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ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN DE ORGANIZACIONES FEMINISTAS
VINCULADAS AL FONDO LUNARIA MUJER EN BOGOTÁ
ANDRÉS FELIPE MUÑOZ ANDUQUIA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
MAESTRÍA EN DERECHOS HUMANOS Y CULTURA DE PAZ
SANTIAGO DE CALI, 23 DE FEBRERO DE 2018
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ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN DE ORGANIZACIONES FEMINISTAS
VINCULADAS AL FONDO LUNARIA MUJER EN BOGOTÁ
ANDRÉS FELIPE MUÑOZ ANDUQUIA
DIRECTORA: SANDRA CASTILLA
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES
MAESTRÍA EN DERECHOS HUMANOS Y CULTURA DE PAZ
SANTIAGO DE CALI, 23 DE FEBRERO DE 2018
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ARTICULO 23 de la Resolución No. 13 del 6 de Julio de 1946, del Reglamento de la Pontificia Universidad Javeriana.
“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus alumnos en sus trabajos de Tesis. Solo velará porque no se publique nada contrario al dogma y la moral católica y porque las Tesis no contengan ataques o polémicas puramente personales; antes bien, se vea en ellas el anhelo de buscar la Verdad y la Justicia”.
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A mi madre y padre por su amor y apoyo infinito. A Diana Trujillo por su compañía incondicional y soporte.
A Diana López por abrir puertas a esta investigación. !
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TABLA DE CONTENIDO
Pág.
INTRODUCCIÓN 09
1. Planteamiento del problema 09
2. Estado del Arte 16
3. Marco teórico 21
OBJETIVOS 31
1. Objetivo general 31
2. Objetivos específicos 31
MÉTODO 32
1. Tipo de investigación 32
2. Diseño de la investigación 32
3. Participantes 33
4. Criterios de inclusión y exclusión 33
5. Técnicas e instrumentos 33
6. Procedimiento 34
7. Consideraciones éticas 35
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DESARROLLO Y RESULTADOS 36
REFERENCIAS 59
ANEXOS 66
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LISTA DE ANEXOS
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Anexo 1: Guía de entrevista a profundidad 66
Anexo 2: Declaración asentimiento informado 68
Anexo 3: Cuestionario herramienta diagnóstico comunicación 69
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INTRODUCCIÓN
1. Planteamiento del problema
Si concebimos la comunicación como campo del conocimiento y como proceso,
generadora de sentido, de significados y como un lugar estratégico para pensar la sociedad
(Martín-Barbero, 2003), inevitablemente nos cuestionamos sobre su papel en las dinámicas
sociales, en la interacción entre sujetos y en la posibilidad que abre para la transformación
de conflictos sociales. La comunicación posibilita la construcción de conexiones a partir de
los significados compartidos, redes necesarias que fortalecen la acción colectiva, y por ende
la gestión y trámite de problemas sociales, políticos, económicos y culturales en diversos
niveles (Pereira, J. y Cadavid A., 2011), que repasando la teoría de conflictos de Johan
Galtung (2003), podría entonces en espacios de crisis hacer frente a violencias directas,
estructurales y llegar a aquellas transformaciones culturales -difíciles, de largo aliento pero
necesarias- que generen un ambiente de paz y convivencia, donde todos y todas vivamos
libres, sin injusticias, temores y desigualdades.
Es entonces que el estudio de la comunicación se hace importante para el entendimiento de
procesos y movimientos sociales. Dicha investigación no se limita a describir y analizar sus
causas y dinámicas, sino también, a crear, intervenir y proponer perspectivas, herramientas
efectivas y formas de trabajo que apoyen dichos procesos transformadores.
La comunicación ha estado al servicio del mercado de consumo: publicidad; de la política:
propaganda; de las organizaciones: comunicación organizacional...etc, muchas disciplinas,
técnicas o áreas del conocimiento, se han tejido alrededor de dicho proceso inherente al ser
humano. Sin dejar de reconocer los avances que en otros sectores ha tenido la
comunicación, de los cuales algunos conocimientos pueden aportar y ser útiles para el
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cambio social, se debe profundizar en aquella comunicación que no se piensa desde la sola
transmisión de información, sino que la concibe como punto de encuentro entre mundos
diversos, como espacio para la apropiación recíproca (V Encuentro FISEC, 2007) y
construcción de significados.
En este sentido, los análisis de la comunicación en aquellos procesos transformadores
urgentes en la actualidad, se hacen necesarios, en la medida que además de ampliar el
conocimiento sobre sus dinámicas, generen herramientas que faciliten la toma de decisiones
y aporten ideas que contribuyan a la acción colectiva, la generación de oportunidades
políticas y un cambio estructural y cultural en la sociedad.
Es ahí donde nos encontramos con los movimientos feministas, que de acuerdo con
Virginia Vargas (2002) han sido tal vez “el fenómeno subversivo más significativo del
siglo XX, por su profundo cuestionamiento a los pensamientos únicos y hegemónicos sobre
las relaciones humanas y los contextos sociopolíticos, económicos y culturales y
sexuales”(p.2). El feminismo al poner en evidencia la desigualdad social a razón de las
diferencias de sexo, busca generar un cambio a partir de la toma de conciencia frente a las
relaciones de poder, la subordinación, discriminación y opresión hacia las mujeres (Facio,
A., 1999). A su vez señala la profundidad de un problema histórico, el cual se encuentra
enraizado en las estructuras y dinámicas sociales, políticas, económicas y culturales de la
humanidad, y que afectan tanto a mujeres como hombres. La magnitud y complejidad de la
situación, justifican cada esfuerzo de estudio relacionado a ello, puesto van encaminados a
crear “un mundo más justo, mejor, más humano y más habitable” (Carosio, 2014, p.11).
La emergencia se hace más notoria en la medida en que se visibilizan las consecuencias
producto del patriarcado. La desigualdad, la opresión y la discriminación hacia la mujer, se
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materializan en diferentes tipos de violencia, entre las cuales la física es solo una de ellas.
Se resalta también la violencia simbólica, como una “violencia amortiguada, insensible, e
invisible para sus propias víctimas, que se ejerce esencialmente a través de los caminos
puramente simbólicos de la comunicación y del conocimiento o, más exactamente, del
desconocimiento, del reconocimiento o, en último término, del sentimiento" (Bourdieu,
2000, p.12).
Como lo resalta la Organización de las Naciones Unidas (2006), existen múltiples formas
de violencia contra la mujer: física, sexual, psicológica y económica, así como escenarios o
contextos donde son desarrolladas. Pueden ocurrir en entornos privados y públicos, que
incluyen a la familia, las comunidades, el trabajo, el estado, los conflictos armados, entre
otros. Dichas violencias se transforman a través del tiempo, debido a cambios sociales,
culturales, económicos y políticos. “Por ejemplo, las nuevas tecnologías pueden generar
nuevas formas de violencia, como el acoso por internet o por teléfonos móviles. Algunas
formas, como la trata internacional y la violencia contra las trabajadoras migratorias,
trascienden las fronteras nacionales” (ONU, 2006, p.5).
El feminismo no solo busca erradicar esas violencias, sino también transformar los sistemas
que han soportado y reproducido históricamente la condición de subordinación y
discriminación de las mujeres. Hay tipos de violencias o situaciones cotidianas que pueden
ser invisibles o incluso minimizadas por la población, que van desde la violencia ejercida
por la pareja o la familia, al acoso callejero, la desigualdad laboral, la participación política
y el acceso a la educación, hasta los roles o estereotipos a los cuales deben responder
mujeres y también hombres.
Las relaciones de poder están presentes y se reafirman en la forma en que nos
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comunicamos, en los discursos, en los medios de comunicación, en nuestras prácticas
diarias. “Damos significado a las cosas a través de cómo las representamos -las palabras
que usamos para referirnos a ellas, las historias que contamos sobre ellas, las imágenes que
producimos de ellas, las emociones que asociamos con ellas, las maneras en cómo las
clasificamos y conceptualizamos, los valores que asociamos a ellas” (López, 2004, p.6).
Dicha violencia simbólica, ha podido en los últimos años ser evidenciada y relacionada a
través de cifras alarmantes de una violencia directa y cruel contra las mujeres. En 2016, de
acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, cada día en
promedio murieron “al menos 12 latinoamericanas y caribeñas por el solo hecho de ser
mujeres" y según el Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe
(OIG) de las Naciones Unidas: “en 2014, en 25 países de la región, un total de 2.089
mujeres fueron víctimas de feminicidio” (como se citó en BBC, 2016). Según estimaciones
de la Organización Mundial de la Salud una de cada tres (35%) mujeres en el mundo han
sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por otras personas en algún
momento de la vida (OMS, 2016).
De acuerdo al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (2016), durante los
diez primeros meses de 2016 en Colombia se asesinaron 731 mujeres, un promedio de 2.4
mujeres por día. Durante ese año más de 49.000 mujeres fueron víctimas de violencia
intrafamiliar, un incremento del 20% más con relación al 2015. Se destaca a las mujeres
jóvenes entre 20 y 24 años de edad como el grupo con mayor número de afectadas. Según
cifras del mismo instituto y la Universidad de La Sabana (2017), los homicidios causados
por las parejas o exparejas pasaron de 100 en 2015 a 122 en 2016.
La discriminación hacia las mujeres se agudiza en escenarios de conflicto armado como el
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colombiano, donde los estereotipos vinculados a la inferioridad de la mujer y la
superioridad del hombre y los roles asociados frente a su capacidad reproductiva, exponen a
las mujeres a riesgos particulares de los diferentes actores en conflicto armado, los cuales
derivan en diferentes tipos de violencias -armas de guerra- para tener mayor control de los
territorios. No solo se incluyen las violencias sexuales, sino también las físicas,
psicológicas, económicas y patrimoniales (Gómez, Franco y Aldana, 2017).
Las cifras antes mencionadas, han hecho cuestionar a las organizaciones mundiales y a los
mismos movimientos feministas acerca del avance en el proceso de transformación. En el
ámbito político a partir de los tratados y marcos internacionales, han existido progresos en
el establecimiento de marcos normativos y políticas públicas por parte de algunos estados.
En el caso colombiano se podría nombrar la Ley 1257 de 2008, por la cual se dictan normas
de sensibilización, prevención y sanción de formas de violencia y discriminación contra las
mujeres, así como la Política Nacional de Equidad de Género para las mujeres, entre otras.
Sin embargo según el Informe Anual 2013-2014 del Observatorio de Igualdad de Género
de América Latina y el Caribe dichos esfuerzos no han sido suficientes y han sido mínimos
en algunos gobiernos, además, con respecto a la acción normativa, “la violencia contra las
mujeres no puede analizarse y enfrentarse de manera aislada sino vinculada a los factores
de desigualdad económica, social y cultural que operan en las relaciones de poder entre
hombres y mujeres”(CEPAL, 2016). Es importante mencionar que estos avances realizados
en materia normativa han sido también logros del feminismo y que su efectividad, que no
deriva de ningún camino violento, debe ser también analizada desde su acción colectiva.
