Upload
jess-falcon
View
223
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna
1/10
Vol.
24 n1 pp. 1-9
ema. com
ISSN 0214 9915 CODEN PSOTEG
Copyright
2012 Psicothema
Esquizofreniaycultura moderna razones del locura^
Marino Prez-lvarez
Universidad de Oviedo
Despusdesealarlaincertidumbreyconfusin a la que hallevadola investigacin neurobiolgica
de laesquizofrenia, como muestrany reconocen revisiones recientes,se ofrecen siete razones parasu
reconsideracin comountrastorno delyoms que del cerebro.Laprimera razn em pieza por conceb ir
la esquizofrenia comountrastornodely o ,en laperspectivade la fenomenologa actual.Lasegunda
relaciona el hechode su origen reciente a partir de 1750) con la particular configuracin del yo
modernoy lagran transformacin de lacomunidaden lasociedadde los individuos industrializacin,
urbanizacin).La tercera hace hincapien la afinidad entre esquizofrenia y adolescencia,unaedad
crticaen la formacin del yo, queempeza serproblemtica a finalesdel siglo xviii.Lacuartaes
el mejor pronstico
de la
esquizofrenia
en los
pases
en
desarrollo, respecto
de los
desarrollados,
lo
que probablemente tieneque verconelprocesodemodernizacin que todava conserva estructuras
comunitarias
en los
pases menos d esarrollados).
La
quinta
es la
alta incidencia
de
esquizofrenia entre
emigrantes , como hechoaexplicar en trminos de un modelo socioev olutivo. La sexta revisalaleyenda
gentica
de la
esquizofrenia, cmo
la
epigentica devuelve
el
protagonismo
al
ambiente.
La
sptima
y ltima razn serefiere a lareconsideracinde la terapia psicolgica como posible tratamientode
elecciny nomeram ente adjunto a lamedicacin, sabido que paralospacienteses msimportantela
qumica interpersonal quelaneuroqumica.
Schizophrenia
and
modern culture: Reasons
for
insanity
After pointing out the uncertainty and
confusion to which neurobiological researchhas led schizophrenia,as shown andacknowledgedin
recent reviews,we offer seven reasons for reconsidering schizophrenia adisorderof theself, rather
thanof the brain. The first reason startsout conceiving schizophreniaas adisorderoftheself,in the
perspectiveofcurrent phenomenology. The second relates the factofits recent origin asof1750) with
the particular configuration of the modern self andwith thegreat transformation of thecommunity
into
a
society
of
individuals industrialization, urbanization). The third reason emphasizes
the
affinity
between schizophrenia and adolescence,a critical age in theformation of theself, which startedto
be problematicat the end ofthe 18thcentury.Thefourth is thebetter prognosisof schizophreniain
developing cou ntries, in comparison to developed countries , which probably has to do with the process
of modernization which still maintains comm unity structuresinless developed coun tries). The fifthis
the high incidenceof schizophrenia among immigrants,as afactto beexplained intermsof asocio-
evolutionary model. The sixth reason reviews the genetic legendofschizophrenia, and how epigenetics
gives protagonism backtothe environm ent. The seventh and last reason refers to the reconsiderationof
psychological therapyasthe possible treatmentofchoice and not merelyanadjunct to m edication, asit
is known that,forpatients, interpersonal chemistry ismore important than neurochemistry.
squizofrenia es probablemente el trastorno mental ms de-
te para la comprensin humana y la explicacin cientfica. La
izofrenia ya impresiona. Sugiere de inmediato
ugiere divisin de un todo que debiera
acin de un enfoque. Asimismo, la esqui-
ia guarda asociacin con la locura, que tambin tiene su am-
Fecha aceptacin: 30-10-11
de
Psicologa
deOviedo
Oviedo Spain)
un Quijote, y temible, por lo que suponga de prdida de la razn y
desatino. No es fcil dirimir entre la locura y la cordura. De acuerdo
con un clebre aforismo de Franois de la Rochefoucauld, si una
persona parece cuerda, quiz sea porque sus locuras son proporcio-
nadas a su edad y condicin. Por su parte, demasiada cordura puede
sumir a uno en la ms insulsa sensatez. Se ha contrapuesto la locura
a la razn. Y si la locura fuera la razn presentada de otra manera?
La locura de don Quijote estaba entreverada de razn, y animada de
buenas razones paraenderezar estos nuestrosdetestables siglos {Don
Quijote
Primera parte, cap. XI). La cuestin es que nadie se vuelve
loco sin alguna razn. Todas estas connotaciones forman parte de la
esquizofrenia y sus dificultades de comprensin y explicacin.
Nota del autor: este trabajo es una versin abreviada dela Leccin Inaugural
del Curso Acadmico 2011/12 delaUniversidad de Oviedo.
7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna
2/10
MARINO PREZ-LVAREZ
El propio estudio de la esquizofrenia es el mismo esquizofrni-
co,entre dos enfoques disociados y, eiertamente, difciles de aso -
eiar. Uno es el enfoque neurobiolgieo y el otro el psicolgico,
segn se conciba la esquizofrenia, respectivam ente, como trastor-
no del cerebro o trastorno del yo. Ambos enfoques se tienen que
conjugar, pero no es lo m ismo cmo se haga, si dando prioridad al
cerebro o al yo . No se trata de una polmica entre Psiquiatra y Psi-
cologa, toda vez que esos dos enfoques forman parte de la Historia
de la Psiquiatra. La Psiquiatra misma es esquizofrnica Luhr-
mann, 2001). Ambos enfoques cuentan con eminentes fundadores,
representado el enfoque neurobiolgieo por el psiquiatra alemn
Emil Kraepelin, quien a partir de 1896 habl de
demencia precoz,
y
el enfoque psicolgico por el psiquiatra suizo Eugene Bleuler, el
introductor del trmino
esquizofrenia
en 1911, si bien ya lo haba
utilizado en 1908 Moskow itz y Heim, 2011).
Ambos enfoques se han dado en paralelo y pendularmente en
todo este tiempo. En los ltimos treinta aos el pndulo est del
lado del enfoque neurobiolgieo. Sin embargo, no por ello se ha
pensar incautamente que hay un conocimiento acumulativo de la
Psiquiatra sobre la esquizofrenia. Antes bien, el progreso puede
ser una ilusin plagada de mitos: el mito del diagnstico psiqui-
trico como si tuviera validez, el mito de que los trastornos son en-
fermedades genticas y el mito de que las enfermedades mentales
son enfermedades del cerebro Bentall, 2009).
Del cerebro a la persona
Cul es el estado del arte del enfoque neurobiolgieo sobre
la esquizofrenia? Se cuenta con revisiones recientes acerca de lo
que se conoce hoy Harrison, Lewis y Kleinman, 2011 ; Kesha-
van, Nasrallah y Tandon, 2011; MacDonald y Schutz, 2009). Se
conocen numerosos hechos, hasta 77 se han llegado a enumerar
Keshavan et al., 2011 ), pero no se sabe qu es la esquizofrenia, de
manera que ni se sabe si los hechos son relevantes. As, entre esos
hechos figuran, por ejemplo, la alta heredabilidad y el volumen
del cerebro reducido y los espacios del ventrculo tercero y lateral
aumentados en los pacientes de esquizofrenia. Pero, qu tendr
que ver, valga por caso, el volumen del cerebro con la creencia de
que alguien te est espiando por Internet y qu genes puede haber
para semejante delirio?
