Upload
jaime-gutierrez
View
217
Download
4
Embed Size (px)
DESCRIPTION
Entrevista con Fran Murcia y Carmen Muela sobre la actividad Basket y Autismo llevada a cabo por la Escuela de Basket de Fran Murcia, los centros Cepri y Nuevo Horizonte y la Fundación Orange
Citation preview
Fran y los chicos preparándose para tirar a canasta/JAVIER DÍAZ – F. ORANGE
Basket y Autismo, es un proyecto
pionero en España de
baloncestos para personas con
autismo que se puso en marcha
el pasado mes de octubre en la
Asociación Nuevo Horizonte en
colaboración con el Colegio de
Educación Especial CEPRI, la
Fundación Orange y la escuela de
Baloncesto de Fran Murcia.
BASKET Y AUTISMO
Fran Murcia: «Hemos descubierto que el baloncesto les proporciona alegría» «En Nuevo Horizonte siempre hemos considerado el deporte y la rehabilitación motriz como un pilar
importante en el trabajo con las personas con autismo», Carmen Muela, directora de Nuevo Horizonte.
JAIME GUTIÉRREZ
PREGUNTA. ¿Por qué una escuela de
Baloncesto?
FRAN MURCIA. Cuando terminas tu
carrera deportiva y lo haces joven,
tienes que buscar una ocupación
profesional que te mantenga vivo
durante todos los años que te quedan
de actividad laboral. Cada uno busca
lo que cree que va a hacer mejor y yo
creo que un sitio ideal para un
deportista que ha trabajado a un nivel
alto es dedicarse a enseñar todo lo
que ha aprendido. Y eso es lo que
hago.
P. ¿Y por qué enseñar a personas con
discapacidad?
F. Yo empiezo mi escuela en Lucerna
(Córdoba), después monto un
segundo proyecto en Las Rozas
(Madrid), otra escuela de baloncesto
para niños sin ningún tipo de
discapacidad y un día me voy a
entrenar a unos chavales con
síndrome de Down porque una
fundación me lo pide. Así descubrí
que tenía cierta habilidad para ello y
que además era un tema muy
satisfactorio para mí.
P. ¿Cómo contactó con la Asociación
Nuevo Horizonte?
F. Bueno, una cosa lleva a la otra, y el
dueño del colegio de Madrid donde
tengo la escuela conoce al presidente
de la Asociación Nuevo Horizonte,
que es donde realizamos la actividad,
y un día, tomando algo con él, me
dice que le encantaría probar a jugar
al baloncesto con personas con
autismo y vengo a probar. En un
primer contacto veo que los chicos
responden más o menos bien, que
necesitan hacer ejercicio físico porque
tienen una vida bastante sedentaria y
se me ocurre crear este proyecto.
Además, por medio de una amistad
dentro de Orange descubro que su
fundación está trabajando mucho
dentro del espectro del autismo y se
lo propongo a Manuel Gimeno (Dto.
Gral. de la Fundación Orange) y así es
como empiezo.
P. ¿Qué aporta este proyecto a
Nuevo Horizonte?
CARMEN MUELA. En Nuevo
Horizonte siempre hemos
considerado el deporte y la
rehabilitación motriz como un pilar
importante en el trabajo con las
personas con autismo. Además, Fran
viene muy interesado a conocer el
tema y trae un proyecto de
baloncesto que nosotros veíamos que
podía complementar un aspecto que
nos faltaba en cuanto a mejorar las
conductas sociales. Así se decidió
empezar una experiencia piloto, no
sólo con Nuevo Horizonte, también
con el centro de CEPRI que tiene
alumnos con menor edad, y que por
tanto nos iba a permitir observar de
qué modo también la edad influye en
la adquisición de estas competencias
y habilidades sociales a través del
baloncesto.
P. ¿Cómo fue el primer día?
F. El primer día fue raro, porque cada
persona con autismo es un mundo
diferente, cada una tiene un
comportamiento completamente
distinto, pero es que además,
dependiendo de la edad también son
diferentes. Entonces teníamos doce
casos completamente distintos con
los que tienes que, de alguna manera,
hacer el mismo trabajo y no todos van
a responder igual. Fue raro, sí, pero
también muy satisfactorio porque
desde el primer día descubrí que son
Grupo de alumnos de Nuevo Horizonte realizando el calentamiento/JAVIER DÍAZ – F. ORANGE
«A los entrenadores les dije:
no pretendáis ganar títulos
con esto, lo que vais a ganar
es una satisfacción personal
que no vais a conseguir en
ningún otro campo».
personas que se centran mucho en el
trabajo si tú las guías.
