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Esto no es un museo
Proyecto: Concurso de ideas para un Museo de Bellas Artes “ESTO NO ES UN MUSEO”
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/ Esto NO es un Museo
//1. Nota preliminar
Después de mucho analizar y madurar las bases del concurso, hemos formado un equipo de
cuatro profesionales: una historiadora del arte, dos arquitectas y un diseñador gráfico. A pesar de
reconocer que, al aceptar las condiciones de contrato, nos colocamos en una posición vulnerable
con respecto al trabajo desarrollado.
La petición se realiza por parte del “Centro Atlántico de Arte Moderno, Sociedad Anónima”, en la
que solicitan el desarrollo de una propuesta arquitectónica y museográfica para “El Museo de
Bellas Artes de Gran Canaria”, que tendrá su sede en el antiguo Hospital de San Martín de Las
Palmas de Gran Canaria.
A lo largo de la historia de nuestra civilización, constatamos que la arquitectura no sólo ha sido
un instrumento vertebrador de la sociedad, sino que también ha estado al servicio de los
dirigentes políticos. Se han levantado palacios, templos, obeliscos, muros, edificios,
monumentos, …, como símbolos de poder o máquinas de control. Parte de esas construcciones
son las que hoy, se consideran patrimonio.
“Los arquitectos tienen su ideología, la expresen o no. Detrás de todas las corrientes
arquitectónicas, hay concepciones políticas. Hay una arquitectura egocéntrica, capaz de
pactar con quien sea para que se hagan sus obras. Y hay otro tipo -cooperativo, orgánico,
vital-, reflejo de una concepción socialista del mundo” (Josep María Montaner, conferencia
en el Paraninfo de la Universidad Nacional del Litoral. 2011 )
“Empleaban el arte como exaltación de la realeza, manifestación de la fastuosidad, poder
de una monarquía o tiranía. Colocaban en los museos obras para ser admiradas con fines
propagandísticos” (Aurora León, El Museo. Teoría, Praxis y Utopía)
He aquí la razón por la que nos presentamos, porque más allá de los intereses políticos o
económicos, resulta pertinente reflexionar acerca de las necesidades y las problemáticas que se
le suponen a la ciudad y sus ciudadanos. Abrir una investigación y reafirmar la importancia de
una actitud crítica, desde la arquitectura, a la hora de acometer los proyectos.
Existen alternativas dentro de este sistema arquitectónico instaurado, “portador de las pautas de
la autoridad para ordenar y prohibir”, como indica Bataille. Es la tendencia a ser una herramienta
para las personas.
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//2. Observación
“[…] Ante mí se despliega en silencio un extraño desorden organizado. Soy presa de
horror sagrado. Mi paso se vuelve reverente. Mi voz cambia y se coloca algo más alta que
en la iglesia, pero un poco más baja que en los asuntos ordinarios de la vida. Pronto dejo
de saber a qué he venido a estas soledades encerradas, con algo de templo y de salón,
de cementerio y de escuela…”
“[…] ¡Qué cansancio, me digo, qué barbarie! Esto es inhumano. Esto no tiene nada de
puro. Es una paradoja, semejante acercamiento entre maravillas independientes pero
virales, incluso más enemigas cuanto más semejantes”
(Paul Valéry, Piezas sobre arte. El problema de los museos)
Un factor que determina en gran medida el concepto museológico es la relación entre los
espectadores y el objeto artístico, existe una íntima relación entre los dos a través del cuerpo.
Éste, el cuerpo, es el primer lugar de aprendizaje sobre “el sí mismo” y el entorno.
Pero sucede que, al entrar en un museo, al atravesar el umbral invisible, se produce una ruptura
espacial y temporal. Irrumpimos en otra dimensión, donde lo artificial cobra vida suprimiendo la
conciencia del mundo exterior. No hay cualidades: la luz es inalterable, el aire sale de los
acondicionadores, la temperatura es la ideal, los olores son los mismos y los circuitos cerrados y
obligatorios. El tiempo no pasa, no hay día, no hay noche. Se revela como una cápsula que
neutraliza los sentidos. Un espacio limpio y seguro, sin referencias.
La mayoría de los museos tiene una relación indiferente con la ciudad que los rodea. Se
encierran en sus muros, cuyas ventanas son canceladas para controlar el ambiente interior,
evitando a su vez que te muestren la ciudad circundante. Asimismo se establecen fronteras para
la visión de la obra.
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“El espacio del museo moderno es un espacio construido según leyes tan rigurosas como
las que se aplicaban a la construcción de una iglesia medieval. El principio básico que
subyace a esas leyes, es que el mundo exterior no debe penetrar en ella, y, por eso
mismo, las ventanas suelen estar negadas. Las paredes están pintadas de blanco, la luz
viene del techo” (Brian O’Doherty, Dentro del cubo blanco)
Por otro lado, también sucede que, el despliegue de los objetos artísticos se realiza de manera
tumultuosa, produciendo saturación y dificultando la asimilación. Los múltiples estímulos se
mezclan llegando a eliminar toda emoción.
Todo ello, hace que el Museo se descubra como una institución fría, densa y autoritaria,
generando confusión e indiferencia entre sus visitantes, con el consiguiente rechazo por la
cultura. Esta completa deshumanización queda totalmente alejada de los principios vitales del
Arte.
“La finalidad de tal escenario se asemeja a la de los edificios religiosos. Al igual que las
verdades de la fe, las obras de arte se presentan AISLADAS del tiempo y de sus
vicisitudes” (Brian O’Doherty, Dentro del cubo blanco)
Desde su origen a nuestros días, se han producido distintas concepciones y configuraciones de
espacios museísticos; tales como el contemplativo, el museo espectáculo, el cubo blanco, el
museo-ciudad, el móvil, el imaginario, … Todas ellas versan entorno a la relación que se
establece entre espectador y objeto artístico, como ya habíamos comentado al principio de este
punto. Desde la arquitectura, éste es el aspecto que más se puede desarrollar, consiguiendo
favorecer o fracasar en dichas relaciones.
Muchos filósofos y poetas han profundizado acerca del vínculo espectador-obra e insisten en
que “el espectador moderno no debe permanecer pasivo”. Esta renovación museística sólo
existe de forma teórica; y por tanto demanda una nueva configuración espacial del edificio
museo que posibilite la participación del espectador.