Como advierten Keshavan
colaborad ores, aunque estos hechos
son consistentes, ninguno d e ellos se puede considerar un aspecto
necesario y suficiente de esta enfermedad. Similares sntomas, al-
teraciones estructurales del cerebro, caractersticas del comienzo y
del curso, predisposiciones genticas y respuestas a antipsicticos
que bloquean la dopamina se encuentran en una variedad de esta-
dos neuropsiquitricos. Esta soberana toma de conciencia con-
tinan Keshavan y colaboradores suscita la cuestin clave: qu
es exactamente la esquizofrenia y cul puede ser el mejor m odelo
capaz de definir la esencia de la enfermedad dadas las limitaciones
del conocimiento actual Keshavan et al.,2011,p. 4).
La cantidad de hechos que se conocen de la esquizofrenia
puede suponer, en realidad, ms incertidumbre y confusin que
propiamente conoc imiento. As Maj seala el desencanto y escep-
ticismo de hoy da entre los clnicos y la poblacin general acerca
de que un entendimiento slido de la patosiologa de la esquizo-
frenia se alcance en un futuro c ercano, a pesar de tantos hechos
o tal vez precisamente por ello. La enorme cantidad de datos
o evidencia que se est acumulando en este campo dice
Maj ya no se percibe como indicacin de un creciente aumento
de conocimiento. Ms bien, esta cantidad de datos, con
consistencias y con la implicacin postulada de tantas est
cerebrales diferentes, circuitos neuronales y neurotransmis
vista cada vez ms como un signo de incertidumbre y con
Maj,2011, p. 20). Despus de las tan celebradas Dcada
rebro y Era del Genoma a la conquista de la enfermedad
Andreasen, 2001; Insel, 2010), ni siquiera se sabe si la
bsica es mejor formularla en trminos de reas cerebrale
de clulas, compo nentes subcelulares o circuitos neurona
rrison, Lewis y Kleinman,
2011,
p. 380), caso de tener qu
en ei cerebro.
El enfoque neurobiolgieo falla en saber qu es la esqui
porque carece de un concepto a la altura del fenmeno, al
la a unos cuantos sntomas, tpicamente alucinaciones, de
lenguaje desorganizado, de pretendido origen gentico y s
base neuroqumica, como si fuera una enfermedad neuro
rativa ms Pierre, 2008 ; Weinberger y Levitt, 2011). Y ca
un concepto de esquizofrenia adecuado porque deja fuera a
sona, es decir, por la marginacin de los pacientes o, en p
de uno de ellos, por el silenciamiento del yo Kean, 2
desconsiderar el sentido personal, ms biogrfico que bi
que sin duda tienen los sntomas. Nadie se vuelve loco sin
razn. La locura, decaPolonioacerca de los desvarios de
tiene mtodo
Hamlet,
Acto II, Escena 11,210).
Los sntomas no son brotes aleatorios del cerebro , ni un
gentica, sino que tienen su razn de ser en el contexto bio
En el fondo del fallo del enfoque neurobiolgieo est la c
fundamental acerca de si los
sntomas
de la esquizofreni
sentido e intencionalidad. Como presuntos sntomas de
desequilibrios neuroqumicos y circuitos defectuosos And
2001;
Insel, 2010), no parece que tuvieran sentido e inten
dad, como acciones humanas que se hubieran de compren
s mismas, en un contexto personal y soc ial. Sin emb argo,
tomas pueden tener
mtodo,
aun sin dejar de ser insanos
seala Peter Chadwick, un ex paciente y actual investigad
psicosis, uno de los problemas terribles del modelo mdic
nante en la investigacin de la esquizofrenia es que los p
sienten q ue los clnicos no escuchan realmente sus experien
la medida en que los profesionales tienen una arquitectura c
tual esquemtica que los lleva a ver las dificultades de sus
tes de una manera orgn ica, objetiva, materialista, no en t
sentidos, subjetivos, experienciales. Esta alienacin entre
res y sufridores resulta en la cantidad d e pacientes q ue no v
psiquiatras en comparacin, sea por caso, con las enfe
los trabajadores sociales y otros pacientes de gran ayud
recuperacin Chadw ick, 200 7, p. 166).
Las alucinaciones pueden ser voces de
razn y
de
loc
pendiendo del contexto histrico y de la experiencia vivida
y Thom as, 2000). Las voces que oan , por ejemplo, los hro
liada y Scrates tenan un
origen y
sentido divino, proven
los dioses, segn en la sociedad griega dioses y
demones
fo
parte de su concepcin del mundo. El
demon
de Scrates
ficaba voces de razn y guas morales de acuerdo con la
de Atenas Leudar y Tho mas , 2000 ). Las voces de locura o
que forman parte de los sntomas de primer rango por
se diagnostica la esquizofrenia, sin dejar de ser experiencia
jenadas, no carecen de sentido y funcin para el propio
Las voces son un problema sntoma) y a la vez un int
solucin de un problema, como experiencias traumticas, s
desorientacin Rom me, Escher, Dillon, Cortens y Morris,
7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna
3/10
ESQUIZOFRENIAYCULTURA
MODERNA:
RAZONES DELALOCURA
actos de habla vacos com o
n Berrios y Fuentenebro 1996 , p. 195) en una perspectiva
que da primaca a la seal cerebral, sino
ivas, como sostiene Castilla del Pino 1998) en
e al delira nte, le hace vivir, es su razn de vida Castilla
, 1998, p. 224). No se trata de un error cogn itivo, sino
no estar) en la realidad p. 67). Se ha de re-
elacin entre las dimensiones de personalidad y sntomas
es Corts Ruiz, Gutirrez-Zotes, Valero Oyarzbal, Jariod
0), sin apostarlo todo al cerebro.
or de la identidad basada en los predicados. Un
n Do marus crea que Jes s, las cajas de cigarros y el
los fundamentos de esta ilusin
la banda de la tasa, y la
la mirada sexual del hombre Arieti, 19 65, p. 157).
razonamien to, ser lo que sea, pero no parece una mera de-
es que, incluso los paranoicos pueden tener enem igos, como
jo G olda Meir a H enri Kissinger, en 1973,cuando ste la acu-
definitiva, el enfoque neurobiolgico
el yo o la persona.