Algunas instituciones que han actuado en el campo de la comunicación para hacer frente a
la violencia contra las mujeres han desarrollado “campañas de concientización”. Andrea
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Viteri Chávez (2016), con relación a estos discursos publicitarios y a los medios de
comunicación en Ecuador y Argentina entre el 2010 y 2015, observa la falta de profundidad
e investigación para el diseño de la comunicación y el uso de estereotipos patriarcales en
los mensajes que reiteran la misma estructura de dominación y violencia que denuncian.
Sin embargo las acciones de comunicación no se limitan a las organizaciones mundiales, ni
a las instituciones estatales. Grupos de mujeres mediante iniciativas propias, usando sus
propios medios e inventando formas heterogéneas de comunicación, fortalecidas por redes
de trabajo, han actuado conscientes de la importancia del problema y del impacto de su
actuación. Es a este nivel donde nos centraremos en esta investigación, no en los discursos
publicitarios, ni en los medios masivos de comunicación, sino en la caracterización de las
estrategias de comunicación ejercidas directamente por los grupos feministas en su entorno
más inmediato.
Década tras década, al igual que los escenarios sociales han cambiado, también se han
reconfigurado los objetivos, prioridades, formas de acción y de interrelación de los
movimientos feministas (Vargas, 2002). En medio de ello, el surgimiento de nuevos
paradigmas de comunicación, prácticas y conceptos que se abrieron campo en la sociedad
de la información, han propiciado otras dinámicas comunicativas que abren espacio a la
creatividad, a la interacción, a ampliar el alcance de las estrategias e incluso a ser más
disruptivas. Es así como “las conversaciones en red hacen posible el surgimiento de nuevas
y poderosas formas de organización social y de intercambio de conocimiento” (Pérez y
Massoni, 2009, p.42). En este sentido, ¿cómo corresponden las estrategias de comunicación
de los grupos de mujeres a estos nuevos paradigmas?
Los movimientos sociales, también en su concepción han tenido un cambio en el siglo XX,
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Enrique Laraña (1999) citado por Ricardo Delgado en su tesis doctoral (2005) menciona
que los nuevos movimientos sociales “son agencias de significación colectiva que difunden
nuevos significados a la sociedad”(p.31), están orientados al cambio social, donde su
acción colectiva adquiere una dimensión política, con la capacidad “para incidir en la
opinión pública y producir públicos, incorporando criterios de reconocimiento y
legitimidad para valorar y juzgar situaciones de injusticia” (Delgado, 2005, p.32).
Haciendo un símil con la visión de Alda Facio (1999) que como abogada tiene respecto al
derecho como disciplina y su importancia para el feminismo, en el caso nuestro, la
comunicación también debería ser “un instrumento transformador que desplace los actuales
modelos sexuales, sociales, económicos y políticos hacia una convivencia humana basada
en la aceptación de la otra persona como una legítima otra y en la colaboración como
resultante de dicho respeto a la diversidad”(p.2). Se trata entonces de que el estudio de la
comunicación, esté orientado a la generación de un cambio, que visibilice la injusticia,
produzca nuevos significados y movilice entorno la transformación de la sociedad.
Por ello en la investigación nos centraremos, además de caracterizar y analizar las
estrategias de comunicación de organizaciones y grupos feministas, en visualizar una forma
colectiva, para la elaboración de una propuesta metodológica a nivel de estrategia de
comunicación, que pueda ser replicable y contribuya a la acción transformadora del
movimiento social.
Teniendo en cuenta el interés por trazar una metodología participativa en la generación de
conocimiento, se hace pertinente trabajar con una organización que permita propiciar
relaciones y tejer redes entre diversos grupos feministas. Para los fines de esta investigación
se trabajó de la mano con el Fondo Lunaria Mujer, una organización feminista en
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Colombia, creada por mujeres para el apoyo y fortalecimiento de organizaciones de
mujeres jóvenes en el país y sus acciones encaminadas a alcanzar el ejercicio pleno de la
ciudadanía y sus derechos, en pro de una sociedad en paz y con Justicia Social.
2. Estado del arte
Frente a la acción colectiva y los procesos transformadores en la sociedad, desde la
investigación ha existido un interés por entender sus causas, motivaciones, identidades al
interior de los grupos que promueven el cambio, las formas en que se movilizan los
recursos, la tácticas, los factores de éxito, entre otros aspectos. En los análisis existentes, la
comunicación ha sido un tema de estudio que se ha abordado desde múltiples perspectivas.
En 1971 Kotler & Zaltman introdujeron el concepto de marketing social para referirse al
diseño e implementación de estrategias encaminadas a la aceptación de ideas sociales, con
base a preceptos y técnicas propias del mercadeo y la publicidad. Conceptos como este
fueron evolucionando necesariamente por su incompatibilidad con algunas causas sociales,
disonancia debido a su origen en el sistema capitalista. Más tarde como cita Bernal y
Hernández (2008, p.22), autores como Armario (1993), vincularon este mismo concepto a
las estrategias orientadas al cambio social voluntario, por medio de la adhesión de una idea
por parte de los públicos objetivos, con el fin de modificar actitudes o comportamientos
para mejorar una situación social. Luis Alfonso López Romero (2004), lo define como una
disciplina de las ciencias sociales y económico-administrativas, si bien menciona que los
programas que persigue para hacer frente a problemas sociales, son gestionados de forma
solidaria y participativa para beneficio de la sociedad en general, su sentido transaccional
sigue siendo de preocupación. Por más buenas voluntades perseguidas por los autores, el
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marketing social siguió encontrando barreras significativas por su falta de claridad frente a
su definición, aplicación y su rol en relación con otras aproximaciones al cambio social
(Andreasen, 2002).
Relacionado al marketing social, proveniente del mundo empresarial, autores como
Kofman (2012) han buscado también conceptualizar a las organizaciones, se retoman sus
aportes por medio de los cuales promueve la toma de conciencia en las organizaciones para
“la paz y la felicidad en los individuos, el respeto y la solidaridad en la comunidad, y el
cumplimiento de la misión en una organización” (p. 9). Para el autor estar conscientes
significa ampliar el nivel de percepción externa (del mundo) e interna (de cada uno), para
apoyar la toma de decisiones mediante la comprensión de las circunstancias, siendo fieles a
las necesidades, valores y objetivos (Kofman, 2012).
Sin encasillarse en una subdisciplina o en un concepto específico, los estudios en la
comunicación han avanzado en nuevas teorías respecto a la función de la comunicación en
la dinámica sociocultural, capacitada para crear, compartir valores y promover
transformaciones; teorías que ven a las organizaciones como sistemas complejos y estudian
la interrelación de los individuos y grupos que las forman y que se vinculan a ellas a través
de metas y significados compartidos; aportes que determinan la urgencia de procesos de
innovación en la estrategia y el abandono de una única racionalidad (Pérez y Massoni,
2009). Estas teorías de la comunicación y de la estrategia, ofrecen insumos y abren la
puerta al desarrollo de nuevas investigaciones que se cuestionen por el rol de la
comunicación en las acciones colectivas. Hasta el momento, los avances han sido cortos
frente a la construcción de herramientas que faciliten la movilización social y con relación a
los movimientos feministas, los cuales son el asunto de esta investigación, como lo dice
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Pilar López Diez (2004) “es preciso atender, en el campo de la teoría de la comunicación, a
la posibilidad de elaboración de nuevos signos que puedan producir nuevos significados
con el objetivo de intervenir eficazmente sobre la desigualdad de las mujeres respecto a los
varones, también en el campo de la significación”(p.5).
En cuanto a la producción de significados, las teorías frente a los marcos de acción
colectiva, desde la sociología, han posibilitado el entendimiento de las formas en que los
movimientos sociales tramitan los conflictos, generan cohesión al interior de sus
organizaciones, obtienen apoyo, movilizan a sus simpatizantes y desmovilizan a sus
antagonistas (Rivas, 1998). De acuerdo con Antonio Rivas (1998), el estudio de marcos
permite analizar la forma en que las sociedades o los grupos organizan significados y
conocimientos, donde a partir también de las experiencias se generan expectativas e
interpretaciones de la realidad. Según William A. Gamson a quién Rivas cita, estas formas
de entender generan una necesidad y deseo de actuar, por ello la importancia para las
organizaciones o movimientos sociales y la relevancia de los marcos en el estudio de la
comunicación para el cambio social. Las investigaciones han profundizado también en los
procesos de enmarcamiento como las estrategias por medio de las cuales las personas o los
grupos construyen “interpretaciones compartidas del mundo y de sí mismos que legitiman y
motivan a la acción colectiva” (Rivas, 1998, p.206). Estos procesos de enmarcamiento,
podrían ser profundizados con relación a las estrategias de comunicación de las
organizaciones sociales, las cuales se diseñan y se ejecutan en un entorno cambiante, donde
la tecnología y otros factores sociales, económicos, culturales y políticos, condicionan el
comportamiento de las personas, propician nuevas formas de interacción, producción y
consumo de contenido.
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Ricardo Delgado (2005) en su análisis de los marcos de acción colectiva de organizaciones
sociales de mujeres, jóvenes y trabajadores en Manizales, por medio de una metodología
cualitativa que empleó grupos de discusión y entrevistas a profundidad como espacios de
diálogo y reflexión, buscó entre otros objetivos determinar las formas y métodos de acción
colectiva de grupos de mujeres de la ciudad. En su investigación ahondó en los marcos de
injusticia que perciben las organizaciones de mujeres, los elementos y las dimensiones que
conforman la identidad de sus integrantes y su capacidad de agencia. Caracterizó formas de
expresión de los grupos de mujeres que incluyeron desde declaraciones públicas formales al
uso de murales, graffitis, cine-foros, pancartas, entre otros medios. Los resultados
evidenciaron el "interés de las mujeres por comunicar sus problemáticas, expectativas e
iniciativas mediante formas más discursivas, cuya finalidad es incidir en las instancias
locales e inducirles a respuestas favorables para ellas mismas y sus comunidades”
(Delgado, 2005, p.209). La investigación de Delgado si bien estuvo orientada en general a
organizaciones de mujeres y no precisamente feministas, generó insumos teóricos
interesantes frente a la acción colectiva. Nuestra investigación se diferencia
metodológicamente en cuanto se persiguen espacios de reflexión, discusión y construcción
colectiva del conocimiento, con el fin de generar aportes para facilitar futuras tomas de
decisiones en las organizaciones.
