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Estos materiales fueron desarrollados por el Observatorio · mento-guía en el trabajo de ... conservación y cuidado de recursos naturales ... “Género y Políticas Públicas”

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Estos materiales fueron desarrollados por el ObservatorioCiudadano de Políticas de Niñez, Adolescencia y Familias, A.C.Como parte del Programa de Coinversión del Instituto de lasMujeres, D.F. Del año 2004. Bajo la Coordinación de TeresaIncháustegui y Yamileth Ugalde.

PRESENTACION

• ¿CÓMO SE INTEGRÓ ESTE MATERIAL?

• ¿CUÁLES SON SUS OBJETIVOS

• ¿A QUIÉNES VA DIRIGIDO?

PARTE I: CONCEPTOS BÁSICOS PARA COMPRENDER EL GÉNERO Y LAS POLÍTICAS DE EQUIDAD

1. ¿QUÉ ES EL ENFOQUE DE GÉNERO Y CUÁLES SON SUS ALCANCES

ANALÍTICOS?

1.1 QUÉ ES EL GÉNERO Y PARA QUÉ SIRVE

1.2 EL ORDEN SOCIAL DE GÉNERO Y LAS DISTINTAS DIMENSIONES DE

LA DESIGUALDAD SEXUAL

1.3 EL CAMBIO EN LOS REGÍMENES DE GÉNERO Y SU RELACIÓN

CON LAS POLÍTICAS DE EQUIDAD

2. ¿QUÉ SIGNIFICA INSTITUCIONALIZAR EL GÉNERO EN EL ESTADO?

2.1 ORIGEN Y EVOLUCIÓN

PARTE II: LA TRANSVERSALIDAD DEL GÉNERO: ASPECTOSMETODOLÓGICOS

1. LA TRANVERSALIDAD DEL GÉNERO

1 QUÉ ES LA TRANSVERSALIDAD DEL GÉNERO

2 QUÉ ENFOQUES Y ESTRATEGIAS SE UTILIZAN PARA INCORPORAR

LA TRANSVERSALIDAD DEL GENERO?

3 ¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS Y CONDICIONES DE ÉXITO DE LAS

ESTRATEGIAS DE TRANVERSALIDAD?

2. PASOS PARA ELABORAR UN PLAN DE ACCIÓN PARA LA TRANSVERSALIDAD

DEL GÉNERO

I. CONCEPCIÓN Y ELECCIÓN DE LA POLÍTICA DE EQUIDAD Y DE LA

ESTRATEGIA DE TRANSVERSALIDAD

II. EL DISEÑO DE UN PLAN DE TRABAJO

III. IMPLEMENTACIÓN DE LA ESTRATEGIA DE TRANSVERSALIDAD

IV. EVALUACIÓN E INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA PERSPECTIVA DE

GÉNERO

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GUIóN

En la IV Conferencia Internacional de laMujer celebrada en Pekín en 1995, se acordó impulsaruna nueva estrategia para alcanzar la igualdad degénero llamada en español: transversalidad delgénero y en inglés gender mainstreaming. Desdeentonces han sido incontables las confusionesrespecto a su significado, lo mismo respecto a suimplementación, debido a la complejidad de lastransformaciones que implica.

Unas veces estas confusiones se ligan a lafalta de entendimiento de conceptos básicos comoel género y la equidad de género. En otras, se debena la falta de claridad y conocimiento sobre cómo sepuede operar una estrategia que equivale a arreglarun barco en alta mar. Ya que la transversalidad delgénero es una estrategia para incorporarse en institu-ciones y organizaciones públicas que tienen tareas,protocolos y normas de trabajo establecidas y queresponden a los tiempos y objetivos políticos, propiosde las exigencias de los gobiernos para dar resulta-dos a corto plazo. Mientras que el cambio asociadoa la transversalidad del género requiere tiempos demaduración más largos.

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PRESENTACIóN

Estas dificultades se complican considerandola diversidad de contextos políticos e institucionales;los niveles de gobierno y las diferentes políticas públi-cas en que debe aplicarse esta estrategia, ya que noes lo mismo sí se trata de aplicarla a proyectos paraser gestionados a nivel comunitario, que hacerlo enpolíticas generales; aplicarse en una institución dis-creta o, en todo un aparato de gobierno.

Las preguntas iniciales giran entonces en tornoa cómo se puede llevar a cabo una estrategia comoésta. ¿Cuáles son las exigencias para una imple-mentación adecuada?. ¿Cómo empezar y pordónde?

Con frecuencia muchas de las respuestas aestas preguntas se abordan buscando herramientastécnicas. En esta línea, se ubican los llamados a desa-rrollar y usar listas de requisitos, guías, manuales ycuadernos de trabajo, que guien paso a paso a losresponsables de la tarea en medio de la noche de lasinercias, resistencias y la falta de compresión de loque implica la equidad entre los géneros; lo que sonlas políticas de equidad de género y las implicacionesde trabajarla transversalmente.

La diversidad de las herramientas técnicasdesarrolladas hasta ahora habla de lo específico quedeben ser estos instrumentos para aplicarse a cadacontexto, nivel y tipo de política, así como de las difi-cultades para generalizar una metodología válidapara todo tipo de actores y procesos.

Cuando en el marco del Programa deCoinversión Social del Gobierno del Distrito Federal,propusimos elaborar un manual que sirviera de instru-mento-guía en el trabajo de incorporar la perspectivade género, para la red de agentes que ha formado elInstituto de la Mujeres del Distrito Federal, no teníamosuna idea clara de la complejidad de esta tarea.

Pero al recabar los materiales disponibles en laWeb y en las redes feministas, encontrarnos tanta va-riedad de manuales, guías, listas, paquetes de he-rramientas, casi para cada sector, área o temática,en todos los idiomas y para diferentes contextos, queesta tarea pareció sólo digna de un equipo detitanes.

El trabajo, además de traducir y leer buenaparte de este material, implicaba evaluar la perti-nencia, actualidad y utilidad de estos materiales, di-señados y pensados casi todos como “trajes a lamedida” para quiénes estaban dirigidos.

PRESENTACIóN

La mayoría eran manuales de uso para agen-cias internacionales promotoras de la equidad degénero y el desarrollo, que trabajaban en paísespobres, directamente en proyectos comunitariosespecíficos, en temas como: salud reproductiva, SIDA,microcréditos, conservación y cuidado de recursosnaturales, pobreza, etc.

Otros - originados en los países desarrollados-atendían a proyectos de investigación científica ydesarrollo tecnológico, informática, formación derecursos humanos, etc.

Encontramos también una veta enorme deestudios comparativos orientados por diversos enfo-ques, cuyo eje de reflexión se centraba en la permea-bilidad de los sistemas políticos, las rutas políticas paraincorporar la perspectiva de género, así como larelación entre los actores feministas y el Estado, eneste proceso.

Con todo este material y con el ánimo deresponder a las necesidades del Instituto de lasMujeres del GDF, de contar con un material quesirviera de guía para sus programas de capacitación,al tiempo que orientara el trabajo de incorporacióndel género en las diversas dependencias del mismo,decidimos hacer una mezcla que intentara respon-der a estas exigencias, en el tiempo que el proyec-

to se establecía. Sí logramos este objetivo o no, esalgo que queda al juicio de las y los que accedan aeste material.

Antes de este juicio, es preciso decir lo que esy lo que no es este compendio. Primeramente no esun Manual, ni un prontuario que simplifique en fórmu-las y criterios prácticos, aplicables, lo que es incorpo-rar el género en políticas públicas y en las organiza-ciones.

Tampoco es una guía, que fije paso a paso loque debe hacerse, o sirva como el hilo de Ariadnapara conducirlos en el laberinto de los pasadizosburocráticos, rumbo a la salida de un proceso que hade construirse con la experiencia.

Es una sistematización, una síntesis de los con-ceptos, los caminos, los requisitos y las condicionesque han de tomarse en cuenta, a la hora deenfrentarnos al desafío de diseñar políticas deequidad de género, o de emprender un proyectopara incorporar la perspectiva de género, en laspolíticas e instituciones existentes.

En la selección de los temas y en el orden deexposición, contó nuestra experiencia capacitandofuncionarios públicos, en la comprensión y apli-cación del enfoque de género.

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PRESENTACIóN

En esta experiencia contaron: el diplomado“Género y Políticas Públicas” de la FacultadLatinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO, sedeMéxico) auspiciado por el INMUJERES; los diplomados ycursos del Programa Interdisciplinario de Estudios de laMujer de EL COLEGIO DE MÉXICO y, las invitaciones aparticipar en programas de capacitación y diseño deigualdad de Institutos Estatales y Municipales de laMujer.

Los aprendizajes de esta experiencia nos hanhecho comprender que para favorecer procesos deincorporación del género en las políticas y organiza-ciones públicas, es preciso en primer término, clarificarconceptos, evitando las confusiones que generan pre-juicios sexistas o usos doctrinarios de los mismos.

En segundo lugar, que es necesario distinguiren qué consisten las políticas de género y cuáles sonlos requisitos que implica su desarrollo, evitando la sim-ulación de acciones que se presentan como favor-ables a la equidad, por el sólo hecho de autonomi-narse como políticas de género.

Finalmente, que la transversalidad requiere serexplicada como un proceso de cambio institucionaldeliberado, que debe ser planeado y constantementeevaluado en todas sus fases, contando con los recur-sos necesarios como cualquier actividad sustantiva de

las dependencias públicas. Con esto se sale al paso a la idea de que incorporar la transversalidad de géneroequivale a la realización de esfuerzos aislados, sin con-tinuidad ni sistematicidad.

En esta perspectiva, los materiales que se ofre-cen proveen una serie de conceptos teóricos paracomprender el significado y los alcances de la pers-pectiva de género en las políticas públicas y en las

instituciones del Estado, así como una serie de critriosque orientan la elección y el diseño de proyectos detranversalización del género en los programas depolítica.

Así, aunque este material fue desarrollado paraservir de apoyo a los y las capacitadores del Instituto delas Mujeres del GDF, es amigable para el personal nonecesariamente experto en los temas de género, quetiene entre sus tareas diarias la hechura de políticaspúblicas del Gobierno del Distrito Federal.

Teresa Incháustegui Yamileth Ugalde

México, D.F., 2004.

PRESENTACIóN

Aspectos Conceptuales

Parte I

En este capítulo encontraremos las definicionesconceptuales para comprender el enfoque degénero y las políticas de equidad.

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Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

1. ¿QUÉ ES EL ENFOQUE DE GÉNERO Y CUÁLES SON SUS ALCANCES ANALÍTICOS?

1.1 ¿Qué es el género y para qué sirve?

Uno de los acuerdos cada vez más extendi-dos, es el uso de la categoría de género en la expli-cación de la desigualdad social. El género es una ca-tegoría analítica que cruza transversalmente toda laestructura social y puede ser aplicada a todas las áreasdel desarrollo social: a lo político, lo económico, loambiental, lo social, lo cultural y lo institucional.

El género es un principio de organización de lavida social que afecta todo el conjunto de las rela-ciones sociales. La diferencia sexual y su construcciónsocial, permean todo el cuadro institucional y normati-vo de las sociedades modernas. Todas las relaciones:económicas, políticas y simbólicas que regulan losintercambios entre los individuos, están modeladas porlas jerarquías del género, que se expresan en ladesigualdad social, económica y política entre mujeresy hombres y entre diferentes grupos de mujeres y dehombres.

El análisis de género estudia las relacionesentre mujeres y hombres (relaciones de género), asícomo las diferencias y disparidades en el acceso ycontrol sobre recursos, decisiones, oportunidades, re-tribuciones y todos los aspectos del poder. El género,como la clase, es un elemento central en la construc-ción de las relaciones sociales de dominación.

Las Jerarquías de género se expresan en elconjunto articulado de costumbres, valores, reglas,normas y leyes, con las cuáles las sociedades regulanla formación de las subjetividades; la definición de losroles, funciones y los estilos de vida permitidos y acep-tados para mujeres y hombres.

La categoría de género permite así compren-der que en las sociedades, lo femenino y lo masculinono son simples derivaciones de las diferencias biológi-cas, sino complejas construcciones sociales cargadasde significación, que se proyectan y activan en lasestructuras discursivas y regulatorias de las sociedades.

La desigualdad de género es consecuencia delas jerarquías que mantienen y sostienen la subordi-nación de las mujeres. Su sustento son las prácticas cul-turales discriminatorias o de doble estándar, natura-lizadas hasta el punto de pasar desapercibidas, que sepresentan en todos los órdenes de la vida y en lasdiversas instituciones.

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

Desde esta perspectiva, lo específico de lademanda por la equidad que enarbola el feminismocomo movimiento cultural y actor social, es elreconocimiento y la legitimación de los intereses bási-cos de las mujeres; el reconocimiento de sus mediosde acción y de su experiencia.

Se demanda no sólo la inclusión de sus recla-mos directos y la garantía de sus derechos específicos,sino también, el reconocimiento de su cultura instru-mental y valórica en el orden institucional y normativo.Esto implica en última instancia, modificar o ampliar losfundamentos androcéntricos del mundo y de la cul-tura, para dar paso a una humanidad donde com-partan poder y representación, las visiones y experien-cias de ambos géneros.

Por esta razón la transformación de las actualesrelaciones de género, es un compromiso ineludible sise quiere lograr un verdadero cambio social hacia unmundo más equitativo, justo y pacífico.

La atención a las demandas del género seincluye así, como una asignatura pendiente de laspolíticas de desarrollo, y un déficit de la democracia,que debe abordarse.

El Género como enfoque analítico

La categoría de género, permite:

Problematizar las relaciones sociales y analizar las razones y supuestos de la exclusión delas mujeres o de los hombres, de ciertas actividades y funciones sociales.

Estudiar las formas de incorporación de las mujeres en el mercado,la política y la familiay desentrañar los procesos de diferenciación sexual, tanto en el espacio público como enel privado.

Analizar cómo se han venido construyendo las instituciones que norman y reproducen lasrelaciones de género en ámbitos clave de las sociedades: la familia, el matrimonio, lamaternidad y la paternidad, la ciudadanía, el trabajo remunerado y la propiedad.

