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Para leer y ser feliz La autora británica Julia Eccleshare ha reunido 1001 libros infantiles que hay que leer antes de crecer. Relatos de todos los tiempos, clásicos de Andersen o los hermanos Grimm y, entre los españoles, historias de Elvira Lindo, Laura Gallego, Bernardo Atxaga y Gustavo Martín Garzo. Por Rocío García H UBO UNA VEZ una vaca, que atendía al nombre de Mo, que no se gustaba a sí mis- ma. Érase una vez un niño que soñaba en su barrio de Carabanchel. Había una vez un bosquecillo mágico, lleno de sorpre- sas, miedos y misterios. Y una isla poblada de pájaros y un príncipe que se convertía en mendigo. Y también un elefante que viajaba de la selva a la ciudad. Érase una vez un lugar habitado por hadas, fantas- mas y monstruos. Cuentos para todos los gustos. Historias y más historias que han poblado los sueños de los niños y también de los adultos, y que han sido seleccio- nadas por la editora y escritora infantil bri- tánica Julia Eccleshare en 1001 libros in- fantiles que hay que leer antes de crecer (Grijalbo Ilustrados). La obra incluye refe- rencias de autores del mundo entero, des- de los clásicos de Andersen o los hermanos Grimm a los últimos cuentos con historias de hoy mismo, con sus correspondientes ilustraciones, en un repaso pormenorizado por los mejores relatos para niños de todos los tiempos, aquellos que han cautivado a generaciones y generaciones y que siguen resistiendo el paso de los años. “El objetivo del libro ha sido el de crear una guía con las mejores obras, tanto clási- cas como contemporáneas, dirigidas a ni- ños de todas las edades y a través de todo el mundo”, asegura, vía correo electrónico, Ju- lia Eccleshare. La selección de los autores y los cuentos de 1001 libros infantiles que hay que leer antes de crecer se ha realizado, explica Eccleshare, siguiendo las recomen- daciones de críticos, escritores, libreros, académicos y profesores, además de tener en cuenta aquellos títulos que han obteni- do grandes premios. “Regresar a ese pasa- do, visitar de nuevo los clásicos nacionales e internacionales ha sido toda una lección sobre los cambios históricos, culturales y también literarios”, asegura la también edi- tora infantil del periódico The Guardian. Las reseñas de las obras elegidas, divididas por edades (desde 0 años hasta más de 12), se acompañan de dibujos y, en algunos ca- sos, de las cubiertas originales de las prime- ras ediciones. Entre los autores elegidos fi- guran nombres como Roald Dahl, Isabel Allende, Italo Calvino, Louisa May Alcott, C. S. Lewis, Astrid Lindgren, Antonio Skár- meta, Bernardo Atxaga, Elvira Lindo o Gus- tavo Martín Garzo. Libros que van desde los cuentos populares chinos, 200 años an- tes de Cristo, de autor desconocido, a clási- cos como Pinocho o Los tres cerditos, finali- zando en éxitos de ayer mismo, como Me- morias de Idhún: la Resistencia, obra de Laura Gallego publicada en 2004. Tan im- portante como las historias son los dibujos que las acompañan. En muchas ocasiones es el propio autor de la historia el que real- za también los dibujos, caso de Antoine de Saint-Exupéry y su Principito, Astrid Lind- gren y Pippi Calzaslargas o la española Ro- ser Capdevila con sus famosas Tres melli- zas. Otras veces es otro el que pone rostro a los relatos del autor, como Quentin Blake, colaborador habitual de Roald Dahl. Un trabajo largo y pormenorizado que ha contado en cada país con expertos en literatura infantil y juvenil. En el caso de España, esta tarea ha recaído en Estrella Bo- rrego, cordobesa afincada en Barcelona, quien ha escrito los textos de presentación de la casi treintena de cuentos españoles elegidos. Borrego echa de menos algunos títulos más en español, aunque lo compren- de por la gran tradición que tiene la literatu- ra infantil en los países anglosajones, que han editado miles y miles de cuentos funda- mentales a lo largo de la historia. “El libro es una joya para quien le guste la literatura infantil y juvenil, también para padres y pro- fesores que buscan fomentar la lectura en- tre los niños”, cuenta Borrego, que destaca la recuperación de algunos títulos difíciles de encontrar y de ilustraciones clásicas ya algo olvidadas. “Es estupendo ver el dibujo real de Heidi, tan alejado de la imagen de dibujos animados japoneses que tenemos hoy tan presente”, añade Borrego, para quien la literatura infantil está de moda: “Es un tema recurrente en tiempos de crisis”. Moda o crisis, lo que está claro es que, según datos del Anuario de la Fundación SM, esta literatura no se ha visto afectada de manera tan radical por la crisis econó- mica como el resto del sector del libro. Además del continuo ascenso del número de títulos editados (en 2009 el consumo en literatura infantil y juvenil creció en volumen —11,9%— y en valor —11,4%—, casi el triple que el total del sector del libro con respecto al año anterior), uno de los mensajes más positivos, aportados por este estudio, es ver cómo el número de títulos en circulación mantiene su tenden- cia alcista de los últimos seis años. Parece pues que son momentos para la imaginación y la creatividad. Sin olvidar, por supuesto, el humor, ese registro que los autores consideran imprescindible a la ho- ra de escribir para niños o adolescentes. Es el caso de Bernardo Atxaga, cuyo libro Me- morias de una vaca forma parte de la selec- ción de 1001 libros infantiles que hay que leer antes de crecer. “Se trata seguramente del libro más alejado de mi propia biogra- fía, el más separado de mí. Aunque se cuen- tan cosas duras hay también mucho hu- mor”, explica el autor vasco, que recuerda la absoluta felicidad con la que abordó la escritura de ese cuento. “Quizás ha sido el libro que más felizmente he hecho. Fue un verano en París. Lo escribí a mano y en apenas 23 días. Nunca he vuelto a escribir nada en ese tiempo, ni siquiera relatos más cortos. Tiene muchas referencias de París, como los anuncios de la marca de quesitos La vache qui rit que inundaban entonces las calles de la ciudad. Como lo hice a ma- no solo tenía un original y me entró pavor de perderlo, así que me fui a un comercio con fotocopiadoras y allí me esperé a que, delante de mí, me hicieran las copias. Lue- go las mandé por correo y me quedé tan tranquilo”, cuenta Atxaga. Y si a Atxaga le embargó la felicidad, con cruasanes y bistrós parisienses inclui- dos, Elvira Lindo supo cuando escribió Manolito Gafotas, otro de los cuentos seleccionados, lo que era el valor de la ficción. “Recuerdo la época en la que visitaba colegios, cuando ya llevaba tres o cuatro libros: era recibida como una he- roína por los pequeños. Me daban besos, algunos lloraban de emoción y muchos creían que Manolito vivía de verdad. Fue muy emocionante”, explica desde Guada- lajara (México) la escritora madrileña. Ca- si igual a lo vivido por Roser Capdevila, autora de Las tres mellizas, pero en casa propia. Esta autora catalana, que llevó a la literatura las aventuras de sus tres hijas mellizas —ahora ya con 40 años— echa de menos aquella época de absoluta crea- ción. “Me hacían tan feliz esos libros y esos personajes que me inspiraban los ve- cinos de mi barrio o mis propias profeso- ras de la infancia”, recuerda Capdevila, una mujer que creció entre los cuentos orales que le contaba su abuela: Cenicien- ta, El gato con botas o Blancanieves. También hay hueco en 1001 libros in- fantiles que hay que leer antes de crecer para la más absoluta de las fantasías. Es el caso de Tres cuentos de hadas, de Gustavo Martín Garzo. Un hada caprichosa, algo frívola y olvidadiza, que es todo un home- naje a los cuentos de Andersen o de los hermanos Grimm. Un mundo fantástico que, según su autor, no se aparta de la realidad. “Al contrario, nos permiten aden- trarnos en sus zonas más misteriosas y ocultas. Los seres fantásticos que pueblan los cuentos de hadas son un símbolo de todo lo que de prodigioso hay en la vida. Late en ellos la idea de la vida como un don, de que hay que perseguir la felicidad. Toda la literatura fantástica habla de la búsqueda del paraíso”, explica Martín Gar- zo, para quien en estos cuentos de la infan- cia es donde se encuentran las primeras palabras, las que te enseñan a mirar y te llevan a las grandes preguntas de la exis- tencia. “Si la vida tiene sentido, qué es el amor, por qué existen la injusticia y el dolor, por qué tenemos que morir… Lue- go no hacemos sino dar vueltas a esas historias inolvidables una y otra vez”. Ya lo advirtió el británico C. S. Lewis hace un montón de tiempo. “No hay libro que merezca la pena leer a los diez años que no sea digno de leer a los cincuenta”, dejó escrito el autor de Las crónicas de Nar- nia. Una opinión que es compartida por Julia Eccleshare —“lo que leemos en la in- fancia permanece siempre en nuestra me- moria”— y que ha serpenteado en la selec- ción de los 1.001 libros. Como Bernardo Atxaga, que solo recuerda los tebeos de su época de infancia, pero tiene bien presen- Pasa a la página 6 “Lo que leemos en la infancia permanece siempre en nuestra memoria”, afirma Julia Eccleshare “A mí los libros me ayudaron a tener un mundo independiente y me despertaron el deseo de ser adulta”, dice Elvira Lindo ESPECIAL LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL 4 EL PAÍS BABELIA 18.12.10