Sobre los movimientos feministas, investigaciones académicas en el ámbito de la
comunicación se han centrado frecuentemente en el análisis del discurso, medios masivos
de comunicación, propaganda, relaciones de poder, publicidad, estereotipos, entre otros.
Pocos hallazgos hay frente a la caracterización de la comunicación ejercida por las
organizaciones feministas. En un trabajo realizado por Natalia Serrano (2012) en España,
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que tuvo por objetivo realizar una aproximación a la percepción social sobre el feminismo y
las organizaciones feministas, se evidenciaron falencias a nivel de planeación de la
comunicación (Serrano, 2012, p. 54), además de descubrir problemas en el diseño de
mensajes y en la efectividad de los mismos.
Las preocupaciones frente a la percepción del feminismo han estado presentes en autoras
como Natalia Martínez (2004), en su trabajo La imagen del feminismo y las feministas en
la sociedad actual, manifiesta la importancia en "investigar qué es lo que se identifica con
ser feminista, por qué se rechaza el feminismo y qué hay detrás de ese rechazo.” (p. 24).
Las razones de este rechazo y de la falta de efectividad en las acciones de comunicación,
generan un interés por analizar sus elementos discursivos, prácticas y sus procesos de
enmarcamiento. Los vacíos en estudios de comunicación se hacen más notorios, si
enfatizamos en que el feminismo es hacer teoría del discurso, en un intento consciente de
participar en el juego político y en la producción de significados para lograr una
transformación estructural de la sociedad (Colaizzi, 1990), el cual ha sido efectivo en la
medida en que ha generado importantes avances culturales y estructurales en torno a la
desigualdad entre mujeres y hombres.
Trabajos recientes como los de Andrea Estefanía Viteri (2016), nos ubican nuevamente en
el ámbito de la publicidad. En su análisis de las campañas sobre la violencia contra la mujer
en Ecuador y Argentina, la autora menciona que si bien la publicidad es una forma
poderosa de crear significado y comunicar símbolos, en ella se evidencia que no hay un
trabajo de fondo sobre las estructuras que propician estos tipos de violencia directa y
simbólica, principalmente porque dichas estrategias están creadas por agentes lejanos a la
realidad y son pensadas exclusivamente desde la creatividad publicitaria y la lógica del
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mercado. Las campañas deben corresponder a un discurso diferenciador, informativo y
sensibilizador, teniendo claro cómo y qué comunicarle a los diferentes públicos. Con este
trabajo de Andrea Viteri, se reafirma lo que ya mencionamos con respecto al marketing
social y nos permite perfilar nuestra investigación de forma tal que nos ubiquemos en un
lado menos racional, no transaccional, más humano y plural, para así poder analizar de
manera sensible al contexto las estrategias de comunicación de las organizaciones
feministas y sus elementos de acción colectiva, claramente sin ignorar aquellos aportes
útiles desde otras disciplinas para el entendimiento de los comportamientos de las personas
y las nuevas posibilidades de interacción con relación a la tecnología.
3. Marco teórico
Feminismo
El feminismo “es un movimiento social y político, es también una ideología y una teoría,
que parte de la toma de conciencia de las mujeres como colectivo humano subordinado,
discriminado y oprimido” (Facio, 1999, p.5), por ello son todas aquellas personas, grupos,
organizaciones, reflexiones y actuaciones orientadas a acabar con dicha condición para
construir una sociedad donde no haya cabida a la discriminación por razones de sexo y
género (Castells, 1996). El feminismo es heterogéneo, se enriquece y fortalece a partir de la
diversidad en las formas de entender, conectar y actuar (Vargas, 2002), es a su vez
caracterizado por su producción de conocimiento y su accionar para la obtención de un
impacto social y político.
Si bien no profundizaremos en la historia del feminismo, es importante mencionar el nivel
de impacto y su trascendencia durante los últimos siglos en la humanidad. Aunque ha sido
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invisibilizada, la influencia del feminismo ha permitido la construcción de las democracias
modernas a través de debates teóricos y políticos, y las acciones de las mujeres en el ámbito
público y privado. Esta actuación no es exclusiva del siglo XX, aunque algunas nociones le
dan el punto de origen al feminismo en la década de los sesenta junto a los nuevos
movimientos sociales. Los primeros aportes que se conocen datan del siglo XVII, en la
corriente racionalista y en el iusnaturalismo, en esfuerzos por terminar con la desigualdad
natural enraizada en la edad media y las monarquías (Serret, 2011). Si bien han existido
avances, la historia ha estado caracterizada por un continuismo frente a la desigualdad por
razones de sexo y género, y en ese camino han surgido diferentes perspectivas y vertientes
feministas, que se multiplicaron en la década de los ochenta y noventa del siglo XX, donde
cada una fue elaborando sus “propios objetivos, dinámicas de interrelación y confrontación,
perfilando intereses diversos, a veces contradictorios pero también con muchos puntos de
intersección” (Vargas, 2002). Dichas dinámicas del feminismo nos interesan para los fines
de nuestra investigación, puesto la metodología y la aproximación a las organizaciones de
estudio deben estar basadas en el reconocimiento de las diferentes perspectivas feministas.
Por ello los resultados y las estrategias que arrojen nuestro análisis, se comprometen a tener
la capacidad de escucha y de adaptación a la diversidad de contextos y pensamientos, sin
pretender ofrecer un solo modo de ver la comunicación. Como punto de partida entonces
tenemos en cuenta que el feminismo:
Se trata de un pensamiento y una práctica plural que engloba percepciones
diferentes, distintas elaboraciones intelectuales y diversas propuestas de actuación
derivadas en todos los casos de un mismo hecho: el papel subordinado de las
mujeres en la sociedad. De ahí que pueda decirse que en el feminismo se mezclan
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dimensiones diferentes-teóricoanalítica, práctica, normativo-prescriptiva, política,
etcétera- que producen pensamiento y práctica. (Castells, 1996, p.3)
Como se mencionó anteriormente, el feminismo al hacer una toma de conciencia del
carácter discursivo de lo que llamamos realidad, de su producción y contenido (Colaizzi,
1990), presta atención a la relación que hay entre el mundo y las palabras, ya que en el
lenguaje y en la cultura se evidencian y se reafirman las relaciones de poder. Desde esta
perspectiva feminista, aquellos que controlan la información y los medios de comunicación,
condicionan las representaciones, conformando el significado cultural que a su vez
restringen el poder político (Faccio, 1999). En ese sentido debemos prestar atención en
nuestra investigación a los generadores de contenido, al acceso a los medios de difusión y
preocuparnos adicionalmente por la reproducción por parte de mujeres de las mismas
expresiones simbólicas que las afectan (López, 2004).
La perspectiva de género forma parte también de la teoría feminista, la cual indica un
enfoque y una manera de estudiar y percibir la realidad, al considerar las relaciones, las
desigualdades y las diferencias construidas socialmente entre hombres y mujeres. Esta
perspectiva tiene en cuenta las estructuras de poder y reconoce que históricamente ha
predominado una cultura androcéntrica, donde el hombre ha sido el referente de la
humanidad y el centro del universo, por ende, el conocimiento, las instituciones, los
significados y las relaciones han sido parcializados por ello. La perspectiva de género
pretende “poner las relaciones de poder entre hombres y mujeres en el centro de cualquier
análisis e interpretación de la realidad” (Faccio, 1999, p.17), y de esta forma, al analizar un
fenómeno lograr:
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a) Visibilizar a las mujeres, sus actividades, sus vidas, sus necesidades específicas,
sus espacios y la forma en que contribuyen a la creación de realidad social. b)
Mostrar cómo y por qué cada fenómeno concreto está atravesado por las relaciones
de poder y desigualdad entre los géneros características de los sistemas patriarcales
o androcráticos. (Serret, 2011, p.40)
Aquí es necesario también mencionar la visión del feminismo respecto a que las ideologías
patriarcales no afectan únicamente a las mujeres sino que también restringen y condicionan
a los hombres. Por ello las perspectivas de género no pretenden invisibilizar o poner en un
estado de inferioridad al género masculino, ni cambiar la centralidad del hombre por la
mujer (Faccio, 1999). La perspectiva de género nos cuestiona cómo las relaciones de poder
afectan los procesos y fenómenos estudiados y además nos invita, a preguntarnos también
por los problemas de las masculinidades.
Estrategia de comunicación
Sandra Massoni y Rafael Pérez (2009) hacen una recopilación de diversos autores para
establecer una nueva perspectiva de la estrategia y la comunicación. En dicho paradigma
perciben la comunicación como un proceso y un espacio estratégico en la dinámica
sociocultural, que produce conexiones, reconoce la pluralidad, transforma, genera
significados y en el diseño de las estrategias se preocupa por darle una orientación más
dialogante, negociadora y consensual. Se aleja así de la racionalidad y de la estrategia como
una ciencia del conflicto y de la guerra -sentido dado por su origen en la estrategia militar-,
produciendo un concepto que prioriza las relaciones y la articulación social.
El concepto de estrategia que trabajaremos en esta investigación, como ya empezamos a
ver, sigue la línea ya anunciada anteriormente desde el feminismo y nos permitirá su
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aplicación a nivel metodológico generar conexiones y espacios de intercambio para la
creación de nuevos modelos de comunicación, cuyos diseños sean flexibles y en
correlación a los contextos. Massoni y Pérez, descolocan la nueva teoría de la estrategia del
mundo empresarial, abriendo campo a un concepto de organización mucho más amplio,
como sistema complejo de interrelaciones que co-evolucionan, que además es dinámico,
adaptativo, anticipativo, autorreferente, entre otras cualidades (Massoni, 2009). La gran
estrategia debe estar encaminada a la producción de sentido, de significados y estados
emocionales para guiar a una organización.
Esta perspectiva, nos indica lo prioritario del análisis de las interrelaciones dentro de la
organización y el entendimiento de las dinámicas de los diferentes públicos o grupos de
interés para la estrategia, la cual le da coherencia a las acciones de los involucrados. Es
también erróneo en la planeación iniciar con los medios, antes de analizar los fines (Libaert,
2007), los medios no garantizan el cumplimiento de los objetivos por el solo hecho de ser
usados. Debe prestarse atención a los significados de los mensajes puesto difieren sus
interpretaciones de acuerdo a múltiples variables en la comunicación y tienen un impacto
tanto a nivel externo como interno de la organización.
