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Estrategias para una terapéutica integral y resolutiva En México los problemas de salud van desde enfermedades crónico- degenerativas hasta enfermedades infecciosas propias del tercer mundo. La presencia de enfermedades crónico-degenerativas son provocadas por un sistema económico ineficiente que obliga a llevar a las diferentes clases trabajadoras a una vida llena de factores de riesgos como son el estrés, sedentarismo, alimentación inadecuada, transporte en forma manual de objetos pesados, ejecución de movimientos peligrosos desencadenando padecimientos como hipertensión, obesidad, diabetes, cáncer, artritis reumatoide y muchas otras más. Estos mismos factores de riesgo pueden desencadenar enfermedades agudas no infecciosas como por ejemplo infartos a miocardio. Por otro lado tenemos las enfermedades infecciosas que son más comunes en aquellas personas que están expuestas a malas condiciones higiénicas como quienes consumen alimentos en puestos de la calle sin cuidado de la higiene a la hora de preparar los alimentos o en sitios donde es común que se produzcan encharcamientos o donde es común la presencia de animales callejeros. Todas estas problemáticas exigen que se tomen principalmente dos medidas: curar a los que ya están enfermos o controlarlos y más importante prevenir a los que están sanos y a aquellos que tienen un alto riesgo de padecer cierta patología. La curación y control de personas enfermas requiere de un equipo multidisciplinario de personal de la salud altamente capacitado e instruido tanto científica, clínica y moralmente para dar un tratamiento integral adecuado a quienes sufren un padecimiento. Más importante es la prevención y esta se logrará nada más si se puede provocar en la población en general un cambio de actitud y a su vez un cambio radical en el sistema económico y de gobierno. El cambio de actitud deberá basarse en que la población sea consciente de que una mala alimentación y el sedentarismo provocan obesidad, diabetes, hipertensión, y puede desembocar en un infarto al miocardio provocando la muerte. También es necesario educar a

Estrategías para una terapeutica integral y resolutiva

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Estrategias para una terapéutica integral y resolutiva

En México los problemas de salud van desde enfermedades crónico-degenerativas hasta enfermedades infecciosas propias del tercer mundo.

La presencia de enfermedades crónico-degenerativas son provocadas por un sistema económico ineficiente que obliga a llevar a las diferentes clases trabajadoras a una vida llena de factores de riesgos como son el estrés, sedentarismo, alimentación inadecuada, transporte en forma manual de objetos pesados, ejecución de movimientos peligrosos desencadenando padecimientos como hipertensión, obesidad, diabetes, cáncer, artritis reumatoide y muchas otras más. Estos mismos factores de riesgo pueden desencadenar enfermedades agudas no infecciosas como por ejemplo infartos a miocardio. Por otro lado tenemos las enfermedades infecciosas que son más comunes en aquellas personas que están expuestas a malas condiciones higiénicas como quienes consumen alimentos en puestos de la calle sin cuidado de la higiene a la hora de preparar los alimentos o en sitios donde es común que se produzcan encharcamientos o donde es común la presencia de animales callejeros.

Todas estas problemáticas exigen que se tomen principalmente dos medidas: curar a los que ya están enfermos o controlarlos y más importante prevenir a los que están sanos y a aquellos que tienen un alto riesgo de padecer cierta patología.

La curación y control de personas enfermas requiere de un equipo multidisciplinario de personal de la salud altamente capacitado e instruido tanto científica, clínica y moralmente para dar un tratamiento integral adecuado a quienes sufren un padecimiento. Más importante es la prevención y esta se logrará nada más si se puede provocar en la población en general un cambio de actitud y a su vez un cambio radical en el sistema económico y de gobierno. El cambio de actitud deberá basarse en que la población sea consciente de que una mala alimentación y el sedentarismo provocan obesidad, diabetes, hipertensión, y puede desembocar en un infarto al miocardio provocando la muerte. También es necesario educar a la población en las implicaciones de la carga hereditaria de las enfermedades para que quienes tengan mayor disposición a ciertas enfermedades tengan mayores precauciones. No menos importante es la educación para una conciencia social en la que las personas comiencen a realizar sus actos para el bien propio y el de los demás, por ejemplo aquellas madres o padres que fuman en presencia de niños chicos o aquellos comerciantes imprudentes que le venden cigarros y alcohol a niños menores de edad (incluso desde los 13 años). Las enfermedades infecciosas se pueden prevenir consumiendo alimentos que tengan un adecuado manejo higiénico tanto de quién lo prepara como del que lo consumen. Si la persona está en contacto con animales mantener a estos vacunados y desparasitados (Y también a las personas). Eliminar cualquier posible foco de infección como son las acumulaciones de agua en general.

Como ya he mencionado, gran parte de la prevención radica en la actitud de la propia población, pero otro porcentaje, igual importante, se debe realizar desde los sectores más poderosos de la población. Es decir, mientras siga existiendo pobreza en la que los padres de familia deban

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trabajar dos jornadas laborales de 8 horas cada una, mientras los precios de la canasta básica y del transporte público siga incrementando y el salario mínimo siga igual de insuficiente, las personas no podrán modificar sus conductas de riesgos evitando así que se consiga a una población saludable. Desde otro punto de vista, unos niños que crecen sin la presencia de sus padres y que la contrario crecen expuestos a un ambiente peligroso, invariablemente desarrollaran conductas de riesgo no sólo de salud si no sociales provocando así un círculo vicioso. La arquitectura de las calles y la falta de la misma en muchos sectores propicia que durante la temporada de lluvias las calles se encharquen produciendo así un foco infeccioso muy grande y generalizado en toda la ciudad. La falta de seguridad en muchos sectores de la ciudad imposibilita a que los niños realicen actividad física en compañía de otros niños en los espacios públicos de su colonia obligándolos a trasladarse a centros especializados que se encuentran lejos de sus colonias y generando más gastos. El sistema de educación y las muchas exigencias de los estudios universitarios así como la mala repartición de los horarios de los mismos no permite que los alumnos realicen ni siquiera el mínimo de actividad física recomendado por la OMS ni la posibilidad de consumir alimentos de buena calidad nutricional.

Por esto y más, las estrategias necesarias para el cambio de actitud poblacional requieren de un equipo de primer contacto y altamente capacitado para poder llevar a todos los sectores de la población una educación continua acerca de las medidas preventivas. Propongo crear talleres permanentes con la adecuada divulgación de los mismos para motivar a las personas a asistir y tener una participación cada vez más activa. De la misma manera hay que concientizar a las personas de la importancia de la participación política y de la vigilancia de los funcionarios públicos para poder exigir más responsabilidad a la hora de llevar a cabo cualquier acción con el dinero público y orientar las mismas al desarrollo económico y en materia de salud haciendo énfasis en los puntos antes mencionados y en cualquiera que pudiera estar ausente por desconsideración involuntaria del autor.