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1 PEDRO LEZCANO MONTALVO La chabola LOCALIZACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN Autor: (Madrid, 1920 – Las Palmas de Gran Canaria 2002). Huérfano de madre al nacer, como su hermano mayor (hijo de un matrimonio anterior). Ambos criados por una mujer contratada por su padre (Julia), única referencia tierna en su infancia, además de su abuela materna (Petra Grande), con la que vivía en períodos vacacionales en Toledo. Estudió en una escuela pública cerca de la Fuente del Berro. Mantuvo una estrecha relación con su hermano Ricardo, reforzada por la pérdida de la figura materna al nacer. No fue buen alumno, prefería vagabundear por la estación de Atocha. Sus ausencias escolares eran compensados por las clases particulares impartidas por su hermano. Se aficionó al dibujo desde la infancia y le acompañaría el resto de su vida. Mantuvo relación con pintores como por ejemplo, Miró Mainou o Felo Monzón. Mantuvo una relación discontinua con las Islas hasta 1934 en el que su padre decide instalarse definitivamente en Las Palmas de Gran Canaria. Comienza sus estudios en el instituto Pérez Galdós, donde toma contacto con un pequeño grupo de inquietos estudiantes, como Ventura Doreste o Agustín Millares, y colabora con la revista estudiantil Spes. Aquí recibe su primer premio literario con el poema “Canción de Castillo”. La visión del fusilamiento de un maestro de izquierdas en el cuartel de La Isleta donde servía será el origen de su pacifismo y antimilitarismo. Sus primeros años universitarios (1942) son en la Universidad de La Laguna, después se traslada a la Facultad de Filosofía en Madrid, donde sobrevive dando clases de matemáticas. En el contexto madrileño se relaciona con las distintas tertulias (Café Gijón, Café Lisboa...) que intentaban recuperar el vigor literario de la posguerra, pero la presión ambiental (pobreza material e intelectual) y la política (censura) genera una poesía preciosista y escapista, de gran preocupación formal aunque incapaz de mostrar la miseria moral y humana de la posguerra. En esta época colaboró en varias revistas literarias, especialmente en Garcilaso (basada en el clasicismo petrarquista) y en Espadaña (que preconizaba una poesía desarraigada y realista). Fue incluido en la Antología parcial de la poesía española (1936-1946) elaborado por Espadaña. Cansado de sus estudios universitarios decepcionantes, Lezcano regresa a Canarias, donde se casa con Carmen Jaén Teixidió y se dedica profesionalmente a la impresión, oficio que le permitió colaborar con los principales proyectos literarios de la época (Planas de poesía, Alisios...) y también le sirvió de

Esquema de La Chabola de Pedro Lezcano

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Page 1: Esquema de La Chabola de Pedro Lezcano

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PEDRO LEZCANO MONTALVO

La chabola

LOCALIZACIÓN Y CONTEXTUALIZACIÓN

Autor: (Madrid, 1920 – Las Palmas de Gran Canaria 2002).

Huérfano de madre al nacer, como su hermano mayor (hijo de un matrimonio

anterior). Ambos criados por una mujer contratada por su padre (Julia), única

referencia tierna en su infancia, además de su abuela materna (Petra Grande), con

la que vivía en períodos vacacionales en Toledo.

Estudió en una escuela pública cerca de la Fuente del Berro.

Mantuvo una estrecha relación con su hermano Ricardo, reforzada por la pérdida

de la figura materna al nacer.

No fue buen alumno, prefería vagabundear por la estación de Atocha. Sus

ausencias escolares eran compensados por las clases particulares impartidas por

su hermano.

Se aficionó al dibujo desde la infancia y le acompañaría el resto de su vida.

Mantuvo relación con pintores como por ejemplo, Miró Mainou o Felo Monzón.

Mantuvo una relación discontinua con las Islas hasta 1934 en el que su padre

decide instalarse definitivamente en Las Palmas de Gran Canaria.

Comienza sus estudios en el instituto Pérez Galdós, donde toma contacto con un

pequeño grupo de inquietos estudiantes, como Ventura Doreste o Agustín

Millares, y colabora con la revista estudiantil Spes. Aquí recibe su primer premio

literario con el poema “Canción de Castillo”.

La visión del fusilamiento de un maestro de izquierdas en el cuartel de La Isleta

donde servía será el origen de su pacifismo y antimilitarismo.