Considerar que hay un sistema de género formado por el conjunto de relaciones y fun-ciones sociales sexualizadas, pautadas por valores, racionalidades, reglas, normas, juiciosy simbolizaciones, que definen social e históricamente las relaciones entre mujeres yhombres.

Develar la supuesta neutralidad e incontestabilidad del universalismo masculino, que hacolocado al hombre (trabajador y ciudadano) como medida e imagen de todos los dere-chos y analizar los discursos que legitiman las jerarquías, diferencias y desigualdades entre los sexos.

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Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

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1.2 El orden social de género y las distintas dimenciones de la desigualdad sexual

Las relaciones de género no se dan aislada-mente, por el contrario, responden a contextossociales e institucionales llamados órdenes sociales degénero. Estos órdenes integran todos los dispositivossociales, culturales e institucionales, que regulan yorganizan la vida social delimitando las áreas y fun-ciones que son competencia de cada sexo, de modoque hombres y mujeres sean, actúen y se considerencomo seres diferentes, opuestos y complementarios.

Todo Estado tiene implícito un cierto ordensocial de género que se expresa en los patrones de lasrelaciones de género establecidos en sus instituciones.

El orden social de género se basa en unaespecie de contrato sexual, que contiene las reglasque determinan los comportamientos y diferentesroles de mujeres y hombres, extendidos y reforzadosa través de las políticas del estado y las diversas institu-ciones.

En términos generales, hay tres grandes estruc-turas sociales que norman las relaciones e intercam-bios entre las personas y que tienen un papel funda-

mental en el establecimiento del orden social degénero. Éstas son:

El Estado, que gobierna y regula los intercam-bios de poder, participación y voz, en el ámbito públi-co, a partir de la ciudadanía y que con sus interven-ciones afecta el intercambio entre personas, según laclase, el género, la edad, la preferencia sexual y lapertenencia étnica.

El Mercado que regula los intercambioseconómicos y establece la valorización de los bienes yvalores mercantiles (mercancías, trabajo y calificaciónlaboral)

Las Familias que regulan los intercambios sim-bólicos, emocionales y la organización de la vidadoméstica y reproductiva (sexualidad, ámbito íntimo),la transmisión del patrimonio y la distribución de opor-tunidades de desarrollo entre sus miembros, a partir delcontrato conyugal y las relaciones de parentesco.

Desde el punto de vista del análisis de género,cada uno de éstos ámbitos tiene un régimen social degénero que comprende valores, costumbres, leyes,normas e instituciones específicas, que regulan el posi-cionamiento de los individuos en estos ámbitos, segúnsu sexo, al mismo tiempo que condicionan su posi-cionamiento en otras esferas. Por ello, el análisis de

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

género considera estas tres estructuras entrelazadas yno separadas, como lo pretende la división entre esferapública y esfera privada establecida por el liberalis-mo político; ó la división entre esfera productiva yesfera reproductiva establecida por el liberalismoeconómico, ya que justamente en las interconexionesde estas estructuras se ubican los espacios donde lasmujeres producen formas alternativas (comunitarias osolidarias) de generación de ingresos, capital socialpara la resolución de necesidades subjetivas y fami-liares.

En la esfera del mercado, se establecen las nor-mas, valores, instituciones y organizaciones, que per-miten la integración económica de mujeres y hombres.Pero las diferencias en los tipos de inserción laboralentre los sexos, tiene un fundamento fuerte en ladivisión sexual del trabajo que establece una diferen-cia entre el trabajo masculino extradoméstico y remu-nerado y, el trabajo femenino doméstico y no remune-rado.

Por esta razón en el régimen de géneroestablecido en el mercado, las mujeres ocupan unaposición subordinada con respecto a los hombres yesto "explica" y "legitima" las brechas de desigualdadque se presentan en cuanto a: salarios, remuneración,puestos y oportunidades de ascenso profesional. Deacuerdo a las jerarquías de género establecidas en

este ámbito, las mujeres trabajan en mayor medidaque los hombres, en actividades sin remuneración, o enlos empleos peor remunerados, quedando al mismotiempo con todo o la mayor parte del trabajo domésti-co del que son consideradas las únicas responsables.

El régimen de género doméstico y de la organi-zación de la intimidad (la familia) regula la sexualidad,la reproducción, la vida privada, las relaciones conlos/as niños/as, la transmisión de patrimonio y la asig-nación de oportunidades de desarrollo entre mujeres yhombres. En la configuración de este ámbito jueganun papel muy importante las identidades de géneroque establecen roles y modelos de comportamientoprototípicos para cada sexo. Estas identidades facilitanla administración de los conflictos domésticos al supo-ner una división de responsabilidades ajustadas a loque se espera de los hombres y de las mujeres. A nivelde la moral sexual, se asume la heterosexualidad obli-gatoria como norma de las relaciones entre individuosy se establece un código de conducta que censuraotras expresiones de afecto y de convivencia íntima. Lafamilia modela también las expectativas y estilos devida permitidos para los hombres y para las mujeres.

En la institución familiar se reactualiza elbinomio mujer-ama de casa-dependiente-esposa-madre/hombre-jefe de familia-ganador de pan-padre, que sirve de soporte a los criterios sexistas del

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Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

mercado de trabajo y al diseño de políticas públicas,que reproducen la división de lo público y lo privadocomo esferas separadas en la realidad.

Finalmente, el Estado, es el ámbito donde lasnormas y valores, instituciones y organizaciones,establecidas regulan el ejercicio de los derechos ciu-dadanos de las personas, diferenciando a las mismasen función de la calidad de sus derechos (p.e.migrantes sin derechos ciudadanos, indígenas con ciu-dadanía débil por la falta de reconocimiento a su cul-tura, homosexuales y lesbianas con derechos disminuí-dos por la falta de reconocimiento) La ciudadaníaindica la calidad del vínculo y de la relación que laspersonas tienen con el Estado, a través de las prerro-gativas que éste les otorga para participar en la vidapública y en la toma de decisiones. En sentido amplio,la ciudadanía es un elemento constitutivo de las rela-ciones entre personas y entre éstas y el Estado.

En la actual organización de la ciudadaníaexiste una jerarquía entre hombres y mujeres en cuan-to al acceso y disfrute de los principales derechosciviles, políticos y sociales. Lo anterior se traduce en lapresencia de un régimen de género donde no hay una‘ciudadanía plena’ para las mujeres, debido a las limi-taciones relativas a su participación activa y a la re-presentación de sus intereses tanto en las instituciones yen las políticas, como en la familia y el mercado.

El orden social de las relaciones de género seconstituye por todos estos ámbitos, más que por uno enespecial. La manera como se conjugan las jerarquíasde género en los ámbitos señalados y las formas en quesocialmente se representan y justifican, es específicapara cada sociedad. Por ello es conveniente evitar lasgeneralizaciones que obvien las especificidadespropias de cada contexto. (Ver gráfica No.1).

1.3 El cambio en los regímenes de género y su relación con políticas de equidad

En la mayoría de los países se ha producidouna permanente y continua transformación del ordensocial de género. En el ámbito doméstico se hanprovocado cambios a través de políticas y serviciospúblicos que asumen ciertas responsabilidades delcuidado familiar e incentivan una división más equi-tativa de las responsabilidades domésticas.

Las políticas que acompañan el proceso deincorporación de las mujeres al trabajo remunerado,marcan diferentes rutas en las cuales la transformación de las relaciones de género toma forma y lugar. Estasrutas de cambio se diferencian en cómo se distribuyela socialización de las labores domésticas entre elestado, el mercado y las familias.

Para hacer la distinción del régimen de géneroy del grado de la desigualdad de género que se pre-senta en cada ámbito, es necesario capturar diferen-cias claves respecto a los resultados de la distribuciónde las cargas de lo doméstico, entre las diversasestructuras y las transformaciones que se provocan enlas relaciones de género. Ya que a partir de las dife-rentes rutas de transformación seguidas, se producentambién niveles variables de equidad o inequidad degénero.

No es lo mismo en términos de equidad degénero instrumentar una política de responsabili-dades compartidas entre el Estado, el Mercado y lasFamilias, respecto a los servicios y facilidades que serequieren para sustentar el ingreso masivo de lasmujeres a los mercados de trabajo, que adoptar unavía de flexibilización laboral, abierta al ajuste de la jor-nada y de las remuneraciones, de acuerdo a lasdisponibilidades y necesidades de tiempo de lasmujeres, que en los hechos institucionaliza la doble jor-nada y desintegra los espacios de la vida familiar.

En este sentido, es muy importante considerarel impacto de las políticas que hacen esta transición,así como los efectos de los cambios de estas tresgrandes estructuras, entre los diferentes regímenes degénero.

El balance de equidad que arrojan los cambiosentre estas estructuras, será la mejor medida parasaber qué tanto las políticas puestas en marcha, estánfavoreciendo las oportunidades reales de las mujer ybregando a favor de una democracia de género.

Esto nos indica la importancia de considerar, almomento de diseñar o evaluar políticas públicas, quelos cambios que se procuran en un dominio seancompensados o sustentados con cambios en el restode los dominios. De otra manera, estaremos imple-mentando políticas que refuncionalicen los roles tradi-cionales de género y que lejos de provocar cambiosen el empoderamiento de las mujeres, refuerzan sudependencia y sujeción social.

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Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

Orden Social de Género

Gráfica No. 1

2. ¿QUÉ SIGNIFICA INSTITUCIONALIZAR EL GÉNERO EN EL ESTADO?

Institucionalizar es incorporar un valor u obje-tivo en las rutinas y normas del quehacer de una orga-nización. La institucionalización es un proceso a travésdel cual una práctica social se vuelve regular.

La institucionalización de la perspectiva degénero es el proceso mediante el cual las demandasde las mujeres por la igualdad de género, ingresan enlas rutinas y normas de las instituciones públicas. Unprimer paso en este proceso es sumar dichas deman-das en la agenda pública de los gobiernos. La pre-gunta es bajo qué condiciones las jerarquías ydesigualdades de género, son tema de preocupaciónsocial y debate público.

El segundo paso consiste en la introducción delprincipio de igualdad de oportunidades, méritos y re-compensas entre los sexos, en los métodos de análisisy de diagnóstico de la realidad social que sirven debase para la elección y formulación de las políticaspúblicas. En los procedimientos de evaluación, repro-gramación y desempeño global de las mismas, lo quees más importante, en los mecanismos institucionales,formales e informales, que regulan la asignación deoportunidades y la distribución de cargas socialesentre los géneros.

Institucionalizar la perspectiva de génerosupone, cuestiones técnicas y políticas en laplaneación y en la operación rutinaria de las organiza-ciones públicas. Por una parte se requiere, hacer visi-ble, contable y evaluable, un conjunto de variablessociales y económicas referentes al mundo femenino,buena parte de ellas excluidas actualmente del fun-cionamiento de las instituciones públicas y de los mo-delos de política.

El principio que orienta la incorporación de laperspectiva de género en las intervenciones delEstado parte de reconocer que:

Existen diferencias sustanciales en las vidas demujeres y hombres en los distintos ámbitossociales, que deben de ser contempladas en

el momento de elegir, diseñar y evaluar las políticaspúblicas.

El género acentúa la vulnerabilidad social enfunción de otras diferencias estructuralescomo la raza, la pertenencia étnica, la clase

social, la edad, la discapacidad, la orientación sexual,etc.

Es pertinente dirigir políticas a grupos específi-cos para combatir inequidades de género.

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Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

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La institucionalización de las políticas deequidad de género, implica reformar y transfomarbuena parte del aparato público y de la cultura insti-tucional predominante en las organizaciones.

En este sentido se requiere un programa quepermita incrementar la capacidad del aparato públi-co para incorporar este nuevo paradigma en el pro-ceso de planeación, en las rutinas y en los valores quenorman las culturas institucionales.

La incorporación del enfoque de gé- nero en la formulación y en el proceso de ejecu-

ción de las políticas públicas, significa:

2.1 ¿Qué son las Políticas de Equidad: origen y evolución?

La institucionalización de la perspectiva degénero en el Estado se ha realizado a través de distin-tas acciones públicas, desde los años setenta. Dichasacciones se han denominado "Políticas de Equidad". Acontinuación se revisará en qué consisten dichas políti-cas así como aspectos de su evolución.

Las políticas de equidad son estrategias paracorregir los desequilibrios existentes entre las personas,en razón de su pertenencia a grupos discriminados porrazones de sexo, pertenencia étnica, religión y prefe-rencia sexual.

Las políticas de equidad de género, estándirigidas a contrarrestar las desventajas sociales que seasocian a la diferencia sexual. Tienen por finalidad for-talecer la ciudadanía y los derechos de las mujeres,para evitar que las desventajas ligadas al hecho de sermujer, que se generan desde el ámbito de la familia,se extiendan, amplién o perpetúen a otras esferascomo: la educación, el ingreso, los derechos, los car-gos profesionales, el poder político, el prestigio y losreconocimientos.

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

En Síntesis:En Síntesis:

Tomar en cuenta las diferencias entrelos sexos en la generación del desarrollo yanalizar en cada sociedad y en cada cir-cunstancia, las causas sociales y los meca-nismos institucionales y culturales que estruc-turan la desigualdad entre los sexos.

Las primeras acciones en favor de la equidadsurgen en los años sesenta. El principio que las rigeparte del reconocimiento de las diferencias y restric-ciones de partida entre ciertos grupos o personas, queimpiden que éstos puedan gozar plenamente de susderechos y aprovechar las oportunidades que se lesofrecen. Estas acciones reconocen que si bien ningu-na intervención pública puede garantizar que todaslas personas obtengan idéntico resultado en términosde justicia y de bienestar, es moralmente injustificableque diferencias de origen, sexo, clase, preferenciasexual, raza o religión, cierren de entrada, oportu-nidades o capacidades y terminen vulnerando losderechos de unas personas, en comparación conotras.

En este sentido las políticas de equidad sonacciones de justicia deliberada que buscan compensarestas posiciones de desventaja.

