InternautasHasta el infinito

y más alláPágina 23

Valora-Test¿Eres

ahorrador?Página 16

Alegría contagiosaMelodías que

acercan a DiosPágina 12

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Revista infantil eucarísticaMarzo 2016 / Año 80 N. 1.077

Depósito legal: P. 27.1956 ISSN 2340-1222Edita: Misioneras Eucarísticas de Nazaret

Administración: Tutor 15-17 / 28008 Madrid - ESPAÑATel: 915 420 887 / rie@revistarie.net

Hacemos Revista RIE

Mónica M. Yuan Dirección y maquetación

Laura M. JaimeEl papa nos habla y Chistes

Verónica M. WasingerTu Palabra me da vida y Valora-Test

Silvana M. TerzaghiHazlo tú también

M. Andrea ChacónWindows RIE

M. Cecilia AppendinoPasatiempos y diseño

Java Alarcón GonzálezInternautas

Mª Soledad FerreroJunto a Don Manuel

David Rodríguez MartínMelodías que acercan a Dios

Sara M. Álvarez Mesa Hablamos con Jesús

José Manuel BacalladoDe película

Sofía Baroni Imágenes para orar

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En este número4 Junto a Don Manuel

Acercar a todos a Jesús Eucaristía6 El papa Francisco nos habla

Testigos de la misericordia

8 Tu Palabra me da vidaJesús quiere encontrarse contigo

10 Windows RIEEl Año Litúrgico

12 Melodías que acercan a DiosAlegría contagiosa

14 Hablamos con Jesús EucaristíaTómate tiempo para orar

3 De película¡Vaya familia!

16 Valora-test¿Eres ahorrador?

18 Hazlo tú tambiénManualidad deportiva

20 PasatiemposAprende + sobre Semana Santa

22 ChistesSonRÍE tú también

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EN PORTADA:Alex, Verónica Mª y David, en ConviRIE’15

E n principio se nos presentan como una familia tipo: la madre, el pa-dre, el hijo y la hija; claro, la cosa se

complica un poquito si a estos cuatro integrantes se le agregan dos tíos, una abuela, un mayordomo y una mano con vida propia. Pero todo esto para ellos no es problema, su residencia es-tá abierta para todo aquel que se ani-me a entrar.

Un aperitivoLos Addams, una familia gótica y lúgu-bre, corren el riesgo de perder su teso-ro de monedas de oro por culpa de Tu-lly Alford un abogado deshonesto de quien los Addams son clientes, y ahora están en serias dificultades financieras.

Para no tener «problemas de frau-de», Abigail Craven, el hijo Gordon y sus criadores, están dispuestos a hacer cualquier cosa a fin de recibir el dinero. Alford tiene una idea al notar que Gor-don es muy parecido con el hermano de Gómez Addams, el jefe de familia, que hace 25 años que quiere encontrar a su hermano. Asimismo Gordon fin-

ge ser el Tío Fétido e intenta hallar la fortuna que paga los gastos de la fami-lia Addams. Pero el plan no es tan sim-ple como parece, pues son un clan bas-tante peculiar.

Habrá que pensar un poco ¿no?Como siempre, os dejamos algunas pre-guntas que nos ayudarán a pensar des-pués de ver la peli…

l ¿Me identifico con alguno de los per-sonajes?

l ¿Se parece en algo mi familia a la Fa-milia Addams?

l ¿Cuál es para ti el principal mensaje de la película?

Una familia.... ¿como todas?Su gran acierto es juntar en una mis-ma historia varios factores que la hacen notable. Por un lado una ambientación muy lograda y por otro lado una histo-ria entretenida e ingeniosa, ensalzando el día a día de estos personajes tan ca-racterísticos que ya se dejaron ver an-teriormente en una serie de televisión americana. Pero sobre todo, si algo ca-

racteriza a “La Familia Addams” son sus protagonistas, el motor de la película. Os aseguro que cada uno de ellos me-recería un capítulo aparte.

Sin duda se trata de una película pro-pia para ver en familia. Seguro coinci-diremos en muchas situaciones con las que viven los Addams, y reiremos al darnos cuenta de lo absurdo de algunas de ellas.

¡Vaya famil ia!La familia Addams es una comedia que nos abre las puertas a la vida de una de las familias más extravagantes, macabras y divertidas que ha dado el cine para todos los públicos. Creado por Charles Addams, el singular clan vive entre tinieblas, en una mansión que tiene mucho de manicomio y poco de hogar ideal para un linaje acaudalado de Estados Unidos.

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N os estuvimos trasladando de un ba-rrio a otro de Sevilla, hasta que fui-mos a parar al barrio del Polígono

Norte. En ese barrio coincidimos con otras personas que habían pasado por la misma situación que nosotros, y eso fue un acontecimiento que me marcó, pues conocí a personas de diversa índole. Te-nía 7 años.

A los 9 años hice la primera Comu-nión y de aquel día tengo también una anécdota. Desde siempre me ha gustado mucho ayudar a los demás, creo que este ha sido uno de los grandes dones que me ha regalado Dios.

Comprendí que Dios me escuchabaEl día de mi Comunión, me regalaron un vestido precioso y en mi afán por ayudar a una prima, que vino a mi Comunión y que se había cortado el dedo, con la ma-la suerte que se me cayó en el vestido el bote de mercurio (que servía para curar las heridas). Mis padres se enfadaron mu-cho conmigo y me castigaron en mi cuar-to. Allí, y dado lo mal que me sentía en ese momento, me puse a hablar con Dios. Creo que ese fue mi primer acercamien-to a Él, y desde entonces puedo decir que no he dejado de seguirle.

