Evangelios Sinópticos (Jujuy 2009)

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1 Evangelios Sinpticos (curso/charla parroquial)

QU ES UN EVANGELIO?Los principales relatos sobre la vida, obra y palabras de Jess, los encontramos en el Nuevo Testamento, en los textos que llamamos "Evangelios". Inclusive, no les llamamos "Vida de Jess", o "Biografa de Jess", sino "evangelios". Por lo tanto, primero nos preguntamos sobre el origen del vocablo "evangelio", y en segundo momento definimos aquellos que denominamos "evangelios sinpticos". 1. ETIMOLOGA DE LA PALABRA El trmino evangelio literalmente en griego to. euvagge,lion (euanghlion), es un adjetivo sustantivado que significa buena nueva, consta de eu, bien-bueno, y de nghelos, mensajero o anuncio, o bien, del verbo anghllein, anunciar. En el ambiente greco-helenstico su significado fundamental es el de buena nueva o alegre mensaje, con este sentido es utilizado por Plutarco (42-120 d.C), contemporneo a la redaccin de los evangelios cristianos (Plutarco, Pompeyo 41,4; Focin 23,6), o en Flavio Josefo (Bell. IV, 10,6 618; 11,5; 656). Generalmente, en el mundo griego, "evangelio" se usa para designar la noticia de victoria en el campo de batalla, la respuesta de la divinidad mediante un orculo, as como cualquier acontecimiento importante referido al emperador: su nacimiento, el haber alcanzado mayora de edad, su ascensin al trono, sus mensajes y decretos, que tienen por objeto traer garantizar la paz en la tierra.1 En el AT, puede apreciarse que los LXX traducen normalmente el verbo hebreo rfeb; (basar) que significa anunciar un alegre mensaje, por euvaggeli,sasqai (euanghelsaszai). E inclusive puede verse la evolucin del vocablo desde los libros histricos (en contextos profanos) (1Sam 31,9; 2Sam 1,20; 4,10; 18,19-20.27.31; 1 Re 1,42), luego se va cargando de connotaciones religiosas en los Salmos (Sal 40,4.10; 68/67,12; Sal 96,2-3), hasta arribar a su uso propiamente religioso en los profetas (Jl 2,32;3,5; Nah 1,15; 2,1), en especial en Isaas (Is 40,9-11; 52,7-10; 60,6; 61,1-2), el que interpretado en clave mesinica en la tradicin juda, es retomado por los autores del Nuevo Testamento. En el NT, tanto los evangelios, como los Hechos de los Apstoles y Pablo, presentan la actividad inaugural de Jess con una terminologa inspirada en el lxico evangelio (cfr. Mc 1,14-15; Mt 4,17.23; 9,35; Lc 4,43; 8,2) y tambin el las misiones. El sustantivo euvagge,lion (euanghlion) aparece en total 76 veces en los textos del NT (v.g. Mc 1,1.14; 13,10: 14,9: 16,15; Mt 26,13; Hech 15,7; 20,24; Gal 1,6-7; 2,2; 1 Tes 1,5; 2,8-9; 1 Pe 4,17; Ap 10,7; 14,6) Por lo tanto, con el trmino evangelio se indica el mensaje religioso y espiritual en general, propuesto en la predicacin cristiana, ya sea dentro de las comunidades, ya en la actividad misionera. El uso del trmino evangelios en plural para indicar los libros se remonta al siglo II d.C. (Justino, Apologa I, 56,3); Ireneo de Lyon emplea la palabra an en el doble sentido de predicacin oral y de texto escrito (Adv. Haer. III, 1,1.8; cfr. II, 11,7)2. 2. REALIDAD CONTENIDA EN EL CONCEPTO "EVANGELIO" a) Qu son, entonces, los evangelios? Imaginando una entrevista a gente cristiana recogemos estas opiniones: * Son la buena noticia trada por Jess, su mensaje y sus enseanzas.1

B. MARCONCINI, Los sinpticos. Formacin, redaccin, teologa, Madrid 1998, 8. R. FABRIS, Evangelio en ROSSANO P. - RAVASI G. - GIRLANDA A. (eds.), Nuevo Diccionario de Teologa Bblica, Madrid 1990, 587.2

2* Son las narraciones sobre lo que Jess hizo, sus milagros, pasin y resurreccin, su vida. * Son la experiencia de los discpulos de Jess, el camino de fe de los que lo siguieron Una respuesta completa debera tener todo esto junto ya que los evangelios son propiamente el recuerdo y el anuncio de lo que Jess hizo y ense, de su vida, muerte y resurreccin. En cuanto recuerdo, se remontan al pasado y hablan de l y de sus primeros seguidores; en cuanto anuncio, son esperanza y llamado para nuestra vida; hablan de nosotros. El Concilio Vaticano II los define como testimonio perenne y divino del misterio de la salvacin revelada y actuado por el Verbo hecho carne (DV 17). Y aade que que entre los escritos del Nuevo testamento, sobresalen los Evangelios, por ser el testimonio principal de la vida y doctrina de nuestro salvador (DV 18). La Iglesia reconoce a los evangelios un puesto eminente; son el corazn de todas las Escrituras porque ms que las otras dan testimonio de Cristo, el Verbo encarnado. Ellos son la nica fuente atendible en lo que se refiere a la historia y a la doctrina de Jess y testimonian aquello que la Iglesia, a la luz de la resurreccin y bajo la gua del Espritu, ha comprendido inicialmente y, poco a poco, profundizado acerca de la vida y la enseanza de Jess, en lo que se refiere al evangelio por el anunciado y cumplido. b) Algunas conclusiones Observando como la Iglesia primitiva ha utilizado el trmino evangelio veamos tres elementos importantes. 1. La referencia a la persona y al mensaje de Jess como cumplimiento de las promesas mesinicas. 2. La forma oral del evangelio; antes de ser escrito fue una predicacin de viva voz.3 3. La designacin de los cuatro libritos cannicos como evangelios manifiesta la estrecha relacin que la Iglesia ha percibido entre estos escritos y la predicacin de Cristo y de los Apstoles. Tambin el ltimo estadio del desarrollo, la forma escrita, mantiene el carcter de predicacin. Nacidos del evangelio, los evangelios estn intrnsecamente dirigidos a la evangelizacin. Han sido escritos para ser a su vez proclamados: a fin que el alegre anuncio llegue a todo el mundo y haga florecer la salvacin.4 En DV 18 y 19 encontramos 4 afirmaciones fundamentales para la comprensin de los evangelios: 1. Origen apostlico: los evangelios se remontan a la predicacin y tradiciones de los apstoles, garantizadas por la gua del Espritu Santo; 2. Valor histrico: los evangelios son documentos histricamente atendibles en cuanto trasmiten fielmente (no literalmente!) aquello que Jess hizo y ense. 3. Dimensin teolgica: los evangelistas releen los acontecimientos con una mayor comprensin a la luz de la resurreccin de Cristo, como cumplimiento de las promesas salvficas. 4. Tienen como objeto la predicacin: los evangelistas tienen presente la situacin de las Iglesias y se predisponen a avivar la fe y el seguimiento de Jess.

3. ETAPAS DE LA FORMACIN DE LOS EVANGELIOS3 4

Cfr. L.H. RIVAS, Qu es un Evangelio?, Buenos Aires 2001, 26-28. Cfr. V. FUSCO, Evangelios en P. ROSSANO - G. RAVASI - A. GIRLANDA (eds.), Nuevo Diccionario de Teologa Biblica, Madrid 1990, 608-620.

3Con la palabra "evangelio" se alude a un proceso que va desde la predicacin oral hasta transformarse en un escrito. Distinguimos tres etapas: 1) el mismo anuncio de Jess, 2) la predicacin de los Apstoles, y 3) los Escritores o hagigrafos de la Iglesia. (DV 18-19) siguiendo a la constitucin Santa Mater Ecclesia (21-4-1963) al referirse a cmo llegamos a conocer estos libros nos muestra esas tres etapas o momentos distintos: a) Jess b) Los Apstoles c) Los Evangelistas a) El anuncio de Jess El primero es el anuncio hecho por el mismo Jess. Como todos sabemos, l no escribi ningn libro. Siempre predicaba a viva voz y lo ms importante estaba en su misma presencia. Si quisiramos hacer un resumen de lo que es la predicacin de Jess, el anuncio de la Buena Noticia por parte de Jess, tendramos que decir que la Buena Noticia es El mismo. l es aquel en quien se manifiesta el Reino de Dios. Los Santos Padres alguien decan que Jess es el Reino de Dios porque es Dios entre nosotros. Y esta Buena Noticia aparece sobre todo cuando Jess es crucificado, muere y resucita para salvarnos. En resumen, la Buena Noticia ser: "Cristo muri por nuestros pecados y resucit para nuestra justificacin". Nuestros pecados han quedado borrados por la muerte de Cristo, y tenemos una nueva vida a partir de la resurreccin del Seor. b) La predicacin de los Apstoles El segundo momento del Evangelio est constituido por los discpulos de Jess que fueron testigos de todo lo que l hizo y dijo. Mientras Jess actuaba o predicaba los discpulos estaban a su lado pero entendan poco o nada de lo que suceda. As, durante la pasin: uno lo traiciona, otro lo niega, todos huyen, durante la cena discuten en la mesa sobre quin es el ms grande entre ellos. La visin que ellos tenan en ese momento era muy reducida. Entendan el Reino, pero no en el sentido de los profetas. Pero hubo un acontecimiento que cambi esta situacin: la resurreccin del Seor y la donacin del Espritu Santo. Los Apstoles bajo la influencia de los sucesos de Pascua y Pentecosts sentirn una transformacin de la visin que ellos tienen del Seor. Al ver a Cristo resucitado entienden de otra forma todo lo que ha sucedido, y, principalmente con la venida del Espritu Santo, profundizan y comprenden el verdadero sentido que tenan las expresiones, las palabras, los hechos y la misma muerte del Seor.(Jn 2,1822; 12,14-16) Si el Evangelio anunciado por Jess es una presencia, una persona que acta, el Evangelio anunciado por los Apstoles es una visin de toda la actuacin de Jess (hechos y palabras) a la luz de dos experiencias irrepetibles: Pascua y Pentecosts, que les hacen comprender y profundizar todo lo que esto significa. c) La etapa de los Escritores Cuando los Apstoles predicaron la Buena Noticia y fundaron comunidades en distintos lugares del mundo, fueron apareciendo algunos textos escritos. En primer lugar aparecen las cartas: como los Apstoles no pueden estar en todas partes al mismo tiempo se comunican con las comunidades a travs de cartas, como hace San Pablo. Pero dentro de las comunidades tambin aparecen textos: Por ejemplo las celebraciones litrgicas dan ocasin a que se pongan por escrito algunas palabras del Seor. La celebracin de la Eucarista, o del Bautismo requieren palabras del Seor para leer en esos momentos. Ser necesario tener algunos textos para ayudar a la predicacin: hay que recordar ciertas frases de Jess, o algunas parbolas, citas del A T que hay que relacionar con los hechos o los dichos de Jess. - la historia - la tradicin - la redaccin

