eso es

posible. Porque hay incrédulos en la Iglesia, así como hubo incrédulos dentro de la comunidad

de los redimidos en Israel, quienes debido a su asociación con el pueblo de Dios, estaban

bajo cierta cantidad de protección y debido a un efecto de salpicado, personas, quienes

estaban ahí, estaban recibiendo las bendiciones y también se estaban mojando, por así

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decirlo. Y entonces Dios, inclusive le ha dado a un incrédulo, por estar involucrado con la

comunidad de los redimidos, cierta cantidad de protección, cierta cantidad de bendición.

Veamos algunas ilustraciones de esto. La primera está en Génesis, capítulo 18. Génesis,

capítulo 18. Y creo que va a ver algunas cosas asombrosas conforme examinamos esto. En

Génesis capítulo 18, versículo 26, Dios había expresado que Él iba a destruir la ciudad de

Sodoma, una ciudad llena de maldad, una ciudad miserable conocida por su homosexualidad

abierta, violenta.

Y en el versículo 26, el Señor dice en Su conversación con Abraham: “si hallare en Sodoma

cincuenta justos dentro de la ciudad, perdonaré a todo este lugar por amor a ellos.” ¿No es

eso sorprendente? Usted tiene a una ciudad entera, el pecado de la cual ha llegado a la nariz

de Dios, maldad despreciable, una ciudad entera que merece que la ira de Dios sea

derramada. Y el Señor dice: “si puedo encontrar a cincuenta personas justas, voy a perdonar

a la ciudad entera.”

Ahora, ese es el aislamiento, la protección que viene a los que no la merecen simplemente,

por su proximidad a los justos. Abraham dice: “¿qué si son 45?” en el versículo 28. Y el Señor

dice: “No la destruiré, si hallare allí cuarenta y cinco.” Abraham está negociando en este

punto. Y entonces, él dice: “¿qué hay acerca de 40?” Y el Señor dice: “no lo haré por causa de

los 40.” “¿Supongamos que son 30?” “No lo haré por 30.” Llega hasta el versículo 32 y él dice:

“¿qué hay acerca de 10?” Y el Señor dijo: “supongamos que hubiera 10.” Abraham dice que el

Señor dijo: “no lo haré por amor a los 10.” ¡Sorprendente! Una ciudad entera de miles y miles

de personas, quienes serían libradas debido al deseo de Dios de mostrar gracia a 10

personas que le pertenecen a Él. Por cierto, no hubo 10 y Dios destruyó la ciudad.

Pero el punto es este: proximidad a, involucramiento con, el pueblo redimido de Dios actúa

como una protección y un aislante inclusive para los incrédulos. Y eso puede ser visto en la

historia de Israel. Dentro de la nación de Israel, hubo muchos judíos incrédulos. Muchos, en

las palabras de Pablo, judíos que no eran verdaderos judíos. Eran judíos por nacionalidad,

pero no por la fe.

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Sin embargo, toda la bendición abundante para la nación les dio la tierra prometida con todas

sus riquezas, derramando la bendición maravillosa del sistema sacrificial ceremonial y el

sacerdocio. Toda la protección y el cuidado de Dios y derrota de sus enemigos, fue una

bendición para el judío secular en esa nación, al mismo nivel que lo fue, en un sentido, para el

judío religioso, ya que un actuó como una protección y aislamiento para el incrédulo también.

El punto es el mismo en la Iglesia. La Iglesia tiene incrédulos en ella, quienes debido a que

están en la Iglesia visiblemente, al asistir y asociarse, por lo tanto, son los destinatarios de la

bendición que el Señor derrama en Su Iglesia en un sentido secundario.

Para ver esto ilustrado, pase en su Biblia a 1 Corintios capítulo 7, en donde se presenta de

manera clara. Y aquí, Pablo está hablando del matrimonio. Y la pregunta de que un cónyuge

creyente debe quedarse con un cónyuge incrédulo; si usted es una esposa cristiana, ¿debe

usted quedarse con un marido no cristiano? Si usted es un marido cristiano, ¿debe quedarse

usted con su esposa no cristiana? Y en el capítulo 14, Pablo responde la pregunta diciendo

que el marido incrédulo es santificado por la mujer, la mujer incrédula es santificada por el

marido.

Y después, él procede a decir: “de otra manera, vuestros hijos serían inmundos, pero ahora,

también son santificados.” En otras palabras, un cónyuge incrédulo y los hijos de una familia

en donde hay un crédulo, todos son los beneficiarios de la bendición de Dios. Santificado no

significa que son salvos, no significa que reciben redención gracias a su relación familiar. Lo

que significa es que, de nuevo, está ese efecto de salpicado. Están ahí cuando vienen las

bendiciones y se mojan por las bendiciones que les salpican.

Entonces, el punto que Pablo está explicando es: no te deshagas de su cónyuge incrédulo

debido al beneficio a él o a ella, por estar simplemente cerca de ti cuando Dios derrama Su

gracia. E inclusive los hijos son bendecidos y, con frecuencia, son llevados a la salvación.