Cuando tenía 11 años mis padres con-siguieron un trabajo fuera de Andalucía, pero tenían el problema de no poder de-jar sola la casa que les había costado tan-to trabajo conseguir, así que desde los 14 años me quedé viviendo en Sevilla con mi hermana de 19.

A los 15 años conocí al que ahora es mi marido, y, cuando me casé, me fui a

vivir a otro barrio de Sevilla, Triana, y a día de hoy tengo dos hijas y un nie-to, por lo que puedo decir que ¡la vi-da no me ha ido muy mal!

Aunque anteriormente he trabaja-do en otros lugares, desde hace unos años trabajo en una imprenta que, ca-sualmente, está al lado de mi parroquia. Es un trabajo que me gusta mucho por-que me relaciono con muchas perso-nas y muy diversas.

Antes de contaros cuándo empe-cé a conocer a don Manuel y a las Mi-sioneras Eucarísticas, me gustaría de-cir que en mi vida, nunca me he aleja-do de Dios. Hace aproximadamente 20 años empecé a dar catequesis en la parroquia Nuestra Señora de los Re-medios. A través de ella ayudaba a los niños que se estaban preparando para el sacramento de la Eucaristía a cono-cer a Dios y a amarlo tal y como yo lo hago, haciéndoles entender la simbo-logía de la Eucaristía, enseñándoles a rezar, etc.

Conocí la Familia EucarísticaHace 12 años tuve la suerte de conocer a las Misioneras Eucarísticas de Naza-ret y descubrí en ellas el carisma que

yo perseguía y que intentaba inculcar en la catequesis. El párroco, don Fran-cisco Navarro, las trajo para que se ocu-paran del cuidado de la sacristía. Así es que le dije que sería muy bueno que ellas vinieran. Empezaron a venir a la parroquia para formar a los catequistas y a servir en las tareas parroquiales. Des-de entonces pertenezco a un grupo de oración que ellas organizaron.

De don Manuel he aprendido que somos instrumentos de un Sagrario vi-vo y que el Espíritu de Dios nos guía. ¡Por eso me hice María de los Sagra-rios Calvarios, miembro de la UNER! Deseo vivir amando a Jesús Eucaristía y

a las personas. Para mí esto ha sido otro gran regalo de Dios. ¡Y le estoy muy agradecida!

Nunca te sentirás soloMe gustaría animar a todos los lecto-res de la revista RIE para que conozcan la persona misericordiosa que es Jesús de Nazaret.

Desde que yo tuve la suerte de co-nocerle, nunca me he sentido sola, y he podido y puedo ser instrumento de Dios vivo, por lo que si alguien necesita un Amigo que nunca falla, ¡que se acer-que a Jesús Eucaristía y alcanzará la fe-licidad! ¡Haced la prueba!

Me llamo María José Rubio Panadero. Nací en Sevilla, aunque mi familia es de Extremadura. A los pocos meses de mi nacimiento hubo unas inundaciones y mis padres lo perdieron todo, tanto la casa como todas sus pertenencias.

Acercar a todos a Jesús Eucaristía

¿Reconoces este Sagrario? Es el del Seminario de Málaga. Aquí hice mi ofrenda como

miembro de la Familia Eucarística Reparadora.

Este es el Sagrario de la Parroquia de los Remedios y estoy junto con los niños de la escuela de oración (yo soy la primera de la izquierda).

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H an sido muchos los hombres y mujeres que, a lo largo de la Historia, descubrieron que la esencia de Dios era su Amor y su gran deseo de darnos

su misericordia, su compasión. El Pueblo de Israel lo vivió así, y hoy la Iglesia continúa este camino. El Año de la Misericordia es un medio más que nos ayuda a acercarnos a Él.

Los salmos de la misericordiaLos autores de los Salmos, uno de los libros del Anti-guo Testamento, hablan muchas veces de la miseri-cordia de Dios (Salmo 25), Dios que siempre nos ayu-da (Salmo 70), salva, cura, perdona (Salmo 103), libe-ra, protege (Salmo 146), sana, sostiene y derrota a los malvados (Salmo 147). Sobre todo nos recuerdan que la misericordia de Dios es eterna, es decir, que nunca se acaba (Salmo 136).

Profetas de la misericordiaEn el Antiguo Testamento podemos ver, también, cómo varios profetas ayudaban a mantener viva la es-peranza en la salvación y el perdón. Miqueas anuncia que Dios volverá a compadecerse de nosotros y arro-jará al fondo del mar todos los pecados (7,19). Oseas declara que Dios se “conmueve” y “siente compasión” (11,8); Isaías consuela al pueblo diciéndole que está cer-cano “el año de la misericordia del Señor” (61,2).

San Pablo, apóstol de la misericordiaEn el Nuevo Testamento, san Pablo es un ejemplo de conversión: era un perseguidor de la Iglesia, pero cuan-do el Señor lo llamó se convirtió en un verdadero cris-tiano misionero. Entendió que la fe es más importan-

te que obedecer solo la Ley que obser-vaban los judíos, y que la misericordia de Dios es más grande que su justicia.

Las religiones de la misericordiaLos judíos y los musulmanes conside-ran que la misericordia es uno de los rasgos más importantes de Dios. El pa-pa Francisco pide que el Jubileo sea un momento favorable para promover el encuentro con estas y otras religiones; que nos haga más abiertos al diálogo para conocernos y comprendernos me-jor; y elimine así la cerrazón y el des-precio que llevan a la violencia y a la dis-criminación.

