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Alteridades ISSN: 0188-7017 [email protected] Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa México Patiño López, María Eugenia Movimientos laicos católicos en Aguascalientes: un estudio de caso Alteridades, vol. 16, núm. 32, julio-diciembre, 2006, pp. 57-68 Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa Distrito Federal, México Available in: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74703205 How to cite Complete issue More information about this article Journal's homepage in redalyc.org Scientific Information System Network of Scientific Journals from Latin America, the Caribbean, Spain and Portugal Non-profit academic project, developed under the open access initiative

Estudio de caso investigacion cualitativa

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INvestigacion cualitativaEstudio de caso

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  • AlteridadesISSN: [email protected] Autnoma Metropolitana UnidadIztapalapaMxico

    Patio Lpez, Mara EugeniaMovimientos laicos catlicos en Aguascalientes: un estudio de caso

    Alteridades, vol. 16, nm. 32, julio-diciembre, 2006, pp. 57-68Universidad Autnoma Metropolitana Unidad Iztapalapa

    Distrito Federal, Mxico

    Available in: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74703205

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  • ALTERIDADES, 200616 (32): Pgs. 57-68

    Movimientos laicos catlicos en Aguascalientes:un estudio de caso*

    MARA EUGENIA PATIO LPEZ**

    AbstractLAY CATHOLIC MOVEMENTS IN AGUASCALIENTES: A CASE STUDY.This article aims to describe the pastoral work carriedout by some lay catholic associations and movementsas well as to analyze the effects on their doctrinal teach-ings in regards to the construction of the world view andthe daily interactions of Aguascalientes societys mem-bers.Key words: lay catholic associations and movements,everyday life

    E

    ResumenEl artculo describe el trabajo pastoral realizado en laciudad de Aguascalientes por los laicos catlicos organi-zados en asociaciones y movimientos en el interior dela Iglesia. Asimismo, analiza las repercusiones que estetrabajo tiene sobre la sociedad, pues se trata de gruposque son a la vez receptores y emisores de planteamien-tos doctrinales utilizados en la manera de percibir yconstruir el mundo cotidianamente.Palabras clave: asociaciones y movimientos laicalescatlicos, vida cotidiana

    l presente artculo trata sobre la relacin entre la religin y la vida cotidiana y de cmo la religiosidadse manifiesta en las creencias y prcticas de las personas. La investigacin se llev a cabo en la ciudad de

    Aguascalientes, la cual registra importantes indicadores de industrializacin, urbanizacin y acceso a la edu-cacin; de hecho, se le ubica como el tercer lugar nacional en ndice de calidad de vida, y, al mismo tiempo, convivecon una amplia y arraigada cultura religiosa catlica.

    Aguascalientes, igual que muchas otras entidades en el pas, ha logrado desarrollar una estructura en la queestos elementos coexisten pacfica y funcionalmente, ya que desde las trincheras de la religin se conformanredes sociales que actan en otros contextos. Como lo ha hecho notar Blancarte (1992: 57-58):

    En el caso mexicano, desde nuestro punto de vista, tendramos que hablar de una religiosidad enmarcada por un proceso

    acelerado de modernizacin, es decir, con profundas transformaciones en lo que Peter Berger seala como los sistemas

    simblicos integradores de la sociedad.

    Por su parte, Parker (1993: 154) define a esta cualidad como alternativa hemiderna, ya que posee las si-guientes caractersticas:

    * Artculo recibido el 14/01/05 y aceptado el 21/06/06. Sntesis de la tesis doctoral defendida dentro del Programa de Docto-rado en Ciencias Antropolgicas de la Universidad Autnoma Metropolitana-Iztapalapa. El texto con algunas modificacionesse edit como Religin y vida cotidiana. Los laicos catlicos en Aguascalientes (vase Patio, 2005).

    ** Departamento de Sociologa y Antropologa, edificio 6, cubculo 15, Universidad Autnoma de Aguascalientes. Av. Universi-dad 940, 20100, Aguascalientes, Ags. [email protected]

  • Movimientos laicos catlicos en Aguascalientes

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    Capacidad creativa que rearticula signos, ritos, smbolos

    y creencias para revitalizarlas en el seno de una cultura

    que sigue su curso modernizante. Es una tradicin viva que

    retroalimenta y actualiza lo viejo en modelos distintos de re-

    presentacin cultural y religiosa en varios sentidos:

    a) De las relaciones del hombre con la naturaleza

    b) De las relaciones sociales

    c) Articulaciones lgicas que caracterizan a la mentali-

    dad popular.

    El objetivo de esta investigacin fue analizar a laciudad de Aguascalientes a partir de la religin, enten-dida esta ltima en un sentido amplio, intentando des-cribir y comprender cmo se relaciona con otros mbi-tos que le dan sentido a la vida cotidiana, en dos vas:

    a) Como referente importante para la vida diaria entemas trascendentes como la familia, la educa-cin o la poltica, entre otros.

    b) Como una forma de socializacin en los diversosestratos sociales, lo cual, a su vez, permite gene-rar relaciones matrimonios, negocios, alianzas,redes y contactos sociales que van ms all delo meramente confesional.

    Lo anterior, tomando en cuenta matices importan-tes en el modo de reinterpretar las posturas tradicio-nales de la Iglesia catlica por ejemplo, la disminucindel promedio de hijos por familia, que se modific desiete en la dcada de los sesenta hasta llegar a 2.6 (Gon-zlez, 1992: 37), cifra que se mantiene sin alteracionessignificativas en la actualidad (2.3) (INEGI, 2006).

    Para alcanzar el objetivo planteado, se determintrabajar con base en la visin de los actores involucra-dos, para lo cual se eligi a laicos catlicos,1 quienes:

    a) Pertenecen a un mismo estrato socioeconmicoy por ello comparten tanto aspectos de su cotidia-nidad como el tipo de problemas que enfrentany, desde diferentes escenarios, coinciden en losdistintos grupos sociales.

    b) Por participar en las diversas asociaciones ymovimientos, se podan integrar como una pobla-cin de control, con la que, adems, se accederasin mediaciones a planteamientos ideolgicos,estrategias, creencias y prcticas.