Se diseñan los espacios y las exposiciones con limitaciones en la configuración, por ser lo más
frecuente. Las puestas en escena se repiten en todos lados, con ligeras variaciones. Existe una
carencia de alternativas, probablemente motivadas porque los arquitectos no han entablado un
diálogo con todos los agentes y técnicos que forman parte del equipo del museo para dar una
respuesta conjunta a la variedad. En vez de atender las particularidades de cada espectador
como único, se centran en homogenizar y establecer normas para la mayoría. Las propuestas
ofrecen restricciones, en vez de posibilidades.
Para hacer frente a dichas restricciones vamos a trabajar en el desarrollo de una idea, que por
un lado integre la vida cotidiana y que por otro personalice la atención de cada visitante.
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//3. Detección del Problema
Durante todo el S.XIX y S.XX, se ha ido gestando, lo que hoy podríamos llamar el EFECTO
MUSEO. Consiste en la firme creencia de que a raíz del estreno de una marca museo la ciudad
alcanzará niveles de notoriedad y progreso jamás conocidos. El Guggenheim de Bilbao es el
modelo más fiel al respecto.
Es la Fe en el Icono, ese edificio que se erige entre sus colindantes, para instaurarse como ente
singular, el hito de la zona. Absolutamente aislado, discontinuo y autónomo, que se abre paso y
destaca en el espacio circundante.
Construye un museo y a continuación la zona se regenerará. El museo ha pasado así, a ser la
afirmación del éxito y progreso de una ciudad. Un dispositivo más para concebir la cultura como
industria. Es una oportunidad para la economía: el atractivo o la atracción de una ciudad.
Pero aquí hay que hilar muy fino, porque la línea que separa, la oportunidad para todos del
beneficio de unos pocos, es muy delicada.
Normalmente este tipo de iniciativas, dependiendo de su enfoque, no traen consecuencias
culturales, quizás sí económicas, pero reducidas. Hasta la fecha, y sobretodo en ciudades de
provincia donde el coleccionismo privado y los mecanismos para incentivarlo son prácticamente
inexistentes, descubren en las prácticas del museo un ejercicio endogámico. Es otro producto de
venta y consumo para el turista; pero no fomenta, ni incrementa el mercado local del Arte. El
impacto es mínimo en las galerías y ventas de obras de artistas. Esto supone la negación de uno
de los principios básicos: “la vocación de todo museo es el coleccionismo” y ambos están
vinculados indisolublemente. Entonces, ¿cómo es posible?
Es por ello, que resulta de extrema urgencia, establecer un nuevo modelo que reorganice y
refuerce las redes (ahora mismo inútiles), encontrando un equilibrio entre toda la comunidad
cultural y superar rivalidades para que ningún agente cultural quede ajeno o excluido. Una
planificación global y conjunta, donde las infraestructuras culturales (públicas y privadas) se
apoyen y ayuden, en una palabra: colaboren.
Por otro lado, que el Museo de Bellas Artes de Gran Canaria, se desarrolle para “difundir la
historia del arte en Canarias” y reforzar la identidad local. A la vez que, como ya comentamos,
suponga un atractivo, motivo de orgullo y satisfacción de la isla para incentivar el turismo. Puede
que nos ayude a enriquecer los tejidos productivos y nos aleje del turismo homogéneo:
consumidores de lo mismo. Y de esta forma, quizás, comience a haber más apoyo a la cultura
local, reforzando nuestra realidad, y “que no sirva como excusa para simplificar la complejidad de
nuestra historia para ofrecer un discurso rápidamente transmisible” y de fácil consumición.
La economía y la cultura se pueden dar la mano, entablar una reciprocidad. Sin olvidar, que un
museo que alimente el prestigio de una ciudad reforzado su propio éxito, no tiene nada que ver,
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con un museo que alimente a sus ciudadanos y visitantes resurgiendo así la victoria de la
cultura.
Por último, volviendo al principio, si bien es cierto que la “apertura de un museo” ha supuesto un
cambio considerable para determinadas ciudades, pensar que, un edificio o una pasarela
cambiarán la ciudad, no sólo es iluso, sino pretensioso y majadero. Si se ha conseguido lo que
se ha conseguido es, porque lejos de ser actuaciones aisladas, han sido concebidas y diseñadas
dentro de una planificación y ordenación territorial que atiende, no sólo al solar en cuestión y su
entorno más inmediato, sino a las necesidades de los tejidos sociales y urbanos, con intención
de mejorar la vida de los habitantes de los barrios vecinos.
“El museo como ciudad lleva implícito la reordenación del territorio. Es muy importante la
reflexión sobre las implicaciones que tiene su situación.” (Aurora León, El Museo, Teoría,
Praxis y Utopía)
Es por ello que no hemos de ser indiferentes a los problemas reales y a los inconvenientes que
sufren los habitantes de la zona. Porque, no nos engañemos, quienes hacen ciudad son los
ciudadanos y muchas veces la hacen a pesar de ella.
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Procedamos entonces a debatir sobre los problemas más evidentes que se dan cita en la ciudad
de Las Palmas de Gran Canaria con respecto a la cultura.
En la capital de la isla existen en la actualidad 18 museos o centros con espacios expositivos, sin
contar con todas las salas asociadas a los distintos municipios que alberga programas de
actividades culturales. Parece ser que a nivel institucional el cupo está lleno.
Ahora bien, con respecto a la iniciativa privada, se cuenta sólo con dos galerías para toda la isla
y la provincia que procuren visibilidad, proyección en el extranjero y posibilidades laborales para
los artistas.
En cuanto a espacios alternativos y no institucionalizados, que actúen como agentes culturales,
nos encontramos con grupos de jóvenes, que se organizan en talleres, cafés, solares,
almacenes o garajes, con una dinámica oferta de talleres y exposiciones, que aportan vitalidad a
la escena artística.
Surge por tanto la inevitable pregunta: ¿Es necesario un Museo de Bellas Artes?
Es cierto, que la mayoría de los espacios son casas monográficas o centros de artes
contemporáneo y parece ser que existe una ingente colección desperdigada por los despachos-
sedes y además le sumamos, que en el depósito del CAAM, no cabe un alma.
Aún así, volvemos a insistir ¿Es necesario un museo más en la isla? ¿de Bellas Artes?
Responder a la demanda del S.XXI, con un modelo de museo del S.XIX, decimonónico, se
antoja cuanto menos trasnochado. En aquellos tiempos, trataban de buscar fundamentos
absolutos y certezas definitivas. Mantenían los objetos inanimados, embalsamados. No es de
extrañar que muchos piensen en tumbas cuando se habla de dichos espacios, que congelaban
el tiempo y de carácter sacro, preparados a modo de cementerio para recibir objetos disecados.
