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etclibros: diversa
Título original: © 1979, La Muerte de un Acróbata© De esta edición: etc el toro celesteApartado de Correos nº 6070 · 29080 MálagaTeléfono: 678 524 [email protected]
ISBN: 978-84-943636-6-5Depósito Legal: MA 1648 - 2015Impreso en España - Printed in Spain
© Diseño: juan ceyles domínguez
© Ilustraciones: Biodemonium Atelier
PRIMERA EDICIÓN: diciembre 2015
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o trans-formación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titula-res, salvo excepción prevista por la ley.Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita foto-copiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).
“Alabado seas tú, Nadie”.P. Celan. La Rosa de Nadie. Salmo
“Yo he sido Homero; en breve seré Nadie, como Ulises; en breve seré todos: estaré muerto”.
J. L. Borges. El Aleph
“la tierra es el empuje infatigable que no tiende a nada”.M. Heidegger. El origen de la obra de arte
“Toda suplantación del caos supone una tiranía; todo reconoci-miento, una liberación”.
H. Belligri. Del agujero de la flauta
SUMARIO
BACANAL CORRESPONDENCIA DES(a)TINOSIDEOLOGÍAS (textos piro-éticos)
ESTRUCTURA TRANSVERSAL
A.DIVISIÓN PROCESAL: METARREFERENCIALES PROLEGÓMENOS DE LA UBICACIÓN SUEÑO PREVIOEL PRIMER SECRETOUNA INTERPRETACIÓN DE LOS CÍRCULOS. DESPLIEGUE DE LAS ESCALERAS
B.DIVISÓN RÍTMICO-TONAL: EPISODIOS RELATADOSEPISODIOS LÍRICO-CONTENDIENTES TIE BREAK
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ADVERTENCIA
Este libro está plagado de tesis erráticas. Ahora bien, todas parten de un hecho constatado y, la mayoría de las veces, de una experiencia personal. Es, por ello, una obra autobiográfica —fundamentalmente— de mi adolescencia.
Apriorismo sinodal: de nuestras (ad)vocaciones
IHemos hecho confluir la disparidad de las trayectorias mucho an-tes de que ocurrieran.Cada vez que la tocamos aparecen manchas nuevas (dentro se in-cuba una enfermedad); ella misma se autogenera y se destruye.Como un cordón elástico tensado desde el vacío transmitiendo la vibración de los inefables.Lo recuperamos como manantial (el caos). Aceptamos esta avenida de plenitud más allá de lo que nuestros sentidos son capaces de atender. Aceptamos que así es porque nos conformamos en ello. Intuición de la pérdida y creación de la nos-talgia.En el arco: pulsión, búsqueda, desvelo. Ninguna oreja permanece quieta, ningún significado es fiel a nada.Eme se propaga como un inventario de la existencia que se va ex-pandiendo de-formando. Aceptamos la avalancha aunque irreme-diablemente los ‘excesos’ queden ignorados. Más que coherencia, una composición que se nos parezca.Ni ella ni este aire nos soportarán como conciencia. Eme batea la lengua hasta infamarla. Ningún límite aceptamos, aunque corramos el riesgo de de-ramarnos hasta vaciar nuestra existencia.
IIAdopta glumio musical pero más un friso plurimétrico que acaba flirteando con las piedras las nubes los erizos. Cunataúd que afina los ritmos por el río.
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Volar como Charlie Parker, Joe Pass, Miles Davis… Mantenemos la túrdiga del dolor, no su adoración. Los riesgos de la ebriedad, de la deriva, forman parte de la vocación declarada.Campo de ensayos, cepas, injertos; presumidas o póstumas cau-terizaciones: puros, impropios, aislados; todos se reconocen en el homenaje. Al respecto el índice se explayará en su máxima ‘exten-sión’ —Brujulario— (por alumbramiento del propio juego) mas, póstumamente, extirpado.No importa si soñara o tejiera desvelado, lo que siento ahora o es-cribo lo trastoca. Un arco nuevo cada vez. Tomo su pulso y ella me transforma.Escabrosa cantera en tráfago continuo trailers cargados de vacíos y de aspas. Después del himno de la dinamita aparecen llantos ocultos horas descuartizadas. Las piedras recogen tanto aquel principio como los desacatos. Circunstancias que manejan diferentes modelos de acceso y trampillas para la fugacidad (extensos catálogos de excén-tricas mediatrices). Aparecen ilustraciones de nuestro taller o meros hallazgos deriva-dos de cualquier mediato ceremonial.Con cierto rubor barroco introducimos dislocaciones al inicio o al final de algunos tramos: las posdatas, frecuentemente desborda-das a sí mismas. Si el texto goza de relativa autonomía, éstas plan-tean dos tipos de relación: una más axial, referida a la esencialidad temática (aliviando al texto de apretados compromisos) y otra más anecdótica o circunstancial (que referencia el contexto cotidiano). Al margen de lo que esté ocurriéndonos en el aberraje social, está la gota fría, el declive psicológico, los tirantes verdes (de) gretel, el amago fortuito.Con asumido fragor posibilista, diría: he aquí —en uno de los tantos resquicios, insomnios y edades— el muy creíble, obvio y excitante vi(d)aje en múltiples y simultáneas secuencias, con los
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ruidos y temblores del mundo y de la patria interna (singular y compleja); lo que ocurrió o nos pareció y lo que pudo suceder. Se-rían espejos rotos (como tantos) hallados o abandonados en el al-tar o en el estercolero.Al modo de Van Eyck os diré que ‘he hecho lo que he podido’.Aunque parezca o sea tan improbable.
POSDATA ECUÁNIME
Tres capítulos han sido eliminados por diversas razones: el XII-N3, que trataba de los Raptos; el intermedio del 27(2º), que establecía las distancias intrínsecas de Eros, y algunos párrafos esenciales de la parte de los Gigantes. En total, unos seis ítems.
A veces, un homenaje ha quedado disuelto; no quisimos expresar su nombre (su valor debe imbuir el alma secreta del andamiaje).
Las notas no siempre resultan intencionadas: a veces han caído por sí solas al pie de las páginas cumpliendo una función ‘adora-blemente subversiva’; como una tarta que se contrae hacia su nú-cleo hasta perder todo el chocolate.
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Para aumentar la presencia psíquica de una obra es necesario dar valor al proceso de su autoproducción.
Robert Morris
BRÚJULA METARREFERENCIAL HACIA EL BUCLE INTERNOcum pauper erunt levis pecata!
su portada nos asombra con esa deleble refracción pálida: sintag-mas de ruinas y un brote de higuera salvaje qué dios la inspira qué hombres la protegen
en ella claudican esperanzas remotas profundas insumisiones in-cluso esas re-composturas que ni se atreven a soñar-se, medros acurrucados en la dolce vita de la esclavitud sin saber dónde he-mos nacido: familia, estrato, longitud
los ríos perdieron su caudal y a la ciudad no llega nunca esa nieve que esperamos
el paisaje se extiende desde una línea de tiza sobre el encerado la voz temblorosa del maestro nos advierte del aguijón de las mur-muraciones y esa alquitira pegajosa de los libros dispuesta para atraparnos como moscas
Desde que naces las uvas supuran las angustias del camino
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Brecht es ahora un viento lejano. Weil y Sting susurran en sus ra-mas los sones de la tormenta y mueven su sombra sobre la calzadalloran los lobos en la cresta del monte la naturaleza asume el llanto
en el arrabal se retuercen las tintas de los planes urbanísticos: las sangres cubren sus vertientes. En la ribera opuesta un huerto de terrañas que gritan como surtidores y una alberca que abastece las acequias concitando apasionados ensamblajes de insectos en una nube de procreación infinita
las paredes de cada calle refrendan el espíritu de sus habitantes
hay un hospital que nunca acaban de construir y una feria que re-gresa cada año con el bruyo del azahar y gente que vocifera moras a la intemperie cañas clavadas en madroños, rufias de palodú
cuando nace el personaje se oye un silencio, una conmoción en los sauces, las ardillas —esos fuegos inocentes— se empinan para olisquear la corteza de la niebla [ ]
se condensan sin aspecto varias notas se dice que nada de lo que ahora vemos existía aunque semeja lo acostumbrado de la misma manera que ella dobla los hombros para retirar los platos su parpadeo en la confesión cuando el tiempo previsto lo cumpla
la persona que intermedia los relatos que alimenta la enjundia los pensamientos como leña para la chimenea los temblores de la ra-zón la estructura de los sentimientos la proximidad estética de la experiencia: correr nadar mirar en el fondo de los ojos escuchar las historias de todo el pabellón por las bocas de los grifos
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polio parotiditis re-quiebros de la escarlatina sombras dispersas por el tablero arañazos espúreos rechinan por los suelos mugidos desde los toriles del tiempo; no siempre sabemos que acaba o se interrumpe
Brai vive solo en un bareque a la deriva. En esa época su meolla era como las tripas de un erizo; su corazón y su pene estaban unidos por un cromosoma secuencial. Palo se intercambia con él peonzas, canicas, huesos de damasquillos. Suben a la azotea para observar las cabras1 como estelas raídas por el cauce seco cruzando la quilla de un buque imaginario. Tiran aviones por la borda insuflándoles ardor en sus narices afiladas. ¡Centinela Alerta! grita Sela empina-da sobre la bicicleta
por el filo de sus ojos penetra una simetría que vierte orgullosa equidistancia de colmos e ingrados; orosionados por el insomnio químico se arredran en las vesículas
el horizonte guarda sombras premonitorias; cordilleras atribu-ladas, peraltos firmes y macizos; taludes de ceniza y desfiladeros como cuchillos; trazaduras de frutas celestes derramadas por el monte
el viento flimba en las madrigueras
[ ]
quedan charcas en el río, y un limo blando donde los pies mani-fiestan su primigenio erotismo Y en el último colector una vieja vagoneta se desliza hasta asomar su hocico a la boca del río (a la boca del tiempo)
1 Rizomas que balan dibujando su destino.
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hubo un incendio de dolosas lenguas azules y rojas en un garaje del barrio (cito la esquina rwanda de Segalerva): Sela gritaba a su padre entre las llamas. Y un asesinato: con un guardapolvo de trazas vinosas el infanticida repartía en su triciclo-mortaja exquisitas tortas de algarrobo. Y una crecida del río que desbordó sus paredones y arrastró pollos muertos acémilas y colchones de borra hasta el puente de los alemanes y hubiese cegado sus miopes ojos si aún no lo fueran. Y hasta detrás del cogote de la primera feria cristiana alcanzó aquel estropicio
esa noria gira desde entonces; entra y sale exhibiendo su pezón de plata y cambia dudosas luces y tentaciones
en el recuerdo se mueve la batea sometida al dequilibrio de los ácidos; el revelado proyecta ambigüedades craqueladas en la superficie nunca sabemos qué queda exactamente en el fondo: arias confusas...
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DOBLA EL VACÍO SU IN-PRINCIPIOciber conversum erit
mis propios labios murmuran en mis ojos en mi nariz una olorosa conciencia de enormes oomicetos blancos vibraciones acuáticas raras señales se arañan en mis uñas curvándose hacia los párpa-dos la luz gira como una noria
dobla el vacío su in-principio
el caracol novicio captura un poliedro silencioso un picor se mue-ve por mi boca como la marusel-la del big-bang
bujía torcanieve ancia genital
sintagma autocreciente en cruz abierta: desde el eje absorbente se reduce en hilo de luz negra
nada sombra verbo arrullo
hombros epitelio pronos supraciliar ingles sugiriendo caminos eterno-cleido-mastoideos
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UN ENORME ANZUELO CUELGA SOBRE LA RASPADERArapsodia hamurante obligadamente diminutiva insistida y pataleada corporalmente sobre el lienzo2
aún no se ha desvanecido el cincloro original cuando por el ta-blero ruedan las figuras hacia el único vórtice: las nubes rasuran el silencio sobre el rostro de quienes acuden al reclamo de la sos-pecha
ved dibujadas en sus oronices las secuelas del arrebato que les lle-vó hasta consumarla: el partenado y sus cómplices con las subsu-mentes sevicias incluso las de sus adversarios: todo concurre en el mismo filo
las diferentes afrentas se han verificado en secuencias mixtas donde la pequeña grieta o el escrutado silbo (como cualquiera otra circunstancia) ha de caer siempre en beneficio de los cons-piradores
asumido pues metarreferencial ese subrayado instinto que desde allí se disipaqueda en el patio muda la evidencia2 Reducativos homonímicos que cabrían en este pie o propiamente anzuelo.
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los axiomas de la barbaridad se revocan a sí mismos mientras han sido hartas veces procesionados llegando hasta marcar injusta gradación en sus zonas de reliquia. Era (o es) —cabe decir— una esquina de estrago patafísico en la que cada magnitud repta hacia su palco (de ahí la vacuidad de las fichas y el inútil recurso al Re-glamento)
el tablero crece o mengua sin encontrar sus límites y —en su pro-pia renga— se cruzan las apuestas con preceptiva credencial de impureza
los opcimonios no son otros que los muy consuetudinarios —y aún vigentes— labor, eros, otium3 peraltados por la suerte del nacer y la devota oportunidad del fenecer; excusamos exhibir conviccio-nes de sus pertinencias: naturaleza y sociedad se di-vierten en ella
todas presentan hilos rotos y absueltos a su vez por aseverar enton-ces que cualquier actividad encontrase fundamento en la mucho más elocuente realidad que —aunque bela y felliz— asimismo crüel y trác-gica resultara en su aciago triunfo. Pues, mientras es, el mundo gira en su hipotético beroche
así pues, todo hecho se juzga en un itinerario de elegida circula-ridad en el orden de sus continas presencias —centrípetas en su haz— y/o carencias decimales centrífugas a tenor de los dife-rentes ámbitos y falaz retorno al casillero de salida sin dios trino ni progreso a su medida
3 En su origen fueron treinta y tres fragmentos, con once asignaciones a cada tema. En primera instancia se les ofrecieron al Aurum Praefectum para su honorable con-sideración. Comoquiera que hubiese transcurrido un curso de alero sin emitir pro-nóstico y acusando contumaz propuesta de inserción en Brava Analectas, el autor retiró ufano el manuscrito y declinó la obra inpresa prefiriendo su fallida libertad. Con el paso del tiempo hemos llegado a cuestionar aquella inocente e insustancial ufanía.
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mas avanzando y retrocediendo en el bramario y el envés (como si la conciencia la restregaras con un cepillo) desaparecen los es-collos aceptando su estricta dificultad sin descartar sus corolarios broncas en directo y teleaplausos (que en el mismo hugro se pro-yectan)4
he aquí la promisión de un prestigioso descalabro reducido a su justa escala —y aún mal ponderado— un minucioso cosquilleo se perfila zumbándoles las orejas al demiurgo y elevando las ri-sas apóstatas a la conocida tesis-coartada de los lavancos5 aun-que a veces esto resultara pasmosamente reversible
a partir del re-iterante extrarradio —orgullido desde el centro como una raspa travesera— Brai se deslizaba autoimpulsado so-bre el roland luminoso desabastecido de ego-publicidad y carga-do de neurofobias doctrinarias desbordando los anaqueles en la órbita gloriosa de las artes y las ciencias y la mendaz y pontifical hurgamentidora
confirmando su lealtad el cielo conserva intactos sus raíles que —como resulta innecesario colegir— escapan a la gravedad6 y del tren su locomotora ensimismada evidencia un agujero ausente por 4 Un enorme anzuelo cuelga en la raspadera (y nada sostiene). Coro-batas azules en el patio central de la fábrica que todavía no sueñan con la televisión digital ni con los pases en Cibeles van lamiendo por turnos la oquedad fractal de sus marmitas.Aún les duele aquella sesión de braindstorming en la que se concibió “la meca de los pantalones”. Justamente aquellos ventanales daban a los nichos de San Miguel (otra meca histórica). Cuatrocientas criaturas ocupando la calle cuando el sol era como una plancha que había estado soliviantando sus bajos instintos en una jornada interminable. Y que tiempo después una riada de las de entonces despertara el sin-vivir de las tumbas y arrastrara los féretros —tal como los encontrara en superlativa paciencia— hacia la urbanización de Las Flores (habitual eufemismo del régimen para los barrios obreros). Aunque lo pareciese, no se trata de Macondo, era Fuente Olletas, en los años sesenta del pasado siglo. 5 Ducassitos fervorosos. 6 El mar se estrellaría contra el cielo.
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donde el universo ladra (cancerbero limitado ni eterno) con las im-pericias emocionales atrapadas en los globos oculares y ahogado adverbialmente entre el sopor del embarazo y la sez de los deciertos (en mera desolación de la verdad)
[ ]
interpretado el arte venial en la camioneta (pulso-valor en sus ruedas hinchadas, árbol de levas, pescante, manivelas) o sus hi-pocondrias sonámbulas —sutiles y bárbaras— hasta desnucar su entrañable ballet
escapando todos ellos de la chistera como cunículos logomorfos (en tal hastío los hemos visto morir a ambosss) chistes metafísicos que se multiplican como los conejos y amplificado por contexto
mientras, el sueño nos persiguen en el aire pegajoso del subur-bano y en las góndolas sin alma del sepu y sin rasurarse el moho estatuario (la cola congelada en el museo)
persuadidos de que —en esta trotera— el objeto principal tal vez careciera de tiempo o de que este expulsaba concéntrica e inercial-mente sus ondas aquellas piedras lanzadas contra la lámina quieta esos círculos expansivos que han ido desapareciendo en nuestros ojos creemos en su dolor pero no logramos mantener las huellas de su paso por nuestras retinas7
viaja acaso en el mismo lienzo: la cuesta entera está llena de filac-terias arrancadas de estos ojos
7 El plural no es mayestático, sino innúmero-propendiente: quien suscribe, aparte de Bo, Ségel, Irma y los demás. ¿Por qué eludirlo? Se trata de la total difamación de un espíritu, que a veces es —sin pretender más— la pata de una silla o el pellejo de un tambor.
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en cada muelle apostados a la sombra de las barcas a veces vol-teándoles el remo desde la coima secreta de su antigua trayectoria
no recatamos insistencia a la mnémesis del paisaje y las magulla-duras que hubo de soportar a las arábigas del fuego de ahí su sem-blanza negruzca
acusamos la falta de (sus) principios y el desbordante exceso de cuantos faltan
¡tradefiniciones! ¡tonteorías! ¡intraversibilidad!
turbodicción piruética8, dipolexia que espacio y tiempo ocupara intenso y tan dilatado, sin tregua concluyó ni consenso
debemos advertirlo puesto que al redimir las caras que se les ob-servan vanse doblando según sus propiedades; unas quedan al albur de sus fantasías otras resueltas en compases disuadidos y otras aún aturdidas (o disturdidas acaso) sin conocer la causa o el repliegue accidental de su orientación definitiva. No supone por tanto azar delecto, sino que al designio imprevisible queda todo sometido
alguna otra tipología hemos añadido como aflorante de una cons-tancia cuya excreción suele ir acompañada de prurito contagioso
antes de comenzar (de regresar al principio) hemos preferido identificar los paradigmas reconociendo su informe y mutilada estructura exenta de virtualidad diacrónica; todo relato quedó
8 Afirmaría ahora que no fuese ocasional, sino intrínseco. Ser igual a ejercer. Pero también: ¿no es pirueta lo que hace el fuego con todo lo que quema? Pir pir pirouette (una onomatopeya francesa) Y, tal vez por ello, el hombre piruético: homo volatine-ro (que se volatiliza).
‘transferido’ poco antes de concebirse aun reflejan vestigios de la tecné preambular: ‘diversos estigmas’ que en ausencia de otros agoran yugulaciones o redundancias imprevistas
existen así hitos preufónicos y silentes perigrafías cuyos designios han sido hasta ahora insuficientemente constatados
añadimos un número impreciso de ‘inkirientes’ con detallados títulos según ofensa, agregantes y correspondencias anafóricas, amén de sofismas de imperiosa proturbiedad, que no siempre se los menciona
cincel sacrílego archez multidentado que saja extirpa bruñe rezu-ma por bocca...
y los insignificantes e insignificados que se ascocian se brenchan y emalañan
y todo se recomienza y nunca fina
pues que nuestra duda es aporética
a todo lo cual se adhieren cuadernas y apostillas sin consigna ni correlato argumental
[ ]
agravando su incredulidad genética se sitúan las glosas margi-nales n’est pas plus separable de l’élan qui l’anime; au pied, les pieds (danses de profil(e) habitualmente descalzados e —inclu-so— quebrados como sueños manriqueños d’aujourdhui y, al fi-
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nal, orletas captivas descapitadas desde las uñas (como promete la redvolución)
asimismo: anexos de cuna, colaciones y cronogramas conceptivos
las omisiones son encarecidamente deliberadas
en cuanto al desarrollo propedéutico, sus ardides quedan integra-dos en los addenda correspondientes, como en cada episodio se sugiere en compelencia y presunción de sus razones
aplastantes evidencias —a tenor dello— señalamos, aunque el lector las deguste sin proclividad ni denostamiento: rimas que es-tallan en su carácter perentorio
y sin más abundamiento, como está dicho se ofrece
hemos reconocido nuestra adscripción ideológica ubicándonos en la prosodia del rábano. Aconsejamos por ello cogerlo —sin dila-ción— por sus albaires, como pudiera sentenciar algún castizo en su inocuidad taurina
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Tango Prólogohipotecas, plutos, combinales, eridosy opulentos
Conocí a los músicos en un local sufragado por insuperables ta-xidermias: Driblin Station, Menhires Noires, Troubles Ganses, Des-Coyuntures, Les Carpetes, Durango’s Persing, Cofraternas, Vedas and Cróbatas, Fernales-In, Cascaloisses R.O.E...
Estación mutante a la que arrivaban convoyes de distanciado origen o simples vagonetas. Allí la narrativa se hacía innecesa-ria, ya que el tiempo desaparecía en sus prefijos: no había un antes ni un después; sólo un crudo di-vagante alighieri, revolti-jo de clímax y anegatorio(s)
Subían y bajaban en un continuo frémito (en los pliegos impares se citan —sus— nombres imprecisos) De algunos su sombra ni en-traba y de otros quedaba su olor y su trasiego, mientras humeaban las creuses de la luna. Confundían sus hombros y sus magras, y los papeles aullaban derramados por las mesas
Es inútil la asignación de adverbios (atolondrados en las cubiteras) o la inocencia de predicativos (el mero temblor de la luz garilleaba los incentivos del tiempo)
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Cambiábamos de compartimento mientras la locomotora incesan-te atravesaba las noches hasta descarrilarnos contra el forro gasta-do de las bibliotecas
una vez que se apagaban las luces del parengario rebuznaban los obeznos y los cofrades del betún se irracionaban en el cruzme de sus trampafolios
los jueves (y otros días no tan providentes) los rotarios y las niñas de las cruasanterías recurrían al déjà-vu hasta quedar sus voces arrugadas entre los libretos
los hilantes contestaban como si alguien les hubiese preguntado indefectiblemente previos a los gruñidos en cadena
los ojos chaspaban en el tráfago de los vidrios mientras Elia ceñía un blues para confirmar la sumisión de las bestias Algunos hipnotes no cesaban de bascular en los recodos Chela cronupiaba contra su sombra mientras Afasia se contoneaba entre las mesas distribuyen-do pleonasmos subversivos
la densa mestanza dejaba un box cosido de tachumbres ajeno a la custodia de uno o ninguno de los cofrades: se hinchaban —pal-pantes y deslumbrados— en la barahúnda del mar y de la noche:
solo un ciego podía meter sus manos y leerlos sin quemarse
[ ]
el quiple de los abnegados pretendía alistar a todos los corazones que les entregaba la marea y los arrastraban por ariscas-escolle-ras con elevadísima candidez untada como sebo mundano a sus espaldas
Diferían —de crudos a escalfados y a menudo cromático-senti-mentales— a instancias de las aguas, como a la sazón corrieran (limpias o fe-cales)
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EN ESOS HUECOS CERILLOS INTERVALOSque rameaban sobre el chaxtonaquella logia luminosaen la brisa femoral rendidalosindagos de la inermitud maneada sin brozaldistendida en su inicuo serascendiendo hasta la calledesasido de bocay labios sin determinarlos ojos rasados a su vez por imágenesque aún pertenecían a la noche( ... )
flamea el sol despellejado como un pollo o son los pétalos heridos de su coroniz / de cáncamo ceniza-negros todavía prenden de su carbón menudencias excrementidas del espectro de la salamandra
posdata deslumbrado por la homilía que lo precede
canta soprano el ojo que transita exultante el firmamento (sin pár-pado permanece abierta su elipse) no añora el sueño / diríase que lo extingue
nunca sacian los dioses el hambre de sus hachas ni interrumpen su vigilancia; el bosque humano ya talado ostenta la impudicia de
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sus nichos cranealestroncoescoleosis ramas de expirante germen (conocimiento, noción, deconstruc-ción de la geometríaaugural borrachera de rebeldía decantación de las performas edénicas
(la sorda vibración del vacío y el silencio mutante de la nada exhi-ben idéntica vanagloria)
no cambia el rencor del mar ni remite la confianza de las olas
ni el rasgueo de ese viento en el virilo negro de tu boca
una pelea contra el todo (representado en ese pequeño retablo que hay colgado en la pared)9 tú (por ti) en todo principio
de-para sobre-sí según-se-corresponde / emanación, deceso / óbi-to, rubor / demonios, infra-roces de un cansancio original / basta el primer impulso de la respiracióny empuñarse a la vida con la mordedura merecida de su veneno
en la orilla —de facto— (y todo) aquello ha formado una costraque está flotando sobre la carne-viva de su refectorio
quedan esquejes invisibles mudos esqueletos de sus inocuas di-fracciones que retornan a su nido
9 Pequeña y tuerta la historia del arte se representa; el adiestramiento moral del ser humano. En cada cuadro se comprime la historia entera.
DE CÁPITA IN FRINGECROCHET DEL INSOMNIOcrónicamente fiel y ciegovía impuesta frustradaandénignotocóctel fractura desgarrón
( )
coriguación de una posdata extinta
parva era la luz incluso hereje y casi tampoco las sombras discu-rrían pero teníamos calcado en la memoria cada renglón del ma-nuscrito pedescrito cada escalón de nuestro cuerpo sus hojas caídas y virtualmente mojadas por lágrimas de impía to-zudez
o tal vez fosas abiertas descarnadas
falsos abstemios pululantes indocumentados ceñían raras derivas conforme la vida y los trasuntos acaecían o iban aconteciendo10 10 La filología se nos clava en nuestra vida: “La distinción sinonímica —dicen
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era el cuadrígono elegido la rosa de los vientos temblaba frente a la imprecisa luz o retrovelada sufría tensando las horquetas de un ring donde se valuaban combates a un número descovirado por asaltos; el gong contendía ajeno al conflicto de unos garfios que desgarraban el corazón del reloj o lo sacaban de su travesura
antiguas arritmias exhalaban las tarimas al degradado tenor de quienes alguna vez soplaron (en) su llama...
de algunos continuaban llegando noticias cuando ya se parodia-ban moribundos o aun llevando decenios o siglos inhumados
y a pesar del debroche literario era más fácil comprenderse entre los cuerpos que entre las palabras
Corominas y Pascual— no siempre observada, entre acontecer y acaecer, consiste en que éste se refiere especialmente a hechos casuales, y aquél a sucesos graves, o acontecimientos”.
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JUNG-LA SESSIONConglomerado psicosocial en la emuluscación de (una) ínclita respuesta a la obsesiva intemperancia emocional INSTRUMENTA VERBA VENTUROSA SAGA
El eje-lanza vertical escapa, la coral gira y cierra contra-ritmo; fuga cen-trípeta espiral, la dimensión física (espacio-temporal) obliga a secuen-ciar, pero la intuición anímica propicia una capacidad reflexiva simul-tánea y exige una lectura percepción ‘levitante’ (suspendido el ánimo sin cuerpo); obliga a alargar la nota, a congelar la resonancia hasta que invade-alcanza la nota siguiente... y, ambas, continúan hacia la tercera... y así hasta saciar la lectura.
al trance convenido discutían increpando la tibieza de los candela-bros: soberbias emanaciones férvidas eleusis y trozos descangilados del subconsciente
tensando su convexidad aquellos hipnotes intercambiaban la ale-vosía de sus instrumentos mientras sus gargantas fulguraban glo-ticantes hipidos de atroz significancia e intuyendo lejanas afinida-des se proferían
Mina Shäfer eunómica y desnuda sopranadadora nietzscheana nos estremece con su arte lingudinal (en nota marginal se advierte
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que la piscina está llena de esponjas epicúreas que mientras res-piran se balancean fijodudosas) bajo este conmovedor ingrimento los celos achicharran la bossa lamiendo largamente los pistones de su Tsandbedt
en un acceso de voluntad inconfesable Brai logra palpar esa fron-da instintiva que se agita: solo quien deja caer su plomada y desciende sabrá que hizo el esfuerzo pero no por ello lo que encontró le pertenece
cantaba Shäfer a la orquilla del coriodvano: fossa común manantial donde toda sonoridad revierte
endiablado mas no por ello impetuoso Trobercús exhibe el desliz de una oruga yazztrada por su garganta
en-valses propulentes continúan perforando la relurancia de los cuellos que anuncian un procaz desvanecimiento y hasta que la luz se abragó sobre sí misma
Splashing Bullok tiraba de una lírica convexa agitando sus inextri-cables amuletos ninguno cedía ni menguaba mientras ramelaban sus ojos y cruzaba y descruzaba sus barbas yancas y sus piernas
Musmona Hibris, marcadamente cautelosa, lo seguía retroce-diendo oblicua con exquisitos berridos; las incisiones resultaban cruralmente arteras en sus muslos y en su empatrizada y crédita vericuencia
al fondo barritan protervos sin causalidad ni trato
previas y luengas en intenso epitelial caen derramadas por los al-goritmos de sus entrepiernas
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Punge Zudd —calcada reencarnación de Nausimedonte— pro-mete sempiternos acuyos aun conociendo la perentoriedad de la estricta burla
enjugados los íntimos agravios surge el belinche remando a com-pás hacia el amaragua (aquella zona del retablo donde se auspi-cian reliquias de un quemado abstracto) la secuencia es registra-da con minuciosidad sobre el cuaderno de Brai una sombra se le inclina subrepticia asciende luego al borde de su quinta mengua y cae desalamada incoando un inverosímil quevediano que en le-jano anvís le musitara11
fuera las nubes burlaban las corrombras herméticas
Margo Estravel dabliutaba soberbiamente rindiéndose a las dis-trábicas luces de su copa quebrándose por isósteles la muñeca
el coro se desvanecía transitando exánime por entre los bafles aceptando con placer las cuchilladas del acondicionador que dios les había concedido
con gorismos periagudos afrontaba en solitario sus impericias el vocalista uruguayo que —mirum asombrosso— sedujo al respe-table culminando arrodillado una verónica postiza que hubimos de aplaudir
Ócula Shäfer se desquició en un juramento laxante de contralto hasta que algunas de las gotas salpicaron ```` fuera de su ampli-ver
11 “Entre dos hiémas de dedos, con que la tapaba a ratos, escondí, sin que la viesen, una caterva de antaños”
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sin prejuzgar lejanas feincidencias Waldo trasteó sobre el mástil un extenso epistolario que parecía atorado en el güero puncial
Walterio, viejo y carismático transformista, lo introdujo en su trompeta: su metálico gemido le dictaba a la pluma de Brai que lo deletreaba por el filo causante de su lengua: la tinta trasladaba al reverso pingas estraguladas que luego incausarían distorsiones psicúbicas en la rutinaria migración del espurgo colectivo
los agitarios se con-mueven como si el coro de la historia los estu-viese compulsando en un solo purgal de batería
ya no cabían más tractores en el proscenio
Y así este tercio cepcional quedará obstanciado apelando al subya-cente repertorio de aquellos días
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ÍNFULA SOPRANA COMPÁS LASTIMADO
una lejana imprecisa morosa rutilante canción se desmadeja la-miendo las escolleras la sorda pleamar resbala por las falanges de su dubitación ese filtro sedoso se contamina con la luz opaca de nuestra hada insomne
nacen y desaparecen los nudos del tiempo se cuela el hilarante tor-mento de los raíles y la desbordante promiscuidad de sus vagones
arriban convoyes de rara procedencia; tan pregnados de afrén que dañan la cartografía tan de fragor el cuyo que sufre el máspide vi-ral y deja la blusa hechizada en los ojos se subasta un vacío de espirales
o cardo-refractarios que posan ya muertos cayendo sin viento en sus rabeles
conspirantes ráfagas suturando sus torceduras y un sorprendente y contumaz limbomachetazo
el alma de aquella íncuba destilería se manifiesta en el albur de los ojos enfrentados a diferente altura e intensidad
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un agón desnucado sonríe contra la barbarie
el violín hace que lluevan orlíes sobre la tortural mansedumbre
en función de cada nota las paredes reproducen sus gemidos, al-guien delira grispando una manguara o aún en pie tantos escora-dos en un único fragmento (parecen indiscernibles)
o quien no hubiere salido veraz de la metárasis quebrada que le impuso la doctrina
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GRAN BACANALinstancia y proyección in-augurante
a los primeros compases el mugro celeste enrojece con el lacerante dolabro de mil tajadas: cromíscuo asoma el verso dimanante como in-voluntad primera
con mis dedos compruebo la brotación intestina hapaxlegome-non pre-intuido desde la cítara-manantial cuerda-encrucijada (como si desde antaño luego lo fuese)
y en los oídos (estos opíragos que ex-pongo) deletrean su génesis emérita luces adaptadas hiéleras fonés... eme veces confiadas y traducidas desde aquel devenir
[ ] vivimos como nos parecemos a quienes hubimos encontrado pie-dras lodos paisajes acostumbrados al afilado labio del sílex al tiu-blitar de las balas a cualquier dirimencia tramargura irredención quien medra quien adivina quien otorga la herramienta el hacha nin-guna sentencia ya lo modifica implora el shusviteo de los misales ora-ción y exterminio en el curvo énfasis de la venganza ofuscando las palabras hasta ceñirlas a la saliva concreta de su verbo
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transcribiendo el estupor de las más inicuas ecuaciones del ojo mordido y del diente arrancado con la tenaza
coronando el puño (los cinco nudillos desnudos) la rosa del rosa-rio va penetrando en el alma con la zonta ebriedad de una cabeza cercenada cayendo al pozo
sin recordar todo escozor es nuevo atrapado en el fiel goteo de la sustancia: el grito no puede prescindir de la experiencia asumida en su cabal sentido
y en la íntima fronda rutinaria hectólitros de ricino y carabaña hasta pulir la última tela del saco en la puridad ciudadana
(el) tiempo transita diluido en la sangre como su fragancia (fes-tín de la araña ciega cuya venia esencial compartimos) vástagos de una estrella errabunda cuya imprecisa luz murmura en la soledad internogatoria de nuestra danza arcoansias que la transifican cro-no-ciempiés que incita nuestro bazar osamentario; no un esqueleto estructurado, sino un alzarín que oferta sus piezas emblistadas en el lineal del supermercado (ya admitido el concepto y su precep-tiva logística)
gracias a sus convicciones escuchamos el seco y alarmante frena-zo —en la misma puerta teogonal— poco antes de que definitiva-mente se nos cierre con su falaz ‘estruendo’
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UNA CRUZ PARA DOS CUERPOSamniosis moral interferida
EXORDIO UNO. LA LONGITUD DE LOS BRAZOScollage geomental diatópico expansivo
hastiada por el degradado pendolismo y los rimeros sardónicos de la moda Oba buscaba inspiración en la eviral mestanza que rezumaba su amniosis mental transferida desde las crudezas del amadís y las identificaba en alertales fonogámicas (eleusis, ci-clonius, aberíster...) que no cesaban de fornicar y parodiarse
illo tempore había reproducido a escala verbal el ámbito que propiciara acoplamientos conforme a sus idoneidades hormona-les complexivas y fragmentarias)
así desarrolló un extenso atlas ‘boscogildantesco’ donde fue cla-sificando las especies evacuadas por aquel órgano interino aten-diendo su mordacidad semántica y dejándose-ducir por la ver-sión epidual del sánscrito (sobre todo porque coincidía con su premisa maniquea)
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las glosas extraídas colgarían del úbero gnóstico que a tal efec-to habría instalado en la bodega: continuría con oásis, obiráscor, óbito, oblivioni, obnoxius, óculos... prorrogados secuencialmente; más borboriani, borbitomagus, bóbean, braille, brabyla, aurum, aus-cultare, avisque... y otros tantos omitidos, que en vítreos salcedo-les pugnaban por bullir y aparearse para dar cumplimiento a su incontenible ansia teleológica
EXORDIO EN REITERACIÓN PUGNANTEcero ablutivo, única unidad nódica
Mur cavilaba en su abismo teúrgico integral y sostenido hasta es-trujitar (escrutalmente seco) el estricto finario: como cuando se sorbe un huevo practicándole con una aguja un agujero
pero ello implicaba un proceso retro-compilativo no menos complejo en la tenacidad de una voraz cinegesia reiterante ha-cia la completa ecualización del orbe
una progresión indiferenciadora que propiciaría la consecuen-te absorción diacrónica de los paradigmas hasta alcanzar el cero absoluto del habla; el mundo reducido a verbo y éste in-gurgitado hasta dejar el pensamiento en la combustión de sus algoritmos mentales
previamente lo había soñado en una entomología cosmofóni-ca: un bestiario anisómero habíase escapado de las cáveas del idioma las palabras se deshacían a jirones acaso su propia piel que de tanto ardor la iba perdiendo por la boca... fonemas des-pellezados, heterocigotos trabados en su amorfología y trances deglutidos hasta el ácimo belgrano
los in-fundía o mascullaba con la intención de asimilarlos pero re-sultó inútil pues en sí mismo eran parentalmente opacos y amar-gos dentro y fuera de las ánforas
luego se ocupó de la forma del sonido rebobinándolo en un es-pacio de íntima cualidad y fue así —materialmente— apropián-dose del logos en sus infinitas difluencias obsesionado en reducir el mundo a un único y limpio desacerbo (en las antípodas de su demófona colega)
ocurría que ambos bregaban en adverso entronizando contra sí y cruzándome entrellos de una ficción a otra sometido insieme a la contrez de sus yoes en un viraje talmente compulsivo
Mur las replugaba —aún balbucientes— droperándolas en su pa-ladar con tanta ansiedad y abundancia que se les desbordaban da-ñándole las comisuras
hasta que un cúmulo definitivo prendió en sus entrañas y todo él inturbióse anímica y corporalmente como un ángel de fuego
sus quemaduras intratexturales expulsaban fragmentos de cica-trices erógenas y oscuros eximentes con aquel bragal de genitivos que salpicaban su prosodia más encorvado cada vez hacia el ritual agónico desencadenante de los tiempos
y arrastrándose por suelos y paredes parecía capturar las huellas emanadas de lo que tan obsesivamente buscaba: gurgitando has-ta la extenuación y cuando —vacío del todo estuvo a punto de desfallecer— logró farfullar la punta del germen: con un pe-queño resplandor en su saliva una espiga de convulsión asomó a su boca: aquello imposible de pronunciar antes que vomitarse
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POSDATAahora (después del raro cautiverio / del delirio incautado) signos cuelgan inexcusables inconexos; apenas una borrosa filigrana co-mienza a fulgurar y unos dan vida a otros como en una trama in-cendiaria
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THIS WORD MATER OMNIUMGLOSA POUR TRICOTER oscuridad trafagónica ambirrostro polar los ejes que lo hubieran soportado
Elia se estre-mecía como fiel poeta endocrina con la ondulación de sus dunas metafísicas
dónde queda lo que olvidamos dónde irá lo que nos abandona where_’s we forget Où va ce qui nous laisse?nace el mundo —cada vez— sobre las cenizas de sus palabras
[ ... ]
en el cauce de los cuerpos... —dictaba la máquina entre-teniéndose como en el cortejo amatorio de los cuervos—
en el dolor del caminoen el panal de la miel y la sangreel placer y el aniquilamiento explican y justifican todoepifanía/némesis inextricable culmenomitorio...deleblitud...