Sus primeros años universitarios (1942) son en la Universidad de La Laguna,

después se traslada a la Facultad de Filosofía en Madrid, donde sobrevive dando

clases de matemáticas.

En el contexto madrileño se relaciona con las distintas tertulias (Café Gijón, Café

Lisboa...) que intentaban recuperar el vigor literario de la posguerra, pero la

presión ambiental (pobreza material e intelectual) y la política (censura) genera

una poesía preciosista y escapista, de gran preocupación formal aunque incapaz

de mostrar la miseria moral y humana de la posguerra.

En esta época colaboró en varias revistas literarias, especialmente en Garcilaso

(basada en el clasicismo petrarquista) y en Espadaña (que preconizaba una poesía

desarraigada y realista).

Fue incluido en la Antología parcial de la poesía española (1936-1946) elaborado

por Espadaña.

Cansado de sus estudios universitarios decepcionantes, Lezcano regresa a

Canarias, donde se casa con Carmen Jaén Teixidió y se dedica profesionalmente a

la impresión, oficio que le permitió colaborar con los principales proyectos

literarios de la época (Planas de poesía, Alisios...) y también le sirvió de

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infraestructura para la resistencia antifranquista con la impresión de panfletos y

octavillas.

En 1956 fundó el Teatro Insular de Cámara, junto a su hermano Ricardo y un grupo

de amigos que representaban piezas de grandes autores contemporáneos. Este

grupo se disolvió en 1968 cuando Ricardo se marchó a Madrid. Lezcano participó

en el grupo como actor, director y autor.

Posee un compromiso con el Medio Ambiente y el regreso a los valores de una

sociedad más sostenible económica y ecológicamente.

La trayectoria política de Lezcano (consejero y presidente del Cabildo de Gran

Canaria, diputado del Parlamento de Canarias) se decantó por temas relacionados

con la educación y la conservación de la naturaleza.

Otras de sus pasiones fueron el ajedrez, el submarinismo y la micología.

Dentro de la literatura de posguerra, fue uno de los mejores exponentes de una

doble línea de compromiso: con la condición humana y con su territorio de

adopción, Canarias.

Época: (1920 - 2002)

Conoció los grandes cambios de la vida social y cultural de España en el siglo XX.

o Nace durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) durante el reinado

de Alfonso XIII (1902-1931).

o Conoce la II República (1931-1936) que derrocó a la monarquía borbónica.

o Vive la Guerra Civil (1936-1939).

o También asiste a la dictadura del general Francisco Franco (1939-1975).

o La transición democrática bajo la tutela del rey Juan Carlos I y la democracia

parlamentaria (1975- en adelante).

Movimiento literario:

Son destacable el protagonismo de las vanguardias en el siglo XX, porque

supusieron una ruptura de las distintas tendencias del siglo anterior,

especialmente el realismo. Las vanguardias están ligadas íntimamente a los

profundos cambios políticos y sociales producidos en el siglo XX.

La vida cultural española se vio truncada por la Guerra Civil. La posguerra se vio

ensombrecida por la muerte de personalidades de la época y por tanto representó

un parón cultural. A partir de los años sesenta se renueva la literatura gracias al

desarrollo y a la modernidad social. La sociedad, lo personal, el hombre y los

elementos surrealistas son elementos recurrentes en la literatura hasta nuestros

días.

Inicialmente está influenciado por los poetas de la Generación de 27,

especialmente, por Miguel Hernández.

Fue admirador de la triada modernista canaria: Saulo Torón, Alonso Quesada y

Tomás Morales, a los que considera padres espirituales de una obra poética

nacida en las Islas pero con vocación universal.

Junto a escritores como Agustín y José María Millares Sall, Ángel Johan y Ventura

Doreste inician la llamada poesía social que, posteriormente, se generalizará en

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España, con la que se denunciaba las injusticias sociales y los problemas del

hombre.

Obra:

Lezcano destaca en varios géneros (poesía, narrativa, teatro...)

Las revistas serán el primer marco de sus producciones.

o Poesía:

Etapa de formación (desde sus inicios, hasta 1947):

Cinco poemas (1944) pequeño folleto poético.

Poesías (1945) formado por seis poemas.

Romancero Canario (1946) poemario de siete romances

costumbristas.

