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ESTUDIO DE LA REPRODUCCIÓN SOCIO-POLÍTICA DEL NARCOTRÁFICO, LA
NARCODEPENDENCIA Y LA EXCLUSIÓN SOCIAL. EL CASO DEL MUNICIPIO DE LANÚS.
Buenos Aires, diciembre 2018
2
INDICE
Introducción ................................................................................................................................................... 3
Resumen Ejecutivo ....................................................................................................................................... 7
Diagnóstico en torno al narcomenudeo en el Municipio de Lanús. ............................................................ 17
Características que asumen las prácticas de narcomenudeo en Lanús. ................................................... 18
Condiciones que favorecen el desarrollo del narcomenudeo. .................................................................... 21
Efectos y consecuencias del narcomenudeo.............................................................................................. 22
Origen de la droga que se consume en Lanús. .......................................................................................... 23
Las drogas que se consumen en Lanús. .................................................................................................... 24
Juventud, narcomenudeo y consumo problemático. ................................................................................. 25
Políticas públicas de prevención y tratamiento en Lanús. .......................................................................... 28
Rol de la Escuela en relación al consumo y los consumos problemáticos. ............................................... 30
Políticas e iniciativas de abordaje a la problemática del narcomenudeo desde el Municipio de Lanús. ... 33
Tipos de intervención en el municipio de Lanús. ........................................................................................ 35
Rol de la policía en relación a la problemática del narcomenudeo. ........................................................... 38
Rol del Poder Judicial en relación a la problemática del narcomenudeo. .................................................. 41
Rol de los movimientos u organizaciones sociales en torno al narcomenudeo. ........................................ 43
Balances de las iniciativas implementadas en Lanús. ................................................................................ 44
3
Introducción
La presencia del narcotráfico en el país constituye una problemática que atraviesa diversos
ámbitos de la vida pública nacional, de manera particular resulta relevante el impacto y el
conjunto de consecuencias sociales, políticas, culturales, económicas y sanitarias del mismo
así como las acciones a nivel municipal desplegadas a nivel local con el objetivo de controlar y
reducir el fenómeno. El narcotráfico constituye una actividad económica ilícita, con altos niveles
de rentabilidad y con un gran nivel de complejidad, que abarca un amplio conjunto de
actividades y actores en un entramado que comprende la producción, distribución, venta de
sustancias ilícitas y el lavado de activos generados a partir de la misma.
En este entramado, el narcomenudeo se constituye en un componente necesario de este
mercado ilícito ya que se configura como el nexo entre las cadenas de distribución y los
consumidores. Si bien el mismo adquiere distintas formas y su presencia atraviesa toda la
estructura social, es en los espacios urbanos más vulnerables donde no solamente tienden a
adquirir mayor visibilidad, penetración y consecuencias más graves, sino que también en
muchos casos contribuyen a configurar territorialmente dichos espacios. Este prospera en el
marco de espacios vulnerados en diversos aspectos, geográficos, económicos, sociales y
políticos. Particularmente en villas de emergencia y asentamientos, el crecimiento de estas
prácticas se encuentra asociado tanto al déficit en la presencia estatal, que se manifiesta en las
dificultades para el acceso a derechos vinculados al hábitat urbano (vivienda, servicios,
infraestructura básica, protección, etc.), como así también en las pocas posibilidades que
presenta el mercado de trabajo a sus poblaciones.
En este contexto, tomando como antecedente directo el Estudio Diagnóstico Inseguridad, Delito
y Fuerzas de Seguridad en el Barrio de Lanús1 (ODSA-UCA, 2018), el presente informe se
centra en el Municipio de Lanús, y tiene como objetivo brindar información sobre las
1 La Encuesta Diagnóstico de Barrios Informales se realizó en cuatro barrios informales con alta concentración de vulnerabilidad del Municipio de Lanús (los barrios seleccionados fueron: Villa Caraza, Barrio La Fé, Villa Sapito y Villa Jardín). Dicha encuesta tuvo por objetivo elaborar un diagnóstico sobre las condiciones de la vida social y comunitaria en dichos barrios, así como el impacto de la inseguridad y el delito y analizar el accionar de las fuerzas de seguridad en estos espacios socio-residenciales.
4
perspectivas y posiciones institucionales de un conjunto de referentes comunitarios, actores
políticos, funcionarios (poder ejecutivo y judicial), sobre el nivel de conocimiento y diagnóstico
en torno a la problemática socio-política del narcotráfico/narcomenudeo y sobre las limitaciones
y potenciales de las acciones implementadas por el Municipio en esta temática a nivel local.
Es imprescindible conocer y comprender la problemática en su complejidad socio-económica y
socio-política institucional, tomando como ejes los circuitos de venta y tráfico de drogas, las
modalidades que asume, las iniciativas implementadas desde el municipio y la identificación de
los actores políticos, judiciales y policiales involucrados en las mismas, entre otros aspectos.
Con el fin de cumplir con los objetivos propuestos se realizaron un total de 35 entrevistas a
informantes claves vinculados con la problemática: se incluyeron tanto referentes comunitarios,
representantes del poder ejecutivo-fuerzas de seguridad, referentes del poder judicial, agentes
sanitarios, educativos y asistenciales. El trabajo de campo fue realizado entre Mayo y Octubre
de 2018. A partir del trabajo de campo, utilizando entrevistas en profundidad como
herramientas de recolección de datos cualitativos pudimos reconstruir las visiones y
perspectivas que asumen diversos actores en torno al tema que nos convoca.
El partido de Lanús constituye el universo geográfico y social sobre el que trabaja el presente
informe. Lanús es uno de los 135 partidos de la Provincia de Buenos Aires, que está situado al
sur del conurbano bonaerense junto a la ribera del Riachuelo, limitando con la Ciudad de
Buenos Aires y con los partidos de Avellaneda, Quilmes y Lomas de Zamora. Según el último
censo, el partido tiene 459.263 habitantes, lo que lo sitúa como la quinta unidad más poblada
del conurbano (INDEC, 2010). Es el distrito más densamente poblado de Argentina, después
de la Ciudad de Buenos Aires. La situación del Partido de Lanús se inscribe en el contexto
general de la realidad actual del Conurbano Bonaerense, la cual es producto del
entrelazamiento de un conjunto de procesos diversos, que involucran factores económicos,
procesos sociales y demográficos; fenómenos físicos y espaciales y una estructura político-
institucional en la que coexisten gobiernos municipales junto con el provincial y nacional. El
Conurbano Bonaerense es un territorio con importantes niveles de desigualdad, donde muchas
veces los sectores sociales de altos ingresos concentrados en algunos barrios, conviven con
villas y asentamientos precarios a su alrededor. En estos espacios, persisten elevados déficit
en cuanto a acceso a la vivienda, a la salud, a servicios públicos domiciliarios e infraestructura
urbana. Son espacios marcados por la privación, la pobreza, el desempleo, la informalidad y la
inseguridad.
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A todas estas características, es preciso sumar dos nuevos aspectos que parecen haber
cobrado especial relevancia en estos espacios urbanos: la sensación de inseguridad de
quienes habitan en estos barrios y, vinculado a ello, el consumo de drogas, así como la
aparición de familias y jóvenes que participan de la actividad del narcomenudeo como una
estrategia de supervivencia laboral. Los efectos que estas dos variables han desencadenado
en los territorios se vinculan directamente con el aumento de la violencia y el delito. En este
marco, el aumento de la inseguridad ciudadana no puede comprenderse fuera de un contexto
mayor, que es el crecimiento del fenómeno del narcotráfico/narcomenudeo a nivel nacional en
los últimos años.
En este marco, la información obtenida en el Estudio Diagnóstico Inseguridad Delito y Fuerzas
de Seguridad en el Barrio de Lanús provee algunos datos relevantes sobre la percepción de los
residentes del Municipio acerca de las problemáticas de la inseguridad y el narcomenudeo. Al
ser consultados sobre el principal problema de sus barrios, los encuestados ubicaron en primer
lugar “la seguridad / el delito” (36,4%), luego la “falta de urbanización” (24,9%), en tercer lugar
“la droga / el narcotráfico” (17,4%), y por último “la situación económica / la pobreza” (11,7%).
Asimismo, una gran parte de los encuestados “mencionan la existencia de narcotráfico y
mercados ilegales en su barrio y manzana, y se encuentra bastante difundida la percepción de
que las fuerzas de seguridad conocen y/o participan de dichos mercados.” En relación a esto,
se evidencia un gran porcentaje de encuestados que refieren sentirse inseguros en sus barrios
y consideran que hay altas probabilidades de ser víctimas de delito. Con respecto al accionar
de las fuerzas de seguridad, los datos sostienen que “La policía Bonaerense es la fuerza
presente en los barrios más desconfiada, casi la mitad de los encuestados (48%) la consideran
poco o nada confiable. Más de la mitad de los jefes de hogar la evalúan negativamente en
materia de control del delito, la forma en que patrulla el barrio y el tiempo de respuesta (...). Por
su parte, es la fuerza más sospechada de conocer y participar en el narcotráfico en el barrio: el
60,5% y el 41,2% de los encuestados así lo creen…”. (ODSA-UCA, 2018)
Considerando todo lo expuesto, presentamos las primeras conclusiones que se desprenden del
análisis de las entrevistas realizadas.
En primer lugar, en un contexto de crecimiento del narcotráfico a nivel nacional, en el Municipio
de Lanús no han podido identificarse indicios de grandes organizaciones o redes de
narcotráfico, sino que más bien predominaría la venta minorista de sustancias ilegales.
6
En segundo lugar, hay consenso entre los entrevistados que existe una relación directa entre el
crecimiento del narcotráfico y el aumento de la violencia, y en consecuencia de la inseguridad.
Por otra parte, cabe destacar que el establecimiento de redes de comercio ilegal contribuye a la
construcción de territorios estigmatizados que afectan negativamente a sus habitantes.
Las personas que habitan en estos territorios son gravemente perjudicadas por la presencia y
expansión del narcomenudeo. Por una parte existe mayor exposición al tráfico y a las
adicciones con consecuencias negativas para la salud individual y para el bienestar de los
grupos familiares afectados. Al mismo tiempo, tienen mayores posibilidades de ser víctimas de
hechos violentos producto de organizaciones delictivas. Se evidencia la asociación del tráfico
de sustancias con otros tipos de actos ilícitos y el aumento de la violencia como método de
resolución de conflictos entre personas y/o grupos.
En tercer lugar, existirían disensos entre los diversos actores acerca de la efectividad de las
políticas implementadas desde el Municipio. Las acciones gubernamentales se han enfocado
en la represión y el desplazamiento del delito, el control de la oferta de drogas ilegales y el uso
de la fuerza como principal herramienta para mantener el poder sobre los territorios. Para ello,
el Municipio ha desarrollado una serie de acciones y dispositivos que apuntan primordialmente
a actuar sobre el eje de la seguridad y la percepción de inseguridad de quienes residen en el
partido de Lanús. En contraposición a esta perspectiva, varios actores coinciden en señalar que
estas políticas atacan los efectos del problema del narcotráfico, pero a largo plazo no resuelven
sus causas más profundas. Según estos actores, el foco debería estar puesto en el desarrollo
de políticas sociales, educativas y políticas de prevención y tratamiento de los consumos
problemáticos.