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tanteo infinitesimal... mal/bene, cuenta borra priosceno
Brai rasgueó la coda transformativa con tal insistencia y sequedad que los dedos comenzaron a sangrar —al margen de la historia— su vida propia
la guitarra quedó como una mancha carmínenturbiada de monotonía
los credos rutilantes sucedieron al compás de la trabazón “tiernos y bellos ojos encendidos” y hasta en las peanas de aquel centro gravitatorio el fuelle de la cerebridad tembloró pequeñas gotas en sus pestañuelas cuánticas
[ ]
sufre la teología proscrita en las densas lágrimas de los mejillones
los ceterovarios se descompaginan por tan cruel desenlace
e irrigan sus gargantas con la buena renga de la pantomicina (des-pués de que sus inocentes esclavos hubiesen muerto por caduci-dad diferida)
sus vicarios lo corroboran en su lujuriosa gualdrapa
mas ella nos salvará de las delincuencias proféticas
“todo ser humano, bicho ciego, greguería (voz pitosa compulsada) rendirá cuenta de su grado de infección, suplicio humilde, cuerno hostigado, vituperio...
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“todo religare sería legitimado con risca o mazazo y aun de piano-forte en templadísima cordura muscular e intravenosa (…)
“para las sorpredichas cicayas se aplicarán dispositivos biutérmi-cos (…)
y durante la noche
“los predios comunales quedarán cercados para hacer evitable odiosas efusiones de magnanimidad (…)
“incluso abigarramientos gratuibles hasta que un solo plugin les bastara”
instándose de tal guisa la completa y total resurrección desde el borde de los tiempos, exigiendo minuciosa descripción de sus ta-llas y gramajes para un día tan señalado y la recompostura de sus cuerpos psicológica y fisiológicamente decapitados tuertos pusilá-nimes desmembrados...
el corazón de Brai sucumbía a la zozobra observando en la pared aquel ceroso retracto secular
de golpe por su cabeza cruzaron los primeros compases del Sar-gent Pepper’s y envuelto en esa frenética locomotora fue descom-poniéndose como la fruta en una batidora
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PARAPORQUIENES CON-TRAJERON EXTENSOS FANGOSen sus diminutivos pies antigas ad-herencias
compaginados en graves lodos campos vegas torrenteras os zancos as barcas pisadas breves tercas lunas croando en rígulos nublados una coral extempórea nonnata convicta átrope gubil se-ñal artera sus propios cuerpos amasados como pan sin la corteza
testificaron agudos atonales morentes pingos debrochados frac-cionales puriosías trotando razzias en sus cabezas
entregados al afán de culminarlo aequitatem servare de inferidos amores y connivencias
parapordonde algunos arribaron el suelo se ofrece abatido; sobre él se duele la crisma del valle morcuera devoción rota
los versicuori exponen sus branquias a la insolación el mar se oglamusca ante la incertidumbre de la tarde sin que nadie confesara la posible causa
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ni se arrepintiera de expresionismos o naturalismos excedentes
[ ]
a tal reclamo aquel viento prorrumpió aboliendo la techumbre dejando desnuda a la tripulación decrépito sus cueros sin fuselaje en los capachos de la demolición aparecieron lánguidos rimales de la clerecía renuentes collares degollados y ciertas sopranos compungidas tras la ominosa reyertacerrojos y pintalabios cursados de alejandrinos bolígrafos de re-cepción montesca con sus cadenitas doradasincluso calcomanías de periluchesecretas epístolas cuya inverosimilitud asumieron todos
ambos amantes exhibían una marca similar en el área piramidal del glúteo diestro ambos menospreciaban el fundamento legal del procedimiento y ambos expresaban con idéntica fruición el quias-mo corporal descalabrado
así que sobre aquel modelo se ejercitaron sin soslayar territorios; todos usando corvos cuchillos y crudos venenos
a partir de aquí la reparación se hace impronunciable —el lector coyuntural comenta acongojado— la tinta se ramifica en microa-fluentes endopáticos y azulvernosos asazmente amurantes en sus márgenes
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LONELY HEARThay un juego ancestral que teje la humanidad entre sus manos; los dedos se inclinan y el hilo pasa a ser trama de un mundo que a sí mismo se contiene y se revocay desde esa malla elástica, hacia los juegos sideralesy tantos corazones congénitamente solitarios
sobre la sed de su largo cuello una catedral de vidrio se levanta, rimas estrábicas un himno ‘verde moco’ y ambarul
esa voluptuosidad orienta y desespera marca el rumbo con esa punción a la cabeza el timón adquiere necesaria certidumbre la tripulación se siente alegre se arrancan las camisas para exhibir con arrogancia la virtud melodramática de sus torsos la sed traba-da en las estrellas activa sus tatuajes
[ ]
en la oscuridad de las últimas mesas hay maniquíes bebedores o estaguados: cada cual habla consigo mismo y distinto (distinguido de sí y de otros) solidario con los labios de su botella
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el fraguyar del mar en las escolleras satina el bregozol amarente de la cera, adormiladas las balizas (guiñando apenas) sobreviven a esta turbia luz encaramada a la niebla
a sotavento discurre la cerveza en gregoriano (todavía con añoran-zas de la guerra) a barlovento flamenquean los tropos hasta regur-gitar el rojo bledine no se rinden a los corchos implorantes
brilla la piel soliviantada como lapas en el arrecife la sedicia insu-fla coraje a las olas de la noche; bravos y lascivos los venales escu-pen sus sueños sobre las espumas
en un único clavo cuelgan la yod de sus fronteras, gatean sobre ese charco de sucia luz lamiéndola como leche y se oye decir o se interpreta que la quilla del mosto confunde a la luna cuando no baila como un trompo sobre las cabezas y que todo es verdad mientras se origina
[ ]
escorados en el malecón los galimetarios descorchan sus cerebros y con dados especulares juegan a discernir el tedio de su inextri-cable ausencia
igual que esa ráfaga nos cruza dúctil y sedienta /y la continuidad del horizonte nos atrapa
[ ]
la gravedad se define como un incontenible amor hacia el centro
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LA MANO QUE PINTA UN LÁPIZ QUE PINTA UNA MANO mil y vez del omnium... lo segrega y lo regresa
el sueño se derrumba de sémola herida sus grañas sin ventanas sin posdatas sus asientos reclinantes su poesía de moscas aplastadas
jubilosa rut- tíh- ti- ti- ti- ti- ti- tíh -na nos amamanta como un elec-trocardiograma que pinta un corazón que traza un cabalcante que tirita sobre la montaña
où la mofanda enquistada delfas cangrejas marañas cuernas de la abundancia lindes art-bóreas ocupada por castas y beatas desde su sexo-v-cilindro hasta la ofensa del palio espumarajo contra el ojo profidente y la mirilla atascada
de la quilla a la conca metropolitana con talegas de Warhol cuá-driceps de Malevic Mondrian Magritte Kandinsky Laxantes proxe-netas
[ ]
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el universo es un nido de explosiones íncluyas huevos que se escal-fan sobre la paellera galácticaRaffio Gilgamesh refracta la celeste cornamenta envida —lance amicitia—el torrencial babélico pronunciado en la quilla milenaria
un libro de olas abre el mar un asedial de ballenas que lloran un largo grito de sweppes por sus vaginasbastare un esperma creyenteque apaciguarael desconsuelo de su grito
[ ]
en el cuadro adyacente la luna se abraza a su cuello ignorante de su causa el viento está acelerando un vals boeciano cuando atrave-samos el lienzo de los antiguos pescadores de selenas que faenan trescientas millas a la deriva de su cráter ominoso
a solo dos pátinas un negro sol está reventando las azaleas
tierra adentro el vendaval quiebra la testuz del eucalipto dejando escapar un llanto de murciélago; luego desbroza un silencio que señala un ojo lanceolado en-vuelto rojizo y verdinegro
[ ]
rumorosa angustia y metatarso configuran el anverso incluyendo para vanagloria drástica el hidrato de coriodvano y el palmitoes-tearato de etilenglicol para el resto de poetas y damnificados
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y en la última sesión corrigieron las bases de los extractónidos de-jando equidistantes el edeato disódico y el busutilhidroxianisol vi-chisuado mientras el comisario intervino con su habitual pálpito para amorrarse un fistro de hip-hop hasta el borde
[ ]
en el alto palatal tectónico las nubes exhiben su repertorio de in-surrectas performas en la perspectiva de la torsión de lo que habi-tualmente representan
siempre en virtud de la más absoluta paradoja
sin saber que el norte está invertido que el sur zozobra la medusa absorbe la luz al tiempo y la sube a su-perficie / orza el morro de poniente en un sufragio repentino
la geometría moral habrá de ser arrancada como los bulbos de la huerta con ayuda de estrictos fórceps y evitando que desangre su lirismo
quedaríamos por tanto expuestos a su incierta merced
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DÉDALOS A LOS QUE PERTENECIERAY HECHOS CONSUMADOSdentro y fuera: Kepler Tony Sheridan y Arquímedesvasos comunicantes
mientras me atrapa con el lazo hipnótico de sus ojos Águr toma un sorbo de mi copa metiendo sus densos labios de negra replugados contra el hielo y se relame luego con su poderosa lengua nervante y cárdena
mi rota voluntad recalaba dificultosa a la deriva para acabar atrapa-da en su cúspide lingual urgido por las matemáticas —esas ánimas etílicas que imitan la devoción de los tejados y siempre justifican nuestra perdición—
Bru confirmaba su gletamorfosis sometiendo su pleis mefistofé-lica a una ferraya implacable inspirado en el ‘asesino de la playa’ que te acorrala con cualquier pretexto sobre la arena ardiente (esa noche hizo morir a excépticos y mermados en su total presunción)
se reía y agitaba los brazos como si chapoteara en la fumarola del infierno trufado de satisfacción y amenazante como una ola vomi-tada de ginger de contreras; las víctimas se amontonaban
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entendidas así las diatribas desde los ojos de un observador a dis-tancia verosímil orejas bocas pensavientos zumbantes como insec-tos libaban las copas traditando sus lenguas aspersoras de una a otra hasta la última bocanada plena y descaradamente capciosa
se quemaban los ojos y las bocas con la luz de los argumentos y más si a ello se añadiera que en un lugar como aquel no fuese sacrilegio hablar precisamente de ‘vasos comunicantes’ y así la química ya se refractaba en ellos y así la física... (astral uterina y cuántica)
indagando por qué razón un eviledro hiponervio acústico tirabuzón de hormijas refleja o puede la urcullante promisoria de las nubes qué exacta distancia pregnante las calcula o tal vez cuando transi-tan sus áreas faciales los astros
en presente continuo danzan fatídicamente las lenguas de fuego vagan erráticos los meteoritos mientras los amantes se aman en la total ignorancia de tan ciclópea belleza
¡cuántos infinitos mundos a cada instante se realizan en nuestros hombros en nuestras cabezas!12
Brai rezaba levantando la cabeza como un alce deslumbrado por el incendio: lo espontáneo aparece como el descubrimiento de una nostalgia íntima
con absoluta precisión el arte rompe las amarras y todo comienza a perderse minuciosamente hacia ese centro sin fin ni principio semillas esparcidas a la suerte de las emociones (o de cualquier florigrama mental o estético)12 Wilber recordó a Kehlmann, que le solía comentar las peripecias de Humboldt, a quien “escribir novelas le parecía un camino regio para retener lo más efímero del presente con vistas al futuro”.
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nuestras miradas quedaron prendidas en el cono abyecto de aquel amanecer de rojidez liliácea
pedúnculos ocres y nísperos azules / cuerpos tornillos y palancas
[ ]
el juare del Ibn Batuta abriéndose paso entre las grasientas y on-dulantes maculaturas de la bocana con especial valoración de las pausas de su penetrante aunque asmática bocina iniciando un trasegante juego desequilibrador en el que el (aro del) signi-ficado se desvincula del (aro del) significante; éste ha de buscar suerte en las propias aguas que a priori nada poseen más allá de su(s) inmundicia(s); deconstruyéndose en un vacío sin gravedad ni constancia un lugar donde se anuncia la corriente desde la mi-rada en el fondo hacia esa superficie donde apenas se aprecian inexistentes objetos que flotan sin color y sin sustancia; sin con-trolar la peligrosa dosis de atroz melancolía
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QÜESILUETAS Y ENTROPÍAS EN SUS HABITUALES ESPASMOSdistemias en un solo de guitarra
Al regresar encuentra flores cortadas por toda la escalera pétalos mordidos nimbos arrancados desmembraciones amorfas se cruza con ellos evitando rozarlos una multitud de rostros ilegibles están detrás de la amplia sombra desde arriba un dudoso tragaluz los ig-nora apenas una difusa ráfaga convaleciente aun pretérita acentúa el abatimiento de ese mismo cuerpo los palpa con las yemas de sus dedos interrogando sus facciones cuerpos sin vello clones sin pulso con un pequeño bulto —ahí argamasado— arrastra la mano por el fuste verdoso su corazón desdobla los latidos se siente ex-tenuado aguarda una señal cualsea (una bella sirena se le insinúa con mono azul llena de grasa; se desinfla con un silbido de metano un halo tropera en su cabeza) en el rellano final la luz estalla como plesiglás en los últimos peldaños Brai casi se arrastra empuja la puerta sobre su cama una venus desnucada presiente la destem-planza en su boca las cuerdas se asoman al vacío un pájaro en ago-nía aletea sobre el asfalto ha caído desde esa ventana el cristal está manchado de un ojo oscuro y picotazos y no logra averiguar cómo cruzan por su cabeza enormes orugas y escorzos petinegros bus-ca en su incertidumbre pellizca las cuyas metálicas hurgando en el extremo del mástil pero tan solo obtiene un sarcasmo eléctrico
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mientras recita al filo de su constricción con un gemido exánime e imperceptible la destrucción de las premisas
porque
cómo podemos soportar la ‘generosidad’ ilimitada de la naturaleza
su completo significado
cómo lograremos sobrevivir a su broma oscura
[ ]
parecía que un goteo de tintas excediera su frente y le marcara nuevos caminos de raras temperancias nuevos giros
antigua triste beleza lleza melancólica ‘ncólica dulzura libertad enferma
irrumpe en su pensamiento la voza literada de Cleya como una buena hermana intensa madre amante ciega obstinada hembra que le ofrece su energía instintiva acumulada durante millones de sueños océanos continentes generaciones
a ese nervio profundo fía su hilarante devoción huríficas convulsiones le impulsanaquel goteo de tintas (como si fuera el reo y portara una corona de espinas)
clavó la armónica en las comisuras de su boca y la hizo llorar con entrópica desesperación
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y tras excitante y larga ingrimitud acabó expirando sin desvelar sus incongruentipatrizadas incógnitas
quedando la mitad oculta tras la otra mitad, amigos,en sincrética sumisión
homenages afectos distancias13
13 Todo lo entrego, todo lo tomo a cambio: los cuerpos expresando su total generosidad, más allá del sacrificio y de la muerte; incluso el azar, la decrepitud, el indiscernible magma de la voluntad. Ho-menage à trois, à quatre-vingt-dix, à ciel ouvert…
MIGRAÑA DE (UN) OSCURO RAMAJEceremonial de la impureza contra-verdad tan peleable(y vísperas)
al discurso convendría el germen tumefacto de su deplorable cor-dura (muy a pesar de su onomástica incierta)
poder adaptarse a un cerebro macerado como al corpus agostado de una chirimoya ennegrecida (a)bregada entre insectos de ágil es-grima y taquigrafía volátil (teorías y empirismos asimismo supu-rantes más allá de la transmisión de la obra)
transcurriendo ahítas y manchadas las edades mientras destilan microtrillones de virulencias y segmentos imprecisos
atorallas infectas que donosamente se entregan al cumplimiento de su pacto: pantanos de cerebros en descomposición detritus fer-tilizante donde la nueva excitación se inspira para desatorar esca-brosos sortilegios
tal vez quedaron propiciados (recordamos las prerrogativas y can-tos de índole grotesca) aquel paisaje donde la niebla los recaudara
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de ajenas deslumbrancias: todas esas gándaras de putrefacta flema calígulos descabezados exhibiendo el desahogo de una lejana te-rrible convicción ¿por dónde continuaría?
nada ni nadie nos encomienda el pargal entero de la literatura ató-nito en el astillero
ya nos parecía que todo quedaba evidenciado cuando las plicas se conminaran a la cochura del agente que convenientemente a ello se pliega
a sabiendas incluso que otra espera equivaldría al suicidio
[ ]
mucho antes de que aquello aconteciera Brai eligió un fragmento y lo transfirió a otra obra aparentemente lejana como si le injertara una astilla a su corazón o una célula de furor a su amante pagana
renegaría de su antigua música ulularían los vientos celebrando aquella intromisión
cedería lo que antes se hubiera mostrado inmisericorde
y aconteciera su trama y su maiestas atentaroria y des-compositiva hacia una nueva constelación (asumiendo en todo caso el castigo que le correspondiera)
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UN ALUD DE ACRE BASTANCIEDAD irrumpe los hitos dispares que ya se disolvían por los cumbros del volapié de aquella obra aún inexistentepero que ya reclamaban
tramudaban los horarios y —en Lucién (socio de Frank)— esos tres interminables turnos se reflejaban en sus cejas y en sus ojos sumergidos en un oscuro pantano (y) yámbicos como los globos de un sapo
no era el caso de Letia (alma de pura fantasía bereber) que lo asu-mía con disciplina de impresora matricial disparando uniformes retahílas en series para acabar con una ráfaga final asimilada a su métrica eslava
y proseguía trizándola en rigoteos conventuales lamentos de mo-negás y rizomas aprensivos ¡vibro sin vivir! y proffería quelalverbio ninfestara a su modo acolodramiento ansí despargamado y resba-laran del guión sin que este fuera capaz de co-prenderlo
en la sólita invez se produciría una procaz abulimia: todos ciegos oximorones ante una pantalla limbórea
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y en acabando alguien pronunció un llugro inaudito y le descerra-jó en los cueros un tenso machetazo
y fin
nadie comprendió la obra pues todos la felicitaron Lufto continuó en su alemán mezclado con ginebrés de La Gar-dian House su genuina versión de Hölderling que más sonaba a Panero esnifando jabón lagarto (polvo verde) en las duchas del fre-nopático
los relevos se producían lentos torpes y tardíos bajo la tiranía del sacro dogma identitario los habituales reconocieron sus bufidos y la ubicación de los estamentales así que se incorporaban expelien-do dolosos clamores desde sus crines arrasadas
a veces el paisaje inscribía un solo viajero por cuyo mérito el tren descarrilaba
intervenían en el recorrido postulantes intermodales aguafiestas distinguidos y ciertos charnegos de olipoterra que aportaban im-portantes groserías según los horarios
al paso acudían acreedores emperifoliados y algún sanolegario con marimbas
igual se inauguraban mil sorrendas de un solo ratio (en cifra inex-presable) que meses enteros se ceñían a cero metros de reciente
mientras les extirpaban minuciosamente los cristales hincados con alevosía un habitual relicto sin apeadero declamaba emitien-do cormorados soso-nidos Sin que llegara a ser trata-
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mudo delll’todo liberó sus papáhjaros: ¿Quello succeso si ¡ío! ‘fres-co a-lora un hilo meb mebólico come inoculare nella bb’ brecia ua fanga cor corola?
o, al cuarto movimiento, un eje tomblo de fervosidad cual marugaz órfico en su memédula ¿Qué fromulará con questa ‘guglia?
y profirió a modo de purú pureba y de corrido con cherta tonación: “Quo usque tan tandem abutere pat patientia...?” y el camarero como si abominara del pigmento catilinario metió cinco dedos en sendos vasos y los otros cinco escanciados donde pudo, miró hacia adentro de su perplejidad y despareció como un buque flantasma en la profanidad de la niebla
quedó en la atmósfera una danza de grelas desasidas y un hedor a quemarrubia de patranes
y la fruta tumefacta ya empapaba de mus el panegírico otros llegaban cual egregios seminales copando adversos los diva-nes que hubiese diseñado el trifúsculo biznieto de lautrec
Letia acariciaba su copa como un animal de compañía complacida de paladear su propia vida (una parte bien elegida de su mismi-dad) sus ojos penetraban ese lejano teatro de badenes: un trozo de chumba, un volo-van, un paisaje virtual en la pantalla del MacIntoch
dejando elíptico el comienzo
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DESMESURADO AFÁNICOY APODÍPTICOen el cráter de su copa se coló —levemente arisca— aquella idea de Set-tembrini “Tome nuestras grandes ciudades como símbolo, esos centros y esos hogares de la civilización, esos cráteres del pensamiento” ...y de un largo sorbo la extinguió
desde el dolor del codo en la barra con una voz que parecía desgra-bularse pero sin desentenderse completamente de su mandíbula un tipo pícnico proponía “liquar a los personajes de toda la litera-tura y derramarlos como mosto sobre los caminos las páginas de las ciudades”
mediante un desmesurado afánico de llaves aros enormes y las pu-pilas dilatadas se tropelaron las urgencias milimitables de la histo-ria con toda su levadura
y confundimos nuestros nombres y nuestras pesadillas originales y además las que se agregarán post-mortem por nuestras rendijas
una tercera voz colíbrica saludó desde la obbscuridad brindando ¡por la exxxperimentación de alto riesgo! ¡un viraje total una eter-nidad instantánea! como un pirangodio turbio el mundo una alfombra
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pisoteada y pareció que sin tiempo un ruido precipitaba la rueda (no pasó nada pero pasó) y dejó esa inmisericordia
“una alondra de luz en la mañana” (o algo como eso) que transforma la ficción del ojo o lo deja enganchado a los espinos (así lo presentó como un vaho flotante nuestro excelso pariente rubén picorrosso que a la sazón no era ave vinculante de este paraíso)
y aquel tipo irrumpió: “ahora la literatura va a ser absorbida ¡en un solo acto! tan sencillo como soplarse esta sambumbia” (la señaló hablando consigo mismo) “del mundo saliste y el mundo a ti regre-sa” ¡grgggggggguupp!
en todo su cuerpo un inveluz prendió y configurose en arbóreo pregón de lava amenazante su cerebro fue deshilvanándose en llu-via de ceniza y cubriéndole con su máscara la cara
¡vivir y morir en las páginas de un libro! suspiró un lugareño bus-cando la frente entre sus arrugas
escribir para eludirlo “Je me cherche? —no sé quién dijo— Non, je m’evade!” —le alegaba jocoso un rimbaudante de torso desnudo—
“para saber quién eres, o por pura venganza” — otro le contestaba
¡beber no es suficiente! gritosionó con burla el supremo fantoche exhibiendo su rinoplexia impertinente y de pie en el escenario ar-queando sus perniles bombachos inclinó el libro sobre su boca y lo derramó como si fuese una jarra de cerveza
llovía suntuosamente por los altavoces, el patio de butacas ardía de prevaricación en todas sus aversiones, al fondo una anciana
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pintarrajeada soltó su risa a modo de confeti fertilizador, dando entrada a las coristas, tanto más expeditivas que aquella:
“¿quién ofrece la nariza alcorta el orzuelo bizco la rodeja sabañosa a la las páginas gastadas de la noria?
“¿quién alienta el folículo genital con el cava de su sexo?
“¡burbujas sabias!
“¡olvidemos la roncalla colicorta y pontificia!
“¡forniquemos con el caos desde los tallos del fuet a la cresta de meola!
“¡no eludamos el coraje ni contraigamos esa fiuma di-vagante del progreso!
[ ]
en valance valancha van cayendo gotas capítulos hectólibros un ditenso caudal
entes licuados lleva el ríoel agua desalhoja sus espacios y aumenta el grosal de los perdu-larios
de aquestos nubarrones nuestra suerte se deriva
a cada trago emerge alguien que utiliza nuestro nombre nuestra mujer nuestro caniche
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el piano jergaba contra la voz apátrida de Bulton Equal: huecos y desvaríos pre-dictan nuestros ojos derivando ex-hilios rizomáticosamándonos al pie de un sauce un palo borracho o una acacia re-nacentista
la noche vuela de alondras estalactitas
de cristalografía triunfal la nochemuere en la cruz del pentagrama
la soledad es infinita (alguien declama)
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(UN) MILAGRO ENROSCADO A SU CUELLO
En el inhumatorio se destejían los sintagmas fungoperimetrales llenos de vivo dolor y ab-sueltos (que aún no existiera el preuniver-so inaugural previo como un único enjambre de pululantes fi-la-mentos y por tanto aún sin añoranza)
[ ]
En pulcro requerimiento (una razón-necesidad-urgencia erofísi-ca) acaso se deshizo un hilo ¿fue por eso?Ello se desleyó en todos sus fonemas ¿sólo un hilo: un filo eterno y único y absoluto?Si lo fuera¡inevitable precisión de hora pro nobis lugar y modo!pues todo en sí también fue y tuvo que ser un argumento de no-ser entonces ¿un argumento químico? ¿autoamor? ¿círculo cerrado en su autoestima?¿concéntrico hacia su interior no cabe más y deflagra? ¿argumento erosísmico?¿nace la razón de ese propio autoafecto? Si ése es o esoo fuera dios sin precisar nada
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el mundo se le escapa de las manos de los ojos y él mismo aunque fuese lo que essería arrastrado por su corriente ¡míralo!dios: una corriente desatada que declina hasta rendirse a los sier-vos arrodilladossolo un tiranoun esclavo a su vez de la tiraníaun esclavo atrapado en su pensamiento de esclavo [ ]
Desde la última quispa de los rascacielos resbalan espectros gra-sientos intentando pronunciar su nombre
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REDUNDANCIAS DE LA NADAEN UN SOLO ARPEGIONadie reconoce su sombra caminando sobre ellaNadie detrás ni de lejos Sólo al final se la descubre (intuyó Brai) cuando todo acaba cuando de-trás de ese punto ni sombra queda
sin objetar una fuente de sustancia preexistente que no siempre se evidencia: por error o por azar a veces nos arrolla o pulsamos una tecla y de repente se apaga el ordenador lo negro desborda la pantalla inunda tu casa pasa al jardín etcétera
sensores que regulan la intro-misión y abren la botonadura dejando los cuerpos a merced
tal vez obstruiste o desasiste una cláusula: los indicadores identifi-can todo el orbe en ubicuidad no restrictiva, diluidos como proteí-nas en la inmanencia de las especies
siempre quedarán hilos pendientes incluso después de que todo acabe
albur de luces refracciones étrobes semánticos
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el tiempo ya no emana a borbotones hecho modal el monarca ufa-no se aposenta en nuestro inestable corazón errático para siempre en la memoria mientras desaparece su sombra
aunque hubieses apostado tu vida a que un día regresarías para que él pudiera cumplir su promesa trueca la vida hacia esa nada total evanescente que simula ser todo
con tanta ideolología que vemos borrarse los caminos hasta per-der su veraz genoma
callar posibilita el presentimiento
a través del silencio en sí mismo el silencio
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PROFILAXIA DE LA ESCENAvincula disolvere pontem rumpere los predios ignorados y la dedicatoria así como la otredad y encono de pederastas y violadores de la liturdidad
PRIMER ACTO (OPUS INTRO-DERIVADA)El solista lanzó la voz como si cayera desde el palco diecinueve con un retorcimiento del abductor herido de lentilla y chantillí
El coro arrancó sin preámbulos respaldando la extraditaria voz de aquel octogenario fictumayés que desplegando sus alas tiró de la argolla cuando apenas le restaban seis codos para el cimbronazo aunque este no fuera el local más apropiado
El Rector se pronunció taxativo no obstante definiéndolo como ‘desliz cerogante fiduciario’ de donde surgiría su Primera Apología Cuántica
Tras varios segundos de atónita severidad (se) sopló al flequillo un escupitajo de aire indulgente cambió ceñudamente el chasis de su senza bronica y enrocó el gran ojo de congrio mientras calculaba un primer plano de los conversos
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En el paraíso la intromisión de aquella nota bellamente errática los condenó a un círculo infinito del que jamás por ende escapa-rían (se omiten sin excepción la referencias personales, el origen de la familia, la propiedad privada y las hipérboles del Estado)
SEGUNDO ACTO (FARE LA ESTRADA)Elia —advirtió el Apuntador en escena desnuda de luz blanca— no está hecha para lugares como éste “lugares como éste” —en-fatizó— Nuestra ‘Bea’ anda siempre haciendo la calle vocación residualmente clasista tras descartar Yale, Oxford, Heidelberg, La Sorbona... (desde ahí no pareciera tan depravado)
El impacto de su observación culminó sordo y ajeno a sus espaldas mientras Elia (entrando ahora desde negro en el halo blanco) lo corroboró describiendo un círculo completo con el eje de su brazo y al final el bolso rojo con su cadenita dorada: —¡claro amol!— con lo que finó la secuencia
Bea escapó solapada contra los últimos hologramas de Berlín en aquel negro despiadado del niño entre las ruinas entregándose a la desesperada incertidumbre del vacío
El ángulo era desbordante; se atrevía a morder las caras y la teofí-sica especulatoria del carbón
Vinieron las picomitanzas de Weil y la voz opiosa de Massiel:Todos fueron a la única función en la confianza dolosa del maes-tro que decidió quemar allí su obra
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INTERMEZZO CORDIALE Y FICTE DE AMBIGÚmesa de operaciones y paraguas diseccionado crobatas chaqués y megalares afines cifran las conversaciones Quién aquel que solo quedó en su butacale printemps le printemps est arrivé
ACTO TERCERO (BODY VER-DI ART) en el escenario, los instrumentos expiran abandonados, los arcos cruel-mente tronzados (dan pena)
Hemos venido —sufría anticipando su decisión— a cumplir con ello un complot recíproco: el ser humano, el arte, la vida, en la más hermosa misión —erguida como una predicadora Elia abrió los pliegos sobre el atril y con un gesto simétrico ex-tiró sus brazos de azafata-fuelle en las cuatro direcciones de la aeronave— (en el rincón podían adivinarse las cintas reflectantes de los extintores, un antifaz con media mecha antifonal y la espineta del mesón de Parma, Sorry! bastante deteriorada por cierto):/apeló al noble ímpetu de los corazones insumisos con una proso-dia agripinaria uterque domine con la que dio la entrada a proxe-netas luthieres y monagos/el más destacado de ellos (ella) comenzó exhibiendo la cotilla del orinal continuó adhiriendo su flema nasal a los techos y acabó ex-tendiendo escalas hasta romper el previsible cerco del escenario
pronodia consecuente se superó luego con un brinco sobre la ba-randa para adaptar su silueta al ceteril hendido del asfalto
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Aun vislumbramos la cinta roja y blanca que ceñiría el imborrable concepto a falta de perfeccionarse homónimamente en las instan-cias forenses
y desde luego en el regocijo de las artes
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WHAT’S THIS BEATING?¿a qué viene esta paliza duda, dolor y sobresalto? sed, alerta, propósito desconocidoaunque no necesariamente ignorado; siempre nos quedará el instinto
encendidas palabras se adaptan a la voracidad de los feligreses que las engullen como magma de pudin hacia el hígado
al poco asoman a sus ojos carimbas de obediencia sinalagmática
proyectan en el cielo un gigantesco cornodiapasón que los estre-mece hasta la descoyunción paróxica
¿A qué propósito tantos agravios divinantes? ¿Para qué enconados y prólijos
—el codo la nariz el colmo axial— sienten tal frenesí por esta venenosa mordedura?
como un clérigo cervital y tramontano corcollado tenebroso de lechuza extendió desde el púlpito sus hopalandas temblorosas sobre un criadero
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de gargantas ex-tensamente abiertas cual gansos y gansas (y pequeños flan-sites) que reclamaban ansiosos su doctrinario atestado
[ ]
Todo sucede en un —largo— crudimentopiensa en el cuerpo en la oquedad que implica cuando desapare-ce: todo lo que sucede en una sola jornada igual queda toda la historia del mundo si te fijas...
Brai lo confirmó con un acorde seco ahogando el cuello de la gui-tarra tachó el sostenuto de la partitura y lo llevó a re séptima me-nor luego ajustó con precisión el capistrano y se acompañó con secuencias intermitentes (breves días y noches breves) de casi im-perceptibles susurros
“abrogados en ese rumor nos empuja: trocaico yámbico dactílico (tal como nos hubiese correspondido en el auto)
“el mundo exhalado en fugas invisibles en la continuidad de nues-tros labios
“basta nuestro instinto para creer en ello
“en el momento en que lo asumimos nos asigna su precio o a merced queda de un sueño escatológico-funambulista
“existe un lugar abosquejado cn tales ejemplos tallados desemilla-dos y desflorados y tanto que un mantillo de cortezas figas y hor-migales y curadas prendas de mil siglos de liturgias
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“todo el que allí mira adquiere su aspecto como el que se acerca a un pozo como el que abre un libro en él se precipita
“el origen y el fin se nos oculta como la íntima maquinaria de un reloj
“no podemos llegar a conocerla antes de aceptar el pacto que nos ofrece y eso significa lo que significa
“nuestra voluntad pegajosa e intensa como la brea vierte en el mundo su pregnante amargor
“sometida está al sueño y el sueño a ella comprometido
“la prueba consiste en obviar el requisito
“derívanse entes sin radio morfológico exilados de los paradigmas que lo promulgan sin otro requisito que el émulo de pertenencia a un ejército donde todo desaparece a la instantánea (y ausente) voz de mando igual que las estatuas una vez que el bronce y la piedra han engu-llido al cantero y al esculpidor
OCASIONES DE ACIERTOS Y OBSTANTEScon palas, flotadores y cintas plúmbeas
en esas omniscientes aguas donde cualquiera puede proclamar su legítimo hundimiento o su firme desacato
¿Cuál será la palanca para frenarla ipsofacto doblarle el cuello exi-girle confesión y vaciar la tolvera? ¿a qué nivel de calado el susodi-
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cho? ¿qué obscuridad la sentina prieta?presenciar una amenza un acoso una persecución desata algo (de-grado cadena de secución y preda)algo despierta contagia la hipolación esa gruz impulsa el bombeo colma el circuito y anula ‘rencores’ fronterizos
pues quedamos encriptados en un único concepto
eso es lo que ocurre lo que viene ocurriendo desde el principio (aunque el toque de fajina el carrito de la compra la despensa col-mados reiterados con osadía y desvergüenza)
y para acabar (como suelen decir los artistas y algunos conferen-ciantes) ceremoniosamente abrimos la escotilla compartimos la excitación de los hurones hociqueando en las bocas de las madri-gueras: premios recomendaciones bandas de honor accesits
[ ]
suena emérita la guitarra a pesar del daño Brai arrastra con hipos de dolor sus uñas
SENDAS GOMAS AL FLEJE DEL DISPOSITIVO Primera parte
el buzón estaba a reventar con flyers comerciales y abrumada co-rrespondencia una carta cuyo destino apenas aceptaba el suspiro de una raspa aún reflejaba las últimas lágrimas del cartero que había huído por la ventana
congestionada en halos fantasmales los ofuscados tramos daban lugar a rimas de polen bacteriano e hipidos secos del Adviento
en otra confusa plenitud se encontraba Brai muy lejos de aceptar sus eximentes: aunque no pueda afirmarse que durmiera, tampo-co era consciente de estar despabilado: no gravitaba (lo) suficiente para abandonarse a los abismos de morfeo ni le bastaba su convic-ción de ingravidez para elevarse a los sinus celestes mientras un acordeón pujaba desde sus tripas enviando urgencias brexófagas y marcando sus cejas de bravas insidias decolutivas
sobre el teclado contenía la respiración y afrontaba el claro dicta-men que percibían sus filamentos obediente temperado y cuida-doso anotaba el giro fónico imprevisto Así había llegado a com-pendiar en torno a catorce mil términos sin sentido previo ni asi-
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milado que les iban llegando desde un origen ignoto y sin saber por qué pero sabiendo que debía ofrecía su alma permeable
llamaron a la puerta y se interrumpió el flujo (o quizá fuera plagio en viceversa) salió del trance y abrió sin convicción colgado aún en los efluvios de sus juramentos como una iluminada Santa Teresa y a los inquilinos que trovó los confundió con entes decovirados por el barrio de esos que anuncian el apocalipsis a cambio de comi-sión por desacato y se entretuvo pues conjurándolos motu proprio hasta que Mur chascó los dedos ante sus ojeras para hacerlo con-venir a su mortal status
ipsofacto depuso la flicción de su aura consternada y tornado a sus anclajes terrenales fue recuperando el termostato anímico inclui-do carraspera
Oba exhibió el certificado y lo desgravó (in his face) con posibili-dades halagüeñas de su último destajo Entonces Brai salió preci-pitadamente del trance destripó el sobre y arrancó las etiquetas trinchando la atmósfera con pueriles aspavientos y fusionó sus ojos con el rastrel esmeralda de la tarde hasta que consiguió des-lizar la lengüeta del sueño: por fin la Editorial había aceptado su ‘Panphletaria Eno-instintiva’. ¡Lástima! Ahora que sus mil fagras ejecutaban la danza erótica del fuego...
así que con sendas gomas trabó su corazón al fleje del dispositivo y lanzaría los versos quemados como las piedras a todo el que cu-piera fuera del: que fuesen asquerosamente todos
en ningún pago al uso sino en antros definitivos inauguraron su inexistencia mutante con dribles de sedal crochas deslomadas y ensartados en el grill congrios como gritos
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y hasta que la noche se deshiló y se marcharon al ‘Guarismos’ en-vueltos en argucias epilécticas escupiendo sin pudor larvas trime-gistas
no consta que hicieran bises tras el ecuador onceno pero la tem-peratura alcanzada los mantuvo escrupulosos más allá de la sin-ceridad
en comandita redescubrieron los nudos erizados de la madruga-da y luego escoraron hacia la cava baja sumando más de quince azpilicuetas
y esa noche corrigieron todo el trento en sus descoyuntadas ma-ni-velas —nada tan lejano ni tan próximo— mientras se delecta-ban en las reyertas cadmias y rojizas que en cada tramo con mayor frecuencia cedía el luminoso del establecimiento
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SENDAS GOMAS AL FLEJE...Segunda Parte (con distorsión prevaricada)
chastado quedó a su vez el nombre que figuraba en el remite una pegatina escarlata que recordaba la señal de peligro indefinido pero Brai la ignoró y terminó de rajar el sobre farfullando irreflexi-vamente lo que parecía una confesión acelerada y lo hizo añicos, y dio comienzo este optatorio: entonces no lo supo con exactitud pero le atraía su retorcimiento cromático, su dañosa plasticidad; en todo él no había lugar sin tormento, ni inocente descalabro. Su alma ardía sin requisitos
mas a su vez ni enmiendas ni requerimientos, ni instancias ni fo-bias, ni pruebas exigía; tan solo un flujo que quemaba
los consultados no concedieron veredicto ni consuelo más que in-faustos presagios aunque todos lo porfiaron ecuánimes rechazán-dolo instintivamente
no se supo si lo fuera (o a causa de) que su sentido lo prejuiciaban las dicotomías en boga y los chalengers improvisados
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ningún que otro vulgoanginas lo derridó antes de aceptar sus rum-bos hermenéuticos pero enteros tosían
y continuó —después de romperlos y quemarlos— extraviado en la salvaje certidumbre de la embriaguez
Embriaguez de Abrir
¡Abrir!