Muriendo dos a dos (1947) su primer libro poético

propiamente dicho, las anteriores publicaciones eran

folletos breves.

Etapa social (desde 1947 en adelante): donde aparecen los

principales temas de preocupación existencial de su poesía:

Romance del tiempo (1950) extenso poema en el que se

incluyen dibujos del propio autor.

Consejo de paz (1965) poemario más maduro y combativo.

Biografía poética (1982) y Paloma o herramienta (1989) son

dos antologías poéticas.

o Teatro, por el que siente pasión desde su estancia en Madrid:

Desconfianza (1945) drama en un acto por el que obtuvo el Premio

Nacional de Teatro.

La ruleta del sur (1956) intento, según el propio autor de “de glosar

en poético esquema la vida canaria de los campos”.

La maleta (1982) monólogo poético muy popular debido a las

musicalizaciones y adaptaciones teatrales, en el que trata la forzada

emigración canaria.

o Narrativa:

El pescador (1964) cuento que ilustró con propios grabados, en el

que confluyen el tema del mar y la preocupación social.

Su principal obra narrativa es Cuentos sin geografía y otras

narraciones (1968). formado por once relatos.

Diario de una mosca, la rebelión de los vegetales (1994).

Contextualización del fragmento

o “La chabola” es un cuento que se incluye Cuentos sin geografía y otras

narraciones (1968). Obra que se compone de once relatos heterogéneos

que se pueden clasificar en tres grupos:

Los que desmitifican convenciones sociales.

Los que muestran la rebelión del hombre frente a fuerzas sociales.

Los que delatan situaciones sociales injustas. Entre los que se

encuentra “La chabola”, “Los zapatos de la cantadora”, “El

pescador” (relato que ya había publicado anteriormente en 1964).

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o Se denomina Cuentos sin geografía y otras narraciones porque se tratan de

cuentos que transcurren en lugares sin identificar y donde lo importante es

la acción que cuentan, independientemente de su entorno.

o Cuentos sin geografía y otras narraciones son ideas historiadas. El autor se

concentra en una idea central y la desarrolla, generalmente con un tono

irónico, satírico, humorístico o de pesimismo amargo y desalentador

o En “La chabola” Lezcano hace coincidir, a modo de viñeta, dos momentos:

uno cotidiano, el recogerse diario de una familia chabolista descrita con

una gran economía de medios (aunque en este contexto la expresión

“economía de medios” parece un sarcasmo); otro de impacto mundial, el

lanzamiento de un satélite. La relación de ambos momentos viene dada

por la fugaz visita de un norteamericano para advertirles de que tiene que

desconectar los electrodomésticos de la chabola. El cruce se realiza bajo el

espíritu de lo grotesco (ya se había adelantado esta pincelada con la

caracterización de la chabola como la ONU) y el malentendido de Juan el

chinchorrero y su familia.

CARACTERIZACIÓN DEL GÉNERO LITERARIO

Tema:

El tema que Pedro Lezcano nos presenta en este cuento con dos mundos bien

diferenciados, representados por Juan y el extranjero, es la pobreza, la humildad y

el desarraigo de la familia. Además, expone las desigualdades presentes entre los

dos mundos que confluyen: la ignorancia frente a la opulencia, el desarrollo

tecnológico. Por tanto es evidente que está muy presente pues el marcado

compromiso social propio del autor. Este compromiso se observa ya desde la

mención del título del relato (“La chabola”).

Resumen:

Está anocheciendo en un emplazamiento costero, en una playa se encuentra una

chabola construida con materiales reutilizados. En ella una familia está

organizándose para la noche, la madre reparte órdenes mientras cocina y manda a

callar al hijo menor que no para de llorar, además se mantiene una conversación

acerca de los “cohetes espaciales” que han lanzado los norteamericanos. Mientras

se reparte la cena, aparece un hombre extranjero que pide que se desconecten

los electrodomésticos, pero la familia cree que está pidiendo que mantengan en

silencio a su bebé.

Tono:

El cuento es un cuadro de costumbres que se presenta casi como una escena

teatral, breve pero intensa, con un cariz de exageración, por medio de un tono

irónico y humorístico, por lo grotesco de la trama, que pretende ser fiel reflejo de

la miseria humana y del desequilibrio social, cultural y económico que existe en el

mundo. El relato nos transmite una muestra del Lezcano comprometido y

testimonial a través del discurso narrativo.

