3
Largo camino el que recorrió Carolina antes de llegar a los Países Bajos. A los 23 años dejó Chile para estudiar economía y negocios en los Estados Unidos. Los estudios la llevaron luego a Madrid y Berlín, ciudades en las que vivió algunos años antes de aterrizar definiGvamente en RoIerdam, Holanda. Fue el amor incondicional por un holandés que conoció en Chile lo que le hizo venir hasta Groningen, la ciudad del norte en la que vivió cuando llegó en el año 1996. Muchas cosas han pasado desde entonces. ‐ ¿Qué fue de aquella historia de amor que te trajo aquí? ‐ Mi relación con aquel novio holandés duró seis años. En el primer año nos trasladamos a RoCerdam y yo encontré trabajo en una agencia de publicidad, un ‘reclamebureau’ en Amsterdam. Luego de tres años me cambié de trabajo a Ernst & Young donde trabajé en proyectos internacionales , así que pese al fin de la relación decidí quedarme y probar. Tenía un buen trabajo, muchos amigos, mi vida armada y aunque mis padres me querían de vuelta en Chile, yo me quedé pensando estar dos o tres años más. ‐ ¿Cómo fueron tus primero años aquí? ‐ Cuando llegué hablaba inglés y alemán. EL holandés lo aprendí con mi novio, en clases, leyendo, y claro que es diQcil si no Renes contactos para entrar en la red. Tuve que pasar por muchos momentos diQciles, pero cuando acabó mi relación ya había conseguido cosas. Trabajaba en Business Development, viajaba mucho y así, sin darme cuenta, me fui quedando y quedando hasta hoy. Este mes cumplí 17 años desde que llegué. ¿Trabajaste con el alcalde de RoIerdam algunos años? Trabajé directamente con el alcalde de RoCerdam, Ahmed Aboutaleb. Viajábamos mucho a Estados Unidos. Nosotros atraíamos a empresas americanas que querían establecerse aquí en RoCerdam. Les ayudábamos con todo el proceso, desde localizar oficinas, lugar para las familias que venían a residir, buscar las empresas con las que trabajarían, decidir quien llevaba la contabilidad, la estructura de la empresa. Eso lo hice con mucho placer durante los tres años que estuve trabajando con él. ‐ ¿Y cómo surge la idea de independizarte y formar tu empresa en este negocio? ‐ Conocí a un ex concejal de la ciudad y le dije, mira, por qué no hacemos esto nosotros de forma independiente, con empresarios y no sólo en el mercado americano, también con Chile y LaRnoamérica. Y lo estamos haciendo, no sólo dando asesoría y ayuda a empresas que quieren venir a Holanda, sino también a empresas holandesas que querían establecerse o hacer negocios en América LaRna y EE.UU. Estamos en eso, creamos la página web y ya hicimos dos seminarios informaRvos en Chile, en RoCerdam y en Huston, Estados Unidos sobre nuestros servicios . ‐ ¿Qué es lo que más te gusta de vivir en Holanda? ‐ Hay varias cosas que me gustan de Holanda y por ese moRvo creo que sigo aquí. La mentalidad tan abierta, progresista respecto a temas como el aborto o la eutanasia. Esa forma de ser aquí me ha dado una libertad Una chilena en RoIerdam Carolina Barría Marmolejo

Entrevista / Carolina Barria

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Entrevista a la chilena Carolina Barria. Rotterdam, Holanda

Citation preview

Page 1: Entrevista / Carolina Barria

Largo camino el que recorrió Carolina antes de llegar a los Países Bajos. A los 23 años dejó Chile para estudiar economía y negocios en los Estados Unidos. Los estudios la llevaron luego a Madrid y Berlín, ciudades en las que vivió algunos años antes de aterrizar definiGvamente en RoIerdam, Holanda. 

Fue el amor incondicional por un holandés que conoció en Chile lo que le hizo venir hasta Groningen, la ciudad del norte en la que vivió cuando llegó en el año 1996. Muchas cosas han pasado desde entonces.  

 ‐ ¿Qué fue de aquella historia de amor que te trajo aquí? 

‐ Mi relación con aquel novio holandés duró seis años. En el primer  año nos trasladamos a RoCerdam y yo encontré trabajo en una agencia de publicidad, un ‘reclamebureau’ en Amsterdam. Luego de tres años me cambié de trabajo a Ernst & Young donde trabajé en proyectos internacionales , así que pese al fin de 

la relación decidí quedarme y probar. Tenía un buen trabajo, muchos amigos, mi vida armada y aunque mis padres me querían de vuelta en Chile, yo me quedé pensando estar dos o tres años más. 

‐ ¿Cómo fueron tus primero años aquí? 

‐ Cuando llegué hablaba inglés y alemán. EL holandés lo aprendí con mi novio, en clases, leyendo, y claro que es diQcil si no Renes contactos para entrar en la red. Tuve que pasar por muchos momentos diQciles, pero cuando acabó mi relación ya había conseguido cosas. Trabajaba en Business Development, viajaba mucho y así, sin darme cuenta, me fui quedando y quedando hasta hoy. Este mes cumplí 17 años desde que llegué. 

‐ ¿Trabajaste con el alcalde de RoIerdam algunos años? 

Trabajé directamente con el alcalde de RoCerdam, Ahmed Aboutaleb. Viajábamos mucho a  Estados Unidos. Nosotros atraíamos a empresas americanas que querían establecerse aquí en RoCerdam. Les ayudábamos con todo el proceso, desde localizar oficinas, lugar para las familias que venían a residir, buscar las empresas con las que trabajarían, decidir quien 

llevaba la contabilidad, la estructura de la empresa. Eso lo hice con mucho placer durante los tres años que estuve trabajando con él. 

