22
LOS EVANGELIOS ¿Qué son? ¿Cómo fueron compuestos?... Cuando no adentramos en el estudio de los evangelios, lo primero que nos preguntamos es qué tipo de libro es el que estamos leyendo. ¿Qué tipo de libro es un evangelio? No es suficiente el llamarle una “narración”, o una “historia”, pues existe mucho que pueda ser expresado en forma de narración, pero no lo tratamos de la misma manera que con el evangelio. El término euaggelion no aparece en el AT, aunque sí lo hace el verbo, por ejemplo en Isaías 52, 7 con el sentido de traer un mensaje de buenas nuevas. En realidad esta terminología aquí en los LXX no tiene ningún significado especial ni tampoco en el intertestamento. Sí que lo tiene en el mundo grecorromano, con un sentido religioso de culto al emperador. «En una estela del año 9 a.C., el nacimiento del emperador Augusto es saludado como ‘el comienzo para el mundo de la buena noticia (euaggelion) que traía’ 1 ». «Los cuatro evangelios canónicos son composiciones anónimas surgidas entre los años 65-90 y que fueron reunidas en una colección alrededor del año 125 2 ». El primer autor que usa el término con referencia inequívoca a los escritos que nosotros llamamos evangelios es Justino (165), quien se refiere a ellos como ‘evangelio según…’ dejando así claro que se trata de un solo evangelio (es decir las buenas nuevas predicadas acerca de Jesucristo y del reino) aunque transmitido en cuatro versiones. La mayoría de las personas asumen el evangelio como si se tratara de una biografía, pero al leerlo de 1 R. Aguirre Monasterio y Antonio Rodríguez Carmona, Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles , Estella, Verbo Divino, 1992, 18- 19. 2 Ibíd. , 17. 1

evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

LOS EVANGELIOS¿Qué son? ¿Cómo fueron compuestos?...

Cuando no adentramos en el estudio de los evangelios, lo primero que nos preguntamos es qué tipo de libro es el que estamos leyendo. ¿Qué tipo de libro es un evangelio? No es suficiente el llamarle una “narración”, o una “historia”, pues existe mucho que pueda ser expresado en forma de narración, pero no lo tratamos de la misma manera que con el evangelio.

El término euaggelion no aparece en el AT, aunque sí lo hace el verbo, por ejemplo en Isaías 52, 7 con el sentido de traer un mensaje de buenas nuevas. En realidad esta terminología aquí en los LXX no tiene ningún significado especial ni tampoco en el intertestamento. Sí que lo tiene en el mundo grecorromano, con un sentido religioso de culto al emperador. «En una estela del año 9 a.C., el nacimiento del emperador Augusto es saludado como ‘el comienzo para el mundo de la buena noticia (euaggelion) que traía’1».

«Los cuatro evangelios canónicos son composiciones anónimas surgidas entre los años 65-90 y que fueron reunidas en una colección alrededor del año 1252».

El primer autor que usa el término con referencia inequívoca a los escritos que nosotros llamamos evangelios es Justino (165), quien se refiere a ellos como ‘evangelio según…’ dejando así claro que se trata de un solo evangelio (es decir las buenas nuevas predicadas acerca de Jesucristo y del reino) aunque transmitido en cuatro versiones.

La mayoría de las personas asumen el evangelio como si se tratara de una biografía, pero al leerlo de una manera más cercana nos damos cuenta que no se asemeja a una biografía moderna, pues a veces se concentra mucho en unas semanas y sin embargo pasa por alto grandes etapas en a vida de Jesús. Sí que podemos, sin embargo, y a raíz del estudio de Richard A. Burridge, entender que los evangelios ciertamente tienen una función biográfica claramente establecida. Este autor cree que la mejor manera de describir el género literario de los evangelios es definirlos como bioi, pues, a pesar de ciertas diferencias, encajan con las características generales de tal género3.1 R. Aguirre Monasterio y Antonio Rodríguez Carmona, Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles, Estella, Verbo Divino, 1992, 18-19.2 Ibíd., 17.3 Estas serían algunas de las características de las bioi: 1) concentración en un personaje; 2) se centra en los períodos más significativos, no necesariamente en su cronología; 3) presentación en prosa narrada de una extensión media; 4) estilo algo más elitista en las bioi griegas, aunque también hay las más populares; etc. R. A. Burridge, What Are the Gospels?, Cambridge, CUP, 1995. Esta obra compara los evangelios con diez biografías grecorromanas para concluir que no podemos hablar de los evangelios como un género literario único, sino que con toda seguridad los lectores de los evangelios hubieran considerado estos escritos como “vidas” de Jesús y que por ello han de ser tratados e interpretados como tales. Su tesis, que yo sepa, no ha sido respondida hasta este momento a través de un nuevo título. Tampoco soy consciente de cuánta influencia ha tenido este libro en la comunidad académica, por lo que únicamente me limito a citarlo aquí como