P. ¿Cómo hay que acercarse a una
persona con autismo?
C. Lo primero es respetarla,
observarla mucho, no invadirla
físicamente, intentar acercarse mejor
con imágenes que con palabras –
porque eso les ayuda y les da mucha
tranquilidad–, y sobre todo tratarlas
de manera individual. Los programas
dan verdaderos resultados cuando les
haces un traje a la medida. Todo debe
estar muy estructurado y con pasitos
muy pequeños. Debe ser muy
sencillo, muy delimitado y no avanzar
al siguiente paso hasta que no
hayamos conseguido el anterior.
Asimismo tenemos que ser muy
estables en nuestra relación con ellos,
porque esperan de nosotros que ante
una misma situación obremos
siempre de la misma manera.
Guardar rituales es algo que les calma
bastante y hace que estén más
propicios a relacionarse.
Por último, hay que tener paciencia.
El tiempo para nosotros no cuenta. Y,
por supuesto, tienes que tener fe en
que vas a conseguir las cosas, claro.
P. ¿Y cómo es la relación entre ellos?
F. Cuando yo empiezo el taller, lo
único que pienso es en hacer una
actividad física para personas que la
necesitan dentro de sus vidas. Ese es
mi primer objetivo al ver que hay una
necesidad clara en eso. Una vez que
pones en marcha el proyecto y
empiezas a entrenar te das cuenta de
que hay otros muchos beneficios que
obtiene la persona con autismo con el
mundo del baloncesto: un trabajo de
psicomotricidad muy importante que
les ayuda a su movilidad –que según
van pasando los años se va
deteriorando–, un ejercicio de
sociabilidad y de compañerismo que
es muy difícil para ellos, y más en un
deporte de equipo, y además hemos
descubierto que esta actividad les
proporciona alegría. No es que ellos
digan “me hace muy feliz” porque las
personas con autismo normalmente
no te expresa sus sentimientos, pero
sí que se lo notas en su
comportamiento, cuando salen del
cole y vienen a entrenar o cuando me
ven y empezamos a jugar.
P. Entonces, ¿se han superado los
objetivos?
F. Cuando algo no se ha hecho nunca,
es muy complicado valorar cuáles son
los objetivos que vas a intentar
cumplir. Pero a raíz del trabajo que
estamos haciendo con ellos vemos
que los objetivos que ahora podemos
cumplir son muchos más de los que
en principio nos habíamos planteado.
P. ¿Qué aporta personalmente este
trabajo?
C. Lo mejor de trabajar con ellos es
poder compartir una mirada cuando
alcanzamos un logro o que les llames
y se vuelvan para mirarte. Cualquier
avance pequeñito te da una gran
satisfacción porque todo es muy difícil
y muy complejo con ellos. Además te
enseñan muchas cosas, te enseñan a
observar, a tener paciencia y a seguir
luchando.
F. A nivel personal cualquiera que
probase la experiencia no necesitaría
explicaciones. El simple hecho de que
tú un día vengas un poco bajo o
tocado de moral y entrenes con estos
chavales, veas cómo se lo pasan y
cómo disfrutan y cómo aprenden es
una satisfacción que no tienes en otro
tipo de enseñanza.
Aparte de esta escuela tengo otra en
Salamanca que es para discapacitados
en general y cuando entrevisté a los
entrenadores que iban a trabajar
conmigo les dije «no pretendáis ganar
títulos con esto, pero os aseguro que
lo que vais a ganar es una satisfacción
personal que no vais a conseguir en
ningún otro campo».
P. ¿Algún nuevo proyecto en mente?
Sí, me gustaría poder aplicar la idea
raíz de este proyecto, que a nivel
personal creo que ha sido un éxito
tremendo, en la escuela de
Salamanca y poder hacer que este
proyecto llegue a más gente. Este año
se han quedado chavales fuera que
querían venir y desearía que, para la
próxima temporada deportiva, el
proyecto tuviera mayor alcance.
Tener una escuela especializada en
baloncesto para personas con
autismo pero pudiendo hacer que el
baloncesto llegue a más de los doce
alumnos que ahora tenemos.●