Periodos, matemáticas, invenciones de la voluntad
[ ]
obsesionado porque algún día fuera suficientemente autófago o letal (al menos para él, en su conjunto)
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ACUM FILO INSTRUEREveteradas sinalefas que urdieron sus propósitos en tiempos introspectivos retroprospectantes de lejaníasardides que fingimientos no excluyenni que aportan mentires o grados de verdad algunasino que escuetamente lo propiciany lo dejan en su sincera turbiedadconfesamente declarado
sobrevencidas creaturas en la indiferente coreografía de sus cuer-pos enhebran soliviandades
pregones de estaño y barriladas de anea recorren cansinos los algarves; lagartos que duermen, lagartos que despiertan
un grito de láser instanciado sobre la doxaanuncia presunciones amalgamadas de la civilidad
habían dejado abierta la ventana y se coló una balay fue matando pequeñas ataduras fraternales deformaciones
derramó el tarro de la sal el cañamón de las pitas el organigrama del tercio un ras de polvo que conservaban desde antaño el meda-llón de plata mil costumbres asimiladas
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así que antes de escapar aquel puto vocablo dejó diezmado el ajuar de la familia
y ella gritaba como loca buscando a su hija, a su pie, incluso su pesadilla huérfana y Brai —en trance de guitarra y espumarajo de pinceles— la miraba por los cuarterones robando el tenor de los visillos
cuando despertó, la bala todavía temblaba en el jarrón de las floresahíta entoncesy el mundo expiraba fuera de su encuadre
[ ]
témporas del vinoavis-pero-lupa-nar precipicio de las uvas
pel daños que regresan
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SANGO DE LA CONFESIÓN asunto, ubicación y modo(subasta de un furor cuasi delictivo)
para su deconstrucción los testigos fueron concurriendo en di-ferentes vistas (oral-reclinatoria ronco-nasal orzuelo-bizca) con-gregándose por filias en un mugro donde íbanse degradando los confesos, en los balcones colgaban lienzos pellizcados y brochazos como labios de Polite
por las acequias de su entorno bajaban puños rañados y denta-duras clavadas con ahínco (los heraldos se aprestaban a ello sin prosodia ni dilación)
fulgores arrancados trepanaban las cornisas y un gemido polvo-riento fue bajando el telón cuarenta grados al escombro
no se reconocieron indicios más que el alegato invertido de su sue-ño el magistrado decidió ceñirse a las enmiendas cuando to-davía la alarma urgullaba roja de hilaridad advirtiendo del ataque
(allí se mezclaron asentadores de hurquillos branquiales y cesan-tes exhibiendo sus pancartas)
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volcaron las cosechas de periños y boniatos los tractores repitiaban con el claxon el coraje de la deserción y la incurrenciay fueron puestos en libertaduna vez extirpado de raíz el amargo testicular y las chirlas de za-lamea
y para celebrarlo quebraron la quilla con hemorragias de cham-pán y contra la obstricia del imperio
y aún remordecían sin instanciar las pruebas en el undécimo atolón del firmamento cuando se suspendió la se-sión
quedó así contrita la jaculatoria sin que letrado alguno se dignara compelirla mientras que las delaciones y las palizas continuaron corroborándolo
...y en pie los acusados desplegaron sus alas para oír el veredicto
SANGRIENTIDAD AMNIÓTICA DEL OJO-MAROptimario Sincrético (que impuriza la vital defracción)
coronación centrípeta exponencial calcula un efecto de neutrali-dad abyecta por sus causas y adscrita queda al germen de la grave-dad (mis ojos en ello se presagian)
los párpados sucumben a la pleamar proscrita y aceptan la abla-ción de sus congéneres (evirante sobre la mesa todo el instrumen-tal)
sin consternación alguna las retinas exoneran el crismal advoca-torio, lugar donde se ambigüan las pendulares de la reflexión: ins-tada concavidad refractante que hace insobornable el infinito (de ser así viaja a todos lados y a su vez en círculo ínfimo se define) en cualquier lado está y sentimos que a la vez en todos desaparece
la torvacumbalgia se repliega a la relurencia trágica de sus teogo-nías
en ello se genera su activación bipolar dimanante: la realidad men-tal volcada sobre la idealidad mundana (visión míxtica, nada pura, errática, pero verdaderay aun más cierta que las otras pretendidas desde su infalible divi-nidad cuando el cuerpo entero consta bajo tierra
ÁREAS INTELECTIVAS CIRCUNSTANCIALESese orbe cerrado subjetivamente lo legitima, pues permite proyec-ciones reversibles sobre el fondo de sus lentes (donde quedan ta-lladas)instintivamente escruta enigmas a la vez que las descargas reper-cuten entrando en juego (prolongado, encadenante, que nunca cesa)fisiología idiosincrática que impone y divide sus preferencias de estar izado en pie, recostado sobre la mano de rojas o ballesteros o acuclillado sobre los calcañales de un secuestro cualquiera
junto a los drones emergen nuevos cuerpos con daños transmigra-dos
la interfucción anímica filtra o decanta hasta completamente neu-tralizarlo (adaptándolo a las actuales expectativas)
todo cuanto asoma revierte creando afectos de sublime conciencia (aconsejable para la redacción de un optimario sincrético: veladu-ra de ojos, vibraciones lenticulares, suelo resbaladizo)
ARTE PURQUIVA:dolores surcan la convexidad
y a merced de las velas quedany éstas, del viento y éste, de la inclinación de los lienzos y aquéllos, a su vez, de la noción que nunca fue suya, puesto que ni ella siquiera lo habría calculado
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una larga tretadura perf-orando la completa interfucción del futuro imperfectivo abstractoaunque los mástiles añoren la verdad de sus raíces quebradas por el vendaval moratorio
[ ]
finje muda la constante a los resuellos de esos cuantos todosy deja abierta parcial o ciega segismundade rotos tonales en sus ojos
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ÁPICE SIN PUNTO FINAL SALIÓ DE SU BOCA DE SU CEREBRO DE SU PÁNCREAS
antes fue una flama irrevocable que desmoronó la punta de la nada, la sombra ni de ala ni en uña ni lamiendo la más insigni-ficante indolencia conclaridad filamento ni desvarío ni ansia ni respiración de tez o boca ni desforro ni temperatura ni granza de tiempo ni reloj
ni sobredad ni hambruna ni tara ni desliz ni filo ni coquilla ni lá-crima morta ni dimensión ni grano ni fulgor ni oplesma ni rezonga ni trance ni permuta ni hispia siquiera brumeral ni mus-opacidad ni halaridos ni crespa ni fogacente crona
TRÉMOLO BRANCAL-EN CAMBIO o una descaridesalización IMPÍAMILEDISCÓPICAen ausencia absoluta de su propia condición e impulso
carentes de raíz sus maxilares EX VÓRTICE NULO ojos-semilla y cantos góviros de la fruta: todo apareció de repente: el clamante de la exhibición ya lo anunciaba y las columnas ascendían absor-
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viéndoles la excitación (como si la apariencia lo hubiera precedido y luego se desenvolviese todo)
las laderas desgarrábanse en frixante agitación el plectrum (se) re-vertía entre duros vaivenes y haces egasados in absentia balanceáronse los cuellos como cintas de poseidonias
un hacedrín de mago aflictivamente significaría el preludio Y una copa por cuyos labios endulzara la fe tanta sangre en brindis ex-clusivos
estirado como un pulpo el tiempo urulaba irreflexivo en la minús-cula diatriba de un metrónomo
[ ]
un picor orbitado en su imposible elasticidad a pesar de no haber-lo urdido prevaricó un microsoma de cero decibelio(s) conculcan-do el canon de abstinencias en un incierto plusglamur
y sin alumbramiento ni sombra abriose una llaga entre las aguas y compareció una lengua helespóntica —azulante y purquiva— que arrancó al ritmo zodiacal sus atributos14
y desde allí se abrió el simpán de los inventarios y pudimos presenciar la consunción de los destinos
14 Seria. Routa. Simegin. Crenca. Ole. Grivo. Abril. Priosceo. Atriogisa. Ornipri-caco. Oiracua. Sic(pis).
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CORIMBAS RETRAÍDAS A LA PANTALLAESCALAS NATURALES DE LA FEcampos de-rodios machimba y graspay alguna olvidada mención
de donde se desprende toda una extensa letanía de billongos pro-cedimentales que surten la dialéctica corsanta para ofrecer la pura condición de verdad única en nombre propio y dellaa cambio del himno sangreulente parcial o cúbico del cuerpo inerme que la albergaconviene aquí no eludir los instrumentos que dios les inspirara: milagreros alcieternos ópticos afectivos para la confesión purifica-dora y restitutiva en la providencial templanza de los tiempos que tanto se habrían espurecidorecordando el vademécum i+d patentizado se te nublan los ojos la nariz te sangra las corigas abrasan turbolectras depresivas el torbellino de axiomas fásticos autos de fe lapidaciones... maes-tros exquisitos de la poropanausia doctrinaria que hasta los pro-pios sus albricias guirupaban
PROVERBIA RÓTULA CLAVADA IN TERRA tangas páginas y brújulas queimadasde los que hierven verticales o aspados en su fuego de los que pín-gulos raspados
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o que capados en sus pulpas íntimas aserrados empalados des-membrados... capos satánicos capirotes pendejos tonsurados: es-calas naturales de la fe
Y LAS CORIMBAS SURGIDASde las tantas transaccionesinstaurados o escabullidos fides ecclesiam torvaapresurándose en negarlos o —retroactivamente— exterminarlosmientras iban muriendo por edad reglamentariaincluso envalentonados al comprobar nuestra laica mansedum-bre/para vuestra gracia proyectamos sobre el muro nuestro perdón
ILDECÍN ILÉCEBRA de celubines tecnocráticos y estancieros
/el muro continúa hoy re-zumando aquelloy repele la lluvia y los requisitos
¡cuán perra de cuya cuál quiénes la memoria!
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FUEGOS Y PASIONES QUE DE LA PRÍSTINA ESPONTANEIDAD SURGIERONy puesto que inverosímil el hendido (fuera blanco o negro, ni aciago a lo sumo pero en el mismo vacío), creose la geometría ausente que por ello todo lo instruye cual si fuese milagro (cualquier apelativo virtualmente lo sustancia)
1. RANCAS DE LA CENIZA que abre juicio antes del sugerido primer acto
se detalla que en lectura previa el informe recogía un in-oculante seminario al contrasentido de cualquier voluntad —rallana o ex-celsa— antes de extender sus raíces pues que tantas otras al tiem-po desacontecían en el instante de la deflagrante improbación
miliformes ímpetus accedían a la verbigracia fecunda nomios bi-nodios sextercios combustiones coadyuvantes en parituras indes-criptibles ciertas incoadas anegales (y fuera así confundiéndose el prior divo-conturbial con la mustia flora de los cementerios)
las póstumas deificaciones (eros edificante con su aspecto de ócu-lo triagonal) —paridas de contrahechumbre y pírricas erratas— surgirían como álgidas emanaciones del vídeo teúrgico anunciado aderezado con arpas trompetas y ebullentes tarantas hasta arti-
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cularse en píscula vanagloria del Estado fractal, tanti quanti be-limente
la ANEGACIÓN —in lacrima efundi— fue plenamente constata-da y alcanzó perennidad subrepticia hasta el final de la dictadura (aun hoy sujeta a canon)
aunque sus pralinetes seculares se evaporaron furfullando como heces del azufre quedan torturadores que los reproducen a dife-rentes grados de ebullición
II. CON ÁLFIROS PARA PIES CLAVADOSpues que subsidiariamente pudieron elegir momento y lugar para la re-presentación del sacrificio (y periódicamente lo celebran)
1. tablaturas alevosas acariciándoles el excedente con el INRI solapado
2. catarsis invocadas en la deslumbrante perfidia de Eyaluz (con su pleno consentimiento) varias veces capturados y reincidentes de por vida
3. arborifontes es su incontenible tramoyal de curias
4. pájaros semiengullidos en las columbales flebas de su nariz catárrica
5. envidioses ensalzados por sus imponentes pezuñas y dulces re-pugnancias
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6. omnia flagelatio viris (et alii) sin omitir caterva
N. y los que coparían el cotarro implorando su condición
III. ACUIDAD SOBRESEÍDA (INSTANTE-NUDO)remitida como falacia no recusable y gráfico de los distanciamientos
desde el invocado abismo el ápeiron se elevó como las alas de un helipanario y todo lo profanó equimilante por cada uno de sus ho-rificios donde se desparece el final portanto
adquiriendo único valor decero (memoria ni anticipación) todo re-vierte ‘nullius esse pretii’ asimilándose a sí mismo como espejo y copia del estrago
con su protuberante crestal magenta ni ángel ni butarda un cue-rroto dispuesto se avino a ponenciar su candidatura en el sacro megasterio y todo quedó infrastado en ebullentes pugnas: Brugal Inventio Sanguine Concubina Organumque Generatriz de Altisonancias y Bloc-registro de humana vulgaridad Cor exánime literal transcrito: caparrosa, carnero, ceniza, cobre, malaquita, oro, pico, zona triste, seda, pie (en todos los itinerarios)
IV. CÚSPIDE LAÑADO (AMOR, SOLIDARIDAD ACTUAL Y DI-FERIDA)que remite a ilustración vacía apelante a causa
Y aquí —hora plora— conjugados y oblesos los tiempos a pesar de su ignominia la recitan
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paz como medicina paz como pereza paz aupada hasta delirar el barullo en su paritura actuarios lirondos desmochados en los estercoleros re-buscándola bajo las grillas de sus panaceas(ad) pedúnculos como ennegridas morcillas ensartando la concu-rrida atmósfera rubensiana
propensa culminación de ítera pro nobis (en sus calbezas)
in ordine maldoror conmina escamas del santoral (que se reserva-rán el privilegio de la devastación ideológica)
y benesitud mántrica
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COMPELENTE DEVORACIÓNen aras de capturarlo (aunque fuese fracasando)
no sé si quedó claro instado expeditivo el caso de la estirna mi-gradora y todos ellos / decirles que: ya se han secado y se han ni-mietizado devorados por el destiempo —que los contrae— avis-pas muertas rijas subacuáticas y raspajos de la vid ¡pelada la bola como una exhibición! esa es la labor, el compromiso del desvelo
capas enímadas nos promulgan cada vez un llanto más adentro y cuando apenas las descubrimos nuevas aparecen interpuestas en compelente internogatorio
las primeras capas se desprenden de la membrana puncial (como si despellejáramos un harano con el pensamiento)
su verba-placenta nos envuelve sin grumal y sin labios
inmanencias nervantes ictus reconcomio —en acto de sollitud o prolectivo— hasta imputar-nos en el ángulo del codo de los tiem-pos
eviral ofertorio inculcación primigenia sin posibilidad erráticasus cápsulas estallan en la profundidad sin observancia ni remedio
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(pecios que dan noticia pero ocultan el tesoro: extrañeza de los ca-dáveres que aguardaban su turno en aquel embaucadero)
y aun más intervelado viajes rotos en el interior de los espejos don-de cada uno retiene su parte mutilada (hasta aquí hemos alcanza-do)
¿podrá —en algún lugar— reconstruirse esta inconstancia de la carne?
[ ]
los antiguos moradores se inspiran en esta fe (res cogito)arqueando sus lomos y mostrando sus uñas afiladas antes de saltarle a vuesalquier a la carao vomitar generosamente sobre sus equipajes
eres tú quien se vaellos permanecen en el cipote velatorio
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IN PHLEBE ARISTOTÉLICA /
que se obtiene volviéndola enteramente del revés y sometiéndola a intensas succiones friccionando el glumen de la lengua
las cosas guardan un profundo secreto en sus sonidos (olvidados ovulatorios que bajo la piel freática merodean)
cual demudación propia o rictus purificante cual furia termal lo afronta hasta el tremecente folicular
y que el espíritu —entonces— lo eleva en el vaho de la concordia (vid: ecuanimidad ‘paciente’ de todos los inspirados)
y que la inmersión póstuma lo confirma irrevocable
que es un sueño de venganzas por la injusta condena el daño exce-sivo la desproporcionada afrenta
y porque ni siquiera se hizo sobre ti sino sobre aquello que más amabas lo más vulnerable /en ti mueren ellos y tú en ellos pereces
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el ritual ha cristalizado tras convencionales espasmos en las raíces donde se ocultara la traición (desnuda amarrada martirizada) eslabones de sumisión y abandono razones escatológicasclítoris de la fe
/ padre / llaga / antecesor
grosella implorante / ciega prin del fango ovidio intuyéndolo en los helvores pituitarios de su nariz lautreamont dislocando la ruleta hasta coincidir exactamente con ella en la crisma del timón para abandonarse a su pleamar multí-voca
Y EL AMARGO GOTEO EXPUESTO FINALMENTE A SU DULZURA
rebocada luego donde el labio muerde su pre-gunta
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cuerpo voz piensasiente es transitaMIRADA EN EL ÁBSIDE DEL TULIPÁN
existen juntos ellos ambos san saussure y un fragor que arrumia paradigmasin tensa luz san matisse repudia al tanto la mimesis como un sapocanta fundida la bombilla de parís gatea hasta el pico picasso paucatino descartes moliere las patillas de sus gaflas donde mismo cruece las naftas de sus ojos y pincha la cruga y huyen las almas espantadashirt seelsorger marchan por los extremuros con sus manos enfra-gadascomo la madre naturaleza y el hombre artificiego y fractural
carroll intermedia: dejad que las niñas se acerquen exponencial-mente francasdejad que suban la escalera luminosa y desvelada por el cuello saxomátrico
cuando poseamos su abrasivo esqueleto ya seremos cauce de la música para la summa eternidad
123
[ ]
el sueño comenzará entonces a destilar
PDTA.mas antes de reconocerlo quedaremos cegados por la misteriosa indiferencia de las matemáticas
124
FICUS GRIMEN VUDÚritma tensa oscuridadnecrosis cuerda su leyenda
/imitando el acumiado silencio de nuestra sangre se despoja de su túnica para posar los labios en el afilado cisma de su corona (nunca fue así; nunca será así)
/la canción culmina en una estrofa degollada
/entonces era vitalmente perentorio
/ahora basta con tomar la línea nueve hacer trasbordo en Moncloa apearte en Huckleberry Finn —esquina con Montaner— y cami-nar durante catorce minutos inflexibles hasta alcanzar la judería
/los anaqueles disponen de escaleras desplazables pero cierran a las ocho y ella es ciega
/rellenas el formulario y rubricas sobre tu nombre la fascinación del polígrafo de tu muñeca
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/finalmente estampas un punto con determinación ¡Es todo!
/le devuelves el bolígrafo cromado y en agradecimiento le asegu-ras que a ella debes la vida ¡Claro!
/la edición es absolutamente palaciega (el cariz de las ilustraciones el cabezal las guardas el tejuelo)
/urgentemente retomas la lectura
descapuchas el rotulador y continúas tachando por donde lo ha-bías abandonado “...como un gran círculo meditándose en el mar” / lo enmiendas atenazado por ese pensamiento / “nada existe si no se pronuncia con su voz / su voz exacta “todo propendiente a ello en su inmutabilidad y mudanza; como se apaga una onda en el agua y continúa orzando en el cerebro / ...hasta que se agota la tinta /
y de nuevo: “...el monarca inmergente nada en su saliva planisferio / “en continua agitación el magma-glauco conmina así sus aguas / todo compagina siguiendo tu propio compás dinástico...
tachando los malos flecos de una vida cautiva en su literaturidad
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GRIDA LUCTA (PALANCA)talón-escalera grito-serpentín dura-escolopendravuelo-de-reptil ovareda-contamina-la-danzadolorosa fecundación que todos asumimos y nadie espera
toda respuesta procede de un gozoso sufrimiento —se alimenta desde el temblor de sus antenas— cráter / efusivo fuego y afán de apostasías hueras_rampas que lo ratifican
filamentos cautivos preservan el enigma desovando continuamen-te innúmeras pariencias
espita umbilical que mantiene ineluctablemente vivo (en vilo) el ultragermen
sintagma-proyectil estalla en mil burbujas: significa no acaba de nacer y ya muerto se vislumbra (negando prerrequisitos) lugares deshablados
pro-sema-fingere nave-galaxia estrella-incubadoraaxioma-ipso-factual sima-hermeneuta acusando la milenaria
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128
impaciencia de lo que arde (se abre mientras muere) y nunca por ello (se) comprende
suprema confluencia hermosa dislocación de la armonía
el cielo tal vez o su salón principal —exento o en ruina— de can-delabros que representan cada vida que nos precedió incluso ya la nuestra (con lo que permitió o aniquiló) agotándose mientras lo observamos desde la arrogante humildad de nuestra con-ciencia
[ ]
¿cómo nos vendría un layout, ahora, trazado a mano con el flujo menstrual de nuestra condición escueta? la emoción del pensamiento ovulando en esa sangre
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CRONOCIMIENTO E IGNORANCIAa-toración, remujo y fuego
noria de mudante cadencia se eleva o baja con su mudanza elíp-tica rimeros copulantes en el frustrado intento de salvar nuestro ajuar doméstico héroes dispuestos siempre a negociar la salvación a cambio de morir por su gloria
cualquier camino lleva alamor cualquier camino lleva ala-muer-te sinécdoques cardinales reptan por su afanosa esclavitud tantos leones perderán sus colmillos antes de que muchos infieles pier-dan su fe en la concordia del universo
cualquier camino lleva a cualquier camino cualquier camino lleva adonde lleva nunca seguros de haber partido o de seguir atrapa-dos en el lamento de la rueda
tercos delícticos enfermos pirónamos traficantes de símbolos
santa ignoratio postrada a la rusca del talón que se atropa zonta borrosa injerta en las ternillas esmigada como el parmesano sobre la pizza encefálica derramada en el velamen pulmonar como la
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salvia o el pimentero carcomida en las milhojas de los anaqueles15 sacrificada en el ojo sangriento de la crisálida antes de quemar sus branquias en las tolvas carnosas de la mora y contra lo que atroz-mente se asevera
palpamos su pelaje pero aún no sabemos calcular su corporeidad cuál sea su verdadero distrito: muchos camaradas no cesan de ta-rarear su twingo preferido las nostalgias suburbiales de sus travi-dencias
reconocemos sus calcetas azules su felpa áurea el indefectible pin de jefe celestial su loción after shave su barba bitreta el brillo de su matrícula confederal y el escabulario que obtuvo en los play-off liga profesional
la vida fluye mientras encuentra cauce16 mientras haya sedinventa causa
cualquier camino lleva a cualquier camino
15 Esa biblioteca es como un árbol donde los botánicos estudian la flora intelectual del planeta.16 Causas / cauces pendientes.
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ADDENDA PARA CONFIGURAR LAS TERRAZAShappening de los avistamientos
ULA PREVIA Y UNA CANTATA QUE LA PROVEEtal vez fuera que por ello se delituyeran las omnias además de por las feridas de sus quenas y en sus calmosas trasmarencias rastra-das zangas celebrarían la desubicación de los podios (repletos a la fecha de heliocráticos y afines)
imbuida de ciertos compases en el quinodio de la ventana (para acodarlos a su ritmo) cabe la posibilidad de invertir los repertorios y adscribirlos a rufio degüello (así se vislumbraban)
los trasuntos privilegian la pre-monición de zonas abyectas o es-condrijos provistos de catres biombos trenas celosías
las bolas oculares enquistadas bajo cintas de cremallera contem-plan el ojal ofuscado
para no sentirse inmiscuido el ojo se encostra en nuez o rinoculiza en baya absorbiendo endrino la zurrapa de la mugre
la delación intenta refugiarse en los huecos del sinfonier las corti-
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nas opacadas lo mediatan frente al derrinde marmóreo la luz opri-miendo tarimas de sofrén las aurículas inglutidas de ceramen el insulto constatado en las obstrucciones lo deja resbalar y una vez el crismal controvertido por el puñal el grito la última patada nada cabe añadir más que lo que ellos dejaron dicho
y por la evidente cláusula de obligada enunciación odio-amor exi-lados de cualquier inapetencia (dragaluz, sarcófago, lisangro) más que obviarlos a la cruencia de la misa se egludina en extrema ver-sación y nunca esperas que te cruce la garganta
pero ha de expresarse por algún lugar del cuerpo ya cansado de inferir Esa Pus Arrogante Que Ha Inundado La Historia Como Se-men o Lava
DESAFECTOS Y CONSECUENCIAS PÓSTUMASimpatriada la cláusula de podredumbre santífuga el abductor ge-rente vil cochambre estanciero expoliador de la mirra y la pitanza en ese lugar donde yerran los vientos en el vilo y en el tedio igual que una sentencia que rezuma bris por todos lados aunque se mantenga cerrada como un terco mejillón
(Y) VIGENTES DEDICATORIAS A SU PASOpor los dioses-estado donde las almas expresan su extenuación como mapas sembrados de espinos patrullas callejeras torres de control sirenas admonitorias
[ ]
para este siglo —agotado en su sangre— un hilo siquiera de bu-fanda o calcetín para reconstruir la historia de los mártires que no
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pueden gozar aún ni del asco ajeno que les prometimos
y que pues sus cuerpos continuarán colgados en los muros de la ciudad como escuetos recados que jamás hilvanará trapo alguno ni bandera
las cochinitas sollozan ciegas
arden fanegas de trinos isotélicos mientras los arrozales amargan sus turbias cosechas
una lágrima resbala desde su cerebro y un brenal marcado entre sus derivadas cejas
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EVICIDIO ECUÁNIME“via laxata dolori est”
todos los caminos derívanse erráticos azorados por las horas el costal y la calima
soñados avistamientos, falsas señales
taludes columbrados infinitas (por cuántas) in-comparecencias
continuamos desleyendo en el cielo los cantos del ríocreyentes de que el amor vendrá como una temperatura: no im-porta cómo sino cuándo
sabemos que carece de ceremonia estricta ni ofuscada apenas exi-ge diatriba basculando in-férula o secándonos el entardo a la cruz del hemisferio
sabemos de su fuerza breve aunque indestructible
prefigurado contra toda deidad sabiamente injusta y despro-porcionada contra todo sortilegio y trampa en una delectación eterna mientras se extingue como una fuente de luz
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BREVE CRÓNICA DE SEXORACIÓN Y CREDOCumulus plenus consummatus
el horizonte ofrenda sus abedules ungido humano terciopelo in vetera ensartando el cielo con esplendente lujuria infiammatus flagitiosa libido en compulsiva afrenta compellendi virtute pollens
energía basculante —scortandi propria aquiescente— oradación
grita en la cumbre su in-flama
enriscados en el plexo de la supramáquina los alisios inspiran el rescoldo que renace y muere
en el pericardio último persiste el gong dimanante consumando la instancia percutiva de la obra
oración inaugural de impúdica elocuencia sella atronadora los tímpanos a su propia imagen y sexo
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AMPULATORIODE INCLINACIONES SUBORDINADASaxioma previo de lo que por venir pareceque ya viene y que quizá por eso llegapues aletea como una mariposa
inexcusable fuese prescindir de su grandeza atravesar el territorio cursar los evidentes pronósticos
pues entonces intercambiáronse los planos (composiciones en el ritmo del cono si la luz limpiase el espacio de resistencias objetua-les): volver a caminarlos acompasando la gramma de los parterres —que nunca fueron analógicos— pero ahora con las nuevas tec-nologías acabamos digitalizando los dorados ramajes que transita-ban por los sueños (el concierto)
impresdindible recuperar la posesión obsesiva desde una figu-ra espacial codificada y convulsa a propio ritmo curval como a su vez todo flirtea con la seductora numerología sexo o muerte venceremos (imitándonos en ambas cosas actualizando el cir-cunflejo arbitrio de las guitarras más allá de su impuro miedo ideologizante)
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basta caminar un tiempo con esa pesadumbre incorporar el ten cibernético la riscuya en todo su empecimento oscilando la espalda contra el vibrante látigo hasta la extenuación y recuperar el resuello embistiendo la causalidad de una in-textada odisea puramente gramatical
sin nada más que un ovillo de sueño trípodes, palancas, torsión mimética de las herramientas
tan solo al remedar un bostezo o sufriendo una absurda faringitis (con el mismo dolor que hubiese entrado por la quilla del sueño)y así todo habría comenzado
ellos —primer movimiento— no han de excusar perdón sino los muertos tanto excede su opulencia el valor de la vida evitando que otros caigan en la tentación / no el impasse de colmillos ligures o caimanes sino esos cuerpos que flotan tumefactos el olvido
ellos los —segundo movimiento— de la plomada el cuello albo la toga impoluta han alcanzado la más pura serventía: no cabe higie-ne mayor
en cambio —tercero y no hay más— esa piltrafa que asedia el re-tablo con su chancra verradora y tosca malaria debería omitirse disiparse por completo para que el mundo dejara de ser tan de-plorable
mientras tanto...
que pidan perdón por sus orejas carcomidas por sus hombros tronchados por esa incoherencia exasperante de ombliguitos in-flamados
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¿todavía aletea ese pudor?pues hacia aquí llegan caminando
batussis, bantús, taromenanes, suauranis...
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IDEMNIZACIONESy trallas compilativas (selección musical basada en el acrísono de sus molleras boreales)
CASO UNO: PICCICATO DEROGATORIOse pontificó que si su flora intestinal había sido objeto de graves vilipendios no fuera por mor del talegazo desde el quince o duo-deno sino por los chatos y ambigüeñales de la ginebra y su escueta pasión por el cante
y así la prima se le mantuvo taxativamente negada más agregados prejuicios del corredor una vez descontados los impagos de la mu-tua y la letrilla o sexta rima de la póliza sustenta
CASO DOS: TARDOS MELISMASbrabucón and fidedigno con tic escorado y papelinas escurriendo tientos por retretes y dándose a la refriega en reputados palenques tornábase desde reiterada invez al llugro y aunque los propios lo juraran naide impuso cortapisa en que tratábase del único sobre-viviente y él —sobrexpuestamente digno— se prodigaba en deta-lles panfilógicos que nadie corregía
con exotismo especulencial inguraba sus troteras en fluctuaciones cuánticas e ilógicas arcanas
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nada hubo de resarcible en su escabroso cálculo mordiendo avie-samente las higas pistemológicas de su convento: con un solo gra-no construía el silo universal rematando el dosier con chulesca parsimonia
CASO TRES: VORISCENIA TENOR CONTRALTOdesta guisa obtenía inmediata repercusión psíquica: el individuo concernido se salía vertebralmente de la afección difragante de tal manera que el virus no pudiera afectarle lo suficiente y en la pretendida conspicuidad desdeñaron los procesos epigonales: en cada sección quedó constancia de la manifiesta degeneración adscrita al sino de las edades y —meticulosamente etiquetadas y proscritas— asignadas fueron al parengario del desprecio de don-de surgiría la “camerata constricta incordia” y ansí todalizadas las constancias conforme al orgullo de sus capitulares17 con detrac-ción en copla alguna de su programa
CASO CUATRO: ESPIDICARDIO SUCEDÁNEO DE UNA CORALempero por el tan azaroso revoltijo a que diese lugar el cónclave y los desbaratamientos conculcales de las invocadas —aunque des-baratada la matriz cántica— aceleró la cuadriga de tenores desde cangas derrapando como empujada por un albedrín compacto de gorgoremas y culebrillas
travestidos en arcángeles y efebos en aquella morbidez cristalo-gráfica asistieron cada uno de los monseñores acompañado mo-noparental de su barbero y enólogos por antonomasia tocados con laureles bizantinos y agregados de una cohorte multiusal eslabo-naria que continúa glorificando cada noche la cogorza saciando en egos sus tirantas
17 De cuántas coimas repartidas en fanegas y de sus labios la rueca filigrana para convertir en eco la sustancia y maldistribuirlos hasta herir nuestra consciencia.
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sin advertir la perentoriedad del fallo brindábanse codazos de lu-juria connivente y luego de concedida la absolución “in autofagia eclesiam sine virgo dómine” y santas pascuas
CODILLA DE CÉMBALO Y PAN-DE-RETAsin abandonar la costumbre de endemoniar la invención del pa-rarrayos rebañan sus bases doctrinales cual si fueran papillas sino gachas
ignorando que la trinidad suprema implícito lo desacata (él no quisiera nombrarla para no manchar su boca)
y acompañado de un propio para tal menester
APOTEGMA DEONTOLÓGICO NEGADOo seríase “bombtomicomuertebaltomundo”
Hipálages se han detectado en las muy estrépticas calendas hu-quillas sin caducidad las deploran pactan sinecuras y exasperan torvas constituyentes
las pedínclitas apuestan proparitorias aceptándolas más allá de sus convicciones legales
adjuran intermediantes tajados consuetudinariamente a base de subvenciones precomios y otros megasterios
círculos auspiciados por la insurrección vomitan oxígonos sin te-ner que sacar los pies del fango
¿quién no aceptaría un mísculo reversible del milagro del naufra-gio?
el paquebote y los pollizontes caen por la borda que nunca antes existiera los ahogados se acogen a la quinta enmienda de la resu-rrección reintegradora (valga la rebundancia)
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en la vista preliminar subieron al estrado los concursales de la co-gorza y corroboraron el colapso del trinquete a que hubiese dado lugar digitando sobre la viga maestra su popular sentencia
tales baremos instaban a cortar de oficio los infames dedos: en charla de palé en la reunión del partido en la siesta adventista en la sala de grados de la universidad en el pleno de salcedol¡cortados de raíz!
