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Ética, ciudadanía y sustentabilidad un concepto abstracto es aquel que al pensarlo no trae a la memoria una imagen o un recuerdo preciso de algo o alguien, a diferencia de cuando pensamos en un concepto concreto , como sería el caso de una mesa, una silla o un libro. Al pensar en esos conceptos, inmediatamente nuestra mente recupera una imagen, que puede ser la mesa de tu sala, la mesa de la cocina, o la de tu comedor; en el caso de la silla, puede ser que al escuchar el concepto recuerdes específicamente una silla, incluyendo detalles como su color, su forma, los materiales con que está construida, los acabados o su tamaño. En cambio, para definir un concepto abstracto es necesario utilizar otros conceptos a su vez, conceptos que provienen de teorías o enfoques teóricos y, en ocasiones, filosóficos. a visión panorámica que podrás lograr a través de esta unidad se subdivide en dos líneas de trabajo: por un lado, el análisis de las lecturas seleccionadas, todas ellas encaminadas a enriquecer líneas de análisis ético-filosóficas y de autorreflexión; y por otro lado, el análisis de las problemáticas contemporáneas de corte social y cultural. En el caso de las lecturas, se ha seleccionado el libro Ética de Adela Cortina y Emilio Martínez, por ser de los mejores exponentes contemporáneos de la ética aplicada. Qué es la ética Este apartado te permitirá un abordaje teórico-práctico orientado a favorecer el análisis de la adopción de la ética como un estilo de vida que permite la estructuración de criterios categóricos sobre los comportamientos y las conductas. Conviene recordar que tu Licenciatura en Desarrollo Comunitario se orienta hacia el logro de la sustentabilidad a través de la participación ciudadana. En esta dinámica y perspectiva, tu papel como interlocutor(a) e intermediador(a) es una pieza clave. Es por esto que se aspira a que la perspectiva ética genere los parámetros de actuación y desempeño tanto para ti como futuro(a) interventor(a) como para los grupos organizados alrededor de tu tarea profesional. Se trata de una corriente que inicia durante los años noventa, cuando la sociedad civil se transforma en lo que es actualmente y pasa de ser un ente pasivo que recibe atención gubernamental, a un ente activo que participa en su desarrollo y que actualmente se conceptualiza como el tercer sector :

Ética, Ciudadanía y Sustentabilidad

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Ética, ciudadanía y sustentabilidadun concepto abstracto es aquel que al pensarlo no trae a la memoria una imagen o un recuerdo preciso de algo o alguien, a diferencia de cuando pensamos en un concepto concreto, como sería el caso de una mesa, una silla o un libro. 

Al pensar en esos conceptos, inmediatamente nuestra mente recupera una imagen, que puede ser la mesa de tu sala, la mesa de la cocina, o la de tu comedor; en el caso de la silla, puede ser que al escuchar el concepto recuerdes específicamente una silla, incluyendo detalles como su color, su forma, los materiales con que está construida, los acabados o su tamaño. En cambio, para definir un concepto abstracto es necesario utilizar otros conceptos a su vez, conceptos que provienen de teorías o enfoques teóricos y, en ocasiones, filosóficos. a visión panorámica que podrás lograr a través de esta unidad se subdivide en dos líneas de trabajo: por un lado, el análisis de las lecturas seleccionadas, todas ellas encaminadas a enriquecer líneas de análisis ético-filosóficas y de autorreflexión; y por otro lado, el análisis de las problemáticas contemporáneas de corte social y cultural. En el caso de las lecturas, se ha seleccionado el libro Ética de Adela Cortina y Emilio Martínez, por ser de los mejores exponentes contemporáneos de la ética aplicada.

Qué es la ética

Este apartado te permitirá un abordaje teórico-práctico orientado a favorecer el análisis de la adopción de la ética como un estilo de vida que permite la estructuración de criterios categóricos sobre los comportamientos y las conductas. Conviene recordar que tu Licenciatura en Desarrollo Comunitario se orienta hacia el logro de la sustentabilidad a través de la participación ciudadana.