Los papas de la misericordiaSan Juan XXIII y san Juan Pablo II son los papas que nos han ayudado a no ol-vidar que la misericordia es el centro de la vida cristiana. El primero, llamado “pa-pa bueno”, inició el Concilio Vaticano II con los signos de “la medicina de la mi-sericordia” y de la “maternidad de la Iglesia”. El segundo, a quien posiblemen-te conozcas, dedicó su segunda encícli-ca y la liturgia del segundo domingo de Pascua a la Divina Misericordia.

Los misioneros de la misericordiaAl inicio de la Cuaresma, el Miércoles de Ceniza, el papa Francisco envió co-

mo misioneros a algunos sacerdotes que tienen la tarea de anunciar a todos la alegría del perdón de los pecados y el retorno a la vida nueva del Bautismo. Estarán misionan-do en todo el mundo. Posi-blemente, cerca de tu casa haya más de uno.

La madre de la misericordiaMaría conoció como ningu-na otra persona a Jesús, que es la misericordia hecha car-ne. En la oración de la Salve Regina le pedimos que nun-ca se canse de volver hacia nosotros sus ojos misericor-diosos y nos haga dignos de contemplar el rostro de la mi-sericordia de su Hijo Jesús.

De este modo, por tan-to, mientras seguimos avan-zando por el Año de la Mi-sericordia, no olvidemos las palabras de los Salmos, el ejemplo de los testigos, la in-vitación al diálogo con los que pertenecen a otras religiones, las enseñanzas de los papas de la misericordia, el anun-cio de los misioneros de la misericordia y la presencia siempre cercana de la Madre

de la Misericordia. ¡Buen camino de la mano de estos siete testigos de la mi-sericordia!

Queridos amigos: Es una alegría volver a encontrarnos y compartir este rinconcito con vosotros. Seguimos caminando por el Año de la Misericordia y, para no perder el rumbo, esta vez nos detendremos a hablar de siete indicadores que pueden ser de gran ayuda.

Testigos de la misericordia

Así pintó Miguel Ángel al profeta Isaías en la Capilla Sixtina, en el Vaticano.

San Juan Pablo II.

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Domingo de Ramos (20 de marzo): Lucas 19, 28-40Dicho esto, siguió adelante, subiendo hacia Jerusalén. Cuando se acercaban a Betfagé y Betania, junto al monte de los Olivos, envió a dos discípulos dicién-doles:– Id a la aldea de enfrente; al entrar, en-contraréis un borrico atado, que nadie ha montado hasta ahora. Desatadlo y traedlo. Si alguien os pregunta para qué lo desatáis, decidle que el Señor lo ne-cesita.

Fueron los enviados y lo encontra-ron como les había dicho... Se lo lleva-ron a Jesús, echaron sus mantos sobre el borrico y lo hicieron montar. Mien-tras avanzaba, la gente alfombraba con

sus mantos el camino. Cuando se acer-caban a la cuesta del monte de los Oli-vos, los discípulos en masa y alegres se pusieron a alabar en voz alta a Dios por todos los milagros que habían presen-ciado. Y decían: – Bendito sea el rey que viene en nom-bre del Señor. Paz en el cielo, gloria al Altísimo.

Con este domingo comenzamos la semana más importante del año: Se-mana Santa. Estos días vamos a ver a Jesús afrontando los momentos más difíciles de su vida: su pasión y muerte. Y siendo el momento más importante de su vida, Jesús lo inaugura con un ges-to de humildad que nos recuerda que nuestro Dios es sencillo, escoge la po-

breza y se encuentra con la gente que está en el camino. Jesús quiere encon-trarse contigo ¿por qué camino tendrá que andar? ¿Dónde te puede encontrar?

Domingo de Pascua (27 de marzo): Lucas 24, 1-12El primer día de la semana, de madru-gada, fueron al sepulcro llevando los per-fumes preparados. Encontraron corri-da la piedra del sepulcro, entraron, pe-ro no encontraron el cadáver del Señor Jesús. Estaban desconcertadas por el he-cho, cuando se les presentaron dos hom-bres con vestidos brillantes. Y, como quedaron espantadas, mirando al sue-lo, ellos les dijeron: – ¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resuci-tado. Recordad lo que os dijo estando todavía en Galilea: Este Hombre tiene que ser entregado a los pecadores y se-rá crucificado; y al tercer día resucitará.

Ellas entonces recordaron sus pala-bras, se volvieron del sepulcro y conta-ron todo a los Once y a todos los demás.

Estamos ante el hecho que cambió la historia: la Resurrección de Jesús. Y fue todo sin grandes aspavientos. Los hombres que decidieron la muerte de Jesús, montaron una trama, fingieron un juicio, compraron testimonios, acu-dieron hasta el rey. Dios, para resucitar a su Hijo, no necesitó más que la sole-dad de la noche. Una vez más, Jesús nos sorprende con su sencillez. En esta ac-

titud quiere encontrarnos, quiere que seamos sencillos, quiere que nos abra-mos a la posibilidad de que nos encuen-tre en lo cotidiano de nuestra vida de cada día. Hoy ¿Qué gesto de resurrec-ción vas a descubrir en tu vida?

Domingo 3 de abril: Juan 20, 19-31Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos con las puertas bien cerradas, por miedo a los judíos. Llegó Jesús, se colocó en me-dio y les dice:– Paz a vosotros.

Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron al ver al Señor. Jesús repitió: – Paz a vosotros. Como el Padre me envió, así yo os envío a vosotros.

Dicho esto, sopló sobre ellos y aña-dió: – Recibid el Espíritu Santo. A quienes les perdonéis los pecados les quedan perdonados; a quienes se los manten-gáis les quedan mantenidos.

¡Paz a vosotros! Esta es la palabra de Jesús a sus discípulos, es la palabra que siempre dice cuando se encuentra con cualquiera de nosotros. Los discí-pulos reunidos nos pueden servir de es-pejo en el que mirarnos. Podemos es-tar con miedo, encerrados en nuestras ideas y seguridades; o tal vez, llenos de dudas de fe y pensando que no es ver-dad lo que nos cuentan de Jesús los que lo conocen. Sea como sea que te en-

cuentres, Jesús quiere ir a tu encuentro y darte su paz.

Domingo 10 de abril: Juan 21, 1-19Después Jesús se apareció de nuevo a los discípulos junto al lago de Tibería-des. Estaban juntos Simón Pedro, To-más, llamado el Mellizo, Natanael de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos. Les dice Simón Pedro: – Voy a pescar.

Le responden: – Vamos contigo.

Salieron, pues, y montaron en la bar-ca; pero aquella noche no pescaron na-da. Ya de mañana Jesús estaba en la pla-ya; pero los discípulos no reconocieron que era Jesús. Les dice Jesús: – Muchachos, ¿tenéis algo de comer? Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.

La echaron y no podían arrastrarla por la abundancia de peces. Cuando ter-minaron de comer, dice Jesús a Pedro: – Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?

Pedro le dijo: – Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te quiero.

Jesús le dice: – Apacienta mis ovejas. Y sígueme.

En el texto de hoy, escuchamos mu-chas palabras de Jesús. Te propongo que las leas dirigidas a ti. Cada vez que ponga el nombre de un apóstol, pon tu nombre. Verás que diferente se lee de esta manera la Palabra de Dios!

Tú (tu nombre), ¿tienes algo de co-mer? Es decir, ¿tienes algo para com-partir conmigo?

Tú... ¿me quieres? Es decir, ¿te atre-ves a dar la cara por mí, a trabajar por mi causa?

Tú..., ¡sígueme!

Domingo 17 de abril: Juan 10, 27-30Mis ovejas escuchan mi voz, yo las co-nozco y ellas me siguen; yo les doy vi-da eterna y jamás perecerán, y nadie las arrancará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más que todos y na-die puede arrancar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos uno.

Cada uno de nosotros somos ove-jas del Señor, a cada uno nos cuida y nos atiende como necesitamos, de ca-da uno lleva cuenta, se preocupa, por cada uno está dispuesto a dar la vida. Hoy la Iglesia nos invita a sentirnos cui-dados por Jesús, a tener la certeza de que nada malo nos puede pasar porque vamos bajo su cuidado.

Es cierto, que eso no nos exime de correr peligros, de que haya gente que nos pueda hacer daño. Siempre habrá riesgos. Pero para eso está el Buen Pas-tor, para cuidar a cada oveja y sanar a las que vuelven heridas. Te propongo que hoy le cuentes a Jesús las cosas que te preocupan, lo que te duele, y que también le hables de las personas que conoces que sufren y que parece que no encuentran consuelo.

Jesús quiere encontrarse contigo

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El Año Litúrgico y sus tiempos

Tiempo de Adviento

Color litúrgico: morado. Acti-tud: Fe, espera y alegría, pre-parando la venida de Jesús. Pa-labra que ilumina: “¡Ven, Se-ñor Jesús!” (Ap 22,20). Dura-ción: Cuatro semanas, desde el domingo en torno al 30 de noviembre hasta el 24 de di-ciembre.

¿Sabes qué significan los colores en la liturgia? El blanco se usa en el Tiempo Pascual y en el Tiem-po de Navidad, en las fiestas de la Virgen María y de los santos. Es el color de la alegría, de la luz y de la vida. El verde es propio del Tiempo Ordina-rio. Expresa la juventud de la Iglesia, el camino de una vida nueva. El rojo lo verás el Domingo de Ra-mos, el Viernes Santo, en Pentecostés y en las fiestas de los mártires. Significa el don del Espíri-tu Santo que nos capacita para testimoniar con la propia vida, incluso hasta el martirio. El morado se usa en Adviento, en Cuaresma y en la Liturgia de los difuntos. Indica la esperanza de encontrar a Jesús, y el espíritu de penitencia y conversión.

Tiempo de CuaresmaColor litúrgico: morado. Ac-titud: conversión, reconcilia-ción y penitencia, obras de caridad. Palabra que ilumina: “Oh Dios, crea en mí un co-razón puro, renuévame por dentro con espíritu firme” (Sal 50,12). Duración: 40 días, des-de el Miércoles de Ceniza has-ta el Miércoles Santo.

Tiempo Ordinario (II)

Color litúrgico: verde. Actitud:

Caminar con fe y esperanza.

Palabra que ilumina: “Yo estoy

con vosotros todos los días, has-

ta el final de los tiempos” (Mt

28,20). Duración: Del lunes que

sigue al domingo de Pentecos-

tés hasta el sábado anterior al

primer domingo de Adviento.

