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ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de Doctorado en Ciencias de la Salud Línea: Bioestadística y Epidemiología UNIVERSIDAD DE CÁDIZ TESIS DOCTORAL HEMOFILTRACIÓN CONTINUA DURANTE LA CIRCULACIÓN EXTRACORPÓREA Y SU EFECTO SOBRE LA LACTATEMIA Carlos García Camacho Cádiz, 2021

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ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ

Programa de Doctorado en Ciencias de la Salud

Línea: Bioestadística y Epidemiología

UNIVERSIDAD DE CÁDIZ

TESIS DOCTORAL

HEMOFILTRACIÓN CONTINUA DURANTE LA

CIRCULACIÓN EXTRACORPÓREA Y SU EFECTO SOBRE

LA LACTATEMIA

Carlos García Camacho

Cádiz, 2021

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AUTORIZACIÓN DE LAS DIRECTORAS DE LA TESIS

DRA. Dña. Mª JOSÉ ABELLÁN HERVÁS, Profesora Titular de Universidad de la Facultad

de Enfermería y Fisioterapia, perteneciente al Área de Enfermería del Departamento de

Enfermería y Fisioterapia de la Universidad de Cádiz, y DRA. Dª. ANA Mª SÁINZ OTERO,

Profesora Colaboradora Doctora de la Facultad de Enfermería y Fisioterapia,

perteneciente al Área de Enfermería del Departamento de Enfermería y Fisioterapia de

la Universidad de Cádiz,

CERTIFICAN: Que D. CARLOS GARCÍA CAMACHO, Máster en Innovación e Investigación

en Cuidados de Salud, ha trabajado bajo nuestra dirección en el estudio

correspondiente a su Tesis Doctoral, titulado “HEMOFILTRACIÓN CONTINUA DURANTE

LA CIRCULACIÓN EXTRACORPÓREA Y SU EFECTO SOBRE LA LACTATEMIA” para obtener

el grado de doctor.

Los que suscriben han revisado la presente Tesis Doctoral, estando conformes con su

presentación para ser juzgada.

Cádiz, 8 de enero de 2021

Fdo. Mª José Abellán Hervás Fdo. Ana Mª Sáinz Otero

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En virtud de la Ley 3/2007, de 22 de marzo, de igualdad efectiva de mujeres y hombres, así como de la Ley 12/2007, de 26 de noviembre, para la promoción de igualdad de género en Andalucía, todas las referencias que se encuentran en este trabajo, referidas a personas, colectivos o cargos cuyo género sea masculino, están haciendo referencia al género gramatical neutro incluyendo, por tanto, la posibilidad de referirse tanto a mujeres como hombres.

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Agradecimientos

En primer lugar, deseo expresar mi agradecimiento a mis dos directoras de tesis,

la Doctoras Mª José Abellán Hervás y Ana M. Sáinz Otero, por el respeto que han

expresado hacia mi trabajo y su rigurosa dirección, sin el apoyo de ellas en todo

momento y el ánimo que me han dado cuando las fuerzas para continuar flaqueaban el

final de esta tesis no hubiera sido posible, del mismo modo a mi tutor el Profesor D. José

Pedro Novalbos Ruiz por apoyo que me ha prestado en todo momento.

Así mismo, agradezco a mis compañeros de trabajo, cirujanos, anestesistas,

intensivistas, enfermeros perfusionistas, instrumentistas, de hospitalización y de

cuidados intensivos por facilitarme el trabajo para llevar a buen fin este estudio.

Por haber confiado en mí en todo momento al inicio de mi carrera como

enfermero perfusionista, mi agradecimiento al Dr. D. José María Jiménez Moreno y a

mis maestros en el arte de la perfusión D. José Luis Arteaga Soto y D. Rafael Páez Herrera.

A los resultados de este trabajo no le hubiera puesto tanta ilusión si no es por la

ayuda de la Dra. Dª. Carolina Lagares Franco del Departamento Estadística e

Investigación Operativa de la Universidad de Cádiz, sin su ayuda y el análisis de los datos

no hubiera visto la luz al final del túnel ni me hubiera dado ánimos para continuar.

Por otro lado, no sería justo no reconocer el apoyo y trabajo del Dr. Antonio Jesús

Marín Paz en el inhóspito mundo de las publicaciones científicas por ayudarme a

publicar internacionalmente los resultados de mi estudio.

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También se han cruzado en mi vida gracias a esta tesis la Dra. Rocío Martín

Valero, Dña. Ana Belén Partida y D. Lino Gomila Sepúlveda a los cuales tengo que

agradecerles su apoyo tanto profesional como personal para realizar este trabajo.

Gracias a mi familia y a D. Salvador Lao Mesa porque con ellos he compartido los

momentos más felices y tristes de mi vida. He de hacer una mención especial a mi

sobrino D. Francisco José Artacho García responsable de todas las ilustraciones de este

proyecto.

A mis padres.

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Í ndice

Contenido

AGRADECIMIENTOS ....................................................................................................... 6 Abreviaturas .......................................................................................................................................... 13 Índice de Tablas ..................................................................................................................................... 14 Índice de Gráficos .................................................................................................................................. 15 Índice de Figuras .................................................................................................................................... 16

1. MARCO TEÓRICO ................................................................................................. 18

1.1. Circulación extracorpórea ...................................................................................................... 18 1.1.1. Historia y fundamentación ..................................................................................................... 18 1.1.2. La circulación extracorpórea en la actualidad ....................................................................... 23

1.1.2.1. Bombas de circulación extracorpórea .......................................................................... 24 1.1.2.2. Oxigenación extracorpórea........................................................................................... 28

1.1.3. Circuito, cánulas y conexiones. .............................................................................................. 30 1.1.3.1. Circuito extracorpóreo y conexiones ............................................................................ 31 1.1.3.2. Cánulas del circuito extracorpóreo ............................................................................... 35

1.1.4. Indicaciones de la circulación extracorpórea ......................................................................... 42 1.1.4.1. Cirugía cardíaca ............................................................................................................. 42 1.1.4.2. Cirugía torácica .............................................................................................................. 45 1.1.4.3. Tratamiento en patología médica ................................................................................ 47 1.1.4.4. Otras especialidades quirúrgicas .................................................................................. 48 1.1.4.5. Oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) ................................................... 49

1.2. Hemofiltración ....................................................................................................................... 51 1.2.1. Fundamentos .......................................................................................................................... 51 1.2.2. Indicaciones ............................................................................................................................ 56 1.2.3. Hemofiltración en circulación extracorpórea ........................................................................ 59

1.3. Metabolismo del lactato ........................................................................................................ 61 1.3.1. Definición de acidosis láctica .................................................................................................. 61

1.4. Circulación extracorpórea en el Hospital Puerta del Mar ....................................................... 63 1.4.1. Antecedentes históricos ......................................................................................................... 63 1.4.2. Actividad asistencial ............................................................................................................... 65

2. JUSTIFICACIÓN .................................................................................................... 68

2.1. Justificación ........................................................................................................................... 68

3. HIPÓTESIS Y OBJETIVOS ....................................................................................... 70

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4. MATERIAL Y MÉTODO .......................................................................................... 72

4.1. Diseño del estudio.................................................................................................................. 72

4.2. Ámbito del estudio. ................................................................................................................ 72

4.3. Sujetos de estudio .................................................................................................................. 72

4.4. Descripción de métodos: ........................................................................................................ 73 4.4.1. Instrumentos ........................................................................................................................... 73 4.4.2. Variables ................................................................................................................................. 73 4.4.3. Variables dependientes .......................................................................................................... 73 4.4.4. Variables de ajuste o estratificación ...................................................................................... 74 4.4.5. Variables preoperatorias ........................................................................................................ 74 4.4.6. Variables intraoperatorias ...................................................................................................... 76

4.5. Elección de la Muestra ........................................................................................................... 78 4.5.1. Criterios de inclusión .............................................................................................................. 78 4.5.2. Criterios de exclusión ............................................................................................................. 79

4.5.3. Tamaño muestral (105–110). ................................................................................................. 79

4.6. Análisis estadístico ................................................................................................................. 81

4.7. Consideraciones éticas ........................................................................................................... 82

4.8. Recursos disponibles .............................................................................................................. 82

5. RESULTADOS ....................................................................................................... 87

5.1. Participantes .......................................................................................................................... 87 5.1.1. Equivalencia entre grupos ...................................................................................................... 90

5.2. Tiempo de Circulación Extracorpórea ..................................................................................... 91

5.3. Valoración del lactato intra e intergrupo................................................................................ 92

5.4. Tiempo de intubación en el post-operatorio. ......................................................................... 96

5.5. Tiempo de uso de inotrópicos en el postoperatorio ............................................................. 100

5.6. Tiempo de asistencia ............................................................................................................ 104

5.7. Fallo renal post-quirúrgico. .................................................................................................. 108

5.7.1. Fallo renal postquirúrgico en relación con el tiempo de CEC ................................................ 109 5.7.2. Relación AKIN con tiempo en CEC y EuroSCORE. ................................................................. 110

5.8. Potasio sérico máximo ......................................................................................................... 113 5.8.1. En Circulación Extracorpórea. .............................................................................................. 113 5.8.2. Post Circulación Extracorpórea. ........................................................................................... 115

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6. DISCUSIÓN ........................................................................................................ 118

7. CONCLUSIONES ................................................................................................. 122

8. RECOMENDACIONES ......................................................................................... 125

9. LIMITACIONES DEL ESTUDIO .............................................................................. 126

10. LÍNEAS FUTURAS DE ESTUDIO ........................................................................ 127

BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 128

11. ANEXOS ......................................................................................................... 137

11.1. EuroSCORE I ......................................................................................................................... 137

11.2. Criterios AKIN ....................................................................................................................... 139

11.3. Difusión de resultados preliminares ..................................................................................... 140

11.4. Autorización del Comité de Ética local ................................................................................. 141

11.5. Documento de consentimiento informado........................................................................... 142

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Abreviaturas

Abreviaturas, Acrónimos y Siglas

Término completo

AEP Asociación Española de Perfusionistas

AINEs Antiinflamatorios no esteroideos

AKIN Acrónimo en inglés de Red de la Lesión Renal Aguda

ATP Adenosín trifosfato

CC Coeficiente de cribado

CEC Circulación extracorpórea

CIE-9 Acrónimo en inglés de Clasificación Internacional de Enfermedades. Novena revisión.

Cs Concentración del soluto en sangre

ECMO Oxigenación por membrana extracorpórea

EuroSCORE Acrónimo en inglés de Sistema Europeo de Evaluación del Riesgo Quirúrgico Cardiaco

FE Fracción de eyección

Fuf Flujo de ultrafiltración

GC Grupo control

GP Grupo hemofiltrado

HDFVVC Hemodiafiltración veno-venosa continua

HFAV Hemofiltración de alto volumen

HFVVC Hemofiltración veno-venosa continua

IRA Insuficiencia renal aguda

MFM Mediadores en el fallo multiorgánico

PAM Presión arterial media

PCV Policloruro de vinilo

PTM Presión trans-membrana

PVC Presión venosa central

QuF Coeficiente de ultrafiltración

SRIS Síndrome de Respuesta Inflamatoria Sistémica

TCDE Técnicas continuas de depuración extrarrenal

UECL Ultrafiltración espontánea continua lenta

UF Ultrafiltración

UFC Ultrafiltración convencional

UFM Ultrafiltración modificada

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Índice de Tablas

Tabla 1 Relación de la clase de recubrimiento según fabricante disponible en el mercado. ...................... 31

Tabla 2 Análisis comparativo. Equivalencia entre grupos. ........................................................................ 91

Tabla 3 Análisis inferencial intergrupo. Efecto del uso del filtro en CEC. .................................................... 92

Tabla 4 Análisis inferencial intragrupo. Variación de los valores de Lactato según el momento de

medición. Contrastes entre pares de mediciones (test LSD) y contraste global (ANOVA-MR). Análisis

por grupos del factor Filtro. .............................................................................................................. 95

Tabla 5 Análisis inferencial intergrupo. Comparación de las medias de Lactato entre grupos, en cada

momento de medición ...................................................................................................................... 96

Tabla 6 Análisis inferencial intergrupo. Comparación de las medias del Tiempo de Intubación (horas)

entre grupos con/sin filtro y en función del EuroSCORE.................................................................. 100

Tabla 7 Análisis inferencial intergrupo. Comparación de las medias del Tiempo de Inotrópicos (horas)

entre grupos en función del EuroSCORE. ........................................................................................ 103

Tabla 8 Análisis inferencial intergrupo. Comparación de las medias del Tiempo de Asistencia (minutos)

entre grupos y en función del EuroSCORE. ...................................................................................... 107

Tabla 9 Análisis inferencial intergrupo. Comparación de los porcentajes de Fallo renal post-quirúrgico

entre grupos con/sin filtro y en función del EuroScore. .................................................................. 108

Tabla 10 Análisis inferencial intergrupo. Relación de los valores medios de Tiempo en CEC en cada grupo

de grado de riesgo EuroScore en pacientes hemofiltrados. ............................................................ 110

Tabla 11 Análisis inferencial intergrupo. Relación entre clasificación AKIN y el grado de riesgo EuroScore

en pacientes hemofiltrados. ............................................................................................................ 112

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Índice de Gráficos

Gráfico 1 Diagrama de flujo del estudio .................................................................................................... 88

Gráfico 2 Diagrama de sectores. Composición de la muestra según GÉNERO .......................................... 89

Gráfico 3 Diagrama de sectores. Composición de la muestra según EDAD ............................................... 89

Gráfico 4 Diagrama de medias. Variación temporal de Lactato en el GC ................................................. 93

Gráfico 5 Diagrama de medias. Variación temporal de Lactato en el GP ................................................. 93

Gráfico 6 Diagrama de caja. Tiempo de intubación en el post operatorio. ............................................... 97

Gráfico 7 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo intubación en el post operatorio.................................. 97

Gráfico 8 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo de intubación en el post operatorio en el GP ............... 98

Gráfico 9 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo de intubación en el post operatorio en el GC ............... 98

Gráfico 10 Diagrama de caja. Tiempo de intubación en post operatorio en función del Uso de filtro. ..... 99

Gráfico 11 Diagrama de caja. Tiempo de uso de inotrópicos en el post operatorio ................................ 101

Gráfico 12 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo de uso de inotrópicos en el post operatorio . ........... 101

Gráfico 13 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo de uso de inotrópicos en el post operatorio en GP .. 101

Gráfico 14 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo de uso de inotrópicos en el post operatorio en GC . 101

Gráfico 15 Diagrama de caja. Tiempo de uso de inotrópicos en el post operatorio (Horas) en función del

Uso del filtro. ................................................................................................................................... 102

Gráfico 16 Diagrama de caja. Valores del Tiempo de asistencia. ............................................................ 104

Gráfico 17 Diagrama Q-Q de normalidad. Valores del Tiempo de asistencia. ........................................ 105

Gráfico 18 Diagrama Q-Q de normalidad. Valores del Tiempo de asistencia en el GP ........................... 106

Gráfico 19 Diagrama Q-Q de normalidad. Valores del Tiempo de asistencia en el GC ........................... 106

Gráfico 20 Relación AKIN con tiempo de CEC .......................................................................................... 111

Gráfico 21 Relación EusoSCORE con tiempo de CEC ................................................................................ 111

Gráfico 22 Relación AKIN con EuroSCORE ............................................................................................... 112

Gráfico 23 Diagrama de caja. Potasio sérico máximo en CEC ................................................................ 113

Gráfico 24 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en CEC .............................................. 113

Gráfico 25 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en CEC en GP ................................... 114

Gráfico 26 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en CEC en el GC ............................... 114

Gráfico 27 Diagrama de caja. Potasio sérico máximo en CEC en función del Uso del filtro .................... 115

Gráfico 28 Diagrama de caja. Potasio sérico máximo en post CEC ......................................................... 116

Gráfico 29 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en post CEC ...................................... 116

Gráfico 30 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en post CEC en el GP ........................ 117

Gráfico 31 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en post CEC en el GC ........................ 117

Gráfico 32 Diagrama de caja. Potasio sérico máximo en post CEC en función del Uso del filtro ............ 118

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Índice de Figuras

Figura 1 Jhon Gibbon ................................................................................................................................ 20

Figura 2 Máquina corazón pulmón inventada por Jonh Gibbon. .............................................................. 21

Figura 3 Quirófano de Cirugía Cardíaca y bomba de Circulación Extracorpórea ...................................... 23

Figura 4 Esquema del circuito de circulación extracorpórea ..................................................................... 32

Figura 5 Oxigenador de membrana. .......................................................................................................... 34

Figura 6 Canulación atrial y de vena cava inferior mediante cánula única. .............................................. 36

Figura 7 Doble canulación, vena cava superior e inferior .......................................................................... 36

Figura 8 Modos de canulación ................................................................................................................... 38

Figura 9 Máquina para ECMO en funcionamiento .................................................................................... 50

Figura 10 Técnicas de reemplazo renal continuo ...................................................................................... 53

Figura 11 Esquema elemental de un dispositivo de hemofiltración. ......................................................... 54

Figura 12 Esquema del circuito de hemofiltración en el de circulación extracorpórea empleado en

nuestro estudio. ................................................................................................................................ 55

Figura 13 Bomba de Circulación Extracorpórea Stöckert S5® .................................................................... 84

Figura 14 Analizador GEM premier 4000®. ............................................................................................... 85

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1. Marco Teo rico

1.1. Circulación extracorpórea

La circulación extracorpórea (CEC), llevada a cabo por una máquina corazón-

pulmón artificial, consiste en una derivación cardiopulmonar mediante un sistema que

permite mantener las constantes de los pacientes a los que se somete a intervenciones

quirúrgicas que requieren la detención temporal del corazón, del pulmón o de ambos

órganos de forma que se mantenga la transferencia de oxígeno a la sangre fuera del

paciente a la vez que es impulsada por un sistema de bombeo mecánico.

En la actualidad, las técnicas que permiten la oxigenación de la sangre

extracorpórea están estandarizadas, se trata de procedimientos seguros que posibilitan

la realización de intervenciones quirúrgicas de diversa complejidad a los que se ha

llegado gracias a la contribución de insignes investigadores, de los que procede realizar

una breve semblanza.

1.1.1. Historia y fundamentación

Para entender el desarrollo y perfeccionamiento de la técnica de circulación

extracorpórea a lo largo del tiempo, procede dividir la historia de su avance en varias

etapas. Una primera etapa, experimental, abarca de 1882 hasta 1935. Desde 1937 a

1951 se suceden una serie de acontecimientos que constituyen la etapa preclínica y

desde 1953 a la actualidad la etapa clínica propiamente dicha.

Si bien es cierto que la medicina se ha caracterizado a lo largo de la historia por

su constante evolución y redescubrimiento, también lo es que el corazón y toda la

simbología que a él acompaña, permanecieron casi invariables hasta el siglo XVIII. Tanto

es así, que numerosos autores plantean cómo tan solo tres centímetros (distancia

Page 19: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

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aproximada entre la piel y el pericardio) ha llevado a la humanidad casi dos milenios y

medio (1).

Asumiendo el reto que el misterio del corazón suponía, fueron numerosos los

experimentos y operaciones que, poco a poco, fueron acercando al hombre a la tan

anhelada saciedad de conocimiento. Sin embargo, a pesar de los crecientes avances que

acontecieron durante los siglos XVIII y XIX, todos se toparon con la necesidad de obtener

un corazón exangüe con el fin de poder intervenir dentro del mismo (2).

En 1812, el fisiólogo francés Julien Jean César LeGallois, intentó perfundir

mediante las carótidas a conejos decapitados, logrando mantener escasos minutos con

vida los troncos anatómicos de los conejos, lo que le llevó a considerar la posibilidad de

lograr una técnica que prolongase la función de los órganos de manera sustancial,

mediante la infusión de sangre arterial a los mismos. Esto le convierte en el primer

científico en concebir como posible la opción de una circulación extracorporal. Por lo

que este año pasa a ser considerado uno de los puntos de partida para entender cómo

hemos llegado a la circulación extracorpórea tal y cómo la conocemos en la actualidad

(3).

Setenta años después de los postulados de LeGallois, en 1882, Von Schroeder

construye el primer oxigenador de burbuja, oxigena sangre burbujeando aire al interior

del reservorio venoso del aparato de perfusión. Dos años más tarde, Von Frey y Gruber

construyen el primer oxigenador de película, perfusión oxigenada sin interrupción del

flujo de sangre (1). Sin embargo, no es hasta 1890 cuando Jacobi, basándose en el

oxigenador de burbujas creado ocho años atrás, construye un sofisticado aparato capaz

de llevar a cabo una perfusión renal (4) para, cinco años más tarde, establecer el método

de intercambio de gas a través de un pulmón animal separado.

En esta etapa experimental también cabe destacar las contribuciones de

Landsteiner, biólogo austriaco y Premio Nobel de Medicina y Fisiología en el año 1930

por el descubrimiento de los grupos sanguíneos AB0.

Page 20: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

20

Aunque eran numerosos los problemas con los que se encontraban los médicos

y científicos que intentaban llevar la perfusión extracorpórea a la práctica, uno de ellos

era la facilidad de coagulación que presentaba la sangre cuando se encontraba fuera del

organismo. Esta solución no llegaría hasta 1916 cuando, McLean de la mano del profesor

Howell, descubrió un producto que, asociado con la sangre, impedía que ésta coagulara,

la heparina (5). A este gran descubrimiento hay que añadir el desarrollo de la

cateterización cardíaca llevada a cabo por Forssman en 1927, y el perfeccionamiento

que realizó Bayliss y su equipo del oxigenador de película de 1884, introduciendo así el

primer oxigenador de disco rotante hacia el año 1928 (1).

Motivado por los numerosos avances de la época y asumiendo el reto planteado

tras la demostración de S.S. Brukhnonenko en 1926 de ser capaz, no solo de perfundir

órganos por separado, sino de perfundir un órgano completo (1). Fue Gibbon (Figura 1)

quién se atrevió a llegar más allá, con él da comienzo la etapa preclínica de la historia de

la circulación extracorpórea.

John Gibbon reflexionó sobre la idea de poder tomar parte de la sangre

desoxigenada del paciente y devolverla al cuerpo de forma oxigenada, defendiendo que

hubiera sido posible establecer un bypass a la altura de la arteria pulmonar, asumiendo

así una parte proporcional del trabajo del corazón y de los pulmones desde el exterior

(3).