Especial Babelia Literatura infantil y juvenil

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Para leery ser felizLaautora británica Julia Eccleshare ha reunido 1001 libros infantiles que hay que leer antes de crecer.Relatos de todos los tiempos, clásicos de Andersen o los hermanos Grimm y, entre los españoles,historias de Elvira Lindo, Laura Gallego, Bernardo Atxaga y Gustavo Martín Garzo. Por Rocío García

HUBO UNA VEZ una vaca, queatendía al nombre de Mo,que no se gustaba a sí mis-ma. Érase una vez un niñoque soñaba en su barriode Carabanchel. Había una

vez un bosquecillo mágico, lleno de sorpre-sas, miedos y misterios. Y una isla pobladade pájaros y un príncipe que se convertíaen mendigo. Y también un elefante queviajaba de la selva a la ciudad. Érase unavez un lugar habitado por hadas, fantas-mas y monstruos. Cuentos para todos losgustos. Historias y más historias que hanpoblado los sueños de los niños y tambiénde los adultos, y que han sido seleccio-nadas por la editora y escritora infantil bri-tánica Julia Eccleshare en 1001 libros in-fantiles que hay que leer antes de crecer(Grijalbo Ilustrados). La obra incluye refe-rencias de autores del mundo entero, des-de los clásicos de Andersen o los hermanosGrimm a los últimos cuentos con historiasde hoy mismo, con sus correspondientesilustraciones, en un repaso pormenorizadopor los mejores relatos para niños de todoslos tiempos, aquellos que han cautivado ageneraciones y generaciones y que siguenresistiendo el paso de los años.

“El objetivo del libro ha sido el de crearuna guía con las mejores obras, tanto clási-cas como contemporáneas, dirigidas a ni-ños de todas las edades y a través de todo elmundo”, asegura, vía correo electrónico, Ju-lia Eccleshare. La selección de los autores ylos cuentos de 1001 libros infantiles quehay que leer antes de crecer se ha realizado,explica Eccleshare, siguiendo las recomen-daciones de críticos, escritores, libreros,académicos y profesores, además de teneren cuenta aquellos títulos que han obteni-do grandes premios. “Regresar a ese pasa-do, visitar de nuevo los clásicos nacionalese internacionales ha sido toda una lecciónsobre los cambios históricos, culturales ytambién literarios”, asegura la también edi-tora infantil del periódico The Guardian.Las reseñas de las obras elegidas, divididaspor edades (desde 0 años hasta más de 12),se acompañan de dibujos y, en algunos ca-sos, de las cubiertas originales de las prime-ras ediciones. Entre los autores elegidos fi-guran nombres como Roald Dahl, IsabelAllende, Italo Calvino, Louisa May Alcott,C. S. Lewis, Astrid Lindgren, Antonio Skár-meta, Bernardo Atxaga, Elvira Lindo o Gus-tavo Martín Garzo. Libros que van desdelos cuentos populares chinos, 200 años an-tes de Cristo, de autor desconocido, a clási-

cos como Pinocho o Los tres cerditos, finali-zando en éxitos de ayer mismo, como Me-morias de Idhún: la Resistencia, obra deLaura Gallego publicada en 2004. Tan im-portante como las historias son los dibujosque las acompañan. En muchas ocasioneses el propio autor de la historia el que real-za también los dibujos, caso de Antoine deSaint-Exupéry y su Principito, Astrid Lind-gren y Pippi Calzaslargas o la española Ro-ser Capdevila con sus famosas Tres melli-zas. Otras veces es otro el que pone rostro alos relatos del autor, como Quentin Blake,colaborador habitual de Roald Dahl.

Un trabajo largo y pormenorizado queha contado en cada país con expertos enliteratura infantil y juvenil. En el caso deEspaña, esta tarea ha recaído en Estrella Bo-rrego, cordobesa afincada en Barcelona,

quien ha escrito los textos de presentaciónde la casi treintena de cuentos españoleselegidos. Borrego echa de menos algunostítulos más en español, aunque lo compren-de por la gran tradición que tiene la literatu-ra infantil en los países anglosajones, quehan editado miles y miles de cuentos funda-mentales a lo largo de la historia. “El libro esuna joya para quien le guste la literaturainfantil y juvenil, también para padres y pro-fesores que buscan fomentar la lectura en-tre los niños”, cuenta Borrego, que destacala recuperación de algunos títulos difíciles

de encontrar y de ilustraciones clásicas yaalgo olvidadas. “Es estupendo ver el dibujoreal de Heidi, tan alejado de la imagen dedibujos animados japoneses que tenemoshoy tan presente”, añade Borrego, paraquien la literatura infantil está de moda: “Esun tema recurrente en tiempos de crisis”.

