Esquizofrenia y Cultura Moderna

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  • 7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna

    1/10

    Vol.

    24 n1 pp. 1-9

    ema. com

    ISSN 0214 9915 CODEN PSOTEG

    Copyright

    2012 Psicothema

    Esquizofreniaycultura moderna razones del locura^

    Marino Prez-lvarez

    Universidad de Oviedo

    Despusdesealarlaincertidumbreyconfusin a la que hallevadola investigacin neurobiolgica

    de laesquizofrenia, como muestrany reconocen revisiones recientes,se ofrecen siete razones parasu

    reconsideracin comountrastorno delyoms que del cerebro.Laprimera razn em pieza por conceb ir

    la esquizofrenia comountrastornodely o ,en laperspectivade la fenomenologa actual.Lasegunda

    relaciona el hechode su origen reciente a partir de 1750) con la particular configuracin del yo

    modernoy lagran transformacin de lacomunidaden lasociedadde los individuos industrializacin,

    urbanizacin).La tercera hace hincapien la afinidad entre esquizofrenia y adolescencia,unaedad

    crticaen la formacin del yo, queempeza serproblemtica a finalesdel siglo xviii.Lacuartaes

    el mejor pronstico

    de la

    esquizofrenia

    en los

    pases

    en

    desarrollo, respecto

    de los

    desarrollados,

    lo

    que probablemente tieneque verconelprocesodemodernizacin que todava conserva estructuras

    comunitarias

    en los

    pases menos d esarrollados).

    La

    quinta

    es la

    alta incidencia

    de

    esquizofrenia entre

    emigrantes , como hechoaexplicar en trminos de un modelo socioev olutivo. La sexta revisalaleyenda

    gentica

    de la

    esquizofrenia, cmo

    la

    epigentica devuelve

    el

    protagonismo

    al

    ambiente.

    La

    sptima

    y ltima razn serefiere a lareconsideracinde la terapia psicolgica como posible tratamientode

    elecciny nomeram ente adjunto a lamedicacin, sabido que paralospacienteses msimportantela

    qumica interpersonal quelaneuroqumica.

    Schizophrenia

    and

    modern culture: Reasons

    for

    insanity

    After pointing out the uncertainty and

    confusion to which neurobiological researchhas led schizophrenia,as shown andacknowledgedin

    recent reviews,we offer seven reasons for reconsidering schizophrenia adisorderof theself, rather

    thanof the brain. The first reason startsout conceiving schizophreniaas adisorderoftheself,in the

    perspectiveofcurrent phenomenology. The second relates the factofits recent origin asof1750) with

    the particular configuration of the modern self andwith thegreat transformation of thecommunity

    into

    a

    society

    of

    individuals industrialization, urbanization). The third reason emphasizes

    the

    affinity

    between schizophrenia and adolescence,a critical age in theformation of theself, which startedto

    be problematicat the end ofthe 18thcentury.Thefourth is thebetter prognosisof schizophreniain

    developing cou ntries, in comparison to developed countries , which probably has to do with the process

    of modernization which still maintains comm unity structuresinless developed coun tries). The fifthis

    the high incidenceof schizophrenia among immigrants,as afactto beexplained intermsof asocio-

    evolutionary model. The sixth reason reviews the genetic legendofschizophrenia, and how epigenetics

    gives protagonism backtothe environm ent. The seventh and last reason refers to the reconsiderationof

    psychological therapyasthe possible treatmentofchoice and not merelyanadjunct to m edication, asit

    is known that,forpatients, interpersonal chemistry ismore important than neurochemistry.

    squizofrenia es probablemente el trastorno mental ms de-

    te para la comprensin humana y la explicacin cientfica. La

    izofrenia ya impresiona. Sugiere de inmediato

    ugiere divisin de un todo que debiera

    acin de un enfoque. Asimismo, la esqui-

    ia guarda asociacin con la locura, que tambin tiene su am-

    Fecha aceptacin: 30-10-11

    de

    Psicologa

    deOviedo

    Oviedo Spain)

    un Quijote, y temible, por lo que suponga de prdida de la razn y

    desatino. No es fcil dirimir entre la locura y la cordura. De acuerdo

    con un clebre aforismo de Franois de la Rochefoucauld, si una

    persona parece cuerda, quiz sea porque sus locuras son proporcio-

    nadas a su edad y condicin. Por su parte, demasiada cordura puede

    sumir a uno en la ms insulsa sensatez. Se ha contrapuesto la locura

    a la razn. Y si la locura fuera la razn presentada de otra manera?

    La locura de don Quijote estaba entreverada de razn, y animada de

    buenas razones paraenderezar estos nuestrosdetestables siglos {Don

    Quijote

    Primera parte, cap. XI). La cuestin es que nadie se vuelve

    loco sin alguna razn. Todas estas connotaciones forman parte de la

    esquizofrenia y sus dificultades de comprensin y explicacin.

    Nota del autor: este trabajo es una versin abreviada dela Leccin Inaugural

    del Curso Acadmico 2011/12 delaUniversidad de Oviedo.