Entonces, la idea es esta: que, en el abrigo del pueblo de Dios, existe una protección del

ataque completo de las artimañas malignas de Satanás. Y podríamos concluir en el Antiguo

Testamento, que un judío incrédulo en la nación de Israel estaba mejor que un judío incrédulo

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afuera de la nación de Israel, en donde no había promesa de protección de pacto. Y podemos

concluir que, en el nuevo pacto, un incrédulo asociado con la Iglesia e involucrado con la

Iglesia está mucho mejor que un incrédulo que está ahí afuera bajo la furia total de Satanás y

estando en los brazos del maligno, simplemente, debido al hecho de que Dios es bueno para

con los Suyos. Aquellos que están cerca de los Suyos se van a beneficiar de, en cierta

manera, esa bondad. Y eso explica por qué hay personas que quieren estar cerca de la

Iglesia, aunque no quieran recibir al Cristo, quien es la Cabeza de la Iglesia.

Ahora, es importante señalar entonces que el hecho de que alguien sea entregado a Satanás

significa que son sacados del aislamiento y la protección de esa comunidad de creyentes y

son entregados de manera plena a Satanás. Y Dios retira toda Su mano de protección, la cual

ellos, sea cual sea el grado al que han disfrutado, ya no lo disfrutan.

Ahora, quiero que entienda cómo funciona esto. Entonces, quiero regresar al Antiguo

Testamento y quiero que vea, como también en el Nuevo Testamento en esta mañana, que

Dios tiene, escuche con atención, para Sus propias razones a nivel personal, ha colocado, ha

sacado a personas de la protección de la comunidad de creyentes y las ha entregado al

control de Satanás. Dios mismo ha hecho esto. Y quiero que vea eso a partir de varias

ilustraciones bíblicas.

Regresemos al libro de Job. Aquí es donde comenzamos. El libro de Job. En Job, capítulo 1,

se nos presenta a este hombre, quien “era perfecto y recto y temía a Dios y se apartaba del

mal. Lo describe como un hombre que tenía diez hijos, siete mil ovejas, tres mil camellos,

quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas y muchísimos criados; y era aquel varón más

grande que todos los orientales. E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno

en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas para que comiesen y bebiesen con ellos.

Y acontecía que habiendo pasado en turno los días del convite, Job enviaba y los santificaba,

y se levantaba de mañana y ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos. Porque

decía Job: Quizá habrán pecado mis hijos, y habrán blasfemado contra Dios en sus

corazones. De esta manera hacía todos los días.”

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Este hombre estaba tan consciente espiritualmente que él no sólo mantenía su corazón recto

delante de Dios, sino que él también ofrecía sacrificios para sus hijos en base simplemente a

la presunción de que ellos hubieran pensado algo en su corazón que estaba mal. Y él quería

asegurarse de que el pecado fuera cubierto. Este es un buen hombre, el mejor de los

hombres, como también el hombre más próspero en el este.

Ahora, en el versículo 6, “un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios,”

eso significa los ángeles. Ahora, no sabemos qué día era este, no sabemos cuál fue la

ocasión, no sabemos cuáles fueron las circunstancias. Esto es lo único que sabemos: que los

seres angelicales vinieron delante de Jehová, del Señor y “entre los cuales vino también

Satanás.” Él siendo el caído, Lucifer. “Y dijo Jehová a Satanás: ¿De dónde vienes?

Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: De rodear la tierra,” lo cual nos dice en dónde él pasa

su tiempo, “y de andar por ella. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a Mi siervo

Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado

del mal?” ¿Has considerado a mi siervo?

Como puede ver, Satanás siempre quieren disminuir la obra de Dios. Siempre quiere destruir

la obra de Dios. Siempre quiere aparecerse ante Dios; y estoy segura de que él estaba ahí

para hacer alguna acusación en contra de Dios ante todo el resto de los seres angelicales que

estaban ahí. Él quería hacer que Dios se viera mal, ése era su deseo. Y entonces, Dios dice:

“¿has visto a mi siervo Job, lo bueno que es? “Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso

teme Job a Dios de balde?” ¿Crees que él Te ama y confía en Ti y cree en Ti y lo hace por

nada? ¿Crees que hace simplemente eso porque está en su corazón el hacer eso? ¿No le

has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has

dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra.” ¿Por qué crees que él

te adora? Porque él es un pragmatista. Él sabe quién le está dando los bienes. Digo, es

simple. Él sabe cómo abrir las puertas de las bendiciones. Y él hace esto para Ti y Tú lo

bendices, todas las bendiciones. Claro que él es bueno, pero no por nada.

Versículo 11: “Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema

contra Ti en Tu misma presencia.” Quítale sus cosas y él Te va a maldecir. Siga esto: “Dijo

Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano;” subraye eso. Todo lo que

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tiene está en tu mano. Dios entregó a Job a Satanás. No hay duda de esto. Dios entregó a

Job a Satanás. Ese fue un acto divino por la soberanía de Dios. “Solamente no pongas tu

mano sobre él.” Puedes hacer lo que quieras a sus cosas, pero no lo toques. “Y salió Satanás

de delante de Jehová.” Él fue entregado a Satanás.