Moda o crisis, lo que está claro es que,según datos del Anuario de la FundaciónSM, esta literatura no se ha visto afectadade manera tan radical por la crisis econó-mica como el resto del sector del libro.Además del continuo ascenso del númerode títulos editados (en 2009 el consumoen literatura infantil y juvenil creció envolumen —11,9%— y en valor —11,4%—,casi el triple que el total del sector dellibro con respecto al año anterior), uno delos mensajes más positivos, aportados poreste estudio, es ver cómo el número detítulos en circulación mantiene su tenden-cia alcista de los últimos seis años.

Parece pues que son momentos para laimaginación y la creatividad. Sin olvidar,por supuesto, el humor, ese registro que losautores consideran imprescindible a la ho-ra de escribir para niños o adolescentes. Esel caso de Bernardo Atxaga, cuyo libro Me-morias de una vaca forma parte de la selec-ción de 1001 libros infantiles que hay queleer antes de crecer. “Se trata seguramentedel libro más alejado de mi propia biogra-fía, el más separado de mí. Aunque se cuen-tan cosas duras hay también mucho hu-mor”, explica el autor vasco, que recuerdala absoluta felicidad con la que abordó laescritura de ese cuento. “Quizás ha sido ellibro que más felizmente he hecho. Fue unverano en París. Lo escribí a mano y enapenas 23 días. Nunca he vuelto a escribirnada en ese tiempo, ni siquiera relatos máscortos. Tiene muchas referencias de París,como los anuncios de la marca de quesitosLa vache qui rit que inundaban entonceslas calles de la ciudad. Como lo hice a ma-no solo tenía un original y me entró pavorde perderlo, así que me fui a un comerciocon fotocopiadoras y allí me esperé a que,delante de mí, me hicieran las copias. Lue-go las mandé por correo y me quedé tantranquilo”, cuenta Atxaga.

Y si a Atxaga le embargó la felicidad,con cruasanes y bistrós parisienses inclui-dos, Elvira Lindo supo cuando escribióManolito Gafotas, otro de los cuentosseleccionados, lo que era el valor de laficción. “Recuerdo la época en la quevisitaba colegios, cuando ya llevaba treso cuatro libros: era recibida como una he-

roína por los pequeños. Me daban besos,algunos lloraban de emoción y muchoscreían que Manolito vivía de verdad. Fuemuy emocionante”, explica desde Guada-lajara (México) la escritora madrileña. Ca-si igual a lo vivido por Roser Capdevila,autora de Las tres mellizas, pero en casapropia. Esta autora catalana, que llevó a laliteratura las aventuras de sus tres hijasmellizas —ahora ya con 40 años— echa demenos aquella época de absoluta crea-ción. “Me hacían tan feliz esos libros yesos personajes que me inspiraban los ve-cinos de mi barrio o mis propias profeso-ras de la infancia”, recuerda Capdevila,una mujer que creció entre los cuentosorales que le contaba su abuela: Cenicien-ta, El gato con botas o Blancanieves.

También hay hueco en 1001 libros in-fantiles que hay que leer antes de crecerpara la más absoluta de las fantasías. Es elcaso de Tres cuentos de hadas, de GustavoMartín Garzo. Un hada caprichosa, algofrívola y olvidadiza, que es todo un home-naje a los cuentos de Andersen o de loshermanos Grimm. Un mundo fantásticoque, según su autor, no se aparta de larealidad. “Al contrario, nos permiten aden-trarnos en sus zonas más misteriosas yocultas. Los seres fantásticos que pueblanlos cuentos de hadas son un símbolo detodo lo que de prodigioso hay en la vida.Late en ellos la idea de la vida como undon, de que hay que perseguir la felicidad.Toda la literatura fantástica habla de labúsqueda del paraíso”, explica Martín Gar-zo, para quien en estos cuentos de la infan-cia es donde se encuentran las primeraspalabras, las que te enseñan a mirar y tellevan a las grandes preguntas de la exis-tencia. “Si la vida tiene sentido, qué es elamor, por qué existen la injusticia y eldolor, por qué tenemos que morir… Lue-go no hacemos sino dar vueltas a esashistorias inolvidables una y otra vez”.

Ya lo advirtió el británico C. S. Lewishace un montón de tiempo. “No hay libroque merezca la pena leer a los diez añosque no sea digno de leer a los cincuenta”,dejó escrito el autor de Las crónicas de Nar-nia. Una opinión que es compartida porJulia Eccleshare —“lo que leemos en la in-fancia permanece siempre en nuestra me-moria”— y que ha serpenteado en la selec-ción de los 1.001 libros. Como BernardoAtxaga, que solo recuerda los tebeos de suépoca de infancia, pero tiene bien presen-

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“Lo que leemos enla infancia permanecesiempre en nuestramemoria”, afirmaJulia Eccleshare

“A mí los libros meayudaron a tener unmundoindependiente y medespertaron el deseo de seradulta”, dice Elvira Lindo

ESPECIAL LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

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Portada de la edición de Mujercitas, de Louisa May Alcott, de Good Tone Library, de 1880 (del libro 1001 libros infantiles que hay que leer antes de crecer, de Julia Eccleshare, Grijalbo).

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Por R. García

JUAN JOSÉ LAGE salió en busca de la grandesconocida en la formación de un maes-tro. Después de una larga experiencia co-mo profesor en un colegio público deOviedo —ha ejercido durante 35años— y como bibliotecario, no-tó una grave deficiencia en su for-mación. Y a ello se empeñó ensolitario. Fruto de un largo traba-jo y de su inagotable pasión lecto-ra es el Diccionario histórico deautores de la literatura infantily juvenil contemporánea, queacaba de publicar EdicionesMágina. Con un claro objetivopedagógico y de fomento de lalectura entre los jóvenes, el li-bro está dirigido a profesores,estudiantes, críticos, padres, pe-riodistas y animadores. “Aquí es-tá todo lo mejor que he leído yoen mis años de trabajo”, dice unentusiasta Juan José Lage, ahoraen excedencia.

El libro es una recopilaciónde autores de todos los países,con sus respectivos apuntes yfichas. De cada uno de ellos sehace una recomendación biblio-gráfica, por edades, algunos conmayor profusión. El diccionariono concluye en el momento desu publicación, sino que se iráampliando y actualizando regu-larmente a través de la páginaweb www.diccionariolij.es.