4La comunidad cristiana deba polemizar en distintos frentes con diversos adversarios, judos o paganos. Es necesario retener frases o gestos de Jess que sirvan para oponer a estos adversarios en las discusiones. Asimismo hay que tener textos para la catequesis, es decir para los que ya son cristianos y deben profundizar su fe: para esto es necesario tener un buen material de discursos y parbolas de Jess. Igualmente se necesitan normas para la organizacin de las comunidades: palabras de Jess que sirvan para indicar cmo tienen que ir los misioneros, qu requisitos deben cumplir, cmo tienen que predicar, qu actitudes debe asumir el que es presidente de una comunidad, etc. Esta es la ocasin para que las comunidades fundadas por los Apstoles vayan dejando anotadas todas estas cosas que recibieron de estos predicadores: la enseanza apostlica. Pero cuando los Apstoles mueren, les sucede otra generacin con el consiguiente peligro de que toda la enseanza se desvirte como pasa con otras enseanzas. Es aqu cuando el Seor va a suscitar en las comunidades algunos personas para que pongan por escrito lo que los Apstoles predicaron. Ellos irn recorriendo las iglesias para recoger todo este material apostlico perteneciente a cada una de las comunidades. Lucas nos dice en el prlogo de su Evangelio que l investig cuidadosamente lo que muchos escribieron (Lc 1,1-4). La primera tarea de los Escritores es recopilar: deben ir a las comunidades buscando los textos que se conserven de la enseanza de los Apstoles. Deben realizar una seleccin porque muchas cosas estarn repetidas, otras no estarn tan bien conservadas. Una vez seleccionado el material, se lo debe sintetizar, encontrar el contexto apropiado para una frase, el encuadre histrico conveniente, la relacin con otros textos, etc. Por ltimo, viene el trabajo de adaptacin: ste es el ms interesante y el que caracteriza a esta tercera etapa de los Evangelios. Los Escritores no se encuentran en comunidades exactamente iguales a las que se formaron en torno a Jess y a los Apstoles. Estn en otros territorios, en otras circunstancias, en otro grado de institucionalizacin. Estas comunidades ya han profundizado ms el misterio cristiano, viven en iglesias organizadas, con problemas que no se daban en la poca en que predicaba Jess. El Evangelio escrito debe dar una respuesta a estas comunidades en estas situaciones nuevas. Los Escritores, bajo la luz del Espritu Santo, van a recoger ese material de la poca de los Apstoles y lo van a expresar adaptndolo a este nuevo auditorio, teniendo en cuenta cual es su estado cultural, la situacin de su fe, los interrogantes que puedan tener, los errores que se pueden dar en cada comunidad. Esta es la primera explicacin a las variantes que encontramos cuando comparamos los cuatro evangelios entre s. Cuando pasamos de un evangelio al otro, encontramos los mismos hechos o las mismas palabras de Jess. Pero cada uno los ha tomado con ese mayor conocimiento y esa mayor profundizacin y las ha expresado para que sean una enseanza, una respuesta a este nuevo auditorio. Contemplando estas tres etapas en conjunto percibimos que se trata siempre del mismo Evangelio en tres formas diferentes. En definitiva es el nico Evangelio: el Evangelio de Jesucristo expresado segn Mateo, segn Marcos, segn Lucas y segn Juan. Por eso no puede haber Evangelios nuevos: la Iglesia primitiva recogi en estos libros lo que vena de los Apstoles, y que stos a su vez haban recibido de Jesucristo. Si alguien quiere agregar algo ms, eso ya no es de los Apstoles y, por lo tanto, no viene de Jess, y, por lo tanto, no tiene autoridad en la Iglesia. El magisterio de la Iglesia reconoce a estos cuatro Evangelios como los nicos inspirados y los propone a los fieles como fundamento de la fe.5 Finalmente, de manera sinttica elencamos algunos factores que influyeron o fueron determinantes en la configuracin de nuestros cuatro evangelios: - la resurreccin de Jess - un cambio en los oyentes - la influencia del Antiguo Testamento5

Cfr. L.H. RIVAS, Qu es un Evangelio?, 20-25.

5- cambio en el ambiente cultural - cambio en la situacin dentro de la misma comunidad eclesial 4. EL GNERO LITERARIO EVANGELIO Al hablar de las etapas de formacin recordbamos que, en un tercer nivel, el trmino euvagge,lion (euanghlion) designa unos escritos, esto es un gnero literario. Surge entonces la pregunta: Cmo se ha llegado a llamar evangelios los cuatro libros atribuidos respectivamente a Mateo, Marcos, Lucas y Juan? Naturalmente no de forma casual. Si tales escritos son llamados evangelios es porque, ante todo, la Iglesia ha captado una profunda continuidad con el evangelio por ella anunciado. En los antiguos manuscritos no se lee: el evangelio de Mateo, de Marcos, de Lucas..., sino: el evangelio segn (kat) Mateo... casi para subrayar la viva conciencia del origen oral de los evangelios de la predicacin apostlica. Adems, si bien se conocen los cuatro escritos, se contina con el uso del trmino evangelio en singular. El enlace con la caracterstica oral del evangelio es fcilmente constatable en los evangelios. Pero, cmo explicar el pasaje de lo oral al gnero literario? Hoy est bastante difundida, entre los exegetas, la conviccin que Marcos sea el generador de este gnero literario nuevo que coloca en estrecha relacin la narracin sobre Jess con el evangelio: VArch. tou/ euvaggeli,ou VIhsou/ Cristou/ ui`ou/ qeou/ Principio del evangelio de Jess Cristo, Hijo de Dios (Mc 1,1). Marcos habra dado forma literaria a la tradicin sobre Jess haciendo al mismo tiempo un relato y un nuevo anuncio. Estamos frente a un gnero literario que en el mundo helenstico tiene semejanza (pero ningn paralelismo) con las narraciones populares que cuentan las gestas de los hombres famosos (las praxeis), y en el judasmo, con los Dichos de los Padres (Pirk Abot) y sobretodo con "la haggad pascual". Se trata solo de semejanzas. En el ambiente bblico-judaico se encuentran todos los antecedentes necesarios, pero no suficientes. Segn E. Schweizer6 el evangelista Marcos habra hecho una sntesis original de tres componentes del cristianismo primitivo, ligadas respectivamente a tres ambientes: 1. En el ambiente judaico prevaleca el aspecto de la enseanza: Jess era visto como Rabb; 2. En el ambiente siriano (regiones desde el noreste de Palestina hasta el Eufrates): Jess era visto como el hombre divino, obrador de milagros; 3. En el ambiente helenstico (regiones evangelizadas por Pablo) gozaban de particular favor las religiones mistricas (misterios de Eleusis, orfismo, etc.) y he aqu que el cristianismo se presenta como una religin de iniciados centrada sobre el misterio de la muerte y resurreccin del Cristo (bautismo y eucarista). Marcos habra juntado estos tres elementos: enseanzas, milagros, liturgia, mostrando que ellos no estn disociados y que no debe prevalecer un nico aspecto. El evangelio es enseanza, pero no es solamente eso; es manifestacin del poder de Dios, pero no solamente eso; es tambin una religin con sus misterios y su iniciacin, pero no es solamente eso. 5. LOS EVANGELIOS SINPTICOS Argumento de nuestro estudio son los tres evangelios ms antiguos llamados sinpticos. La designacin de sinpticos fue introducida por J.J. Griesbach quien en el 1776 hizo imprimir la primera Synopsis Evangeliorum, evidenciando as la singular semejanza de estos escritos: colocndolos paralelamente se puede leerlos de golpe, con una sola mirada, syn-opsis.

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Cfr. E. SCHWEIZER, Il Vangelo secondo Marco, Brescia 1971, 403-410.

6El hecho sinptico ya haba sido visto en la Iglesia antigua y en la Edad Media como demuestran las sinopsis de Ammonio, los cnones de Eusebio y el De consensu evangelistarum de Agustn. Notamos que existe una diferencia entre la percepcin del "hecho sinptico", que est bajo la mirada de cualquier lector, y la moderna "cuestin sinptica", que intenta explicar la singular coexistencia de semejanzas y diferencias.7 Las sinopsis se limitan a evidenciar las relaciones recprocas, sea de afinidad que de divergencia. La semejanza es tal que los tres escritos pueden ser impresos sobre columnas paralelas y abarcados con una sola mirada (syn-opsis = ver en conjunto, de golpe). En los pasos paralelos nuestros evangelios concuerdan, a veces, de forma impresionante, hasta en el orden de las palabras!. Otras veces, al contrario, el mismo trozo est narrado en manera muy diferente (cfr. Mt 5,3-12 y Lc 6,20-26). a) Individuacin del ncleo comn De los tres sinpticos Marcos es el ms corto: 661 versculos (sin tener en cuenta el apndice, Mc 16,9-20). El material comn de los tres evangelios sinpticos se presenta distribuido as: a) material de la triple tradicin (TT): cerca de 350 versculos b) material de la doble tradicin (DT): tres combinaciones * Mc Mt (cerca de 170 versculos) * Mc Lc (cerca 50 versculos) * Mt Lc (cerca de 230 versculos) El material de la triple tradicin (TT) es de carcter prevalentemente narrativo y sigue este esquema: 1. Predicacin del Bautista, bautismo y tentaciones de Jess: como un trptico que introduce al ministerio de Jess. 2. Actividad y enseanza de Jess en Galilea 3. Viaje y ministerio de Jess en Jerusaln 4. Narracin de la pasin y anuncio de la resurreccin. Los hechos de la vida de Jess han sido dispuestos siguiendo una perspectiva geogrfica: de Galilea, a Judea, a Jerusaln b) La cuestin Sinptica El hecho sinptico ha sido percibido desde la antigedad y ha recibido diversas soluciones histricas: - La solucin radical de Marcin: eliminando a Mc y Mt y reteniendo solo a Lucas! - La solucin de Taciano: armonizacin material de los 4 reducindolos solo a uno (Diatssaron). - La solucin de San Agustn: armonizacin formal (De consensu Evangelistarum libri IV). - La solucin de las sinopsis modernas: la primera es aquella de Griesbach (Halle, 1776) Los autores antiguos no consideraron el hecho sinptico como un problema y creyeron que se poda resolver en trminos de concordancia y dependencia: los evangelios habran sido redactados en el orden en el cual se encuentran en el canon: Mt, Mc, Lc. Marcos abrevia a Mateo, y Lucas al contrario lo alarga. c) Los datos del problema La cuestin sinptica es ms bien una cuestin moderna y nace de la percepcin de la presencia, al mismo tiempo, de coincidencias y divergencias. Las coincidencias entre los tres primeros evangelios son demasiado numerosas parar atribuirlas a la casualidad. Se refieren no solo a los episodios, sino al orden mismo de las palabras... El problema no est en las coincidencias o en las divergencias, sino ms bien en el entrecruzarse las concordancias con las divergencias:7

Cfr. MARCONCINI, Los sinpticos, 15-30: puede encontrarse una sntesis sobre la historia de la interpretacin de los evangelios, hasta llegar a la "cuestin sinptica".