“Y un día aconteció que sus hijos e hijas comían y bebían vino en casa de su hermano el

primogénito, y vino un mensajero a Job, y le dijo: Estaban arando los bueyes, y las asnas

paciendo cerca de ellos, y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo

de espada; solamente escapé yo para darte la noticia. Aún estaba éste hablando, cuando vino

otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y a los pastores, y los

consumió; solamente escapé yo para darte la noticia.” Satanás hizo varias cosas. Él se metió

e infundió odio en los sabeos. Ellos vinieron y destruyeron algunos de sus animales. Satanás

hizo que algunas personas prendieran un incendio, quemaran todos sus cultivos y a todas sus

ovejas. Los caldeos vinieron, él motivo a los caldeos; como puede ver, Satanás se mueve en

todo tipo de agentes humanos.

“Los caldeos hicieron tres escuadrones, y arremetieron contra los camellos y se los llevaron, y

mataron a los criados a filo de espada;” lo perdieron todo. Versículo 19: “Tus hijos y tus hijas

estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano el primogénito.” Y todo el mundo

estaba en un banquete. “Y un gran viento vino del lado del desierto y azotó las cuatro

esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, y murieron; y solamente escapé yo para

darte la noticia.” Simplemente, lo aplastó. Simplemente, lo aplastó. Todo su cultivo, todos sus

animales, todos sus hijos.

Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y maldijo

a Dios. ¿Es eso lo que dice? “Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza,

y se postró en tierra y,” ¿qué?, “adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo

volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó;” escuche esta línea, “sea el nombre de Jehová

bendito. En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno.”

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Usted pregunta cuál es el punto. El punto es este: Dios le enseñó al diablo y al mundo entero

de personas que jamás han leído ese relato. Y el punto es este: que la fe salvadora verdadera

no depende de las circunstancias positivas. Ése es el punto. ¡Qué punto! ¡Qué punto!

Como puede ver, el diablo pensó: “bueno, estas personas Te siguen a Ti porque les das todas

estas cosas.” Y el Señor está diciendo: “Te voy a decir esto: que cuando Yo redimo una vida y

cuando Yo transformo una vida y un alma es convertida y un hombre verdaderamente me

ama, ese amor no depende de las circunstancias.” Y en un sentido, Job es casi superfluo al

punto aquí. Dios está enseñándole un punto a Satanás y para enseñarle el punto, Él usa a

Job. Y el punto es para mostrar la fortaleza y la continuidad y la naturaleza inamovible de la fe

salvadora verdadera. El verdadero amor a Dios, tremendo.

Oigo todo el tiempo acerca del libro de Job. Que Job es para enseñarnos cómo enfrentar el

sufrimiento. Job, el punto entero de Dios es mostrar la naturaleza, la virtud de un hombre

piadoso y la virtud de un hombre piadoso es que él ama a Dios y adora a Dios no por lo que

Dios le ha dado, sino debido únicamente a devoción pura. Él confió en Dios. Satanás regresó.

En otra ocasión, hubo una junta en el capítulo 2 y Satanás vuelve a tener la misma

conversación. Dios le dice: “¿has considerado Mi siervo Job?” Y él le dice: “permíteme tenerlo

otra vez”. Y entonces en el versículo 6, capítulo 2: “Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está

en tu mano; mas guarda su vida.” Esta vez, lo puedes azotar, pero no lo puedes matar. No lo

puedes matar. “Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una

sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.” Observe, Satanás

puede traer enfermedad. Satanás puede traer enfermedad y aquí esta Job con algún pedazo

de vasija quitándose las costras y las úlceras, conforme se sienta en un montón de cenizas. Y

ese era un símbolo de duelo y tristeza.

Y su esposa, quien le ayudó, quien no era una mujer de Proverbios 31, se acerca y le dice:

“Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. Y él le dijo:

Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de

Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.” Esto es

increíble. Dios está presentando un punto monumental acerca de la naturaleza de la salvación

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verdadera. Acerca de la naturaleza de la piedad verdadera. Acerca de la naturaleza de un

corazón verdaderamente recto. La persona que realmente ama a Dios no es la persona que

ama a Dios por lo que obtiene, sino la persona que ama a Dios por quien Él es. Ése es el

punto.

Y usted dice: “bueno, no fue muy justo hacer que Job fuera la ilustración para enseñar algo.”

Oh, usted tiene que ver más allá, simplemente de la vida de un individuo hasta el hecho de

que Dios estaba enseñando un punto por toda la eternidad. Él tiene el derecho soberano de

hacer eso.

Bueno, usted sabe cómo sigue el resto de la historia. Él tiene un grupo de amigos bien

intencionados que se acercan y le dan una serie de consejos que no sirven para nada desde

el capítulo 4 hasta el capítulo 37. Como usted sabe, son 33, 34 capítulos de duplicidad. Y en

el medio de todo esto Job está triste y esta quebrantado de corazón. Y en los capítulos 3 al

10, relatan la tristeza de Job. Y él realmente está doliéndose. Está en dolor, “¡Oh, que

pesasen justamente mi queja y mi tormento, y se alzasen igualmente en balanza!” dice él en

el capítulo 6, versículo 2.

En el capítulo 10, él dice: “mi alma está cansada de la vida.” Y él dice en el versículo 2 del

capítulo 10: “Dios, no me condenes. Muéstrame por qué estás contendiendo conmigo. ¿Qué

me estás haciendo? Sólo quiero saber que está pasando, no lo puedo entender, no lo puedo

explicar. He perdido mis cultivos, mis animales, mis hijos, mi hogar. He perdido mi salud, lo

único que me queda es una esposa a la que realmente me gustaría intercambiar por algunas

de las cosas que he perdido. Y en todo esto, no tengo idea alguna del por qué esto está

pasando. Por qué Tú estás haciendo esto.”