    El trabajo que realizan estos laicos favoreci acer-carse a las prcticas de otros catlicos que no tienen

    una relacin tan formal con la institucin religiosa,sino que slo participan en algunas de sus actividades.Por lo tanto, el acento fue puesto en el variado y conti-nuo trabajo de los numerosos grupos laicos catlicosexistentes en la ciudad. As, se tuvo contacto con unamultiplicidad de interpretaciones de los conceptos ge-nerales del catolicismo que, al mismo tiempo, generanprincipios y valores con sentido social y subjetivo.

    Los enfoques tericos tomados como base fueronaquellos que ubican a la Iglesia como transversal (Dela Torre, 1998) y con la capacidad de producir diversasconstrucciones de la realidad (Berger y Luckmann,1997), pero conservando la tradicin catlica y constru-yendo una alternativa distinta capaz de conjuntar eldesarrollo econmico y las concepciones culturales(Parker, 1993).

    Hoy en da, el campo religioso se presenta como unmercado de bienes de salvacin (Berger y Luckmann,1997: 221); es decir, el proceso de secularizacin hatenido un efecto positivo, pues ha diversificado la ofer-ta de religiones y ha obligado a stas a modificar y di-versificar las estrategias.

    En el caso de la Iglesia catlica, la mayor parte deestos intentos por vincular a sus miembros ha recado,desde hace varias dcadas, en el trabajo que llevan acabo los laicos, principalmente a travs de sus asocia-ciones. Esta situacin ha originado que, en cierta me-dida, stos tengan un papel protagnico en la actua-lidad, y que hayan obtenido una independencia relativa,de la cual no gozaban, dado que la produccin, lapresentacin y la venta de los modelos de significadoltimo estn determinadas por las preferencias de losconsumidores, y los productores deben estar atentos alas necesidades y requerimientos de los individuos au-tnomos y de su existencia en la esfera privada.(Luckmann, 1973: 115).

    Mtodo y seleccin de la muestra

    Para elegir la muestra con la cual se trabaj, se obtu-vieron datos del padrn de las asociaciones y los movi-mientos diocesanos, el cual registra un total de 50 agru-paciones; despus se visitaron todas ellas y se ubicaronalgunas caractersticas que permitieron ordenarlassegn su lugar de origen, tiempo de haber sido funda-das y de funcionar en la ciudad, fines, objetivos, activi-dades, intervencin social, creencias, sexo y edades desus miembros, entre otras. Se seleccionaron cuatro

    1 Se utilizar el trmino laico en el sentido que tiene para la Iglesia catlica: todo aquel bautizado no consagrado. Esto es,no tiene votos en cualquiera de sus variantes (sacerdote, monja, religioso, etctera).

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    asociaciones que mostraran un panorama ms general.Un factor definitivo para esta eleccin fue el corte his-trico que supuso el Concilio Vaticano II, pues nume-rosos estudios indicaban un cambio importante en laactividad eclesial a partir de l (De la Torre, 1998; Pa-dilla Rangel, 2001; Blancarte, 1992; Ceballos y Romero,1992). Dos de las asociaciones escogidas se fundaronantes del Concilio y dos son posteriores. Otros elemen-tos decisivos fueron su presencia en la sociedad aguas-calentense as como la diversidad de actividades, edadesy gnero de sus destinatarios y miembros; cabe aclararque hubo una especial inclinacin por aquellas agrupa-ciones cuya presencia fuera referente del trabajo laical.

    El mtodo utilizado fue el etnogrfico (cualitativo).Al elegir la muestra, se realizaron estudios de caso,pues haba inters en profundizar en las particulari-dades y con ello distinguir semejanzas y diferencias queayudaran a definir procesos. Las agrupaciones selec-cionadas fueron: Asociacin Nacional pro SuperacinPersonal, A. C. (ANSPAC), Cristo Ilusin Juvenil que nosUne a Nuestros Padres (Crijunupa), Movimiento Fa-miliar Cristiano (MFC) y Peregrinaciones Organizadasde Aguascalientes. Las etnografas fueron complemen-tadas con entrevistas a los lderes actuales y fundadoresde cada asociacin. Tambin se consultaron textos ge-nerados por cada agrupacin con fines de divulgacino reglamentacin, boletines de la Pastoral de LaicosDiocesana y el Correo Diocesano, rgano de difusin dela dicesis, as como documentos resguardados en elArchivo de la Dicesis de Aguascalientes.

    Una aproximacin a la culturareligiosa aguascalentense

    Para comprender el contexto en el cual se desarrolla eltrabajo laical, se ofrecen a continuacin datos de la En-cuesta Estatal de Valores,2 lo que permite involucrar-se en la percepcin sobre algunos temas religiosos en laentidad.

    Del total de la muestra, 93.4% se considera catlicoy slo 1.9% pertenece a otra Iglesia. A la pregunta In-dependientemente de si va o no a la iglesia, usted diraque es una persona religiosa?, 88.1% respondi s y10.1% no. Por otro lado, 19.4% dijo participar msde una vez por semana en los servicios religiosos, 36.6%una vez por semana y 21% una vez por mes, que equi-valen a 77% del total, lo cual nos da idea de una po-

    blacin an muy cercana a los actos rituales. Con baseen los datos sobre una mayora catlica, podemos in-ferir una cuantiosa afluencia a las misas dominicales,que es uno de los hbitos ms arraigados.

    En cuanto a Qu tan importante es en su vida lareligin?, 71.9% respondi muy importante y 21.5%algo importante. Es decir, 93.4% considera a la reli-gin una parte importante de su vida. Al cuestionar-los acerca de su participacin en alguna organizacinreligiosa, cultural, poltica, de derechos humanos, am-bientalista, de profesionistas, deportiva, de trabajo conjvenes, algn sindicato u organizacin no guberna-mental, resalta que sta no es muy significativa en nin-gn caso. De hecho, el mayor ndice lo registran las agru-paciones de corte religioso (12.8%), nicamente seguidaspor las deportivas (9.6%).

    A la pregunta Cunta confianza le tiene a la Igle-sia?, 62.3% dijo tenerle mucha y 26.3% algo, lo queda un acumulado de 88.6%, cifra bastante considera-ble, pues slo le sigue el movimiento de proteccin am-biental con 65.4%. Otro dato interesante lo constituyela forma en la cual las personas ven los mbitos en losque la Iglesia ofrece un respaldo importante. Por ejem-plo, 81% opina que las Iglesias en Mxico ayudan a losindividuos en sus necesidades espirituales; 68.5% creeque apoyan a la gente en sus conflictos familiares, ynicamente 35.6% dice que responden a los problemassociales. Esto parece indicar que las personas de estamuestra tienen definidos con claridad los lmites de laintervencin social de estas instituciones.

