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Una minga para el postdesarrollo: lugar, medio ambiente y movimientos sociales en las transformaciones globales

Escobar a Minga Para Posdesarrollo

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Lugar como expansion de la teoria del espacio en ciencias sociales.

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  • Una minga para el postdesarrollo: lugar, medio ambiente y movimientos sociales en las

    transformaciones globales

  • Una minga para el postdesarrollo: lugar, medio ambiente y movimientos sociales

    en las transformaciones globales

    Arturo Escobar

    Programa Democracia y Transformacin GlobalUniversidad Nacional Mayor de San Marcos. Facultad de Ciencias Sociales

    Rodrigo

  • CAPTULO 4

    La cultura habita en lugares: reflexiones sobre el globalismo y las estrategias

    subalternas de localizacin

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    No estoy preocupado con la apertura de las fronteras, no soy un nacionalista. Por otro lado, no me preocupo por la eliminacin de lasfronterasodelanocindelmitesgeogrficos.Estosesumaauna negacin de la localizacin que va de la mano con la inmedible naturalezadelastecnologasdeltiemporeal.Cuandounafronteraes eliminada, reaparece en algn otro lugar. Si hay una posible solu-cin hoy en da, reside en la reorganizacin del lugar para una vida comunal la gran pregunta es cmo recuperar el contacto.

    PaulVirilio(1999).

    Introduccin: la cultura y la marginalizacin del lugar1

    La pregunta por el lugar ha sido nuevamente planteada en aosrecientesdesdeunavariedaddeperspectivasdesdesurelacin con el entendimiento bsico del ser y del conocer, has-tasudestinobajolaglobalizacinyelgradoenquecontinasiendouna ayuda o un obstculo para pensar la cultura y la economa. Este cuestionamiento,porsupuesto,noescoincidencial.Paraalgunos,laausenciadellugarsehaconvertidoenelatributoesencialdelacondicin moderna, muy agudo y doloroso en algunos casos, como

    1 Este captulo es, de muchas maneras, ms personal de lo comn; ha dado muchasvueltas y giros. El argumento debe mucho al trabajo y al dilogo con los historiadores ArifDirlikyWendyHarcourt,cuyoapoyoe intersagradezcomucho.Fuepresentadopor primera vez en la reunin bianual de la Society for Cultural Anthropology en San Francisco, enmayo de 1997. Entre 1997 y 1999 present este documento en varioslugaresyrecibunaretroalimentacinmuyfructfera.LadiscusinfueparticularmentetilenuniversidadesdeChicago,ChapelHill,Bogot,Coopenhagen,Oxford,Barcelonay Manchester. Debo tambin mencionar las discusiones en las reuniones anuales de la AmericanAssociationofGeographers(AAG)en1998yenel2000,yenuntallersobreProducingPlace(s),organizadoporScottSalmonenlaUniversidaddeMiamienmayo12-13,2000.Creoqueestedocumentocambisignificativamentecomoresultadodeeste proceso, y agradezco a quienes lo enriquecieron con sus apreciaciones. Tambin quieroagradeceraTerryEvensporsustilescomentariosyalosgegrafosJulieGraham,Eric Swyngedouw, Dianne Rocheleau, David Slater y Doreen Massey por su iluminador trabajo y su inters en el documento, as como a los tres evaluadores annimos de la revista. Aunque este documento est escrito principalmente desde una perspectivaecolgica y antropolgica, soy slo un nefito en el campo de la geografa. Esperoquepuedacontribuiraldilogocrecienteentre laantropologay lageografa,quehatenidoperiodosactivose improductivosdesdeprincipiosdel siglo, sinoantes,yquehoy promete enriquecer a ambas disciplinas. Por ejemplo, alrededor del trabajo que se realiza en la interseccin entre el ambiente y el desarrollo, el espacio y el lugar, la cultura y la economa.

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    losdeaquellosexiliadosyrefugiados.Yaseacelebradaodesacredi-tada,elsentidodeatopapareceyahaberseasentado.Estoparececiertoendiscusionesfilosficas,dondeellugarhasidoignoradoporlamayoradelospensadores(Casey,1993,1997);enlateorasdelaglobalizacin,quehanefectuadounborramientodiscursivosignifi-cativodellugar(Dirlik,2000);oenlosdebatesantropolgicos,quehansealadouncuestionamientoradicaldellugarydelaproduc-cin del lugar. Sin embargo, el hecho es que el lugar todava sigue siendo importante en las vidas de muchas personas, quizs la ma-yora,si loentendemoscomoexperienciadeunalocacinenpar-ticularconalgunamedidadeanclaje(inestable,sinembargo),conunsentidode fronteras (permeables, sinembargo)ydeconexinconlavidacotidiana,aunsisuidentidadesconstruida,atravesadaporelpoder,ynuncafija.Hayunalugarizacinquecuentamsde lo que queremos reconocer, que lo hace a uno ponderar de si la ideaderetornarallugarparausarlaexpresindeCaseyoladefensa del lugar como un proyecto en el caso de Dirlik no son tan irrelevantes despus de todo2.

    Paraestarseguros,lacrticadellugarenantropologa,geogra-fa, comunicacionesyestudiosculturalesentiempos recienteshasidoproductivaeimportante,ycontinasindolo.Nuevosconcep-tos espaciales y metforas de movilidad desterritorializacin, des-plazamiento, dispora, migracin, viajar, cruzamiento de fronteras, nomadologa, etc. han evidenciado el hecho de cmo las princi-pales dinmicas de la cultura y la economa han sido alteradas signi-ficativamenteporprocesosglobalessinprecedentes.Sinembargo,hayunaciertaasimetraenestosdebates.ComoArifDirlik(1998,2000) argumenta, esta asimetra es ms evidente en los discursos de la globalizacin, donde lo global es usualmente equivalente al espacio, al capital, a la historia y a la agencia, mientras que lo local se equipara al lugar, al trabajo y a la tradicin. El lugar no es visibili-zado en medio de la locura de la globalizacin de aos recientes, y

    2 Un resumen detenido del concepto de lugar est ms all del alcance de este documento.VerCassey(1993,1997)paratalintentodesdelafilosofa.Tomoelconceptodelugarenunsentidoanalticoyempricoestoes,comounacategoradelconocimientoycomounarealidadconstruida.

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    esteborramientodellugartieneprofundasconsecuenciasennues-tro entendimiento de la cultura, el conocimiento, la naturaleza y la economa.Quizsestiempoderevertirestaasimetraalenfocarsenuevamenteydesdelaperspectivaproporcionadaporlasmismascrticasallugarenlacontinuavitalidaddellugarydelaproduc-cin del lugar para la cultura, la naturaleza y la economa. Restaurar en alguna medida esta simetra, como veremos, no implica un bo-rramiento del espacio como dominio de resistencia y de alteridad, yaqueambos,lugaryespacio,soncrucialesenestesentido,comolosonenlacreacindeformasdedominacin.Loquessignifica,sinembargo,eselcuestionamientodelprivilegiootorgadoalespa-cio en el anlisis de la cultura, el poder y la economa.

    Estoes,ciertamente,unanecesidadcadavezmssentidaparaquienes trabajan en la interseccin del ambiente, la cultura y el de-sarrollo,dejandoaunladoelhechodequelaexperienciadelde-sarrollohasignificadoparalamayoradelaspersonas,conmayorprofundidad que antes, una separacin de la vida local del lugar. No slolosacadmicosyactivistasenestudiosambientalessevencon-frontados conmovimientos socialesque comnmentemantienenun fuerte referente con el lugar y el territorio, sino que tambin se ven enfrentados con una creciente comprensin de que cualquier curso de accin debe considerar los modelos de naturaleza, cultura, ypolticabasados-en-lugar.Auncuandoesevidentequelasecono-mas y culturas locales no estn por fuera del alcance del capital y la modernidad, tambin es necesario tener en cuenta nuevamente quelosprimerosnosonproducidosexclusivamenteporlosltimos.Estaespecificidaddellugar,comoveremos,permiteunalecturadi-ferente de la economa y la cultura, del capitalismo y la moderni-dad. La pregunta por el lugar es de igual importancia para renovar lacrticaaleurocentrismoen laconceptualizacinde lasregionesdel mundo, de los estudios de rea y de la diversidad cultural. La marginalizacin del lugar en la teora social europea desde los siglos XIXyXXhasidoparticularmentenocivaparaaquellasformacionessociales que otorgan importancia a los modos de conciencia y las prcticasbasadas-en-lugar.Estoincluyeamuchassociedadescon-temporneas,quizsconlaexcepcindeaquellasmsexpuestasa

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    lainfluenciades-localizada,desencajadayuniversalizantedelaeco-noma, laculturayelpensamientomodernos.Lareafirmacindellugarapareceentoncescomounaarenaimportanteparare-pensaryre-trabajarlasformasdeanlisiseurocntricas.

    Enloquesigue,intentoarticularlosrudimentosdetaldefensadel lugar contando, principalmente, con dos conjuntos recientes de trabajos:lageografapostestructuralfeministaylaeconomapolti-ca,porunlado,yporelotro,unrelativamentepequeo,perocre-ciente, nmero de trabajos en antropologa que ya han empezado a delinear una antropologa del lugar. Comienzo con estos trabajos ylosdiscutodesdeladobleperspectivadelaproduccinsocialylaconstruccin cultural del lugar. Ilustro algunos de estos puntos con unabrevediscusindeunmovimientoetno-ecolgicoenColombiaquedefinesuestrategiaentrminosdelterritorioycultura.Estoesseguidoporunadiscusindelosgrandescontextossocialesypol-ticosquepermitiranunadefensadel lugarpolticay socialmentesignificativa.Se incluye lapreguntaporelgradoenqueeldebatedicotomizador de lo local y lo global puede transformarse al intro-ducirconceptostilesparadeterminarlosefectosdelsupra-espaciodelaspolticasbasadasen-lugar,talescomolaredylaglocalidad.Enlasconclusiones,discutirlasimplicacionesmsgeneralesdelarepatriacin del lugar dentro de la antropologa y, en menor grado,delageografaparalosdebatessobrelarelacinentrelateoraylaprcticayparalasconcepcionesdecultura.Muchodeloque habra que considerarse para un marco ms comprensivo en aras de la defensa del lugar es dejado por fuera, incluyendo asuntos importantescomoladimensinhistricadelaproduccindellugar;elimpactodelatecnologadigitalsobreloslugares;lasarticulacio-nesconlanacin,laraza,laclaseyelgnero;y,laconsideracindeuna teorade la diferenciabasadas-en-lugar, de gran importanciapero que est ms all del alcance de este escrito.

    Enltimainstancia, lametadelpresentecaptuloesexaminarel grado en que nuestros marcos de anlisis nos permiten o no vi-sualizar formas actuales o potenciales para reconcebir o reconstruir elmundo desde una perspectiva demltiples prcticas basadas-en-lugar.Qunuevasformasdeloglobalpuedenser imagina-

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    das desde esta perspectiva? Podemos trasladar los imaginariosbasados-en-lugarincluyendomodelos localesdenaturalezaalos lenguajes de la teora social, y proyectar su potencial hacia nove-dosostiposdeglocalidad,paraquepuedanaparecercomoformasalternativasdeorganizar lavidasocial?Ensuma,enqumedidapodemos reinventar a la vez el conocimiento y el mundo, de acuer-doconlalgicadeunamultiplicidaddeculturasbasadas-en-lugar?Es posible lanzar una defensa del lugar asumiendo el lugar como un punto para integrar la construccin de la teora y la accin po-ltica?Quinhablaporel lugar?Quin lodefiende?Esposibleencontrarenlasprcticasbasadas-en-lugarunacrticaalpoderyalahegemonasinpasarporaltosuarticulacinconloscircuitosdelpatriarcado,elcapitalylamodernidad?