Asistimos a un periodo de cambio: cultural, social, de pensamiento. Nos movemos del objeto de
contemplación a la experiencia de una vida creativa. Es por ello, que sin dejar de lado los logros
del pasado, hemos de formular proyectos con mentalidad de futuro.
Los fundamentos de todo museo son: “adquirir, conservar, estudiar, exponer y difundir el
patrimonio material e inmaterial” (Bases del concurso MUBA. Especificaciones Técnicas) La misión de
un museo es la que es, cuando hablamos de revisarla nos referimos en particular a la manera de
materializar su puesta en escena.
De entre todos ellos, haremos especial hincapié en la conservación. Pues, hoy en día los
progresos en los medios de transmisión posibilitan la distribución, profusión, exhibición. En
cambio, es esta, nuestra asignatura pendiente: la construcción de un Archivo y Catalogación
exhaustiva, albergar y establecer procedimientos mediantes los cuales se clasifica y ordena,
mantiene y restaura, proteja y continúe aumentando la colección. Reconstruir, cuidar y valorar
nuestra cultura.
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E insistimos, una vez más, ¿necesitamos un museo o un almacén para la colección?
Porque espacios expositivos hay, pero un lugar donde almacenar la colección y conservarla: NO.
Hemos tenido que dejar machar colecciones enteras de artistas (véase el caso de Juan Hidalgo,
artista de calado internacional canario) por no poder alojarlas en nuestra casa. Es en estos
casos, en los que más que nunca se ha de actuar. Para evitar que se produzcan lagunas en la
historia y en la memoria.
Uno de los grandes problemas con los que tienen que lidiar los museos, coleccionistas o artistas
es el almacenamiento.
El Almacenamiento y los presupuestos. Porque si es cierto que existen una buena cantidad de
espacios expositivos, entre los del Gobierno, el Cabildo, el Ayuntamiento y la Universidad, todos
ellos sobreviven a expensas de las limosnas que se conceden desde arriba. Todos los centros
se ven sin dinero para gestionar o realizar exposiciones, pero eso sí, todos ellos cumplen una
programación, gracias a la generosidad y colaboración de artistas o colecciones privadas.
No nos sigamos engañando: somos la hermana pobre o la prima tonta del Estado. Pero aún así
nos planteamos la posibilidad de comprarnos un lindo vestido para asistir a la Feria de
Vanidades .
Por eso, insistimos y volvemos a preguntar: ¿qué es lo relevante el continente o el contenido?
Hablar de dinero delante de una obra de Arte o de un concurso de ideas es desagradable, ya lo
decía Kahnwailer.
Así que conversemos de lo bello, de cómo Vegueta, casco antiguo de la ciudad, se ha
cristalizado como entorno cultural, donde se dan cita el patrimonio y las infraestructuras
contemporáneas culturales, con sus calles peatonales de tráfico restringido, sus teatros y cines,
sus iglesias y sus parques, sus cafés y bares, sus salas expositivas y las calles llenas de
actividad, de eventos escénicos, de música en vivo y carnavales. Enclave artístico, donde se
concilia el pasado y el futuro.
Pero ¿qué pasa con San Juan?
Pues todo lo contrario. Es la otra cara de una misma moneda. Las mejoras que se han hecho,
como el “jardín de las piedras” es producto de iniciativas vecinales, de la comunidad. En lo alto
del cerro hay una iglesia, una escuela y una biblioteca. Pero si hablas con los vecinos, todos
coinciden en que no hay zonas verdes o espacios recreativos para los niños, parques limpios o
centros donde desarrollar actividades extraescolares. No hay espacio público. Amén de las
carencias infraestructurales y malas conexiones entre el barrio orgánico y la ciudad colonial.
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A raíz de este análisis, nace una
voluntad de replantear el concurso,
para que sin dejar de cumplir las
bases que han sido impuestas,
conseguir atender, a su vez, las
necesidades reales que plantea la
gente. Centraremos el estudio en el
comportamiento humano, pues lo
importante no es la forma
arquitectónica, sino la manera en
que se logra que la gente se
relacione entre sí y se comuniquen.
//4. Hipótesis – o ¿qué hacer con el Hospital San Martín?
.- Por un lado, la intención es plantear un gran almacén de la Historia del Arte visitable.
Donde todos las obras almacenadas y archivadas, clasificadas según la cronología y las
escuelas, siguiendo el método de ordenación sistemática de los catálogos, se ponga a
disposición de los espectadores. Las personas-visitantes se convertirán en los actores
principales, estableciendo una colaboración, donde el equipo técnico aporta sus conocimientos y
servicios para llevarla a cabo. El almacén se propone con perspectivas futuras, que tengan en
cuenta el crecimiento espontáneo y la constante transformación de la colección. Frente a la
solución definida de las colecciones exhibidas de modo permanente, se propone la
improvisación y creatividad a la hora de integrar distintas elecciones y lecturas (flexibilidad frente
a la rigidez actual)
.- Por otro lado, un espacio de estudio y de entretenimiento del Arte y la sociabilidad. Un centro
cultural.
Con el desarrollo de un proyecto conjunto se busca la interacción social mediante el impulso de
actividades colectivas. Se propone la utilización de herramientas generadoras de lugares de
encuentro, donde fomentar las relaciones y el desarrollo de un programa que genere la
participación integral de la comunidad.
“Los auténticos espacios públicos son los centros sociales o las biblioteca públicas,
lugares de acceso libre que ofrecen servicios gratuitos” (Josep María Montaner,
Arquitectura y Política)
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//5. Marco Teórico
El proyecto museológico y la arquitectura participativa es una creación colectiva que ofrece la
aparición de nuevas situaciones, de modos de expresión y usos del espacio, aún apenas
imaginados o vistos.
“Todo museo es subjetivo, pues todos están hechos a medida. Muestran el modo en el que
una comunidad, una cultura, o una parte de ella piensan y tratan los signos”. (Zygmunt
Bauman, Arte líquido)
“El dispositivo museístico es el lugar de una transmisión selectiva de los signos o de las
huellas dejadas por el pasado. Es una forma de escribir la historia humana y la historia del
arte”. (Z. Bauman, Arte líquido)
Este nuevo concepto museístico se ocupa de los escenarios de la vida pública. La calle, es el
elemento urbano estructurador del proyecto. Un espacio cotidiano continuo. Un paseo, mediante
el cual la ciudad entra dentro del edificio y lo atraviesa a través de una sucesión de patios y
plazas públicas.