    La encuesta tambin ofrece una serie de datos rela-tivos a diversos temas religiosos: 63% cree que el in-fierno existe, 72.1% opina que hay vida despus de lamuerte, 92.8% considera que las personas tienen alma,89.2% piensa que el cielo existe, 98.2% cree en Dios y91.7% encuentra fuerza y paz en su religin. Por suparte, 56% dice rezar diariamente; 18.6% lo hace msde una vez por semana y 12.7% una vez por semana,por lo que 87.3% del total de la muestra mantiene enla oracin un nexo significativo con la religin.

    Cuando las preferencias religiosas se trasladan aesferas ms seculares como Sera mejor para Mxicoque hubiera un mayor nmero de gobernantes confuertes creencias religiosas?, a la respuesta totalmen-te de acuerdo se adhiere 19.7% y de acuerdo 36.2%,en total 55.9%, cifra no desdeable, pues permite es-pecular sobre algunas posibles razones en el momentode la eleccin para cargos populares.3

    2 Encuesta Estatal de Valores 2000, Oficina de la Coordinacin de Asesores del Gobierno del Estado de Aguascalientes, reali-zada por Consulta Mitofsky.

    3 Recurdese que el Partido Accin Nacional (PAN) gobierna desde hace siete aos el estado; y la Presidencia Municipal deAguascalientes, a la cual pertenece 75% de la poblacin estatal, ha sido dirigida por este partido desde hace una dcada.

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    Puesto que provienen de una muestra representa-tiva, los datos anteriores posibilitan identificar tenden-cias en la sociedad aguascalentense en cuanto a laformacin de valores y al lugar que la religin ocupadentro de su construccin del mundo. As podemosentender el xito de las asociaciones de laicos en la ciu-dad y la convocatoria que stas tienen en las actividadesque se ofrecen a todo pblico, como es el caso del rosa-rio viviente, organizado cada ao por la asociacin de-nominada Apostolado de Mara en la Iglesia Domstica,que atrae alrededor de 10 000 personas a la Plaza deToros, adems de quienes lo ven por la televisin local.

    Las asociaciones y movimientosen Aguascalientes

    En las dcadas de los ochenta y noventa, las asociacio-nes de laicos en Aguascalientes se caracterizaban por:

    a) Replantear los fines y las acciones pastorales delas asociaciones y movimientos anteriores alConcilio Vaticano II.

    b) Adoptar matices ms pragmticos y menos asis-tencialistas.

    c) Mantener, en la mayora de los casos, indepen-dencia de la jerarqua eclesistica e informarparcialmente a sus asesores eclesisticos.

    d) Sostener un esquema de trabajo transparroquial,es decir, ya no depender de la parroquia pararealizar su trabajo. Si se les prestaba un lugardentro de este espacio fsico, laboraban en l,pero en caso de conflicto, se retiraban y buscabanotro sitio. Varias asociaciones optaron por notrabajar en parroquias sino en empresas, comer-cios y fbricas. Otros cumplan su apostolado decasa en casa, sin necesidad de pertenecer a unaparroquia. Esto cambia notablemente la llama-da pastoral territorial por una pastoral funcional,pero sobre todo establece una menor dependen-cia hacia la jerarqua.

    e) Ser dinmicos y apoyar la formacin; no se exi-ga un estricto apego a la asociacin de maneraformal, pues se prefera la evangelizacin dems gente a la permanencia continua de pocas.

    f) Estar divididas por sexo, edad o condicin civil,con el fin de trabajar con mayor proximidad entres. A pesar de que la tradicional Accin Catlicatambin integraba este tipo de grupos, al finaltodos pertenecan a una misma organizacin, loque la volva muy grande, burocrtica y com-pleja. En la actualidad, aunque los grupos pue-den dividirse, son ms pequeos, sus preocupa-

    ciones son similares y se constituyen con baseen objetivos mucho ms claros y definidos.

    g) Hacer voz pblica, pues antes su trabajo era mssubterrneo y cuidadoso con las formas. Sinembargo, las importantes modificaciones al ar-tculo 130 y los cambios en el poder estatal haciaun partido conservador abrieron los espaciosadecuados para una presentacin pblica.

    No obstante, aunque estas asociaciones ya dieronel salto cualitativo, an no se presentan abiertamentecomo catlicas, sino como agrupaciones de ciudadanospreocupados por la sociedad de la cual forman parte.Ms all de las apreciaciones que stas tienen sobreciertos temas, llama la atencin su modo de trabajar:crean redes que se ocupan de la reproduccin de es-quemas de valores en espacios esenciales, por ejemplolos programas de Escuelas para Padres que funcionanen gran nmero de escuelas primarias y secundarias

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    estatales ayudando a reflexionar sobre la educacinfamiliar, y la capacitacin en reas bsicas de asistenciapblica, como el DIF (Desarrollo Integral de la Familia)que brinda en sus programas plticas mensuales acer-ca de valores en las comunidades para las que trabaja.

    Las asociaciones de laicoscomo organizaciones intermediasy colaboradoras en la formacin del sentido

    Las asociaciones de laicos cumplen con el doble papelde ser, simultneamente, cuerpos especializados deconocimiento que permiten la legitimacin del mundo,y constructores del mundo social (Berger y Luckmann,1968). Lo que me interesa destacar es la colaboracinde estas agrupaciones, en particular aquellas centradasen la formacin, como cuerpos especializados de cono-cimiento, pero lo hago en un sentido distinto al que leconfiere Berger, quien propone este concepto para losagentes que generan conocimiento de manera aisladao entre colegas, como los telogos. Pero falta una figuraintermedia, la cual pienso que cumplen estas asociacio-nes, pues tambin producen conocimiento especializa-do, al reinterpretar aquellos conceptos generados des-de la Iglesia, pero que no son explicados en su aspectoms cotidiano y que son las mayores preocupacionesde los fieles en su vida diaria.

