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10 EL TIEMPO Lunes 27 de junio de 2011 2 NACIONALES _ ENTREVISTA > Luis Carlos Díaz plantea a sus colegas comunicadores el reto de entender las nuevas lógicas sociales que impone Internet “Los medios públicos han hecho un blackout del país multicolor” Así como el especialista del Centro Gumilla reconoce y condena el “apagón informativo” privado del 13 de abril de 2002, igual reprueba la política comunicacional oficial que borra de sus espacios la diversidad de pensamientos de la sociedad venezolana. Hoy, Día del Periodista, el experto renueva su oposición al periodismo sesgado, venga de donde venga / IGOR MOLINA [C ARAC AS] La sede del Centro Gumilla, en el olvidado centro de esta ciudad, es adusta; del mismo modo en que el rostro de Luis Carlos Díaz le hace eco: serio, sobrio y distante. Él es el coordinador del área de comunicación y redes de la prestigiosa institución jesuita. Curiosamente, siendo seglar, habla con un taxativo aire de púlpito, con una bien cuidada (y mejor guardada) infalibili- dad que pareciera intentar do- mar cada instante. Lo acredita una amplísima experiencia como ponente en foros internacionales sobre te- mas comunicacionales. Justa- mente, el área que es un dolor de cabeza para millones de ve- nezolanos, desconcertados, de- sorientados, indecisos sobre qué creerle a quién en el po- larizado mundo de los medios de comunicación. A propósito de una nueva celebración del Día del Perio- dista, Luis Carlos Díaz ofrece su punto de vista. Contrición mediática -Usted pertenece al Centro Gumilla, una organización jesuíta. Imagínese al perio- dismo venezolano en el con- fesionario. ¿Qué pecados de- bería declarar en 2011? -No tengo preparación reli- giosa de ningún tipo. Soy pe- riodista. Justamente, cuando el periodismo venezolano asu- mió roles que no le corres- ponden -protagonismo político, ser los voceros de la polari- zación, periodistas que dejaron de ser los enviados a buscar la noticia para convertirse en operadores políticos en sí mis- mos- el periodismo se desle- gitimó en este país, y la labor de reconstrucción es lo que se está tejiendo día a día hoy en Venezuela. No soy quien para juzgar a otros profesionales de la prensa, pero como un con- sumidor de medios sí me sien- to decepcionado de la bajísima calidad de los medios públicos que se pagan con nuestro di- nero y de algunos medios pri- vados que no satisfacen las exi- gencias. -Ya no vivimos la crispa- ción política que hizo po- sible el golpe de Estado del 2002, el paro petrolero de 2002-2003 y el enardecimien- to masivo con motivo del re- ferendo revocatorio presi- dencial de 2004. Sin embar- go, usted habla de recons- trucción del periodismo y muchos piensan que tal re- construcción o va demasia- do lenta o es puro discurso hueco. -Es un exceso decir que la crispación pasó. La crispación no ha pasado. Antes el conflicto se daba entre dos fuerzas po- líticas que buscaban hegemo- nía y actualmente es entre el Estado y una sociedad a la que no se le da respuestas. En este escenario es donde el perio- dismo sigue sin encontrar su espacio. En unos casos acom- paña a la comunidad y sus necesidades, y en otros sirve de portavoz a las fuentes oficiales cuyas informaciones sí son huecas, poco transparentes y no pueden ser contrastadas. Al periodismo le falta crítica. -Pero es que le falta crítica a los dos bandos enfrenta- dos, no a uno solo. Por un lado, el oficialista, hay quie- nes critican que cuando un reportero de Globovisión en- trevista a Guillermo Zuloa- ga, no le menciona el asunto de la presunta estafa por la cual es señalado sino que le bate palmas como a un héroe de la libertad de expresión. Y por el otro lado, el opo- sitor, hay quienes claman por comunicadores que se atrevan a contrastar “la san- ta palabra” del poder con la