71) Concordancias - de contenido: sobre todo en el material comn - de estructura: presencia de un esquema comn - de lxico: hasta la identidad verbal 2) Divergencias - de contenido: sobre todo en el material de la doble tradicin (DT) - de estructura: comparar Lc 4,16-30 con Mt 13,53-58 y Mc 6,1-6: respectivamente al inicio y al final del ministerio en Galilea - de lxico: en el contexto de frmulas y estructuras fijas, (cfr. Mt 23,13; Lc 11,52) d) Cmo explicar esta concordancia en la discrepancia? Varios tentativos de solucin Se han sugerido diversas propuestas de solucin, presentamos sintticamente las ms representativas. 1) La hiptesis de la dependencia mutua Esta hiptesis tuvo su primer sostenedor en San Agustn. Marcos habra abreviado a Mateo; Lucas lo habra ampliado. En cuanto a Marcos, ste habra seguido a Mateo como un copista literal que abrevia (Marcus eum subsecutus tamquam pedisequus et breviator eius: De consensu evangelistarum 1, 2); un juicio que ha influido mucho sobre la historia de la interpretacin, hasta que fue derribado con la hiptesis de las dos fuentes. Tambin Griesbach repite la hiptesis agustiniana de la dependencia mutua, la cual alcanza a explicar bastante bien el material comn y las coincidencias, pero no de la misma manera las divergencias.8 2) La hiptesis de las dos fuentes Se impuso a partir de 1800 (H.J. Holtzmann 1832-1910), y an cuando haya recibido varias modificaciones, sin embargo se tiene como vlida actualmente en cuanto alcanza a explicar, sin complicar mucho, el tejido de semejanzas y diferencias. Esta hiptesis se basa sobre el hecho que Mt y Lc no dependen directamente entre ellos, sino que dependen, en el material comn, de una doble fuente: Mc y Q (Quelle = fuente), a la cual le es atribuido el material que Mt y Lc tienen en comn, constituido prevalentemente de los logia (dichos de Jess). Esa hipottica fuente deja puntos oscuros, pero negarla parece dejar muchos ms. 3) La hiptesis de un Mateo arameo Es sostenida por Vaganay y tiende a armonizar la hiptesis de las dos fuentes con el testimonio de Papas. La hiptesis se despliega en siete etapas (pasos) : 1) la catequesis oral (Pedro y los otros apstoles); 2) primeros escritos evanglicos; 3) nacimiento de Mateo arameo (= Mar); 4) traduccin de Mar al griego (= Mg); 5) nacimiento de Marcos (de Mg y de la predicacin de Pedro); 6) nacimiento de Mateo (sacando de Mg, Mc y Fuentes propias); 7) nacimiento de Lucas (sacando de Mg, Mc y de Fuentes propias). 4) La hiptesis de la mltiple documentacin Es sostenida de Boismard, el cual observa que Mc no es de hecho as de simple constituirlo como una fuente para s mismo (lo haba ya notado H. Marsh, un estudioso de Cambridge: 1798). Algunos textos de Marcos para ser explicados presuponen la fusin de al menos dos documentos presinpticos (por ej., Mc 3, 31-35; 5, 21-43; 10, 23-27). Boismard propone cuatro documentos (A, B, C, y Q), o sea una fuente principal para cada evangelio. El documento A (palestinense, de ambiente judeo cristiano) para Mateo; B (prolongacin y reinterpretacin de A, proveniente de un ambiente tnico-cristiano) para Marcos; y C (tambin este de ambiente palestinense) para Lucas.8

Esta hiptesis ha sido sacada a la luz en W.R. FARMER, The Synoptic Problem, London - New York 1964.

8Estos documentos dan origen respectivamente a un Marcos intermedio, un Mateo intermedio y un proto-Lucas. Integrados a las otras fuentes esos llegaran a ser finalmente los evangelios actuales. Segn Boismard los tres redactores finales perteneceran a una misma escuela lucana, de donde provendra la afinidad entre los tres evangelios. Comenta X. Lon-Dufour: El futuro dir si esta teora que intenta justificar la complejidad de la cuestin sinptica, tiene razn de presentar en un sistema as de complejo. En una direccin semejante se mueve tambin Gaboury (tres documentos!). Rolland retoma en parte la posicin de Vaganey y la une con la tradicin de Pablo utilizada por Lucas. Un discurso aparte merece la hiptesis de J. Carmignac9, quien se ha cimentado en la traduccin de los evangelios del griego al hebreo, mejor una retroversin porque retiene que los evangelios fueron escritos en lengua semtica. El comparte la hiptesis que el primero de los tres sinpticos fue Marcos, pero est convencido que fue escrito en hebreo. En un segundo momento fue compuesta la Coleccin de Dichos que habra servido a Mateo y a Lucas como fuente comn (el equivalente a la fuente "Q" propuesta por los alemanes). Por tanto, la posicin de Carmignac no se distancia substancialmente de las dos fuentes. e) Conclusin Con la presentacin de la "cuestin sinptica" y de los diversos tentativos para explicarla, hemos pretendido acercarnos someramente a la complejidad del problema. De esta manera podemos apreciar las dificultades que se presentan a la hora de determinar cules fueron esas fuentes de donde tomaron los datos los evangelistas para elaborar los Evangelios. El arduo trabajo de los especialistas nos permite valorar el inters y la profundidad de los estudios para acercarnos lo ms posible al perodo de gestacin de los Evangelios. Dicho esfuerzo se lleva a cabo en el afn de comprender ms el proceso humano de redaccin de los evangelios, con la finalidad ltima de alcanzar la Palabra revelada que subyace detrs del ropaje de los escritos bblicos.

EL EVANGELIO SEGN SAN MARCOSEs el ms antiguo de los que actualmente poseemos. Si bien en la Biblia est colocado primero el de San Mateo, muchos investigadores sostienen que gran parte del material que contiene este Evangelio ha sido tomada del de San Marcos. Representa una etapa muy antigua de nuestra Iglesia. La presentacin del misterio de Jess, su Muerte y su Resurreccin, sera la de la comunidad ms primitiva. Esto explicara tambin por qu su Evangelio es el ms breve de todos.

I.1. QUIN ES MARCOS?

DIMENSIN HISTRICA

Los testimonios de la iglesia antigua tienden a unificar en torno al nombre de Marcos, autor del evangelio, las tradiciones relativas a Juan Marcos de Jerusaln, compaero de Pablo y de Bernab en el primer viaje misionero, y aquellas que hablan de un cierto Marcos hijo de Pedro que reside en Babilonia, o sea Roma (1Pe 5,13). Los testimonios ms antiguos acerca de la persona y la actividad de Marcos evangelista son las trasmitidas por Eusebio de Cesarea (Hist. Eccl. II, 38, 14-15) que cita a Papas de Hierpolis (Logion Kyriakon exegeseos, 120-130 d.C.). A su vez Papas reconduce sus propias declaraciones a aquello que habra escuchado del presbtero Juan. He aqu el testimonio: El presbtero sola decir que Marcos, habiendo sido el intrprete (hermeneuts) de Pedro, escribi con cuidado (akribos egrapsen), aunque sin orden (ou mentoi taxei), todo aquello que recordaba de los dichos (lechthenta) y de los hechos (prachthenta) del Seor.

9

Cfr. J. CARMIGNAC, La naissance des vangiles synoptiques, Paris 1984.

9No haba odo y seguido personalmente al Seor, sino a Pedro, y esto mucho despus, como he dicho. Pedro enseaba segn las circunstancias, sin dar un orden (syntaxis) a los dichos (logia) del Seor. Por tanto Marcos no cometi errores escribiendo en base a sus recuerdos. No tena ms que una sola preocupacin: de no omitir nada de aquello que haba odo y de no referir nada falso (Hist. Eccl. II, 39,15). El nexo Marcos-Pedro es constantemente retomado por la tradicin sucesiva hasta la frmula brillante de San Jernimo: Petro narrante et illo scribente. Segn Clemente de Alejandra la redaccin del evangelio de Marcos sucedi durante la vida de Pedro que habra autorizado el escrito para la lectura en las iglesias (Hypotyp. 6 en Eusebio, Hist. Eccl.II,15,2). Para otros padres, al contrario, habra redactado el evangelio despus del martirio del apstol, con la intencin de fijar por escrito la memoria de su predicacin. En ambos casos el aspecto importante es, de todos modos, el nexo directo con la figura de Pedro. Una figura de mediacin (Hech 12,12.25; 13,5.13; 15,36-40; Col 4,10; 2 Ti 4,11; Flm 24; 1 Pe 5,13) Se observa ya en Hechos de los Apstoles que la figura de Marcos es una figura de mediacin. Tiene relaciones con Pedro, y tambin con Pablo. a) En Hechos se narra que despus de la liberacin milagrosa de la crcel, Pedro se refugia en casa de Mara, madre de Juan llamado Marcos (12,12). Es esta la primera vez que se hace mencin de Marcos. Al final del trozo (12,25) est ya asociado a Bernab y Pablo, los cuales lo tienen como compaero de viaje y colaborador en su primer viaje misionero (Hch 13,5). En seguida Marcos se separa y torna a Jerusaln (Hch 13,5.13). Pablo rechazar de llevarlo con s en el segundo viaje misionero provocando con esto el desacuerdo y la separacin del mismo Bernab, primo de Marcos (15,37-39). b) Encontramos el nombre de Marcos entre los pocos colaboradores de Pablo durante la prisin romana. El apstol lo recomienda a la acogida de la comunidad de Colosas (Col 4,10), y en otra ocasin requiere de su venida creyndola til para el ministerio (2 Tim 4,11). Por una parte, por tanto, el Juan Marcos colaborador de Pablo, un colaborador inicialmente indeciso, pero enseguida hombre de confianza: el apstol puede enviarlo como su portavoz a la iglesias de Oriente (Col 4,10). Por otra, he aqu el Marcos hijo de Pedro (1Pe 5,13), su intrprete fiel y cuidados redactor del evangelio (Papas). c) Ya parece fuera de duda la presencia de Pedro y Pablo en Roma donde ambos sufrieron el martirio. Es esto propiamente aqu donde se busca la razn que explica la tradicional identificacin del Marcos compaero de Pablo prisionero en Roma, con el Marcos hijo de Pedro (1Pe 5,13). Esta presentacin de la figura de Marcos parece explicar alguna cosa interesante acerca del tipo de cristianismo (y de teologa) que vena afirmndose en Roma hacia los aos sesenta - setenta. Un cristianismo capaz de integrar tradiciones diversas - aquella paulina y aquella petrina - o, ms ampliamente, las tradiciones judaicopalestinense con las tradiciones desarrolladas en la dispora y en la misin a los paganos. Del evangelio emerge la figura de un autor implcito judeocristiano, cuyo origen ms probable es jerosolimitano, que conoca bastante bien el griego y que entenda el arameo. Por tanto no se tratara de un cristiano proveniente del paganismo, como a menudo se ha afirmado con seguridad en los estudios ms recientes... En l (Marcos), el primero en escribir un evangelio, se sintetizan la tradicin kerigmtica de Pablo y la tradicin narrativa de Pedro.10 2. PARA QUIENES ESCRIBI? Generalmente se sostiene que Marcos redacta el evangelio para cristianos provenientes del paganismo. Pero la figura de Marcos, puente entre Pedro y Pablo, podra hacer pensar tambin a destinatarios de ambas proveniencias. En la misma Roma deban existir varias iglesias domsticas en las cuales vivan cristianos sea de origen tnica que judaica (Rm 16). En el texto, la identidad de Jess es proclamada ya sea por los judos (Pedro, Bartimeo) que por los paganos (el centurin debajo de la cruz).10