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Resumen Ejecutivo
1. Diagnóstico en torno al narcomenudeo en el Municipio de Lanús: Según la
información producida en el marco de esta investigación, en el Municipio de Lanús no
han podido identificarse indicios de grandes organizaciones o redes de narcotráfico,
sino que más bien predominaría la venta minorista de sustancias ilegales. Cuando
hablamos de narcomenudeo en el contexto del Municipio de Lanús, nos referimos a la
distribución y comercialización minorista de drogas ilícitas que se desarrolla en barrios y
circuitos urbanos sin distinción de clases sociales. A partir de la información recogida,
podríamos sostener que aún no existen diagnósticos que puedan abordar la
complejidad y los distintos aspectos de esta problemática. Los testimonios relevados
indican que, en el Municipio de Lanús, las acciones y políticas desarrolladas en torno al
narcomenudeo no parten de un diagnóstico integral, sino de la urgencia por contener y
limitar la expansión de la venta de drogas, y la delincuencia en general. A pesar de
estas dificultades, existiría un consenso entre los entrevistados acerca de la importancia
de contar con información articulada y precisa, a la vez que se evidencia un interés en
poder avanzar hacia la construcción de estos diagnósticos.
2. Características que asumen las prácticas de narcomenudeo en Lanús: en Lanús se
desarrollan diversas modalidades de narcomenudeo, -es decir la presencia de venta de
drogas en menor escala- que se diferencian por el grado de mayor o menor articulación,
capacidad instalada e infraestructura en que se desarrollan. El formato que asumen
estas prácticas se distancia de un formato organizado o estructurado. No son
organizaciones que posean estructuras organizativas, jerarquías y métodos propios o
distintivos. En este sentido, el narcomenudeo asume modalidades dinámicas y
cambiantes en la medida en que se adaptan permanentemente a diferentes contextos.
Por otro lado, el narcomenudeo se presenta como una práctica económica que se
encuentra inserta en un conjunto o red de diversas estrategias. Muchas veces se
encuentra vinculado a otras prácticas delictivas y muchas otras a prácticas informales
de supervivencia no delictivas.
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3. Condiciones que favorecen el desarrollo del narcomenudeo: distinguimos tres
condiciones que favorecen el desarrollo y crecimiento de las prácticas en torno al
narcomenudeo. En primer lugar, los barrios con alta concentración de pobreza aparecen
como espacios en donde proliferan estas prácticas. En segundo lugar, la alta
rentabilidad de estas prácticas frente a otras alternativas económicas o laborales. La
posibilidad de acceder a una fuente de ingresos inmediata, sin costos de entrada o
inversión y que no requiere ningún tipo de credenciales es altamente tentadora para
quienes están medianamente familiarizados con prácticas de consumo. Por último,
surge la importancia de estas prácticas como dadoras de sentido a través de la
pertenencia simbólica a un grupo y de legitimación frente a otros. Con base en la falta
de oportunidades educativas, laborales y las dificultades que se presentan en este
contexto para llevar adelante proyectos de vida, las prácticas asociadas al
narcomenudeo son alternativas de trabajo en un contexto de profunda crisis laboral -
informalidad, subempleo, desempleo-. El narcomenudeo se convierte en una alternativa
concreta para conseguir dinero, sustancias, reconocimiento y un grupo de pertenencia.
4. Efectos y consecuencias del Narcomenudeo: Los barrios con alta concentración de
pobreza suelen sufrir distintos tipos de problemáticas vinculadas a la carencia de
recursos materiales, el aislamiento, la falta de servicios básicos y la estigmatización. En
función de los datos recogidos en el transcurso de esta investigación, la presencia de
violencia e inseguridad en los barrios está fuertemente vinculada con el crecimiento del
narcomenudeo. Tanto por las experiencias locales como internacionales, es posible
asegurar además que la presencia de individuos o grupos que distribuyen y
comercializan drogas trae aparejado un alza en otros tipos de delitos no directamente
relacionados con el narcotráfico o narcomenudeo.
Se identifican tres formas mutuamente relacionadas en las que se vinculan el
narcomenudeo y la violencia. En primer lugar, el efecto psicofarmacológico. En segundo
lugar, otra forma en la que se visibiliza la relación entre el narcomenudeo y la violencia
es la que se denomina compulsión económica. Por último, se destaca una tercer forma
de este vínculo, la violencia sistémica. La violencia que surge por la existencia de una
economía ilícita que carece de un mecanismo de resolución de conflictos.
9
5. Origen y tipos de drogas que se consumen en Lanús: Se registra un amplio
consenso en cuanto a la proveniencia de la droga que se vende y consume dentro de
Lanús. La misma proviene en su gran mayoría de capital federal, de manera particular
de dos villas, la 1-11-14 y la Zabaleta, ubicadas en los márgenes de la capital federal.
Se registra un flujo diario y permanente de individuos que van a comprar pequeñas
dosis y/o medianas cantidades ya sea para consumo personal o para reventa. En
cuanto al tipo de drogas, el municipio de Lanús no difiere en gran medida con los demás
municipios de zona sur del conurbano bonaerense en cuanto al tipo de drogas que se
consumen. Los testimonios recabados sostienen que si bien hay presencia de todo tipo
de drogas, dadas las características socio-demográficas del municipio, la gran mayoría
de la droga que se incauta es cocaína de baja calidad y marihuana.
6. Juventud, narcomenudeo y consumo problemático: La mayor parte de quienes
ejercen el delito del narcomenudeo son jóvenes entre los 18 y los 25 años de edad y
suelen residir en barrios segregados, sufren problemas de marginación, falta de
contención en sus familias, dificultades para insertarse laboralmente y, en muchos
casos, no logran finalizar sus estudios secundarios. Aparece en muchos de estos
jóvenes un doble vínculo con las drogas: como consumo y como una alternativa
económica para obtener dinero de manera rápida, sumando también la posibilidad de
referenciarse con un grupo de pertenencia social. Asimismo, existe una estrecha
relación entre el consumo de drogas, el narcomenudeo y la comisión de otros delitos.
Aquellos jóvenes que comienzan con trayectorias vinculadas al narcomenudeo y/o al
consumo de sustancias, frecuentemente también incurren en otros delitos, como por
ejemplo, el robo. Desde los relatos analizados, el consumo de estupefacientes por parte
de quienes delinquen ha aportado un agravante en términos de la violencia ejercida.
En este marco, las vidas de estos jóvenes se encuentran marcadas por la
estigmatización, el hostigamiento policial, la falta de oportunidades y la carencia de
instituciones que puedan servir como canales de reinserción social. Los trayectorias de
estos sujetos pueden concluir en centros de recuperación, en el mejor de los casos y,
en los peores escenarios, la cárcel o incluso la muerte.
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7. Políticas públicas de prevención y tratamiento en Lanús: En Lanús son escasas las
acciones desde el Estado que se proponen disminuir o impedir el ingreso de sujetos a
situaciones de consumo de sustancias ilegales. Las alternativas presentes
generalmente se encuentran desfinanciadas, están desarticuladas o no llegan a captar
a su público objetivo. En particular, existe una carencia en materia de políticas
orientadas a cierta franja etaria que es considerada como un punto de inflexión.
Diversos referentes coinciden en señalar que a partir de los 12/13 años hay un quiebre:
los jóvenes empiezan a relacionarse con otras dinámicas, muchos dejan la escuela
porque ya no es un espacio de contención. Los programas y acciones estatales
culminan cuando cumplen los 15, y los programas de empleo están orientados para
población mayor de 18 años. Para los jóvenes de entre 15 a 18 años no hay propuestas
institucionales claras.
Existe un consenso entre los distintos entrevistados alrededor de la idea de que “se
llega tarde”, es decir, de la carencia y/o la ineficiencia de las políticas de prevención.
Producto de esto, se sostiene desde varios testimonios el hecho de que aquellos
jóvenes que logran llegar a instituciones de recuperación, lo hacen con altos niveles de
deterioro producto de las sustancias consumidas. En este marco, es válido plantear que
las políticas de lucha contra el narcotráfico que se implementan en el Municipio de
Lanús enfatizan en la reducción de la oferta de drogas ilegales, pero poseen un déficit
en cuanto a los sujetos que demandan estas drogas. Los programas de prevención y
tratamiento de los consumos problemáticos serían escasos, se encuentran
desfinanciados y colapsados.
8. Rol de la Escuela en relación al consumo y los consumos problemáticos: Surgen
como principales problemáticas en la adolescencia la deserción escolar, el embarazo,
los contextos familiares desestructurados, las dificultades para ingresar al mercado
laboral, los circuitos de violencia y conflictividad hacia el interior del barrio y el consumo
de sustancias psicoactivas. Para determinados sectores de alta vulnerabilidad social, la
escuela representa el único espacio capaz de brindar la contención y protección a los
jóvenes entre 15 y 18 años, frente a determinados ámbitos y prácticas. La deserción
escolar aparece como el inicio de trayectorias de abandono y desafiliación progresiva,
11
marcadas por el espacio de la calle y la esquina, el consumo de alcohol y drogas ilícitas,
delincuencia, consumos problemáticos y el narcomenudeo. La escuela debe asumir un
rol de contención en relación a la deserción escolar y el consumo de drogas, por encima
de su rol educativo.
En este contexto, es necesario, por un lado, fortalecer al sistema educativo en general,
mediante la ampliación de recursos y la formación docente, con el fin de poder abordar
las complejidades que surgen actualmente en el ámbito escolar. Pero también se torna
imprescindible promover desde el Estado la construcción de dispositivos de apoyo y
contención a los jóvenes que tienen consumos problemáticos, en donde la educación, el
deporte, la acción de voluntariado y el trabajo constituyen espacios fundamentales de
recuperación.
9. Políticas e iniciativas de abordaje a la problemática del narcomenudeo desde el
Municipio de Lanús: Partiendo del consenso de que no existiría producción de drogas
en el Partido de Lanús, las estrategias implementadas desde el Municipio se han
dirigido principalmente al control del tráfico de drogas, y a la seguridad en general.
Asimismo, los testimonios brindados por referentes políticos hablan de la imposibilidad
de extinguir la delincuencia y, por tanto, las políticas se han orientado a relocalizar los
focos de inseguridad hacia otros territorios. Se describen a continuación una serie de
acciones que se estarían desarrollando según los relatos recogidos:
a. Operativos de saturación / Patrullaje.
b. Corredores escolares.
c. Monitoreo mediante cámaras.
d. Sistema de denuncias anónimas.
e. Procedimientos policiales en transporte público.
f. Construcción de mapas del delito.
g. Línea 132 “Volver a casa seguro”.
h. Allanamientos en búnkers / incautación de drogas.
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10. Tipos de intervención en el Municipio de Lanús: La mayoría de las acciones
implementadas en el Municipio de Lanús se enmarcan en un modelo de disuasión y
represión del delito. En este marco, la intervención estatal se orienta en torno a un eje
fundamental: la disputa por el territorio. Los objetivos que se proponen desde esta
perspectiva apuntan a reducir la oferta de drogas ilegales y a imponer el poder de la
fuerza pública por sobre los grupos delictivos que operan en los territorios,
principalmente en aquellos barrios que por sus condiciones de marginalidad y
vulnerabilidad se encuentran más expuestos a la aparición de estas prácticas.
Existe entre los entrevistados consenso alrededor de la relación entre la problemática
del narcomenudeo y otros factores de largo plazo, tales como los consumos
problemáticos, la salud, la educación y falta de oportunidades. Sin embargo, estas
cuestiones no son pensadas como prioritarias en los diseños de políticas y acciones a
desarrollar, como parte de un enfoque integral, sino como factores que exceden la
capacidad de los sectores estatales abocados a combatir el narcotráfico, el cual es
analizado exclusivamente desde la óptica de la seguridad. En contraposición a la
postura gubernamental, la perspectiva de algunos referentes sociales se enfoca en el
abordaje de las causas profundas o de largo plazo. Desde estas visiones, las políticas
que se centran únicamente en la seguridad o en el uso de la fuerza no serían
apropiadas ni efectivas en el tratamiento de la problemática del narcotráfico.