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    MARINO PREZ-LVAREZ

    El propio estudio de la esquizofrenia es el mismo esquizofrni-

    co,entre dos enfoques disociados y, eiertamente, difciles de aso -

    eiar. Uno es el enfoque neurobiolgieo y el otro el psicolgico,

    segn se conciba la esquizofrenia, respectivam ente, como trastor-

    no del cerebro o trastorno del yo. Ambos enfoques se tienen que

    conjugar, pero no es lo m ismo cmo se haga, si dando prioridad al

    cerebro o al yo . No se trata de una polmica entre Psiquiatra y Psi-

    cologa, toda vez que esos dos enfoques forman parte de la Historia

    de la Psiquiatra. La Psiquiatra misma es esquizofrnica Luhr-

    mann, 2001). Ambos enfoques cuentan con eminentes fundadores,

    representado el enfoque neurobiolgieo por el psiquiatra alemn

    Emil Kraepelin, quien a partir de 1896 habl de

    demencia precoz,

    y

    el enfoque psicolgico por el psiquiatra suizo Eugene Bleuler, el

    introductor del trmino

    esquizofrenia

    en 1911, si bien ya lo haba

    utilizado en 1908 Moskow itz y Heim, 2011).

    Ambos enfoques se han dado en paralelo y pendularmente en

    todo este tiempo. En los ltimos treinta aos el pndulo est del

    lado del enfoque neurobiolgieo. Sin embargo, no por ello se ha

    pensar incautamente que hay un conocimiento acumulativo de la

    Psiquiatra sobre la esquizofrenia. Antes bien, el progreso puede

    ser una ilusin plagada de mitos: el mito del diagnstico psiqui-

    trico como si tuviera validez, el mito de que los trastornos son en-

    fermedades genticas y el mito de que las enfermedades mentales

    son enfermedades del cerebro Bentall, 2009).

    Del cerebro a la persona

    Cul es el estado del arte del enfoque neurobiolgieo sobre

    la esquizofrenia? Se cuenta con revisiones recientes acerca de lo

    que se conoce hoy Harrison, Lewis y Kleinman, 2011 ; Kesha-

    van, Nasrallah y Tandon, 2011; MacDonald y Schutz, 2009). Se

    conocen numerosos hechos, hasta 77 se han llegado a enumerar

    Keshavan et al., 2011 ), pero no se sabe qu es la esquizofrenia, de

    manera que ni se sabe si los hechos son relevantes. As, entre esos

    hechos figuran, por ejemplo, la alta heredabilidad y el volumen

    del cerebro reducido y los espacios del ventrculo tercero y lateral

    aumentados en los pacientes de esquizofrenia. Pero, qu tendr

    que ver, valga por caso, el volumen del cerebro con la creencia de

    que alguien te est espiando por Internet y qu genes puede haber

    para semejante delirio?

    Como advierten Keshavan

    colaborad ores, aunque estos hechos

    son consistentes, ninguno d e ellos se puede considerar un aspecto

    necesario y suficiente de esta enfermedad. Similares sntomas, al-

    teraciones estructurales del cerebro, caractersticas del comienzo y

    del curso, predisposiciones genticas y respuestas a antipsicticos

    que bloquean la dopamina se encuentran en una variedad de esta-

    dos neuropsiquitricos. Esta soberana toma de conciencia con-

    tinan Keshavan y colaboradores suscita la cuestin clave: qu

    es exactamente la esquizofrenia y cul puede ser el mejor m odelo

    capaz de definir la esencia de la enfermedad dadas las limitaciones

    del conocimiento actual Keshavan et al.,2011,p. 4).

    La cantidad de hechos que se conocen de la esquizofrenia

    puede suponer, en realidad, ms incertidumbre y confusin que

    propiamente conoc imiento. As Maj seala el desencanto y escep-

    ticismo de hoy da entre los clnicos y la poblacin general acerca

    de que un entendimiento slido de la patosiologa de la esquizo-

    frenia se alcance en un futuro c ercano, a pesar de tantos hechos

    o tal vez precisamente por ello. La enorme cantidad de datos

    o evidencia que se est acumulando en este campo dice

    Maj ya no se percibe como indicacin de un creciente aumento

    de conocimiento. Ms bien, esta cantidad de datos, con

    consistencias y con la implicacin postulada de tantas est

    cerebrales diferentes, circuitos neuronales y neurotransmis

    vista cada vez ms como un signo de incertidumbre y con

    Maj,2011, p. 20). Despus de las tan celebradas Dcada

    rebro y Era del Genoma a la conquista de la enfermedad

    Andreasen, 2001; Insel, 2010), ni siquiera se sabe si la

    bsica es mejor formularla en trminos de reas cerebrale

    de clulas, compo nentes subcelulares o circuitos neurona

    rrison, Lewis y Kleinman,

    2011,

    p. 380), caso de tener qu

    en ei cerebro.

    El enfoque neurobiolgieo falla en saber qu es la esqui

    porque carece de un concepto a la altura del fenmeno, al

    la a unos cuantos sntomas, tpicamente alucinaciones, de

    lenguaje desorganizado, de pretendido origen gentico y s

    base neuroqumica, como si fuera una enfermedad neuro

    rativa ms Pierre, 2008 ; Weinberger y Levitt, 2011). Y ca

    un concepto de esquizofrenia adecuado porque deja fuera a

    sona, es decir, por la marginacin de los pacientes o, en p

    de uno de ellos, por el silenciamiento del yo Kean, 2

    desconsiderar el sentido personal, ms biogrfico que bi

    que sin duda tienen los sntomas. Nadie se vuelve loco sin

    razn. La locura, decaPolonioacerca de los desvarios de

    tiene mtodo

    Hamlet,

    Acto II, Escena 11,210).