    Los datos emanados del trabajo de campo permitie-ron visualizar a los miembros de estas agrupacionescomo poseedores de autoridad y legitimidad, las cua-les adquieren al pertenecer a un grupo laico que cuen-ta con la anuencia del aparato eclesistico (obispo y sa-cerdotes). Sin embargo, un rasgo que contribuye a queesta autoridad se establezca de forma adecuada es lajerarquizacin interna de los grupos y su relacin conlos asistentes, que aparece en todos los casos estudiados.

    As, nos encontramos con asociaciones que, al re-interpretar las normas, los dogmas y los documentoseclesisticos, cumplen un papel muy importante deacercamiento con la gente comn y corriente que, sibien se denomina catlica, no est al tanto ni preocu-pada por cuestionamientos dogmticos. Sus preocupa-ciones ms inmediatas estn en la esfera de lo cotidia-no; en sus acciones y en las repercusiones que staspueden tener en el plano espiritual. En otras palabras,qu se permite?, qu no puedo hacer?, cmo deboreaccionar ante ciertas circunstancias?, etctera. Esdecir, visualizar los lmites y contar con una referenciapara trasladar sus creencias y sus prcticas, as comoencontrar consuelo o soluciones a asuntos de la vidapersonal y familiar. El trabajo de campo permitiubicar estas preocupaciones en mbitos muy cotidia-

    nos, por ejemplo la manera decente de vestir, la formaadecuada de comportarse con los maridos, permitir ono los matrimonios no eclesisticos, cmo conducirsecon los hijos en casa, el tipo de valores que se les debefomentar y ensear, etctera.

    Otra particularidad de estas asociaciones de laicoscatlicos, que les otorga esta flexibilidad y adaptabi-lidad, es la divisin por sexo, edad y, en algunos casos,estado civil, pues esto contribuye a un acercamientoque enfatiza ms las similitudes que las diferencias.De hecho, las sesiones pueden derivar en una serie decomentarios relativos a experiencias personales sobrealgn tema, lo cual facilita la construccin de realidadeso la aprehensin de ellas a partir de esquemas preesta-blecidos por las agrupaciones, lo que puede modificarel planteamiento inicial del problema.

    La legitimacin toma un papel esencial dentro delas acciones y los discursos de las asociaciones, ya quepor medio de la formacin que stas ofrecen se mantie-ne, y se le da vigencia a las instituciones y a la cosmo-visin generada por ellas. Berger (1971) propone unesquema para analizar los diversos niveles de legitima-cin. El primero es el preterico, en el cual se encuen-tran afirmaciones sencillas y tradicionales del tipo ases como se hacen las cosas; el segundo es un nivelincipientemente terico, en el que la legitimidad tomaforma de proverbios y refranes; el tercero tiene que vercon las legitimaciones explcitamente tericas, por lasque sectores especficos del orden social son explicadosy justificados a travs de cuerpos especializados de co-nocimiento; y, por ltimo, existen las grandes construc-ciones tericas por las que el nomos de una sociedadresulta legitimado en su conjunto.

    Con base en las categoras anteriores, el trabajodesarrollado y planteado por las asociaciones estaraenmarcado dentro de una posicin intermedia entrelas dos primeras y la tercera. Estos grupos, cada unoa su modo, colaboran desde distintas perspectivas, yaque muestran los conocimientos generados por un cuer-po de especialistas, as como los valores y las normas;es decir, la visin del mundo que proponen permite,culturalmente hablando, legitimar las instituciones ylas conductas por ellas reguladas. Esto equivale, a fi-nal de cuentas y en palabras de Berger, a la conser-vacin del mundo.

    Es por ello que en el desarrollo de las sesiones deestas agrupaciones hay una total dependencia de losmanuales de trabajo. Lo anterior sin olvidar que, en cier-tos casos, se recurre al asesor en turno para prepararalgunos temas que son parte de la formacin bsicay que se incluyen en los manuales. No obstante, me-rece mencin aparte la agrupacin PeregrinacionesOrganizadas de Aguascalientes, la cual, a partir de un

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    conocimiento bsico y poco instruido en documentoseclesisticos, se norma de acuerdo con sus propios cri-terios, sin importarle demasiado lo que el asesor diga,llegando incluso a tener fuertes diferencias con l.

    Otro elemento til para el buen desarrollo de lasactividades de las asociaciones es el uso del lenguajey del discurso, ya que ste se presenta como unafacticidad externa a s misma y su efecto es coercitivo,por lo que obliga a adaptarse a sus reglas (Berger yLuckmann, 1968: 57). Las agrupaciones objeto de lapresente investigacin poseen esta cualidad. Los temasque abordan y el lenguaje accesible que utilizan lessirven para objetivar una gran variedad de experienciasque forman parte de la vida cotidiana. En otro sentido,el lenguaje tambin es til para tipificar experienciaspersonales, lo que a su vez ayuda a incluirlas en cate-goras amplias, cuyos trminos adquieren significadopara los asistentes. No menos importante es que vuel-ve annimas esas experiencias, porque la experienciatipificada puede ser repetida por cualquiera que estdentro de la categora en cuestin. Retomando a Ber-ger y Luckmann (1968: 59), el lenguaje es capaz dehacer presente una diversidad de objetos que se ha-llan ausentes espacial, temporal y socialmente delaqu y el ahora, por lo que una enorme acumulacinde experiencias y significados pueden llegar a obje-tivarse.

    Los estudios de caso hacen posible reflexionar so-bre una Iglesia contempornea que, si bien se sigueviendo de forma vertical, depende cada vez ms deltrabajo realizado transversalmente, labor que desarro-llan de manera primordial las asociaciones de laicos,quienes, mediante su trabajo pastoral, hacen accesible,entendible y con sentido, para ese grupo en especfico,los conocimientos generados en la jerarqua.

    Por otro lado, parece que la lucha por permanecerde la Iglesia contempornea no presenta cambios sig-nificativos: la familia, y la educacin catlica como sucolaboradora, sigue siendo su bastin principal, por locual no sorprende que le dirija sus discursos y encclicasms importantes. Esto forma parte de lo que la Iglesiadenomina cultura de la vida, claramente opuesta aaquellas prcticas que atentan contra ella (el aborto,la contracepcin, la drogadiccin, el homosexualismo,entre otros temas defendidos tradicionalmente por elVaticano), conocidas como cultura de la muerte.