[ ]
EPITA-LAMIO DE LA JUDICATURAaportando las pruebas de la dicha consumación: 1. Estragónicos mal cursados
2. Derviches de los fondos marinos (stella maris: astilla del mar)
3. Bolos cuyas sombras ruedan como elipses de negrura
4. Alterados de la oscura civilidad
5. Amagados bajo la cucaña sin gloria con su bestiamén tiznado
6. De tal manera que de la confrontación psicosocial fuesen juz-gados
7. Mas la urdimbre de su pasión tejen en nuestros labios la libertad sencilla de caer en la tentación
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S22FSeparata dos dos fósiles(furcios o dirimentes varios en sus ojos)
absolutos dueños del dolor sobre las falsas tarimas del estado clavados en las matemáticas (tablas del nueve y del cuadro fantoche) a la deriva de los bares y aoristos girando dislocados sin encontrar la puta esquina de los vientos ¡ni las aspas!
y hasta el polvo que no se elige y los arañazos antes de la penetración
trascendiendo los cansancios en los mapas la vericuación de los fangos la médula dómine abejurrada en los baberos (los) libros cubiertos de escamas (peces-estrella) y la tinta en su pregnancia mística aciaga finisterra
aves-gorguera incautadas para la urdida confiscación de la gloria ensañando sus espirales engurruñadas en el pebetero
insaciados nunmolites se arrogan sus fronteras (peces-medalla) rayas-estandarte caracolas-corneta (que pasaron los días de nada importa y ni sufren las miradas in-ciertas)
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despertando fingido amar-lo-vento las sombras que resbalan por la rosca de su cuello cautivo en las grises ondas del jardín inmar-cesible llora minotauro desquiciado por la sobreabundancia de luz y de clamor en su espalda se despliega la voluntad humana quebrando sus límites
[ ]
historia-mecedora de estándares y clones macilentos de la madre que era el hijodel hijo que era la madre frank psicosis hispania venenosa esclavo declinante de la santa farsa bajo palio
[ ]
ronca rosae rosayadaga cuerna menina asexinada cubismo fósil berreando braque picasso gris picabia magnificando los silencios de las hoces y las combras las llamas del desierto fanegaly la insoportable cornucopia de la fiesta
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DENSO DE-GÁSCírculo-ritual-propiciatorio (sed del espectadorque con sus alas atrapado pasa a formar parte del gran mural)
[tí(h) taróre t’hraíz de inversidad
derridando ofiores conforme la umbrosa densidad ¡re-lámpagos! miillones de ojos de espigas con ojos de un puntiillismo exacer-bado que lo multiiplica en la profundidad de la noche
verdes en ansia verde sienas irredimibles rojos miriáceos azules chascados en bricoteo pájaros garzones que irritan los vocablos del ramaje-hiriente como llamas-prenden la intensa negrura
un canto agudo sube roto en el esguince de la nuca la sombra se repliega insomne por el suelo despunta el sangral del día (su vida con esta visión comienza)
marimbas de selva flagelan las ondulaciones de la luz sobre cuer-pos desnudos fugitivos (y acaba siendo una gigantesca taladrado-ra capervilar)
150
disminuye la frecuencia crece la intensidad vibrantes pisan la trampa los talones el agónico jadeo la contorsión la mirada se nubla
incluso espasmo incluso dilatación del iris secreción de espumarajos
sincopados intervalos anticipan la inminente captura
sobre la roca oscura ese-rassstro alumbrará el corazón de los cazadores
la danza es una noria de cabezas
un viento ingrávido la sacará como un pájaro de la caverna para escanciarla en las frentes demolidas de los dioses
[ ]
el puntiillismo un cambril de alfileres clavados en el abdomen muestra la belleza de este singular espécimen
el cadáver que faltaba para completar el santo mural
perfecto así según las reglas del arte de la cetrería: nadie fuera; quien caza abraza su propia muerte
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DE-LANCE RETROVISOsegmento acrónico (don’t replay)
en elemental delirio el orbenasciturus se concibe prologado por la espina de una elipse sinevolente es por ello la calumnia esencial contra el universo
ad-oración —regida siempre por la heurística— que enciende las concomitancias extendiendo sus postulados más allá de las orillas (que aquí tantos significados propician) del mar, del tiempo, de las advocaciones...
vibran los aros por donde se han de trascender y —uno tras otro— una vez traspasados se constriñen y ya ninguna fuerza permite su regreso
no hay caminos ni retornos avanzar consiste en ir cerrando el lugar de donde procedemos
sólo nuestro pensamiento proyectándose sobre el mundo como la sombra de un jaguar
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KERMESSE DE PAÑUELOS Y ESCOBAS un entramado de cables ofrece su promiscuidad sobre las vías trazadas como llagas que martirizan la parte occisa del planeta(fuimos personificados, tajantes —y agraciados— con todos ellos; en madrid, bruselas, edinburgo... y otros sin localizar)
los ausentes concitan su difamación en ardores polvorientos (único epígrafe inspirado en la fotografía de un álbum)
el más pequeño ha estrenado zapatos que resbalan sobre los ado-quines con sus protectores de acero derramando una música in-descifrable; se aferra a la mano de su madre que luce radiante su locura; juntos acarician sus deseos en las balizas de los escaparates sumidos en una altiva insolencia
enjutos alguaciles ofrecen su apatía a todos los que bailan con la palidez de la arena enjugando en sus frentes pañuelos tribularios
de báculo a báculo las luminarias vomitan sueños encadenados en series demoradas: alumbran como lianas los saltos de los fantas-mas que gritan sus códigos secretos la música estalla en sus testu-ces cual sedicentes tarros de berridos miríadas de avispas picotean la sombra que va dejando la reina de la fiesta
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BRIGÜES DEL ABURRIMIENTO Y UNA CANCIÓN DE ZURRAPAEscher medita ante su freidor de huevos la pericia ponedora(no ignora el dictamen de una europa sensible a dicha intimidad, pero al final se impone la sensatez germana de la editorial)
en aldeas y majadas del imperio los alcaldes están cenando sím-bolos pelados como gambas (nunca lo leyeron de tal modo, pero siguen el consejo maireniano, al menos en el cierre basculante del garaje) esto les recuerda el giro perentorio y la falaz efervescencia del comicio (los caballitos suben y bajan, llevan pintadas sus cri-nes y embelesuras y son de cartón-piedra) los inocentes patitos de metal son derribados y el campeón se lleva una muñeca
absortos en el cristal del laberinto observan sus cejas marcadas so-bre óvalos empolvados; sus breves labios hormados a sus plagios con discursos soperos y un frush frush de avecrem
con la flur despabilada por la ensoñacion de su tedio comandata-rio intercambian gruñidos hasta constatar sus margas aberrantes plenamente ceñidos de sorrento se envuelven hasta las orejas los meses de gélido plenilunio
154
a fecha pertinente reaparecen sin especificar cansancio en una co-reografía tramodiada con cierzo terral o pulgosa tramontana
las aves que suben son peces que bajan las hojas que caen son hue-cos que se derraman por escaleras que vuelven-comienzan donde acaban
CARTA POSDATA PRO-PAGADA
en el recuadro ciego del magazine, el labio superior abre corchete leporino que atiranta los ojos en fosbury paladeando la quintaesencia pontifical de la intrínseca bondad del parangolio frente al infor-tunio aborrecible de los adversarios
gris nódulo apoliches lo rubrica cuanta afrenta percibierauna vez agotado su turno de casación,extenuación y réplica
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NOCTURNO YÁMBICOde-seres (material hipnótico desclasificado)
hay una lustrosa cremallera e impairos púgiles (no necesariamen-te concernidos), gentío enzarzado en inféricas soeces con gabardi-nas bordadas y lambras coxidas a sus amigdalitis, clanes enteros que ladran a las comensalías hot pulendas ¿Guau? ¡Wao!
y sandwíchipes de páncano y pimientos ringándoles la sagra por sus tensilles y al estrambote hembras apostadas arrinando sus manubrios sobrepasados de sí grataches atrapados en ligueras con yumbos de amarillo y eventuales caplusses
trasiegan enmallados en sus cullottes de negra seda y horrísonos botines griñando las pupilas que chillan como ratas la refriega en asunción catalogada de risas veruecas
/ gancho / punch / tahoc? // tijereta de yamba / hook seriado // denteras / flashes crochados / tunc-k’a! punc-k’! / / narizangra / mentona / ceja /
¡Gong’! ¡¡Fuera!!
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Kid Mategna ostenta cruz de plata y empalmada sambelia y un rosario de estrangüi alcalizado / sescapa con su prima el quirinoso tirando de peluco macizo donde la vez se inhibe pues sin aliento
la rubia platino los relame sin sacarles las envueltas y los escupe amenzante y por sus nombres de guerra excítalos inclinando los hombros con su trasera en va-y-vén
mozos extrapollinos le ofrecen sus clavículas partidas y en las ore-jas límpianse los trombocitos entre sí como chiwares
[ ]
y luego repartieron el botín y tiraron al cubo la cartera y a la viuda le enviaron sintagmas del forense y una copia a su ex que cumplía moratoria en Algeciras
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TOLLENDO PONENSque observa sincretismos primitivos
antes de provectar culticio alguno el susodicho se parapetó contra las tablas cargado de hombros y de muelas y donde el mañiz ab-sorto tomaba los apuntes el maestro acoplado a su cinta amarilla le dictaba ensimismándose en las curtas de las uñas mientras lo abrumaba con apretadas guiriñuelas
el jaboncillo fintaba raudos esguinces dejando en la tela requie-bros de inquieto pajarillo y luego aguantando los estira-mientos propios de la in-cortesía
/desdel trapecio Brai los observaba sin agorar expectativas los leo-nes mimetizaban la aburrida inepcia de lon payazos administrán-dose fingidos garrotazos y arrancando de un tirón el soutache de sus casacas
súbitamente abierto quedó el resorte de la ovación sin eximentes de la cla por las su-gradas
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/en el carromato suturaron las costuras de la faca seis en el muslo cuatro en la cabeza dos en el hombro ezquerro los ojos acremallados cual entrañas que deshacían los caminos de su rastral osamenta cuya morbidez trasparentaba sus más tras la reyerta
al cabo finaría en una escena abstracta de insolución glauca y constreñimiento
[ ]
REFRACTARIO PÓSTUMO Y EPITAFIOen la soliviandad cirquera ostenta plumaje y córnea testuz un os-curo botón tapa sus ojos y larga tipografía cicatrizada atraviesa en la lectura de su cara un libro de lejanas usurpaciones
en su iris que çeci n’est pas Magritte flota la pista central Lucién y un oso
en un gigantesco bastidor se cumplimentan los pinchazos arro-gando señales en punto de cruz el porvenir
y él con la leyenda improbable de su cara participa en el memorial posando en blanco y negro ante los corcunsantes
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LA HISTORIA MOLIÉNDONOS EL CAFÉ CUAN VICEVERSAalfombrados desde niñoscon este signo con esta torta con esta cara
después de tanto brebaje duelos intervivos camaradas muertos pu-ras-sangres ausentes aspados en sanjuán pintas y rubias harapien-tas abrevando en nuestros hígados preclaros ¡nos sigue importan-do todo aquello!
nostalgias chaparrones no prescindibles por abusados ni por ve-terados aunque al tiempo observemos sus imposturas que se nos evidencian cuando nuestro deseo es deshacernos de ellas antes que se nos derramen (por las piernas por la cara una macama en el bulto)
resultaría excesivo afrontarlo descoyuntando la ripiosa instantá-nea de sus bordes corrigiendo el cuadrilátero de esta raspa prisio-nera tronchando la hipotenusa de su bastidor para que escurra su recelo y desenganchemos el pedal de su trayectoria
a saber cómo acabará todo esto cuyo usufructo verbal transmedi-mos a favor de nuestros amos nuestros dioses nuestros herederos
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regresará la historia hurgando en esas fosas, sus lomas proyecta-rán un skyline de ripios amortajados en hilera sin excepción
la historia ha muerto ¡Sí! pero nuestra amorosa venganza la hará resucitar en cada cepa
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RELFAS DE LA MANZANA
irrumpe ecco là! in praesentia muerte y rosario del ser piruético sic homo volatinero urdimbre tachada de venenosa etimología im-pregna sus talones
hechuras genealógicas tronchando sus ramas y clavícula universal en su trascendencia cotidiana; todo es extraordinariamente senci-llo y genuinamente sustancial (debería leerse/pronunciarse: yunta dignidad miseria en trance) cual se roturan los grandes episodios
conocemos sus brazos desmembrados su diagnosis dramatológi-ca esa canción grabada en la piel némesis-categórica item vasos capilares que preludian la emancipación de la bestia y paralelas coordenadas victimarias segmentos paragógicos de su humana ge-nialidad reliquias de rara ebriedad sine culpa
y aunque sólo nos concediera esta pequeña certidumbre levantan-do cada piedra con sus propios adjetivos conculcásemos la semán-tica que la delimita en el mismo epicentro donde nos declina
no será necesario agotar las infinitas causas de su entrañable leve-dad; un café será suficiente para romper la convicción de los meri-
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dianos —esta tarde— en una terraza parisina
Arqueducta mimesis porfía delimitable
y de portada cruz de ignata forma
[ ]
una lluvia imprevista desde el cielo nos apacigua
asumida cordial oferanda de cuchillos
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BRINCA RAZÓN LA HUELLA SANTAernia post mortem
ella se confesaba nacida en ribadeseya como su padre y con sede en un fitzcarraldo gateiz que al decirlo remascaba su identidad por las escolleras desde follas novas y de onteniente su abuela loca de rengo vitrubio que cursaba quinto de polímeros y con un perro marrón cagando rimas por sus fastos lo que haría que todo el pue-blo oliera a recitales mas sin embargo nunca se oyó refractario al-guno de avidez consustanciado
seguía obstinada con Telonius pero en los pufos de la kaleborroca y en las calendas distrábicas de los cafreríos prefería a Mondrian en becuadro
desde su primer lienzo impoluto encajó el silencio amagado tras las tripas expandidas Arrastró pues con ello la mudeza estética aunque no exenta de vibralismo y traqueteo
utilizó por tanto su lengua muerta para la seducción Nadó con ella por los canales de la sombra oscura y densa Con ella corrigió el eco vago de mi respiración y el fondo taciturno de mis ojos
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y pues por todo ello confieso que firmemente la americé en mi corcallado cubio y siempre obrigado caracol (corazón quise decir descorazado y descarnado y luego)
tal vez así comprendí el gorjeo de otros carussos olí la pesadum-bre expelente de los caminos (multiplicada y panderizada mi vida impropia)
y no supe por qué que había muerto justo antes del atentado pero seguí amándola con mi cuerpo destrozado desde allí
[ ]
aún hoy en los restos de mi última advocatoria en viernes y bomarzo desde parís (aunque haya desaparecido absortamente y todo esté en manos de la congoja) puedo palparla con mi alma subrogada en la lisa superficie del cristal de mi retrato
confieso que aún me escuece la cicatriz que me condonó el prolongado asedio de su estampa lo repito ahora que mi voz perdió constancia y ubicación y a pesar de que ella plenamente se revoca en mí que yazco ahíto y muerto bajo su uzkérica mordaza
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CAUTELA ESCINDIDA DE UN SECUESTRO
cupo tal sin remedio el arrastre a gimientes hilómetros de veloci-dad historia bujía risca displicencia
fuego-ralea de la sangre que cornea en la mentirola entre una ron-carda de testigos y sábanas vigüitres colgadas
rezonga europa cegada por una nube de insectos atenazada por el cuello agitando sus piernas ris¡ trás¡ su culo prêt a porter
pillada por los pelos desgarrándole la falda chilla como una arisca flamenca de fuentepiedra
y sobre la nieve desnuda —dejando un rastro de sangre y tripas espúreas— olvida su anilla inscrita la última primavera
[ ]
guirigando en buga la radio machimbra diocardios en la red con ketama chucho valdés navajita plateá ansí clavadas en el tallo y mezclándose la sangre del jinete en las gualdrapas con puncios de lejía carrusel ultravenal ungüentos pura hiel and enervante flique
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[ ]
los ploricomulenos del terciario se sitúan como propios o parien-tes togados cuasi al modo televisivo de su festribal
así que en cualquier rincón de esta burraca catorce centímetros cuadrados bastan para ubicar nuestra evasiva irresponsabilidad
y para endulzarlo una nimia ración de su berrigue nacional
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CITA EN WAGON LITSplatform revolution nine loves ticket to right
el sol lanzaba su etérea urdimbre a-dorándose como un monarca sobre el mascarón rectilíneo y cromado del ave-pato estacionado en la vía cuarta andén primero de la estación malacitana más co-nocida como la de las pueriles onomatopeyas
un niño reía destartajado sobre el tiovivo del hall en el centro la estatua-champa de matías que apoyado en el ala de su sombrero soñaba el aura impenitente de la ciudad
a la lectura de las anclas comparecieron todos algunos disculpa-ron su puntualidad otros se refoncilaron cortésmente
la lluvia excusa al viento sin bozal mas aquí nos agrada recaudar-nos en la meteorología cursiva de las cornamentarias partisanos dirimentes del baral y la cofradía
la jirafa levanta vertiginosa su cabeza toma en picado los pañuelos agitados de los despidientes que ocupan masivamente las algame-ras del malecón y las mil pinacotecas cada uno rueda en supra-pel
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¡Andén! ¡Locomotora! ¡Acción!
Arranca el tren rinchando como un toro de arkansas Pasta Flora va vestida de reina de las fiestas con su banda ceremonial y diploma pull and bear muy delgada que a ella le fascina
por las arenas planchadas de la carihuela el camarero rema extrá-vico, los perros jadean olfateando el jaral y moviendo caracoles en los juncos (ahora protegidos contra los afanosos tejeringos)
Elia hojea el tomo cuarto —être pas de place— de su autor predilec-to coloca el separador y reclama la ipso facta presencia del super-visor supura con su cuerpo un extraño trasluz y marca luego en el ámbito de sus labios su clara intención de prima donna contraria-da mientras observa su frente y sus hombros en el cristal dorado donde está muriendo el crepúsculo
Möbius regresa con un paquete de chas en la mano y cede el paso —sin más— a otro pasajero sin reconocer en él al propio Morgano que entra en el camerino portando los planos de su ingenio aeros-tático; frente a él Monsieur (La) Bouché lo recibe sonriente
Buster sigue bailando al compás de la patafísica (Paret los contem-pla sin olvidar su acostumbrado rictus melancólico) en un primer plano de inegabilidad el ciego incipiador no se da por aludido pero se trata de Max Max Estrella que ha regresado de Gincabras observa el vademécum de insurgencias empíricas el detramoya-dor ipsofáctico y el claro acento rusticano que aún conserva
se descarajota el equipo fractal transiciona fuste cambril cuyo ob-turador acucia una rubia guachintona que abre el zoom y se des-tripa el alma dedicándole esta flor arrancada de su moño
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el guión se subdivide una vez más y al final del tercer acto lo en-cuentran exhausto en su camerino con la fusta bifurcada
y fue compareciendo la hermandad de regantes con neopreno de gala, además de groucho engels keaton otra vez hillary y molbatán con sus tarlangas marxianas y a todo gas desengancharon el esce-nario y entrando en el túnel se perdió el sonido y todo se nos llenó de humo
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BALLET ESCATOLÓGICO TERCIARIOvericuencias y confesiones de un músico pre-arrepentido y posmoderno
todas las nubes pasan por el cielo todas las nubes rolan hacia mi cabeza mi cerebro es un cuerno expandido (solo música, quiero decir)
todas las nubes parecen regresar de algún principio o meditar tal vez la abolición del espacio-tiempo que las empuja
mi cabeza desaloja un microcosmos sin conspiración preceptiva oscuro nudo denso arboleda delirio y alcipán de las luces
el mundo se refleja en el cristal del autopullman gracias al cálido aliento de los dioses en el salpicadero
el postrero insulto glaucomental agoniza en el vaho frío arrastrado por este dedo que fuera mortal (y ahora desconoce la frontera) basta con sentir vergüenza por lo que con tanta facilidad hemos poseído o hemos dejado escapar (no hemos vigilado a concien-cia)
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el expediente emerge de sus profundas bisagras coreofenoméni-cas: creemos haberlo inspirado conforme a sus exigencias en el inframundo matricial de confusas peripecias
la foné de la purga falocéntrica desgajando va lágrimas celíbricas anticipando su tormento epigonal
los cisnes —esas deslizantes interrogaciones— transfieren su exta-siado plumaje creyendo pertenecer al último cielo de Tchaikovsky [ ]
DEMORATORIA DESNUDA ENTRE BAMBALINASluego cayó en nuestras manos aquella revelación mimética recordad que muchos ‘per-dieron’ sus cabezas por la turbación del poder o postrados en las guillotinas semióticas (inconfesa visión-auditaria del mundo)
del dolor que fuera aquel sí menor que antes de él las fuerzas le volcaran hasta que les salieran los himnos por las oriflamas de la penca
misa cautelar y renuncia determinante de la grácil longevidad
o terrantes cautivos
reproducimos el aria triunfal que los descuartizó en primer grado
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IMPARISÍLABOS ANGULADOS EN SU TRAMOYA
I.obligado advertir cierto agrimente desque por primer vez los mil-tonianos cielos en sus forjas liminares le asignaran inverosímiles de gracia e insurrección parangonados deseos y reconocida ubre fiduciaria en atención a sus denostados predicamentos
por los que fuera no declarado a tenor de su arriesgada perdinen-cia;
aunque no hubiese probidad disquisitiva, a toda luz era, pues, él para siempre bardo del destierro
II.gangrenados amasijos zarpazos exentos de toda cordura sindéresis acierto en la crueldad del argumento anque las turdigantes cabe-zas fueren plensadas a su nula partición (y con ella incluyese pros-crita mordaza que jaume impusiera a sus esculturas)
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III.se les advirtiesen derivitados con la intención de compensar las ausencias asertivas de dicha red y sus escalfados contraltossuceptibles de incalculables desestimientos a efectos suicidas o deploraciones expresadas en el anonimato, aunque siempre per-trechados con sus enormes bandoneones de mollera
IV.oprobiosamente abrimos ahora los corchetes prestos a inventariar sus genocidios: tapias del ferrocarril viejas estaciones retretes del andén muros plenamente grafiteados
longritudes impías bifurcaciones catáricas huellas de sinuosos de-clives cúlmenes desligatio fragmentos en porfía y mazas hasta romper el telós
V.en su frente —por entre los sortilegios de la parra— cobre rojiza verdumbrosalos dioses claudican
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ESTANCO VODEVILgusanos en una caja de luz
de aquella parte aquí mi-sótano catamarán hundido en la decan-tación del polvo de los tiempos
corrrectamente difficultado entre corcheas peritonales ahogada la luz —dice el cantor o pensaba— en absoluto glauca sino abzurda claraboya sin watios inventariando grasientos oleochorreones de aristocrática mendacidad
eslabonaria de ensayos diversos fluctúan sobre las cajas apiladas volumentes resmas subyugadas con lernas del mesozoico
ávidas de profidén, pulgas jurásicas rinódicos preñados
Brai las ensaya con su ingenio clasificador dispuesto su arsenal para el lanzamiento: sagres victoria cruzcampo guiness negra tu-borg kamenitza dioses alicampados con sus arpas en una espumo-rosa orla de triunfetones
asomando abril (pinta clemencia rosa) zarpan las cabras hacia las azoteas de chagall y los limones picados de la oropéndola (esa isla infringida en nuestro parengario)
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en el subsuelo amortiguado calan sombras como sandías (melons’ water cantan los letreros) de noche el fluorescente pone hepáticos los verdes cuernos de manzana abrevan apelotonados
desconchones de las tres y cuarto las once en las inermes telarañas
rumiantes oxidarios esperan auscultando el goteo de la metásta-sis oliendo la decrepitud del musgo en la chapa bovril piú sótano lontano
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LEXICON OCHENTAel sonido sugiere la forma, la forma supedita el concepto, la experiencia lo delimita
está el retrato del patriarca el cruz y fijo la mariscala en jarra con su rostro de áspero membrillo la sombra de un oscuro depardieu repeinado como un ministro de le pen y el espejo partido de una escarlatina que se mezcla con los propendientes de Falín Sarriá extremo del penedés cuando jugó en segunda
está la política cerritana los tambores desollados desoídos los go-yos de merimé la puta fritanga con tirantes y los estuches expatria-dos de las pasas
exhibición de patinazos y traspiés con picores de lombriz yen el remoyo del bufete colillas literarias
clipando las tijuanas los testamentos con retahíla y sigilo cural poderes re-bocados transfecciones enfitéuticas magras heredades embebecida observancia del deneí por encima de las bifocales
(aquellas piernas que (sobre)pasan el nivel de su íngrima perspica-cia mental corporal sinestésica)
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y el obsesivo tecleo de sus tacones acercándose por el angosto ca-llejón (la falda glisando al roce de sus entrepiernas) resonando sobre los acendrados adoquines parodiando las estrictas estupi-daciones18 invoca el espíritu de los dioscuros desde su postración errática ante las impulsadas colligambres del metal y la aflicción de sus dedos
y no pudiendo aterrizar a causa de la niebla (como si la pantalla fuese la ventana de un cóquer bimotor) envía urgentes apelaciones oteando el reptil oleaginoso que aparecerá por la bocamanga
la hoja blanca acepta tan tenaz percibimiento su tempo lo sitúa allá donde las nubes a-peladas se desangran el planeador pasa rasante y regresa de nuevo como las deshoras del boticario en sus noches de guaracha sin que precisemos algo más que un gruñido ecléctico aturdido con las pantomicinas olisqueando en las recetas su tinta rala y ensartándolas luego en el garfio negro de su bestiario
18 La sexta y octava referencian el arriendo, la undécima conmina al acallamiento y las últimas repiten las consideraciones y/o el recurso de castración.
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TROMPA LA GIORNATA: MAMBO DE TRES ARCADAS con el sudor de nuestras frentes
A. CANCIÓN DORMIDA —Y ÚLTIMOS GESTOS— DE LARPA
suspendida (en) previa la mirada que lo traduce: el hambre ape-tencia y necesidad de amor o abrigo cruza en punto largo atraviesa el nido nace mata escarba persiste atrapa, escalo-frío de la ansiedad, pasióny acaba
lo enfatiza la institución cotidiana conocida por su música profun-da cejas calvas semicorcheas, abrevadero de leyes paragógicas glo-rificadas letras pergeñadas tras los antaños a veinticuatro de enero: cuesta tantas leguas del fondo y el olvido, ecos, distancias
no es por enigma desconcierto falta de fe sinrazón carencia lo que nos acontece: sencilla dolencia mallarmiana de progresiones cruentas mientras cruza la vida formulando serie y calendario de posición y avenencia
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sigilosa página regresa de nuevo: siempre recuerdo una lastimosa cola larga / relojes solicitudes encomiendas es gracia que espera merecer de su inenarrable magnanimidad etcétera / rubricado y firmado y con sus sellos correspondientes / en el ángulo oscuro toda una serie de posits en derredor ubicados (las demás cifras tamañas y legales ocupando las casillas) / y de su recto proceder arponeando ballenas grises rubias zambas (novios machos hem-bras maternales) / cuya vida dios guarde / a tantas advocatorias / huevos calderones legajos en-cordados en un missmo megasterio / puntosseguidos plazos exhaustos cintas perimeliadas y una rusca final de vicesecretarios implorando cesuras raposas y juegos que ingriman la turbia lontananza: parapetados y subyacentes bajo el polvo secular
ella —de ojos sedientos y vagina desproporcionada— busca la ins-piración dormida en la intrínseca porfía abragados instrumentos en su contorsión averiguan la sinécdoque de su corazón ignoradorendidos a la quieta penumbra custodiada por escuálidos ofician-tes sin oficio
museos cerrados galerías apagadas nauseabundos pasillos donde el clorín te tapona las senífides y la clancia ebullente aburre a las arañas o ensayan sus tragos infectos los hastiados ujieres en copia literal
la cola blande los periódicos —surca país trompa la razón de casio-pea— un piccolo chute ideológico para aliviar el asma vespertino
las aceras se llenan de crudo cervital y algoritmos enervados aguardando el enésimo capítulo de las pensiones antes de morir enteramente agripinados en cualquier esquina
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obradoiros de cesantes en pijama con la leyenda asignada a su gru-po sanguineo obviando (los) pormenores del co-pago difamación del iris la próstata vil moragas hemorroides
por los ventanales entran las afiladas ramas del holocausto inco-modando una vez más el discurso comitente
B. PARADIGMAS RESOLUTIVOS NO RECOGIDOS EN ANTE-RIOR DIAGRAMA
cirios macilentos que apenas vislumbran el delirio de sus llamas les queda solo mentir el titubeo de su luz contra la sombra acosta-da de Larpa
al este del callejón se interpreta la rapsodia trufa de lenta y rusca burroughs la resina borrada presiente su aroma de flauta en las puntas de los dedos creyendo morir en el filo del desuso
hálito circunflejo tenso corchete hincado adiposa envoltura grita al verde de los sapos con grave azul y cárdeno de esclavo
sin peso escapan karinas varias ignorando su inconsistencia / sus-tantivo arroba punto-es país enruguiscado
pasajeros clonados aguardan en fila inditex con los cascos sesga-dos hacia el pseudocolor de la conquista aún canjeables en ciertas colomeras
distribuidoras del prototipo lexical ya hoy chamuscado (exculpa chicle carbón triste sorrento) consiguen que el zonto atolondrador nos levante hasta las orbegozas trillas de las cejas
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y que allí se instruyan las tripas de la rabia astragadas contra la lengua y clavadas las oscuras varillas con sus trabas19 jurando que nunca jamás regresarían
se insinúa por el giro a barlovento la huella oblicua de su cerebro / huele a mies con distinta intensidad / ellos te observan van a por ti, atoran la respuesta, te acusan de toda reciprocidad, te succionan en su propio abyecto20 trance
tanto mescen las espigas el resuello que dejan hundida la plata-forma del sueño anoto al despertar que son singulares las corvas madinas no así los ahogados que persisten en su sed indefinida: lo dan las aguas como las mismas trafullas de los versos
otrosí de insulto inoperante calcados en los hitos de la carretera hasta que el recuerdo muerda de verdad nuestra inocencia
henos aquí —ahora— con el alma bifurcada hasta el cogote man-chando el paisaje sus gemidos hasta los últimos malecones
[ ]
reconozco esos ojos que ahora vibran en los senos del fregadero: repletos de vajillas suicidas y cuchillos urdiendo el ansia por su boca
entonces el tiro de gracia la trepanación cualquier herida contu-sión incluso el picor de la araña propiciaría un prólogo de presente continuo y tan resistente que impidiera la regularización definitiva del tormento19 Con absoluta legitimidad podríamos mencionar al clan de los braques, que han podido sustituir la acostumbrada temática universalista de Valander. 20 Lo que pudieras responder ya se te ha escapado con la sangre.
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en la costa áurea los promotores recitan su reason why tensando las riendas de sus hipocampos
Brai recién tornado de Macondo se siente felizmente asediado por una nube de zigópteros dialectalmente transubstanciados
en la máquina del salón suena intensiva “baby come back” danza la silueta de Mayi contra la luna almidonada
por todas las fronteras se corrigen hemorragias sin cauce los muer-tos sonríen en la corriente dado que los himnos cosquillean sus riñoneras
permanece temblorante bajo el barro el manifiesto-programa cu-bierto de un verdín reditivo de cuartas y medianas telarañas inter-nativas
tufaradas que tiñen las riberas de traición invocando su nombre
repliegues marciales rompiendo a cantonazos las vitrinas exultan-tes asaltándole los sesos al idioma pabular para muchos una madeja disecea insonora
Carontes de hombros rectos y perchas adaptadas al mambo very-good untado generoso en la garrota y turbas de base cilíndrica re-comendadas los lunes con el menú del día
magnetizados hoy con sus tarjetas homicidas y provistos de distin-tivo con el símbolo de los rivederçi: son mis últimos paisanos
y ansí prodictan oscilantes la epopeya o craculan huellas de ase-sino en el callejón (obra serial fuera de concurso) / ceden las latas
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con un lejano grigallo y un millar de arrebatados acude al inescru-table brindis
coincide en el ojal su botom-genoma, su dentalograma, su lóbu-lodeclive, su cejitalimperie, su cefalografía, su geocitlama plantar, su vis laboris compulsiva, su talonaralgia, su inyectoplasmatosis, su serofantomas, su arrumbamórfosis, su homopatolombricia, su —en fin— isoglosopopeya en quinta anfractuosidad, ya que las últimas generatrices consiguieron eliminar el apéndice original-mente asignado como señal inequívoca que evitaría la confusión respecto a los incurrentes de ambas series hoy extintos
todo ello denotaría la salvedad del aludido progreso de no ser por otras causas que en su día delataremos21
C. ORÁCULO FOURNIER REPARTIENDO POR SU DERE-CHA & MAITECHU MÍA
todos en la colamentía aguardando el matasellos como herniton-gos gonoerectos maquindos añorantes con flexo fuera del recinto y velos pericavos del romancero
hasta que estalló una bomba-lapa alrededor de las seis en Getxo: la hora prevista para la merienda y justo en mitad del aguacero
así comienza la función —acto primero— aparece el ínclito en la escena esgrime su ajada musculatura con tatoo de corva traza y un asco de mostaza dibujado en su nariz aporta distancia de inferidos (galones) y como indefectibles mensajes al lorovento
21 Confieso que los vi nacer en un macetero de Martiricos; y si solo era uno, pareciera que se multiplicaba.
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(esto explica la risa calcada en los juicios que de uno a otro se confieren)
y guardando su talón por triplicado el segundo enristra bajito pa-rado minusculencial ultramerchero aunque de germen contencio-so sembrado desde joven según estrictos adeenes y constreñidos mores a partir de la deflagrante abscisa firma y rubricando en –errechea –coaguinoa –bimogorreaga ¿niños quizás? ¿agentes tartamudos? ¿vascos del al-andalus? ¡tutti missiegos!
cuadro instanciado con léporas germanas descalabradas novias aunque rigentes en subjuntivo más allá de la nada de su barran-quería
ANTEPOSDATA (segundo y último final)
no les cambia el jodido average con el vientoentonándolos eternamente por galimatías y sus ikus sin pensa-miento —arrancados en puta flor—
los ojos extienden su opacidad por las paredes lentos galápagos in tacto cola-sotana de dragón
calzados en estella zaráuz infundados pencarretratos incluida amorebieta y saltimbanquis pre-parados del inemen tanto que los canes espantados al estruendo —así como el trompo principal— rezuman cromos turbalinos y las fatuas inci-sas del cuarto final se sirven de modelos incrustados per sécula
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antes de meterse en escena por la tangente muda¿sólo quien aprieta el gatillo?
(y en la nariz de todos el picor de la tómbola)
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INDICIOS, SIGNOS, SEÑALESun instante en el manantial (artes grillantes y mudas)
I. asediome pareció ver cómo On metía las manos en el suengro (o lo es-cuché) sonaba a Hendrix pero más encefálico y estrujara con ci-lindros y (con) dedos la masa viscosa y goteaban sobre el be-erre-Kwas las primeras notas jeroglifas que filtraran las espaldas y los cuellos
desde la tensidad se avenían con tal premura que fue desescribién-dose el palimpsesto en un tragamurdio que pareciera paritura del mismísimo Nono en opus-renglón deviento raspado morfocuore
On se devaluaba en una malla de quantas magnéticos con tirantas xíleras que neutralizaban la fuerza de su obra o admitiéndola in extremis casildraba las tremas erráticas de su ambición y orgullo
y mantúvose así en un impás de grillantes y mudas aceptando que por él transitaran trépidas y binarias incluido un microsurco de plotinopero era ya demasiado tarde y la obsidia con sus fugas no le per-mitían rectificarasí que una esferal herida eléctrica recorría la intersección
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planetaria registrando cautelarmente la eventual siniestralidad que la magna obra propiciaba y fue notando cauto y preciso los temblores sobre el pentagrama y soportando con sorprendente estoicidad los espeluznantes chasquidos que las almas pertinentes se afanaban en provisar en sus impactos con la trama
II. en consunción que aprieta un grado más ¡y ninguna resistencia!
retorcidos como clavos los ensemas rebuznaban de ardor amena-zando con destrapazar los nudos aros nouminosos se expanden en escalas entrópicas hasta quedar subvertidos en la oscura limitación de su amniosis éter órfico logosfera unígona aterida rosas de escozoren las gargantas la amarrabia del mundoque así revierte su tos en columnas penetran el sinus cifras epónimas hacia la álgida femiente libídine agens núbil micrónima fusiondular aspando la fértil luz sus intervalosnada nuevo ni viejo sino desgarradorla couvade transferencial, el primer trenoartificios sin voluntad golpean enrabiados todas sus notas aparecen las primeras hojas del manuscrito —ora abierto, descua-dernado, desforrado— surge el silencio intacto / el égan se desvela
soplamos ese polvo que cubre la nada suspensa —como lo declara el contendiente—
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nos sonríe el ojo sencillo y plural del misterio (buffer over flou / buffer overrun), la luz hace temblar la ingrávida telumbre de la maraña
III. e irrumpe la coral / abren cámara / todos (hojaldres, pano-chos y nafta maradona) se incorporan aquejados de su fiebre
¡estoy viendo mi alma (de pulgas margas rechinante)y ella (a su vez) —ahíto, miserable y grandilocuente— me contem-pla!
como un ciego —torpe, dubitativo (subraya)— palpo las hojas de esa fronda, su música me revela el instante único / su néctar nos invoca rácimosvibrantes cuerdas, plural contienda, énfasis germinal expandien-do su desvelo
la raíz acaba y comienza en un único —negado— centrogrita el bajo a contratumba: los pétalos dilapidan su disoluta, indefinida belleza
Al acabar, el contendiente se pregunta sin disimulo: —¿alguna vez estuve allí (taraceando esa diablura)?—¡Jamás! (se responde)
pero doy fe de que lo he soñado sin que mis pestañas se hayan rozado tan siquiera
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PRESENTACIÓN DE UN GRÁFICO QUE LODEMUESTRA
/como es bien sabido continuadas décadas de progresivo deterioro han desembocado en la tan descarrilada nomenclatura verbigra-cia de impuras concavidades y obscenas vilezas
planes apisonados desencajadas dentaduras ojos petiños pattadas puras toronto cerramen orrejas que nunca gritantras la perseverante jamaica de la ristra
mestizos godos colipoterros tantísima semilla trinitaria por los cuatro vientos esparcida imparable mezcolanza —turmilingüe desbordante tácita— ¡cuántas veces conculcada la cordura! levas ventriculares surcan el vacuo desnivel hacia el tiempo extin-guido: pater noster ablativo tripolar tajante vengativo corso atosi-gado esdrújulo a barlovento
mareometrías drenando el escozor hasta cegar el índice radiante que a porcentajes todo lo traduce neonatos amortajados princesas encinta rosas y blancas
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arqueadas sobre sus dorados vómitos en la misma coriguacióndel cero
baticinamos por ello una drástica reducción del planeta cuya lásti-ma se agota hoy sin encontrar exigua opinión ni digna culpa
destacando en dicho plano y concomitante con él un acronado desplazamiento hacia el ventrículo diestro expresado en la curva de Phillips absolutamente humana y cuasicalva
mas sin motivo sanguinario aparente fueron repatriados ni los que sobrevivieron al placer de las maremáticas abstractas o chejovianas
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MISA PARODIAL. CEFALALGIANEWTONIANApronunciamientos que se elevan hasta encadenarse a la nota más baja
percibió intésimo el dolor cuando un gran peso se le afirmó sobre las manos y acaso se las cortase o igual les quedaran sesgadas repudiando parábolas sonido repunzal dolor de la inercia mari-gual intrínseca de la guillotina
páncreas fidélitas trunco dèplier de nuestra hagiografía: tocata y fuga mortal grima postrada
Elevamos praetor nulliter ánima mundi
Und Straguen Suiten / Change and cúter (el cielo precipitado so-bre sí mismo) rex exhibe mazos ligaduras sierras eclécticas cuchi-llos, instrumental capaz de mutilar-cercernar a los amantes hedó-nicos corporales
y ofren-darlos a los adjutores
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Libreto Óbice. Fuga y pertinencia de la migraña /proezas amorfas rotan por el escenario bateadas por arcángeles semánticosy ellos se admiran y excitan egregios desde las plateasel casting exhala deprimido su último aliento mientras las suegras apostasiadas en sus profilácticos divanes las vigilan con sus ojos de cristal polimerados
observad la tozudez de sus abdómenes grasientos siempre una oc-tava más abajo
ya no es noticia su intransigente náusea dejando caer el preda-miento hasta el fondo de los talones la subrepticia ambición inter-dicta los shares de audiencia liminal oh, cuore!
...trotándoles el mal de los caballos por la orilla: ved la espuma croando cada atardecer [ ]
ha de recordar el respetable su número correspondiente (sucep-tible de permutarse por el once apagado en la reyerta de los ojos) consiste —insistimos— en aguardar el diferido deseo de sus dis-témicos amantes
[ ]
por si excediera el interés o ignorasen la opacidad del horizonte indicamos a sus señorías el sesgo previsible que a esto sucede: se
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marca involuntario y estremecedor antes del viernes con lamento de violas deslizándose agudamente sobre el hielo / mientras ella, en fino morse-traviata, ejecuta el número estelar bailando sobre su hocico sedoso ese tan festivo balón de colorines
(quedan obviadas las corachas del desfile y las rimas sureñas)
¡Bien-venidos al consenso!