Con el proyecto se formulan lugares de intercambios abiertos, que permita todo tipo de
relaciones y aportaciones. Constituye un utensilio conectivo que proporciona escenarios de cruce
humano y de comunicación entre los individuos.
“Lo que el historiador del arte reconstruye no es el acto de creación, el momento decisivo
de un acto a la vez sensible e intelectual, sino, en el mejor de los casos, sus condiciones,
su contexto, lo que Panofsky llamaba el “habitus” o sistema de esquemas interiorizados”.
(Roland Recht, Pensar el patrimonio, escenificación y ordenación del arte)
Dichos lugares serán la expresión del intercambio cultural y la participación social de los
ciudadanos. El museo ya no sólo es un espacio de la representación, sino un espacio
autogenerado.
Tanto Jonh Cage como Oscar Niemeyer y como muchos otros artistas defienden que el arte “no
debe representar la vida, sino ser la vida”; debe ser una acción incluida en ella. De ahí surgen
todas las tendencias que ven “El Museo no como pasatiempo sino como COMPROMISO”.
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Desde este compromiso, el edificio se manifiesta como un Actor Social, que trata de reinterpretar
los roles del arte, proporcionar nuevas experiencias, encontrar una manera distinta de disponer
la escena y una concepción museográfica original, que acerquen la acción al público y favorezca
el contacto activo.
“Para el revolucionario, el museo es una historia del arte visible, accesible si no al
entendimiento a los sentidos. […] No sólo construcción de un pasado destinado
exclusivamente a la instrucción (instrumentos), es decir, a la regeneración del hombre.
También aprecia solamente el efecto subjetivo y afectivo de la obra.” (Roland Recht, Pensar
el patrimonio, escenificación y ordenación del arte)
Esta concepción de nueva creación, se diseñará con arreglo a las necesidades emergentes. El
equipo de arquitectos entrará en colaboración con los conservadores y restauradores, que saben
lo que quieren. Así que la arquitectura será la consecuencia del proyecto museográfico, de lo
que allí se va a hacer.
Ha de ser un Espacio Vivo, pues los arquitectos no tendrán la responsabilidad total del espacio.
Ellos construyen, pero el personal del centro y sus usuarios adaptan e intervienen esa
arquitectura. Un edificio que no sea difícil de transformar, con una forma sencilla y universal que
deje libertad para la gente que interviene; abierto al cambio y lo efímero. Un lugar que plantee
opciones distintas, desde un espacio expansivo a otro estructuralmente definido (archivo +
cámaras de contemplación).
Es decir un espacio libre, sin condicionantes, que se define a sí mismo continuamente. Podrá
cambiar por completo la distribución espacial, número de espectadores y el carácter con cada
obra que se vaya a contemplar.
“El arte cuestiona todos los significados establecidos, también el sentido de la vida humana
y todas las verdades tenidas por irrebatibles”. (Z. Bauman, Arte líquido)
De lo que se ha expuesto hasta el momento podemos deducir que el museo hace años encontró
su sentido y que la solución arquitectónica está buscando su sitio. Pero para que se produzca
tendremos que estar dispuestos aceptar el cambio.
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Del museo clásico: Determinado – Acabado – Rígido – Cerrado – Completo – Limitado –
Automático
al no-museo: Indeterminado - En Construcción – Adaptable – Abierto – Vacío – Ampliable – Vivo
Frente a los museos canónicos, el de los objetos inanimados e inmóviles, absortos por la
monotonía, aparecen los no-museos o centros de vida, llenos de espontaneidad y sorpresivos.
Rompemos con lo fijo y lo estable, mediante una disposición permanente a cambiar y
experimentar nuevas sensaciones.
Pues hoy en día, nuestra filosofía, nada tiene que ver con las ideas tradicionales que retaban al
envejecimiento, sino al contrario rechazamos la eternidad, pues nos hemos convertido en una
sociedad impaciente y siempre cambiante, como explora Z. Bauman en todos sus tratados.
El No-Museo entero se mueve, se transforma.
Toda esta mecánica está al servicio de un archivo que facilita un contacto sin barreras; en el que
la obra de arte pueda entrar en relación con el público sin las distancias convencionales.
“Según algunas orientaciones, el museo está destinado, cada vez menos, a conservar y
exponer los objetos” (Francisca Hdez. Hdez., Evolución del concepto de museo)
El núcleo de esta museografía es el espectador, se busca su implicación en la acción
introduciéndolo como un elemento escenográfico más dentro de la escena.
Al incorporar al visitante en el centro de la acción misma, la relación con la obra es directa, se
liberan las barreras y se da paso a la estimulación.
Ante las exhibiciones permanentes, que distribuyen los signos y los objetos, conformando una
visión acabada, cerrada y sesgada de la historia perpetrada por criterios selectivos y estéticos.
Se optan por organizaciones temporales, totalmente renovables, que puedan reajustarse a
diversas tramas discursivas e interpretativas. Se les confiere una nueva herramienta al visitante:
LA ELECCIÓN. Dependiendo de la experiencia que quiera tener o de lo que quiera trasmitir,
seleccionará una obra u otra. Fundamento de la pedagogía que se ocupa de elaborar un criterio
propio en contra de la imposición doctrinal a la que estamos acostumbrados.
La pauta que marca este edificio es: A CADA VISITANTE SU OBRA DE ARTE. La forma o
configuración escénica está ligada y contribuirá al concepto del hecho museológico. Con esta
transformación ilimitada, el edificio pasa a formar parte del experiencia.
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//6. Propuesta
“Escogí este título porque parafrasea la definición de democracia de Lincoln, una
definición que es justa, pero que muy rara vez se implementa.
Si tuviera que dar un calificativo a mi acercamiento a la arquitectura sería democrático, en
el sentido de la interpretación de Lincoln.
La arquitectura tiene que concebirse con la gente, y ser materializada, en la medida de lo
posible, por la gente. El término para la gente es evidente. Esto no significa que el
arquitecto no tenga ningún papel en el proceso: puede aportar ideas, técnicas, estéticas
nuevas, que tendrán que ser validadas con la gente, por la gente, para la gente
únicamente.