    En trminos ideolgicos y prcticos, esto planteauna preocupacin fundamental por la socializacinprimaria, orientada desde la familia; de all su insisten-cia en el papel de la mujer como madre-esposa, y en suvisin de lo que debe ser un matrimonio y, en conse-cuencia, la familia. Esta etapa se considera bsica enla vida personal y social, por lo que es necesario cui-

    darla y mantenerla acorde con la imagen del mundopropuesta por la institucin religiosa.

    Esta fase se ve consolidada con el trabajo llevado acabo por las asociaciones en el campo de la socializacinsecundaria, ya que sus actividades, con mayor o me-nor xito, enfocan sus esfuerzos en la formacin dedistintas maneras. Como podemos observar, los temasno han cambiado; las novedades se perciben en lasestrategias de trabajo y en la delegacin de estas ta-reas a otros agentes que, al reinterpretar, no siempresiguen los lineamientos oficiales.

    En el esquema anterior se plantea de manera sint-tica que, a final de cuentas, desde diversas trincheras,aparentemente alejadas unas de las otras, el objetivoltimo de todas ellas es la familia. Ya sea en su inte-gracin por medio de las mujeres, de los jvenes, de losmatrimonios, del rezo del rosario en familia o de lasperegrinaciones, en todos los casos se define a la fami-lia como el lugar privilegiado del laico, a quien hay quedefender desde todos los mbitos posibles, pues deellos depende la existencia de buenos o malos catlicos.

    Educacin

    Familia

    Cultura de la vida Cultura de la muerte

    ANSPAC Movimiento FamiliarCristiano

    Dirigente

    Asistente

    Crijunupa

    Peregrinaciones Organizadasde Aguascalientes

    DirigenteAsistente

    DirigenteAsistente

    Clase social a la que pertenecendirigentes y asistentes

    Dirigentes

    Asistentes

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    En el esquema anterior, la Iglesia catlica es, encuanto institucin, la encargada de presentar su con-cepcin sobre lo que debe ser la familia y, como deri-vacin, la sociedad en su conjunto. Los destinatariosde esta enseanza son los fieles catlicos. Los ayudantesson, en sus diversos planos de accin y de manera na-tural, las agrupaciones laicas. Los oponentes que de-ben combatirse son el conjunto de males sociales eindividuales denominados cultura de la muerte (comola pornografa, los suicidios, el egosmo, la drogadiccin,etctera). A continuacin se presentan los esquemascorrespondientes a cada una de las asociaciones estu-diadas, con la intencin de sintetizar algunas caracte-rsticas de su funcionamiento y objetivos.

    La figura anterior se refiere a la clase social a la quepertenecen tanto los coordinadores como los miembrosde las asociaciones, en las cuales se presentan diversasconfiguraciones, por ejemplo, las agrupaciones quetrabajan con una clase social distinta y se percibencomo una pirmide a cuya base deben llegar los cono-cimientos (modelo propuesto y seguido por ANSPAC);tambin existen, cada vez ms, aquellas que laborancon su misma clase social, ste es el caso del MovimientoFamiliar Cristiano y de Crijunupa, quienes trabajanprimordialmente con la clase media. PeregrinacionesOrganizadas de Aguascalientes tambin comparte estecriterio, slo que realiza su labor sobre todo en el es-trato bajo.

    Un elemento comn en las cuatro agrupaciones es-tudiadas es la organizacin y la autoridad jerrquicaentre dirigentes y dirigidos. Otro punto interesante esla similitud de edades y gneros, y, en ocasiones, deestado civil, que cada vez es ms frecuente en las aso-ciaciones ms exitosas.

    Modelo actancial

    El modelo actancial utilizado a continuacin ayuda arepresentar la forma en que trabajan los actores impli-cados en las asociaciones y los movimientos. La pro-puesta est basada en Genaro Zalpa (1996: 177), quienhace algunas modificaciones al modelo de GimnezMontiel.

    Se eligi esta opcin porque permite analizar demanera detallada y sintctica los elementos que entranen juego al momento de elaborar las visiones del mun-do que cada una de estas agrupaciones promueve.

    Los esquemas a travs de los cuales se analiza cadaasociacin son una construccin propia elaborada conla informacin recabada en el trabajo de campo.

    Iglesia catlica

    Asociaciones y movimientos

    Iglesia catlica Familia CreyentesLaicos catlicos Sociedad

    Cultura de la muerte

    Esquema general

    Ayudante

    Definidor S C S V C Destinatario

    S V C S C

    Oponente

    ANSPAC

    Perdn a Dios. Fe. OracinCumplir adecuadamente con el papel de madre-esposa

    ANSPAC Familia Mujeres casadas de zonas marginadas

    Trabajo fuera del hogarInfidelidad / Celos / Consumismo

    La ANSPAC plantea que la mejor manera de servir aDios es haciendo lo que a cada uno corresponde en sufamilia. Para las mujeres casadas esto implica unaadecuada aceptacin de los roles de madres y esposas,por ello suelen enfatizarlos como una bendicin que seles ha conferido; ellas son las depositarias de la en-seanza de los buenos valores, que slo pueden serinculcados desde temprana edad y en el seno familiar,por lo que trabajar fuera del hogar aminora tanto lacantidad como la calidad de tiempo que debe destinar-se al cuidado de los hijos y del marido. El trabajo de lamujer suele considerarse un producto exclusivo dela necesidad econmica; no obstante, tambin se creeque cuando la mujer gana dinero por su cuenta co-mienza a generar ideas de superioridad en relacincon su esposo, lo que atrae, de manera necesaria, con-flictos dentro del matrimonio. Adems, se piensa queestas entradas de dinero adicionales provocan un con-sumismo estril, lo cual es contrario a la perspectivade esta agrupacin.