Figura 1 Jhon Gibbon Fuente: The Journal of Thoracic and Cardiovascular Surgery. Noviembre 2003

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21

Decidido a desarrollar su idea, Gibbon vuelve a Boston donde, dotado de una

beca y un laboratorio, pasó años realizando investigación experimental. El desarrollo de

la máquina que le ayudase a conseguir sus objetivos no le resultó demasiado difícil (2).

Su primer prototipo estaba compuesto por un cilindro giratorio, en cuyo interior se

producía el intercambio gaseoso, liberando a la sangre del dióxido de carbono y

nutriéndola de oxígeno. Por otro lado, unas bolsas de caucho que, mediante

compresiones y expansiones alternativas, funcionaba a modo de bomba, permitiendo

un flujo de 500 ml/min (6). No fue hasta 1935 cuando consiguió mantener las funciones

cardiopulmonares de un gato con la máquina corazón-pulmón que él mismo había

desarrollado, convirtiéndose así en pionero, tras conseguir mantener la vida del felino

mediante un circuito extracorpóreo que incluyese un corazón y un pulmón artificial que,

además, finalizaron sin ningún daño en el animal.

Tras la asombrosa demostración de su invento, Gibbon se topó con la necesidad

de mejorarlo, con el fin de poder ser utilizado en seres humanos, para ello (6) necesitaba

un pulmón artificial capaz de albergar una mayor cantidad de sangre a oxigenar. Pese a

la dificultad que implicaba, no se dio por vencido, logrando desarrollar tan anhelado

perfeccionamiento (Figura 2).

Esto no solo mejoró su rendimiento, sino que consiguió disminuir notablemente

la mortalidad de los experimentos realizados, consiguiendo en 1953 aplicarlo con éxito

en una de sus pacientes. Sin embargo, lo que parecería un éxito a vista de otros, para el

Figura 2 Máquina corazón pulmón inventada por Jonh Gibbon. Fuente: Helath Care Business. Septiembre 2012

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propio Gibbon no fue suficiente, intentándolo en cuatro pacientes más que no corrieron

la misma suerte que la primera. Esto marcó enormemente al científico y a toda la

comunidad en general (7,8). En esta etapa preclínica también cabe destacar las

contribuciones realizadas por científicos de la talla de Kolff y Berk, quienes en 1944

observan la oxigenación de la sangre a través de membranas de riñones artificiales o de

Dogliotti y Constantini, que en 1951 realizan la primera aplicación del sistema bomba-

oxigenador en humanos, derivando el corazón derecho durante la eliminación de un

tumor de mediastino. Finalmente, Denis y asociados realizan la primera derivación

cardiopulmonar total.

La etapa clínica se inicia en 1953, cuando Gibbon realiza, en una mujer de 18

años, la corrección total de un defecto interatrial utilizando aparatos pulmón-corazón.

Un año más tarde serán Crafforrd y Senning quienes, derivando el pulmón y el corazón

con un oxigenador de cilindro flotante, extirpen un mixoma de la aurícula izquierda de

una mujer de 47 años.

La construcción de un reservorio helicoide para el oxigenador de burbuja se debe

a De Wall y Lillehei.

Tras la muerte del inventor de la primera máquina corazón-pulmón, John Kirklin,

desarrolló el prototipo Mayo-Gibbon-IBM en la Clínica Mayo, convirtiéndola así, en

1955, en el segundo centro de vanguardia, en la época, de la cirugía a corazón abierto

(7).

En 1956, Clowes, Hopkins y Neville idean un oxigenador de membrana de placa

para uso clínico; Kolff y Effler perfeccionan el oxigenador de membrana espiral para uso

clínico; Kay y Cross perfeccionan el oxigenador de disco que sería utilizado en cirugía a

corazón abierto con éxito y, el mismo año, Rygg y Kyvsgaard diseñan un oxigenador

plástico desechable. En 1962 aparece el primer oxigenador de burbuja desechable,

ideado por Cooley y Beall; y Dobell contribuye al diseño de un oxigenador de membrana

capilar de silicona en el que el flujo de sangre discurre por el exterior del capilar. En 1969

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23

se comercializa el oxigenador de membrana de placa, en 1971 Kolobow plantea un

oxigenador de goma de silicona con flujo de sangre exterior al capilar y en 1983 una

empresa japonesa primero y otra americana posteriormente, presentan el primer

oxigenador comercial de fibra hueca (1).

1.1.2. La circulación extracorpórea en la actualidad

Hace ya más de 60 años que Gibbon consiguió instaurar con éxito su propuesta

de máquina corazón-pulmón. Sin embargo, las máquinas actuales se colocan en un

plano mucho más lejano del que él mismo hubiese creído (1).

Si bien es cierto que bombas y oxigenadores han seguido caminos evolutivos

distintos, también lo es que han confluido para consolidar la posibilidad del

establecimiento de la circulación extracorpórea tal y cómo hoy día se conoce (Figura 3).

Figura 3 Quirófano de Cirugía Cardíaca y bomba de Circulación Extracorpórea

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Con el fin de entender la manera en la que se han acoplado las tecnologías de

funcionamiento de bombas y oxigenadores para trabajar como una sola, haremos un

breve repaso por la actualidad de ambas.

1.1.2.1. Bombas de circulación extracorpórea

En sí mismas, son las encargadas de suplir la función que realiza el corazón,

siendo capaces de asumir su funcionamiento (9).

Se compone, principalmente, de cuatro módulos: el arterial, que va a suplir la

función cardíaca; dos aspiradores encargados de recoger la sangre del paciente, una

bomba de cardioplegia (denominación que recibe al fármaco o conjunto de fármacos

destinados a la detención de la contracción cardíaca) y los sistemas de seguridad que,

tal y como se indica en el Manual de Calidad de la Asociación Española de Perfusionistas

(AEP) (10) deben poseer todas las bombas de circulación extracorpórea, sea cual sea su

modalidad. Estos son (9):

• Dos sistemas de monitorización de la presión.

• Dos canales de monitorización de la temperatura.

• Sistema de alarma por aparición de aire en el circuito extracorpóreo

• Sistema de alarma a nivel del reservorio venoso.

• Tres cronómetros o más.

• Indicador del número de horas de funcionamiento de cada módulo.

• Baterías, para abastecerse de energía en caso de falla del sistema.

Si se intentase la suplencia del ventrículo izquierdo, la bomba sería capaz de

asumirla al completo de manera casi independiente, pero si se pretendiese asumir el

trabajo del ventrículo derecho, se necesitaría la complementación con un oxigenador,

para provocar y facilitar el intercambio gaseoso que se produce de forma fisiológica en

los pulmones (11).

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De la misma forma, un equipo tan complejo y de tan sofisticado manejo requiere

de un personal altamente cualificado para su correcto funcionamiento, como sería en

este caso la figura de los Perfusionistas, cuyo papel no solo es importante a nivel

quirúrgico, sino también durante las fases pre y postquirúrgicas, prestando especial

atención a todas las labores de mantenimiento requeridas por el equipo (9,10).

En nuestra práctica diaria distinguimos dos tipos de bombas arteriales que se

caracterizan por la forma en la que impulsan la sangre, así diferenciamos entre bombas

de rodillo que son peristálticas y bombas centrífugas que son rotativas. En la actualidad

ambas son capaces de generar flujo continuo y/o pulsado. Mientras que numerosos

autores defienden que el flujo pulsátil es más fisiológico, se ha demostrado que las

bombas de flujo continuo, no han provocado efectos perjudiciales en los pacientes en

las que se ha usado (12).

También podemos hacer una distinción más específica, centrándonos en cómo

impulsa y maneja el flujo que entra y sale de la máquina, y en la disponibilidad actual

para el uso clínico; de forma que distinguimos dos tipos de bombas: las de rodillo y las

centrífugas.

Las bombas de rodillo se componen de una superficie estática circular, en la cual

se encuentran los cilindros (generalmente dos) a equidistancia del centro y separados

por 180º el uno del otro, dejando un espacio entre su pared externa y la pared interna

de la superficie estática, por la que transcurre el tubo por el que pasará la sangre (12).

De esta manera, además de que el sistema nunca se encuentra en contacto

directo con la sangre del paciente, la fuerza mecánica que los cilindros ejercen sobre el

tubo moviliza continuamente la sangre. Además, se asegura un flujo unidireccional,

siempre y cuando la presión de los rodillos sobre el tubo sea suficiente.

Una de las grandes ventajas de este tipo de bomba es su sencillez de uso y

facilidad de manejo que, sin embargo, conlleva una importante desventaja, y es que, si

la oclusión no se ajusta de manera satisfactoria y ejerce una presión mayor de la

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necesaria, se favorece el traumatismo sanguíneo. Por ello, la dificultad del balance de

presiones reside en la necesidad de establecer una presión suficiente para que el flujo

sea unidireccional, pero no demasiado para no favorecer la hemolisis, pudiendo

comprometer el gasto cardíaco (11).

Así mismo, hay que prestar especial atención a que puede provocar entrada de

aire en el circuito arterial que desemboque en un desenlace fatal para el paciente.

En cuanto al tipo de flujo proporcionado por este tipo de bombas, se

correspondería más con el aporte continuo al paciente, aunque es cierto que, en estos

últimos años, se han conseguido implementar bombas de rodillo capaces de transmitir

un flujo pulsátil, aunque de mayor frecuencia y menor amplitud (9,13).

A diferencia de la anterior, las bombas centrífugas convierten la energía

mecánica del motor en energía hidráulica, de manera que ejercen presión suficiente

como para mantener el flujo de sangre.

Si bien existen diferentes modelos, estas bombas en particular buscan la

movilización de la sangre mediante un movimiento rotatorio que puede ser a expensas

de un rotor de palas o aspas de diferentes ángulos y recogidas dentro de una carcasa

uniforme (9).

Aunque podemos encontrar otro tipo de bombas centrífugas como son la de tipo

axial, más pequeñas y sencillas, pero solo permiten la asistencia del ventrículo izquierdo,

por lo que su uso se limita a funcionar como última opción ante contraindicación de

trasplante cardíaco o cómo puente de este (9,10,13).

Así mismo, por su uso clínico, es conveniente discernir entre los tres diseños

principales que existen de bombas rotativas o centrífugas: el axial, el diagonal y el radial

(9). Hidráulicamente, la radial tiene mejor diseño y la axial, de menor tamaño y motor

electrónico, permite un menor volumen de cebado además de ser mucho más costosa

que los anteriores modelos descritos (9,10).

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Estas propiedades marcan el uso de cada una de ellas, siendo la protagonista de

las cirugías con circulación extracorpórea convencional la radial, mientras que la axial se

reserva para procedimientos de asistencia ventricular (9).

Además de la diferencia en el tipo de flujo producido, la bomba de rodillo y la

centrífuga también difieren en otro aspecto, pues mientras que la bomba de rodillo no

depende de la precarga ni es influenciada por los cambios en el circuito o en el paciente,

poscarga, la centrífuga o rotatoria sí lo hace (9).

Cuando la bomba rota a alta velocidad produce una presión negativa a la entrada

y una presión positiva a la salida impeliendo la sangre. Al no ser oclusiva, si la bomba se

detiene, la presión arterial, al ser mayor que la venosa, provocará un flujo retrógrado,

de la salida hacia la entrada, lo que ocasionará una fístula arteriovenosa a gran escala

con efectos deletéreos sobre el paciente.

Si mantenemos constante el número de revoluciones en la bomba centrífuga, el

volumen que expulse dependerá de la precarga y de la poscarga. Así, al aumentar la

precarga y disminuir la poscarga, el flujo aumenta, ocurriendo lo contrario si esos valores

se invierten. Por ello es fundamental el uso de un medidor de flujo para conocer y

modificar el flujo de sangre de la bomba, aumentando o disminuyendo el número de

revoluciones para conseguir el flujo deseado.

Por otro lado, la utilización de las bombas centrífugas disminuye la posibilidad de

embolismo aéreo; a modo de contrapartida, la capacidad termogénica de dicha bomba

puede generar la formación de microcoágulos en el vértice superior del rotor que

provoque daños irreversibles en el paciente (9,13).

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1.1.2.2. Oxigenación extracorpórea

El objetivo principal del intercambio gaseoso es proporcionar oxígeno a la sangre

y eliminar el dióxido de carbono. Fisiológicamente, la respiración consta de varias

etapas: captación de oxígeno, transporte, liberación y oxigenación de los tejidos.

Durante la cirugía cardiaca con CEC, es fundamental sustituir las funciones

cardiaca y pulmonar para poder intervenir sobre un corazón parado. Si bien la máquina

de CEC sustituye la función cardiaca, es necesario el uso de un dispositivo para sustituir

la función pulmonar.

El dispositivo encargado de captar el oxígeno para su posterior transporte se

denomina oxigenador. Es por tanto, el encargado de suplir la función pulmonar (9,14) .

El oxigenador consiste en un dispositivo con un reservorio (reservorio venoso)

donde drena la sangre desoxigenada proveniente del lado derecho del corazón e

impulsada por la bomba, pasa a través de una membrana de polipropileno microporoso

(la más habitual) con la función de realizar el intercambio de oxígeno mediante la ley de

Fick. Esta ley establece que la velocidad de difusión es proporcional al gradiente de

presión parcial del gas en la dirección de la difusión, es decir, a la diferencia de presión

parcial del gas a uno y otro lado de la membrana por unidad de distancia.

En la ley de Flick se basa el funcionamiento de los oxigenadores (13),

comportándose igual que la difusión del oxígeno a través de la membrana alveolar (15).

No obstante, el funcionamiento de la membrana se puede ver interferido por

varios motivos y, por regla general, son incidentes graves que pueden poner en peligro

la vida del paciente.

Existen diversos problemas que pueden surgir en el oxigenador durante la cirugía

cardíaca con CEC: fuga de plasma o sangre, por rotura de fibras; rotura del

intercambiador de calor, que provocaría el paso de agua al circuito sanguíneo; y

elevación del gradiente de membrana, que diagnostica fallo del oxigenador.

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En los dos primeros supuestos el oxigenador ha de ser cambiado de manera

inmediata. En el tercer supuesto, cuando ocurre la elevación de la presión

transmembrana, hay que evaluar en qué momento de la cirugía tiene lugar el evento

adverso. Generalmente la elevación de la presión sucede al principio (16), por lo que el

sistema ha de ser cambiado. En caso de que este fallo ocurra al final de la CEC, si no se

compromete el intercambio gaseoso o se puede compensar con aumento de la FiO2, se

puede optar a finalizar el procedimiento sin cambiarlo.

La oxigenación extracorpórea también se ve afectada por la hemodilución aguda

al principio del procedimiento que pueden solventarse durante la cirugía mediante

técnicas de ultrafiltración o transfusiones de concentrado de hematíes si no fuera

posible utilizar esa técnica.

Otro punto a tener en cuenta por parte del perfusionista y ajeno al sistema de

oxigenación extracorpóreo, es la liberación de oxígeno a los tejidos que puede verse

afectada en diversas situaciones que haga que la curva de disociación de la hemoglobina

se desplace hacia la izquierda o la derecha. Estas condiciones son (15): la temperatura,

el pH, la presión de dióxido de carbono y la concentración de 2,3 difosfoglicerato (2,3-

DPG), entre otros.

Así, la hipotermia aumenta la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno. En la

actualidad, la realización de procedimientos en normotermia es la práctica habitual de

los procedimientos de CEC que no requieran parada circulatoria (17). Por otro lado, la

alcalosis desplaza la curva de disociación de la hemoglobina hacia la izquierda, de modo

que un pH ácido favorece la extracción del oxígeno por parte de los tejidos. En cuanto a

la presión de dióxido de carbono, la disminución del CO2 provoca un descenso del pH

aumentando la afinidad de la hemoglobina por del oxígeno y un aumento del CO2

ocasiona un desvío hacia el lado contrario. El metabolito 2,3-DPG se forma como

consecuencia de la glicolisis anaerobia que se produce en los hematíes, y su disminución

provoca el desplazamiento de la curva hacia la izquierda. Es por ello por lo que las

transfusiones de sangre que se realicen durante la CEC tengan el mínimo tiempo de

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almacenamiento ya que esto provocaría la pérdida del 2,3 DPG y como consecuencia el

aumento de la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno. Finalmente, y entre los otros

factores a considerar es que como consecuencia de la persistencia de la hemoglobina

fetal en los adultos (18) o el tratamiento con hidroxiurea en la anemia falciforme donde

se puede ver comprometida la liberación de oxígeno a los tejidos por el aumento de la

hemoglobina fetal.

1.1.3. Circuito, cánulas y conexiones.

Si bien los componentes principales de la CEC son el sistema de impulsión de la

sangre y el oxigenador, no menos importantes son los circuitos que se emplean para la

derivación de la sangre del paciente fuera de la circulación sistémica.

En la actualidad, todas las unidades de perfusión disponen de una gran variedad

de tubos y cánulas cuya característica principal es la biocompatibilidad.

Las tubuladuras están compuestas por material plástico, policloruro de vinilo

(PCV), de grado médico recubiertos internamente con elementos químicos

biocompatibles según el fabricante (19) (Tabla 1).

Los recubrimientos son propios de cada firma comercial, siendo su función

principal disminuir en la medida de lo posible el desencadenamiento del síndrome de

respuesta inflamatoria sistémica en su fase inicial.

El objetivo primordial de los recubrimientos biocompatibles menos

inmunogénicos es reducir la aparición del síndrome de respuesta inflamatoria sistémica

(SRIS) en su fase primaria, originado por el contacto de la sangre con superficies extrañas

que desencadena una gran variedad de procesos de activación por contacto de sus

componentes (20).

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Tabla 1 Relación de la clase de recubrimiento según fabricante disponible en el mercado. Fuente: Maul, T. M., Massicotte, M. P., & Wearden, P. D. (2016). ECMO Biocompatibility: Surface Coatings, Anticoagulation, and Coagulation Monitoring. In Extracorporeal Mem.

Fabricante Nombre Tecnología

Medtronic® Balance® Recubrimiento hidrofílico sin heparina

Trillium® Heparina (anticoagulante), sulfato y sulfonato unidos por enlaces covalentes (caga negativa), óxido de polietileno (Hidrófilo).

Maquet® Bioline® Albúmina humana recombinante unida por enlace covalente (pasivación) y heparina (anticoagulante).

Safeline® Albúmina sintética unida por enlace covalente (pasivación)

Softline Recubrimiento de polímero anfifílico (reduce la tensión superficial).

Terumo® X-Coating® Poli-2-metoxilacrilato (reduce la adhesión celular y proteica).

Liva Nova® Smart-X® Copolímero tribloc (policaprolactona-polidimetilsiloxano-policaprolactona) integrado en plástico (reduce la adhesión celular y proteica).

P.h.i.s.i.o.® Fosforilcolina (reduce la adhesión celular y proteica).

1.1.3.1. Circuito extracorpóreo y conexiones

El circuito extracorpóreo consta de distintos componentes: Línea venosa,

reservorio venoso, bomba de perfusión sistémica, oxigenador, intercambiador de calor,

línea arterial, líneas de aspiración, cánula sistemas de cardioplegia, que pasaremos a

describir a continuación (Figura 4 Esquema del circuito de circulación extracorpórea

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Línea venosa

Hace referencia al tubo que conecta la parte derecha del corazón (aurícula y/o

venas cavas) con el reservorio de sangre venoso, o lo que es lo mismo, es aquel tracto

del sistema que recoge la sangre desoxigenada y la conduce hasta el oxigenador (14).

El drenaje de la sangre del territorio venoso se hace por gravedad, gracias a que

el reservorio venoso se encuentra a menor altura que el paciente. En determinados

casos, también podría forzarse y realizar un drenaje venoso activo, utilizando de manera

continua o intermitente una aspiración con un sistema de vacío en el reservorio venoso,

o bien colocando una bomba en la línea venosa que succione la sangre de las cavidades

derechas del corazón (9,14). Es importante en este aspecto, ajustar el calibre y la

longitud a cada paciente. Aunque el diámetro en todos los casos debe ser el menor

posible para disminuir el cebado del circuito, no debe comprometer el drenaje si se

Figura 4 Esquema del circuito de circulación extracorpórea

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realiza de forma pasiva o por gravedad. Esto es así puesto que una disminución excesiva

del calibre nos permitiría un volumen menor de cebado, pero aumentaría la resistencia

pudiendo desencadenar un déficit del drenaje. Esta situación obligaría a utilizar en

mayor grado el sistema de aspiradores, lo que conllevaría una mayor hemólisis y, por

tanto, una repercusión negativa para el paciente (9,14,21,22).

Reservorio venoso

Se trata de un contenedor situado en la parte superior del oxigenador donde

drena la sangre desoxigenada para posteriormente, impulsada por la bomba (de rodillo

o centrífuga) hacer que circule por la membrana. Su capacidad depende del tipo de

oxigenador, tamaño del paciente, etc.

Bomba de perfusión sistémica

Es la encargada de generar el gasto cardíaco durante la CEC, encargándose de

bombear la sangre hacia las arterias (9,23,24).

Oxigenador

Cómo ya hemos visto anteriormente, es el encargado del intercambio gaseoso

propiamente dicho, por el que entra la sangre desoxigenada procedente del corazón

derecho (aurícula y/o venas cavas) y del que sale oxigenada en dirección a la arteria

aorta (Figura 5) (9,22).

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Intercambiador de calor

Se encuentra integrado en el oxigenador, y su función se centra en enfriar o

calentar la sangre, dependiendo de los requerimientos del procedimiento. Aunque

algunos autores defienden que la hipotermia inducida en este tipo de pacientes implica

una reducción del riesgo al disminuir la demanda de oxígeno y el metabolismo en

general. Numerosos estudios han demostrado que en situaciones de normotermia la

realización de este tipo de técnicas no difiere de aquellas en las que se induce la

hipotermia del paciente, e incluso son recomendadas (22–24).

Línea arterial

Se encarga de transportar la sangre que ya ha sido oxigenada desde el

oxigenador al paciente, más concretamente, desde la bomba de perfusión por lo que

esta línea requiere de una alta presión que debe ser asegurada para evitar que se

desprenda de la conexión al oxigenador lo que provocaría la exanguinación del paciente

o la entrada de micro o macroburbujas (9,25).