En relación al género, las políticas de equidadhan buscado erradicar todas las formas de discrimi-nación por causa de la diferencia sexual y promover laigualdad social entre mujeres y hombres.

En los años setenta estas políticas recibieron unnuevo aire de la mano de la segunda ola del feminis-mo y de las convenciones internacionales que seestablecen en la primera Década de la Mujer (1975-

1985). Pero llegan a constituir parte importante de laagenda de los gobiernos, a partir de los Acuerdos y delPrograma de Acción de la IV Conferencia Mundial dela Mujer (celebrada en Pekin), en el año de 1995.

A lo largo de más de cincuenta años de evolu-ción, cada una de las variantes de estas políticasresponde a enfoques distintos de la desigualdad degénero y a una estrategia de intervención públicadiferente, adaptándose a las concepciones políticas ya las diferencias entre los sistemas y tradiciones políti-cas de cada país.

A continuación se hace una breve descripciónde cada enfoque utilizado, con el objetivo de com-prender cómo ha evolucionado la problematizaciónde la demanda feminista, en la suposición que dichoentendimiento facilitará la comprención de las discu-siones políticas que conlleva la equidad de género.

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Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

Los más importantes enfoques de políticas deequidad que se han implementado son:

El enfoque de la igualdad de trato

El enfoque de la igualdad de oportunidades

El enfoque de la transversalidad del género

El enfoque de la paridad o de generización dela ciudadanía

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

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La base fundamental de la equidad, esel estatus de ciudadanía. El foco de laspolíticas de equidad lo integran aque-llas subclases de personas que enrazón del sexo, el color, la raza, elingreso o aún la combinación de todosestos eleentos, se ven excluidos dediversos bienes y oportunidades, conriesgos a la acumulación de fracasosen diferentes esferas de bienes.

Tienen el objetivo de asegurardeterminada distribución de aquellosbienes y oportunidades no accesiblespara grupos específicos de individuos.

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2.1.1 El enfoque de la igualdad de trato

Las políticas que se desarrollaron bajo elenfoque de la igualdad de trato (1950- 1970) estánbasadas en el concepto liberal de igualdad, quesupone que todas las personas son iguales ante la leysin atender a sus diferencias de sexo, color, condiciónsocial. Según este principio "Nadie puede ser tratadopor debajo de los derechos que rigen para todos".Como principio, este enfoque es una herramientaefectiva en el combate contra de la discriminaciónsexual, pero es a todas luces insuficiente para asegu-rar la equidad entre los sexos. Ya que toma a las per-sonas sin considerar la influencia del contexto social ylos sesgos sexistas impresos en las normas, rutinas y va-lores de las instituciones.

Las políticas de igualdad de trato estuvieronorientadas a introducir los principios de “la igualdadde jure” en el sistema legal de los gobiernos y en losprincipios rectores del sistema internacional deNaciones Unidas. Como primer paso se impulsó elreconocimiento de la igualdad de derechos civiles ypolíticos de hombres y mujeres; la igualdad de tratoen el trabajo que adoptó la OrganizaciónInternacional del trabajo (OIT), entre otras declarato-rias relativas a la educación, el estatus civil y el dere-cho al voto de las mujeres.

Hasta los años sesenta, éste fue el enfoque queorientó muchas de las políticas que sustentaron laestrategia de incorporar a las mujeres al desarrollo(MED) y de las acciones que buscaban atender lasnecesidades de salud y educación de las mujeres,pero que también reforzaron sus capacidades paracumplir con el papel asignado como madres yesposas, en el mundo doméstico.

Los resultados de este enfoque fueron limita-dos, ya que hasta los años setenta no existían legisla-ciones ni mecanismos nacionales dedicados a pro-mover la igualdad de las mujeres respecto a los hom-bres. El discurso de una igualdad formal de derechos,entre “ individuos iguales independientemente de susexo”, se contravenía con una realidad de desventajay subordinación, debido a los patrones de segre-gación de género en el mercado de trabajo y a losestereotipos de las mujeres como amas de casa,dependientes económicamente y sin autonomía(Rees, 1998).

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Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

Los fallos de las políticas con enfoque deIgualdad de trato para conseguir la igualdad de lasmujeres y los hombres se deben a varias razones:

Que el principio de la igualdad de trato tomaal hombre como modelo y norma de los dere-chos, frente a lo cual las mujeres resultaban

invisibilizadas por el hecho de ser legalmente tratadascomo iguales, aunque en la realidad fueran desigual-mente tratadas.

Mantienen la división público- privado siendo laigualdad de las mujeres perseguida sólo en elámbito público.

El impacto que pudieron haber alcanzado enmateria del voto, educación o empleo de lasmujeres, era contrarrestado con la pervivencia

de los roles de género en el ámbito doméstico y ladependencia económica de las mujeres.

Hacia los años 70s, y 80s, el reconocimiento delaporte que las mujeres hacen al desarrollo así comodel carácter estructural de la desigualdad de género,llevó a una segunda fase de políticas de equidadbasadas en acciones positivas y programas diferen-ciados.

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

2.

3.

La acción positiva consiste en unmecanismo para corregir la desventajainicial de las mujeres, favoreciendo laigualdad de condiciones, merced amedidas que equilibren las oportu-nidades y reduzcan la discriminación.Son ejemplos de estas acciones: el sis-tema de cuotas para equilibrar la pro-porción de cada uno de los dos sexosque participan en puestos públicos;cargos sindicales; posiciones parla-mentarias;órganos de representación;o ciertas actividades profesionales. Deigual forma se consideran comoacciones positivas: líneas de créditoespecial para los empresarios que con-tratan mujeres; iniciativas para garan-tizar que no se discrimine a lasmujeres del acceso al crédito directo,de la capacitación, etc.

1.

2.1.2 El enfoque de la igualdad de oportunidades

El inicio de las políticas de igualdad de opor-tunidades para combatir la discriminación de lasmujeres, fue resultado de la crítica a las limitaciones delas políticas de Igualdad de Trato.

A partir de la primera Década del Desarrollopara la Mujer y de los informes de cada país presenta-dos en la Segunda Conferencia Mundial de la Mujer(Nairobi, 1985) se revela la magnitud de la pobrezafemenina y el impacto de la violencia de género en lavida de las mujeres, Esto llevó a reconocer la necesi-dad de desarrollar políticas diferenciadas que permi-tieran igualar las oportunidades entre mujeres y hom-bres, partiendo de acciones positivas. Considerandoque la mayor participación de las mujeres en las deci-siones públicas, es un elemento indispensable para laremoción de los obstáculos a la equidad, la igualdadde oportunidades se planteó garantizar el acceso delas mujeres al mundo público y del trabajo.

Las acciones de estas políticas, ordenadas apartir de los primeros Planes de Igualdad deOportunidades para las Mujeres (PIOMs): reformaslegales, promoción de la educación, la salud y de lainformación sobre derechos, etc., han permitidoderogar muchas de las leyes discriminatorias degénero, ya que han sido las políticas de equidad quemás apoyo han tenido por parte de los gobiernos.

En la vertiente de las políticas de desarrollo laspolíticas alineadas bajo este enfoque se identificaroncon la perspectiva GED (Género en el Desarrollo), apartir de analizar en cada proyecto las diferencias denecesidades, intereses y demandas de las mujeres yde los hombres, que se derivaban del análisis de losroles, funciones, responsabilidades, distribución yacceso de recursos, entre unos y otros. Es decir de unenfoque de trato diferenciado.

Las políticas e intervenciones orientadas por elenfoque de la Igualdad de Oportunidades y de tratodiferente, tienen tres características que resulta impor-tante destacar:

Son acciones sectorizadas, focalizadas oproyectos específicos, de las políticas sociales(salud, desarrollo comunitario, actividades

productivas para mujeres) o de combate a lapobreza, que no modifican la orientación general dela política principal.

27

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

1.

Hacen posible el desarrollo de una amplia va-riedad de herramientas, metodologías y técni-cas, para el análisis de género.

Focalizan en acciones para el empode-ramiento de las mujeres en condiciones depobreza.

En este aspecto las políticas de acciones posi-tivas implican un paso más allá de la igualdad detrato, en tanto garantizan el ingreso de las mujeres endominios masculinizados como: la política, los cargosde representación, ciertas profesiones, además deasegurar el acceso a recursos como el capital y lapropiedad, etc.

Su objetivo es cerrar las brechas de partici-pación, capacidad, oportunidades, patrimonio y pro-tección, entre hombres y mujeres.

Los aportes y las limitaciones de las políticas delenfoque de Igualdad de Oportunidades son:

Problematizan la cultura de mujeres y hom-bres planteando el reconocimiento de lasdiferencias de partida que están en la base

de las desigualdades.

Apoyan a las mujeres tanto como individuoscomo grupo, permitiendo el acceso de másmujeres a ámbitos masculinizados.

El acceso de las mujeres al mundo público notransforma las relaciones de género estableci-das y tampoco modifica los roles y funciones

de las mujeres, como principales o únicas responsablesdel cuidado del hogar y de la familia.

No modifican los modelos de género que sub-yacen en las instituciones, normas y valores decultura androcéntrica. Preparan a las mujeres

para actuar en el mundo de los hombres (política,cargos, ejecutivas, etc.) pero no desafían realmente eldominio de la cultura, ni los sesgos masculinistas de lasinstituciones.

Son políticas sectorizadas, al margen del fun-cionamiento normal y de los criterios habi-tuales de las políticas. Sus impactos son par-

ciales y no siempre sustentables.

Implican un riesgo ya que bajo ciertas condi-ciones, algunas medidas de acción positiva,refuerzan los estándares de la masculinidad

en la cultura del trabajo y en los hechos institucionali-zan la doble jornada de las mujeres.

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

2.

3.

1.

2.

3.

4.

5.

6.

29

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

En resumen, las acciones de estas políticas sonesenciales para impulsar la igualdad de género, peroson insuficientes, ya que son acciones a nivel deproyectos muy puntuales que no alcanzan a revertir lasrelaciones de género establecidas, ni a transformar ladimensión de género del mundo tal cual es.

2.1.3 Enfoque de la transversalidad del género

El inicio de las propuestas para la transversa-lidad de género, se produce a fines de los ochentas yprincipios de los años noventa, a partir de las críticas ala estrategia Género en el Desarrollo (GED). Pero eshasta la IV Conferencia Mundial de la Mujer en 1995,que se incorporan como una estrategia para ser adop-tada por parte de los gobiernos firmantes del Plan deAcción y la Plataforma de Pekin.

El arranque de esta nueva estrategia deriva delreconocimiento del impacto casi cosmético demuchas de las acciones desarrolladas, que sólo abor-dan los síntomas pero no las causas profundas de ladesigualdad de género. Ya que dejan intocadas lasestructuras y los procesos que en los diferentes ámbitosdel orden de género, perpetúan las desigualdadesexistentes entre mujeres y hombres. Además de man-tener un espacio marginal, excéntrico, a la corrienteprincipal de la política de desarrollo.

De ahí que las propuestas de intervenciónderivadas de la IV Conferencia Mundial de la Mujer,plantearan el avance hacia intervenciones que propi-ciarán reformas estructurales al sistema de género.

La transversalidad del género surge comoexpresión de la necesidad del movimiento interna-cional de mujeres, para hacer avanzar el cumplimien-to de los acuerdos en materia de equidad de género,que se tomaron en las distintas ConferenciasInternacionales (1979, 1980, 1993, 1994, 1995).

Esta nueva propuesta consiste en transformar elorden social de género establecido en la familia yvida, el mercado de trabajo y el Estado a partir deincorporar la perspectiva de género en todo el proce-so de elaboración e implementación de las políticaspúblicas.

Con esta nueva estrategia se busca evitar latendencia de los gobiernos de atender las demandasde género como "asuntos de mujeres", recluidos enprogramas específicos, con poco presupuesto y desvin-culados del curso principal de las políticas públicas.

Para superar estas limitaciones, la estrategia dela transversalidad se concibió como una acción inte-gral para la inclusión de la perspectiva de género enla dinámica y los procedimientos con que se diseñanlas políticas públicas.

Esta nueva propuesta, lejos de eliminar o susti-tuir a las intervenciones en la lógica de la igualdad deoportunidades, la acción positiva u otras variantes delas políticas de equidad, se plantea como unaampliación del campo de actividad de las políticas degénero, de modo que todo el conjunto de las políticasdel Estado, estuviera cruzado por la perspectiva degénero y que, en consecuencia, la responsabilidad dela equidad involucrara a todo el aparato público.

A diferencia de las anteriores prácticas deequidad que requerían para su implementación laparticipación casi exclusiva de expertas y expertos, latransversalidad propone un proceso en el que losactores principales son los funcionarios públicos de losdistintos procesos de diseño, ejecución y evaluaciónde las políticas públicas.

Sintetizando los principios de la transversalidadcomo enfoque para alcanzar la equidad, la primeraidea fuerza es la aplicación de la dimensión de géneroa todo el proceso de la actuación pública. De suerteque cada una de las intervenciones de política sea analizada en términos de los impactos diferencialesentre hombres y mujeres, considerando su efectoagregado en las relaciones de poder en los diversosámbitos del orden social de género.

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

Esto exige someter a dos tipos análisis todaintervención pública:

El análisis y las intervenciones "ex ante" paraintegrar el factor de la igualdad entre losgéneros en todo programa de política,

haciendo los ajustes necesarios para garantizarla.

El análisis "ex post" con el objeto de evaluar losresultados de las acciones desarrolladas en lasrelaciones de género establecidas y en el

avance de las mujeres.

La Transversalidad del Género no sólo prevéacciones para mejorar la condición y la posición de lasmujeres, sino también plantea desarrollar interven-ciones dirigidas a modificar la condición masculinapara replantear la ubicación de los hombres en losámbitos donde han sido excluidos o se hace nece-sario su reposicionamiento. En este sentido, un correla-to de este enfoque es visibilizar cómo están incorpora-dos los hombres en el diseño de las políticas públicas(Menmainstreaming).

