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h Deseos de volar Deseos de volar Eumelia Sanz Vaca I CERTAMEN DE CUENTOS POR LA IGUALDAD MODALIDAD JUVENIL I CERTAMEN DE CUENTOS POR LA IGUALDAD MODALIDAD JUVENIL Remedios nació orientada hacia el futuro. No era vara de sauce que fácil se doblega. Dieciocho años son muchos días para mantener siempre la misma idea: su empeño en instruirse, mosto del corazón hecho racimo que el tiempo iba apisonando en su lagar. AYUNTAMIENTO E VALLADOLID ºA / COLECCIÓN LA IGUALDAD NO ES NINGÚN CUENTO AYUNTAMIENTO DE VALLADOLID Eumelia Sanz Vaca Ilustraciones: Óscar del Amo Deseos de volar ºA Deseos de volar ºA Eumelia Sanz Vaca Ilustraciones: Óscar del Amo Eumelia Sanz Vaca Ilustraciones: Óscar del Amo / COLECCIÓN LA IGUALDAD NO ES NINGÚN CUENTO AYUNTAMIENTO DE VALLADOLID / CERTAMEN DE CUENTOS POR LA IGUALDAD JUEVENIL

Eumelia Sanz Vaca A Deseos de volar - Igualdad …igualdadvalladolid.weebly.com/.../deseos_de_volar.pdf · 2015-03-12 · a la espera de un domingo jubiloso que no lle-gaba nunca

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I CERTAMEN DE CUENTOSPOR LA IGUALDAD

M O D A L I D A D J U V E N I L

I CERTAMEN DE CUENTOSPOR LA IGUALDAD

M O D A L I D A D J U V E N I L

Remedios nació orientada hacia el futuro. No era varade sauce que fácil se doblega. Dieciocho años son

muchos días para mantener siempre la misma idea: suempeño en instruirse, mosto del corazón hecho racimo

que el tiempo iba apisonando en su lagar.

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AYUNTAMIENTO DE VALLADOLID

Eumelia Sanz VacaIlustraciones: Óscar del Amo

Deseos de volarºA

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Eumelia Sanz VacaIlustraciones: Óscar del Amo

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Deseos de volarºA

Eumelia Sanz VacaIlustraciones: Óscar del Amo

EditaAyuntamiento de ValladolidÁrea de Bienestar Social y Familia

© Del texto: Eumelia Sanz Vaca© De las ilustaciones: Óscar del Amo© De la edición: Ayuntamiento de Valladolid

Primera edición: Valladolid, abril de 2014.

Diseño: Realce ComunicaciónI.S.B.N.: Depósito Legal:

Todos los derechos reservados.Queda rigurosamente prohibida, sin autorización de los titularesde la propiedad intelectual, el almacenamiento o reproduccióntotal o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento.

Deseos de volarºA

Eumelia Sanz VacaIlustraciones: Óscar del Amo

Remedios nació orientada hacia el fu-turo. No era vara de sauce que fácil sedoblega. Dieciocho años son muchos

días para mantener siempre la misma idea:su empeño en instruirse, mosto del corazónhecho racimo que el tiempo iba apisonandoen su lagar.Desde que dejó la escuela de doña Carmen

se apoderaba de ella una gran inquietud y seahogaba en el ámbito de su aldea mientrasuna voz le decía: “Se va haciendo la hora de

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Los años transcurrían y, ¡qué podía hacer!.Entregada a su suerte se adecuó a la vida delpueblo en el que se estaba dejando la juven-tud y entendió que en nada debía mostrarsediferente de sus vecinos aunque, en el fondo,lo era.Remedios quería aprender. Quería estu-

diar y no sabía cómo lograrlo. Sus padres, la-brantines con mentalidad a la antiguausanza, reunieron todos los ahorros de suvida para que los dos hijos varones, que se-guían a Remedios, fueran a la capital pararealizar sus estudios.Ella, como era mujer, permanecería con

sus progenitores, ayudando en el hogar,hasta que le saliese un novio y se casara.Ante la inminente marcha de sus herma-

nos, Remedios languidecía como un sol descolo-

rido que declina presintiendo perderse en el ho-rizonte. Porque ella también quería acceder a

desarraigar los pies delumbral de tu casa por-que el árbol sujeto a latierra, y la piedra,siempre envidian alpájaro y quieren serviajeros. Y si tú pue-des moverte en liber-tad, ¿por qué, pues,vegetar y hasta cris-talizarte contem-plando las horas queante tus ojos pasan?”Y muy bajo, al oído, lecantaba esa voz tan se-ductora, y un ardienteafán palpitabaen su pecho.