1

Page 2: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

El evangelio es un libro inusual, pero no completamente distinto de la literatura que se hacía por ese entonces. Los griegos y los romanos escribían biografías de sus héroes, y de personas famosas de la época, así como Sócrates. La razón particular por ello era o bien defender a tal personaje de ataques o bien para que apareciera como modelo y ejemplo para los lectores. En este sentido podemos observar que el evangelio de Marcos en particular tiene mucho que ver con las biografías griegas. No nos da una descripción detallada de la vida de Jesús, pero nos muestra lo suficiente como para afirmar con contundencia quién era Jesús.

Se puede decir que la Iglesia primitiva creó un género literario propio (dentro del bios, pero con un carácter especial), caracterizado como Evangelios. Según “el modo de hablar cristiano primitivo, Evangelio quiere decir: «el mensaje de salvación comunicado oralmente, cuyo tema y contenido es Jesucristo». (...) Ateniéndonos a este hecho, es evidente que no debería darse sino un Evangelio único; así, en singular4”.

Pero aún así esto no nos da todas las pistas para explicar qué es un evangelio y cuál su propósito.

James Denney afirmó que “Ningún apóstol, ni ningún escritor del Nuevo Testamento, recordó a Cristo”. Marcos no estaba preservando la memoria de un héroe muerto, sino que proclamaba al Señor que vive. Este punto es crucial, su carácter kerygmático (del griego kerysso, ‘proclamar’), pues se trata de proclamar/anunciar las buenas nuevas de Jesucristo, su persona y hechos, no meramente hacer memoria de una vida ejemplar.

En cuanto a su estructura y forma en que está escrito hemos de notar que si estudiamos o leemos una sección de Marcos, por ejemplo los caps. 1-3, nos damos cuenta de que está compuesto por párrafos, lo cual no tiene nada de especial, ya que todos los libros se escriben por párrafos. Lo que llama la atención es que cada párrafo expresa un punto que es completo en sí mismo y que está conectado con el siguiente de una manera más bien libre con lo que viene antes o después. Esto queda incluso reflejado en nuestras versiones del Nuevo Testamento, que separan los párrafos con títulos dando a entender justamente lo que acabamos de observar.

Así por ejemplo si tomamos Marcos 2:23 vemos que comienza: “Aconteció que al pasar él por los sembrados un día de reposo...”. No se nos dice qué sembrados eran, a quién pertenecían, qué día de reposo en particular era, etc. La historia lleva su propio mensaje y para entenderlo no necesitamos saber del contexto anterior o posterior. Esto puede significar que estas

una posibilidad más, sin hacer juicios de valor por el momento a falta de más estudio en esta área. Los proponentes de esta tendencia son: Talbert, Burridge, Votaw y Stanton (para Mt). En cuanto a las implicaciones hermenéuticas de tal propuesta, cf. Burridge, 255-59.4 Heinrich Zimmermann. Los métodos histórico-críticos en el Nuevo Testamento. B.A.C., Madrid, 1969, p. 140.

2

Page 3: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

unidades narrativas circulaban de manera independiente en la iglesia primitiva. Stephen H. Travis denomina a estas unidades los bloques de construcción5 de que se compone el evangelio, así dispuestos para que el autor del evangelio comunique su particular mensaje a la iglesia (o iglesias) a la que escribe. De esto hablamos en clase, y fue el punto de partida de nuestra investigación acerca de cómo fueron elaborados los evangelios.

Historia de las formasEs por ello, que el estudio más concienzudo de los evangelios muestra que no todas las unidades son iguales, sino que hay distintos tipos de historia, algunas de ellas son llamadas por la crítica de fuentes como “historias de pronunciamiento”, “historias de milagros”, etc. Remito al estudiante al estudio del capítulo 12 del cuadernillo donde se trata de manera introductoria todo lo que aquí comentamos en el contexto de la crítica de formas. Es decir, que a cada tipo de literatura le corresponde un contexto histórico y social determinado. Así los relatos de milagros quieren comunicar unas verdades acerca de Jesús a una comunidad que quizás lucha por entender la divinidad de este «hombre que proclaman los apóstoles»; los relatos de sentencias (relatos poco descriptivos donde Jesús acaba el relato con una frase que encierra una enseñanza, en ocasiones en contraposición a los fariseos [cf. Mc 2, 13-17]), bien pudieran responder a preocupaciones y problemas concretos de la comunidad. Otros géneros dentro del evangelio serían las genealogías, las parábolas, etc. Y hay, claro, otros posibles subgrupos como son las metáforas, símiles, proverbios (Mc 3, 24), etc.

