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Domingo 23 de agosto de 2015 Especial Gustavo Rodríguez Ostria / Embajador en Perú Ministerio de Defensa ese año la “Brigada Naval Combatientes del Pacífico” encontró un de los cuerpos en el Intiorko. 2008 Gobierno quiere dar con los restos de los Colorados en Intiorko Bolivia va por los soldados caídos en la Guerra del Chaco 3 Y 2 Y “Les vamos a plantear (a las autoridades del Perú) la necesidad de hacer más investigaciones en la zona” DEFENSORES DEL MAR Un intenso trabajo precedió el hallazgo de dos soldados del Regimiento Sucre, fuerza militar que, junto con la de Perú, enfrentó a los chilenos, en 1880.

Especial Político 23-08-15

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Domingo 23 de agosto de 2015 EspecialGustavo Rodríguez Ostria / Embajador en Perú

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ese año la “Brigada Naval Combatientes del Pacífico” encontró un de los cuerpos en el Intiorko.

2008Gobierno quiere dar con los restos de los Colorados en Intiorko

Bolivia va por los soldados caídos en la Guerra del Chaco

3 Y

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“Les vamos a plantear (a las autoridades del Perú) la necesidad de hacer más

investigaciones en la zona”

Defensores Del mar

Un intenso trabajo precedió el hallazgo de dos soldados del Regimiento Sucre, fuerza militar que, junto con la de Perú, enfrentó a los chilenos, en 1880.

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a repatriación de los res-tos de los dos soldados que cayeron en la Batalla del Alto de la Alianza conmo-vió al pueblo boliviano, es-

pecialmente al de Sucre, donde recibieron los más altos homenajes.

Ambos cadáveres, de un oficial y de un solda-do, retornaron al suelo patrio después de más de un siglo. Después de los restos de Eduardo Abaroa, el héroe del Topáter, que fueron repa-triados, éstos son los otros restos (de los dos sol-dados) que vienen de la Guerra del Pacífico, y para el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, “es muy importante que vuelvan al país”.

Ferreira, al destacar ese hecho, dijo a Cambio que ahora se realizan algunas acciones para repa-triar los restos de los caídos en la Guerra del Cha-co, que enfrentó a Bolivia y Paraguay desde el 9 de septiembre de 1932 hasta el 12 de junio de 1935, cuando se acordó el cese de hostilidades.

En los tres años “Bolivia movilizó 250.000 soldados, y Paraguay 120.000, que se enfrenta-ron en combates en los que hubo gran canti-dad de bajas (60.000 bolivianos y 30.000 para-guayos), gran cantidad de heridos, mutilados y desaparecidos”.

MINISTRO, ¿QUÉ GESTIONES SE REALIZAN PARA REPATRIAR A LOS SOLDADOS MUERTOS EN LA GUE-RRA DEL CHACO?Así como se hizo en Perú, ahora se tiene pre-visto hacer lo mismo en el caso de la Guerra del Chaco; se tienen tumbas en el chaco y sería importante rescatar el cuerpo de algunos ofi-ciales, soldados y héroes que cayeron allí. En Boquerón, por ejemplo, se encuentran restos de soldados y oficiales que murieron heroica-mente, se está haciendo un sondeo para ver la posibilidad de repatriar algunos de esos cuer-pos también.

¿SE ESTÁ HABLANDO CON AUTORIDADES PARAGUAYAS?Hemos hablado con la gente nuestra, para luego hacer puntualmente la propuesta al Gobierno de Paraguay. Tenemos muy buenas relaciones con el Gobierno y las Fuerzas Armadas de Para-guay. Hay una relación fraterna en ambos sen-tidos, yo creo que no habrá ningún problema cuando se haga el tratamiento.

¿CUANDO SE PODRÁ CONCRETAR?Estamos esperando primero identificar los lu-gares donde pudieran estar enterrados, para luego solicitar el traslado.

“En BoquErón hay rEstos dE soldados”

lFernando del Carpio Zeraín

¿SERÍA EN EL LADO PARAGUAYO?Hay en el lado boliviano, pero la inmensa ma-yoría está en el lado paraguayo.