En este marco, los testimonios evidencian dos perspectivas diferentes en torno a las
políticas implementadas. Mientras que algunos actores enfatizan en la represión del
delito, el control de la oferta de drogas ilegales y el uso de la fuerza como principal
herramienta para mantener el poder sobre los territorios, otros referentes señalan que
estas políticas atacan los efectos del problema del narcotráfico, pero no sus causas.
Según estos actores, el foco debería estar puesto en el desarrollo de políticas sociales,
educativas y políticas de prevención y tratamiento de los consumos problemáticos.
11. Rol de la policía en relación al narcomenudeo: La idea general sobre la policía es
que es una institución que se encuentra en crisis y que no logra cumplir sus funciones
básicas. Por un lado, carece de los recursos básicos para realizar su labor. Por el otro,
13
una alta participación en la regulación y protección de actividades delictivas de alta
rentabilidad económica como el narcomenudeo. El rol actual de la Policía Local y
Protección Ciudadana en el Municipio de Lanús, en relación al narcomenudeo, está
definido por la política de seguridad actual orientada a la recolonización del espacio en
villas y asentamientos. En este sentido, la lucha contra el narcomenudeo está
enmarcada en una política y un accionar específico orientando a tomar control del
territorio, que tiene por fin último mejorar la problemática de la inseguridad en el
municipio. El consumo y distribución de drogas ilegales es percibido como uno más de
los problemas o actos delictivos que afectan a los vecinos y atentan contra su
seguridad.
12. Rol del Poder Judicial en relación al narcomenudeo: La creación del polo judicial en
el Municipio de Lanús permitió acelerar los procesos y dar independencia al municipio
para obrar y articular más eficientemente con otras instituciones, como ser la
municipalidad y las fuerzas de seguridad. En función de los testimonios recogidos es
posible decir que este cambio afectó positivamente en la posibilidad de realizar
allanamientos e incursiones rápidas frente a una serie de actos delictivos entre los que
se encuentran el ataque directo a bunkers o bocas de expendio de drogas ilegales.
Gran parte de las acciones que se realizan contra el narcomenudeo en el municipio de
Lanús son iniciadas por “flagrancia”, teniendo como resultado la detención de
consumidores y pequeños comerciantes minoristas de drogas ilícitas. Las acciones y
detenciones no son parte del resultado de una labor de inteligencia como pueden
realizar las competencias nacionales o federales. Esto pone en evidencia, una vez más,
la contraposición entre dos lógicas diferentes entre las instituciones municipales y
provinciales y las de nivel nacional. La acción judicial a nivel municipal trabaja
exclusivamente con narcomenudeo a nivel local, por lo cual, se limita a desbaratar los
eslabones más débiles o precarios de la cadena, sin poder alcanzar las organizaciones
delictivas de mayor escala que trafican y comercializan sustancias ilegales.
13. Rol de los movimientos u organizaciones sociales: Se captaron dos visiones muy
diferentes en torno al rol de los movimientos u organizaciones sociales en el municipio
14
de Lanús. Por un lado, algunos actores mencionan y destacan la importancia de las
organizaciones sociales en contextos de vulnerabilidad y pobreza como alternativas al
consumo problemático y como inhibidoras de la presencia de estos grupos y sus
prácticas de narcomenudeo en el barrio. Por el otro lado, otros actores sostienen que
muchas veces estas organizaciones políticas y/o sociales “apañan” ciertas prácticas
ilegales. Instituciones presentes en la comunidad que incluyen e incorporan sujetos que
desarrollan prácticas ilegales vinculadas al narcomenudeo o que reciben fondos o
insumos que provienen de este tipo de actividades.
14. Balances de las iniciativas implementadas en Lanús:
a. La implementación de políticas punitivas y de disuasión desarrolladas hasta el
momento muestran un alto grado de eficacia en torno al control de la actividad
delictiva en espacios determinados. Permitiendo el control de determinados
espacios, pero solo bajo la presión continua de la fuerzas de seguridad. Esta
estrategia no es eficaz en cuanto a una medida a largo plazo, capaz de dar una
solución real al problema.
b. Si bien, estas políticas son muy efectivas en el corto plazo, pareciera ser que
estas medidas (por sí solas, sin acompañamiento de otras) no logran terminar
con las prácticas delictivas a largo plazo. Esta modalidad de intervención se
caracteriza por generar un desplazamiento de las actividades delictivas hacia
otros espacios físicos, temporales o hacia otras actividades. Puesto que no
busca prevenir la aparición de nuevos delincuentes sino evitar que quienes ya se
encuentran inmersos en el mundo del delito puedan hacerlo. De modo que quien
realiza un actividad, robo de autos, secuestros express, narcomenudeo, y se ve
imposibilitado de continuar haciéndolo, migrará a otra actividad menos
perseguida por las fuerzas de seguridad. En cuanto al narcomenudeo,
permitieron una disminución de la presencia de “Bunkers” en las villas y/o barrios
precarios del municipio de Lanús la práctica se sigue desarrollando bajo otras
modalidades.
c. Estas políticas por sí solas parecieran no conducir a resolver el problema del
delito y de la inseguridad a largo plazo. No es posible pensar una solución única
15
a una problemática tan compleja y multidimensional. La represión del delito es
necesaria y debe ser parte de la solución. Sin embargo, es necesario articular
las políticas coercitivas contra el delito junto con políticas de integración social y
de reintegración social que comprendan la complejidad de las realidades de los
sujetos y grupos que llevan adelante este tipo de prácticas.
d. El avance en torno a una disminución de la violencia asociada al delito y a las
prácticas del narcomenudeo debe considerar la integración y articulación de
políticas que no se centren únicamente en la represión del delito por medio de la
fuerza. Actualmente el foco está puesto en políticas a corto plazo, concentradas
en impedir que el delincuente cometa actos ilícitos y si es posible, apresarlo e
introducirlo en el sistema carcelario. Si bien, estas medidas son necesarias, no
son políticas que por sí mismas puedan generar un cambio sustentable. Prueba
de esto es que la presión represiva sobre el delito no lo disminuye, no disuade a
los sujetos implicados en no cometer actos delictivos, sino que la presencia
policial y la toma del territorio por parte de las fuerzas de seguridad desplaza el
delito de un lugar a otro con menor presencia policial. En cuanto la presencia o
control del territorio disminuye el delito comienza a subir. No hay políticas que
puedan impedir la entrada al mundo delictivo, la cual está fuertemente vinculada
a la falta de integración y de oportunidades de acceso al mercado
laboral.Tampoco se están pensando políticas de reintegración social enfocadas
en quienes salen de instituciones carcelarias o de procesos de “desintoxicación”.
e. Es de importancia considerar la particular vulnerabilidad que afecta a los y las
jóvenes excluidos del sistema educativo y del mercado laboral, es decir, aquellos
que no estudian y que no se encuentran trabajando. Uno de cada cinco jóvenes
residentes en barrios informales de Lanús se encuentra fuera del sistema
educativo y no tiene empleo (20,8%) (ODSA-UCA, 2018). En este sentido, es
necesario promover la construcción de dispositivos de apoyo y contención a los
jóvenes que han tenido una salida temprana del sistema educativo y de manera
particular a aquellos que se encuentran en situación de consumos problemáticos
en espacios segregados y con alta concentración de vulnerabilidad social.
f. Es necesario avanzar con políticas destinadas a favorecer la reintegración social
de las personas que están o estuvieron en el sistema penitenciario, con el
16
objetivo de transformar el tiempo de internación en tiempo productivo y de
reducir los niveles de reincidencia.
g. Se evidencia que no hay ni una única política ni un único dispositivo institucional
que pueda por sí solo resolver las problemáticas planteadas. Por el contrario, se
registra la necesidad de implementar dispositivos diversificados de intervención
orientados a dar respuesta a diferentes poblaciones y/o problemáticas, lo cual
podría tener efectos sobre la seguridad, el narcomenudeo y el narcotráfico.
17
Diagnóstico en torno al narcomenudeo en el Municipio de Lanús.
Para comenzar, es preciso realizar una distinción entre la problemática del narcomenudeo a
nivel municipal y la escala nacional del narcotráfico. Según la información producida en el
marco de esta investigación, en el Municipio de Lanús no han podido identificarse indicios de
grandes organizaciones o redes de narcotráfico, sino que más bien predominaría la venta
minorista de sustancias ilegales. En este sentido, nos preguntamos si existen diagnósticos que
aborden la situación particularmente en el Municipio de Lanús.
Desde los testimonios relevados, se evidencia una serie de limitaciones desde lo institucional
que inciden en la posibilidad de generar diagnósticos, ya sea a nivel nacional como a nivel
municipal. Las instituciones del Poder Judicial y las fuerzas de seguridad constituyen actores
clave en la obtención de información y la elaboración de diagnósticos, pero las mismas
características institucionales de estos organismos muchas veces dificultan la posibilidad de
acceder a información unificada y articulada.
Focalizando en el nivel local, y teniendo en cuenta estas dificultades, muchos actores señalan
el punto de quiebre que significó para el Municipio la descentralización del Departamento
Judicial de Lomas de Zamora, lo cual habilitó no solo una capacidad de intervención más
amplia en el territorio de Lanús, traduciéndose en la posibilidad de acelerar procesos judiciales
y operativos policiales en el ámbito municipal, sino también la posibilidad de acceder a mayor
información.
De las entrevistas realizadas, se desprende que en cada área del Municipio existen esfuerzos
en pos de la elaboración de datos relevantes para cada sector, así como también se llevan
adelante evaluaciones de resultados o impacto de las acciones que desarrollan dichas áreas.
Sin embargo, la existencia de esta información no constituye por sí misma un diagnóstico. Para
ello, se requiere un estudio más profundo del problema, que parta desde una mirada integral de
sus causas para poder comprenderlo en todas sus dimensiones y, a partir de ello, contribuir al
diseño de las políticas a implementar.
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“Nosotros pasamos una gran cantidad de estadística que hacen las
personas aprehendidas a partir de la ley de estupefacientes, la cantidad de
sustancias y tipos de sustancias secuestradas y la cantidad de procesos abiertos
en función de la cantidad de investigación para determinar después si se hace
un allanamiento, cuantos allanamientos se hicieron, cuantos secuestros en el
allanamiento, si hubo aprehendidos no hubo aprehendidos, cual es el dato de las
personas. Esa estadística sí la tenemos… Pero no tenemos una situación
estudiada todavía al menos decir de diagnóstico” (Referente Político)
A partir de la información recogida, podríamos sostener que aún no existen diagnósticos que
puedan abordar la complejidad y los distintos aspectos de esta problemática. Los testimonios
relevados indican que, en el Municipio de Lanús, las acciones y políticas desarrolladas en torno
al narcomenudeo no parten de un diagnóstico integral, sino de la urgencia por contener y limitar
la expansión de la venta de drogas, y la delincuencia en general. De ahí que los resultados de
dichas acciones puedan tener cierta efectividad cuando solo se piensa en la represión del
delito, pero encuentran sus limitaciones a la hora de abordar las causas más profundas del
problema.
A pesar de estas dificultades, existiría un consenso entre los entrevistados acerca de la
importancia de contar con información articulada y precisa, a la vez que se evidencia un interés
en poder avanzar hacia la construcción de estos diagnósticos.
Características que asumen las prácticas de narcomenudeo en Lanús.
Según la información relevada en el marco de esta investigación, a continuación
especificaremos una serie de características relevantes para pensar la problemática. Estas no
son excluyentes ni se presentan exclusivamente en el Municipio de Lanús.
Una de las características más importantes que emergió de forma prácticamente unánime es
que en Lanús se desarrollan diversas modalidades de narcomenudeo, -es decir la presencia de
venta de drogas en menor escala- que se diferencian por el grado de mayor o menor
articulación, capacidad instalada e infraestructura en que se desarrollan. Estas incluyen desde
19
los “bunkers” o “cocinas” pasando por el dealer/vendedor y la venta en el ámbito familiar que se
da en el espacio del hogar. Diversos actores políticos del Municipio sostienen que se ha
logrado controlar la presencia de “Bunkers” o “Cocinas” en los diversos barrios de Lanús, en
donde se fraccionen, se vendan y se distribuyan importantes cantidades de sustancias ilegales.
