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Martínez Tanahara Zyanya Irais Esquema de proyecto: Hiperrealismo y fantasma En El complot del arte. Ilusión y desilusión estética , Baudrillard denuncia la pérdida de la ilusión en el arte. Éste se ha vuelto hiperrealista desde el momento en que la técnica ha "superado" a la realidad misma, de modo que lo real es un fantasma y ese arte sin ilusión se ha convertido en la verdad. Es una pérdida del silencio, en que la imágen ensordecedora acalla a la realidad, ocasionada por la búsqueda de la simulación perfecta. Es esta pornografía que lleva la imagen a su hiperrealidad, en que el sexo real espera de sí aquello dado por la imagen y el deseo pierde su vida, su movilidad, pues espera lo estático. La potencia de la imagen es justamente dada por no ser real, es una ilusión, un fantasma. Rosset muestra claramente que tener al fantasma por real es la lógica que lleva a que éste se convierta en el monstruo hiperrealista. Escribe que la fotografía nunca tiene a su objeto, como el voyerista, el amante, el fetichista, etc. Se piensa al fantasma como simulación, como lo que está y abre un ámbito de realidad otro que el de lo real, pero que termina siendo no-verdad (negación absoluta de realidad). Pero en ser simulacro está su cualidad, porque puede establecerse relación con ello al ser mediación, a diferencia

Esquema de Proyecto

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Page 1: Esquema de Proyecto

Martínez Tanahara Zyanya Irais

Esquema de proyecto:

Hiperrealismo y fantasma

En El complot del arte. Ilusión y desilusión estética, Baudrillard denuncia la pérdida de la

ilusión en el arte. Éste se ha vuelto hiperrealista desde el momento en que la técnica ha

"superado" a la realidad misma, de modo que lo real es un fantasma y ese arte sin ilusión se

ha convertido en la verdad. Es una pérdida del silencio, en que la imágen ensordecedora

acalla a la realidad, ocasionada por la búsqueda de la simulación perfecta.

Es esta pornografía que lleva la imagen a su hiperrealidad, en que el sexo real espera de sí

aquello dado por la imagen y el deseo pierde su vida, su movilidad, pues espera lo estático.

La potencia de la imagen es justamente dada por no ser real, es una ilusión, un fantasma.

Rosset muestra claramente que tener al fantasma por real es la lógica que lleva a que éste se

convierta en el monstruo hiperrealista. Escribe que la fotografía nunca tiene a su objeto,

como el voyerista, el amante, el fetichista, etc. Se piensa al fantasma como simulación,

como lo que está y abre un ámbito de realidad otro que el de lo real, pero que termina

siendo no-verdad (negación absoluta de realidad). Pero en ser simulacro está su cualidad,

porque puede establecerse relación con ello al ser mediación, a diferencia del objeto. Sólo

miente cuando se le considera como realidad, y la realidad se convierte en fantasma, e.g.

pensar que la fotografía no puede atrapar lo real es pensar la mímesis como copia.

Por ello, se indagará cómo debe ser pensado el fantasma, la ilusión, para qué no se vuelva

hiperreal, sino que le sea devuelto su papel de fantasma y, a la realidad, de real. No es,

como señala Rosset, que el fantasma sea lo siempre infiel a lo real, pues ya se ha señalado

que ese es el camino de la hiperrealidad, sino que se trata de devolverle su propio reino. El

terreno del fantasma es entre objeto y sujeto, no es una realidad totalmente escindida, sino

que habita en lo real (sin ser la realidad misma).

La respuesta tiene que ver con el fallo de Rosset del ver la movilidad intrínseca a lo

“estático”, lo cual queda puede pensarse desde el ejemplo del puente que Heidegger brinda

en Construir, habitar, pensar. Si se le devuelve la movilidad al fantasma, puede ser un

modo de configuración de lo real. Hay que analizar la mímesis como un volver a hacer,

que, sin embargo, habita en lo real.

Page 2: Esquema de Proyecto

Este fallo en la concepción del fantasma, su hiperrealización, tiene que ver con el

fetichismo de la idea, que es posible pensar desde el diagnóstico de Marx de la enajenación,

un modo general del fetichismo, que será explicado a través de un texto temprano suyo.

Por último, como ya no sucede que "Lo real es lo que disipa las fantasmagorías", es decir,

que ya no se muestra la mentira del fantasma a través de la verdad, cabe buscar qué sería lo

real cuando al fantasma se le devuelve su reino.

En resumen, se trabajará lo siguiente:

- Mímesis, tres veces alejada del ser

- Hiperrealismo del fantasma, fantasmagoría de lo real

- Posibilidad de la mímesis reconfiguradora

- ¿Qué es el fantasma?

- Fetichismo de la idea

- ¿Qué es lo real?

Bibliografía

Agamben, G., Estancias. La palabra y el fantasma en la cultura occidental, Pre-Textos, Valencia,

2006.

Baudrillard, J., Cultura y simulacro, Editorial Kairós, Barcelona, 1978.

Baudrillard, J., El complot del arte. Ilusión y desilusión estéticas, Amorrortu, Buenos Aires, 2006.

González Valerio, M. A., Un tratado de ficción. Ontología de la mimesis, Herder, México, 2010.

Marx, K., Manuscritos de economía y filosofía, trad., introd. y notas de Francisco Rubio Llorente,

Alianza, Madrid, 2003.

Heidegger, M., “Construir, habitar, pensar” en Conferencias y artículos, trad. Eustaquio Barjau,

Serbal, Barcelona, 1994.

Rosset, C., Fantasmagorías. Seguido de lo real, lo imaginario y lo ilusorio., Abada, Madrid, 2008.