No hay respuesta, los cielos están cerrados. Están absolutamente en silencio. Y en el vacío

del silencio de Dios, vienen todas estas personas con sus respuestas equivocadas.

Finalmente, y de manera maravillosa, en el capítulo 38, Dios habla. Y dice: “entonces, Jehová

respondió a Job del torbellino.” ¿Sabe lo que el Señor dijo? El Señor no le dijo: “mira, Job,

quiero hablarte de esto, ahora esta es la razón por la que estoy haciendo esto.” ¿Se da

cuenta? En primer lugar, Satanás se me acercó un día y me dijo… Escuche, Job no supo

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hasta que leyó este libro más adelante, lo cual probablemente nunca leyó. Él no supo. Él no

supo lo que estaba pasando en el capítulo 1 y 2. Eso pasó en el cielo. Él no sabía esto. Y

cuando el Señor viene, el Señor no le dice. El Señor simplemente le dice: ¿por qué estás

haciendo ese tipo de preguntas? ¿Dónde estabas tú cuando hice el mundo? ¿Dónde estabas

tú cuando establecí el cimiento? ¿Dónde estabas tú cuando Yo hice los montes y los mares?

¿Dónde estabas tú cuando las estrellas de la mañana y los ángeles cantaron juntos y todos

los hijos de Dios gritaban de gozo ante la creación? ¿Qué sabes acerca de la vida? ¿Qué

sabes acerca de la muerte?

En otras palabras, lo que Él está diciendo es: Yo voy a hacer exactamente lo que quiero y

quién eres tú para cuestionarme. Y Él simplemente se revela a sí mismo, Su omnipotencia, Su

virtud. Y finalmente, Job entiende el mensaje en el capítulo 42. Y Job respondió al Señor y le

dijo: “oh, ya veo. Lo entiendo. Tú puedes hacer todo. Y ningún pensamiento puede ser

contenido de Ti. Y quién va a llegar a esconder el consejo sin conocimiento, por lo tanto, he

dicho lo que no entiendo, cosas demasiado maravillosas para mí que no conocía.”

¿Sabe usted lo que él dice? “Dios, ya entiendo. Tú eres Dios, Tú eres soberano. Tú puedes

hacer todo. Tú puedes hacer lo que quieras. Tú conoces todo. Tú tienes todos los privilegios.

Yo soy un necio por llegar a abrir mi boca. Me disculpo. He estado hablando de cosas que van

mucho más allá de mi entendimiento, que no conocía. Demasiado asombrosas para que yo

las entienda. Entonces, óyeme, Señor. Óyeme. Y esto es lo que quiero que oigas: había oído

de Ti con el oír de mi oído, pero ahora mis ojos Te ven.”

¿Qué quiere decir con eso? Yo conocí acerca de Ti sólo a partir del oído, ahora conozco

acerca de Ti a partir de la experiencia personal. Te he visto en acción y me odio a mí mismo y

me arrepiento en polvo y cenizas. Este querido hombre mostró su piedad. Él tuvo la respuesta

correcta. Oh Dios, él dijo, el pecado en todo esto es mi pecado por no reconocer Tu derecho

soberano de dar y de quitar. Lo que yo dije al principio es verdad, Jehová dio, Jehová quitó,

bendito sea el nombre del Señor. ¿Quién fui yo para llegar a cuestionarte?

Escuche, el punto de este libro es mostrarle la naturaleza de la piedad genuina. Es mostrar la

realidad inquebrantable de un alma redimida que bajo ninguna presión va a abandonar a su

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Dios, bajo ninguna presión, él va a negar a su Dios, ante la pérdida de todo, él permanece fiel.

Alguien se me acercó esta mañana después del primer servicio y dijo: “creo que ahora por

primera vez entiendo por qué Dios ha traído sufrimiento a mi vida.” Nunca lo podía entender.

Hemos examinado toda razón posible y ahora, él dijo, las personas siempre me están

diciendo: “no puedo creer que tengas una fe tan grande en Dios en el medio de esto.” Y ahora

entiendo que ése es el punto. Si no hay ninguna otra razón, demuestra la naturaleza de la

verdadera la conversión, ¿se da cuenta? Del verdadero amor hacia Dios. Y llevó a Job de un

entendimiento limitado de Dios a un entendimiento aún más grande de Dios.

Y claro, Dios derramó bendiciones comenzando en el versículo 7 y le dio más de lo que él

tuvo para comenzar. Dios lo bendijo con abundancia tremenda y él murió hasta que fue un

hombre de edad y lleno de días, dice el versículo 17. Él tuvo las hijas más hermosas. Dios le

dio los hijos más guapos. Dios le dio los mejores cultivos. Sí, llega un tiempo en el que Dios

va a recompensar a la persona fiel, pero por un tiempo, escuche esto, el Señor, en Su

propósito soberano, puedes escoger entregar a uno de los Suyos a Satanás para Sus propios

propósitos, si no es por ninguna otra razón que demostrar al mundo que ve, la fortaleza y

virtud de la conversión genuina para que el mundo vea a personas que aman a Dios, no por lo

que Él da, sino por lo que Él es. Y nuestra teología débil, insípida, superficial, popular de la

actualidad es ignorante de eso. Job fue usado por Dios para probar la naturaleza del

verdadero amor a Dios. La verdadera devoción a Dios. ¡Qué pensamiento!