Figura 5 Oxigenador de membrana. 1. Entrada de sangre venosa 2. Salida de sangre arterial. 3. Reservorio de cardiotomía 4. Línea de muestras 5. Oxigenador de membrana. 6. Intercambiador de calor. 7. Entrada de agua al intercambiador de calor

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Ante esta posible complicación, se recomienda la utilización de filtros que,

colocados en la parte final de la línea arterial, después del oxigenador y antes del

paciente, sean capaces de filtrar y “captar” estas posibles burbujas que no hayan sido

previamente detectadas (21,22).

Además de ser totalmente accesible al perfusionista, la línea arterial debe poseer

suficiente longitud cómo para que resulte sencillo y rápido una posible sustitución del

oxigenador durante la técnica (10,25).

Líneas de aspiración

Con el fin de que el paciente pierda la mínima cantidad de sangre posible, esta

línea del sistema se encarga de recoger toda la sangre procedente del campo quirúrgico

y dirigirla hacia el reservorio venoso, dónde este realizará las funciones ya especificadas.

Así mismo, en determinados casos, también podría derivar a un sistema de recuperación

de sangre (10).

Sistema de cardioplejia

Es el sistema que permite la administración de la sustancia cardiopléjica, que va

a cumplir una función de protección miocárdica durante el proceso de circulación

extracorpóreo (10).

1.1.3.2. Cánulas del circuito extracorpóreo

Aunque el sistema de CEC es importante, también lo es la forma en la que el

paciente se conecta a él. Esta conexión se realiza mediante el uso de distintas cánulas,

a saber, cánula venosa y arterial, y que explicaremos a continuación (9,26).

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Canulación venosa

La colocación de dichas cánulas es la que permitirá la conexión de la línea venosa

al paciente. Dependiendo del procedimiento que se vaya a realizar, distinguimos los

siguientes lugares de inserción:

• Canulación selectiva de venas cavas: se utiliza en procedimientos de

apertura de cavidades derechas cardíacas. La técnica consiste en la

introducción de una cánula en cada vena cava, superior e inferior, y van

conectadas al circuito extracorpóreo mediante una conexión en Y. Tras la

inserción se abraza el vaso a la cánula por medio de un torniquete lo que

obliga a la sangre a drenar en sentido directo a la cánula. Esto permite

además de mantener el campo lo más exangüe posible, evitar la entrada de

aire al circuito venoso lo que provocaría un bloqueo aéreo e imposibilitar el

drenaje apropiado de sangre venosa para mantener la CEC (25) (Figura 7).

• Aurícula derecha-vena cava inferior: o también llamada canulación cavo-

atrial, su inserción se realiza habitualmente por la orejuela de la aurícula

derecha, se usa una cánula de doble luz cuya luz proximal o de mayor calibre

se ubica en la aurícula derecha para recoger el drenaje de sangre venosa que

proviene de la vena cava superior, mientras que la distal o de menor calibre

queda colocada en la vena cava inferior (10,25) (Figura 6).

Figura 6 Canulación atrial y de vena

cava inferior mediante cánula única.

Figura 7 Doble canulación, vena cava superior e inferior

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• Vena femoral: esta vía se restringe al uso en casos de situaciones de

emergencia cuando no es posible la canulación directa por la aurícula, en

procedimientos que necesiten de CEC. Se caracteriza por la colocación de una

cánula a este nivel, que requiere la punción o disección de dicha vena,

haciendo avanzar una cánula de mayor longitud que las anteriores hasta que

su extremo distal se aloje en la aurícula derecha o lo más cerca posible de

esta, siempre y cuando se encuentre en la vena cava inferior, con el fin de

mejorar el drenaje que se ve comprometido por el disminuido calibre de la

cánula, pues el tamaño del vaso no nos permite utilizar una cánula de mayor

diámetro. Hay casos en los que se acompaña con una canulación directa de

la vena cava superior con el fin de mejorar el drenaje o bien de succionar la

sangre a través del reservorio venoso mediante una bomba de vacío

(9,22,27).

Canulación arterial

Esta cánula permite la conexión del paciente a la línea arterial y es la parte más

estrecha del circuito, por lo que debemos prestar especial atención al alto flujo que

circula en su interior (lo equivalente al gasto cardíaco del paciente) pudiendo provocar

efectos indeseables (formación de micro/macroburbujas, hemólisis, etc.) (9,26).

Aunque el extremo proximal respecto al módulo debe ser amplio con el fin de

minimizar la presión (10), el extremo distal que se introduce en la arteria del paciente

requiere tener un grosor mínimo, con el objetivo de disminuir la lesión que provoca su

inserción (24) que puede producir lesiones en la pared arterial, alteraciones del flujo de

vasos adyacentes o incluso desplazamientos de placas de ateroma (10,25).

En este tipo de canulación, también encontramos distintos puntos de inserción

(Figura 8).

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• Aorta ascendente: aunque su uso puede asociarse a lesiones en la pared de

dicha arteria(22), desprendimiento de placas de ateroma, embolismo aéreo

e incluso disección, es el más utilizado debido a su facilidad de acceso

manteniendo el flujo fisiológico.

• Arco aórtico: en su inserción, la cánula se dirige hacia este, aunque el flujo

se dirige, también, hacia la aorta. Su uso se limita como sustituto a una aorta

ascendente lesionada; sin embargo, implica las mismas normas de seguridad

y controles que la anterior.

• Arteria femoral: localización común en casos de emergencia en los que no

es posible la canulación aórtica por patología de esta o en procedimientos

de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) (28). Su uso limita aún

más el tamaño de la cánula, pudiendo provocar complicaciones como

hemólisis por alta presión o isquemia del miembro inferior, entre otras(10).

• Arteria axilar o subclavia: localización usada como última opción por sus

numerosas complicaciones tales como imposibilidad de alcanzar flujos

B A C

Figura 8 Modos de canulación A) Canulación arteria femoral y vena cava B) Arteria aorta y vena cava C) Arteria y vena femoral

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adecuados, posibles traumatismos o estenosis de la propia arteria. También

se reserva para intervenciones de reparación del arco aórtico con perfusión

cerebral anterógrada (10,24).

Cánulas de cardioplejia

Son las responsables del paso de la solución cardiopléjica que puede

administrarse de forma anterógrada o retrógrada (10).

• Anterógrada: se administran a nivel de la raíz aórtica o de los ostium

coronarios. En el primer caso se utiliza una cánula en forma de Y insertada por

punción en la raíz de la aorta, de manera que mientras por una luz infunde la

solución por la otra aspira, pudiendo aspirar la sangre o aire de la arteria.

Nunca, a no ser que se pretenda sacar el aire de la arteria, se debe infundir y

aspirar a la vez ya que aspiraría la solución cardiopléjica impidiendo su

entrada y circulación por las arterias coronarias. En este caso hay que tener

en cuenta la presión con la que se inyecta la solución, ya que una presión

excesiva puede provocar daño dentro de la arteria y mala distribución de la

solución, dejando desprotegido parte del corazón. También es muy

importante aumentar la presión y cantidad de solución cardiopléjica en el

caso de miocardios hipertróficos. Hay que tener en cuenta que, en el caso de

insuficiencia de la válvula aórtica, la solución puede escaparse hacia el

ventrículo izquierdo provocando una distensión del músculo cardiaco a ese

nivel con daños irreversibles si no se descomprime mediante aspiración

directa, así como en el caso de lesiones severas de las arterias coronarias la

distribución de la solución por todo el miocardio puede verse comprometida.

En el segundo caso se instala de forma directa insertando unas cánulas en los

ostium coronarios mientras dure la operación o bien intermitentemente cada

vez que haya que administrar sucesivas dosis, se usa sobre todo en

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insuficiencias aórticas o reemplazos valvulares donde la infusión de la solución

por la vía retrógrada no es segura o posible. Ambas vías de administración se

caracterizan por administrar la solución cardiopléjica a favor del flujo

sanguíneo (9,22,24).

• Retrógrada: en este caso, se necesita la ayuda de un introductor que aloje las

cánulas a través de la aurícula derecha en el seno coronario, de manera que

posibilite perfundir las arterias de nombre homónimo. Para asegurar el flujo

retrógrado la cánula posee un balón distal con el fin de ocluir el seno

coronario. Estas cánulas aportan datos sobre la presión del seno coronario ya

que la sobrepresión puede romperlo. Se utiliza en cirugía coronaria a fin de

que la solución de cardioplejia llegue a todo el territorio perfundido por los

vasos coronarios, sobre todo en cirugía de puentes coronarios a fin de salvar

las zonas ocluidas de las arterias, también en cirugía valvular o de la arteria

aorta (10,22,24).

• Combinación anterógrada/retrógrada: la combinación de ambas vías de

administración ofrece una forma segura de protección miocárdica gracias a la

buena distribución de la solución cardiopléjica, más aún cuando hay

enfermedad coronaria previa (29).

Cánulas de perfusión cerebral

Compuestas de silicona y dotadas de un balón similar al de las cánulas de

cardioplejia retrograda, su uso permite perfundir y monitorizar la perfusión cerebral por

vía anterógrada y de forma directa los troncos supra-aórticos (30).

La perfusión cerebral anterógrada permite una parada circulatoria de mayor

tiempo, utilizando una hipotermia sistémica moderada a 26-28ºC.

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Cánulas de venteo

Además de mantener limpio de sangre el campo estéril, permiten eliminar el aire

residual de las cavidades cardíacas o vaciar la sangre en el caso de distensión de las

cámaras cardíacas. Se conectan al reservorio venoso o de cardiotomía a través de unos

tubos de las mismas características que la del circuito extracorpóreo aunque son de

menor grosor, con el fin de recuperar la sangre del paciente hacia el circuito y minimizar

las pérdidas sanguíneas (10,22).

Además de asegurarse del correcto funcionamiento de la bomba, es importante

evitar succiones excesivas que puedan crear burbujas dentro del ventrículo, lesionar sus

paredes o producir hemólisis (10).

Cánulas de aspiración de campo

De uso similar a las de venteo, sirven para aspirar la sangre del campo quirúrgico

de manera que lleguen al reservorio venoso, a un recuperador celular o al de

cardiotomía si existiese (10).

Conectores

Son los elementos que permiten la conexión de todo el sistema. Diseñados para

provocar el mínimo de turbulencias, poseen ranuras en su superficie que aseguran la

conexión, lo que no evita que deban ser reforzados con bridas, sobre todo en las zonas

de alta presión.

Se deben comprobar constantemente y, sobre todo, prestar especial atención a

la existencia o aparición de microburbujas (10).

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1.1.4. Indicaciones de la circulación extracorpórea

Si bien es cierto que la CEC ha marcado un antes y un después en la historia de

la cirugía cardíaca (31), su uso no se restringe únicamente a este campo, sino que se

emplea en muchas otras intervenciones quirúrgicas indicadas para resolver procesos

clínicos de diferente etiología, y que pasamos a desarrollar de manera sucinta.

1.1.4.1. Cirugía cardíaca

Determinadas patologías precisan de CEC para poder ser tratadas (32) tales

como:

• Revascularización coronaria

• Sustituciones o reparaciones valvulares

• Correcciones de cardiopatías congénitas

• Cirugía de la aorta en toda su extensión

• Trasplante cardíaco

• Trasplante pulmonar

Para ello se hace necesario parar el corazón, que se lleva a cabo gracias a una

solución de cardioplejia (33) cuya composición puede variar dependiendo de la

experiencia del equipo quirúrgico. Además, la cirugía cardiovascular con CEC puede

implicar una parada circulatoria, lo que se consigue mediante técnicas de hipotermia

profunda y perfundiendo exclusivamente el cerebro (34).

Protección miocárdica

El éxito de la cirugía cardiaca, además de solucionar la patología quirúrgica por

la que se interviene, está condicionado a causar el menor daño miocárdico posible. Este

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objetivo viene marcado, no solo por el momento propio de la intervención (en el que se

extrema la protección miocárdica), sino también por el preoperatorio y postoperatorio.

Aunque la protección cardíaca puede girar en torno a diversos ejes, teniendo en

cuenta que el corazón durante la operación se encontrará aislado de circulación y

completamente inmóvil, nos centraremos en manejar y controlar la isquemia y el

posible daño de restauración circulatoria (9,22,25).

Es importante destacar que la isquemia de las células cardíacas no es un proceso

inmediato, sino paulatino (25), conllevando una relación directamente proporcional al

tiempo de parada cardiaca o fase de isquemia (cuanto mayor es el tiempo de isquemia

miocárdica, mayores serán las repercusiones funcionales esperadas). Considerando esta

cuestión, y teniendo en cuenta la relación antes marcada entre duración-repercusiones

fisiológicas (23), es importante entender que, aunque existe una alta prevalencia de

disfunción biventricular en el postoperatorio inmediato, suele corregirse al cabo de

pocas horas (10).

El proceso cardioprotector se mueve en torno a tres pilares fundamentales: la

inducción, el mantenimiento y la reperfusión (25). Aunque este patrón permite

controlar dicha técnica, es inevitable que el corazón se encuentre en condiciones

anaeróbicas (35), por lo que es imprescindible para el resultado óptimo del paciente

dicha protección y, en algunos casos, resucitación del miocardio (22).

Durante la fase de isquemia, la protección cardiaca más eficiente es la parada

cardiaca reversible proporcionada por la solución de cardioplejia, que disminuye

drásticamente el consumo metabólico del corazón y le aportan sustratos a fin de

proporcionar el menor daño miocárdico posible (36).

La composición de la solución de cardioplejia puede ser cristaloide o hemática.

Las diferencias vienen dadas por el vehículo que transporta los iones capaces de

producir la parada cardiaca en diástole, si bien el uso de una u otro tipo viene

Page 44: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

44

determinado, como ya se ha referido anteriormente, por la experiencia del equipo

quirúrgico.

Actualmente, es muy común la utilización de una solución de cardioplejia

hemática aeróbica, fundamentada en no generar isquemia miocárdica, asegurando un

metabolismo aeróbico durante toda la intervención (10). Esto minimiza la posibilidad de

daño por reperfusión al no existir isquemia y mantener al corazón con el mínimo

consumo energético, lo que permite unas condiciones óptimas para la posterior

resucitación del propio corazón (22,25).

Protección cerebral y paro circulatorio

La reducción o limitación del aporte de oxígeno al cerebro conlleva la aparición

de un proceso patológico, pues este órgano es totalmente dependiente de la

metabolización aeróbica, lo que puede favorecer la aparición de lesiones isquémicas

cerebrales irreversibles (35,37). Además, la producción y circulación de los

neurotransmisores puede verse comprometida por la anoxia celular, lo que se traduce

consecuentemente en el cese de determinadas funciones vitales (10,35).

Por todo lo expuesto, la protección cerebral se hace indispensable en

determinadas intervenciones, pues asegura lograr un margen de tiempo adecuado a la

operación a expensas de una modificación en las reacciones bioquímicas del mismo (37)

de manera que se permita la intervención directa sobre el arco aórtico, base de la

circulación cerebral. Los métodos empleados para llevar a cabo dicha protección son:

hipotermia profunda con paro circulatorio, perfusión cerebral anterógrada (31) y

perfusión cerebral retrógrada (9,23,38).

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45

1.1.4.2. Cirugía torácica

Aunque la aplicación de la CEC en la cirugía torácica es muy amplia, el

procedimiento más común al que suele acompañar es al trasplante pulmonar (10,38).

Tras el desarrollo de la cirugía torácica y el trasplante bipulmonar, numerosos

autores barajaron la posibilidad de realizar el primer trasplante a expensas de la

oxigenación que aportase el pulmón (39) no trasplantado o nativo, mientras que en el

segundo de los trasplantes la oxigenación correría a cargo del pulmón recién

trasplantado. Esto, sin embargo, solo es aplicable en ciertos casos, mientras que más de

un tercio de las operaciones de esta índole necesitan la utilización de la CEC (39).

La derivación extracorpórea no persigue otro objetivo que mantener la

oxigenación tisular en los casos de insuficiencia de los pulmones tanto de origen o no

trasplantados (10,39), como los recién trasplantados, así como brindar el adecuado

soporte hemodinámico en aquellas situaciones, generalmente de fracaso ventricular

derecho, que no pueden ser controladas farmacológicamente.

Aunque el uso de la CEC en el trasplante pulmonar se asocia a lesiones

pulmonares agudas y disfunción del propio órgano, existen determinadas indicaciones

para aplicarla en los casos que así las cumplan (40):

• Hipertensión pulmonar grave conocida.

• Patologías cardíacas concurrentes que puedan ser corregidas

durante el propio trasplante (defectos en tabiques ventricular o auricular,

enfermedad coronaria, defectos valvulares, etc.)

• Paciente con neumonectomía previa.

• Hipoxemia intraoperatoria, ya sea por imposibilidad de

ventilación unipulmonar en el primer o segundo trasplante, o en el trasplante

bipulmonar.

• Fracaso del ventrículo derecho o inestabilidad hemodinámica

incontrolable durante la operación.

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46

• Hipertensión pulmonar grave intraoperatoria, bien tras

reperfusión del injerto o bien tras la oclusión de la arteria pulmonar en el

primer pulmón (10).

• Dificultades técnicas.

El proceso depende de si el trasplante es uni o bipulmonar. De tratarse de

trasplantes unipulmonares, se realizaría una incisión en la zona de toracotomía postero

lateral, iniciándose la CEC a través de la vena femoral y la arteria (38). Si el caso fuera un

trasplante bipulmonar, la incisión sería bilateral anterolateral a nivel del cuarto espacio

intercostal, de manera que con una esternotomía trasversa pudiéramos iniciar la CEC

mediante la canulación de la arteria aorta descendente y la aurícula derecha (10,39).

Las opiniones acerca del uso de la CEC en cirugías de este tipo son de muy diversa

índole, desde aquellas que afirman no haber tenido repercusión alguna, hasta los que

aseguran que esta técnica incrementa el riesgo de disfunción precoz del injerto, entre

otros (37,38). Sin embargo, existe un efecto adverso importante que acompaña, en

general, al uso de esta técnica.

Los circuitos de la CEC desencadenan lo que se conoce como respuesta

inflamatoria sistémica o activación del complemento. Esto, acompañado de la

producción de radicales superóxidos (38) y la liberación de sustancias quimiotácticas

que realizan un efecto llamada sobre los neutrófilos y plaquetas (10,39), desemboca en

el desarrollo de una posible lesión pulmonar aguda. Además, el uso de esta derivación

sanguínea estimula la producción de tromboxanos y prostaglandinas, asociados al

desarrollo de edema pulmonar por una relación directa con el aumento de la

permeabilidad endotelial (39).

Por todo lo expuesto, y aun habiendo situaciones en las que pueda provocar más

beneficio que perjuicio, numerosos cirujanos se han mostrado reticentes al empleo de

la CEC en los trasplantes de pulmón (10).

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47

La CEC también se usa también para la extirpación segura de tumores

pulmonares o en combinación con intervenciones cardiacas sobre las válvulas o las

arterias coronarias (41).

1.1.4.3. Tratamiento en patología médica

Soporte en fallo respiratorio severo

En determinadas patologías como la obstrucción traqueal, tratamiento en el

distrés respiratorio agudo (42), gripe A (H1N1) (42), infecciones por el SARS-COV-2 (43),

los tumores que pueden comprimir la vía aérea, diferentes tipos de edemas

supraglóticos, etc., el establecimiento de la CEC es una alternativa plausible en estos

pacientes con grave fallo respiratorio (10,22).

En estos casos, el uso de la CEC se realiza bajo anestesia local o general, y la

canulación de la vena yugular y la vena femoral debe ser la primera elección (44).

Recalentamiento post hipotermia accidental

La hipotermia puede ser clasificada como leve (32 – 35 ºC), moderada (32 – 28ºC)

y grave (<28ºC), en la hipotermia no grave, la simple colocación de bolsas calientes

situadas en las ingles y en las axilas suele ser suficiente para conseguir calentar al

paciente, pero en situaciones de hipotermia grave es necesario el recalentamiento

central invasivo mediante técnicas de CEC (45), siendo mucho más efectiva que las

técnicas de resucitación convencionales (46).

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48

1.1.4.4. Otras especialidades quirúrgicas

Resecciones oncológicas

Los usos de la derivación cardiopulmonar llegan a ser tan amplios, que incluso se

baraja en pacientes que necesitan (24) de la parada circulatoria total acompañada de

hipotermia para la correcta resección de tumores.

Existen, por tanto, ciertos tipos de tumores, como son los que poseen infiltración

a grandes vasos o al corazón, los mediastínicos largos y difusos, los renales o hepáticos,

entre otros, cuya extirpación satisfactoria se ve aumentada notablemente cuando la

intervención se asocia a CEC (25).

La CEC es capaz de facilitar el acceso e incluso asegurar, de forma estimada,

ciertas intervenciones específicas tales como malformaciones vasculo-cerebrales o de la

médula espinal o tumores que de entrada pueden considerarse inoperables. Además, la

triada parada circulatoria, hipotermia y exanguinación circulatoria, aseguran la

resección de ciertos aneurismas intracraneales (47).

Embolectomía pulmonar

Aunque esta patología puede tratarse con agentes trombolíticos, el uso de la

derivación cardiopulmonar en este caso sería de gran ayuda en el caso de pacientes en

estado de shock fulminante o contraindicaciones de usar agentes trombolíticos (48,49).

Traumatismo cardiopulmonar

El uso de la CEC es de vital importancia en situaciones traumáticas en las que se

comprometen órganos intratorácicos vitales como son el corazón o los pulmones, pues

esta permite el manejo de la zona en condiciones de total inmovilidad y exanguineidad,

asegurando una perfusión del organismo durante la intervención (10,21,50,51).

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1.1.4.5. Oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO)

La ECMO, es una técnica englobada dentro del soporte cardiorrespiratorio y

suple, hasta que el paciente sea capaz de mantener por sí solo, el transporte de oxígeno

o la función cardíaca de manera prolongada (52)

Su indicación se remite tanto a las situaciones con insuficiencia respiratoria

grave, como aquellas que implican una insuficiencia cardiorrespiratoria, pues es capaz

de asumir la oxigenación y el bombeo de la sangre del paciente de manera temporal

(13).