    Los sntomas no son brotes aleatorios del cerebro , ni un

    gentica, sino que tienen su razn de ser en el contexto bio

    En el fondo del fallo del enfoque neurobiolgieo est la c

    fundamental acerca de si los

    sntomas

    de la esquizofreni

    sentido e intencionalidad. Como presuntos sntomas de

    desequilibrios neuroqumicos y circuitos defectuosos And

    2001;

    Insel, 2010), no parece que tuvieran sentido e inten

    dad, como acciones humanas que se hubieran de compren

    s mismas, en un contexto personal y soc ial. Sin emb argo,

    tomas pueden tener

    mtodo,

    aun sin dejar de ser insanos

    seala Peter Chadwick, un ex paciente y actual investigad

    psicosis, uno de los problemas terribles del modelo mdic

    nante en la investigacin de la esquizofrenia es que los p

    sienten q ue los clnicos no escuchan realmente sus experien

    la medida en que los profesionales tienen una arquitectura c

    tual esquemtica que los lleva a ver las dificultades de sus

    tes de una manera orgn ica, objetiva, materialista, no en t

    sentidos, subjetivos, experienciales. Esta alienacin entre

    res y sufridores resulta en la cantidad d e pacientes q ue no v

    psiquiatras en comparacin, sea por caso, con las enfe

    los trabajadores sociales y otros pacientes de gran ayud

    recuperacin Chadw ick, 200 7, p. 166).

    Las alucinaciones pueden ser voces de

    razn y

    de

    loc

    pendiendo del contexto histrico y de la experiencia vivida

    y Thom as, 2000). Las voces que oan , por ejemplo, los hro

    liada y Scrates tenan un

    origen y

    sentido divino, proven

    los dioses, segn en la sociedad griega dioses y

    demones

    fo

    parte de su concepcin del mundo. El

    demon

    de Scrates

    ficaba voces de razn y guas morales de acuerdo con la

    de Atenas Leudar y Tho mas , 2000 ). Las voces de locura o

    que forman parte de los sntomas de primer rango por

    se diagnostica la esquizofrenia, sin dejar de ser experiencia

    jenadas, no carecen de sentido y funcin para el propio

    Las voces son un problema sntoma) y a la vez un int

    solucin de un problema, como experiencias traumticas, s

    desorientacin Rom me, Escher, Dillon, Cortens y Morris,

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    ESQUIZOFRENIAYCULTURA

    MODERNA:

    RAZONES DELALOCURA

    actos de habla vacos com o

    n Berrios y Fuentenebro 1996 , p. 195) en una perspectiva

    que da primaca a la seal cerebral, sino

    ivas, como sostiene Castilla del Pino 1998) en

    e al delira nte, le hace vivir, es su razn de vida Castilla

    , 1998, p. 224). No se trata de un error cogn itivo, sino

    no estar) en la realidad p. 67). Se ha de re-

    elacin entre las dimensiones de personalidad y sntomas

    es Corts Ruiz, Gutirrez-Zotes, Valero Oyarzbal, Jariod

    0), sin apostarlo todo al cerebro.

    or de la identidad basada en los predicados. Un

    n Do marus crea que Jes s, las cajas de cigarros y el

    los fundamentos de esta ilusin

    la banda de la tasa, y la

    la mirada sexual del hombre Arieti, 19 65, p. 157).

    razonamien to, ser lo que sea, pero no parece una mera de-

    es que, incluso los paranoicos pueden tener enem igos, como

    jo G olda Meir a H enri Kissinger, en 1973,cuando ste la acu-

    definitiva, el enfoque neurobiolgico

    el yo o la persona.

    Razones sobre las que considerar la esquizofrenia

    antes

    un

    trastorno de la persona que del cerebro

    De acuerdo con la fenomenologa, el hecho bsico que subyace

    los que se diagnostica la esquizofrenia es una

    o o de la persona. La perspectiva del

    la esquizofrenia, viendo

    al psiquiatra dans Joseph Pama s Sass y

    2003;2007 ), as como al psiquiatra Giovanni Stanghellini

    0), entre otros . Se trata de desarrollos que

    renovado entendimiento de la esquizofrenia Brgy, 2008 ; Prez-

    lvarez,2 1la; Prez-lvarez, Garca Montes y Sass, 2010; Sass,

    1992;

    Sass y Parnas,2003;2007; Stanghellini, 2004a; 2010).

    Ms especficamente, la esquizofrenia sera un trastorno de la

    ipseidad Sass y Parnas, 2003;200 7), caracterizado por la hiperre-

    flexividad, el sentido disminuido de s mismo y la alteracin de la

    experiencia del mundo. Mientras que los dos primeros aspectos

    suponen una alteracin del normal sentido prerreflexivo y tci-

    to) del

    yo como centro

    de la experiencia y de la accin, el tercero

    supone la alteracin del normal

    contacto vital con la realidad.

    Se

    entiende que la alteracin de la concieticia de s mismo es pareja de

    la alteracin de la conciencia del mun do, segn el yo y el mund o se

    constituyen mutuamente.

    Entre las experiencias de s mismo ms desconcertantes y d esa-

    fiantes, tanto para la comptensin como para la explicacin, desta-

    can la alienacin y la omnipotencia o cosicacin y grandiosidad ,

    a menudo dadas en el mismo paciente y hasta simultneamente.

    La alienacin es una forma de despersonalizacin consistente en

    experimentar aspectos de uno com o si fueran objetos ajenos, per-

    cibidos en tercera persona. As, el paciente siente el cuerpo como

    si fuera un objeto mecnico, los pensamientos se hacen sonoros

    convertidos en voces extraas) y las acciones parecen influidas

    por agentes y poderes externos. Por el contrario, la omnipotencia

    supone sentirse uno creador y grandioso, todo poderoso, como si

    con su pensamiento pudiera cambiar el mundo. As, James Tilly

    Matthew s, el primer caso descrito de esquizofrenia en 1810 Car-

    penter, 1989), se siente como un

    autmata

    influido por la accin

    magntica de rayos debidos a un telar manejado por espas y a la

    vez se siente como un

    emperador

    del mundo entero que arroja de

    sus tronos a quienes los usurpan Haslam , 181 0/1988, p. 2). Da-

    niel Schreber, el caso ms clebre de la historia de la psiquiatra,

    gracias a sus

    Memorias de un enfermo de los nervios

    de 1903, se

    senta influido por rayos csmicos que transformaban su propio

    cuerpo en un cuerpo de m ujer y, a la vez, crea que sus pensamien-

    tos movan las nubes y cambiaban el tiempo Schreber, 2008 ).