[ ]
Bach sube y vuelve (a bajar) mas nunca regresa al mismo sitiose elevapero no de nuestros ojos: pasa al otro ladose nutre (es humano)y evacua ¿en qué momento suelta el aro...y es despedazado?/su obrapermeable y transitoriasu esenciainmovilidad mutante íntimoinfinito
[ ]
ambas cosas son verdad (reza la posdata) y llegan juntas la misa parodial ópera de despedida y cierre / over and out
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COMPELITORIO Y CARNE DE LA INOCENCIA (CESURA GLORISTÉSICA INSTITUCIONAL)promptu fides / fobias norias
sabemos que nadie ha decidido venir y desde esta convicción saltamos ya seguramente habrán pensado ustedes tendrán noticia de joaquín manolo urrutia cabos furrieles de bermeo compañeros de furgón y de letrina
de oscuridad con grilletes y picanas recordando el callejón el puente roto la salvaje noche gernikaco nubarrones de (la) inquina ideológica debajo de esos patios adoquinados (debajo de la piedra del pesebre colegios hospitales frenopáticos carrusseles ‘TO BE ONE’
risas-relincho de enormes potrancos fieles espejos de sí mismos que clavaron el modelo en la cruz y aguardaron a que se les pareciese con la sal el vino y la petanca
enmascarado el cielo con tintas verbigracia y eliminando luego uno a uno los fulgores revelaron su identidad ya irreconocible por la metralla de los tiempos siendo codificado el delito de cordura en justa tradición y justiciamiento formidable
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no es quien fuera así en su piel —repetían— sino lo que su dolor representa (no hubiese sido igual trescientas mil fanfarrias un millón y medio de ferrayas la cantidad agota el sím-bolo)
la glotis del caballo salió disparada buscando ansiosamente un futuro retroactivo que salvara el origen de la especie pero ni siquiera un caballo puede viajar en el tiempo: confórmate con respirar la clorofila y saber que Asdrúbal melancólico descansa y que tú puedes solazarte abrillantarte los zapatos y solicitar otras mercedes y que, más al cierzo, existen goletas hundidas y mar mesado en clavicordio
[ ]
vuelven lasoras os-curas golpeando sus alas contra los cristales: sus gritos de granza desvelan el rigue de los versos, mazorros de pies planos y culos como los acontecidos de farías, eros estrangulado con gorgueras de charol “mientras por compertir con tu cabello oro bruñido el sol” se traducía en humo y los niños enganchaban a sus volutas ijares sonámbulos y borreguillos
todavía ese gosped de la locomotora enlazada al santoral rancio dulzor de ciego arrogante con sus manos cercenadas hasta el límite de las uñas el pegajoso eximente de sus fragmentos pordioseros
la coral de los niños ofrece puñetas a satanás y tortillitas las niñas tiernas para la gloria
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HESITACIÓN DEL HORIZONTE Y MODOS HEURÍSTICOS DE APELARLOherpes LIMBOS asoladeros plurales / étrobes del espacio
esa nube está como atrapada en un émbolo del tiempo aunque parezca que corre o empujada se desenvuelve bajo otra supuesta nomenclatura que ha de ser ajena a la virtud o a la complacencia
más abajo —en la solitud del mar— Brai busca a Elia sin saberlo (suele ocurrirle a los personajes sobre todo en el capítulo primero)
más de quinientos gritalbos —apostados en la parte trasera— ex-tienden sobre las dunas sus bases doctrinales
con un ego lastimoso los alternantes —aunque saben que los han de colegir— no dejan de trasegar sus deferenciasy alcanzan nuevas latitudes —inconfesas para sus adversarios— dejándolos casi mudos aunque expectantes en las gradas superio-res
en el dique de proscenio, uniformado y camuflente, nos aguarda el fragmentador (todo artista lo es o lo parece) con su barretina intrusa de resmas in-feridas que anuncia impasible
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UN BELIGERANTE ORGASMO ALAMBRADO DE DIATRIBAS
con cuello y testuz de minotauro el procaz ingrimente sujeta el fanal ostentóreo sobre su cabeza escrutando la oscuridad preci-pitada
al fondo una grieta sostenida en adyacente parece darles la bien-venida a este otro país de dudas tramitarias e impaginales: no exis-tiendo enegabilidad alguna, arribada neutra, ni paciencia estricta-mente comprometida, gritan la hora del derribo (así las cláusulas quedan ajustadas a la membrana conspiral de los ausentes)
para reconocernos en la intrínseca barbaridad apagamos el cripar del luminoso y damos la vuelta al cool-play de los milagros, alma-ñaques que señalan el punto y el triángulo ininterrumpidamente igual para el día que para la noche los demás han desaparecido y solo quedan los lunes y los jueces y el insomnio remando a contra-pié entre las tumbaleras no existe otro intermezzo que el humo y la trilla epistolar no se ama lo que se desconoce, se conoce según se ama dos verbos enreverbados en la contredad del amor la propaganda y la sabiduría llegamos así al corazón de la reliquia con un pellizco de acrilunio que chorrea indeciso hasta resbaslarnos por el lienzo cartesiano sin que el otro lo tuviésemos recompuesto
raspamos el hueso recitado de la quilla para desvelar la fruta po-dridra o el sueño partisano
antes de zarpar se deciden los stories que arden en fuego abstracto en un único volumen manuscrito
199
se aluden los grimentos de indefección y al frente, los que han pre-ferido ignorarlo, se desfiguran el rostro contra los capitulares en claro viraje de orgullo y cirros magenta: más tarde las illes esputa-rán las hebras excedentes (durante muchos años)
una vez a bordo (bordados por cuanto acontece) se les manifestó a través de un bando que los guiones habían quedado olvidados en tierra firme (!) aunque la editorial hubiese ejercido su derecho de retracto en las marismas de su pedanía pudo oírse un ahogado rumor de abatimiento en los espíritus ha-cinados en cubierta y ya desde entonces a la derivael bando sugería sentido y sensibilidad para asimilar las reclama-ciones y todas se incumplieron
mas en dicha consideración los pliegos anexos (desangrados como jureles de cambray) pudieron resolverse conforme a las estipula-ciones que en la travesía se hubieron desvelado aunque resultaran incobrables mortis causa y solo a través de las cofradías
los esponsales retóricos de ambos bandos —humeantes y desnu-dos sobre los potes de consomé— seguirían camuflados entre los acrónimos de la contraportada
extirpados del glosario los polizones fueron obligados a remar en la potingue recíprocamente trafagados por ambos hemisfe-rios hasta vectorizarse en función de sus ominosas parquedades (eufemismo diseñado para los justos) y así se preparó la primera edición (preagotada como pudiera imaginarse)
el agón principal eligió la trenz bergsoniana obturándose en ella por completo y calando sus respectivos huecos dejando a los de-más el cordel ansoluto de su desamparo
200
cada renglón fue inyectado de vorágine y millones de prosarios desnudos hasta los toblillos suplicaron los salvoconductos de tal modo que los capítulos fueron entrelazándose a los cuerpos a la vez que rompían contra las olas
las traviesas hundidas emitieron un zumbido indefinible que mar-caba el desenlace o culo de la obratanta fama y dimensión cumpliese que hubo de cubrirla entera con una gigantesca colcha azulgrana y una trenca igurriña
ciertos críticos —ya fuera del gril— les dedicaron corpoemas mu-tantes filotrenzados en su propio estilo previdentealgunos injustamente achicharrados desde la entrevista
después del enuagésimo declive repuntó el negocio y las culo-bosnias transitaron pertinaces en sus ajetreos lexicales aunque dominadoras de sus vicisitudes arremetían contra los proxenetas del falso criterio y estrujaban contra sus siglas ins-tanciadas de low cost cualquier protocolo crediticio haciéndose dueñas literalmente de las lavanderías
por las ramblas los obcecados amanuenses han sido vistos con sus chuchos ladrinos meándose sobre el cuyo de los dobladillos así los libreros derivaban caninomenguantes cada noche en opro-bio de la panda selenita
un nuevo turno de flexivos está aguardando con sus calesas blan-cas sus mocasines neutros y sus dedos marcados por la indeleble nicotinaobservamos sus lances recurrentes en aceleradas digresiones como si sus falanges intentaran meterse recovadas hacia atrás en los miltricados ojos ebólicos un incausable número de veces
201
un atribulado becario interpreta su ballet epónimo girando infati-gable su taza de café en un rincón de esta barcarola que zarpó hace ¡muchiiiiiísimo tiempo! consciente de que jamás regresaría
una policía de tajante rubicundez apuesta sus enormes tetas sobre el mostrador suena el guaquitaqui: ‘un- brobrok grgrgr/grgrgrgr/ggggggg...’
SE POSDATAque en este sobre —entre confusos ladridos— guarda también su foto en el Muriano (cortesía de Whisky Dyk) los papeles de la Vespa y el cuadrante de cocina
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LA COLA DEL DRAGÓN(columbrada en el humo de una taza de té)
cuelgo en el perchero mi capa del frenesí y acepto el embrujo de esta tarde pineal inmersa en el estrago de un número no transfini-to de siestas que arrancan desde las gominolas que hoy progudian por las malaguetas primos inter pares meticulosamente ovillados en sus poltronas sueños enquistados en retrasos de bestial consan-guinidad o larva identitaria
menciono el detritus humeante de sus cansancios con las secue-las ornamentales de la religión —macerada con ponche guaraní y picadura de farias—
convendría constatar ambos conceptos para que las trepanaciones culturales evidenciaran el repudiado cromático de sus blasones
no se excepciona el vínculo —los hermanos de la orden— pues habrían elegido por unanimidad dicha carcoma
los institutos que a posteriori refundaron nunca estuvieron exen-tos de pregonadas filantropías ya que en ellos internaban con cla-morosa piedad a sus propios damnificados
203
gustaban de exhibir andamiajes de latón en sus pecheras con cru-ces mentoras de su excelso rango e incurridas en baluartes de so-limando corrosivo
los notarios asistentes hubieron de beberse la fe de sus tinteros sin dejarles otra micción testamentaria que benditos calambres y achicharrados cangrejos [ ]
su retrato domina el salón principal uniformado de supremo ede-cán de la orden con ojos petrificados y sendas aspirinas en el iris, las cejas con dos chanquetes desubicados y un compás tartamudo de chisqueante inglés mientras (nos) vigila
chumbo, rosal y erizo cifrados en el aspason las armas de su escudo: y ésta su stracciatelagregoriana
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EXIGENCIAS DEL MIOCARDIOel tiempo es un boquerón que tiene la boca grande y la cola estrechaaquel glamur sin tez y sin rabo exordio de la nada embargo sin piel
nos adentra en el remolino flor de un solo pétalo un guijarro blan-co una oruga diófriga está(n) al acecho desintegrándonos desde nuestro paradigma sagrado
arquetípicas libélulas nos transfieren sus estelas vibrantes atra-viesan nuestros globos oculares alteran la elipse de la pituitaria orbisquean las serifes del tímpano desatan peluransias en el orbe cacuminal refugiándose como trotes vertidos por esa interior es-calinata
reducidos al fin conscientemente extinguidos revelamos el miste-rio
retrocediendo al molino donde los bueyes con ojos resignados tri-turan el invierno sin comprender nuestra oscura (conversación) compensación del mundo con palabras
con la cucharilla dirimo en el café las piramas de los círculos
205
ya no existe sino apagado aquel secretoy la sospecha diluida en palizas y mordiscos
Miocardio llora inclinado en el cartel de despedida
en el aire huele a polen de maría; un mes propicio para iniciar el viaje
(y buscar a mis abuelos)
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LA MEMORIA INFALIBLE EN SU SUEÑOTORREFACTO
Extracto de una carta escrita frente al chiringuito Belián sin fecha cierta; hay manchas de café, algunos párrafos muestran tachaduras que los ha-cen difícilmente legibles. Cae una fina lluvia sobre las traducciones Y no se niega que pueda ser noviembre (ha sido determinante la identificación de los efectos sonoros)
parece que el fotograma iniciara en impar pero la luz entonces proviene de integérrimo embarazo con exasperante lentitud se di-sipan las primeras lágrimas
cuesta adivinar la incorporación de carne mortal al propenso dia-grama: galeradas del terral y horas plenamente transidas —ya lo ves— de heliotropos confundidos atmósfera contratejida de ad-vientos címbalos del aire
incluso solarizado en la espuridad de las planchas los ferros be-sando el anecdotario hundido en los astralones tú junto a ellos su-mergido de pies se arrastran las frías termitencias de la astrosa mi-nerva tarsos limpios de inercia cuasiperdurable y en el confín (las) erráticas minaguas mas por ellas —y sellando los tinteros— lamer tu constante mengua heridos al cimbreo de tu ruz en la vencidá
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sangrando los dedos de trasegar los filos de tus lentos episodios resmas engullidas sin obviar tu inalterable espíritu de diosa arti-ficiega
ni remalar escandallos malvivo y atascado me redimo a la conmi-seración de tu rapio intenso
[ ]
la inercia crea confusos disparos que amagan los pistonesy a mor que digo sé que es celebrar impedir el sufrimiento [ ]
Las ventosas toman el papel soblando el alanceo de las almas una y otra vez se añaden comentarios póstumos
la lectura es equiparable a ese gesto de inocencia endiablada que nos hace tirar obsesivamente del hilo hasta deshacer completamente el gorro del insomnio
La desveladura traerá en consecuencia la desnudez solitaria de su crá-neo en mitad de la galaxia
No es difícil confundir esa bola titánica (Cociano descubre la ruta de Penélope)
Nos cruza un eón, mil siglos sin recordar ella despierta y comienza de nuevo su prosodia; desde su balcón vislumbra la desnuda garganta de un noray
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DILATANDO EL PRELUDIO DE UN SUPUESTO SILENCIO
O UNA VACIEDAD QUE LA DEJARÍA EXPUESTA A SU CONCIENCIA
NUBRA DÓMINE IN PANCARTA CUESTA DITENSAaunque lo arquimedial no admite sombra sí lo prístino y tal dispa-ridad lo resalta(y) en su morral centellea una llama que comienza a olisquear como un hocico y luego va mordiendo la arena de la playa las tazas de café las cremalleras los mantelesel paisaje sigue ardiendo hasta descubrir la senda expedita del la-gar celeminoso
el risco desvelo lo ronda Elia pisa las uvas sin descanso el sol trepa por sus rodillas
réquiem mistral absorto pastorea las naves fletadas contra las fisuras del omnímodo plutarca ciego (que no es el amor sino el tiempo, o tal vez ambos) ¡escucha cómo lo dice el piano!
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despierta luego un aroma almizclado retropaginado desde aquel de-rribo delgadísimos ictrones desbordan fulgurantes el labio de su copa
el ayudante descorre las cortinas para ofrecer el plano completo de su espalda
salva la playa su dimensión de crepúsculo perdido ¿quién conserva la ausencia de todo lo que allí ocurrió? leves sombras la transitan señalándonos un vuelo desaparecido
la silla se convierte en un nuevo miembro que absorbe una consi-derable cantidad de indecisión y un dolor irresoluto y un miedo que creció y la devoró
EN OTRA LIGA INCONEXA (en otra verdad distante)Elia saca sus manos del abrigo comprueba distraída la firme tesi-tura de sus piernas las dobla si mi bemol plisa los recuerdos llevan-do el ojo traviesoamante a la esquina alta de su himno
han soltado limorfes lesionados a la cancha que trepan como can-grejos tras el balón ya no medita los estragos de su levedad amorfa ni requiere besos lumiagos ni caricias que la indaguen sabe que ese recuerdo es inamovible y que ella ya no siente esa reptante hu-medad libidinosa ¿es entonces estéril el recuerdo? ¿no se compa-dece? ¿dónde se encuentra ahora? ¿qué es, sin embargo, esto que la está surcando?
las algas de su pluridimensional resaca la llevan a soñar con vílbo-los sumergidos y estrellas erráticas mientras llegan los alguaciles
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dispuestos a frenar tan grandilocuente rebelión aunque ignoran-tes asimismo de su origen vaginal y por tanto de a quién habrán de remitir el informe
Su capitán reflexiona: —¿cuántos ojos miran el universo?—¿Así ¡tantos! unos y otros?
TAN NEGRA QUE NO PUEDE ABRIRSE NI METIÉNDOLE EL CUCHILLOmiscelánea pericial
la emisora peroraba opacando una sintonía lastimera con sutilísi-mos celofanes y exquisitas exequias de viejos resabios
turúbarubá! turúbarubá!
formulaba hiperiónicas interpelaciones en una lengua traduci-da a la pautología radiofónica situando el sistema social (antena tres-Westfalia fila nueve) un completo consuetudinario pasmato-rio
se explayaba con oleaje lacrimodio estableciendo asimetrías se-cuenciales que —palmaria— demostraría los arcos radiales de su tesis en glosa pertinente y avalada por datos que más tarde aportaría
restando de las tales ciento trece capítulos a raya que desbrozarían el articulado expuesto (aplausos)
mientras que el sistema de acción-reacción se estructura de tres
212
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modos: el susodicho calambre (disculpenmé) la personalidad ubi-cua (innecesario) y ese corto-extenso acervo descalabrado que in-vita y traiciona olfativamente más que ninguna de las otras (entra por la vena) —afirma—
y retiene con durísimas plaquetas las fronteras
continuaba el rectinario ace-lerado opu-lento infu-sivo o-bliguo tan-gencial en-peditorio: exponiéndose con todos sus sentidos y muy bilabial el glocutante
arrastró su plebs oracular con maxilares aun colgados de las gau-las del amadís (apremioso)
sic est nunc cuando demuestra ningún silencio inperturbado
prerrequisitos funcionales nos arrastran hacia la estabilidad del caos abriguen-se (a esta quincena arrecian libatorios)
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CÚBITO SÚBITO
a). Si fuese un mago que monta un globoedro b). Sospechando que todo acabará siendo escombrera: todos los hombros rotos c). A qué modo musical se le conmina
[ ]
orbitábase en su regular alerta desnudo con sólo yámbicas calce-tas y pecios reojos de extenuadas potingues art-decó empero in-suficientes de orondez aunque su carne excediera pudibunda en mecánico corsé
pesador payaso piragüista habíase graduado sin convicción para luego dejarse piscibigotillo ab-uso el cual perdiera en ostentórea apuesta de moniches
conspicuo exhibió su arquitectura mental —sobria de diez a doce— con un proyecto periclitado pero firme en resumen de ebria plasticidad
en su reducto circunstancial de pululante abstracto: pueblo villa ciudad cualquiez cohorda invisible o ubicado de partida dis-
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puesto cual estrella incipia frente a su tocador deslumbrándose a sí mismo equidistante en ángulos sus peras peladas cual bombi-llas y el mentibre ladeado hacia el septentrión (como lo santiguara corcelles)
abstraído complaciente bonachón esdrújulo enmarañado en inso-lubles mentales gentilezas prestidiposos gusanos entre sus tramas preteridas e inmanentes
ovillos guardaba y trenzas de cantigas mercurianas aunque su abuela las reprimiera en castizo brullo desde la sorda lombriz de la sequía
y contra las paredes apacentaba su decoro con tirantas guarreadas de azul repicario escrupulosas volutas en los brugales de su pan-za tan proterva y el cigüeñal contumaz apulgarado por tan luenga abstinencia —latente infatigada— y pelirroja entre sus nalgas ab-yectas se añoraba frente a sí trabado en una de las ciegas ruecas de su infábula (cauce recurrente del que nunca hubiese partido)
y como la animálcula de un caracol se adentra en su espiral mis-mándose continuo y arrastrando su vértigo lentísimo perenne ru-tinario plutarca de su rapio escondrijo
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AB-SOLUCIÓN PROMISARIA ORTOGONAL
Para encontrar la salida no hay que moverse. Para salir sí, a veces.O hacer rotar toda la parte izquierda, quitar de aquí lo otro. Y ya está. De esta manera termina la solución: ya no hay problema.Trastocar la misma base con la que pienso dejar de buscar, crear directamente aquélla: aquí la tenéis ¡Basta de promesas!Por último, abrir el ojo, llevarlo allí, y no dejarlo descansar
UNO. Epistemología previa
captar un promenade ciberético para caminar sin que su tardanza te demore aplicable según reciprocidad y equivalente a la interre-lación de los vasos sanguíneos los adjetivos patrimoniales tácticos y olfativos un individuo solo entera la humanidad
a). Prótasis de la cuerda, horologio, abordaje, descuelgue vertical, fractura, estertor, parálisis
b). Envoltorios subjetivos para evitar derramamiento o vinculados por certero tremolicio
c). Epítasis de fábula en trámite o nudo vital
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d). Que bastara con que uno solo lo ingiriera para que todos que-dáranse saciados
e). Que la salud la vida fueran inabarcables; se compensaran la debilidad la grandeza el placer dolor de cada u-no
f ). Que nadie sufriera o muriese sin que al mismo tiempo sufrie-ran o muriesen todos
g). ¿Cabe eso en el corazón? ¿En la cabeza?
h). ¿Quedará algún resquicio para el último pitillo?
DOS. Repertorio derivado o no de la catástro-fe
[de quienes se aprestaron a las tapias (murientes, negros, brutópi-cos grafiteros...)
[de quienes desplegaron locuacidad, invectiva, amoramiento confuso
[de quienes les escucharon y quedaron ciegos
TRES. Inumeral desplazamiento de ingenios y andamiajes
[desatorantes
[crúor surtidores
[azúmbares resplandecientes
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[desvelos, cañerías...
[órdenes preeminentes
[zámbalas tensadas
[bielas hémbricas
[ ]
[arpas tañen contra el alud de-nieve
[lastres operando en badenes donde el tiempo se arrastra
[piruetas absortas de su inédita pulsión
[o que enjambres urden nouminosos
[ojos, lenguas, cestas de pescado
(y) CUATRO. Afántico del Condottiero “rien ne m’est sûr, que la chose incertaine”
...que al crume beligenario opusiese su togal misericordioso ven-ciendo con su cuerpo lo que su voluntad no permitiese: desvelado para siempre en el carro que lo arrastró a los confines de la litera-tura
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PRE(LU)DIO CAUSAL Y CONSECUENTEDEL ARPONERO
Tan pronto fuese hendida en su espalda la batuta arrancó del uní-sono silente una vibrante desbandada que oscureció —y magulla-do injerto obtuvo— plenamente el cielo
abandonaron los cables del soluto pentagrama y atacaron los collares ojos nalgas genitales aquellos cuerpos los picotazos los abrían como sacos de (a)serrín y restaban escuálidos como neoprenos estrangulados laxos en el suelolos doblones rodaban de sus bolsillos al zarambrarse el ahogo
reiteró su proeza lanzándolo ahora —con ambos brazos y oscilan-do el cuerpo— con total ahínco el arpón oxímoron, que arrastró el cordaje siguiendo apabullado la caída por el foso hasta que se tensó con un seco crugido gutural inverosímil
no se vio el lugar —y aunque fue sordo— subió un haz de san-gres desde los nuevos supuestos infundidos orificios
No ocultamos el impredecible rebongo de su etimología extin-ta aunque en realidad no fuera más allá de sorda devoropla-
gia expansiva donde agudos politonales principiaban tímbricos inventarios trufados de irrelevante sonoridad mas de vistoso co-lorido
un surtidor esencial y puro fluía ahora yendo y viniendo en con-sunción con su mirada. Se sentía transigente y peregrino de la sa-lubridad y canalizado en su substancia
el duelo mereció el desdén de la comitiva prominando nuevas arengas made in derridas halando con furor las cuerdas que salían de su garganta
ópera frenética el almacén enciso de sus ansias la mórbida arpille-ra con sajones clavados y de cada pincho un montículo a los pies escrupulario decantado y con rueda el chelo emitiendo continuo la amenaza contradejando un sesgo moribundo
la metáfora esclavizada por sus progenitores y obligada a yacer so-bre un camastro (como una cándida eréndida) del que no lograría nunca despegar sus escápulas hasta sofocar el fuego y las ansias, las más viles e indiscriminadas acometidas, hasta saldar la condi-ción contraída por tantos inhumanos vilipendios que ancilarmen-te acumulara
[ ]
En el segundo movimiento se arriesgaron con arpegios decoluti-vos hasta cifrar a la diva desnuda cual boceto: liminado en su piel había desaparecido el viento y exponenciado el compendio de su abdomen
220
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Algunos comparecieron paronomásicos a la retina y entristecidos con sutiles arañazos del maquillador
No faltaron profesionales de la noche e incomodos de la fútil tor-menta incluso póstumas suprafantasías de inútil transgresión da-das las circunstancias
Y los zánganos, abandonados en las arenas con sus tallos sangran-tes, interpretaron el fiel desacato
Entonces interceptando el telós dios tomó a la dialéctica por su ripio baritonal y todos participaron clavándoles sus energías (en el último coral)
Ellos desde sus balcones ellas desde sus pijamas posesivos entregadas clamantes sumisas compulsivos partidariasordenantes egregias
verticales horizontales y mudas
(así quedó la gramática)
223
ÓRDAGOS DE LA CON-SONANCIA Y LA RETINAfragmentos de oblicuidad excedida (canta recluido mientras tanto)
desoyado de mundanancias pterigógenas el recinto huía por los sinus descarnada la piel entre las razones: combitudinal conmina-toria la requerimos común espacio soterrado zulo hundido cueva persistencia hacia donde sucumbe la retina la niebla miente nada asume su carácter
el planeta allí infragravita pierde su celeridad el meridiano de Redwich queda agotado en el doblez de una servilleta tal él mismo subvertido se confina
en sus tonales autófagas arroja una meteorología espermática con treinta y tantas variables de rango homicida en sus versiones del hastío
[apáticos que no precisan riego
[progudiales
[y una injuriosa baba de onagra
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[de muy antiguas rabias (alertadas sobre peanas trimingües)
[y un gabón de recetas esparcidas cuando además pisoteadas por cominentes botas de prior castrense
[ ]
y se recogió cuanto cupo de la trayectoria como un abanico pe-quinés y oculto en la manga del quimono de la geisha
y se disolvió el satén como si se disiparan en el aire casi trescien-tas hespérides mariposas
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CO-LECTORES DE SACIEDAD. CEROS CREMI-LLENTES galerna espiritual sobreseída
aunque sus porteadores estén ausentes se evidencian indicios de acción en terco plural y furibunda peste: lo que determinaría un futuro léxico factual y amalgamado desde difusorias comunes y previas (locura, fletaje, brotes de lejana alcurnia y crecepelo visce-ral por antonomasia)
las huellas recogen la persistencia general de sus travesías —re-ferimos— un mercante comandado desde las afortunadas con seis millones de gaspón izquierdo hormado para un hexagigante ejército millompiés a ritmo fijo de ten-little-indians cojo-de-to-dos-sus-diestros-correspondientes (pax in nomine adagio presto futbolías teleles varios)
mensajería y notas moviline han dejado la tinta pegada con zu-boquita de pitonisa y lejanos zumbidos de miudiñas junto al ca-lambrario amenazado por el cable negro —pelado y lastimoso— con extracto residual de su carácter enfático-celebrativo
cetriles exabruptos faxes atascados una colección de trallas del naufragio trafalgueño terco cablegrama dragado en la gare del
226
estrecho varias estanterías colmadas de manuales para descubrir islas incógnitas previamente invadidas y depuestas bacaroa y fili-pinas y vulgares etiquetas de lociones vinagres y autopías
aquella misma tarde la secretaria y el suboficial aguardaban la llegada del cargamento (naturalmente hicieron sus comentarios) advertidos del único modelo genuino compacto pedes laevus; así lo habría constatado el vetusto de ingenieros sic locus mogrevus en cuya playa hubiera envarado sus seis puntas melladas de ejem-plar artillero liberando a los contritos berberechos de su profundo sueño cenagoso
su segunda esposa prenieta retinta del general resultó galerista por parte de madrastra aunque heredó de su abuelo la nuez ancha y el saqueo
integraba el aparheid un sobrino viroso que intuía romanzas filo-cartesianas con las que llenaba asazmente las chinarras de la eso (urna pareja) soñando con una rebelión nústica que nunca se pro-duciría in-ex-cel-so-pregnare cúlmine
y él regresó después de muchos años cuando abandonó la botica y su afición al country y cambió la foto della y dejó de fumar trichiki y vino la monarquía de nuevas
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ESPIRGA, RÓTULA, PRESIDIOdupleráneo simétrico de la araña
rescinto pericardio art-decó-configurado por los nuevos gustos y la euforia repentinamente instaurada: los resultados casi de rozar el paroxismo —en crónica migrada— aunque procediera de un leja-no consuedomio y así consigno y resumo tras su correspondencia (cual himnata gárgara desidia)
con toda su néctar-razón la lenta oscuridad gemía impelumbrada ante el incesante machaqueo de los tic-taces y la iterada carrerilla que cada diecisiete segundos volvía a medirlo todo cual organum completo tejiendo la inverosímil rueda de los suspiros disueltos ante el ahogo y las impaciencias en busca de epítetos que al me-nos cautelaran esperanzas (¡res confirma!) hasta ronsoñar la salida —estéril desde cualquier ángulo— ya que siempre supondría un nuevo regreso al punto que iñagura la impaciencia de encontrarla
si quisiéredes pretenciarla esa ser-piente hegeliana des-colada de dupli-cables cabezas yo pienso que soy así pienso que soy distinto pensante yo en-yo-yendo los conceptos engullidos por ambas bo-cas y sin otro apéndice yo lienso ingrumido destaboca hasta el leje sonto reptante pensaliento
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nado desde mí contraigo el verbo el flujo rompe la conversación se traga la tos-brújula del yo mí mi pensamiento teje el eje amaga el usco que se para gimiendo como un geloj su fleje de mus cae al pozo in-menso ecuaciónase sin tempo y arrostra como teloj su silencio
sigue cayendo pienso porque caigo gravito porque pienso
un cuerpo sucumbiendo por ese cilindro oscuro sin velocidad ni viento
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MIMBRE DE ORIGINAL DESIDIA
Él, soliviantado no más, evitó los requisitos: en aquel momento hubiese sido capaz de todo, pero tardó en alcanzar la chaqueta en ajustarse no más el anudado wilson de su garganta en girar el pomo rutilar cromado de la puerta en comprobar el lustre de sus yancos cereza en atusar las hormiguillas desairadas de su bigo-te-gueibol en mesar los siete pelos transversales de su calva
Y fue aflojándose su ritmo bigar emblistándose su mirada, kapla-nizándose su teleología, destiñéndose su coraje hasta mimetizar una especie de sumisa cortesía por las musarañas
Y su ánimo se rindió en inusitada complacencia
Crujieron las jatobas del despacho la moqueta chisqueó espeluz-nantes descargas (como si hubiesen escapado grillos enfermos de las jaulas de Endesa) se desprendieron algunas inverosímiles pu-ñetas desde el polvo inveterado en las figuras del grajo mural de Escollero aunque sus narices permanecieron impertérritas
Se oyó comentarlo luego en el combo de las secretarias incluso apostado en los bronquios de la difunta sindical distribuyendo
230
ecosionales estampitas de epicuro contra las momias conchaleras pero su historia personal no consiguió quedar justicialmente con-figurada por cuanto que ni el supropio la entendiera
[ ]
Y olvidaron la prima de riesgo
ni esparcieron sus cenizas
Aguardaron a que se agotaran los horarios para abandonar el re-cinto
y a pesar de que llovía dejaron apagados los paraguas
Los taxistas aminoraban a su vera y los acechaban aguardando una señal que nunca llegaba
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robín sorry llamando a la baseREMUDARIO APELANTE arde condición, própina yenka
en la nieve tarañados y escarcidos los muñones nunca terminaban de cuajar esa probidad del rojo no había verdades de lo nece-sario la dialéctica prorrumpía en el tiritar del hambre
desde el barro cantaba sus arrogancias la crueldad
fieles a los deificados tribunales surgieron pertérritos cangileros de ojos acrediticios pro alpinos y palaciegos apelando a polimera-das suobjetivas sinrazones manando rabiosas nochesbuenas des-de el pitorrillo de los estadios (lobos, cerdos, residuales caninos) y entrellos nació un niño rollizo e indisimulado de minga con lacito y sonajeras de la nasa
heterónimos escaladores acapararon la gala con fines eyaculativos preparando el ascendimiento a la Grossa Montagna que propria uscireva rovinata
los homoblites y nintendos que habían logrado sobrevivir in-cendiaron las cochambras del elitropio-adulatore las protogarias acentuaron el esplendor apodíptico sufragando la primera termo-
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mix de la historia moginas enchiladas peonzas borrachas a roba-guita sobre el tablero morado bastardas
con-yasuras de rabindranah se despanzurraba en el vademécum de la Gran Ubre yopienso muriéndose a jirones y la risa entre-cor-tada de los aspersores
tras inspirarse nel suo bochorno il bambino la mamma que lo pa-rió y las camadas precedentes ofrendarían sus songas y sus almas y otra vez se inventaría la sopa
en el kremlin la salmodia mantiene el sesgo del pastel y las burbu-jas de chardonais adorando a una ventresca podrida
[masturbantes de ufanos empeños y frühstücks bajo cero
[maiakovsky vuelve a escribir con su labio de sangre en los espejos
quedó una gran olla crujiendo (como en la lavadora cuando se te olvida quitarte los tirantes y te metes con ellos de cabeza) con las yúgulas y las trencillas chocando contra el ojo tongo de cristal
[poetas caníbales se propician en los entierros y luego roban la nieve hasta dejar la loma jorobada
[se cubrió la plaza roja con el vermouth que francamente lloviz-naba
pronto todo comenzó a expoliarse
con una fina observación desde la cornisa que nos ciñe el arco de las cejas y el asco de los hombros
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fue borrándose nuestra identidad y tachándonos certeramente de las fotos
[las orejas explotan en el veredicto anticipatorio de Mr Owell ellos responden como tongos muñecos de pellugra cuando les aprietas así sus barriguitas
ingrávidos se cruzan con su ballet aletargado en el sostenido silen-cio de la muchedumbre
agonizando como el grano desde el comienzo de los días
una gota de limón es ácido suficiente para inquietar toda la estepa, tobarish
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ALFANJOR O PÁJARO DE LA CENIZAoda a segafredo
[el perro le ladraba a las estanterías mientras las arañas bailaban el tiramisú:esa danza de chocolate y ron brughal
EXORDIO PRIMERO22
pulsamos el interruptor nos disculpamos de la señal que nos dejó la visera en la retaguardia la-reta-guardia ¿cuántas huellas en esa inmensa trajinera? ni favorable ni contraria a nadarecordamos / nos dejamos ir / lanzamos la caña con la carnaza blanca desgarrada en el anzuelo
[ ]
llevamos un tren trotrenzado por las frondas neutras vírgenes ex-puestas a otros trentes por tanto y a otros a su vez y a otros luego
22 La obsesión es y no es una palabra (en todos los rincones) obsesiva, posesiva de quien osa protagonizarla; las recetas están manchadas de sujeto y verbo, sin que esto aclare nada; la obsesión puede con todo, sin necesidad de ser una palabra.