Y no fue sin gran beneficio para él, porque él aprendió acerca de la soberanía de Dios. Y él

aprendió a tener un amor más profundo a Dios. Él encontró algunos pecados que no sabía

que tenía y entendió la necesidad de someterse al dominio Divino, sin importar lo que

involucrara.

Un verdadero creyente, entonces, puede ser entregado a Satanás para traer mayor gloria a

Dios. Pero Satanás tiene límites en lo que puede hacer, ¿verdad? Primero, Dios le dijo, “no lo

puedes tocar.” La segunda vez, “lo puedes tocar, pero no puedes,” ¿qué? “Matarlo.” Siempre

hay un límite inclusive cuando uno es entregado a Satanás. No le sorprenda, amados, si

dentro de la Iglesia de Jesucristo hay algunos, quienes incapaces de encontrar alguna razón

por qué, terminan en una situación en donde parece como si Dios ha quitado totalmente Su

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mano de protección y bendición y estando en la misma confusión de un Job, no pueden

entender por qué sucedió, no pueden entender humanamente por qué sucedió; y la respuesta

está en algún punto a nivel Divino, lo cual puede llegar a ser conocido o no por nosotros. Pero

Dios tiene Sus propósitos santos y en Su gracia, va a venir una restauración y un tiempo de

gran bendición.

Ahora, pase conmigo a otra ilustración de esto en Mateo capítulo 4 y quiero mostrarle algo

que es igualmente sorprendente. Mateo, capítulo 4. Ahora, aquí encontramos otro acto

mediante el cual Dios entrega a alguien a Satanás. Y en esta ocasión, es alguien quien es

inclusive más recto que Job. Alguien quien es inclusive más perfecto que Job, alguien que era

absoluta y totalmente sin pecado, esto es el Señor Jesucristo mismo. Observe Mateo 4,

versículo 1: “entonces Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu.” Llevado por el Espíritu.

Marcos 1:12 dice que él fue guiado por el Espíritu. ¿Con qué propósito? Observe: con el

propósito de ser tentado - o probado - por el diablo.

Ahora escuche eso. Dios no sólo entregó a Job al diablo, Él entregó a Cristo también al diablo.

Eso es exactamente lo que dice. Él entregó a Cristo a Satanás. Así como Dios colocó a Job

en las manos de Satanás y mostró la naturaleza de la salvación verdadera y mostró la virtud

de Job, así también Dios colocó a Su Hijo amado en las manos de Satanás para mostrar Su

virtud y para mostrar que Él no se quebrantaría y que Él no se desviaría y que él

permanecería fiel como el Dios hombre perfecto. Y notará en el versículo 2 que esta tentación

continuó durante 40 días y 40 noches. Yo creo que la tentación no sólo vino al final, sino yo

creo que, si usted compara todos los registros de los Evangelios, descubrirá que hubo

tentación a lo largo de este tiempo.

Ahora, un ayuno de 40 días y 40 noches es una experiencia tremendamente debilitante. Jesús

se encuentra en un punto muy vulnerable, y al final del esos 40 días y 40 noches hubo una

gran culminación a esa tentación. Pero eso no quiere decir que la tentación no llegó hasta el

final. Yo creo que Él fue tentado a lo largo de ese período de tiempo y una gran tentación de

culminación al final. Fue un tiempo de gran debilidad físicamente y Él no comió ni bebió. Fue

un tiempo de gran soledad. Y leí a uno de los puritanos esta semana quien dijo que Satanás

es un pirata quien busca encontrar un barco que navega sin una flota, para encontrar a un

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creyente que está aislado y sólo y sin la protección de otros. Y ahí está Cristo solo 40 días y

40 noches, débil, en un lugar que George Adams Smith lo llamó la devastación de piedra

caliza, un lugar de esterilidad, en el precipicio, viendo al mar Muerto en la parte de atrás de la

planicie de Jerusalén y ahí, el diablo viene a Él por diseño de Dios, quien lo guió ahí por su

Espíritu y lo tienta; y lo tienta en las áreas en donde él tenía un derecho.

En primer lugar, lo tienta para tener pan. ¿Y acaso Él no era el hijo de Dios y Él no tenía el

derecho de comer y Él no hizo todo lo que fue hecho? Y si Él podía crear pan para una

multitud, ¿no podía Él crearlo para sí mismo? Y después, lo tentó para que se aventara del

templo y de esta manera, fuera reconocido como el Mesías y tomara el derecho que era Suyo,

¿y no era Suyo? Y después de que tomara todos los reinos del mundo, ¿y acaso no eran

Suyos por promesa? Él lo tentó en las áreas en donde él tenía un derecho, pero Cristo resistió

en el medio de la debilidad y de la soledad a todas estas tentaciones.

El versículo 11, entonces, dice: “el diablo entonces le dejó y ángeles vinieron y le

administraban y le servían.” Dios colocó a Su Hijo en las manos de Satanás y después, lo

bendijo al final con un ministerio de ángeles por haber pasado la prueba, así como bendijo a

Job por haber pasado la prueba. Sí, Dios por Su propio diseño soberano puede escoger

colocar a uno de sus los Suyos, inclusive a Su propio Hijo en las manos de Satanás para traer

a sí mismo más gloria.