Tiempo Ordinario (I)

Color litúrgico: verde. Actitud: Mantener viva la fe en Jesús; Palabra y Pan de vida. Palabra que ilumina: “Yo soy el pan de la vida. El que coma de este pan vivirá para siempre” (Jn 6,48.51). Duración: Desde el lunes que sigue al Bautismo del Señor has-ta el martes anterior al Miércoles de Ceniza.

Tiempo PascualColor litúrgico: blanco. Actitud: alegría y optimismo porque el Señor ha resucitado y vencido a la muerte. Palabra que ilu-mina: “Yo soy el camino y la verdad y la vida” (Jn 14,6). Dura-ción: 50 días, desde el domingo de Pascua hasta el domingo de Pentecostés.

El domingo

Fiesta primordial y pascua se-manal, fundamento y núcleo del Año Litúrgico. El día del Señor resucitado reúne a los creyen-tes en la Eucaristía, es día de ale-gría, de descanso del trabajo y de fraternidad.

Año Litúrgico

Es el ciclo temporal en el que la Iglesia celebra durante el año to-do el misterio de Jesús, presen-tando su vida, sus enseñanzas, y actualizando sus acciones salví-ficas. La cima del Año Litúrgi-co es el Triduo Pascual, en el que se celebra la memoria de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

María y los santos

Durante el Año Litúrgico la Igle-sia recuerda a María como Ma-dre de Dios y de la Iglesia, y mo-delo de vida cristiana. Recuerda también a los santos y los pro-pone como modelo a imitar.

Triduo Pascual

Son los días más importan-tes del Año Litúrgico por-que recordamos el misterio pascual. Jueves Santo: Ins-titución de la Eucaristía. Vier-nes Santo: Pasión y Muer-te de Jesús. Sábado Santo: Jesús en el sepulcro. Domin-go de Pascua: Resurrección de Jesús.

Tiempo de Navidad

Color litúrgico: blanco. Actitud: Acoger a Jesús en la propia vida. Palabra que ilumina: “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros” (Jn 1,14). Duración: Desde el 25 de diciembre hasta el Bautismo de Jesús (domin-go después de la Epifanía).

¡Hola amigos! Este mes abriremos

las ventanas de todo el año, para

que nuestra casa se llene de luz. Sí,

hablaremos de un año especial: ¡el Año

Litúrgico! Conociendo su significado,

podremos vivir y celebrar más profunda

e intensamente cada uno de los tiempos

que lo componen. ¡En marcha!

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Y a sabéis que la mayoría de me-lodías que aparecen en esta sec-ción nos acercan a Dios sin pre-

tenderlo, pero, de vez en cuando, me gusta hacer excepciones y pone-ros música religiosa. En el artículo del que os hablaba quieren desmontar la idea de que esta música tiene me-nor calidad artística: “Existe el este-reotipo de que con la música católi-ca te vas a aburrir de escuchar guita-rras acústicas, panderos y mucha gen-te cantando con más ganas que ta-lento, por lo tanto a la hora de selec-cionar la música que vas a cargar en tus reproductores prefieres la música secular”. Pues bien, con los diez te-mas que propone demuestra sobra-damente que entre la música católica hay calidad ¡y variedad! Variadas en lengua, procedencia, estilo…

Para todos los gustosDe estas muestras que proponen en Catholic-Link me ha gustado mucho cómo suena Rob Galea; me parece que Matt Maher recoge lo mejor de músi-

ca actual de fuera del ámbito religioso, aunque Alfareros tiene un estilo que no está entre mis preferidos lo hace tan bien que ha conseguido llamar mi aten-ción. Son By Four está representado por el tema “Católico Soy”, que está muy lleno de contenido… pero he de que escoger una canción y me queda-ré con la primera: “No puedo parar”, de Jon Carlo.

Tengo que reconocer que había oí-do a muy pocos de estos artistas, así que busco ahora mismo información sobre Jon Carlo y veo que es un pro-ductor y cantautor de origen domini-cano aunque residente en Texas. Ha trabajado como productor y composi-tor también para otros grupos.

No puedo parar ¡de tararear!“No puedo parar” ha sido mi primer contacto con Jon Carlo’s Band. Por lo que dicen, esta es su canción más pe-gadiza y ¡vaya si lo es! Eso no significa que sea la mejor, pero el caso es que es una buena canción de alabanza. No in-troduce muchas ideas sino que abunda

en la misma: “Dios es quien me mue-ve y por eso no puedo parar, canto y le alabo”. Al repasar la estructura hablo de estrofas, pero en realidad el texto no cambia casi.

La canción comienza con una gui-tarra acústica y unas palmas que irán marcando el compás la mayor parte de la canción, enseguida se une un tecla-do, con sonido de sintetizador difuso, ambiental. Con solo esta base arranca la voz en la primera estrofa, tiene un sonido muy limpio. Si tiene reverbera-

ción, es mínima, así que no se aprecia más efecto que el uso puntual del eco para resaltar una palabra. Para la segun-da estrofa crece esa base añadiendo el bombo marcando el pulso, doblando las palmas y un bajo eléctrico. Un re-doble introduce el estribillo, en el que desaparecen las palmas y todo se re-fuerza con la guitarra eléctrica, el resto de la batería y un cambio en los sintes. Nos sirve de puente hacia la siguiente estrofa un parón en el que se quedan solas las palmas, la guitarra eléctrica con

un efecto de sordina y poquísimo sintetizador. Esta estrofa ya tiene de to-do. De nuevo redoble y estribillo alar-gado con variaciones. En este punto te-nemos otro parón y un puente que rom-pe con la canción: tenemos al batería empleándose a fondo con redobles y más adornos, y la guitarra creciendo en intensidad mientras la melodía es cla-ramente distinta al resto de la canción cantada a varias voces. Terminamos con variaciones sobre el estribillo repitién-dose hasta el final.