G. SEGALLA, Evangelo y vangeli, Bolonia 1993, 171-175.

10Por lo tanto, bien podra pensarse en una comunidad compuesta en gran medida por cristianos provenientes del paganismo, no judos (Mc 7,27; 10,12; 13,10), a los que se explican algunas costumbres (Mc 7,3-4), y trminos arameos (Mc 15,42), con presencia de algunos judeocristianos. 3. DNDE COMPUSO SU OBRA? Eusebio de Cesarea sostiene que el evangelio de Marcos fue escrito en Roma (Hist. Eccl. II,15). La noticia est sacada del testimonio de Papas y, todava una vez, reconduce al texto base de 1Pe 5,13 que bajo el seudnimo de Babilonia hara alusin a la ciudad imperial de Roma, corrupta y adversa al pueblo de Dios como fue la capital babilonense. La tradicin antigua est avalada por muchos latinismos en el evangelio de Marcos (palabras latinas simplemente transliteradas al griego). Por ejemplo: census, centurio, denarius, flagellare, legio, modius, praetorius, quadrans, sextarius, speculator... Adems expresiones como: esse in extremis, iter facere, genua ponere, satis facere... 4. CUNDO FUE ESCRITO: ANTES O DESPUS DEL 70? Varios exegetas suponen que la redaccin del evangelio acaeci despus de la muerte de Pedro (por tanto despus del 64-66) y esto de acuerdo con Papas que habla de recuerdos. Hay quien ve un elemento para la datacin en Mc 13. En aquel contexto se habla de guerras (vv. 58); quiz est presupuesta la guerra judaica y la destruccin del templo de Jerusaln (70 d.C.)? Jess dice que aquello todava no ser el fin, y el v. 20 agrega que para los elegidos el Seor ha abreviado los das de la tribulacin. Esta expresin podra indicar que la guerra haba finalizado. En tal caso el texto habra sido escrito entorno a los aos 70. La mayor parte de los comentaristas sostienen que Marcos se escribi en torno al ao 70 y antes de la redaccin de Mateo y Lucas.11

II.LA ESTRUCTURA DEL EVANGELIO

DIMENSIN LITERARIA

Marcos no posee el arte literario de Mateo, escribe el griego con cierta dificultad. No construye largos perodos sino solamente frases yuxtapuestas. Incluso se descubren errores gramaticales, y usa un lenguaje muy sencillo y a veces vulgar. Evita los discursos (contrariamente a Mateo), pero se extiende en las narraciones de hechos, con gran vivacidad y lujo de detalles. Por la pobreza de medios literarios, la narracin es a veces poco elegante, pero sin embargo curiosa y simptica. El Evangelio es muy colorido, abundante en narraciones y carente de discursos, con mucho movimiento y contado de manera sencilla y calma. Comienza con la predicacin de Juan Bautista y termina con el Mensaje del ngel en el sepulcro vaco. Entre estos dos extremos Marcos acomoda su material de manera distinta que el Evangelio de Mateo. Se inicia el Evangelio con un ttulo: 1,1: Comienzo del Evangelio de Jess, el Mesas, el Hijo de Dios. La 1 parte (1,1- 8, 30) termina con la confesin que hace Pedro, cuando Jess pregunta: 8,29: Quin dicen los hombres que soy yo? Tu eres el Mesas. La 2 parte tambin termina con una confesin, el Centurin pagano al pie de la Cruz cuando + Jess: 15,39: Verdaderamente este hombre es el Hijo de Dios. Las dos confesiones responden a los dos ttulos que se le dan a Jess en el encabezamiento del Evan 1,1: Jess, el Mesas, el Hijo de Dios.11

R. AGUIRRE MONASTERIO - A. RODRGUEZ CARMONA, Evangelios sinpticos y Hechos de los Apstoles, Navarra 1992, 166.

11Primera confesin: 8,29: T eres el Mesas. Segunda confesin: 15,39: ...es el Hijo de Dios. Ordenado el material entorno a los ttulos cristolgicos tenemos la siguiente estructura: 1. Primera parte: Mc 1,1-8,30 El misterio del Mesas: El evangelio de Jess como Mesas que proclama el reino de Dios - Prlogo: 1,1-13: * triloga inicial: a) Juan Bautista (1,2-8); b) El bautismo (1,9-11); c) La tentacin (1,12-13) - El misterio del Mesas 1,14-8,30 1. Anunciar: 1,14-3,7 (khru,ssw, kerysso: 1,14.38.39.45) se trata del anuncio a todos de la necesidad de conversin a causa del "cumplimiento del tiempo". Accin de Jess y respuesta de los fariseos 2. Hacer: 3,8-6,6 (poie,w, poio: 3,8.12-14.16.35; 4,32; 5,19-20.32-33;6-5) da mayor importancia a los discpulos en la tarea de liberacin. 3. Accin de Jess y respuesta del pueblo 4. Enviar: 6,7-8,30 (apost,ellw, apostllo: 6,7) a los Doce, los apstoles y los discpulos. Accin de Jess y respuesta de los discpulos. 2. Segunda parte: Mc 8,31-16,8 El misterio del Hijo del hombre: El evangelio de Jess como Hijo de Dios que muere y resucita 1. Triple anuncio de la pasin: 8,31-10,52 2. Juicio sobre Jerusaln: 11,1-13-37 (controversias c.12; discurso escatolgico c.13) 3. La pasin y la muerte: 14,1-15,39 Eplogo: 15,40-16,8

III.

DIMENSIN TEOLGICA

1. EL CONTENIDO DEL EVANGELIO Primera Parte: Jess, el Mesas En la primera parte Jess hace gran cantidad de milagros y exorcismos, provocando la admiracin y la adhesin de la multitud. Admiracin y adhesin que poco a poco se van enfriando dando lugar a la incomprensin y a la oposicin. Llama la atencin que despus de hacer los milagros, en la mayora de los casos Jess manda guardar secreto sobre lo que ha sucedido. Hay un explcito deseo de que no haya publicidad, y an en casos un poco curiosos, como por ejemplo cuando se manda guardar secreto sobre la resurreccin de la hija del Jefe de la Sinagoga (5,43). Se ver despus la razn de la insistencia de Marcos en este tema del secreto. De la predicacin de Juan Bautista, Marcos conserva solamente la mencin de la dignidad de Jess (1,7-8), que queda confirmada por la voz del cielo en la escena del bautismo (1,9-11). La voz de un Profeta y la voz de Dios coinciden en decirnos quin es Jess. La narracin que Marcos nos hace de las tentaciones es mucho ms reducida que la que se encuentra en los otros Evangelios (Mateo y Lucas). En Marcos se reduce a un versculo. Omite la mencin del ayuno y no describe las tentaciones en detalle. No nos dice cmo fue el dilogo con Satans, cules fueron las tentaciones ni qu sucedi. Omitiendo todo esto, solamente nos dice que: ...permaneci en el desierto cuarenta das, tentado por Satans. Estaba entre los animales del campo y los ngeles le servan (1,13). Un personaje que est solo entre los animales, acompaado por los ngeles y tentado por Satans, responde a la imagen de Adn segn las narraciones populares muy en boga en tiempos en que se escriba el Nuevo Testamento. Si Mateo, escribiendo para judos, habl de las tentaciones de Jess relacionndolas con las tentaciones que sufri el pueblo de Israel en el desierto, Marcos por su parte, escribiendo para cristianos venidos del paganismo,

12prefiere relacionar las tentaciones de Jess con las de Adn: la primera tentacin de la humanidad. Jess, como el primer hombre, padece la tentacin pero ha salido vencedor y contina su misin. Cuando Jess comienza a predicar, lo primero que nos dice Marcos es que todos quedaban asombrados por su doctrina debido a que les enseaba como quien tiene autoridad y no como hacan los escribas (1,22). En el relato de la primera predicacin de Jess y del primer milagro (1,23-28) se muestran dos ambientes: un ambiente humano delante de la presencia de Jess. Todos tienen un gran interrogante: Por qu tiene esta autoridad? Por qu tiene esta autoridad que hasta los demonios le obedecen? La multitud no alcanza a comprender. El otro ambiente es el de los demonios. Ellos gritan: Yo s quin eres tu: el Santo de Dios. Pero Jess les manda callar. Lo mismo sucede en el relato que viene inmediatamente despus de la curacin de la suegra de Pedro: No dejaba hablar a los demonios porque le conocan (1,34). Observemos que la autoridad que manifiesta delante de la gente queda bien justificada: por su manera de ensear y porque an los mismos demonios son expulsados y obligados a callar. En la escena de la curacin del paraltico (2,1-12) la autoridad de Jess es discutida: Jess dice que le perdona los pecados, y es acusado de blasfemia porque el nico que tiene autoridad para perdonar los pecados es Dios. Se repite entonces el primer interrogante ante la presencia de Jess: Qu es esto? Pero luego viene una serie de incidentes que provocan otro interrogante: Jess come con los pecadores, no ayuna, no observa el descanso obligatorio del da sbado y cura al hombre de la mano paraltica en da sbado (2,15-3,6). Por un lado est violando la ley, y por otro lado est haciendo milagros: parecen cosas antagnicas. Esto hace que la gente que lo observa se pregunte: Por qu hace cosas as? Pero Jess nunca da una respuesta y los interrogantes siguen creciendo. A medida que Marcos nos va a ir presentando a Jess, va a ir colocando detalles que revelan el aspecto humano de Jess: mira con ira, apenado (3,5) pregunta (5,30-32; 9,16.21.33; etc.) se admira (6,6) gime (8,12) se indigna (10,14) abraza a los nios (10,16) mira con cario(10,21) tiene hambre (11,12)