Respecto a la crítica de formas, se ha de decir que propone una observaciones muy interesantes, pero que también tenemos que ser cuidadosos a la hora de asumir como cerrado y cumplido lo que se propone. Es decir, que definir el Sitz im Leben (contexto vital) que se supone que hay tras el texto es sólo una posibilidad de lectura del texto, pero que si se absolutiza, corremos el riesgo de caer en una comprensión del texto excesivamente atada a una clave de interpretación que no es la única posibilidad. Remito de nuevo al capítulo 12 para que repasen este punto (pp. 12.8-9).

Y es que la HF (Historia de las formas) parte de unos presupuestos que hay que detallar (Aguirre-Carmona, 73):

Los evangelistas son meros recopiladores de la tradición existente en la Iglesia.

Los evangelios surgen de la comunidad en el contexto de la fe pospascual. La actitud de fe no tiene que ver con la preocupación histórica.

Se equipara la comunidad pospascual con un grupo popular creativo.

5 Estos se llaman en el lenguaje técnico, perícopas, es decir, pequeñas secciones literarias de carácter unitario con un principio y un final bien marcados, cada una de ellas con su propio género literario (parábola, milagro, discurso, etc.). Aguirre y Rodríguez, 15-6.

3

Page 4: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

Naturalmente, el tiempo ha demostrado que esta postura es muy limitada y se ha suplementado con otros acercamientos que nos hacen ver los evangelios desde perspectivas más completas.

4

Page 5: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

¿Por qué se escribieron los evangelios?

Sabemos a ciencia cierta que los evangelios son posteriores a la mayoría de las epístolas, a pesar de que en nuestro canon del NT se han colocado en primer lugar. En la primera generación de la Iglesia las grandes figuras de autoridad fueron los apóstoles itinerantes6.

A la vez que se dan estos movimientos de apóstoles itinerantes (que viven la radicalidad del ethos cristiano y cuya fuente de información sería la fuente de los dichos), surgen otros misioneros que son respaldados por comunidades que fundan y se desenvuelven no ya en la zona rural, sino a lo largo de las urbes del Imperio (como en el caso de Pablo). Estas iglesias o comunidades, exigen cada vez más una autonomía y dirección propias. Mientras que en el movimiento itinerante se predica sobre todo al Jesús terreno, en el caso de los misioneros urbanos en el Asia Menor y el Egeo se concentra en el Cristo cósmico (Theissen, 137). Razones por la que los evangelios se compusieron:

La muerte de la primera generación. La muerte de los primeros apóstoles (autoridad) deja un vacío de poder. Las cartas pseudoepigráficas tratan de llenar este vacío. Es curioso observar que en las cartas «deuteropaulinas» los dichos de Jesús se citan aún menos que en las reconocidas como genuinas. El «apóstol» es la autoridad decisiva en estos escritos, pero se eleva la persona de Jesús y su autoridad. «Mientras que las cartas del cristianismo primitivo estaban destinadas a guiar a la comunidad directamente, los evangelios ejercían autoridad indirecta, ya que hablaban de la vida de Jesús» (Theissen, 138).

Fortalecimiento de las comunidades locales. Con la muerte de las grandes figuras de autoridad declina el influjo de los carismáticos itinerantes. Toman entonces preponderancia las comunidades locales. La tradición del carismatismo itinerante se funde entonces con las tradiciones de las comunidades locales y se plasman en un primer evangelio (EvMc). Es decir, que las tradiciones locales (como el relato de la pasión) dieron forma a los evangelios, como dijera M. Kähler de los evangelios: «son relatos de la pasión con una extensa introducción»7. El evangelio más antiguo usa la estructura interna de los relatos de milagros, esos bloques de construcción de que hemos hablado antes. «La estructura del evangelio más antiguo está claramente gobernada con más fuerza por tradiciones comunitarias y populares que por tradiciones de los discípulos, tras cuyas huellas caminaron los carismáticos itinerantes» (Theissen, 139). Hay ciertos textos que nos dan idea de este propósito (Jn 20,

6 G. Theissen, El Nuevo Testamento, Santander, Sal Terrae, 2003, 137.7 Quizás, en términos cuantitativos, sea una afirmación exagerada, pero refleja una realidad clara: que la trama de la pasión es la trama que une y organiza la narración evangélica en su conjunto (Aguirre-Carmona, 43-44).