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un-ges-toencadena-otro-gesto (como el mar siempre recomenzando toujours recommençé) sobrevivientes o inframurientes para siempre en él somatizados
[ ]
Elia me arrastra intenta recuperarme a ese lugar donde los ecos de la cimbali socaban la soberbia de marinetti con sus pezuñas de dios-locomotora metiendo los talones con todo el cuerpo en el tumísculo vapor: pavor condensado del tiempo que revela sus lá-grimas por las paredes
traduce sus caras llorosas y confundidas en la nube densa que pro-yecta el magnífico trasluz: creemos regresar recuperando aquellos gestos con sus ansias intactas
incomplitudes abiertas todavía nos sobrepasan como los saltos rasponados —zzzluuapp! zzzluuapp! zzzluuapp!— de una patru-llera: la música es idéntica pero los muertos han cambiado su as-pecto ortogonal
concatenaciones extempóreas: todo se refleja en el ojo de la copa en el labio de la botella
el camarero arrastra las sillas apiladas luego las inclina consi-guiendo que sus sombras se enlacen en un curioso mandala y una vez colocadas les sacude los minúsculos granillos que soltaron los camarones
ved que ahora se detiene extrae de su chal la pitillera resalta la divisa de su club prorrogaticio y marca el ritual con pulcritud se-xuagenaria; la ex-pulsión del humo conlleva exacto control de la
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secuencia, un prolongado fotograma de modulada ejemplaridad para el aprehendiz de fulgurante, morcullando la escoba de lintas de palmera por la piel de la terraza, con los efectos musicales de love machine, como en el despótico spot que pasan en la primera: una blusamargarada patética parodia de la caverna
ved que se distribuyen sus pesquisas entre el suelo mil catorce y el cielo esteticial en su particular gomera23
reflejando leires de tenue sol, los alfiles les hacen rodar por los pa-sillos: las huchas barreneras recogen su respiración desnivelada [de la contienda nada más precisamos que su sombra fintando un jaque
POSDATAel cantaor derrapa por su garganta los sentimientos, su fuerza es un tren que descarrila su verdad y no quedan vagones que pro-nosticar más allá de su profundo quejío
23 Suena a una dulce cancioncilla de san remo con sus veleidades melomensaje-ras.
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PARTITURA HERÓNIMAville de amour y elles suspensas
(trasnoches próximas, lejanos fuegos recovados en el círculo vicioso de la inculcada similitud)
Quizá baste con recordar leve-mentecon no oponerse a la arritmia callejera persiana incodio farol santa regadera ora pro nobis
Entrar y salir de los portales seguir sin zafarse del bostezo el sur la letarga una pequeña flor —interpolada—al pie de la sarín del cortinaje
[recopilación de absortos juramentos estampados en cuero y alma barbas colchas butacones blusón lecorbusier alfombras de filacte-rias shirpes y campanillas morgadas]
cretona relavada de abejorroslejana pelusa, insectos que solo viven un intervalo como la luz en las aspas del molino, siestas demoledoras traducidas en los rugo-sos octanos del alféizar desdén de anillos dubitando sus reflejos por los rincones, cansa-das ferramientas, una paz marchita, la rúcula con el agua replega-da hasta el globo focular, los eslabones aplastados de la cisterna,
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las viejas roñosas chanclas arrastradas, el horripilante chirrido de la puerta
y a la hora del derrumbe la íngrima coral extenuación y ‘pulposa’ luna se me ponen a lavar los cacharros a zotar el polvo a restregar la octósica desparrucada fregona, sin dejar de torsionar las bisa-gras, golpear sine rúcula piedad alguna y lo que más deleznable se te ofrezca
nunca tan indolentemente vituperada la deshora
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BÁROLO DESCRIPTIVO DE LAS UTOPÍAScroando las estrellas en el estanque donde mean las ranas
la persistente inercia de tan precario presupuesto no consigue hur-tarle mayor luz por la trampilla a tan tenaz desbarajuste
un proyecto para anular —ventilarse podríamos decir— desde el marrón hasta los nichos en el tejado frontero donde fornicantes pichones descoquillan la unidad del desolado equinstante
balcones con alerdas enmarañadas hacia los fiordos de la mugre tinteros de torvo ritre pochas lombardas y el moño zureante de la vieja como un nido-avispero de ganchillos rañosos
de cuyas tales olleras procede estaFORMULACIÓN DESTRUCTIVA PARA NUESTRO PROGRA-MA POLÍTICO ¡Dios salve al Reague de nuestras declinantes qui-meras!
deberíamos aspirar tener predisponencia —decimos— al tango kantiano: no es alcanzar la felicidad quién sueña con su precisión
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quién se asoma a su precipicio siquiera para inspirarla con pulmo-nes ajenos sino tan solo señalar ese escalón previso desde el que se la mira o desde el que, según el caso, alguien la merezca (nada más milésimamente suficiente)
con esto se resuelve la tensión vigente esto es puedes machacarte los gemelos en esa promiscua ascensión interminable o entrete-nerte en el vislumbramiento con simples ejercicios de simetría y observancia meticulosa del embate: ponerte aquí y que todos lo sepan
Falta incluir el INTERLUDIO: COMO UN BORRÓN SOPERO SOBRE EL MEMORIAL DE AMBOS PÚGILES tú tris-trás contra ti mismo
reivindicando los burdos épicos de su incisivo tesón aquellas virgi-nales prójimas enganchadas a la corima del festín y una caligrafía de arañas en el suplicatorio (incongruentes y disímiles)
incluso al cabo de los tiempos nuevamente lo recalcamos pues que no supimos intuir de dónde provenía por dónde tirantaba en qué camino songó o si los preciaban en los repulgos de sus ratios de malcidad risa-ostrata torvos acentillos allí en las sacristías poéticas donde ya no queda tiempo termal ni cabe más hurto
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DIAL GNÓSTICO DE UNA ESCALERAlargo diapasón de giro y advenimiento ratios de abrigación por (sus) escalones transitan
PRÓLOGOS. HUSOS HORARIOS. DEDICATORIAS. al fuego de la emisora una compota hervivoraz soflama agarragérmenes extintores hilos borrachosel escaso y ahíto vecindario bichea en las telarañas de su ominoso pasadoregresamos en esa misma página atrapada entre dos chatos para-digmas columnas cisternas capiteles morallas lo demás ardió en el falansterio
trepanados en un juego que ya acabó hace cien años (no muchos pero suficientes) cada día vuela en el rizo inmisericorde de la tarde rencillas flirteos celos añoranzas, las tirdas colándose por los su-mideros, las ventanas
agónica letanía; reclamos tras quebrarse el árido trinquete del por-tónlos gatos se la encrespan a uñazosy a las siete treinta —hora local— la escalera cae vencida de inver-nales corolarios
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el felpudo yace aplastado bajo la mordacidad de las horas la ma-dera se lamenta con el más leve asiento de inventario el aire llora atrapado en la rendija e inconcebibles musarañas-pensamiento flotan suspensas junto a la pelusquera que le fue cayendo de feli-nos y rabonas
la imparitaria escocida de astilla cinzana wimbledon sonámbula la miss risera el clonado de bertín corín tellado jardiel cinemascópico borragos pintadajos en sus palmoszurcidos quejimentos
el retrato del salón va a tanto oscureciéndose sumiso desde sus ojos los habitantes hieráticos observan las estelas invisi-bles de su tiempo
cenando bajo lágrimas de cristal cuyos tintineos arpegian la in-quietud del destino
y fuera (aunque ya dentro) el grito girando en el berrinche prover-bial de los vencejos
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AUTOBÚS INFLAMADO DE CREPÚSCULOtentativas al final del sueño-túnel frente al sueño-redencióno acaso entrevelados
tensa inmanencia sagaz del ojo negro la noche va a reventar como la membrana de un globo pringado de flemas
tu nueva condición pretende escabullirse de esta informe ameba vexial y fluba hacia el resplandor confiada en que amortiguará su conciencia de enegésimo varón de verso deflagrante
flub...! flub...! flub...! (ahora ya está tu viaje convertido en sana ilus-tración)
penetra la ansiedad de la luz en las horquillas de la madrugadaámbito suspenso tamba mullida lengua petchiné rosáceael agrio picor del duodeno despliega su rafia con la desafiante ce-leridad de un contagio asumido
antes de comenzar el día hemos agotado el recetario en su ditensa posología
la farmacia se ostenta orgullosa como un caderal con sus potitos encendidos y flipantes empachos picassianos
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las verdes ampollas anticalambritos suspiran amontonadas por un pinchazo en la cococha
pasa el destierro como la sombra de un pánzer y la sufrida novia se refugia entre los tamarindos con besos crispados en sus labios
[un dolor no cubre otro dolor ilusoriamente lo apaga
[un vacío abre otro vacío infinitamente [cualquier día en cualquier terraza ella te ofrece su pico le das con la cuchara al obturador y con aquellos anhelados fotogramas libe-ras el güite y el corazón se te dispara hasta la nube óncima
[entre un lunes y otro lunes apenas caben tus percances vomitales pero se te cuela una indeleble y tenaz canción con la risa de una rata que acaba de nacer soltando la chingra y los pellejos
por los fregaderos se esfuman los desafiantes partisanos O’ Bella Ciao Los Canallas y Loquillo
todas las glorias tienen espinas sin compasión el tiempo nos deja su metralla
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POROPANAUSIA DOCTRINARIAtiemblan los pensamientos bajo la copa de un árbol. Sucede que allí se instancia un recogimiento. Y de él/en él se desata una energía sine culpa que ahuyenta a los dioses, que mueren como expirales
¿es asumible esta ata-dura a nuestra conciencia con las rejas de las horas cruzándonos la voluntad (como la cara) para que perdure el falso equilibrio o lo que es lo mismo no se nos ocurra meditarlo?
¿acaso siquiera dudosamente
ha de soportar el árbol la gravedad de todas las manzanas?
...como si nunca hubiésemos madurado ella nos ansía en su santísima pulpa y tras la ingesta acudirá veloz a nuestra sangre y cuajará en un extraña velocidad (quieta allí para siempre)
nos cumple el sol o el haz de una linterna / la llave gira cambia la perspectiva nos despierta el guardián de la noche (incautada como eterna)
duele de tanta verdad la vidalas manos tiemblany ronca el motor... hasta que la puerta sale arrancada de cuajo
246
abre las instancias así del tenor universal ¿es asumible un pacto de tal impertinencia? ¿una evación tan fortuita?
¿que se nos niegue o se nos reduzca fatalmente la decisión de se-guir enteros —juntos, indisimulados— o resquebrajarnos en mil cuerpos y mil rutas?
[ ]
cómputo de parpadeos sobre el mundo: lo que puede durar la vida al margen de los años
Y ÚLTIMO REPLÍS PARA CAMINAR CON PIES DE PLOMO24
UNA ITERVAValorar el efecto en caso de finalizar aquí o de continuar la se-cuencia inercial accidental hermenéutica ni verdaderos ni falsos ni conversos ni constreñidos al borde de la copa embriagados de autoestima y de razón
DOS VIRELIASería por ello más enriquecedor lo turbio lo escurridizo / lo embamurado / lamicomplectro / cumbicaxial / ripágico / etcéterapues el deseo de absoluta verdad —como Dios— es siempre per-verso: implica adoración y condenasumisión, renuncia, merma
24 El plomo es el mineral con más pulpa de manzana en sus talones.
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TRES GAUDEAMUS ÍGITURLo irónico no excluye la melancolíaNi lo trágico el deseo, la voracidadLa fe es una rampa deslizante hasta el culo pasando por la espalda y los talones (como pasan la tarjeta de prepago por la ranura)
CUATRO POSTASLa esquivia de no cerrar el significado(nido de pequeños quebrantahuesos)
LA QUINTA EVIRALExtraviarlo / descarrilarlo Pues cal, sangre, esporas…
Y LA ÚLTIMA ROTAPoder podery diluirlo en las fanegas de los cancioneros
PERO LIESSON ECURALde lo que realmente es necesario
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ATRAPADOS EN SU ESPIRALCuanto menos probable, más engorda la esperanzahasta que se derrama con inicua flaccidez
la sombra de la gran higuera va rolando el solsticio en la noria escindida de su rutanada sobre lo que flotar ningún lechoel estigio de los cielos lacerando a su vez los escalones la lengua es una (t)rampaes breve la luz y larga la tormentalos nudos de los globos zrigzaguean cual serpientes violentadasdeslumbrado por la luz el asesino confundirá su propósito
[ ]
¡sufrimos de nociones santimonias! y casi la vulva entera quebrantada de rifaje pudoroso octanos de cultura en las barrigas alones de terral patas de Bucirrey que fue huesped del infierno mientras quemó sus rencoresno sabemos dónde quedaron los pasos previos (Cambray Guer-mantes Conil Puente Mayorga) qué régimen sostiene esta hora
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cuál nos resta¿merece la pena vestirsedesnudarse en cada trenen cada ópera?con cuyos fragmentos ese halo secutivosentina tractor locomotoraes más una púa de zarzal una cruel punzada un frame grabado con el timbre original: fugaces oportunidades para man-tener la llamalo que sabemos lo que ignoramospor nuestro cuerpo rubroso de melocotón el indisimulado briz de la rueda mil veces fracasar antes que ella desaparezca de la rutanovación de antigua enfermedadcon cuántas flemas ese discurso del vientopasiones que obviaron aquellas inclemencias y se volatilizaronaxiomas del impronunciable cronos no tanto por su velocidad como por su inexpresable cuello
columpios arcanos
ciegos relampagueos que observamos desde esta misma butaca
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ENTRANDOY GOLPEANDOpropagado como un gas, subastado su precio,aquiescentes de su vana gloriapor los cielos
sin nada más que corrigiese como un misil de punta caliente su trayectoria buscando el impacto endecasílabos en fijos desplaza-mientos cesuras detonantes desde sus grados incursivos nunca permitiera tal dolor el codo por la parte ni el arte finiquitado por el todo
la lógica del briefing fonemiza en proyectil saca la orden secuen-ciada estraga el combustible dobla el pico hace un daño de ban-deras
que hemos oído su tos arrítmica la inhóspita bufa de sus pecados levar el tren de aterrizaje perderse por los cielos disparar caer ro-tos re-signados de-silabados sin velares sin dientes sin nuez vocal fuera de las salivas
tantas veces hemos obviado la tufarada oratoria esperando la confirmación sensu contrario error de-métrica de-cálculo offen-ding command objetivo no alcanzado tildes eñes perdido todo
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contacto sintáctico sus grados de impulsión —aunque fuera un instante solo— las frases desencajan la nomenclatura Y luego
navegando a todo gas lanzándose en pleno vuelo el hilo de seda barritando abandonado al impulso de los vientos
convenimos así su promulgación u optamos por la giro-segmen-tación de retóricas piadosas y el transitar de los siglos por el cielo (sin noticias de que nunca su cuerpo cayera ni de-dales) tal vez sentado en el promontorio saturniano o exactamente en los círcu-los ventriculares ya emancipados de lo eterno
[ ]
(podemos imaginarlo factualmente hasta la total deglución de nuestros vástagos)
gritos desgarradores renuencia alguna (ni apelaciones)
PDmientras esto sucede aconsejamos inspirar nasalmente en el tinte-ro (querellante sempiterno) dispuesto a la cabecera de la cama; no sé qué tiene dentro que lo ensambla a los insomnios (como desde una isla a la siguiente) con su hilo de noche
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INCAUTA LA ARQUITECTURA CAE A LOS PIES DEL PUNTILLISMO EXACERBADOrazzias en la cornisa
mientras elia danza-teclea una conspiración en cablegrama sus pies palpitan la herencia quemada de sus huellas arruga la nariz desviste marrón su malla
los viejos edificios caen en su atropellado morse: bluska sanderuf rankavia escandolados balcones fractal cornisa ornamentada
[ ]
con sus miradas paréticas (coristas al pairo de viseras trigranates) ysus chalecos antirrodios los corredores cruzan las apuestas enar-cando el astrágalo de sus cejas y herniados de tricepsia estrangu-lan sus hot-dogs mohosos como flores exóticas derretidas entre sus dedos erectos sus aros esponsales pasan ahí los ingratos estíos dándole la vuelta al mundo sin salir de maspalomas aunque Do-nald fuese un pato arrogadicto
restan algunos comentarios con referencia al pet de las murallas fracturados arcos entrevisos y plicas al portavoz de los censados
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daños de orquídeas e iteraciones del narciso ni las afiladas sombras del amaranto que identificamos cuando el sol las derrama por chambas y aceras
elia cruza glisada de azul ingrávido aleteando sus ansias hasta mo-rir sofocada sobre las mancilladas ondas de las uralitas25
enarbolado asciende un espíritu impreciso que sustancia la com-pleja densidad tonal en puntos diminutivos y así un viento silen-cioso se lleva toda la ciudad
nuestra constreñida afección va formando un cruzmento hasta sostener el graznido del maíz y el harús de las chocolatinas sola-pando con ello el candor heredado para absorverlo todo en su in-tenaz relieve
25 Mutantes dóminas de los urales de donde adquieren su denodado plebiscito mucho antes de inclinarse los tejados; hay quienes creen que se trata de orugas ondulantes que ocupan el techo deplorado de los barracones.
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SOSPECHORIO GRAMATICAL SOBRE LAIDENTIDAD DEL CARTERO
¿quién juzgará su ampliterio persuasivo?¿cuál su premonial o falsario?¿hasta dónde alcanzará su póstumo frilabio emocional?
PROEMIO ZAMBOque comienza por el umbrío y envolvente paseo de los curas la plática de la historia se transcurre en esta ciudad sordeña incluso ipsodormida cuando surte la brisa de sonetos en declive y plátanos de indias que tanto odio concitan en nuestro consistorio —mal rayo los parta— transitaba trabado a sus pedales y con cuya placa reglamentaria exhibe de latón curso legal corporativo
embragado el sillín contra sus nalgas e intrínseco de omnia civi-tatem la sua mollera amotinaba plazas corralones callejuelas por-tales de las virreinas compotas de motetes astrolabios futbolines rosaledas arroyuelos apóstatas reliquias de los arrabales
afrontando los tilos sin recato los asperones postales de los guin-dos ferrocarril las correderas dióse entre sus retinas con el distin-guido clavecín de ritmos traveseros lírica radial frente a las pingües angosturas de aquel microrrelato liberal de las playas percheleras
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buzones tangas vidas sin resuello labios sincopados / incorias sa-livas traviatas en el hedor sublime de los sellos sic retículo angus-tiante del progreso epistolario caducado
enciclopendra anillada de sus lienzos y sus calles que todos deplo-ramos con magnánimo consentimiento
ESTAFETA FINAL CUELLOS FOSILIZADOS EN VENTANILLA ESTANCA (in-cordio piccicato)del casillero preparental al fondo extrajo cubinal del megasterio achicharrado con pregones tecnocráticos y cacas marsupianas / más arriba fundidas rayas en los argumantes de las ferias que son tantas y te encriptan en las predias del simancas contra el requisito de pronunciar tu nombre oficialmente desafecto detrás del vendaval paquetes cargados que maceran dejando esca-par sus pelajosas angrinas varias señoras consignadas y provistas de lengüetas extralargas las aplican en su recto menester contra una ristra de minifogantes chatos que por la gracia de dios fuese inevitable inhalar del amoniaco que expelen sus genitivos
nadie percibe el brindis exhaustivo que a continuación lo deja todo suspenso gravitándose un sueño de raspones deambulantes per se alimentando este magnífico boñigo
¿cómo? ¿dónde? ¿con quieeeeeeeeeeeeeén? (cierra cámara)
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ACARICIANDO TU MINÚSCULA LENGUA DETORTUGAatorelias y cintillas
arde la cordillera al pie de aquel árbol donde todavía existimos en un abrazo, pero se ha mojado la tinta cuando cruzábamos el río ahogados de la mano; te recuerdo rodeada de heliotropos junto a otros seres cautivados en la prosodia ¡qué agradable indolencia nuestros cuerpos desaparecidos! propiamente el alma concuerda con nuestra frialdad —supongo que mientras el tiempo nos tran-sita—
hurgando en la teluridad de aquel feliz dominical árboles, carátu-las, rodilleras raptando toda misantropía al paisaje y las estaciones anocheciéndose hebdomadarias por tus labios —en un axial cro-mático degradante— sobre aquello que éramos (montes, guada-ñas, culebras). Y nos llovía y nos atardecía y cruzábamos confiados la noche. Nosotros (que) éramos también Ellos.
y bis copioso de los cementerios detallando sus nombres en las tapias sus fechas lanzadas por amor por ahogo por fusilamiento como abriles y rayos todos eran nuestros y acariciábamos los afo-rismos de los cuerpos los pétalos dormidos en las ingles del már-mol
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celos de vínculos eternos credos de la piedra pláticas desolladas sobre el empedrado amarillentos velos que opacaron su adulterio
como dos primates nos arrancamos las espinas y ocultamos el martirio a nuestros ojos agujas merecidas que la paz del tiempo que el dolor de la vida necesita
SINÉCDOQUES EN LA BODEGAen caso de ofuscación fuese más pertinente herramentalizarnos con ellas en el lecho desde las incipientes muescas del alma
ilomórficamente sus di-minutos tornillos:
girar y desgirar hasta apropiarnos de su energía deshebillada en nuestra actual contienda
[abandonamos la estación todavía mojados por aquellas lágrimas
[huele a cansancio de barnices a iones quemados
[latiguillos de azufre merodean en lontananza
y en nuestro mapa una repentina voluntad de dormir para evitar la nieve
258
LA ESPINA ROJA DE LA LUZ de otra manera el paisaje de tu cuerpo intransitario en su cloromay sin embargo expuesto
no quisimos atravesarla colarnos con tanta felicidad mutar los gestos de una mitología desahuciada adoptar su ancho de banda ajustándonos a sus circuitos magnéticos acomodarnos a su espec-tro arquetípico ajustando las pastillas al hormador metonímico o adquirir en cualquier avituallamiento del quirollo un pack homo-logado de tremulentes élitros a su finta exacta
observamos el vecindario burlando la sinuosidad del sol que devo-ra los edificios algunos aleros llorando o apenas implorantes
ponchos adyacentes perpendiculares y traveseros evacuando ra-zonamientos evilédricos y punzantes las fumarolas en sí debilita-das a pesar del viento causante desiderativo
ignorando sus raíces conseguiríamos tal vez desplomar el muro y liberar los ojos del hormiguero que transitan por la ciudad menos-cabándola hasta las sienes del arcén de sus antípodas
y tal vez enmedio enfermeros triglicéridos jugando a bastos y a cosquillas
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un denso trasiego de loras tetudas marinos circunflejos con minga de elefante gnomos portando mercancías inimaginadas y conatos de poetas sumergibles en el doble sentido de la experiencia
expelidos sin prueba ni corroborancia
hasta que todo quedó como una mancha negra de malevic
y no es que quisimos haber ido sino que ella misma nos arrastraba
[ ]
las oportunidades de autoimitación se multiplican a propósito de ensañamiento y velocidad
además de nutrirse de una extensa gama de delitos y penas para según las circunstancias26
mas completo garante de este vademécum hay una segunda visión cuadraviginta desde las celdas que no habría de ser más oscura aunque sí más constreñida
la caja negra descubre en sí inciertos desagües de la voluntad y un replease de las tesituras en este mundo vivo y extenso que toma avance y dimensión y tono y velimento si se prefiere de los que nunca salen de la porfía y de los que nunca yerran su porfolio
26 Proponemos una selecta traducción del código penal a formatos circulares cua-drados y romboidales, y realizar una apabullante instalación por las calles del barrio.
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NAUTILUS’ DREAMERuna por toda vez siquiera en tal escaramuza
aunque estés cerca —tal vez demasiado por ello— no es fácil avis-tar la costa las olas trepan turbias por las tangas del edificio los vigías se pierden picoteados por los nubarrones o entretenidos con los cuervos o mientras las gárgolas se carean con los suicidas
el nautilus ha tenido que evitar el cruce con el suburbano la línea once que baja hasta fuencarral por una recta confusa cerca de allí se enfrentan varios mares cuyos nombres concitan lluvias y peri-cilinas
hay momentos en que la niebla se detiene y puede verse levantada la escotilla de varios submarinos por la gran vía y el mismo capitán asoma o muestra lentamente el periscopio girando su pescuezo hacia los escaparates de pielnoble
en las inmediaciones de la vía augusta te tropas con la telefónica donde todavía hoy un tufillo perdura de stock options a la carta que a los menos prevenidos les levanta la peluca
cruzo un amplio zaguán rematado en piedra cavernosa con el nú-mero descochado y me siento perdido en un sieye asténico ane-gado de verbigracia sobre un sucio cuadrilátero caoba y un acaso
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raro de contrimez con tipos cajeados en latón que han ido enve-jeciendo con espíritu de mapainmundi repite el eco de mis pasos
antes de tropezar con insignes clochards que yacen acurrucados encontramos otros tangos en madera cool simulando máscaras de arapasa y pelusas caducadas y detrás viejas subvenciones atasca-das así como laudatorias albaceas chorreadas de ínclito barniz es-candallos botánicos y una magra cornucopia de apostillas
peletería camon trevers fito calambres y derrundes hacia las esca-leras black’s black pro-nuncios fenemerios & coronas jagger orto-pedia prices barcarolas fenders melchiores grupo rainbow corre-duría recoletos trauma’s pebetera debásculas cleanex pringados geyper orlas merunjes y la tira de portalillos quenodispares en la cota subquince y por doquier contra mil espejos: ya no se puede retroceder
tras gatear el pasillo siniestro tomamos el ascensor (escocedor es-pacial de pensamientos) recovecos discéntricamente iluminados más angostos cada vez con crujientes cegatofitos rolando las mil yardas exentas de floriviandad
y así se desemboca a un corredor optrófogo sin salida a la derecha una puerta sobre cuyo dintel se precisa en cristal esmerilado el ró-tulo de la compañía: de esta razón se trata
una tos de alhacenas muge desbaratada hacia la recóndita celdilla que se clona en otras tantas que la suceden
basculando el negro tridente una explosión de musarañas navega por el techo como rúbricas de nascituros envenenados: por ahí hu-bimos de entrar
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el cruxal bergante de las profundidades exhibe expedito su carác-ter en aparente distrarradio a través del peripodio inalámbrico y se afana en predicar dejándolo patente su premacía universal en inferidas travesías tripulando el susodicho local lo que se enviden-ciaba por todos sus rincones las urnas se multiplicaban con tro-feos y reliquias y miles de estuches que enquistaban su vanagloria amén de un sinfín de metrónomos para acompasar el ritmo de su raro virtuosismo en los más extraños instrumentos fabricados con esqueletos y repugnancias de animales desconocidos. Pero fue de-cepcionante porque tocaba a Händel en un priulabio convexo con ciertas ínfulas mcartnyanas
en tal inextensa conjetura el órgano abortaba el alma del subma-rino hundido en su propio seno concitados los cansancios y los olvidos de su aquiescente liderazgo
algunos de aquellos seres accedían transubstanciados por la presi-denta de la comunidad disculpen el anacronismo
y el gran retrato del salón realzando su gospedal orgullo difícil-mente reconocible con el humo / debajo una inscripción con dígi-tos romanos en paspartout de raso bermellón casi prefecto
supe después que los horarios cambiaban sin previa advertencia y que el aduanero se había amaragado sin excusa ni pretexto
cuando regresé no supe a qué atenerme
aguardé
nadie me atendía
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las colas ya eran infinitas
hasta que un jueves lo vi anunciado en las taquillas
y reconocí su estandarte flotando como un igleme por la Gran Vía mardrileña
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PRE-CADENCIAS ENTRÓPICASdel azar cotidiano
contralostímpanos gritaban sus abismales ofertas más de veinte mil atolondrados famélicos dispersos por la zumba de jordania eritrea cafarnaún cuando indis-pensablemente lo reconocieron por su aura y siguiéronlo y rodeáronlo en su mismísimo epicentro bajo predio sideral de la ruspa torsiana hasta que lo indagaron en preludio pre-gurgiente y crudamente sin fervor se lo jalaron
luego secaron con sus nauseamundos pañuelos la sabia razón de sus comisas y raudos se najaron cuando ni siquiera las menos cuarto daba ningún reloj en aquel día
tropezando con un detallado cientifismo de los inconvenientes (top trending de Ulster Milk Black Crayones y sus plausibles op-timologías —omitiéndose otras varias—) dedujeron que con este incidente no hubiese necesidad de mayor instanciamiento ni de admirágulos deslumbrantes que pues del cuerpo discretamente sin saberse transubstanciado tomasen la deidad aquellos misera-bles y así quedaran dirimidos y que con esta ignorancia evitaron el oprobio y cambiaron diferidamente el destino
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véanlos ahora escindidos y colagenados tras sus homógenos bir-lantes y escarpios romaniformes zigzagueantes procesioneros senicaídos forzados al inclemente manual abrapto y su acentuada adscripción a la virga apostólica y al con-trol de rendimientos amén de otras vicisitudes mayúsculamente constatadas
qué podría representar entonces una piedra sin sacrificio sin mo-tetes sin la señal róstica sin la miseria rezumada qué sucedería en-tonces con el bruyo del arte el sudario la falsa piedad
y en las castas estorsiones (y con el resto de los sindicatos) la impa-ridad quedó paralizada reteniendo en las cristaleras el exiguo rayo sin parpadear ante el cierre inminente de la factoría el gerente con barniz de apio terminó engullido en las noticias de un tragamechados vespertino
mas su viuda máter —de tan arquetípica como fuera— se volvió diminuta y precisa en su prisma trimegisto desarrollándolo hasta culminar su estrategia de amorosa deglución dejando una vez más clasificadas sus lágrimas y tribalmente adjudicada para imparable multiplicación e inverosímiles adaptaciones de su relicario
y un libreto corporal de adivinanzas apócrifas se esparció por el mundanal periplo
[véase dossier addento y bestiario de espinales varias
confirmando su reciprocidad de labios y aurículas con el ris-trás de los mercenarios: nunca a precio fijo sino bastanteadomientras prestos en los graderíos se disputan los despojos pan-
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directivos absueltos y pendientes del dictamen cautelar
es por ello que sufren el desbordamiento de un dilatado proce-so que bien ilustra el siguiente epistolario capurriano que se nos apresta en la editorial
(no esperásemos otra cosa)
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A QUIEN CORRESPONDA(género amalgamado)
A viernes día trece y reunidos por cuanto antecede llenos de fobia y razón y viéndonos forzados al veredicto transmitimos a cuantos en el asun-to interfieren el ánimo y juicio que nos impele amén de consustanciales afectos que no se omiten
Manifestando empero que todo cuanto queda dicho carece de ponzoña y gratuidad y que al igual que los vagones venimos solidarios inter-nos y que tancual nuestras compañeras sugieren y vense abocadas a respaldar esta porfía pues ellas mismas así lo convienen
por despertar en madrugá con la marraca de los huesos las arritmias los pinchazos del riñón y los bocados del ensueño y que paquito y bastiana han de yacer marrados porque la cama estuviese en demoniada por el pasmo de los muelles y más que tiéndese a plegar de un carpetazo
otrosí las goteras que regüelven desde el patio y apulgaran los trajes del sarao y las sandalias de la nieves
y otras jamblas o güestiones que han destablao los ovarios del telvisor que destiñe los dorsales y que los cuerpos se dusplican y tiemblan hasta
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salirse por los cantos en el tiempo descontao y que el pito no sescucha y que se nos mazurra el silofón de las costillas pegándonos codazos sin ser hinchas más que afisionaos
manque luego la camioneta que está más que tartana y en las frenás se descuadra y al Migue le entró un emprendimiento en la rectina y que los retrasos nos lo apuntan al requicio del tajo y el capataz que nos amosca con la regulación
que ahora incasualmente rejuntaos pa que mus escuchen y se pongan las cosas en su sitio aquí estamon’cerraos los de la concerniente y no mus echarán hasta que la esfundaora no lo tenga firmao con el emplácito de nuestras amas que no son múas
atiendan el recao que aún estamos a intensión y que las peras mauras sastropean que paciencia hemos echao y que si no hay cántara pa tos esto rabienta
y aconteció quel travisque se izó de un respingo y entre el prorru-peo de los chatos incurrió de amagogios como si le astragaran san-días y profirió cacumancias que hedían como expiros de bueyes africanos y hasta se embalizaban las ópiras de Képler en una ex-travigación de sus ojos (no faltándole al esmirriao bigotillo pintao para confirmar su insostenida y vacua petulancia —apuntaba el narrador—)
y el estertor de sus hombros y los aspa-vientos de sus ancas anun-ciaban como si descoyuntados domegarios solicitaran aquiescen-cia a la torre de control o raudo despegue desde el partenón
luego se arremangó al destribo y gritó cuanto pudo para acabar masticando con rabia sus tirantes:
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no mus desbaratemos compañieros con estos caratejas hemos jilao mu chanchi la espachera y agora nos mentan el somerio y to lo que san bir-lao...
os lo juro por estas raspas y por las de sus-sagüelos
y fue como cayéndose por un pozo con su quemada voz pellejosa y arrugada Y luego se ranchunó en un ahogo
y tomó la palabra el letrado —conciliador y efímero— y se refi-rió con repugnancia manifiesta a los cantuesos del refectorio por aquella acumulación exorbitada
y continuó en latín eclesiástico como enganchado a los ramajes de una parra estipendiosa y mientras succionaba la médula de una juanola burbumentium garrabateó una especie de extracto ancilar en la receta, que parecía el inventario para después de una huelga (aunque solo fuera el sueño de una canción nonacentaria)
¡etas malgandregas formikos!
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EN DERREDOR DE AQUEL AUGURIOcasting en plena galerna franquista / inspiración, traición y suerte de la farándula
la primera vez que escaló a una mesa lo tenía anotado en el guión (que era de Zorrilla) la comparsa lo seguía mientras se pisaba los faldones en un tropezón parabólico que indefectiblemente lo pro-yectaba de bruces contra las tablas (acaso esto fuera el estrellato o el anticipo de un desenlace: teatro vivo en toda regla)
por fortuna estaba allí el joven actor de voz elástica y chola promi-nente que lo sujetó como un hipnotizador con un solo dedo mien-tras las máscaras se sentaban expectantes en derredor de aquel augurio
en el segundo acto la marea corrió por sus gargantas en desbor-dante tropelía y se plantaron contra la productora contra el corre-gidor contra la marrullería acomodada y enanoburguesa contra la tercera internacional y media contra el teu contra el ara y contra el boletín oficial del estadio exigiendo condiciones legales y satis-factorias en toda la tourné y en las calles de fraga y de nadie más
mientras estibaban esa especie de profusivo tenor de la naturaleza humana (obras, enseres, picardías...) la compañía quedó en dique
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seco y sin local para los ensayos a la sombra franca del altar mayor menguo cepillo y la mella negra de la pianola y no podríamos ol-vidar por justa e íntima consideración la labor de aquel sujeto que tras su limpia mirada azul y su rostro campechano escondía la mas deleznable felonía y a suerte nos vino el suplicatorio coral que compadecido tremola-ba ajustando más cada vez el tono con el miserere
el asco de la baraja saltó al estrado haciendo caso omiso y entre grave petardeo quemó los altavoces con su versión completa al modo del gospel mericano
—“¡Ay mísero de mí Ay infelice!”, complugía el rapero arrebolan-do las ramas del cantueso intermodal hacia su cuello y apretando su papel: —¡ay, mísero! ¡ay, ay, yayay!
y mucho más colódrica su jerga envenenaba con semillas —dimi-nutos semas— psicotrópicas:
—oh hermanos hermanas goliardos la madre del cordero cuidáos de su crónica retina y de su coreográfica tos vicks-vaporuba / de todos los averrinos y pridebios que estallaron en sus orejas
—esclavos de los picores en la jiba —esclavos de la chinga religare —esclavos de los atuendos y de las pelucas —esclavos de los estragos del imperio —esclavos extraditarios —escalvos del minueto menudillo y del clavijero quemado —escalvos de la gleba barricada y de las ortiguillas —escalvos del exceso y de la menguación —escalvos del viocardio de las calles —escalvos de la raza y de la razón —escalvos de la sed y de las tecnologías —escalvos de la bruteza y de la salud —escalvos de los polí-meros y del crocanti —escalvos de los escalvos... miserere nobis!
y tras dejar suspenso el son coronario continuó vertiendo el sedi-mento hincado de rodillas y con duros cabezazos al yergo cenital hasta condonar el trino barrital de los súbditos
y luego pretendió esnifar el texto blanco que flotaba disuelto en la atmósfera del atrio a modo de profecía (¡lo era!)
el beaterío carrizaba sus letanías domingueras en quintas vanaglo-rias del clavecín de la tuna lunera
y en la risera escocida de los pabellones y de los estadios nos invitó la zanfoña a un trial-repelús o rebuzno antrópico discursivo
pues no dando la cosa para más que para un cinicmos bipolante en toda la gira
hasta que nos detuvo in fraganti aquel tornaguacate de mirada azul y rostro campechano con su furgón de grises estrafalarios y se acabó la función/así resultara a la luz aquellay a esta poca —de alcantarilla— que aquí nos queda
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ÉMBOLOS PERDIDOS EN LE TROISIÈME CORIPOgenealogía dolosa en la cima del dumaya
en las misas de cuellos rotos invertidos rugosos bisagrados(por más de una vez al menos) alevines acrisos zahoríes admirando todos la belleza de los corta-fuegos del paraíso en exigente orden relicario re-bordeados como premio a plomo en su celdilla radial allá adonde ese centro según su función el sínodo lo consintiera ¿quien gira en el rosetón? ¿quién quedará fuera?
la ofrenda o la demanda de los expulsados y el ángel que con su espada ardiente y su constancia
desterrados a girar en los discos centrífugos del XXI hembras y varones que treparon desnudos al árbol de la risa y golosinas al detall y juntos le mordieron la compota
gimnastas esprays’boys culipavos renanos ilustres de la charra
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brincos mocedades pekenikes —ignorantes en clusiva de la magnitud infringida al craz ozono— abren sus genomas y paletas que bochornosas multiplican
ninguno falta a su verdad ni la desborda con su acento circunflejo de san bochornoire para darnos el beso de concordia aunque podríamos añadir acaso prendidos aún y para siempre (ya fuera en contra y a favor) imprescindibles rastrojos de la beat generation de la vie en rose de la haine aquel odio moral y estético-deslizante y muchos más que son y que proceden de cualquier otro lugar (sospechosos todos ninguno ecuánime ni perentorio)
[aforismos de celos amor con los trombos reventados
[muertes súbitas sin desdeñar sus acrobacias antropocéntricas
[tuberías no venales de promiscua ensoñación
[rizomas del submundo aguardando una sentencia exculpatoria
[santorales rebosantes de empirocristicismos
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ET REFLUENTIS AURICULApulsada tecla ausente y abolida
en el gran salón lujuriosas arañas destilaban truculencias ambari-nas y un flujo líbrico de irresistibles destellos taraceadas maderas de ceylán y rojos gurpeguis con chiburrites rampantes entre nís-peros morados y en los techos un completo vendaval de nenúfares con lucios dormidos sin espacio mientras por su boca desparra-mábanse las muy solemnes dichas que Truncas Raíces Ltd hizo públicas a pesar de la infucsión frígida acaecida en los mercados
los insignes epónimos espectoraban promesas cuyas rácimas exta-siaban nóminas al pairo y un muy perfilado gúrtel de subyúdices al filo de la cuarta legislatura
plagiándose recíprocamente sus mentores por entre las hornaci-nas ocupadas por tranchetes, hurtos y reinas profilácticas
todos acariciando la grumosa figa emental símbolo de la inextri-cable mofanda
para los ciclos venideros se agoraban perimetrías concurrentes en las curdas globales aunque con vasta parquedad por ausencia
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completa de todos ellos (como en el rabel del tormento diese la copla)
incluso los ganglios se les retorcieron
ahora las bombillas lloraban ipsofactas sus desaciertos cual si mantuvieran implicado su damnicidio cuando apenas comenza-ron a escupir los retroproyectores virtualizando a la población asi-dos a sumisa concordia bajo las cifras macrosantas
en cuanto la calamidad los denostara en guarismos de indivisos rotos sic tarabliformes —o pendulares de muy baja propen-sión— estableciendo consignas por su purriscoso estado y al fondo acompañantes vale-plumas con sus mocogerentes además del condottiero y un grose-ro berrinchinales que andaba supervisando comisarialmente las grimas prescritas
sobre las coronillas de los egregios sus auras concéntricas se adap-taban al flush de los aplausos
la estricta reficción de bruyos semovientes fue incorporándose a los incodios municipales y otros sobresueldos
en estricto promisorio finaba el cura con extensas guisopadas mientras consumía el cáliz absorbiendo hasta su último rencor camuflando las perfidias con su séquito y todo lo que arrastra-ba en su brutal instinto gracias al ritual
hasta que la identitaria demagloria prorrumpió con tan excelsa gravitación que todos en pie lloraron el himno cuadrumante con los ojos impestivos de una mula recién muerta
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desde fuera los carroñeros de la Whiskypedia hinchábanse la tripa conca con los sesos del canon de Vitrubio
una yaz electromagnética ringaba desde las tumbas tal que borra-ba locuaz por ambas laderas con una Pelikán de lápiz y de tinta pero abriendo en las conciencias boquetes mezclados de caridad en las llagas de los condueños
restricciones en el rapport y copiosas ortoformulaciones
para acabar taruneando con la foscura de paco ibáñez “¿qué galar-dón de un desnudo, de un tirano qué piedad?”
una vez arrogada la discordia se rebanó la oreja con un cuchillo homérico y la colocó, a modo de trofeo, en la mano diestra del po-nente
Y luego buscó a los suyos para continuar la tourné
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DEL HONDO Y LOS PLURALEScirconvexidad demoscópica
antes de la la prístina diversidad el suelo registraba el gesto ineras-cible del humus incluso una como ligera tos remota de bostezo procedente del virilo de la nada27
no es que ebullera exento de contiendas pues los más disconfor-mes ofrecíanse recíprocos en su feroz ímpetu cuando LO era sólo una bulba emborrizada que la galaxia —por su empacho— había regurgitado
los primos habrían surgido en el sopor de una ingente platanera (la nubian stipendia garulensis) más conocida como la wals wan-nana —que se pronuncia igual que se baila— (lo que explica sus arraigadas preferencias) desaviniéndose al principiar la pri-mavera de las palmas preferentemente concurridas e ignorando prevalencias se despanzurraban sin ecuanimidad ni venia que-dando expuestos y sin conciencia natural a inicuas inclemencias (entre otras por su cándido sabor a potitos bledine tan acuciados en tales fechas)
con el abullonado contrajuste glacial los deprimidos acostum-27 Antes de Nada era la Nada y la Nada era la Ausencia de Todo. Y, sin embargo, no se puede decir que Nada existía, ni que Todo fuese inexistente.