    Por su parte, la alteracin de la experiencia del m undo se carac-

    teriza por la desrealizacin. El mundo se ofrece falto de realidad y

    descontextualizado, de modo que las cosas pierden su sentido ha-

    bitual. Un tal sentimiemto de irrealidad lo refiere Rene en su

    Dia-

    rio de una esquizofrnica:

    Durante la clase, oa ruidos en la calle:

    el paso de un tranva, gente discutiendo, el claxon de un coche, me

    parecan separados de su objeto y sin ninguna significacin. A mi

    alrededor las compaeras me parecan robots o maniques, accio-

    nados por un mecanismo invisible; sobre el estrado, el profesor

    que hablaba, gesticulaba, se levantaba para escribir en la pizarra,

    pareca tambin un ttere grotesco Sechehaye,

    2003,

    p. 124).

    El mundo esquizofrnico es bien distinto del mundo del que

    que no ha experimentado semejante alteracin. No es por tanto

    fcil de comprender, ni de explicar. Apenas existen experiencias

    comunes que pudieran aproximarse. Cuando ests expectante por

    si te llaman, terminas oyendo el telfono o tu nom bre, sin que nada

    suene, pero supngase que esto ocurre a todas horas y en todos los

    sitios y lo que oyes son frases que te insultan, comentan sobre ti

    o te piden hacer algo impropio. As son las alucinaciones. O, por

    ejemplo, cuando vas conduciendo y divisas por el retrovisor all

    lejos un coche de la polica. Bueno, no pasa nada. Un poco des-

    pus, est ms cerca. Te mantienes en tu lnea y ajustas la veloci-

    dad. Ya adelantars. Est m s cerca; t te m antienes. Est detrs de

    ti .

    Vigilas y controlas qu e todo est en orden . All siguen. Por qu

    no adelantan? Qu quieren? Qu hacen mirando el ordenador y

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    MARINO PREZ-LVAREZ

    con papeles? Por qu se ren? Por fin adelantan, pero por qu se

    mantienen ah . Algo as debe ser el mundo paranoide, pero en todo

    momento y en todo lugar.

    No se trata de meros errores de juicio o, como se dice, de pro-

    cesamiento de la informacin. Se trata de una alteracin del modo

    de ser y estar en el mundo. Cuando a John Forbes Nash, paciente

    de esquizofrenia, matemtico y premio Nobel de E conoma, objeto

    de la pelcula

    Una mente maravillosa

    de 2001 ), le preguntaron:

    cmo es posible que usted, un matemtico, un hombre consagra-

    do a la razn y a la demostracin lgica... cmo es posible que

    haya credo que los extraterrestres le estaban en viando mensajes?

    Cmo puede haber credo que los aliengenas lo haban reclutado

    para salvar el mundo? Porque las ideas que conceb responde

    el propio Nash sobre seres sobrenaturales acudieron a m del

    mismo modo en que lo hicieron mis ideas matemticas, y por esa

    razn las tom en serio Nasar,

    2001,

    p. 10).

    Explicar cmo se llega a semejante alteracin, ese es el desa-

    fo para toda psiquiatra y psicologa que se precien. Los casos de

    Matthews Jay, 2003 ), Schreber Schatzman, 1977), Rene Seche-

    haye, 2003) y Nash Nasar, 2001) resultan comprensibles y hasta

    explicables en la medida en que se conocen sus historias. Es en la

    historia personal donde la esquizofrenia tiene su razn de ser, de

    acuerdo con el contexto cultural.

    El origen moderno de la esquizofrenia

    Los datos muestran su marcada incidencia a lo largo del siglo

    XIX,

    dentro de la escasez de pruebas de su existencia anterior To-

    rrey y Miller, 2007). Por qu en esta poca y no antes y no en

    cualquier otra cultura? Por la particular configuracin del yo mo-

    derno Sass, 1992; Prez Alvarez, 2008;2 1la) . Se trata de un yo

    que a partir del Renacimiento sigue la tendencia individualista e

    interiorizante que campea en nuestros das. Mientras que la ten-

    dencia individualista consiste bsicamente en una separacin cre-

    ciente entre el individuo y la sociedad, la tendencia interiorizante

    consiste en la separacin dentro del individuo entre el interior y

    el exterior. El yo de Descartes {Pienso, luego existo dibuja el yo

    moderno , con su primaca del yo sobre el mundo y del yo pensante

    sobre el yo corporal, prefiguracin del yo-dividido . El yo de Kant

    acabara por rem atar esta peculiar dualidad del yo m oderno: entre

    un yo trascendental, fundamento de todo conocimiento, y un yo

    emprico, l mismo objeto de conocimiento. Por un lado, un yo

    omnipotente, grandioso, y, por otro, un yo-objeto, como una cosa

    ms.