5

Page 6: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

31) y de que se trata de una literatura confesional (Lc 1, 1-4). Se trata de fundamentar la doctrina que ya ha sido aceptada.

Destrucción del Templo de Jerusalén (70 d.C.). Con la destrucción del Templo desaparece el vínculo de unión entre los judíos y los cristianos. No es que los paganocristianos hubieran participado del cultus, pero ahora, más que nunca, se necesita elaborar su propio sistema de ritos. Se convierte así de una religión del Templo a una del libro. En la fuente de los dichos no hay nada de esto, y será el EvMc el encargado de presentar a Jesús en disputa con los ritualistas judíos. Este evangelio se centra en dos ritos que se van a imponer en el cristianismo primitivo: el bautismo y la cena del Señor.

El fortalecimiento del paganocristianismo8. Con la caída del Templo el judeocristianismo se ve relegado a un segundo plano. El paganocristianismo toma impulso y las comunidades cristianas se abrieron a los gentiles (cf. Mt 22, 1ss, la parábola del banquete). «…a los destinatarios gentiles les impulsó la tendencia a desarrollar la forma judía del libro profético (tal como lo tenemos en Q) para convertirlo en un bios helenístico» (Theissen, 140). Parece que su lugar de origen es Siria, donde floreciese la primera y más fuerte comunidad gentil. Mateo lo amplía con la fuente de los dichos y sólo Lucas añade a esta primera parte los Hch con lo que produce un equilibrio entre la autoridad de Jesús (su evangelio) y la influencia de los apóstoles (Hechos).

Se trata también de hacer de la vida de Jesús el paradigma para comprender sus palabras. Frente a evangelios como el de Tomás, sin narrativa, «…la aceptación de sus palabras es inseparable del seguimiento de su vida» (Aguirre-Carmona, 48). La narrativa es el marco correcto desde el que entender sus dichos. Además de esto, los evangelios, al recopilar tradiciones diversas dan fe de que hay que huir de las unilateralidades y de los reduccionismos que tratan de ver la presencia de Dios en Jesús de una sola manera.

En el trasfondo de estos cuatro puntos hemos de entender que se haya la guerra entre los judíos y los romanos. Así también las tensiones crecientes anteriores a la guerra y que causaron que algunas figuras del cristianismo perdieran la vida como es el caso de Pablo y de Santiago (éste a manos de conflictos intra-judíos). La destrucción del Templo ejerce una tensión manifiesta en el trasfondo.

8 Esta expresión, como podéis imaginar, describe a los cristianos que vienen en origen del paganismo, frente a aquellos que provenían del judaísmo.

6

Page 7: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

LA CUESTIÓN SINÓPTICA

Hasta ahora hemos hablado del evangelio en singular, tratando el tipo de literatura que es y cómo se cree que más o menos funciona en conjunto. La siguiente pregunta, que proviene de la mera observación es: ¿Cómo es que tenemos cuatro evangelios y que tres de ellos son tan parecidos? Es lo que denominamos el «problema sinóptico». Es claro que los evangelios sinópticos no son absolutamente independientes entre sí, aunque tampoco son mera copia el uno del otro. ¿Qué hacer con ello?

Preguntamos acerca de estas cuestiones:¿Cómo fueron compuestos los evangelios?, ¿Cómo se relacionan los evangelios a nivel literario e histórico?

Observamos en los evangelios varias semejanzas:

1. Semejanzas en palabras: Mt 19, 13-15 / Mc 10, 13-16 / Lc 18, 15-172. Semejanza en el orden: Mt 16, 13-20, 34 / Mc 8, 27-10, 52 / Lc 9, 18-

50; 18, 15-433. Semejanzas de material entre paréntesis: Mt 24, 15 / Mc 13, 14; Mt 9,

6 / Mc 2, 10 / Lc 5, 244. Semejanzas en las citas del AT. Es decir la forma que no proviene ni

del hebreo ni de los LXX: Mc 1, 3 (Mt 3, 3; Lc 3, 4)9.