“Ahora cuando ya la cosa es un bunker que necesita tener un cotidiano,
ósea una provisión cotidiana es como un almacén uno no se puede quedar sin
lácteos, bueno, esto es lo mismo, ahí ya entran una segunda escala.” (Referente
Político)
Asimismo, mencionan que de establecerse este tipo de modalidad de narcomenudeo no
lograrían asentarse de manera duradera en el tiempo debido a la acción y presión constante
por parte del municipio y de la presencia de las fuerzas de seguridad en esos espacios, así
como de la sociedad civil. En los barrios de Lanús se pueden encontrar pequeños vendedores,
sean individuales o grupales, que comercializan pequeñas cantidades. Las cuales ya vienen
fraccionadas y listas para comercializar desde las villas de la capital federal. Siendo posible
identificar su proveniencia por el tipo de envoltorio que poseen.
“En la villa también teníamos que no eran bunkers, eran casas de
familias dedicadas al narcomenudeo que eso es algo bastante común que se dio
mucho en esta época, bastante común y que este año lo vi por lo menos en 10
oportunidades distintas mamá, papá, tres nenes y el que vende la mamá o el
papá y todo pasa por el ámbito familiar, no es un bunker es la casa de ellos
dentro de la villa y pasa ahí, pasa ahí y en forma normal y los chicos conviven
con eso.” (Referente político)
Algunos testimonios también identifican sujetos que durante algún período de tiempos se
establecen como proveedores en determinado espacio y que llegan a manejar a un grupo de
jóvenes quienes hacen la venta en la calle. Continúa siendo la misma lógica, por medio de la
cual se compra droga ya fraccionada en capital y se la revende en Lanús.
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“Claro, no son narcos, no un Pablo Escobar, es un tipo que tiene algo de
guita, droga, una camioneta y que maneja una ranchada de pibes…” (Referente
Social)
Otra de sus características es que el formato que asumen estas prácticas se distancia de un
formato organizado o estructurado. No son organizaciones que posean estructuras
organizativas, jerarquías y métodos propios o distintivos. En este sentido, el narcomenudeo
asume modalidades dinámicas y cambiantes. Las formas en que se da están en constante
cambio puesto que deben adaptarse a la presión o coerción que reciben tanto de las fuerzas de
seguridad como de actores dentro del barrio, como movimientos sociales, organizaciones
religiosas, entidades deportivas, etc.
“(...) después viene por ahí con una mochilita alguno y te vende con la
mochilita en una esquina, pero la cosa pasa a ser de otra manera, pasa a ser
como más, cómo explicarlo, no instalada, no tiene instalación definitiva, es una
cosa que entran y salen..” (Referente Político)
Por otro lado, el narcomenudeo se presenta como una práctica económica que se encuentra
inserta en un conjunto o red de diversas estrategias. Muchas veces se encuentra vinculado a
otras prácticas delictivas y muchas otras a prácticas informales de supervivencia no delictivas.
Por este motivo, es frecuente que la misma persona o la misma familia que se dedica al
narcomenudeo se dedique a otras actividades laborales informales y precarias. Es frecuente la
idea de que el narcomenudeo surge en la vida de muchas personas que no estaban
involucradas en actividades criminales, como una forma de hacer frente a la falta de trabajo y
las necesidades económicas.
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Condiciones que favorecen el desarrollo del narcomenudeo.
En función de los testimonios relevados, distinguimos tres condiciones que favorecen el
desarrollo y crecimiento de las prácticas en torno al narcomenudeo. En primer lugar, surge la
cuestión de las características espaciales o territoriales de los barrios con alta concentración de
pobreza. Los cuales aparecen como espacios en donde proliferan estas prácticas. La alta
densidad de viviendas, los espacios reducidos, la falta de calles y accesos de calidad, poca
iluminación pública, la ausencia -parcial- de instituciones dentro de los barrios y la falta de
servicios públicos como luz, gas, agua y saneamiento con su consecuente falta de controles de
esos servicios, son algunos de las razones que facilitan la aparición de zonas en donde el
riesgo de cometer estas prácticas sea menor que en otros lugares.
En segundo lugar, la alta rentabilidad de estas prácticas frente a otras alternativas económicas
o laborales. La pertenencia a este tipo de barrios está vinculada por lo general con una
participación limitada del mercado de trabajo formal. Siendo la mayoría trabajadores informales
o precarios. La posibilidad de acceder a una fuente de ingresos inmediata, sin costos de
entrada o inversión y que no requiere ningún tipo de credenciales es altamente tentadora para
quienes están medianamente familiarizados con prácticas de consumo.
“(...) tiene vigencia esa frase de redondos, que es un negocio pequeño y
simple, un negocio pequeño y simple entonces, vos agarras algo, vendes algo y
ganaste un montón de plata y no hay alternativa, no hay competencia posible
contra eso, competencia económica, tiene que haber otro sentido y ese otro
sentido nosotros vemos que las cooperativas y las organizaciones comunitarias
lo generan.” (Referente Social)
Por último, surgió en menor medida la importancia de estas prácticas como dadoras de sentido
a través de la pertenencia simbólica a un grupo y de legitimación frente a otros. Frente a
historias de vida marcadas por la carencia, la falta de oportunidades y reconocimiento social, el
prestigio o respeto que se atribuye a quienes logran acceder a determinados tipos de consumo
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material en poco tiempo aparece como un elemento que motiva y sostiene este tipo de
prácticas. Aún cuando todos aquellos que participan de las mismas son conscientes del riesgo
que este tipo de prácticas conlleva. La probabilidad de ir a la cárcel o perder la vida en manos
de las policía o en enfrentamientos con otras bandas se constituye en algo normal y/o frecuente
en su horizonte de posibilidades.
Efectos y consecuencias del narcomenudeo.
Los barrios con alta concentración de pobreza suelen sufrir distintos tipos de problemáticas
vinculadas a la carencia de recursos materiales, el aislamiento, la falta de servicios básicos y la
estigmatización. En función de los datos recogidos en el transcurso de esta investigación, la
presencia de violencia e inseguridad en los barrios está fuertemente vinculada con el
crecimiento del narcomenudeo. Tanto por las experiencias locales como internacionales, es
posible asegurar además que la presencia de individuos o grupos que distribuyen y
comercializan drogas trae aparejado un alza en otros tipos de delitos no directamente
relacionados con el narcotráfico o narcomenudeo. Según el Estudio diagnóstico inseguridad,
delito y fuerzas de seguridad en el barrio de Lanús del Observatorio de la Deuda Social
Argentina/UCA 2018: “el 40,6% de los residentes entrevistados en Villa Jardín considera que la
falta de seguridad y el delito es el principal problema del barrio, mientras que en Villa la Fe
asciende al 47,9%. Mientras que el 17,3% en Villa Jardín y el 14,2% en Villa La Fe consideran
que la droga y el narcotráfico son el principal problema” (2018: 20 y 21).
Se identifican tres formas mutuamente relacionadas en las que se vinculan el narcomenudeo y
la violencia. En primer lugar, el efecto psicofarmacológico. Si bien todas las drogas tienen
efectos distintos y tienen efecto distinto en distintas personas, el consumo de drogas lícitas o
ilícitas puede generar estados emocionales (irritación, excitación, enfurecimiento y/o
envalentonamiento de las personas) que podrían traducirse en comportamientos violentos. En
segundo lugar, otra forma en la que se visibiliza la relación entre el narcomenudeo y la
violencia es la que se denomina compulsión económica. Refiere a los intentos que realizan las
personas con consumos problemáticos por conseguir los recursos económicos necesarios para
sostener el consumo. Estos intentos se darían en forma de robos a familiares o amigos, robos a
terceros, asaltos, entre otros. Por último, se destaca una tercer forma de este vínculo, la
23
violencia sistémica. La violencia que surge por la existencia de una economía ilícita que carece
de un mecanismo de resolución de conflictos. Sin un tercero que regule, los mecanismos de
mediación son las venganzas y las represalias mediante la utilización de la fuerza. Las
interacciones violentas, perpetradas tanto contra sus adversarios como con sus socios,
familiares o amigos, son producto de la imposibilidad de acudir a los agentes del sistema formal
de control para manejar sus problemas o dirimir sus disputas. Las disputas por la venta de
productos adulterados, los castigos por el incumplimiento de pactos/acuerdos informales o falta
de pagos son formas comunes en las que se origina la violencia vinculada al narcomenudeo.
A su vez, junto con la violencia, también hay consenso en cuanto a que el narcotráfico y el
narcomenudeo no se dan independientemente de otros delitos y que cuando estas prácticas se
instalan un espacio determinado generan y potencian otros tipos de delitos.
(...) “el narcotráfico genera eso, genera un medio ambiente proclive a la
comisión de otros delitos que tiene que ver con el uso de la violencia, la
diversificación de las actividades criminales, muchas de estas organizaciones en
los barrios también se dedican a la extorsión, se dedican a secuestros o al robo
de autos. Porque buscan formas alternativas de financiamiento, entonces se
genera todo una serie de delitos vinculados a la actividad propia del
narcotráfico.” (Referente Político)
Origen de la droga que se consume en Lanús.
Se registra un amplio consenso en cuanto a la proveniencia de la droga que se vende y
consume dentro de Lanús. La misma proviene en su gran mayoría de capital federal, de
manera particular de dos villas, la 1-11-14 y la Zabaleta, ubicadas en los márgenes de la capital
federal. Se registra un flujo diario y permanente de individuos que van a comprar pequeñas
dosis y/o medianas cantidades ya sea para consumo personal o para reventa.
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“(...) hoy en día no tienen una política pública que los contenga, la droga
está en la esquina y es fácil y es accesible y si no la conseguís podés probar con
cualquiera que hay mucha gente, los vendedores de paco no discriminan, te
tomas el colectivo, vas a un 1-11-14 y te vas al bajo, hasta hay un rap, una
cumbia que dice -Me voy para abajo-” (Referente Social)
El Puente Alsina se constituye en el vínculo preferencial para el traslado de sustancias ilegales
por una cuestión de cercanía y medios de transporte. Son muchos los testimonios que
aseguran que esto genera problemas de seguridad en los colectivos y las paradas de
colectivos que van desde Lanús hasta capital a través del Puente Alsina. Ocurriendo robos
dentro y fuera de los colectivos con el fin de obtener dinero para la compra de drogas. Es por
este motivo que el municipio desarrolla operativos de seguridad de forma sistemática en este
sitio. A su vez, también se hace el traslado en bicicleta o a pie.
Dada su ubicación, Lanús se constituye en un paso obligado para que la droga llegue a los
otros municipios de Zona Sur. Esto se verifica constantemente en función de los domicilios de
las personas detenidas por posesión de drogas ilegales, registrando que un gran porcentaje de
ellas tiene domicilio en otros municipios de zona sur.
Las drogas que se consumen en Lanús.
El municipio de Lanús no difiere en gran medida con los demás municipios de zona sur del
conurbano bonaerense en cuanto al tipo de drogas que se consumen. Los testimonios
recabados sostienen que si bien hay presencia de todo tipo de drogas, dadas las
características sociodemográficas del municipio, la gran mayoría de la droga que se incauta es
cocaína de baja calidad y marihuana.