En esta dinámica y perspectiva, tu papel como interlocutor(a) e intermediador(a) es una pieza clave. Es por esto que se aspira a que la perspectiva ética genere los parámetros de actuación y desempeño tanto para ti como futuro(a) interventor(a) como para los grupos organizados alrededor de tu tarea profesional. Se trata de una corriente que inicia durante los años noventa, cuando la sociedad civil se transforma en lo que es actualmente y pasa de ser un ente pasivo que recibe atención gubernamental, a un ente activo que participa en su desarrollo y que actualmente se conceptualiza como el tercer sector:

La sociedad civil aparece como un campo plural compuesto de innumerables organismos y asociaciones de ciudadanos que abogan por múltiples causas y temas de interés social, organizaciones que han ganado espacios y hecho aportes sustantivos al avance de nuevas relaciones con el aparato público y el sector empresarial. Por otra parte, el desarrollo comienza a entenderse como un proceso multidimensional que demanda de la contribución de actores público/estatales, del sector privado empresarial y de la sociedad civil, al punto que hoy ya no es posible pensar un mundo globalizado donde no exista la interacción creativa de estos sectores (Castillo y Osorio, 2001, p. 5).

Como profesional del desarrollo comunitario, cada una de tus intervenciones y mediaciones con esa nueva sociedad civil deberá ajustarse a una actuación definida y/o enmarcada por criterios y valores axiológicos que predeterminen cada una de tus acciones, vinculadas a la búsqueda del bien común, antes que a la búsqueda de un interés egoísta o derivado de tus propios intereses. 

De esta manera, la ética se visualiza como un medio y como un fin. Idealmente permite no solo categorías de análisis, sino criterios de actuación y enjuiciamiento en tu desempeño profesional y en el de los grupos comunitarios con los que te vincularás en tu ejercicio profesional. 

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Es un medio porque te permitirá contar con herramientas que harán posible comparar, observar y describir si la propuesta que se realiza está enmarcada bajo cierta ética, o bien, si los recursos y los medios para hacer posible esa propuesta atienden también los límites éticos. Estas herramientas te permitirán, no solo emitir juicios y valorar lo que observas, sino generar opciones de reencauzamiento social. Se asume que la ética, como un fin, delineará un camino a seguir como la meta última de un proyecto de vida, en este caso, tu propio proyecto de vida.

Este esquema permite representar la dinámica de la interacción de los diversos actores del desarrollo comunitario encaminada a la consolidación de una ciudadanía participativa con un enfoque de sustentabilidad, que atienda las características e intereses de las comunidades y culturas locales (a diferencia de las intervenciones unilaterales en las que habían prevalecido los intereses personales y/o de lucro de quienes realizaban la intervención, la vinculación y/o la

coordinación de proyectos de desarrollo comunitario).La nueva sociedad civilEn una dinámica de este tipo, tú como profesional del desarrollo, fomentarás la participación ciudadana como un catalizador de las necesidades y los intereses sociales de los ciudadanos o los grupos de ciudadanos para gestionar el apoyo del sector gubernamental y el sector empresarial en el desarrollo comunitario orientado a la sustentabilidad.Es muy importante intervenir en los contextos sociales desde una base ética, y a partir de ese planteamiento surge el cuestionamiento que sirve de encabezado a este apartado: ¿Qué es la ética?

Qué es la ética

Orígenes emitológicos

Para comprender qué es la ética, puede resultar práctico analizar sus orígenes etimológicos. “La palabra ética procede del griego ethosque significaba originariamente morada o lugar en donde vivimos, pero posteriormente pasó a significar el carácter, el modo de ser que una persona o grupo va adquiriendo a lo largo de su vida” (Cortina y Martínez, 2008. p. 21).

Sin embargo, es posible que este análisis etimológico no te devele la definición de ética, pero resulta prudente porque más adelante, cuando analices las diferencias entre ética y moral, te percatarás de los rasgos que comparten.

Definición de ética

Una forma práctica de definir a la ética es ubicándola como “la reflexión teórica sobre la moral” (Microsofía, 2012). Se trata de esa discusión y fundamentación reflexiva sobre los principios, normas y valores que conforman la moral.

Reflexión ética

Como profesional del desarrollo comunitario, te enfrentarás a un contexto social que ha sido afectado por la explotación inmoderada e incontrolada de los recursos naturales; de grupos sociales que han quedado marginados por la brecha tecnológica y por el supuesto desarrollo que los margina del

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esquema de consumo masivo y de la visión global de un mundo que percibe la felicidad con base en el “tener” y no en el “ser”. En ese entorno cobra importancia tu reflexión sobre esos constructos morales que han prevalecido para llevar al mundo a la situación de crisis en la que se encuentra.