Los requerimientos esenciales del equipo en sí mismo serían:

• Un circuito de tubos de plástico de grado médico encargados de

la conexión máquina-paciente.

• Un oxigenador capaz de suplir la función pulmonar.

• Una bomba que asume la función ventricular.

• Cánulas para el acceso vascular.

• Un sistema de termorregulación sanguínea.

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50

Modos de ECMO:

• ECMO veno-arterial o V-A: Existen dos modalidades, central y

periférica. La ECMO central se utiliza cuando no es posible destetar al paciente

de la CEC en la cirugía, las cánulas usadas son las mismas que se han empleado

durante el procedimiento quirúrgico que están situadas en la arteria aorta y en

las venas cavas a través de la aurícula derecha.

La ECMO periférica se emplea en situaciones de emergencia en las que le

paciente necesita un apoyo cardíaco completo, como en el caso de infarto agudo

Figura 9 Máquina para ECMO en funcionamiento

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51

de miocardio con baja fracción de eyección, parada cardiorespiratoria, etc. La

canulación es periférica y conlleva una serie de problemas dependiendo de

donde se sitúen las cánulas y la perfusión se realice de forma anterógrada

(arteria axilar, subclavia) o retrógrada (a través de la arteria femoral) (53).

Otro inconveniente es el drenaje del lecho venoso del paciente ya que del

tamaño de las cánulas va a depender el flujo que le llegue a la bomba.

• ECMO veno-venosa o V-V. Se utiliza exclusivamente en los

pacientes que requieren un soporte respiratorio, como es el síndrome de distrés

respiratorio agudo. La sangre procede del lecho venoso que tras pasar por el

oxigenador es devuelta de nuevo a la circulación venosa (53).

Habitualmente se emplea la vena femoral para drenar la sangre al circuito

extracorpóreo y, para devolverla una vez oxigenada, la vena yugular teniendo la

precaución de que ambas cánulas estén lo más retiradas posible para evitar la

recirculación y los problemas que ello conlleva como es el síndrome del arlequín

(54,55).

1.2. Hemofiltración

1.2.1. Fundamentos

La insuficiencia renal aguda se define como la pérdida de la función renal

ocasionada por diversos motivos, necrosis tubular aguda, enfermedad renal

autoinmune, infección, trombosis de la arteria renal, intoxicación medicamentosa,

consumo de drogas ilegales, tratamientos con AINEs, antihipertensivos, etc. lo cual

conlleva en la actualidad una alta morbilidad y mortalidad en los pacientes ingresados

en las unidades de cuidados intensivos. En la actualidad, la terapia de reemplazo renal

continua se utiliza como soporte renal proporcionando una mayor estabilidad clínica a

pacientes inestables (56).

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52

Hoy en día existen diversas técnicas continuas de reemplazo renal (TCDE) desde

su descripción en el año 1977 por Kramer et al (57), que funcionan de manera

extracorpórea, asumiendo así las funciones de los riñones durante 24 horas al día. Todas

ellas basan su mecanismo de acción en los siguientes conceptos (Figura 10) :

• Convección o ultrafiltración (UF): se define como el traspaso de agua y solutos

a través de una membrana semipermeable por gradiente de presión, que obligan

al paso transmembrana. El transporte de solutos mediante este procedimiento

depende del coeficiente de cribado (CC) que es la relación entre la concentración

de un soluto en el ultrafiltrado y en el plasma, de la concentración del soluto en

sangre (Cs) y del flujo de ultrafiltración (FUF). El flujo de ultrafiltración viene

determinado por el coeficiente de ultrafiltración (QUF) dado a las características

propias de la membrana, permeabilidad y superficie, y por la presión

transmembrana que es la diferencia de presión entre el compartimento de la

sangre y el del líquido hemofiltrado, por lo que un aumento de la presión

sanguínea aumenta la tasa de hemofiltración. El ultrafiltrado es el líquido

extraído mediante este mecanismo (58).

FuF= QuF x PTM

UF= CC x Cs x FUF

• Difusión: es el transporte pasivo de solutos a través de una membrana

semipermeable por gradiente de concentración a un lado y otro de la membrana.

En este proceso influyen tanto la diferencia de concentración como el tamaño

de poro de la membrana (Ley de Fick). A diferencia de la anterior, solo permite

el paso de solutos y, además, este se verá acentuado por un menor tamaño

molecular, una menor distancia entre soluto y membrana, un mayor tamaño de

los poros de la membrana o por un gradiente de concentraciones menos

equilibrado (59).

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53

• Adsorción: es la fijación de moléculas de alto peso molecular se unen a la

estructura de la membrana, a diferencia de los dos conceptos anteriores su

utilidad no se basa en el traspaso transmembrana, si no en la captación de

moléculas en el interior de esta, lo que le brinda la capacidad de depurar

moléculas de gran tamaño que no son capaces de atravesar sus poros. Su

duración es limitada por saturación de la membrana.

Figura 10 Técnicas de reemplazo renal continuo

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54

La hemofiltración se encuentra dentro de este gran grupo de técnicas continuas

de reemplazo renal, al igual que la hemodiálisis y la hemodiafiltración, y se entiende

como un sistema de TCDE basado en la ultrafiltración o convección (figuras 11 y 12).

Figura 11 Esquema elemental de un dispositivo de hemofiltración. 1. Salida venosa y bomba impulsora 2. Entrada venosa. 3. Líquido de reposición premembrana 4. Líquido de reposición postmembrana 5. Líquido ultrafiltrado

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55

Su mecanismo de acción se resume en la extracción de agua y electrolitos gracias

a las propiedades convectivas, que son repuestos mediante una solución de sustitución

que podrá añadir el total de agua y electrolitos perdidos o parte de ello, y que se elegirá

si hacerlo antes del paso sanguíneo por el hemofiltro o tras el mismo.

La importancia de este proceso reside en que los solutos que no se deseen no se

reponen, consiguiendo una disminución de este en la sangre, pero sin pérdida de

volumen o de otros solutos.

Fundamentalmente dependiendo del objetivo perseguido, existen diversas

variantes de TCDE dependiendo de las necesidades del paciente, disponibilidad de

material y experiencia del equipo, pasando a describir alguna de ellas (60,61):

Figura 12 Esquema del circuito de hemofiltración en el de circulación extracorpórea empleado en nuestro estudio. 1. Salida venosa 2. Entrada arterial. 3. Línea de recirculación o venteo de la membrana 4. Salida de sangre hacia el hemofiltro 5. Salida de sangre del hemofiltro hacia el reservorio 6. Solución de reposición.

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56

• Ultrafiltración espontánea continua lenta (UECL): el objetivo es eliminar líquido

por gradiente de presión hidráulica transmembrana, puede ser veno-venosa o

arterio-venosa, se caracteriza por la sustracción lenta del ultrafiltrado sin

reposición de líquidos en situaciones de sobrecarga hídrica con o sin disfunción

renal como ocurre en el tratamiento de la insuficiencia cardiaca congestiva

resistente al tratamiento con diuréticos. El principio físico utilizado es el

convectivo a través de una membrana de alto flujo (61).

• Hemofiltración veno-venosa continua (HFVVC): el aclaramiento del soluto en

esta modalidad ocurre por convección y la UF corrige la sobrecarga hídrica del

paciente. El líquido de reposición puede ser infundio al paciente antes o después

del hemofiltro, y puede sustituir al líquido ultrafiltrado total o parcialmente

dependiendo de la UF deseada (62).

• Hemofiltración de alto volumen (HFAV): existe una controversia en la definición

de este procedimiento relacionada a la tasa de hemofiltración empleada y los

fines que persigue. Si bien una terapia de reemplazo renal para la insuficiencia

renal aguda (IRA) se define como una tasa entre 25 y 30 ml/kg/h, la HFAV a tasa

superiores de 45 ml/kg/h se asocia a un beneficio en la supervicencia (63,64).

• Hemodiafiltración veno-venosa continua (HDFVVC): este procedimiento

combina las técnicas de difusión y convección utilizando una membrana de alto

flujo. Al igual que en la HFVVC el líquido hemofiltrado se puede sustituir pre o

post membrana. La solución diálisis fluye en sentido contrario al de la sangre a

fin de aumentar la capacidad de difusión de la membrana (61).

1.2.2. Indicaciones

Hoy en día, por su amplitud de ventajas, la hemofiltración se utiliza cada vez en

más circunstancias. Ejemplo de esto son las siguientes.

Page 57: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

57

Insuficiencia renal aguda (IRA) en pacientes inestables

La hemofiltración arteriovenosa continua o veno-venosa así como la

hemodiafiltración se aconseja como alternativa a la hemodiálisis o a la diálisis

peritoneal, su filtración lenta pero continua la hacen idóneas para esta patología, pues

no ocasiona cambios desproporcionados en la volemia del paciente. Esta es la situación

más habitual en la que se recomienda (65).

Como veremos más adelante, este es uno de los pilares por el que se asocia la

hemofiltración a la CEC, pues los pacientes poseen un gran riesgo de desarrollar esta

patología debido al daño renal que causa la técnica (66).

Para definir la IRA emplearemos los criterios de la Red de la Lesión Renal Aguda

(AKIN) del año 2007 que ofrece la ventaja de incluir un perfil, temporal (<48 h),

criterios de incremento de creatinina (>50%) y de disminución de la diuresis

(<5ml/Kg/h por >6 horas) (TABLA V) (67).

Depuración de toxinas y mediadores en el fallo multiorgánico (MFM) y el shock séptico

Mediante técnicas de hemofiltración de alto volumen (>50ml/Kg/h) y adsorción

asociada a depuración continua, se ha demostrado un incremento de las funciones

hemodinámicas y respiratorias a expensas de la eliminación de mediadores

inflamatorios (57) producidos por la exacerbada respuesta inflamatoria sistémica que

provoca la CEC donde se ven implicados ciertos factores, entre ellos la interacción de las

moléculas humorales antiinflamatorias y proinflamatorias que pueden influir en la

presentación del SRIS, dependiendo el curso clínico del paciente del equilibrio de las

citoquinas proinflamatorias y antinflamatorias. Del mismo modo, la hipoperfusión

tisular del paciente durante la CEC o infección (cirugía en pacientes con endocarditis

bacteriana activa) provoca una liberación de citotoxinas que conlleva a un proceso

autolimitado incontrolado que puede provocar una disfunción orgánica. Por último cabe

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58

la posibilidad de que la inmunosupresión provocada por la CEC puede provocar el

desarrollo de complicaciones infecciosas (68).

Insuficiencia cardíaca

Gracias a que el proceso de hemofiltrado cursa con una extracción lenta de

líquidos, se consigue disminuir también la presión venosa central (PVC) a la vez que se

aumenta la presión arterial media (PAM). Esto permite controlar la sobrecarga hídrica,

la oliguria, el bajo gasto e incluso el fallo cardíaco y ayuda a disminuir el soporte

inotrópico del paciente.

Es importante destacar que, una variante de esta indicación conocida como

ultrafiltración modificada (UFM), es la que se utiliza una vez finalizada la CEC para

eliminar el exceso de líquidos.

Errores congénitos del metabolismo

En casos de alteraciones del ciclo de la urea, ciertas aminoacidopatías, acidemias

orgánicas y numerosas metabolopatías, la hemofiltración se recoge como uno de los

posibles tratamientos gracias a la depuración de los tóxicos eliminados.

Intoxicaciones por sustancias de bajo peso molecular y poca unión a proteínas

Existen determinadas sustancias, como ciertos fármacos, que por su bajo peso

molecular y su dificultad para unirse a proteínas sanguíneas ofrecen cierta resistencia

para ser hemodializados o depurados mediante diálisis peritoneal, esto convierte a la

hemofiltración veno-venosa continua en la más adecuada de las opciones disponibles

para su eliminación.

Hiperhidratación resistente a los diuréticos

Es una de las indicaciones puntuales de la técnica, dándose sobre todo en

neonatos con hidropesía fetal.

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59

Restricción hídrica y necesidad de nutrición

Como tal no suele ser una indicación en sí misma, si no que suele ir acompañada

a situaciones de insuficiencia renal asociada o no a insuficiencia cardíaca.

1.2.3. Hemofiltración en circulación extracorpórea

Para realizar el análisis de la asociación de estas dos técnicas, primero

retomaremos las dificultades o desventajas que podía provocar en el paciente el empleo

de la CEC.

A pesar del gran avance que ha supuesto en la cirugía cardíaca esta técnica,

existen situaciones clínicas patológicas que ésta en sí mismo no puede solucionar. En

este sentido, destaca el riesgo que conlleva provocar lo que se conoce como síndrome

de respuesta inflamatoria sistémica ya descrito por J.K. Kirklin quien “demuestra que los

efectos dañinos de la CEC, los relaciona en parte con la activación del complemento por

las superficies extrañas encontradas por la sangre y apoya la hipótesis de que los

mecanismos de los efectos dañinos incluyen una reacción inflamatoria de todo el

cuerpo”(69).

Por otro lado, la hipotensión mantenida que puede ocasionar la CEC conlleva una

hipoperfusión que, de ser muy prolongada, puede ocasionar daño renal que conduzca a

un cuadro de insuficiencia aguda de dicho órgano (65).

En general, estos dos riesgos de la derivación cardiopulmonar se resuelven total

o parcialmente con la hemofiltración continua del paciente, pues como se ha descrito

en el apartado anterior, ambos casos son indicaciones para la misma.

Mediante esta técnica de sustitución renal, se permite la eliminación de ciertos

mediadores inflamatorios y del exceso de agua circulante, lo que la convierte en una

opción frente a la aparición de la respuesta inflamatoria sistémica (70,71).

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60

De igual forma, la hemofiltración, mediante la capacidad de hemoconcentrar al

paciente y el consecuente aumento de la viscosidad sanguínea, es capaz de aumentar la

presión arterial media, lo que ayuda a una correcta perfusión tisular.

Así, encontramos que la hemofiltración en pacientes sometidos a cirugía

cardiaca con CEC persigue, en resumen, los siguientes objetivos:

• Eliminar y prevenir un exceso de líquidos en pacientes con evidencias

preoperatorias de ello (9).

• Prevenir, generalmente en operaciones que se prolonguen durante más de dos

horas, un exceso de balance positivo (9).

• En pacientes que ofrecen cierta resistencia a los diuréticos, es capaz de prevenir

el desarrollo de insuficiencia cardíaca congestiva (72).

• Eliminar moléculas proinflamatorias, ciertas citoquinas, neutrófilos, fragmentos

del sistema del complemento y moléculas de pequeño peso molecular entre

otras, lo que disminuye considerablemente el riesgo de padecer respuesta

inflamatoria sistémica (72).

• Aumentar la tensión arterial media gracias a su capacidad de

hemoconcentración.

• Favorecer la perfusión cerebral gracias al aumento de la tensión arterial (9).

No obstante hay autores que afirman que la hemofiltración durante la CEC

produce elevación de lactato (73), si bien su estudio se ha realizado con el mismo

hemoconcentrador utilizado en el estudio que se presenta, en el cebado de la bomba

de CEC ha empleado la solución de Ringer Lactato, con 23 mmol/L de lactato. Esto, unido

a la producción de este durante la CEC y el enlentecimiento del aclaramiento de lactato

producido por la propia cirugía puede ser el origen de sus conclusiones.

Por otro lado, otros autores admiten que la ultrafiltración convencional,

modificada o el uso de ambas no tiene significación clínica en el postoperatorio de este

tipo de pacientes (74,75).

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61

En cambio, algunos investigadores no le atribuyen a la ultrafiltración

propiedades inmunomoduladoras (76), mientras otros si le atribuyen esas

características además de una reducción del lactato postoperatorio (71); si bien los

niveles del mismo son mucho más elevados que en los pacientes de nuestro estudio.

1.3. Metabolismo del lactato

1.3.1. Definición de acidosis láctica

El lactato es un ácido fuerte y se encuentra casi en su totalidad disociado en

forma de lactato e ion hidrógeno.

Gracias al glucolisis a partir de cada molécula de glucosa se generan dos

moléculas de piruvato, que es la primera fase del catabolismo de los hidratos de carbono

formando piruvato y dos moléculas de ATP:

glucosa + 2ATP + 4ADP + 2Pi + 2NAD+ → 2 piruvato + 2ADP +4ATP + 2NADH + 2H+ + 2H2O

El piruvato producido por la glucolisis puede ser utilizado como substrato tanto

en presencia como en ausencia de oxígeno. En condiciones aeróbicas el piruvato se

transforma en acetil coenzima A para dirigirse al ciclo de Krebs y oxidarse totalmente a

CO2 y agua. En condiciones anaeróbicas el piruvato se reduce a lactato en una reacción

catalizada por la enzima L-lactato deshidrogenasa y de esta forma se regenera el NAD+

y la glucólisis puede continuar.

piruvato + NADH + H+ ←→ lactato + NAD+

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62

El lactato pasa a la sangre y es transportado hasta el hígado donde puede

transformarse de nuevo en piruvato y utilizarse para la síntesis de glucosa mediante el

ciclo de Cori, o puede permanecer en la célula hasta que salga de la situación de hipoxia,

momento en que se transformará en piruvato.

El ácido láctico, conocido también como ácido hidroxipropanoico, se produce en

el trascurso del metabolismo anaeróbico y se formula como C3H6O3, con lo que está

formado por 3 átomos de carbono, 6 átomos de hidrógeno y 3 átomos de oxígeno, con

un peso molecular de 90.08 Dalton y una acidez de 3 pKa.

En 1961 Huckabee (77) dividió las condiciones asociadas a la lactatemia en dos

categorías. El tipo I durante el cual había un aumento de la concentración del lactato

sérico acompañado de un aumento del piruvato sin acidosis, y el tipo II cuyo aumento

de la concentración de lactato no es acompañada por la de piruvato y produce acidosis.

Posteriormente Huckabee, dividió el grupo II en aquellos en las que existía

hipoxia tisular (tipo IIA) y aquellos en los que no era evidente que fuera causada por

hipoxemia (tipo IIB).

Quince años más tarde, Cohen y Woods (78) configuraron la clasificación que se

utiliza hoy en día, la tipo A para aquellas situaciones de hipoxia tisular y la tipo B para

las que no la hay. Este sistema excluye la clasificación I de Huckabee en la cual había un

aumento de lactato y de piruvato sin acidosis.

La acidosis láctica asociada a la cirugía cardiovascular con CEC se relaciona al

aumento de la morbilidad y mortalidad si esta supera los 3 mmol/L previo a su ingreso

en las unidades de cuidados intensivos (79,80). El origen de la hiperlactatemia en este

tipo de pacientes es multifactorial y aún no ha sido bien definida, en general es debida

a un exceso de producción, a un déficit de consumo y aclaramiento.

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63

La CEC produce este doble efecto (81) posiblemente por la incapacidad del

hígado de realizar el aclaramiento probablemente causado por una respuesta

inflamatoria sistémica con graves consecuencias sobre el hígado debido a la

hipoperfusión del lecho esplácnico (82) que puede producir traslocación bacteriana

manteniendo la integridad de la mucosa y de endotoxinas.

Otros autores relacionan la elevación del lactato a un incremento de la relación

Do2i/Vco2i (83,84), aunque su cálculo está limitado por la cirugía en la que se utiliza CO2

en el campo (85) con el objetivo de evitar embolismos aéreos, ya que al pesar más que

el aire su disolución en el plasma es más efectiva.

1.4. Circulación extracorpórea en el Hospital Puerta del Mar

1.4.1. Antecedentes históricos

La Cirugía Cardiaca en el Hospital Universitario Puerta del Mar data del año 1995,

donde el 27 de noviembre se intervino a la primera paciente de una sustitución de la

válvula aórtica.

Según el censo del Instituto Nacional de Estadística, en 1996 la población de

Cádiz estaba formada por 2.211.524 habitantes, de los cuales 1.096.526 eran hombres

y 1.114.998 mujeres; una población que justificaba que la provincia tuviera un Servicio

de Cirugía Cardiovascular propio.

Anteriormente, todos los pacientes de la provincia de Cádiz eran trasladados a

otros hospitales de la Comunidad Autónoma Andaluza (Sevilla y Córdoba) para ser

intervenidos de procesos cardiocirculatorios que requerían de CEC.

En primera instancia el potencial humano constaba de tres cirujanos, un

perfusionista y dos enfermeras instrumentistas, cuyo número ha ido aumentando

Page 64: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

64

progresivamente a medida que los servicios de cardiología y hemodinámica de la

provincia de Cádiz diagnosticaban más patologías que requerían de la cirugía cardiaca

para su tratamiento quirúrgico y la población confiaba en los profesionales que la

componían y no barajaban la posibilidad de trasladarse a otras provincias para ser

intervenidos.

La labor investigadora del equipo de perfusión ha sido muy productiva a lo largo

de estos años, siendo el primer hospital español en realizar cirugía cardiaca en

normotermia en el año 1997. Los primeros resultados se presentaron en el Congreso de

la Asociación Española de Perfusionistas del año 2004.

En 2006, el equipo de perfusión ganó el premio nacional a la mejor comunicación

del XIV Congreso Nacional de la Asociación Española de Perfusionistas con la

comunicación titulada “Desfibrilación Química” (86).

Tres años más tarde se publicó el primer Protocolo de perfusión para control de

glucemia en cirugía cardiaca bajo CEC (87).

En el año 2013 se iniciaron los estudios sobre hemofiltración continua a través

de una membrana de polietersulfona a fin de aprovechar las ventajas

inmunomoduladores de la misma para mitigar los efectos del síndrome de respuesta

inflamatoria sistémica (70). Los resultados de estos estudios determinaron que los

niveles de lactato sérico disminuían y al medir el contenido de lactato del efluente el

factor de cribación de la membrana para el lactato era igual a 1 gracias a su peso

molecular. Esto, unido a la solución de cebado que se utilizaba con niveles de lactato

muy bajos, dio pie a realizar este estudio; así mismo, el control de la glucemia según el

protocolo proporcionó cifras postoperatorias en esos niveles inferiores a los obtenidos

por otros autores.

Según la Sociedad Española de Cirugía Torácica-Cardiovascular, en el año 2017

se realizaron en España un total de 36692 procedimientos de cirugía cardiovascular de

los cuales 20895 (89,8%) fueron realizados con el soporte de la CEC (88).