    Esta hipertrofiada dualidad del yo lleva pareja la desrealizacin

    del mun do, segn despus de Kant no podemos decir si lo que co-

    nocemos

    e s

    el mundo real o es solo lo que nos parece. De acuerdo

    con este yo-moderno, el pensamiento puede llegar a tomarse por

    ms real que la realidad y sta, a su vez, por una ilusin. La esqui-

    zofrenia viene a ser la apoteosis de esta particular configuracin

    del yo. Esta duplicidad de la conciencia, dice Sass, es comn tanto

    al pensamiento m oderno como a la esquizofrenia: de una parte, el

    solipsismo que ensalza a la mente y desrealiza al mundo y, de otra,

    la cosificacin del sujeto convertido en una cosa ms del mun-

    do Sass, 1992, p. 328). Como dice en este caso Stanghellini, es

    legtimo pensar que este dualismo radical entre un sujeto que es

    pensamiento y un objeto que es concebido en su pura y simple

    externalidad extensa pura conciencia y pura materialidad es el

    eidos

    fundamental tanto de la modernidad como de la despersona-

    lizacin esquizofrnica Stanghellini, 2004a, p. 155).

    Este yo moderno refleja y a la vez se traduce en cambi

    turales y nuevas formas de vida. As, habra que destacar

    transformacin de la comunidad tradicional en la sociedad

    individuos, debida al proceso de urbanizacin e industriali

    enteramente coincidente con el surgimiento de la esquiz

    Cooper y Sartorius, 1977). De pronto, las ciudades se po

    de extraos, de individuos desvinculados de sus estructu

    munitarias, en buena medida emigrantes del cam po, lo que

    mente no es ajeno a la definicin en la misma poca del si

    de la hebefrenia y la demencia precoz, identificaciones ante

    de la esquizofrenia.

    Asimismo, se habra de sealar la afinidad de la esquiz

    con la tecnologa m oderna. La mquina moderna puede ser

    to a la

    apoteosis

    del yo como mquina dios-mq uina), com

    mayor enajenacin debida a

    mquinas de influir

    manipula

    otros, como ocurra en los casos de Matthews y Schreber

    nuevo desarrollo tecnolgico se presta a una variante de de

    control tcnico magn etismo, rayos, electricidad, telfono,

    sin, mv iles, Internet). No se habra de pensar que se trata

    mente de una cuestin patoplstica. La propia tecnologa m

    puede contribuir a la patogenia de la enajenacin Hirjak y

    2010). Los delirios y alucinaciones de control tcnico supon

    alteracin en las estructuras fundamentales de ser-en-el-mun

    meramente un

    contenido,

    sino

    una forma

    de experiencia a

    de ruptura y enajenacin. La particular afinidad entre la

    zofrenia y la tecnologa se puede percibir de acuerdo con

    caractersticas de la tecnolog a Hirjak y Fuchs, 201 0): 1)

    namiento y efectos ocultos; 2) disolucin mgica de los l

    3) virtualizacin del mundo real; y 4) reificacin de la expe

    subjetiva sentirse como robot o mquina hum ana). En la ex

    cia esquizofrnica no solo el cuerpo toma el estatus de cos

    que la propia subjetividad se vuelve objeto cuasi-material.

    El comienzo juvenil de esquizofrenia

    El pico de su incidencia se sita en torno a los veinte ao

    comienzo s subclnicos entre los quince y diecisiete aos Amm

    Harris, Conus, Lambert, EIkins et al., 2006). La esquizofren

    vinculada con la adolescencia y

    la

    juventud tanto por sus rac

    copatol gicas, como por su origen histrico Stanghellini, 20

    Empezando por su origen histrico, se habra de obser

    contemporaneidad entre la esquizofrenia y la adolescencia

    lescentes y jvenes los ha habido siempre, pero como edad

    dicin de vida problemticas no lo seran sino a partir sobr

    del siglo XIX. Si la infancia fue un descubrimiento del sigl

    como edad diferenciada hasta entonces el nio era un adu

    miniatura), la adolescencia lo sera del siglo xix, como espac

    se abre entre la infancia y la vida adulta. Antes, entre la infa

    la vida adulta haba un paso, habitualmente un rito de paso

    pronto surga el joven-adulto, que ya haba vivido entre a

    desde p equeo. Pero ahora se abre un espacio nunca visto e

    infancia y la vida adulta. Surge as la adolescencia como un

    critica.Sin los tradicionales ritos de pa so, el adolescente en

    ciedad moderna queda expuesto a una

    crisis,

    la crisis de ide

    por antonomasia.

    Esta situacin crtica de la adolescencia empez a ser n

    en el siglo xix, en relacin con la disolucin de la comunida

    dicional en favor de la sociedad de los individuos, con el

    proceso de industrializacin y urbanizacin. No es una casu

    que la esquizofrenia a lo largo del siglo xix recibiera los no

  • 7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna

    5/10

    ESQUIZOFRENIAYCULTURA MODERNA: RAZONES DEL LOCURA

    descrita por Hecker en 1871, y de

    heboidofrea

    1885, de

    Hebe

    la diosa de la juventu d,

    demencia precoz introducida por Morel en 1860 y reto-

    1896, igualmente indicativos de com ienzo

    exagerada, patolgica, de experiencias adolescentes. Si bien

    alcanza

    la esquizofre-

    arrop y Trower (2003 ), se entiende que quien

    la esquizofrenia ha quedado entrampado de alguna manera

    se da la individua-

    no se establecen vnculos con

    etc.), patrones comunicacionales y exp eriencias traumticas.

    tes, Vallina-Fernndez, Prez-lvarez et al., 2011).

    igen mod erno de ambas.

    y reiterados estudios llevados por la

    India, Nigeria y Colom bia, que en los ms desarrollados com o

    37 ) que en los ms desarrollados (15 ). Es decir,

    los pases menos desarrollados experimentaron significativamente

    perodos ms largos de un funcionamiento sin problem as en la co-

    munidad, aunque solamente el 16 de ellos estaba tomando me-

    dicacin antipsictica, en comparacin con el 61 en los pases

    desarrollados (Hopper et al., 2007).