Segunda de Corintios capítulo 12. Segunda de Corintios capítulo 12, Pablo dice: “no es

práctico o apropiado para mí, sin duda alguna gloriarme o jactarme.” “No es correcto para mí

jactarme, él dice, pero hablaré de las visiones y revelaciones del Señor.” Él había tenido

tantas visiones. Y usted sabe, él había visto a Jesucristo resucitado de los muertos. Él había

tenido revelaciones. Él dice: “yo,” refiriéndose a sí mismo, él dice, “yo conozco a un hombre,”

él no quiere jactarse y habla de este hombre, “en el cuerpo no lo sé o fuera del cuerpo, no lo

sé,” realmente, no puede definirlo, “quien fue llevado al tercer cielo,” esto es el lugar de la

morada de Dios. Él fue llevado, versículo 4, al paraíso. Versículo 3, él no sabe si estaba en el

cuerpo o fuera del cuerpo. Él no sabe cuáles fueron las dinámicas en si espirituales de lo que

pasó, él simplemente sabe que él estuvo ahí. Él oyó palabras inexpresables que no les son

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dadas al hombre a expresar. “Pero no me gloriaré en ese, en mi mismo no me gloriaré. En lo

único que me voy a jactar es en mi debilidad.”

Digo, hubo una gran tentación en la vida de Pablo debido a sus muchos éxitos y visiones y

revelaciones de ser muy arrogante. Pero no voy a hacer eso. Si yo deseara jactarme,

versículos 6, gloriarme, pero no voy a hacerlo, sería un necio. Entonces, les voy a decir la

verdad. Pero ahora, permítanme, tolérenme, no sea que alguno piense de mí más allá de lo

que él ve u oye de mí. No quiero que alguien tenga una opinión injusta o exagerada de mí.

Entonces, no me voy a gloriar, aunque he tenido esas cosas. Pero tengo que confesar, dice

en el versículo 7, no sólo soy yo lo que me está restringiendo - versículo 7 - no sea que me

exalte desmedidamente por la abundancia de las revelaciones.

En otras palabras, lo que me mantiene de hacer esto, escuche esto, me fue dado y creo que

la implicación ahí es que Dios ha traído eso. Dios ha permitido eso. Este es un hombre

piadoso, este es un hombre santo, este es un hombre recto como Job fue un hombre recto.

Este es un hombre que conoce a la experiencia cristiana como quizás ningún otro hombre

jamás la ha conocido que vivió, fuera del Dios hombre mismo.

Entonces, él no es un hombre pecaminoso. Él enfrenta esas áreas de su vida delante de Dios.

Sin embargo, me fue dado un aguijón en la carne. Y quiero que observe que el Señor le dio

esto. Sin embargo, es llamado en el versículo 7 “un aguijón en la carne, un mensajero de

Satanás para abofetearme para que no me exalte en sobremanera.” Escuche esto, yo creo

que este texto nos dice que el Señor entregó a Pablo a Satanás por lo menos en esta área. Él

le dio a Satanás el derecho de darle, no creo que esta es la obra de Dios, cree esta es la obra

de Satanás. Pero yo creo que Dios quiso permitirle a Satanás hacer eso para mantener a

Pablo débil para que él pudiera depender de Él. Los hombres con grandes dones necesitan

eso, porque tienden a no ser dependientes. Dios envió a Pablo a la arena de Satanás para

que fuera golpeado.

La palabra “abofetear” es utilizado en Mateo 26:67 para describir a Jesús ahí en el juicio

cuando le pegaron. Tiene una palabra de raíz que significa “nudillos,” y tiene que ver con los

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golpes del puño que aplastan los tejidos y el hueso. Y él dice: “tengo este aguijón en la carne

que mete sus nudillos en mi cuerpo. Es un mensajero de Satanás.”

¿Cree usted que Dios pudo haberlo prevenido? Seguro. Pero Dios se lo dio para que él no

fuera orgulloso, sino humilde. Versículo 8: “respecto a lo cual le he pedido tres veces al Señor

que lo quite de mí.” Le he pedido. Alguien dirá, bueno, algún carismático nos va decir: “bueno,

él no tuvo fe suficiente.” No me de eso. Eso no está en el texto. “Bueno, él no reclamó su

liberación.” No creo eso tampoco porque le dice exactamente lo que el Señor dijo, él dijo:

“quítalo.” El Señor dijo: “no, Mi gracia es suficiente para ti porque Mi fortaleza, Mi fuerza es

hecha perfecta en esa debilidad. No lo voy a quitar porque es suficiente debilidad para permitir

que mi fortaleza se manifieste.”

Entonces, Pablo dice: “con gusto voy a gloriarme de mis debilidades.” ¿Por qué? “Porque el

poder de Cristo reposa sobre mí. Me voy a deleitar en mis debilidades, mis necesidades,

persecuciones, aflicciones por causa de Cristo porque cuando soy débil, entonces soy,” ¿qué?

“Fuerte.”