Page 65: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

65

Si bien la perfusión no está aún reconocida como especialidad dentro de la

Enfermería, en Andalucía se da reconocimiento a esta y a través de la Agencia de Calidad

de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía donde existe el “Manual de

Competencias Práctica Avanzada Enfermero/a Perfusionista” (89). Otro avance

importante en esta labor asistencial es la inclusión de un apartado dentro de la historia

clínica digital para registrar los datos sobre la perfusión extracorpórea.

1.4.2. Actividad asistencial

El Servicio Cirugía Cardiaca del Hospital Universitario Puerta del Mar es la Unidad

de Gestión Clínica de Cirugía Cardiovascular. La unidad de perfusión está reconocida

internacionalmente y cada año el personal que la integra realiza una reunión europea

(en la actualidad inmersos en la creación de nuevos modelos de bombas de CEC) y otra

latinoamericana como conferencia internacional colaborando con el Hospital Vernaza

de Guayaquil (Ecuador) en la creación de la unidad de oxigenación por membrana

extracorpórea (ECMO).

La participación en sus congresos es muy activa, habiéndose firmado un acuerdo

de colaboración con la Asociación Latinoamericana de Perfusión a través de la

Asociación Española de Perfusionistas.

La Unidad tiene una Misión y es que día a día trabaja bajo el concepto de “Buenas

Prácticas” en la atención a los pacientes. En este marco, se pueden sentir bien atendidos

y confiados en que su problema de salud va a ser solucionado.

Los Valores de la U.G.C. son el respeto a los valores fundamentales implicados

en la práctica clínica, respetando y respaldando el trabajo en equipo, la investigación, e

innovación como fundamento en una atención de calidad.

Actualmente, la U.G.C. cuenta con dos quirófanos idénticos para evitar la

variabilidad y aumentar la seguridad del paciente, cinco cirujanos, cinco médicos

Page 66: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

66

internos residentes (uno por año), catorce enfermeras/os de hospitalización, nueve

auxiliares de enfermería y una supervisora. En el área quirúrgica los recursos humanos

constan de ocho enfermeras/os instrumentistas, tres enfermeros perfusionistas, seis

auxiliares de enfermería y una supervisora.

Internamente, en la gestión de la Unidad, tanto los recursos materiales como la

gestión del material protésico está a cargo de los enfermeros perfusionistas.

La cartera de servicios engloba todas las técnicas quirúrgicas en la cirugía

cardiaca del adulto con excepción de los trasplantes cardiacos.

En el periodo pre pandemia provocada por el SARS-COV-2, se realizaron más de

850 cirugías al año, siendo la cartera de Servicios la siguiente:

• Cirugía Coronaria con y sin Bomba de CEC.

• Cirugía de remodelado ventricular.

• Cirugía Valvular mitral, aórtica y tricúspide (sustituciones, reparaciones).

• Cirugía Valvular mínimamente invasiva (sustituciones, reparaciones).

• Cardiopatías congénitas del adulto.

• Comunicaciones Interauriculares.

• Comunicaciones Interventriculares.

• Cirugía valvular trans-catéter (TAVI).

o Trans-apical.

o Trans-axilar.

o Trans-aórtico.

• Cirugía de la aorta y de los grandes vasos.

• Cirugía de la aorta toraco-abdominal.

Page 67: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

67

• Procedimientos híbridos de aorta ascendente-cayado-tronco

supraaórticos.

• Endoprótesis de la aorta torácica descendente.

• Cirugía de la raíz aórtica, aorta ascendente, cayado y aorta descendente.

• Cirugía del pericardio, tumores cardíacos y otras lesiones cardiacas.

• Cirugía de ablación de la Fibrilación Auricular.

• Cirugía de electroestimulación.

• Implantación de Marcapasos.

• Implantación Desfibriladores.

• Implantación de dispositivos de resincronización cardiaca.

• ECMO en pacientes adultos, pediátricos y neonatos.

Además, la Unidad de perfusión es referente en monitorización de la perfusión

tisular habiendo impartido conferencias sobre este tema en España y Latinoamérica.

Page 68: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

68

2. Justificacio n

2.1. Justificación

El lactato es un biomarcador cuyo aumento o disminución es utilizado como

predictor de la morbilidad y la mortalidad en las Unidades de Cuidados Intensivos tras

las medidas de reanimación postparada cardíaca en pacientes con shock cardiogénico,

fallo respiratorio agudo, neumonía, sepsis (90), etc. Es por ello, por lo que tanto una alta

producción de lactato como una disminución de su aclaramiento por fallo renal o

hepático contribuye al aumento de los niveles de lactato en los pacientes.

La cirugía cardiaca merece una valoración determinada debido a la fisiopatología

de la circulación extracorpórea (CEC) y su elevación es un predictor de los resultados

postoperarios (91). Así los niveles superiores a 4,4 mmol/L están relacionados con un

mayor tiempo de permanencia en la Unidad de Cuidados intensivos y de estancia

hospitalaria (92).

Se considera hiperlactatemia cuando el valor del lactato medio en sangre supera

los 2 mmol/L (93), su aparición durante o después de la CEC aumenta las complicaciones

postoperatorias y su disminución en las primeras 24 horas se asocia a una menor tasa

de mortalidad (94).

La aparición de acidosis de láctica durante la CEC es un fenómeno complejo, que

depende de factores como la hemodilución (95) y el tiempo de CEC (79), considerándose

un factor de riesgo independiente para peores resultados postoperatorios (80),

considerándose que los niveles superiores a 4 mmol/L, sin la posibilidad de una

eliminación adecuada del torrente sanguíneo, está relacionada con un mayor riesgo de

morbilidad y mortalidad postoperatorias (93,96,97).

La medición del lactato intraoperatorio constituye una herramienta confiable

para controlar la perfusión tisular durante el procedimiento (98). Existe evidencia del

Page 69: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

69

efecto beneficioso de las estrategias de perfusión extracorpórea en pacientes adultos

que combinan, por una parte, la ultrafiltración convencional (UFC), que se realiza

durante la CEC y cuya finalidad es disminuir la hemodilución del paciente aumentando

el hematocrito. Por otra parte, la ultrafiltración modificada (UFM) que se realiza al final

de la CEC y cuya finalidad, además de eliminar el exceso de líquido, es eliminar las

sustancias tóxicas y proinflamatorias. Esta última técnica se utiliza, en definitiva, como

una técnica que mejora la hemodinámica, la función pulmonar y la hemostasia (72). Si

bien la combinación de ambas técnicas se considera una práctica segura en CEC (74),

algunos autores asocian la ultrafiltración convencional con la aparición de

hiperlactatemia intraoperatoria durante el procedimiento de CEC, y recomiendan su uso

solo en situaciones en las que el paciente padezca de insuficiencia renal, un balance

positivo de líquidos, una mala respuesta a los diuréticos o en casos de CEC prolongada

(más de 120 minutos) (73).

La hemofiltración continua de alto flujo (HFAV) se utiliza durante todo el

procedimiento de CEC para lograr el beneficio de ambas técnicas (UFC y UFM). Se aplica

con técnicas de convección durante todos los procedimientos de CEC, utilizando las

propiedades de la membrana de polietersulfona para la transferencia de solutos

mediante arrastre por flujo y tamaño del poro de la membrana, y así lograr una

purificación de electrolitos y lactato.

Este estudio plantea estudiar la repercusión del uso de la membrana de

polietersulfona en la hemofiltración continua en pacientes sometidos a cirugía cardiaca

con Circulación extracorpórea. En la actualidad no existe evidencia científica sobre los

beneficios de la hemofiltración continua y su efecto sobre la lactatemia.

Page 70: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

70

3. Hipo tesis y objetivos

Teniendo en consideración lo señalado hasta el momento, nos planteamos las

siguientes hipótesis a contrastar en el presente trabajo:

A la vista de los antecedentes referidos, nos planteamos las siguientes hipótesis:

1. La hemofiltración continua de alto volumen mediante el uso de

membrana de polietersulfona durante el procedimiento de Circulación

Extracorpórea en pacientes sometidos a cirugía cardíaca disminuye la

lactatemia intraoperatoria y postoperatoria.

2. Los pacientes sometidos a cirugía cardíaca y hemofiltración continua de

alto volumen mediante el uso de membrana de polietersulfona

presentan menor morbi-mortalidad postquirúrgica, que los pacientes

sometidos a cirugía cardíaca sin hemofiltración.

Con las hipótesis planteadas, nos hemos propuesto dos objetivos generales, que

se recogen a continuación:

1. Demostrar que la hemofiltración continua de alto volumen mediante el

uso de membrana de polietersulfona durante el procedimiento de

Circulación Extracorpórea en pacientes sometidos a cirugía cardiaca

disminuye la lactatemia intraoperatoria y posoperatoria.

2. Evaluar la morbi-mortalidad de la utilización de la Circulación

Extracorpórea y hemofiltración continua de alto volumen.

Page 71: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

71

En relación con los objetivos específicos, los relacionados con el primer objetivo

general, que persigue determinar si la hemofiltración en las condiciones explicadas

realmente disminuye la lactatemia son:

1. Determinar los niveles de lactato plasmáticos en los pacientes sometidos

a Circulación Extracorpórea en diferentes momentos del proceso:

• A los 10 minutos tras la entrada en CEC.

• Cada veinte minutos hasta la finalización del procedimiento de

CEC.

• A los veinte minutos tras la salida de CEC.

• A las 24 horas de finalizado el procedimiento.

2. Identificar el comportamiento de las variables que pueden influir en los

niveles de lactatemia intraoperatoria

3. Estimar los efectos del empleo de la membrana de polietersulfona de

forma continua, durante el periodo intraoperatorio y el postoperatorio.

En cuanto a los objetivos específicos que se relacionan con el segundo y último

objetivo general, aquel que persigue evaluar la morbimortalidad de la utilización de la

circulación extracorpórea y la hemofiltración continua de alto volumen, hemos

considerado los siguientes:

4. Definir el perfil epidemiológico, factores de riesgo y el riesgo quirúrgico

según los scores habituales de los pacientes integrantes del estudio.

5. Analizar las complicaciones y efectos secundarios derivados de la

Circulación Extracorpórea y la hemofiltración continua.

Page 72: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

72

4. Material y me todo

4.1. Diseño del estudio

Ensayo clínico, aleatorizado enmascarado y cegado por paciente y analista de

datos para la comparación de los resultados en la tasa (cantidad/unidad de tiempo) de

eliminación de lactato entre los grupos de terapia asignados. Se establecerán dos grupos

de tratamiento: un grupo sin hemofiltrar o control (GC), un grupo hemofiltrado con un

filtro de polietersulfona (GP)

Para asegurar una evaluación no sesgada de los tratamientos, la aleatorización

se realizará en ocho bloques de ocho pacientes cada uno, los grupos de estudio serán

equivalentes en todo, excepto en las maniobras que están recibiendo.

4.2. Ámbito del estudio.

Pacientes intervenidos por el Servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital

Universitario Puerta del Mar de Cádiz perteneciente al Servicio Andaluz de Salud.

4.3. Sujetos de estudio

Los pacientes adultos y de ambos sexos que vayan a ser intervenidos de cirugía

cardíaca y necesiten el apoyo intraoperatorio de la bomba de Circulación Extracorpórea

(CEC) en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz durante el periodo

comprendido entre el 1 de junio de 2017 y 28 de febrero de 2018.

Page 73: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

73

4.4. Descripción de métodos:

Este estudio plantea un desarrollo metodológico fundamentado en el análisis de

los siguientes instrumentos y variables.

4.4.1. Instrumentos

• Instrumentos clínicos y analíticos

• Hoja de recogida de variables de la historia del paciente.

• Hoja de recogida de variables intraoperatorias.

o Gráfica del perfusionista y sistemas electrónicos de recogida

de datos

• Hoja de recogida de variables postoperatorias.

o Gráfica e historia de la UCI.

o Gráfica e historia de hospitalización.

o Instrumentos de análisis de lactato

4.4.2. Variables

La selección de las variables a estudiar se ha realizado de acuerdo con la

bibliografía existente respecto a los factores asociados a los resultados de la terapia

empleada.

4.4.3. Variables dependientes

• Para el objetivo general 1: Niveles de lactato sérico en mmol/L

(variable cuantitativa continua): al inicio de CEC, a los 10 minutos de

CEC, cada 20 minutos durante el procedimiento, a los 20 minutos

posteriores a la finalización de la CEC y a las 24 horas finalizar el

procedimiento.

• Para el objetivo general 2: Mortalidad intra o perioperatoria. si/no

(variable dicotómica) y morbilidad si/no (variable dicotómica)

Page 74: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

74

4.4.4. Variables de ajuste o estratificación

El realizar intervenciones quirúrgicas en el terreno de la cirugía

cardiovascular conlleva la asunción de un riesgo quirúrgico de los pacientes que

es preciso valorar. A nivel internacional, se han empleado diferentes sistemas de

predicción de la mortalidad, siendo el más utilizado en Europa el modelo

desarrollado en 1999 denominado EuroSCORE (European System for Cardiac

Operative Risk Evaluation) (99), actualizado en 2011 y denominado EuroSCORE

II. La escala EuroSCORE es la escala de riesgo más utilizada en el mundo, se

publicó como un modelo logístico para predecir la mortalidad en los pacientes

intervenidos de procedimientos cardíacos y consistía en 18 variables de riesgo

con un coeficiente asociado a cada uno de ellos que proporciona la probabilidad

de morir de cada paciente. Una variante más simple es el EuroSCORE aditivo, que

asigna una serie de puntaciones a cada factor de riesgo del paciente con el

problema de que subestima a los pacientes de alto riesgo. En nuestro país se ha

intentado realizar la validación del EuroSCORE II (100), pero, dadas las

controversias del modelo en cuanto a su utilización con fines asistenciales, en

general se sigue utilizando el sistema original EuroSCORE logístico (101). Esta

escala, se comporta como modelo probabilístico útil para determinar el riesgo

de morbi-mortalidad hospitalaria.

Por todo lo anterior, se utilizó la escala de predicción de la mortalidad

(EuroSCORE I aditivo ya que es más fácil determinarlo a pie de cama sin

necesidad de un programa informático, además de que en los criterios exclusión

de este estudio figuran los pacientes de alto riesgo), además inmediatamente

después de la cirugía y con cada control analítico rutinario en UCI, se registrarán

las cifras de potasio sérico y lactato.

4.4.5. Variables preoperatorias

• Variables demográficas:

Page 75: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

75

o Edad: años (variable cuantitativa)

o Sexo: hombre/mujer (variable dicotómica)

• Variables biométricas

o Altura: centímetros (variable continua)

o Peso: Kilogramos (variable continua)

o Con las variables anteriores se calculó la superficie corporal según

Mosteller (variable continua) (102).

• Variables bioquímicas

o Glucemia: mgr /dl ((variable continua)

o Lactato sérico: mmoles/litro (variable continua)

• Diagnóstico al ingreso: según la clasificación internacional CIE-9

(International Classification of Diseases, Ninth Revision) (103).

• Comorbilidades: presencia si/no en la historia clínica de salud de los

siguientes cuadros (variables dicotómicas):

o Enfermedad pulmonar obstructiva crónica

o Disfunción renal

o Disfunción hepática

o Diabetes mellitus tipo II

o Enfermedad cerebrovascular

o Hipertensión pulmonar.

• Función miocárdica previa a la cirugía

o Disfunción ventricular izquierda (independientemente de su origen),

medida según la fracción de eyección (FE) descrita en

ecocardiografía/ventriculografía más reciente y categorizada en:

o FE normal > 55%,

o Disfunción leve 45-55%

o Disfunción moderada 30-45%

o Disfunción severa <30%

Page 76: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

76

o Valoración funcional de insuficiencia cardiaca (Variable categórica

ordinal: Clase funcional I a IV de la escala NYHA (New York Heart

Association).

o Existencia o no de enfermedad hepática previa: si/no (variable

dicotómica).

o Fallo renal postquirúrgico: si/no (variable dicotómica).

o Clasificación del fallo renal agudo según la clasificación AKIN: etapas

1/2/3 según valores de la creatinina sérica y diuresis (variable

categórica)

o Estratificación del riesgo: para la evaluación del riesgo quirúrgico

preoperatorio se utilizará el EuroSCORE aditivo I (104) (Anexo 1):

variable categórica.

o Tratamiento médico y dosificación: si/no (variable dicotómica) de:

o Antihipertensivos.

o Diuréticos.

o Fármacos betabloqueantes.

o Calcioantagonistas.

o Digitálicos.

o Terapia antiagregante.

4.4.6. Variables intraoperatorias

• Variables anestésicas

o Volumen empleado en la inducción anestésica previa a la entrada en

CEC: ml (variable continua)

o Empleo de vasoactivos e inotrópicos: fármacos (variable categórica) en

la salida inmediata de bomba y a su llegada a UCI.

• Variables de la CEC o perfusión extracorpórea:

o Hemoderivados:

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77

• Hemoglobina en mgr/dl y hematocrito basal en porcentaje medidos

al inicio de la CEC (viable cuantitativa continua).

• Uso de hemoderivados en el cebado y/o durante el procedimiento

si/no (variable dicotómica).

o Otros medicamentos en el cebado

• Uso de corticoterapia si/no (variable dicotómica)

• Uso de insulina. si/no (variable dicotómica)

o Tiempos:

• Tiempo de cirugía en minutos (variable continua)

• Tiempo de clampaje aórtico en minutos (variable continua)

• Tiempo desde el desclampaje hasta la salida de CEC en minutos

(variable continua)

• Tiempo de hemofiltración en minutos (variable continua)

• Tiempo desde el desclampaje hasta la decanulación del paciente en

minutos (variable continua)

o Hemofiltración:

• Duración en minutos (variable continua)

• Volumen total extraído en el efluente y volumen repuesto con

solución de reposición durante la CEC en mil (variable continua

• Balance hídrico al final de la CEC en ml (variable continua)

o Control metabólico y de homeostasis:

• Glucemia, en mgr/dl (variable continua)

• Potasio sérico máximo en mEq/L en CEC (variable continua)

• Lactato sérico, en mmol/L (variable continua)

• Hemoglobina, mínima en mgr/dl en CEC (variable continua)

• Hematocrito mínimo en % en CEC (variable continua)

• Temperatura máxima y mínima en grados centígrados (variable

continua)

Page 78: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

78

• Variables postoperatorias en UCI

• Variables clínicas y de escala:

- Número de horas con apoyo inotrópico y/o vasoactivo (variable

continua)

- Tiempo en horas de intubación (variable continua)

- Tiempo en horas de estancia en UCI (variable continua)

- Pérdidas hemáticas.

- Transfusión de hemoderivados si/no (variable dicotómica)

- Glucemia, en mgr/dl a las 24 horas post CEC (variable continua)

- Potasio sérico máximo en mEq/L a las 24 horas post CEC (variable

continua)

- Lactato sérico, en mmol/L a las 24 horas post CEC (variable

continua)

- Hemoglobina, mínima en mgr/dl a las 24 horas post CEC (variable

continua)

- Hematocrito mínimo en % a las 24 horas post CEC (variable

continua)

• Estancia postoperatoria en días en el hospital (variable cuantitativa)

• Mortalidad hospitalaria exitus si/no (variable dicotómica)

4.5. Elección de la Muestra

4.5.1. Criterios de inclusión

• Pacientes no operados por patología urgente.

• Pacientes a los que se realizan los procedimientos quirúrgicos en

normotermia.

Page 79: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

79

• Pacientes que hayan tenido un tiempo mínimo antes de decanular

(finalizada la reperfusión miocárdica, desclampada la aorta y finalizada la

CEC) de 60 minutos.

• Y que firmen el consentimiento informado (Anexo 5).

4.5.2. Criterios de exclusión

• Patología urgente que no permita la recolección de los datos del estudio.

• Patología cardíaca que requiera el uso de hipotermia o hipertermia

durante la CEC.

• Pacientes que no hayan tenido un tiempo mínimo antes de decanular

(finalizada la reperfusión miocárdica, desclampada la aorta y finalizada la

CEC) de 60 minutos.

• Los pacientes que no puedan gestionar el balance hídrico por sí mismos

a través de la diuresis antes de la CEC.

• Los pacientes que durante el acto quirúrgico no sean capaces de

gestionar el exceso de volumen mediante la diuresis espontánea o

forzada con diuréticos.

4.5.3. Tamaño muestral (105–110).

El tamaño muestral, resultará de la inclusión prospectiva de una serie

consecutiva de pacientes durante 9 meses intervenidos con CEC por el investigador en

la Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario

Puerta del Mar de Cádiz, en normotermia. En la UGC esta cohorte se estima está

formada por unos 40 pacientes como análisis preliminar.

Si bien como dice Rothman (1986) en comentario recogido por Silva (1997) “el

problema de determinar el tamaño de muestra más adecuado no es de naturaleza

técnica, susceptible de ser resuelto por vía de los cómputos, sino que ha de encararse

mediante el juicio, la experiencia y la intuición”. Para calcular un tamaño de muestra

adecuado, debe definirse la mínima magnitud de la diferencia que se desea detectar y

que se considera de relevancia clínica. Esta diferencia debe fijarse en términos realistas,

Page 80: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

80

dentro del rango de valores esperados. Puede ser tentador utilizar diferencias muy

amplias, dado que posibilitan trabajar con tamaños de muestras más reducidos, pero

ello debe evitarse, puesto que diferencias menores a la establecida que pueden tener

importancia clínica, no alcanzarían el consagrado nivel de significación estadística

establecido (106).

Dado que la variable respuesta básica en nuestro estudio es la tasa de

eliminación de lactato (cantidad/unidad de tiempo) se expresa de forma cuantitativa

con valor numérico para cada individuo en cada uno de los momentos de evaluación

debemos asegurarnos un número suficiente de sujetos en el análisis final. Dado que en

principio compararemos dos medias (la de cada grupo, correspondientes a la

eliminación de lactato con o sin membrana), para calcular el tamaño de muestra debe

conocerse el valor de la varianza de la variable respuesta en un grupo de referencia

(literatura o pilotaje previo), decidir la mínima diferencia con relevancia clínica, y fijar

los errores α y β

La ecuación que permite el cálculo del tamaño de muestra en esta situación es:

N = [ 2 (Zα + Zβ)2 s2] / d2

En esencia el método consiste en establecer el nivel de confianza, la potencia 1-

β y el cociente d/s que es una medida estandarizada de la diferencia mínima que se

desea detectar.