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a la espera de un domingo jubiloso que no lle-gaba nunca. ¿Cómo lograr que su corazón pu-diera permanecer en paz? La casa sin loschicos le resultaría un zapato demasiadogrande cuyo pie se sale al disponerse a cami-nar. Que ellos fueran felices no la ofendía peropensaba en ella con infinita angustia. Sus her-manos podían estudiar y ella, como un obeliscosin pareja, aburrida de muerte enaquel lugar, permaneceríaen casa ante aquel pa-norama de camposseveros y solita-rios adornadostan sólo por la

una educación superior y se pasaba las horasinquieta y preocupada pensando cómo podríaconseguirlo pues su vida era un perpetuo lunes

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medios, consumida de tanto y tanto pen-sar, se pasaba las noches en vela entrela desazón y la zozobra con el ciclo delsueño totalmente alterado. Todas sus ilu-siones concebidas de noche, se echaban avolar tan pronto amanecía. Pero ya erahora de romper con la infamia del siglo. Eldulce reinado de la belleza agonizaba pormomentos. Era su voluntad mármol de Carrara, su

carácter, altivo pero delicioso. Qué extraña es esta vida que a los seres

empuja por distintos caminos!

estampa de árboles viejos. Vivía con el almacautiva y algo triste, con ausencia de pasión porla vida, mientras una vez más se repetía queestudiar era el sueño de su existencia y que suvivir estaba prisionero entre aquellos barrotesde su aldea. Se sentía una hoja alejada del bos-que, un pájaro solitario, de ala quebrada, conuna pena desconocida por todos, pero callabapues ciertas cosas no se cuestionaban ya queasí venía sucediendo de generación en genera-ción. Buscando el medio más económico, los

chicos irían a una pensión modesta. Re-

Tuvo suerte. Estaproposición no lespareció una ideade s c abe l l ada .Vio los cielosabiertos. Aquelgozo compensótoda la tristezade su vida. Ysu esperanzaempezó a ger-minar como lasyemas en lasramas de los ár-boles ante el há-lito de la

primavera. Partieron a la capital

sus padres y ella parabuscar el acomodo opor-

tuno.Remedios se guardaba un as en la

manga. Pensaba que al estar en la ciudadpodría lograr sus aspiraciones. ¡Teníatanta confianza en sí misma! Y se elevó ensus labios la sonrisa ante el zaguánabierto de la tarde.

Cierta noche,una luz se hizorelámpago ensu mente. Selevantó muyt emp ran o .Tras un si-lencio es-peso laspalabras sea t r o p e l l a -ban en sug a r g a n t apero, con deci-sión, les contóa sus padres suproyecto: Podríanalquilar en la ciu-dad una casa sencillay ella cuidaría de sus doshermanos. Siempre la aten-ción doméstica es más barata ylos chicos estarían bien alimentados.Con lo que les costaba la pensión de losdos, vivirían los tres de sobra, en su casa,aunque de alquiler, y estarían más acom-pañados.

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escuchar al corazón, sólo al cerebro, y viviruna vida nueva bajo un cielo distinto, bucearen los libros donde mágicas plumas han es-crito secretos que se escapan a los ojos yhacen alzarse a quien los comprende.Llegó el día soñado de emprender aquel

viaje mientras en lo alto una bandada de pá-jaros escribía en las nubes remolinos sono-ros. Sus sueños dispuestos se lanzaban avolar y en el aire giraban desdeñando a latierra. Escapaba por fin del reino de las som-bras.Partió, pues, de mañana, con sensaciones

nuevas, recientes, estrenadas, no queriendopensar en lo mucho que la iban a echar demenos.