‐ ¿Y cómo surge la idea de independizarte y formar tu empresa en este negocio? 

‐ Conocí a un ex concejal de la ciudad y le dije, mira, por qué no hacemos esto nosotros de forma independiente, con empresarios y no sólo en el mercado americano, también con Chile y LaRnoamérica. Y lo estamos haciendo, no sólo dando asesoría y ayuda a empresas que quieren venir a Holanda, sino también a empresas holandesas que querían establecerse o hacer negocios en América LaRna y EE.UU. Estamos en eso, creamos la página web y ya hicimos dos seminarios informaRvos en Chile, en RoCerdam y en Huston, Estados Unidos sobre nuestros servicios . 

 ‐ ¿Qué es lo que más te gusta de vivir en Holanda? 

‐ Hay varias cosas que me gustan de Holanda y por ese moRvo creo  que sigo aquí. La mentalidad tan abierta, progresista respecto a temas como el aborto o la eutanasia. Esa forma de ser aquí me ha dado una libertad 

Una chilena en RoIerdam 

Carolina Barría Marmolejo

Page 2: Entrevista / Carolina Barria

emocional, de expresión, algo que cuando yo vivía en Chile no tenía. Aquí puedes crear y autoeducarte. Me encanta el hecho de que nadie se mete en tu vida, cada quien en su historia, trabajando. Nadie se preocupa si te vesRste bien o mal, el “qué dirán” aquí no existe y eso es algo que valoro mucho. 

‐ ¿Y qué es lo que menos te agrada de vivir aquí? 

Lo que no me gusta es el clima. Es un problema porque nunca sabes como estará. También extraño el calor humano que existe en Chile, eso de ir 

donde tus amigos sin más, el no hacer citas porque todo funciona más espontáneo. Acá todo es más preparado, más organizado. Cuando el holandés te invita a su casa se quiere preparar, quiere ser un buen anfitrión, darse el Rempo para R. Y eso también lo valoro. 

‐ ¿No extrañas las comida chilena u otras cosas del país? 

‐ Me acostumbré ya a estar lejos de la comida chilena. De hecho cuando llegué aquí mi novio era holandés y bueno, comíamos muy holandés: papas, carne y vegetales. 

Pero  también me di cuenta de la variedad de comida internacional que aquí había y eso lo disfruté mucho, me acostumbré rápidamente al cambio. Claro que extraño cosas y cuando voy a Chile me doy el lujo de comer un ‘lomito a lo pobre’ o comer ‘mote con huesillos’, pero en el diario vivir cocino más internacional. 

‐ ¿Te juntas con más chilenos aquí en RoIerdam? 

‐ Tengo poca relación con los chilenos porque en verdad no conozco a muchos, si tengo un muy buen amigo chileno y  me gustaría conocer más… 

continúa >>

“Siempre llevo lentes para el sol. Es mi forma 

de pensar en que seguro va a salir” 

Page 3: Entrevista / Carolina Barria

“Lo que más me gusta de Holanda es la posibilidad que Genes de navegar” 

Cuando yo llegué habían varios, pero muchos ya emigraron. Los chilenos los veo camaleónicos, integrados a diversas situaciones, entonces por ahí te encuentras con alguno de vez en cuando. 

‐ Parece que los chilenos no se reúnen tanto… 

‐ Creo que pasa porque cuando llegas aquí, lo que quieres es integrarte rápidamente a la cultura local, llegar y hablar el idioma lo más rápido posible, conocer gente y estando sólo con chilenos se hace diQcil la integración con los holandeses. Hay que ser algo frío al principio, buscar a otras personas, inscribirse en clubes sociales o deporRvos. Pero también creo en la importancia de la asociaRvidad entre chilenos, ver quiénes somos, qué hacemos aquí y cómo ayudarnos.  

‐ ¿Qué te gusta de una ciudad cómo RoIerdam? 

‐ Lo que más me gusta de RoCerdam, y de Holanda en general, es la 

amplitud y la opción que Renes de navegar. RoCerdam es un puerto, que da la impresión que no lo es, pero es un puerto maravilloso.  Es una ciudad que surgió de las ruinas tras el bombardeo en la segunda guerra mundial. En ese momento se plantearon el cómo reconstruir la ciudad y optaron por una ciudad arquitectónicamente moderna.  Lo malo es el clima y la sensación de no estar en una clásica ciudad europea de baja altura, de calles estrechas. No existe esa imagen de la vieja Europa, pero está bien pensada en los espacios y la áreas verdes. Aquí surgen los arquitectos más reconocidos del mundo y está la mejor escuela de logísRca. Es una ciudad en donde me encanta andar en bicicleta y perderme en su interior. 

‐ ¿Te planteas después de 17 años volver a Chile? 

‐ No creo que vaya a volver a Chile pronto. Viajo cada año a ver mi familia y no creo que me mueva de aquí, en al menos, tres años.  

Me proyecto en un siRo frente al mar, un lugar tranquilo, alejado de la ciudad, pero me quedan cosas por hacer aquí. Tengo claro que me moveré de RoCerdam en algún minuto. Tenemos un sueño con mi novio que Rene que ver con navegar, pero es un secreto por ahora, un sueño para concretar. Ya veremos!   

  

Si quieres saber más sobre Carolina y su trabajo visita: 

www.carolinabarria.com 

www.rwip.org  

contáctala directamente en [email protected]