En nuestro caso suponemos un riesgo α = 0,05, una potencia de 0,80 (riesgo

beta del 0,2 o 20%), una diferencia mínima clínicamente importante de 0,5 y asumiendo

una desviación estándar en la variable resultado de 0,7, el número de sujetos para cada

grupo será de 32 sujetos.

La población para estudiar la constituirá una muestra de pacientes que cumplan

los criterios de inclusión desde el 1 de junio de 2017 al 28 de febrero de 2018.

Page 81: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

81

4.6. Análisis estadístico

• Para el análisis estadístico se ha empleado la aplicación informática: IBM-SPSS-

22

(referencia: IBM Corp. Released 2013. IBM SPSS Statistics v 22.0 for Windows;

Armonk. NY. USA).

• Las técnicas y test estadísticos empleados han sido:

o En variables cualitativas (nominales): distribución de frecuencias y

porcentajes.

o En variables cuantitativas: exploración de datos con gráfico Q-Q de

ajuste a la normalidad, histograma, coeficientes de asimetría y

curtosis/altura junto al Test de bondad de ajuste de Kolmogorov-

Smirnov y descripción con las herramientas habituales de centralidad

(media, mediana) y variabilidad (desviación estándar).

o Test Anova-MR para el análisis de los cambios intragrupo. Acompañado

de los Test post-hoc LSD.

o Test T de Student para la diferencia entre medias de 2 grupos

independientes en variables cuantitativas que se distribuyen

normalmente o tienden hacia la normalidad estadística.

o Test alternativo U de Mann-Whitney cuando las variables anteriores no

se distribuyen normalmente.

o Test Z de comparación entre porcentajes en grupo independientes

entre sí y/o su equivalente prueba Chi-cuadrado de independencia para

el cruce de variables categóricas.

o El nivel de significación fijado es el habitual 5% (significativo si p<.05)

excepto en el test KS de bondad de ajuste donde se consideran

significativos solo los desvíos graves, es decir al 1% (p<.01).

Page 82: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

82

4.7. Consideraciones éticas

El ensayo se realizó según las recomendaciones éticas internacionales

(Declaración de Helsinki y Convenio de Oviedo) ya que en todo momento se

contempla el uso de la mejor terapia disponible según las circunstancias de los

pacientes.

Para salvaguardar la confidencialidad, todos los datos de carácter personal

recopilados como parte de este estudio fueron tratados según lo dispuesto en la Ley

Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre de protección de datos de carácter personal.

Así mismo, se solicitó Consentimiento Informado para el acto quirúrgico que

incluye los procedimientos habituales de la CEC con o sin hemofiltración.

También se solicitó Consentimiento Informado para el uso de los datos

derivados de la historia clínica y determinaciones analíticas. El acceso a la

información personal quedó restringido al investigador y al personal autorizado y

todos ellos permanecieron sujetos al deber de confidencialidad. En el caso de que se

publique el trabajo, la identidad de los pacientes permanecerá anónima en todo

momento.

Este trabajo fue aprobado por el Comité de Ética de la Investigación de Cádiz

(Anexo 4).

4.8. Recursos disponibles

En la Unidad de Gestión Clínica de Cirugía Cardiaca del Hospital

Universitario Puerta del Mar, desde donde llevaremos a cabo la investigación, se

dispone de los equipamientos necesarios para el desarrollo del estudio.

Page 83: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

83

Se empleó un circuito abierto CEC compuesto por un conjunto de tubos de

PCV y un oxigenador de membrana de polipropileno con filtro arterial integrado,

Inspire 8F®, con un recubrimiento basado en moléculas de fosforilcolina P.H.I.S.I.O.®

(Sorin Group Italia, Mirandola, Italia). Los datos se recopilaron con el sistema

CONNECT® (LivaNova Deutschland, Münich, Alemania). El equipo de CEC era una

Bomba de Circulación Extracorpórea Stöckert S5® (LivaNova Deutschland, Münich,

Alemania) (Figura 13) y todos los casos se realizaron con la bomba centrífuga

Revolution® (LivaNova Deutschland, Münich, Alemania). Asimismo, la membrana de

Page 84: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

84

hemofiltración empleada era la SH14® (Sorin Group-LivaNova, Mirandola, Italia), de

polietersulfona con 1.35 m2 de superficie.

Figura 13 Bomba de Circulación Extracorpórea Stöckert S5® (LivaNova Deutschland, Münich, Alemania

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85

La medición de los niveles de lactato se utilizó el analizador GEM premier

4000® (Instrumentation Labratory, Bedford, Massachussets, EEUU) que utiliza unos

biosensores amperométricos conectados a la bomba de CEC y al sistema de registro

para su posterior análisis estadístico (Figura 14).

El flujo de sangre del oxigenador al hemofiltro se realizó a través de la línea

de recirculación con un flujo de 100 a 500 ml/min, dependiendo del tiempo de la

Figura 14 Analizador GEM premier 4000® (Instrumentation Labratory, Bedford, Massachussets, EEUU.

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86

cirugía, sin exceder la presión transmembrana máxima recomendada por el

fabricante de 500 mmHg.

La solución de imprimación utilizada contenía 900 ml de Prismasol 2®

(Gambro, Lundia AB, Suecia), 250 ml de Manitol 20% (Fresenius Kabi, Italia), 500 ml

de una solución con 40 mg/ml de gelatina succinilada (B. Braun, Melsungen,

Alemania), 8 mg de dexametasona (Merck KGAA, Alemania), 50 mg de ranitidina

(Normon SA, España) y heparina sódica 150 UI/kg (Rovi SA, España).

A todos los pacientes se les perfundió, de manera continua durante el

procedimiento, una dosis de insulina igual a 0,04 UI/Kg/h. (87).

A lo anterior hay que añadir los recursos aportados por la línea de doctorado

de Bioestadística y Epidemiología de la Universidad de Cádiz, básicamente

compuesto por programas informáticos y estadísticos. Adicionalmente, se obtuvo

asesoramiento metodológico, formación y discusión del trabajo realizado en el seno

del grupo de investigadores que componen la línea de doctorado.

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87

5. Resultados

5.1. Participantes

Inicialmente se dispone de un total de 64 pacientes con mayoría

estadísticamente significativa (p<.05) de hombres: 42 (65.6%) frente las mujeres: 22

(34.4%). Las edades de estos 64 casos están comprendidas entre los 32 y los 83 años,

con mediana en 66 años. Se observa una ligera asimetría hacia la derecha (más

sujetos en la parte superior del continuo: más edad) aunque la variable tiene

tendencia hacia la campana normal de Gauss siendo la edad media de 64 años (IC

.95: 61.3 – 66.7 años; DE: 10.8).

Estos 64 pacientes, están divididos en 2 grupos (32+32) en función del uso o

no, de filtro.

Para la para la aleatorización se empleó el programa informático de la página

web http:// https://app.studyrandomizer.com/, randomizándose los 64 sujetos del

estudio en 8 bloques de 8 pacientes cada uno (111).

De estos 64 pacientes 10 fueron excluidos del análisis por presentar

diferentes problemas.

En el grupo de estudio 3 pacientes fueron excluidos por tener que ser

reintervenidos por sangrado antes de las 24 horas posteriores a la cirugía, uno por

mediastinitis que requirió una estancia prolongada en la Unidad de Cuidado

Intensivos y otro por muerte por vasoplegia intraoperatoria sin respuesta a fármacos

vasoactivos.

Las exclusiones en el grupo control fueron debidas a que un paciente requirió

tras la salida de CEC una asistencia ventricular (ECMO) al final de la CEC (112), 4

debido a que tuvieron que someterse a hemofiltración debido a anemia

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88

preoperatoria debido a un manejo inadecuado de líquidos que no respondieron al

tratamiento con diuréticos (Gráfico 1).

Tras esto los dos grupos quedan reducidos a 27 casos cada uno de ellos, para

un total de 54 paciente, donde sigue siendo mayoría la presencia de hombres: 36

(66.7%) frente a mujeres: 18 (33.3%), tal como se aprecia en el Gráfico 2.

Gráfico 1 Diagrama de flujo del estudio

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89

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

Las edades de esta muestra final válida para el análisis están en el mismo

rango entre 32 y 83 años con mediana en 65.5 años. Se mantiene la tendencia hacia

la normalidad estadística, a pesar de la ligera asimetría hacia la derecha (Gráfico 3).

La edad media de este grupo de estudio es de 63.3 años (IC: .95: 60.3 – 66.3, con DE:

11.1 años) (Gráfico 3).

Gráfico 2 Diagrama de sectores. Composición de la muestra según GÉNERO

Gráfico 3 Diagrama de sectores. Composición de la muestra según EDAD

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90

5.1.1. Equivalencia entre grupos

En primer lugar, se procede a comprobar la equivalencia entre estos dos

grupos, en las variables: Edad, Sexo, Altura, Peso y Lactato sérico previo.

Para ello, previamente se ha procedido a realizar una exploración de las

variables cuantitativas mediante los índices descriptivos de asimetría y curtosis, el

gráfico Q-Q de normalidad y el Test de bondad de ajuste de Kolmogorov-Smirnov

(KS), con el objetivo de determinar si estas variables se acomodan o se alejan del

modelo de la campana normal de Gauss. Los resultados nos muestran que, en la

Altura y el Peso, el ajuste a la normalidad estadística es muy bueno ya que tanto los

índices de asimetría y curtosis como la falta de significación en el test de bondad de

ajuste (p>.05) así como los gráficos Q-Q normal nos llevan a esta conclusión. En la

Edad, el aceptable ajuste a la normalidad estadística, ya comentada antes, queda

muy claro en el diagrama Q-Q que se confirma también con la no significación del

test KS (p>.05). Solamente en la variable Lactato sérico previo, el diagrama Q-Q nos

muestra un cierto desvío del modelo normal, en especial en los valores altos, pero

que tampoco alcanza significación estadística (p>.05 en el test KS). Por tanto, en

general podemos admitir la normalidad de estas variables, o al menos su buena

tendencia hacia la misma. En consecuencia, para el contraste entre los dos grupos

del factor Filtro es posible emplear el test paramétrico T de Student. Por su parte

para la única variable medida en forma categórica, el Sexo, se ha empleado el Test Z

de contraste entre dos proporciones en muestras independientes entre sí.

Los resultados de estos contrastes realizados para analizar la equivalencia

entre grupos se resumen en la Tabla 2 que sigue. Como se puede comprobar en ella,

los valores medios de los dos grupos con y sin filtro con muy similares en todas las

variables numéricas (Edad, Altura, Peso y Lactato) de manera que las diferencias,

lógicamente, no son estadísticamente significativas (p>.05). Solo en el Sexo, se

observa que, aun habiendo mayoría de hombres en ambos grupos, el porcentaje es

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superior en el GC; pero sin que esta diferencia alcance significación estadística

(p>.05).

Por tanto, según estos resultados queda probada la equivalencia estadística

de los grupos en estas variables, que por tanto no pueden ser consideradas como

posibles factores de distorsión en el resto de los análisis que siguen.

Tabla 2 Análisis comparativo. Equivalencia entre grupos.

Variables

Muestra total (N=54)

GRUPO

Test de contraste

GC (n=27) GP (n=27) Valor P valor

SEXO: Hombre 66.7 % (36) 77.8 % (21) 55.6 % (15) Z=1.73 NS .083

Mujer 33.3 % (18) 22.2 % (6) 44.4 % (14)

EDAD Media (D.E.) 63.30 (11.1) 62.81 (11.6) 63.78 (10.8) t= 0.32 NS .753

ALTURA Media (D.E.) 165.59 (10.5) 167.41 (8.7) 163.78 (11.8) t= 1.28 NS .205

PESO Media (D.E.) 79.35 (15.4) 79.13 (15.2) 79.57 (15.9) t= 0.11 NS .916

LACTATO SERICO PREVIO M (D.E.) 0.93 (0.39) 1.01 (0.47) 0.84 (0.27) t= 1.59 NS .117

N.S. = NO significativo al 5% (p>.05)

5.2. Tiempo de Circulación Extracorpórea

Esta variable se distribuye de forma similar a una campana normal (p>.05) con

media en casi 100 min (99.9; IC .95: 87.6 – 112.1). Los valores medios de los grupos son

similares con una pequeña diferencia de 8.5 min, siendo más alto el tiempo en el

grupo sin filtro, aunque la diferencia no alcanza significación estadística (p>.05). Por

tanto, se concluye que el factor filtro no influye en este parámetro de tiempo de CEC

(Tabla 3).

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Tabla 3 Análisis inferencial intergrupo. Efecto del uso del filtro en CEC.

Variables

Grupo total (n=54)

GC (n=27) GP (n=27)

Test de contraste Tamaño

del

efecto: R2 Estadísticos: Media (D.E.) en v. cont. y % (frec.) en v. cat. Valor P valor

Tiempo de CEC 99.87 (44.82) 104.11 (51.94) 95.63 (36.87) t=0.69 NS .492 .009

N.S. = NO significativo (p>.05) * = Significativo al 5% (p<.05)

5.3. Valoración del lactato intra e intergrupo.

Se dispone de la medición del Lactato en 4 momentos: previo, máximo en

CEC, post CEC y a las 24h. En primer lugar, se exploraron estas variables empleando

la misma metodología anterior: índices de forma, gráficos Q-Q normal y Test KS de

bondad de ajuste, para cada grupo con/sin filtro por separado. Los resultados de los

Test KS indican que todas estas variables, en cada grupo, presentan desvíos que no

son estadísticamente significativos (p>.05) con respecto al modelo normal de Gauss

(GC: p=.401, p=.107; p=.477 y p=.125; GP: p=.222; p=.826, p=.136 y p=.354). Según

esto se han elegido procedimientos estadísticos paramétricos tanto para el

contraste intragrupo como para el de entre-grupos.

El estudio intragrupo de las modificaciones del Lactato se ha realizado con el

método de ANOVA MR (análisis de varianza de medidas repetidas) junto a los Test

de Linealidad y la estimación del tamaño del efecto mediante el coeficiente R2. Para

el contraste entre pares (tiempos comparados de dos en dos) se han empleado los

test post-hoc LSD.

El análisis se ha realizado para cada grupo del factor Filtro por separado. Los

gráficos 4 y 5 presentan los valores medios de Lactato en cada momento de medición

y en cada grupo. Como se observa en ellas, en los dos grupos se aprecia una clara

elevación de los valores medios obtenidos durante y post CEC, así como a las 24h,

todos ellos con respecto a los valores de Lactato previo.

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Gráfico 4 Diagrama de medias. Variación temporal de Lactato en el GC (N=27)

Gráfico 5 Diagrama de medias. Variación temporal de Lactato en el GP (N=27)

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

En el análisis global realizado mediante Anova-MR encontramos (Tabla 4) que

se puede admitir que las diferencias entre los momentos de medición son altamente

significativas (p<.001) con un tamaño del efecto muy grande (30.6%) en el grupo de

casos sin filtro y aún más elevado (37.1%) en el de con filtro. Por tanto, estos

resultados prueban que en ambos grupos el lactato varía significativamente en

función de la condición/momento en la que se ha realizado la medición. Ahora bien,

los Test de Linealidad realizados a la par que estos Anova-MR nos indican que el tipo

de relación entre este factor temporal y los valores de Lactato no es el mismo para

cada grupo. En el de pacientes sin filtro queda probado que la única forma de

relación posible entre estas dos variables es de tipo lineal directa (p<.001 y efecto

R2=55.8%). Mientras que, en el GP, se comprueba que, aunque la relación más

probable también es la de tipo lineal (p<.001, R2=65.5%) el descenso en la última

medición podría estar indicando una asociación tipo cuadrático, es decir curvilínea

(p<.01, R2=30.9%).

Si se excluye la medición inicial/basal del Lactato para comparar solamente

entre sí las tres medidas siguientes: 1) en el GC, Anova-MR mantiene la existencia de

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94

significación estadística (p<.05) pero el tamaño del efecto se reduce al 12.7% que es

moderado-alto; y 2) en el GP en cambio ya no aparecen diferencias globales

estadísticamente significativas (p>.05; efecto del 4.1% leve). Resultado que ya nos

está indicando un comportamiento diferente de los grupos en función del uso del

filtro, en cuanto a las variaciones del Lactacto.

Siguiendo esta línea, los test de pares (LSD) entre los momentos de medida

(Tabla 4) nos conforman ese distinto comportamiento de la variable Lactato en cada

grupo. En ambos grupos, queda probado con claridad (p<.001) que las diferencias

entre el valor previo y los tres siguientes son estadísticamente significativas, siendo

este valor previo inferior a todos los demás. Pero donde debemos de poner el foco

de la cuestión es en que: 1) mientras que en el GP, los valores de esas tres medidas

(máx en CEC, post CEC y 24h) no difieren entre sí (p>.05) confirmando el resultado

del Anova_MR global; 2) en el GC también aparecen significaciones que prueban que

el lactato se incrementa significativamente desde el valor max CEC hasta el post CEC

(p<.01) y hasta el 24 h (solo p<.05, debido a la alta variabilidad en este momento de

medida); y solamente entre estas dos últimas mediciones (post CEC y 24h) la

diferencia ya no es significativa (p>.05).

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Tabla 4 Análisis inferencial intragrupo. Variación de los valores de Lactato según el momento de medición. Contrastes entre pares de mediciones (test LSD) y contraste global (ANOVA-MR). Análisis por grupos del factor Filtro.

Medición

GC (n=27)

GP (n=27)

Media (D.E.)

Previo Máx CEC

Post CEC

24 h Media (D.E.)

Previo Máx CEC

Post CEC

24 h

Previo 1.01

(0.47) --- .000 .000 .000

0.84 (0.27)

--- .000 .000 .000

Máx. en CEC

1.86 (1.06)

4.50** --- .007 .011 1.65

(0.45) 10.50** --- .207 .080

Post CEC 2.70

(1.57) 5.54** 2.30** --- .646

1.93 (1.18)

5.04** 1.30

NS --- .872

24 h 2.95

(2.12) 4.82** 2.72 *

0.46 NS

--- 1.89

(0.80) 7.04**

1.82 NS

0.16 NS

---

Anova MR

F=11.46**; p=.000; R2=.306 Anova

MR F=15.33**; p=.000; R2=.371

Test Lineal

F=32.87**; p=.000; R2=.558 Test Lineal

F=49.29**; p=.000; R2=.655

Test Cuadr.

F=1.11 NS; p=.301; R2=.041 Test Cuadr.

F=11.62**; p=.002; R2=.309

N.S. = NO significativo (p>.05) * = Significativo al 5% (p<.05) ** = Altamente significativo al 1% (p<.01)

El análisis entre-grupos del Lactato ha permitido comparar entre sí ambos

grupos en los tres momentos de medición realizados después de la medida inicial.

Para ello se ha utilizado el Test T de Student de diferencias entre medias de grupos

independientes, con estimación del tamaño del efecto mediante R2 también. Los

resultados (Tabla 5) nos indican que, como ya ocurriera en la medición inicial,

tampoco hay diferencias estadísticamente significativas (p>.05) entre los valores

medios de lactato máximo en CEC (p>.05). Pero desde ahí en adelante ya aparecen

las significaciones. En el momento post CEC, el valor medio de lactato es más alto

(diferencia: 0.77 mmol/L; IC .95: 0.01 – 1.53) en el GC (p<.05) aunque con efecto

moderado (7.4%) y también en el momento final a las 24h el valor medio es aún más

elevado (p<.05) en el GC (diferencia: 1.06 mmol/L; IC .95: 0.18 – 1.93).

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96

Tabla 5 Análisis inferencial intergrupo. Comparación de las medias de Lactato entre grupos, en cada momento de medición

.

Momento de medición

GC (n=27) GP (n=27)

T de Student Tamaño

del efecto:

R2 Media (D.E.) Media (D.E.)

Valor P valor

Máx. en CEC

1.86 (1.06) 1.65 (0.45)

0.94 NS .349 .017

Post CEC

2.70 (1.57) 1.93 (1.18)

2.04 * .047 .074

24 h

2.95 (2.12) 1.89 (0.80)

2.43 * .019 .102

N.S. = NO significativo (p>.05) * = Significativo al 5% (p<.05)

5.4. Tiempo de intubación en el post-operatorio.

Al explorar esta variable se observan (Gráfico 6) una vez más alguno valores muy

fuera de rango (far out) junto a otros más cercanos (near out). Aunque estos valores

pueden tener algún efecto con respecto a los promedios de esta variable, se sigue

considerando necesario que se mantengan en el estudio estadístico su el interés clínico.

El gráfico Q-Q (Gráfico 7) presenta puntos con una tendencia que les aleja de la

normalidad estadística. Esto viene confirmado con los valores de los índices de forma

(As=3.02y K=11.48) junto al Test KS (p<.001); nos confirman que esta variable no se

distribuye normalmente.

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Gráfico 6 Diagrama de caja. Tiempo de intubación en el post operatorio (Horas).

Gráfico 7 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo intubación en el post operatorio (Horas).

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

En nuestra muestra al completo, el tiempo de intubación se distribuye dentro del rango:

1 - 31 horas, con mediana en 5 h. El tiempo medio es de 6.5 h (IC al 95% de confianza:

5.13 – 7.48; DE: 4.96 h).

Separando la muestra en los grupos según el hemofiltrado (gráficos 8 y 9) se mantiene

la tendencia que aleja la variable de normalidad estadística. Tanto los índices de

asimetría y curtosis, como los respectivos Test KS de bondad de ajuste (al menos p<.05)

nos indican que esta variable no se distribuye normalmente, aunque el grado de desvío

ahora se podría considerar solo como leve, en especial en el grupo con filtro.