MINISTRO, RESPECTO DEL PROCESO QUE SE SEGUI-RÁ PARA IDENTIFICAR A LOS DOS SOLDADOS REPA-TRIADOS ¿QUÉ NOS PUEDE INFORMAR? Se recopila la lista de soldados que componían el Regimiento Sucre, para con eso hacer un llamado a los posibles familiares o sucesores que hubiera, para aquellos que crean tener alguna vinculación con ellos. Es muy difícil, pero no imposible, eso pasa por tener la lista de los caídos, estamos bus-cando los archivos militares, así como en alguna parte de los registros del Ministerio de Guerra en ese momento y Ministerio de Defensa ahora o del Ejército, se están buscando los archivos.

¿QUÉ CANTIDAD DE EFECTIVOS HABRÍA PARTIDO DE SUCRE HACIA ESA REGIÓN PERUANA?En ese regimiento eran 500, de los que murie-ron aproximadamente 200, 170 resultaron heri-dos y el saldo quedó vivo, son los que retorna-ron. La prueba de ADN se la puede hacer, hay suficientes indicios, el tema es vincularlo con algún sucesor. Hay un gran problema, la mayo-ría de ellos eran jóvenes y no tuvieron hijos, po-siblemente el oficial sí, pero los soldados tenían entre 17 y 20 años, la mayoría de ellos no dejó descendencia.

MINISTRO, ¿EN EL LUGAR PODRÍAN HABER MUCHOS MÁS RESTOS, EL GOBIERNO DEL PERÚ REALIZARÁ MÁS EXCAVACIONES?En realidad la meseta del Alto de la Alianza o Intiorko, como le dicen, es un enorme cemente-rio, hay que cavar y seguro que se encuentran más cadáveres. El Gobierno peruano va a seguir trabajando, recuperando armas, equipos, pertre-chos, harán un perímetro para evitar el saqueo de los restos que pudieran haber, pero el territo-rio es muy grande, inmenso. Lo que a nosotros nos interesa y es lo que le hemos pedido al Emba-jador (de Bolivia en Lima, Gustavo Rodríguez Os-tria) que se pudiese hacer un esfuerzo para recu-perar el cadáver de algún soldado del regimiento Colorados, por el papel que jugó ese batallón.

¿LOS COLORADOS DE BOLIVIA TAMBIÉN FUERON DESPLAZADOS A ESE LUGAR?También cayeron ahí, sería interesante encon-trar los restos de uno de ellos por lo menos para traerlo a Bolivia.

AL MARGEN DEL RECONOCIMIENTO A LOS INVES-TIGADORES PERUANOS Y AL EMBAJADOR RODRÍ-

GUEZ, QUE FUERON CONDECORADOS, ¿QUÉ OTRAS ACTIVIDADES MÁS SE CUMPLIRÁN?En noviembre, cuando se haga el entierro del soldado peruano encontrado con los restos del soldado boliviano, tenemos un reconocimiento y condecoración para el soldado peruano. A los actos protocolares que seguramente se harán en Lima irá una misión militar para entregar ese reconocimiento. Es probable que vaya, pero Bolivia estará representada por una misión de alto nivel de las Fuerzas Armadas.

TRAS LA REPATRIACIÓN ¿CÓMO EVALÚA LA RES-PUESTA DEL PUEBLO BOLIVIANO?Ha sido muy emotiva, era lo que esperábamos, la población, la Gobernación, la Alcaldía de Su-cre organizaron un recibimiento muy bonito. Ahora en coordinación con las autoridades del Museo y del Ministerio de Culturas se gestiona para que en una urna de vidrio se mantengan los restos y se tomen las previsiones para evitar que sufran un grado de descomposición. Una comisión trabajará en eso.

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“Se identificarán los lugares donde están enterrados

para solicitar (a Paraguay) la repatriación de los restos de

los caídos en el chaco”.

Reymi Ferreira JustinianoMinistro de Defensa

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especialdomingo 23 de agosto de 2015 3

uando la Brigada Naval Combatientes del Pacífi-co halló en 2008 el primer cuerpo, en la extensa plani-cie del Intiorko, más cono-

cido como el Alto de la Alianza, muy próxima a la ciudad de Tacna, Perú, lo volvió a enterrar.