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Estructura interna:

La introducción o planteamiento abarcarían los dos primeros párrafos en los que

sitúa la acción en un tiempo y espacio concreto (“Cuando anochece… sobre la

playa”); la chabola, la ONU, enclavada en la arena de la playa, es el hogar de Juan

y su familia. Asistimos a las órdenes de María que va repartiendo tareas, al tiempo

que inicia los preparativos para la cena.

El desarrollo abarca desde “¿Te vas a callar, condenado?”… hasta “Dicho lo cual y

como una ánima, el visitante desaparece”. En esta parte se presenta el conflicto:

“Hoy los americanos han echado otro cohete” que da pie a la aparición del

personaje extraño al que suponemos americano y que crea en la familia esa

confusión.

Desenlace. El final viene marcado por la pregunta de una asustada María: “¿Cuálo

dijo que hiciéramos? Y el temor de que los echen de su hogar. Se remata con un

cierre lleno de ironía “Y esta cena no tiene sobremesa…”.

Género literario:

El texto pertenece al género narrativo, debido a que un narrador, relata los

hechos acaecidos a una serie de personajes de un lugar y tiempo determinados.

Debido a su extensión y que se presenta como la descripción de una escena más

que el desarrollo de una acción, se puede catalogar como relato breve o cuento.

El carácter literario del texto es evidente. Pedro Lezcano nos presenta en esta

ocasión un cuento con tintes teatrales. El cuento es un subgénero narrativo en el

que se condensa en pocas páginas toda la esencia de una novela y el teatro es un

género que se caracteriza por sus apartes y sus diálogos. Por todo lo dicho,

podríamos considerar esta creación de Lezcano como un género híbrido, a caballo

entre la narrativa y el teatro.

Narrador:

El narrador es externo y omnisciente, pues no participa directamente en la trama

de la narración. Nos ofrece su punto de vista desde fuera y por eso utiliza siempre

la tercera persona verbal ofreciendo el testimonio de la vida diaria de una familia

trabajadora (“Juan deja apagar para después su virginio. Se reparte la cena,

mientras María amasa gofio y caldo con una vara verde”). El carácter de

omnisciente se puede observar en sus comentario sobre los acontecimientos

pasados (“A Juanitita la llamaban Juanona cuando niña, Juana siendo mujer

hermosa, Juanita al enviudar ya entrada en años, y ahora, apenas hilvanada ya en

este mundo, la llaman Juanitita”) También es interesante sus intervenciones

subjetivas, aportando sus impresiones (“como si su nombre, menguante año tras

año, no fuese el de ella misma, si no el de su futuro cada vez más chico”).

Se sirve del estilo directo para ahondar más en esa vida cotidiana de los

personajes y poder ofrecernos una visión más completa de la realidad (“Que Pepa

esta madrugada vaya a poner en cola las latas de agua porque luego se amontona

mucha gente. Que Justo no se olvide de ordeñar para el crío. Que Isabela no se

vaya al almacén sin limpiar a su abuela”).

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No obstante, algunas intervenciones del narrador responden más al estilo de la

acotación del texto dramático que a lo que conocemos por narrador propiamente

dicho (María, la madre, repartiendo órdenes monótonas, anima el fuelle de la

cocina…. Para que la humedad perpetua de la vieja no llegue hasta los niños).

Personajes:

Novela breve pero con gran cantidad de personajes.

Los personajes representan los dos mundos que se oponen en este relato y

reflejan la paradoja real de los estratos sociales, por un lado la familia y por el otro

el extraño.

La expresión de los personajes ayuda a observar sus características: María y Juan

utilizan un lenguaje coloquial-familiar, con expresiones y léxico acorde a su estatus

social, que en ocasiones roza lo vulgar (“¿Cuálo dijo que hiciéramos?). El extraño

presenta un acento raro y su forma de expresión es propia de alguien que no

domina bien el idioma (“Rogamos desconecten televisión, nevera y

electrodomésticos hasta mañana, para no interferencias al paso del satélite.

Gracias”). Estas formas discursivas se oponen a las del narrador, que presenta una

prosa más correcta cargada de un gran carácter poético (“La chabola de Juan el

chinchorrero está enclavada sobre la arena, en medio de las estrellas”).