Thierry Libaert (2007) propone la elaboración de planes flexibles, que tengan en cuenta
nuevas señales para adaptarse a los cambios. Este autor profundiza en la planeación de la
comunicación organizacional, que para él debe responderse a las preguntas sobre quién, qué
dice, a quién, cómo, con qué efecto, dónde, cuándo, con qué propósito. Sin embargo, es en
esta última parte que retomamos a Sandra Massoni (2007) para alejarnos del plan como una
fórmula o pasos para ejecutar, y centrarnos en el diseño de estrategia como conjunto de
dispositivos orientados a facilitar el contacto con el otro. Sandra Massoni (2017) así en su
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trabajo sobre la comunicación estratégica nos sugiere: 1. Pasar de pensar en la
comunicación como información, a la comunicación como proceso dinámico y relacional
en un contexto cultural diverso, para ello dejamos de lado el modelo emisor-receptor
basado en la transferencia de información y la mera selección de canales para el
cumplimiento de objetivos. En la comunicación, nos debemos poner en el lugar del otro,
para analizar las matrices por las cuales pasa la información, se condicionan las
percepciones y se generan significados. En ese proceso de entender los intereses y la
necesidades de los actores se deberán tener en cuenta: “actores, modos (formas de
comunicación, códigos, redes de interacción, etc.), espacios (lugares de intercambio,
circulación y resemantización de las novedades, etc.), saberes (visión del problema,
conceptualizaciones, destrezas, etc.)” (Massoni, 2007); 2. Pensar la estrategia como
construcción colectiva, de diversos actores y propiciadora de cambios, que por ende debe
ser pensada a través de equipos transdisciplinarios (donde la comunicación no le
corresponde solo a los comunicadores) capaces de instalar conversaciones; 3. Traducir el
tema de comunicación a problema sobre el cual conversar y acercar a los grupos de interés,
para ello se debe analizar el problema en sus diferentes niveles, la interacción entre los
actores y sus visiones del asunto.
Siguiendo esta misma línea, Kofman (2012) indica que cada actividad o tarea en una
organización, tiene una fuerte relación con los ámbitos interpersonales y del individuo, esta
matriz de relaciones debe ser visible para la organización y ser tenida en cuenta en la
realización de una estrategia de comunicación. De esta forma, existe un ámbito impersonal
que tiene que ver con los recursos de la organización, un ámbito interpersonal, relacionado
a la identidad colectiva, la visión y valores de la comunidad, y un ámbito del proceso, la
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forma en que interactúan las personas de una organización, sus procesos de comunicación,
negociación, coordinación, entre otros.
Marcos de acción colectiva
Teniendo en cuenta que los movimientos sociales son esfuerzos colectivos que buscan
producir cambios en la sociedad y que por ello son agentes en la producción de
significados, se definen los marcos de acción colectiva como:
“El conjunto de creencias y significados orientados a la acción que inspiran y
legitiman las actividades y campañas de los mismos movimientos sociales, dan
sentido al mundo social de los participantes en ellos y les ayudan a conformar sus
propias identidades personales y colectivas”. (Rivas, 1998, p.207)
Los marcos entonces condicionan la forma en que percibimos la realidad, leemos los
mensajes y transformamos los significados, por tal motivo una misma situación puede ser
interpretada de diferentes formas por distintas personas, que a raíz de su conocimiento,
cultura, experiencias, intereses, puntos de vista, expectativas, entre otras variables,
reorganizan los contenidos. “Sin un marco interpretativo resulta improbable que la gente se
movilice aunque cuente con oportunidades de hacerlo. Es por eso que se resaltan los
aspectos cognitivos, afectivos y emocionales presentes en la acción colectiva” (Delgado,
2005, p.23). Los marcos constituyen así la ideología y son las bases conceptuales de los
movimientos sociales. Las ideologías no son componentes rígidos, se construyen y cambian
en el tiempo, de acuerdo con David A. Snow (1986) son revaloradas y renegociadas
constantemente por los sujetos de los movimientos sociales. Por ello se hace necesario en el
estudio de marcos establecer metodologías que hagan seguimiento a esta condición flexible
y cambiante.
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Con respecto a la acción colectiva y los movimientos sociales, Ricardo Delgado (2005)
afirma que para su éxito es fundamental la organización, que en su carácter interrelacional
y dinámico como lo mencionamos anteriormente, tiene la capacidad de agencia, para
sensibilizar a los demás acerca de sus objetivos y de las situaciones de injusticia que
denuncian, ayuda entre otras cosas a disminuir costos, optimizar esfuerzos, convocar a
participantes y crear alianzas con otros actores. La organización como tal es flexible y se
adapta a los contextos, teniendo en cuenta las oportunidades sociales y políticas. La
oportunidad política se ha convertido en un factor importante de análisis en la acción
colectiva, puesto determina las vías y las posibilidades para generar rupturas o
transformaciones, y evidencian el posicionamiento de sus marcos de injusticia. Sin
embargo Delgado llama la atención frente al componente cultural, de tal forma que no se
reduzca el análisis en este punto al nivel político (instituciones y actores políticos) y se
tengan en cuenta los significados culturales, lo cual será determinante para nuestra
investigación.
Tanto Rivas como Delgado, presentan la construcción de significados y de la realidad
social como un proceso dialéctico -en línea con el rol que presenta Massoni sobre la
comunicación-, el cual implica controversias y divergencias al interior y al exterior de los
movimientos u organizaciones. Es así como nuestra investigación también deberá atender y
“reflejar esa doble lucha discursiva” (Rivas, 1998, p.207).
Además de las oportunidades políticas, son otros dos los factores de análisis: las estructuras
de movilización y los procesos de enmarcamiento. En nuestra investigación nos
centraremos en los procesos de enmarcamiento, que relacionados con la comunicación
estratégica, son también esfuerzos conscientes realizados por personas, grupos y
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organizaciones para construir significados, “interpretaciones compartidas del mundo y de sí
mismos que legitiman y motivan la acción colectiva” (Rivas, 1998, p.206). Dichos son el
eje de la movilización, puesto crean sentido, dinamismo y permiten que fluya el discurso e
ideología hacia el exterior e interior del movimiento.
Antonio Rivas (1998) en su trabajo por establecer una metodología para el análisis de los
marcos de los movimientos sociales, retoma las ideas de Jürgen Gerhards (1995) sobre la
estructura de los marcos, que para dicho autor están compuestas por dimensiones y
estrategias de enmarcamiento. Gerhards enfatiza en la importancia de la comunicación
pública en los movimientos sociales, puesto es el principal medio para movilizar, presionar,
influir y generar un impacto, de ahí define que las dimensiones de enmarcamiento son las
áreas temáticas trabajadas y están identificadas de la siguiente forma:
“Encontrar una cuestión del debate público e interpretarla como un problema social;
localizar las causas y los agentes causales del problema; interpretar los objetivos y
la probabilidad del éxito de los esfuerzos; encontrar y caracterizar al destinatario de
la protesta; justificarse como actores legítimos de la protesta”. (Rivas, 1998, p.201)
Se complementa de esta forma el aporte realizado por William Gamson (1992), quién
identificó los siguientes componentes de los marcos de los movimientos sociales: injusticia,
que se refiere a la conciencia que tienen los actores sobre una situación que afecta a un
grupo, genera indignación y debe ser cambiada; agencia, que es la capacidad de los actores
sociales a cambiar dicha situación de injusticia y la compresión de ellos mismos de su
poder mediante la acción colectiva; e identidad que se refiere a los procesos mediante los
cuales se crea un “nosotros” o un agente colectivo, y se define al adversario, dándole una
cara a la meta y dejando su abstracción de lado.
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Tanto Gerhards como Gamson, ofrecen elementos de análisis para los marcos de acción
colectiva. Antonio Rivas (1998), frente a las dimensiones del enmarcamiento de Gerhads,
las complementa y va más allá, al definir por dimensión cuáles serían las estrategias
respectivas que ofrecerían mayor efectividad para un movimiento social, por ejemplo,
frente a la dimensión “1. Indicar una cuestión del debate público” le corresponden las
estrategias: “1. Asignarle un concepto o slogan. 2. Hacerla empíricamente creíble mediante
una referencia real”. Sin embargo, para efectos de nuestro proyecto, no retomaremos las
estrategias predefinidas por Rivas, teniendo en cuenta que nuestro objetivo es precisamente
descubrir las estrategias propias de las organizaciones feministas, nos guiaremos sí por las
dimensiones establecidas por Gerhards, ya que ayudan a categorizar los temas de estudio.
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OBJETIVOS
1. Objetivo general
Construir una propuesta metodológica para el desarrollo de las estrategias de comunicación
de las organizaciones feministas adscritas al Fondo Lunaria en Bogotá.
2. Objetivos específicos
● Caracterizar e interpretar conceptos, prácticas y percepciones de las estrategias de
comunicación en tres (3) organizaciones feministas.!
● Analizar y construir participativamente con las organizaciones una propuesta
metodológica para diseño e implementación de estrategias de comunicación dentro de
su acción colectiva.
● Elaborar una herramienta orientadora para las estrategias de comunicación de los
organizaciones de estudio.
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MÉTODO
1. Tipo de investigación
La naturaleza de este proyecto exige una investigación cualitativa, sensible a los contextos
sociales y políticos donde se enmarca y donde tendrá un impacto (Bush y Duggan,2015).
Una investigación abierta al diálogo y a la participación activa de las participantes,
permitiendo la apertura y la profundización en diferentes tipos de puntos de vista,
experiencias, prácticas y significados, atendiendo la particularidad de cada pensamiento.
Es una investigación que encuentra en el contacto con las comunidades de estudio,
preguntas de investigación pertinentes y acordes a la realidad de éstas, cuyas respuestas les
permitan avanzar en su acción social. Se valoran los procesos y se prioriza la participación
colectiva para el levantamiento de información y la construcción de conocimiento. La
metodología construida parte del respeto y el reconocimiento de la experticia, las vivencias
y los saberes (Hernández Sampieri, Fernández-Collado y Baptista Lucio, 2006) de las
organizaciones feministas.
2. Diseño de la investigación
La presente investigación, es un diseño mixto que vincula la etnografía y la investigación
acción. Es etnográfico en la medida en que busca describir, analizar significados, prácticas
(Patton, 2002) y las formas en las que las organizaciones resuelven su acción social a través
de sus estrategias de comunicación, ésto, sumergiendo al investigador en el contexto. Es
principalmente investigación acción, al preocuparse por transformar la realidad y reconocer
que son las organizaciones participantes aquellas las que tienen el conocimiento, la
capacidad y la idoneidad para solucionar sus problemas (Hernández Sampieri et al., 2006).
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Así es como este proyecto busca aportar a la mejora de los procesos en el campo de la
comunicación de las participantes, permitiéndoles tomar decisiones, generar acciones y
replicar el conocimiento generado. La investigación es democràtica, equitativa y liberadora
(Stringer, 1999).
3. Participantes
En el proceso de la investigación se tienen en cuenta los siguientes grupos de interés del
Fondo Lunaria:
● Miembros del departamento de comunicación (1) del Fondo Lunaria en Bogotá.!