Razones sobre las que considerar la esquizofrenia
antes
un
trastorno de la persona que del cerebro
De acuerdo con la fenomenologa, el hecho bsico que subyace
los que se diagnostica la esquizofrenia es una
o o de la persona. La perspectiva del
la esquizofrenia, viendo
al psiquiatra dans Joseph Pama s Sass y
2003;2007 ), as como al psiquiatra Giovanni Stanghellini
0), entre otros . Se trata de desarrollos que
renovado entendimiento de la esquizofrenia Brgy, 2008 ; Prez-
lvarez,2 1la; Prez-lvarez, Garca Montes y Sass, 2010; Sass,
1992;
Sass y Parnas,2003;2007; Stanghellini, 2004a; 2010).
Ms especficamente, la esquizofrenia sera un trastorno de la
ipseidad Sass y Parnas, 2003;200 7), caracterizado por la hiperre-
flexividad, el sentido disminuido de s mismo y la alteracin de la
experiencia del mundo. Mientras que los dos primeros aspectos
suponen una alteracin del normal sentido prerreflexivo y tci-
to) del
yo como centro
de la experiencia y de la accin, el tercero
supone la alteracin del normal
contacto vital con la realidad.
Se
entiende que la alteracin de la concieticia de s mismo es pareja de
la alteracin de la conciencia del mun do, segn el yo y el mund o se
constituyen mutuamente.
Entre las experiencias de s mismo ms desconcertantes y d esa-
fiantes, tanto para la comptensin como para la explicacin, desta-
can la alienacin y la omnipotencia o cosicacin y grandiosidad ,
a menudo dadas en el mismo paciente y hasta simultneamente.
La alienacin es una forma de despersonalizacin consistente en
experimentar aspectos de uno com o si fueran objetos ajenos, per-
cibidos en tercera persona. As, el paciente siente el cuerpo como
si fuera un objeto mecnico, los pensamientos se hacen sonoros
convertidos en voces extraas) y las acciones parecen influidas
por agentes y poderes externos. Por el contrario, la omnipotencia
supone sentirse uno creador y grandioso, todo poderoso, como si
con su pensamiento pudiera cambiar el mundo. As, James Tilly
Matthew s, el primer caso descrito de esquizofrenia en 1810 Car-
penter, 1989), se siente como un
autmata
influido por la accin
magntica de rayos debidos a un telar manejado por espas y a la
vez se siente como un
emperador
del mundo entero que arroja de
sus tronos a quienes los usurpan Haslam , 181 0/1988, p. 2). Da-
niel Schreber, el caso ms clebre de la historia de la psiquiatra,
gracias a sus
Memorias de un enfermo de los nervios
de 1903, se
senta influido por rayos csmicos que transformaban su propio
cuerpo en un cuerpo de m ujer y, a la vez, crea que sus pensamien-
tos movan las nubes y cambiaban el tiempo Schreber, 2008 ).
Por su parte, la alteracin de la experiencia del m undo se carac-
teriza por la desrealizacin. El mundo se ofrece falto de realidad y
descontextualizado, de modo que las cosas pierden su sentido ha-
bitual. Un tal sentimiemto de irrealidad lo refiere Rene en su
Dia-
rio de una esquizofrnica:
Durante la clase, oa ruidos en la calle:
el paso de un tranva, gente discutiendo, el claxon de un coche, me
parecan separados de su objeto y sin ninguna significacin. A mi
alrededor las compaeras me parecan robots o maniques, accio-
nados por un mecanismo invisible; sobre el estrado, el profesor
que hablaba, gesticulaba, se levantaba para escribir en la pizarra,
pareca tambin un ttere grotesco Sechehaye,
2003,
p. 124).
El mundo esquizofrnico es bien distinto del mundo del que
que no ha experimentado semejante alteracin. No es por tanto
fcil de comprender, ni de explicar. Apenas existen experiencias
comunes que pudieran aproximarse. Cuando ests expectante por
si te llaman, terminas oyendo el telfono o tu nom bre, sin que nada
suene, pero supngase que esto ocurre a todas horas y en todos los
sitios y lo que oyes son frases que te insultan, comentan sobre ti
o te piden hacer algo impropio. As son las alucinaciones. O, por
ejemplo, cuando vas conduciendo y divisas por el retrovisor all
lejos un coche de la polica. Bueno, no pasa nada. Un poco des-
pus, est ms cerca. Te mantienes en tu lnea y ajustas la veloci-
dad. Ya adelantars. Est m s cerca; t te m antienes. Est detrs de
ti .
Vigilas y controlas qu e todo est en orden . All siguen. Por qu
no adelantan? Qu quieren? Qu hacen mirando el ordenador y
7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna
4/10
MARINO PREZ-LVAREZ
con papeles? Por qu se ren? Por fin adelantan, pero por qu se
mantienen ah . Algo as debe ser el mundo paranoide, pero en todo
momento y en todo lugar.
No se trata de meros errores de juicio o, como se dice, de pro-
cesamiento de la informacin. Se trata de una alteracin del modo
de ser y estar en el mundo. Cuando a John Forbes Nash, paciente
de esquizofrenia, matemtico y premio Nobel de E conoma, objeto
de la pelcula
Una mente maravillosa
de 2001 ), le preguntaron:
cmo es posible que usted, un matemtico, un hombre consagra-
do a la razn y a la demostracin lgica... cmo es posible que
haya credo que los extraterrestres le estaban en viando mensajes?
Cmo puede haber credo que los aliengenas lo haban reclutado
para salvar el mundo? Porque las ideas que conceb responde
el propio Nash sobre seres sobrenaturales acudieron a m del
mismo modo en que lo hicieron mis ideas matemticas, y por esa
razn las tom en serio Nasar,
2001,
p. 10).
Explicar cmo se llega a semejante alteracin, ese es el desa-
fo para toda psiquiatra y psicologa que se precien. Los casos de
Matthews Jay, 2003 ), Schreber Schatzman, 1977), Rene Seche-
haye, 2003) y Nash Nasar, 2001) resultan comprensibles y hasta
explicables en la medida en que se conocen sus historias. Es en la
historia personal donde la esquizofrenia tiene su razn de ser, de
acuerdo con el contexto cultural.
El origen moderno de la esquizofrenia
Los datos muestran su marcada incidencia a lo largo del siglo
XIX,
dentro de la escasez de pruebas de su existencia anterior To-
rrey y Miller, 2007). Por qu en esta poca y no antes y no en
cualquier otra cultura? Por la particular configuracin del yo mo-
derno Sass, 1992; Prez Alvarez, 2008;2 1la) . Se trata de un yo
que a partir del Renacimiento sigue la tendencia individualista e
interiorizante que campea en nuestros das. Mientras que la ten-
dencia individualista consiste bsicamente en una separacin cre-
ciente entre el individuo y la sociedad, la tendencia interiorizante
consiste en la separacin dentro del individuo entre el interior y
el exterior. El yo de Descartes {Pienso, luego existo dibuja el yo
moderno , con su primaca del yo sobre el mundo y del yo pensante
sobre el yo corporal, prefiguracin del yo-dividido . El yo de Kant
acabara por rem atar esta peculiar dualidad del yo m oderno: entre
un yo trascendental, fundamento de todo conocimiento, y un yo
emprico, l mismo objeto de conocimiento. Por un lado, un yo
omnipotente, grandioso, y, por otro, un yo-objeto, como una cosa
ms.