La reflexión ética es necesaria, no sólo por la importancia de la crisis social, económica y ambiental que cuestiona nuestro modo de vida y de consumo, nuestros conocimientos y sus aplicaciones prácticas, sino porque las respuestas dadas desde otros ámbitos necesitan un análisis desde la razón práctica que analice los presupuestos que subyacen a sus planteamientos y sus respuestas, porque la renuncia a lareflexión es muy peligrosa (Ferreté, 2005).

Esta reflexión sobre los actos morales, que es la ética misma, suele pensarse como una responsabilidad de los filósofos de la antigua Grecia y muy pocas veces se asume el compromiso de los profesionales en general, y de los profesionales del desarrollo comunitario en lo particular, ya que de ello depende que los proyectos de intervención, de desarrollo y/o de vinculación que realicen, tengan una base ética.

Es decir, la reflexión sobre los constructos morales en los que se basa el ejercicio de la ciudadanía son una responsabilidad de los (las) profesionales como tú, que deben sistematizar el ejercicio constante de analizar si el tipo de prácticas con que se pretende lograr el desarrollo comunitario son las moralmente adecuadas, si mantienen el respeto a las culturas y a la idiosincrasia local, y, sobre todo, si se preserva como premisa básica la sustentabilidad.

La visión universal

En síntesis, la ética es el cuestionamiento, la reflexión, la visión universal que analiza los actos de un individuo en comunidad; es el cuestionamiento y el análisis del cómo y el por qué ese grupo en particular actúa de tal o cual manera, pues para la ética no importa que al interior del grupo o contexto social la norma sea bien vista y aceptada, sino que busca que sea lo correcto desde una visión universal.

Diferencias entre ética y moral

Hablar de moral es hablar de la construcción social del "deber ser". Es el acuerdo de un grupo, de una sociedad o de una comunidad sobre lo que es correcto o no para un individuo y para la colectividad. Así, lo que es moralmente correcto para una cultura, puede ser moralmente incorrecto para otra. Se trata de la programación social que recibe un individuo para actuar de tal manera respecto de una situación en particular.

El término moral procede del latín mos, moris, que originariamente significaba costumbre, pero que luego pasó a significar también carácter o modo de ser. De este modo, ética y moralconfluyen etimológicamente en un significado casi idéntico: todo aquello que se refiere al modo de ser o carácter adquirido como resultado de poner en práctica unas costumbres o hábitos considerados buenos (Cortina y Martínez, 2008, p. 21).Es conveniente ubicar la diferencia entre ambos conceptos:

ÉticaLa ética es la reflexiónsobre los constructos sociales.

MoralLa moral es el ejercicio mismo o la puesta en práctica; es la forma en que los individuos y los grupos enfrentan el día a día y las formas en cómo deciden sus acciones con base en laprogramación social que han recibido en las diferentes instancias de socialización: el hogar (socialización primaria) y la escuela (socialización secundaria).

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Diferencias entre ética y moralLa reflexión sobre la moral (la ética) permite cuestionar y tomar decisiones que en ocasiones podrían verse como inmorales pero que tienen un fin ético. Ve para ello el ejemplo siguiente: imagina que una pareja de policías identifica la situación de riesgo de un niño cuya madre es adicta al alcohol y a diversas sustancias, y cuyas conductas de promiscuidad han puesto en peligro su vida y la del niño. Los policías consideran que si notifican la situación a las autoridades de seguridad social, el destino del menor será una casa de acogida, pero también es probable que, debido a que las leyes protegen el derecho de una madre de conservar la custodia, el niño sea reinstalado a su lado.

Los policías deciden sustraer al niño y ubicarlo en un hogar en el que, durante muchos años, recibe educación, cuidados, y, sobre todo, el cariño de una familia; el niño, convertido en un joven, logra un desarrollo integral e ignora su verdadero origen.

Años después, un tercer policía analiza los datos relacionados con el caso e identifica el paradero del niño. De aquí surge un dilema ético: el tercer policía tiene que decidir si los actos no morales de sus compañeros tuvieron un fin ético, porque salvaron la vida del niño, o si no importa el fin ético, sino la obediencia a los valores morales.

En la reflexión sobre este hipotético caso, así como sobre las constantes decisiones que deberás tomar en el ejercicio de tu carrera profesional, es necesario que exista una base ética. Una ética que te permita orientarte y no perder el rumbo.

Es como una especie de brújula que nos orienta, nos dice cuál es el camino a seguir, dirige nuestras acciones a una determinada dirección, la brújula nos indica el camino. En la vida hay que intentar no perder el norte (Microsofía, 2012).