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    En este caso se propone un ideal de familia en elcual se perciben varios elementos. En primer lugar,slo se reconoce como familias a aquellas unidas ecle-sisticamente y cuya estructura es tradicional (padre,madre e hijos). Si no existen el padre o la madre seconsideran hogares disfuncionales y, por lo tanto, sinlas capacidades necesarias para llevar a buen trminosus tareas. En segundo lugar, la pareja dentro del ma-trimonio se concibe como complementaria y cada unocumple con un papel asignado social y religiosamente.Aqu tambin hombres y mujeres desempean el rolque atae a su sexo y a su naturaleza. Por ltimo, secree que una de las principales tareas de los padrescomo cabeza de familia es la educacin de los hijos,pues en este ambiente primario se origina la formacinde los modelos de vida y los valores que les dan senti-do, los cuales sern reproducidos por las nuevas gene-raciones. Si no se cumple correctamente con estastareas, surge una crisis de civilizacin y sus correspon-dientes manifestaciones: los suicidios, el materialismo,el consumismo, el libertinaje, entre otras. Por lo tanto,la pastoral que esta asociacin realiza se ubica en unode los puntos nodales del catolicismo.

    sociales; para esto se utiliza como estrategia el agrupa-miento de jvenes, es decir, de iguales, quienes compar-ten, aparentemente, problemas comunes y se organizanpara reflexionar sobre ello. Sin embargo, tambin seenfrentan a ciertos adversarios, como lo son otros gru-pos de iguales que los acarrean a una vida fcil y llenade excesos (malas compaas), y los medios masivos decomunicacin, que exaltan estas conductas y las pre-sentan como un modelo a seguir. Ante este panorama,Crijunupa propone el encuentro-retiro como momentode reflexin personal y colectiva alejado de la vida coti-diana pero con muchas referencias a sta, y un segui-miento semanal con el fin de consolidar sus objetivos.

    Movimiento Familiar Cristiano

    Respeto familiar y conyugalMatrimonio visto como complementoConfianza / Valor de la persona

    MFC Matrimonio / Familia Matrimonios casadoseclesisticamente

    Hogares desintegrados / Degradacin de valoresCompromisos sociales / Crisis de la familia

    Crijunupa

    Encuentro retiro / Sesiones semanales de reflexinFormacin en valores

    Crijunupa Integracin familiar Jvenes y adolescentessolteros

    Alejamiento de los padres. Divorcio en la familiaMalas compaas, excesos de todo tipo

    Peregrinaciones Organizadasde Aguascalientes

    Peregrinacin, sacrificio, fe, arrepentimientoObediencia

    Peregrinaciones Hermandades Conservar laOrganizadas peregrinacin

    Deslealtad, desobediencia, soberbia,Actuacin individual no apegada a lacomunidad

    Para este grupo, lo ms importante es mantener launin de la familia con la colaboracin de adolescentesy jvenes, pues consideran que la adolescencia es unmomento de conflicto con la autoridad, principalmentecon los padres, por lo que uno de los objetivos primor-diales es ayudar a estos jvenes a transitar por estaetapa con el menor nmero de conflictos personales y

    El objetivo primordial de esta agrupacin es conser-var la tradicin de caminar en conjunto y ofrecerlocomo una manifestacin de sacrificio, fe y arrepenti-miento. Se percibe a s misma como una gran familiaen la cual los sentimientos de solidaridad y ayudaestn muy presentes. Su visin del mundo la generael comit directivo, que ocupa el lugar de los padres enla familia y tiene bajo su responsabilidad a los hijos-peregrinos, por lo que suelen ser muy cuidadosos conlas decisiones que toman, y ven con recelo que alguiense entrometa en ellas, aun tratndose del asesor espi-ritual, as como la desobediencia de alguno de sus hi-jos. Tienen gran apego a la jerarqua, a la cual conside-ran necesaria para un adecuado funcionamiento. Porlo tanto, la desobediencia, la deslealtad y anteponer losintereses particulares sobre los grupales suelen juz-garse como las faltas ms graves.

    De acuerdo con los esquemas anteriores, las asocia-ciones de laicos realizan un trabajo de elaboracin cog-noscitiva en el plano de la denominada socializacinsecundaria, en la que se trabaja sobre los valores, lasnormas y, en general, lo que se denomina la visin delmundo, misma que est centrada, en buena medida yen la mayora de los casos, en la educacin recibidapor parte de la familia y de las primeras instituciones,como la escuela y la Iglesia, es decir, en la socializacinprimaria.

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    tienen las agrupaciones en ciertos momentos, las per-sonas que las encabezan, las invitaciones a ncleosparticulares de personas, los canales utilizados paradarse a conocer, entre otros factores.

    La forma de propaganda ms usada y efectiva es lainvitacin verbal entre familiares y conocidos, a losque en primera instancia se les compromete socialmen-te, lo cual propicia que en estos grupos se renan per-sonas de similar condicin econmica y social y que sedesarrollen y continen algunas relaciones sociales,lo que para algunos equivale a un considerable aumentoen su capital social,4 lo cual lo hace atractivo. Otrosmedios para darse a conocer son la invitacin a par-ticipar realizada durante las misas dominicales de lasparroquias en las que trabajan, con lo que se logra unrespaldo moral que puede llegar a pesar en el nimo depersonas interesadas, y, para un pblico ms restrin-gido, los folletos que reparte la Comisin Diocesana deLaicos y el Correo Diocesano, rgano de difusin sema-nal de la dicesis en el que ocasionalmente se habla deestas agrupaciones.

    Ofrecer indulgencias a cambio de pertenecer a al-guna de estas asociaciones ya no es usual, pero s ocu-rri en la primera mitad del siglo XX, en particular comoestrategia de los obispos Jos de Jess Lpez y Gonzlezy Salvador Quezada Limn. En las dcadas de los aostreinta y cuarenta, el primero brindaba indulgenciasen favor de la Asociacin del Seor San Jos y de la

    Desde esta perspectiva cobra sentido que la Iglesia,a lo largo de la historia y al ser una institucin forma-dora de valores primarios, se haya preocupado conti-nuamente por los espacios educativos. El otro granmbito al que dedica buena parte de su doctrina es lafamilia, en donde reside el germen de la cultura de la viday de la muerte, por lo que se insiste en la formacinfamiliar desde el punto de vista catlico, dado que sloen esas circunstancias existe el ambiente propicio paralograr este objetivo. Conforme esta lgica, no es de ex-traar que un buen nmero de estas agrupacioneslaicas, en su discurso y en su prctica, tengan comoelemento cardinal la restauracin y conservacin de lafamilia y sus valores primordiales. Por ejemplo, Criju-nupa busca la integracin de la familia por medio delos jvenes y adolescentes; el Movimiento Familiar Cris-tiano procura la educacin del matrimonio en pos demejorar la familia; la ANSPAC trabaja con la idea de quelas mujeres son pieza fundamental de la familia y de-ben prepararse para ello; y Peregrinaciones Organiza-das de Aguascalientes se concibe a s misma como unagran familia. Cada una de ellas, a su manera, con losmtodos que elige y las estrategias de las que dispone,trabaja para un mismo fin: la familia, la clula msimportante de socializacin y reproduccin de la socie-dad. As pues, y sin nimos de simplificar, educaciny familia son los principales bastiones del catolicismoen el mundo seglar, objeto de grandes esfuerzos porconservar.