Por cierto, los arquitectos también son gente… pertenecen a la gente”.
(Yona Friedman, Arquitectura con la gente, por la gente, para la gente.)
El proyecto tiene por objeto ser el resultado de un diálogo, donde se prevé la colaboración entre
el arquitecto, historiador, conservador, restaurador, museógrafo, artistas y espectadores.
Enfrentando la idea de producción artística a la de almacén, surge este nuevo concepto
museístico que se ocupa de los escenarios de la vida pública, y habilita espacios polivalentes
para poner en relación y comunicación a los usuarios, fortaleciendo las redes ciudadanas.
Entendemos la arquitectura como una herramienta viva integrada en el medio social en el que
vive. Hábil en el diseño de lugares para que los ciudadanos se expresen.
La propuesta pone de manifiesto que el mismo espacio genera respuestas distintas, depositado
en las manos de los usuarios. Estos se apropian del lugar y lo personalizan, que nace de sus
circunstancias y necesidades.
Surge de la interacción, modos de actuar y vivir, y se adapta a la complejidad. En búsqueda de
una armonía con el comportamiento humano se empleará la forma humana como raíz
estructural.
“Museología es la ciencia que examina la relación específica del hombre con la realidad y,
a través de estas relaciones, tiene lugar la elección de todo lo museable para ser
preservado en lo inmediato y para el futuro” (F. H. H., Evolución del concepto de museo)
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- ESTO NO ES UN MUSEO -
1. Es darle la vuelta a las cosas, un Up & Down. MOSTRAR lo que no se
puede ver, aquello que no se puede enseñar, lo que algunos han calificado
como las entrañas o las tripas. Abrir la despensa. Lo que se tapaba, ahora
es lo más atractivo. Mientras que lo que se exhibía, ahora es tendencioso.
Las miserias, las vergüenzas pasan a ser la OFERTA.
2. Al HACER VISIBLE LO INVISIBLE, todo se pone patas arribas. Surge un
compromiso con el estado de conservación de las obras, en muchos casos:
apiladas sin cuidado y mal conservadas.
3. Hacer el almacén o el ARCHIVO VISITABLE, implica un acercamiento. Ver
cuál es el tratamiento que reciben los objetos artísticos ayuda a quitarles o
disminuir el carácter sacro del objeto. A su vez se despierta una
sensibilidad con respecto a enseñar lo que esconden los almacenes,
trasteros y armarios. Ya no hay secretos oscuros que no se puedan
compartir. Transparencia.
4. En este gran Archivo, se encuentran y conservan las obras clasificadas,
ordenadas y seriadas.
5. Uno de los fundamentos, tal y como sucede en las bibliotecas públicas es:
la Apertura al conocimiento. Para que se produzca ese reclamo del saber,
la estrategia que empleamos es: dejar que la persona elija. Los técnicos del
Archivo manipulan la obra que tú quieres: Decides. De esta manera la
persona se coloca en una posición de estudioso, investigador. El estímulo
de la educación estética parte de la identificación de la persona con la obra
que tiene enfrente, se elabora mediante lo que a uno le gusta, y a partir de
ahí, se profundiza a través de la formulación del estudio personal, siempre
acompañado de sus curiosidades. Tal y como dice Humberto Eco “el
encuentro de la obra de arte que el museo hace posible y al que debe
conducir es la culminación de una andadura individual y no colectiva”
6. Otro de los fundamentos es: Vitalizar la comunicación entre la obra y el
espectador. Profundizar en la experiencia sensible. Que la distancia que
se establezca entre la obra de arte y el espectador sea cercana, casi de
recogimiento y de ahí se surja una relación intimista. Intensa. Profunda.
7. Para ello se cuentan con cámaras de contemplación asociadas al archivo,
que permiten configuraciones distintas. Serán construidas sobre una
división o adición del espacio en pequeñas o grandes salas, susceptibles a
ser redefinidas a cada instante. Se pueden ver las obras solo, para no
perturbar y agotar el juicio, pues uno se vuelve insensible ante la
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saturación. Será a través del paseo, de una secuencia enteramente abierta,
la que favorezca la asimilación de conocimientos.
8. En “Esto no es un museo” podemos hablar de Democratizar el Arte, pero
no entendido como consumo. No se ofrece un producto final y acabado
para ser consumido por las masas, tal y como sucede en las exposiciones
permanentes (presentando un discurso triturado, masticado y simplificado).
Sino de forma diferente, a través del respeto al individuo, dejándole ejercer
su poder de elección.
9. A la vez que NEUTRALIZAMOS el poder político y adoctrinador que se
ejerce mediante el control de la exhibición. No hay un programa moral
instaurado mediante la selección de las obras, impuesto por un
determinado interés. Se rompe con la tutela del comisario, pues prevalecen
las COLECCIONES INTIMAS.
10. Se confiere una cuota de poder posible al espectador. Celebramos con ello
la participación y la espontaneidad: La Libertad. Lo que supone un hecho
seductor y atractivo para los visitantes. Las opciones se mantienen abiertas
para la experimentación, se reclama la experiencia. La Vida, frente a la
rigidez y la intolerancia de una cultura sometida a un orden autocrático que
nada tiene que ver con el sentido del Arte, sino al contrario lo limitan.
11. “Esto no es un museo” es un modo de acercarse a la idea de una
DESACRALIZACIÓN del MUSEO. Se camufla con la ciudad, con el
territorio urbano cotidiano. Ya no se entra en un Panteón, para entablar una
relación con el tesoro de bellas artes. Ya no hay un DIVORCIO (calle sucia,
templo limpio). Al contrario, se aporta un carácter lúdico al hecho,
acompañado del placer y hedonismo que toda experiencia estética profesa.
12. La obra de arte es considerada como motivo de diversión. Se fomenta el
interés, las emociones, suscitando deseo y sorpresa. Evitando el
aburrimiento y seriedad, atraídos en todo momento por el cambio y el
movimiento. Lo que queremos incentivar es un público atento, curioso y
motivados.
“No hay que olvidar que el museo debe estar en función del público, tiene que educar y
comunicar, sin relegar la misión de conservar los testimonios culturales y transmitirlos a
las generaciones futuras.” (F.H.H., Evolución del concepto de museo)
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//7. La Colección
Los fondos del Cabildo de Gran Canaria son los que constituirán La Colección a inventariar,
conservar y restaurar, si fuera preciso, del Archivo Visitable.