En la tabla siguiente puede apreciarse una diferenciación de las normas morales de acuerdo a su contexto, y que van desde el ámbito religioso hasta la propia moral. En cada caso es posible apreciar quién promulga la norma, quién debe obedecerla, ante quién se responde, y la sanción por su desobediencia.

  Religiosa Jurídica Social Moral

Promulgada por Dios el órgano legislativo las costumbreso modas sociales uno mismo

Destinada a todos los seres humanos

los miembros de una comunidad política

los miembros de una sociedad cada persona

Se responde ante Dios los tribunales la sociedad uno mismo

Sanción concienciadel pecado

la determinada porla ley

rechazo social, ostracismo remordimiento

Se puede esperar obediencia de los creyentes los miembros de la

comunidad políticalos miembros de esa sociedad

de todos losseres humanos

 

La diferencia básica entre el concepto de ética y el concepto de lo moral radica en que la dimensión de lo ético se enmarca en esa capacidad de reflexión y cuestionamiento del ser humano; discernir, enjuiciar y valorar los actos y las prácticas de la raza humana.

Mientras el concepto de lo moral se circunscribe a la dimensión de la práctica en sí misma. Tales actos

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deben ser –idealmente- derivados de una condición de libertad, aunque si bien en los animales los actos instintivos y de sobrevivencia los llevan a realizar una serie de acciones que no parecen mantener su origen en un acto consiente, por lo tanto no integran la autorreflexión o la conciencia del acto. En el caso del ser humano, no es así. El acto se concibe como humano porque es un acto consiente; un acto en libertad, aunque enmarcado por ciertaprogramación social. Es esta programación social la que nutre, formula e integra la dimensión moral.

Ética y ciudadanía

El concepto de sociedad civil ha quedado establecido como una forma participativa de la ciudadanía que surge en la década de los años noventa. En este apartado profundizarás sobre estos procesos de interacción entre los grupos sociales y las estructuras de gobierno, así como sobre tu papel como promotor(a) del desarrollo comunitario y tu rol profesional como interlocutor(a) con relación a estas nuevas relaciones de poder.

Esta intervención ética tiene que ver con la complejidad de los diversos intereses, objetivos, metas y expectativas de los grupos participantes, ya que en no pocas ocasiones, todos ellos podrían aparecer como aparentemente contrapuestos. Lo que sí es claro, es este nuevo papel que se demanda del rol ciudadano organizado en estos diversos y polifacéticos grupos sociales.

Preguntas sobre ética y ciudadanía

¿Cómo surge la participación de los grupos sociales? La participación de los grupos sociales surge como una reacción y una respuesta a las nuevas formas de apoyo e intervención de los organismos internacionales que, a través de financiamientos y diversos tipos de recursos, apoyan a los países en vías de desarrollo, pero demandan ciertas formas de administración y cambios en el manejo y niveles de involucramiento de la sociedad civil. A lo largo de la historia, muchos de esos recursos millonarios han tenido destinos poco claros, y en muchos otros han sido motivo de escandalosas investigaciones internacionales que han dejado al descubierto fraudes y malversaciones de fondos que debieron haberse destinado al desarrollo, empleados en gastos personales o adquisiciones de bienes inmuebles en el extranjero.

¿Cuál es el rol de los grupos de la sociedad civil? Los diversos grupos de la sociedad civil han asumido el rol de vigías de recursos financieros, agrupándose para garantizar que las inversiones se destinen a los proyectos y programas para los que fueron otorgados; asimismo, esa preocupación por el bien común ha sido el motor que ha llevado a esos grupos a identificar causas no contempladas por el gobierno, así como renglones sociales no atendidos, entre ellos, niños con necesidades terapéuticas y de educación especial, poblaciones damnificadas no atendidas, mujeres maltratadas, niños de la calle, víctimas de la violencia no atendidas psicológicamente (por ejemplo las que ha causado la guerra contra el narcotráfico), y la afectación a los recursos ambientales por contaminación, tala inmoderada o desarrollos turísticos en reservas naturales y hasta en zonas protegidas.

¿Cuál es el origen de una sociedad civil?