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Gráfico 8 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo de intubación en el post operatorio (Horas) en GP (N=27)

Gráfico 9 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo de intubación en el post operatorio (Horas) en pacientes

intubación en el GC (N=27)

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

Ante esta situación, para el contraste de los valores promedio entre estos dos grupos se

ha optado de nuevo el Test no-paramétrico de MW. El valor medio de los casos con filtro

(5.04 horas) es algo inferior al valor medio de los pacientes que no han tenido filtro (7.93

horas). Esta diferencia ha resultado ser estadísticamente significativa con p<.05 (valor

ZU=2.29; p=.022) y se corresponde con un tamaño del efecto moderado (8.6%), por lo

que ambos resultados son indicadores de la existencia de una relación. En consecuencia,

tenemos suficientes evidencias estadísticas para afirmar que el tiempo de intubación

está asociado al uso del filtro, que lo reduce (Gráfico 10).

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99

Gráfico 10 Diagrama de caja. Tiempo de intubación en el post operatorio (Horas) en función del Uso del filtro.

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

Segmentado el grupo en función de los grados de riesgo EuroSCORE de los pacientes,

se obtiene que (Tabla 6):

- En el subgrupo de pacientes con riesgo alto, la media de las horas de intubación

es prácticamente el doble más alta en los casos sin filtro (10.5 vs 5.6). Aunque la

diferencia no llega a la significación estadística (p>.05) queda cerca de serlo y se

podría considerar como casi significativa (p<.01) y puede estar motivada por el N

reducido; puesto que el tamaño del efecto (13.9%: grande) evidencia relación en

el sentido indicado. Por tanto, se podría concluir que, en este subgrupo de casos

según el EuroSCORE, el tiempo se relaciona con el uso del filtro.

- En el grupo de riesgo medio en cambio, la diferencia es muy pequeña por lo que

ni alcanza significación (p>.05) ni se corresponde con un tamaño del efecto a

considerar (0.2% prácticamente nulo). Por lo que aquí no hay evidencia estadística

de relación.

- Y por último en el subgrupo de pacientes con riesgo bajo, la diferencia tampoco

alcanza la significación estadística (p>.05) pero de nuevo equivale a un tamaño del

efecto elevado (16.0%) de modo que la ausencia de significación parece estar

asociada al N reducido de este grupo. En consecuencia, los datos que tenemos

Page 100: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

100

parecen indicar la existencia de una relación entre el tiempo de intubación que

sería, de nuevo, menor en los pacientes hemofiltrados.

Tabla 6 Análisis inferencial intergrupo. Comparación de las medias del Tiempo de Intubación (horas) entre grupos con/sin filtro y en función del EuroSCORE.

Grupo de medición del Tiempo de Intubación

GC GP Test de Contraste Tamaño del

efecto: R2 n Media (D.E.) n Media (D.E.) Valor P valor

GRUPO TOTAL (N=54)

27 7.93 (6.37) 27 5.04 (2.30)

ZU= 2.29 * .022 .086

Grupo riesgo BAJO (n=8)

4 7.25 (4.57) 4 4.75 (0.96)

ZU= 0.90 NS .369 .160

Grupo riesgo MEDIO (n=23)

10 4.90 (1.97) 13 4.69 (2.63)

ZU= 0.31 NS .311 .002

Grupo riesgo ALTO (n=23)

13 10.46 (8.07) 10 5.60 (2.27)

ZU= 1.67 NS .095 .139

N.S. = NO significativo (p>.05) * = Significativo al 5% (p<.05)

5.5. Tiempo de uso de inotrópicos en el postoperatorio

La exploración de la esta variable nos ha presentado (Gráfico 11) dos valores

extremadamente fuera de rango (far out) junto a un tercero algo menos lejano, y

alguno más de tipo near out. A pesar del efecto que estos valores pueden tener

sobre los promedios de esta variable, y tal como se ha estado realizando a lo largo

del estudio, se deben de mantener en el estudio estadístico por el interés clínico que

pueden tener. El gráfico Q-Q (Gráfico 12) arroja dudas sobre el posible ajuste de la

variable a la normalidad estadística. En este mismo sentido los valores de los índices

de forma (As=2.88 y K=9.38) junto al Test KS (p<.01) nos confirman que la variable

no se distribuye normalmente.

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Gráfico 11 Diagrama de caja. Tiempo de uso de inotrópicos en el post operatorio (Horas).

Gráfico 12 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo de uso de inotrópicos en el post operatorio (Horas).

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

En el grupo completo, el tiempo de uso de inotrópicos se ha distribuido en el

rango entre 0 y 336 horas, con mediana en 24 h. El tiempo medio es de 45.8 h (IC al

95% de confianza: 27.22 – 64.48; DE: 68.26 h).

Dividiendo la muestra en los grupos según el hemofiltrado (gráficos 13 y 14)

mantiene las dudas acerca de la normalidad de la variable. De nuevo tanto los índices

de asimetría y curtosis, como el Test KS de bondad de ajuste (p<.01) nos llevan a la

conclusión de que esta variable no se distribuye normalmente.

Gráfico 13 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo de uso de inotrópicos en el post operatorio (Horas) en el GP (N=27)

Gráfico 14 Diagrama Q-Q de normalidad. Tiempo de uso de inotrópicos en el post operatorio (Horas) en el GC (N=27)

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

Page 102: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

102

Por tanto, para el contraste de los valores promedio entre estos dos grupos

se ha empleado de nuevo el Test no-paramétrico de MW. El valor medio de los casos

con filtro (48.1 horas) es algo superior al valor medio de los pacientes que no han

tenido filtro (43.6 horas). Pero esta diferencia no alcanza a ser estadísticamente

significativa con p>.05 (valor ZU=0.50; p=.497). Tampoco el tamaño del efecto (0.1%)

es un indicador de posible relación. En conclusión, no tenemos ninguna evidencia

estadística de que los valores de las horas de uso de inotrópicos están vinculado al

uso, de o no, de filtro (Gráfico 15).

Gráfico 15 Diagrama de caja. Tiempo de uso de inotrópicos en el post operatorio (Horas) en función del Uso del filtro.

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

Tras esto, se plantea como ya se hiciera antes, segmentar al grupo en función

de los grados de riesgo EuroSCORE de los pacientes. Los resultados (ver resumen en

la Tabla 7) nos indican que:

• En el subgrupo de pacientes con riesgo alto, la media de las horas de

inotrópicos es sensiblemente más alta en los casos hemofiltrados. Sin embargo,

debido a las altas variabilidades de los grupos, la diferencia de casi 20 horas, no

Page 103: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

103

pude llegar a demostrar la significación estadística (p>.05). Tampoco el tamaño

del efecto (2.6%) es una sólida evidencia de relación.

• En el grupo de riesgo medio, la diferencia es mayor (unas 25 horas) y en

el mismo sentido, es decir que la media sigue más alta en los pacientes con filtro.

Pero de nuevo, debido a la muy elevada variabilidad interna de los subgrupos,

no se alcanza la significación estadística (p>.05). En la línea de la anterior,

tampoco el efecto (3.1%) es suficiente evidencia estadística de relación.

• Y finalmente en el grupo de pacientes con bajo riesgo, la diferencia es

enorme (945 h vs 3.0 h) de manera que, en este caso, aun teniendo también alta

variabilidad (en uno de los grupos), la diferencia sí que llega a ser

estadísticamente significativa (p<.05). Además, el tamaño del efecto (muy

grande: 51.5%) apoya la existencia de esta relación, según la cual el tiempo de

uso de inotrópicos es mayor en pacientes sin filtro. No obstante, es

recomendable realizar un estudio con un N más elevado de sujetos de este tipo.

Tabla 7 Análisis inferencial intergrupo. Comparación de las medias del Tiempo de Inotrópicos (horas) entre grupos en función del EuroSCORE.

Grupo de medición del Tiempo de Inotrópicos

GC GP Test de Contraste Tamaño del

efecto: R2 n Media (D.E.) n Media (D.E.) Valor P valor

GRUPO TOTAL (N=54) 27 43.63 (50.84) 27 48.07 (83.08) ZU= 0.50 NS .497 .001

Grupo riesgo BAJO (n=8)

4 94.50 (72.40) 4 3.00 (2.45)

ZU= 2.32 * .020 .515

Grupo riesgo MEDIO (n=23)

10 25.10 (44.62) 13 50.23 (88.32)

ZU= 1.33 NS .184 .031

Grupo riesgo ALTO (n=23)

13 42.23 (40.58) 10 63.30 (91.50)

ZU=0.16 NS .876 .026

N.S. = NO significativo (p>.05) * = Significativo al 5% (p<.05)

Page 104: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

104

5.6. Tiempo de asistencia

En primer lugar, se ha realizado una exploración y descripción de esta

variable, mediante el procedimiento habitual. La exploración (Gráfico 16) con el

diagrama de caja revela la existencia de 1 caso muy atípico (outlier tipo far out) con

un valor muy elevado con respecto al grupo. Pero puesto que solo es 1 se piensa que

no tendrá grave efecto sobre los valores promedio del grupo, aunque es cierto que

los sobreestimará algo. No obstante, se decide mantenerlo dentro del estudio

estadístico por su interés clínico. Junto a él aparece otro valor atípico pero cercano

(outlier tipo near out) con menos trascendencia; también se le mantiene dentro del

estudio estadístico, como es habitual con este tipo de valores.

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

Gráfico 16 Diagrama de caja. Valores del Tiempo de asistencia (minutos).

Page 105: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

105

Sobre el grado de ajuste de la variable a la campana normal de Gauss, el

diagrama Q-Q (Gráfico 17) que son precisamente estos dos valores atípicos junto a

alguno en la parte baja del continuo, los que generan el desajuste con respecto a la

normalidad estadística que se observa en los índices de forma (As=2.83 y K=11.05)

aunque el Test de bondad de ajuste de Kolmogorov-Smirnov (p=.045) nos dice que

este desvío es ligeramente significativo y por tanto tolerable. Luego se puede admitir

una cierta tendencia de la variable hacia la campana normal, con excepción de los

valores del extremo superior, principalmente.

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

Considerando a los 54 casos válidos, el tiempo de asistencia se distribuye en

el rango observado de entre 5 y 85 minutos, con mediana en 16 min. El tiempo medio

es de 18.7 min (IC al 95% de confianza: 14.95 – 22.38 min; con DE: 13.6 min).

Tras este estudio exploratorio y descriptivo, se procede al contraste entre

grupos hemofiltrados (si/no). Los diagramas Q-Q (gráficos 18 y 19) revelan que en

el subgrupo con filtro los puntos se ajustan bien a la normalidad (p=.547 en el Test

KS), en tanto que en el GC es donde aparecen los 2 casos atípicos que producen el

ligero desvío de la normalidad estadística (p=.015 < .05 en el Test KS).

Gráfico 17 Diagrama Q-Q de normalidad. Valores del Tiempo de asistencia (minutos).

Page 106: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

106

Gráfico 18 Diagrama Q-Q de normalidad. Valores del Tiempo de asistencia (minutos) en el GP (N=27)

Gráfico 19 Diagrama Q-Q de normalidad. Valores del Tiempo de asistencia (minutos) en el GC (N=27)

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

El ajuste a la normalidad es suficiente para poder emplear el método T de

Student para el contraste de la diferencia entre las medias de ambos. El valor medio

de los casos con filtro es inferior (16.7 min) a la media del tiempo en los casos sin

filtro (20.6 min); a pesar de ello, esta diferencia no alcanza la significación estadística

(p>.05). Para completar la información, se calculó el tamaño del efecto (mediante el

coeficiente R2) obteniéndose un valor del 2.1% (pequeño). Por tanto, se concluye

que no hay suficientes evidencias estadísticas como para admitir que el tiempo de

asistencia está asociado con el uso, o no, de filtro.

Tras esto, se consideró segmentar a los pacientes en función de su

clasificación mediante el EuroSCORE. En nuestra muestra: 8 casos (14.8%) tiene

valores de riesgo bajo (0-2), 23 (42.6%) presentan valores de riesgo medio (3-5) y

otros 23 (42.6%) con valores de riesgo alto (6-9).

En cada uno de estos segmentos de riesgo, se ha repetido el análisis anterior.

Los resultados (Tabla 8) nos indican que:

• En el subgrupo de riesgo alto según EuroSCORE, el tiempo medio es superior

en el caso de pacientes sin filtro, pero la diferencia no alcanza significación

estadística (p>.05). Tampoco el tamaño del efecto (4.7%, moderado bajo)

parece indicar una posible relación.

Page 107: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

107

• En los casos con riesgo medio, por el contrario, el tiempo de asistencia es

superior en los pacientes hemofiltrados, aunque de nuevo la diferencia no

alcanza significación estadística (p>.05) si bien es cierto que el tamaño del

efecto (moderado: 9.4%) sí podría estar indicando una tendencia en el

sentido apuntado que debería ser verificada en estudios con N mayor.

• Y finalmente en el grupo de pacientes con riesgo bajo, el tiempo medio es

notablemente muy superior entre los sujetos sin filtro. Para el contraste, en

función de lo reducido del N se empleó el Test no paramétrico U de Mann-

Whitney, según el cual esta diferencia sí que llega a significación estadística

(p<.05). Así mismo, el elevado tamaño del efecto (32.8%) confirma la

fortaleza de la relación. Por tanto, solo en este grupo de pacientes

EuroSCORE hay sólidas evidencias estadísticas que apoyan que el uso del

filtro reduce el tiempo de asistencia.

Tabla 8 Análisis inferencial intergrupo. Comparación de las medias del Tiempo de Asistencia (minutos) entre grupos y en función del EuroSCORE.

Grupo de medición del Tiempo

de Asistencia

GC GP Test de Contraste Tamaño

del

efecto: R2 n Media (D.E.) n Media (D.E.) Valor P valor

GRUPO TOTAL (N=54) 27 20.63 (17.05) 27 16.70 (8.84) t= 1.06 NS .293 .021

Grupo riesgo BAJO (n=8) 4 37.75 (31.78) 4 10.25 (4.99) ZU= 2.32 * .020 .328

Grupo riesgo MEDIO (n=23) 10 14.60 (7.99) 13 20.08 (9.38) t= 1.48 NS .154 .094

Grupo riesgo ALTO (n=23) 13 20.00 (14.18) 10 14.90 (7.85) t=1.02 NS .319 .047

N.S. = NO significativo (p>.05) * = Significativo al 5% (p<.05)

Page 108: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

108

Por otra parte, los datos de la tabla anterior también ponen de manifiesto

una mayor variabilidad en los tiempos de asistencia dentro del grupo de pacientes

sin filtro, en tanto que en el grupo de hemofiltrados es mucho más homogéneo.

5.7. Fallo renal post-quirúrgico.

En total, el fallo renal se ha producido solamente en 5 pacientes (18.5%). De

ellos, 4 son del GC (14.8%) y el otro del grupo GP (3.7%). Aunque parece una

diferencia elevada no alcanza la significación estadística (p>.05) (Tabla 9), y aunque

el tamaño del efecto (leve: 3.7%) podría ser un indicativo de asociación, lo reducido

del n de casos con fallo renal, no recomienda que esto se tome como evidencia

suficiente de que el no uso de filtro se relacione con el fallo renal.

Ante este número de casos con fallo tan pequeño (5), no tiene sentido hacer

la segmentación en función del grado de EuroScore. Pero la hemos presentado en la

tabla 9 a título meramente informativo. Se puede observar, que los 4 casos con fallos

renal del grupo sin filtro aparecen en todos los grados de EuroScore, lo que podría

ser un indicio de que este factor (el EuroScore) no interviene en la

presencia/ausencia de relación entre uso del filtro y fallo renal.

Tabla 9 Análisis inferencial intergrupo. Comparación de los porcentajes de Fallo renal post-quirúrgico entre grupos con/sin filtro y en función del EuroScore.

Grupo de medición del Tiempo de Asistencia

GC GP Test de Contraste Tamaño del

efecto: R2 n % (frec.) n % (frec.) Valor P valor

GRUPO TOTAL (N=54)

27 14.8 % (4) 27 3.7 % (1)

Fisher NS .351 .037

Grupo riesgo BAJO (n=8)

4 25.0 % (1) 4 0.0 % (--)

-- -- --

Grupo riesgo MEDIO (n=23)

10 10.0 % (1) 13 7.7 % (1)

-- -- --

Grupo riesgo ALTO (n=23)

13 15.4 % (2) 10 0.0 % (--)

-- -- --

N.S. = NO significativo (p>.05) * = Significativo al 5% (p<.05)

Page 109: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

109

5.7.1. Fallo renal postquirúrgico en relación con el tiempo de CEC

Tiempo de CEC. La variable tiende hacia la distribución normal de una campana

de Gauss (p>.05 en la prueba de KS de bondad de ajuste) con media en casi 100 min

(99.9; IC .95: 87.6 – 112.1 y DE: 44.8 minutos).

Para estudiar si asociación con la escala AKIN (43 casos sin riesgo, 7 con riesgo, 2

con daño y otros 2 con fallo) se debería de emplear un test paramétrico clásico como

ANOVA de 1 factor. Pero lo reducido del n de casos de dos de los gados AKIN recomienda

emplear una alternativa no-paramétrica, en concreto el Test H de Kruskal-Wallis que ya

se ha empleado en otros momentos de este estudio estadístico. Se ha realizado el

análisis en el grupo total y en cada grupo de EuroScore.

Tener a 43 de los 54 pacientes (casi el 80%) en una misma categoría dificulta

enormemente la posibilidad de encontrar significaciones, puesto que implica muy pocos

casos para las demás categorías. Y esto es lo que no ocurre en esta ocasión. Como se

aprecia en la tabla 6, ninguno de las pruebas realizadas alcanza la significación (p>.05).

Los tamaños del efecto sí que sugieren alguna relación. Pero son resultados que no

podemos validar por cuanto se deben a valores observados en muy pocos pacientes. Así,

por ejemplo, el aparente efecto que hay en el grupo de EuroScore bajo, se debe a que 1

solo paciente tiene un valor bajo en tiempo CEC dentro del grupo AKIN con fallo; o el

efecto muy alto que parece haber en el grupo de EuroScore medio se debe sobre todo

a 1 paciente con tiempo en CEC muy alto dentro del grupo con fallo en AKIN.

La impresión global que se extrae de los datos es que no hay relación. No se

aprecia ningún tipo de tendencia en los valores del Tiempo en CEC ni según los grupos

de AKIN ni según los grados de EuroScore.

Page 110: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

110

Tabla 10 Análisis inferencial intergrupo. Relación de los valores medios de Tiempo en CEC en cada grupo de grado de riesgo EuroScore en pacientes hemofiltrados.

Media (D.E.) de

Tiempo CEC

Escala AKIN

Test de Kruskal-Wallis Tamaño del efecto:

R2 Sin riesgo Con riesgo Con Daño Con Fallo Valor P

valor

GRUPO TOTAL (N=54)

(n=43)

96.35 (41.24)

(n=7)

119.57 (60.86)

(n=2)

79.00 (45.26)

(N=2)

127.50 (71.42)

1.62 NS .656 .053

Grupo riesgo BAJO (n=8)

(n=7)

122.00 (58.59)

---- ----

(N=1)

77.00 (---)

1.19 NS .275 .079

Grupo riesgo MEDIO (n=23)

(n=18)

86.94 (31.79)

(n=3)

86.67 (12.42)

(n=1)

111.00 (---)

(N=1)

178.00 (---)

3.73 NS .292 .322

Grupo riesgo ALTO (n=23)

(n=18)

95.78 (40.18)

(n=4)

144.25 (73.54)

(n=1)

47.00 (---)

---- 4.35 NS .114 .199

N.S. = NO significativo (p>.05)

5.7.2. Relación AKIN con tiempo en CEC y EuroSCORE.

Los tiempos se distribuyen similar en los 4 grados de AKIN, lo hay altos y bajos

en los 4 grados.

Page 111: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

111

Gráfico 21 Relación EusoSCORE con tiempo de CEC (n=54)

Gráfico 20 Relación AKIN con tiempo de CEC (n=54)

Page 112: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

112

En conclusión, en la Tabla 11 se puede visualizar que no existe relación

estadísticamente significativa (p>.05) ni tampoco el tamaño del efecto es apoyo

estadístico suficiente para poder sospechar que AKIN y EuroScore están relacionados.

Tabla 11 Análisis inferencial intergrupo. Relación entre clasificación AKIN y el grado de riesgo EuroScore en pacientes hemofiltrados.

EUROSCORE

Escala AKIN

Test Chi-cuadrado Tamaño del

efecto: R2 Sin riesgo

(n=43) Con riesgo

(n=7) Con Daño

(n=2) Con Fallo

(n=2) Valor

P valor

Alto (n=23)

33.3 % (18) 7.4 % (4) 1.9 % (1) ---- 4.36 NS .629 .040

Medio (n=23)

33.3 % (18) 5.6 % (3) 1.9 % (1) 1.9 % (1)

Bajo (n=8)

13.0 % (7) ---- ---- 1.9 % (1)

N.S. = NO significativo (p>.05)

Gráfico 22 Relación AKIN con EuroSCORE (n=54)

Page 113: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

113

5.8. Potasio sérico máximo

5.8.1. En Circulación Extracorpórea.

La exploración de la variable de Potásico sérico máximo en CEC revela

la aparición (Gráfico 23) de 1 único valor fuera de rango, pero cercano (outlier

tipo near out) que no tiene peso importante sobre los valores medios de la

variable. El gráfico Q-Q de ajuste (Gráfico 24) nos deja ver que los puntos se

sitúan correctamente sobre la diagonal de la normalidad estadística (gráficos 23

y 24). En este mismo sentido, los índices de forma (As=0.75; K=0.89) quedan

dentro de los márgenes de la normalidad que se confirma con la falta de

significación en el Test KS de bondad de ajuste (p=.265). Por tanto, se concluye

que se puede admitir que esta variable se distribuye normalmente.

Gráfico 23 Diagrama de caja. Potasio sérico máximo en CEC

Gráfico 24 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en CEC

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

La muestra completa, tiene valores dentro del rango de entre 4.6 y 9.7

mEq/l con mediana en 6.25 unidades. El valor medio es de 6.36 mEq/l (IC al 95%

de confianza: 6.07 – 6.64; DE: 1.06 mEq/l).

Page 114: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

114

Separando entre los dos subgrupos de hemofiltrados los gráficos Q-Q

(gráficos 25 y 26) nos indican que por lo general los puntos no presentan grandes

desvíos con respecto a la normalidad estadística. En este sentido el Test de KS de

bondad de ajuste nos dice que no hay diferencia significativa (p<.05) en el grupo

hemofiltrado y sí que las hay en (p<.05) aunque de forma leve en el grupo de no

filtrados. En consecuencia, estos resultados nos llevan a la conclusión de que

podemos admitir que la variable se distribuye normalmente cuando se analizan

los casos por separado en ambos grupos.