● Un integrante por cada una de dos (2) organizaciones feministas vinculadas o apoyadas
actualmente por el Fondo Lunaria en la ciudad de Bogotá.!
4. Criterios de inclusión y exclusión
De inclusión: En el caso de los miembros del Fondo Lunaria y de sus beneficiarias, deben
estar activas en el año 2017 y ser residentes de Bogotá. Además deben tener en común que
enmarcan sus prácticas en el enfoque feminista.
De exclusión: individuos pertenecientes a grupos sociales que no sean público objetivo de
las estrategias actuales del Fondo Lunaria. No se incluyen en la investigación
organizaciones inactivas.
5. Técnicas e Instrumentos
Son herramientas para esta investigación: la entrevista a profundidad, los grupos de
discusión, los talleres de creación y socialización. Las entrevistas a profundidad permitirán
caracterizar y analizar las estrategias de comunicación realizadas por las organizaciones
feministas participantes. La entrevista semiestructurada, posibilitará encontrar categorías no
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tenidas en cuenta en la recopilación teórica y ahondar en ciertos asuntos que destaquen los
entrevistados, siguiendo un proceso de recolección sistemático que permita un buen manejo
de la información emergente (Bonilla, 1997). Los grupos de discusión, por otro lado,
constituirán una fuente importante de información para comprender las experiencias,
significados, prácticas y percepciones de las comunidades (Bonilla, 1997, p.104), a su vez
son un espacio de discusión y evaluación de resultados y del proceso de investigación. Los
talleres de creación y socialización, forman parte de los grupos de discusión, sin embargo
incluyen metodologías para posibilitar la construcción de conocimiento y la generación de
ideas de forma participativa.
6. Procedimiento
1. A partir de la organización Fondo Lunaria, se contactan y se entablan relaciones con
tres (3) organizaciones feministas para realizar entrevistas a profundidad y se recopila
material de archivo (evidencia) sobre sus estrategias de comunicación. Se incluye al
mismo Fondo Lunaria como organización de estudio por medio de su comunicadora.
Ver ANEXO 01: Guía de entrevista a profundidad.
2. Por medio de un grupo de discusión se socializan los resultados de la investigación y se
construye participativamente con las organizaciones feministas, una propuesta
metodológica para diseño e implementación de estrategias de comunicación dentro de
su acción colectiva.
3. Se consolidan las ideas en un contenido digital claro, amigable y accesible, capaz de
acercar a nuevos grupos vinculados al Fondo Lunaria al uso de la propuesta
metodológica.
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7. Consideraciones éticas
En la búsqueda por caracterizar y analizar un aspecto de un movimiento social y propiciar
la generación de un conocimiento ùtil y de impacto para las organizaciones participantes, se
debe llevar el proceso con el mayor respeto a la diferencia, propiciar espacios de encuentro
y diálogo horizontal. Desde el aspecto colaborativo expresado en la metodología, el lector
entiende que las ideas expresadas forman parte de una construcción colectiva, en la cual
convergen diferentes puntos de vista. La investigación no pretende crear un modelo fijo,
sino un insumo o un punto de partida para que en las organizaciones discutan, ajusten o
reinventen sus propias metodologías de acuerdo a sus particularidades: perspectivas,
intereses, necesidades y saberes.
Es importante darle continuidad la investigación posterior al término de la misma. Al ser
una de las amenazas en los trabajos de investigación la no retribución y abandono de las
comunidades con las cuáles se trabajan, se plantean desde los resultados estrategias para la
socialización y seguimiento a los procesos iniciados.
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DESARROLLO Y RESULTADOS
De acuerdo a la metodología planteada, los criterios de inclusión y exclusión ya
mencionados, se seleccionaron los perfiles de mujeres y organizaciones vinculadas al
Fondo Lunaria para su investigación. Dicha selección tuvo en cuenta las recomendaciones
del Fondo, quienes resaltaron algunos perfiles según la cercanía y conocimiento de los
procesos de la organización, la constancia y disciplina del grupo y el impacto y recordación
generado a través de sus actividades . La investigación fue llevada a cabo en la ciudad de
Bogotá, D.C. con: Diana López (30 años) comunicadora del Fondo Lunaria, comunicadora
social que adelanta una maestría en DDHH y Cultura de Paz; Natalia Idrobo (31 años)
perteneciente al Observatorio contra el acoso callejero, politóloga con especialización en
Cooperación y Gestión de Proyectos; Luisa Orozco (24 años) de la Corporación Cartografía
Sur, licenciada en Ciencias Sociales.
Caracterización de organizaciones y estrategias de comunicación
Se realizaron entrevistas a profundidad para analizar las convergencias y divergencias entre
las participantes y sus organizaciones en torno a sus estrategias de comunicación, aquellos
componentes que determinan y fortalecen su acción colectiva, las formas de relación al
interior y exterior de los grupos y los significados compartidos.
De acuerdo a los aportes de William Gamson (1992), los cuales son retomados por con
Delgado (2005), los movimientos sociales apelan a la solidaridad y a la capacidad de los
miembros de las organizaciones para establecer un sentido de identidad, de reconocerse, de
compartir significados e identificar los objetos de su acción colectiva. A partir de ello hay
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una construcción de identidad colectiva, que para Alberto Melucci (1994) si bien dicha
identidad se relaciona con las orientaciones de la acción y las expectativas sobre sus
oportunidades (costo y beneficio), no está supeditado a ello, puesto hay una dimensión
emocional que es trascendental para los integrantes de un movimiento. Por ello si bien los
movimientos sociales persiguen un cambio sustancial en el sistema político, no se reducen a
la participación política, sino que va más allá de eso, y es en sus relaciones internas donde
proviene su mayor fortaleza. “La comunidad emocional, provoca que la identidad colectiva
se convierta, en sí misma, en algo no negociable” (Chihu Amparán y López Gallegos, 2007,
p. 143).
Iniciamos el análisis en aquellos aspectos que forman parte de la identidad colectiva y es
preciso en esta instancia caracterizar a las organizaciones estudiadas. El Fondo Lunaria, el
Observatorio contra el acoso callejero y la Corporación Cartografía tienen en común el
fortalecimiento de organizaciones de mujeres jóvenes. Sus objetivos enmarcados en el
movimiento feminista, están relacionados a la reducción de los diferentes tipos de violencia
contra las mujeres y la apertura de oportunidades para la incidencia de las mujeres en lo
público. Aunque se podría categorizar a las organizaciones a través del tipo de violencia
abarcada y las metodologías privilegiadas para el trabajo - ejemplo, el arte como método de
incidencia-, no es posible hacer una clasificación certera, puesto se evidenciò que cada una
es diversa, dinámica, adaptativa y evolutiva. Se resalta la orientación de las organizaciones
para fortalecer a otras y para estimular la discusión y el trabajo sobre las problemáticas a
nivel base, es por ello que se identificaron importantes los componentes pedagógicos, los
espacios de encuentro y la dimensión emocional ya mencionada por Merlucci.
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En la identidad colectiva, yacen también los significados compartidos al interior de cada
organización, claves a su vez para los procesos comunicativos. En las entrevistas
efectuadas, sobre el significado del feminismo se reafirmó y se destacó la importancia de la
multiplicidad de ellos, sin ser estos excluyentes uno del otro, por lo contrario, dicha
variedad de perspectivas enriquecen la discusión, la acción y el movimiento, "para nosotras
es vital la diversidad y tener esas miradas múltiples dentro del Fondo, también es una
manera de actuar con ellas, nosotras no pretendemos enseñar nada, ni pretendemos una
relación de poder con ellas”(López, 2017), este significado genera una apertura al trabajo
colectivo, potenciando así mismo los procesos:
Tenemos organizaciones de mujeres jóvenes campesinas del Cauca que la primera
vez que escucharon la palabra feminismo fue en un taller acá. O mujeres indígenas
de la Guajira o mujeres negras de Buenaventura que no necesariamente están cerca
del feminismo, digamos como concepto académico, pero que su práctica cotidiana
lo es sin ser nombrada de esa manera (…) Ni siquiera dentro del mismo Fondo
todas nos decimos feministas. (López, 2017)
En común, de los feminismos, se evidencia un sentido de vitalidad que es compartido, y
que por ende genera un impacto en todas las esferas de la vida. “Son formas de ver la vida
que nos permiten deconstruir un montón de cosas que somos, siento que todas nos paramos
desde ese ejercicio personal de desbaratarnos para volver a armarnos" (Idrobo, 2017), se
observa también un estrecho vínculo entre las participantes y el movimiento:
El feminismo, podría decir que pues me ha acompañado y prácticamente me salvó
la vida, como de un montón de esquemas y de clichés y cuando hablo de salvarme
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no es que yo haya estado en peligro, sino como me hizo feliz, me hizo entender la
vida de una manera distinta. (Idrobo, 2017).
Esta posición vital de acuerdo a las entrevistadas por supuesto se vuelve una manera de
comunicar.
De los puntos en común frente a los feminismos, las bases conceptuales a su vez develan
las situaciones de injusticia. Según Delgado (2005, p. 31), la movilización hace explícito
un conflicto social, y permite que los actores visualicen y se identifiquen con una injusticia
o un problema compartido que los afecta y para el cual se deben propiciar cambios. Este
marco de interpretación legitima y justifica su acción colectiva. En el caso de las mujeres
que formaron parte de la investigación, las situaciones de injusticia están claramente
identificadas, se refieren a la discriminación, opresión y los diferentes tipos de violencia
contra las mujeres, “la violencia cotidiana, la violencia de la guerra, la que sea (...) vivimos
en una sociedad patriarcal que nos discrimina y nos violenta, pero también entender que
dentro de eso hay unas que son más discriminadas y más violentadas que otras” (López,
2017). Siendo que la problemática afecta de manera diferencial a mujeres según su
condición, se debe tener en cuenta esta segmentación para la construcción de públicos y
diseño de las estrategias de comunicación. Yendo más allá, el feminismo “permite ver todo
tipo de opresiones (...), no solamente para las mujeres sino también para todos los seres que
componen el sistema” (Orozco, 2017), incluyendo a los hombres, otros seres vivos, etc.