“Tenemos un mercado (...) de clase media y clase alta con una pureza
promedio del 65%, que es una pureza bastante alta y después lo que nos pasa
cuando la medimos es que en el escalón inferior es muy mala (...) con menos del
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10% de pureza, que es esa la que se consumen en los barrios más, más
pobres.” (Referente Político)
La droga que se consume principalmente en el Municipio de Lanús es la cocaína de baja
calidad. Es cocaína rebajada o “cortada” con distintos tipos de sustancias que permiten
aumentar su volumen y con él las ganancias. Procedimiento que se realiza sumando sustancia
inocuas y/o sustancias adulterantes que buscan imitar los efectos anestesiantes o
enfervorizantes de la cocaína pero terminan generando otros problemas de salud a quienes las
consumen.
Juventud, narcomenudeo y consumo problemático.
Teniendo en cuenta que, desde la información obtenida, la mayor parte de quienes ejercen el
delito del narcomenudeo son jóvenes entre los 18 y los 25 años de edad, es necesario analizar
el tema de estas juventudes con mayor profundidad. Los jóvenes que incurren en este tipo de
prácticas delictivas suelen residir en barrios segregados, sufren problemas de marginación,
falta de contención en sus familias, dificultades para insertarse laboralmente y, en muchos
casos, no logran finalizar sus estudios secundarios. Estas características los convierten en una
población vulnerable, que encuentra pocas oportunidades en los circuitos formales o
socialmente aceptados. Frente a un futuro que solo ofrece excluirlos y marginarlos, e
instituciones estatales que no logran contenerlos, aparece en muchos de estos jóvenes un
doble vínculo con las drogas: como consumo y como una alternativa económica para obtener
dinero de manera rápida, sumando también la posibilidad de referenciarse con un grupo de
pertenencia social.
“No hay un proyecto a futuro, o sea, la respuesta es “bueno, hay que ver
si llego”, como entre ellos el chiste de si a ver si llega a terminar el secundario,
entonces para mi es preocupante, es preocupante eso. Como hay que tomar
acciones, pero es esto hay que bajar con todo, hay que bajar con todo porque
no, como que hay yo digo una generación como medio perdida en ese sentido,
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12-13 años que ya nacieron en un tipo digamos de familias y es lo que conocen.
Entonces no, es muy difícil.” (Referente de Salud)
“Pero bueno, vos tenes una no maestra, una ausencia de la familia y un
policía que te castiga todo el tiempo te da, entonces el pibe se escapa viste. Y
después tenes que el narcotraficante te consiguió las zapatillas, te mimó entre
comillas, te da un mimo y tenes un esclavo o un soldado que es capaz de dar la
vida por él, eso te repercute directamente en la violencia del delito ¿me
entiendes? Es complejo en verdad.” (Referente Político)
Pensando en el doble vínculo de estos jóvenes con las drogas, es recurrente que se inicien en
este tipo de prácticas para financiar su propio consumo y que la tenencia constante de la
misma derive en situaciones de consumo problemático. Cabe destacar que los consumos
problemáticos que padecen los jóvenes no solo tienen que ver con drogas ilegales, sino
también, y en una gran proporción, con sustancias legales como el alcohol.
“Pero también la vulnerabilidad implica el acceso a sustancias de
consumo, entonces eso tiene que ver donde aparece por ahí más pasta base,
pero también el alcohol. Todo, para no pensar en cuestiones, sustancias
ilegales, el alcohol es una de las cosas que aparecen más en el consumo
problemático y el tabaco. El tabaco uno lo problematiza menos porque no
provoca un deterioro en cuanto a las capacidades de adaptarse a lo social, de
tener que trabajar, pero en realidad si pensáramos las sustancias de mayor uso
son el tabaco y el alcohol. Pero sí, el perfil varía, por ahí la marca más fuerte es
en los barrios más vulnerados ha variado con el tiempo, los pacientes que
recibíamos hace 20 años atrás no tienen nada que ver con los actuales.”
(Referente de Salud)
Asimismo, existe una estrecha relación entre el consumo de drogas, el narcomenudeo y la
comisión de otros delitos. Aquellos jóvenes que comienzan con trayectorias vinculadas al
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narcomenudeo y/o al consumo de sustancias, frecuentemente también incurren en otros
delitos, como por ejemplo, el robo. Desde los relatos analizados, el consumo de
estupefacientes por parte de quienes delinquen ha aportado un agravante en términos de la
violencia ejercida. Se puede hablar de un punto de quiebre en el ámbito de la delincuencia a
partir de la intromisión de las drogas.
“(...) la gente grande por lo general, lo que uno llama “chorro viejo”, no
sé, que es lo que más, tienen por ahí delitos más graves y hacen trabajos
limpios. Este chico que fue drogado a robarle a una anciana, por ejemplo, a lo
mejor te estoy hablando no por el caso que hubo ahora, sino así en general
¿no? a lo mejor no tenía ninguna necesidad de lastimarla y a lo mejor la lastimó
porque no estaba... y eso sí, la droga influye mucho más en eso, la violencia,
hay un plus de violencia importante por el tema de la droga (Referente Poder
Judicial)
Se suma a la problemática de los jóvenes en situación de vulnerabilidad, una compleja relación
con las fuerzas de seguridad en los barrios. Varios actores han señalado que los jóvenes que
residen en villas y barrios marginados suelen ser víctimas de malos tratos, persecuciones y
torturas por parte de la policía. Estos jóvenes se encuentran expuestos a la posibilidad de ser
detenidos y de comenzar desde muy temprano un recorrido vinculado a instituciones penales,
del cual les resultará muy difícil salir. En este marco, las vidas de estos jóvenes se encuentran
marcadas por la estigmatización, el hostigamiento policial, la falta de oportunidades y la
carencia de instituciones que puedan servir como canales de reinserción social. Los
trayectorias de estos sujetos pueden concluir en centros de recuperación, en el mejor de los
casos y, en los peores escenarios, la cárcel o incluso la muerte.
Fuertemente vinculada a las problemáticas de la pobreza, el narcomenudeo, el consumo de
sustancias ilegales y la violencia, se evidencia una agudización de la fragmentación territorial,
generando una tendencia hacia las micro fragmentaciones, las cuales van de una lógica inter-
barrial a una intra-barrial. Lejos de ser espacios homogéneos, estos barrios presentan hoy
divisiones históricas, por motivos diversos y hasta a veces olvidados, que producen
enfrentamientos sistemáticos a distintos niveles. En función de los testimonios recogidos se
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evidenció que este proceso se debe en gran medida al crecimiento de las desigualdades al
interior de los barrios. Siendo algunas de sus consecuencias el aumento en la conflictividad
social y el debilitamiento de los lazos de solidaridad en el interior de los barrios.
Políticas públicas de prevención y tratamiento en Lanús.
En Lanús, como en el conurbano bonaerense, son escasas las acciones desde el Estado que
se proponen disminuir o impedir el ingreso de sujetos a situaciones de consumo de sustancias
ilegales. Podríamos mencionar algunos espacios en la Subsecretaría de Adicciones, y algunos
programas destinados a la juventud, como por ejemplo la Casa del Futuro. Sin embargo, las
alternativas presentes para el tratamiento de esta problemática son escasas, generalmente se
encuentran desfinanciadas, están desarticuladas o no llegan a captar a su público objetivo.
“(...) y no, y en las políticas públicas de recuperación de consumo
problemático de drogas yo tengo algunos amigos que trabajan en eso y está
vacíos de recursos tanto materiales como profesionales porque había equipos
amplios, se fueron reduciendo.” (Referente Social)
En particular, existe una carencia en materia de políticas orientadas a cierta franja etaria que es
considerada como un punto de inflexión. Diversos referentes coinciden en señalar que a partir
de los 12/13 años hay un quiebre: los jóvenes empiezan a relacionarse con otras dinámicas,
muchos dejan la escuela porque ya no es un espacio de contención. Si bien existen programas
como FINES y Jóvenes con Más y Mejor Trabajo, que apuntan a recomponer el vínculo con el
mundo educativo y laboral, ambos programas son para jóvenes mayores de 18 años. Los
programas y acciones estatales culminan cuando cumplen los 15, y los programas de empleo
están orientados para población mayor de 18 años. Para los jóvenes de entre 15 a 18 años no
hay propuestas institucionales claras. Es importante señalar que en los barrios hay propuestas
sostenidas por organizaciones sociales y otras que provienen de diferentes áreas del
Estado/Municipio, pero los referentes mencionan las dificultades de participación de los jóvenes
en estos espacios.
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En este sentido, existe un consenso entre los distintos entrevistados alrededor de la idea de
que “se llega tarde”, es decir, de la carencia y/o la ineficiencia de las políticas de prevención.
Producto de esto, se sostiene desde varios testimonios el hecho de que aquellos jóvenes que
logran llegar a instituciones de recuperación, lo hacen con altos niveles de deterioro producto
de las sustancias consumidas.
“...No, desde la política pública no veo grandes posibilidades de
recuperación en el consumo problemático de droga porque aparte se los agarra
cuando ya están hechos mierda…” (Referente Social)
“...yo hoy por hoy cuando me llama un pibe hecho mierda un sábado a la
noche no sé dónde derivarlo, si estoy por acá vengo con mi auto, me tomo unos
mates, tomamos unas cervezas con el pibe, aguanta para que sobreviva a ese
día, no, otra cosa no hay…” (Referente Social)
Diversos operadores comunitarios y de salud, han señalado la centralidad del consumo
problemático de alcohol como problema en sí mismo y como iniciación en prácticas de
consumo de sustancias psicoactivas. Esta es una práctica que atraviesa a todos los sectores
sociales y en todos ellos está claramente asociada a la diversión y el esparcimiento y está
naturalizada. Al hablar de consumos problemáticos, se suele enfatizar en el uso de drogas
como el paco, la marihuana, la cocaína, pero no se contemplan las consecuencias que puede
generar el consumo de otras sustancias que son legales.
“Todo, para no pensar en cuestiones, sustancias ilegales, el alcohol es
una de las cosas que aparecen más en el consumo problemático y el tabaco. El
tabaco uno lo problematiza menos porque no provoca un deterioro en cuanto a
las capacidades de adaptarse a lo social, de tener que trabajar, pero en realidad
si pensáramos las sustancias de mayor uso son el tabaco y el alcohol.”
(Referente Social)
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“...porque no solamente la droga, el alcohol también, alguna vez aparece
algún, algún, algún borracho, lo veo por la calle o alguno que venía siempre y
charlamos…” (Referente Social)
Se sostiene, desde los testimonios relevados, que existe una importante vacancia de políticas
orientadas a la prevención y el tratamiento de los consumos problemáticos. Algunos referentes
señalan que los centros de rehabilitación se encuentran colapsados, desfinanciados y serían
insuficientes.
“(...) agarras ahora y llamas al Sedronar decís “hola, mi hermano se
está muriendo” “jodase” te dicen básicamente, no, pero no tiene una cama,
jodase, consiga un juzgado, jodase también. No hay lugares de internación o
están colapsados.” (Referente Social)
En este marco, es válido plantear que las políticas de lucha contra el narcotráfico que se
implementan en el Municipio de Lanús enfatizan en la reducción de la oferta de drogas ilegales,
pero poseen un déficit en cuanto a los sujetos que demandan estas drogas. Los programas de
prevención y tratamiento de los consumos problemáticos serían escasos, se encuentran
desfinanciados y colapsados. La rehabilitación y reinserción de quienes padecen adicciones no
constituye un eje central en el conjunto de acciones desarrolladas desde el Municipio. En este
marco, es necesario resaltar la importancia de espacios de expresión, como pueden ser centros
culturales o deportivos, desde donde poder promover o acompañar a los jóvenes a alcanzar un
proyecto de vida y a proyectarse a futuro.
Rol de la Escuela en relación al consumo y los consumos problemáticos.