A estas semejanzas se añaden claras diferencias entre ellos. Por dar ejemplos claros: 330 versos de Mc se encuentran en Mt y Lc, que son bastante más largos (a esta concordancia se le denomina con la nomenclatura técnica de triple tradición). 278 versos de Mc se encuentran ya en Mt, ya en Lc. 230 versos son comunes a Mt y Lc (doble tradición). El número de versos propios es: Mc 53; Mt 330, y Lc 500 (lo que denominamos tradición única)10.

Estructura común de los evangelios sinópticos11:

Mt Mc Lc

a. Preparación del ministerio 3, 1-41 1, 1-13 3, 1-4, 13

b. Ministerio en Galilea 4, 12-18, 35 1, 14-9, 50 4, 14-9, 50

c. Viaje a Jerusalén 19, 1-20, 34 10, 1-56 9, 51-18, 43

d. Pasión y resurrección 21-28 11-16 19-24

9 Cita de Is 40, 3. Texto hebreo: «Una voz clama: en el desierto abrid camino a Yahvé, trazad en la estepa una calzada recta a nuestro Dios». LXX: «Una voz clama en el desierto: preparad el camino del Señor, haced rectas las sendas de nuestro Dios». En Mc 1. 3 dice: «…Voz que clama en el desierto: preparad el camino del Señor (= Jesucristo), haced rectas sus sendas…».10 Rafael Aguirre Monasterio, "El enigma de los sinópticos", en La formación del Nuevo Testamento, Reseña Bíblica 13, primavera 1997, Verbo Divino, p. 6.11 Ibíd.

7

Page 8: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

A estas semejanzas y diferencias se le han propuesto varias explicaciones que van desde la de «fragmentos», es decir que los discípulos tomaban apuntes y luego fueron coleccionados y ordenados según temas (lo cual no explicaría la concordancia en orden), hasta las más complejas que describen infinidad de fuentes primitivas y describen sus posteriores refundiciones, redacciones, etc.

Crítica de fuentesLa crítica de fuentes intenta descubrir las fuentes tras los evangelios canónicos y ver también qué relación hay entre ellas y cómo se relaciona todo esto a la doctrina de inspiración.

Recapitulemos; se observan fenómenos diferentes:

fenómeno de palabras (datos que se pueden observar de manera empírica). Los evangelistas han recogido en sus páginas los mismos eventos y a menudo usando las mismas palabras. (Mt 3, 7-10 y Lc 3, 7-9).

fenómeno de contenido (los evangelistas han descrito eventos similares y añadido dichos de Jesús). Aproximadamente 90% del vocabulario de Mc está incluido en Mt y un 50% en L. Además de esto, 235 versículos (casi todos ellos dichos de Jesús) que encontramos en Mt y Lc no se encuentran en Mc.

fenómeno de orden. Éste describe el hecho de que al menos dos de los sinópticos describen los sucesos acerca de Jesús siguiendo el mismo orden de tiempo. (Mt 17, 22-23; Mc, 9:30-32 y Lc 9, 43b-45).

A primera vista, ¿cuál puede ser la aportación que nos puede hacer este tipo de crítica? ¿Qué ventajas tiene el considerarla?

1. Ayuda en la interpretación (si creemos que existe una interdependencia, nos ayudará a la hora de entender el texto mejor, pues partes de un evangelio pueden ayudar a entender mejor otro que a primera vista pueda parecer más oscuro en el otro evangelio).

2. Nos ayuda a entender el carácter único de cada evangelio a la vez que nos da muestra de su posible interdependencia, de manera que a una lectura vertical le corresponde luego una horizontal, con lo que tenemos una visión más clara de la literatura canónica, en específico de los evangelio sinópticos.

LA HIPÓTESIS DE AGUSTÍN

8

Page 9: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

El comentario más temprano que tenemos acerca de los evangelios nos viene de Papías de Hierápolis (115 ó 140), aunque sólo nos queda recogido en Eusebio, Historia eclesiástica. Según Papías,

«Marcos, intérprete que fue de Pedro, puso cuidadosamente por escrito, aunque no con orden, cuanto recordaba de lo que el Señor había dicho y hecho. Porque él no había oído al Señor ni lo había seguido, sino, como dije, a Pedro más tarde, el cual impartía sus enseñanzas según las necesidades y no como quien se hace una composición de las sentencias del Señor, pero de suerte que Marcos en nada se equivocó al escribir algunas cosas tal como las recordaba. Y es que puso toda su preocupación en una sola cosa: no descuidar nada de cuanto había oído ni engañar en ello lo más mínimo» (Historia eclesiástica 3,39,15).