La tarea de la brigada, dirigida por Percy Au-gusto Graham Rojas, era otra: delimitar el área del combate del Alto de la Alianza, donde fuer-zas de Perú y Bolivia resistieron el ataque arma-do de Chile meses después de la invasión chilena al puerto de Antofagasta, en 1879. Sin embargo, proporcionaron la información a las autoridades en Tacna del Ministerio de Cultura y la labor de excavación se paralizó.

Sin la seguridad de lo que se había hallado, pues sólo se tenía la versión inicial de que eran cuerpos de combatientes, en 2014, uno de los in-tegrantes de la Brigada —que estaba conformada por civiles y militares retirados— conversó con un boliviano sobre la labor realizada en la zona e incluso le envió algunas fotos registradas de par-te del cuerpo encontrado.

La información se expandió. La Academia de Historia Militar de Bolivia transmitió la inves-tigación al Ministerio de Relaciones Exteriores, que de inmediato inició las gestiones para que la excavación culmine y se dé con los cuerpos.

En diciembre de 2014, el vicecanciller Juan Carlos Alurralde envió con carácter de urgen-cia una nota al embajador Gustavo Rodríguez Ostria —que había asumido cuatro meses an-tes la conducción de la legación diplomática en Perú— en la que le pide “haga todo lo posible para encontrar los restos”.

Desde entonces la labor fue intensa. Rodrí-guez Ostria dejó fluir su pasión de investigador e historiador para reunir las partes del gran des-cubrimiento.

Junto con personeros del Ministerio de Cul-tura de Perú y la Brigada, el diplomático llegó en febrero de este año hasta la zona identificada, gracia a la tecnología GPS (sistema de posiciona-miento global).

La zona estaba intacta. La Brigada, con asen-timiento del Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú, retomó la labor de excavación días des-pués, en marzo.

Con la misma precisión con la que actúan los cirujanos, los investigadores realizaron la exca-vación, descubrieron por completo el cuerpo y la tesis inicial de su nacionalidad avanzaba a su confirmación.

La primera conquista fue festejada por los la-boriosos brigadistas. Con esa pista, nació la in-quietud de la presencia de más cuerpos.

El trabajo se prolongó. Encontraron un pro-yectil, aparentemente de una bala chilena, una de tantas que se disparó en 1880. A 10 metros del primer hallazgo, la brigada encontró otros dos cuerpos: de un peruano que estaba encima del otro, que era boliviano.

“Se encontraron mellizos”, decía el reporte que se entregó al embajador Rodríguez Ostria, que se trasladó de urgencia al lugar para presen-ciar el hallazgo.

Desde entonces comenzó la otra tarea: confir-mar la nacionalidad de los tres cuerpos encon-trados. De inicio se concentraron en el análisis del atuendo.

Rodríguez Ostria refiere que los “identifica-ron como bolivianos por la naturaleza del uni-forme; los bolivianos eran los únicos que tenían el pantalón remangado, como se puede ver en

Embajador: Sin duda En ESa zona

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las fotos antiguas; los peruanos no usaban eso, los chilenos tampoco, por tanto concluyeron que era dos bolivianos”.

En las pocas fotografías que se tomaron de los cuerpos se pueden observar botas, puchos de ci-garro, botella de coñac, escapularios y fajas, ob-jetos que fueron encontrados en los alrededores.

Entre esos objetos se hallaron unas cuantas hojas de coca.

La tesis que maneja el embajador Rodríguez Ostria es que los soldados bolivianos fueron “bol-siqueados” por los chilenos, que se apropiaron de todo, excepto de las hojas de coca, que “para ellos no tenía ningún significado, ningún valor, pero sí lo tenían para los soldados”.

Por el atuendo también se confirmó que ambos pertenecían al Regimiento Sucre, que estaba en el punto de vanguardia y que fue el grupo humano militar que fue más atacado por los chilenos.

“La batalla empezó por el lado izquierdo, don-de estaban ellos, que eran 470, tuvieron más de 200 muertos y cerca de 170 heridos. Si uno suma ambos estamos hablando del 80 por ciento de su

efectivo, eso nos da la idea de cuánto enfrenta-ron al adversario”, grafica el Embajador.