Es necesaria una exhaustiva catalogación y clasificación, que permita el conocimiento total de
los periodos históricos, escuelas, etc. para su posterior disposición y reparto en las salas
destinadas para ello. Procedimientos mediante los cuales se establezca un orden y jerarquía
para la elaboración del fichero. Y la subdivisión en sectores de los distintos sistemas de
almacenaje (peines, armarios, planeras, estantes,…)
Una vez realizado el inventario, es ineludible incrementar la colección con obras que sean
fundamentales para completar las posibles lagunas y mejorar los fondos existentes. Con vista al
enriquecimiento del Patrimonio Cultural Canario, referente de nuestra memoria.
Se propone el desarrollo de un catálogo detallado digital y en papel, para la difusión y
divulgación, ya que el Patrimonio es un bien común, público, al que todos deberíamos tener
acceso. Así como la realización de publicaciones, con carácter dispar en el discurso. Para que
desde la heterogeneidad de visiones y narrativas propias se construya una Historia que refleje la
evolución del Arte desarrollado en Canarias. Una herramienta que facilite el acceso, valoración y
comprensión de nuestro patrimonio.
En el Archivo Visitable, la visibilidad de La Colección, es un aspecto fundamental que se refleja
en el tratamiento de la gestión del almacén, así como en la organización arquitectónica. Al
contrario de lo que sucede en la mayoría de los museos, en los que sólo se puede tener acceso
al 1% de los fondos de la colección, proponemos y facilitamos el acceso al 100% de las obras de
arte.
“Sólo una mínima parte de las colecciones que atesoran nuestros museos está expuesta
al público. El resto descansa habitualmente en cámaras acorazadas o almacenes
perfectamente controlados y vigilados.” (La otra cara de las colecciones de museo.
Descubrimos los almacenes de seis centros, artículo de El Cultural, 2010)
Por un lado, estará a disposición de todas las administraciones culturales. Desde el almacén, se
distribuirán para que puedan hacer muestras o diferentes exhibiciones con contenido histórico y
didáctico, así como puestas en escena o comisariados temáticos para la transmisión de la
cultura a toda la sociedad. Se crearán sinergias entre los centros que el Cabildo dispone en toda
Gran Canaria, haciendo uso de sus infraestructuras culturales y espacios expositivos.
Por otro lado, acomodamos dentro del Archivo Visitable diferentes cubículos o cámaras
acondicionadas para la contemplación de las obras. Éstas, están situadas en el interior del
edificio y ellas serán las encargadas de acoger las preferencias de los distintos visitantes del
Archivo.
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De esta forma, no sólo se conocen los objetos artísticos que componen el grueso de los fondos
del archivo. Sino que se fomenta el coleccionismo, ya que cada espectador se apropia de las
obras de arte y fabrica su colección. Se transforman así los visitantes en usuarios habituales,
pues se acercarán al edificio para apreciar y disfrutar de su selección de obras favoritas. Desde
el Archivo Visitable de la ciudad de Las Palmas, nos referiremos a una nueva Colección Viva
elaborada por la suma de todas las colecciones íntimas, creadas por el imaginario colectivo de
sus ciudadanos.
Los fondos están compuestos por esculturas, pinturas, dibujos, artes decorativas, diseño gráfico,
grabados, fotografías, vídeos, instalaciones, etc. Piezas que van desde el S.XVI al S.XXI,
abarcando los diferentes periodos. Siendo esta última etapa, desde mediados del S.XX a la
actualidad, la más completa.
Cuentan con aproximadamente un total de 8.000 obras, de las cuales 5.000 se encuentran en las
salas y almacenes de la Casa de Colón, así como en los diferentes despachos del Cabildo. De
entre ellas, hay obra en depósito del Museo del Prado. De este conjunto, quizás, lo que tiene
más relevancia sean las Tablas Flamencas de gran valor histórico y artístico. En los depósitos
del Centro Atlántico de Arte Moderno, CAAM, se conservan 2.600 obras, que han sido adquiridas
a lo largo de estos 25 años. En un principio, heredaron los fondos del Cabildo, pertenecientes al
S.XX, que se localizaban en la Casa de Colón. A continuación hubo una política de adquisición
de obra, en la que se adquirieron principalmente trabajos de artistas de la Península y Canarias.
También se obtuvo obra de artistas latinoamericanos y africanos con motivo de diversas
exposiciones que se celebraron durante ese momento. Posteriormente se compró la colección
privada A.P.M. que incrementó sustancialmente la colección. En estos últimos años las compras
se han cancelado, pero no así las adquisiciones. Ha habido un aumento en los fondos porque los
artistas que participan en las exposiciones que se realizan en dicho centro, “donan” obra a
cambio de producción.
Entonces, si recapitulamos y hacemos números gordos, contando con que:
.- El espacio del que disponemos en el edificio de San Martín para albergar y exhibir los fondos
son de aproximadamente 8.000 m3
.- Tenemos un total de 8.000 obras, de las que un 70% se podrían almacenar en peines, por
tratarse de pinturas, fotografías, etc. Un 20% se colocarían en cajas o estanterías, al ser
esculturas, instalaciones, objetos, etc. y un último 10% se recogerían en planeras pues son
grabados, dibujos,etc. Si suponemos un formato medio de 1.00x1.00x0.20m. para el 70%, uno
de 2.00x1.00x1.00m. para el 20% y otro de 1.00x1.00x1.00m. para el 10%. Obtenemos que el
total del cubicaje de esta partida es 5.120 m3
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.- Y si además prevemos un incremento por adquisiciones futuras que pueden llegar a alcanzar
un total de 1.536 m3, a lo largo de otros 25 años. Y también cedemos unos 500 m3 de
almacenaje para ubicar obras de artistas canarios, que no dispongan de espacio para custodiar
su trabajo.
Nos encontramos que el espacio que necesitaríamos para almacenar La Colección es de
aproximadamente 7.183 m3, lo que significa que ocuparíamos prácticamente toda la capacidad
del edificio.
De toda estas reflexiones se concluye que el edificio del Hospital San Martín debe ser un Archivo
Visitable.
Imágenes del almacén del Centro de Arte Maná, New Jersey
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//8. Programa
El objetivo principal es crear una comunidad cultural, una red de reflexión y acción común. Se
plantea vincular al área de cultura y educación del Cabildo y el Ayuntamiento con el museo,
implicando a los barrios, pueblos, colegios públicos y privados, la Universidad, etc.