La idea de impactar el curso principal de laspolíticas públicas, es atractiva pero difícil de concretardesde el punto de vista práctico, ya que las políticaspúblicas son procedimientos de intervención estatalaltamente institucionalizados que requieren el manejode aspectos técnicos y políticos de los problemaspúblicos expresados por la ciudadanía. Lo que signifi-ca que el impacto en las políticas requiere delcumplimiento de diversas condiciones en distintosniveles.

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Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

2.

1.

2.1.4 El enfoque de la paridady la generización de la ciudadanía

Una última variedad en las políticas deequidad han sido las llamadas políticas de paridad,referidas inicialmente a la proporcionalidad (50:50;60:40) de mujeres y hombres en todos los órganos dedecisión y representación (Democracia Paritaria,Manifiesto de la Declaración de Atenas, 3 de noviem-bre de 1992). En los años recientes las versiones másradicales del feminismo han elevado este enfoque a laidea de "generizar la ciudadanía". Es decir, estableceruna especie de nuevo contrato social- sexual que fijenuevos parámentros de equidad para ambas partesde la humanidad.

La paridad presupone la introducción de laidentidad sexual en la definición de la persona legal,exigiendo un rango jurídico igual y equitativo para lamujer y para el hombre. Este principio legal de paridadobliga a los poderes públicos a tomar medidas paraque exista una participación igualitaria en todas lasinstituciones políticas, sociales, administrativas y judi-ciales y tiene dos concepciones:

Como un tipo de acción positiva que buscaque los dos géneros tengan la misma repre-sentación en todas las actividades, especial-

mente en los puestos y cargos políticos. Por ejemplo la fijación de cuotas en que ningún género tenga másdel 40% de los cargos o, en su versión más radical,establecer una distribución de cargos de 50% a 50%.

Como una fórmula para establecer una ciu-dadanía generizada, superando la idea deciudadanos "neutros", sin sexo y sin diferencias,

que se estableció en los inicios de la modernidad.

Es importante destacar que los principios que orientan los distintos enfoques

de las políticas de equidad en sus respectivas va-riantes, constituyen modelos a partir de los cuáles seinterpreta, diagnóstica y se elaboran alternativas depolítica pública.

El primer modelo de la Igualdad de Trato estábasado en la promoción de la igualdad basada en lasimilaridad, es un modelo reparador de la desigualdaddel género y de la discriminación de las mujeres,establecidas por las normas y del ámbito público.

Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

2.

En Síntesis:En Síntesis:

1.

En el segundo modelo de Trato diferenciado oIgualdad de Oportunidades, se pasa hacia una igual valoración de las contribuciones diferentes de lasmujeres y de los hombres, en una sociedad que sereconoce como segregada desde el punto de vistadel género. Es un modelo de "adaptación" diseñadopara atender las situaciones y necesidades de lasmujeres, “en un mundo de hombres”, sin modificar lasreglas de parcialidad y discriminación de género.

En el modelo de la Transversalidad o de latransformación de las relaciones y regímenes degénero, se busca establecer un nuevo estándar tantopara mujeres como para hombres. Es un modelo decambio de las relaciones de género establecidas, quefija el acento en los cambios institucionales necesariospara modificar la condición social de las mujeres y elbalance de poder entre géneros.

La "transformación" que busca la transversali-dad (Rees, 1998) no es la asimilación de las mujeresdentro de las vías o canales forjados para los hombres;no es tampoco el mantenimiento del dualismo entremujeres y hombres, sino algo nuevo, una forma positi-va y distinta de integrar y de lograr resultados, en laque lo marginado, lo que ha quedado invisibilizado yfuera de la consideración de las políticas públicas, (lavoz de las mujeres), pasa a ser parte de la corrienteprincipal por la que cruzan las políticas de desarrollo.

Finalmente es importante retener que estasdiversas modalidades de políticas de equidad no sonexcluyentes, por el contrario se combinan y comple-mentan frecuentemente. Pero lo que resulta real-mente importante, es lograr una combinación ade-cuada y acorde a las diversas finalidades que se per-siguen en cada uno de los ámbitos o dominios de lasrelaciones de género.

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Conceptos Básicos Para Comprender el Género y las Políticas de Equidad

La Transversalidad delGénero: Aspectos

metodológicos

Parte II

El objetivo de este segundo capítulo esbrindar herramientas metodológicas paradiseñar estrategias de transversalidad delgénero.

1. LA TRANSVERSALIDAD DEL GÉNERO

1. ¿Qué es la tranversalidad del género o el Gender mainstreaming (GM)?

La tranversalidad del género ha sido el térmi-no que, en el idioma español, se ha dado a la inte-gración sistemática del principio de equidad degénero a todos los sistemas, estructuras, políticas, pro-gramas, procesos y proyectos del Estado. Aunquetambién organismos internacionales, OrganizacionesNo Gubernamentales, organizaciones sociales, sindi-catos y empresas, pueden emprender estrategias paraincorporarla en su organización.

Conceptualmente su significado no siempreresulta claro, aunque en la mayoría de los casos se usapara identificar diversas estrategias de incorporacióndel enfoque de género en el quehacer rutinario de lasorganizaciones. Para algunos, la transversalidad esequivalente a generar impactos que cambien las rela-ciones entre mujeres y hombres, a través de todas laspolíticas y de la legislación de cada país. Para otros,implica el rediseño total de los sistemas y estructuras sociales, replanteando las maneras en las cuales estos

sistemas y estructuras gene-ran desigualdad entrehombres y mujeres, a partir de establecer ciertas ven-tajas para el sexo masculino y desventajas para el sexofemenino.

La puesta en marcha de una estrategia detransversalidad supone un proceso complejo y a largoplazo, que exige un análisis de la situación en cadainstitución; un diagnóstico lo más preciso posible delimpacto diferencial de las políticas sobre las mujeres ylos hombres y, una definición de los objetivos deequidad a perseguir para corregir las desigualdades, apartir de movilizar la intervención de todas las políticaspuestas en juego. Ya que la transversalidad implicauna estrecha coordinación de las políticas públicasque concurren en el logro de los objetivos de equidad.

Esta es la razón por la que se vincula la incor-poración de la transversalidad del género con lanueva agenda modernizadora y democratizadora delEstado, ya que a través de esta estrategia los gobier-nos deben establecer un compromiso claro para estara la medida de las necesidades específicas de cadagrupo social. Promover la participación cívica y la con-sulta ciudadana, en la formación, concepción, diseñoy entrega de servicios o de programas, así como efec-tuar un ejercicio cotidiano de transparencia y rendi-ción de cuentas.

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La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

Acuerdos y debates acerca de la transversalidad

Los acuerdos y debates acerca del significa-do de la transversalidad de género, giran en torno ados definiciones ampliamente difundidas que son lassiguientes:

" La integración sistemática de las situaciones,intereses, prioridades y necesidades propiasde las mujeres en todas las políticas delEstado, con miras a promover y velar por la

equidad entre mujeres y hombres" (Consejo deEuropa, 1997).

" La reorganización, mejora, desarrollo y eva-luación de los procesos de decisión, en todaslas áreas políticas y de trabajo de una organi-

zación, con el objetivo de incorporar la perspectiva delas relaciones entre los sexos, en los procesos dedecisión." (Consejo de Europa, 1997)

A partir de estas definiciones, hay un acuerdoextendido que considera a la transversalidad delgénero como un enfoque para reducir la desigualdadentre mujeres y hombres en el acceso a oportunida-des, recursos y poder, haciendo intervenir el principio

de equidad en todas las políticas públicas, con elpropósito de cerrar las brechas de inequidad en todoslos campos.

En términos prácticos, esto implica preguntarsesi las políticas : ¿promueven o no, un mayor equilibriode oportunidades entre unas y otros en la diversasesferas de la sociedad? ¿Sí promueven o no, la dis-tribución más equitativa de las cargas de trabajodoméstico y de la sobrevivencia cotidiana entremujeres y hombres?, ¿Sí estimulan la capacitación delas mujeres, o el mayor acceso a los recursos o, sumayor participación en la toma de decisiones?, ¿Síimpulsan cambios o no, en las relaciones de género?

Esto significa que en cada decisión, acción deautoridad o programa de política pública, se hagaconciencia acerca del grado de compromiso oindiferencia que éstas políticas tienen respecto a losderechos, necesidades e intereses de las mujeres y delos hombres. Desde esta visión, la transversalidad delgénero conlleva la adecuación de los procesos deplaneación, implementación, monitoreo y evaluaciónde las políticas, para tomar en cuenta los efectos exante y ex post de las intervenciones públicas, en lascondiciones de vida y en la posición de mujeres yhombres.

a.

b.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

En un sentido más profundo, algunas defini-ciones de la transversalidad consideran que éstaplantea el reto de identificar las maneras en que los sis-temas, estructuras y marcos de trabajo bajo los cuálesse diagnostican los problemas sociales y se eligen lassoluciones de política pública, están regidos por unsesgo ‘androcéntrico’, que marca desde el origen alas políticas públicas. E implica un cambio organiza-cional e institucional.

La finalidad en esta última versión es neutralizary revertir los efectos de la tendencia a la discrimi-nación de los asuntos, intereses y demandas de lasmujeres, inscrita en el funcionamiento rutinario de lasinstituciones y en los modelos de políticas vigentes.Para hacer que el género sea reconocido como unadimensión de la realidad social que logre arraigarse enlas prácticas y en los marcos del trabajo cotidiano delas instituciones. Los objetivos de la equidad debentener carácter vinculante para todas las áreas depolítica y todas las instituciones públicas.

En síntesis, hay plena coincidencia en que latransversalidad del género es una estrategia parasuperar la marginalización o el confinamiento de laspolíticas de equidad a ciertas acciones discretas, aco-tadas o de escasa trascendencia, haciendo ingresar laperspectiva de la equidad de género en la corrienteprincipal de la política del desarrollo. Esto quiere decirque los gobiernos no concentren las políticas de equi-

dad de género en un sector, secretaría, o en el ámbitode responsabilidad de los Mecanismos Institucionalesde Género (MIGs) tales como: los institutos, comisionesde la mujer, etc., sino que las hagan ingresar en losesquemas de planeación, operación y evaluación, detodas las políticas e instituciones de gobierno.

El debate Los acuerdos en torno a la tranversalidad no

ocultan las diferencias políticas e ideológicas exis-tentes, tanto en las visiones acerca del género y laequidad, como en la profundidad del cambio que seespera promover en las relaciones y los regímenes degénero.

El aspecto central en este debate es, cómo sedefine la desigualdad de género. Sí se parte dereconocer que las diferencias de acceso a recursos ypoder entre mujeres y hombres, derivan de un posi-cionamiento estructural desventajoso para lasprimeras, entonces las políticas de equidad debenbuscar modificar este balance de poder. Por el con-trario, sí se plantea que éstas diferencias son en parte"naturales" y en parte "culturales", entonces el proble-ma de la equidad es sólo de reconocer "la igualdaden la diferencia". Es decir, de incorporar las necesi-dades y la voz de las mujeres invisibilizadas y suprimidaspor el predominio masculino, sin alterar el posi-cionamiento estructural de fondo.

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La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

Incorporar las demandas femeninas a partirde su rol "natural" como amas de casa y de la divisiónsexual del trabajo ya establecida, se traduce en faci-litar el ajuste o la conciliación entre los viejos y losnuevos roles de las mujeres (ama de casa y provee-dora), sin modificar en lo sustancial la sujeción de lasmujeres al ámbito doméstico, ni su posicionamientomarginal en los ámbitos económico y público.

En cambio, si el objetivo de la equidad es trans-formar ese posicionamiento estructural, las políticas ten-drían que pretender modificar la distribución del tiempoy de la división sexual del trabajo, procurando unarearticulación entre los ámbitos doméstico, el mercado yel Estado. Con ello, se avanzaría en el empoderamientode las mujeres y en la transformación de la condicionesque producen la desigualdad entre los sexos.

Otra vertiente de este debate son las preocu-paciones sobre el lugar asignado a los hombres y a lamasculinidad en las estrategias de transversalidad y enla elaboración de las políticas públicas. Algunasvisiones, de manera simplista postulan la participaciónmasculina como un asunto de equidad presupuestariay reclaman "la alta inversión en las mujeres" proponien-do el desarrollo de programas que incluyan a los hom-bres. Estas posiciones, toman a las diferencias degénero como una cuestión derivada de los roles y nocomo un resultado de las posiciones y relaciones demujeres y hombres en la estructura social.

En el lugar opuesto se ubican las visiones queconceptualizan las relaciones de género como unconjunto articulado de leyes, normas, valores, roles yfunciones, a partir de los cuales se definen y distribuyenrecursos, decisiones y poder, entre mujeres y hombres.En esta visión las políticas de equidad se verán comomedidas para equilibrar el balance de poder estable-cido, para favorecer un cambio en la equidad de losrecursos con que cuentan tanto las mujeres como loshombres.

Así, la "inversión en las mujeres" no se apreciacomo un asunto de desequilibrio sino como parte delas soluciones de equidad que la sociedad y los go-biernos buscan alcanzar. De esta forma, la transver-salidad podrá consistir tanto en acciones positivas yprogramas específicos dirigidos hacia las mujeres,como de acciones que atiendan a la especificidad dela participación masculina en los problemas encuestión, proponiendo la incorporación de los varonesen aquellos temas en que su participación sea nece-saria para lograr la democratización de las relacionesde género.

Para esto es importante que los estudios de lamasculinidad desarrollen investigación y evidenciaempírica, que permita conocer y comprender la sub-jetividad y la disposición potencial de los hombres alcambio en las relaciones de género.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

41

La elección del enfoque de equidad y decambio, es una cuestión relacionada con las posi-ciones políticas y con las concepciones teóricas queestán detrás del reconocimiento y de la problemati-zación de la desigualdad de género. Ya que de ahíderivan las estrategias elegidas para su tratamientopor parte de los gobiernos.