    La movilidad religiosa en las asociacionesy movimientos laicos catlicos

    Un aspecto interesante y poco evidente de los laicoses su movilidad, la cual se presenta de tres distintasmaneras: a) entre asociaciones y movimientos diversos,pasando de una asociacin a otra; b) la reproduccinde agrupaciones, al iniciar subgrupos; y c) en el inte-rior de cada una de las asociaciones.

    a) La movilidad entre asociacionesy movimientos diversos

    Se caracteriza por el cambio de adscripcin y pertenen-cia a una agrupacin en concreto. Es muy usual queun grupo importante de laicos pertenezca a distintasasociaciones en varias etapas de su vida, difcilmenteal mismo tiempo. Esto tiene que ver con el auge que

    4 Utilizo este trmino en el sentido que le da Pierre Bourdieu (1991: 45).

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    Liga de Recprocos Auxilios entre el Seminario y losFieles,5 que se distinguan por sus actividades de ora-cin y asistencialismo. Mientras que en los aos cin-cuenta, sesenta y setenta, el obispo Quezada Limnfoment, por medio de diversas circulares, la membre-sa a la liga antes mencionada y a la Accin Catlica,agrupaciones que apoyaban de manera econmica yespiritual a la construccin y sostenimiento del semi-nario y otras obras de beneficencia que requeran dela ayuda constante de la poblacin.

    Uno de los casos ms notables en cuanto a movilidadde las asociaciones lo representa el Movimiento FamiliarCristiano, que tuvo gran auge en los sesenta (poca enla que se instituy) y parte de los setenta, cuando pa-saron por sus filas muchas personas de estrato econ-mico alto. Sus fundadores en la ciudad fueron designa-dos por el obispo y caus gran expectacin debido aque por primera ocasin los matrimonios podan acu-dir a una pastoral en pareja la mayora eran recincasados o jvenes. Tras el conflicto de los aos seten-ta en la dicesis aguascalentense,6 que involucr alobispo Quezada Limn y al asesor de esta asociacin,entre otros, los miembros buscaron nuevos horizontesy se reacomodaron en otras corporaciones, como en laAsociacin de Santa Rita de Casia, Los Caballeros deColn en sus diversas ramas, Accin Catlica yCursillos de Cristiandad. A partir de los aos setenta,el Movimiento Familiar Cristiano reajust su membre-sa, la cual est constituida actualmente por catlicosde clase media, con tendencia a incorporar a perso-nas de estrato ms popular.

    La trayectoria comn de un laico interesado en lasactividades eclesisticas involucra el paso por tres ocuatro asociaciones distintas a lo largo de 20 o 30 aos,con algunos periodos en los que, por cuestiones perso-nales, no colabora en ninguna.

    El siguiente es el ejemplo de una trayectoria usualen las pastorales:

    Mujer, 65 aos, casada

    12-16 aos Accin Catlica (ACAN) 17-21 aos Asociacin de Hijas de Mara

    Inmaculada y JuventudesMarianas

    21-28 aos Movimiento Familiar Cristiano 28-40 aos Critas Diocesana 40-50 aos Catequesis parroquial 50-65 aos ANSPAC

    Como podemos observar, el trabajo pastoral se con-vierte en una carrera de especializacin o en una di-versificacin de actividades, pero la constante es eltrabajo vinculado con la Iglesia. Estos cambios se en-tienden como ciclos en los que las personas aprendeny colaboran en ciertas actividades. Por lo general, losmiembros de una agrupacin no perciben de formanegativa a la movilidad, al contrario, la ven como unmomento de aprendizaje que concluye y en el que esnecesario involucrarse en algo distinto. Muchas veces,particularmente en el caso de las mujeres, su estanciaen determinadas agrupaciones coincide con la edad desus hijos y, en consecuencia, con las actividades queestos requieren. Por ejemplo, dedican tiempo a la cate-quesis cuando ellos estn en edad de hacer la primeracomunin. Y cuando son menos dependientes de susmadres stas suelen incorporarse a grupos con maticesdistintos, como el trabajo con mujeres y ancianos.Este momento coincide con el inicio de nuevas trayec-torias, ya que muchas mujeres influyen para que sushijos o familiares cercanos se involucren de manerams formal en actividades donde su papel cambia deasistente a dirigente, con lo cual comienzan nuevos ci-clos y roles de participacin que pueden prosperar ha-cia trayectorias ms largas, o bien, slo colaborar tem-poralmente.

    En el caso de los hombres, las trayectorias son me-nos constantes e involucran dos o tres asociaciones enpromedio, quiz porque el tiempo que dedican es me-nor. No obstante, hay casos de trayectorias ms lar-gas, pero la intervencin femenina sigue siendo la msimportante.

    b) La reproduccin de asociaciones

    Algunos movimientos que nacen particularmente enlos estratos bajos, como las Peregrinaciones Organiza-das de Aguascalientes, no ven cambios frecuentes ensu membresa, pues, podra decirse, son ms fieles, locual tal vez se deba a que su lgica de pensamientoest mucho ms apegada a la religiosidad popular y,por lo tanto, al sentimiento y a la obligacin de de-volver favores a la advocacin a la cual se pertenece yde lealtad a la comunidad que le da vida.

    A pesar de que los miembros de estas asociaciones,sobre todo de las peregrinaciones, definen su participa-cin con base en la cercana del sitio donde se rene lahermandad al lugar en el que residen o en la invitacin

    5 Archivo del Obispado de Aguascalientes, Fondo: Libros de gobierno, tomo II, folio 189, circular 12, 19/02/1930 y folio 244,circular 68, 23/19/32.

