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Resumen En el año 2004 se iniciaron estudios de etnobotánica en los bosques de Pa- quiestancia y Chalpar, donde se pro- cedió a realizar inventarios de flora. Una de las especies que resaltó fue una planta parásita, conocida en la zona como mingari [Tristerix longebractea- tus (Desr.) Barlow & Wiens, Lorant- haceae] que es muy utilizada por las comunidades para el tratamiento de diferentes afecciones. El objetivo de esta investigación de mingari fue de- terminar los usos dados por las comu- nidades, porque no se encontró infor- mación tanto de su uso popular como de su composición química. Estudio etnobotánico del “mingari”: Tristerix longebracteatus (Desr.) Barlow & Wiens Rocío Contero C. 1 Marco A. Dehesa G. 2 1 Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Politécnica Salesiana, Cayambe 2 Tutor externo a la Universidad Politécnica Salesiana La Granja | 25

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Page 1: Estudio etnobotánico del “mingari”: Tristerix longebracteatus … · 2017-08-13 · tadas estuvieron integradas por hom-bres y mujeres de mediana edad (Figu-ra 3), siendo en

Resumen

En el año 2004 se iniciaron estudiosde etnobotánica en los bosques de Pa-quiestancia y Chalpar, donde se pro-cedió a realizar inventarios de flora.Una de las especies que resaltó fue unaplanta parásita, conocida en la zonacomo mingari [Tristerix longebractea-tus (Desr.) Barlow & Wiens, Lorant-haceae] que es muy utilizada por lascomunidades para el tratamiento dediferentes afecciones. El objetivo deesta investigación de mingari fue de-terminar los usos dados por las comu-nidades, porque no se encontró infor-mación tanto de su uso popular comode su composición química.

Estudio etnobotánico del “mingari”:Tristerix longebracteatus (Desr.)

Barlow & Wiens

Rocío Contero C.1Marco A. Dehesa G.2

1 Facultad de Ciencias Agropecuarias, Universidad Politécnica Salesiana, Cayambe

2 Tutor externo a la Universidad Politécnica Salesiana

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El resultado del estudio etnobotá-nico del uso de hojas, tallos y frutos demingari demostró que tiene potencialefectivo contra procesos inflamatoriosy traumatismos producto de golpes,fracturas o lesiones musculares; por lotanto, se sugiere desarrollar un pro-ducto fitofarmacéutico.

Introducción

Las relaciones de los seres humanos ysu entorno despiertan hoy especial in-terés, especialmente por las amenazasambientales para la salud humana queconstituyen una preocupación de pri-mer orden en todo el mundo (Desco-la y Pálsson 2001).

La Biología asume que la diversi-dad es la clave de la supervivencia yque conservarla maximiza la posibili-dad que una variedad de organismosse adapten, sobreviviendo ante condi-ciones ambientales adversas. Si la cul-tura es el mecanismo a través del cuallos seres humanos se relacionan con suentorno, entonces la supervivenciahumana puede depender en últimoextremo de la diversidad cultural. Laconservación de la diversidad culturalcomo tal podría llegar a ser tan impor-tante para el futuro de nuestra especie,así como la conservación de la biodi-versidad lo es para el futuro de nuestravida misma (Descola y Pálsson 2001).

En las comunidades de Cayambelos problemas sociales han girado en-torno al arraigo a la tierra, al agua, alpáramo, y en los últimos años, se hanenfocado en la conservación de la iden-tidad y en la solución de los principalesproblemas asociados al ambiente.

Cuarán (2004) en el 2002 ya plan-teó que: “el bosque del Chalpar generalas fuentes de agua para el río la Chim-ba, principal proveedor de los sistemasde riego de 8.000 ha de la zona, dondelas tierras bajas, tradicionalmente rega-das por este río, están perdiendo acele-radamente el caudal ecológico que ne-cesitan”. Ante esta situación, se realiza-ron reuniones comunales con asesoríatécnica entre los años 2002-2004 yuno de los propósitos fundamentales

que se planteó la comunidad fue defi-nirse como los guardianes de su identi-dad y de sus recursos naturales.

Otra meta propuesta por la comu-nidad fue la necesidad de concienciarque el agua, el aire, los bosques, la cul-tura, la salud y la calidad de vida esuna responsabilidad de todos, porqueno se puede esperar y menos culpar dela tala del bosque o la quema de pajo-nales, por ejemplo, a las florícolas, alos gobiernos de turno o a los dirigen-tes anteriores; por lo tanto, es mo-mento de plantear propuestas concre-tas de solución (Vargas y Osorio 2003;Túqueres 2004).