“He vuelto a leer todos loslibros recomendados de nuevo,ya que no me fío de las clasifica-ciones que realizan las editoria-les”, dice desde Oviedo. Lagesabe lo que recomienda. Son libros quehan pasado varios filtros, el primero elsuyo propio y el segundo y no menosimportante el de los propios niños. “Yose los doy a leer y luego les pregunto,he comprobado los libros que más lesatraen y la eficacia de cada uno de ellosen su formación y diversión”.

Es a partir de los seis años cuandoLage cree que un niño se hace lector. Y esRoald Dahl, el autor que, en su opinión,mejor y de manera más definitiva consi-gue atraer a esos niños a la literatura. “Essocarrón, iconoclasta, pone en evidenciaa los adultos, sus libros están poblados

de humor negro”, explica Lage, que escapaz de recitar de memoria frases y pá-rrafos de algunos de los grandes éxitosdel autor de Matilda o Charlie y la fábri-ca de chocolate. “Sus libros han sido enocasiones furiosamente degradados pormuchos críticos, que los tacharon deamorales, racistas, misóginos y crueles.

Dahl es un provocador inteligente, unanarquista, pero un anarquista creativo”,según Lage, que reconoce haber hechograndes lectores a través de Roald Dahl.“Sus libros, además, se pueden contar envoz alta, lo que es técnicamente muy bue-no para enganchar a los más pequeños”.

Lage sabe que escribir para ni-ños no es fácil, que no cualquie-ra puede escribir un buen libroinfantil. “Debe de contener hu-mor y estar bien narrado. Los ni-ños no son en absoluto tontos ysaben perfectamente cuándo es-tán siendo manipulados”. Aun-que el diccionario incluye unalarga lista de autores españolesmuy recomendables —de nuevoBernardo Atxaga o Elvira Lindo,y también Elena Fortún o GloriaFuertes, además de Juan Farias,Montserrat del Amo, Agustín Fer-nández Paz, Gustavo Martín Gar-zo o Ana María Matute—, Lagese lamenta de que la literaturainfantil y juvenil es casi invisibleen nuestro país. “Aquí no haygrandes clásicos como en Inglate-rra, donde hay una enorme tradi-ción. No se reseñan casi libros,ni en radios ni en periódicos”.Aquí no tenemos un Peter Pan,pero sí hemos tenido a Celia, o aMarcelino Pan y Vino, este últi-mo el único libro español cuyoautor, José María Sánchez Silva,consiguió el Premio Andersen,considerado el Nobel de la litera-tura juvenil.

Como bien decía Michael En-de y recuerda ahora Juan JoséLage: “El niño que yo solía ser,hoy todavía vive y entre él y eladulto que soy no existe abis-

mo alguno. Cuando dejamos de ser ni-ños, estamos muertos. Nunca olvidar elniño que somos”. O

Diccionario histórico de autores de la literatu-ra infantil y juvenil contemporánea. Juan JoséLage. Ediciones Mágina. Granada, 2010. 315 pá-ginas. 24,80 euros.

Nunca olvidar el niño que somosJuan José Lage, profesor y bibliotecario, reúne en un diccionario histórico los autoresfundamentales del mundo entero para amar la literatura y fomentar la lectura

te un libro que le regalaron en su adoles-cencia: Los papeles póstumos del Club Pic-kwick, de Charles Dickens, además de todala obra de Baroja o Las mil mejores novelaspoliciacas, en una edición con papel biblia.

Y si hay un título que más que marcar leincitó a leer y escribir a Elvira Lindo fue Mu-jercitas. “A mí los libros me ayudaron a tenerun mundo independiente dentro de una fa-milia numerosa y me despertaron el deseode ser adulta”, señala la autora, que recitatoda una larga serie de títulos que ella guar-da en un lugar de honor: Huckleberry Finn oCorazón, que le introdujeron en la literaturarealista, Zapatos de fuego, sandalias de vien-to, un clásico alemán que recomienda viva-mente y, por supuesto, toda la serie de losCinco, los Siete, Guillermo Brown o Tintín.

“A Osito Pardo le encanta ser pequeño.¡Pero a veces le gustaría ser grande de re-pente!”. “Ella conducía el camión como po-día, esquivando tocones y madrigueras deconejo”. “Brunilda vivía… con su gato Bru-

no. Él era negro. Y así empezaron los pro-blemas”. Son trozos de cuentos, de fanta-sía, magia, humor, realidad, misterio, mie-do. “Todos los libros para niños y jóvenesnecesitan una fuerte historia con un argu-mento que consiga mantener su atención.Un narrador con voz clara en el relato haceque el lector entre de pleno en su mundo ydisfrute con él. No pueden faltar ni la ima-ginación ni el humor”, recomienda JuliaEccleshare. Una recomendación que cruzafronteras y edades, que viaja desde el vallede Balanzateghui, donde pasta la vaca Mo,hasta la inmensidad del mar donde el Cor-sario Negro se bate con los piratas. Mien-tras Pinocho, ese muñeco de madera, sue-ña con ser de carne y hueso. O

1001 libros infantiles que hay que leer antes decrecer. Selección realizada por Julia Eccleshare.Prólogo e ilustraciones de Quentin Blake, entreotros. Traducción de Ferran Alaminos, EstrellaBorrego, Ana Guelbenzu, Fernando Emilio Nápo-les e Israel Ortega. Grijalbo Ilustrados. Barcelona,2010. 960 páginas. 35 euros.

Viene de la página 4

Portada de Matilda, de Roald Dahl, en edición de Jonathan Cape.

Para todos los gustos, para todas las edades

La tía alegre (1891)Lothar MaggendorferAlemania

CÉLEBRE ILUSTRADOR y pintor de finales delsiglo XIX, Meggendorfer es consideradoel inventor de los libros tridimensionales,además de ser un autor de ingeniosostextos y graciosos dibujos. En la actuali-dad, algunas de sus sofisticadas obras al-canzan precios elevados en las ferias delibros antiguos. La tía alegre (Die lustigeTante) es un libro sin palabras, dedicadoa toda la familia. Incluso hoy, el diseñodel libro, con escenas tridimensionales,destila una gran originalidad. O

Cuentos populares chinos(221-206 antes de Cristo)Autor desconocidoChina

ESTE LIBRO, perteneciente a la época de ladinastía Qin, se considera el libro infantilmás antiguo del que se tiene noticia. Contie-ne una colección de narraciones popularesde tradición oral, entre las que destaca Elcaballo perdido, que trata de un ancianoque vive en una aldea y que un buen díadescubre que le falta su caballo. Tambiénincluye El rollo que nunca se aparta de tumano, con el que se elogia la capacidad deun joven por la lectura. O

“Los seres fantásticosson un símbolo de todolo que de prodigiosohay en la vida”, explicaGustavo Martín Garzo