    La primera parte del captulo hace un recorrido por el tratamien-to reciente del lugar en la antropologa, desde aquellos trabajos que seenfocaronen la relacinentre la identidad,el lugaryelpoderenunmundodesterritorializado,hastaaquellosquereafirmansucompromiso intelectualconel lugar, talescomo laperspectiva fe-nomenolgica del lugar y el paisaje. La segunda parte se enfoca en un grupo de autores de la geografa postestructuralista feministayde laeconomapoltica;quienesarticulanconscientementeunadefensa del lugar y de prcticas econmicas basadas-en-lugar. Latercera parte presenta los atributos ms relevantes del movimien-tosocialdecomunidadesnegrasdelPacficocolombiano,comounmovimiento cultural y ecolgicamente atado al territorio. La cuarta parte,finalmente,sugierealgunasguasparaladefensadelasiden-tidadesbasadas-en-lugaryde lasprcticasen los contextosde laglobalizacin.

    La cultura se asienta en lugares: los avatares del lugar en la literatura antropolgica reciente

    La falta de atencin al lugar en la teora occidental y por parte de lacienciasocialhasidosutilmenteapuntadopor losfenomenolo-gistas.ParaelfilsofoEdwardCasey, estehechoha sidoendmi-coyperdurable.DesdePlatn,lafilosofaoccidentalenalgunas

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    pocasconlaayudadelateologaydelafsicahaconsagradoelespacio como absoluto, ilimitado y universal, a la vez que proscribi ellugarcomoeldominiodeloparticular,lolimitado,lolocal,ylocerrado.LosfilsofosdelossiglosXVIIyXVIII,desdeDescarteshastaLeibniz, asumieron que los lugares son slo subdivisiones moment-neas de un espacio universal y homogneo. Para que eso pasara, el espacio tena que desligarse de los cuerpos que lo ocupan y de las particularidadesqueesoscuerposledanaloslugaresquehabitan.Elconocimientocientficodiolabienvenidaaestanocindevaco,inclusiveunvacoconextensinyestructuraquehicieraposibleelproyectocartesianodeunamathesisuniversalesydelamatemati-zacindelanaturaleza(vertambinFoucault,1973:71-77).Ape-sar de la hegemona del espacio, y nuevamente siguiendo a Casey, siemprehaexistidouna tendenciaoculta interesadaenel lugaryteorizando sobre l, que no ha sido estudiada desde esta perspec-tivayqueseextiendedesdeAristteleshasta Irigaray,Bachelard,Foucault,DeleuzeyGuattariennuestrotiempoyqueincluye,porsupuesto,autoresunpocoanterioresaestosltimoscomoHeideg-geryMerleau-Ponty.Esteintersporellugarsehaextendidoadis-ciplinas tales como la arquitectura, la arqueologa, la antropologa, lageografay laecologahistrica.Yaunqueeste intersdejaallugarensmismocomounanocinnoclarificada(Casey,1997:xii),superfilempiezaaserapreciado.Comnamuchasdeestastenden-ciasesunanocinno-esencialistadellugar,uninterssobrecmose lo construye, imagina y lucha. Se puede decir que hoy en da hay unafilosofaemergenteyunapolticadelespacioauncuando,esclaro, todava est en construccin.

    Este descuido del lugar en las ciencias humanas y sociales es an msenigmticoyaque,comoCaseyargumentaapasionadamente,es nuestra inevitable inmersin en el lugar y no lo absoluto del es-paciolaquetieneprioridadontolgicaenlageneracindelavidaydeloreal.Ciertamente,esasenlasconcepcionesyprcticasdelamayoradelasculturas,haciendoecodelaafirmacinfenomenol-gica de que, dada la primaca de la percepcin corporal, siempre nos encontramos en lugares. Somos, en suma, seres de lugares. Vivir es vivir localmente, y el conocer es primero que todo conocer los luga-

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    resenloscualesunoest(Casey,1996:18).Ellugar,comoesobvio,esconstituidoporestructurassocialessedimentadasyprcticascul-turales.Elsentiryelmoversenosonpresociales;elcuerpoenelquese vive es el resultado de procesos culturales y sociales habituales. Es entonces imperativoquenosotros volvamos al lugar (Casey,1993)yrevirtamoselyalargodesempoderamientodellugar,tantoenlateoramodernacomoenlavidasocial.Estosignificareconocerqueellugar,elcuerpoyelambienteseintegranunosconotros;queloslugaresrecogencosas,pensamientosymemoriasencon-figura-cionesparticulares;yqueellugar,uneventomsqueunacosa,escaracterizadoporsuaperturaynoporunaidentidadunitaria.Des-deunaperspectivaantropolgica,esimportantellamarlaatencinsobreelemplazamientodetodaslasprcticasculturales,algoquese desprende del hecho de que la cultura es llevada a los lugares por cuerpos. As, los cuerpos son enculturalizados, y a la inversa, establecenprcticasculturales.Portanto,laidentidadpersonalyculturalestatadaaunespacio;untopoanlisisexploralacreacindelaidentidadatravsdellugar.Laexperienciageogrficaempiezaen lugares, alcanza a los otros a travs de espacios, y crea paisajes o regionesparalaexistenciahumana(Tilley,1994:15).

    Estotambinsignificaque laspersonasnosonslolocales.Todosestamos indisolublementeatados a lugares locales y extra-localesa lavez,a travsde loquepodemos llamar redesde lascuales el anillo del kula y las redes del Internet seran variaciones contrastantes en trminos de las maneras en que conectan a las per-sonas y lugares. Los lugares se concatenan unos a otros para formar regiones, lo que sugiere que la porosidad de las fronteras es esen-cial para el lugar, as como lo es para las construcciones locales de intercambio. La localidad, de esta manera, se encuentra marcada porlaaccinrecprocaentrelaposicin,ellugar,ylaregin;porlaporosidaddelasfronteras;yporelroldelcuerpoenelqueseviveentrelaenculturalizacinylalugarizacin(Casey,1996:44),oentrela incorporacin y la mentalizacin (enmindment), como lo plante Ingold (1999) al hablarde la relacinentrepersonas, organismosy ambiente. En contra de esta visin militan las migraciones, las guerras, las nuevas tecnologas de la informacin y la comunicacin

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    (NTIC) y, como es obvio, las abstracciones del lugar y muchos aspec-tosdelpensamientooccidental(Virilio,1997,1999).LasregionesdelugaresdeCaseysonloopuestoalespaciodeflujosdeCas-tells(1996),queesconsideradocomocaractersticodelaSociedadde la Red3.

    Argumentar que algunos movimientos sociales estn asumien-do este volver al lugar al cual nos llama Casey. Pero no slo los movimientossociales,comoesobvio.Haymltiplesaccionesqueseorientanenestesentido:laspolticasfeministasdelcuerpo,labiolo-ga fenomenolgica, las novedosas propuestas de habitar sugeridas porlaarquitectura,ylospensamientosalternativossobrelatierrayla comunidad, y otros similares. Al comentar de los prejuicios eco-nmicos sobre los pequeos productores, la profanacin de la natu-ralezaylascomunidadesruralesenEstadosUnidos,WendelBerry(1996)subraya,porejemplo,lasmanerasenqueseesenraizadoenlatierraeimaginalaposibilidadhistricadecrearelpartidodelacomunidad local, esto es, de comunidades locales preocupndose cadavezmsporsmismasensuoposicinalmundopost-agrcolaypost-humanoquesehaconsolidadopaulatinamente.Estepartidotieneundoble cometido: la preservacinde la diversidad e inte-gridad ecolgica, y la renovacin de las economas y comunidades

    3 El primer volumen de Manuel Castells, The Rise of the Network Society, un libro esencial para entender la economa y la sociedad contemporneas, provee sin embargo un ejemplo del borramiento del lugar del cual Dirlik habla. Para Castells el auge de un nuevo paradigma tecnolgico basado en la informacin, las tecnologas electrnicas ybiolgicasestgenerandounasociedadenreden lacualelespaciode losflujosalcanzaal espaciode los lugares, ydondeningn lugarexistepor s slo, yaquelasposiciones sondefinidasporflujos... Los lugaresnodesaparecenpero su lgica ysignificado terminan absorbidos en la red... el significado estructural desaparecesubsumidoen la lgicade lametared(Castells,1996:412).Enestanuevasituacin,los lugares pueden ser cambiados, hasta llegar a su declive y deterioro. Las personas y el lugar son fragmentados en el espacio de los lugares, mientras que los lugares se desconectan unos de otros (las elites son cosmopolitas, mientras que las personas son locales (Castells, 1996: 415). La cultura global se impone a las culturas locales, y elmundo resultante es uno de pura Cultura y no Naturaleza, el cual lleva al verdadero comienzo de la Historia. Mientras que Castells parece mantener cierta nostalgia por lugares donde la interaccin cara a cara y las acciones locales cuentan (como el cuartel Beville en Pars que lo vio crecer como un joven intelectual), es claro que para l el nuevo paradigma est aqu para quedarse. Esta es una de las muchas instancias de asimetra en los discursos de la globalizacin de las cuales habla Dirlik.

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    locales.Comoveremos,estadoblefinalidaddetransformarlaeco-loga y la economa puede proveer una poderosa interfase para la renovacindelasteorasyprcticasbasadasenellugar.

    Entrelosesfuerzosacadmicos,lageografaylaarqueologahanevidenciado avances considerables en aos recientes. Luego de un periododeintersinicialenellugarporpartedelageografadesdedistintasperspectivas (Relph,1976;Tuan,1977;Pred,1984;KeithyPile,1993;parauntilresumenverEntrikin,1991)ladisciplina,almenoslageografaeconmica,tendiaenfocarse,entrminosgenerales,enlarelacinentrelaeconomapolticaylascaractersti-cas espaciales del capitalismo del siglo XX. Esta prominente tenden-ciaincluaelanlisisdelpostfordismo,deldesarrollodesigualydelapreguntaporlourbano,ascomolaarticulacinentreelcapitalglobalylaculturalocalpropiadelocacionesparticularesgeogrfi-camente(ver,entrelostrabajosmsconocidos,Harvey(1989);Smi-th(1996);PredyWatts(1992).Temastalescomolaglobalidadylalocalidad, la modernidad y la posmodernidad, el capital, la regin y elespaciourbanotuvieronunateorizacinmuyfructferadesdelaeconomapolticareforzadaconconsideracionessobrelacultura,lamodernidad y novedosas formas de interrogar sobre la dinmica de la reestructuracin urbana. La preocupacin gua de estos anlisis siguieron siendo los cambios espaciales del capital caractersticosdeloscrecientesrdenesglobales.Lageografadellugarhareapa-recidonuevamentedentroestaimportanteescueladelageografapolticayeconmicaatravsdeunavariedaddepreocupaciones.Estas incluyen, entre otras, una revaloracin de las luchas alrede-dordelareconfiguracindelaescalaporelEstado,elcapitalylosmovimientossocialesdemanerasquedesafanlapreminenciadeloglobal(Swyngedouw,1998);unrenovadointersenlaproduccindel lugar a travs de una compleja, y muchas veces contradictoria, seriededinmicasespacialesdecapitalydegobierno;unaatencinalimpactodelaspolticasneoliberalessobrelareconfiguracindelugares y regiones, como las ciudades internas o los esquemas mo-delosdedesarrollourbanoylarespuestalocalalasmismas;yunateorizacinmuyagudadelasescalasydelaspolticasdelaescala(Swyngedouw,1998,2000;Peck,2000).Msalldeestastenden-

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    cias, algunos gegrafos se hallan de vuelta en sus preocupaciones porellugar,ydesdeunamultiplicidaddeperspectivas,incluyendoel psicoanlisis (Pile, 1996), el postestructuralismo de Deleuze yGuattari(Doel,1999),y lafenomenologayelpostestructuralismodelageografafeminista,quesediscutirconmayorextensinmsadelante4. No sobra mencionar que algunas de estas tendencias se encuentranentensinunasconotras,sinoenabiertoconflicto5.

    Una notable corriente de la arqueologa, desarrollada principal-menteenGranBretaa,partedeltrabajodeRaymondWilliamsperoinfluenciadaporlafenomenologayelfeminismo,hateorizadolospaisajesentrminosdelosdiferentesentendimientosyarticulacio-nesquetienelagenteconelmundo.Estosarquelogosconsideranquelasdistintasformasderesidenciaestnligadasaunempodera-miento diferencial y a imposicin de formas dominantes de mirar. Al estudiarloslugaresprehistricoscomoStonehenge,hanexaminadocmo las personas prehistricas se apropiaban y disputaban el pai-sajeyelpasado,desarrollandoenelprocesounsentidodeidenti-dad y un entendimiento de su mundo. Los paisajes surgen de estos

    4 Si losprogramasacadmicosde las reunionesanualesde laAmericanAssociationofGeographers (AAG)constituyenalgn indicador,el intersenel lugarporpartede lageografa sedispar recientemente.EnelEncuentroAnualenBostonde1998,hubocinco sesiones que incluan el trmino de lugar en el ttulo. En las reuniones del2000enPittsburg,elnmeroporlomenosseduplic,yhuboalgunasponenciassobrelugaresenotrassesiones(comoenlasseriesdeecologapoltica).Estonosignifica,sinembargo,untratamientosubstancialdeltemaniunaperspectivaunificada.Entreel12y el 13 de mayo se realiz la conferencia Producing Place(s): Economy, Governance and ResistanceintheNewGlobalContextenlaUniversidaddeMiamienOxford,OH.Estaconferencia,alacualasist,fueorganizadaporScottSalmonyasistieron16personas.Lareuninestuvodedicadaadesarrollarnuevasformasdeanlisissobreeconomapolticadelastransformacionesurbanasyeconmicas,desdelaperspectivadelosanlisisdeescala centrados en el lugar.

    5 Para Doel (1999), por ejemplo, quien habla desde la perspectiva de la caosofa o lanomadaologa,muchasde lasaproximaciones feministasy fenomenolgicasdel lugar(desdeTuanyEntrekinaMassey)sonproblemticasporsufijacinsedentariaque,desdesupuntodevista,debeserabandonadaporlageografa.ElplanteamientodeDoelno es necesariamente contrario a la visin de lugar como evento o locacin desarrollada en este artculo. Dominado por la insaciable desterritorializacin preconizada porun nmero de escritores postestructuralistas, pienso que el provocador libro de Doel contina privilegiando, sin embargo, el espacio y el capital, an de acuerdo con unprocesualismoposmodernoquedifieredeunoderivadodelaeconomapoltica.

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    trabajos como sitios vivientesque recrean suspasadosdemane-ra diferente, mientras se van renovando constantemente (Bender, 1998,1993;Tilley,1994;HirschyHanlon,1995).Losantroplogosculturales han empezado a interesarse en estas teoras para mostrar el grado en que el engranaje local de las personas con su paisaje, en algunas comunidades de los Andes por ejemplo, revela que el paisa-jeesdotadodeagenciaypersonalidad.Laconexinduraderadelaspersonasconlatierraresultadeunactivoengranajeconsta;envezdeserunreflejodelatradicin,esunaparteintegraldelavidamoderna contempornea de estas comunidades, an en los casos enqueestaconexinpuedeserunvehculoparaejercerpoderso-breellos.Laspersonasysusambientes,loslugaresylasidentidades,sonconstituidosmutuamente(Harvey,1999).Unaaproximacinre-lacionada, pero no fenomenolgica, es elaborada por los eclogos histricosquemiranladialcticaentreloshumanosylosambientesnaturales,ycmosemanifiestaenelpaisaje(Crumley,1994).

    Es bien sabido cmo la preocupacin creciente por la globali-zacin de la economa y la cultura ha producido importantes cam-bios en la manera en que los antroplogos socioculturales perciben al lugar.Desdefinalesdelosaoscincuenta,laantropologadelaeconomapolticasubray formasregionalesy transnacionalesdeconexin, en parte como una crtica a las nociones de la culturaatadasalterritorio(i.e.ColeyWolf,1999).Estafueunatendenciafructfera,quellegasucumbremsaltaconeltrabajomagistraldeWolf(1982).Deigualmanera,laspreocupacionesporlarepre-sentacinetnogrficaenlosochentacontribuyeronadesmantelarlas ideas sobre la cultura como una totalidad autocontenida y co-herente,complicandoas laasumidaconfluenciaentreel lugar, laculturay la identidad.Estastendenciasyaestnbienestablecidasy derivaron en el descentramiento del lugar y la localidad como los sitiosprivilegiadosde la cultura. Las consecuencias deestas crti-cas han sido trabajadas en diversas direcciones. La ms clara parece apuntar hacia el nfasis en la produccin de la diferencia cultural, comoloquedebeexplicarseynotomarsecomodado.Aquelenfo-quesecentraenlarelacinentreidentidad,lugarypoder,entrelacoproduccindellugarydelaspersonas(GuptayFergusson,1997).

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    Losflujostransnacionalesdepersonas,deimgenesmediticasydelasmercancascaractersticasdelcapitalismoglobalsignificanquela cultura y el lugar se desterritorializan cada vez ms (Appadurai, 1996,1991;Hannerz,1989).Lalocalidadylacomunidaddejarondeserobvios,yciertamentenohabitadosporidentidadesnaturalesoenraizadas, sino por complejas relaciones entre la cultura y el poder que van ms all de las fronteras locales. Ms claras en el caso de los refugiados y de las personas en dispora, estas condiciones afec-tan a todas las comunidades del mundo en mayor o menor grado. Nuevas metforas de movilidad (dispora, desplazamiento, viajar, desterritorializacin, entrecruzamiento de fronteras, hibridez, no-madologa)sonprivilegiadasenlasexplicacionessobrelaculturaylaidentidad.Algunosautoresvenaestaspersonascomomigrantesdeidentidad,dondelaidentidadestratadacomounabsquedaconcebidaentrminosdefluidezdetiempoyespacio,tiempooespacio(RapportyDawson,1998:4).Estosuponelaprdidadellugar como una metfora para comprender la cultura. An ms, la desterritorializaciny losno-lugares(Aug,1995)seconviertenenfigurasparadigmticasdenuestrostiempos.

    Estascrticasantropolgicashansidoextremadamenteproduc-tivas. Enellas seasumausualmenteque los lugares continuabansiendo importantestantopara laetnografacomopara laproduc-cindecultura(GuptayFergusson,1992).Sinembargo,esposibledecir que la preocupacin por la movilidad y la desterritorializacin, aunquenecesaria,hahechoquemuchosinvestigadorespierdandevistalapermanenteimportanciadeprcticasbasadas-en-lugarydemodos de conciencia para la produccin de la cultura. Se han pre-ocupadomsporelespaciodelaeconomapolticaylageografa,algo que se comprende dado su enfoque en los efectos locales de las relacionesdepoderglobales.Alparecer,haexistidounciertoexce-sodiscursivoenlascrticasalasnocioneslimitadasdelaculturaquehasignificadoquelos investigadoresalejensuatencindelhechoque junto a los efectos deslocalizadores de las formas translocales de poder hay tambin, aun como reaccin, los efectos de la produc-cin de fronteras y territorialidades atadas a lugares. Las personas continanconstruyendodiferentestiposdefronterasalrededorde

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    lugares, aunque permeables, fundamentadas en prcticas socio-naturales locales sin importar cun hbridas o cambiantes esas prc-ticaspuedanllegaraser.Capturarlaespecificidaddelaproduccinde lugar y de la cultura se reconvierte entonces en el otro lado de la necesaria reconceptualizacin de la cultura como desterritorializada ytransnacionalmente.ParafraseandoaBasso(1996), laculturaseasientaenlugares(yencuerposyecologasbiofsicas,sisequiere)aun cuando de ninguna manera se restringe a estos. La antropologa del lugar es el otro y necesario lado de la antropologa de los no lugares y de las culturas desterritorializadas. Es importante ser cons-cientes del poder del lugar aun en estudios sin lugar (y viceversa). Hacerestaafirmacinnosignificaqueellugareselotrodelespa-cio el lugar como lo puro y lo local en oposicin a la dominacin del espacio global dado que el lugar est ciertamente conectado con, y en cierta medida es producido por lgicas espaciales. Por el contrario,quelasdinmicasbasadas-en-lugarpuedenserigualmen-te importantes para la produccin del espacio, o al menos, estn en la visin de algunos actores sociales basados en el lugar.

    Megustaraenfatizarquealhablardellugardeestamaneranosignificaquesteseafijo,permanente,no-construidoyno-conec-tado.ComoMassey(1997)tanlcidamentelomostr,unsentidoglobal del lugar, que reconoce a la vez la construccin global y la especificidadlocal,noesniunoxmoronnirequiereserreacciona-rio.Debidoaquelaexperienciadelmovimientoydelno-lugarsehavueltofundamentalparalaidentidadmodernaylacotidianidad,laexperienciadellugarcontinasiendoimportantepormuchasper-sonas en todoelmundo. El lugar y el no-lugar sonmsquemo-dalidades contrastantes. Hay apuestas culturales y polticas muyaltasalafirmarunauotra.Puedellegaraserciertoqueloslugaresy las culturas han vivido siempre en, y aceptando, una inevitable hibridacin. Esto no las hace menos locales, ni ms globales necesa-riamente,sinoslodiferentes;elpuntoesencontrarcmolasper-sonas,comoJonathanFriedman loplante,practican lo localenloglobal(1997:276),estoes,examinarlasprcticasmediantelascuales laspersonasconstruyen lugares,auncuandoparticipanenredes translocales. En otras palabras, lo que estoy sugiriendo es que

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    puedeserposibleaproximarsea laproduccinde laculturaydellugarnoslodelladodeloglobal,sinotambindelolocal;nodesdelaperspectivadesuabandonosinodesuafirmacincrtica;nosloconsiderando el viaje desde los lugares, ya sea voluntario o forzado, sino desde el estar atados a ellos. Como veremos, esto es lo que la ecologa permite, e incluso fuerza a hacer. Es lo que algunos movi-mientos sociales estn demandando del anlisis terico. Aunque los movimientos sociales originan redes transnacionales, esto puede ser una operacin estratgica para la defensa del lugar. En algunos casos,sepuedehablarconlagegrafaSaraRadcliffe(1998),cuandohace referencia a las redes indgenasde SurAmrica, deidenti-dadestrasnacionalesno-diaspricas6.Enesteprovocativotrminoqueda laposibilidadde ligarel lugar,el espacioy la identidaddemaneras que no son tenidas en cuenta ni en los modelos conven-cionalesdeidentidad,endondeconfluyenelespacioylaidentidad,nienlosmsnuevosquerelacionanlaidentidadconlamovilidadyla dispora.

    Uncuestionamientoalainvisibilidadcreadasobreellugarenlaliteratura ms transnacionalmente orientada ya est posicionndo-seenlaantropologa,particularmenteenaquellostrabajosquemstoman en cuenta el trabajo de los fenomenologistas o de gegrafas feministas (i.e.Massey, 1999;Moore, 1998; Raffles, 1999; Kirsch,2000).Algunasetnografasrecientesparecenhabertenidoencuen-ta este hecho, sin denegar la nocin desterritorializada de la cultura. Algunos,porejemplo, enfatizan ladialcticadel lugar ydelmun-do,delhogaryelmovimiento (Rapport yDawson,1997). Cmolagenteconstruyenarrativasyprcticasdehogarenunmundoenmovimiento?Enestostrabajos,elsentidodepertenenciaydemo-vimiento o desplazamiento son producidos relacionalmente. Esta visin del lugar est de alguna manera condicionada al centrarse encasosdeetnografaseuro-americanas,loqueimplicaunainten-sificacinhistricadeldesencaje(dedisgregaralespacio lejosdel

    6 VertambinRadcliffe(1999)paraunadiscusindelaambivalenciaenlosprocesosderecomunalizacinycambiodelsentidodenacinydeidentidadtnicaeneldespertarde una movilizacin indgena sin precedentes.

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    lugar,loqueGiddensidentificcomounafacetaparadigmticadelamodernidad,1990);esteaspecto,segnestosautores,parecieraempujaralaspersonasainvertirenellugaryenelhogarconunaagencia personal para contradecir estas tendencias.

    De manera ms general, los lugares pueden ser vistos como construidos conscientemente por personas, a travs de procesos activosde trabajo (Wade, 1999), narrativas (Raffles, 1999;Berger1979) y movimiento (Harvey, 1996)7. En el campo ambiental, el sentidoquetienelagentedel lugarhacambiadoconeldeteriorodelospaisajeslocales,luegodelimpactoambientaldeactividadescomo la minera8.Estatendencia,apenasvisible,seaproximacons-cientementealaexcitanteydifciltareadeuniralafenomenologayalaeconomapoltica9. La importancia crucial de esta tendencia para la defensa del lugar como proyecto debera ser crecientemente apreciada. El objetivode estos trabajos no es solamentemostrarcmo el residir por un largo periodo y el compromiso con el lugar sondescompuestosporpolticaseconmicasmayores,sinoestudiarcmo los grupos locales desarrollan contramedidas estratgicas al espacio desterritorializado, representado por estas fuerzas (Kuletz,

    7 Tim Ingold coment cmo una vez abandonada la nocin abstracta del espacio, es necesarioysuficientemapear la relacinentreel lugar,elambienteyelmovimientopara una conceptualizacin adecuada de la produccin del lugar (comentario hecho duranteelperiododediscusinluegodemicharlaenManchester,mayo161999).EnPigEarth,JohnBerger(1979)diounamaravillosadescripcindelroldelanarrativaenlaproduccindellugar.Aldiscutirsobresurelacincomoescritorconellugarsobreelcualestabaescribiendo,argumentqueloquedistinguelavidadeunpobladoesquetambin es un retrato viviente de s mismo: un retrato comunal, en el cual todos son retratadosy todos retratan [...]Yunodeberecordarquehacerestecontinuoretratocomunal no es una vanidad ni un pasatiempo; es una parte orgnica de la vida delpueblo.Sicesara,elpueblosedesintegrara(Berger,1979:9,11).Yagrega,refirindoseasmismo:Lacontribucindelextranjeroespoca,perotambinesesencial(Berger,1979: 11). Debe ser anotado, sin embargo, que las narrativas basadas-en-lugar sonraramenteautocontenidas;alcontrario,estnusualmenteligadasa,yenconversacincon,narrativaspasadasypresentesmayores,comolomuestranGudemanyRivera(1990)ensuanlisisdelasnarrativaseconmicascampesinasenlosAndescolombianos.

    8 VerKirsch(2000)paraunejemploenPapuaNuevaGuinea,ascomoKuletz(1995)paraelimpactodelamineradeuranioydedespojosnuclearesenterritoriosdelosnativosamericanosydesentidosdellugarenlasregionesoccidentalesdeEstadosUnidos.

    9 SobrelascontribucionesaestainterseccinquetomaeltrabajodeIngoldcomopuntodepartida,verCampbellyMilton(2000).

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    1998:239).Desdeunrelacionadoperodistintongulo,PramodPa-rajuli(1996,1997)hadesarrolladounasubstancialyprometedoraconceptualizacindeformasdegobiernobasadas-enlugar,cimen-tadas en etnicidades ecolgicas y en una revitalizacin simultnea de la ecologa y la democracia, muy en contraste con las fuerzas des-tructivastranslocales.

    Otros intentos recientes se centran en el campo de relaciones que adquieren importancia para las personas de un grupo social dado, mientras se movilizan por diferentes regiones del mundo (OlwigyHastrup,1997).Alexaminar los sitiosculturalesquehansidoidentificadosconlugaresparticularesyque,sinembargo,aco-modan las condiciones globales de la vida de las personas, estos au-torestransmitenunsentidodetexturaparaambosprocesoslocalesyno-localesquetrabajanenlaproduccindellugarydelacultura.LoscaribeosdelaisladeNevis,porejemplo,sostienenunhogara travs de procesos de desterritorializacin y de atadura al lugar, a la vez que integran a los nevisianos de la isla con aquellos que han migrado a Nueva Haven, Leeds o las Islas Vrgenes para mantener el conjuntodelatierrafamiliarydelhogarensuisla.Estasredesderelaciones,aunquetransnacionalizadas,evidencianlaexistenciadesitiosculturalessosteniblesypermanentes (Olwig,1997).Aunqueestaaproximacin,comoesevidente,tieneclarosprecedentesenlateoraantropolgica,particularmenteenlostrabajosmsrecientessobre redes y migraciones, ha alcanzado una gran coherencia te-rica al abarcar en esferas muy variadas y contradictorias en las que las personas estn envueltas hoy en da, incluyendo las de residir y viajar,localizaryglobalizar(vertambinClifford,1992).

    Algunasaproximacionesrelacionadassubrayanlosesfuerzosdegrupos sociales para construir fronteras a su alrededor, y de maneras creativasenquelaspersonasutilizanlascondicionesexternasoglo-bales para futuros intentos de localizacin defensiva. Estos autores encuentranquelapertenenciaesusualmenteexpresadaentrminosdeestaratadosalalocalidad.Sinembargo,estonosignificaquelasexpresionessonsacadasfueradecontexto.Resultainteresantepre-guntarsecmolaspersonasmovilizanpolticamentelasnocionesdeestaratadosydepertenenciaparalaconstruccindeidentidadesin-

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    dividualesycolectivas,incluyendoelconflictoqueestamovilizacinlocalpuedatenerconinteresespolticosyeconmicosmsamplios(Lovell,1999).Nosobramencionarqueesnecesariotenerencuentalaimportanciasocialdelsentidodeestaratadosydepertenenciadelospoderosos,ydesuintensificacinencoyunturashistricasparti-culares. En estos casos, el establecimiento de fronteras alrededor de los lugaresest ligadousualmenteaunapolticareaccionaria.Confrecuencia,lasfronterasautorizanunapolticadefijacinydeinter-diccinqueenlaprcticallevaalaexclusin.ElintentodemanteneraloslatinosporfueradeCaliforniayTexas,oelconceptodeForta-lezaEuropeaqueincorporalaoladexenofobiademuchospasesdeEuropa occidental, son slo los casos mejor conocidos al respecto. Una vez ms, aunque estos procesos son ciertamente prominentes entiemposglobales,nosondeningunamaneralosnicosproyectosposiblesparaconstruirlugareseidentidades,mundoslocalesore-gionales.Haycasosdondeunapolticaculturalprogresivaenlapro-duccindellugarestbasadaenobjetivosdemocrticos,pluralesyno-excluyentes.LoszapatistasdeChiapasolosmovimientossocialesdelPacficocolombiano,sonilustracionesdeproyectosemancipato-rios ligados a la construccin de lugares y regiones.

    Unaaproximacinmuydiferenteeselaboradaporotratenden-cia de conocimiento minoritaria aunque no marginal en antropo-loga,yderivadadeunaramamenordelafilosofaoccidentalquesugiere otro enfoque sobre el lugar. Para los antroplogos fenome-nolgicos,lacrecienteyaparentecomplejidaddelaexperienciacoti-diana no implica necesariamente la construccin de marcos tericos mssofisticadosciertamentenodeaquellosqueledanunestatusontolgico y casi mgico a conceptos como la globalizacin sino unamayorsensibilidadparacapturarlosprocesosintersubjetivosdeexperienciascompartidas,lasmanerasenqueelmundoestsiem-preenelhacer,enfocndoseeneldominiodelaactividadprcticacotidianaeinmediatayenlaincorporacinybasadaenellugardelmundovividodelaprcticaylavidasocial.Paraestosantroplogos,la realidad social del mundo vivido y la conciencia social resultan de crticointers(Jackson,1996:19).Noesquelasestructurassocia-les y los discursos no sean importantes, sino que el sujeto, el lugar,

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    siempreparticipan,almenosenlamaneraenqueestasfuerzassondesplegadas. El mundo fenomenolgico nunca puede ser reducido a fuerzasexternas (Jackson,1996:22).Enefecto,el lugaresunaparteirreductibledelaexperienciahumana,unapersonaestenellugartantocomoestenlacultura(Tilley,1994:18).Aquestenjuegoelpoderqueelanalistaleasignaalosfactoresexistencialesenoposicinalosestructurales.Paralosfenomenlogos,laexperienciaest localizada dentro de las relaciones y las personas, y no es pro-ducidasolamenteporestructurasobjetivasointencionessubjetivas.La tarea de la antropologa es, entonces, recobrar los aspectos prc-ticos,corporalesybasadosenellugardelavidasocial,amenosqueparticipemosconnuestraspropiasabstraccionessobrelosprocesosyestructurasglobalizadorasenloqueRanajitGuja(1988)hallamadolaprosadelacontra-insurgencia.ParaunfenomenologistacomoJackson, la supresin discursiva que acompaa a los marcos globa-locntricosyeurocntricos se sumaa laopresinpoltica (volversobreestepuntocuandomerefieraaunacrticacontemporneaalcapitalocentrismoyalglobalocentrismo;tambinargumentarquelairreductibilidaddellugarsealadaporlafenomenologatieneim-portantesimplicacionespolticasytericas).

    Aquellosqueestudianlos sentidosdel lugar siguiendoestatradicin, estnmenos interesados en el lugar como un sitio decontienda,queenalgoqueconsideranmsbsico: lapercepciny laexperienciadel lugary las construcciones localesde localida-desparticulares.ParafraseandoaGeertz,sepuededecirqueestosacadmicos lamentan que aunque los antroplogos han estudia-do en lugares, no han estudiado los lugares. Porque, como Feld y Bassoafirman,losrecuentosetnogrficosquesecentraronenlasconstruccionesnativasde localidadesparticularesloquequieredecirenlapercepciny laexperienciadel lugar[son]escasosydispersos (1996:16).Elobjetivodeestosetngrafosessubrayarlosprocesossocialesenloscualesloslugaresresultansignificativos:laobservacindelosconocimientoslocales,lasexpresiones,ellen-guaje,lapoticaylaperformancialocalizadas.Cmolaspersonasencuentranloslugares,losperciben,ylesotorganunasignificacin?Apelandoaposicionesfenomenolgicasyhermenuticasparasus

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    recuentosdepercepciones, significadoyexperiencia,estosantro-plogosdiscutencongran lucidezel sentidodel lugar,delempla-zamientoydelosmodossignificativosderesidir.Unproyectomuydiferentealqueloslingistasyantroplogoslingistasdesarrollandesdeunaperspectivaque relaciona el lenguaje, el nombrar y ellugar(i.e.Samuels,1999;Gnerre,1998).

    Una tendencia final en la investigacin sobre el lugar se en-cuentra en la antropologa ecolgica, la cual se orienta al estudio del conocimiento local y de modelos locales de naturaleza10. En tr-minosgenerales,lospolticoseclogosylosantroplogosecolgi-cos han reabierto, con creciente decisin y elocuencia, el proyecto de demostrar que muchas comunidades rurales del Tercer Mundo construyen la naturaleza de formas notablemente diferentes a las formasmodernasprevalecientes.Sushabitantesdotandesentidoy,portanto,utilizansusambientesdeformasmuyparticulares.LosestudiosetnogrficosrealizadosencontextosdelTercerMun-dodevelanunaseriedeprcticassignificativamentediferentesparapensarsobre,yrelacionadascon,elconstruiryexperimentarlobio-lgico y lo natural. Este proyecto fue formulado algunos aos atrs (Strathern,1980)yhalogradounnotableniveldesofisticacinenaosrecientes(i.e.DescolayPalsson,1996).Nohay,comoesobvio,unavisinunificadasobreexactamentequesloquecaracterizaalos modelos locales de naturaleza. Quizs, la nocin mejor estable-cida hoy en da es que muchos modelos locales no dependen de la dicotoma naturaleza/sociedad. Ms an, en contraposicin a las construccionesmodernasconsuestrictaseparacinentrelobiofsi-co, lo humano y los mundos supernaturales, se aprecia comnmen-tequelosmodeloslocalesencontextosno-occidentalessonvistoscomopredicadosdeunionesdecontinuidadentrelastresesferas.Esta continuidad puede, sin embargo, ser experimentada comoproblemticae insegura;esculturalmenteestablecidaa travsdesmbolos,ritualesyprcticasyseencuentrainmersaenlasrelacio-

    10 VerIngold(1992,1993),MacCormack(1980),GudemanyRivera(1990),Hobart(1993),Milton (1993,1996),RestrepoydelValle (1996),Descola (1994),yDescolayPalsson(1996).Esteltimoestdedicadoaexaminarlosmodelosculturalesdenaturalezayacuestionarladicotomanaturaleza/cultura.

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    nessocialesparticularesquetambindifierendeltiempocapitalis-tamoderno.Deestamanera,losseresvivos,no-vivosy,devezencuando,lossobrenaturales,nosonvistoscomoconstituyendodo-miniosseparadosydistintosciertamentenosetratadosesferasopuestas de naturaleza y las relaciones sociales abarcan no slo a los humanos. En trminos generales, puede decirse que los mode-loslocalesdeculturaconstituyenensamblajesdesignificados-usosque,aunqueexistenencontextosmayoresdepoder,nopuedenserreducidos a construcciones modernas, ni considerados al margen de alguna referencia a la cultura local y a los efectos territoriales y de frontera. Los modelos culturales y el conocimiento estn basados en procesoshistricos, lingsticosyculturalesque,aunquenuncasehallan aislados de historias ms amplias, conservan una cierta espe-cificidaddellugar.Adems,muchosdelosmecanismosyprcticasen juego en las construcciones de la naturaleza, tales como fron-teras,clasificaciones,representaciones,aprehensionescognitivasyrelacionesespaciales,sonespecficasalugares.

    Este breve vistazo sobre los avatares de la conceptualizacin del lugarenlarecienteliteraturarevelaunaseriedeaproximacionesypreocupaciones cada vez ms coherentes, incluso diversas, relacio-nadasconlaproblemticadellugarylacultura.Estaconvergenciatienelugarenunmundoqueesbiendiferenteentrminospolti-cos y ontolgicos al de nuestro pasado ms reciente el mundo deidentidadeshibridizadasydedominioshibridizadosdelserydelpensamiento que acompaan lo que muy a la ligera llamamos la globalizacin. Hay preguntas sobre estas tendencias que debe-ran ser respondidas en una ocasin futura. Por ejemplo, la aparente diferenciacinepistemolgicaygeogrficadelaspresentestenden-cias;losinteresespolticosyacadmicosenellugarparecieranserms fuertes en Inglaterra y en algunos pases escandinavos que en otras partes del mundo, aunque tambin estn emergiendo en algu-naspartesdeAsia,fricayAmricaLatina(dealgunamanera,siem-pre estuvo ah). Tambin habra que ponderar el aparente regreso pujante de la fenomenologa en los estudios de la cultura y la na-turaleza, y pensar si est relacionado con la percibida acentuacin deladesnaturalizacindelcuerpoydelanaturalezaarticuladaala

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    destruccin penetrante del ambiente y las nuevas biotecnologas. Continuando conesta vetadeanlisis, tambinesnecesariopre-guntarse por el aparente desinters de muchos fenomenlogos para resituarsusinterrogantessobreellugarencontextosdepodermsamplios. Esto ya ha empezado a ser remediado en aquellos trabajos ya mencionados que integran la fenomenologa y la economa pol-tica.Porahora,esimportanteregistrarymapearprovisionalmentela antropologa del lugar que parece ir en ascenso.

    En estos trabajos es notable la habilidad para diferenciar entre el lugar y lo local. Lo local y lo global son escalas, procesos, inclu-so niveles de anlisis, pero no lugares o locaciones como ha sido discutidoaqu.Larecienteteorizacinde laescalayde lapolticadelaescalaengeografahasidomuytilalrespecto(Swyngedouw,1998;Peck,2000).Sinembargo,esimposibleproveerunadefinicindel lugarque funcionedesde todasypara todas lasperspectivas.Como ha sido indicado anteriormente, en este documento el lugar se refierea laexperienciadeydesdeuna locacinparticular conalgnsentidodefronteras,territorialidadyligadoaprcticascoti-dianas. Con el riesgo de ser redundante, es necesario reiterar que todasestassonconstruidas,ynosolamenteporprocesosbasados-en-lugar.Lasfronterasylasatadurasaloslugaresnosonnaturalesnifijas,yauncuandolasfronterasnoexistenenunsentidoreal,suconstruccinesunaspectoimportantedelasactivasproduccio-nes materiales y culturales del lugar realizadas por grupos de perso-nas que, aunque heterogneas y diversas, comparten lo que Virilio (1997,1999)llamaelhicetnunc(elaquyelahora)delaprcticasocial. Comparten muchas otras cosas tambin con los ausentes otros,comoGiddens(1990)loplanteocomoloindicaVirilioconla nocinde telepresencia. Ingold (1993) ha sealadoque los lu-garesnoslotienenfronterasenrelacina lasactividadesde laspersonas (lospaisajesde las actividades, taskscapes) o los ani-males,que son reconocidosyexperimentadoscomo tal. Tambinlas fronteras naturales como los ros y las montaas, siguen esta lgica de construccin. Que los lugares tambin son construidos por el capital y lo global debe ser claro ahora, aspecto que se ampliar ms adelante.

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    Parasintetizarlospuntosmsimportantesindicadoshastaaho-ra,laliteraturaacadmicaactualsobreellugarenfatizadosaspec-tos: (1) la produccin del lugar por parte de fuerzas globales del ca-pital,desdeunaaproximacineconmica,o (2) lossentidos, laconstruccin cultural del lugar es decir, cmo los lugares son dota-dosconsignificadosylaconstitucindeidentidades,subjetividades,diferenciayantagonismo,apartirdelosparadigmasfenomenol-gicos,interpretativosyconstructivistas.Lasventajasdelintercambiode estas dos corrientes debe ser ahora claro, con el concomitante borramientode las fronteras entre la geografa y la antropologa,laeconomapolticay lastendenciaspostestructuralistasyepiste-molgicas.Finalmente,lacontinuavitalidaddellugarparalaprc-ticasocialesatestiguadaporlosfenomenologistas,paraquieneselcuerpo y el lugar son ineluctablemente las bases de la existenciahumana;porlosantroplogosecologistas,ensudiscusinsobrelosmodelosbasados-en-lugardelanaturaleza;yporunnmerodelu-chas y movimientos sociales que, en mayor o menor medida, toman ellugarylosmodosdeconcienciabasados-enlugarcomoelpuntodepartidaymetadesusestrategiaspolticas.

    El lugar, lo local y lo global

    Elconocimientolocalesunmododeconcienciabasada-en-lugar,unamaneraespecficadel lugar (aunquesiel lugarnosea limitadonideterminado)quedotadesignificadoalmundo.Sinembargo,per-dura el hecho de que en nuestra preocupacin por la globalizacin se deja de lado el lugar. Algunos trabajos recientes tratan de supe-rarestaparadojaproblematizandolastrampasepistemolgicasqueconstrienlasteorasdelaglobalizacin.Almismotiempo,proveenelementos para pensar ms all del desarrollo, esto es, para una conceptualizacin del postdesarrollo que est dirigida a la creacin denuevostiposdelenguajes,entendimientosyacciones11. Debates

    11 Lanocindepostdesarrollosehaconvertidoenunheursticoparare-aprenderaveryredeterminarlarealidaddecomunidadesdeAsia,fricayAmricaLatina.Esposiblereducireldominiode las representacionesdeldesarrollocuandonosaproximamosaesta realidad?Elpostdesarrolloesuncaminoquesealaestaposibilidad,un intento

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    sobrelaeconomayellugarpropuestosdesdelageografapostes-tructural feminista parecenparticularmente tiles al respecto. Enestostrabajos,ellugaresafirmadoencontradeladominacindelespacio, y los no-capitalismos en contra del capitalismo comounimaginario de la vida social.

    Empecemosentoncesconunacrticadelcapitalocentrismoilus-tradaen losrecientesdiscursosde laglobalizacin.Lacrticabus-ca permitirnos abrir el espacio para pensar en el valor potencialdeotrosmodelos localesde la economadesdeperspectivasquetambin se aplican a los modelos de la naturaleza y el desarrollo. Las gegrafas Julie Graham y Katherine Gibson son representantes deuna tendencia, compartidapor teorasconvencionalesyde iz-quierda, que considera al capitalismo tan hegemnico que aparece como lanicaformadeeconomaenelpresenteyquecontinua-r sindolo en el futuro que se alcanza a vislumbrar. El capitalismo ha sido dotado de tal poder de dominacin y hegemona por estas teoras, que ha sido imposible pensar la realidad social de manera diferente, y mucho menos imaginar la supresin del capitalismo. Las otras realidades (economa de subsistencia, economas biodiver-sas, formas de resistencia del TercerMundo, cooperativas e ini-ciativas localesmenores, recienteseconomasdel truequeyde lasolidaridad en varias partes del mundo, etc.) son vistas como opues-tas, subordinadas o complementarias al capitalismo, y nunca como fuentesdeunasignificativadiferenciaeconmica.Suscrticassonvlidas para la mayora de las teoras de la globalizacin e, incluso, paralasdeldesarrollo,puestoqueestasltimassitanalcapitalis-mocomoelcentrodelasnarrativasdeldesarrollo,tendiendoen-tonces a desvalorar o marginalizar las posibilidades de un desarrollo no-capitalista(Gibson-Graham,1996:41).Alcriticarelcapitalocen-trismo, estas autoras buscan liberar nuestra habilidad para ver los no-capitalismosyconstruirimaginarioseconmicosalternativos12.

    para pensar otros conocimientos, ver otras cosas, escribir en otros lenguajes (Crush, 1995;Escobar,1995;RahemayBawtree,1997).

    12 Elargumentoesmscomplejodeloqueaqusepresenta,e implicaunaredefinicinde la clase en terrenos anti-esencialistas, que se construye a partir del trabajo deAlthusserydelpostestructuralismomarxistadeResnickyWolf(1987).Ensntesis,est

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    Esta reinterpretacin reta la idea de la inevitabilidad de la pe-netracin capitalista, asumida en gran parte de la literatura sobre la globalizacin:

    En el libreto de la globalizacin [] slo el capitalismo tiene lahabilidadparaexpandirseeinvadir.Elcapitalismoespresentadocomo inherentemente espacial y como naturalmente ms fuerte quelasformaseconmicasno-capitalistas(economastradiciona-les,economasdelTercerMundo,economassocialistas,expe-rimentos comunales) por su presunta capacidad de universalizar el mercado para las mercancas capitalistas [] La globalizacin, segn este libreto, envuelve la violacin y eventual muerte de otrasformasdeeconomano-capitalistas.Todaslasformasno-capitalistas se vuelven daadas, violadas, cadas y subordinadas al capitalismo [] Cmo podemos retar una representacin similar de la globalizacin como capaz de tomar la vida de los sitiosno-capitalistas, particularmente del Tercer Mundo? (Gibson-Graham,1996:125-130).

    Desdeestaperspectiva,notodoloqueemergedelaglobalizacinpuede considerarse que se conforma al libreto del capitalismo. De hecho, la globalizacin y el desarrollo pueden propiciar una variedad de caminos de desarrollo econmico que pueden ser teorizados en trminos del postdesarrollo de la manera en que la naturalidad de laidentidadcapitalistacomolaplantilladetodalaidentidadecon-micapuedesercuestionada(Gibson-Graham,1996:146).Tambinpuedenserconcebidos,comoMayfairYanglohaceensuperspicazaplicacindeGibson-Grahama lascambiantesymltiplesecono-mas chinas, en trminos de la hibridez de las economas. La autora

    encuestinunareinterpretacindelasprcticascapitalistascomosobredeterminadasy de la liberacin del campo discursivo econmico del capital como el nico principio determinante. Articulada con una definicin transformada de clase centrada en losprocesos de producir, apropiar y distribuir trabajo excedente, esta reinterpretacinproduce una visin de la economa constituida por diversos procesos de clasecapitalistas y no-capitalistas, haciendo as visibles una variedad de prcticas no-capitalistas de mujeres asalariadas, de campesinos, de organizaciones de ayuda propia, comunalofamiliar,decooperativas,deeconomasdesubsistencia,etc.

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    quiere decir que muchas de las formaciones econmicas de la China de hoy en da estn compuestas a la vez por formas capitalistas y por unaformacincompletadeformasno-capitalistas.Conestareinter-pretacin,Yangnosretaapensarquelaseconomasindgenasnosiempre quedan aplanadas por la entrada del capitalismo, sino que puedenexperimentarinclusounarenovacinyponerunretoalaexpansindelosprincipioscapitalistas,yasestimularnosarepen-sarytrabajarlascrticasexistentesalcapitalismo(Yang,1999:5).

    Lo cierto es que ya no podemos estar tan seguros sobre lo que hay en el terreno despus de siglos de capitalismo y cinco dca-das de desarrollo. Podemos preguntarnos, incluso, si sabemos mirar la realidad social de manera en que nos permita detectar elementos de diferencia que no son reducibles a las construcciones del capi-talismoylamodernidad.Elpapeldelaetnografahasido,comoesobvio,particularmenteimportantealrespecto.Enlosaosochenta,algunasetnografasdocumentaronlaresistenciaactivaycreativaalcapitalismoylamodernidadenvariossitios13. La resistencia por s sola, sin embargo, es apenas sugerente sobre lo que est pasando en muchas comunidades, y no alcanza a mostrar cmo las personas continancreandoyreconstruyendolosmundosvividosylosluga-res. Sucesivos trabajos caracterizaron los modelos hbridos locales de la economa y del entorno natural mantenidos por campesinos y comunidades indgenas. Esta atencin puesta a la hibridacin cul-tural,particularmenteenlaantropologadeLatinoamricaydelosestudios culturales, es otro intento de hacer visible el encuentro dinmicodeprcticasoriginadasenmuchasmatricesculturalesytemporales, y el grado en que los grupos locales, lejos de ser recep-torespasivosdelascondicionestransnacionales,danformaactivaaprocesosdeconstruccindeidentidades,derelacionessocialesydeprcticaseconmicas.Estaslneasdeinvestigacinhanalcanza-dosofisticadosnivelesen lapresentacinderecuentosmatizados

    13 Entre los ms importantes estn los de Taussig (1980), Scott (1985), Ong (1987), yComaroffyComaroff(1991).FoxyStarn(1997)fueronmsalldelasformascotidianasde resistencia para considerar aquellas formas de movilizacin y de protesta que toman lugar entre la resistencia y la revolucin. Para un resumen de alguna de esta literatura, verEscobar(1995).

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    del encuentro entre el desarrollo, la modernidad y la cultura local encontextospostcoloniales(ver,porejemplo,Gupta(1998),ArceyLong (2000)). Esta literatura, sin embargo, est todava por relacio-narsesistemticamenteconelproyectoderepensarellugardesdelaperspectivade lasprcticasculturales,ecolgicasyeconmicasdiferentesentrelascomunidadesdelTercerMundoencontextosdeglobalizacinypostcolonialidad.Estevnculopuedepermitira losinvestigadoresresaltarlosaspectospolticosdesucrtica,frecuen-temente dejados de lado debido a su nfasis en la heterogeneidad, lahibridez,lalocalizacin,yladiferenciacindeformasyprcticas.

    SilametadeGibson-Grahameraproveerunlenguajealternati-vounanuevaclasedelenguajeenparticularparadedicarsealsignificadoeconmicodelasprcticaslocales,ysilametadelalite-raturadelpostdesarrollobuscatambinhacervisibleslasprcticasde diferencia cultural y ecolgica que puedan servir como susten-toparaalternativas,esnecesariotenerencuentaqueestasmetasestn inextricablementeunidasa concepcionesde la localidad,ellugarylaconscienciabasada-en-el-lugar.Ellugarescentralenasun-tos del desarrollo, la cultura y el ambiente y, por otro lado, es esen-cialparaimaginarotroscontextos,parapensarenlaconstruccindepolticas,conocimientoeidentidad.Elborramientodellugarengran parte de la literatura contempornea de la globalizacin es un reflejode laasimetraqueexisteentre loglobaly lo local.Enellalo global se asocia con el espacio, el capital, la historia y el agen-ciamiento, mientras que lo local, al contrario, es ligado al lugar, al trabajo y la tradicin al igual que con las mujeres, las minoras, los pobres y, se puede agregar, otras culturas14. Algunos gegrafos feministas han intentado corregir esta asimetra al argumentar que ellugartambinpuedellevaraarticulacionesatravsdelespacio,porejemplomedianteredesdedistintaclase(Chernaik,1996).Esto

    14 Este es claramente el caso de los discursos ambientalistas, por ejemplo, sobre la conservacin de la biodiversidad, donde las mujeres y los pueblos indgenas son acreditados de tener el conocimiento para salvar la naturaleza.Massey (1994) yadenunci la feminizacin del lugar y de lo local en las teoras sobre el espacio. Para un buen ejemplo de la asimetra de la cual Dirlik habla, ver la cita del libro de Castells ms arriba.

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    deja sin resolver, sin embargo, la relacin ente el lugar y la locacin, aligualquelacuestindelasfronteras.

    Quizs lo ms fundamental en el anlisis de Dirlik son las con-secuencias de la negligencia del lugar en las categoras actuales de anlisis social tales como clase, gnero y raza (y deberamos agregar aquelambiente),quelashacesusceptiblesdeserinstrumentosdelahegemona.Enlamedidaenqueestnsignificativamentesepara-das del lugar en los discursos de la globalizacin y la desterritoriali-zacin, las nociones contemporneas de cultura no son capaces de escaparaestedilema,puestiendenaasumir laexistenciadeunaestructura global de poder en la cual lo local ocupa necesariamente unaposicinsubordinada.Bajoestascondiciones,esposiblearti-cular una defensa del lugar, en la cual el lugar y lo local no deriven susignificadonicamentedesuyuxtaposicinconloglobal?Unpri-merpasopara resistira lamarginalizacindel lugar, continuandocon la exposicin deDirlik, es ofrecidopor la nocinde lugar deLefebvre como una forma de espacio vivido y anclado. De ah que su reapropiacindebeserpartedecualquieragendapolticaradicalencontradelcapitalismoydeunaglobalizacinsintiemponiespacio.Lapoltica,enotraspalabras,esttambinlocalizadaenellugar,ynonicamenteenlossupra-nivelesdelcapitalyelespacio.Ellugar,sepuedeagregar,eslalocacindeunamultiplicidaddeformasdepolticacultural,estoes,de loculturalquesehacepoltico,comoha sido evidente en el caso de los movimientos sociales de la selva pluvial y de otros movimientos sociales y ecolgicos15.

    15 LadistincindeLefebvrehasidotomadarecientementeporSojacomounamaneradeirmsalldelosbinarismosdegranpartedelateorasocialyreconstituir lapolticaapartirdeconsideracionessobreel lugar.Sobre labasedel trabajodeLefebvreydetericos poscoloniales y feministas, Soja sugiere la nocin del tercer espacio, que trasciendeelbinarismodelprimerespacio(espaciomaterial)de lascienciaspositivas(geografa, planeacin, etc.) y del segundo espacio de las teoras interpretativas (elespacio concebido desde la teora y el diseo). El tercer espacio implica lo material y lo simblicoa la vez;estms cercaalespaciodirectamentevivido... el espaciodehabitantesyusuarios(Soja,1996:67).Latrialcticadeespaciosvividos,percibidosyconcebidosaunqueprovisionalpuedeprepararelterrenoparaunaopcinpolticaestratgica en defensa del lugar y del espacio vivido. Sera posible pensar en primeras, segundas y terceras naturalezas de una manera similar (la primera naturaleza como la realidadbiofsica,lasegundanaturalezacomoaquelladelasconstruccionessimblicas,

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    Dirlik sugiere que lo glocal puede ser una primera forma de aproximarseequilibradamentea la localizacinde loglobal ya laglobalizacindelolocal.Eltrminoglocalfueacuadoafinalesde los aos ochenta en asociacin a los procesos de reestructura-cincapitalista(ErikSwyngedouw,comunicacinpersonalen1998).Enlaactualidadescadavezmsutilizado,dadoquesedistanciadelas divisiones binarias entre lo local y lo global, como se ver. Pero lasformasconcretasenqueestetrficodedoblevaentrelagloba-lizacinylalocalizacintienelugarnoseconceptualizanfcilmente.Incluso lo local de los movimientos sociales que se oponen al capi-tal y las naturalezas modernas est globalizado de alguna manera, puesto que, por ejemplo, los movimientos sociales toman presta-dosdiscursosmetropolitanosdelaidentidadyelambiente(Brosius,1997).Porelcontrario,muchasformasdelolocalsonofrecidasparael consumo global, desde el parentesco hasta las artesanas, la m-sica y el ecoturismo.

    Elpuntoconsisteendistinguiraquellasformasdeglobalizacindelolocalquepuedenconvertirseenfuerzaspolticasefectivasparaladefensadellugarydelasidentidadesbasadas-en-lugar,ascomoaquellas formas de localizacin de lo global que desde lo local se pueden llegarautilizarparasupropiaventaja.ComoVirilio loex-pres, amo lo local cuando le permite a uno ver lo global, y amo lo localcuandounolopuedeverdesdeloglobal(Virilio,1999:112).

    Para construir el lugar como un proyecto, para hacer de los ima-ginariosbasados-en-lugarenunacrticaradicalalpoder,yparaali-near lateorasocialconunacrticaalpoderenfavordel lugar,serequiere que nos aventuremos en otros terrenos. Esta propuesta re-suena y adquiere mayor alcance en la idea de Jane Jacob de que al atender a lo local, al tener en cuenta lo local seriamente, es posible ver cmo las grandes ideas del imperio se convierten en tecnologas inestablesdepoderatravsdeltiempoydelespacio(1995:158).Ciertamente, el lugar y el conocimiento local no son panaceas que solucionarn los problemas del mundo. El conocimiento local

    de los planeadores, de los tericos, y la tercera naturaleza como aquella vivida por las personasensucotidianidad)?

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    noespuronilibrededominacin;loslugarespuedenllegaratenersusformaspropiasdeopresineinclusivedeterror;sonhistricosy estn conectados con el mundo ms amplio a travs de relacio-nes de poder, que de muchas formas los determinan. La defensa delconocimientolocalqueseproponeesalavezpolticayepiste-molgica, y surge del compromiso con un discurso de la diferencia decarcteranti-esencialista.Encontradeaquellosquepiensanqueladefensadel lugarydelconocimiento locales indiscutiblementeromntica, sepuededecir con Jacobsqueesuna formadenos-talgiaimperial,undeseoporelnativonotocado,laquepresumeque estos encuentros [entre lo local y lo global] slo marcan otra fasedel imperialismo (1996:161). Seranecesario, sinembargo,extendernuestracuestinsobreel lugarparaconsideraraspectosms amplios tales como la relacin del lugar con las economas re-gionalesytransnacionales;ellugarylasrelacionessociales;ellugary la identidad;el lugar, las fronteras yel entrecruzamientode lasfronteras;ellugarylasmodernidadesalternativas;yelimpactodelatecnologadigital,particularmentedelinternet,sobreloslugares.Qu cambiosocurrenen lugaresparticulares como resultadodelaglobalizacin?O,alcontrario,qunuevasformasdepensarelmundo emergen de los lugares como resultado de estos encuen-tros?Cmoentendemoslarelacinentrelasdimensionesbiofsi-cas,culturalesyeconmicasdellugar?

    Lanocindemodelosculturalesdenaturalezaydeprcticasno-capitalistas no dejan a un lado la necesidad de repensar el capitalismo y la globalizacin. Esta es una pregunta molesta que apunta a la debi-lidaddelcapitalocentrismo.Sinembargo,elhechodequeelmarxis-mo y otros marcos de pensamiento progresivos hayan evidenciado su imposibilidad de transformar este sistema ha llevado a suponer que el capitalismo es inmune a una reconceptualizacin radical y a una oposicin que, al parecer, esta cada vez ms atrincherada en el mismo actodelacrtica.Peroesposibleverlodeotramanera?

    Qu tal si teorizamos el capitalismo no cmo algo grande y abar-cador,sinocomoalgoparcial,comounconstituyentesocialentremuchos? [...] Qu tal si el capitalismo fueseuna seriededife-

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    rentesprcticasesparcidassobreelpaisajequeson(paraconve-niencia y en violacin de la diferencia) comnmente vistas como iguales?Sicategorascomolasubjetividadylasociedadpuedenpasarporelpensamientoradical,dondepreviamenteexistaunapresumidafijeza,produciendounacrisisdelaidentidadindividualysocial,nopodemosdarlealcapitalismounaidentidadencrisistambin?(Gibson-Graham,1996:260,261).

    Lomismopuededecirsesobrelanaturaleza(Escobar,1999a).Esin-negable que el capitalismo opera en las diferentes escalas, que est siemprepresenteenlaproduccindellugar;anms,elcapitalismodebe operar con base en su incorporacin en los lugares, y hay pro-bablemente tantas variedades de esta incorporacin como lugares, pese al mejor esfuerzo del capital por normalizar sus condiciones de operacin.Sinembargo,esto tambinsignificaqueelcapitalismoes, al menos en cierto grado, transformado por los lugares. De la misma formaque lasmujeres no estn completamente definidasporsurelacinconloshombres,loslugaresylosno-capitalismosnoestncompletamentedefinidosporsurelacinconelcapitalismoyelespacio(Gibson-Graham,1996).Comohasidodichoapropsitode los africanos, la gente en los lugares puede llegar a crear econo-maslocalesatravsdeprcticassocio-culturalesquesearticulanen Occidente pero que no son familiares con l, y stas a veces brindan oportunidades de incorporar otras culturas sin que sean aculturados(HechtySimone,1994:138,71).Deunamaneramspositiva,significaquepluralizarlaidentidaddelcapitalismoodelos capitalismos requiere tambin de la liberacin discursiva de los lugares (y de la economa) con respecto a una total determina-cin del capital o de la modernidad para ese caso. El idioma de los capitalismos o modernidades localizadas o hibridizadas, aunque su-gestivoytil,novabastantelejos.Estasnocionesusualmentedejandeladolapreguntaporlasgenealogasqueenvuelvenesasprcti-casysuconexinconelpoder.

    Es posible, entonces, aceptar que el postdesarrollo ya est (y siempre ha estado) bajo una continua re/construccin? Que loslugares siempre son defendidos y recreados, y que hay diferentes

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    economassurgiendosiempre?Qulasprcticasecolgicasalter-nativasnoslopuedenserdocumentadassinoqueestnsiempreporserluchadasenmuchaslocalidades?Atreverseaconsiderarse-riamenteestaspreguntassuponeunapolticadelalecturadiferentepor nuestra parte como analistas, y contribuir as a transformar las polticasdelarepresentacin.Enelcampodeldesarrolloalternativose ha experimentadomucho en diversos lugares, en trminos deintentar combinaciones entre conocimiento y poder, verdad y prc-ticaqueincorporanactivamentealosgruposlocalescomoproduc-tores de conocimiento. Cmo el conocimiento local ser traducido enpoder,yestesaber-poderenproyectosyprogramasconcretos?Cmolasconstelacioneslocalesdesaber-poderpuedenconstruirpuentesconformasexpertasdeconocimientocuandoseanecesa-rio?,ycmopuedenampliarsuespaciosocialdeinfluenciacuandoson enfrentadas con condiciones locales, regionales, nacionales y transnacionalesperjudiciales,comoocurreconfrecuencia?

    Una antropologa de la globalizacin fundamentada en la nece-sidaddeidentificardiscursossocialessignificativosdeladiferencia(cultural, ecolgica,econmica,poltica) yen lasmanerasenquepuedenoperarcomodiscursosquearticulanalternativas,examina-ralasdiversasformasdeconstruircultura,naturalezaeidentidadeshoy en da, as como la produccin de diferencias a travs de pro-cesoshistrico-espaciales,quenosolamentesonproductodefuer-zasglobalesseancapitalismo,nuevastecnologasointegracindelmercadosinoquetambinestnligadasalugaresyasudefensa.Es importante hacer visibles las diferentes lgicas locales de produc-cindeculturaseidentidades,deprcticasecolgicasyeconmicas,que incesantemente estn emergiendo en comunidades del mundo entero. Hasta dnde logran plantear un importante, y quizs ori-ginal, retoal capitalismoy lasmodernidadeseurocentradas?Msan,culesseran lascondicionesquepermitirana lasprcticasbasadasenel lugarcrearestructurasalternativasquelesdenunaoportunidadparasobrevivir,crecerporsmismasyflorecer?

    Elcampodelosmovimientossociales,particularmentedealgu-nosmovimientostnicosyecolgicos,ofreceunterrenofrtilparapensar en estas preguntas y en las polticasdel lugar en general.

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    Por ejemplo, la nocin del territorio que est siendo elaborada por activistasdemovimientossocialesyecologistaspolticosenalgunasreas de la selva hmeda establece una relacin entre el lugar, la culturaylanaturaleza.EnlaselvahmedadelPacficocolombiano,porejemplo,activistasdelmovimientosocialde lascomunidadesnegrashandesarrolladoun sofisticadomarcodeecologapolticaqueligalaidentidad,elterritorioylaculturaenestrategiasalterna-tivasdeconservacinyusososteniblede losrecursosbiodiversosde la regin. Abordemos ahora brevemente este aspecto del mo-vimientosocialantesderetomarlapreguntaporlaspolticasdeladefensa del lugar en un plano ms terico.

    Movimientos sociales y estrategias subalternas de localizacin16

    LareginPacficadeColombiaesunavastareadeselvahmedadeaproximadamente900kmdelargoy50-180kmdeancho,queseextiendedesdePanamyEcuador,yentrelacadenamontaosamsoccidentaldelosAndesyelOcanoPacfico.Esconocidacomounade las zonas de mayor concentracin de la diversidad biolgica del mundo.Deunatotalidaddecasiunmillndehabitantes,losafro-colombianos, descendientes de esclavos trados desde comienzos delsigloXVIparatrabajarenlamineradeoro,constituyencercadel90%delapoblacin,ylosindgenasdevariosgrupostnicoscom-ponen casi el 5%. Cerca del 60% de la poblacin an vive en asenta-mientos rurales en las riberas de los numerosos ros, que, en la parte

    16 Estaesunapresentacinextremadamentesucintatantodelareginencuestincomodelmovimiento.Tienelaintencindecomunicarallectorelsentidodeimportanciadadoa la cultura, al lugar y al territorio por este movimiento. El concepto de territorio en s mismo es bastante nuevo, pues data de la mitad de los ochenta, y tambin lo es la etnizacinde las identidadesnegras.Ladefensade losterritoriosyde las identidadestnicasslosehaconvertidoenproyectospolticosenlosaosnoventa.Paramsampliosantecedentes sobre la regin verWhitten (1986), Escobar y Pedrosa (1996), RestrepoydelValle(1996)yCamachoyRestrepo(1999).ElmovimientosocialdecomunidadesnegrasesanalizadoenGrueso,RoseroyEscobar(1998),yelmarcodeecologapolticadelmovimientoenEscobar(1998).Finalmente,ellibroqueactualmenteestoyescribiendosobreestostemastieneuncaptulosobreel lugar,delcualadapto losbrevesapuntesincluidosac.Ellibroestbasadoenochoaosdeinvestigacin,incluyendoveintemesesdetrabajodecampo,queempezconunperiododeunaoen1993.

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    sur, corren desde los Andes hasta el ocano. Aunque la regin nunca ha estado completamente aislada, dos factores han generado cam-biossustantivosenlosltimosaos: laradicalaperturaneoliberaldel pas a la economa mundial adoptada por el gobierno despus de1990,ylaadjudicacindederechoscolectivosterritorialesycul-turales a las comunidades negras (la Ley 70) como consecuencia de laimplementacindelanuevaconstitucinnacionalen1991.Fueenelcontextodeestacoyunturaquetrescambiosimportantesparaeste trabajo deben ser situados. Primero, el creciente ritmo de las actividadesextractivascapitalistas,talescomolarpidaexpansindelasplantacionesdepalmaafricanaydecultivosindustrialesdecamarn en la parte sur de la regin. Segundo, la preocupacin por la destruccin de la diversidad biolgica, que ha llevado a la imple-mentacin de un novedoso proyecto para su conservacin, con uno de los movimientos sociales de la regin como uno de los mayores interlocutores del proyecto. Tercero, el surgimiento de importantes movimientostnicos,particularmenteelmovimientosocialdeco-munidades negras.

    Cmo la produccin de esta regin de selva hmeda puede seranalizadaentrminosdellugar?Entrminosgenerales,elPa-cficobiogeogrfico,comoseconoceestaregin,esconstruidoatravsdeprocesosqueincluyenlohumano,lobiofsiconohumano,y mundos maqunicos que operan en muchas escalas, desde lo mi-crobiolgico hasta lo transnacional. Estos procesos pueden ser vis-tosesquemticamenteacontinuacin:1. Los procesos histricos de la formacin biolgica y geolgica. Los

    gelogosylospaleocientficospresentanunavisindelareginen trminosdeltiempogeolgicoydeevolucin,de tal formaquedancuentadesuespecificidadyampliadiversidadbiolgica.

    2. Losprocesoshistricosconstituidosporlasprcticascotidianasdelascomunidadeslocalesnegrasindgenasymestizas.Atravsdesuslaboriosasprcticascotidianasdeser,conoceryhacer,lascomunidadeshanconstruidoactivamentesusmundossociona-turales por varios siglos, incluso en medio de otras fuerzas.

    3. Los procesos histricos de acumulacin del capital en todas las escalas, desde lo local a lo global. El capital es sin duda una de

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    lasfuerzasmspoderosasqueparticipanenlaconstruccindeesta y la mayora de las otras regiones de selva hmeda en el mundo.Sinembargo,laconstruccindelPacficocomolugarnopuedeexplicarsenicamenteentrminosdelcapital.Enefec-to,puedeafirmarsequeformasnocapitalistasexistenyestnsiendocreadasactualmentedesdeladinmicadelasprcticasculturalesyecolgicasbasadas-en-lugar,aunenarticulacinconel capital y el Estado.

    4. Los procesos histricos de incorporacin de la regin dentro delEstado,particularmenteatravsderepresentacionesyes-trategias de desarrollo. Estos procesos han adquirido gran im-portanciaenlasltimasdcadas,durantelascualeselgobiernofinalmentebuscincorporaralareginplenamentedentrodesu aparato desarrollista. A comienzos de los aos ochenta, el Pa-cficocolombianofuerepresentadoporprimeravezcomounaregin desarrollable en los discursos del Estado. El capital y el desarrolloconstituyeronunadobleestrategiaparalaterritoria-lizacindelPacficocomounespaciomodernodeconocimientoe intervencin.

    5. Las prcticas culturales-polticas de los movimientos sociales.Despus de los aos noventa, los movimientos negros e indge-nasseconvirtieronenimportantesactoresparalarepresenta-cinyconstruccindelPacficocomolugaryterritorio-regin.Estosmovimientoshanpuestoenmarchaunapolticaculturalque opera principalmente a travs de procesos de etnizacin de laidentidadconcercanaconexinconlasestrategiasecolgicasyalternativasdedesarrollosostenible.

    6. Losdiscursosyprcticasdelatecnocienciaentodaslasesca-las,desdelolocalaloglobal,particularmenteenlasreasdeconservacin de la biodiversidad y la sostenibilidad. La biodi-versidadsehaconvertidoenunpoderosodiscursoyhaori-ginado una red que abarca cada vez ms dominios de accin cultural, poltica y ecolgica.A comienzosde los noventa, laredde labiodiversidadsehaconvertidoenunelemento im-portanteenla luchaporelPacficocolombianocomolugaryterritorio.

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    Enunmodomuyesquemtico,estosprocesospuedendividirseendosgrandesestrategias.Estasestrategias,debeserenfatizado,no son limitadas o discretas, sino que se superponen y en muchas formasseco-producen:1. Las estrategias de localizacin global elaboradas desde el capital,

    el Estado y la tecnociencia. El capital, el Estado y la tecnociencia seengrananenunapolticade laescalaque intentanegociarla produccin de la localidad en su favor. Sin embargo, dado en queestasestrategiasnosonbasadasen-lugar, inevitablemen-te generan un efecto deslocalizador con respecto a los lugares locales,apesardesusesfuerzosporarticularsecon las locali-dades.(Nodiscutirahoraesasestrategiasterritorialesbasadasen la violencia de las armas, que infortunadamente han ganado ascendenciaenlaregindesdefinalesdelosaosnoventa,cau-sando un desplazamiento masivo de gente diversos de lugares).

    2. Estrategias subalternas de localizacin elaboradas por comuni-dades y, particularmente, pormovimientos sociales. Estas es-trategias son de dos clases: estrategias basadas en el lugar que dependen de su vnculo con el territorio y la cultura, y estrate-gias glocales surgidas por el trabajo en redes (meshworks) que lespermitealosmovimientossocialesarticularseenlaproduc-cindelalocalidadalestablecerunapolticadelaescaladesdeabajo.Losmovimientossocialessearticulancon lapolticadelaescalaal configurar redesde ladefensade labiodiversidady a travs del establecimiento de coaliciones con otras luchas basadas-en-lugar.

    LosactivistasdelProcesodeComunidadesNegras(PCN)hanar-ticuladoprogresivamenteunmarcodeecologapolticaensuinte-raccin con la comunidad, el Estado, las ONG y sectores acadmicos. UnadelacontribucionesimportantesdelProyectoBiopacfico(PBP)hasidoiniciarunainvestigacinyconceptualizacindelossistemastradicionales de produccin de las comunidades ribereas. Para el equipodelPBPylosactivistasdelPCN,esclaroqueestossistemasestn ms equipados para el consumo local que para el mercado y laacumulacin;hanoperadocomo formasde resistencia, incluso

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    cuando han contribuido a la marginalizacin de la regin. Tambin escomnmenteapreciadoquelasprcticastradicionaleshansidososteniblesalgradoquehanpermitidolareproduccindelasecolo-gasculturalesybiofsicas(SnchezyLeal,1995).Estasostenibilidadhasidocadavezmscuestionadaenelcasodecasitodaslascomu-nidades,almenosenlasdosdcadaspasadas.Losactivistashanin-troducidoimportantesynovedosasconcepcionesenestecontexto.Laprimeraes ladefinicinde labiodiversidadcomoterritorioms cultura. Una visin muy cercana es la consideracin de la sel-vahmedadelaregindelPacficocomounaterritorio-regindegrupos tnicos, esto es, como una unidad ecolgica y cultural que esconstruidalaboriosamenteatravsdeprcticasculturalesyeco-nmicascotidianasdelascomunidades.

    El territorio-regin es tambin pensado en trminos de co-rredoresdevida,verdaderosmodosdearticulacinentreformassocioculturales de uso y los ambientes naturales. Hay, por ejemplo, corredores de vida ligados a los ecosistemas de manglares, al piede-monte,alapartemediadelosros,yseextiendenhaciaelinteriordelbosque,loscualesseconstruyenapartirdeactividadesparticulares,tales como la minera de oro tradicional o la recoleccin de conchas por parte de las mujeres en las reas de manglar. Cada uno de estos corredoresestmarcadoporpatronesparticularesdemovilidad,re-laciones de poder (gnero, parentesco, etnicidad), uso del ambiente yvnculosconotroscorredores.Cadaunoimplicaunusoparticularyunaestrategiademanejodelterritorio.Elterritorio-reginesunacategora de las relaciones intertnicas que apunta hacia la construc-cindealternativasdevida ymodelos sociales. Implicael intentodeexplicarladiversidadbiolgicadesdelaperspectivaendgenadelaslgicaseco-culturalesdelPacfico.Msconcretamente,elterrito-rioesvistocomounespaciodeapropiacinefectivadelecosistema,estoes,comoaquellosespaciosutilizadosparasatisfacerlasnecesi-dades de las comunidades y para el desarrollo social y cultural. Es un espaciomultidimensionalparalacreacinyrecreacindeprcticasecolgicas, econmicas y culturales de las comunidades.

    Paraunacomunidadribereadada,estaapropiacintienedi-mensiones longitudinales y transversales, y algunas veces abarca

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    Laculturahabitaenlugares

    cuencasdevariosros.Asdefinido,elterritoriocomprendevariasunidadesdepaisaje;y,msimportante,incorporaunproyectoco-munitario de vida. El territorio-regin, al contrario, es concebidocomounaconstruccinpolticaparaladefensadelosterritoriosysusostenibilidad.Deestamanera,elterritorio-reginesunaestra-tegia de sostenibilidad y, viceversa, la sostenibilidad es una estra-tegiaparalaconstruccinydefensadelterritorio-regin.Sepuededecirentoncesquelaregin-territorioarticulaelproyectodevidadelascomunidadesconelproyectopolticodelosmovimientosso-ciales. La lucha por el territorio es entonces una lucha cultural por laautonomaylapropiadeterminacin.EstoexplicaporquparamuchagentedelPacficolaprdidadelterritoriosignificaraunre-gresoalaesclavitudopeor,quizs,elconvertirseenciudadanoscomunes.Elasuntodelterritorioesconsideradoporlosactivistasdel PCN como un reto para desarrollar las economas locales y las formasdegobernabilidadquepuedanapoyarsuefectivadefensa.El fortalecimiento y la transformacin de los sistemas de produccin tradicionalesyde losmercadosyeconomas locales; lanecesidaddepresionarporelprocesodetitulacincolectiva;yeltrabajoporel fortalecimiento organizacional y el desarrollo de formas de gober-nabilidad territorial, son componentes de una abarcadora estrategia centrada en la regin. Finalmente, es claro que las comunidades en smismashantenidouncrecientesentidodeprdidadelterritorioen el presente y han pensado en lo que tendra que hacerse para defenderlo. Aquellos en las comunidades ribereas son los ms dis-puestosasealarlaprdidadelosvalorestradicionalesylaidenti-dad como la ms inmediata fuente de prdida del territorio. Otros factoresparecenconvergerenestavariable:abandonodelasprcti-casdeproduccintradicional,presenciainusitadadeprcticasirra-cionalesdeexplotacin,posicionamientodelaspolticasdesarrollis-tasdelEstadoorientadasporcriteriosexternos,ritmocrecientedelaextraccinindustrialylaexistenciademodeloseducativostotal-mente inapropiados y alienantes para los jvenes, son citados como los factores ms comunes asociados a la perdida de los valores y del territorio. En enriquecedoras discusiones con lderes de la comuni-dadyactivistasdelosmovimientossociales,hanempezadoasurgir

    Rodrigo

    Rodrigo

    Rodrigo

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    Unamingaparaelpostdesarrollo

    otros factores ligados a la prdida del territorio: el incremento de lasplantacionesy laespecializacindeactividadesproductivas;elimpacto cultural de los medios masivos de comunicacin, la educa-cinylaculturanacional;lasmigracionesylallegadadeextranjerosalareginqueaboganporunaticadelcapitalismoyelextractivis-mo;y,porsupuesto,polticasdedesarrolloinadecuadas,laaperturaneoliberal a los mercados mundiales y las demandas de la economa global.

    Para resumir, a las estrategias capitalistas de produccin de la localidad (y, de alguna manera, elaboradas por la tecnociencia), los movimientos sociales oponen estrategias de localizacin, que, como hemos visto, se enfocan en primera instancia en la defen-sa del territorio y la cultura. Los lenguajes de la biodiversidad, la sostenibilidad, los sistemas de produccin tradicionales, los dere-chos culturales, y las identidades tnicas son todos entretejidosporlosactivistasdelosmovimientosenundiscursoparaladefen-sadellugaryunmarcodeecologapolticaquelespermitearticu-larunaestrategiapoltica.Losmovimientossociales,talescomoelmovimientode lascomunidadesnegrasdelPacficocolombiano,avanzan, entonces, en el desarrollo de una triple estrategia de lo-calizacin para la defensa de sus territorios: una estrategia loca-lizante basada en el lugar, para la defensa de los modelos locales denaturaleza y de prcticas culturales; una estrategia de locali-zacinatravsdeunactivoycreativoengranajecon las fuerzastranslocales,talescomomovimientosambientalesodeidentidado varias coaliciones globales en contra de la globalizacin y el libre mercado; yunadinmicaestrategiapolticaquevincula la iden-tidad,el territorioy la culturaenniveles locales, regionales,na-cionalesytransnacionales.Losmovimientossocialesdeestetipose ocupan de una novedosa poltica de escala que est por serestudiada etnogrficamente. Estas etnografas deben relacionarlas luchasbasadas-en-lugar, aunque transnacionalizadas, con lasredes transnacionales fomentadas por los discursos globales de la tecnocienciayelcapital;debenmirarlasredesentrminosdeundiverso conjunto de actores y discursos que operan en diferentes escalas;ydebeninvestigarlasmanerasenlascualesestosactores

    Rodrigo

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    Laculturahabitaenlugares

    se relacionan a la vez con lugares y espacios mientras viajan una y otra vez entre diferentes dominios de la red17.

    Lugar, diferencia y la poltica de la escala

    Cules son los prospectos para la defensa de proyectos de lugar talescomolosdelPacficocolombiano?Esimportanteencararestapregunta de una forma general antes de concluir. Para Dirlik, la so-brevivenciadelasculturasbasadasen-lugarseasegurarcuandolaglobalizacin de lo local se compense con la localizacin de lo global esto es, cuando la simetra entre lo local y lo global sea reintrodu-cida en trminos sociales y conceptuales y, debemos agregar, cuan-do las diferencias econmicas y ecolgicas sean propuestas como centrosdeanlisisydeestrategiasdeaccin.Enltimainstancia,sin embargo, la imaginacin y la comprensin de diferentes rdenes demanda la proyeccin de los lugares en espacios para crear nue-vas estructuras de poder [...] de manera que incorporen los lugares ensumismaconstitucin(Dirlik,2000:39).Estotambinimplica-raelposicionamientodeimaginariosnocapitalistasenlaconstitu-cin de economas y estructuras econmicas, y defender las culturas locales de su normalizacin por parte de las culturas dominantes paraquepuedanconvertirseenfuerzaspolticasydevidaefectivas.

    17 Baso este anlisis preliminar de las redes en mi conocimiento y vnculo con varias redes, incluyendo el movimiento social de comunidades negras y sus actividadestransnacionales;elproyectopatrocinadoporlaUnescoMujeresenlaRed(Harcourt1999b),redinternacionaldedicadaalestudioypromocindelusodelasNTICporgruposdemujeresdelmundoentero;yelInternationalGroupforGrassrootsInitiatives(IGGRI),que agrupa movimientos sociales en contra de la globalizacin. Tambin he seguido a distancialasactividadesdelaPeoplesG