Ahora, amados, Dios entregó a Job al desastre. Lo entregó a Satanás, ¿por qué? Para que

Job fuera una prueba viva de la virtud de un hombre piadoso. Para que Job pudiera aprender

que Dios era soberano. Para que Job pudiera llegar a conocer a Dios de manera más íntima y

mejor de lo que él jamás había inclusive llegado a pensar que conocía a Dios, debido a que,

en sus luchas, él fue acercado a Dios de maneras en las que su prosperidad nunca pudo

haberlo acercado a Él.

Entonces, Dios entregó a Job a Satanás por razones maravillosas y restringió a Satanás, en

últimas, de destruir a Job. Dios entregó a Cristo a Satanás para probar su pureza. Dios

entregó a Pablo a Satanás, por lo menos en esta área, para que Satanás pudiera ser el

instrumento de Dios para mantener a Pablo humilde, para que él supiera en dónde estaba su

fortaleza. Y, por lo tanto, fuera un siervo más eficaz.

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Entonces, el Señor entrega a Job a Satanás para probar que él es un hombre piadoso. El

Señor entrega a Pablo a Satanás para que Pablo fuera un siervo mejor, más eficaz. Para que

él pudiera aprender la humildad y para que él aprendiera la dependencia.

Ahora, quiero que pase a Lucas 22. Lucas 22, versículo 31. En Lucas 22, versículo 31,

escuche, el Señor dijo: “Simón, Simón,” él le está hablando a Pedro - “Simón, Simón.” Él está

llamándolo con su nombre antiguo porque él ve que las características de su persona antigua,

de pecado. Entonces, Él escoge el nombre antiguo para enfatizar esa naturaleza antigua que

Él ve en su conducta y Él lo dice dos veces debido a Su compasión. Simón, Simón - es

pathos. He aquí, Satanás ha deseado, os ha demandado. Y yo creo que es verdad, ese es el

caso de todo creyente.

A Satanás le encanta estar por todos lados como león rugiente buscando devorar a un

creyente, a todo creyente y mostrar a Dios y mostrar a los ángeles. Y creo que a Satanás le

encantaría que los otros ángeles se revelaran. Yo creo que Satanás quiere presentar su

punto. Y si él tan sólo pudiera capturar a los salvos, si él tan sólo pudiera hacer que ellos

abandonaran su salvación, si él tan sólo pudiera tragárselos en su propio reino malo,

entonces, él podría ganar una victoria sobre Dios. Él podría hacerle jaque mate a Dios, por lo

menos en un punto.

Entonces, Satanás os ha deseado, os ha demandado, particularmente, Satanás deseó a

Pedro porque Pedro era tan crucial para el desarrollo de la Iglesia. El gran predicador que

Dios usó en los primeros años. Satanás te quiere a ti y te quiere acudir como a trigo. En otras

palabras, él te quiere aplastar. Él quiere que tu personalidad se desintegre como el trigo lo

hace cuando es aventado al aire. Y simplemente, se iba a la paja. Él quiere despojarte de tu

confianza y despojarte de tu utilidad. Y quiere quitar tu confianza en Dios, y quitar tu seguridad

y quitar tu eficacia. Él te quiere a ti.

¿Cree usted que el Señor podría haberlo prevenido? ¡Claro! El mismo Señor que va a atar a

Satanás durante 1000 años en un foso en el libro de Apocalipsis, ciertamente, podría haberlo

atado ahí para que no tocara a Pedro. Pero no lo hizo.

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Observe el versículo 32: “pero Yo he rogado por ti, que tu fe no falte en últimas. He orado

porque tú no pierdas, en últimas, tu salvación.” Tal como él le dijo, puedes ir hasta aquí con

Job y no puedes ir más allá de este punto, así puedes ir más aquí con Pablo y no más allá de

este punto. Puedes ir hasta aquí con Pedro y no más allá de este punto. No vas a fracasar en

últimas en tu fe.

Después, él dice: “y tú una vez vuelto.” Lo cual quiere decir ¿qué? Voy a dejarte. Voy a

dejarte. Te voy a dejar en manos de Satanás. Y cuando regreses, hacer que fortalezas a los

hermanos. Ahora, ¿para qué fue Pedro entregado a Satanás? Para que aprendiera ¿qué? A

fortalecer a otros, ¿verdad? Él, al ser colocado en esta situación podría entonces regresar y

fortalecer a otros. En el caso de Job, Dios estaba presentándole el punto a Satanás. Y Dios

iba a presentar un punto ante el mundo entero. El mundo entero de personas que han leído la

Biblia, de que una persona que verdaderamente ama a Dios no va a abandonar ese amor a

devoción, aunque él pierda todo. Una gran lección. Una lección profunda.

En el caso de Pablo, él estaba enseñando humildad y dependencia. En el caso de Pedro, él

quería a alguien que pudiera decirles a otros cómo era estar en las garras de Satanás.

Cuando has atravesado todo esto y regresas, entonces Dios te usa para fortalecer a otros.

Podría ser que el Señor, en Su soberanía, tome a un creyente, quien en alguna manera es

desobediente, pecaminoso, jactancioso como Pedro era y diga: “muy bien, te voy a soltar.

¿Crees que puedes enfrentar esto de manera independiente de Mi?” Pedro dice: “aunque

todos Te dejaran, yo nunca Te dejaré.” Hombre, yo voy a estar contigo. Yo voy a morir

contigo, yo voy a estar contigo hasta el final. Muy bien, tú crees que eres tan grande.