Estas situaciones de injusticia son producto de las diversas estructuras, se sostienen en los
sistemas económicos, sociales, culturales y políticos. En general también hay una
preocupación de las organizaciones sobre “un faltante muy importante de la voz de las
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mujeres jóvenes, que son distintas, que sufren otro tipo de violencias”, puesto son
minimizadas incluso por otros movimientos sociales, siendo que como lo afirma Diana
López (2017), “estas jóvenes se piensan distinto las cosas y desde otros escenarios hacen
cambios reales y sustanciales, que realmente consiguen que otras más se comiencen a
mover". Existen de igual forma enfoques por cada organización frente a una situación de
injusticia específica, por ejemplo, el Observatorio contra el acoso callejero, trata el acoso en
la ciudad, “esas violencias o esos piropos incómodos o esas formas en las que nos sentimos
incómodas en la calle cuando nos miran, nos tocan o cuando nos persiguen ” (Idrobo, 2017)
y profundizan en ello:
No estamos hablando necesariamente, digamos de lo que llamamos acoso sexual
callejero, sino por ejemplo el ejercicio de la distribución y la forma en que se piensa
el espacio público, ¿cómo están pensados los centros comerciales, las calles, los
parques en términos de las mujeres?, ¿cuáles son esas violencias que sufrimos en el
espacio público? (...) a quién ataca el acoso, ¿quiénes son las principales víctimas
del acoso?. Cuando hicimos ese ejercicio, pensamos, no solamente son las mujeres,
es todo aquello que se sale de la norma de lo heteronormado y lo femenino, y lo
patriarcal, incluso nos dimos cuenta que las personas trans también sufren acoso,
nos dimos cuenta que los cuerpos gordos sufren un acoso diferenciado. (Idrobo,
2017)
Se concibe la comunicación de diferentes formas por cada organización aunque tenga usos
comunes. Lo han definido como una práctica, herramienta, un campo de mediación o una
acción pedagógica. Sus usos permiten establecer puntos de encuentro entre los distintos
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grupos de interés, posicionar a las organizaciones dentro del movimiento feminista,
posibilitar la incidencia política de mujeres, fortalecer a otras a partir de los componentes
pedagógicos de la comunicación, visibilizar y finalmente transformar. Es una forma de
poner el conocimiento público y que incluso éste sea retroalimentado, "yo creo que
estratégicamente la comunicación se ve como el lugar donde deben confluir las distintas
personas, o los distintos públicos a los que queremos llegar" (López, 2017).
La comunicación es un campo como de mediación, (...) se entiende como una
acción pedagógica que potencia el fortalecimiento y la visibilización de las
organizaciones a las cuales nosotras llegamos, incluso de nuestra organización y de
organizaciones cercanas, entonces entendemos la comunicación como una forma de
incidencia política que es fundamental y es esencial para los procesos organizativos.
(Orozco, 2017)
La investigación no puede afirmar que haya un desarrollo de estrategias o que las acciones
de comunicación pertenezcan a un plan a largo plazo. La comunicación se caracteriza por la
creatividad y por la espontaneidad. Se evidencia como flexible, orgánica y se alimenta día a
día a través del mismo actuar de las organizaciones.
No hay una estrategia comunicativa hoy. No la hay. La vamos haciendo por el
camino, y yo creo que muchas veces las estrategias comunicativas se quedan cortas
en el accionar cotidiano. Como los planes operativos: tú puedes tener un lugar muy
amplio para hacer tu ejercicio, pero en lo cotidiano son obviamente otras cosas lo
que va alimentándolo. (López, 2017).
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La visión sobre el papel de la comunicación en las organizaciones feministas, sin embargo,
ha cambiado en los últimos años, incluso hay una apertura a la inclusión de roles dedicados
específicamente a la comunicación en sus estructuras. La reflexión en torno a la necesidad
de la comunicación en las organizaciones se encuentra latente y cada vez cobra más fuerza,
sin embargo, las organizaciones entrevistadas concuerdan en que hay muchas otras donde
este proceso se ve como una obligación. En común es observada la comunicación como una
actual debilidad, pero también como una oportunidad para potenciar la acción colectiva.
La carencia de un rol específico para la comunicación o de un plan en este ámbito, no
significa que no hayan ejercicios certeros y una línea de características y valores de la
comunicación. Por lo contrario, la comunicación se ha distinguido por buscar ser asertiva y
al formar parte de las actividades llevadas a cabo, se observa un interés en el discurso, en la
construcción de los mensajes, en la creatividad y en la calidad de la producción artística y
técnica.
Yo creo que la mayoría de organizaciones feministas se comunican como con una
característica de solidaridad, de sororidad, de respeto a la diferencia (...) todo por los
derechos de las mujeres, por los derechos a la libertad de las mujeres sobre todo y a
una vida libre de violencias. (López, 2017)
Hay un interés conjunto por el uso de un lenguaje sencillo y por valores como la
solidaridad que deben estar presentes en los procesos y se debe reflejar en las piezas finales
o actividades. Sobre en el lenguaje, Natalia Idrobo (2017) nos indica que "no puede ser tan
insistente, tan destructor de ciertas categorías, de ciertas estructuras y ciertos
comportamientos, sino que tenía que ser más fluido, más sencillo, más propositivo, más
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atrayente". La profundidad académica con la cual se manejan los temas al interior de las
organizaciones investigadas y la importancia de la simplificación del lenguaje para los
diversos públicos, lleva a que el discurso sea menos técnico, mucho más amigable y
puntual. La comunicación "tiene que ser muy específica, muy exacta, de fácil lectura, sea
una acción, sea una imagen, sea una pieza comunicativa, sea un texto, tiene que ser muy,
muy diciente, primero está el objetivo" (Idrobo, 2017). Es importante sin embargo aclarar
que si bien hay un interés en estos campos, en la práctica no todas las organizaciones
siguen estas pautas.
Por lo anterior, se vuelven a destacar los componentes pedagógicos y artísticos presentes
en las actividades de las organizaciones. Puesto por medio de ellos se facilita el
acercamiento a las comunidades con las cuales se trabaja y el cumplimento de objetivos.
Como creemos en el arte, también somos muy meticulosas con lo estético (...) que
las ilustraciones, las piezas sean de alta calidad, que no se dañen fácilmente, que
puedan perdurar en las diferentes comunidades. Pero digamos que también lo
estético lo tratamos (...) desde la deconstrucción del lenguaje sexista. (Orozco,
2017)
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Corporación Cartografía Sur. (2014). Corporeidades Ausentes: El arte como posibilidad
para el recuerdo. Periscopio Invertido: Escuela de Memoria y Audiovisual
Corporación Cartografía Sur. Baraja para un proceso de paz en Colombia, herramienta
didáctica.
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Observatorio contra el acoso callejero. Caja de herramientas contra el acoso callejero.
A partir de las actividades o intervenciones indagadas a través de la investigación, se
puede afirmar de ellas que en su mayoría son locales, focalizadas y dirigidas a un público
específico que puede ser a su vez reducido. Hay intervenciones en el espacio público,
construcción de materiales pedagógicos (por ejemplo, la Caja de herramientas contra el
acoso callejero), marchas, prácticas artísticas (la corporación Cartografía cuenta con una
escuela audiovisual: Periscopio Invertido), talleres, manifiestos, publicaciones, etc. Algunas
formas de intervención sin embargo, están ligadas a campañas macro, las cuales pueden
contemplar actividades masivas operadas en red, por ejemplo la campaña Déjame en Paz,
liderada por el Fondo Lunaria.
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Fotografías de Fondo Lunaria (Bogotá, 2016). Campaña Déjame en paz! Marcha y
Concierto.
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Fotografía de Fondo Lunaria (Bogotá, 2016). Campaña Déjame en paz! Marcha y
Concierto.
La campaña Déjame en Paz lanzada en el 2016 por el Fondo Lunaria, realizada entre las
organizaciones apoyadas por el fondo:
Ha sido uno de los esfuerzos conjuntos más importantes desde los grupos de
mujeres jóvenes, para posicionar más allá de sus iniciativas particulares, la
necesidad de trabajar articulada y estratégicamente por una paz sostenible y
duradera que visibilice la urgencia de erradicar en el país, las violencias
estructurales contra las mujeres. El 25 de noviembre (2016) se dieron cita en Bogotá
organizaciones y grupos de mujeres jóvenes para visibilizar el trabajo colectivo que
las mujeres jóvenes desarrollan por la construcción de una paz sin violencias contra
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las mujeres. Desde las apuestas político- artísticas se tomaron las calles y los
escenarios de la ciudad. Una movilización que contó con la participación de tres
batucadas feministas de diversos lugares del país, así como diversas
manifestaciones artísticas y un concierto de cierre en la Plaza de Bolívar. (Fondo
Lunaria)
Cada organización contempla un público de acuerdo a sus ejes temáticos, presencia
geográfica y objetivos. En el caso del Fondo Lunaria, está compuesto tanto por mujeres
jóvenes diversas como por sus otros grupos de interés: organizaciones, instituciones, redes,
organismos de cooperación internacional, donantes, el movimiento de mujeres, el
movimiento feminista, entre otros. La segmentación de la comunicación acorde a los
públicos se hace compleja por la variedad de ellos. ”"para nosotras ha sido lo más difícil:
¿cómo hacemos con cosas tan diversas? A veces queremos llegar de tal manera a futuros o
posibles donantes, pero también tenemos que llegar de cierta manera a las chicas y no
podemos llegar de la misma manera a los dos.” (López, 2017)
Aunque el público directo no son los tomadores de decisiones en el ámbito político, éste se
convierte en un público indirecto ya que las acciones de las organizaciones llevan a que sus
participantes logren una incidencia sobre ellos. “para nosotras sí es importante que ellas
hagan incidencia frente a tomadores de decisiones y por un asunto de cultura política (...) es
muy importante la participación y la representación efectiva de mujeres en los escenarios
de poder y de toma de decisiones” (López, 2017).
Los públicos también se expanden y se renuevan para las organizaciones mediante su
investigación y su accionar. Por ejemplo en el caso del Observatorio contra el acoso
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callejero, una caja de herramientas construida como material pedagógico, les permitió
Ampliar ese público, porque habíamos trabajado un montón con mujeres jóvenes,
compañeros de la universidad, cuando hacíamos por ejemplo las actividades en
espacio público, pues al público en general, pero la caja nos permitió por ejemplo
entrar a colegios y ya universidades, trabajar con personas integrantes de
fundaciones, entidades públicas... (Idrobo, 2017)
No hay un criterio unificado para la medición de las acciones de comunicación realizadas
por las organizaciones. Algunas de ellas manifiestan que la medición de la efectividad es
algo aún por desarrollar o mejorar.
La efectividad actualmente se relaciona a aspectos cualitativos más que a los cuantitativos.
Se atiende al posicionamiento entre las redes de trabajo y el movimiento feminista, y a la
manera en que son llevados a cabo los procesos y son establecidas las relaciones entre los
grupos de interés. Diana López, en el caso del Fondo Lunaria manifiesta con respecto a sus
beneficiarias que "esa comunicación un poco más cercana con ellas, es un logro y una
medición de efectividad. También cuando nos otorgan o ganamos proyectos (...) se mide de
qué manera hay un crecimiento económico en los últimos años".