Energía para cantar, energía para alabarComo os dije antes, la idea que trans-mite esta canción es muy sencilla. A ve-ces es bueno que una canción nos di-ga muchas cosas y otras, como esta, nos ayude a decir una sola ¡pero con muchas ganas y convicción! La letra es solo esto:

“Tú me haces cantar, tú me haces vibrar, tu Espíritu Santo me hace saltar, tu Gracia me llena, me da claridad,

me da libertad. No puedo parar.No puedo parar de cantar, no puedo parar de gritar, no puedo parar de alabar tu Nombre, Señor. Dios es amor. El que vive en amor vive en Dios y Dios en él”.Estar en contacto con Dios cambia

nuestra vida. La letra me hizo pensar en un ejemplo… perdonadme si es un poco tonto. Si un aparato eléctrico ha-blase con la energía que le llega le diría eso: eres lo que me mueve, lo que me hace funcionar, lo que hace que me pueda iluminar y mientras esté “conec-tado” no puedo parar, solo desenchu-fándome me apagaré.

En realidad el ejemplo no es tan ori-ginal. Jesús no nos habló de corrientes eléctricas, pero sí de corrientes de agua viva. En cualquier caso hay que estar unido a la fuente, revisar que no haya nada que impida el paso de la corrien-te y ¡dejar que nos mueva!

Alegría contagiosaNo es la primera vez que decido la canción de la que hablaros por algo que leo en el portal de Internet Catholic-Link. ¡Pero esta vez se me amontona el trabajo! Publicaron en enero una entrada titulada “10 cantantes católicos que están marcando tendencia dentro y fuera de la Iglesia”, y es que ¡suenan muy bien todos!

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E n cualquier momento pue-des acordarte de Dios, por ejemplo, cuando te levan-

tas, dándole gracias por el nue-vo día que ha comenzado; de camino al colegio, pidiéndole fuerzas para hacer tus tareas, cuando ves a una persona que está triste, pidiéndole por ella,... Jesús nos dice: “es necesario orar siempre y no desfallecer” (Lc 18,1), es decir, no tenemos que desanimarnos ni dejar nun-ca de contar con Él.

También el beato Manuel González, con las mismas pala-bras de Jesús, nos invita a rezar en todo momento, pero además sabe lo importante que es dedi-car ante el Sagrario un tiempo en el que estéis solo tú y Él, y na-da ni nadie pueda interrumpiros.

Los mejores momentosPiensa en tus amigos y en los momentos que vives con ellos: en el colegio, cuando hacéis de-porte, cuando no podéis estar

juntos y os enviáis fotos por el móvil o por Facebook. Todos es-tos momentos dejan muy bue-nos recuerdos, pero son mucho mejores cuando van acompaña-dos de esos ratos en los que os sentáis a compartir las cosas que más os importan: vuestras preo-cupaciones, alegrías, dudas, sue-ños,... Cuando compartimos con los demás lo que llevamos den-tro, las pequeñas cosas que com-partimos con ellos cada día se vi-ven con mayor intensidad.

Como con un amigoCon Jesús pasa como con nues-tros amigos: podemos acordar-nos de Él en cada momento del día, diciéndole alguna palabra o simplemente trayéndolo a nues-tro pensamiento.

Pero todo esto se llena de sentido cuando le dedicamos un tiempo especial en el que le con-fiamos nuestro interior y esta-mos dispuestos a conocer cada vez mejor su corazón por medio

de la lectura de la Palabra. Para este tiempo de oración, el You-cat nos ofrece tres criterios muy interesantes.

Tres pistas para conseguirloElegir un tiempo fijo cada día. Al principio nos puede resultar un poco más difícil, pero si per-severamos, este tiempo se con-vertirá en una costumbre que, incluso, lo echaremos de menos cuando no lo hagamos. Para es-to hay que tener en cuenta la clave número dos que vimos en meses anteriores: “ser fiel en lo pequeño”, empezando por un tiempo más corto y poco a po-co ir aumentándolo.

Elegir un momento de cal-ma, por ejemplo, por la mañana o por la noche, cuando tenga-mos menos distracciones que nos impidan estar con Jesús.

Elegir un momento que tú aprecies, que a ti te gusta y se lo regalas a Jesús con gusto. No conviene regalar el tiempo “que nos sobra”, porque seguramen-te no tendremos todos nuestros sentidos bien atentos a la pre-sencia de Jesús y a lo que Él nos quiere decir.

SugerenciaAhora que sabes cuándo es el me-

jor momento para orar, establece

un tiempo fijo cada día y, para que

al principio no se te olvide, pon la

alarma de tu móvil, de tu reloj o del

despertador para que te lo recuer-

de. Verás que, si eres fiel cada día,

con el tiempo podrás quitar la alar-

ma, porque tú mismo echarás de

menos ese rato con Jesús.

Esta vez el Youcat nos invita a revisar el tiempo que dedicamos a la oración. A Dios no hay que pedirle una audiencia, Él está dispuesto a hablarnos y a escucharnos siempre que queramos. Y tú, ¿qué tiempo le dedicas a Él?

Tómate tiempo para orar

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¿?¿?¿?

¿? ¿?¿?¿Eres ahorrador?