realidad cotidiana. ¿No es un sesgo inaceptable argu- mentar los lunares de uno solo de los dos bandos en- frentados? -Algunos periodistas están entrampados en la idea de que quien les paga la música decide qué van a bailar. Ahora, cuan- do un periodismo sesgado se hace con dinero privado, ha- blamos de complicidad. Cuan- do se hace con dinero público es corrupción y propaganda. - Desde el chavismo se pre- guntan por qué el reiterado afán de quitarle culpa a los colegas de medios privados. - Antes mencionaste un caso de omisión, no de mentira. -Pero cuando omites infor- mación el resultado es un público al que le sustraes la verdad? ¿No es eso grave? -La sociedad cuenta con co- mités de usuarios, con el Co- legio Nacional de Periodistas, con fiscales del Ministerio Pú- blico y con muchos otros me- dios donde otras verdades pue- den ser dichas, mientras que en el campo oficial hay una sola versión e impunidad ga- rantizada. - Según la óptica chavista, los pecados comprobados de la información pública son históricamente menores que “la gran mentira televisada y cartelizada de la masacre del 11 de abril de 2002” su- puestamente ordenada por Chávez contra manifestan- tes pacíficos y que dio pie. nada más y nada menos, que a un golpe de Estado; así como del único “apagón in- formativo” acaecido en los últimos 50 años en Venezue- la. Y sus responsables - sos- tienen incansablemente los revolucionarios- fueron los medios privados. -La respuesta es sencilla: los adjetivos, los prejuicios y las opiniones mezcladas con la pregunta anterior son una muestra de los pecados que todavía comete el periodismo en Venezuela. -¿No fue una mentira te- levisada y cartelizada la del 2002 sobre la supuesta orden de Chávez para masacrar a manifestantes pacíficos el 11 de abril? -Hubo una gran mentira y hay todavía un Estado y una justicia que han sido cómplices de su impunidad. -¿Hubo un “apagón infor- mativo” el 13 de abril de 2002? -Sí. En la revista “Comuni- cación” que edita el Centro Gumilla hay innumerables ar- tículos sobre los excesos co- metidos por los medios de co- municación esos días. Y al día de hoy se mantiene una eva- luación negativa sobre las res- puestas que ha dado la comu- nicación pública a esos hechos. Las mentiras, no, mejor dicho, los excesos de los medios pri- PERFIL En twitter: @LuisCarlos. En Facebook: LuisCarlos- Diaz. En Flickr: Fotos. En Delicious: Periodismode- paz. En Diigo: Periodismo- depaz. En Formspring: pe- riodismodepaz. En YouTu- be: Jaluiscarlos. Y en Sky- pe: periodismo de paz. En todos esos sitios es posible saber sobre el pe- riodista Luis Carlos Díaz, quien actualmente coordi- na el área de Comunica- ción y Redes del Centro Gumilla en Caracas e in- tegra los consejos de re- dacción de las revistas SIC y Comunicación. Con frecuencia dicta charlas y clases sobre web 2.0, redes sociales, cibe- ractivismo, infociudadanía, política 2.0, Tic´s (Tecno- logías de información y comunicación) para perio- distas y organizaciones no gubernamentales. Escribe cada domingo, en el diario Tal Cual, la sección “Hoguera Digital: Infociudadanos alrededor del fuego”, espacio en el que explora los usos so- ciales de los medios elec- trónicos. Es coautor de dos libros: Versión Beta: tendencias de la prensa y el perio- dismo en el siglo XXI en Venezuela; y Prácticas y travesías de la comunica- ción en América Latina. Declara también su acti- vismo a favor de Global Voices Online, a pesar de que ya no colabora for- malmente con la organi- zación. ...como un consumidor de medios sí me siento decepcionado de la bají- sima calidad de los me- dios públicos que se pa- gan con nuestro dinero y de algunos medios priva- dos que no satisfacen las exigencias”. AGRAVANTE. Luis Carlos Díaz dice que la manipulación pagada con dinero público es doblemente censurable ( Fotos: Cristian Hernández)