    Esta aparente paradoja se entiende al considerar que la esquizo-

    frenia en los pases menos desarrollados no supone una prdida de

    los papeles sociales y, en su lugar, la entrada en la carrera psiqui-

    trica. Esto ocurre ms fcilmente en los pases ms d esarrollados,

    donde el joven que debuta con una incipiente esquizofrenia tiene

    ms probabilidades de abandonar sus papeles sociales (estudios,

    trabajo) y, en su lugar, de entrar en el papel de paciente crnico

    (ingreso hospitalario, med icacin, etc.). Ciertas caractersticas de

    las sociedades tradicionales como el apoyo social, el medio fami-

    liar, la pertenencia al grupo, la normal aceptacin y tolerancia de

    la persona enferma, as como su menor estigm a, parecen ser facto-

    res preventivos y curativos, ms eficaces que la propia medicacin

    (Lin y Kleinman, 1988).

    Esta situacin actual de los pases en desarrollo es com parable

    con la situacin de prdida de estructuras sociales y familiares en

    la transformacin de la sociedad pre-mod erna en moderna (Cooper

    y Sartorius, 1977). Por consiguiente, la gran divisin no es segu-

    ramente entre pases menos desarrollados o en desarrollo respec-

    to de desarrollados, sino entre formas de vida. Para el caso, estas

    distintas formas de vida se pueden concretar en la distincin entre

    sociedad comunitaria y sociedad de individuos, ya introducida a

    propsito de la transformacin de la sociedad comunitaria tradicio-

    nal en la moderna sociedad de los individuos. Los pases en vas

    de desarrollo pueden estar en la transicin de la forma de vida tra-

    dicional consistente en sociedades comunitarias, hacia una forma

    de vida mod erna, tendente a una sociedad de individuos, debido al

    proceso de globalizacin. La destruccin de estructuras com unita-

    rias tradicionales, junto con la medicalizacin de las crisis psic-

    ticas, van a contribuir probablemente y de una forma paradjica a

    una esquizofrenia ms desarrollada y de peor pro nstico, como la

    nuestra (Waters, 2010). De mo mento, est el

    peor

    pronstico de la

    esquizofrenia en los pases

    m s

    desarrollados.

    L M

    alta incidencia de esquizofrenia entre los emigrantes

    Una alta tasa de esquizofrenia se ha encontrado repetidamente

    en los ltimos veinte aos entre inmigrantes en una variedad de

    ciudades europeas, procedentes de diversos pases. El fenmeno

    result llamativo cuando se observ por primera vez entre los in-

    migrantes afrocaribeos en Londres, pero se ha reconocido tam-

    bin en otros pases como H olanda y Dinam arca, con procedencias

    de las Antillas holandesas , Surinam, Marruecos y de otros lugares.

    El hallazgo es robusto y consistente y no depende de artefactos

    metodolg icos, segn los estudios han sido repetidos y mejorados

    y las revisiones son cada vez ms exigentes (Coid, K irkbride, Bar-

    ker, Cowden, Stamps et al., 2008; Morgan y Hutchinson, 2010a).

    Sin embargo, no todos los inm igrantes en E uropa tienen altas tasas

    de esquizofrenia. As, por ejemplo, es ms baja entre emigrantes

    asiticos en Londres (Eearon, Kirkbride, Morgan, Dazzan, M organ

    et al,. 2006).

    Adems de la tragedia de salud pblica que implica, esta alta

    tasa de esquizofrenia implica todo un desafo para la psiquiatra,

    concerniente a la naturaleza de la esquizofrenia, su etiolog a, tra-

    tamiento y estatus cientfico. El fenmeno, que sin duda desborda

    las socorridas explicaciones genticas y n eurobiolgicas, requiere

  • 7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna

    6/10

    MARINO PREZ-LVAREZ

    de una explicacin en trminos sociales. As, se ha propuesto un

    modelo socioevolutivo

    que integra causas sociales, psicolgicas y

    neurobiolgicas, por este orden. El modelo socioevolutivo surge

    en relacin con la abundante y robusta evidencia que muestra la

    vinculacin ya no solo de la emigracin, sino tambin la urbani-

    dad, el trauma infantil y la adversidad social a lo largo de la vida

    con el comienzo de la psicosis (Morgan y Hutchinson, 2010b).

    De acuerdo con el modelo socioevolutivo, las alteraciones ce-

    rebrales asociadas a la esquizofrenia se pueden entender al hilo

    de las experiencias personales, como consecuencia de ellas y no,

    necesariamente, como su presunta causa. A modo ilustrativo, per-

    mtase el conocido caso del hipocampo aumentado de los taxistas

    de Londres. Tal

    alteracin

    del hipocampo no es, ciertamente, la

    causa, sino la consecuencia de ser taxista, conforme esta actividad

    profesional hace que se activen reas cerebrales relacionadas con

    la memoria espacial, como es el caso del hipo campo. Algo similar

    puede estar ocurriendo en relacin con los avatares de la vida que

    llevan a la esquizofrenia, tanto en emigrantes como en personas

    sometidas a otras condicio nes. En esta perspectiva, las posibles al-

    teraciones del cerebro estn ms bien para ser explicadas que para

    tomarlas como explicacin (Prez Alvarez, 2011b).