Mayoría de respuestas A:Si respondiste a la mayoría de estas preguntas con la opción A ¡enhorabuena! Eres muy equilibrado a la ho-ra de gastar y ahorrar el dinero. Sabes que no siempre hay que ser tacaño, el dinero debe ser una ayuda no un fin, gastarlo en un regalo o en tomar algo con un ami-go está muy bien. Recuerda que debemos procurar el mismo equilibrio en todas las cosas que hacemos y ser generosos también con nuestro tiempo, talentos, cari-ño, etc. Ojalá tu actitud sirva de ejemplo para otros ni-ños que caen en el derroche o en el egoísmo.

Mayoría de respuestas B:Si tu respuesta mayormente es la opción B ¡enhorabue-na, debes tener mucho dinero en tu hucha! Es muy bueno saber medirse y ahorrar, tanto en cuanto al di-

nero como a las demás cosas que usamos. Te acon-

sejo que también procures compartir y disfrutar de lo que puedes hacer con el dinero: invitar a un amigo, comprar un regalo, ayudar a un pobre. Recuerda siem-pre que las cosas son para el hombre y no el hombre para las cosas. Eso sí, nunca ahorres en dar cariño y ofre-cer con generosidad tu amistad a quien lo necesite.

Mayoría de respuestas C:Si respondiste a la mayoría de las preguntas con la op-ción C, tu economía es un desastre, pero ¡enhorabue-na, eres una persona generosa y eso vale muchísimo! Te aconsejo que intentes guardar algo de dinero para ocasiones especiales, siempre es bonito poder hacer un regalo y para eso se necesita dinero. Supongo que tus amigos saben que eres un mal administrador, pero que tienes un corazón de oro, así que no te confiarán el di-nero, pero contarán contigo siempre sin dudarlo.

G i r a p a r a v e r s i e r e s a h o r r a d o r

1. ¿Tienes hucha o alcancía?a. No, pero guardo el dinero en un

bolso especialb. Sí, desde que era pequeño c. No, soy incapaz de guardar el dine-

ro

2. Se ha puesto de moda un juego que te encanta. Tú…

a. Coges lo que tienes ahorrado y te lo gastas en el juego

b. Te esperas a Navidad o tu cum-pleaños y lo pides

c. Procuras conseguir dinero y te lo compras

3. Sales con tus amigos a celebrar un cumpleaños. Tú…

a. Adaptas tu presupuesto al sitio don-de van a comer

b. Propones un sitio barato o eliges lo más económico para comer

c. No importa cuánto hay que gas-tar, es un cumpleaños

4. Eres el administrador del dinero que estáis juntando para fin de curso en el cole. Tú…

a. Animas a colaborar y a ser gene-rosos

b. No lo fomentas mucho, para no tener que aportar demasiado

c. Te despreocupas de los gastos

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5. Hace meses que estás ahorrando pa-ra las vacaciones, pero surge la ocasión de gastar el dinero. Tú…

a. Gastas solo un pocob. Ni pensar en tocar tus ahorrosc. Te lo gastas todo sin hacerte pro-

blema

6. En tu bolso llevas…a. Algo de dinero por si acasob. Nada, para no caer en la tentación

de gastarc. Lo que tengo a mano

7. Llegan los Reyes. Tú…a. Pides lo que quieres y algún capri-

cho de última horab. Pides lo imprescindiblec. Haces una lista de dos folios de re-

galos

8. Llega el cumpleaños de tu madre. Tú…

a. Gastas en un buen regalob. Le regalas tu amorc. No tienes dinero, así que le debes

el regalo

9. Te encuentras dinero en la calle mien-tras vas con un amigo. No hay nadie cerca a quien preguntar si se le ha caí-do. Tú…

a. Automáticamente invitas a tu ami-go a tomar algo

b. Repartes mitad y mitadc. Lo invitas al cine

10. En la ducha, tú…a. 10 minutosb. 5 minutosc. 20 minutos¿?

Ser ahorrador está muy de moda. Los seguros te ofrecen planes para ahorrar y las casas más inteligentes son las que más ahorran. Pero lo cierto es que lo grande se hace a base de dar pequeños pasos, así que te propongo este test para que descubras cuán ahorrador eres.

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Si amas hacer deporte, pero siempre olvidas donde están tus cosas, esta manualidad es para ti. Necesitamos una pelota de tenis que ya no uses, ojos móviles adhesivos, un cúter, un tapón, un rotulador y unas tijeras.

1Para el primer paso necesitarás la ayuda de un adulto, ya que tienes que intentar hacer un cor-

te horizontal a tu pelota. Para esto, la sujetas de tal manera que una de las líneas blancas que la cruzan quede por arriba y otra por debajo. En la parte in-ferior realizas el corte con un cúter. Una vez que lo hayas abierto un poco te puedes ayudar con unas tijeras para lograr el tamaño que desees. Si no eres capaz de realizarlo sin torcerte, puedes pintar an-tes la línea con un rotulador.

2Coloca ojos a tu nueva amiga. Primero deberás quitar el papel que traen por detrás y luego ad-

herirlos, de manera que el corte, que has hecho antes, sea la boca. ¡Esto sí es divertido! Puedes ju-gar con el tamaño de los ojos, la forma y los colo-res para lograr la expresión que quieras.

RIE19

3Para que no salga rodan-

do (y tú con ella a buscarla), necesitas colocarle un soporte, para eso es el tapón. Elige el color que más te guste, lo pones por debajo, de modo que la pelota que-de adentro, para asegurarlo utiliza pegamento.