Con estos datos, Jess aparece como un hombre semejante a cualquier otro, pero hace cosas extraordinarias que crean esos interrogantes de la multitud. Y Jess no responde a esos interrogantes. Se debe destacar tambin que los que presencian los hechos y las palabras de Jess al principio se entusiasman. Pero poco a poco van perdiendo el entusiasmo a medida que crece la agresividad hasta terminar con la confabulacin para matar al Seor. En Marcos los Apstoles participan de este clima de incredulidad e incluso de agresividad contra Jess. Presencian un milagro y se confabulan para matarlo (3,6) Sus parientes salen a buscarlo porque piensan que est fuera de s (3,21) Los escribas dicen que est posedo por un demonio (3,22) Los discpulos le reprochan (4,38) Los discpulos no tienen fe ( 4,40; 6,52; 8,17-21) La gente se burla de Jess (5,40) Los que lo conocen se escandalizan de l (6,3) De esta forma, Jess queda completamente solo en medio de la hostilidad creciente de los dems. Se descubre que al describir el ministerio de Jess de esta forma, Marcos est haciendo ver a los lectores de Roma que la situacin que ellos viven ya fue vivida anteriormente por el mismo Jess. As es que en su visita a Nazareth, Jess no poda hacer all ningn milagro, a excepcin de unos pocos enfermos a quienes cur imponindoles las manos. Y se maravill de su falta de fe (6,5-6). Y en ese mismo contexto Marcos relata la ejecucin de San Juan Bautista como un preludio de lo que suceder a Jess (6,17-29).

13La primera parte del Evangelio termina cuando Jess rene a sus discpulos para hacer una pregunta: Quin dicen los hombres que soy yo? (8,27). Los discpulos le responden: unos dicen que es Juan el Bautista, otros, que Elas; otros, que uno de los Profetas (8,28). Y cuando les pregunta a ellos, solo uno da la respuesta correcta, y este es Pedro, quien responde: Tu eres el Mesas (8,29). Entonces Jess le mand enrgicamente que a nadie hablaran acerca de l (8,30). Marcos da por terminada la primera parte de su Evangelio cuando uno de los discpulos confiesa el primer ttulo dado a Jess en la introduccin de su Evangelio: Jess el Mesas (1,1 y 8,29). La pregunta acerca de Jess que se ha formulado en los captulos precedentes ha encontrado una respuesta. Pero Jess manda callar acerca de este ttulo, porque el concepto popular que se tiene del Mesas no es coincidente con el de Jess. En la opinin de la gente, el Mesas es un rey glorioso; Jess tendr que instruir a sus discpulos de que l es Mesas pero de otra forma. Segunda Parte: Jess, el Hijo de Dios Comienza la segunda parte diciendo que Jess comenz a ensearles que el Hijo del hombre deba sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres das (8,31). Y de esto hablaba abiertamente (8,32): sobre este aspecto ya no hay secreto. Se entra en un nuevo tema: la necesidad del sufrimiento. Esto explica el porqu del secreto acerca del Mesas. Jess no es un Mesas glorioso sino sufriente. Una vez que los discpulos han llegado a comprender que l es el Mesas, entonces les explica de qu forma va a realizarlo: a travs del dolor, del sufrimiento y de la muerte. Pero el primer incidente que se produce cuando Jess anuncia abiertamente el camino de la Pasin es la intervencin de Pedro, quien reprende a Jess. Escena ciertamente escandalosa: Pedro se siente con autoridad como para reprender al Seor. Pero Jess a su vez reprende a Pedro con palabras muy duras: Qutate de mi vista, Satans, porque tus pensamientos no son los de Dios sino los de los hombres! (8,3233). Queda de manifiesto qu es lo que entenda Pedro por Mesas: un Mesas que no deba sufrir. Y por eso merece el reproche de Jess. Esto da la oportunidad para que Jess llame a la gente y a los discpulos para decirles: Si alguno quiere venir en pos de m, niguese a s mismo, tome su cruz y sgame... (8,34-38). Por encima de la cabeza de los discpulos estas palabras de Jess van dirigidas a todos los hombres. Es una invitacin a seguir a Jess, pero para ello hay que cargar con la cruz. Y dnde termina este camino? La respuesta se encuentra en la escena siguiente: Jess se retira con algunos de sus discpulos y se manifiesta transfigurado delante de ellos. La voz del Padre proclama: Este es mi Hijo amado, escuchadle! (9,7). El camino de la cruz de Jess tiene su trmino en la gloria del Padre; de la misma manera los hombres qu siguen a Jess por ese camino llegarn a la gloria con l. Despus de esta primera enseanza de Jess sobre su pasin y la proclamacin del Padre, en el Evangelio de Marcos ya no hay ms mandatos de guardar secreto; ahora se habla y se acta abiertamente. Jess comienza su caminata hacia Jerusaln, y por el camino les recordar que l va hacia Jerusaln para padecer (9,30-32; 10,32-34). A pesar de que en estos momentos Jess habla y acta abiertamente, sus discpulos siguen sin comprender y temen preguntarle (9,32); despus del primer anuncio de la pasin (8,31), Pedro se opone a que Jess tenga que sufrir (8,32). Despus del segundo anuncio (9,31), los discpulos se desentienden y comienzan a discutir sobre quin de ellos es el ms importante (9,33-34). Despus del tercer anuncio (10,33-34), Santiago y Juan piden el privilegio de sentarse a la derecha e izquierda de Jess en el reino (10,35-37), con la indignacin de los otros diez. En los relatos que siguen, que son los que preparan la pasin inmediatamente, y lo mismo en los de la pasin, Marcos va a ir acumulando signos contradictorios para mostrar de una forma muy dolorosa todo lo que sucede en este proceso: Jess llega a Jerusaln y entra solemnemente, aclamado por la multitud (11,111). Al entrar de esta manera se espera que Jess vaya a casa del gobernador, o a tomar el poder. Pero lo nico que hace es entrar al Templo, mirar a su alrededor y volver a salir (11,11).

14El relato de la pasin comienza con la referencia de que los sumos sacerdotes y los escribas buscan a Jess para matarlo sin que haya ninguna sentencia previa (14,1-2). En contraposicin, una mujer derrama un perfume muy caro sobre la cabeza de Jess durante una cena (14,3), lo cual a su vez provoca la protesta de los que estn presentes (14,4-9). Esta escena termina de una forma muy dolorosa: Entonces Judas Iscariote, uno de los Doce, fue donde los sumos sacerdotes para entregrselo. Al orlo ellos se alegraron y prometieron darle dinero (14,10-11). Marcos tiene una forma muy particular de narrar todo este hecho: en los otros Evangelios aparece Judas Iscariote que entrega a Jess a cambio de dinero; en cambio en Marcos lo entrega en forma totalmente gratuita. Si hay una promesa de dinero es una vez que l ha dicho que lo entregar, pero no como una condicin para entregarlo. Marcos, de esta forma, pone ms de relieve la maldad del acto de Judas: no entrega a Jess por avaricia sino como una reaccin ante la escena del perfume. El relato de la ltima cena (14,22-25) encuadra la Institucin de la Eucarista con dos escenas referentes a los discpulos: el anuncio de la traicin de Judas (14,17-21) y el anuncio de las negaciones de Pedro (14,26-31). El inters de Marcos por oponer los gestos contradictorios queda muy de manifiesto: primero la actitud de la mujer con el perfume, precedida por la referencia a la actitud de los sumos sacerdotes y los escribas, y seguida por la de Judas. Luego la ltima cena: la Institucin de la Eucarista precedida por el anuncio de Judas y seguida por el anuncio de Pedro. Despus de la cena Jess va al huerto de Getseman (14,32-42), donde interrumpir por tres veces su oracin para buscar la compaa de sus discpulos a los que siempre encuentra dormidos. Mientras stos duermen, otro de los Doce viene con los enemigos para tomar preso a Jess (14,43), y la seal para la traicin es un beso (14,44-45). Esa sucesin de signos contrapuestos culmina con las palabras que dirige Jess a los que vienen a detenerlo, cuando les dice que vienen a buscarlo con palos y espadas como si fuera un ladrn, cuando El ha estado enseando en el Templo y no lo detuvieron (14,49-50). La escena en el huerto termina cuando un joven que segua a Jess escapa desnudo ya que iba envuelto solamente en una sbana, y al ser detenido abandon la sbana y huy. Muchos han pensado que este joven es el mismo Marcos. Pero conviene atender a que as como el relato del proceso y ejecucin de Jess (que se inicia aqu) comienza con un joven que huye desnudo, ese mismo relato finaliza con otro joven vestido con una tnica resplandeciente que est sentado y anuncia la resurreccin del Seor (16,5-6). El huir desnudo es signo de vergenza y humillacin. En cambio el estar sentado con un vestido resplandeciente es signo de triunfo, de gloria. Tendremos as dos figuras simtricas que encuadran el relato de la pasin del Seor: La humillacin por un lado y la gloria por el otro. Si el joven en cuestin es el mismo Marcos o no, es algo que carece de importancia. Al ser llevado al Tribunal, nos encontramos con la gran paradoja de todo el Evangelio de Marcos. Como se ha dicho anteriormente, Jess nunca da una respuesta que justifique sus palabras y sus hechos cuando todos preguntaban: "Quin es ste?" Ahora que est ante el Tribunal, cuando se trata de encontrar algn testimonio valedero para culparle, es El mismo quien da la respuesta, el testimonio que sirve para condenarlo a la cruz: Eres tu el Mesas, el Hijo del Bendito (Dios)? (14,61). Y la respuesta de Jess fue: S, lo soy (14,62). La respuesta de Jess, que se proclama Mesas, Hijo de Dios, Hijo del hombre glorioso, tiene tambin su contraparte: el sumo sacerdote dice que ha blasfemado, todos lo condenan a muerte, algunos lo escupen y lo golpean (14,63-65), y su discpulo lo niega (14,66-72). La paradoja contina con el juicio ante Pilato: todos lo acusan y Jess no responde. Solamente habla una sola vez y es para decir a Pilato: Tu lo dices (15,2), cuando aquel le pregunta si era el rey de los judos. Es una expresin ambigua que deja la responsabilidad de la respuesta sobre el mismo que pregunta, ya que rey de los judos tena diverso significado si lo deca Pilato o lo deca Jess. Para el primero era un revolucionario, en cambio para Jess era el ttulo del Mesas. Inmediatamente viene la escena de Barrabs (15,6-15): Cada fiesta les conceda la libertad de un preso, el que pidieran. Haba uno, llamado Barrabs, que estaba encarcelado con aquellos sediciosos que en el motn haban cometido un asesinato. Subi la gente y se puso a pedir lo que les sola conceder. Pilato les contest: "Queris que os suelte al Rey de los judos?" Pues se daba cuenta de que los sumos sacerdotes le haban entregado por envidia. Pero los sumos sacerdotes incitaron a la gente a que dijeran que les soltase ms bien a Barrabs. Pero Pilato les deca otra vez: "Y qu voy a hacer con el que llamis el Rey de los judos?" La gente volvi a gritar: "Crucifcale!" Pilato les

15deca: "Pero qu mal ha hecho?" Pero ellos gritaron con ms fuerza: "Crucifcale!" Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, les solt a Barrabs y entreg a Jess, despus de azotarle, para que fuera crucificado.