En el año 2004 se realizaron losprimeros trabajos de muestreos e in-ventarios de las plantas que rodeabanlas fuentes de agua para estudiar supropagación y proponer alternativasde replantación. Así, al realizar las en-cuestas a los pobladores e investigar,no era sólo el nombre común de lasplantas lo que resaltaba, sino toda unahistoria a su alrededor como los usos,los modos de uso, los pájaros que lascomen y la ubicación en el entorno.En este sentido, se abrió otro campomás profundo que Escobar (2002) co-menta que para descubrirlo se necesi-ta aplicar el sentido común, porqueéste permitirá comprender el funda-mento y la base de los conocimientos.

Los conocimientos de las comu-nidades indígenas y locales son unaacumulación dinámica, un patrimo-nio colectivo, un sistema organizadode investigación y descubrimientoscon experiencias milenarias de practi-car, mirar, aprender, probar, asumir ytransformar una realidad. Dada su es-trecha y continua interrelación serhumano-naturaleza, las formas deuso y las técnicas de manejo de los re-cursos responden a una sabiduríaprofunda e integral de ese medio y auna visión particular del mundo (Es-cobar 2002).

En este escenario y bajo los concep-tos antes mencionados, se decidió en elaño 2004 iniciar los estudios de etno-botánica en los bosques de Paquiestan-cia y Chalpar, donde se procedió a rea-lizar los inventarios de flora existentesen la zona. Uno de los resultados que sedestacó, fue el uso de una planta pará-sita conocida a nivel local como minga-ri [Tristerix longebracteatus (Desr.) Bar-low & Wiens], la cual es muy utilizadapor las comunidades para diferentesafecciones, pero en la mayoría de loscasos el uso que más resalta es para pro-cesos de origen inflamatorio.

Métodos de investigación

1. Descripción del área de estudio: ElBosque de Paquiestancia pertenece a la

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Figura 1. Bosque de Paquiestancia, sector de Buga, provincia de Pichincha.

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comunidad del mismo nombre, parro-quia Ayora, cantón Cayambe, provin-cia de Pichincha. Paquiestancia está auna altitud de 2.860 msnm y el bosquese ubica entre los 3.000 a 3.400 msnm.La mayor parte del bosque está ubica-do en pendientes mayores al 50% y suextensión aproximada es de 250 hectá-reas (Túqueres 2004). La investigaciónse realizó en una zona reconocida comoSector Buga (Figura 1).

2. Descripción de la especie vegetal:El mingari es una planta que es reco-nocida con el nombre científico Triste-rix longebracteatus (Desr.) Barlow &Wiens y pertenece a la familia Lorant-haceae (Ulibarri 1994). En la zona deCayambe las comunidades locales de-nominan a esta planta con el nombrevernáculo de mingari (Figura 2).

3. Datos sobre la muestra de pobla-ción encuestada: Las personas encues-tadas estuvieron integradas por hom-bres y mujeres de mediana edad (Figu-ra 3), siendo en su mayoría mujeres(63,4%) con edades comprendidas en-tre los 36 a 55 años (50%) y con un ni-vel de escolaridad primario (50,89%).Las mujeres se encuentran en casa, asis-ten a reuniones grupales, trabajan enlos cultivos, crían los animales y orde-ñan las vacas; por lo tanto, en este estu-dio para no interrumpir en las laboresdiarias las encuestas se realizaron en: loscentros de acopio de leche, las casas, las

reuniones grupales a las parteras y elcampo a las recolectoras de hongos.

Además, la muestra de la pobla-ción encuestada incluyó mujeres par-teras y curanderas/os (Figura 4), por-que es una actividad importante en laque participan mujeres y hombres conexperiencia en el cuidado de los niñosy con un profundo conocimiento delbosque y las plantas. Este sector po-blacional, en su mayoría estuvo repre-sentado por personas mayores de 60años (20,54%).

Resultados

Los resultados de la investigación reve-lan que la situación económica de lapoblación influye en que la mayor par-te de los hombres migren a la ciudad,ya sea en busca de trabajo o para labo-rar en las florícolas, y que son las muje-res, generalmente con hijos, el grupomás accesible a participar en los estu-dios etnobotánicos. De este modo, senotificó que la mayor parte de la pobla-ción (59,8%) que conocía al mingaripertenecía al género femenino, regis-trándose un 40,2% que no lo conocía.