El corsario negro (1898)Emilio SalgariItalia

CON ILUSTRACIONES de Pipein Gamba, fue elprimero de los títulos de una serie de librosde aventuras de Salgari. El corsario negroes un pirata que intenta vengar la muertede sus dos hermanos a manos del duquede Van Guld. La acción transcurre en el lagode la ciudad de Maracaibo, en Venezuela.Tras enamorarse de Honorata, descubreque es la hija de su gran enemigo. En unacto de venganza incomprensible para subanda, el pirata abandona a su amada en unbote en el mar en medio de la tormenta. O

20.000 leguas de viajesubmarino (1869)Julio VerneFrancia

EL REBELDE CAPITÁN NEMO, a bordo del sub-marino Nautilus, rastrea las profundida-des de los mares y se va topando conextrañas especies marinas y fenómenosnaturales. El narrador de la historia es unviejo biólogo marino francés que se enro-la en una expedición financiada por Esta-dos Unidos para encontrar un extrañomonstruo marino. Las descripciones detodo lo que se va encontrando el Nautilusson fascinantes. O

ESPECIAL LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

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Por Victoria Fernández

SELECCIONAR BUENAS lecturas para niños yjóvenes es un ejercicio complica-do para los adultos. Excepto paralos usuarios habituales de biblio-tecas y librerías especializadas,que encuentran en ellas un buenasesoramiento y la posibilidad de“estar al día” de lo que se publica,resulta casi imposible enfrentar-se, con garantías de acertar en laelección, a la amplísima oferta—ni la crisis ha logrado reducir laavalancha de los habituales 7.000títulos anuales de literatura infan-til y juvenil— de uno de los secto-res más dinámicos de la edición.Recurrir a los títulos galardona-dos en el medio centenar de pre-mios literarios que se fallan cadaaño en España es, sin duda, unabuena opción para encontrarbuenos libros, con “garantía decalidad”, que de otra manera po-drían pasar desapercibidos. Locual sería una lástima porque,por regla general, el conjunto delos títulos premiados cada añopresenta un excelente nivel de ca-lidad y una amplia gama de temá-ticas y registros para lectores detodas las edades. Así ha sucedidoen 2010, y así lo demuestran, porejemplo, los acertados premiosnacionales de este año (ver otrospremios de 2010 en Babelia del 29 demayo). El de Literatura fue para EliacerCansino (Sevilla, 1954), protagonista de

la página tres, por Una habitación enBabel (Anaya), una dura y convincentenovela de denuncia sobre “inmigra-ción, pobreza e injusticia”. La novela ya

había sido galardonada con el PremioAnaya de Literatura Juvenil 2009.

El Premio Nacional de Ilustración fue

para Ana Juan (Valencia, 1961), por elconjunto de su obra. Ilustradora y pinto-ra, Ana Juan comenzó a darse a conoceren los años ochenta, con ilustraciones

para prensa (revistas Madriz, ElVíbora, Time, The New Yorker;suplementos dominicales de ElMundo y EL PAÍS), con las que haalcanzado gran prestigio interna-cional y que ha ido alternando,desde 2002, con la ilustración deespléndidos libros infantiles co-mo Cuentos populares españoles,La Bella Durmiente, Los libros dela selva (Anaya); Frida, Comeno-ches, Tranquila Tragaleguas, Bibiy las bailarinas (Alfaguara); Ele-nita (Kókinos), y también conilustrados para “jóvenes adul-tos”, como Demeter. Cuaderno debitácora y 11 M. Once miradas(Edicions de Ponent).

Daniel Nesquens (Zaragoza,1967) una vez más remite a unhumor inteligente y transgresor,que convierte la realidad en undivertido y absurdo disparate, ensu libro El hombre del pelo revuel-to, ganador del Premio Anaya2010. Mientras el clásico Jordi Sie-rra i Fabra (Barcelona, 1947)ha ob-tenido el Premio Gran Angular, deSM, con Historia de un segundo,unaa insólita y romántica historiade amor imposible. Y el originalUna aldea del románico (Funda-ción Santa María), de Jaime Nuño

y Chema Román, se han hecho con eldel Premio al Mejor Libro editado en2009 del Ministerio de Cultura. O

Los premios de 2010

La familia CPep BrunoIlustraciones de Mariona CabassaKalandraka. Pontevedra, 201032 páginas. 13 euros

A PARTIR DE 6 AÑOS. LIBRO GALARDONADO conel Premio Internacional Compostela para ál-bumes ilustrados. Cuenta, con un breve tex-to y espléndidas ilustraciones, el día a día deuna familia, aparentemente normal —la fa-milia C ¿C de circo?—, pero muy poco con-vencional, según desvelan las ilustraciones.Padre, madre e hijo desayunan juntos cadamañana y salen corriendo para sus respecti-vas ocupaciones: los mayores al trabajo y elniño a la escuela. Al final del día vuelven areunirse para merendar y para ir juntos alcirco, su espectáculo favorito. Y es que paraellos el circo es ese lugar mágico, dondetodo es posible, y donde los tres reponenenergías e ilusiones para enfrentarse alegre-mente a la rutina gris de cada día. Una histo-ria amable y sugerente, para niños de seisaños en adelante, que ha sido publicada,además de en castellano, en catalán, galle-go, euskera, italiano, inglés y portugués.V. F.

Una vaca, dos niñosy trescientos ruiseñoresIgnacio Sanz. Ilustraciones de PatriciaMetola. Edelvives. Zaragoza, 2010168 páginas. 8 euros

A PARTIR DE 8 AÑOS. LIBRO GANADOR del pre-mio de literatura infantil Ala Delta, basadoen un episodio real de la vida del poeta chile-no Vicente Huidobro (1893-1948). Un ame-no y original relato en el que se narra el pri-mer viaje del poeta a Europa, con su mujer ysus dos pequeños hijos, en 1916, y el regresoa América siete años después. Una larga yazarosa travesía marítima, que fue una locu-ra de principio a fin, comenzando por las“negociaciones” de Huidobro con el capitándel transatlántico para viajar con sus peculia-res pertenencias: la vaca Jacinta (indispensa-ble fuente de alimento para sus hijos), en elviaje de ida, y trescientos ruiseñores (aves demaravilloso canto, que había descubierto enMallorca), con los que soñaba repoblar elcontinente americano, en el viaje de vuelta.Apenas dos “detalles” que, aderezados concuriosas anécdotas y fino humor, ofrecen unatractivo acercamiento a la figura, singular yexcéntrica, de Huidobro. V. F.

El de-sastre perfectoTexto e ilustraciones de Rocío MartínezEdelvives. Zaragoza, 201030 páginas. 14,70 euros

A PARTIR DE 8 AÑOS. MENSAJE PACIFISTA y regis-tro humorístico, en este álbum, ganador delConcurso Internacional Biblioteca Insu-lar/Cabildo de Gran Canaria, en el que secuenta la historia de dos países que, tras añosde guerra, deciden firmar la paz y organizar,para celebrarlo, un gran desfile militar. Parala ocasión, ambos ejércitos encargan nuevosuniformes de gala, pero en uno de los países

las cosas se complican: el sastre va muy apu-rado de tiempo y, además, cuando se dispo-ne a confeccionar los uniformes, advierte quelas telas no son las que él había encargado,sino otras, con llamativos estampados, pocoacordes con la seriedad militar. Los soldadosdesfilan, pues, con sus peculiares uniformes,temiendo que su atuendo parezca una faltade respeto, pero la presidenta del otro paísaplaude complacida el “hermoso detalle” delos uniformes floreados, que interpreta comoun homenaje a los símbolos de su tierra. Undiplomático final, para redondear una diverti-da historia de buena voluntad. V. F.