Esta hipertrofiada dualidad del yo lleva pareja la desrealizacin
del mun do, segn despus de Kant no podemos decir si lo que co-
nocemos
e s
el mundo real o es solo lo que nos parece. De acuerdo
con este yo-moderno, el pensamiento puede llegar a tomarse por
ms real que la realidad y sta, a su vez, por una ilusin. La esqui-
zofrenia viene a ser la apoteosis de esta particular configuracin
del yo. Esta duplicidad de la conciencia, dice Sass, es comn tanto
al pensamiento m oderno como a la esquizofrenia: de una parte, el
solipsismo que ensalza a la mente y desrealiza al mundo y, de otra,
la cosificacin del sujeto convertido en una cosa ms del mun-
do Sass, 1992, p. 328). Como dice en este caso Stanghellini, es
legtimo pensar que este dualismo radical entre un sujeto que es
pensamiento y un objeto que es concebido en su pura y simple
externalidad extensa pura conciencia y pura materialidad es el
eidos
fundamental tanto de la modernidad como de la despersona-
lizacin esquizofrnica Stanghellini, 2004a, p. 155).
Este yo moderno refleja y a la vez se traduce en cambi
turales y nuevas formas de vida. As, habra que destacar
transformacin de la comunidad tradicional en la sociedad
individuos, debida al proceso de urbanizacin e industriali
enteramente coincidente con el surgimiento de la esquiz
Cooper y Sartorius, 1977). De pronto, las ciudades se po
de extraos, de individuos desvinculados de sus estructu
munitarias, en buena medida emigrantes del cam po, lo que
mente no es ajeno a la definicin en la misma poca del si
de la hebefrenia y la demencia precoz, identificaciones ante
de la esquizofrenia.
Asimismo, se habra de sealar la afinidad de la esquiz
con la tecnologa m oderna. La mquina moderna puede ser
to a la
apoteosis
del yo como mquina dios-mq uina), com
mayor enajenacin debida a
mquinas de influir
manipula
otros, como ocurra en los casos de Matthews y Schreber
nuevo desarrollo tecnolgico se presta a una variante de de
control tcnico magn etismo, rayos, electricidad, telfono,
sin, mv iles, Internet). No se habra de pensar que se trata
mente de una cuestin patoplstica. La propia tecnologa m
puede contribuir a la patogenia de la enajenacin Hirjak y
2010). Los delirios y alucinaciones de control tcnico supon
alteracin en las estructuras fundamentales de ser-en-el-mun
meramente un
contenido,
sino
una forma
de experiencia a
de ruptura y enajenacin. La particular afinidad entre la
zofrenia y la tecnologa se puede percibir de acuerdo con
caractersticas de la tecnolog a Hirjak y Fuchs, 201 0): 1)
namiento y efectos ocultos; 2) disolucin mgica de los l
3) virtualizacin del mundo real; y 4) reificacin de la expe
subjetiva sentirse como robot o mquina hum ana). En la ex
cia esquizofrnica no solo el cuerpo toma el estatus de cos
que la propia subjetividad se vuelve objeto cuasi-material.
El comienzo juvenil de esquizofrenia
El pico de su incidencia se sita en torno a los veinte ao
comienzo s subclnicos entre los quince y diecisiete aos Amm
Harris, Conus, Lambert, EIkins et al., 2006). La esquizofren
vinculada con la adolescencia y
la
juventud tanto por sus rac
copatol gicas, como por su origen histrico Stanghellini, 20
Empezando por su origen histrico, se habra de obser
contemporaneidad entre la esquizofrenia y la adolescencia
lescentes y jvenes los ha habido siempre, pero como edad
dicin de vida problemticas no lo seran sino a partir sobr
del siglo XIX. Si la infancia fue un descubrimiento del sigl
como edad diferenciada hasta entonces el nio era un adu
miniatura), la adolescencia lo sera del siglo xix, como espac
se abre entre la infancia y la vida adulta. Antes, entre la infa
la vida adulta haba un paso, habitualmente un rito de paso
pronto surga el joven-adulto, que ya haba vivido entre a
desde p equeo. Pero ahora se abre un espacio nunca visto e
infancia y la vida adulta. Surge as la adolescencia como un
critica.Sin los tradicionales ritos de pa so, el adolescente en
ciedad moderna queda expuesto a una
crisis,
la crisis de ide
por antonomasia.
Esta situacin crtica de la adolescencia empez a ser n
en el siglo xix, en relacin con la disolucin de la comunida
dicional en favor de la sociedad de los individuos, con el
proceso de industrializacin y urbanizacin. No es una casu
que la esquizofrenia a lo largo del siglo xix recibiera los no
7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna
5/10
ESQUIZOFRENIAYCULTURA MODERNA: RAZONES DEL LOCURA
descrita por Hecker en 1871, y de
heboidofrea
1885, de
Hebe
la diosa de la juventu d,
demencia precoz introducida por Morel en 1860 y reto-
1896, igualmente indicativos de com ienzo
exagerada, patolgica, de experiencias adolescentes. Si bien
alcanza
la esquizofre-
arrop y Trower (2003 ), se entiende que quien
la esquizofrenia ha quedado entrampado de alguna manera
se da la individua-
no se establecen vnculos con
etc.), patrones comunicacionales y exp eriencias traumticas.
tes, Vallina-Fernndez, Prez-lvarez et al., 2011).
igen mod erno de ambas.
y reiterados estudios llevados por la
India, Nigeria y Colom bia, que en los ms desarrollados com o
37 ) que en los ms desarrollados (15 ). Es decir,
los pases menos desarrollados experimentaron significativamente
perodos ms largos de un funcionamiento sin problem as en la co-
munidad, aunque solamente el 16 de ellos estaba tomando me-
dicacin antipsictica, en comparacin con el 61 en los pases
desarrollados (Hopper et al., 2007).
Esta aparente paradoja se entiende al considerar que la esquizo-
frenia en los pases menos desarrollados no supone una prdida de
los papeles sociales y, en su lugar, la entrada en la carrera psiqui-
trica. Esto ocurre ms fcilmente en los pases ms d esarrollados,
donde el joven que debuta con una incipiente esquizofrenia tiene
ms probabilidades de abandonar sus papeles sociales (estudios,
trabajo) y, en su lugar, de entrar en el papel de paciente crnico
(ingreso hospitalario, med icacin, etc.). Ciertas caractersticas de
las sociedades tradicionales como el apoyo social, el medio fami-
liar, la pertenencia al grupo, la normal aceptacin y tolerancia de
la persona enferma, as como su menor estigm a, parecen ser facto-
res preventivos y curativos, ms eficaces que la propia medicacin
(Lin y Kleinman, 1988).