La intervención de la sociedad civil, en una buena parte de los casos, estaría encaminada, a llamar la atención sobre las causas que originan su agrupación o constitución, organizando una serie de acciones alrededor de ella, hasta sistematizar el esfuerzo para constituirse como organismos con carácter legal y representación jurídica (asociaciones civiles, asociaciones de beneficencia pública, Organizaciones No Gubernamentales –ONG– agrupaciones gremiales, tanto de tipo laico o religioso como empresariales, sindicales) para encauzarse hacia la defensa de sus derechos a través de la propuesta de políticas públicas o incluso leyes que constituyan un marco jurídico para otros grupos ciudadanos con sus mismas características (ver esquema Conformación de la sociedad civil).

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Ética de máximos y ética de mínimos

En los apartados anteriores se ha realizado un recorrido alrededor de la conformación de los diversos grupos sociales dentro de la sociedad civil, sus diversas expectativas, causas, interrelaciones y su relación o papel con y frente al estado. Integrar aquí un breve apartado sobre la ética de los máximos y la ética de los mínimos considerando que acudir a la solicitud de cierta herramienta de carácter conceptual filosófico como son estos dos conceptos, permitiría realizar el ejercicio cognitivo para identificar hacia dónde se orienta el trabajo reflexivo y de cuestionamiento llamado la ética aplicada de los máximos y de la ética aplicada de los mínimos.

Ética de máximos y ética de mínimosEn los apartados anteriores se ha realizado un recorrido alrededor de la conformación de los diversos grupos sociales dentro de la sociedad civil, sus diversas expectativas, causas, interrelaciones y su relación o papel con y frente al estado.

Integrar aquí un breve apartado sobre la ética de los máximos y la ética de los mínimos considerando que acudir a la solicitud de cierta herramienta de carácter conceptual filosófico como son estos dos conceptos, permitiría realizar el ejercicio cognitivo para identificar hacia dónde se orienta el trabajo reflexivo y de cuestionamiento llamado la ética aplicada de los máximos y de la ética aplicada de los mínimos.

Partiendo de estas ideas, puede asumirse que conviene distinguir, tal y como lo hacen Cortina y Martínez (2008) entre lo justo (ética de los mínimo) y lo bueno (ética de los máximos), dentro del fenómeno moral en su totalidad. Distinguir entre lo justo y lo bueno no significa que dentro de un fenómeno éstos se mantengan o se den por separado. El uso de ambos conceptos en este apartado debe servir para considerar la dificultad de enmarcar lo justo con la justicia y lo bueno con la felicidad.

La idea de justicia llevará a la idea de lo "universalizable", es decir, que lo que es justo para unos debe serlo para todos, ya que lo que se considera justo permitiría tener elementos suficientes para convencer a cualquier sujeto racional de que no se deje llevar por sus intereses individuales o grupales, sino por intereses "universalizables".

Por ejemplo, retomando la Ley de Acceso a la Mujer a una Vida Libre de Violencia, ésta llega a México derivada de fuertes presiones internacionales por parte de mujeres europeas organizadas y apoyadas por la Organización de Estados Americanos (OEA) y los países miembros de esta organización. Se consideró aquí que lo que no era justo para la mujer en Europa y en los otros países miembros de la OEA –es decir, la violencia en contra de las mujeres- no era justo para las mujeres en México.

Esta premisa constituye la base de lo que se puede considerar la aplicación de la ética de los mínimos en varios sentidos: si bien esta ley expresa sentimiento, no solo se basa en emotividad y sentimientos, ni se reduce a informar lo que se ha aprobado, ni se asume que el contenido sea justo solo para los miembros de un grupo en particular (en este caso, las mujeres de un país en específico), con esta ley se pretende que el contenido sea tomado por justo, por parte de cualquier sujeto racional y que su contenido se sitúe en niveles de imparcialidad.

Si la idea de la ética de los mínimos remite a la idea de lo justo y la justicia, la idea de la ética de los máximos deberá enfocarse hacia la idea de la felicidad. En este caso, la comprensión del contenido de la felicidad y lo bueno, implicará un mayor esfuerzo de exigencia para un sujeto racional. Sobre todo, porque ésta es una opción subjetiva derivada de modelos a seguir y no tanto de exigencia como es el caso de la ética de los mínimos:

Las éticas de la felicidad, por el contrario, intentan ofrecer ideales de vida buena, en los que el conjunto de bienes de que los hombres podemos gozar se presentan jerarquizadamente como para producir la mayor felicidad posible. Son, por lo tanto, Éticas de

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Máximos que aconsejan seguir su modelo, nos invitan a tomarlo con orientación de la conducta, pero no pueden exigir que se siga, porque la felicidad es cosa de consejo e invitación, no de exigencia (Cortina y Martínez, 2008, p.117).