Los personajes son planos ya que no evolucionan a lo largo de la historia y casi se

esfuman con el relato pero nos bastan para comprender lo que simbolizan.

La familia que habita la chabola está compuesta por tres generaciones: la abuela,

Juanitita, su hijo Juan y María, su esposa; y los hijos de ambos: Pepa, Justo, Isabela

y el bebé. que colaboran en las tareas. Isabela además trabaja en el almacén,

posiblemente un empaquetado de tomates y el crío, el hijo más pequeño del que

desconocemos su nombre, probablemente porque aún esté sin bautizar.

o Juan el chinchorrero: es el padre de familia, su oficio es el de pescador (su

apodo hace referencia al chichorro un pequeños bote de remos y aparejos

de pesca), es una persona de buen humor y relativamente culto ya que es

capaz de leer (“Poe eso Juan, que tiene buen humor y sabe leer los

periódicos”)

o María: es la matriarca familiar, es el personaje con mayor autoridad de la

familia, es la que se encarga de organizar las labores domésticas indicando

qué debe hacer cada uno (“Que Pepa esta madrugada vaya a poner en cola

las latas de agua, porque luego se amontona mucha gente. Que Justo no se

olvide de ordeñar para el crío. Que Isabela no se vaya al almacén sin

limpiar a la abuela...”)

o Juanitita: es la abuela de la familia, una mujer de avanzada edad con

pérdidas de orina (“ocupa el único colchón aislado con un plástico de

invernadero, para que la humedad perpetua de la vieja no llegue hasta los

niños”). El deterioro de su cuerpo es tanto que se pasa el día acostada y la

familia debe atenderla y limpiarla (“Que Isabela no se vaya al almacén sin

limpiar a la abuela...”).

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o Pepa, justa, Isabela y el bebé: son los hijos del matrimonio, los tres

mayores ayudan en las labores de la casa, siguiendo las órdenes de su

madre. Isabela también trabaja en un almacén (“Que Pepa esta

madrugada vaya a poner en cola las latas de agua, porque luego se

amontona mucha gente. Que Justo no se olvide de ordeñar para el crío.

Que Isabela no se vaya al almacén sin limpiar a la abuela...”). El hijo más

pequeño, de quien se desconoce su sombre, siempre está llorando, lo que

molesta a su familia, especialmente a su madre (“¿Te vas a callar

condenado?”).

o El extranjero: es un hombre desconocido, rubio, elegante y de extraño

acento (“Bajo el dintel se encorva un señor rubio y elegante, que con

extraño acento...”). Esto, junto al tema que trata con la familia (“Rogamos

desconecten televisión, nevera y electrodomésticos hasta mañana, para no

interferencias al paso del satélite. Gracias”) hace suponer que sea

americano.

Espacio:

Externo: La narración se ubica en la costa de una de las islas (“La chabola de Juan

el chinchorrero está enclavada sobre la arena, en medio de las estrellas. Una sola

pared de piedra sostiene la armazón y las otras tres las componen multicolores

hojalatas”). Parece tener lugar en un enclave de Canarias por el léxico empleado,

además de otros elementos (“gofio”, “papas”, “palidecerán quemadas por el sol

de la mañana”). En concreto se podría ubicar en Gran Canaria por la referencia

que se hace a las fiestas del Pino (“mareas del Pino”) y al Centro Espacial de

Canarias ubicado en Maspalomas (“Deberías pasarte por el tinglado de los

americanos”). Otra alusión a esta ubicación, es la referencia al plástico de los

invernaderos, tan usados en Canarias, especialmente para el cultivo de tomates y

posiblemente ese sea el almacén en el que trabaja Isabela, uno en el que se

envasaba esta fruta. Resulta muy pintoresco cómo el personaje del cuento se

sorprende de que los americanos se privan (alegran) por un volador que ni hace

chispas ni mete ruido, comparando así con su referente particular: los voladores

de las fiestas en Canarias.

Interno: La historia transcurre en una chabola ubicada en una playa, símbolo de la

pobreza. Es una chabola verdaderamente pobre, construida con diversos

elementos reciclados.