He jugado con lobosGabriel Janer ManilaLa Galera. Barcelona, 2010164 páginas. 13,95 euros

A PARTIR DE 12 AÑOS. NOVELA BASADA en lavida del último “niño salvaje” conocido en

España: Marcos Flores, vendido por su pa-dre a los seis años para ser pastor de ca-bras en Sierra Morena, donde sobrevivió,con la única compañía de los animales,hasta que a los diecinueve años fue descu-bierto y “rescatado” para la civilización.Actualmente vive en una aldea gallega. Lahistoria de Marcos, que fue dada a cono-cer por Gabriel Janer Manila (pedagogo,antropólogo y uno de los más importantesescritores de las Baleares, tanto para adul-tos como para niños y jóvenes) en su tesisdoctoral La problemática educativa delsinfants selvàtics. El cas de Marcos (1978),fue convertida por el propio autor en estanovela, un emotivo y estremecedor relatoen primera persona, narrado por el propioMarcos, que ganó el Premio Joaquim Ru-yra de narrativa juvenil 2009 (He jugatamb els llops), y acaba de ser adaptada alcine con el título de Entrelobos. V. F.

Mi hermano el genioRodrigo Muñoz AviaEdebé. Barcelona, 2010186 páginas. 7,95 euros

A PARTIR DE 14 AÑOS. RODRIGO MUÑOZ AVIA

ha ganado el Premio Edebé 2010 con lahistoria de Lola, una niña de 10 añosque lucha por salvaguardar su identi-dad. Ella se reivindica como individuo,no quiere ser “la hermana del niño quees un virtuoso del piano”. Le quiere pe-ro rivaliza con el niño perfecto. El autorha pretendido así destacar la necesidad

de no encarrilar a las personas, ni llevar-las a un exceso de especialización y decompetitividad como en el caso de es-tos hermanos con padres demasiadoexigentes. E. S.

Tuerto, maldito y enamoradoRosa HuertasEdelvives. Zaragoza, 2010240 páginas. 9,60 euros

A PARTIR DE 14 AÑOS. ANTE NOVELA de miste-rio, amor y fantasmas, ganadora del Pre-mio Alandar de literatura juvenil. Narrael encuentro de Elisa, una chica de 16años, con un fantasma del siglo XVII, enla biblioteca del instituto, adonde acudea documentarse sobre Lope de Vega pa-ra un trabajo escolar. Allí escucha, es-pantada, la voz del espectro —“Ayúda-me a recordar”— y, tras una primerareacción de huida, decide volver a en-contrarse con él y atender su petición.Así descubre que el fantasma es un jo-ven enamorado, condenado por unamaldición a vagar eternamente buscan-do a su amor perdido, a quien no podráencontrar hasta que alguien le ayude arecordar su propio nombre y el de suamada. Elisa conseguirá desvelar el mis-terio que envuelve la historia del fantas-ma, rompiendo el maleficio y reuniendofelizmente a los desgraciados amantes, enun ágil relato, de interesante lectura, condiferentes subtramas, bien articulado y re-suelto. V. F.

Dibujo de Ana Juan paraCuentos esenciales (Mondadori), deMaupassant.

EL PAÍS BABELIA 18.12.10 7

Page 5: Especial Babelia Literatura infantil y juvenil

El mejor regalo del mundoRicard Ruiz GarzónIlustraciones de Claudia DegliuominiPiruleta. Barcelona, 201028 páginas. 15 euros

A PARTIR DE 5 AÑOS. CADA CUMPLEAÑOS Ani-ta recibe un paquete envuelto en un papelcolor esmeralda. El remitente es su padri-no y el regalo un libro fascinante que le-vanta suspicacias en su amiga Leti. —Y tupadrino ¿por qué siempre te regala unlibro?, le pregunta. Anita sigue maravilladaporque de la mano de su tío, explorador,viaja con su imaginación por una China depagodas e ideogramas, un Polo Norte po-blado de iglús y esquimales que pescan enun agujero o un África de hombres altos yropa de colores. Pero este aniversario lasorpresa es mayúscula: una caja gigantes-ca contiene libros blancos del tamaño deuna postal. El deseo de Ricard Ruiz Gar-zón con su texto y Claudia Degliuominicon sus ilustraciones en tonos pastel esque el pequeño lector también se embar-que en el viaje de Anita a través de laspalabras (como las capicúas), fantásticospaíses o los deseos secretos de los sueños.En su pretensión de subir a bordo de lalectura a los niños, El mejor regalo delmundo se cierra con un carné del Club delos Exploradores que convierte al lectoren miembro honorífico. Y un lema: ¡no tecanses nunca de buscar! E. S.

Por Elisa Silió

SE HABLA con frecuencia de la flemabritánica y del esnobismo de lascarreras de Ascot. Pero si se rascaun poco tras esta gélida capa, se

descubre también un Reino Unido senti-mental y anclado en las tradiciones queinvita al ingreso de los perros en los pubsy que se deshace ante los recuerdos deinfancia. Eso explica que varios museosbritánicos deseen exhibir en sus vitrinasla encarnación terrenal del protagonistadel libro Dogger (Peluche), de Shirley Hug-hes. En realidad, se trata de un cachorrode trapo propiedad de uno de los hijos dela ilustradora. Desde 1977 todas las gene-raciones del país comparten con Davidsu dolor tras perder a su mascota. Hastael punto de que Peluche fue elegido elmejor cuento entre los ganadores de laprestigiosa medalla Kate Greenaway en50 años (en 2003 Hughes también la con-siguió por Ella’s Big Chance).

Flamboyant edita este long seller delque se han vendido más de diez millonesde ejemplares en el mundo. Hughes (WestKirby, Reino Unido, 1927), hija del dueñode unos grandes almacenes, repasa porteléfono su trayectoria con una pizca deengolamiento en su acento, pero con lacalidez de una abuela de cuento. Aún lesorprende el éxito de Peluche en el extran-jero: “Me decía a mí misma: ¡Oh no, estoes demasiado british!, pero ha sido mimayor éxito”.

Tampoco se explica qué de su libroatrapa a sus pequeños lectores. “Se enca-prichan con algo y cuando lo pierden sesienten solos. Por eso los padres se identi-fican con el libro”. La ilustradora no olvi-da que parte de su público —a partir delos cuatro años— no sabe leer y sus obrasestán concebidas para ser contadas porun adulto, mientras el niño se detiene enlas imágenes. “Hay que enseñarles a ex-plorar el libro hasta el detalle”.