Finalmente, otro tema a debate, son las con-sideraciones respecto al tipo de actores que inter-vienen en el proceso de la transversalidad. Hay posi-ciones que privilegian el desarrollo de estrategiasbasadas en un esquema participativo-democrático(Beveridge et al, 2000) que incorpora no sólo lasdemandas a favor de la equidad, sino la participaciónactiva de las organizaciones sociales y redes de exper-tos que han desarrollado conocimiento, en losmovimientos sociales feministas. De suerte que lo téc-nico está aquí al servicio de la política.

En este tipo de propuestas, el énfasis estápuesto en el proceso político participativo desde laconstrucción de la agenda hasta los mecanismos derendición de cuentas. Lo fundamental para estas pos-turas es la creación de mecanismos deliberativos quepermitan construir consensos y encontrar salidas a ladiversidad de voces y propuestas. Desde esta pers-pectiva, se conceptualiza a la tranversalidad delgénero como un proceso de democratización gene-

rizado, que se basa en la inclusión de las percep-ciones, intereses políticos y proyectos políticos de lasmujeres, en el proceso de hechura de las políticaspúblicas. De acuerdo a esto se identifican las dife-rentes prácticas involucradas con la participación deactores, poniendo atención a las relaciones que losMecanismos Institucionales de Género (Institutos de laMujer) establecen con los grupos de mujeres de lasociedad civil, en términos de la elección de políticasy en términos de la rendición de cuentas.

Por otro lado, están las posiciones que defien-den una estrategia de tranversalidad basada en unesquema tecno-burocrático cuyos actores son los fun-cionarios públicos habituales, quiénes con el auxilio dealgunos grupos de expertos y expertas, determinan losfines, objetivos y metas de los programas. En este casola transversalidad pasa por la creación de capaci-dades para que estos actores puedan asumir la tareade incorporar el género en su prácticas cotidianas, ensu valores y en la cultura organizacional.

La transformación de la cultura organizacionalse convierte en el eje de estas estrategias, pero aúncuando esta vía toma el cambio de las institucionescomo una acción deliberada de la transversalidad, losavances son restringidos por varias razones. La primeraes que los cambios en la cultura organizacional sonlentos y requieren de largos procesos de maduración y

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

asimilación, no siempre garantizados en las condi-ciones del entorno. La segunda es que los cambiosde las culturas de las organizaciones no se sustentan sisolo se modifican las percepciones y los valores, sincambios reales en la racionalidad, el funcionamiento,normas y reglas de las instituciones. La tercera es quepara ser exitosas estas estrategias deben ser objeto deuna planificación detallada y específica a cada orga-nización e institución acompañada de un proceso dereflexión y aprendizaje constante, por lo que debe sercuidadosamente manejado y sistemáticamente regis-trado.

En el marco de este debate, la cuestión defondo aquí es si la equidad y la transversalidad delgénero como metas políticas, pueden separarse de lainclusión e incorporación de las mujeres como actorespolíticos, en una democracia representativa (Mazur,2002). En todo caso, entre estos dos modelos unaalternativa es visualizar estos dos polos como un entre-lazamiento complejo de prácticas que se comple-mentan. Un ejemplo de esto puede ser la práctica delos presupuestos de género, ya que el proceso invo-lucra tanto la experticia como la práctica de unademocracia generizada, puesto que se requieren he-rramientas especializadas (datos estadísticos desagre-gados, indicadores de igualdad y evaluaciones de losimpactos de género) y participación de las organiza-ciones.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

• Las organizaciones "están gene-rizadas". Las organizaciones públicas yprivadas son sistemas en los cuales lasreglas institucionalizadas juegan demanera determinante para definir losresultados en cuanto a distribución derecursos, tareas, responsabilidades yvalores. Estas reglas definen quiénesdisponen de los recursos, cuáles y cuán-tos recursos dispone cada cual (deautoridad, monetarios, etc.)

• La estructura profunda de lasorganizaciones implica criterios de poderexclusivo en algunas áreas o procesos yla delegación operativa en otros.Determinan quiénes toman las deci-siones y quiénes desempeñan qué ta-reas.

• Las organizaciones estánfraguadas sobre relaciones jerárquicas:de género, clase, raza, casta y color.Están generizadas a nivel profundo oinvisible y generalmente excluyen losintereses y visiones de las mujeres.

Las mujeres están restringidas ensu poder para cambiar las institucionesdebido a:

• La restricción del acceso políticosobre todo en los niveles más altos dedecisión.

• Las deficiencias en los sistemasde rendición de cuentas.

• Los valores culturales androcén-tricos (centrados en el modelo masculi-no-abstracto).

• Las estructuras cognitivas y losmapas mentales que excluyen la diferen-cia entre los géneros.

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Las organizaciones "están generizadas"

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

2. ¿Qué enfoques y estrategias se utilizan para incorporar la transversalidad del género?

La transversalidad camina en dos carriles: porun lado, las políticas de equidad y, por el otro, la trans-formación de la racionalidad de los procesos de for-mulación de las políticas públicas de las instituciones.Estas dos vías deben caminar juntas ya que la trans-versalidad de género sería un objetivo vacío sin la exis-tencia de políticas de equidad, y las políticas a favorde la equidad no lograrían arraigarse ni fortalecerse,sin el sustento que puede darles la incorporación delenfoque del género en la racionalidad de las políticasy en la operación de las instituciones.

La pregunta de fondo es si hay rutas más efec-tivas que otras para lograr la igualdad de género. Larespuesta depende de la pertinencia de los enfoqueselegidos para buscar los cambios deseados, así comode las estrategias para hacerlos posibles en las políti-cas y las instituciones existentes.

La perspectiva del cambio buscadoen las relaciones de género

Elegir una estrategia para incorporar la trans-versalidad del género en el quehacer cotidiano de lasinstituciones y establecer criterios de equidad a laspolíticas establecidas, exige –como ya se apuntó-tener en cuenta el tipo de cambio que se busca lograren las relaciones de género y en el balance de poderentre mujeres y hombres.

Esto implica considerar las consecuenciaspolíticas y prácticas del enfoque de políticas deequidad con que se definan los resultados esperados.Es decir, considerar desde qué visión de equidad sedefinen los "logros" e "impactos" de las políticas elegi-das (igualdad de trato, igualdad de oportunidades,transformación de las relaciones de género, paridad)

La transversalidad del género es unaestrategia para:

• Generar un nuevo balance depoder entre los géneros.

"Penetrar", "negociar" y transformarlas políticas establecidas e incorporarlos objetivos de la equidad en vistas acorregir los desequilibrios de género.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

para distinguir en qué aspectos las políticas de equi-dad y sus anclajes en las políticas establecidas,pueden generar mayor igualdad de género.

La profundidad de los cambios logrados y laeficacia de las políticas para promoverlos, dependende los modelos de política de equidad elegidos paracada caso. Es también importante que las combina-ciones de las políticas de equidad logren ser consis-tentes para impulsar transformaciones en el balancede poder en las distintas esferas de los regímenes degénero: en la esfera privada, familiar o doméstica; laesfera comunitaria o pública local; la esfera económi-ca o de mercado, la esfera de los derechos y la ciu-dadanía.

Esto decir que no se dé un resultado favorableen un ámbito que implique costos o cargas queafecten el bienestar, o las oportunidades de lasmujeres, en otros ámbitos. En otras palabras que no seretroceda en unos terrenos, lo que se avanza en otros,como es el caso de la mayor participación de lasmujeres en el mercado de trabajo, que sin modificar lainserción desventajosa en la que se concreta estaincorporación (salarios más bajos, empleos flexibles oprecarios) y sin cambios en la organización de laesfera doméstica, genera la doble jornada.

Determinar cuándo un enfoque de política deequidad es más pertinente que otro para resolver unconflicto de intereses o un problema de desigualdadde género, pasa por evaluar ex ante, los efectos de laelección de esa política tanto en los objetivos explíci-tos como en consecuencias inesperadas en las rela-ciones de género. A partir de ese análisis se estará encapacidad de identificar el tipo de políticas deequidad más adecuadas para modificar efectiva-mente las inequidades de género, reduciendo las con-secuencias indeseadas.

Otro aspecto importante ligado al enfoque deequidad elegido y que tiene consecuencias sobre laigualdad entre los grupos de mujeres, es la forma enque se incorporan las diferencias de clase, etnia, raza,color y edad, en las políticas de equidad, dado que elgénero afecta estas otras dimensiones de la desigual-dad social.

El enfoque de equidad de género elegido y laestrategia de transversalidad asumida en el proceso,se enfrentan aquí al problema de cómo diversificaruna meta de la política a una población diferenciada.Lo que nos lleva a preguntarnos cómo incluir en lapolítica seleccionada mujeres indígenas, jóvenes,adultas mayores, lesbianas, discapacitadas, etc.

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La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

En Síntesis:En Síntesis:Un enfoque de política de equidad, basado en

un concepto abstracto o general de "mujeres" por elcontrario, además de tomar a las mujeres descontex-tualizadas de sus relaciones de género, hace de éstasintervenciones una especie de política para un grupode la población homogéneo, sin tomar en cuenta lasdiferencias entre las mujeres. Esto puede llevar a pro-fundizar la desigualdad social y de género en unos gru-pos, debilitando en consecuencia el impacto globalde los esfuerzos por la equidad en la sociedad y en laspropias políticas implementadas.

Este el caso de las intervenciones que favore-cen el ingreso masivo de las mujeres en el mercado detrabajo, sin crear políticas que faciliten el tránsito delámbito doméstico al ámbito laboral, socializando cos-tos o entregando servicios públicos que asuman lacarga del cuidado de miembros dependientes delhogar, para que las mujeres puedan salir del mismo.De suerte que sólo los sectores de mujeres que puedenpagar los costos de estos servicios pueden insertarsemás favorecidamente en los puestos de trabajo, entanto las mujeres sin recursos para asumir o transferirestos costos, lo hacen de manera marginal y enempleos cada vez más precarios.

Para elegir un enfoque de transver-salidad deben tomarse en cuenta:

1) el tipo de resultados y logros deseados; 2) la combi-nación de políticas de elegidas para alcanzarlos y susefectos en el equilibrio global de las relaciones degénero y 3) la diversidad y la desigualdad social entrelas mujeres.

Estrategias para penetrar y/o transformar las políticas establecidas

La transversalidad como estrategia para incor-porar la perspectiva de género en las políticas públi-cas, no puede avanzar en el vacío ni comenzar de lanada, por ello generalmente se dirige hacia los temasde la agenda donde se cruzan las demandas deequidad con la agenda de las políticas establecidas.

Se han distinguido dos estrategias para analizarqué tipo de cambios se pueden impulsar a través delas estrategias de transversalidad:

Las que persiguen introducir la perspectiva degénero en las políticas existentes (estrategiasintegracionistas).1.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

Las que parten de establecer o fijar una nuevaagenda de políticas, que buscan transformar yreorientar los paradigmas de las políticas exis-

tentes (estrategias que fijan agenda).

En el caso de las estrategias integracionistas,los objetivos de las políticas de equidad se agregan alos objetivos de las políticas existentes, sin cambiar defondo los presupuestos teóricos ni los objetivos pro-gramáticos de las políticas dónde se hospedan. Por loque en los hechos se efectúa una especie de transac-ción entre las dos políticas, que en buena parte de loscasos, se presenta como un rendimiento para que lapolítica principal tenga éxito o, alcance mayor efica-cia y eficiencia. De suerte que se da una especie deuso instrumental de las políticas de equidad degénero, en favor de las políticas principales o estable-cidas. Este es el caso de la convivencia extensamenteaceptada entre las políticas de combate a lapobreza, especialmente la femenina, respecto a lapolítica económica o de desarrollo social.

Este tipo de enfoques es el más "vendible" y elmás generalizado, en cuanto a su aceptación.Aunque los resultados en términos de equidad y detransformación de las relaciones de género, no seansignificativos. Con frecuencia, este enfoque es la únicavía para dar pasos en la dirección elegida por lo quese priorizan aquellas áreas de política dónde hay una

común concurrencia de objetivos o, dónde la con-frontación entre las políticas establecidas y las políticasde equidad, puede ser más débil.

El resultado, es la definición de una serie deacciones o programas de equidad de género, com-plementarios a la política huésped, que buscan com-pensar los sesgos de género, la invisibilidad o las bre-chas de desigualdad, presentes en la misma.

En este sentido hay una gama de procesos de“traducción”, “marginalización”, “asimilación”, “adop-ción” e “hibridación” en los que las políticas deequidad se mezclan o combinan con las políticas exis-tentes, que suponen una serie de dificultades al pro-ceso de transversalidad del género y que arrojan tam-bién resultados diferentes en cuanto a la reducción dela desigualdad de género. (Elgsttrom, 2000; Ferree2004, Verloo 2004; Lombardo, 2003; Sahaw, 2002;Perrons, 2003).

Muchos de los resultados de estos procesos denegociación o hibridación, se consideran insuficientespara alcanzar verdaderos cambios en el empo-deramiento de las mujeres. Este es claramente el casode las políticas de salud reproductiva, o de las políticasde combate a la pobreza, donde la concurrencia deobjetivos entre estas dos políticas, ha sido favorecidapor la agenda internacional de desarrollo. Las princi-

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2.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

pales críticas son que sí bien estas estrategias hanmejorado la situación de pobreza extrema de muchasmujeres, sus logros descansan sobre las dobles o triplesjornadas que desempeñan las mujeres, quiénes hanasumido en los hogares los costos de los recortes algasto social y de los salarios deprimidos de la flexibi-lización laboral.

Las dificultades de las transacciones entre laspolíticas de equidad de género que se integran, y laspolíticas principales establecidas en las que sehospedan, dependen de las tensiones teóricas y prác-ticas que existan entre los paradigmas, rutinas y cul-turas organizacionales de ambas. Hay políticas públi-cas y culturas organizacionales más "amigables" o per-meables al género, y otras más reactivas y resistentesal género.

Un indicador del grado de permeabilidad deuna política establecida respecto al género, es lamedida en la que el dominio que define los problemassobre los que trata de incidir, está definido por unmodelo androcéntrico que incluye sólo la "visiones" eintereses masculinos en los problemas atendidos. Otroindicador, es el grado en que los roles de la divisióntradicional del trabajo entre hombres y mujeres, son eleje a partir del cual se definen las acciones de laspolíticas establecidas.