“Ellos cayeron para defender el patrimonio te-rritorial de Bolivia, pero también para defender la ciudad peruana de Tacna, para evitar que sea asaltada, como efectivamente sucedió después de la derrota”.

Es probable, dijo Rodríguez, que uno de los soldados bolivianos era un oficial.

El diplomático anticipó que harán las ges-tiones para proponer a la parte peruana “la necesidad de hacer más investigaciones en la zona, donde se han encontrado a los dos del Re-gimiento Sucre (que además) es el lugar donde participó los Colorados”.

El historiador cita, como argumento, las cró-nicas de un oficial de los Colorados de apellido Ballivián que dio testimonio de la incursión a la zona. “Al confrontar a los chilenos y al hacerlos retroceder ellos, al caminar, van a ver soldados muertos de los amarillos”, refirió.

“Sin duda, en esa zona, hay soldados de los Co-lorados, con todo seguridad”, afirma.

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El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, mira atento uno de los cuerpos encontrados en la árida zona del Intiorko.

Bolivia planteará a Perú “la necesidad de hacer más investigaciones en la zona donde se encontró a los soldados del Regimiento Sucre”.

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casi una semana de haber sido repatriados los restos de los dos soldados bolivianos que fueron abatidos en la batalla del Alto de la Alianza (1880),

en territorio peruano, salieron a relucir los lazos de unidad y hermandad entre Bolivia y Perú. Dicha batalla fue el fin de la participación militar de Bo-livia en el conflicto con Chile, tras la ocupación de Antofagasta el 14 de febrero de 1879.

“Los homenajes a ambos combatientes (efectua-dos en Sucre el 17 de agosto, donde fueron sepul-tados, el martes 18) son justos, necesarios, son una muestra de cuán unidos estuvimos y de fortalecer

más la unidad en torno a la demanda marítima bo-liviana”, dijo a Cambio el general en retiro e histo-riador Edwin De La Fuente Jeria.

Uno de los dos efectivos del Regimiento Sucre (amarillos, por el color de su uniforme), era oficial y tiene un disparo en la nuca, “la perforación es una prueba de que lo mataron después del combate, es-taba prisionero o herido. Hay evidencias (fotos), de que los chilenos realizaban disparos certeros en la nuca y venía la repasada, para rematarlos”.

A De La Fuente no le extrañan esos hechos por-que “hubo una forma de actuar de los oficiales chi-lenos, procedían con mucha perversidad y órdenes precisas, no respetaban acuerdos internacionales

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Edwin De La Fuente Militar e historiador

Foto 1.- El presidente Evo Morales en los actos en Sucre, el 17 de agosto.

Foto 2.- Expertos en plena recupera-ción de los restos, en Tacna, Perú.

Foto 3.- Comprueban que eran boli-vianos.

Foto 4.- Dibujo de un soldado del Re-gimiento Sucre.

Foto 5.- Los soldados fueron recibi-dos con honores en la capital, Sucre.

en relación a los heridos, enfermos, inclusive a los que se rendían en combate”.

“Los procesos de derechos humanos en los conflic-tos bélicos comienzan a partir de 1850, los derechos humanos entraron en vigencia en la guerra franco prusiana. Pero hay evidencias de que en la batalla del Alto de la Alianza los militares chilenos disparaban en la nuca, la toma de Lima fue una barbarie”, expresa el exalto jefe militar y actual director ejecutivo de la Agencia para el Desarrollo de las Macroregiones y Zo-nas Fronterizas (Ademaf).

La coca, factor de unidad También en cercanías de los dos soldados bolivia-

nos se encontraron hojas de coca perfectamente con-servadas, y para el general De La Fuente es una mues-tra de que la milenaria hoja “siempre unió al Ejército boliviano”.

“La coca es parte de nuestra vida, no sólo en el aspec-to medicinal, alimenticio sino espiritual, hay toda una cosmovisión, ha sido una particularidad no sólo del sol-dado, sino del Ejército de Bolivia, no había distinción de grados, la consumían todos, es una prueba de que era un factor de unidad nacional”, aseveró.

Es posible que en el lugar donde se encontraron los restos de los dos soldados bolivianos y de uno peruano, estén más cuerpos, pero es una tarea que debe encararla el Perú, porque se encuentra en su territorio.