«Mateo ordenó las sentencias en lengua hebrea, pero cada uno las traducía como mejor podía» (Historia eclesiástica 3,39,16).

Siguiendo esta tradición, se aceptaba que Mt fuera el primer evangelio escrito “entre los judíos en su propia lengua, cuando Pedro y Pablo estaban predicando el evangelio en Roma y fundando la iglesia”. Después de Mt venía Mc, el discípulo e intérprete de Pedro. Luego Lc, el seguidor de Pablo. Así pues, el consenso de la iglesia al principio parece haber sido Mt, Mc y Lc, es decir, el orden canónico final es el orden cronológico. Sin embargo, hemos de señalar que estas tradiciones tempranas no señalan una interrelación entre estos tres evangelios. El interés de la iglesia era el orden cronológico de los evangelios, su origen apostólico (o conexión) y su fiabilidad histórica. Este entendimiento recibió su forma definitiva con Agustín (De consensu evangelistarum) y, por el peso de éste en la iglesia, fue tenido en la iglesia como 'autorizado' (cf. Armonía 1.2.3). El orden canónico final es el orden cronológico. Mt es el más primitivo, Mc lo abrevió (Mc es el «pedisequus et breviator Matthaei») y Lc realizó un compendio de ambos. Esta teoría fue asumida durante muchos siglos aunque no habría una preocupación por el “problema sinóptico” como tal hasta mucho más tarde.

Mt Mc Lc

Hoy en día casi nadie defiende esta teoría, que nunca tomó en cuenta el problema sinóptico.

DEPENDENCIA MUTUA

J. J. Griesbach (finales s. XVIII) piensa que no hay que recurrir a textos hipotéticos sino que la solución se encuentra en la mutua dependencias de los tres evangelios. Mt es el primero del que depende Lc; Mc es una síntesis posterior de ambos.

9

Page 10: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

Mt

Mc

Lc

Esta teoría explica con facilidad ciertas ocasiones en las que parece que Mc hace una síntesis de los textos más extensos de Mt y Lc, pero no da razón, por ejemplo de porqué Mc ha dejado partes tan importantes del discurso de Jesús como son las bienaventuranzas y tampoco explica porqué el estilo y griego de Mc es en ocasiones peor que el de los otros sinópticos. Aún así, esta teoría tiene defensores hoy en día como W. R. Farmer.

UN EVANGELIO FUNDAMENTAL

Se opina que existió un evangelio primitivo del que beben todos los demás evangelios. A este evangelio se le denominó Evangelio de los nazareos (originalmente en arameo). Es la propuesta de G. E. Lessing (s. XVIII) que ha conocido otras versiones.

Evangelio fundamental

Mt Mc Lc

Es una explicación cómoda, pero que no responde a cuestiones tales como el asombroso parecido entre Mt y Lc justamente cuando se apartan de la común estructura que comparten con Mc. Este impasse se trató de explicar por medio de las diversas redacciones por las que atravesó este escrito fundamental, en las que se basaron los distintos evangelios (J. G. Eichhorn). Esta teoría se ha desarrollado (y complicado más) por P. Rolland, que además relaciona los diferentes evangelios fundamentales a las iglesias más importantes de los inicios (Aguirre-Carmona, 66).

LA HIPÓTESIS DE GRIESBACH: LA HIPÓTESIS DE LOS DOS EVANGELIOS

J. J. Griesbach (1745-1812) publicó dos volúmenes en latín poniendo en tela de juicio la hipótesis de Agustín. Su hipótesis es que Mt fue escrito primero, y que Lc, usando Mt, era segundo; luego Mc, usando Mt y Lc, tercero. En ese tiempo, su hipótesis tuvo poca aceptación aunque ahora hay eruditos (sobre todo del mundo anglosajón) que están considerándola más de cerca en vista de los problemas que surgen de la hipótesis de Oxford que estudiaremos a continuación.

10

Page 11: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

Una de los puntos fuertes de esta hipótesis es el respaldo que recibe del testimonio de la iglesia de los primeros siglos. Su mayor defecto es que tiende a utilizar un razonamiento circular y por ello nos lleva a una explicación posible del fenómeno, pero no a una prueba concluyente. Además, es difícil entender cómo Mc hubiera dejado de lado la enseñanza de Jesús que se recoge en el sermón de la montaña de Mt (o del llano, como en Lc), siendo esta enseñanza crucial para los evangelios.