Gráfico 25 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en CEC en GP (N=27)

Gráfico 26 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en CEC en el GC (N=27)

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

En función de lo anterior, se ha optado por el test T de Student para el contraste

de la diferencia entre las medias de los grupos hemofiltrado y no. El valor medio del GC

(6.50; DE: 0.88) es algo superior al valor medio del GP (6.21; DE: 1.21). Esta diferencia

no alcanza la significación estadística con p>.05. El tamaño del efecto (1.9% muy

pequeño) tampoco es un indicativo suficiente para afirmar la existencia de diferencias.

Por tanto, no tenemos evidencias estadísticas suficientes para admitir que el uso del

Page 115: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

115

filtro se relaciona con los valores de potasio máximo en CEC como se observa en el

Gráfico 27.

Gráfico 27 Diagrama de caja. Potasio sérico máximo en CEC (N=54) en función del Uso del filtro

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

5.8.2. Post Circulación Extracorpórea.

La exploración de esta variable, medida en el post CEC, (Gráfico 28) la

presencia de algunos valores fuera de rango tanto lejanos como cercanos que

aunque puedan influir sobre los valores promedio de la variable, debemos de

mantener en el estudio estadístico por su interés clínico. El gráfico Q-Q de ajuste

(Gráfico 29) nos deja ver que los puntos se sitúan de forma oscilante sobre la

diagonal de la normalidad estadística. Esta sospecha, junto a los valores de los

índices de forma (As=1.22 sobre todo; K=0.89) así como la existencia de

significación en el Test KS de bondad de ajuste (p=.002) nos llevan a la conclusión

de que esta variable no se distribuye según la normal de la campana de Gauss.

Page 116: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

116

Gráfico 28 Diagrama de caja. Potasio sérico máximo en post CEC

Gráfico 29 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en post CEC

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

El grupo total ha presentado valores en el rango entre 0.5 y 6.4 mEq/l con

mediana en 4.45 unidades. El valor medio es de 4.22 mEq/l (IC al 95% de

confianza: 3.84 – 4.60; DE 1.40).

Dividiendo los dos subgrupos de hemofiltrados los gráficos Q-Q (gráficos

30 y 31) confirman las dudas con respecto al buen ajuste a la normalidad de la

variable. En la misma línea, el Test de KS de bondad de ajuste confirma

diferencias altamente significativas (p<.01) y en consecuencia debemos de

concluir que esta variable tampoco se distribuye normalmente cuando separan

los pacientes en ambos grupos.

Page 117: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

117

Gráfico 30 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en post CEC en el GP (N=27)

Gráfico 31 Diagrama Q-Q de normalidad. Potasio sérico máximo en post CEC en el GC (N=27)

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

Por tanto, para el contraste de la diferencia entre las medias de los

grupos es conveniente utilizar el Test no-paramétrico U de MW. El valor medio

del GC (4.23; DE: 1.60) es ligeramente superior al valor medio del GP (4.21; DE:

1.20). Esta diferencia según el método de Student claramente no tiene

significación estadística con p>.05 (valor t=0.06; p=.949). Según la alternativa de

MW que es más adecuada ante la falta de normalidad de la variable, la diferencia

tampoco alcanza significación. El tamaño del efecto (0.0%) es prácticamente

nulo. Por tanto, no tenemos ninguna evidencia estadística para admitir que el

uso del filtro se relaciona con los valores de potasio máximo en post-CEC.

Pero por otro lado es conveniente comentar que se comprueba

(Gráfico 27) que los valores de esta variable son mucho más homogéneos entre

los casos hemofiltrados lo que da lugar a algún outlier far en valores bajos),

mientras que son mucho más dispersos entre los pacientes sin filtro, donde los

mismos valores ya solo son outiler near. Por tanto, esto sería un indicio de que

podría haber alguna relación del uso del filtro (no en cuanto a sus promedios,

pero sí en cuanto a la variabilidad) y los valores del potásico sérico en post-CEC

(Gráfico 32).

Page 118: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

118

Gráfico 32 Diagrama de caja. Potasio sérico máximo en post CEC (N=54) en función del Uso del filtro

Elaboración propia mediante IBM SPSS Statistics 22

6. Discusio n

Page 119: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

119

Muchos autores han demostrado los factores preoperatorios que favorecen la

aparición de hiperlactatemia en CEC causadas o no por hipoxia con peores resultados

quirúrgicos, incluso con mortalidad postoperatoria asociada (80).

La respuesta del organismo a la CEC se manifiesta de distinta forma entre

individuos, entre ellas la hiperlactatemia cuyos mecanismos de aparición han sido

ampliamente estudiado por varios autores, muchas de ellas van dirigidas a una

disminución del aporte de oxígeno a los tejidos (113) y que pueden ser controladas por

el perfusionista, no obstante la elevación del lactato puede ser debido a otros factores

en los que al perfusionista le es imposible realizar alguna intervención para prevenirlo,

como son el tiempo de CEC y de clampaje aórtico prolongado, la utilización de drogas

vasoconstrictoras, técnica quirúrgica, así como el desencadenamiento del Síndrome de

Respuesta Inflamatoria Sistémica que puede provocar alteraciones microcirculatorias y

disfunción orgánica (114).

El perfusionista puede evitar la elevación del lactato relacionado con la disoxia

durante toda la CEC con el correcto aporte (DO2), consumo (VO2) y extracción de oxígeno

(O2ER) ayudado, en parte, por el efecto antinflamatorio que produce la insulina

(115,116) y una solución de cebado con bajo contenido en lactato, pero no el producido

por causas ajenas a los factores antes mencionados, pero que es necesaria una

actuación para eliminarlo y evitar los eventos adversos en el postoperatorio.

Es por ello por lo que hemos considerado muy importante evaluar la diferencia

de los dos grupos estudiando los valores de lactato en el preoperatorio, intraoperatorio,

al final de la CEC y a las 24 horas y el beneficio que aporta el uso de la HFAV.

Es importante enfatizar en nuestro estudio, que en todos los pacientes

intervenidos el DO2i estuvo por encima de 280 ml/min/m2, el VO2 a 1/5 del DO2 y la O2ER

por debajo del 25% (83), el flujo de bomba para mantener un índice cardíaco por encima

de 2’4 l/m2, una PAM por encima de 50 mmHG y una perfusión continuada de insulina a

0’04 UI/kg/h. por el efecto antinflamatorio que produce (115,116), para el cebado del

Page 120: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

120

circuito extracorpóreo de empleó una solución de cebado con bajo contenido en lactato

empleada en las terapias de depuración extrarrenal en las unidades de cuidados

intensivos, pero aun así apareció elevación de los niveles de lactato.

Durante la CEC aparece en ambos grupos una elevación del lactato,

posiblemente por alteraciones en la microcirculación (117), sin embargo la lactatemia

fue menor en le GP que en el GC al contrario de lo que publicó Soliman y col. (73), esto

puede ser debido al empleo de una solución de cebado baja en lactato utilizada en

nuestro estudio (3 mmol/L) en comparación con la solución de Ringer (27 mmol/L). Por

otro lado, hay que tener en cuenta que esta disminución del lactato en el GP que en

ausencia de disoxia se produce por una respuesta inflamatoria exacerbada también

puede deberse al efecto beneficioso de la HFAV con filtro de polietersulfona en la

remonición de mediadores inflamatorios (118), el balance cero al finalizar el

procedimiento (119) y el uso de la insulina en perfusión continua (120).

En nuestro estudio y en este contexto, durante y al finalizar la CEC, el valor medio

del lactato es más alto en el GC que en el GP (p<0.01), gracias a la permeabilidad de la

membrana con un factor de cribación 1 con respecto al lactato, es decir, existe la misma

concentración de lactato en el efluente obtenido que en el plasma.

Pero es más importante aún resaltar lo que ocurre en el período de tiempo que

transcurre desde el final de la CEC hasta las 24 h. de finalizar la cirugía, mientras que en

el GC el lactato aumentó, en el GP ocurrió lo contrario (p<0.01), esta relación cuadrática

puede atribuirse por una menor necesidad de aclaramiento del lactato por parte de los

riñones y del hígado, mejorando la función hepática (121,122), por otro lado, hay que

tener en cuenta que esta disminución del lactato en el GP puede deberse al efecto

beneficioso de la HFAV con filtro de polietersulfona en la remonición de mediadores

inflamatorios. No obstante, en nuestro estudio hemos mitigado la aparición de niveles

elevados de lactato evitando la disoxia y el uso de insulina en perfusión, ya que la

lactatemia en ambos grupos no fue superior a 4 mmol/L durante el procedimiento

Page 121: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

121

quirúrgico ni en las 24 horas siguientes, ya que este valor es un predictor preciso de

morbilidad y mortalidad postoperatoria (92,96).

En cuanto al segundo objetivo general hemos observado que el tiempo de

intubación orotraqueal es mayor en el GC que en el GP (p<.05) debido a la relación

directa que existe entre el tiempo de CEC, hiperlactatemia y ventilación mecánica (123),

teniendo en cuenta que entre ambos grupos no existe diferencia con respeto al tiempo

de CEC (p>.5). Así mismo, se hace preciso enfatizar que los pacientes con un riesgo más

elevado (6 – 45), según el EuroSCORE, son los principales beneficiarios de la aplicación

de esta técnica de CEC debido a la relación directa de tiempo intubación con la

mortalidad postoperatoria (124), siendo en los grupos de riesgo medio (3 – 5) y bajo (0

– 2) donde no se alcanza significación (p>.05).

Con respecto al uso de inotrópicos en el postoperatorio, aunque no hay

evidencia de que se relacione con el uso de la HFAV, segmentando el grupo en relación

con el EuroSCORE encontramos que en relación al riesgo medio (3 – 5) y alto (6 – 45)

aunque hay más pacientes del GP con tiempo de uso de inotrópicos más elevado, no

alcanza significación estadística (p>.05), ocurriendo lo contrario en pacientes de riesgo

bajo (0 – 2) (p<.05), este hallazgo que se relaciona con el menor tiempo de destete de

la CEC de este grupo de pacientes (p<.05) lo que refleja una mayor estabilidad

hemodinámica tras el despinzamiento aórtico. No obstante, estos resultados han de

tomarse con precaución dado el bajo número de pacientes incluidos en esta categoría

de EuroSCORE.

Para evaluar el fallo renal post quirúrgico nos basamos en los criterios AKIN en

su variedad de determinar creatinina sérica. Aparecen 4 pacientes en el GC y uno en el

GP, aunque parezca un número elevado, es tan pequeño no alcanza significación

estadística (p>0.5), aunque pusiera evidenciar que el uso de la HFAV protege la función

renal de los pacientes en CEC, no teniendo relación con el riesgo quirúrgico de los

pacientes ni el tiempo de CEC.

Page 122: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

122

Por último, el análisis del potasio sérico en ambos grupos no muestra diferencias,

aunque el factor de cribación de la membrana sea igual a 1 tal y como ocurre con el

lactato.

7. Conclusiones

Page 123: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

123

Teniendo presente los objetivos planteados y los resultados obtenidos, en el

estudio de la HEMOFILTRACIÓN CONTINUA DURANTE LA CIRCULACIÓN

EXTRACORPÓREA Y SU EFECTO SOBRE LA LACTATEMIA, emitimos las siguientes

conclusiones:

Con respecto al primer objetivo general, podemos concluir que:

- La hemofiltración continua durante todo el procedimiento de circulación

extracorpórea disminuye la lactatemia intraoperatoria.

- Este procedimiento frena el aumento del lactato en el postoperatorio

disminuyendo en las 24 horas posteriores al procedimiento quirúrgico.

En cuanto al segundo objetivo general no existen evidencias de un aumento de

la morbilidad en los pacientes hemofiltrados existiendo evidencias de una mejor función

renal en los pacientes del grupo hemofiltrado.

En lo que se refiere a los objetivos específicos relacionados con el primer objetivo

general concluimos que:

- Los valores de lactato al finalizar el procedimiento de circulación extracorpórea

son menores en el grupo hemofiltrado que en el grupo control.

- Los valores de lactato en el grupo hemofiltrado disminuyen en las 24 horas

posteriores al procedimiento, mientras que en el grupo control estas cifras

aumentan.

- El uso de una membrana de polietersulfona de forma continua durante el

procedimiento de circulación extracorpórea no se relaciona con ningún evento

adverso en el paciente.

En cuanto a los objetivos específicos relacionados con el segundo objetivo

general podemos concluir que:

Page 124: ESCUELA DOCTORAL DE LA UNIVERSIDAD DE CÁDIZ Programa de

124

- Los pacientes de riesgo elevado y bajo del grupo control registran un mayor

tiempo de intubación orotraqueal en las unidades de cuidados intensivos

comparados con el grupo hemofiltrado.

- Los pacientes de riesgo bajo del grupo control registran un mayor tiempo de

aporte de inotrópicos en el postoperatorio que los del grupo hemofiltrado.

Otros hallazgos del estudio son:

- El tiempo que transcurre desde la corrección quirúrgica hasta el destete del

sistema de circulación extracorpórea es mayor en el grupo control que en el

grupo hemofiltrado siendo más significativo en los pacientes de bajo riesgo.

- El estudio podría evidenciar unas menores cifras de potasio sérico en los

pacientes del grupo hemofiltrado.

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125

8. Recomendaciones

En base a las conclusiones referidas, se proponen las siguientes

recomendaciones:

Emplear soluciones de cebado en el circuito extracorpóreo con bajas

concentraciones de lactato y potasio que permitan la reposición del líquido ultrafiltrado

durante la CEC.

Utilizar la perfusión continua de insulina 0,04 UI/Kg/h. en todos los pacientes que

se intervengan de problemas cardiocirculatorias con CEC.

Si bien este estudio ha sido realizado en el ámbito de la CEC convencional el uso

de la HFAV en la donación en asistolia controlada que presenten previa o durante la

ECMO un nivel de lactato elevado, pueden disminuirse los valores sin necesidad de

dispositivos de depuración extrarrenal más agresivos.

Monitorizar de manera continua el aporte, consumo y extracción de oxígeno

durante todo el procedimiento de CEC para mantener niveles óptimos de oxigenación y

evitar la disoxia con la consecuente aparición de hiperlactatemia tipo A.

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9. Limitaciones del estudio

En algunos países, los perfusionistas colaboran con cirujanos y anestesistas para

controlar y mantener la CEC en los pacientes antes, durante y después de la cirugía. Los

hallazgos de este estudio involucran una serie de intervenciones en la práctica clínica

del perfusionista para eliminar el aumento del lactato sérico en intervenciones

quirúrgicas con CEC y por lo tanto reducir el tiempo de intubación, la morbilidad y

mortalidad en la UCI y la mejora de la función hepática.

La principal limitación de este estudio fue la falta de investigaciones previas en

el momento del estudio sobre hemofiltración de alto flujo con reposición de volumen

durante la CEC, lo que evita las comparaciones adecuadas con otros estudios.

Otras limitaciones fueron la variabilidad en los procedimientos quirúrgicos, las

intervenciones por diferentes cirujanos y anestesistas durante el procedimiento que

podría haber afectado el momento de la cirugía, el momento de la CEC y los diferentes

equipos médicos y de enfermería durante el postoperatorio en la UCI.

Además, actualmente no existen determinaciones analíticas que permitan

discernir el tipo de hiperlactatemia que desarrollan los pacientes. Sin embargo, este

estudio tuvo como objetivo reducir la hiperlactatemia independientemente de su

origen.

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10. Lí neas futuras de estudio

El campo de la circulación extracorpórea permite al enfermero perfusionista

un amplio espectro para su actividad investigadora a que se haya en un escenario

muy controlado que garantiza la seguridad del paciente en perfusión.

Siguiendo la línea de esta investigación sería interesante dilucidar cual es el

efecto de la hemofiltración de alto volumen en la respuesta inflamatoria sistémica

que se desencadena en todos los procedimientos de circulación extracorpórea.

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116. Albacker T, Carvalho G, Schricker T, Lachapelle K. CARDIOTHORACIC ANESTHESIOLOGY: High-Dose Insulin Therapy Attenuates Systemic Inflammatory Response in Coronary Artery Bypass Grafting Patients. 2008;

117. Minton J, Sidebotham DA. Hyperlactatemia and cardiac surgery. J Extra Corpor Technol. 2017;49(1):7–15.

118. You B, Zhang YL, Luo GX, Dang YM, Jiang B, Huang GT, et al. Early application of continuous high-volume haemofiltration can reduce sepsis and improve the prognosis of patients with severe burns. Crit Care. 2018 Dec 6;22(1):173.

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120. Sun Q, Li J, Gao F. New insights into insulin: The anti-inflammatory effect and its clinical relevance. World J Diabetes. 2014;5(2):89.

121. Nichol AD, Egi M, Pettila V, Bellomo R, French C, Hart G, et al. Relative hyperlactatemia and hospital mortality in critically ill patients: A retrospective multi-centre study. Crit Care. 2010 Feb 24;14(1).

122. El-Tahan MR, Hamad RA, Ghoneimy YF, El Shehawi MI, Shafi MA, Shehawi MI El, et al. A Prospective, Randomized Study of the Effects of Continuous Ultrafiltration in Hepatic Patients After Cardiac Valve Surgery. J Cardiothorac Vasc Anesth. 2010 Feb 1;24(1):63–8.

123. Gasparovic H, Plestina S, Sutlic Z, Husedzinovic I, Coric V, Ivancan V, et al. Pulmonary lactate release following cardiopulmonary bypass. Eur J Cardio-Thoracic Surg. 2007 Dec 1;32(6):882–7.

124. Fernandez-Zamora MD, Gordillo-Brenes A, Banderas-Bravo E, Arboleda-Sánchez JA, Hinojosa-Pérez R, Aguilar-Alonso E, et al. Prolonged mechanical ventilation as a predictor of mortality after cardiac surgery. Respir Care. 2018 May 1;63(5):550–7.

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11. Anexos

11.1. EuroSCORE I

EuroSCORE EuroSCORE es el Sistema Europeo para la Evaluación del Riesgo Operatorio de la Cirugía Cardiaca. Es el sistema más fiable para conocer a priori cual es el riesgo de la cirugía cardiaca. Existen dos modalidades de EuroSCORE es el Sistema Europeo para la Evaluación del Riesgo Operatorio de la Cirugía:

• El EuroSCORE es el Sistema Europeo para la Evaluación del Riesgo Operatorio de la Cirugía aditivo puede calcularse en la cama del enfermo, sumando puntos manualmente.

• El EuroSCORE es el Sistema Europeo para la Evaluación del Riesgo Operatorio de la Cirugía logístico es más exacto que el aditivo y se prefiere cuando el riesgo quirúrgico es levado, pero solo puede calcularse con un ordenador que tenga instalada la aplicación.

Para calcular el EuroSCORE es el Sistema Europeo para la Evaluación del Riesgo Operatorio de la Cirugía aditivo: basta sumar de todos los puntos que siguen a continuación, para obtener el porcentaje de mortalidad quirúrgica estimada, es decir, el número de pacientes que fallece durante la cirugía de cada 100 pacientes operados. Variables Puntuación Variables extracardiacas

• Edad en años (por cada 5 años o fracción por encima de 60 años)

1

• Sexo femenino 1

• Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica con broncodilatadores o corticoides

1

• Arteriopatía extracardiaca (Claudicación de extremidades. Oclusión carotidea o estenosis >50%. Cirugía previa o planeada sobre aorta abdominal, carótidas o arterias de los miembros.

2

• Enfermedades neurológicas: que afecten a la marcha o a la vida diaria

2

• Cirugía cardiaca previa, que haya requerido la apertura del pericardio

3

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• Creatinina sérica preoperatoria > 2 mgr/dL 2

• Endocarditis activa con tratamiento antibiótico durante la cirugía

3

• Estado preoperatorio crítico, cualquiera de los siguientes: o Fibrilación o taquicardia ventricular o muerte súbita

cardiaca resucitada. Masaje cardiaco perioperatorio. o Ventilación preoperatoria antes de la llegada a

quirófano. o Drogas inotrópicas perioperatorias. o Balón intraaórtico de contrapulsación perioperatorio. o Fallo renal preoperatorio (anuria u oliguria <10

ml/hora).

3

Variables cardiacas (situación cardiológica) Angina inestable de reposo requiriendo nitratos IV hasta el quirófano

2

Disfunción ventricular izquierda moderada (FE= 30-50%) 1 Disfunción ventricular izquierda moderada (FE <30%) 3 Infarto agudo de miocardio reciente (<90 días). 2 Hipertensión pulmonar (presión sistólica arterial pulmonar >60 mm Hg)

2

Variables operatorias (factores relacionados con la cirugía) Emergencia: la cirugía se desarrolla durante el día de la indicación 2 Cirugía cardiaca distinta o además del bypass aortocoronario aislado

2

Cirugía sobre la aorta torácica (ascendente, cayado o descendente)

3

Rotura septal postinfarto agudo de miocardio 4 Valoración del riesgo 0 - 2 puntos Riesgo bajo 3 – 5 puntos Riesgo intermedio 6 – 45 puntos Riesgo elevado

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11.2. Criterios AKIN

Estadio AKI Criterio Creatinina Criterio Flujo Urinario

Estadio AKI I

Incremento de la creatinina sérica

por >/= 0.3 mg/dl (>/= 26.4

umol/L) o incremento de >/=

150%–200% del basal

Flujo urinario < 0.5

ml/kg/hora por > 6 hora

Estadio AKI II Incremento de la creatinina sérica > 200%–300% del basal

Flujo urinario < 0.5 ml/kg/hora por > 12 horas

Estadio AKI III

Incremento de la creatinina sérica to > 300% del basal o creatinina sérica >/= 4.0 mg/dl (>/= 354 umol/L) después de un aumento de al menos 44 umol/L o tratamiento con terapia de reemplazo renal

Flujo urinario < 0.3

ml/kg/hora por > 24 horas o

anuria por 12 horas

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11.3. Difusión de resultados preliminares

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11.4. Autorización del Comité de Ética local

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11.5. Documento de consentimiento informado.

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