Esta situacin actual de los pases en desarrollo es com parable
con la situacin de prdida de estructuras sociales y familiares en
la transformacin de la sociedad pre-mod erna en moderna (Cooper
y Sartorius, 1977). Por consiguiente, la gran divisin no es segu-
ramente entre pases menos desarrollados o en desarrollo respec-
to de desarrollados, sino entre formas de vida. Para el caso, estas
distintas formas de vida se pueden concretar en la distincin entre
sociedad comunitaria y sociedad de individuos, ya introducida a
propsito de la transformacin de la sociedad comunitaria tradicio-
nal en la moderna sociedad de los individuos. Los pases en vas
de desarrollo pueden estar en la transicin de la forma de vida tra-
dicional consistente en sociedades comunitarias, hacia una forma
de vida mod erna, tendente a una sociedad de individuos, debido al
proceso de globalizacin. La destruccin de estructuras com unita-
rias tradicionales, junto con la medicalizacin de las crisis psic-
ticas, van a contribuir probablemente y de una forma paradjica a
una esquizofrenia ms desarrollada y de peor pro nstico, como la
nuestra (Waters, 2010). De mo mento, est el
peor
pronstico de la
esquizofrenia en los pases
m s
desarrollados.
L M
alta incidencia de esquizofrenia entre los emigrantes
Una alta tasa de esquizofrenia se ha encontrado repetidamente
en los ltimos veinte aos entre inmigrantes en una variedad de
ciudades europeas, procedentes de diversos pases. El fenmeno
result llamativo cuando se observ por primera vez entre los in-
migrantes afrocaribeos en Londres, pero se ha reconocido tam-
bin en otros pases como H olanda y Dinam arca, con procedencias
de las Antillas holandesas , Surinam, Marruecos y de otros lugares.
El hallazgo es robusto y consistente y no depende de artefactos
metodolg icos, segn los estudios han sido repetidos y mejorados
y las revisiones son cada vez ms exigentes (Coid, K irkbride, Bar-
ker, Cowden, Stamps et al., 2008; Morgan y Hutchinson, 2010a).
Sin embargo, no todos los inm igrantes en E uropa tienen altas tasas
de esquizofrenia. As, por ejemplo, es ms baja entre emigrantes
asiticos en Londres (Eearon, Kirkbride, Morgan, Dazzan, M organ
et al,. 2006).
Adems de la tragedia de salud pblica que implica, esta alta
tasa de esquizofrenia implica todo un desafo para la psiquiatra,
concerniente a la naturaleza de la esquizofrenia, su etiolog a, tra-
tamiento y estatus cientfico. El fenmeno, que sin duda desborda
las socorridas explicaciones genticas y n eurobiolgicas, requiere
7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna
6/10
MARINO PREZ-LVAREZ
de una explicacin en trminos sociales. As, se ha propuesto un
modelo socioevolutivo
que integra causas sociales, psicolgicas y
neurobiolgicas, por este orden. El modelo socioevolutivo surge
en relacin con la abundante y robusta evidencia que muestra la
vinculacin ya no solo de la emigracin, sino tambin la urbani-
dad, el trauma infantil y la adversidad social a lo largo de la vida
con el comienzo de la psicosis (Morgan y Hutchinson, 2010b).
De acuerdo con el modelo socioevolutivo, las alteraciones ce-
rebrales asociadas a la esquizofrenia se pueden entender al hilo
de las experiencias personales, como consecuencia de ellas y no,
necesariamente, como su presunta causa. A modo ilustrativo, per-
mtase el conocido caso del hipocampo aumentado de los taxistas
de Londres. Tal
alteracin
del hipocampo no es, ciertamente, la
causa, sino la consecuencia de ser taxista, conforme esta actividad
profesional hace que se activen reas cerebrales relacionadas con
la memoria espacial, como es el caso del hipo campo. Algo similar
puede estar ocurriendo en relacin con los avatares de la vida que
llevan a la esquizofrenia, tanto en emigrantes como en personas
sometidas a otras condicio nes. En esta perspectiva, las posibles al-
teraciones del cerebro estn ms bien para ser explicadas que para
tomarlas como explicacin (Prez Alvarez, 2011b).
De ah que no sea lo mismo empezar por el cerebro o por la
persona para entender lo que le pasa a la gente. Empezar por el
cerebro suele terminar por dejar de lado las verdaderas condiciones
de las que dependen las experiencias humanas, como la esquizo-
frenia, incluyendo las posibles alteraciones cerebrales. Al priorizar
el cerebro se podra pensar errneamente que el hipocampo au-
mentado es la causa de ser taxista. Este error, que no se da en el
caso de los taxistas, se puede estar cometiendo, sin embargo, en
relacin con la esquizofrenia.
Qu hay de la menor incidencia de esquizofrenia o bservada en-
tre emigrantes asiticos y turcos? P robablemente, tiene que ver con
que su sistema de emigracin incorpora la familia y costumbres all
donde van. Si se toma la cultura en serio, como es hora de hacer,
este tipo de cosas (sistemas de em igracin, instalacin social, for-
mas de vida, etc.) son las que hay q ue investigar antes de los genes,
los alelos cromosomticos o las migraciones neuronales.
La leyenda gentica de la esquizofrenia
A pesar de la
leyenda
gentica de la esquizofrenia, que habla de
un 80 de heredabilidad, de una concordancia del 40-50 entre
gemelos mon ocigticos y de una prevalencia del 1
a lo largo del
mundo (Keshavan etal.,2011;van O s y Kapur, 200 9), lo cierto es
que los estudios en que se basa (epidemiolgicos, familiares, con
gemelos y con adopciones) no aclaran nada en orden a identificar
las pretendidas causas gen ticas, conforme los genes y el ambiente
parecen constituir una intrincada interaccin (Leo, 2003; Prez-
lvarez, 2011
a) .
Este empeo en buscar el
gen de... es
inapropiado
para los trastornos psiquitricos (K endler, 2005) y, de hecho , est
dejando en blanco hasta la investigacin ms ambiciosa de la
gentica de la esquizofrenia (Hamilton, 200 8; Sanders, Duan, Le-
vinson, Shi, He et al., 2008 ).