Esta narracin de Marcos tiene algo de tremendo: la gente que sube no es gente que se interese por Jess sino son partidarios que vienen a pedir la libertad de Barrabs. A esta gente Pilato les da la responsabilidad de decidir a quin va a liberar y a quin va a crucificar. Barrabs era un sedicioso acusado por homicidio, y la gente debe elegir entre Barrabs y Jess. Adems, los sacerdotes que acusaban a Jess de sedicioso incitan a la gente para que pidan la libertad de Barrabs que en realidad lo era. Jess, entonces, es entregado a muerte (15,15) Al final de la escena del juicio ante Pilato hay una escena de burlas por parte de los soldados romanos (15,16-20), as como hubo otra escena de burlas al final del juicio por parte de los judos (14,65): judos y paganos se burlan de Jess. Las burlas se van a continuar al pie de la cruz (15,29-32). La muerte de Jess est narrada de una manera muy simple: Jess, lanzando un fuerte grito, expir (15,37). Jess muere como cualquier hombre torturado, sin ningn fenmeno extraordinario a su alrededor como los que describe el Evangelio segn san Mateo (Mt 27,51-53). Pero el Centurin que estaba frente a l, que haba expirado de esa manera, dijo: Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios. Llegamos a la segunda confesin: el Centurin romano confiesa el segundo ttulo que le aplica Marcos a Jess en la introduccin del Evangelio: Jess, el Mesas, el Hijo de Dios (1,1; 8,29). El centurin hace esta confesin solamente porque vio como haba expirado; es decir sin necesidad de ningn signo extraordinario; mientras que los sumos sacerdotes haban dicho: Que baje de la cruz para que veamos y creamos (15,32). Los que exigan signos extraordinarios para creer, se quedaron sin creer. El relato del encuentro de la tumba vaca es muy sobrio. Las piadosas mujeres van con perfumes para embalsamar el cuerpo del Seor. No se manifiesta en ellas ningn indicio de que esperaran la resurreccin, porque llevan los perfumes para perpetuar el cadver de Jess. Reciben el mensaje de la resurreccin, pero en vez de alegrarse se llenan de temor. El evangelio de Marcos finaliza sin relatar apariciones del Seor Resucitado: slo hay un mensaje dado por un mensajero celestial, y se debe creer en esa palabra. 2. EL PROPSITO DE MARCOS Al llegar al final del Evangelio nos preguntamos por el propsito que tena Marcos al escribir su Evangelio para los fieles de Roma.12 Al mismo tiempo que nos da su enseanza sobre Jess, Mesas e Hijo de Dios, nos dice que para creer no tenemos que exigir signos, milagros, apariciones, intervenciones fantsticas de Dios. Hay que creer encontrando a Jess en medio del sufrimiento. La fe que exige Marcos es una fe sin pruebas de ninguna clase. A los cristianos de Roma afligidos por la persecucin, que se preguntan por qu Dios no interviene de una manera extraordinaria, Marcos les muestra a Jess sufriendo los mismos atropellos e incomprensin que ellos. Por eso tambin omite los relatos de las apariciones de Jess resucitado. Sobre la resurreccin lo nico que hay es el mensaje del joven que aparece con vestidura gloriosa en el sepulcro (recordar la escena de 14,51-52) y dice a las mujeres que Jess ya no est all porque resucit (16,1-8). El Evangelio segn San Marcos termina en el cap. 16,8. Los versculos que siguen (16,9-20) traen un resumen de lo que dicen los otros Evangelios sobre las apariciones del Seor Resucitado. Pero ese trozo es un agregado hecho por otra mano que no es la del mismo autor del Evangelio. Se ve que a los primeros cristianos les dejaba un poco perplejos este final tan abrupto de las mujeres que salen huyendo del sepulcro presas de temor, y por eso agregaron estos versculos que presentan un final de otra manera que la Iglesia ha hecho suyos considerndolos tambin inspirados. En las notas de algunas Biblias en castellano podrn12

Cfr. RIVAS, Qu es un Evangelio?, 69.

16encontrarse referencias a otros intentos que se encuentran en otros manuscritos, pero que la Iglesia no ha aceptado como cannicos. Resumiendo, el Evangelio segn San Marcos es el Evangelio que nos anuncia a Jess, el Mesas Hijo de Dios que se manifest como Salvador sufriente, y al que tenemos que acompaar en su camino de la cruz para poder alcanzar con l la gloria de la resurreccin, sin exigirle milagros para creer.

II. LA PALESTINA EN EL TIEMPO DE JESSEL AMBIENTE HISTRICO-CULTURAL DE LOS EVANGELIOS La buena noticia del Evangelio es la Palabra encarnada, Palabra hecha historia. Dios no se ha contentado con observar el mundo desde lo alto. Ha bajado a este mundo, ha puesto su tienda en el corazn de la historia en medio a nosotros (Jn 1,14). Se ha encarnado en una cultura particular, ha vivido en una fecha (hace casi dos mil aos) y en un determinado ambiente: la Palestina bajo el dominio de Roma. Para situar los evangelios en su contexto histrico hay que tener presentes tres coordenadas fundamentales: - la coordenada socio-cultural - la coordenada poltica - la coordenada religiosa. Sen Freyne13, y sobre sus huella Segalla, han visto una correspondencia entre estas coordenadas y las tres lenguas en que fue escrita la condena a muerte de Jess: en hebreo, en latn y en griego, segn Jn 19,20; en letras griegas, romanas y hebreas, segn una variante de Lc 23,38 reportada por el Cdice Sinatico y en otros manuscritos representativos. Un documento oficial, para que fuera vlido, deba estar escrito en las tres lenguas en uso en aquel tiempo en Palestina: - el hebreo, la lengua bblica y del lugar (a pesar que la gente hablaba generalmente en arameo); - el griego, convertido en lengua comn (koin) despus de las conquistas de Alejandro Magno (336-323 a.C.); - el latn, la lengua de los dominadores. Estas tres lenguas representaban el encuentro (y muchas veces el enfrentamiento) de tres mundos y realidades: el ambiente helenstico, heredero de la gran cultura griega; el ambiente romano representante sobre todo de la poltica y el derecho, y el ambiente judaico, con la predominante nota religiosa14. 1. EL AMBIENTE HELENSTICO: LA CULTURA Para nuestra comprensin de los orgenes cristiano - afirma M. Hengel - hablar de helenismo en contraposicin a judasmo no conduce a una distincin significativa, porque tambin el judasmo palestinense era un judasmo helenstico15.

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Cfr. S. FREYNE, The World of the New Testament, Wilmington (Delaware) 1980. Una buena documentacin sobre el ambiente que ha visto nacer el cristianismo y que ha contribuido a hacerlo crecer es ofrecida en el libro de R. PENNA, Ambiente Histrico-Cultural de los Orgenes del Cristianismo, Bilbao 1994. El material abarca un arco de tiempo que va desde el final del siglo IV a.C. (inicio de la edad helenstica) al final del II siglo d.C. Recomendamos adems por la claridad de exposicin: SAULNIER C. - ROLLAND B., Palestina en tiempos de Jess, CB 27, Estella 1991; y G. SEGALLA, Panoramas del Nuevo Testamento, Estella 19942; incluye adems el panorama literario y teolgico; se puede ver aqu la parte histrica. 15 Lelenizzazione della Giudea nel I secolo d.C., Brescia 1993.14