El análisis estadístico de la pobla-ción total que conocía los usos delmingari revela la diferencia entrehombres y mujeres (Figura 5), pues re-fleja que la planta es más conocida porlas mujeres de edad media (58,19%)que por los hombres (41,80%). Los

resultados de esta investigación con-cuerdan con los de Hill (2000), quienresalta que son las mujeres las que tie-nen un gran conocimiento sobre lasplantas y animales locales. Sin embar-go, las mujeres son por lo general ex-cluidas en las posibles soluciones delos problemas ambientales, sin consi-derar que son ellas las que desempe-ñan un papel fundamental tanto en elproceso de domesticación, selección,conservación y mejoramiento de lasplantas tradicionales cultivadas, comoen las tareas de administrar los huertosy cuidar a los niños.

Figura 3. Rango por edades de lamuestra de población encuestada enla comunidad Paquiestancia, provin-cia de Pichincha.

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Figura 2. Hábito del mingari en elbosque de Paquiestancia, provincia dePichincha.

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El nivel de escolaridad entre quie-nes tenían un nivel primario y los queno habían recibido estudios suman el83,93% del total de la población en-cuestada (Figura 6), esto también in-cidió en el conocimiento del mingariy se puede asumir como una razón lainequidad entre las prácticas de la me-dicina local con las de carácter cientí-fico. Esta situación debe considerarque los conocimientos tradicionalesson producto de años de experimen-tación e investigación en el bosque yde una aguda percepción para descu-

brir recursos vegetales con gran po-tencial de uso.

Las mujeres jóvenes, generalmenteno participan en reuniones grupales,la razón es que deben permanecer encasa dedicadas al cuidado de los niños.Por lo tanto, fueron encuestadas muypocas mujeres jóvenes, confirmándoseque por su falta de participación en lasactividades comunitarias desconocíandel mingari y sus usos, situación quecoincide con otros trabajos ejecutadosen el área (Parra y Visarno 1994; Ce-rón y Montalvo 1995). Este evento in-

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Figura 5. Conocimiento de los usos del min-gari de acuerdo al género (hombres y muje-res) en la comunidad Paquiestancia, provinciade Pichincha.

Figura 6. Nivel de escolaridad dela muestra poblacional encuesta-da en la comunidad de Paquies-tancia.

Figura 4. Aplicación de la encuesta et-nobotánica a parteras del Cantón Ca-yambe, provincia de Pichincha.

dica una urgente necesidad de regis-trar la medicina tradicional y promo-ver su importancia entre las generacio-nes actuales; especialmente, si se con-sidera que las parteras y curanderos/as

son ancianos e ignorados, porque hoyen día no hay respeto y atención paraescucharlos por parte de los jóvenes,aún cuando la conservación de laidentidad se ha planteado en esta zona

como una meta importante para lasfuturas generaciones.

Un etnobotánico describe elirremplazable valor de los curanderos

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tradicionales mencionando lo siguien-te: “cada vez que alguno de los curan-deros muere es como si una bibliotecaentera se quemara. De hecho es peorque eso. Si la biblioteca de un congre-so se incendiara, sería una tragedia,pero la mayor parte de la informaciónque allí se encuentra puede tambiénhallarse en otras bibliotecas. Cuandolos curanderos fallecen, estos conoci-mientos se pierden, y se pierden parasiempre” (RAFI 1994).

Dentro de este contexto, es prio-ritario reconocer que en esta comuni-dad se aplica lo expuesto por Bravo(2006), quien enfatiza que se debefortalecer y promover los sistemasproductivos tradicionales medianteacciones que permitan, por un lado,garantizar el manejo integral y autó-nomo de los territorios, la seguridadalimentaria, el fortalecimiento de laidentidad y la cultura, y por el otro,contrarrestar la privatización de losrecursos biológicos y del conocimien-to tradicional.

Este estudio etnobotánico demos-tró que el 49,99% de la poblaciónencuestada en las comunidades dePesillo y Paquiestancia utiliza el min-gari, principalmente en estado frescocomo tópico para afecciones relacio-nadas con procesos inflamatorios ytraumatismos producto de golpes,fracturas o lesiones musculares.

El fruto del mingari es el órganode la planta usado con más frecuenciacon un 65,85%, sobrepasando tanto alas hojas y las flores (14,63% cadauna), como al tallo (4%). Así, se reco-mienda profundizar en los estudios et-nobotánicos y farmacognósticos delmingari para establecer cuáles seríanlas bases y el control de calidad reque-rido para desarrollar un producto fito-terapéutico.

Bravo, E. 14 de Febrero del 2006. Labiodiversidad en el TLC. Ponen-cia en: Globalización, TLC yUniversidad: ambiente, cultura yTLC. Universidad PolitécnicaSalesiana. Quito, Ecuador.

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Literatura citada

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