Dos son los ejes fundamentales del proyecto:
.- Un gran Archivo Visitable de la Historia del Arte, que constituirá la base de los fondos de La
Colección del Cabildo, y que ofrece recursos para articular el proyecto educativo del centro.
.- Un centro social y de entretenimiento del Arte, se busca la interacción social mediante el
impulso de actividades colectivas.
Los usos propuestos para el conjunto edificatorio del Hospital San Martín, tendrán en cuenta las
necesidades de los barrios de la zona. Se pretende que las infraestructuras del edificio sirvan de
apoyo y procure servicios dotacionales, tales como áreas recreativas, plazas… La propuesta
para el sitio será respetuosa con la memoria colectiva del lugar, tendrá en cuenta los distintos
usos por los que ha pasado a lo largo de su historia. Se mantienen elementos singulares que se
integran en la vida cotidiana de la actividad del edificio.
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Plan del programa:
.- Archivo y salas de contemplación.
El archivo visitable adopta el formato de las bibliotecas públicas. Podremos encontrar objetos
artísticos, vídeos, publicaciones,… Hay una parte del almacén, que se destina al almacenaje de
obras de artistas canarios, que no dispongan de espacio para custodiar su trabajo.
Contamos con dos tipos de salas de contemplación: “los espacios protegidos”, se conservan los
ambientes y escenarios por la relevancia arquitectónica o histórica, y “las cámaras nuevas” que
se localizan en la parte antigua de la zona del convento. Estos cubículos, construidos para la
ocasión, permiten distintas configuraciones, gracias a la flexibilidad del sistema instaurado.
También existe, anexa al almacén de vídeo, una sala de proyección.
Estas cámaras dan cabida a curadorías personales, tales como: ver una obra sola, tú solo;
discusiones sobre temáticas artísticas entre colectivos, especialistas, amigos, amparados por los
objetos de discusión; visitas guiadas para grupos, colegios, por un determinado periodo histórico;
etc. Para que la coordinación de dichas actividades relacionadas con las salas de contemplación
operen, se deberá instaurar un sistema, con un portal en la web, desde las que formalizar las
reservas o informar e indicar huecos en el calendario que están disponibles.
Para que el funcionamiento del Archivo sea el correcto se demanda un nuevo modelo
profesional: la figura del “restaurador + manipulador de obras de arte + seguridad + comisario de
una pieza única”. Se crean nuevo puestos de trabajo y se ofrecen cursos de capacitación y
formación de estos nuevos especialistas para el archivo.
Dentro del área donde se localiza esta parte del programa encontramos todos los usos referidos
a la gestión y administración del Archivo: los despachos, sala de descanso y vestuarios para el
personal, la entrada principal al archivo y punto de información, las taquillas, aseos, etc.
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.- Elementos singulares
Se conservan en el mismo estado La Capilla ya rehabilitada en la primera fase, la antigua prisión
y El Vademecum consolidado en esta nueva fase, se emplearán como lugares en los que exhibir
obras o realizar conciertos con aforo limitado.
.- Talleres de restauración y mantenimiento
En planta baja, en la antigua parte del convento están los talleres de restauración y los de
montaje y carpintería. Están situados cerca de los dos montacargas disponibles para el traslado
de la obra, del muelle de carga y de la sala de registro y tránsito, así como las zonas de depósito
dedicadas al embalaje, recursos auxiliares (peanas, vitrinas, marcos, iluminación, audiovisuales,
sonido, etc.)
En la planta cuarta del conjunto de la edificación, en el ala de la última ampliación que sufrió el
hospital, proponemos un laboratorio de fotografía.
.- Residencias para artistas y estudios
Contamos con dos zonas para las residencias de los artistas. Mediante beca, se cederá
apartamento y taller. Todos tienen acceso directo al exterior y la calle.
Uno de ellos, el más grande está ubicado en la antigua casa, que el edificio del Hospital absorbió
en su primera ampliación, en ella se recreaba la vida conventual de la comunidad religiosa.
Donde se realizaban las actividades de tejido, costura y bordado, pasa a ser los talleres de
artistas, y las cocinas y despensas se dejan como están, pero en uso. Esta edificación ofrece la
posibilidad de acoger a dos artistas y recibe el nombre de La Casa de los Artistas y se descubre
entre los brazos del archivo.
La otra zona para habitación y estudio, que tiene capacidad para alojar a cinco invitados,
corresponde a las dos casa antiguas que dan a la plaza donde se localizaba la Panadería.
.- Talleres Educativos (DEAC)
Los talleres disponen de zona húmeda (fregadero y lavamanos) y tienen su propio almacén de
materiales. Se sitúan en la otra plaza, debajo del Centro Social y con acceso directo desde la
calle. Pueden realizar la actividades en espacio cerrado o abierto.
El Departamento DEAC del CAAM, es el encargado de desenvolver el programa en estos
momentos, hacen una labor encomiable. Junto con ellos se definiría la metodología didáctica de
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trabajo y los servicios del programa de cada área (danza, cine, fotografía, vídeo, tecnología,
artesanía, diseño, arquitectura, pintura, escultura, performance, instalaciones, etc), dedicados al
desarrollo de la creatividad de niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos. Se incorporarán
talleres específicos de sanidad, a través de arte terapia y cursos de creatividad y vida plena.
En frente de los talleres existe una sala polivalente con una capacidad media, para conferencias,
cursos, debates, presentación de libros, catálogos, etc. La sala estará dotada de una cabina para
traducciones,
.- Centro Social y Salón
La gran sala que da directamente a la calle se pone a disposición de los vecinos como lugar de
encuentro para el desarrollo de eventos, tertulias, etc. Este espacio conecta con el salón de
reuniones informales y lectura, a modo de Club, que con sus grande ventanales se abre a la
plaza y la ciudad.
.- Espacios comerciales y de servicios
Dentro del todo el complejo del edificio del Hospital, en planta baja y en las cubiertas, se
localizan distintos espacio regentados por entidades privadas que ofrecen servicios: tiendita de
alimentación (situada en la antigua Panadería), cafeterías, etc.
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//9. Condiciones arquitectónicas.
9.1 Emplazamiento
Se ocupará un solar de excelente ubicación:
El Antiguo Hospital de San Martín, es un enclave privilegiado próximo al barranco del
Guiniguada y a una de las principales áreas de cultura y ocio de la ciudad, Vegueta, que ayudará
a fortalecer el “eje cultural Guiniguada” y lo prolonga hasta el barrio de San Juan.