Tiempo:

Externo: Se puede enmarcar en la década de los sesenta, a la vez que un

acontecimiento de la astronáutica americana. Momento en el que fueron los

responsables de instalar, por una parte, grandes empresas tomateras y, por otra,

de ocuparse de las instalaciones del Centro Espacial de Canarias (ubicado en

Maspalomas) que en esos años fue responsabilidad de la NASA. Su cometido era el

del control y seguimiento de satélites de observación de la Tierra (“Hoy los

americanos han echado otro cohete, y dicen que nos pasará por arriba esta

noche”).

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Interno: La historia se desarrolla en unas pocas horas, transcurre durante un

anochecer, mientras María prepara la cena y reparte las tareas a cada uno de sus

hijos para el día siguiente.

JUSTIFICACIÓN LITERARIA (USO LITERARIO DEL LENGUAJE)

Figuras literarias:

La función poética del lenguaje está presente, ya que el autor tiene una

intencionalidad artística al utilizar múltiples recursos literarios.

Metáfora: (“toda la arena queda sembrada de estrellas marinas color sangre, que

durante la noche conservan su brillo”; “Juanitita al enviudar ya entrada en años, y

ahora, apenas hilvanada ya a este mundo”, “María, la madre, repartiendo órdenes

monótonas, anima el fuelle de la cocina”) con la que el autora través de su prosa

poética hace referencia en el tema marino, tan presente en sus obras, a cómo la

vida de la abuela se va apagando y el día a día de la familia.

Símil: “como sus hermanas celestes, palidecerán quemadas por el sol de la

mañana” gracias al cual hace alusión a las temperaturas de la isla, otro ejemplo

claro de su relación con Canarias. “Pero como una resaca pequeña y familiar, se le

oye a todas horas quién sabe qué rezados” con la que alude a la vejez y el

deterioro de la abuela. “Como un ánima” hace alusión al extranjero, por su

presencia casi imperceptible.

Sinestesia: (“el rezongo azul de la cocinilla”) refleja del carácter poético del relato,

reflejo de la miseria social (la chabola no tiene comodidades, el hogar es una

cocinilla).

Antítesis: (“de los sonoros guijarros a la silenciosa arena”) es evidente la presencia

temática del mar y el carácter isleño.

Metonimia: (“Juan deja apagar, para después, su virginio”) Juan el pescador, fuma

cigarros (virginio), pero sus recursos son escasos, y por tanto no debe malgastar

nada.

Hipérbole: (“María saca de la cazuela el pescado, que de puro fresco se revira

oloroso sobre las papas nuevas”) el carácter marino es evidente, así como el oficio

de Juan. Este, con lo poco que pesca puede alimentar a su familia, que aunque se

escaso, es muy fresco.

Paralelismos: (“Que Pepa… Que Justo… Que Isabela…”, “Cañazo al niño, soplo al

carburo”) los paralelismo ayudan a comprender el día a día de la familia a través

de las órdenes de María y sus acciones.

Personificación: (“El fuelle de la cocina, cuyo rezongo azul convoca a la familia al

olor del pescado”) reflejo de la pobreza. Los recursos de los que disponen son

pocos, y es inevitable que todos estén dispuestos a comer lo que tienen.

Animalización: (“berrea sin cesar el niño más pequeño”) refleja la miseria social. El

bebé no para de llorar, tanto que se parece más a un animal que a una persona.

Esto puede deberse a sus escasos recursos para alimentarlo.

Degradación: (“Juanona, Juana, Juanita, Juanitita”) cuando se relatan las variantes

del nombre de la abuela cada una de ellas en progresiva decadencia en relación

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con la anterior que refleja la situación que padece la anciana. En este caso está

usada en tono humorístico: al hacerse más mayor, su nombre aparece más

empequeñecido (diminutivo) relacionado con su futuro cada vez más chico.

Ironía y humor: está presente durante todo el relato, es un humor amargo reflejo

de la situación personal y social (“Juan... suele llamar la ONU a su chabola”,

“Rogamos que desconecten televisión, nevera y electrodomésticos hasta mañana”,

“Ha de ser este crío llorón que despierta a todo el mundo”, “No comprendo cómo

se privan con un volador que ni hace chispas ni mete ruido”).

Rasgos propios:

Lezcano fue siempre fiel a una doble posición ante la poesía y la propia vida, lo

que dio coherencia a todo su proyecto existencial, pues en él se combina lo

humano real con lo trascendente, lo culto con lo popular, el misterio con la luz del

mundo.