De igual forma se tiene en cuenta la participación del público en las actividades o
intervenciones que realizan.
Se ha logrado un momento de posicionamiento de Lunaria por lo menos a nivel
Bogotá y a nivel nacional en algunas organizaciones y en el movimiento de
Mujeres. Mientras que antes recibiamos por convocatoria 70 propuestas, ahora
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podemos recibir 320. Entonces digamos que algo se está haciendo bien (...) pero lo
más bonito de todo este trabajo es cuando uno le dice a las organizaciones que
ganaron, que se ganaron una convocatoria. Y más bonito aún cuando ellas están acá
y dicen: “es que nosotras hace mucho tiempo queríamos hacer parte del Fondo”. (...)
Más allá, también es cuando la gente se acerca a nosotras y conocen quiénes somos
cada una de nosotras y creo que esa es una práctica feminista también. (López,
2017)
Anteriormente las organizaciones no prestaban atención a los números, de hecho no se
cuantificaba la asistencia a actividades, y se ha convertido actualmente importante conocer
la incidencia en el público, “yo creo que de entrada, no nos interesaba el número, sino más
como la acogida de algunas cosas, pero poco a poco nos hemos dado cuenta que sí es
importante este asunto de saber quién está llegando” (Idrobo, 2017). Se resaltó durante las
entrevistas el papel de las redes sociales y su facultad para medir el nivel de interacción. De
igual forma se identificó en el free press y en la participación de medios de comunicación
una oportunidad grande y una forma de medir la efectividad.
Hay una existencia de procesos evaluativos internos, que dan prioridad a los aspectos
cualitativos - como ya se mencionó- y a las relaciones humanas forjadas durante el proceso,
así como la retroalimentación de los participantes.
La forma como nos relacionamos con las mujeres, eso nos da o nos arroja también
cómo estamos accionando y si de verdad estamos incidiendo y si de verdad estamos
cumpliendo con los objetivos (...) Digamos que nosotras no tratamos de ejecutar
proyectos a corto plazo, tratamos siempre de establecer relaciones que sean a largo
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plazo, que establezcan amistades, que se establezcan relaciones muchísimo más
cercanas, digamos con las mujeres que trabajamos y ¿eso qué implica? Pues que
todo el tiempo estás teniendo un proceso de retroalimentación y evaluación, (...)
cómo ellas crean iniciativas propias, porque digamos una de las cosas más fuertes es
que lo que nosotras hacemos, como es un papel de mediación, nosotras no tenemos
como fin, como dejar algo instaurado sino dar puentes para la creación propia.
(Orozco, 2017)
Construcción de redes
En la investigación se destacó el concepto de red como una fuerte categoría emergente. Hay
un interés común por el trabajo en red y la comunicación entre los grupos que la
conforman. Se reconoce la importancia del trabajo en conjunto para contrarrestar las
situaciones de injusticia que une a las distintas organizaciones vinculadas al Fondo Lunaria:
El “Déjame en paz” atiende a eso: por más que tú hagas un proyecto de paz, por
más que tú hagas uno de violencias o territorios, a todas las mujeres y a todas las
mujeres jóvenes nos une también una necesidad de erradicar la violencia contra las
mujeres en general. Y entendiendo eso y a que digamos que nosotras sì creemos
necesario que haya una red y una comunicación de mujeres a nivel nacional de las
mujeres jóvenes. (López, 2017)
Aunque existe a nivel organizacional, un trabajo interinstitucional, por medio del cual los
grupos se adhieren a otros y a movimientos internacionales, se destacan también que las
relaciones cotidianas e informales son aquellas que sobre todo fortalecen la acción
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colectiva, "en lo cotidiano se crean relaciones mucho más fuertes que lo que se puede crear
políticamente. Además esas relaciones, así, cotidianas son al final las que van a alimentar
esas relaciones políticas" (López, 2017).
Son importantes los espacios de mediación y el reconocimiento a la diversidad para la
conformación de redes. Existe una necesidad en cuanto al trabajo en red a nivel nacional y
la descentralización del mismo, debido a que muchas acciones del Fondo y organizaciones
vinculadas, centralizan sus actividades y toma de decisiones en Bogotá. Las redes
potencializan estrategias, posibilitan la participación, la distribución del conocimiento y el
aprendizaje de las organizaciones. Las organizaciones son propensas y están interesadas
además de ser participantes de redes, ser gestoras de las mismas.
Retos a nivel de comunicación
Durante la caracterización de la comunicación ejercida por las organizaciones de estudio, se
han mencionado ya algunos retos relacionados a la estrategia, la segmentación de públicos,
medición de la efectividad, entre otros, sumados a la existencia de un entorno social,
cultural y político en el cual es difícil hablar de feminismo, “desde el Plebiscito nos quedó a
la mayoría muy claro que no hemos avanzado tanto como creíamos. Es difícil hablar de
feminismo en este país, es difícil en la mayoría de lugares, pero tenemos algunas
particularidades en Latinoamérica y Colombia” (López, 2017)
Algunos retos adicionales corresponden a:
- La discusión política en la comunicación (especialmente del Fondo Lunaria) y su impacto
en la relación con otras organizaciones. Para Diana López, comunicadora del Fondo
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Lunaria, no es posible separar la posición política del accionar de la organización feminista
y de su discurso, sin embargo ha identificado que estas posiciones políticas pueden ser
vistas como negativas para algunos grupos de interés:
Para algunas feministas, que una organización que da recursos per sé, tenga la
posición política que tenga, va ejercer poder sobre a quién se los da. Y nosotras
decimos: no necesariamente. Para nosotras no es una cuestión de poder. (...)
También hay discusiones a nivel regional (me refiero a América Latina) de cuál es
el lugar de los fondos de mujeres: si el lugar es sólo apoyar y no meterse en
discusiones políticas, o si el lugar de los fondos de mujeres es apoyar y meterse en
las discusiones políticas del movimiento feminista. Eso también crea algunos
vaivenes a la hora de comunicar. ¿Qué somos? ¿Cómo nos damos a conocer? ¿A
quiénes nos damos a conocer?. (López, 2017)
- Definición de públicos y segmentación de la comunicación: hay un reto frente a la
definición de públicos, debido que aunque se reconoce a quién puede estar dirigida la
comunicación, los públicos pueden ser cambiantes, pueden renovarse o surgir algunos que
no se tenían en cuenta previamente. La segmentación es un reto, puesto se deben desarrollar
estrategias acordes por cada grupo de interés. En el caso del Fondo hay un interés especial
en conocer la forma de dirigirse a donantes individuales.
- Comunicación externa vs. Comunicación interna u organizacional: pueden haber
diferencias frente a la comunicación externa y el cómo se reflejan los mismos valores al
interior de la organización.
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Hay una distancia muy grande entre lo que las organizaciones feministas u
organizaciones de mujeres comunican y lo que son realmente. O cómo se
comportan adentro con las personas con las que trabajan. Hay prácticas muy
complejas de competencia, de señalamiento, de menosprecio del trabajo de la otra.
(López, 2017)
- Redes y descentralización: Reconociendo la importancia de la comunicación como punto
de encuentro para el fortalecimiento entre las organizaciones, existe un reto en el
mantenimiento y gestión de redes que puedan a su vez llegar a los distintos lugares del país
donde el Fondo Lunaria tiene incidencia.
- La comunicación como un proceso natural, importante y estratégico al interior de las
organizaciones.
Creo que todos los intentos comunicativos más prácticos como tener una página de
Internet, campañas de merchandising (…) Ese tipo de cosas se han hecho y se han
venido haciendo desde que existía el Fondo Mujer incluso, y no funcionaron del
todo. No funciona, no es natural, no se da como una práctica constante y tranquila
del tema. (López, 2017)
- Análisis de las prácticas a nivel de comunicación de otros movimientos: "sentimos que las
otras personas que tienen otros intereses políticos son súper eficaces con esas estrategias, y
que a nosotras nunca nos interesó, porque tal vez teníamos otras perspectivas, porque
ahorita si es como pertinente vernos desde ahí" (Orozco, 2017).
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Socialización, perspectivas. Alimentando la estrategia.
Posterior al análisis anterior, con base a las entrevistas a profundidad, se realizó un taller
con las participantes, en el cual se socializaron los hallazgos de la investigación y se
discutieron estrategias y tácticas para el fortalecimiento de su acción colectiva prestando
atención a los retos a nivel comunicativo.
En este taller además de las participantes presentadas anteriormente, fue invitada Yela
Quim, del colectivo Gordas Sin Chaqueta, vinculado también al Fondo Lunaria.
Se presentan a continuación los resultados frente a las tácticas trazadas para su estrategia de
comunicación interna y externa:
● Talleres de autocuidado y cuidado colectivo: Es importante el fortalecimiento
interno, la armonía de las relaciones y de los procesos de las organizaciones para
fortalecer la acción colectiva. Se plantea la generación de actividades que permitan
mejorar los lazos entre las participantes, la organización, tanto a nivel político como
emocional. Esto tendría un impacto en la comunicación interna.
● Laboratorios de simulacros de debate público: Construcción de estrategias de
abordaje del feminismo a partir de ejercicios de debate con diversos grupos de
interés, incluidos desde financiadores, hasta otras organizaciones sociales no
feministas, “machistas”, etc. Permitirá conocer los discursos de otros y a partir de
salidas pedagógicas que involucren simulacros construir colectivamente estrategias
discursivas y mejorar las capacidades para leer contextos y preparar argumentos.
○ Cómo hablarle a los distintos públicos: Reconocimiento de audiencias, el
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lenguaje a utilizar y las formas efectivas de comunicarse con ellos.
○ Mantener el lugar político: Ayudará a mantener un lenguaje sencillo,
atrayente y entendible para cada audiencia, a la vez que se mantiene la
posición política, sin que esto debilite el mensaje ni la organización.
○ Profundizar sobre el feminismo: Teniendo en cuenta que no todas las
personas involucradas en las organizaciones tienen un conocimiento
académico sobre el feminismo, los laboratorios también pueden ser un
espacio para abordar de forma sencilla y pedagógica los conceptos y la
historia del movimiento. Preparar a las participantes en su argumentación sin
elevar el lenguaje.
● Cómo presentar proyectos - Autosostenibilidad: En línea con los laboratorios, se
deben construir talleres para la presentación de proyectos tanto de forma escrita
como verbal, y las estrategias de comunicación que los rodean. Tiene como fin,
fortalecer la gestión de las organizaciones en cuanto a la búsqueda de financiación,
posicionamiento y sostenibilidad.
● Simplicidad y practicidad del lenguaje: Por ser un factor clave y en el cual se
evidenciaron fallas en la práctica, se reitera el uso de un lenguaje sencillo y la
construcción de piezas de comunicación que lo promuevan al interior de las
organizaciones.