En vista de los estudios de crítica textual (es decir donde se estudian los manuscritos antiguos y se intenta ver cuál sería probablemente el original o el que daría pie al otro), se puede suponer con cierta certeza que el texto de Mc parece más primitivo y con mayores posibilidades de haber sido antes que el texto de Mt, por ejemplo. (Ver el ejemplo de Mc 7, 31 y Mt 15, 29). ¿Cuál de los textos tiene más posibilidades de explicar al otro? El texto de Mt es mucho más claro de entender y por las «leyes» de la crítica textual el texto más difícil de leer es el original, por la tendencia que tenemos de intentar clarificar las cosas.

Otro ejemplo que parece afirmar la primacía de Marcos es comparar Mc 6, 5-6 con Mt 13, 58 (tendencia a “corregir” lo que parece demasiado estricto).

Q Mc

Mt Lc

Esta teoría, sin embargo, tiene también sus críticas. En especial hay tres críticas que se le han hecho:

¿Cómo es posible que Lc, si ha conocido a Mc, haya omitido material tan importante y extenso como Mc 6, 45-8, 26?

¿Cómo se puede explicar que haya lugares en los que Mt y Lc coinciden contra Mc, si ambos se supone que usan su texto de manera independiente? Ejemplos: Mt 8, 2 y Lc 5, 12 contra Mc 1, 40; Mt 9, 20 y Lc 8, 44 contra Mc 5, 27.

El problema de las «lecturas confluyentes» de Mc, que parece que a menudo fusiona dos textos paralelos, que se encuentran en su forma simple, uno en Mt y otro en Lc. Ejemplo: Mc 10, 27 en relación con Mt 19, 26 y Lc 18, 27.

LA HIPÓTESIS DE OXFORD: LA HIPÓTESIS DE LAS DOS O CUATRO FUENTES

Contemporánea de la hipótesis de Griesbach, aunque independiente en su desarrollo, la hipótesis de la prioridad de Mc se forjó en Oxford bajo W. Sanday, hasta que recibió su más completa exposición con B.H. Streeter. Bajo el tutelaje de Sanday, estudiantes y amigos personales de éste se reunieron durante quince años para discutir este problema de interrelación de los sinópticos. Entre estos estudiantes se encontraban Sir. J.C. Hawkins,

11

Page 12: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

B.H. Streeter y W.C. Allen. Fue años después de una publicación de este grupo sobre el tema que Streeter dio forma final a esta hipótesis. A pesar de que ha sido criticado y algunas de sus perspectivas han sido modificadas, el trabajo de Streeter ha sido hasta hoy y con mucho, la hipótesis que más ha influido en el terreno de los sinópticos.

Streeter afirmaba que existían cuatro fuentes en la elaboración de los evangelios, manteniendo que tanto sus fechas de elaboración como su lugar de composición podían ser afirmados. 1) "Q", (Quelle = «fuente» en alemán; una fuente escrita de logia sin marco narrativo en esencia) que contenía los versos comunes a Mt y Lc y que no se encuentran en Mc, compuesto en Antioquía hacia el 50 d.C.; 2) "L", la fuente original de Lc, hacia el 60 d.C. en Cesarea; 3) "M", la fuente de material específico de Mt, hacia el 60 d.C. en Jerusalén; 4) el evangelio de Mc fue escrito hacia el 66 d.C. en Roma; 5) la combinación de Q y L fue llevada a cabo por Lc; el proto-Lc; 6) nuestro Lc canónico es el producto de la fusión de proto-Lc con la fuente especial de Lc caps. 1 y 2 y el evangelio de Mc, lo que fue llevado a cabo hacia el 80 d.C. quizás en Corinto; 7). Mt escribió su evangelio hacia el 85 d.C. en Antioquía combinando Mc con Q, M y lo que Streeter llamó la tradición de Antioquía.

En cuanto a una posible existencia de Q, podemos estudiar dos ejemplos que nos hablan de la independencia de Mt y Lc en cuanto a Mc y de una dependencia en una fuente común a ambos (en contraposición a uno de los evangelios basándose en el otro, p.e. Lc en Mt). Ver ejemplos: Mt 7, 9-11 con Lc 11, 13 (Mt parece más primitivo teológicamente hablando); y Lc 14, 26 con Mt 10, 37 (Lc parece más primitivo aquí).

Una de las debilidades más notables de esta hipótesis es la existencia de “acuerdos menores” entre Mt y Lc Es decir, en ocasiones Mt y Lc parecen tener una interdependencia en cuanto a sus diferencias con Mc (cf. Mc 1, 41-3 con Mt 8, 3 y Lc 5, 13). Estos elementos sugieren una interdependencia entre Mt y Lc.