    De ah que no sea lo mismo empezar por el cerebro o por la

    persona para entender lo que le pasa a la gente. Empezar por el

    cerebro suele terminar por dejar de lado las verdaderas condiciones

    de las que dependen las experiencias humanas, como la esquizo-

    frenia, incluyendo las posibles alteraciones cerebrales. Al priorizar

    el cerebro se podra pensar errneamente que el hipocampo au-

    mentado es la causa de ser taxista. Este error, que no se da en el

    caso de los taxistas, se puede estar cometiendo, sin embargo, en

    relacin con la esquizofrenia.

    Qu hay de la menor incidencia de esquizofrenia o bservada en-

    tre emigrantes asiticos y turcos? P robablemente, tiene que ver con

    que su sistema de emigracin incorpora la familia y costumbres all

    donde van. Si se toma la cultura en serio, como es hora de hacer,

    este tipo de cosas (sistemas de em igracin, instalacin social, for-

    mas de vida, etc.) son las que hay q ue investigar antes de los genes,

    los alelos cromosomticos o las migraciones neuronales.

    La leyenda gentica de la esquizofrenia

    A pesar de la

    leyenda

    gentica de la esquizofrenia, que habla de

    un 80 de heredabilidad, de una concordancia del 40-50 entre

    gemelos mon ocigticos y de una prevalencia del 1

    a lo largo del

    mundo (Keshavan etal.,2011;van O s y Kapur, 200 9), lo cierto es

    que los estudios en que se basa (epidemiolgicos, familiares, con

    gemelos y con adopciones) no aclaran nada en orden a identificar

    las pretendidas causas gen ticas, conforme los genes y el ambiente

    parecen constituir una intrincada interaccin (Leo, 2003; Prez-

    lvarez, 2011

    a) .

    Este empeo en buscar el

    gen de... es

    inapropiado

    para los trastornos psiquitricos (K endler, 2005) y, de hecho , est

    dejando en blanco hasta la investigacin ms ambiciosa de la

    gentica de la esquizofrenia (Hamilton, 200 8; Sanders, Duan, Le-

    vinson, Shi, He et al., 2008 ).

    La bsqueda del

    gen de

    para el caso de la esquizofrenia, est

    mal enfocada porque, aparte de que no es funcin de los genes

    tener codificados trastornos, ni nada parecido, supone una cau-

    sa

    proximal

    entre gen y fenotipo, como si, por as decir, hubiera

    una nica pieza de la que dependiera, sea por caso, el vuelo de

    un avin. Un jumbo contiene tantas piezas como genes hay en

    el genoma humano. Si alguien fuera al fuselaje y quitara un trozo

    de cable que conecta la cabina con los flaps de las alas, e

    no podra despegar. Es esta pieza un

    cable de

    volar? (

    2005, p. 1249). La citada investigacin se propuso exa

    polimorfismos nucletidos simples, en 14 genes candid atos

    una amplia m uestra, estaban asociados a la esquizofrenia (S

    et al., 2008). Con estas fortalezas genes candidatos a

    dos,

    una amplia y rigurosa muestra fenotpica y un conjun

    de polimorfismos qu encuentran los autores? Encuentr

    ninguno de los polimorfismos estaba asociado con el feno

    quizofrenia en un umbral razonable para la significacin es

    ca (Hamilton, 2008, p.421;Sanders et al., 200 8, p. 504 )

    Este mod elo gentico lineal, en vista de su fracaso en en

    los ansiados genes de la esquizofrenia, debe dejar paso no ya

    mente al socorrido mo delo interactivo gen-ambiente (G X A

    a una decidida perspectiva epigen tica, valga decir,

    ms al

    gentica. El modelo interactivo no deja de ser lineal en la

    en que sigue partiendo de un origen gentico de la esquiz

    que es activada por factores sociales (vulnerabilidad-estrs

    modelo asume un papel causal para el ambiente pero do

    posibilidad ltima del trastorno depende del genotipo (va

    Poulton, 2009 ), con lo que estamos en las mismas. Por el co

    la perspectiva epigentica puede arrojar nueva luz sobre los

    rosos e incomprendidos hallazgos de los estudios ambiental

    esquizofrenia (Oh y Petron is, 2008), entre ellos los relativo

    emigrantes (Morgan y Hutchinson, 2010a). La epigentica

    cambios en la expresin gentica, potencialmente heredab

    por ello, implicar cambios en la secuencia del ADN, que s

    bidos a factores pre-, peri- y post-natales, incluyendo ex per

    sociales. Los cambios epigenticos cuentan con mecanism

    ya se van conociendo como la metilacin del ADN y la mo

    cin de histonas, por los que experiencias psicolgicas y f

    sociales se podran integrar en el genom a, con efectos en su

    respuestas hormonales, neuronales y conductuales (Duddl

    Kobor, Kippin y Bredy, 2010; Hochberg, Feil, Constancia,

    Junien et al., 2011

    ;

    Weaver, 2011 ).

    La epigentica ofrece un nuevo paisaje para el entendi

    de la intrincada relacin entre el genoma y el ambiente. A

    ejemplo, se concibe ahora que la expresin gentica y la f

    genmica puedan estar reguladas en respuesta a cambios

    condiciones de vida, experiencias y comportamientos, tales

    interacciones tempranas, adversidades sociales, traumas,

    cin, derrota social, etc., de conocida asociacin con la esqu

    nia (Morgan y Hutch inson, 201 0b). Aunque la epigentica n

    de hacer atractiva la hiptesis

    molecular

    centrada en mec

    (Roth, Lubin, Sodhi y Kleinman, 2009), su mejor conside

    lleva, por as decir, a la hiptesis

    molar

    que abarca el de

    ontogentico en su conjunto (Robert, 2000 ), en la lnea del m

    socioevolutivo introducido anteriormente (Morgan y Hutc

    2010b).