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bráronse a caer al celo de los menos condescendientes resbalando monógamos o en disímiles parejas
desde los quince centímetros de cota originaria y sin cuello afecto fueron empinándose hasta alcanzar la talla de una porra cogotera (sin collágenos pero ya propensas al garrotazo) el pelo sin embargo les vino de un catarro mal curado y lo fueron transmitiendo por in-timidación bigarda lo que por otro lado explica su carácter broncal
tras un preludio de confusas coligaciones los preconscientes acu-ñaron sus preceptos con marcados complejos protogubernamen-tales y adictos desigualmente a la carne ajena
el planeta a tal fecha se cundía repleto de estupéndicos tamames almamantados en factorías filotronchas de gafas pataletas filtran-do indiscriminadas consignas crismales
otros aun más preteridos señalaron de incómodo venal los bosques del posento pugnando por los apocados troncos que finalmente abandonaron sin alcanzar un solo gramo de tecnología: a partir de entonces dispusieron de cuello propio para girar la cabeza lo que dio origen a la primera negación expresa pues les permitía señalar lo que fuese mediante lo que no fuera y así surgieron las migrañas de autoestima
por mor de su intrínseca concavidad la cota se desbarató y los ta-lones se le revirtieron hasta concretarse en ego sum cuasiabstracto aunque ello supusiera regresar íntegramente al preprincipio28
le siguen clanes de soterrados y toda la res copunge torva con si-multán repertorio de evacuados e inicuos de su néctar
28 Descubrió la lengua y comenzó a pensar que en la punta le picaba la crispa.
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no se agotó por ésta el repertorio pues en una segunda y posterior entrega aparecieron los inclinados al afecto agregando inaborda-bles tesituras
con sello, amlis, hojas de parraquina, huevos, capuchas y dedales y todo lo que de gaudiominencia les convino
y una vez garantizados los activos, con total celeridad fueron eje-cutados29
29 En la placenta aún perduran los sopores de aquellas acidemas y los requeri-mientos a sus torpes molicies. Y todavía semen de los primeros derogarios. Y en el suelo hierven estériles esquizofrenias.
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FICCIÓN EPIROMÉTICAque ha ido derivándose de las inemulencias marcadas en el cuadernillo del agrimensor que provee aseveraciones circulares en unidades desdo-bladas y postula trimodios inverosímiles (y que con guarismos y pala-bras lo disiente)
A. de proclives distancias, inclinaciones, cimas rutilantes
B. de ficción estatual, parpadeo, curval o plana incertidumbre
C. de notación, gesto, prontitud, custodia, calidad del pigmento, rugosidad
D. absorción del soporte, cosmogónico, responsable, sentencial o firme
E. y las promuleciones que se detallan en sus epígrafes y cuyas claves se indagan
/Entonces... a qué significado significa alcanza o profiere (no desde-ñemos parámetros antiguos)
/no está allí en ese calor humillante
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/aparece sin proveer como placton residual en el talón sin calca-neologías (siendo asumibles todas las causas)
/alójase en las arenas y magulla el centro de los umbrales lamién-dole las huellas al subsuelo (esto nunca se ignora pero conviene recor-darse)
/tampoco implica cabal conocimiento de tales circunstancias hasta convendría ajustar-la ser más explícitos concretar el deno-minado
/simples marasmos (se desvanece te traga nunca vuelves a emer-ger)
/ese detritus hollado ese escalafón esa señal presencia ausente
F. por identidad por confusión G. dilugantes paisajes expandidos en los cielos
[ ]
el viento baila el alero de su sombra —en mayorga puente viesgo nocturno ceremonial de la bounty febrero visconti gardañola— otros tantos resquicios sin recular su intromisión
de ser así se verificará en cualquier expiro, seguimosaguardando la señal —una hora improbable un lugar ignorado—
282
cabe desde entonces cualquier posibilidad (lo que sucede es estre-cho; pero lo que nunca ocurrirá queda como una amenaza indele-ble para la memoria)
[ ]
el gato se ovilla sobre un costal de harina furtivo el polvo re-calentado por la parsimonia el húmedo sureste cobijado en el fondo de la tahona las canciones se deshebran la frustrada pasión va quemando los instantes destensando los cabos del trinquete
espoletas de humo tiñen la negrura
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PIEZAS OPONENTES EN (SU) FORMULACIÓN por cuya pez cromática y juegos de siniestra porfía
pronto nos acostumbramos a la sombra de su ignorancia: y ella misma de minúscula grande minuciosa locuaz inabarcable deta-llada fosca silenciosa tenaz oportunista —constrictamente— nos abraza y nos rechaza en un mismo gesto de admonición-arrebato: simultáneamente ob-serva se aproxima atacadesde su neutra condición burla estolidez incauta rufiana filibustera concreción abstracta navega íntima complexiva sin viento entona blues o añil frixante de artigas olas conmina vade retro compelidoy todo rencor incierto o verdadero ahoga
definen su paisaje las hojas muertas autumn leaves inventarios octoñales segmentariamente redimidos postulantes ágoras folios roturados que caen y crujen bajo nuestro pies desconsolados sufriendo la procelosa iconomandria de nuestras ansias urgando sobre el mantillo reseco frágil quebradizo de esta profe-sión enfermiza y crónica rumiando pautas como chivos eficientes en lugares imprecisos
284
acosados por la ubicua y omnisciente brigada poético-social pro-vocando la rinitis y pisándote los talonescaducos nuestros cuerpos por una sola vez y perennes para siempre
[ ]
la presión de viejas cifras y antañas emociones agobia los paradig-mas multiplicados ahora y contagiados por antagónicos placeres que danse a interpretar sobre supuesto albur dialógico
todo encuentra una réplica de cuanto somos anhelamos realiza-mos —disponible según catálogo—: placer de la muerte (dife-renciada por clases edades religiones) de miedo (por entretener expectativas de frustración sin finiquitarlas) de suplentes arrogan-cias (sin definir requisitoria alguna) de la vida (siempre se colma soñando con un borrón y obra nueva)
PD: un beso definitivoexcusamos un bestiario más proclive que provisionara con opor-tunidad los tiempos añadidos desde Feüerbach a Bekenvahuer: huicidios en base a la uniformidad de los valores y al homogéneo nubarrón irrefutable
la mansedumbre nos hará dichosamente ob-tenedores de tal gra-cia
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CONTABILIDAD DEL FURISMO recapitulación cansada de lamentos
sobre el reticulado gris líneas celestes a un lado y al otro rojos ca-jetines configuraban las celdas sobre las que se retorcían gusanos con aspecto de algoritmos
por la parte trasera una ametralladora había destrozado la crista-lera cuyas astillas versalizaban coronas en las preclaras frentes de los congresistas
VISUALMENTE SE DETALLA UNA HOLÍSTICA PERTINAZ
y hasta abajo una hilera de pollos ensangrentados yacía subrayan-do los guarismos del balance final suplicatorio
no por ello el análisis se determinaba negativo sino sino ausente de claras evidencias positivas
al menos dos de sus parciales descansaban fuera de la composi-ción como pilares ajenos al escombro
para comenzar con las alegorías de los que nunca se integraron y que jamás saldarían sus deudas
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de fondo roncaba el exprimidor su argumentario de pulpas aplas-tadas
contra la estolidez de los asientos se mezclaban rodillas desnudas faldas tableadas zapatos de pulsera y una coral de voces infantiles(sálvese quien pueda)
los folios empapados de risa pelligrán confirmaban la sordera del contador
y no hubo rúbrica ni mención tartanapara los herederos
SINO RIPIOS DE LA GARANTÍA
el contable quiso dar explicación pero los papeles se les caían de las manos palmeó sobre el manojo en un traspiés y las plumas ro-daron por el bureau (please dit castellano) la párker cayó con tan mala fortuna que clavose en el lomo de un galimutial dejando su tinta embelesada
el derrame calaba las maderas espectrando filorios de guisa incier-tay era lo que se oía:“No aceptaremos la iniquidad de los abusos extractivos” “No iniquidaremos la abusidad de su causa aceptiva”“No subestimaremos la urdamitad doble de la broma chusca”“No esfoliaremos la millor acérrima visa complanta”“Y nova fruga de la repisa en la quinta de casademont cúspide fer-mata” —quiso articular el honorable-pomo en gil-payés amalga-mado con un sambián de su trayectoria paterna sin límite,
287
e hincándose la consuela aun más adentro, musitó una vaga leta-nía— CATARSIS FINAL PARA UNA FALACIA DECONSTRUCTIVA (que no consta)nada más concluir la moraleja el patio entero fue tomado por ler-das matriciales que rigantes pugnaban por entre los altavoces y las rumbas de las conserjerías con sus ristras parricidas advirtiendo de los apellidos en fa y en rigomance (la cola daba diez vueltas y seguía el pardial del lunes con aquel remojo tofocopiado del sub-teniente aureliano buendía) e impresos con tachones y logas es-tampilladas por sus verdientes cotejas
y se doblaron al amago de la suite de la sacarina a la vez que bajó la cotización acusando el bochorno de las casaciones y el fin de la junta extraordinaria y todo el mobiliario maldistribuido en el pa-tio entre las kentias arrengadas contribuía al desasosiego
banquetas tanterías tablones de anuncios con los boletines de la imperturbidad soberanista y del cálimo estrago el suelo lleno de colillas y el cartel de los horarios apulgarado y el lunes preferente de pentecostés escrutándonos el refajo con su peculiar y turbio rigoleto
[ ]
escocerá en nuestros ojos la verdad mucho antes de que nuestra mirada sea capaz de presenciar un solo milagro
288
289
“NON PIÙ DI FIORI”irracional paideia de la danza
supóngasele un hispo de fagot a su mirada —incluso un lue-gro— asignémosle un lance previo sin estoque cuenta atrás la maga muerta hasta donde recordásemos su fuga etimológica cla-ramente afrigada suspendida en ríos incluso océanos metafísicos
transiciones
humillemos ahora la mirada a la sangre que rezuma ese bulbo ren-dido a los alumbres del albero saltos de arlequino sobre el aro de fuego las virtudes que nos marcan porque ya que
un conjunto incorpóreo añade destrezas in crescendo apresta di-fficultoso gesto un matiz mínimo mas el humo ahoga su graganta
talones torsoescápulas querubines de sus ancas centuplica jazmín en ráfaga —su cuello circular— brava longitud de la sombra afilada y tensa sus álgebras
única visión propia ¡por qué? por qué si acaso alguno con esa mirada fláccida de alambre: alam-bre-conejo alambre sin red al hambre que escala por quella rosca metálica sangreulente
torcas
murallas
la luz transita —repudiada— como un puñal de sangres primige-nias
erizos
hipos
destellos
santidad en las grutas de nuestros pensamientos
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LLEGÓ LA ANUNCIACIÓN Y YA ESTABA MUERTA (legere buzón-carcaj)sin preaviso legal el cartero lleva cartas aciagas; los ingenuos muy de mañana salen a su encuentro; el amoroso arquero clava la fecha exacta en el buzón que palpitante aguarda
la luz tumba la horca de los ventanales contra la patria-riada hun-dida goleta muertos colgados de la rabia / ciego portón abierto noc-turno visperal y frío
en el palo mayor suena un viento de arboleya que inclina el mástil aflorante del antiguo testamento / marineros aullando en un mar de tiburones
grillos mojados transitan los alcorques como si regresaran noc-támbulos de una larga fiesta / anota en su cuaderno a-punta de flecha data
tres grandes cruces hay trazadas en su pesadumbre áspera / usur-pándolas anidan en la quilla del viento
un enorme agón de tiza —luminoso como él— lo anuncia
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huellas res-baladas por esa luz-cucaña persisten en nuestra mira-da desde entonces descompuesta y extraviada; cuestión de incó-modo pragmatismo perspectiva insólita / credo de tenaz ignorancia acumulativa (exclusivo para infantes y vedettes) lo acompaña
consecuencias de lo que pasaba y pasó y continuaría pasando (pos-teriormente llegarían los descubrimientos las patentes y el cálculo de probabilidades): entretanto nos bastaba la impudicia desde el mar el empuje instándolo sin peso nos bastaba el axión de las horas que se vuelven chicharras y que vulneran ciegamente los sueños extirpándoles sin embargo su fe-cha caducitarianos bastaba el plural migratorio sin brazal y sin arnésnos bastaba la asimetría vernácula de los insomnios precedentes
aunque no es lugar para definir la excepción darle vida a todo lo excluido frente a quienes no están decididos a creer en ella ni a sospecharla tan siquiera/cirros en mi frente adoptan formas impronunciables que despier-tan mi apego al precipicio para nada confirmación de ninguna re-gla
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CUANDO LA VIDA O LA MUERTE NOS LA ARRANCA DE LOS DEDOSni allí ni aquí eran nuestros
adeptos a invasiones trasuntos e inclemencias los lugares adquie-ren el aspecto de relojes lastrados_ las agujas tiemblan antes de avanzar_ marcan el tiempo tiritando como los camaleones: el paso del segundo se decide justo cuando el segundo ha caducado por eso el reloj casi nunca yerra
el estigma se evidencia desde el exiguo nervio la naturaleza pierde su condición cuando un eón viaja infinitivo atravesando un cere-bro (no resulta extraño que en la simultaneidad florezcan fogue-mas retroactivos del incendio que ahora verbalizamos o el corazón se excite con el tintineo del hielo en un elemental aperitivo)
la nota que dios había soñado (en el invento de quienes lo inven-taron) se divierte alterando los pedales_ las uñas activan un halo cromático desconcertante (las encías sangran sin demora)
la fuerza de la vida busca un dueño para que se la arrebate de las manos
[ ]
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nunca la naturaleza (pura, exhibida, oculta, espontánea) sino los lugares pronunciados los que parecían invisibles hilos ese guiño terroso que ahora está desapareciendo ¡no solo!
sino el tejido por la industria la propia bobina la cinta transporta-dora la guillotina la insoladora la cizaya sino la trama el tacto de arpillera la briz que arde en el labio el zappadeo del humo el rescoldo luminiscente la estela del cara-col la tos morosa del cangrejo el estupor en el ojo de la nutria ese sordo gramullar la oquedad capturada inveraz desvanecimiento damnicidio encono el start y arranque el arrebato no pautado la tensión anocántica la fuente el rezo voltáico el espiro de la máquina la craqueladora el bastidor... la fisión del átomo
embriones íntimos que eligen el doloroso fragor de la retina antes que el cielo rutilante_ disfunción helioquímica desplegada sobre un horizonte nuevo como un pájaro (que agoniza) a mil millones de años luz
deshojado pensamiento en órbita perenne
es ella misma quien porfía haciendo elocuentes digresiones o sajando a cuchillo sus acendrados sentimientos
la tinta se ramifica sobre los pliegos y quiebra la putabroma
Arriba las presunciones que aspiran al bien mayúsculo, que nos sobrepasan —a nosotros— al otro lugar
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Abajo lo condonado cae por su propio peso y perfidia
fue casi todo lo que se oyó/Elia —imperturbable— mojó el pincel en sus labios y trasladó al horizonte todo su abatimiento
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PLASTIC BODY MARIS por cuyos intersticios Aquello asoma...
mirarrabias plectros cormoranes birrosas ferinas rigen las tron-quetas de la voluntad mástiles que obstruyentes otrora se diluyen como lombrices en la granza de los lienzos performances tragape-rras chonqueros de hojalata raídos huecos ripanzas
Zapppppappppppaaapppppppaaaaaaaaa!
molinos bergantes cerritan la brújula galgárea con referencias a su asturalidad sus pústulas enigmas trascendentes morrales desahu-ciados desde atapuerca ¡con nuestros sojos viguos! mil perdones recatamos
no obviando detalle (y) per-se-verando hacia terraplenes cornisas_ carencias verticales ensartaciones que eclosionan llueven se nos avecinan inés-drújula-premisa (gama de precadáveres tráqueas ungrinas) correginarios amantes y
una raspa celeste que aún mantiene el estertor de su conciencia sin-ciencia ¡Extraordinario! aunque la presunción se dejase intimidar cuando todos lo intere-sábamos adormilado o casi muerto
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ipsofacto-ahora álgebra vigente aujourd’hui (—antes de que lo re-tiren lo extraditen lo detengan— refrendaremos el manifesto del arte en la llaga de su nascimento) cuanto más así nos duele
PRERROGATIVAS SIN POSDATA DE UNA NUMEROLOGÍA CUALICUÁNTICA SINCENTEque las captura alzando el rifle a los ojos del triágulo circunstancia indomaria tiroidal fluctuante que las hace empañar de interpuestosy accesorioslanzándolos indiscriminalmente desde los aviones alevines niños solteros desnudas vírgenes preñadas barriguitas sucias / habeas corpusgigantesca ubre plástica su-mergidaamalgamaflorilegio del planeta en sus tarantas
y la luz agonizando ante la franqueza de esta fatasmal arquitectu-ra
[ ]
sucederá que luego el arte aullará en el fondo descarnado del misterio será llamado a consultas el pincel no podrá explicar nada la gubia la tarlatanapintará furibundas ansias vagando erráticas como las caramas del desierto por las planchas de zincbúfalas muertas
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vientos quebrantes en las cloromas de la sedaagua-cuajada el skyline vencido flor que mide el cuerpo (cada cuerpo) con esta burlamaldita
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es la hora que nos da el diávolo oscilante sobre el trapecio con sus hemisferios vacíos
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RAPIA BLANCAofuscación incisaparadigma arcolanzamiento
en todo ser (trunco mnemoterno finiquitado) acecha un lapsus —o acaso un exhibido protuberante— plusfarándula tal vez o talanera y en cuya actualidad se desaverigua curvándose al inicuo o desmesura ardiente y asimórfica sin contrahabilidad despreciada en las curdas de un injusto promedial_
en los límites de la civilidad los otorrinos y otros ácaros nos operan la salsa para evitar que nuestras cerebérrimas dunas desborden senti-mentales excrecencias psicosociales
sulfúranse al cabo pluscuanfiniformes ad libitum coligiendo teli-llas salmodiadas con brochazos incómodos y buriles
experiméntanse al cabo armonizaciones hembrimórficas (no siempre conjuntivas)
así como inversos convinieran sus miembros en tales espacios de condición insaciable con la agregada rabia inconfesa de sus calaveras
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Y adentrándonos en su jurisdicción se nos inclina esta primordial quinésica que entera asumimos
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suspendidos casi todos nuestros débitos punibles
en una gran ceremonia de castigo antes de repartir los dividendos y sufrir el dolor de la posesión
leguleyos batraciosrifas cuchufleraslibro mayor asientos tenedoresibex 35 (más o menos)talabarteros ricos y primados/(final o tope de sextercio corregido en fa do acordessemovientesy olvidados)
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LAS HOJAS ÍNTIMAS DE MARGARITAPinté los ciervos (eran casi seis) pero los perros enteros se crecían. Inten-taré desnombrarlos para evitar su profusión cromática; sus dentelladas se hacían sentir en el brazo del pintor y así se acepta
...me ladraba la radio me rabió la sombra del pincho me mugió la cahua
de tal guisa todo lo antedicho lo tendí de espaldas sobre el lienzo elaboré los pigmentos esbocé la caja desde el prólogo hasta la rú-brica de punta a cabo y de cabo a rabo diente lengua tendón ferocidad raíz de la boca
en todo momento y modo quemaba su fulgor gravitaba su ensaña-miento irritaba su ferviente gruñido desgarrador —detrás, antece-sor y efímero (por el cuello de su trompeta)—
ahora podría elevarlo todo ardiéndolo en sus patrañas y añadir horcas inciertas y el desdén de otras categorías o colgarles roncos acervos en la inquinosa estela deslumbres erógenos indeseable-mente desurgidos
y orientarlos a su tangencialidad lúbrica trabarlos en su fenome-nología dolosa incluso descollarlos en su ingrimitud arremetien-
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do denodadamente contra su idolatría integraría las asonancias del destino siempre bajo su-puesta fe y voluntad en un contrapun-tismo aciago (de rotos timbales)
escanciando los despojos desde la sedienta sed que altera los eclipses y pulso en sincopado crestal se acelera la histeria de los chacales
y la devoración humillante de los nominados en la convención de la estirpe:
1.sabed que un ridículo bufón auspiciado por homónimos gentiles puede apretar el botón y convertirnos en-definitiva amorfa plasti-cidad abnegada
II.sabed que las aspas —girando con furor— pueden llegar a fundir-se con el cieloy agotar el santo y seña de la virtualidad y destrozar las turbinas/ un festín para las hienas de ideología indiferenciada
III.sabed que tiempo después —a las puertas del museo— los coadju-tores del distrito fueron diezmados_ expirando entre horribles aullidos endulzaron con su sangre el enorme lienzo en la contrametáfora final/el cobrizo dolor del panorama los ayudaba sin resistencia_
y la suerte del ojo en el mismo pigmento iría desapareciendo bajo las astas incendiarias
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//la ceniza resbalaba por el cráneo de la luna y las dunas —ciertamente muertas— se movían como túnicas abandonadas
POSDATAantes de cerrar el cuadro para siempre quise dejar constancia de la mordacidad de mis pinceles y de mi saludable intransigencia
contra el cuerpo plural extendido deslicé mis nudillos ensangren-tados y esbocé sobre aquella triza moribunda todo lo que hube aprendido de aquel martirio
¡rézalo ahora!
antes de que comiencen las lluvias y se rindan los cocoteros
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DESAPARECERÁ TAN FUGAZ COMO SE COMPRENDAGaudium volucre instancias mechas rabos de tiempo que lo prenderán dinámico inmutable perenne disperso ardiendo entre las bocas
todo discurso es un cabo que no acaba una cuerda una corriente a-cordada cordura que a la vez te anuda te salva con-versas aunque no hables con ella te estrangula
toda cordura arrecia en viento boga convicción prevé o implica que lo ha de referir conlleva frontera entre verdad y quiebra
explayente desde su interior in-cordura previsible in-sólita zaheri-dora si acaso terciare o dulzor excluyente dispar inverso graváme-nes esenciales y accesorios
preconstituido limítrofe cromático inveraz apofántico (siempre se busca su derrama plural) temblorante en su agonía (like shelf ’s tro-phy) ex conjunctis argumenta ducere y consecuentemente las sartes hilas letras
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integrados en su nómina actores hermeneutas globoedros agüeros malarrabias y otros compelidos a la ensombricie turbial: su brevia-tura nígera la fachada a cordón su apuesta abrapta
ni alejados de sospechosas propensiones como crear la identidad esférica de su espectro y dejárnosla imputada declarado invierno canción ofuscada prima-donna emitiendo herida sin fe esa rapso-dia todo discurso pre-viene deroga abusa ingrima vira preso absuelto de su control
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EN UN FINAL divertiría el repudio femoral del aoristo la pubertad del subjuntivo nuvio plectrum argamasa constrictiva (así valieran todos; el mismo en cada una de sus suertes: el mundo como los tantos agujeros de una flauta en toda su extensión; agujeros ne-bros: la música activamente omitida)
U OTRO: magra másc’ra ni por cuyo asentimiento legal la con-gregación —ahorrándose la abyecta proturbiedad amanuense— adquirieran dominio y usufructo hasta ingrimarlos en la turba confesional que en su catálogo declinan (tablaturas de inútil sal-vamento)
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CÓRNEA DÚBITASinfracto perceptivo que entra por ojoy atora las orejas
mezzo-abductores esquerzos mal tiznados de sugrelos en la frida_ pellizcazos pentateucoslínea tímpano contracta_ que por sus cejas ab-lutivas desgarrablablablá blablablá tangencias...
bruñida al bastanteo cremalleral sintagma y feoy quienquiera que replique reviéntanle la caraña
compro-misarios carcelarios butaneros cortadillos medianos en-terosla cumbia los determina
dejar constancia_ queremos de tan cromático cinismo:eredictarias ventajas_ incluyéndose el precepto “que busca la glo-ria vana”más derogatorias, consunción_y panegírico propenso: nunca vense presos
además de vistobueno rúbrica razón mesanay obligado consentimiento de cuaderna
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equitación en bronca de los arqueos asientos reclinados libro ma-yor y mengua de balances e inventarios versos decomisados y quemados sin dilación
apremiamos por ello transfinición de sus consignas y pues cabría diligenciarlas nel su(o) órdine sumario
del suopropio sabemos que accedió a la magistratura atravesando los turbos del metano que llegó a la tolvera provisto de anvís regla-mentario y que logró ceñirse a la guantera del Magnífico donde colocó el recado
atracado de eviedad en su gramel de cuatro palos navegó hasta que lo envolviera la luna en su vómito blanco
/no importa que se queme ¡quéme-la! y redúzcala a su ígneo influjo
y ni caso si tal vez elloantes de apagarlo
le perteneciera
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URBANOPÓSTUMO DESBARAJUSTEexcesivo o deficitario pero concurrido: como si todos siguieran en el juegovivos, disueltos o enterrados
de una punta a la otra la ciudad procesiona sus cadáveres (unos más otros meros deficitarios)
adláteres gimientes sostienen un rictus preventivo intimidando al resto de sus adversarios sin disponer apenas de un minúsculo amago perentorio
que fuese, toda vez, inferido e innecesario pues aconteciera una ecuánime incursión en vuelo rasante sobre sus cabezas (“sobrevue-la la opinión de aquéllos que murieron”)
espuela carrillón y una vulgar corazonada —especie de inquie-tud que al aire duele— pronúnciase en las cosas de ese quebradizo pensar (pesar acaso) el hambre (del mundo) de los muertos
en el jardín del occiso cintas trabadas encuentran la moratoria torsos estatuales papelillos rojos grimados susurros hurtados a los raigones del mármol sujetos con tirantes floreados rómulos soban-do los donetes trini lópez conchando su guitarra contra el rigor de esos vertederos humanos
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sotas postulantes lo acompañan reyes damas y caballosel crudo orbitano flotando en el estanque galáctico
avivándose el rescoldo al pie de las rencillas de verosímil conce-sión
incólume in acto el ojo blanco de los algodonales
y en rimios secularmente oprimidos se disuelven en la carcoma quedando a la cuerda principal enroscada su culebrilla semántica costrosa a punto de abandonar su camisa
la mar se llesa se mal aña y surca como un barquito de papel les enfants de la bastille las sagras de las entrañas tomando un chato en rentería
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COLUMNAS DESMORONADASDOLOSAS AUSENCIAS relentes nocturnos y chancros parricientes
érase una vez vez de un pez un nunmolite lumbrilla nacárea una cresta de lata crónica infra-trén confirma un hueco eso/así me que-da este domingo mi hombro es una estación de esquíapagada las sillas están quietas colgados los pies en el vacío
rompo los periódicos mezquinos y nervales algo sobre mi cubo acontece re-leo en el asa un desembargo Anso izando la bande-ra multicolores sus labios pronuncian confusamente las algas que abandona la resaca cambiándolas con-tinuamente de playa
las onomásticas conjuran detracciones del horno retrorrisas del poblado paulativos del díximo cartel lambradas las rotativas artu-ro pomal el niño de parauta: tributarios guillermina mota en primera plana la estampa de los fragoneros hollinados en sucias tirantas vagones fantasmales el caso de nunca el ya la tarde en bouganvillas impacientes hojas del lunes perdiendo longevidad hasta escanciarse en la quimbra del quiosco sin caspio grave (ahí sigue hoy desde aquel día esa cifra maloliente)
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en el espigón de poniente merma el secadero con las últimas aren-cas silogísmicas la corrida nacional el gol de puskas los secantes del jolgorio himnos y tragardeos endémico-parroquiales
el cimbrete de las bombonas de butano afinadas contra el paladar lejano de los cencerros por el prao
las raneras de zinc ocupando entera la callelas plataneras martirizadas con monedas de cobre de curso legal antaño
y Nada girando en su bolero por este mar de mi cabeza
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FRONTERIZOS DE LA BURLAdurante todos los inviernos hemos aprendido
que un sinfín de inverosímiles se arrastra por los tejados ondulan-do sus coeficientes cual adorantes angustias de sus tejas sin recato ¡arrogativos! ¡fantasmales!cosilando las brojas mordidas en la temblorosa magia de la lluvia (je t’aime moi non plus) a pesar de todo yo te amo te adoro te obe-dezco¡con perfidia! ¡con dolor y fango! y que cuando el vaho los debilita su consistencia apela al cansan-cio o al derribo de la conclusión¡sus íntimos hermanos una y mil veces te lo juran!o cuando improbables los adverbios la rechazan ateridos en su ig-norancia de aquella luz tan ostentosa¡sudorosa idolatría!y escapan absortos disparatando sus berridos como si fuesen ver-sos que rimasen con sus concernientes petulancias (agentes solapados a plena luz del día no te dejan meter el pie ni remedi-tar siquiera la aurícula) como si eyacularan la primera vez en la carne impúber de la lite-raturalos salmos fosilizados se resuelven en virantes espinas del gran ro-sal ¡una biznaga!
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y activan su fuego los sacrotermos liberando los élitros prendidos en sus plegariaslas mudas habladurías de las otras santateresitas se traban con la bisoñez de los girinos postulantes retóricos sandiocardios de sanguijuelas y aguas estancadasy una multiforme y polícroma inundación flota amortiguada sobre nuestros sueños —aún— infantiles
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BINODIO CURVO
Mo se per-seguía como si un cable lo arrastrara desde el fondo de un pantano no era caminar desde donde salía sólo seguir-se con-secutivo tras-pasar los días con un intenso sentimiento recti-líneo: extraditario enjaque per se como su longitud herida de an-taños lo su-gería
sobrecruzando erecto en raso y oblicuo las paroplias ni su sombra temblaba sin nunca agotar enteras las meninges
su propia espalda selférica empujábase a sí misma y firme desde delante como si lanza clavada buscara retroceder en el binodio curvo de la incurva
caminante en pie prosecutivo de la cuya nervia instintiva se abdu-cía
agón central instaba insuperable acoso secuencial mientras lo eje-cutaba y lo prometía
surtiendo dispares afectos ad derivium
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renuentes foscas catenarias sin sujección ni saña al suerte
dobliuteradas in omniam ecos álbures que al proseguir lo transi-taran
una tras-ola fron-teriza de su nuca la verriga sedienta de sus óculos
voladuras de zen
hurtos
espiros
/ latitud lotusse rebook singapoore /
mientras transeúntes erraban equalis mondrian su píngula novia lloraba hilométrica e ignorada
una nube lontana culebraba across the verycuencias
y mascaba la pueril inocencia del guión hacia ninguno que lo pi-diese
y no habría beso ni escabrosa carnalidad sólo un relinchocrepitante
y abierto el ataúd de los aplausos
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ULTRARRABIAS Y CUITAS DE LA TIZAtiziana picture
éranse así dos plurales embr(i)agados
los soportales rompían los estragos de la propagación heliofinta los critales de las aulas ardían como ripiosos calvarios
la pared externa de la iglesia figurábase un frontón de promesas refractarias desde las meninges de la barbería y los dieciséis bare-cillos cariacongojados
pozos sinfónicos mirindas guirigayas
en sus orillas cuaternarias bregaban los chiquillos dibujando ca-rros de tiza para jugar al tres en raya sin soliviantar a los santos piritosos
desguazados y en el mar casi disueltos aguardaban trescientos na-nogenarios veredicto:
desargolados de perianas griañas bujalance conductores bizcos carrumados terraplenes pater álbero de mentes terciopeladas en vitrinas
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clasificados los tantos por flequillos y complejos homologados se-gún cogorza paternina
protoandaluces navajos y maltrechos y un sinfín de esmirriados de lejanas alcarrias onomatopéyicas
amén de algún tercián premítico proclive a la dación de obsoletos mamporros ceñidos a calenda improvisada, pusilánimes maricas y una extensa gama de ascendencia fistrogoda
los creíamos oriundos de una misma comarca virginiana o indus-tria pontifical obleas de petinto donde les recortaban las orejas y los celibataban de por vida
allí se inventó el márquetin kelaprén antro-barelli con instructivos juegos de menages para extraviados de hipoterra barridos hasta el zirconio en toda vecindad
y plegarias que rolaban crudas con un significado tan perfecto que ya nacían felizmente muertas
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CON LA CULATA DE SU PENSAMIENTOtarascada quickly y retroceso del disparo
enseñadle en señal de gloria la espina toda una corona morir cues-ta (de aquello por lo que se ha de proclamar un juicio de ordalía un acto vengativo propagar un precio exponer integralmente su cuerpo)
enseñadle la esquina del retorno el daño escorado del látigo de la espina (en sentido preciso extensoprocesionario)
enseñadle obvias razones de vuestra controversia (tanasia conse-cuente)
enseñadle duelos sin espinas abordando la espalda de su pradera adictiva ¡descorred la cremallera! aceptad toda su corporatividad encausada (fiel amante fogosa heroína)
mirad sus horas líquidas cayendo por las vidrieras (mel-ancólica-mente ávidas de tu lengua)
mel-ancólicamente ávidas de tu pene y de tus lágrimas
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viajando del no ser absoluto hasta el abatimientotu nave encallada en su temblory amagados ambos sin la luz en las tiras cómicasde tu sueño
[ ]
enseñadle el duelo por su honor la culata de su pensamiento_
todo daño revertirárevertirá contra vuestra devoción incluso
antes de efectuar ‘el disparo’
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PREGÓN EN LO MÁS PROFUNDO DELINVIERNOmaterial plantígrado
tras la verja se percibe la resignación_ como si la argamasa respira-ra todavía su desconsuelo
la conca disemina los sueños de las talofitas la pared funde remujes y dolor donde los labios mordieron la cuadrima y ojos que nutren de inquietud la rafia estrecha del cautiverio
se despelleja la noche hasta donde prescriben sus sombras abolla-das: sobre su cima hiriente blascos de pulsión auguran o devienen lanzas aherrojadas
en una esquirla del tiempo encontramos ensartado este papel duele muchísimo su yerro el frío muge denso y agrio en cárminas arteras
bruillantes efes calcinan el pomposo drigue enfitéutico
bigas ciegas arrastran los despojos por todo el circuito veraniego
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todas se describen mencionando la fuente —enconada sin serif— y en su propia modulación gritan los ecos de las valijas a punto de reventar en el âprit de la victoria
¡eooooeeeeeeeeeeeooooooooooooooooooo,
todas saltan la palestra (y la campiña abierta de braganza)en tangas de colibrí:
frémulas antiguas de la modorra epacente_ aburrimento plexis y ambistonías asiladas convergen ininterrumpidamente con sus lo-vin’s dejando la sensación de que todo se ha borrado antes de suceder
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TEMPORAL BERGSONIANO indagando su raíz inversaaunque enciso réquiem(twist in progress)
sumisos regresamos a la irrealidad sedicente de la tarde (persistente constancia de nuestra primera y última verdad)
debajo de las barcas atoradas de la risa se cobijan afilados estam-bres de huidizas devociones_ (tales y cuales)
mecidos en tal procesión creemos recuperar parte de lo que perdi-mos (briznas adherentes que pudieran pertenecer al curval retórico de lo que otrora fuimos)
mientras pendulan nuestras cabezas en la cuerda donde el sol pugna con las sombras de su fuego (su condición está e incide en ello)
y estalla la flor de la medusa roída en truculentos azafranes ape-lando a la supuesta libertad geodinámica (que sin necesidad subraya)
infinitos fríos la surcan hiriendo la transparencia de los cañavera-les (esquejes desgreñados de la tensión rítmica del tiempo, confundido habitualmente con el insomnio eólico)
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canta la autopsia sideral al émbolo de los saucejos destilando sue-ños atolondrados: una extensa mancha de aves querellantes se di-buja fuera de la conmoción abúlica de las balizas acuchilladas por el afilado grito del ferrocarril (explicaríamos que se trata de nuestra biblioteca personal violentamente desfoliada)
liberados del desdén ortofónico de este pasaje avanzamos contra la tersa convexidad de su angustioso ritmo: un largo estallido blan-co se ofrece como ilustración a tamaño ejercicio de sinceridad y pureza
lo único que es nuestro si así fuera [ ]
(y así lo tradujeron; con tanta inelitencia que desbordaría nuestra capa-cidad pulmonar si lo intentásemos)
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COMO SI LOS EJES LE TEMBLARAN EN LAASIMETRÍA DE LOS HOMBROSinventario de un cronopio insumiso
sobre el techo de la carpa oscila la sombra del trapecio atravesán-dole los ojos como la brecha de un antifaz
a ras del límite en la cumbre de su piel se trasparenta la luna la carpa ha sucumbido a su turbio tacto las antorchas bailan trasla-dando al fondo el desliz de su compasiva silueta
los triples-saltos se subyugan a la fuerza del temor(que se anticipa siempre a lo que pudiera ocurrir_ y que suele precipi-tarlo o acaso lo multiplica)
entre ambas manos una paloma queda atrapada (en) ese hueco preciso que inventa y modela la parafina (antes de nacer quiebra su vuelo) un aura contrayente la medida de su disposición premental apsicológica ante el impronunciable abismo
/
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en sus pupilas arrumian guarismos desproporcionados para la in-gravidez de un astronauta (o por su antonomasia)
el polo ártico se deshiela la amazonia regurgita un incendio coral arrasa la vía láctea la tierra es una bola de fuego que intimida al universo el partenon ha sido esmaltado con acebullán de caramelo y trillo-nes de lenguaraces lo decodifican hasta la ridiculez tripense
¿cuánto tardará el tiempo en alcanzarlo en concretarlo en ópera sublime?