Entrevista a Luis Carlos Díaz en El Tiempo - Los medios públicos han hecho un blackout del país multicolor

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Entrevista al coordinador de comunicación y redes del Centro Gumilla, Luis Carlos Díaz, sobre el periodismo en Venezuela

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Page 1: Entrevista a Luis Carlos Díaz en El Tiempo - Los medios públicos han hecho un blackout del país multicolor

10 EL TIEMPO Lu n e s 27 de junio de 20112 N AC I O N A L E S _E N T R E V I STA > Luis Carlos Díaz plantea a sus colegas comunicadores el reto de entender las nuevas lógicas sociales que impone Internet

“Los medios públicos han hechoun bl a ck o u t del país multicolor”Así como el especialista del Centro Gumilla reconoce y condena el “apagón informativo” privado del 13 de abril de 2002,

igual reprueba la política comunicacional oficial que borra de sus espacios la diversidad de pensamientos de la sociedad

venezolana. Hoy, Día del Periodista, el experto renueva su oposición al periodismo sesgado, venga de donde venga / IGOR MOLINA

[C ARAC AS]

La sede del Centro Gumilla,en el olvidado centro de estaciudad, es adusta; del mismomodo en que el rostro de LuisCarlos Díaz le hace eco: serio,sobrio y distante.

Él es el coordinador del áreade comunicación y redes de laprestigiosa institución jesuita.Curiosamente, siendo seglar,habla con un taxativo aire depúlpito, con una bien cuidada(y mejor guardada) infalibili-dad que pareciera intentar do-mar cada instante.

Lo acredita una amplísimaexperiencia como ponente enforos internacionales sobre te-mas comunicacionales. Justa-mente, el área que es un dolorde cabeza para millones de ve-nezolanos, desconcertados, de-sorientados, indecisos sobrequé creerle a quién en el po-larizado mundo de los mediosde comunicación.

A propósito de una nuevacelebración del Día del Perio-dista, Luis Carlos Díaz ofrecesu punto de vista.

Contrición mediática-Usted pertenece al Centro

Gumilla, una organizaciónjesuíta. Imagínese al perio-dismo venezolano en el con-fesionario. ¿Qué pecados de-bería declarar en 2011?

-No tengo preparación reli-giosa de ningún tipo. Soy pe-riodista. Justamente, cuandoel periodismo venezolano asu-mió roles que no le corres-ponden -protagonismo político,ser los voceros de la polari-zación, periodistas que dejaronde ser los enviados a buscar lanoticia para convertirse enoperadores políticos en sí mis-mos- el periodismo se desle-gitimó en este país, y la laborde reconstrucción es lo que seestá tejiendo día a día hoy enVenezuela. No soy quien parajuzgar a otros profesionales dela prensa, pero como un con-sumidor de medios sí me sien-to decepcionado de la bajísimacalidad de los medios públicosque se pagan con nuestro di-nero y de algunos medios pri-vados que no satisfacen las exi-g encias.

-Ya no vivimos la crispa-ción política que hizo po-sible el golpe de Estado del2002, el paro petrolero de2002-2003 y el enardecimien-to masivo con motivo del re-

ferendo revocatorio presi-dencial de 2004. Sin embar-go, usted habla de recons-trucción del periodismo ymuchos piensan que tal re-construcción o va demasia-do lenta o es puro discursohueco.

-Es un exceso decir que lacrispación pasó. La crispaciónno ha pasado. Antes el conflictose daba entre dos fuerzas po-líticas que buscaban hegemo-nía y actualmente es entre elEstado y una sociedad a la queno se le da respuestas. En esteescenario es donde el perio-dismo sigue sin encontrar suespacio. En unos casos acom-paña a la comunidad y susnecesidades, y en otros sirve deportavoz a las fuentes oficialescuyas informaciones sí sonhuecas, poco transparentes yno pueden ser contrastadas. Alperiodismo le falta crítica.

-Pero es que le falta críticaa los dos bandos enfrenta-dos, no a uno solo. Por un

lado, el oficialista, hay quie-nes critican que cuando unreportero de Globovisión en-trevista a Guillermo Zuloa-ga, no le menciona el asuntode la presunta estafa por lacual es señalado sino que lebate palmas como a un héroede la libertad de expresión.Y por el otro lado, el opo-sitor, hay quienes clamanpor comunicadores que se

atrevan a contrastar “la san-ta palabra” del poder con larealidad cotidiana. ¿No esun sesgo inaceptable argu-mentar los lunares de unosolo de los dos bandos en-frentados?

-Algunos periodistas estánentrampados en la idea de quequien les paga la música decidequé van a bailar. Ahora, cuan-do un periodismo sesgado sehace con dinero privado, ha-blamos de complicidad. Cuan-do se hace con dinero públicoes corrupción y propaganda.

- Desde el chavismo se pre-guntan por qué el reiteradoafán de quitarle culpa a loscolegas de medios privados.