4¡Personalízala! Utiliza tu imaginación: ponle un gorro, una corona, gafas, un pañuelo en el cue-

llo, o lo que más te guste.

¡Listo! Ahora tu amiga puede sostener todo lo que no quieras perder de vista. Coloca en su boca tus cosas favoritas, ¡y ya no te olvidarás de nada!.

Manualidad deportiva

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E Ú N S

M S N

Í I E

S E P E

A T E

F N L

BUSCA LAS 7 DIFERENCIAS

DOMINGO DE RAMOS

JUEVES SANTO

DOMINGO DE PASCUA

R S DN

C

S

MA

O

O

O

OS

AO

A

TU

YO

MM

S

A

O

O

OA

H

E

El Jueves Santo recordamos la Última Cena de Jesús con sus discípu-los, donde, además de instituir la Eucaristía, nos dejó el mandamiento del amor. En este dibujo aparece sobre la mesa, pero las letras se han

desordenado. ¿Puedes colocarlas correctamente, por favor?

¿Cuál de estos trozos no corresponde a es-te puzzle y qué ima-

gen se forma?

¡Y llegamos al gran día! Y... ¿qué celebramos el Domingo de Pascua? La RESURRECCIÓN

de JESÚS ¡Claro! ¡Si te lo sabes bien! Este pa-satiempo tiene que ver con eso, pero...

¿qué te parece si me dices en qué orden de-bo poner estas tiras para que se forme una

imagen? ¿Y qué aparece en ella?

SÁBADO SANTOEl sábado es un día de reflexión y silen-

cio, en el que estamos a la espera... ¿De

quién crees que nos acordamos especial-

mente durante este día?

Si descifras este mensaje descubri-rás unas palabras del papa Francisco que nos ayudan mucho a valorar lo

que pasó el Viernes Santo.

VIERNES SANTO

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TÚ TAMBIÉNSONAFORTUNADO

Un empresario tiene que escribir una carta de recomendación pa-ra un empleado más bien vago. No quiere mentir acerca de su empleado, pero tampoco quie-re decir la verdad. Tras una dete-nida reflexión, escribe en la carta de recomendación: “Será afortunado si consigue que esta persona trabaje para usted”.

DIFÍCIL ELECCIÓN

Entra un señor en un restau-

rante, le entregan la

carta y lee: “verduras a elegir”. Cuando se le acer-ca el camarero le pregunta: - ¿Qué verduras tienen? - Pimientos, señor. - Y, ¿qué más? - Nada más. - ¿Entonces? ¿Entre qué puedo elegir?

- ¡Entre si los quiere o no los quiere!

¿EN LA PLAYA?

Suena el teléfono:- Hola, Pepe, soy Paco. ¿Por dónde andas?- Mmm… Sol, arena y cerveza.- ¡Wowww! ¿En la pla-ya?- ¡Nooo! ¡Estoy en la obra, soy albañil!

CICLO ECOLÓGICO

Francisco hablando con su madre:

- ¿Es verdad que los peces más grandes

se comen a los más pequeños?

- Sí, Francisco. - ¿Y también comen sardinas?

- Sí, Francisco. - ¿Y cómo abren la lata?

INFORMÁTICA

- Asistencia técnica telefónica, ¿en

qué puedo ayudarle?

- No me funciona el módem.

- ¿Qué luces tiene encendidas?

- La del salón y la del pasillo.

- Vale, le mandamos un técni-co.

¿MÉDICO O BORRACHO?

Tras examinar a un paciente que es un alcohólico crónico, el médico le dice: - No encuentro la razón de sus dolo-res de estómago, pero francamente, creo que esto se debe a la bebida. - Bueno, entonces volveré cuando us-ted esté sobrio.

RIE22

Dibujo: Nick Lee.

Dibujo: Rocket000.

SOLUCIONESDOMINGO DE RAMOS

JUEVES SANTOLa frase es: Amaos unos a otros co-mo yo os he amado.

VIERNES SANTOJesús nos ama sin límites, siempre, hasta el final.

SÁBADO SANTODe la Virgen María

DOMINGO DE PASCUAEl orden correcto es:2, 7, 5, 1, 3, 6, 4.

¡H ola, hola, internautaaaaas! Este mes, mi hermano y yo hemos decidido irnos un poco lejos. ¡Hasta el espacio! Es decir, hasta el infinito y más allá. Lo

conseguimos gracias a la web de la Agencia Espacial Europea, que tiene una fantástica sección para niños (esa.int/esaKIDSen).

En este sitio vamos a poder aprender un montón de cosas del espacio que desconocíamos,. ¿Alguna vez te has preguntado cómo viven los astronautas? ¡Aquí po-drás saberlo! También conocerás qué tecnología usan y todo lo relacionado con nuestro universo.

Además, tiene una sección con entretenimientos re-lacionados con el universo y ¡hasta puedes curiosear y ha-cer experimentos en la sección laboratorio y saber, rápi-damente, todos las noticias que aparecen sobre el sistema solar. Bueno, internautas, mi hermano y yo esperamos que os guste esta web estelar. ¡Hasta el mes que viene!

Desdeel espacio

Cuando nos sorprendealgo muy diferente a todo lo demás, debemos dejar que, a nuestra mirada tan humana, Dios le ponga su toquecito divino. Porque lo desigual también aporta belleza cuando aprendemos a no excluir ni discriminar.

Imágenes para orar