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Surgen como principales problemáticas en la adolescencia la deserción escolar, el embarazo,
los contextos familiares desestructurados, las dificultades para ingresar al mercado laboral, los
circuitos de violencia y conflictividad hacia el interior del barrio y el consumo de sustancias
psicoactivas. En este contexto, la mayoría de las instituciones/organizaciones del barrio
muestran dificultades para captar a los jóvenes a partir de los 15 años y proponerles
actividades donde se sientan convocados y participen. Es aquí donde la escuela viene a ocupar
un lugar fundamental frente a la carencia de otras instituciones.
Para determinados sectores de alta vulnerabilidad social, la escuela representa el único
espacio capaz de brindar la contención y protección a los jóvenes entre 15 y 18 años, frente a
determinados ámbitos y prácticas. La deserción escolar aparece como el inicio de trayectorias
de abandono y desafiliación progresiva, marcadas por el espacio de la calle y la esquina, el
consumo de alcohol y drogas ilícitas, delincuencia, consumos problemáticos y el
narcomenudeo.
En los barrios vulnerables la escuela debe asumir un rol de contención en relación a la
deserción escolar y el consumo de drogas, por encima de su rol educativo. En un contexto de
desfinanciamiento y problemas estructurales del sistema educativo nacional, estas escuelas
deben asumir una serie de tareas para las cuales no están preparadas ni a nivel institucional ni
a nivel profesional.
“Por ahora se entiende que hablamos de drogadicción, bueno asi como
tema, se habla en ciencias naturales, se habla en construcción de ciudadanía,
se hacen las láminas ¿no? de los tipos de drogas, de las consecuencias y ya
está. Pero cuando un alumno tiene un problema, con la, bueno con la
delincuencia con ese tipo de drogas y demás, sabemos que es así, pero porque
te lo cuentan en lo cotidiano, vienen, y bueno, pero porque estamos viniendo a la
escuela, pero seguimos hablando de che tenes que venir, no faltes, hiciste la
tarea y todo lo demás, de ponernos a encarar el tema, de ponerlo arriba de la
mesa no, no lo hacemos por lo mismo de lo que te digo: porque no estamos
capacitados, porque no tenemos el espacio, porque no hay asistente social, por
un montón de cosas. Entonces esto sigue entrando, si, sigue entrando, esto es
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una situación que entra sin pedir permiso, pero que no lo estamos pudiendo
abordar.” (Referente Educación)
“(...) las escuelas están muy hechas mierdas también ahora. Yo hace
rato, yo iba un montón a las escuelas, ahora hace rato no recorro, hace 15 días
di vuelta un par de escuelas y no, lo que sí lamentablemente a veces es
voluntarismo, por ahí que una seño con total onda del mundo, con todo el amor
por los pibes te pueda decir una animalada porque no es una operadora en
adicción, no tiene formación y con un cuadernillo que te baja del Ministerio no no
te hace especialista digamos.” (Referente Social)
Pese a las dificultades que enfrenta el sistema educativo en general, y las escuelas de zonas
marginales en particular, existe un alto nivel de consenso entre los entrevistados con respecto
a la importancia de la Escuela como la última posibilidad de muchos jóvenes de poder
proyectar una vida alejada de prácticas autodestructivas y actividades ilegales. Podríamos
sostener que recae en la escuela la responsabilidad de cubrir los déficits en materia de políticas
públicas orientadas a la juventud.
“...yo lo que veo, te digo, lo único que tienen esos chicos son maestras, es
la única esperanza que tienen. Por eso te digo, la educación, la docencia, eso es
lo único que hoy en día…” (Referente Político)
En este contexto, es necesario, por un lado, fortalecer al sistema educativo en general,
mediante la ampliación de recursos y la formación docente, con el fin de poder abordar las
complejidades que surgen actualmente en el ámbito escolar. Pero también se torna
imprescindible promover desde el Estado la construcción de dispositivos de apoyo y contención
a los jóvenes que tienen consumos problemáticos, en donde la educación, el deporte, la acción
de voluntariado y el trabajo constituyen espacios fundamentales de recuperación.
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Políticas e iniciativas de abordaje a la problemática del narcomenudeo desde el
Municipio de Lanús.
Partiendo del consenso de que no existiría producción de drogas en el Partido de Lanús, las
estrategias implementadas desde el Municipio se han dirigido principalmente al control del
tráfico de drogas, y a la seguridad en general. Asimismo, los testimonios brindados por
referentes políticos hablan de la imposibilidad de extinguir la delincuencia y, por tanto, las
políticas se han orientado a relocalizar los focos de inseguridad hacia otros territorios.
“Lamentablemente hoy la inseguridad se trabaja de esa forma, vos no
podés extinguirlo, y como no lo podés extinguir lo tenes que alejar de tu zona. Y
nosotros lo que hacemos es trabajar en base a la planificación de cámaras, en
base a los operativos que vamos realizando, en base un montón de factores
desplazando el delito y sacándolo de Lanús. “ (Referente Político)
En este sentido, describimos a continuación una serie de acciones que se estarían
desarrollando según los relatos recogidos:
● Operativos de saturación / Patrullaje: se aumentó la cantidad de personal policial
circulando en las calles, ya sea en vehículos (autos, motos, bicicletas) patrullando
distintos circuitos, o presencia de personal a pie en distintas esquinas. La lógica detrás
de esta iniciativa indicaría que a mayor presencia policial, menor probabilidad de que se
cometan delitos en esas zonas, con la intención de cubrir o “saturar” la mayor parte del
territorio. Además, se confía al policía de calle la tarea de recabar información acerca de
posibles zonas de venta de drogas.
● Corredores escolares: consiste en un cordón policial ubicado en las zonas de mayor
afluencia de gente, por ejemplo, las zonas donde hay escuelas, con el fin de prevenir la
comisión de hechos delictivos en estos espacios.
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● Monitoreo mediante cámaras: Según los testimonios relevados, se avanzó
aumentando la cantidad de cámaras que habían sido instaladas desde la gestión previa.
Hasta el momento se habría avanzado en la colocación de 517 cámaras de seguridad,
con el objetivo de llegar a las 628 para fines del 2018, y a las 900 hacia el final de la
gestión. Dichas cámaras se encuentran distribuidas a lo largo de la localidad de Lanús,
cada 6 o 7 cuadras de distancia, en ciertas zonas identificadas como puntos álgidos con
respecto a delitos y reiterados episodios de narcomenudeo. Las fiscalías y comisarías
formarían parte de este proceso también, definiendo entre las tres partes los puntos de
ubicación de las cámaras. Asimismo, desde el Centro de Monitoreo el personal
capacitado procesa la información obtenida por las cámaras.
● Sistema de denuncias anónimas: se trabaja mediante redes sociales y una línea 0800
para realizar denuncias de manera anónima y gratuita. Mediante las mismas, se busca
proteger la identidad de quien denuncia para fomentar el aporte de información
relevante acerca de puntos donde se comercializan drogas y datos de quienes realizan
esta actividad ilícita. Las denuncias son recibidas por la Secretaría de Seguridad, quien
da inicio a una investigación para verificar la veracidad de la información.
● Procedimientos policiales en transporte público: consiste en operativos realizados
por personal policial en colectivos abordados al azar, en puntos geográficos
considerados estratégicos para la circulación de drogas, por ejemplo, Puente Alsina. En
estos operativos, los efectivos policiales pueden detener cualquier colectivo que esté
transitando por la zona con el fin de detectar “actitudes sospechosas” en los pasajeros y
realizar una requisa. De encontrarse mercadería ilegal, se procede a la incautación de
la misma y la detención de su portador.
● Construcción de mapas del delito: según los testimonios relevados, se trabaja con los
mapas construidos por distintas agencias de seguridad públicas, donde se vuelca
información desde distintos organismos sobre denuncias de delitos cometidos, con
fecha, hora y lugar exactos. De esta manera, mediante los distintos aportes, se va
construyendo un mapa en el cual es posible identificar puntos neurálgicos, zonas
peligrosas, espacios de comercialización de drogas, etc.
● Línea 132 “Volver a casa seguro”: sistema de acompañamiento de vecinos al arribar
a sus hogares. Mediante la línea 132, los vecinos pueden comunicar sus horarios de
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llegada y su domicilio para que se les destine una patrulla que los acompañe hasta
regresar a su hogar. Se está aplicando a modo de prueba en tres zonas del Municipio.
● Allanamientos en búnkers / incautación de drogas: estos operativos constituyen el
principal objetivo de la política del Municipio contra el narcomenudeo. Las denuncias,
las investigaciones que realizan las fiscalías, la información que aportan las fuerzas de
seguridad y el monitoreo mediante las cámaras de seguridad serían las herramientas
que permiten llegar a estos búnkers. Una vez obtenida la orden judicial, las fuerzas de
seguridad proceden al allanamiento del domicilio y la incautación de la mercadería.
Las acciones descriptas buscan actuar en dos planos: por un lado, desde un nivel objetivo,
apuntan a la reducción y el control del delito. Por otro lado, buscan un impacto sobre la
subjetividad de quienes residen en los barrios del Partido de Lanús, intentando generar una
disminución de la percepción de inseguridad y miedo al delito.
Tipos de intervención en el municipio de Lanús.
En base a los testimonios relevados, podríamos señalar que la mayoría de las acciones
implementadas en el Municipio de Lanús se enmarcan en un modelo de disuasión y represión
del delito. En este marco, la intervención estatal se orienta en torno a un eje fundamental: la
disputa por el territorio. Los objetivos que se proponen desde esta perspectiva apuntan a
reducir la oferta de drogas ilegales y a imponer el poder de la fuerza pública por sobre los
grupos delictivos que operan en los territorios, principalmente en aquellos barrios que por sus
condiciones de marginalidad y vulnerabilidad se encuentran más expuestos a la aparición de
estas prácticas.
“Después lo que nosotros hacemos es intervenir, a nosotros no nos da
miedo la utilización de la fuerza, o sea nosotros intervenimos, intervenimos y nos
metemos, ó sea vamos y le vamos al frente. Entonces, algunos les parecen
pésimo, a mí me parece que es la única manera de mantener el control territorial
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que es metiéndote y mostrando que sos más fuerte que cualquier otro grupo que
esté operando en el distrito porque somos la ley, en definitiva, somos la fuerza
pública.” (Referente Político)
“Entonces, el narcomenudeo para mí el tema principal es de
territorialidad, si vos rompes la lógica territorial ya tenes por lo menos el 90% de
la discusión para mí solucionada. Después cómo rompes el vicio del consumo
requiere mucho más que un tema de seguridad.” (Referente Político)
Existe entre los entrevistados consenso alrededor de la relación entre la problemática del
narcomenudeo y otros factores de largo plazo, tales como los consumos problemáticos, la
salud, la educación y falta de oportunidades. Sin embargo, estas cuestiones no son pensadas
como prioritarias en los diseños de políticas y acciones a desarrollar, como parte de un enfoque
integral, sino como factores que exceden la capacidad de los sectores estatales abocados a
combatir el narcotráfico, el cual es analizado exclusivamente desde la óptica de la seguridad.
Si bien las políticas actuales han avanzado en reforzar la presencia policial y la recuperación
del espacio público en determinados barrios del Municipio de Lanús, tanto los testimonios
recogidos en esta investigación como los datos brindados por el Estudio Diagnóstico
Inseguridad, Delito y Fuerzas de Seguridad en el Barrio de Lanús (ODSA-UCA, 2018) afirman
que el consumo y los problemas asociados a él no han disminuido. Más de cuatro de cada
cinco jóvenes consideran como bastante fácil o muy fácil conseguir drogas ilegales (81,2%),
situación que se da de forma prácticamente indistinta en todos los barrios analizados. A su vez,
más de dos de cada cinco jóvenes encuestados (41,9%) mencionaron que en el transcurso de
los últimos 12 meses les ofrecieron drogas ilegales por lo menos en una oportunidad. Si bien
hay consenso acerca de que no hay narcotráfico ni presencia de bunkers y/o cocinas en el
Municipio de Lanús, en los barrios relevados en el estudio, el narcomenudeo sigue presente y
las drogas ilegales continúan siendo de fácil acceso.