Actualmente, como refleja la página web del centro, “San Martín Centro de Cultura
Contemporánea es un espacio vivo y cambiante al servicio de los procesos creativos, de la
formación artística participativa y del diálogo entre las artes. Este espacio cultural aspira a
convertirse en nuevo punto de encuentro de profesionales de las nuevas culturas, artistas y
público en general. Persigue además convertirse en un destacado recurso turístico cultural para
los visitantes que eligen la capital grancanaria como destino vacacional o los que visitan la
ciudad.”
El espacio social y cultural en el que el proyecto se integra, es un entorno positivo que ofrece el
intercambio y las relaciones.
En la actualidad las actividades artísticas que se dan cita en “San Martín” son: exposiciones de
arte moderno y contemporáneo, conciertos de música de distintos géneros, teatro, cursos,
talleres de arte, mesas redondas y conferencias.
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9.2. Entorno. Problemas detectados:
El urbanismo ha conseguido a través del eje del Guiniguada y la progresiva recuperación del
área de Vegueta una restauración del espacio urbano, pero esta regeneración se ha quedado a
medio camino, todavía no ha llegado a los barrios de San José y San Juan.
El proyecto busca dicha prolongación, tratando de romper la fractura urbana que se produce
entre el barranco del Guiniguada, el edificio del Hospital y el barrio de San Juan. Planteamos una
solución de continuidad entre el espacio interior del edificio y el espacio urbano, desdibujando los
límites entre el espacio cerrado y abierto, entre el espacio privado y el público.
El Hospital San Martín está encerrado entre muros que no permiten un intercambio. El proyecto
pretende diluir esta barrera e incorporar al viandante en los espacios intersticiales. Mediante la
supresión de barreras y un tratamiento suave de la topografía, que permita la continuidad
espacial.
Imágenes de la parte trasera del Hospital San Martín
¿Cómo volverlo permeable? Abrir los muros.
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9.3 Propuesta arquitectónica. Del Edificio Disciplinario a la Ciudad.
Muchas son las realidades que definen el edificio: La ciudad colonial, estructurada, ordenada y el
barrio orgánico, autoconstruido. Su historia, su memoria y su capacidad de transformación, …
El proyecto para un edificio ya construido tiene en cuenta diversos valores: una herencia
patrimonial, hecha de formas, espacios y sistemas constructivos y un proceso histórico propio,
legible en la morfología y estado actual del edificio. A su vez nos encontramos con la dificultad
de transformar una construcción destinada para algo en concreto, con necesidades funcionales
determinadas, en algo radicalmente distinto.
Para el desarrollo de la propuesta adoptaremos diversas estrategias de intervención (limpieza,
consolidación, obra nueva, …), en función de las cualidades de los espacios, su estado de
conservación y su adecuada adaptación al programa. Recurriremos a la restauración como una
de las reformulaciones más profundas.
El criterio a seguir será en todo momento el “respeto” a lo preexistente, se tratará de conservar la
morfología previa ajustándola a la nueva tipología requerida: Convertir un antiguo Hospital en un
Museo.
Las cualidades arquitectónicas importantes para este tipo de espacios son: la flexibilidad y la
eficacia. Para su consecución deberemos tener en cuenta la correcta concepción de las
comunicaciones verticales y horizontales, respondiendo a las necesidades del concepto
museológico y la práctica museográfica.
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La ciudad repercute en el edificio. Los paseos, las calles, plazas, patios, escaleras y ascensores
serán los elementos fundamentales que vertebren y le den sentido al proyecto. Los itinerarios se
ajustarán a la morfología urbana preexistente y adoptarán la topografía y geografía marcados por
el territorio. Tratando de encontrar en todo momento un equilibrio entre lo natural y lo artificial, el
exterior y el interior, edificio cerrado y edificio abierto.
El proyecto se podría definir como: un tapiz interior entrecruzado por los paseos y un borde.
Trabajaremos todo el perímetro, el límite, recuperando las entradas existentes y abriendo nuevos
huecos para que la frontera, se vuelva permeable y el edificio pase a ser transparente.
.- Itinerarios y paseos
Estos itinerarios que conectan los espacios principales, son de acceso libre tanto en la parte
baja, concebida como una sucesión de calles públicas que atraviesan el museo, conectan y
comunican, al igual que en la cubierta, el gran mirador donde se desarrolla la parte lúdica.
Los espacios intersticiales, conectados por los recorridos, estarán dotados de una actividad
permanente e intensiva, el hilo conductor del programa lúdico y participativo, será el Arte. El Arte
contemporáneo cumple con todos los requisitos necesarios para integrarse en el espacio público
y dotarlo de actividad. El proyecto proporciona la logística necesaria para realizar cualquier
actividad artística, tanto al aire libre como cubierto y con un alto nivel de confort.
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.- Edificio logístico - archivo visitable
La propuesta se apoya en un entramado de estructuras de almacenaje que conectan con los
espacios o cámaras de contemplación y que son el soporte del programa del archivo visitable.
Estas estructuras se densifican en el perímetro del edificio y guían el programa para implantar el
archivo. Para acometer esta tarea se ha fraccionado la colección en paquetes que hagan posible
su traslado y manipulación sencilla. De tal forma que el mobiliario (peines, estantes, planeras,
armarios, etc) contiene las distintas obras en las condiciones óptimas de conservación.
Las salas perimetrales del edificio permite tres niveles de almacenamiento. Con un
aprovechamiento mayor en la planta inferior (por la altura). En el nivel 0 se realizarían, si fuera
preciso, las tareas de recepción, manipulación, mantenimiento y restauración. También se
cuenta con una zona de organización y recepción, donde se establece el orden de
almacenamiento y la logística propia del archivo.
En el eje que separa los dos mundos del edificio está la zona de elevación para trasladar los
objetos artísticos a los niveles superiores. En estos niveles se almacenan los objetos ya
preparados para su contemplación y conservación.
La distribución espacial está condicionada debido al respeto por la configuración preexistente del
antiguo edificio.
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.- Salas de contemplación
En estos espacios se puede albergar cualquier obra de Arte, con control lumínico, térmico,
acústico y visual. Todos los espacios y las estancias cumplen con las consideraciones técnicas
para su buen funcionamiento. Se respetarán los niveles de conservación (luz, temperatura,
humedad relativa) así como la resistencia a carga y se reutilización.