    6 Para un desarrollo ms amplio del tema, cf. Padilla Rangel (1992).

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    por parte de un familiar o conocido, su ingreso es con-siderado ms bien una designacin providencial; laprimera vez que se peregrina como miembro de unahermandad es un rito de paso que lo convierte en bau-tizado y, en consecuencia, miembro del grupo, de allque sean primordiales los mltiples smbolos creadosen el transcurso del tiempo con el fin de identificarlos.En este sentido, uno de los lderes comentaba: cuandouno peregrina por primera vez, es como nacer dentrode ese grupo, uno no puede cambiar de familia porqueya no le gust.7 De esta manera, los celadores mayoressaben que una vez al ao vern las mismas caras, aun-que durante el resto no intervengan en otro tipo de ac-tividades. En ocasiones se transgrede la regla, sin em-bargo, es poco usual.

    Una excepcin en estas agrupaciones ocurre cuandohay conflictos internos entre alguna rama del grupoque decide separarse de su grupo matriz, mas no de laasociacin de peregrinaciones. En este caso, se tomauna nueva advocacin y se instituye como agrupacinindependiente; no obstante, lo que se hace es reproducirla estructura del grupo que, por razones personales,se decidi dejar, pero siguen perteneciendo a la aso-ciacin en su conjunto y recrean en este nuevo espaciolas caractersticas bsicas que le dan sentido a las her-mandades que peregrinan en comunidad. La asociacinsuele respetar este tipo de decisiones, y la nueva her-mandad deber ganarse el respeto del resto de los gru-pos cumpliendo con los rituales estipulados.

    c) La movilidad en el interior del grupo

    La movilidad, formal y hasta deseable, dentro de unmismo grupo se constituye en una carrera profesionalpastoral. Algunas agrupaciones han creado toda unaestructura formal en su interior, lo cual permite al-bergar a los laicos conforme varan sus expectativasen relacin con la edad. El caso ms tpico lo constituyela Accin Catlica, que contempla las siguientes divi-siones: Accin Catlica de Adolescentes y Nios (ACAN),Accin Catlica de la Juventud Mexicana (ACJM), Juven-tud Catlica Femenina Mexicana (JCFM), Unin Feme-nina Catlica Mexicana (UFCM), Unin Catlica Mexicana(UCM), etctera. Desde la niez hasta la edad adulta,cualquier laico encuentra un espacio en su estructura,a excepcin de los matrimonios, ya que todos los gru-pos estn divididos estrictamente por edad y sexo. Noobstante, este esquema ya no tiene el xito de antao,pues en la actualidad la mayora de las asociacionesslo cuenta con una o dos divisiones. Sin embargo,

    existen grupos de preparacin para las organizacionesmatriz, que son suficientes para mantener el inters delos laicos durante un largo tiempo. Por ejemplo, el Mo-vimiento Familiar Cristiano cuenta con un crculo denovios, y Encuentros Matrimoniales tiene los encuen-tros de novios. En ambos casos, los laicos pueden in-gresar a temprana edad y siendo solteros, con el requi-sito de tener la intencin de casarse con la pareja quese asiste. Estas sesiones se planean como una prepa-racin para el matrimonio y para ingresar, con sudebido rito de paso, a los movimientos dirigidos de for-ma exclusiva a aquellos matrimonios casados eclesis-ticamente.

    Conclusiones

    Hoy en da, las asociaciones y movimientos laicales enAguascalientes han ganado espacios de opinin y pre-sencia pblica destacados, lo cual ha sido posible gra-cias a la red social que desde hace dcadas se ha tejidoentre ellas y que permea muchas esferas de la sociedadaguascalentense. Es decir, las asociaciones son unpunto de encuentro para personas conocidas y que co-mulgan con ideas similares, no slo en el aspecto reli-gioso sino tambin en el poltico, social y econmico.Al ser el catolicismo uno de los elementos presentes enla identidad de los aguascalentenses, las actividadesrealizadas en este mbito son valoradas positivamente,sobre todo si se trata de las mujeres, para quienes es-tos espacios se presentan de manera natural y, en al-gunos casos, deseables.

    Los datos obtenidos en el trabajo de campo destacanque la permanencia en una agrupacin depende deltiempo que se dedique y las relaciones involucradas.Las asociaciones analizadas son grupos de pastoraldonde existen relaciones que implican intereses deotra ndole, como los sociales o los econmicos, loscuales pueden influir de alguna forma en permaneceren alguna agrupacin o buscar otra. Sin embargo, esteelemento toma distintos matices; por ejemplo, en lasperegrinaciones hay una convivencia muy estrechadurante tres das, una vez al ao, mientras que en lasotras asociaciones el trabajo es permanente y, a la lar-ga, ms desgastante.

    En cualquiera de los casos estudiados, la movilidades un aspecto importante que permite a los laicos ha-cer carrera al trasladarse de una asociacin a otra oal mantenerse en una sola. Esta permanencia se juzgacomo la experiencia necesaria para ocupar los cargos

    7 Entrevista con Hilario Medina, dirigente de Peregrinaciones Organizadas de Aguascalientes, 27 de diciembre de 2000.

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    de dirigencia. Este aspecto es particularmente intere-sante con las mujeres, quienes obtienen una funcincomplementaria a las de madre, esposa y ama de casa,que les permite desarrollarse en una actividad plena-mente reconocida y bien vista por ciertos sectores dela sociedad de Aguascalientes.

    Las trayectorias juegan un papel esencial al ser ca-minos de socializacin, es decir, son vas de especializa-cin y reproduccin de prcticas que impactan las es-tructuras sociales, ya que se crean y garantizan cua-dros expertos para perpetuar las prcticas religiosas,lo cual contribuye a la permanencia catlica en losmbitos sociales.

    El anlisis detallado de estas trayectorias, as comode las asociaciones y movimientos desde las cuales seconforman, nos permite conocer las inquietudes y losmotivos de lo que se elige a lo largo del tiempo. Estoofrece informacin adicional sobre las diversas mane-ras de entender y practicar el catolicismo y las estrate-gias para seguir siendo una referencia importante delos rasgos identitarios, as como de su presencia en laconstruccin de la realidad y la cotidianidad de la po-blacin aguascalentense.

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