La bsqueda del
gen de
para el caso de la esquizofrenia, est
mal enfocada porque, aparte de que no es funcin de los genes
tener codificados trastornos, ni nada parecido, supone una cau-
sa
proximal
entre gen y fenotipo, como si, por as decir, hubiera
una nica pieza de la que dependiera, sea por caso, el vuelo de
un avin. Un jumbo contiene tantas piezas como genes hay en
el genoma humano. Si alguien fuera al fuselaje y quitara un trozo
de cable que conecta la cabina con los flaps de las alas, e
no podra despegar. Es esta pieza un
cable de
volar? (
2005, p. 1249). La citada investigacin se propuso exa
polimorfismos nucletidos simples, en 14 genes candid atos
una amplia m uestra, estaban asociados a la esquizofrenia (S
et al., 2008). Con estas fortalezas genes candidatos a
dos,
una amplia y rigurosa muestra fenotpica y un conjun
de polimorfismos qu encuentran los autores? Encuentr
ninguno de los polimorfismos estaba asociado con el feno
quizofrenia en un umbral razonable para la significacin es
ca (Hamilton, 2008, p.421;Sanders et al., 200 8, p. 504 )
Este mod elo gentico lineal, en vista de su fracaso en en
los ansiados genes de la esquizofrenia, debe dejar paso no ya
mente al socorrido mo delo interactivo gen-ambiente (G X A
a una decidida perspectiva epigen tica, valga decir,
ms al
gentica. El modelo interactivo no deja de ser lineal en la
en que sigue partiendo de un origen gentico de la esquiz
que es activada por factores sociales (vulnerabilidad-estrs
modelo asume un papel causal para el ambiente pero do
posibilidad ltima del trastorno depende del genotipo (va
Poulton, 2009 ), con lo que estamos en las mismas. Por el co
la perspectiva epigentica puede arrojar nueva luz sobre los
rosos e incomprendidos hallazgos de los estudios ambiental
esquizofrenia (Oh y Petron is, 2008), entre ellos los relativo
emigrantes (Morgan y Hutchinson, 2010a). La epigentica
cambios en la expresin gentica, potencialmente heredab
por ello, implicar cambios en la secuencia del ADN, que s
bidos a factores pre-, peri- y post-natales, incluyendo ex per
sociales. Los cambios epigenticos cuentan con mecanism
ya se van conociendo como la metilacin del ADN y la mo
cin de histonas, por los que experiencias psicolgicas y f
sociales se podran integrar en el genom a, con efectos en su
respuestas hormonales, neuronales y conductuales (Duddl
Kobor, Kippin y Bredy, 2010; Hochberg, Feil, Constancia,
Junien et al., 2011
;
Weaver, 2011 ).
La epigentica ofrece un nuevo paisaje para el entendi
de la intrincada relacin entre el genoma y el ambiente. A
ejemplo, se concibe ahora que la expresin gentica y la f
genmica puedan estar reguladas en respuesta a cambios
condiciones de vida, experiencias y comportamientos, tales
interacciones tempranas, adversidades sociales, traumas,
cin, derrota social, etc., de conocida asociacin con la esqu
nia (Morgan y Hutch inson, 201 0b). Aunque la epigentica n
de hacer atractiva la hiptesis
molecular
centrada en mec
(Roth, Lubin, Sodhi y Kleinman, 2009), su mejor conside
lleva, por as decir, a la hiptesis
molar
que abarca el de
ontogentico en su conjunto (Robert, 2000 ), en la lnea del m
socioevolutivo introducido anteriormente (Morgan y Hutc
2010b).
El giro epigentico tiene importantes implicaciones epi
lgicas para las biociencias (Nicolosi y Ruivenkamp, 2011
pezando por resolver y disolver reductos del dualismo co
la propia distincin gen-ambiente, genotipo-fenotipo y pato
patoplastia, as como la sempiterna divisin naturaleza-c
Los genes como programas y el DNA como inform
representan una versin contempornea de la idea tradicio
homnculo y del preformismo, para el caso,
\a. forma
programa, instruccinque se materializa o
sustanci
cuerpo o fenotipo. El giro epigentico permite un doble pas
mero de la idea de genom a aislado a la idea de sus relacion
7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna
7/10
ESQUIZOFRENIA Y CULTURA MODERNA: RAZONES DE LA LOCURA
(no tanto la idea de desarrollo despliegue de
la de co-transformacin con-constructiva)
nuos reajustes epigenm icos
mejor se reconsidera en trminos de organismo-
al, etc. Paradjica e irnicamente, la gentica termina por
l papel decisivo de la conducta y del ambiente en la con-
in del individuo , incluyendo el epigenoma y el cerebro. La
interpersonal en la terapia de la esquizofrenia
Como dijo un paciente de esquizofrenia, se habla m ucho de qu-
qumicaque m s me ha ayudado a m fue la que tuve
n em bargo, como es sabido,
l
tratamiento
como adjunto a la medicacin. Dentro de que difcilmente se
fuera las circunstancias que han
por lo com n, de un adolescente. La experiencia
El comienzo por la m edicacin puede marcar el des-
mo crnico. La medicacin se convierte en el tema de
tenerla, subirla, bajarla, cam biarla,
lo que se llama escuchar al frmaco, en vez de propiamente
no suele faltar.
llevar una autntica terapia psicolgica.
s psic ticas. Asim ismo, el objetivo de la psicoterapia no es
mente eliminar los sntom as, sino cambiar la relacin con
ntes, Perona-Garceln y Vallina-Fernndez, 2008).
Mientras que en el contexto de la medicacin, como tratamien-
pia psicolgica est prcticamente impedida,
ale, como alivio de los sntomas, cuan-
no siempre lo llega a ser. Se pueden
poner a este respecto, cotno ejemplos, el paradigma Soteria y el
modelo finlands. El paradigma Soteria es al m enos tan efectivo
como el tratamiento tradicional con base en el hospital, todo ello
sin el uso de medicacin antipsictica como primer tratamiento.
As, en un seguimiento de dos aos , mientras que el 97 de los
pacientes que siguieron el tratamiento tradicional estaban toman-
do medicacin a dosis estndar, el porcentaje de pacientes Soteria
que la reciban era del 57 y a menos de mitad de dosis (Calton,
Ferriter, Huband y Spandier, 2008, pp . 186-187). El modelo finlan-
ds para el tratamiento precoz de la esquizofrenia muestra tambin
que la medicacin no es indispensable y aun en su ausencia los
efectos pueden ser mejores (A lanen, Lehtinen, Lehtinen, Aaltonen
y Rkklinen, 2002/2009). En el grupo de psicoterapia sin-me-
dicacin, un 42 de los pacientes no recibieron neurolpticos en
absoluto durante el perodo de seguimiento de dos aos, incluida
la fase inicial, mientras que la cifra de pacientes correspondiente
al grupo con medicacin estndar que lograron prescindir de ella
era del 6 . El grupo de no medicacin presenta menos hospitali-
zaciones en dos aos, menos sntomas psicticos y otras mejoras
de salud general. Con todo, el hallazgo ms sobresaliente fue la
presencia triple de sntomas psicticos en el grupo de medicacin
estndar en comparacin con el grupo sin medicacin (Alanen et
al.,2002/2009, p. 451).
Sera de esperar una nueva vida para la psicoterapia de la es-
quizofrenia en la perspectiva fenomenolgica y psicolgica que
se ha propuesto aq u. Esta psicoterapia se centra en la persona, en
la relacin interpersonal, en el entendimiento de las experiencias
en el contexto biogrfico, en la recuperacin del sentido del yo
y en devolver a la persona al horizonte de la vida y, as, salir del
entrampamiento de la esquizofrenia, sin prometer un jardn de
rosas (Prez-lvarez, Garca-Montes, Vallina-Fernndez, Pero-
na-Garceln y Cuevas-Yust, 2011). Las posibilidades de la terapia
psicolgica de la esquizofrenia tienen su base en la simple pero
profunda idea de que la gente que ha sido diagnosticada de esqui-
zofrenia so npersonas y siguen sindolo.