Las éticas de los mínimos están orientadas al cuestionamiento de lo que es concretamente exigible dentro de un fenómeno moral y que se caracteriza por su propia imparcialidad. Justicia, exigencia e imparcialidad se mostrarán como condiciones básicas al momento de la propia aplicación.

Por el contrario, las éticas de los máximos se orientan hacia la estructuración de modelos con contenido formulado a través de escalas y jerarquizaciones cuya base principal tiene un sentido de recomendación, consejo e invitación, nunca de exigencia.

El contenido de la Ley de Acceso a la Mujer a una Vida Libre de Violencia no demanda ni exige la realización plena y feliz en la pareja, o la reformulación de una unión placentera y feliz entre agresor y agredida; demanda y exige la erradicación de la violencia contra las mujeres. Esta es una exigencia, no una invitación.

Si se piensa en la ética de los máximos, podría considerarse aquello sobre lo cual es mucho más difícil lograr un acuerdo de consenso unánime. Un ejemplo que puede ilustrar la búsqueda de una ética de los máximos es el acceso de las masas a la educación de nivel básico y superior.

La noción de que toda persona en edad escolar en México deba tener su lugar asegurado dentro de un centro escolar desde el preescolar hasta el nivel superior es una situación garantizada constitucionalmente –hasta en nivel medio superior- y forma parte de la ética de los mínimos, sin embargo, el adecuado desarrollo de las cualidades y características de la persona dentro del sistema escolar no puede garantizarse, y eso estaría vinculado a la ética de los máximos.

Es decir, el logro de un estado ideal de felicidad y de pleno desarrollo de las capacidades de los mexicanos a través de la educación es un ideal que se mantiene como tal, pero que no se ha logrado y difícilmente se logrará, como no se ha logrado en ningún país. Se cumplen los mínimos, pero los máximos se quedan como la meta, una aspiración.

Desde tu rol como profesional del desarrollo comunitario, tu intervención tendrá como aspiración organizar a las comunidades y grupos sociales para el logro de la ética de los máximos, pero con la meta de alcanzar los mínimos.

Los principios éticos del desarrollo sustentable

Para comprender el origen y la base ética del desarrollo sustentable es necesario reconocer el Informe Brundtland, "Nuestro Futuro Común", como el antecedente de toda esta preocupación y planteamiento, ya que en éste se sientan las bases de lo que en este apartado se analizará y que, desde ese momento, se acuñó como el concepto de desarrollo sustentable, que a partir de dicho encuentro se entiende como "aquel que garantiza las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades".

El Informe Brundtland se denominó así en honor a la doctora noruega Gro Harlem Brundtland, quien lideró el grupo de 21 países que trabajó por más de tres años en las discusiones que dieron origen al informe y quien, además, es todo un ícono en la defensa del medio ambiente y del cambio climático. Una lectura de su biografía podría servir de modelo

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inspirador, ya que desde los siete años de edad inició su carrera política como activista hasta convertirse en Primer Ministro, después de ser Ministro de Salud. Actualmente es enviada de la ONU para el problema del cambio climático.

Los trabajos sobre el informe Brundtland, iniciaron en octubre de 1984, cuando se reunió la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo a petición de la Asamblea de las Naciones Unidas, basados en la idea de que es posible para la humanidad construir un futuro más próspero, más justo y más seguro.

El informe plantea la posibilidad de obtener un crecimiento económico basado en políticas de sostenibilidad y expansión de la base de recursos ambientales. Su esperanza de un futuro mejor es, sin embargo, condicional. Depende de acciones políticas decididas que permitan desde ya, el adecuado manejo de los recursos ambientales para garantizar el progreso humano sostenible y la supervivencia del hombre en el planeta. En palabras de la misma Comisión, el informe no pretende ser una predicción futurista sino un llamado urgente en el sentido de que ha llegado el momento de adoptar las decisiones que permitan asegurar los recursos para sostener a esta generación y a las siguientes. Cuando se conformó la Comisión en 1983 como un cuerpo independiente de los Gobiernos y del sistema mismo de las Naciones Unidas, era ya unánime la convicción de que resultaba imposible separar los temas del desarrollo y el medio ambiente (Oarsoaldea, 2012).