- Antes mencionaste un casode omisión, no de mentira.

-Pero cuando omites infor-mación el resultado es unpúblico al que le sustraes laverdad? ¿No es eso grave?

-La sociedad cuenta con co-mités de usuarios, con el Co-legio Nacional de Periodistas,

con fiscales del Ministerio Pú-blico y con muchos otros me-dios donde otras verdades pue-den ser dichas, mientras queen el campo oficial hay unasola versión e impunidad ga-rantizada.

- Según la óptica chavista,los pecados comprobados dela información pública sonhistóricamente menores que“la gran mentira televisaday cartelizada de la masacredel 11 de abril de 2002” su -puestamente ordenada porChávez contra manifestan-tes pacíficos y que dio pie.nada más y nada menos, quea un golpe de Estado; asícomo del único “apagón in-for mativo” acaecido en losúltimos 50 años en Venezue-la. Y sus responsables - sos-tienen incansablemente losrevolucionarios- fueron losmedios privados.

-La respuesta es sencilla: losadjetivos, los prejuicios y lasopiniones mezcladas con la

pregunta anterior son unamuestra de los pecados quetodavía comete el periodismoen Venezuela.

-¿No fue una mentira te-levisada y cartelizada la del2002 sobre la supuesta ordende Chávez para masacrar amanifestantes pacíficos el 11de abril?

-Hubo una gran mentira yhay todavía un Estado y unajusticia que han sido cómplicesde su impunidad.

-¿Hubo un “apagón infor-m at ivo ” el 13 de abril de2002?

-Sí. En la revista “Comuni -cación” que edita el CentroGumilla hay innumerables ar-tículos sobre los excesos co-metidos por los medios de co-municación esos días. Y al díade hoy se mantiene una eva-luación negativa sobre las res-puestas que ha dado la comu-nicación pública a esos hechos.Las mentiras, no, mejor dicho,los excesos de los medios pri-

PERFIL

� En twitter: @LuisCarlos.En Facebook: LuisCarlos-Diaz. En Flickr: Fotos. EnDelicious: Periodismode-paz. En Diigo: Periodismo-depaz. En Formspring: pe-riodismodepaz. En YouTu-be: Jaluiscarlos. Y en Sky-pe: periodismo de paz.

� En todos esos sitios esposible saber sobre el pe-riodista Luis Carlos Díaz,quien actualmente coordi-na el área de Comunica-ción y Redes del CentroGumilla en Caracas e in-tegra los consejos de re-dacción de las revistas SICy Comunicación.

� Con frecuencia dictacharlas y clases sobre web2.0, redes sociales, cibe-ractivismo, infociudadanía,política 2.0, Tic´s (Tecno-logías de información ycomunicación) para perio-distas y organizaciones nog u b e r n a m e nt a l e s .

� Escribe cada domingo,en el diario Tal Cual, lasección “Hoguera Digital:Infociudadanos alrededordel fuego”, espacio en elque explora los usos so-ciales de los medios elec-t r ó n i co s .

� Es coautor de dos libros:Versión Beta: tendenciasde la prensa y el perio-dismo en el siglo XXI enVenezuela; y Prácticas ytravesías de la comunica-ción en América Latina.Declara también su acti-vismo a favor de GlobalVoices Online, a pesar deque ya no colabora for-malmente con la organi-zación.

“...como un consumidorde medios sí me sientodecepcionado de la bají-sima calidad de los me-dios públicos que se pa-gan con nuestro dinero yde algunos medios priva-dos que no satisfacen lasex i g e n c i a s”.

AGRAVANTE. Luis Carlos Díaz dice que la manipulación pagada con dinero público es doblemente censurable ( Fotos: Cristian Hernández)

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vados se combaten con unainformación plural y democrá-tica que no es lo que estamosviendo actualmente. No puedeser que nueve años después, laherida del golpe de Estado sigapurulando sobre las nuevas ge-neraciones de periodistas.

¿Ha existido, en la historiade los medios de comunica-ción en Venezuela, algúnapagón informativo causadopor los medios públicos?