En contraposición a la postura gubernamental, la perspectiva de algunos referentes sociales se
enfoca en el abordaje de las causas profundas o de largo plazo. Desde estas visiones, las
políticas que se centran únicamente en la seguridad o en el uso de la fuerza no serían
apropiadas ni efectivas en el tratamiento de la problemática del narcotráfico.
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“(...) no creo que es un problema que se pueda ver desde la perspectiva
de seguridad únicamente porque el narcotráfico es un delito que tiene vínculo
con el consumidor, es más creo que plantea el problema, plantear al narcotráfico
como problema es un error de percepción, el problema son las adicciones,
digamos el problema es que hay pibes en situación de adicción, es una especie,
hay una dialéctica, es una causa y una consecuencia a la vez.” (Referente
Social)
“Existe, bueno, con todo lo que ustedes manejen la información porque
tampoco ahora me puedo poner a hablar lindo de que ahora se están cerrando
los kiosquitos, no. Creo que se gasta más en el operativo, en la discusión en los
medios, que en lo que realmente, todo eso, todo ese gasto se podría poner en la
escuela de taller de consumo problemático de droga y creo que nos sobra
plata...” (Referente Social)
“Acá cuando revientan algún rancho en villa La Fe que vos miras a la
mina con 3 pibitos, con el marido en cana que vende paco, está bien, está mal
eso y que no tiene nada esa mina, te revientan el rancho, te pone un cartel el
municipio “luchamos contra el narcotráfico”. No, la lucha contra el narcotráfico es
otra cosa, en primero empieza a cortar la merca que circula por estos lugares y
que es de alta calidad y que no circula, la lucha contra el narcotraficante es otra
cosa, no es agarrar pibitos que también están pasados que son adictos estos
pibitos, un narcotraficante, creo que no conozco en ese nivel, pero creo que no
es ni un tipo pasado ni adicto, más cuando se manejan esos volúmenes ¿no?
los pibitos estos están pasados y pasan drogas y de ahí sacan la diferencia para
poder consumir ellos y el que la hace un poquito mejor quizás saca para comer y
para los pañales para el hijo y eso no lo llamaría un dealer”. (Referente Social)
En este marco, los testimonios evidencian dos perspectivas diferentes en torno a las políticas
implementadas. Mientras que algunos actores enfatizan en la represión del delito, el control de
la oferta de drogas ilegales y el uso de la fuerza como principal herramienta para mantener el
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poder sobre los territorios, otros referentes señalan que estas políticas atacan los efectos del
problema del narcotráfico, pero no sus causas. Según estos actores, el foco debería estar
puesto en el desarrollo de políticas sociales, educativas y políticas de prevención y tratamiento
de los consumos problemáticos.
“Es una cosa bastante de sentido común y además que está bastante
estudiada y que es así, a mayor intervención social menor violencia barrial, está
bastante estudiado, el tema es que eso no vende políticamente, políticamente lo
que vende (...) es el populismo de derecha, digamos la demagogia punitiva
entonces hay que decir “yo los voy a meter en cana a los narcos”, ni meten en
cana a los narcos ni resuelven nada solamente generan más violencia digamos
(...)”(Referente Social).
“(...) logramos reducir una modalidad de narcomenudeo muy gravosa, punto,
osea yo no sé si hay menos consumo (...) lo que sí sé es que al que quiere consumir ya
no puede consumir, no, no le es fácil encontrar la droga o no le es tan fácil encontrar la
droga porque no está, no hay un quiosco de droga abierto que dice “hola, venite” y me
voy a comprar, eso no existe más. Entonces, yo creo que en ese contexto lo nuestro fue
exitoso. Después, hay otra serie de factores que para mí nos excede y tiene que ver con
un estudio de consumo, etc., y nosotros no hacemos que la gente no se drogue, la
gente de acá se droga acá, allá, en Capital, en el mundo, se droga por un montón de
circunstancias (...) nos excede.” (Referente Político)
Rol de la policía en relación a la problemática del narcomenudeo.
La idea general en torno a la policía es que es una institución que se encuentra en crisis y
desfinanciada que no logra cumplir sus funciones básicas. Son dos los problemas principales
que enfrentan actualmente las instituciones policiales. Por un lado, es una institución que
carece de los recursos básicos para realizar su labor. No posee personal suficiente, vehículos,
móviles, infraestructura, armamento ni capacitación suficientes. En este marco, es incapaz de
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cumplir eficientemente con su rol, y mucho menos, capaz de enfrentar a un fenómeno como el
narcotráfico o narcomenudeo.
“Pero esto es así, pero esto pasa en el 2018 en Argentina, es la realidad, los
tipos te exigen pongan internet, wifi, infrarrojo, bueno dámelo, ah, no, no y
bueno. Por eso te digo las comisarías, bueno fíjate cómo haces el calabozo y
guarda que no se te escape porque sos responsable, viste el dicho “atado con
alambres” esto pasa en la policía, nosotros queremos la policía sueca con los
recursos del hombre de Neanderthal, te dan un palo, una piedra y ahí fíjate que
podes hacer, un día de combustible nos da la Provincia.” (Referente Policial)
Por otro lado, hay consenso entre distintos actores del municipio en que existe un entramado
institucional corrupto entre el poder político, las fuerzas de seguridad y las barras bravas, con
respecto a la regulación y protección de actividades delictivas de alta rentabilidad económica,
entre ellas, el narcotráfico y el narcomenudeo.
Diversos referentes sociales, judiciales y políticos del Municipio sostienen que no se puede
explicar el crecimiento y expansión de esta problemática sin la connivencia, tanto por acción o
por omisión, de ciertos actores: policía, política, barras bravas. Asimismo, hay consenso en la
identificación de los actores que integrarían esa estructura.
“(...) los vecinos nos comentan la sensación de la connivencia con la
policía y el lugar con el narcotráfico es elevadísima, es elevada al punto de que
ya dicen “no, para qué denunciar, pierdo tiempo”, entonces terminan
denunciando la desesperación del momento, la gente que sufre un delito en el
momento y de bronca propia porque necesita contención y entra a la comisaría
para que alguien lo contenga, pero ni siquiera porque crean que alguien va
hacer algo.” (Referente Político)
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“...no es que Lanús es tierra de narcos, están los mismos de siempre en esta red
de corrupción donde está la policía, la droga, la trata de personas, la prostitución, está
enmarañado todo lo corrupto en una suerte de red (...)” (Referente Social)
“No existen este tipo de redes más organizadas como hay en otros lados y el
tema de cárteles tampoco, lo que sí existen son redes de corrupción en donde ha
estado el narcotráfico, el juego, la trata de personas, todo eso enmarañado en una muy
red corrupta y compleja donde está metido conjuntamente sectores de la policía con los
políticos de los gobierno de la gestión (...). (Referente Social)”
En este contexto, la Secretaría de Seguridad se articuló con la Policía Local, en primera
instancia, organizando, equipando, financiando y capacitando al personal policial con el objetivo
de lograr un accionar policial eficiente. En segundo lugar, formulando e implementando
conjuntamente estrategias y acciones de lucha contra esta problemática criminal. Lo cual, si
bien a nivel local esto representa un avance y un esfuerzo deseable, contribuye a reproducir
una fragmentación institucional reflejada en que cada fuerza policial formula e implementa sus
propias estrategias y acciones de control del narcotráfico/narcomenudeo. En ausencia de un
dispositivo policial unificado y especializado en la criminalidad organizada y del
narcotráfico/narcomenudeo en particular.
El rol de la Policía Local en el Municipio de Lanús, en relación al narcomenudeo, está definido
por la política de seguridad actual orientada a la recolonización del espacio en villas y
asentamientos. En este sentido, la lucha contra el narcomenudeo está enmarcada en una
política y un accionar específico orientando a tomar control del territorio, que tiene por fin último
mejorar la problemática de la inseguridad en el municipio. El consumo y distribución de drogas
ilegales es percibido como uno más de los problemas o actos delictivos que afectan a los
vecinos y atentan contra su seguridad.
En este sentido, la lucha contra el narcomenudeo se da de igual forma que otros actos
delictivos como el robo de motos o autos, secuestros, etc. Las dos medidas más utilizadas son
los controles (interceptación vehicular y operativos) que se realizan en distintos puntos del
municipio, principalmente en los accesos desde capital federal y los allanamientos en busca de
bunkers, originados en su mayoría por denuncias anónimas a través de distintas fuentes.
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Diversas fuentes confirman el éxito de estas medidas y la drástica reducción de las distintas
bocas de expendio que estaban presentes en los barrios. Los distintos actores consultados
sostienen que actualmente en el municipio no hay “bunkers” ni “cocinas”.
Rol del Poder Judicial en relación a la problemática del narcomenudeo.
A partir del 26 de septiembre del 2017 comenzó a funcionar la Unidad funcional de Instrucción
UFI 1 que incluye 4 fiscalías, 4 defensorías, 2 juzgados de garantías. Esto permitió acelerar los
procesos y dar independencia al municipio para obrar y articular más eficientemente con otras
instituciones, como ser la municipalidad y las fuerzas de seguridad. En función de los
testimonios recogidos es posible decir que este cambio afectó positivamente en la posibilidad
de realizar allanamientos e incursiones rápidas frente a una serie de actos delictivos entre los
que se encuentran el ataque directo a bunkers o bocas de expendio de drogas ilegales.
“todo esto empezó a tener otra dinámica judicial, policial, municipal que
bueno, generó otro tipo de cuestiones. Por ejemplo, que no exista más la
modalidad en Lanús del bunker, el bunker era una modalidad clásica digamos
que estaba en todo Lanús, ahora no hay bunkers (…) los hicimos pelota, ósea
los hicimos, la verdad los hicimos pelota, los hicimos pelotas en algunos casos
judicialmente y en otros porque nosotros entendimos que el accionar nuestro
requiere de, de usar las herramientas que tiene el Código Procesal Penal que
por ejemplo la flagrancia (…).” (Referente Político)
En este contexto, es fundamental comprender la importancia de la figura de la “flagrancia” en la
realización de los procedimientos y acciones policiales. El delito flagrante, en derecho penal
remite a la forma mediante la cual se hace referencia a aquel delito que se está ejecutando
actualmente o en ese preciso instante. Por lo que es posible actuar bajo la presunción de que
se está cometiendo un delito en ese momento. Esta figura permite agilizar el accionar de las
fuerzas de seguridad respaldadas por el poder judicial.
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“Entonces es muy difícil porque la droga no está toda junta en un mismo
lugar, se reduce a cantidad tan pequeñas que entran dentro de la interpretación
del consumo personal y no hay punibilidad en eso. Entonces es muy difícil ¿no
cierto? Desde, desde lo represivo contrarrestar al narcotráfico. Así que bueno,
esas son varias de las acciones que tenemos nosotros, saturar la calle ¿Por
qué? Porque se les hace más difícil a los caminantes, les decimos nosotros,
vender porque saben que los estamos cruzando, pero bueno, no hay territorio
que pueda ser cubierto al 100% al mismo momento por presencia policial.”
(Referente Político)
Gran parte de las acciones que se realizan contra el narcomenudeo en el municipio de Lanús
son iniciadas por flagrancia, teniendo como resultado la detención de consumidores y
pequeños comerciantes minoristas de drogas ilícitas. Las acciones y detenciones no son parte
del resultado de una labor de inteligencia como pueden realizar las competencias nacionales o
federales. Esto pone en evidencia, una vez más, la contraposición entre dos lógicas diferentes
entre las instituciones municipales y provinciales y las de nivel nacional. La acción judicial a
nivel municipal trabaja exclusivamente con narcomenudeo a nivel local, por lo cual, se limita a
desbaratar los eslabones más débiles o precarios de la cadena, sin poder alcanzar las
organizaciones delictivas de mayor escala que trafican y comercializan sustancias ilegales.