12

Page 13: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

Esta es en resumidas cuentas la teoría de Streeter. Casi todo el mundo está de acuerdo en la existencia de Q y Mc como las dos fuentes comunes para Mt y Lc. Menos aceptan ya la existencia de M y L como tradiciones escritas, y menos aún consideran la teoría de un proto-Lc como válida.

El debate actual es aún agitado y no se toma esta hipótesis como la única a tener en cuenta. Hay eruditos que piensan que Lc se basó en Mt y no en Q como se indicaba anteriormente.

Tradiciones orales

Tradiciones escritas

Q Mc

Mt Lc

Mucho se ha escrito también acerca de Q. Se sigue estudiando cómo pudo ser su forma original, su contenido, etc. Se ha editado ya la primera concordancia de Q. Algunos eruditos, sin embargo, consideran que no hay pruebas lo suficientemente probadas como para admitir su existencia. La existencia o no de Q es un hecho importante. Algunos eruditos anglosajones opinan que esta fuente de logia de Jesús es la recopilación que un grupo hizo acerca de la enseñanza de Jesús en la que se le presenta meramente como maestro, sin relación a una muerte sacrificial anunciada ni nada por el estilo. Estos especialistas afirman que sería este escrito el más fiable históricamente (escrito cerca del año 50) y que lo que los evangelios sinópticos han hecho es 'inflar' su enseñanza con la narración de su muerte y resurrección. Es decir que en Q hallaríamos al verdadero «Jesús de Nazaret» que poco tendría que ver con el «Cristo de la fe». Parece que se trata de una colección de dichos sin relato de la infancia y la pasión. Algo parecido sucede con el Evangelio de Tomás, que según Theissen es desarrollo del género que tiene Q. Según él, desde el descubrimiento del EvTm en 1948 (una colección de dichos que no incluye tampoco un relato de la pasión y que se centra sobre todo en los dichos de desarraigo, pues seguramente los repiten los misioneros itinerantes, los únicos que continúan con el «radicalismo itinerante» del maestro Jesús, de lo que se puede derivar su ‘contexto vital’), ya no se puede dudar acerca de la existencia de una fuente (Q) de los dichos12.

La contribución de la crítica de fuentes es meramente histórica y deja la vía libre a la crítica de redacción (que se encarga de investigar la contribución particular de cada evangelista /escuela a la hora de elaborar el evangelio, teniendo en mente una comunidad específica.) para tomar estas conclusiones y poder llegar a su significado y motivación.

12 G. Theissen, El Nuevo Testamento, Santander, Sal Terrae, 2003, 76.13

Page 14: evangelios sinópticos (apuntes para estudiantes)

Sugerencias prácticas de lectura de los evangelios sinópticos

1. No armonizar los detalles de los evangelios. Es mejor apreciar lo distintivo de cada evangelio así como los contextos en que los materiales se ubican ya que nos hablan de la situación de cada comunidad.

2. Llevar a cabo primeramente una lectura vertical. Leer el relato o perícopa en su propio contexto literario. Hay por tanto que prestar atención a cómo usa el evangelista el relato.

3. Lectura horizontal. Leer el relato o perícopa en su sinopsis (paralelos en los otros evangelios) para apreciar los diversos énfasis (contexto, usos, teologías, etc.).

Bibliografía adicionalSi tenéis interés en seguir este tema con más detalle, os aconsejo la lectura de un libro evangélico que trata el tema sinóptico de manera sencilla pero clara: Gordon D. Fee & Douglas Stuart, La lectura eficaz de la Biblia, Miami, Vida, 1994. En especial el capítulo 7, “Los evangelios: una historia con muchas dimensiones”. También alguno de los capítulos (3 y 6) destinados a este estudio en G. Theissen, El Nuevo Testamento, Santander, Sal Terrae, 2003. Otra obra de gran utilidad es la de Rafael Aguirre Monasterio y Antonio Rodríguez Carmona, Evangelios sinópticos y Hechos de los Apóstoles, Estella, Verbo Divino, 1992. Para un estudio más avanzado que se adentra en el apasionante mundo de la crítica de redacción y estudia las razones por las que cada comunidad produjo y abrazó en particular a uno de los evangelios, puede verse, G. Theissen, La redacción de los evangelios y la política eclesial. Un enfoque socio-retórico, Estella, Verbo Divino, 2002.

14