-Por supuesto, en los últimosaños hemos vivido un apagónen los medios públicos que bo-rra de sus pantallas la diver-sidad de pensamientos, tenden-cias y opciones de la sociedadvenezolana. Son medios quehan hecho un blackout del paísmulticolor, con un periodismocomplaciente con el Poder Eje-cutivo que finalmente ha abra-zado el pensamiento único delpartido de gobierno. En esosmismos medios, por ejemplo, lasección de sucesos fue borradadurante años y se desprecia ose desconoce a autoridades ele-gidas como alcaldes, goberna-dores y diputados que no sonde la alianza de gobierno. Lopeor es que esa visión distor-sionada de la realidad se hacecon dinero público y ademásha sido poco eficiente, en vistadel rating obtenido.

-¿Hay algún medio vene-zolano en el cual usted re-conozca un esfuerzo de equi-librio ?

-El equilibrio es una cons-trucción diaria muy difícil decompaginar para cualquiermedio de comunicación y, paramí, la construyo desde el con-sumo, es decir, hay periodistasen los que confío y están endistintos medios y los voy ar-mando como piecitas de lego.Así hace la población vene-zolana que ve un canal de te-levisión y luego otro para ha-cerse su propia opinión. Mien-tras haya diversidad, esa ri-queza se mantendrá.

-¿Cómo ganar la confianzade un público que tiene antesí a dos actores, periodismoprivado y periodismo públi-co, cada uno con verdades

distintas sobre un mismo he-cho? ¿A quién creerle?

-El problema no es para lagente sino para la prensa queinsiste en deslegitimarse. Lasaudiencias son inteligentes.Huelen la mentira y sabencambiar de canal. Esto repre-senta una crisis enorme paramedios privados que dejaránde venderse y medios públicoscon cada vez menos audiencia.Hay una profesión que nos en-señaron a honrar en la escuelade periodismo y que a veces,solo a veces, se ve en los me-dios. No todo lo que se ve en losmedios es periodismo.

Imagínese un hipotéticogobierno de la oposición apartir de 2012. A Usted lonombran ministro de Comu-nicación e Información y de-be tomar medidas para reo-rientar la información ofi-cial ¿Cuáles serían?

- Un gobierno de oposiciónjamás me nombraría ministro.Por su propio bien. Sin em-bargo, al que le toque ese ma-motreto tendrá la enorme res-ponsabilidad de: volver a abrirlas fuentes oficiales, formar vo-ceros con autonomía de acciónpor instituciones para deslas-trarnos de la cultura de cuartelque existe con la informaciónpública, reabrir las ruedas deprensa con periodistas inde-pendientes y no solo los com-placientes, limitar las cadenasde radio y televisión a los es-tados de emergencia, multipli-car la diversidad de voces enlos medios públicos honrandoel trabajo de productores in-dependientes, comunitarios yprivados; acompañaría el diá-logo entre gremios de perio-distas, comunicadores, mediosy sociedad para fortalecer lapluralidad y el derecho al di-senso; impulsaría una revisióny reacomodo del espectro ra-dioeléctrico para dar espacio alos medios alternativos, sinpresionarlos políticamente; ytrabajaría en todo el salto di-gital que se necesita para queVenezuela deje de tener uno delos peores anchos de banda delc o n t i n e n t e.

M A N DA M I E N TO S

En su boceto de mejorperiodismo, Luis CarlosDíaz subraya las si-guientes líneas: “Un indi-cador de calidad es la ri-queza de fuentes y ver-siones. Si vemos noticiascon una sola fuente, ha-blamos de un periodismopobre. Sin contraste nipluralidad los medios nose parecerán a nosotros”.

Otro indicador de ca-lidad -agrega- es la trans-parencia en la búsqueda yprocesamiento de informa-ción, lo cual -acota- se di-ficulta cuando las fuentesoficiales están cerradas ocuando los medios priva-dos imponen “c au t e l a” si lainvestigación comprometea sus anunciantes.

Un tercer indicador par-te de una inquietud de-soladora: “Falta con urgen-cia un periodismo con ma-yor riqueza de lenguaje”.

Y que también se tengaen cuenta: “El hecho de quemillones de personas pue-dan comunicarse pública-mente por Internet repre-senta un nuevo campo ri-quísimo de fuentes. El retode cualquier periodista esentender estas nuevas ló-gicas sociales y transfor-mar sus modelos de ne-gocios, de cobertura y derelación con la sociedad”.

OPTIMISMO. Pese a las críticas, el especialista ve un periodismo en “labor de reconstrucción”