Siempre hemos luchado contra grandes poderes; en la guerra del Chaco,

del Pacífico, en la Independencia”.

» Lo que se dice de Hilarión Daza es mentira, porque el general Campero nunca quiso movilizar a la V División de Ejército.

» Campero, siendo presidente, salió obligado a la batalla del Alto de la Alianza y después del desastre (de la batalla) se ocultó dos semanas en Coro Coro.

» El pueblo quería levantarse y Campero tuvo que entrar de noche a la ciudad de La Paz, está escrito en los libros de Oblitas, de Hugo Robles Barragán, refiere De La Fuente.

» Para el exjefe militar es importante develar, ahora que se repa-triaron los restos de los dos soldados, “aspectos de la conducta de la oligarquía que favorecía los intereses chilenos”.

» Julio Méndez, por encargo de Daza, elaboró un plan estraté-gico por el cual los ejércitos aliados (Bolivia y Perú) no debían ir a buscar al enemigo (Chile) a la costa donde era fuerte, sino esperarlo y destruirlo en la sierra, donde Bolivia era fuerte e invencible, dice Oblitas.

DATOS

La repatriación nos une ante la demanda

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nos se encontraron hojas de coca perfectamente con-servadas, y para el general De La Fuente es una mues-tra de que la milenaria hoja “siempre unió al Ejército boliviano”.

“La coca es parte de nuestra vida, no sólo en el aspec-to medicinal, alimenticio sino espiritual, hay toda una cosmovisión, ha sido una particularidad no sólo del sol-dado, sino del Ejército de Bolivia, no había distinción de grados, la consumían todos, es una prueba de que era un factor de unidad nacional”, aseveró.

Es posible que en el lugar donde se encontraron los restos de los dos soldados bolivianos y de uno peruano, estén más cuerpos, pero es una tarea que debe encararla el Perú, porque se encuentra en su territorio.

El lugar de la batalla del Alto de la Alianza fue la me-seta del cerro Intiorko (en quechua, ‘Alto del Sol’) y a De La Fuente considerando que el general Narciso Campe-ro era un gran militar y que el presidente Hilarión Daza lo nombra comandante de la V División, le extraña que haya escogido ese lugar.

“La doctrina y arte militar recomienda que no pode-mos combatir cuando estamos en inferioridad de condi-ciones, de medios y número de soldados, por lo que se debe buscar un terreno apropiado para compensar la in-ferioridad. Si éramos cerca de 8.000 hombres y los chi-lenos 22.000; teníamos 8 cañones viejos, ellos 80; 4 me-tralletas viejas y ellos 40. Ante estos hechos la población paceña estaba enardecida contra Campero”, añadió.

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» Lo que se dice de Hilarión Daza es mentira, porque el general Campero nunca quiso movilizar a la V División de Ejército.

» Campero, siendo presidente, salió obligado a la batalla del Alto de la Alianza y después del desastre (de la batalla) se ocultó dos semanas en Coro Coro.

» El pueblo quería levantarse y Campero tuvo que entrar de noche a la ciudad de La Paz, está escrito en los libros de Oblitas, de Hugo Robles Barragán, refiere De La Fuente.

» Para el exjefe militar es importante develar, ahora que se repa-triaron los restos de los dos soldados, “aspectos de la conducta de la oligarquía que favorecía los intereses chilenos”.

» Julio Méndez, por encargo de Daza, elaboró un plan estraté-gico por el cual los ejércitos aliados (Bolivia y Perú) no debían ir a buscar al enemigo (Chile) a la costa donde era fuerte, sino esperarlo y destruirlo en la sierra, donde Bolivia era fuerte e invencible, dice Oblitas.

DATOS

El general en retiro Edwin De La Fuente, excomandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, como militar dijo que siempre valora el comportamien-to del soldado boliviano que siempre y en todo los conflictos luchó en in-ferioridad de condiciones, pero respondió de manera “estoica, heroica”.

“Siempre hemos luchado contra grandes poderes, en la guerra del Chaco, del Pacífico, en la Confederación Perú Boliviana, contra el impe-rio, en la Independencia y en condiciones precarias, lo que demuestra la valentía y compromiso del pueblo boliviano. Su población siempre dio una respuesta más allá de sus esfuerzos”, expresó.