Las siete razones presentadas, ms que meros hechos, permi-
ten reclamar la perspectiva de la persona en el entendimiento de
la esquizofrenia, conocida la incertidumbre y confusin a la que
est llevando el rampante enfoque neurobiolgieo. La perspectiva
propuesta incorpora en su justa medida la indudable implicacin
neurobiolgica, por ejemplo, dentro de un modelo socioevolutivo
de la esquizofrenia.
Agradecimiento
Este trabajo se ha realizado en el marco del Proyecto financiado
por el Ministerio de Educacin (PSI2009-09453).
Referencias
(2002/2009). El modelo finlands para el tratamiento precoz de la
esquizofrenia y psicosis afines. En B.V. Martindale, A. Bateman, M.
Crow yF.Margison (Eds.),Las psicosis. Los tratam ientos psicolgicos
y su eficacia(pp. 419-464). Barcelona: H erder.
s, P., Lambert, M ., Elkins, K.S. et al
(2006). Treated incidence of first-episode psychosis in the catchment
area of EPPIC between 1997 and 2000. Acta Psychiatrica Scandinavi-
ca, 114,331-345.
Andreasen, N.C. (2001). Brave new brain. Conquering mental illness in
the era of genome.
Nueva York: Oxford University Press.
Arieti, S. (1965).Interpretacin de la esquizofrenia. Barcelona: Labor.
Bentall, R. (2009).
Doctoring the
mind
Why psychiatric treatments
fail
Londres: Allen Lane.
7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna
8/10
MARINO PREZ-LVAREZ
Berrios,G.R. yFuentenebro,F.(1996).Delirio. Historia. Clnica. Meta-
teora.Madrid: Trota.
BUrgy, M. (2008 ).Theconceptofpsychosis: Historicalandphenomenolo-
gical aspects.Schizophrenia Bu lletin,
34,
1200-1210.
Calton,T. Ferriter,M. Huband,N. ySpandler,H.(2008).Asystematic
review of the Soteria paradigm for thetreatmentof people diagnosed
with schizophrenia.Schizophrenia Bulletin,34,181-192.
Carpenter, P.K.(1989). Descriptionsofschizophrenia in thepsychiatryof
Georgian Britain: John Haslam
and
James Tilly Matthews.
Compren-
hensive Psychiatry, 30 4),
332-338.
Castilladel Pino,C.(1998).El
delirio,
un
error necesario.
Oviedo:Edi-
ciones Nobel.
Chadwick, P. (2007). Peer-professional firt-person account: Schizophrenia
from theinsidephenomenologyand theintegrationofcausesand me-
anings.
Schizophrenia Bulletin.
33,166-173.
Coid, J.W. Kirkbride, J.B. Barker, D. Cowden, F. Stamps,R. et al.
(2008). Raised incidence ratesofall psychoses among migrant groups.
Findings from theEast London first episode psychosis study.Archives
of General Psychiatry.
65,
1250-1258.
Cooper, J. y Sartorius, N. (1977). Cultural and temporal variations in
schizophrenia: A speculationonimportanceofindustrialization.
British
Journal of Psychiatry, 130,50-55.
Corts Ruiz,M.J. Gutirrez-Zotes,A. Valero Oyarzbal, Jariod Pamies,
J. ,
y
Labad Alquzar,
M.
(2010). Delirios
y su
relacin
con el
tempe-
ramento ycarcter en pacientes con trastorno psictico.
Psicothema,
22,84-91.
Dudley, K.J. Li X. Kobor, M.S. Kippin, T.E. y Bredy,T.W.(2011).
Epigenetic mechanisms mediating vulnerability andresilience to psy-
chiatric disorders.NeuroscienceandBiobehavioral Reviews,35, 1544-
1551.
Fearon, P. Kirkbride, J.B. Morgan, C Dazzan, P. Morgan, K. et al.
(2006). Incidenceof schizophrenia and other psychoses inethnicmi-
nority groups: Results from the MRCAESOP Study. Psychological
Medicine,
36,
1541-1550.
Fonseca-Pedrero, E. Paino, M. Lemos-Girldez, S. Sierra-Baigrie,S.
Ordez-Camblor, N. y Muiz, J. (2011). Early psychopathological
features in Spanish adolescents. Psicothema,23,87-93.
Hamilton,S.P. (2008). Schizophrenia candidate genes:Are wereallyco-
ming
up
blank?
American Journal of Psychiatry, 65,
420-423.
Harrop,C yTrower,P.(2003). Why does schizophrenia developatlate
adolescence?:
A
cognitive-developmental approach
to
psychosis.
Lon-
dres: Wiley.
Haslam,J. \S\0l\98Z). Illustrations of madness.Londres: Routledge.
Harrison,P.J. Lewis,D.A. y Kleinman,J.E. (2011). Neuropathologyof
schizophrenia.
En D.R.
Weinberger
y
P.J. Harrison (Eds.),Schizophre-
nia (pp. 372-392). Oxford: Wiley-Blackwell.
Hirjak, D.,yFuchs,T . (2010). Delusions of technical alien control:Apheno-
menological descriptionofthree cases. Psycliopathology, 43,96-103.
Hochberg, Z., Feil,R. Constancia, M., Fraga, M., Junien,C etal. (2011).
Child health, developmental plasticity, and epigenetic programming.
Endocrine Reviews,32,159-224.
Hopper, K. Harrison, G. Janea, A. y Sartorius, N. (2007). Recovery
from Schizophrenia:An International Perspective:ARep ort from the
WHO Collaborative Project,
the
International Study of Schizophrenia.
Oxford: Oxford University Press.
Insel,T.(2010). Circuitos defectuosos.
nvestigacin
yCiencia,umo,
24-31.
Jay,M.(2003).The air loom gang. Thestrangeand true storyof James
Tilly Mattewsandhis visionary m adness.Londres: Bantam Press.
Kean,C. (2009). Silencing the self: Schizophrenia as a self-disturbance.
Schizophrenia Bulletin,
35, 1034-1036.
Kendler,K.S.(2005).AGene for ...:Thenatureofgene action in psy-
chiatric disorders.American Journal of Psychiatry,162,1243-1252.
Keshavan, M.S. Nasrallah, H.A. y Tandon, R. (2011). Schizophrenia,
justthefacts6.Moving ahead withtheschizophrenia concept: From
the elephantto themouse.Schizophrenia Research, 127,3-13.
Leo,J.(2003).Thefallacyofthe 50 concordance ratefor schizophrenia
in identical twins.Human Nature Review, 3,406-415.
Leudar, I., y Thom as,P.(2000).
Voices
of reaso n, voices of insanity. Studies
of
verbal
hallucinations.
L ondres: Routledge.
Lin, K.M., y Kleinman, A.M. (1988). Psychopathology
and
clinical course
of schizophrenia:Across-cultural perspective. Schizophrenia Bulletin,
14,555-561.
Luhrmann, T.M.
2001
).Of two m inds.
An
anthropologist looks
can psychiatry.
Nueva York: Vintege Books.