“(...) es que nosotros con el poder federal fíjate en tres años tuvimos, no
quiero exagerar, pero no llegamos a las 5 causas, no, nunca llegamos a las
cinco causas. Pasa es que son como dos lógicas distintas de trabajo, entonces
que nosotros obviamente respetamos y refutamos un montón, pero un juez
federal está para agarrar a esa banda grande.” (Referente Político)
“(...) ahora el municipio que es la primera ventanilla del reclamo no está
para esa banda grande está para cortar el, el reclamo cotidiano, ósea, por
ejemplo, un juez federal en la misma investigación de un pasillo por ahí me
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demora un año, le sirve demorarla un año ¿Por qué? Porque por ahí lo agarra a
uno y le saca un teléfono y empieza con el teléfono y va otro y le sirve que vea
quien va a venir después y así con eso y es una investigación que se hace larga
donde al juzgado le sirve porque con eso puede ir para arriba. Ahora, yo tengo
un año al, al tipo vendiendo y me asesina, van a decir vos sos cómplice, vos
cobras, vos cobras, es como dos lógicas que no, no se tocan. (...) no dimos con
la práctica de laburo que nos ayude a los dos a, a ir al mismo objetivo, al tipo no
le sirve para nada agarrar, qué sé yo, una banda que tenga no sé, 300 dosis de
paco y 20 mil pesos y para mi eso es un golazo a media cancha, para mí está
bárbaro.” (Referente Político)
Rol de los movimientos u organizaciones sociales en torno al narcomenudeo.
En función de la información recogida, pudimos captar dos visiones muy diferentes en torno al
rol de los movimientos u organizaciones sociales en el municipio de Lanús. Por un lado,
algunos actores mencionan y destacan la importancia de las organizaciones sociales en
contextos de vulnerabilidad y pobreza como alternativas al consumo problemático y como
inhibidoras de la presencia de estos grupos y sus prácticas de narcomenudeo en el barrio.
Tanto movimientos sociales, agrupaciones políticas como organizaciones religiosas aparecen
como espacios de contención para sujetos que se encuentran inmersos en problemáticas de
consumo, consumo problemático o en prácticas delictivas vinculadas o no al narcomenudeo.
Algunos informantes aseguran, a su vez, que la presencia de este tipo de organizaciones
disputa la ocupación del espacio con individuos o grupos vinculados al narcotráfico o
narcomenudeo.
“(...) porque cuando hay un comedor en esa zona no se vende, ahí no se
vende digamos, cuando vos tenes un grupo de 30-40 personas que se juntan en
esa zona el tranza no se mete.” (Referente Político)
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Estas se ofrecen como alternativas inclusivas y dadoras de sentido para individuos que se
encuentran excluidos parcial o totalmente del sistema. Ofrecen también posibilidades concretas
de inserción laboral independientemente de la posesión o no de antecedentes penales. Sin
embargo, las mismas deben competir con actividades de alta rentabilidad económica como es
el narcomenudeo.
Por el otro lado, otros actores sostienen que muchas veces estas organizaciones políticas y/o
sociales “apañan” ciertas prácticas ilegales. Instituciones presentes en la comunidad que
incluyen e incorporan sujetos que desarrollan prácticas ilegales vinculadas al narcomenudeo o
que reciben fondos o insumos que provienen de este tipo de actividades.
Balances de las iniciativas implementadas en Lanús.
En función de las entrevistas realizadas sistematizamos los principales logros, avances y
dificultades que registramos en torno a las iniciativas implementadas para abordar las
problemáticas del narcotráfico/narcomenudeo y de la seguridad en el Municipio de Lanús.
Diversos actores tanto institucionales como referentes sociales, representantes del poder
judicial, agentes sanitarios y educativos coinciden en una serie de problemáticas históricas y
estructurales que parecen atravesar el municipio de Lanús:
● Déficit de infraestructura urbana básica y acceso a servicios públicos domiciliarios:
cloacas, agua, calles pavimentadas, alumbrado público, acceso a la vivienda.
● Déficit del sistema educativo.
● Desestructuración del ámbito familiar.
● Problemas de acceso al mercado laboral y creciente informalidad laboral.
● Aumento de inseguridad.
● Crecimiento de niveles de fragmentación territorial tanto interbarrial como intra-barrial,
violencia y conflictividad social.
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● Importante presencia de problemáticas relacionadas con los consumos problemáticos y
adicciones, sobre todo en poblaciones jóvenes.
● Presencia y crecimiento del narcomenudeo en sectores bajos y medios, asociada a la
proliferación de pequeñas unidades económicas familiares y/o grupos con cierto grado
de organización.
En tal sentido, si bien se observan aspectos comunes en el señalamiento de una serie de
problemáticas que estarían afectando al municipio en particular y al conurbano en general, se
registran posiciones diversas y divergentes respecto a las modalidades y respuestas para
resolver los problemas de la inseguridad, el narcotráfico y el narcomenudeo.
En el Municipio de Lanús desde el cambio de gestión se vienen desarrollando una serie de
iniciativas en relación a la problemática de la seguridad que han avanzado en distintos niveles.
Las estrategias y las medidas desarrolladas no se explican únicamente en relación a la lucha
contra el narcomenudeo y/o narcotráfico, sino que están estructuradas en función de garantizar
la seguridad pública a través del control territorial por parte de la fuerza y el orden público.
Para ello se diseñó e implementó un accionar basado en cuatro ejes:
1. Se logró la descentralización del polo judicial de Lomas de Zamora y la obtención de
una fiscalía propia para el municipio de Lanús. Esto permitió un acercamiento del poder
judicial al municipio y una agilización de los procesos judiciales. Lo cual favoreció el
accionar policial en diversos operativos.
2. Frente a una situación de desarticulación entre las diferentes fuerzas policiales, déficit
presupuestario y falta de capacitación y especialización se dio apoyo económico y
político a la Policía Local y a Protección Ciudadana con el fin de generar fuerzas
policiales competentes. Se logró ampliar la planta policial de la Policía local, se creó un
centro de capacitación y se las dotó de recursos: patrulleros, motos, chalecos antibalas,
combustible, entre otros. De esta forma se ha logrado recuperar espacios que antes el
estado o la policía tenía dificultades de controlar. También se ha avanzado en tareas de
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prevención del delito, hay una mayor presencia policial y de control en distintos puntos
del municipio con diversas acciones: corredores escolares, operativos de control y
saturación en la vía pública, entre otros.
3. Se avanzó en la centralización, sistematización y coordinación unificada de información
mediante el desarrollo del Centro de Monitoreo, el cual coordina la información
generada por Same, Línea 911, Bomberos y la Policía. A su vez, se habilitaron diversos
espacios de acercamiento con la comunidad entre ellos una línea de denuncias
anónimas a través del 0-800 y de Facebook. Esto permitió planificar y diseñar las
intervenciones, los operativos, los patrullajes en el municipio.
4. Se creó el Centro de Atención a la Víctima y el espacio “Relación con la Comunidad-
Vecino”, logrando una mayor fluidez en el diálogo y recepción de las problemáticas de
los vecinos del municipio.
La implementación de políticas punitivas y de disuasión desarrolladas por el Municipio
muestran un alto grado de eficacia en torno al control de la actividad delictiva en espacios
determinados. Permitiendo el control de determinados espacios, pero solo bajo la presión
continua de las fuerzas de seguridad.
Esta modalidad de intervención se caracteriza por generar un desplazamiento de las
actividades delictivas hacia otros espacios físicos, temporales o hacia otras actividades. De
modo que quien realiza una actividad, robo de autos, secuestros express, narcomenudeo, y se
ve imposibilitado de continuar haciéndolo, migrará a otra actividad menos perseguida por las
fuerzas de seguridad. En cuanto al narcomenudeo, si bien permitieron una disminución de la
presencia de “Bunkers” en las villas y/o barrios precarios del municipio de Lanús, esta práctica
se sigue desarrollando bajo la modalidad de pequeñas unidades económicas familiares y/o la
presencia de bandas locales con cierto grado de organización.
A pesar de las acciones implementadas desde el Municipio de Lanús, los datos provenientes
del Estudio Diagnóstico Inseguridad, Delito y Fuerzas de Seguridad en el Barrio de Lanús
(ODSA-UCA, 2018) indican que las problemáticas relacionadas con la inseguridad, la falta de
urbanización y la droga/el narcotráfico constituyen los principales problemas de los barrios
relevados. En este sentido, se evidencia una alta percepción de inseguridad y miedo al delito
en los espacios de tránsito cotidiano (la vivienda, la cuadra o manzana, y el barrio en general).
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En tal sentido, aún a pesar de la fuerte intervención mediante las fuerzas de seguridad, no se
han logrado reducir los altos niveles de conflictividad social. Es decir los niveles de violencia
presentes en los barrios, de manera particular en los espacios segregados y con mayor
concentración de pobreza y vulnerabilidad, no han logrado descender. Por el contrario, es una
problemática que diversos actores sociales, políticos, policiales y de la salud señalan como
primordial. Así como las percepciones de inseguridad y miedo al delito.
Asimismo, los niveles de consumos problemáticos y de exposición al consumo no han
disminuido. Es importante considerar la particular vulnerabilidad que afecta a los jóvenes de 15
a 21 años, que han abandonado la escuela y que residen en espacios territorialmente
segregados y con alta concentración de pobreza.
En este contexto, se evidencia que los esfuerzos por detener y controlar el avance del
narcotráfico/narcomenudeo no deben restringirse únicamente a la vía represiva, sino que
deberían incorporar dispositivos diversificados de inclusión e integración socio-económica de
las familias y jóvenes que participan de la actividad del narcomenudeo como estrategia de
supervivencia laboral, así como también de iniciativas orientadas a la reintegración social de los
jóvenes/adultos que ingresaron al sistema carcelario y/o a institutos de menores.
El primer nivel de acciones estaría orientado a combatir factores de tipo estructural como la
desigualdad social, el desempleo y la pobreza. De manera particular, es importante considerar
la particular vulnerabilidad que afecta al grupo de jóvenes entre los 15 y 21 años, promoviendo
la construcción de dispositivos de apoyo y contención a los jóvenes que han tenido una salida
temprana del sistema educativo (lo cual presagia una débil y/o precaria inserción laboral futura
en el mercado de trabajo), y de manera particular a aquellos que se encuentran en situación de
consumos problemáticos en espacios segregados y con alta concentración de vulnerabilidad
social. Promoviendo la participación de los mismos en espacios de contención que eviten la
calle y el tiempo de ocio/improductivo.
Un segundo nivel es avanzar con políticas destinadas a favorecer la reintegración social de las
personas/jóvenes que están en la cárcel. En este punto, se focaliza sobre el sistema
penitenciario y los institutos de menores y centros de día con el objetivo de transformar el
tiempo de internación en tiempo productivo y de reducir los niveles de reincidencia. En tal
sentido, diversos informantes, han señalado el mal funcionamiento de estos organismos para
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cumplir con sus funciones: superpoblación, condiciones deficitarias de infraestructura y
presupuesto, débil capacitación del personal que debe atender las problemáticas de estos
espacios, entre otros aspectos.
En tal sentido, es importante señalar la imposibilidad de resolver y controlar la problemática del
narcotráfico/narcomenudeo a nivel local, desde una política única y desde un único dispositivo
institucional, por el contrario dispositivos diversificados de intervención articulados de forma
conjunta podrían tener efectos sobre la seguridad, el narcomenudeo y el narcotráfico.