La vertiente popular de Lezcano está entrañada de lo vivo y cercano y se alimenta

de la realidad. De ahí que hiciera converger su obra literaria con la expresión

popular por excelencia: la canción. De hecho, diversos grupos musicales de las

islas han puesto música a sus poemas.

La trayectoria de Lezcano nos muestra inicialmente a un poeta clásico y amoroso,

garcilasista y platónico, rigurosamente ortodoxo en la forma de sus poemas, para

dar paso a una voz social y profunda, a veces populista, cercano a la realidad

social.

Su temática gira en torno a diversos conceptos o pensamientos: la tierra, la mujer,

el mar, las costumbres, el paisaje…

La Tierra, como planeta que merece nuestro amor y cuidado, es entendida por

Lezcano en una cuádruple dimensión: como género humano, que deriva del barro

original; como paisaje y entorno vital del hombre; como mujer, que enraíza al

hombre; y como oposición trágica al cielo, nunca alcanzado.

En la obra de Lezcano el compromiso con la población más humilde o desarraigada

a través de la denuncia de un sistema político y económico profundamente injusto

(también una profética preocupación ecológica). Concretamente esto lo

constatamos en “La chabola”, ya que sus personajes son humildes y viven en

condiciones infrahumanas, mientras que se constata el desarrollo tecnológico con

el lanzamiento del cohete.

Relaciones léxico-semánticas y morfosintácticas:

El mar, constante en la literatura canaria, reaparece en un extraño primer plano

en este texto. Numerosos vocablos relacionados con él decoran la escena dando

lugar a su campo semántico (“playa, arena, estrellas marinas, chinchorrero, agua,

pescado, altas mareas del Pino, sal mojada…”). Todos adquieren un valor

connotativo puesto que reflejan la humildad y necesidad de quienes aún viven de

él.

Aparecen también antónimos como “noche”/”mañana”, pero es significativo el

que se establece entre “arena”/”estrellas” que actúa como coordenadas en la

ubicación de la chabola de Juan.

Page 10: Esquema de La Chabola de Pedro Lezcano

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La presencia de ciertos sinónimos colabora igualmente a darle la necesaria

cohesión semántica al texto (“berrea”/”llorón”, “cohete”/”volador”).

Es destacable el uso de léxico popular canario (“carburo, choza, rezados, revira,

papas, gofio,…), incluso vulgarismos como “cúalo”. Que sirven, no solo para

contextualizar el texto ubicándola en un lugar determinado (Canarias es la patria

adoptiva del autor), sino para caracterizar a los personajes y su condición social.

En el nivel morfosintáctico, abundan los adjetivos especificativos: “órdenes

monótonas”, “rezongo azul”, “red vieja” “humedad perpetua”, “señor rubio y

elegante”, que seleccionan y restringen el significado del sustantivo al que

acompañan.

Son más numerosos los sustantivos concretos puesto que se trata de retratarnos

un mundo precario abalado por la necesidad y la falta de medios (“red, hojalatas,

tablas, humedad, cortina de lona, dintel…”) frente a otro más rico donde no falta

de nada (“televisión, nevera y electrodomésticos”).

La forma verbal predominante es el presente habitual (“anochece”, “quedan”,

“anima”, “convoca”, “zumba”, “ocupa”, “abre”, “oye”), que supone la reiteración

de las acciones. Solo los verbos correspondientes a la llegada del americano

(“ladran”, “llegan”, “aparta”, “encorva”, “dice”) parecen estar en presente actual.

Es importante también el uso del presente de subjuntivo con valor de mandato

(“Vaya”, “olvide”…).

La modalidad oracional utilizada es la enunciativa, si bien aparece la modalidad

exhortativa a través de las órdenes que le da María a sus hijos y la interrogativa

directa.

Es significativo el uso al final del cuento de frases en las que se observa la elipsis

del verbo en forma personal (“cañazo al niño, soplo al carburo, y un asustado

arrebujar de mantas en la penumbra lunar de la chabola de Juan el

Chinchorrero”). Estas frases contribuyen a reforzar el miedo y a acelerar el final.

PARTE MÁS LLAMATIVA DEL FRAGMENTO

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS DEL AUTOR Y EL TEMA SOLICITADO

POSICIONAMIENTO

CONCLUSIÓN Y CIERRE TEXTUAL