Las estrategias que fijan agenda por el con-trario, parten del establecimiento de una nuevatemática política, que en muchos casos significa lasustitución o transformación del paradigma anterior depolítica. En estos eventos, la perspectiva del géneroabre todo un nuevo campo de intervención públicaque redefine a las políticas existentes. Este es el casode las políticas de combate a la violencia de géneroen todas sus modalidades, que de entrada reconfigu-ran el marco de trabajo de las políticas que concurrenal emplazamiento del problema de la violencia en elmundo público y el privado. Provocando la reconfigu-ración de los dominios tradicionales de las políticas desalud, educación, derechos, justicia, comunicaciónsocial, etc. Razón por lo cual tienden a transformarbuena parte de las concepciones que dominan enestas políticas.

Sin embargo, la experiencia acumulada entorno a la aplicación de la transversalidad del género,indica que estos casos no son muy frecuentes. Ya seaporque a escasa una década de surgimiento de estasexperiencias, no se han acumulado todavía los cam-bios necesarios para lograr transformaciones de fondode la agenda pública, porque las inercias y resisten-cias de estos dominios son aún muy fuertes. Por estasrazones han sido más prolíficas las transacciones y lasmezclas de políticas establecidas con políticas deequidad.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

49

3. ¿Cuáles son los requisitosy condiciones de éxito de las estrategias de transversalidad?

La incorporación de la transversalidad delgénero no es un proceso simple, o que pueda serimprovisado. No son obvios los pasos a seguir y sonnumerosas las confusiones respecto a las concep-ciones sobre la implantación y las estrategias para po-nerlo en marcha. Sin descontar que hay condicionesdel entorno político que son cruciales para su éxito ybuena marcha.

Las experiencias que se han desarrolladohasta ahora (Verloo, 1998) destacan como requisitoslos siguientes aspectos:

I. Voluntad Política

El Estado o el gobierno concernido, debentener y demostrar un compromiso con la equidad degénero, de suerte que este asunto se convierta en untema de la agenda política.

Las ONGs y las organizaciones de mujerespueden ser importantes para crear la voluntad políti-ca, pero son los gobiernos quienes deben determi-nar un criterio claro para transversalidad degénero, que facilite su aplicación de suerte que éstaingrese en todos los sectores de la política.

Sin una fuerte voluntad política que desarrolleel consenso necesario en torno a una cultura deequidad de género, la política de transversalidadpuede ser parte de la retórica de gobierno y de losdiscursos optimistas, pero nunca será exitosa, nialcanzará resultados tangibles. Ya que hay unaestrecha correlación entre la voluntad política parala transversalidad de género y el conocimiento públi-co de los asuntos relacionado con ésta.

La voluntad política incluye la disposición acuestionar las relaciones de género establecidas enlas estructuras, procesos y políticas, que perpetúan lainequidad. Así como para adaptar las disposicionesque permitan compartir las responsabilidades y lastareas del hogar, entre hombres y mujeres.

El reconocimiento público de los asuntos de laequidad de género, como temas de interés público,es necesario para facilitar la tarea de la transversali-dad en las instituciones y en las políticas. Pero estorequiere a su vez el desarrollo de algunas medidas yacciones como las siguientes:

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

La legislación a favor de la igualdad de opor-tunidades y de leyes antidiscriminación.

La existencia de mecanismos de vigilanciaque aseguren el cumplimiento de esta legis-lación por parte de todos los actores de go-

bierno, instituciones y empresas, tales como oficinas dedefensoría, “ombuswoman” ; comisiones de equidado consejos para la protección contra la discriminación.

Maquinarias institucionales para la equidadde género (institutos, secretarías, etc.) conherramientas y recursos suficientes (tanto

jurídicos y de decisión, como humanos y financieros)para ejercer influencia en todos los niveles de política.

Políticas de equidad y acciones dirigidas losintereses específicos de mujeres y hombres.

La existencia de divisiones de equidad o pun-tos focales de género dentro de cada institu-ción.

Investigación y capacitación en asuntos deequidad de género

Aumento de la conciencia social acerca dela equidad de género.

II. Estadísticas desagregadas por sexo e indicadores de género

Uno de los requisitos indispensables parahacer viable la incorporación transversal del géneroen las instituciones y políticas públicas, son las estadísti-cas desagregadas por sexo. Este tipo de estadísticasson una herramienta indispensable para analizar laefectividad de las políticas, para establecer patronesen el destino y orientación de los recursos; para moni-torear el desempeño de los programas y evaluar elimpacto de las acciones públicas.

La existencia o el desarrollo de un acervo dedatos sobre la situación actual de las mujeres y loshombres, o sobre las brechas de desigualdad en lasrelaciones de género establecidas, es fundamentalpara la elección y diseño de políticas de equidad ypara el seguimiento y evaluación de las estrategias detransversalidad. Ya que el problema no sólo es no con-tar con estadísticas adecuadas, sino tener datos e indi-cadores sensibles al género, que visibilicen las situa-ciones en las que se encuentran las mujeres, y nosinformen respecto a sus necesidades e intereses, susaportes y posición social.

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La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

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Las estadísticas desagregadas por sexopueden ser utilizadas para tres cosas: saber quiénes sebenefician de sus servicios y quiénes no; apreciar elimpacto de las intervenciones y programas que se hanimplementado y evaluar el avance del impacto decualquier norma o acción. E identificar brechas en re-presentación, poder de desición, etc. ¿cuál es la dis-tribución por género en los cuerpos que toman deci-siones importantes? ¿cuál es la distribución y acceso arecursos de autoridad y decisión entre hombres ymujeres? y los cambios en las relaciones de género ¿sise benefician hombres y mujeres de la medida?¿Quién obtiene qué, porqué, y en que condiciones?

La estadística es también indispensable para elmonitoreo, evaluación, auditoría de las accionesemprendidas, aun cuando no toda la información nece-saria para este proceso es información cuantitativa.

¿Cómo podemos vigilar si está funcionando laestrategia elegida para la transversalidad, si no secuentan con los instrumentos adecuados para darseguimiento a estas tareas?.

Todo esto exige incorporar nuevos instrumentosy marcos de interpretación a los procesos de hechura e implementación de las políticas públicas. En estesentido es pertinente contar con información que:

Que dé cuenta de la desigualdad de géneroy que rescate las diferencias que ésta produceen diferentes contextos y fenómenos sociales.

Que considere las necesidades diferenciadasde hombres y mujeres e identifique la formaen que las diferencias de género se traducen

en brechas económicas, de estatus social o de opor-tunidades de vida. Como es el caso de: bases dedatos, indicadores, desarrollo de instrumentos de políti-ca y mecanismos de gestión.

Que reconozca que la equidad entre losgéneros forma parte de una nueva agendasocial que debe ser incorporada en las leyes,

normas y procedimientos de regulación de derechos,oportunidades y conflictos.

III. Conocimiento amplio de las relaciones de género

Es prácticamente imposible elegir y diseñarpolíticas de equidad adecuadas y pertinentes a lassituaciones que se quieren transformar, sin el cono-cimiento adecuado de las relaciones de género encada uno de los regímenes de género, por parte dequienes deben formular políticas de equidad.

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3.

1.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

Esto quiere decir que las MaquinariasInstitucionales de Género, deberían establecer un vín-culo de colaboración con las redes de expertas yexpertos académicos, para que éstos pongan a su dis-posición los conocimientos necesarios en el diseño deprogramas y servicios de atención.

Además, es indispensable contar con estudiose investigaciones sobre desequilibrios de género entodos los campos de las políticas, con pronósticos deéstos desequilibrios a futuro.

La experiencia acumulada en materia detransversalidad de género señala claramente que ladiferencia entre los avances y logros de la transversali-dad en distintos países, está muy ligada al uso y disponi-bilidad de conocimientos suficientes y de calidad, enmateria de género y muy ligada al grado de colabo-ración y cooperación que se establece entre los dife-rentes actores de estas políticas. Esto es entre expertos,académicos, activistas y funcionarios públicos.

IV. Conocimiento de la Administración

La transversalidad de género requiere eldesarrollo de tareas para la reorganización, desarrollo,implementación y evaluación del proceso de políticas,así como disponer de la información suficiente y com-pleta acerca de las cualidades del sistema administra-tivo donde se hospedará esta estrategia. Esto incluyela identificación y ubicación de los expertos de géneroal interior de la administración, pero también elconocimiento de todos los aspectos del proceso de laspolíticas establecidas. Por ejemplo; saber qué actoresestán normalmente involucrados en su hechura, quépasos se toman normalmente para su imple-mentación, qué departamentos o áreas participan,qué tipos de insumos técnicos se utilizan y, quiénes sonnormalmente los responsables de cada fase y etapa.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

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Enfoque de la Transversalidad

• Van "más allá de las cifras" para incluir laspercepciones, experiencias e intereses de lasmujeres y los hombres en la agenda deldesarrollo.

• Se enfoca al desarrollo de políticas en sec-tores, áreas, etc. señalando la discriminaciónde género inherente en ellas.

• El Análisis de Género también se aplica alas organizaciones.

• El análisis se focaliza en las relaciones/poder –revelando la inequidad, el conflicto y laconfrontación de intereses entre los géneros.

• Se focaliza en los aspectos políticos de pro-moción de la equidad de género: relaciones,poder, transformación de la agenda del desa-rrollo y cambio de las organizaciones e institu-ciones.

• La orientación proyectiva tiene un enfo-que más amplio de desarrollo, incluyendo elcontexto nacional y el contexto de las agendastransnacionales o globales.

• El enfoque está dado por países y políticasde regionalización y/ globalizacion.

Enfoque de las Políticas de Equidad

• PIOM. Se enfocan al involucramiento delas mujeres en participación, representación,paridad. Lo importante son las cifras.

• Se enfocan en las mujeres mismas; suscontribuciones y cómo incrementarlas, y en elimpacto de la intervención de las mujeres.

• El Análisis de Género se aplica mayormen-te al nivel del hogar, o comunitario: las tareas,los roles, etc.

• El análisis se focaliza en la catalogación delas diferencias entre mujeres y hombres.

• Se focalizan en aspectos técnicos: la per-cepción es que el desarrollo de métodos, he-rramientas y habilidades técnicas puede llevarnecesariamente a un cambio.

• La orientación proyectiva se reduce exclu-sivamente a nivel proyecto en sí mismo, igno-rando el contexto en el cual el proyecto opera.

• El enfoque está dado por las agencias deapoyo y cooperación internacional.

Comparación entre los Enfoques de la Transversalidad y los Enfoques de las Políticas de Equidad

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

V. Fondos necesarios y recursos humanos

Los recursos financieros son un requisito abso-lutamente necesario para echar a andar cualquierestrategia de transversalidad del género, al igual queen cualquier otra política.

La experiencia en este aspecto es definitivapara concluir que aún cuando exista la voluntad políti-ca necesaria para emprender políticas de equidad y,se disponga de un conocimiento amplio y detalladoacerca de las relaciones de género en los diversosámbitos, no se puede alcanzar el desarrollo de las he-rramientas técnicas necesarias, ni tener la formación yentrenamiento adecuados o, lograr la cooperacióncon otros actores, sin los recursos financieros y humanosadecuados.

VI. Participación política de las mujeres y acceso a puestos y procesos de toma de decisiones

Es difícil lograr que los gobernantes tenganvoluntad política para la impulsar y comprometersecon transversalidad del género si las mujeres noestán representadas o tienen poca presencia en la

vida

pública. La representación política y la participaciónde mujeres en puestos de toma de decisiones en ge-neral, es un elemento esencial para el éxito de la trans-versalidad.

Todo esto es necesario para asegurar que ladiversidad de valores, intereses y experiencias de vidade las mujeres se tomen en cuenta.

¿Qué ocurre si todos estos prerrequisitos o condiciones facilitadoras no estándisponibles?

Como se puede concluir, todos y cada uno deestos requisitos tienen un importante papel en la instru-mentación de la estrategia de transversalidad. Pero siaún alguno de ellos no estuviera dado a la hora dehacer los primeros emprendimientos, siempre se tienela posibilidad de desarrollarlo, ya que la transversali-dad es una estrategia de largo plazo, cuyas bases ycondiciones se pueden ir construyendo en un procesoacumulativo.

Por ello, el requisito número uno es la voluntadpolítica, ya que dándose ésta pueden irse construyendolas demás. Por el contrario si no existe la voluntad políti-ca, incluso los pequeños avances pueden perderse rá-pidamente.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

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2. PASOS PARA EL DISEÑO DE UN PLAN DE ACCIÓN PARA LA TRANSVERSALIDAD DEL GÉNERO

Un Plan de Acción para la transversalidad dela perspectiva de género es un programa de activi-dades orientado a introducir criterios de género en laspolíticas públicas existentes, y el propósito de modificaraspectos sustantivos del proceso de la organización ygestión de estas políticas.

Como ya se señaló, la tranversalidad descansaen una estrategia de dos carriles (políticas de equidad,transformación de organizaciones y procesos), por locual ambas dimensiones deben ser consideradas enun Plan de Acción.

Las políticas públicas no son procesos linealessino más bien complejos. Su diseño y aplicación serealiza a través de procedimientos y métodos de tra-bajo sistemáticamente incorporados, en el quehacerrutinario de las instituciones públicas.

Desafortunadamente no existe una receta sim-ple que indique para todos los casos, todos los tipos depolíticas y todos los contextos institucionales, qué hacer, ni cómo lograr resultados fácilmente. Existen en cambio muchas recomendaciones dictadas por las expe-

riencias de transversalización que se han emprendidoen diversos países – con mayor o menor éxito- queseñalan algunos aspectos y temas, que deben consi-derarse para diseñar e implementar un proceso deincorporación transversal de la perspectiva de género.

La selección de los caminos variará depen-diendo de la voluntad y las posturas políticas; la políti-cas públicas seleccionadas, el grado de institucional-ización de la misma y la claridad de las demandas delactor social que las impulsa.