“Pero frente a ese escenario de valentía, de compromiso y patrio-tismo, las elites en Bolivia siempre estaban al contrario, del lado del extranjero, de las transnacionales, del imperio. Lo que gravitó en las derrotas, si hubiéramos tenido la contribución de verdaderas elites como en otros países, que construyeron estados, la historia hubiese sido distinta”, dijo.

De La Fuente añadió que, por ejemplo, “Aniceto Arce estaba espe-rando que Chile le cumpla con sus minas, asistió a una reunión secreta en ese país (en pleno conflicto)”.

Además recurriendo a Édgar Oblitas Fernández, autor de ‘Historia secreta de la Guerra del Pacífico’, asegura que no es verdad que no to-mamos previsiones, porque hasta 1874 se da la pugna de patriotas bo-livianos contra la oligarquía, donde muchos murieron asesinados. Tam-bién existía un plan boliviano para enfrentar los conflictos.

“Campero, Arce, Eliodoro Camacho han sido parte de la trama para estar a favor de los intereses chilenos. El pueblo boliviano debe saber el papel que jugó la oligarquía, porque Camacho y Campero le dieron un golpe a Daza, y lo matan cuando vino a explicar lo que realmente pasó. ¿Por qué no le dejan decir su verdad? ¿Por qué la comitiva que lo recibe en Uyuni lo asesina por la espalda?”, cuestionó.

Elites siempre estaban con el contrario, nunca con el pueblo

4La repatriación nos une ante la demanda

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l Segundo de Infantería, acantonado en la actualidad en la ciudad de Sucre y con el mismo denominativo, supo mostrar a lo largo de la histo-

ria nacional su lealtad con la patria y dio muestras de valor y heroísmo durante su participación en la Guerra del Pacífico, a la cual asistió tras el llamado que hizo el presidente Hilarión Daza, en 1879.

El coronel Julio Díaz Arguedas, en su libro Re-gimiento 2º de Infantería, reseña la historia de este bizarro contingente militar que supo demostrar lealtad con la causa independentista y posterior-mente con la consolidación de la nación.

“Sobre la base de las tropas que habían lucha-do en favor de la independencia altoperuana, el presidente Sucre organizó la segunda unidad de infantería con un efectivo de dos jefes, 30 oficia-les, un cirujano, un capellán y 800 individuos de tropa, formando ocho compañías”, describe.

A esta nueva unidad, el libertador Antonio José de Sucre lo denominó Batallón No. 2 de Boli-via, siendo sus organizadores el coronel Anselmo Ríos y el teniente coronel José Ballivián, que pos-teriormente llegó a ser presidente de Bolivia. En sus filas de oficialidad destacaban Gregorio García Lanza, prócer de la independencia, “además de oficiales como Belzu, Prudencio, Deheza y otros subalternos que en el correr de los años llegaron a ocupar puestos de expectación en el Ejército y fueron generales de la República”.

Como primera tarea asignada a la nueva uni-dad fue la de consolidar la independencia de los valles de Totora y Vallegrande, dando fin a la pre-sencia de las tropas españolas que aún continua-ban en tierras americanas, la misión fue cum-plida a cabalidad por el Batallón Constitucional como llegó a denominarse en esos primeros años del naciente país.

En 1849 fue reorganizado y pasó a denomi-narse el Batallón Granaderos 2º de la Guardia, luego Manuel Belzu lo tuvo como su guardia presidencial bajo el nombre de Chorolque. En esa época fue reconocido por la firmeza y valor de sus integrantes, que ante cualquier intento de rebelión actuaba de inmediato. El solo hecho

Segundo de Infantería,

lealtad y valor

eVíctor Hugo Chambi Ocaña

de saber que “el Chorolque estaba en camino hacía que los sublevados huyeran en desbanda-da”, apunta el escritor.

El Chorolque luchó por consolidar a la nación durante varios gobiernos, también fue reorgani-zado en cuatro oportunidades y es recordado a fi-nales de 1871 por la lucha que entabló el Batallón Verdes, como era conocido en esa época por su uniforme, contra el dictador Mariano Melgarejo, saliendo victorioso dirigido por su jefe, Severino Zapata, que años después fue héroe de la Guerra del Pacífico.