El informe mismo y las recomendaciones que plantea constituyen una perspectiva ética, pues surge de la necesidad de reconciliar la razón y la moral como elemento indispensable para buscar nuevos niveles de conciencia, autonomía y control sobre las formas de vivir y de actuar, de tal manera que cada individuo, cada grupo, cada cultura y cada sector de la sociedad, se haga responsable de sus actos, no sólo por las consecuencias hacia sí mismos, sino por el impacto hacia los demás, tanto de esta generación como de las venideras, y sobre todo, por la deliberación de lo justo y lo bueno.

Ética y desarrollo sustentable

En un mundo en el que algunos países son poderosos y otros son pequeños y débiles (o como se les denominó más tarde: en vías de desarrollo), no parece justo que todos compitan bajo los mismos esquemas de mercado. Esto no siempre fue así. Hasta antes de los años noventa, cuando la globalización y las nuevas tecnologías constituyeron a “un solo mundo”, existían fronteras y medidas proteccionistas para cada país.

En el caso de México, su ingreso al Tratado de Libre Comercio (a partir del 1 de enero de 1994) marcó el ingreso a una libre competencia, a la desregulación de los mercados, a la libre importación y a la apertura de las exportaciones, lo que llevó a las empresas mexicanas y a los grupos sociales a interactuar de igual a igual con el resto del mundo.

El neoliberalismo sustentado en el avance tecnológico y en las telecomunicaciones, trajo consigo la hegemonía del capital financiero y la subordinación de los estados al poder de las grandes trasnacionales. Los gobiernos, especialmente los de los países periféricos, perdieron la capacidad de regular sus economías y de garantizar los derechos sociales y ambientales de sus ciudadanos (Sánchez en Bonilla, 2008, p. 14).

El fenómeno económico, que se denomina neoliberalismo, llevó a los gobiernos de países en desarrollo a buscar el financiamiento de organismos internacionales para impulsar el supuesto desarrollo que habría de llevarlos a competir en situaciones de igualdad, lo cual, lejos de suceder, los llevó a dos cosas: al eterno endeudamiento y a la pérdida de su autonomía, pues los organismos financieros, junto con cada préstamo, “sugerían” lineamientos y planteaban demandas intrusivas para sus políticas internas.

Un ejemplo de neoliberalismo son las políticas educativas para la educación superior analizadas por Maldonado (2000), quien encontró que a partir de las presiones del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la UNESCO y la OCDE, se detuvo el crecimiento de la oferta educativa en educación superior en México. En síntesis, la autora explica cómo se frenó la creación de universidades que fomentan la masa crítica a través de carreras profesionales del área humanística o de las ciencias, y se fomentó la creación de universidades tecnológicas y la formación de técnicos profesionales, pues a los organismos financieros no les interesaba tener un país de intelectuales, sino grandes grupos de mano de obra “calificada” para la maquila.

Maldonado (citando a Feinberg, 2000) devela el enigmático halo de bondad de los apoyos del Banco Interamericano de Desarrollo:

El interés del Banco por temas sociales se basa en suponer que “la inversión a favor de los pobres no es solo correcta por razones humanitarias, sino que es una función bancaria excelente” […] Es decir: “la inversión en capital humano da rendimientos por lo menos tan favorables como los que se obtienen de inversiones no destinadas a la pobreza”, puesto que, asegurando educación y salud a los pobres se “ofrecen mejores perspectivas de inversión” (Maldonado, 2000, p. 4).

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Estas presiones internacionales, que no sólo atañen a recursos institucionales, ya que esos organismos también canalizan inversiones de grupos y empresas privadas hacia países en desarrollo, son las que han encauzado y dirigido el desarrollo de países como México, incluso hasta llegar al nivel de políticas públicas, reformas educativas, cambios en estructuras de gobierno y cambios en las leyes.

Comportamiento ético en el ejercicio de la ciudadanía

Si el ejercicio de la ciudadanía implica una participación ciudadana consciente, conviene aclarar qué es la participación ciudadana. 

Para el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, participar es "tomar uno parte en una cosa; compartir, tener las mismas opiniones, ideas, que otra persona". Según el INEGI (Bonilla, 2008, p.51), es el "comportamiento que demuestra el interés e involucramiento ciudadano en los asuntos públicos".