En esta sección se sistematizan algunas pro-puestas metodológicas utilizadas para elegir y diseñarestrategias y planes de acción y se presenta comopasos y herramientas a seguir. Éstos pasos tienen uncarácter ordenador, no prescriptitvo, y su uso debe serconsiderado como "un mapa de ruta" que alerte sobreaquellos aspectos que la experiencia ha señaladocomo relevantes, para el éxito de las estrategias detransversalidad.

Éste no es un esquema definitivo, sino un trazoguía cuyo recorrido debe ajustarse a las necesidadesy condiciones del entorno institucional donde se apli-cará, dependiendo de las características de la políticadonde se intervendrá y de las condiciones del entornoinstitucional donde se aplicará.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

La propuesta metodológica para diseñar unaestrategia de transversalidad que se presenta consisteen cuatro fases y cinco herramientas. Cada fase co-rresponde a un paso dentro del largo proceso decoordinación y planeación que supone una estrategiade transversalidad. Cada herramienta es un instrumen-to que facilitará el arribo a buen puerto en cada nivel.

En la grafica No. 2 se puede apreciaresquemáticamente cada fase y el sentido de cadaherramienta.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

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Mapa de Ruta para Diseñar Estrategias de Transversalidad de la Perspectiva de Género

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

Plan de Acción para la Transversalidad del Género

I. Diagnóstico del Punto de Partida y Análisis de las Necesidades (sobre las cinco dimensiones)

II. Objetivos y resultados buscados (objetivos de equidad para las políticas respectivas)

III. Acciones previstas ( en los cinco aspectos del diagnóstico)

IV. Disposiciones institucionales y recursos humanos y financieros dedicados al programa de transversalización

V. Responsabilidad, mandatos y competencias individuales, de la red de puntos focales o red de género, involucrada en el proceso de generación de las políticas de equidad y de la estrategia de transversalización.

VI. Colaboración externa, de expertos y organizaciones

VII. Planificación de acciones

VIII. Proceso de seguimiento y evaluación; con los indicadores cuantitativos y cualitativos para el monitoreo y la evaluación.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

I. Diagnosticando el punto de partida

Como se señaló, una estrategia de transver-salidad generalmente se inserta en políticas públicasya existentes, lo que significa que se desarrollan encontextos institucionales específicos.

Esto obliga a considerar la realización de unDiagnóstico del Punto de Partida que permita identi-ficar las ventanas de oportunidad y la disposición insti-tucional a la asimilación de la perspectiva de género,en las rutinas y procedimientos de las políticas exis-tentes. Esto permitirá determinar las condiciones quese deben atender para la puesta en marcha de unaestrategia de transversalidad del género.

El Diagnóstico es una herramienta para identi-ficar y abordar problemas dentro de una institución yuna política determinada. A través de éste se buscarecopilar y sistematizar información relevante paraconocer y caracterizar la realidad social o institu-cional. Con la información captada se podrá realizarun análisis de los problemas y establecer una priori-zación de las intervenciones.

Para el caso de las estrategias de transversali-dad, se propone la consideración de un conjunto dedimensiones que se describen a continuación. Estas

han sido seleccionadas a partir de la sistematizaciónde experiencias exitosas que nos alertan sobre laimportancia de considerar los aspectos (Ver Matriz deDimensiones del Diagnóstico) que a continuación seseñalan:

a) Análisis del dominio de las políticas establecidas

Este es probablemente uno de los elementosmás complejos que exije toda estrategia de transver-salidad, ya que a través de él se busca entender yanalizar los enfoques de política existentes y conocerlas prácticas y arreglos institucionales que conciente-mente o no, se asumen a la hora de establecer laspolíticas de equidad de género. Se trata en estadimensión de captar cómo el enfoque de la equidadde género ha sido asimilado en el dominio temático yen los objetivos estratégicos de la política pública encuestión.

Esto se hace a partir del Análisis de Género,enfocándose a analizar la situación y la posición ac-tual de las mujeres y hombres respectivamente, en elcampo de problemas que aborda la política de quese trate, y valorando el impacto potencial de lasacciones que se emprenderan en las relaciones degénero.

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La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

Es importante que en el Análisis de Género tras-cienda la preocupación por los roles y su catalogacióndiferenciada, para incluir una visión que observe lasrelaciones de poder entre los sexos y la manera en que éstas se transforman en desigualdades e inequidadesde género o en logros de mayor equidad.

Este diagnóstico puede ser más o menos rico yriguroso dependiendo de la sofisticación y abundan-cia de datos, o del desarrollo de metodologías para elestudio de aspectos cualitativos de las políticas y susresultados.

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Recomendaciones para el diagnóstico del dominio de las políticas:

Revisar los documentos normativos y los lineamientos generales de la política pública en cuestión

Revisar el cumplimiento y la observación de criterios derivados de obligaciones y compromisos contraídos a nivel

internacional, a través del Sistema de Naciones Unidas en la definición de metas y objetivos para definir las políti-

cas establecidas y las acciones a favor de la equidad de género.

Revisar y tomar en cuenta las prioridades de género establecidas por las autoridades de gobierno y medidas le-

gislativas.

Analizar los mandatos y motivaciones institucionales en relación a la equidad de género, que están siendo cons-

truidos e incorporados en las políticas y en el quehacer de las instituciones públicas.

Identificar la información y los indicadores utilizados para determinar la problemática de género en el marco de la

política que se estudia y, analizar críticamente los supuestos y valores implícitos de éstos en relación a la equidad

de género.

Analizar criticamente los resultados previstos con la aplicación de la política pública determinada, en términos de

su impacto en la equidad de género.

Consultar si existen evaluaciones de impacto o estudios que analicen las consecuencias de la política en las bre-

chas de inequidad que se buscan reducir y en los ámbitos ó regímenes de género de la vida de las mujeres.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

61

b) Procedimientos Institucionalespara ejecutar la política

La equidad de género debe ser también sis-temáticamente transversalizada a través de los pro-cedimientos institucionales y los métodos de trabajomediante los cuales se ejecuta la política. La atención a la equidad de género, debe ser una meta explíci-ta y visible, como una parte inherente de los procesosde todas las intervenciones públicas.

Una manera operativa de visualizar este com-ponente del diagnóstico, es la identificación del ciclode la política o programa en cuestión. De acuerdocon este concepto, toda política o programa recorreun ciclo de planeación que a grandes rasgos se hadefinido en los siguientes pasos: selección del proble-ma a atender, diseño de los servicios y programasespecíficos, implementación, monitoreo y evaluación.Es importante señalar que dicho ciclo no siempre sepresenta de forma lineal como ha sido descrito. Noobstante, para efectos metodológicos su uso es perti-nente, ya que facilita ordenar los distintos procesosburocráticos a través de los cuáles se ponen en mar-cha las políticas.

El objetivo del componente es identificar losniveles de la jerarquía organizacional que intervienenen los procedimientos operativos de las decisionesimplicadas en el diseño y ejecución de la política encuestión. Conocer este aspecto nos permitirá determi-nar los puntos de entrada posibles o convenientespara integrar la perspectiva de género, en el ciclo deoperación en los diversos programas y acciones.

c) Disposiciones Institucionales

Los sesgos de género no sólo están en lasconcepciones teóricas que se utilizan para formular losproblemas que se abordan con la intervención de laspolíticas, sino también en las reglas y criterios con loscuales se realiza el proceso de gestión de las mismas. Yla entrega de los servicios o apoyos del programa quese trate.

En este aspecto la estrategia de transversali-dad requiere conocer las disposiciones desarrolladas,haciéndolas pasar a través del Análisis de Género y ensu caso re-organizar las disposiciones y mecanismosinstitucionales y los recursos humanos y financierosnecesarios, a fin de asegurar que los servicios o pro-ductos finales que se entregan, tengan la perspectivade la equidad.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

El análisis de las disposiciones y mecanismos debe:

•• Proveer información sobre las resistencias y oportu-nidades que se ofrecen a la transversalidad.

•• Proveer intervención sobre la jerarquía de lospuestos que intervienen en la decisión y operación delas disposiciones.

•• Proveer información sobre el número, sexo y posicióninstitucional de las personas involucradas o respons-ables en las distintas fases del ciclo de la política.

•• Proveer información sobre los diferentes niveles decoordinación (centralizada y descentralizada), que serealizan en el proceso.

d) Mandato y motivación institucional en relación a la equidad de género

Otro nivel del diagnóstico, es considerarcuáles son las normas vinculantes u obligatorias enmateria de género, para todas las instituciones yactores involucradas en las políticas y utilizar al máximo esas disposiciones, así como identificar los puntosdébiles. En este aspecto es importante considerar:

•• Las diferencias o brechas entre las definiciones for-males de estos compromisos, las formas en que seimplementan y los resultados que se alcanzan.

•• Los aspectos explícitos de la normatividad institu-cional en relación con los discursos y las prácticas,desde las que se definen las acciones para transver-salizar la perspectiva de género.

•• Los beneficios y rendimientos a las políticas estable-cidas que pueden generarse con la adopción de unplan de transversalidad.

e) Localización administrativa de las instancias de género

Parte fundamental para determinar las opor-tunidades y restricciones de la transversalidad es deter-minar el lugar de las instancias, mecanismos o puntosfocales de género, en la estructura orgánica, en lasdecisiones y en el proceso de gestión. Aquí se debeobservar:

•• El posicionamiento jerárquico o vertical de dichasinstancias (estructura de poder, decisión e influencia)así como su ubicación horizontal en el ciclo de la políti-ca (planeación, operación, evaluación, etc).

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

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•• Las funciones asignadas y los mecanismos de coor-dinación establecidos con otras instancias de la mismainstitución pública, en aras de la implementación delas políticas de equidad.

•• Las posibilidades concretas de acción de losagentes de género dentro del entramado institucional,los recursos de poder y decisión de los que disponen.

f) Experiencia organizacional interna en relación a la implementación de la equidad de género

•• Es importante determinar también la experienciaque la organización tiene en relación a la imple-mentación de las acciones de equidad.

•• Los aspectos generales sobre la historia y los ante-cedentes de la incorporación del género en la institución.

•• Los valores y discursos a través de los que se justificala incorporación del género.

•• Los logros y evaluaciones realizadas; los resultadosque se han alcanzado con las acciones emprendidas.

•• La cultura organizacional respecto a la evaluación yreflexividad colectiva sobre las condiciones de éxitode una política o un plan de acción.

•• Los tipos de evaluación que se practican y los usosque se dan a la evaluación en la experiencia institu-cional de la incorporación del género, en las rutinas dela institución.

•• Los recursos disponibles. Es importante considerarque los recursos son de muchos tipos: financieros,humanos, de autoridad, organizativos y sociales, por loque el diagnóstico debe considerar una visión ampliade los activos existentes.

g) La política de formación de capacidades

La transversalidad implica generar cambiosen las personas involucradas al menos en tres niveles:

1. Cambios asociados con la adquisición denuevos conocimientos.

2. El cambio hacia actitudes favorables a laequidad de género.

3. El cambio de las rutinas burocráticas.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

Por ello, la definición de una política de forma-ción de recursos humanos, debe basarse en un ade-cuado diagnóstico del perfil profesional del personal yde las necesidades de la institución para transversalizarla perspectiva de género en los programas selec-cionados. Este conocimiento provee de una líneabase para el diseño de programas de sensibilización,entrenamiento y capacitación a fin de mejorar lascapacidades del equipo para implementar las estrate-gias de transversalidad previstas.

Por eso es importante:

•• Examinar cuáles son las necesidades de formacióndel personal, de acuerdo a los requisitos del procesode transversalización en la política señalada.

•• Examinar la política de capacitación existente yevaluar sus resultados.

•• Determinar los métodos de formación y sensibi-lización más adecuadas.

h) Actores participantes y colaboración externa

Las estrategias de transversalidad difierenmucho y sus posibilidades de éxito son distintas,dependiendo del tipo de actores que intervienen. Poreso es importante determinar las posibilidades para elarmado de coaliciones defensoras de las políticas deequidad de género. Estas coaliciones son redes con-formadas por agentes internos y externos que coordi-nan acciones para lograr la voluntad política nece-saria; que participan de la ejecución de programas obien, son parte de los mecanismos de la evaluación delos mismos.

En este sentido es importante conocer:

•• Los tipos de actores participantes en el proceso deinclusión del género en la institución (funcionarioshabituales y/o expertos)

•• El balance de la fuerza de los actores que pro-mueven la puesta en marcha de acciones de equidadde género versus las resistencias (relación de los posi-bles aliados versus posibles opositores a la imple-mentación de una estrategia de transversalidad).

En la siguiente matriz se sistematizan las dimen-siones y se señalan una serie de preguntas generado-ras para orientar el acopio de información.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

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Dimensiones del diagnóstico institucional

1. Análisis del dominio de las políticas establecidas donde se agregará la PEG*

2. Procedimientos institucionales para ejecutar la política

3. Disposiciones Institucionales

4. Mandato Institucional con relación al género

Preguntas generadoras de información

• ¿Cómo concibe la política la equidad de género? ¿Qué demandas e intere-ses debían de incorporarse? ¿Cuáles deberán ser los objetivos de la equidadde género y las metas definidas? • ¿Qué tipo de tensiones teóricas y prácticas tiene la política establecidarespecto a la equidad de género? ¿Qué tipo de indicadores cualitativos ocuantitativos muestran las brechas de inequidad en este campo? ¿ Qué tipode acciones o criterios habría que agregar a esa política para incorporarlePEG? ¿Qué enfoque de política de equidad es más adecuado para los obje-tivos de la PEG?

• ¿Cuáles pueden ser los puntos de entrada de los criterios de equidad en elciclo de la política establecida? ¿Quiénes son los responsables? ¿En quepartes de ese ciclo de política intervienen? ¿Qué culturas de coordinacióntienen? ¿En que niveles jerárquicos se encuentran? ¿Qué tipos de enlace ocoordinación tienen?

• ¿Qué tipo de obstáculos y oportunidades brindan las disposiciones institu-cionales en sus normas, manejo de recursos, tiempos, procesos e insumospara la estrategia de transversalidad? ¿ Cómo debieran reorganizarse estosprocedimientos y normas?