17En el NT se cuenta por lo menos 32 referencias al mundo helenstico, de las cuales la mitad aparece en la obra lucana (Evangelio y Hechos). Pablo mismo era un judo helenista de Tarso, donde en aquel tiempo floreca una famosa universidad. El imperio helenstico naci de la conquista de Alejandro Magno (336-323 a.C.) que en 13 aos lleg a fundar el imperio ms grande de occidente: desde la Macedonia hasta el Nilo y el Indo. Despus de la batalla de Isso (333 a.C.) en la cual fue derrotado el rey persa Daro III por Alejandro, le fue relativamente fcil avanzar con su ejrcito hacia Egipto a travs de la Siria y de la Palestina. El imperio helenista nacido de la conquista de Alejandro Magno, que lleg hasta los confines de la India (333-323 a.C.), aunque desmembrado inmediatamente despus de su muerte en los reinos de los diadocos (los Tolomeo en Egipto, los selucidas en Asia y los Antignidas en Macedonia), haba conseguido crear su propio ambiente poltico y cultural. La vida poltica y cultural estaban ntimamente ligadas en las ciudades helenistas.16 Los hebreos, impresionados por la superioridad blica de los nuevos dominadores, no opusieron una especial resistencia y, gracias a su pacifismo, pudieron mantener las ventajas de la cual ya gozaban bajo los Persas. Fueron libres para observar la ley hebrea y practicar el culto en Jerusaln. Alejandro fue muy tolerante. l haba vislumbrado la posibilidad de unificar el imperio por otro camino, a travs del compartir el idioma, o sea la cultura. En las tierras por l conquistadas, el griego lleg a ser, por tanto, la lengua comn (koin); quien no la hablaba era considerado un brbaro. Tambin muchos hebreos de Palestina se adecuaron a la necesidad de aprender el griego, lengua internacional de los negocios y del comercio. No es asombroso encontrar, de esta manera, que en el perodo neotestamentario muchos pudiesen entender y hablar el griego17. El centro propulsor de la cultura helenista era la ciudad, que a travs de un rgimen democrtico de autonoma de cada una de ellas, constitua un elemento de orden pblico, adems de ser un centro econmico y cultural. En efecto, su cultura, economa y poltica produjo un cambio sustancial en el modo de vida local. En esa poca nacieron grandes ciudades como Alejandra y Antioqua, que luego fueron importantes centros para la vida y difusin del cristianismo. En Palestina tambin se fundaron por esta poca varias ciudades helenistas: Tolemaida, Gaza, Cesarea, Samara, Escitpolis, Filadelfia, Sforis, Tiberades, entre otras. Inclusive, a ese perodo de fundacin del helenismo, pertenece una gran emigracin juda, especialmente a Alejandra, al punto de motivar al rey Tolomeo II Filadelfo (283-246 a.C.), apenas 30 o 40 aos despus de la conquista de Alejandro Magno, a traducir la Biblia del hebreo al griego. A nivel de la economa y la organizacin social, el mundo del Nuevo Testamento es heredero del mundo poltico creado por el helenismo, al punto que en las comunidades cristianas encontramos tanto esclavos, como gente perteneciente a la clase media pudiente. En el Nuevo Testamento queda registrada la fotografa de este mundo socio-econmico como un dato de hecho, sobre el que no se da ningn juicio crtico explcito, tal como haban hecho por ejemplo los zelotes contra el dominio romano o algunos estoicos en lo referente a la esclavitud. Los problemas socio-econmicos se resolvan a nivel de compromiso personal y comunitario, pero no faltaban fricciones y escndalos, como se deduce del reproche de Pablo a la comunidad de Corinto a propsito de la mesa comn (1 Cor 11). Los principios que se afirmaban y la praxis de igualdad dentro de la comunidad llevarn a tomas de posicin crtica tan slo en el siglo II. El cristiano, segn el ideal que nos presenta el Nuevo Testamento, aparece como una persona que es justo con los dems, ms an, misericordiosa con todos, y leal con el Estado.18 El ambiente cultural helenista -filosfico, religioso y social- fue asumido sustancialmente por la repblica romana y ms tarde por el imperio, utilizando aquellos elementos que estaban ms en consonancia con l y rechazando las formas ms extremista, como el cinismo en filosofa y algunas religiones mistricas en su forma ms original, es decir, todo lo que poda ser fuente de desorden. Pero se aprovech ms an de16

SEGALLA, Panoramas del Nuevo Testamento, 10. Cfr. J. GONZALEZ ECHEGARAY, La Biblia en su entorno. Introduccin al Estudio de la Biblia. Estella (Navarra) 1990. 18 SEGALLA, Panoramas del Nuevo Testamento, 19.17

18ello la iglesia primitiva. La unidad poltica del gran imperio, las fciles comunicaciones por tierra y por mar, la relativa tolerancia religiosa, la bsqueda de la salvacin de un pueblo inquieto, fueron otros tantos elementos que facilitaron la difusin del cristianismo.19 2. El AMBIENTE ROMANO: LA POLTICA Y EL DERECHO El cristianismo naci y se desarroll en un mundo profundamente marcado por el espritu griego y por la organizacin romana20. Si el mundo helenstico expresa la fascinacin por la cultura, el romano expresa la fuerza de la poltica y el derecho. Entrambos mundos influyen en el ambiente judaico y en diversos modos contribuyen a formar aquel terreno en la cual fue sembrada la palabra del Evangelio. Desde cuando Pompeyo en el 63 a.C. ocup Jerusaln osando entrar en el Santo de los santos, donde solamente poda entrar el Sumo sacerdote, la Palestina entr en la rbita del gobierno romano. Y entr con mayor decisin cuando Octaviano puso fin a las guerras que atormentaron al imperio en la ltima mitad del primer siglo a.C. e inaugur la paz. La historia romana del siglo I entrecruza los acontecimientos principales de la vida de Jess y de la Iglesia primitiva. Jess nace bajo Cesar Augusto, es decir Octaviano (31 a.C. - 14 d.C.) y vive prcticamente bajo el imperio de Tiberio (del 14 al 37 d.C.). Uno de los problemas de este perodo se refiere a la fecha de nacimiento de Jess de Nazaret. Cuando Dionisio el Exiguo, en el 525, introdujo el nuevo calendario equiparando el ao 754 de la fundacin de Roma con el ao 1 d.C., cometi un error de al menos 4 aos. La razn de este error no es segura. Parece fundada sobre Lc 3,1.23 donde se afirma que Jess tena cerca de 30 aos en el ao 15 del emperador Tiberio. Dionisio dedujo que Jess haba vivido 15 aos bajo Augusto y coloc el nacimiento en el ao 28 de Augusto, esto es en el 754 de la fundacin de Roma, y en tal caso 4 aos despus de la muerte de Herodes. Segn Mt 2,1 Jess nace hacia el final del reinado de Herodes (6 a.C.?). El mismo evangelista precisa que se trata de Herodes el Grande, ya que coloca el retorno de Egipto despus de su muerte (4 a.C.), cuando reina su hijo Arquelao. La narracin de Lc 1 parece confirmar este hecho: fija el nacimiento de Juan Bautista durante el reino de Herodes (Lc 1,5) y aquella de Jess seis meses despus (Lc 1,26). a) Sinopsis de los eventos Es til familiarizarse con los principales eventos que marcan la historia de Palestina hacia el final del I siglo a.C. y del I siglo d.C. como ilustra el siguiente cuadro a.C. Romanos Reino de Augusto (27 a.C. - 14 d.C.) 1 censo ordenado por Quirino, gobernador de Siria (6) d. C. 10 Reino de Tiberio (14-37) 20 Pilatos procurador de Judea (26) 30 Sustitucin de Pilatos (36)19 20

Judos Reino de Herodes el Grande (37 - 4 a. C) Inicio de los grandes trabajos del templo (20 a.C.) Muerte de Herodes (4 a.C.)

Cristianos

Nacimiento de Jess (6-4 a.C.)

Caifs sumo sacerdote (18) Ministerio de Juan Bautista (2627) Ministerio de Jess (26-29?) Crucifixin de Jess (30?) Martirio de Esteban (32-35) Conversin de San Pablo (33?) Reino de Herodes Agripa I

SEGALLA, Panoramas del Nuevo Testamento, 36. J. GIBLET, Agli inizi dellera cristiana, Roma 1990.

1940 Reino de Calgula (37-41) Reino de Claudio (41-54) (37-44) Muerte de Herodes Agripa I Expulsin de los Judos de Roma (49) 50 Reino de Nern (54-68) Felix es designado como procurador (52-59) Festo es designado como procurador (59-61) Gran incendio de Roma y Revuelta de los judos contra persecucin de los cristianos Roma (66) (64) 70 80 90 Reino de Vespasiano (6979) Reino de Tito (79-81) Reino de Domiciano (81-86) Destruccin del Jerusaln y del templo (70) Cada de Masada (73) Martirio de Santiago y prisin de Pedro (41-44) 1 viaje misionero de Pablo (4749) Concilio de Jerusaln (49) 2 viaje misionero de Pablo (4951) 3 viaje misionero de Pablo (5257) Arresto de Pablo (56-57) Pablo en Roma (60) Martirio de Santiago, hermano del Seor (62) Martirio de Pablo y de Pedro (64-68) Redaccin del evangelio segn san Marcos? Redaccin de los evangelios sinpticos Gran persecucin de la iglesia (81-96) Exilio de Juan a Patmos (93-96) Muerte de Juan (c.98)

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b) Herodes, el Grande (37-4 a.C.) La familia de Herodes provena de la Idumea, una regin que los Israelitas haban conquistado al final del II siglo a.C. Herodes se haba mandado circuncidar para congraciarse con el pueblo y haba subido al poder en el 47 a.C. a la edad de 18 aos, como gobernador de la Galilea. En el 40 a.C. obtiene del senado romano el ttulo de rey de los judos, ttulo que supo mantener hasta la muerte, gracias sobre todo a su capacidad de desenvolverse hbilmente, pasando con desenvoltura del lado de Antonio a aquel de Octaviano. Lcido y audaz, Herodes fue un hbil poltico, un partidario de la cultura (en su corte se hablaba el griego), un gran constructor de edificios, acueductos, teatros y fortalezas como Masada, Maqueronte, Herodion, y en Jerusaln la torre Antonia (dedicada a su amigo Antonio), el palacio real, con las tres torres dedicadas a Fasael, Hpico y Mariamme, o sea la esposa y a los pariente que antes los haba mandado matar. Imponentes los trabajos de reconstruccin del templo, la obra ms admirable que existiese bajo el sol segn dijo Flavio Josefo (Ant. 15, 412). Pero Herodes fue tambin un tirano cnico y sanguinario. En Roma (jugando con la asonancia de los trminos) se deca que era mejor ser un cerdo que un hijo de Herodes, porque en el primer caso la vida era ms segura (los hebreos no coman carne porcina). c) Los sucesores de Herodes A la muerte de Herodes su reino fue dividido entre Arquelao, Herodes Antipas y Filipo. El emperador Augusto decidi, de hecho, confirmar en las lneas esenciales el testamento de Herodes y subdividi el reino entre los tres herederos: - Arquelao, el hijo mayor, obtiene con el ttulo de etnarca (no de rey) la Judea, la Samaria y la Idumea (4 a.C. - 6 d.C.). Fue digno hijo del padre en cuanto a tirana y crueldad. Augusto, cansado de los lamentos de los sbditos, lo envi al exilio (6 d.C.) y sus territorios fueron gobernados directamente por Roma a travs de un prefecto.