    El giro epigentico tiene importantes implicaciones epi

    lgicas para las biociencias (Nicolosi y Ruivenkamp, 2011

    pezando por resolver y disolver reductos del dualismo co

    la propia distincin gen-ambiente, genotipo-fenotipo y pato

    patoplastia, as como la sempiterna divisin naturaleza-c

    Los genes como programas y el DNA como inform

    representan una versin contempornea de la idea tradicio

    homnculo y del preformismo, para el caso,

    \a. forma

    programa, instruccinque se materializa o

    sustanci

    cuerpo o fenotipo. El giro epigentico permite un doble pas

    mero de la idea de genom a aislado a la idea de sus relacion

  • 7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna

    7/10

    ESQUIZOFRENIA Y CULTURA MODERNA: RAZONES DE LA LOCURA

    (no tanto la idea de desarrollo despliegue de

    la de co-transformacin con-constructiva)

    nuos reajustes epigenm icos

    mejor se reconsidera en trminos de organismo-

    al, etc. Paradjica e irnicamente, la gentica termina por

    l papel decisivo de la conducta y del ambiente en la con-

    in del individuo , incluyendo el epigenoma y el cerebro. La

    interpersonal en la terapia de la esquizofrenia

    Como dijo un paciente de esquizofrenia, se habla m ucho de qu-

    qumicaque m s me ha ayudado a m fue la que tuve

    n em bargo, como es sabido,

    l

    tratamiento

    como adjunto a la medicacin. Dentro de que difcilmente se

    fuera las circunstancias que han

    por lo com n, de un adolescente. La experiencia

    El comienzo por la m edicacin puede marcar el des-

    mo crnico. La medicacin se convierte en el tema de

    tenerla, subirla, bajarla, cam biarla,

    lo que se llama escuchar al frmaco, en vez de propiamente

    no suele faltar.

    llevar una autntica terapia psicolgica.

    s psic ticas. Asim ismo, el objetivo de la psicoterapia no es

    mente eliminar los sntom as, sino cambiar la relacin con

    ntes, Perona-Garceln y Vallina-Fernndez, 2008).

    Mientras que en el contexto de la medicacin, como tratamien-

    pia psicolgica est prcticamente impedida,

    ale, como alivio de los sntomas, cuan-

    no siempre lo llega a ser. Se pueden

    poner a este respecto, cotno ejemplos, el paradigma Soteria y el

    modelo finlands. El paradigma Soteria es al m enos tan efectivo

    como el tratamiento tradicional con base en el hospital, todo ello

    sin el uso de medicacin antipsictica como primer tratamiento.

    As, en un seguimiento de dos aos , mientras que el 97 de los

    pacientes que siguieron el tratamiento tradicional estaban toman-

    do medicacin a dosis estndar, el porcentaje de pacientes Soteria

    que la reciban era del 57 y a menos de mitad de dosis (Calton,

    Ferriter, Huband y Spandier, 2008, pp . 186-187). El modelo finlan-

    ds para el tratamiento precoz de la esquizofrenia muestra tambin

    que la medicacin no es indispensable y aun en su ausencia los

    efectos pueden ser mejores (A lanen, Lehtinen, Lehtinen, Aaltonen

    y Rkklinen, 2002/2009). En el grupo de psicoterapia sin-me-

    dicacin, un 42 de los pacientes no recibieron neurolpticos en

    absoluto durante el perodo de seguimiento de dos aos, incluida

    la fase inicial, mientras que la cifra de pacientes correspondiente

    al grupo con medicacin estndar que lograron prescindir de ella

    era del 6 . El grupo de no medicacin presenta menos hospitali-

    zaciones en dos aos, menos sntomas psicticos y otras mejoras

    de salud general. Con todo, el hallazgo ms sobresaliente fue la

    presencia triple de sntomas psicticos en el grupo de medicacin

    estndar en comparacin con el grupo sin medicacin (Alanen et

    al.,2002/2009, p. 451).

    Sera de esperar una nueva vida para la psicoterapia de la es-

    quizofrenia en la perspectiva fenomenolgica y psicolgica que

    se ha propuesto aq u. Esta psicoterapia se centra en la persona, en

    la relacin interpersonal, en el entendimiento de las experiencias

    en el contexto biogrfico, en la recuperacin del sentido del yo

    y en devolver a la persona al horizonte de la vida y, as, salir del

    entrampamiento de la esquizofrenia, sin prometer un jardn de

    rosas (Prez-lvarez, Garca-Montes, Vallina-Fernndez, Pero-

    na-Garceln y Cuevas-Yust, 2011). Las posibilidades de la terapia

    psicolgica de la esquizofrenia tienen su base en la simple pero

    profunda idea de que la gente que ha sido diagnosticada de esqui-

    zofrenia so npersonas y siguen sindolo.

    Las siete razones presentadas, ms que meros hechos, permi-

    ten reclamar la perspectiva de la persona en el entendimiento de

    la esquizofrenia, conocida la incertidumbre y confusin a la que

    est llevando el rampante enfoque neurobiolgieo. La perspectiva

    propuesta incorpora en su justa medida la indudable implicacin

    neurobiolgica, por ejemplo, dentro de un modelo socioevolutivo

    de la esquizofrenia.

    Agradecimiento

    Este trabajo se ha realizado en el marco del Proyecto financiado

    por el Ministerio de Educacin (PSI2009-09453).

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