MacDonald, A.W.,ySchulz,S.C.(2009). What we know: Find
every theoryof schizophrenia should explain. Schizophrenia B
55 ,493-508 .
Maj,
M.(2011). Understanding thepathophisiology of schizophre
we on thewrongor on theright track?
Schizophrenia Researc
20-21.
Morgan,C yHutchinson, G. (2010a). The social determinantsof
sis inmigrantandethnic minority populations:Apublic health
Psychological Medicine, 40,705-709.
Morgan,C y Hutchinson, G. (2010b).The sociodevelopmenta
of pschosis.En C. Morgan y D. Bhugra (Eds.), Principles
psychiatry (pp. 193-214). Oxford: Wiley.
Moskowitz, A.,yHeim,G. (2011). Eugen Bleuler's Dementia pra
the group
of
schizophrenias (1911):Acentenary appreciation
consideration.
Schizophrenia Bulletin, 37,
471-479.
Nasar, S.(2001).
Una mente prodigiosa.
Barcelona: Mondadori.
Nicolosi,G. y Ruivenkamp,G.(2011).The epigenetic turn. Som
about the epistemological changeofperspectiveinbiosciences.
ne, Health Care
and
Philosophy DOI: 10.1007/sl 1019-011-93
Oh, G. y Petronis,A. (2008). Environmental studies of schiz
through the prism of epigenetics.
Schizophrenia Bulletin,
3
1129.
Prez-lvarez,M.(2008). Hyperreflexivity ascondition in ment
ders:
A clinicalandhistorical perspective. Psicothema,20,
181
Prez Alvarez,
M.
(2011a). Esquizofrenia
y
cultura moderna (
InauguraldelCurso Acadmico 2011/12de laUniversidadde
Oviedo: UniversidaddeOviedo.
Prez Alvarez, M. (201 Ib).Elmitodelcerebro creador. Cuerpo, c o
y cultura. Madrid: Alianza Editorial.
Prez Alvarez,
M.
Garca Montes,
J.M. y
Sass,
L.
(2010).
La
ho
fenomenologa en laesquizofrenia. Clnicay
Salud,
2/ 221-23
Prez-lvarez,M. Garca-Montes,J.M. Perona-Garceln,S. y
Fernndez,O. (2008). Changing relationship with voices:New
peutic perspectivesfortreating hallucinations.Clinical Psycholo
Psychotherapy, 15,
75-85.
Prez-lvarez,M. Garca-Montes,J.M. Vallina-Fernndez, O. P
Garceln,
S. y
Cuevas-Yust,
C.
(2011).
New
life
for
psychoth
the lightofphenomenology. Clinical Psychologyand Psychot
18 ,187-201.
Perona-Garceln,
S.
Carrascoso-Lpez,
F.J.
Garca-Montes,
J.M
na-Fernndez, O., Prez-lvarez, M.etal. (2011). D epersonaliz
a mediatorin therelationship between self-focused attentionan
tory hallucinations.Journalof
Trauma
andDissociation, 12,5
Pierre, J.M. (2008). Deconstructing schizophreniaforDSM-V: Ch
for clinical and research agendas.
Clinical Schizophrenia
R
Psychoses, }u\y, 166-174.
Read,J. vanO s,J. Morrison, A.P.,yRoss,CA . (2005). Childho
ma, psychosis and schizophrenia:A literature review with the
and clinical implications.Ada
Psychiatrica Scandinavica, 11
350.
Robert, J.S. (2000). Schizophrenia epignesis? Theoretical Medici
Bioethics,2l, 191-215.
Roth,
T.L.
Lubin,
F.D.
Sodhi,
M. y
Kleinman,
J.E.
(2009). Ep
mechanisms in schizophrenia.
Biochimica
et
Biophysica Acta
869-877.
Rom me,M ., Escher, S., Dillon, J.,Co rstens ,D.,y Mo rris,M . (2009)
with voices.50stories of reco very.Ross-on-Wye, UK: PCCS B
Sanders,A.R Duan,J. Levinson, D.F Shi J. He D. et al.(20
significant association of 14 candidate genes with schizophre
large European ancestry sample: Implications for psychiatric g
American Journal of Psychiatry, 165,497-506.
Sass,
L. A.
1992).Madness and m odernism. Insanity in the light of
art, literature,
and
thought.
Harvard University Press.
Sass,L. y Parnas,J.(2003). Schizophrenia, consciousness,and th
Schizophrenia Bulletin, 29,427-444.
Sass,L. yParnas,J. (2007). Explaning schizophrenia:Therelev
phenomenology.En M.C.Chung et al. (Eds.), Reconceiving
phrenia
(pp. 63-95). Oxford: Oxford University Press.
Schatzman,M.(1977).Elasesinatodelalma. La persecucindeln
la familia autoritaria.M xico: SigloXXI.
7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna
9/10
ESQUIZOFRENIA CULTURA MODERNA: RAZONES DE LA LOCURA
D. 2008).Memorias de un enfermo de los nervios.Madrid: Sex-
to Piso.
M.A. 2003).La realizacin simblica y Diario de una esqui-
zofrnica.Mxico: FCE.
J. 2004a).Disembodied spirits and deanimated bodies. The
psychopathology of common sense. Oxford: Oxford University Press.
llini, G. 2004b) . Psychopathological roots of early schizophrenia:
Adolescent vulnerability, hebephrenia and heboidophrenia. Current
Opinion in Psychiatry 17 41 \-411.
2010). A hermeneutic framework for psychopathology.
Psychopathology 43
319-326.
E.F., y Miller, J. 2007) .
The invisible plague. The rise of mental ill-
ness from 1750 to thepresent.New Jersey: Rutgers University Press.
J., y Kapur, S. 2009 ). Schizophren ia.Lancer 374 635-645.
van Os , J., y Poulton, R. 2009) . Environmental vulnerability and genetic-
environm ental interactions. En A.J. Jackson y P.D. McG orry Eds.),
The
recognition and m anagement of early psychosis. A preventive approach
pp .
47-60). Cambridge: Cambridge University Press.
Watters, E. 2010) . Crazy like us: The globalization ofth American psy-
che.
Nueva York: Free Press.
Wearer,
I.C.G.
2011). Toward an understanding of the dynamic in terde-
pendence of genes and environment in the regulation of phenotype.
Nurturing our epigenetic nature. En A. Petronis y J. Mill Eds.),
Brain
behavior and epigenics
pp. 209-243). Londres: Springer.
Weinberger,
D.R. y
Levitt,
P.
2011). Neurodevelopmen tal origins of schi-
zophrenia. En D.R. Weinberger y P.J. Harrison Eds.), Schizophrenia
pp .
393-412). Oxford: Wiley-Blackwell.
7/25/2019 Esquizofrenia y Cultura Moderna
10/10
Copyright of Psicothema is the property of Colegio Oficial de Psicologos del Principado de Asturias and its
content may not be copied or emailed to multiple sites or posted to a listserv without the copyright holder's
express written permission. However, users may print, download, or email articles for individual use.