Hughes habla desde el cool NottingHill, su barrio desde hace más de mediosiglo. Durante la Segunda Guerra Mun-dial solo había radio, representacionesteatrales en familia y lecturas en la ca-ma. Un panorama ante el cual ella se con-virtió en una gran lectora y después escri-tora. Por eso está convencida de que loschicos “tienen que aburrirse” para que sedespierte su curiosidad y creatividad.“Hoy las imágenes se las proporcionanlas películas. ¿Qué niño que ha leído Ha-rry Potter no ha visto las películas?”, sepregunta la autora de más de cincuentalibros, que incluyen historia y literaturapara adultos.

Hughes confiesa deberle mucho al ci-ne de Buster Keaton, El Gordo y El Flacoo Fred Astaire. Gracias a ellos aprendió aplasmar la gestualidad en sus dibujos detrazo nervioso y colorido. “Las imágenesson una película en mi cabeza. Hago bo-cetos de cómo va a ser todo el libro yluego dibujo. Tu ojo aprende a plasmar laalegría o el disgusto de los niños”. Estos

bosquejos se convierten luego en ilustra-ciones con color de gouache y pasteles alóleo. “Mis personajes humanos no son

reales; en cambio, sí que existe el pelu-che. Quizá por eso es el cuento al queguardo más cariño. Ahora está muy viejo,tiene 50 años”. Hughes rescató el jugue-te, de trapo marrón con una oreja levanta-da, cuando su hijo era adolescente.

“Mi idea primera era crear escenarios.Estudié diseño de moda en el LiverpoolSchool of Art y llegué a trabajar en unteatro. Estuve también en la RuskinSchool, de Oxford. Fue fantástico. Luegome pasé a la ilustración”. En 1999 la reinaIsabel II le concedió el título honoríficode la Orden del Imperio Británico y susbocetos se exponen en los National Mu-seums Liverpool, dos hechos inimagina-bles en España. Pero hasta la publicaciónde Peluche en 1977 no fue un camino derosas. Los ingresos de su marido, arqui-tecto, permitieron a Hughes ser obstina-da en su empeño artístico. Durante laguerra tan solo las familias acomodadaspodían permitirse comprar libros infanti-les, pero todo cambió con la paz. Unahornada de ilustradores encontró por finhueco en el mercado, aunque “eran ho-rrorosos”. “Todos los libros eran de ani-males y pensé queme interesaban máslas historias de niños en su vida diaria.Por ejemplo, en los libros de Alfie este

aprende a abrocharse los zapatos o acu-de a un cumpleaños por primera vez sinsu madre”. El pequeño, que en los noven-ta editó Altea, ha protagonizado 12 títulosdesde 1981. Este es su otro gran éxito.

Hughes ha ilustrado más de doscien-tos ajenos: “Es como actuar para otros,en un libro no tienes por qué jugar todoslos papeles, como en una película”. Suhija Clara Vulliamy le ha cogido el testigocomo afamada ilustradora. “Tiene su pro-pio estilo, es muy buena”, cuenta orgullo-sa. Mamó la cultura desde la infancia,aunque considera que fue su maridoquien la formó. “Con él viajé por Italia yotros países. Hacíamos bocetos. Él desdeuna perspectiva arquitectónica y yo mecentraba en las personas. A veces habla-mos de publicarlo”, recuerda con melan-colía hoy viuda. A sus años sigue activa.Investigando, por ejemplo, la relación en-tre católicos irlandeses y protestantes es-coceses en el Liverpool de 1920. No cono-ce el aburrimiento, requisito necesariopara que los niños “fantaseen”. O

Peluche. Shirley Hughes. Traducción de HelenaMartín.Gosset. Traducción deMaría del Mar Vidal.Ambos en la editorial Flamboyant. Barcelona, 2010.32 páginas. 15,50 euros. www.alfiebooks.com.uk

Las cinco fuentes del ReyMaría EstebanIlustraciones de Ximena MaierCalamar. Madrid, 201040 páginas. 17 euros

A PARTIR DE 8 AÑOS. EN LOS HISTÓRICOS jardi-nes del palacio de La Granja de San Ildefon-so no hay castillos de bolas, toboganes oarenero. Sin embargo, un paseo por ellos notiene por qué convertirse en un tostón paraun niño si ha oído las mágicas leyendas desus fuentes, que hizo levantar Felipe V deBorbón, nostálgico de la corte y el jardín deVersalles. “Si a su abuelo francés lo llama-ban El Rey Sol a él comenzaron a llamarlo ElRey Luna, pues cada noche lloraba con des-consuelo, y sus sollozos se oían por todoslos rincones de palacio”, relata María Este-ban en las primeras páginas de Las cincofuentes del Rey. Hasta que una noche secruzó con un ciervo que tocaba la flauta, uncaballo alado, una rana con levita, una ser-piente parlanchina y una mofletuda ráfagade viento protagonistas de estos cinco cuen-tos fantásticos, de base legendaria, ilustra-dos con delicadas acuarelas de parajes deLa Granja ambientados de época.

El librito se cierra con un pequeño dic-cionario de personajes mitológicos y unabreve bibliografía, prueba de la rigurosi-dad del trabajo. Los beneficios se destinana la Asociación de Esclerosis Lateral Amio-trófica (ADELA). E. S.

Ahora que lo piensoGwénaëlle Boulet, Anne-Sophie Chilard,Marion Joseph y Lucie TouretteAsesoramiento de Oscar BenifierIlustraciones de Pascal LemaîtreTraducción de Teresa MarcosSM. Madrid, 2010138 páginas. 17,50 euros

Por E. Silió

A PARTIR DE 11 AÑOS. ¿Y POR QUÉ? ¿Y porqué? ¿Y por qué? De los tres a los cincoaños no hay ningún ni-ño que no bombardeea sus mayores con ma-chaconas preguntassobre el origen de to-das las cosas, algunasde difícil argumenta-ción. Las dudas, claro,persisten en el tiem-po. Para chicos algomás talluditos —en latitubeante franja entrelos 11 y los 16 años, enplena formación desu personalidad— es-tá planteado el singu-lar libro Ahora que lopienso, traducción alespañol del francésPense pas bête.

La intención de susautores, cuatro perio-distas asesorados por el filósofo OscarBenifier, es invitar a sus lectores —y depaso a sus padres— a que creen su pro-pio pensamiento. Y para ello ponen ante

sus ojos 30 cuestiones: ¿para qué sirvetrabajar?, ¿se puede decir todo?, ¿qué esla muerte?, ¿cuándo se está enamorado?Lo que importa es la reflexión, encontrarla respuesta es circunstancial.