Simplemente, te voy a dejar solo. Y lo deja.

Un cristiano que se jacta a sí mismo, puede hallarse fuera de la protección de Dios, entregado

a Satanás. Y lo que él va a aprender es que no puedes hacerlo por ti solo. Y entonces, yo

creo que el Señor literalmente entregó a Pedro a Satanás para que cuando él regresara, él

fuera una fuente de fortaleza al resto de la gente. Y Pedro regresa en el versículo 33: “Señor,

contigo estoy listo para ir a la cárcel y a la muerte.” Y claro, cuando él tuvo la oportunidad, él

negó a Cristo tres veces, ¿verdad? Y después, el versículo 62, él salió y lloró amargamente. Y

yo creo que él se arrepintió y creo que él corrigió su corazón ante Dios.

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El punto es este: las Escrituras indican que la gente que está dentro del marco de la

comunidad de creyentes, sea que esté hablando de 1 Timoteo, Himeneo y Alejandro, quienes

eran pastores en la Iglesia, sea que usted esté hablando de personajes del Antiguo

Testamento como Job, sea que esté hablando de Jesucristo mismo, sea que esté hablando

de Pablo o de Pedro, estas personas que pertenecen al Reino de Dios, de una u otra manera,

que están bajo la protección, pueden, para los propósitos de Dios, de instrucción remedial y

corrección y preparación e ilustración de una gran verdad, ser llevados bajo el dominio de

Satanás, no protegidos, para el propósito Santo y la gloria de Dios.

Algunos, son entregados a Satanás para ser refinados. Algunos, como Pedro. Algunos, son

entregados a Satanás para llegar a una mayor eficacia como Pablo lo fue. Algunos, para

probar la validez de su fe como lo fue Job. Pero en todos esos casos, la mayor gloria va a

Dios al alabarlo por el tipo de salvación que sustenta a un Job, el tipo de poder que humilla a

un Pablo y que restaura a un Pedro. Y entonces, Dios recibe la gloria en todas esas cosas.

Escuchen, amados. La gente dentro de la comunión de la Iglesia, sean creyentes o incrédulos

- y el caso de los que hemos visto el día de hoy, todos son creyentes - pueden ser sacados

para ser probados, para ser probados. Para probar lo que Dios quiere probar en ellos.

Ahora, el próximo día del Señor vamos a ver lo que le pasa a incrédulos y a algunos creyentes

también dentro de la Iglesia, quienes son sacados - escuche esto - no para efectos de prueba,

fortaleza, sino para efectos de disciplina y juicio. Para disciplina y juicio. Y ése es un punto

totalmente diferente y eso nos va a llevar de regreso a 1 Timoteo capítulo 1, versículo 20.

Inclinémonos juntos en oración.

Padre nuestro, pensamos en Job y recordamos que el hecho de que él fue entregado a

Satanás duró durante años y años, largos años, antes de que él pudiera recobrar todo lo que

él perdió. Cuando pensamos en el Señor Jesucristo, pensamos en Uno que fue entregado a

Satanás durante unas cuantas semanas. Para el apóstol Pablo, quizás unos cuantos años.

Para Pedro, sólo un día. Y Señor, reconocemos que Tú tienes Tus propósitos y en esto, los

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propósitos fueron para probar y refinar y fortalecer para Tu gloria, para que Job y Pablo y

Cristo y Pedro pudieran ser los siervos más nobles que fueron.

Y entonces, Señor, reconocemos que debe hacernos mejores siervos, debemos estar

dispuestos a sufrir lo que el enemigo pueda traer, sabiendo que él no puede traer nada, en

últimas, que haga que nuestra fe fracase, porque somos guardados en Tu gracia y poder. Y si

puede contribuir y enriquecer a ese ministerio al que nos has llamado, entonces, déjanos sufrir

lo que sea. Y encomendamos nuestras almas a Tu cuidado fiel, al que nos ama y se entregó a

sí mismo por nosotros. Al que dice: “ningún hombre, ni Satanás, ni nadie, jamás arrebatará a

Mis ovejas de Mi mano.”

Entonces, Señor, si puede ser para fortaleza, para refinar, para humillar, para una mayor

utilidad, para probar la legitimidad de nuestra fe al mundo que nos observa, entonces, has en

nuestras vidas lo que sea necesario para que Tú puedas recibir la gloria. Y lo contamos y lo

consideramos un privilegio.

Mientras sus cabezas están inclinadas en este momento ya de despedida, sé que el Espíritu

de Dios ha llegado a las profundidades de sus mentes y quizás, están viendo cosas en sus

propias vidas en maneras que nunca antes las habían visto, así como yo. Mi oración es que

entienda lo que la Palabra de Dios dice y su aplicación a su corazón. Y también oro por que, si

no están bien con el Señor, que estén bien con Él porque también hay disciplina. Hay algunos

que están bajo el poder de Satanás porque el Señor los está disciplinando para purificarlos del

pecado. Veremos eso el próximo día del Señor. Pero inclusive en lo que hemos visto el día de

hoy, puede ver eso en el trasfondo. Si es colocado bajo la mano de Satanás durante un

tiempo en un área de la vida, asegúrese de que es por un propósito Santo de mayor utilidad a

Dios y gloria a Su Nombre en lugar de que sea por disciplina o juicio.

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