• ¿Tiene la institución compromisos implícitos a nivel interno y a nivel exter-no para incorporar la perspectiva de género en sus programas y acciones? ¿Cuáles son? ¿Cómo se plantea evaluar dicho mandato a nivel guberna-mental y a nivel internacional?• ¿Cómo ha sido formulado el mandato institucional en relación a la equidadde género? ¿Qué relaciones se han establecido entre el mandato y los obje-tivos de la política pública en cuestión?• ¿Cómo las autoridades de la institución visualizan las exigencias y las con-secuencias del mandato institucional en relación al género?• ¿Existe en la institución un plan poner en marcha el mandato institucionalen relación al género? ¿Qué vínculos se pueden establecer entre la equidadde género y los objetivos de la política pública en cuestión?

Matriz de Dimensiones y Preguntas para la Realización de un Diagnóstico Institucional

* PEG: Perspectiva de Género

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

Preguntas generadoras de información (continuación)

• ¿Existe una instancia operativa para dar seguimiento al mandato enrelación al género? (Hay oficinas, comités, funcionarios responsables). • ¿Cuál es la ubicación jerárquica de dicha instancia en el organigrama dela institución?• ¿ Qué funciones se han asignado a dicha instancia? ¿Existe claridad en laformulación de dichas funciones? ¿Las funciones asignadas implican restric-ciones operativas? ¿De qué tipo?¿Qué tipo de trabajo tiene que hacer en el marco de las políticas de equidady de los requerimientos establecidos en el diagnóstico?.

• ¿Se han implementado acciones sustantivas para cumplir el mandato insti-tucional en relación al género? ¿Cuáles? ¿Se han alcanzado logros institu-cionales asociados a dichas acciones?• ¿Cómo se justificó la inclusión de dichas acciones? ¿Qué recepción tuvo enla institución, la implementación de las acciones en pro de la equidad degénero?• ¿ Cómo se diseñó el plan de acción implementado? ¿Qué información seutilizó para diagnosticar la problemática de género? ¿Qué supuestos seestablecieron entre la política pública y el cambio en las relaciones degénero?• ¿Con qué recursos cuenta la institución para implementar acciones detransversalidad de la perspectiva de género?• ¿Se han realizado evaluaciones sistemáticas sobre las acciones emprendi-das? ¿Qué seguimiento han tenido las recomendaciones emanadas de lasevaluaciones?

• ¿Cuál es la política de capacitación que existe en la institución? ¿Qué necesi-dades de formación se requieren para apoyar los procesos de transversalidaddel género? ¿Quiénes y cómo se han determinado estas necesidades?

• ¿Qué agentes internos y externos impulsan la puesta en marcha deacciones de género en la institución? - ¿Cuál es el estilo de gestión y lide-razgo de los agentes que impulsan el desarrollo de acciones de género?.-¿Qué grado de legitimidad gozan dichos agentes? ¿Existen conflictos entreellos? ¿Dichos conflictos han afectado la implementación de acciones deequidad de género? ¿Cómo se han solucionado?

Dimensiones del diagnóstico institucional (continuación)

5. Localización administrativa de las instancias de género

6. Experiencia organizacional interna en relación a la implementación de acciones de género

7. Formación del personal

8. Los actores participantes en el proceso de inclusión del género en la institución

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

67

Una vez que se realiza el diagnóstico de la insti-tución y la política pública donde se intervendrá, con-viene utilizar algún método de análisis estratégico paraorganizar la información e interpretar sus resultados. Elmétodo FODA (Herramienta No.1) (Fortalezas,Oportunidades, Debilidades y Amenazas) es muyrecomendable ya que permite identificar las condi-ciones y los actores que favorecen el desarrollo deestrategias de transversalidad así como los obstáculospara el despliegue de las mismas. Con base en elanálisis FODA de la información diagnósticada seestará en capacidad de conceptuar en qué consistiráel plan de acción para la transversalidad de la pers-pectiva de género.

El análisis FODA se realiza de acuerdo a la si-guiente matriz:

Fortalezas Oportunidades

Nivel interno Factores del de la organización ambiente externo

Debilidades Amenazas

Nivel interno Factores delde la organización ambiente externo

La conceptualización de una estrategia detransversalidad implica la elección de un conjunto deoportunidades que podrán ser enfrentadas a partir delas condiciones internas más favorables de la institu-ción. En este marco deberán identificarse las accionesnecesarias para solventar las debilidades internas yenfrentar las amenazas del ambiente externo. Una vezrealizado dicho análisis, se estará en capacidadde definir ¿cuáles son los cambios que se requierenpara incorporar el género en los distintos niveles enque se define e implementa la política en estudio?

Este es el punto en que pueden expresarse lasexpectativas de cambio y los resultados esperados deuna estrategia de transversalidad. Con base en estaproyección de los objetivos y los resultados a alcanzarse iniciará el proceso de planificación que se exponeen la fase No.2.

II. El diseño de una estrategiade transversalidad

E l segundo paso propuesto, una vezdefinidos los objetivos del cambio institucional que serequiere, es la elaboración de un Plan de Acción queorganice de manera sistemática las metas, los recursosdisponibles y los plazos para alcanzarlos.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

La planificación estratégica consiste endescomponer el cambio global deseado, en objetivosespecíficos que las personas puedan manejar en tér-minos de sus propias responsabilidades y tareas.

La planificación estratégica debe contemplarla realización de un plan operativo que programe lasactividades, los insumos requeridos en términos de laasignación de los recursos (financieros, materiales yhumanos), los plazos y los productos esperados paracada agente del proceso.

La selección de los indicadores a través de losque se dará seguimiento y se evaluarán los resultadosdebe formar parte del diseño del Plan de Acción. Laidentificación de las necesidades de capacitación yformación que apoye el proceso de instituciona-lización es también un componente indispensable.

Una herramienta útil para la planeación es latécnica conocida como Marco Lógico (HerramientaNo. 2) que permite ordenar y alinear la programaciónde objetivos, procesos e insumos, en base a indi-cadores objetivamente verificables.

El Marco Lógico y su formulación operativa,debe estar precedido por una clara identificación delos resultados del diagnóstico en términos de identificar:

Las principales debilidades de la instituciónpara transversalizar el género

Las principales fortalezas

Las líneas de acción que se pueden estable-cer para impulsar una estrategia de transver-salidad

Las actividades que se pueden llevar a cabo

Los indicadores de resultado y de proceso dela experiencia

Los aliados y las resistencias y oponentes delproceso

1.

2.

3.

4.

5.

6.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

La siguiente matriz presenta la aplicación delmarco lógico que dará como resultado el diseño deuna estrategia de transversalidad:

69

Matriz lógica para la planeación de una estrategia de transversalidad

Objetivo General Objetivos específicos Resultados Hipótesis/riesgos Indicadores

Actividades Medios Responsables Tiempos Insumos Presupuestopor objetivos de ejecuciónespecíficos

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

III. Implementación de la estrategia de transversalidad

El punto crítico de una estrategia de trans-versalidad es su puesta en marcha. Debido a los dis-tintos niveles involucrados en el proceso de asimilaciónde la perspectiva de género, la implementación deberealizarse como un proceso flexible de aprendizaje enla acción, mediante el cual los y las participantesempiecen a sentirse responsables del proceso.

La implementación significa desarrollar un plande acción claro, con objetivos, actividades y resulta-dos esperados, incluyendo indicadores para medir elprogreso. Un objetivo claro para la transversalidad dela perspectiva de género y la atención a la equidadde género, no es suficiente para hacer que los obje-tivos estén claros en los documentos de política. Debehacerse evidente en el contexto de los procesos yactividades específicas y ser expresado explícita-mente en todos los documentos importantes.

La transversalidad implica la integración delenfoque de género a todas las etapas y procesos delas políticas en la organización o institución referida y esto exige una cooperación muy estrecha entre lasdiferentes áreas y departamentos, que con frecuenciatrabajan bastante aislados. En este aspecto la puestaen marcha de la transversalidad implica modificar lasculturas institucionales.

La implementación de una estrategia de trans-versalidad debe ser apoyada por capacitadores-faci-litadores experimentados, con habilidades organiza-cionales de sensibilización y experticia de género, quesean aceptados y respetados por los distintos partici-pantes en el proceso. De ser posible, los capacita-dores-facilitadores deberían estar bajo la supervisiónde un grupo central de expertos en género, que moni-toreen la experiencia y de ser posible la sistematicen.

Implementar un sistema de seguimiento regu-lar, sistemático y de registro, de los resultados y lec-ciones aprendidas que sirva como retroalimentaciónpara los sistemas de planeación regular, progra-mación y seguimiento usuales, es crucial para el buenarribo y el logro de las metas. La transversalidad deGénero es un proceso intensivo en conocimiento, querequiere reflexibilidad, aprendizaje constaste de laexperiencia desarrollada. Requiere de especialistas -recursos catalizadores para apoyar la gerencia en elcumplimiento de sus responsabilidades – no elimina lanecesidad de unidades de género y puntos focales degénero.

Es preciso señalar que la falta de conocimien-tos suficientes en materia de género entre los actoresresponsables de la implementación de las estrategias,o la falta de herramientas y técnicas para incorporarlose puede convertir en un escollo severo para la misma.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

71

Consustancial a este proceso de aprendizajecontinuo asociado con la implementación de la trans-versalidad, es el monitoreo de la experiencia.

El monitoreo se refiere a la observación sistemáti-ca y documentada de la implementación o puesta enmarcha del Plan de Acción en todas sus partes. Este pro-ceso debe realizarse siguiendo los objetivos, las activi-dades y la asignación de los recursos que se handefinido para la estrategia de transversalidad.

Una adecuada estrategia de monitoreo per-mite la continua revisión y habilita para corregir a tiem-po los errores de las acciones implementadas y encaso de ser necesario, adecuarlos. Además, al finalizarel monitoreo de una experiencia de transversalidad seestá en condiciones de realizar una evaluación delproceso, teniendo en cuenta los costos, las oportu-nidades y los logros alcanzados. Con base en este tipode evaluaciones se tendrá mejores condiciones paraprofundizar y dar continuidad a las estrategias detransversalidad implementadas, corrigiendo aquellosaspectos que limitaron su desarrollo.

Para monitorear la ejecución de la estrategiade transversalidad, se recomienda diseñar una matrizque registre los avances y los obstáculos encontradosen la ejecución y que de esa manera se puede contarcon los elementos identificar los aspectos que obsta-culizaron el logro de los resultados.

Para llenar la matriz de monitoreo se recomien-da establecer algún procedimiento (reunión mensual,reporte de resultados, reuniones de medio período)que estimule la reflexión y abra el espacio para el re-gistro de los avances captados por los operadores yresponsables de las distintas actividades.

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

La siguiente matriz puede ser considerado una herramienta para el monitoreo de la experiencia:

Matriz para el Monitoreo de la Estrategia de Transversalidad

Responsable:

Fecha:

Objetivo específico:

Resultado Actividades Avances Principales Aspectos esperado realizadas en cumplimiento problemas no previstos

del indicador encontrados

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

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IV. Evaluación e institucionalización de la perspectiva de género

Esta última fase consiste en la evaluación delPlan de transversalidad y la institucionalización de losaprendizajes y los logros alcanzados.

La evaluación es el proceso de análisis que per-mite reflexionar sobre lo que se hará, sobre lo que seestá haciendo o se ha hecho, con el propósito de infor-mar, tomar mejores decisiones o, aumentar la capaci-dad de alcanzar los objetivos propuestos en el futuro.

La evaluación de una estrategia de transver-salidad deberá estar atenta a:

•• Los factores causales del cambio o de la falta delmismo.

•• Las fortalezas o debilidades del Plan de Acción.

•• Los cambios que son necesarios hacer en fases sub-siguientes.

Si del proceso emergen aprendizajes claros, silos procedimientos institucionales cambian y si éstosson cambios favorables en las formas de trabajo y deconvivencia de las personas, resulta imprescindibleinstitucionalizarlos.

Es importante señalar que de la evaluación a lainstitucionalización hay un paso que dar. Este pasoconsiste en la incorporación de los aprendizajes de laexperiencia en las rutinas, procedimientos y normas dela institución. Es probable que para dar dicho paso,sea necesario planificar algunas actividades de pro-moción y divulgación de los resultados, así como demovilización de la voluntad política de las autoridades.Para ello, es importante identificar claramente cuálesson los resultados alcanzados y cuáles los cambiosnecesarios de implementar en las fases subsiguientes.

Recomendaciones para la institucionalización de los resultados

•• Para mostrar los logros y resultados a las autoridadesy el personal involucrado en el diseño y ejecución dela estrategia de transversalidad del género, es nece-sario diseñar una estrategia de divulgación que hagacomprensibles e identificables estos logros alcanzados.

•• Se recomienda diferenciar la estrategia de divul-gación de acuerdo a la jerarquía de toma de deci-siones de la institución. Lo que implica preparar docu-mentos adecuados a las autoridades superiores, a lasautoridades técnicas y las autoridades operativas. Acada nivel es conveniente presentarles el impacto de

La Transversalidad del Género: Aspectos Metodológicos

los logros en el quehacer de la institución y si es posi-ble, en el mejoramiento del desempeño de sus fun-ciones específicas que tienen a su cargo.

•• También es importante reconocer los esfuerzosrequeridos para alcanzar los resultados presentados,reconociéndolos como un logro institucional que for-talezca el espíritu de equipo y de colaboración intra-institucional.

•• Se requiere utilizar distintos medios visuales paraexposición de las ideas y diferenciar el lenguaje y laforma en que se presentan los resultados a las autori-dades y a los distintos agentes involucrados. Por ejem-plo: presentaciones en power point, el uso de la web,boletines, pizarras murales, etc.

•• La presentación de los resultados debe ir acom-pañada de un posicionamiento de los aspectos pen-dientes y las estrategias para lograrlos. Debe desarro-llarse la habilidad de presentar lo pendiente comoparte de un proceso ágil y participativo.

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