Sin el pecho agobiado ni humedad en losojos, (y no es porque no tuviera apego a los

En el mientras tanto, la impaciencia, quees dada a los grandes tormentos, por lanoche aumentaba a la espera del amanecer.Y sentía un deseo tan vivo de ausentarse quele causaba miedo que todos lo notasen.También le daba pena dejar a los que

amaba: sus cariñosos padres; mas, no quería

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Desde el alba a la noche elviento fresco anunciaba elfin del tiempo del estío. Sepresentaba el otoño, trasvencer al verano, en un cielo

sin brillos dando paso mástarde al invierno. Bajo nubes de

plomo, el sol oculto, plácido dormía. Yla ascendiente niebla confundía colinas,campos, pueblos enteros, en un mismo colordesvaído y grisáceo. La lluvia, pertinaz, tin-tineaba con fuerza. Silbaba el viento delNorte y la vegetación se estremecía en unsordo temblor. Los pájaros saltaban de ramaen rama como diciendo adiós a los días ri-sueños pero en el alma de la joven nacíacon vigor la primavera.

suyos), cuando ya la tartana enmarcha se ponía, saludó tímida-mente con la mano a todo aquelloque al partir dejaba. (En aquel ru-dimentario vehículo iban enteroslos corazones de sus padres, sus mi-radas se derramaron amorosas sobresus hijos y el hogar sintió tanta ausenciacomo un odre sin vino).¿Qué es lo que iba a hacer? Lo tenía bien

claro. Pero aquella realidad necesitaba de sufantasía para cubrir su crudeza y tapar, sillegaban, amargas decepciones bajo el in-menso predio de las nubes pues la vida esmaestra de enseñanzas acerbas. Tendríanueva vida ante la indiferencia de miradasextrañas.

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gran ayuda, y así iba realizando sus sueñossin los cuales la tierra se le antojaba tristeceniza sin adornos.Crecía diciembre entre la oscuridad y la es-

carcha. El cielo era lloroso, el viento más gé-lido, gris la niebla, todo propio de losestertores del año.Llegaron las vacaciones de Navidad y los

tres hermanos volvieron al pueblo para dis-frutarlas con sus padres.- ¿Qué le pasa a esta chica?- No sé, pero cada día está más rara.- Se pasa el día encerrada en su cuarto y

hasta parece como si hablara sola. El otrodía eso me pareció oír.

Los sacrificios que tuvo que hacer, sólo Diosy ella lo saben. ¡Cuántas veces había vistoel alba ante una vela, -cera en llanto derra-mada-, leyendo y estudiando! Menos mal quesus hermanos, con tal de saberse atendidos,no le ponían ningún impedimento; eran dossuspiros de alivio, un grito de alegría.Remedios asistió a clases nocturnas en

principio, iba a la Biblioteca, que la sirvió de

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tudiaba a la vez que atendía con primor asus hermanos. Sus padres se conmovieronal ver en ella tanta valía y tanto empeño desuperación.Y, con el paso del tiempo, ya no fue “Reme,

la chiquita de los Pimenteros”, fue: “DoñaRemedios”, dedicada a la docencia en un Co-legio importante donde acabó siendo la Di-rectora. Mas, nunca se olvidó de su aldeadonde estaban las raíces de su árbol al finfrondoso y fructífero. Su familia se sentía tan orgullosa de ella

que estaba casi abrumada a la par que pesa-rosa por haber comprendido tarde los valo-res de la igualdad en las oportunidades demujeres y varones.

Un día su madre se encontró unos librosdebajo de la cama y un cuaderno de Reme-dios con unas palabras un tanto incompren-sibles, escritas de su puño y letra.Pequeño misterio que tenía que ser desve-

lado ya. Aquello, como el humo, no podíaestar oculto por más tiempo. Y todo quedóclaro. Para qué más que la verdad. Ella es-

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Primer premio en la modalidad juvenil del Primer Certamen de Cuentos Infantiles por la Igualdad

del Ayuntamiento de Valladolid.

Valladolid, 2014