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REVELACIÓN DE UN INSTANTE INFINITO (todos en sí los son y en sí lo ignoran)frisando el viento de calma ultraluz y estancoy agotados todos los lienzos que le hacían referenciapero nunca supo entrar sin conocer si su nombre era el apropiado
en el intermodal carromato la troupe bicheó legajos del santoral y nóminas de oficio, documentales en cirílico galés y monitores de radio tibetanos, una enorme auscultura discográfica aramendial con flechas arquimediantes que flotaban: retior decca torresures garfias films y enseres torsionados desde los talones reclamados el sesgo coyuntural y la plomada
y a ello se aprestaron con precipitada e incontenible devoción la estirpe más inductiva para estabular el ratio
más tarde aceptando su mengua física abjuraron de apriorismos y embrolladas liturgias (como era su costumbre) y sellaron el acuer-do besando con vehemencia sus dedos cruzados y soplando mi-lagreramente en el espacio aéreo como sobre dos finas hojas que cuesta separar
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no obstante en el improbatorio se le diagnosticó declimencia pri-vativa de la luz sin que urgiera precisar in situ un grado ostentato-rio de la sombra (aunque providasen señales de los mundos que desaparecían mientras otros los suplantaban)
[ ]
inspiró palmó el rictus de concreto giró el cuello y el último axio-ma del presentador en ciernes le arrasó la garganta
arrastrado inercialmente por los álfiros languideció y continuó colgado cabizbajo como un murciélago hibernante
orillado en la equilibrada inquietud de aquel vacío (invertido él o invertido el mundo: in-vernal, aletargado y frío) ambas gravedades se concitaron en su cerebro y desde allí caerían resbalando hasta su frente
todo resultaba intraducible
volteó los entrópicos del oleaje que azotaba con lubricidad los ten-sos aspones de la carpa (eros gónico en trance)
decrecendo mortis amatorio en blusas reversas y asépticas flores hawayanas des-leyeron los anuncios llam(e)antes en las carteleras reglados firmamentos heridos pliegos galácticos de asumidos im-properios estrictos órbicos... sobre la pista central del price (pro-verbialmente ruso o americano)
los aplausos quedaron ensordecidos por la lluvia que en su memo-ria persistía desde que abandonó las rigas de tomelloso los mengues que danzaban en su cabeza inquietaron sin embargo
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a los oseznos que relinchaban como carvallos aunque no fueran de su misma condiciónnunca se supo si saltó o si ya estaba precipitado
devolvió el látigo a la pared se olvidó de su nombre y comenzó a desnudarse y sin llegar a quitarse los calcetines entró en la jaula y despertó a los tigres que encendieron sus tristes ojos del exilio/y así quedó emancipado
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UN ARBUSTO DE MIMOSAS EL CEREBROjust do it!
hopalong cassidy (...) proanuncista agónico gnoso-querellante traspasaba los incómodos diagramas con su estréptica ampulifor-me saltando los fotogramas de corrido
cabalgando sobre gruñas de opilama había quebrado sus mar-cas culturales sobre un alhamel blanco con manchas marrones flotaba en el viento portando con alacridad su mensaje (tal vez él mismo) constricto en pos de indefectibles solidarquías furi-bundas
recodaba ingraves abismos escalando hasta las ramas más altas para alcanzar aquel vertigimente fruto (vivo o muerto obtuvo la recompensa)
a galope por el cauce desgarrábase in-extenso con las púas del ba-yado kursal
en tal caótico retablo mezclose en la avalancha y lastimada su gru-pa caía despil-farrado al desfiladero
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los bronces replicaban intensamente castigados por zafios badajos y antes de aceptar la salvación perdió el espejismo la fusta el cons-tipado furor y las espuelas...
en su ostracismo ancilar ya no le dolían las lanzas caladas en el cuero ni el clorín le quemaba de aquel daguerroto marfileño con fechorías por escrutar
y con un rotundo beso en el cristal prometió que algún día habría de vindicarla
con enfermizo y radical afecto trocó su natural filantropía por el énfasis agrial de su transvaloración en los idiomas de sus enemi-gos —siempre victoriosos— y amigos amortajados
y con los brazos partidos las piernas amputadas el bareén asmáti-co nadó sin saber dónde estaría su cabeza opacamente la corriente lo miraba sin comprender su flema mas claudicante finalmente al testamento
en tal recuerdo quiso ser benigno ya que así lo exigía el estricto ri-gor de su naturaleza y aceptó in extremis la generosa oportunidad de una rama vencida
medrante la música acarició su cuello sin saber dónde se encon-traba
sin aguardar el desenlace el realizador introdujo su nombre en franja diferida mientras los créditos descendían como una catarata por sus fenecientes ojos
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ESTÁ AQUÍ AUNQUE PAREZCA QUE ESTÁ ALLÍa veces es armoniosa a veces sus ojos últimos recuerdan los primeros ojos su sabiduría cierra y expande nuestro mundo
eufórica marea clavada pulpa xeroftálmica terca verrea aquistrada íngrima destella ventisca rusca gran boutade
máter castra áltera definidora / íntima cumbre / tercia (dentro y fuera) / hábilmente fiel y veraz repta (como el verso-lombriz de un amante) /
inmensurable ciega arrogante póstuma y primera
amnerial diomítica cómbica pleúrica
delirante flexial
índice re-nombra milsurte permea
desmembra torna abregante mísera
ronca-versa
333
y cuanto al estilo redime su rabia el distrito filológico por su pre-tensión de hacerse ecsacto decide asaltar sus tancias (alma alarma almamórfosis) que resuena hasta desdecir desnombrar su elástica inelasticidad morálgica (pues sin terminar de arrancar —sin celo ni negación— todo acaba)
[ ]
los ojos amplifican el ceroverbo de su letanía
en la oscuridad el artista la libera (hominis homine cárcava): ella (la santa creatividad) besa la punta aguda de su pincel y así lo res-cata
desde el ojo del dragón la tinta brama hermosamente horripilante avec mont blanc subyuguétodo lo que resultara inconcreto se interpreta in moffa e si adhiere certo e inutile
[ ] junto a la trepidez marmórea la obra —íntegramente exnovata— retrata la pugna en su más alta fidelidad
la verdad convicta tras su máscaralos presupuestos de la conferida dialéctica (científica o artesanal) todo lo que se había trazado y compendiadolas cotillas fractales de la inmersión el trivium optimario y el cua-drumántico obstreto
todo secretamente guardado en este cajón que cada cual (se) llevará consigo
334
AROS PALIATIVOS DELADVIENTOOdobenus rosmarus odobenus divergens (aunque ocurriese por toda nuestra vecindady nuestros ojos apagados lo diviesen)
al briche de la grúa bailaban marcando en travel-swing su propio desconsuelo e izándola con pulcritud la jaula escorruma pus sobre las cabezas
instalaron cubípodos de gélida emulación cuyas evicias enumera-tivas castraban a los concernidos por su nula apariencia
con altísima profesionalidad y potentes codas entonaron un bra-midario que alcanzó hasta el jarape velazqueño de las quince mil viudas (aunque quemadas no todas santas)
confundidos en un mismo arquetipo oriundos de mieres y ampu-rias ocuparon la fila once veintitantos parroquianos que habían velado sus entradas desde la reventa del viernes: después se supo que algunos procedían —ya sulfatados— de la horta murciana
antes de la función ajustaron sus cronopios en estricto farenhait con otros relevantes de su conocida gloria y aunque aceptaron el trato vejatorio todo se les propició inviable dado que su essere ra-
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cional dispone de escasos paliativos, sobre todo porque carecen de auténtica capacidad para el relato (como bien aduciesen sus disua-sivos cónyuges)
sin ingrimar dudas sexistas ni existenciales se advirtiese la pura tramitación de sus seculares migrañas hasta ahora muy mal cla-sificadas
identificando en sus breves gruñidos la típica fricalidad adriática a la par de sus gritos hoscopalenosos tras arrancarles en vilo su brillantínea piel
los infamados machos nájanse al pairo obviando la perentoria funcionalidad de sus colmillos saciados ellos con un caplús de su-culentos caramales
previamente los allegados aplican con sus mazos periciales su ex-cedente propedéutica
timbres melódicos quedan prestos en el ataúd de las editoriales:
DISCENDO PRIUSQUE DIFAMANTE Y FIN DEL OPUSITORIO(que subraya el tenor de la paliza y los fallidos intentos disuasorios)
[pre-nociones oprobias quedaron indexadas al soborno por los consignatarios
[muy tangencialmente se aludió a la concurrida E-55
[gaudio mensus paralelo con leves toques de suatronic
[y una escoaterida insinuación entre sus dientes morfológicos
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SCORES DISTRIBUTIVOSfukuyamas y deleuzes ipsofactos
sobre rastrales gritos y arbotantes se alzaban los andamiajes_ gar-fios peraltes aros votivos y herramientas_ rezos y cánticos deroga-torios ensamblados a la escena con varietales tipológicas palíndro-mos y anacolutos crecidos de la perseverancia de las llamas y su furor instintivo (podía percibirse desde cualquier lugar del mun-do) aunque no todos hubiésemos tenido constancia plena
la nave incendiada continuó sin control su travesía
el censo familiar tardoinsumiso prefirió colaborar antes que aho-garse_ en los interrogatorios van seguidos por edades y destrezas y han convenido un maillot púrpura para el ganador y rejones de cortesía para sus más íntimos agravios
si efectivos fueron los recelos (excesivamente lapidarios) más lo fue su incomprensión con la propuesta pues los más ínfimos frag-mentos de su cuerpos (dedos, labios, cefaleas) ya inteligían la cau-sa y los modos de aquel comportamiento
los delataba la coherencia de sus congénitos fracasos el modus operandi del éxodo la maldición el rechazo supeditado siempre al
337
aguijón de la filmografía triunfantiva y que el móvil no disintiera del arte instanciado por la propia vida co-ordenada y abscisa y no en su apócrifa y falsificada representación lujuriosa
las pesquisas gubernamentales provocaron un flash-back que los entristeció desde la porfía adyacente quedando verazmente cerce-nados y fuera de toda circunscripción / por ello debajo de esta cita nos dan su pésame
[ ]
en el transbordador estibaron los cadáveres circunflejos, y se cons-tató que ninguno difería en la mera distancia sino ciegos e insol-ventes (así no ellas, demudadas y agrias desde el amanecer en sus constatadas porfías contra las olas)
se asemejaban por tanto en la disposición del cuerpo, concavado al expingo intenso de la proyección: mutante en retroceso y back ground de los créditos sin prerrogativas de sus diversas nacionali-dades
siendo aconsejable medial concursiva y pasaporte una foto con bergamio cifrado y los niños que arrastraban con polillas riposas en los ojos de tanto mirar sin ver y comprendiendo que jamás los verían porque son inverosímiles
338
LO QUE EL ACRÓBATA SIENTE EN SU INTERIORY AÚN SU SALIVA NO DELATAun grupo de lectores acromatósicos observa en acomodo de rampas y por-terías la coincidencia de aquellos puntos instantáneos
por el cielo corvillean arales compungidos y polankas de verde semen admitiendo eyaculatoria sideral conminatorio teúrgico de triples con denostado final sombras de pistrus alevosos y colibríes espingos
por el suelo las entradas rotas a pedazos y colillas defectivas a pe-sar del estragado cartel
surcan extinguidos los virantes rabelarios
e imploran sus almas absorbidas por los desparramados puntos de fuga (blues singer octopus testarazos)
[para la ilustración que sobrevuela: cabriolas recortadas sobre la spontex amarilla
ahora vemos que todo el asilero inspirativo fuese inútil que obis-pos y boteros trasladaron el suplicatorio al máspero induvial de la hecatombe
339
y se supo luego que nunca el dilema llegó a promulgarse
[ ]
sus fintas doctrinarias se expandieron certeras al frágil lenticlaro del trapecio
¡una maldita extrañeza! cuando un mascordo craguellán golpeó el tabique desnudo de su cráneo
de tal manera que el tedio se extendió por el renglón paralelo de su alma evidenciando su infinita imparidad
lo que quedó —finalmente— fue el bochorno de sus pómulos y una exonerada escalinata de sangre
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ULTIMES LEDS Y YERROS EX-CITADOSlógica escremenstruación de las razonesy los tiempos (de los Estados: líquidos, flagrantes y dañosos)
alimentan las fábricas su cauce de orín cobrizo las chimeneas bor-botean cánticos errosivos en un cuadro pequinés embalsamado el proscopio se atraganta curioseando la perentoria devoción de aquellos bulevares (en el papel gritan rojos y verdes guacamayos que a duras penas escaparon de los tórculos odiosos)
vemos diluirse la ribera y el talud en lontananza (y) allí abrazamos su descuartizamiento tórrido y mortal
compasivos asumimos el aplomo con que la tarde se invierte en la solimación de los rayos al justo nivel del mar (en su altitud más altanera) / abanicos inquietos que perecen ante los reflejos mucho más tecnológicos de las factorías mecidas al poniente (ce-den las contraventanas los esterones de esparto la osteoporosis de la piedra los postigos balbucientes los cristales en todos sus participios)
y la heblilla temblorosa de algún contraalmirante o prelado enfla-quecido por la escasez de poemas adecuados como fuera su im-probable detección en un fragmento de silencio sin poder excusar
341
el brillo institucional de su fatiga estamentaria en cada uno de los escalafones de aquel supraportal tomado por las rimas y las ratas
el firmamento entero se estremece escudriñado por elípticas ra-zones
¿quién existe para quién en el interior de qué cabeza?
¿podríamos celebrar la generosidad de una amenaza? ¿...que hayamos de morir para alcanzar una nueva vida? ¿...atravesar el dolor, la sangre, ese túnel de miel negra?
¿tanta luminiscencia permite esa oscuridad?/frente a esta tenaz razón (se) apetece conjurar la lluvia toda de la historia y sus monzones
¡a pesar!
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AHÍTO SOLO Y CONCLUSIVOpor abajo los pies esperany por encima la cabeza como si le quedara ajena
con su piquillo de pájaro telegrafista el viento hurga en las corimas del trapecio y decapa impregaciones como pétalos asiduos de un largo ciclorama el envolvimiento de la causa se reitera como el estribillo gratuito de su vuelo
andante volante triunfante ¿cuántas veces otrora aves de laxas alas lo merodeaban urgidas de exangüe ceremonial?¿o las suponía y sin más las aceptaba?
sin voluntad la luz otea el órbice que se extiende en la cotinuidad de sus ojos ahora su cuerpo
¿es un ver-bo?
¿de con-dición? ¿de-mudación? ¿auto-chantaje?
no determina si es principio o continuidad necesaria que ni en filo roto hemos de aguardar su torcedura (una vez consu-mada la desazón el abatimiento) una vez más
343
desvelamiento estiramiento de la conciencia de ir hacia allá a costa de lo que seasaltar sin alma sin cuerpo más allá del pensamiento
sostengo que todas sus valijas han sido profanadas (yo soy el ins-tinto de la pértiga) de las consignas tempranas no queda más que residuos zoroespantados y que sin contemplación las promulgan en sus falsos carrillones
cifras que nada significan pero maniatado a ellas (¡sí, era cierto!) el resultado se establece y como condición su música (y así ya: todo rebobinándose hacia atrás)
[ ]
ya no recuerdo si este aserto era parte perimental de su jarabe o se pronuncia como la tos de shumaker tal vez mi oído no lo congruencia, y por eso derrapa en su acendra-dor perimétrico/antes de caer el telón un pájaro piurricó sus inconvenientesy nadie contestó
(tal vez fuera el viento)
344
EMBRIAGUEZ CONCATENADA Y ABRAPTAesplendor de la ciudad, breve luz en la charcutería1
(destilemas inevitables)
la tarde se extiende como una bailarina sobre la balaustrada for-zando la pelvis para mostrar su carnosa lengua sonrosada latiendo como una concha excitada con la pascua del limón
ajena la comitiva se desplaza en sus calesas inaugurando óperas, jalindras olímpicas y desconciertos, primeras piedras del hospicio, imposición de medallas, cuestaciones incongruentes como el río (contrasrrestando así el desfiladero de los compositores agonizan-tes) arrastrando piedras y arrebatando sombricias
y, tras la misa sumisa, los placets carnales
en el axioma terrizo bailamos juntos las prostitutas los barren-deros (soportando la torpeza de los cocheros con sus caballos y capotes) y esos parientes onanistas que cada día sobreviven a un milagro en la bodega adivinando los brazos in-tatuados el chumi-gre entre las nalgas prietas1 Tantos momentos cabría reseñar de insignificantes o atildadas sugerencias, es-tancos y remolinos, altas elocuencias y profundas covachas; toda obra se valora / se interpreta en su inmanencia (con todo lo que ignora su autor) y más allá de lo que expresa.
345
supondríamos manchurrones con ojos transfigurados y zorzales como migajas negras desperdigadas por el cielo y otros efectos de trances y egolasmos que se demorasen para el retrato que se anun-cia
a este propósito ajusto el trípode y encajo en los términos precisos la sedición a la que me invita esta coyuntura
le atiranto los ojos midiéndole el diafragma pero cambia tanto el cielo que produce temblor y perturbación en la canícula
sin pausa me descalzo de mi carpeta y suelto el impermeable se-vero
llueve a pesar de la conga luz y el contundente dolor lo troca emo-cionante
observo toda la pared encaladamente alta como una lujuria blanca en completa exaltación de sus designios verticales
entregado a ello mis espaldas se cubren de una áspera segrencia y en el climen interno me surge este revelado coñac
aunque estoy fuera no soy un disidente puesto que en el ángulo de mis hombros incide el espectro venial de nuestro perseverante mundo
después de tanto prózac aún no desfallezco cuando los cartílagos del obturador me roban su parpadeo anoto que mientras disparo la lluvia limpia mis heridas
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las gárgolas entonan sus reagues de mansos cilandros soltando fi-nalmente una gota de amargura desde su nariz Y DESPUÉS... aunque jamás prejuzgue su diligenciaacaba posando un shufflé de celofán ante una quejumbrosa aun-que sumisa luz inteligente trémula extendida y así me cumplo en lo dispar ¡santa bel-lísima discordia!/con todo fervor confieso voluntad de penetrarla
[ ]
esa imperiosa vibración borra los picotazos de mi alma: su ojo me trasla-da creando voluciones infinitas
SALVAS HERMENÉUTICAS“fusión de horizontes”
No cabe neutralidad, no cabe zozobra; acepta, pues, estainvitación.
351
DE LOS PRE-JUICIOS TRASHUMANTES
I.La observación registra una atmósfera bulbosa y viciada y nubes flippadas con mil coloresLa Feria ha colmado la ciudad. Los barales chirrían al sentir la curva las niñas sollozan de placer en los desnivelesSon frecuentes los trallazos en el cambio de agujas
II.Deíparos litigantes contravienen la descarga de sangre y luz aban-donando a sus creaturas —indivisas, insistentes, secuenciadas—.Diminutos cilindros negros yacen sobre las carnosas membranas2
III.El féretro ha sido cubierto con una bandera blanca bordada con ranas verdes y moradasBrai aguarda frente al pelotón
IV.Se oye la sucesiva revocación de los disparos Con la última deto-nación (que asume los silencios de las precedentes) entra croando Satie2 Excrementación de las transformaciones.
352
V.Lo real estimula un arco perfecto. Lo irreal establece un punto de apoyo: un centro.Basta con calcular su reciprocidad
VI.Tal que ambos desgarran la seda antes del comienzo
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QV?
ni luz ni hálito ni estremecimiento de ramas tan siquiera ni beso ni respiración ni ya más hojas que caigan y se compadezcan
ni almohada mullida ni cobertura de flores ni visillos lamparados un detritus invisible intangibleun territorio devastado sin levedad cristalizadasin el respaldo alienado de su silla
una sombra virgen inmutable_ en el día y en la noche_ una copa vacía
semántica la complexión de su labio inciso desde el nombre al que únicamente respondía la gravilla_ insonoros deslizamientos que ahora lo transitany la escarcha sucinta sobre el cuello y los hombros
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PENSAMIENTOS DE UN TABOURET
he de salir entrar / en mí nada existe / todo estuvo fuera dentro yo pongo ex- traigo —cojo, tuerto— ofrezcolo que me excede (me) falta dudas avanzan en este imperio
a este ello que desaparece me incorporo
per-foro un espacio medioeval —solo un ejemplo—: argumentos taladro en mi córtice y en la costra me pro-pongo una campana gong herradura golpe asesto
355
esta es mi felicidaden el cielo me inicio a torno a tajo a martillazos_
referencias que luego quedarán des-olladas en mi oreja
tabourettetrapus de nogal
introvuelo el espacio y lo barreno íntegro en su mancha
presunciones que configura amansador en su falaz ofrenda
simbólica excreción de un diccionario arrastrado salvajemente por su corazón señales de la zarpa brotes de sangre llagas abiertas de directa connotación
su clamor procede de la caverna más recóndita y no es un lugar ese gemido de la atmósfera, ni el de las arenas, tampoco el de la luz frente a los ojos comprometido está todo el paisaje (no es un lugar)observatorio capturando erráticas semillas
todo se reduce a momentos excluyentes uno sucediendo al otro sin saber cuál es deseo y cuál realidad in-mersa en alguna confusa verdad
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CONTRABALADA DEL FLAUTISTA
Introspectiva broma de luz-peligro des-borda el drúbil labio
El autor invoca la risa elusiva: un complejo de elementos sin rastro perdiendo su complexión plurimétrica
Batallón de atolondrados conminan instancial y múltiples expe-dientes: a nada renuncia su vituperable clamor
En un compendial nosecutivo crónico ambipolente perentorio inubicuado ansional menoscabado_ inherente
fogosa hipenca torsional en la voluntad de las esferas
retibularios apóstatas de burdapropensión a los efectos
axiomático carnal y verbigraciaque al amparo de la luz rodea el mundo en sus-tantivo cardinal
357
y lo descabella justo cuando el tiempo declina
ratas copulantes eructan de placer sobre el campo de las tecnolo-gías
hélices negras se ocultan en las madreviejas para impulsar sus alu-viones
como parte de su conversación aplastados por el briscal en su porca miseria en sus tallos
en su incongruencia
nos hace suponer que todo ello se transmite
aunque la materia no se cree ni se destruya el olor persistirá eter-namente
cuando el frasco abierto en el escenario exhala el hedor de las epístolas podridas las letras putrefactas en su profunda semántica la agüilla de la torpemur los de la primera fila del patio de butacas piensan que el calor les está tergiversando el corazón
en los críspodes de la platea se retuercen los alambiques
el fresco del ábside es un gran mago semibuda con traje negro y payas de judío_ alrededor como un halo hay extendida una baraja con las promisiones de google inditex y carrefour: nuevo tríptico de las Delicias
358
[ ]
Terna Ilustrativa:
1. [andante con cabeza de milonga saltarina y a ésta faltándole una profunda tajada]
2. [al pie de los altares_ un prisma le sale con balido y disfunción de hoces and Hammer (Maxwell’s Silver)
3. [dios ese hongo gigantesco que vimos en Nagashaki sacando el último ignificante de su chistera
359
IGUALES AL MUNDO QUE NOS RODEA
no consigo partir arrancarlo de mi paso
decidir que ahora es otra la cosa aunque se le parezca_ni aun estableciendo la diferencia fundamental la clave
cuál es la pisada dónde puso el paso_me atrapa su perseverancia ese detritus genuinamente patrimo-nial del alma
siempre argüimos lejos de su esponjosa vacuidad de su pregnante inexistencia mas como se recrea adentro se reconvierte en pulsocon su cuerno de cacería
máscara opaca_ hiere transmutante la pleura transcurre dilatando el pectoral la línea de mi corpulencia_ aprisiona la fluidez de las corrientes_ todas las cosas me piensanhabitaculado:
361
TODO GIRA HACIA NINGÚN SITIOSEGÚN ES
como la sed de un lagarto: a la voz responde la enciclopedia: tirita el hilillo en la fisura_ no escapa nunca el esfínter miente
el espacio me supera huyo como las hormigas por entre las bisagras me in-vento
triangulares y silábicas como su estadística ¿a dónde quiero llegar? ¿a qué aspiro?
el ritmo de la ficción es por ello infinitesimal3
noventa y nueve páginas gravitan hacia adentro configurando el gran rosetón adverbial (insonoro y blanco)
lo descubrimos en el silencio antes de ejecutar al mensajero
cierran a negro las pantallas como duras guillotinas
3 El séptimo movimiento es el giro, pero no una dimensión.
ipso facto le cortan el cuello
la sotana de la tarde se atestigua en el alma de la siesta
es riguroso este goteo y también lo es su silencio
COSÍ TUTTO
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EPILOGANSO QUE GRAZNA COMO ELUNIVERSO
el origen del origen fue un gesto que se le escapó a la mano escri-bió tres palabras seguidas —que ya no se recuerdan— una fulgu-ración cromática-estridente se descomprendía en ritmo etimotriz precipitándose como un pollok: liquidándose sin cotación
y cuando quedaba establecida su inocencia su cuello se partía en el cadalso con un graznido tremidal que felizmente inauguraba una torre en su caída
desde aquel loalto alvez lo desdecían con rámpanas de bisturí mientras se resquebrajaba el útero y la carne sinsupiel era la seda estelar que sangraba
metido todo así quedara y de par en par las compuertas
un guermante termo-aprensivo desmadejaba la tinta en puro be-rrido y nos pillaba desnudos de tiempo temperatura temperansia4
4 Una foto completa desde el meteosat nos lo confirma: todos los almarios abier-tos y descajonados, las ropas íntimas esparcidas.
367
no se nos advirtió sentido justo ni tono pertinente ni cauta am-bientación si caía o dubitaba en ascensión el tenor de la reason why pero al bajar resultabas arriba acolgorado por cuitas y migra-ñas y que al celebrarlo gozosamente sufrías y que en todo lo dicho se desdecía deshilándose como un pullóver
y los abregantes ruidos de la autopsia en los entes corpóreosy luego apretar los párpados y escupir
y resultó que en dicha oscuridad habitaba un único rostro poligo-nal con mamurriazos sogratianos y descartes contagiosos y que el desprecio de su global fechoría fue íntegramente subastado por la lengua retráctil que entero nos lo retornó contra los ojos
[ ]
cada verbo era un girasol quemando sus peritonales mientras que en derredor se oía caer la fruta tumefacta aplastándose contra el suelo: el suelo ni el árbol conocían cuál fuera su procedencia
368
¿QUEDA ALGO DEL CREDO? (EN-CUESTA POSDATA)
los supuestos generacionales de la franquicia filozapadores refu-giados bajo el tapiz de las mesas billardas disecados en las costras de las balizas cartesianas escarbados en el pódium mental fenoli-terario alcanzaron más allá del número improbable y aprovecha-ron la oportunidad que les convenía (como una piel prolongada por su propia inercia)
voces que solo tendrán sonido en las cestas de mimbre que reco-gen el pescado (confieso esta afección auricular escamatoria)
o como el canto que despliegan tales inercias: un sinfín de ren-glones utópicamente desborlados una antología catafórica que repliega el confín y lo reduce como los jíbaros comprimen las ca-bezas
sin embargo —como ya hemos confesado— custodiamos este odre de lágrimas de casi todos los manantiales
[ ]
la fiesta continuaría: sostengo una pancreatitis nietzscheana y que el nivel de bromuro no me impidiera una erección interplatenaria
369
capaz de arengar mi panfleto hebdomadario y horacular
[ ]
y tal vez (la) constancia de que no hay red para tantas acrobacias
370
EPÍLOGO DANZANTE: MINUETOen dos actos: Espejo y grifo
en la imagen de un perfecto activo descalabro un trabajo donde la integral existencia la sola música de cualquier minúscula preceptiva nos pudo seducir aceptando como tarea la inextricable revisión (reversión) de su tragedia
eme nos asume destruyendo la perentoriedad de la cuerda y sal-tando sobre los conceptos: danza-espejo / en un ballet de geome-trías mutantes recuperando el agmen caótico
habremos terminado la batalla —vencidos en todo caso—cuando hayamos desatado el último nudo [ ]
mas no habríamos de celebrar la angustia_ ni basta con aceptarla: comenzando por calibrar su propio aspecto...
no dispone de paredes ni de suelo: para saber si está cerrada o abierta tan solo hay que inclinarla5
5 Dentro se esconde lo que llamamos tiempo, (espacio-tiempo), nunca se sabe dónde comienza o acaba.
371
En este escalón quedan sus migajas pringadas de flujos humanos alhorre... meconio...pellejos de la historiapecados contrafactuales de quienes nunca existieron
[ [
372
UNOEn el campus (en el fondo del caspio, en la morralla) veo una ima-gen que se parece a todas las imágenes. Ciertamente me saluda. Me recuerda a mí, a ella, a todos los que conocía, a todos los que desconozco. Una imagen hecha por el viento y por la luz, y por la yerba, y por mis visiones, emociones y recuerdos.
Es una ladera por la que desciende la segunda luz del amanecer (la primera tomó la deriva del mar). Es como si bajara una lenta rueda. La yerba emite gemidos de aquella humanidad que nos precedió.
Ahora ha desaparecido.
Ha sido una pregunta fugaz.
Y una fugaz respuesta.
Ocurrió mientras pulsaba el ENTER.
Los dígitos titubearon.
Los siglos enteros fueron colándose por el sumidero virtual.
377
DOSDebería caber, porque lo busco, un diálogo entre todos.
Querer antes que poder. Amar antes que disponer. Como dice el manifiesto sartreano.
Sin docilidad.
La ética será una cántara de vino.
Si es coherente se confirman las evidencias culpatorias.
Si fueron eliminadas las pruebas: afirmaré que fue primero el hue-vo.
¿Y quién lo puso?
¡El huevero!
TRESVienen de un cierto lugar otras preguntas —dijéramos cervanti-nas—. Y, antes, de un otro. Y así retrocederíamos hasta llegar, tal vez, a la abuela del huevero: la ameba.
Viajando hacia adentro, un lugar te lleva a otro.
Viajar es tropezar.
378
Ver, oír y tropezar.
Jugar con las muñecas concéntricas: un corazón cada vez más pro-fundo. Un infinito que, a su vez, es infinito.
Nada nos es ajeno
CUATRODibujo con el dedo las figuras del mantel las corbatas los trazados concéntricos de las aceras. Todo está aquí dibujado con fervorosi-dad (fervor feroz); esto es, está trazado el Plan desde hace tiempo, y está asumido.
Si uno se sitúa fuera, o en un temblor adyacente (aunque sea mo-mentáneo), entonces no cursará la misma lengua se desentende-rá del diagrama no comprenderá los ritos de esta enfermería la coreografía del quirófano el tráfico de los camilleros la moral del cloroformo.
Se entiende que ha podido sanar.
O titubeas. Sientes vértigos. Te sube la presión arterial.
La pregunta es: ¿tienes voluntad suficiente para afrontarlo? ¿Cuán-to durará tu energía?
La pregunta es: ¿dónde decides estar? (antes de conocerlo)
379
La pregunta es: ¿asumes las consecuencias? (tú solo allí con eso, sin nadie más)
¿Cuál será tu diagnóstico?
CINCOAntonio: “Sospechosa deferencia: las múltiples, diminutas o vas-tas claves del extraño e irrepetible laberinto —del irrecuperable acertijo— no serán posiblemente más que migajas desaparecidas devoradas por carniceras síntesis que terminan por suplantar el indicio expectante por la sumisión o por su aniquilamiento.”
Saura: “Nunca estaremos seguros del proceso de la formación vis-cosa, gradual, acumulativa y amorfa del origen de los signos.”
[ ]
Sin embargo… dentro de nuestro paladar revolotean, insaciándo-nos, interfiriéndonos, desangrando su ignota carencia de origen
Sin embargo… otra vez cambia. Y una vez más. Así es el forcejeo. No responde a principio. Y si lo hubo ahora nada importa
Sin embargo… la impaciencia incendia caballos en estampía
Sin embargo… nada retorna. Mentirán juntando sus bocas como pargos
380
Sin embargo… puertas cerradas, ventanas cerradas, almenas ce-rradas, cielo cerrado
Sin embargo… helos con-cernidos como gusanos arrastrando sus genitales por el barro
Sin embargo… aunque estuviera dicho todo. Todo de nuevo es/sería posible. Reaparecerá el mundo como si nada antes hubiese sucedido
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Las Reglas se han redactado de una manera precisa y deliberada. Usted debería tener en cuenta y entender las siguientes diferen-cias en el uso de la palabra:
Puede = opcionalDebería = recomendaciónDebe = instrucción (penalidad si no se cumple)
Qué Regla se Aplica
Cuál es la DecisiónPara poder dar respuesta a esta pregunta, primero hay que estable-cer los hechos del caso. Para proceder, debería identificarse:Quién está involucradoDónde ocurrió el incidenteCon qué intención se pudo actuarCualquier suceso posterior
Secciones Activas u Ocultas Etiqueta (no necesita mostrarla) Definiciones (cada una en su consideración) Las Reglas (tantas)
Juego de sables Golpes secos Palos múltiples
Búsqueda e identificaciónComo repose Golpear Sustituta Equivocada Detenida
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Lugar ignotoImpedimentos sueltosObstrucciones Condiciones Anormales Arenas movedizas cielos inquietos Seís-mosGlaciaresObstáculos de Agua Cataratas TsunamisFuera de LímitesProvisional
El ComitéDisputas y Decisiones
En caso de dudas el tiempo no contará hasta alcanzar el jueves siguiente—sin antecesión— y luego será mixto hasta desaparecer
Glosario corregido Bunker: be u ene ka e erre Punto cercano al alivio ExtremanciaHilermenioWatsonConminatorias
ProcedimientosReclamacionesDe cómo informar al Comité en los casos de merosto, incluso cuando se considera haber tenido idéntico resultado.De ahí la llamada ‘concomitancia’
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UTENSILIOS Y PERICIAS
Para este arsenal de filotropos hemos utilizado un sinfín de arti-lugios; de entre ellos: 25 sueños, 16 piruetas, pétalos otros tantos, series de vademécum, 3 semovientes, 6 prístinos, 4 pulpas, sendos preteridos en cifra igual, 3 meniscos, 23 arcos, algunos horarios de trenes o derivos, 6 intersticios, hasta 3 nunmolites inciertos, 8 traji-nes, 9 inverosímiles, 3 frontispicios, 5 entre granzas y zurrapas, 3 in-disimulados, 25 agujeros, 21 infinitos, 19 entre hondos y profundos,2 deshilachados, 4 espectros, 31 humos, 9 humedades que se deri-van,25 vueltas y regresos, 21 pozos, 2 hojas muertas y un crujir de au-tumne leaves. Además de 9 refriegas, 2 marañas, 4 bivalvos expan-dientes, 2 guarachas repetidas, 18 tejados, 6 alas, 4 vahos y pululan-tes, 8 garfios, 2 manubrios, 18 calvarios, 4 enaguas con otros tantos celofanes, 12 nidos y 9 detritus recurrentes.
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índice
Citas 7Sumario 9Advertencia 11Dedicatoria 13Apriorismo Sinodal 15Cita 19Brújula metarreferencial hacia el bucle interno 21Dobla el vacío su imprincipio 25Un enorme anzuelo cuelga en la raspadera 27Tango Prólogo 35En esos huecos cerillos intervalos 38De-cápita infringe. Crochet del insomnio 40Jung-la Session 42Ínfula soprana. Compás lastimado 47Gran Bacanal 49Una cruz para dos cuerpos 51This word mater omnium 55Paraporquienes con-trajeron extensos fangos 58Lonely Heart 60La mano que pinta un lápiz que pinta una mano 62Dédalos a los que perteneciera y hechos consumados 65Qüesiluetas y Entropías en sus habituales espasmos 69Migraña de (un) oscuro ramaje 72Un alud de acre bastanciedad 75Desmesurado afánico y apodíptico 78(Un) milagro enroscado a su cuello 82
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Redundancias de la nada 84Profilaxis de la escena 86What’s This Beating? 90Sendas gomas al fleje del dispositivo 94Sendas gomas al fleje. Segunda parte 97
TERRITORIO APÓCRIFOAcum filo instruere 103Sango de la confesión 105Sangrientidad amniótica del ojo-mar 107Ápice sin punta final salió de su boca 110Corimbas retraídas a la pantalla. Escalas naturales de la fe 112Fuegos y pasiones que de la prístina espotaneidad surgieron 114Compelente devoración 119In phlebe aristotélica 121Mirada en el ábside del tulipán 123Ficus grimen vudú 125Grida Lucta (Palanca) 127Cronocimiento e ignorancia 129Addenda para configurar las terrazas 131Evicidio ecuánime 135Breve crónica de sexoración y credo 137Ampulatorio de inclinaciones subordinadas 138Idemnizaciones 141Apotegma deontológico negado 144S22F 147Denso De-gás 149De-lance retroviso 151Kermesse de pañuelos y escobas 152Brigües del aburrimiento y una canción de zurrapa 153Nocturno yámbico 155Tollendo ponens 157La historia moliéndonos el café cuan viceversa 159Relfas de la manzana 161Brinca razón la huella santa 163Cautela escindida de un secuestro 165Cita en Wagon Lits 167
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Ballet escatológico terciario 170Imparisílabos angulados en su tramoya 172Estanco vodevil 174Lexicon ochenta 176Trompa la giornata: mambo de tres arcadas 178Indicios, signos, señales 187Presentación de un gráfico que lo demuestra 190Misa Parodial. Cefalalgia newtoniana 192Compelitorio y carne de la inocencia 195Hesitación del horizonte y modos heurísticos de apelarlo 197La cola del dragón 202Exigencias del miocardio 204La memoria infalible en su sueño torrefacto 207Dilatando el preludio de un supuesto silencio 209Tan negra que no puede abrirse 212Cúbito súbito 214Ab-solución promisaria ortogonal 216Prel(u)dio causal y consecuente del arponero 219Órdagos de la con-sonancia y la retina 223Co-lectores de saciedad. Ceros cremillentes 225Dupleráneo simétrico de la araña 227Mimbre de original desidia 229Robín Sorry llamando a la base 231Oda a Segafredo 234Partitura herónima 237Bárolo descriptivo de las utopías 239Dial gnóstico de una escalera 241Autobús inflamado de crepúsculo 243Poropanausia doctrinaria 245Atrapados en su espiral 248Entrando y golpeando 250Razzias en la cornisa 252Sospechorio gramatical sobre la identidad del cartero 254Acariaciando tu minúscula lengua de tortuga 256La espina roja de la luz 258Nautilus’ Dreamer 260Pre-cadencias entrópicas 264
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A quien corresponda 267En derredor de aquel augurio 270Émbolo perdido en le troisième coripo 273Et refluentis auricula 275Del hondo y los plurales 278Ficción epiromética 281Piezas oponentes de (su) formulación 284Contabilidad del furismo 286Non più di fiori 289Llegó la anunciación y ya estaba muerta 291Cuando la vida o la muerte nos la arranca de los dedos 293Plastic Body Maris 297Rapia Blanca 300Las hojas íntimas de Margarita 302Desaparecerá tan fugaz como se comprenda 305Córnea dúbitas 307Urbanopóstumo desbarajuste 309Columnas desmoronadas dolosas ausencias 311Fronterizos de la burla 313Binodio curvo 315Ultra-rabias y cuitas de la tiza 317Con al culata de su pensamiento 319Pregón en lo más profundo del invierno 321Temporal Bergsoniano 323Como si los ejes les temblaran 325Revelación de un instante infinito 327Un arbusto de mimosas el cerebro 330Está aquí aunque parezca que está allí 332Aros paliativos del Adviento 334Scores distributivos 336Lo que el acróbata siente en su interior 338Ultimes leds y yerros ex-citados 341Ahíto, solo y conclusivo 342Embriaguez concatenada y abrapta 344
SALVAS HERMENÉUTICASDe los pre-juicios trashumantes 351
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QV? 353Pensamientos de un tabouret 354Contrabalada del flautista 356Iguales al mundo que nos rodea 359Todo gira hacia ningún sitio según es 361
EPILOGALESEpiloganso que grazna como el universo 367¿Queda algo del credo? 369Epílogo danzante: Minueto 371
APOSTILLAS FINALESUno 377Dos 378Tres 378Cuatro 379Cinco 380
REGLAMENTO Reglamento 385Utensilios y pericias 389
Se terminó de impri-mir con emulación de ruta este epónimo que cumple hoy, desde su origen, 36 intensos ermi-taños, en una silenciosa madrugada del mes de diciembre de dos mil quince en los talleres de Gráficas Urania.