ADAIR RODRÍGUEZ

COLABORADOR

María María ha partido a Pacamambo, el lugar de todas las luces, donde todos los hombres son conocidos como hombres, sin ninguna exclusión, y donde el aroma del amor es el único perfume eterno. Sin embargo Julia de 12 años, no se resigna a la ausencia de su abuela así que procura junto con Gordo, su perro, un encuentro con la Muerte a partir del cual entenderá el verdadero sentido de la vida.

Pacamambo es una tragedia para público joven, del prolífico dramaturgo Wajdi Mouawad, dirigida atinadamente por Hugo Arrevillaga, con la participación de Concepción Márquez, Pedro Mira, Sara Pinet y Miguel Romero. Sara Pinet, protagonista de la obra, advierte que se trata de una obra que funciona tanto para adultos como para niños, pero lo hace de modos distintos, los niños se conectan más con los juegos escénicos y la parte lúdica del montaje; en tanto los adultos ahondan más en temas como, la perdida, el dolor el sufrimiento y la rabia; elementos que contrastan para dar vida al drama de Julia.

Al ser un texto escueto en didascálias, el grupo de actores de la compañía Tapioca Inn, encontró un espacio idóneo para contar la historia desde su perspectiva, la actriz explica: “nunca nos preocupó aclarar ciertos puntos de la obra, preferimos obviar muchas cosas, porque al final es un juego, es la historia que una niña cuenta, entonces puede o no, tener cosas coherentes.

Respecto a la experiencia de trabajar con Tapioca Inn, Sara expresó que es una compañía que se caracteriza por transpolar el trabajo actoral a un terreno de convivencia fraternal, donde cada integrante es recibido amablemente, resguardado y apoyado en todo momento, como si se tratara de una familia. Para este montaje en particular, el director condujo a los actores a sentirse en confianza y compartir con el otro, en un ambiente de intercambio que fortaleciera al grupo.

Para Sara Pinet, hablar de Pacamambo, no es solamente hablar de la muerte ni de la pérdida de un ser amado; es también hablar de la ausencia de cualquier cosa que nos ha sido arrebatada sin razón, en este sentido Pacamambo no es solo un lugar a donde se van los muertos y persiste el recuerdo y el amor, sino un sitio a donde se pueden mudar dolores y frustraciones, para sentirse auténticamente libres.

En el contexto actoral la actriz comenta que para interpretar a Julia, tuvo que alejarse del artificio y de la forma, ya que la proximidad del público le exige ser sincera de principio a fin, ya que ellos se darían cuenta de cualquier cosa que no fuese verdadera. Es además un papel que disfruta mucho, dado que le da la libertad de construir el personaje desde distintos ángulos, siendo la expresión corporal su principal aliciente.

Pacamambo terminará temporada el próximo 20 y 21 de abril, a las 12:30 horas, en el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque.