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6 VARIEDADES ESTUDIO ESCRIBE: MOISÉS AYLAS ORTIZ FOTO: VÍCTOR PALOMINO G. P rimero fue Caral, la antigua civilización peruana con- temporánea a otras civilizaciones como las de China, Egipto, India y Mesopotamia. Y como sus pares del antiguo mundo fue también uno de los focos originarios de la cultura, desvirtuando así la creencia de que en América el desarrollo de la civilización fue posterior. La escritura aparece y evoluciona en el mundo como parte de las civilizaciones formadas por hombres que vivían en pueblos que tenían cultos y templos, agricultura y comercio, y artesanías. Así ocurrió en Egipto, China, Mesopotamia. Siendo Caral una cultura contemporánea a las nombradas, no debe extrañar que en el antiguo HALLAN EVIDENCIAS EN QUILCAS DE LIMA ¿Conocimos la escritura? Se afirma que los antiguos peruanos no conocieron la escritura sino hasta la llegada de los españoles. Pero dos arqueólogos peruanos sostienen lo contrario, ellos descubrieron evidencias que probarían que sí existió un sistema ideográfico hace más de 4 mil años. Perú existieran esfuerzos para el desarrollo de un tipo de escritura. Los arqueólogos Gori Tumi Echevarría y Antonio Wong Robles sostienen la teoría de que sí existió una escritura ideográfica –símbolos– en la costa central del Perú que abarcó desde la cuenca del río Supe, por el norte, hasta la cuenca del río Lurín, en el sur. En su estudio, que en un inicio lo trabajaron individual- mente y sin que uno conozca que el otro desarrollaba la misma tesis, detallan las evidencias encontradas, así como el análisis que efectúan a lo que sería la primera y más antigua escritura en el Perú de carácter ideográfico. Estas evidencias fueron descubiertas en Checta, un sitio arqueológico ubicado en el valle del Chillón a tres horas de Lima. En este lugar encontraron quilcas, con símbolos que se repetían. Originalmente se creía que era un recinto de arte rupestre. Gori Tumi Echevarría, un joven arqueólogo sanmarquino, no oculta su entusiasmo cuando le pedimos que nos detalle sobre estas evidencias. Afirma que el estudio realizado es- tableció que entre los años 2700 y 1000 antes de Cristo se desarrolló y difundió la escritura ideográfica. "Este esfuerzo civilizatorio tuvo éxito y se desarrolló invariablemente por casi 2 mil años hasta que Chavín llegó al lugar y alteró o canceló el progreso de la escritura de Lima", subraya. "Se pensaba que el Perú no había tenido escritura de ningún tipo, que ésta había sido un fenómeno exclusivo de las culturas del Viejo Mundo, pero este descubrimiento cambia completamente todo lo que se pensaba al respecto y no debería sorprendernos", agrega. ARQUEÓLOGO. Gori Tumi afirma que los símbolos se repiten en varios lugares.

Escritura Peruana

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Publicado en la Revista Variedades, Año 104, 3ra Etapa, No 246

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Page 1: Escritura Peruana

6 VARIEDADES

ESTUDIO

ESCRIBE: MOISÉS AYLAS ORTIZFOTO: VÍCTOR PALOMINO G.

P rimero fue Caral, la antigua civilización peruana con-

temporánea a otras civilizaciones como las de China,

Egipto, India y Mesopotamia. Y como sus pares del

antiguo mundo fue también uno de los focos originarios de

la cultura, desvirtuando así la creencia de que en América el

desarrollo de la civilización fue posterior.

La escritura aparece y evoluciona en el mundo como

parte de las civilizaciones formadas por hombres que

vivían en pueblos que tenían cultos y templos, agricultura

y comercio, y artesanías. Así ocurrió en Egipto, China,

Mesopotamia. Siendo Caral una cultura contemporánea

a las nombradas, no debe extrañar que en el antiguo

HALLAN EVIDENCIAS EN QUILCAS DE LIMA

¿Conocimos la escritura?

Se afirma que los antiguos peruanos no conocieron la escritura sino hasta la llegada de los españoles. Pero dos arqueólogos peruanos sostienen lo contrario, ellos descubrieron evidencias que probarían que sí existió un sistema ideográfico hace más de 4 mil años.

Perú existieran esfuerzos para el desarrollo de un tipo

de escritura.

Los arqueólogos Gori Tumi Echevarría y Antonio Wong

Robles sostienen la teoría de que sí existió una escritura

ideográfica –símbolos– en la costa central del Perú que abarcó

desde la cuenca del río Supe, por el norte, hasta la cuenca

del río Lurín, en el sur.

En su estudio, que en un inicio lo trabajaron individual-

mente y sin que uno conozca que el otro desarrollaba la misma

tesis, detallan las evidencias encontradas, así como el análisis

que efectúan a lo que sería la primera y más antigua escritura

en el Perú de carácter ideográfico.

Estas evidencias fueron descubiertas en Checta, un sitio

arqueológico ubicado en el valle del Chillón a tres horas de

Lima. En este lugar encontraron quilcas, con símbolos que

se repetían. Originalmente se creía que era un recinto de

arte rupestre.

Gori Tumi Echevarría, un joven arqueólogo sanmarquino,

no oculta su entusiasmo cuando le pedimos que nos detalle

sobre estas evidencias. Afirma que el estudio realizado es-

tableció que entre los años 2700 y 1000 antes de Cristo se

desarrolló y difundió la escritura ideográfica. "Este esfuerzo

civilizatorio tuvo éxito y se desarrolló invariablemente por casi

2 mil años hasta que Chavín llegó al lugar y alteró o canceló

el progreso de la escritura de Lima", subraya.

"Se pensaba que el Perú no había tenido escritura de

ningún tipo, que ésta había sido un fenómeno exclusivo

de las culturas del Viejo Mundo, pero este descubrimiento

cambia completamente todo lo que se pensaba al respecto y

no debería sorprendernos", agrega.

ARQUEÓLOGO. Gori Tumi afirma que los símbolos se repiten en varios lugares.

Page 2: Escritura Peruana

Lunes 10 de octubre de 2011 7

ARQUEOLOGÍA

EL ESTUDIOLa escritura en sus inicios no fue como la conocemos hoy.

Empezó como marcas y figuras que se trazaban en el suelo

o rocas, se imprimían en el lodo o se pintaban sobre distintos

materiales. Sus primeros antecedentes fueron las gráficas

rupestres.

Sobre esta base, los investigadores sostienen que existen

características del arte rupestre que permiten suponer que

se trata de escritura y no de dibujos. Primero, las figuras

aparecen en determinada posición, que éstas se repiten

en la misma forma convencional y que no corresponden a

situaciones naturales.

En el caso de Checta, indican que en este sitio arqueológico

existen al menos 500 rocas que fueron marcadas cultural-

mente (petroglifos), constituyendo el conjunto de quilcas más

numeroso y concentrado de la costa central del Perú.

Refieren que este sitio arqueológico, perteneciente a la

cultura Lima, tuvo cuatro fases de desarrollo que correspon-

dieron a diferentes contextos culturales y no a uno como lo

establecieron los primeros investigadores que hallaron este

lugar. La nueva cronología cubre un lapso mínimo de 2,500

años, desde su inicio hasta su abandono.

De acuerdo con esta secuencia de tiempo, a la primera

fase corresponden las quilcas con "cúpulas" o pequeños hoyos

percutidos. A la segunda fase se presentan quilcas compues-

tas por motivos abstractos geométricos. A la tercera fase,

donde se nota la influencia Chavín, figuran representaciones

seminaturalistas antropomorfo-zoomorfas; y la cuarta fase,

se caracteriza por motivos seminaturalistas representando

Amarus.

Lo más sorprendente es que estas evidencias no se cir-

cunscriben a Checta, sino que se repiten en varios lugares. Se

han hallado quilcas con los mismos códigos desde Supe, hay

una en la ciudadela de Caral; así como en los sitios de Quivi,

Chocas y Pucará, en el río Carabayllo; en los sitios de Yanacoto

y Santa Felicia, en el Rímac; y en los sitios de Quebrada Verde

y Antapucro, en la cuenca del río Lurín.

CHECTA ES LA MAYOR MUESTRA

Antonio Wong afirma que la investigación de-

muestra que Checta es un sitio arqueológico

de primera importancia con una secuencia lo

suficientemente compleja como para deducir un

desarrollo gráfico cognitivo de aproximadamente

3 mil años de duración.

"Consideramos que Checta es la mayor mues-

tra de un fenómeno de escritura temprana, la

que acompaña los procesos civilizatorios y la

consolidación del poder de los ayllus primigenios

en los Andes, con un lapso aproximado de 2 mil

años y una extensión que cubre al menos seis

cuencas continentales en la costa central del

Perú", sostiene.

En el caso de Caral se descubrieron quilcas cerca de las

plazas circulares. Y en estas piedras aparecen los mismos

motivos que aparecen en Checta. "Eso fue algo extraordinario

porque confirmó nuestra teoría", expresó Gori Tumi.

En todos los casos señalados, manifiestan que las quilcas

son ejemplos de un mismo sistema de comunicación gráfica

que estaba dividido en dos tipos: simples y compuestos.

Los simples están formados por líneas, rectas o sinuo-

sas, espirales, círculos y puntos; y los compuestos por la

combinación de los motivos simples, en cruces, círculos

con punto interior, espirales con apéndices, círculos con

líneas proyectadas de su circunferencia, círculos con puntos

interiores y líneas, entre otros.

Existen otras más evolucionadas que incluyen círculos

divididos en la mitad por una línea o por círculos con punto

interior en lados opuestos de una línea.

OTROS ASPECTOSOtro factor que favoreció la aparición de la escritura fue

la existencia de una población relativamente estable y en

aislamiento. En ese sentido, citan el caso de Caral que sirvió

como área de expansión o influencia de otros asentamientos

culturales, alentado por el intercambio comercial.

Agregan que otro aspecto fue la existencia de una econo-

mía aldeana concentrada, con un desarrollo hortícola hasta

una agricultura básica, que asocia la necesidad del ajuste

o medida del tiempo y del mensaje técnico de la actividad.

Nuevamente Caral es un ejemplo de esta teoría.

La investigación acaba de publicarse en la última edición de

Rock Art Research, la más importante publicación arqueológica

del mundo, dedicada al arte rupestre, con el título "A tentative

sequence and chronology for Checta, Peru".

El estudio se presentará en eventos académicos de la

especialidad para su debate. Gori Tumi y Antonio Wong han

abierto el camino con su teoría y si se confirma cambiaría la

historia del Perú. Estaremos atentos.

FOTOS: GORI TUMI ECHEVARRIA

HUELLAS. Existen alrededor de 500 quilcas en Checta, algunas de ellas muestran gráficos elaborados.