● Ejercicios cotidianos de observación - Marcar puntos en común y ampliar los
círculos: Ejercicios de observación que permitan encontrar intereses en común con
otros públicos, valiéndose a su vez de los temas de trabajo de los diferentes
feminismos y encontrar lazos y aliados en otros grupos. Por ejemplo, puede haber
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una unión por temas como la raza, las clases sociales, la tecnología, etc.
● Pedagogía como una forma política de incidencia: Realizar ejercicios pedagógicos
en espacios que vinculen públicos diferentes. Siendo que la convocatoria en este
sentido se convierte un reto, analizar e invertir en estrategias de comunicación que
conviertan atrayente a estos espacios para otras.
● Fortalecimiento a nivel de organización:
○ Elaborar consensos y acuerdos sobre las posiciones políticas al interior de
cada organización.
○ Trazar métodos de seguimiento para estrategias a largo plazo.
○ Liderazgo y desarrollo del equipo.
○ Toma de conciencia por cada rol de su trabajo al interior de la organización.
○ Identificación de fortalezas de cada integrante de la organización.
○ Promoción de relaciones horizontales y revisión de procesos de
comunicación interna y toma de decisiones.
○ La comunicación como tema transversal y no de una sola persona: La
comunicación es un asunto de toda la organización, si bien es importante el
rol de la persona que coordina este ámbito, debe vincular a todas las
integrantes de una organización. Por ello debe haber una visión compartida
de la comunicación y una estrategia escrita, socializada. retroalimentada y
acordada entre todas las personas.
● Redes: Se plantea el desarrollo de ejercicios en macro que permitan la reflexión y
coordinación con las diferentes organizaciones vinculadas al Fondo Lunaria.
○ Aprovechar y potenciar “Déjame en Paz” como red y espacio de
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construcción de estrategias.
○ Ciberfeminismo.
■ Conciencia de la importancia de las tecnologías: reconocer la
tecnología como una oportunidad para la acción colectiva y el
desarrollo de la comunicación, ponerla al servicio de las personas.
Así mismo ampliar sus usos, permitiendo generar incidencia política,
empoderar a las integrantes de las organizaciones para su
participación en la toma de decisiones y coordinar acciones o
campañas en conjunto, “si no se hace, pues se está perdiendo la
mayoría del campo de acción, que es bien grande y potente que se
tiene en ese ámbito.(...) y puede tener implicaciones en el accionar
político” (Orozco, 2017).
■ Seguridad virtual: tener conciencia sobre el uso de la tecnología,
implica también la capacitación en cuanto a la seguridad de la
información y la importancia de los medios tecnológicos como
soporte para el seguimiento de acciones y contribuciones a la
justicia.
Estas estrategias y orientaciones dadas al interior del taller, pretenden brindar pautas y abrir
caminos en la construcción de una estrategia de comunicación entre el Fondo Lunaria y sus
organizaciones vinculadas, que afiancen su acción colectiva.
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Anexo 1: Guía de entrevista
GUÍA DE ENTREVISTA
1. Presentación
2. Consentimiento escrito
3. Datos básicos
3.1.¿Cuál es su nombre, edad, profesión y ocupación?
4. Caracterización del grupo y motivaciones
4.1.¿A qué grupo pertenece, cuál es su antigüedad y por qué nació?¿Cómo está
compuesto?
4.2.¿De qué forma usted llegó a él?
4.3.¿Cuáles son los objetivos del grupo?
5. Feminismo
5.1.¿Para usted qué es el feminismo? ¿Qué significa en su vida?
5.2.¿Se comparte el mismo concepto por cada integrante de la organización?
5.3.¿Qué relación tiene el feminismo con la sociedad?
6. Comunicación
6.1.¿Cómo su organización percibe la comunicación, cuál es su concepto y uso?
6.2.¿Qué caracteriza la comunicación ejercida desde la org. feminista? ¿Se puede
definir un modelo?
6.3.¿Cuáles son los objetivos de comunicación de ustedes?
6.4.¿Qué debe tener en cuenta una comunicación feminista?
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6.5.¿La efectividad cómo es entendida y medida?
6.6.¿Qué aprendizajes o hallazgos las org. han tenido frente a la comunicación ejercida?
6.7.¿Cómo es el proceso de elaboración de una estrategia de comunicación y cómo se
integra el equipo?
7. Dimensiones de enmarcamiento
7.1.¿Cuál es la cuestión de debate público? Cómo lo hacen ver o entender como un
problema real?
7.2.¿Cuáles son las causas y los agentes del problema? ¿éstos son señalados en la
comunicación? ¿de qué forma?
7.3.¿Cómo se difunden los objetivos del movimiento y hacen ver que es posible
alcanzarlos?
7.4.¿Cómo se identifica al destinatario de la comunicación? ¿Quién es?
7.5.¿Cómo justifican la legitimidad del movimiento y le brindan credibilidad?
8. Percepción
8.1.¿Cómo cree que es percibida la comunicación feminista por parte de diferentes
públicos? ¿Cómo se entienden las situaciones de desigualdad expresadas? ¿Hay
prejuicios?
9. Oportunidades
9.1.¿Qué cabida y qué oportunidades visualizan en el presente, para su acción
colectiva?
9.2.¿Cuál es el impacto y uso de los nuevos medios en su quehacer?
10. Recolección de material de archivo o evidencias
11. Cierre y agradecimiento
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Anexo 2: Declaración asentimiento informado
DECLARACIÓN DE ASENTIMIENTO INFORMADO
Proyecto ESTRATEGIAS DE COMUNICACIÓN DE ORGANIZACIONES FEMINISTAS VINCULADOS AL FONDO LUNARIA MUJER EN BOGOTÁ INVESTIGADOR: ANDRÉS FELIPE MUÑOZ ANDUQUIA MAESTRÍA DERECHOS HUMANOS Y CULTURA DE PAZ FACULTAD DE HUMANIDADES PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA CALI Yo, ________________________________________________________, ciudadana colombiana mayor de edad, identificada con cédula de ciudadanía no. ________________________de _____________, he sido informada de los objetivos de esta investigación. En uso de mis plenas facultades autorizo el uso de la información que brindaré en la entrevista con fines exclusivos para el presente proyecto de investigación. Soy consciente de que no habrá utilización indebida del material autorizado. Manifiesto que esta autorización la otorgo con carácter gratuito, por lo que entiendo que no recibiré compensación, bonificación o remuneración económica derivada de la divulgación, difusión o comunicación de este proyecto. Se firma en ______________, a los _______ del mes de ________ de 2017 ________________________________ Nombre del entrevistado: CC.
________________________________ Nombre del investigador: CC
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Anexo 3: Cuestionario herramienta diagnóstico comunicación
Herramienta basada en el “Cuestionario para el diagnóstico de la responsabilidad social
organizacional basado en la ISO26000” de la Corporación CREO. Elaborada en conjunto
con la directora del trabajo de grado Sandra Castilla.
Filosofía de la organización
1 La organización tiene declarada su misión, visión y valores alineados a una estructura ética
2 La organización fomenta el empoderamiento de su gente y la respalda en la toma de decisiones
3 La organización cuenta con un gobierno corporativo definido y declarado que promueve prácticas de inclusión y no discriminación
4 La organización promueve prácticas responsables a nivel organizacional o institucional
Prácticas de inclusión y no discriminación
5 La organización trabaja para identificar problemas frente a la vulnerabilidad de los derechos humanos en su área de influencia
6 La organización posee una matriz de riesgos frente a la vulnerabilidad de la inclusión y la discriminación
7 La organización promueve comportamientos éticos para evitar la violación de derechos humanos
8 La organización dispone de herramientas de negociación para solucionar conflictos o reclamaciones con sus grupos de interés
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9 La organización promueve proyectos con personas o grupos vulnerables
10 La organización cuenta con un manual o protocolo que apoye a sus colaboradores para evitar el acoso
11 La organización respeta los derechos de la comunidad de su área de influencia
12 La organización tiene una política declarada para prevenir el trabajo infantil
Prácticas laborales
13 La organización promueve equidad en su interior asegurando que todos sus colaboradores tengan las mismas oportunidades
14 La organización se preocupa por la calidad de vida de sus colaboradores y procura condiciones de trabajo dignas
15 La organización cuenta con mecanismos de participación para sus colaboradores y fomento de relaciones horizontales
16 La organización cuenta con mecanismos de comunicación interna y externa
17 La organización cuenta con un programa de capacitación y formación para sus colaboradores
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Plan estratégico de comunicación
18 La organización cuenta con una plataforma de medios internos
19 La organización mide el impacto y utilización de los medios internos de comunicación
20 La organización cuenta con una política de comunicación definida y socializada entre sus colaboradores
21 La organización tiene definido un lenguaje único coherente y socializado entre sus colaboradores
Equidad de género
22 La organización promueve redes y relaciones con otros grupos feministas
23 La organización tiene una postura clara y definida frente a lo que para la misma significa feminismo
24 La organización promueve el conocimiento a su interior de las diferentes formas de violencia contra la mujer
25 La organización trabaja para concientizar a otros grupos de interés sobre la importancia frente a la defensa de los derechos de la mujer
26 La organización promueve equidad de género en sus acciones cotidianas internas y externas
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Asuntos con sus públicos externos
27 La organización cuenta con un plan de mercadeo con información completa, clara y respetuosa de su objeto social y campo de acción
28 La organización informa a sus públicos de interés sobre sus actividades, logros y planes futuros de manera clara y oportuna
29 La organización se preocupa por entregar un trabajo de alta calidad que impacte favorablemente a sus públicos de interés
30 La organización desarrolla mecanismos claros para atender inquietudes, quejas y reclamos de sus públicos externos
31 La organización cuenta con mecanismos claros alineados a la ley para el tratamiento, obtención, uso y protección de la información de sus públicos de interés
32 La organización cuenta con mecanismos de seguimiento y control, política anticorrupción y antisoborno
33 La organización valida la veracidad y claridad de la información que publica hacia sus públicos tanto internos como externos
Medios internos y externos de comunicación y Cultura organizacional
34 La organización tiene mecanismos de consulta con sus públicos de interés en las áreas de influencia
35 La organización se preocupa y propicia acciones para educar a las comunidades donde tiene su área de influencia
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36 La organización se preocupa por generar empleo en su área de influencia utilizando mano de obra local
37 La organización utiliza los medios virtuales de forma segura y promueve que sus públicos de interés accedan a los mismos
38 La organización participa en actividades de otras organizaciones feministas
39 La organización promueve hábitos y estilos de vida saludables en las comunidades de influencia
40 La organización promueve un lenguaje sencillo y propositivo tanto en sus públicos internos como externos