Por ello, la manifestación esencial de dicho involucramiento ciudadano se vive al momento de ejercer el derecho al voto, a través del cual se eligen representantes populares, por lo tanto, elcomportamiento ético de la ciudadanía puede conceptualizarse como la observancia de las leyes, las normas, los acuerdos e implícitos que mantiene el grupo social en el que el ciudadano se inserta, de tal manera que pueda gozar de sus derechos ciudadanos (derechos humanos y libertades inherentes a su condición humana) y, por lo tanto, decidir como ciudadano lo que constituye el elemento de base para el logro de la democracia.

En un contexto de ejercicio ético de la ciudadanía no caben los elementos que afectan su adecuado funcionamiento y su relación con el estado, como pueden ser los infractores de la ley (narcotraficantes, asesinos, secuestradores, violadores, pederastas o políticos defraudadores). 

Cuando sucede algún tipo de comportamiento no ético de los ciudadanos, el estado ejerce su autoridad y les retira ese valor, es decir, se les retira la ciudadanía, castigándolos con el encarcelamiento o –en el caso de sociópatas, psicópatas y otros tipos de enfermedades mentales que los alejan de un comportamiento moralmente ético– su reclusión en centros de tratamiento psiquiátrico.

Para Heller y Feher (Fóscolo, 2004, p. 3)

La ética ciudadana vale para todo miembro de la comunidad política: De una manera un tanto aproximada, las acciones pueden definirse como políticas cuando las personas actúan en calidad de ciudadanos, y cuando se dirigen, o incidentalmente, movilizan, a otras personas en su calidad de ciudadanos. Esto puede ocurrir de tres maneras distintas. Primera, las personas pueden actuar en el seno de las organizaciones políticas; segunda, las personas pueden transformar agravios privados en cuestiones públicas; tercero, las personas pueden manejar o movilizar a otros para que manejen asuntos sociales o privados recurriendo a las ideas políticas universales o generales, a los derechos y normas democráticas.

Éste sería el caso de los profesionales del desarrollo comunitario, quienes participan con su liderazgo en el encauzamiento de las inquietudes y demandas sociales de tal manera que esos agravios o inquietudes privados o de sectores específicos se canalicen adecuadamente y trasciendan a niveles de política pública y/o leyes y reglamentos, que generen jurisprudencia, de tal manera que beneficien a todos aquellos quienes se pudieran encontrar en situaciones similares, aunque nunca hubieran participado de las manifestaciones, ni de los grupos que enarbolaron la demanda.

La moral es conformada por los elementos contextuales de cada sujeto: etnia, cultura, costumbres, tradiciones, religión, entre otras, pero todo acotado a elementos inmediatos, con una delimitación territorial y física. Con la desaparición de las fronteras, esta visión a partir de moral convive con otras morales ajenas a las comunidades territoriales.

Hoy nos encontramos con una sociedad que se caracteriza por la simultánea presencia de múltiples subjetividades y de diferentes ámbitos de acción de los sujetos. La moral personal de

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cada sujeto parece, pues, inconmensurable con otras, porque cada una proviene de diferentes tradiciones y mundos de la vida. Los valores culturales condicionan fuertemente a los valores morales. Sin embargo, no se puede negar la importancia de la moral personal; el obrar ético comporta siempre un aspecto de moralidad personal: porque tanto la decisión para la acción como la aceptación consciente y/o crítica de las normas se logran con la intervención de la conciencia y el juicio personales. Y, por otra parte, los valores morales se encarnan en la personalidad, como rasgos visibles de carácter, como "virtudes" (Fóscolo, 2004, p. 5).

Si se pudiera ubicar una metáfora para identificar qué relación guarda el comportamiento u obrar ético para con la moralidad personal, se podría considerar la idea del comportamiento ético como un paraguas que logra proteger de la lluvia y el viento. En esta analogía, la lluvia y otros elementos naturales representan la influencia que originaría una serie de comportamientos inadecuados, ligados a costumbres locales, tradiciones particulares que, a la luz de una reflexión ética, podían no ser correctos y adecuados para el desarrollo social sustentable, o bien, para el desarrollo ambiental sustentable.

Como habrás podido observar, el ámbito profesional que habrás de experimentar se visualiza como un entorno altamente complejo. Al momento de confrontar tu campo de trabajo, enfrentarás dilemas éticos que te obligarán a esa reflexión sobre los actos morales de los grupos sociales, así como a discernir entre la idea de una sociedad feliz, o una intervención certera, con juicio crítico, a la luz de una reflexión ética que te permita acompañar, organizar o dirigir, las metas y objetivos de los diversos y múltiples grupos sociales de la sociedad civil.