Valor y heroísmo en la Guerra del Pacífico“El presidente (Hilarión) Daza reorganizó el

Ejercito creando nuevas unidades tanto en el nor-te como en el sur, con tal objetivo fueron refunda-das las columnas de policía de Potosí y Sucre, las que aumentadas con 150 jóvenes, reclutados en esta última ciudad, pasaron a constituir una uni-dad del Ejército con la denominación de Batallón Sucre 2º de la Guardia. Sus efectivos no pasaban

de unas 400 plazas y su jefe era el coronel Pruden-cio Niño de Guzmán”, describe Díaz en el texto.

Debido a que su uniforme consistía en una fun-da blanca, chaqueta amarilla, pantalón blanco con tira amarilla, abarcas y la clásica sabana, de uso en todo el Ejercito, el pueblo denominaba a esta uni-dad Batallón Amarillos, nombre con el que pasó a la historia después de la Guerra del Pacífico, en la que supo distinguirse rivalizando en gloria y he-roísmo con el renombrado Batallón Colorados.

Los Amarillos, durante la Batalla del Alto de la Alianza, ocuparon el ala izquierda, donde se concentró la mayor fuerza de ataque chilena, pero también la mayor resistencia de las tro-pas aliadas.

“En aquel punto, situado a una milla de dis-tancia, acababa de entrar en acción la infantería. El bravo e incomparable Batallón Sucre 2º de Lí-nea comenzaba a escribir con su sangre y sobre la arena calcinada de aquel desierto abrumador. La epopeya más gloriosa que acaso registran las páginas de nuestra historia”, resalta el historia-dor boliviano.

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Foto 1.- El Re-gimiento Sucre luce el unifor-me amarillo desde 1879.

Foto 2.- Estan-darte de los ve-teranos que par-ticiparon en la Batalla del Alto de la Alianza.

Conformado por el Libertador Sucre, consolidó la independencia de la nación y en la Guerra del Pacífico demostró heroísmo y valor.

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legó el 14 de febrero de 1879. Se cumplió el plazo de un año que dio el Gobier-no boliviano a las salitreras para el pago del impuesto

de 10 centavos por quintal de salitre explotado. Como respuesta Chile invadió Antofagasta, pero recién el 5 de abril de 1879 declaró la Guerra a Bolivia y Perú. La reacción llevó a que los perua-nos y bolivianos invocaran el Tratado Defensivo para librar la contienda bélica.

Roberto Querejazu Calvo (+), historiador bo-liviano, relata en su libro Guano, salitre y sangre que el Congreso boliviano aprobó el 8 de no-viembre de 1872 una ley que en su artículo pri-mero indica: “El Poder Ejecutivo celebrará un tratado de alianza defensiva con el Gobierno del Perú contra toda agresión extraña, y se le autoriza a poner en ejecución, en caso necesa-rio, los pactos que se estipulen y a declarar la guerra si fuese necesario”.

Además en su artículo tercero señala que “esta ley permanecerá reservada hasta que el Eje-cutivo necesitase hacer uso de ella”.

El Tratado fue firmado el 6 de febrero de 1873, como respuesta a las pretensiones que se obser-vaban por parte de las autoridades chilenas a los reservorios de guano y salitre de las provincias de Antofagasta, en Bolivia, y Tarapacá, en Perú, además de la carrera armamentista iniciada por ese país, que mandó construir dos fragatas blin-dadas: el Cochrane y el Blanco Encalada.

El canciller del Perú José de la Riva Agüero y el ministro plenipotenciario de Bolivia Juan de la Cruz Benavente fueron los encargados de firmar el tratado defensivo, que en su artículo dos da a conocer los alcances de la alianza que “se hará efectiva para conservar los derechos expresados en el artículo anterior, y especialmente en los ca-sos de ofensa que consistan: I) En actos dirigidos a privar a algunos de las Altas Partes contratan-

LVíctor Hugo Chambi Ocaña

José de la Riva AgüeroCanciller del Perú en carta a su embajador en Argentina (1873)

Los únicos temores de guerra que por muchos años podemos temer son los que inspira el manifiesto deseo de

Chile de ensancharse a expensas de Bolivia”.

artículos tiene el Tratado Defensivo, once son del

acuerdo original y uno adicional que se firmó después.