Treinta preguntas metafísicas enca-radas con humor, breves párrafos, fo-tos, infinidad de ilustraciones e inclu-so una encuesta: para ti “tener éxitoen la vida” es… Detrás de Ahora que lopienso hay una larga labor previa. Beni-fier discutió en clase con un grupo deniños sobre distintos conceptos inclui-dos en el volumen. “Apoyar las ideas

con argumentos,aceptar los límites detodo lo que se acabade enunciar, cambiarel punto de vista…Todo eso requiere ungran esfuerzo cuya re-compensa es grande,y no es otra que la li-bertad”, cuenta sobreel proceso en sus pri-meras páginas del li-bro.

Una estupenda ma-nera, exigente y lú-dica, de aprender aser generoso (“tenermás ¿nos hace real-mente felices?”), tole-rante (“unos creen enDios y otros no”), va-liente (“si no tienes

miedo, no puedes tener valor”), abierto(“para gustos los colores”), crítico (“¿quées bonito”) e incluso vagos (“todos debe-ríamos tener derecho a la pereza”). O

Primeros pasos en filosofía

La autora británica Shirley Hughes (1927), en su casa de Notting Hill, barrio en el que vive desde hace 50 años. Foto: Kate Peters

Shirley Hughes“Los niños tienen que aburrirse para fantasear”La autora de Peluche—que ha conmovido a 10 millones de lectores desde hace décadas— confiesasu deuda con los cómicos del cinemudo y su deseo de dar a los niños el protagonismo de sus relatos

Ilustración de Pascal Lemaître.

“Las imágenes sonuna película en micabeza. Hago bocetosde cómo va a ser todoel libro y luego dibujo”

ESPECIAL LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL

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Page 6: Especial Babelia Literatura infantil y juvenil

El mejor regalo del mundoRicard Ruiz GarzónIlustraciones de Claudia DegliuominiPiruleta. Barcelona, 201028 páginas. 15 euros

A PARTIR DE 5 AÑOS. CADA CUMPLEAÑOS Ani-ta recibe un paquete envuelto en un papelcolor esmeralda. El remitente es su padri-no y el regalo un libro fascinante que le-vanta suspicacias en su amiga Leti. —Y tupadrino ¿por qué siempre te regala unlibro?, le pregunta. Anita sigue maravilladaporque de la mano de su tío, explorador,viaja con su imaginación por una China depagodas e ideogramas, un Polo Norte po-blado de iglús y esquimales que pescan enun agujero o un África de hombres altos yropa de colores. Pero este aniversario lasorpresa es mayúscula: una caja gigantes-ca contiene libros blancos del tamaño deuna postal. El deseo de Ricard Ruiz Gar-zón con su texto y Claudia Degliuominicon sus ilustraciones en tonos pastel esque el pequeño lector también se embar-que en el viaje de Anita a través de laspalabras (como las capicúas), fantásticospaíses o los deseos secretos de los sueños.En su pretensión de subir a bordo de lalectura a los niños, El mejor regalo delmundo se cierra con un carné del Club delos Exploradores que convierte al lectoren miembro honorífico. Y un lema: ¡no tecanses nunca de buscar! E. S.

PLas cinco fuentes del ReyMaría EstebanIlustraciones de Ximena MaierCalamar. Madrid, 201040 páginas. 17 euros

A PARTIR DE 8 AÑOS. EN LOS HISTÓRICOS jardi-nes del palacio de La Granja de San Ildefon-so no hay castillos de bolas, toboganes oarenero. Sin embargo, un paseo por ellos notiene por qué convertirse en un tostón paraun niño si ha oído las mágicas leyendas desus fuentes, que hizo levantar Felipe V deBorbón, nostálgico de la corte y el jardín deVersalles. “Si a su abuelo francés lo llama-ban El Rey Sol a él comenzaron a llamarlo ElRey Luna, pues cada noche lloraba con des-consuelo, y sus sollozos se oían por todoslos rincones de palacio”, relata María Este-ban en las primeras páginas de Las cincofuentes del Rey. Hasta que una noche secruzó con un ciervo que tocaba la flauta, uncaballo alado, una rana con levita, una ser-piente parlanchina y una mofletuda ráfagade viento protagonistas de estos cinco cuen-tos fantásticos, de base legendaria, ilustra-dos con delicadas acuarelas de parajes deLa Granja ambientados de época.

El librito se cierra con un pequeño dic-cionario de personajes mitológicos y unabreve bibliografía, prueba de la rigurosi-dad del trabajo. Los beneficios se destinana la Asociación de Esclerosis Lateral Amio-trófica (ADELA). E. S.

Ahora que lo piensoGwénaëlle Boulet, Anne-Sophie Chilard,Marion Joseph y Lucie TouretteAsesoramiento de Oscar BenifierIlustraciones de Pascal LemaîtreTraducción de Teresa MarcosSM. Madrid, 2010138 páginas. 17,50 euros

Por E. Silió

A PARTIR DE 11 AÑOS. ¿Y POR QUÉ? ¿Y porqué? ¿Y por qué? De los tres a los cincoaños no hay ningún ni-ño que no bombardeea sus mayores con ma-chaconas preguntassobre el origen de to-das las cosas, algunasde difícil argumenta-ción. Las dudas, claro,persisten en el tiem-po. Para chicos algomás talluditos —en latitubeante franja entrelos 11 y los 16 años, enplena formación desu personalidad— es-tá planteado el singu-lar libro Ahora que lopienso, traducción alespañol del francésPense pas bête.

La intención de susautores, cuatro perio-distas asesorados por el filósofo OscarBenifier, es invitar a sus lectores —y depaso a sus padres— a que creen su pro-pio pensamiento. Y para ello ponen ante

sus ojos 30 cuestiones: ¿para qué sirvetrabajar?, ¿se puede decir todo?, ¿qué esla muerte?, ¿cuándo se está enamorado?Lo que importa es la reflexión, encontrarla respuesta es circunstancial.

Treinta preguntas metafísicas enca-radas con humor, breves párrafos, fo-tos, infinidad de ilustraciones e inclu-so una encuesta: para ti “tener éxitoen la vida” es… Detrás de Ahora que lopienso hay una larga labor previa. Beni-fier discutió en clase con un grupo deniños sobre distintos conceptos inclui-dos en el volumen. “Apoyar las ideas

con argumentos,aceptar los límites detodo lo que se acabade enunciar, cambiarel punto de vista…Todo eso requiere ungran esfuerzo cuya re-compensa es grande,y no es otra que la li-bertad”, cuenta sobreel proceso en sus pri-meras páginas del li-bro.

Una estupenda ma-nera, exigente y lú-dica, de aprender aser generoso (“tenermás ¿nos hace real-mente felices?”), tole-rante (“unos creen enDios y otros no”), va-liente (“si no tienes

miedo, no puedes tener valor”), abierto(“para gustos los colores”), crítico (“¿quées bonito”) e incluso vagos (“todos debe-ríamos tener derecho a la pereza”). O

Primeros pasos en filosofía

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Ilustración de Pascal Lemaître.

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