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Foto 1.- Sala de la Alianza Perú-Bo-livia en el Museo Militar Histórico Eduardo Casis del Colegio Militar.

Foto 2.- Bonete y charreteras del Ma-riscal Andrés de Santa Cruz, protector de la Confederación Perú-Boliviana.

Bolivia y Perú firmaron un tratado defensivo frente a las pretensiones de Chile sobre el salitre de Antofagasta (Bolivia) y Tarapacá (Perú).

ChiLe Contra La aLianza Perú-BoLiviana

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12tes de una porción de su territorio, con ánimo de apropiarse su dominio o de cederlo a otra poten-cia; II) En actos dirigidos a someter a cualquiera de las Altas Partes contratantes a protectorado, venta o cesión de territorio, o a establecer sobre ella cualquier superioridad, derecho o preemi-nencia que menoscabe u ofenda el ejercicio am-plio y completo de su soberanía o independencia, y III) En actos dirigidos a variar o anular la forma del Gobierno, la Constitución Política o las leyes que las Altas Partes contratantes se han dado o se dieren en ejercicio de su soberanía”.

Después de la invasión de Chile a Antofagas-ta, el presidente peruano Manuel Prado ofreció su intervención entre ambos países, extremo que fue aceptado, pero que después fue cuestio-nado por Chile, se alegó que la existencia del Tratado lo descalificaba como mediador e inclu-sive utilizó dicho argumento para declarar la guerra a ambos países.

La alianza sirvió para que Bolivia y Perú en-frentaran juntos a Chile desde abril de 1879 has-ta el 26 de mayo de 1880, en la batalla del Alto de la Alianza, donde Bolivia dejó la contienda, aun-que continuó enviando materiales a Perú.

En octubre de ese año, durante la conferen-cia de paz en el buque estadounidense Lac-kawanna, Chile exigió la abrogación del Tra-tado, pero no tuvo éxito.

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especial domingo 23 de agosto de 20158

n 1880, con preci-sión el 26 de mayo, en el cam-

po del Alto de la Alianza, Bo-livia y Perú enfrentaron uni-dos a Chile en defensa de sus riquezas, el salitre y el guano.

Pasaron 135 años y hoy se repite esa unidad con la repa-triación de los héroes comba-tientes en esa batalla.

En el gabinete binacional, realizado en Puno, Perú, el 23 de junio, la delegación pe-ruana confirmó el hallazgo de dos soldados bolivianos y uno peruano, en el campo del Alto de la Alianza y que éstos serán repatriados a Bolivia.

Esto se concretó el 17 de agosto. Los restos mortales llegaron a La Paz desde Lima y luego fueron enviados a Su-cre, de donde salió el contin-gente del entonces Batallón Sucre 2º de línea, en defensa del litoral boliviano.

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1 Foto 1.- Los ataúdes del comba-tientes bolivianos hallados en el campo del Alto de la Alianza.Foto 2.- Soldados del Regimiento Sucre, recogen, en Lima, los res-tos de sus héroes para llevarlos a Bolivia.Foto 3.- Escena de la película pe-ruana La Gloria del Pacífico, en la cual se observa la participación de los soldados de la alianza.Foto 4.- La sala de la Guerra del Pacífico, en el Museo Histórico Militar Eduardo Casis, del Colegio Militar.Foto 5.- Uniforme y cañón utiliza-dos en la campaña del Pacífico; al fondo una bandera de la contienda.Foto 6.- Uniformes del Ejército bo-liviano en campaña, los Colorados de La Paz, los Amarillos del Sucre y los Verdes de los Libres del Sud.Foto 7.- Uniformes de los oficiales del ejército peruano, que se en-cuentran en el Museo Histórico del Colegio Militar en La Paz.Foto 8.- Dibujo de uno de los com-batientes del Batallón Sucre 2º de línea, en la Guerra del Pacífico.

PuEblos unidos Por la dEfEnsa dE la sobEranía

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