20- Filipo recibi Batanea, Tracontide, Aurantide, la Gaulantide (y la Iturea, como aparece en Lc 3,1 y Flavio Josefo, Ant, 17, 317-320, Bell. 2, 93-97) con el ttulo de tetrarca (4 a.C. - 34 d.C.). Filipo pudo gozar de su herencia en paz, comportndose como un soberano helenista. Reconstruy Pana que llam Cesrea de Filipo (cf. Mc 8,27) y Betsaida que llamo Julias. Despus de su muerte el territorio pas al control de los prefectos romanos de la provincia de Siria. - Herodes Antipas, igualmente hijo de Herodes el Grande, obtuvo la Galilea y la Perea (sin las ciudades de la Decpolis) con el ttulo de tetrarca (4 a.C. - 39 d.C.). El tambin fue un apasionado constructor: recordemos la ciudad de Sforis y sobre todo Tiberades, capital de su tetrarqua. A pesar que slo fue tetrarca, el pueblo lo llamaba rey. Jess lo llamo zorro (cf. Lc 13,31-32). Este es el Herodes que mand encarcelar y matar a Juan Bautista (cfr. Mc 6,15-30 par.) y que se encontr con Jess durante el proceso en Jerusaln (cf. Lc 23,6-12). Se cas con Herodas (esposa de su hermano Filipo: cfr. Mt 14,4) la cual tuvo una influencia negativa sobre l, hasta hacerle perder la tetrarqua. De hecho lo empuj a reclamar de Calgula el ttulo de rey, pero Calgula sospechando, lo depuso y lo envi al exilio (39 d.C.). d) El procurador romano Para tener bajo control su inmenso territorio, Roma se serva de gobernadores (llamados tambin procuradores) y de prefectos (un ttulo de carcter militar). Poncio Pilato gobern la Judea por diez aos, del 26 al 36 d.C., mientras que en Roma era emperador Tiberio (14-37 d.C.). Fueron aos de continuas provocaciones e incidentes. Habitualmente Pilato resida en Cesrea Martima, ciudad fundada por Herodes. Pero durante las grandes fiestas hebreas se transfera a Jerusaln para controlar el orden pblico, como sucedi en los das de la pascua hebrea cuando Jess fue arrestado y condenado a muerte. En efecto, el ejercicio de la justicia era en gran parte regulado de la ley hebraica y por tanto dependiente del Sanedrn, ya sea para los hebreos de Palestina como para aquellos de la dispora. Pero en caso de sentencia de muerte el jus gladii estaba reservado al gobernador. e) Destruccin de Jerusaln (70 d.C.) A la muerte de Herodes Agripa I, nieto de Herodes el Grande, Palestina retorn al control directo de Roma hasta la revuelta del 66 d.C. Fueron aos muy turbios: del 44 al 66 se sucedieron en Palestina siete procuradores y bajo el procurador Antonio Flix (52-60) la rebelin fue casi continua. La aversin de los judos hacia los romanos, estimulada por los Zelotes, llev a la revuelta del 66 y a la consiguiente destruccin de Jerusaln y del templo por parte de Vespasiano y de su hijo Tito (70 d.C.; cfr. Mc 13,2 par). Despus de tres aos cay tambin Masada, el ltimo baluarte de resistencia juda, la imbatible fortaleza herodiana en el desierto de Jud. El judasmo sobrevivi a la catstrofe gracias al movimiento de los fariseos guiados por los Escribas. Ellos echaron las bases de un nuevo culto que deba expresarse sin el ofrecimiento de sacrificios ya que el templo haba sido destruido. De gran importancia fue el snodo o concilio de Yamnia (cerca del 80 d.C.) donde, segn algunos autores, fue fijado tambin el canon de los libros inspirados del AT. Es en este perodo cuando se da la neta separacin entre la Sinagoga y la Iglesia, como atestigua la misma Birkat hammnm, la doceava de las Dieciocho bendiciones que suena como una maldicin hacia los nazarenos y los herejes, y que siguiendo al Talmud de Babilonia habra sido compuesta en Yamnia: Que para los apstatas no haya esperanza; arranca prontamente en nuestros das el reino del orgullo; y perezcan en un instante los nazarenos (han-nosrm) y los herejes (wehammnm): sean borrados del libro de los vivos y con los justos (saddqm) no estn inscritos. Bendito seas tu, Yhwh, que doblegas los soberbios21.21

R. PENNA, Ambiente Histrico-Cultural de los Orgenes del Cristianismo. Adems se aconseja confrontar el volumen de J. JEREMAS, Jerusaln en los tiempos de Jess. Investigaciones de historia y economa social para el perodo neotestamentario.

213. EL AMBIENTE JUDAICO: LA RELIGIN En la Biblia la palabra judasmo aparece por primera vez en el segundo libro de los Macabeos, lo que equivale a decir en el II siglo a.C. (cfr. 2 Mac 2,21; 14,37-38). Pablo usa este trmino en Gal 1,14-15: Pues ya estis enterados de mi conducta anterior en el judasmo, cun encarnizadamente persegua a la Iglesia de Dios y la devastaba, y cmo sobrepasaba en el judasmo a muchos de mis compatriotas contemporneos, superndoles en el celo por las tradiciones de mis padres. Qu significa este trmino? Concretamente la vida de un pueblo en el cual la religin juega un rol fundamental y penetra las costumbres, la cultura y la poltica. Tres realidades principales giran en torno a la idea de judasmo: la ley, el templo y el sacerdocio. De ellas la ley (Torah), entendida como enseanza y regla de vida, es sin duda alguna la ms especfica y la que ms lo caracteriza. a) Una realidad mltiple Las diversas relaciones entre religin y poltica y, en particular, el dinamismo de los movimientos religiosos y de los grupos polticos hacen muy variado y complejo el ambiente judaico de los orgenes del cristianismo. Inmediatamente se debe afirmar que el cristianismo del primer siglo no se presenta, de hecho, como una religin monoltica, bien compacta y unida. Se distinguen sobre todo el judasmo de la dispora y el judasmo palestinense22. Dentro de este cuadro tan mvil se colocan los varios grupos que componen la sociedad juda del primer siglo. Bajo el perfil jurdico y cultual se distinguen: - los sacerdotes, con el Sumo Sacerdote en la cspide - los levitas, ministros subalternos del culto - los israelitas: hebreos de hecho y de derecho - los proslitos: convertidos al judasmo y circuncidados - los temerosos de Dios: simpatizantes con el judasmo. El Sanedrn constitua la suprema asamblea administrativa y judicial, formada esencialmente por tres componentes: sacerdotes, escribas y ancianos. - La clase sacerdotal (cerca de 18.000 entre sumos sacerdotes, sacerdotes y levitas) gozaba de prestigio y poder, en particular el sumo sacerdote cuyo rol legal era reconocido tambin por los romanos. Hasta el 70 d.C. era el ministro principal del culto en el templo, el mayor intrprete de la Torah, juez supremo y jefe del Sanedrn. - Los escribas eran considerados los especialistas de la Torah, doctores de la Ley, maestros y telogos. No constituan una agrupacin poltico-religiosa; personalmente podan ser fariseos o saduceos. - Los ancianos del pueblo: eran llamados as por los jefes de la aristocracia laica, un parte muy importante del Sanedrn. Eran en gran parte nobles culturalmente helenizados y polticamente pro-romanos. Otros grupos poltico-religiosos mencionados en los evangelios son: - Los saduceos: su nombre deriva de Sadoq, jefes de la pirmide sacerdotal legtima (cfr. 1 Re 2,35). En el tiempo de Jess representaban los grados ms elevados de la jerarqua sacerdotal, las clases pudientes y nobles. Para mantener el poder no tenan escrpulos de comprometerse con los romanos. Aceptaban solo la22

Se trata de una distincin general que deja espacio para posiciones diversas. En su relacin dada en la XXXIII Semana nacional de los biblistas italianos (Roma 12-16 de septiembre de 1994), el prof. G. Bocaccini subrayaba que la religin judaica se presenta fraccionada en muchos judasmos, que compiten o dialogan entre ellos, pero de todas formas distintas del uno al otro, y de los cuales emergern, en parto de gemelos, el cristianismo y el judasmo rabnico.

22Torah escrita, diversamente de los Fariseos que retenan inspirada tambin la Tradicin (la Torah oral). Adems no crean en la resurreccin de los muertos ni en la existencias de los ngeles (cfr. Mt 22,23). - Los Fariseos: el nombre significa separados (de toda persona o cosa que pueda contaminar). El grupo de fariseos se distingua por una observancia escrupulosa de la Torah sea escrita que oral (613 preceptos) pero sobre todo por tres preceptos: la observancia del sbado, la ley de la pureza (alimentos, personas, cosas), y el diezmo. Gozaban de gran estima en el pueblo que les consideraba maestros y modelos de religiosidad. - Los Zelotes: o sea los ardientes, lo que estaban llenos de celo por las patria. Estaban entre los ms radicales y decididos opositores a la ocupacin romana. Provocaron la revuelta del 66 y la consiguiente catstrofe del 70 (Ant. Jud. 18,23; Bell. 4,121ss). Se encuentran zelotes tambin entre los discpulos de Jess. En la lista de los Doce figura, en efecto, Simn, designado con el calificativo de zelote (algunos creen que tambin Judas Iscariote). - Los samaritanos: tenan como texto sagrado solo el Pentateuco y tenan su culto en el monte Garizim (cfr. Jn 4). En tiempo de Jess eran considerados enemigos por parte de los judos. b) Los esenios y la comunidad del Qumrm El termino esenio, de raz aramea, significa devoto, silencioso. De este grupo hablan diversos historiadores: Plinio el Viejo, Filn de Alejandra, Flavio Josefo. Sin embargo, no es mencionado en el NT; pero en el trasfondo se pueden entrever conexiones con la teologa de Juan Bautista y del cuarto evangelio. Se trata de un grupo religioso disidente y polmico en relacin con el culto que se practicaba en el templo de Jerusaln, con una fuerte orientacin espiritual de tipo apocalptico. La comunidad principal parece ser aquella del Qumrn donde se viva en celibato, estudio y observancia de la pureza legal (las excavaciones han sacado a la luz muchas piscinas baeras - para la abluciones). De esta comunidad sabemos muchas cosas despus del casual descubrimiento de los documentos en el ao 1947 por un beduino en las grutas del desierto de Jud, junto al Mar Muerto, y provenientes de la biblioteca de la comunidad del Qumrn. Adems de las preciosas copias de textos bblicos (entre ellos todo el rollo de Isaas) y apcrifos, son importantes los numerosos textos que contienen las normas de vida de la secta: el ms notable es la "Regla de la Comunidad", que tiene un gran relieve para conocer la organizacin espiritual de esta comunidad disidente. Los varios manuscritos han dado nueva luz sobre el movimiento esenio, sobre sus ramificaciones y sobre su teologa. Adems, han ampliado notablemente el conocimiento del judasmo del primer siglo, y su notable pluralidad, sus conflictos y la gran espera escatolgica: en una palabra, el ambiente en el cual ha surgido el cristianismo. En base a los textos conservados se puede concluir que una de las principales actividades de los miembros de la comunidad del Qumrn haya sido la exgesis del texto bblico. La poesa qumrmica es densa y con reminiscencias bblicas. Tambin en las reglas encontramos pequeas unidades exegticas sobre textos concretos; obras enteras, como el Rollo del Templo, constituyen una reinterpretacin atenta del texto bblico del cual toman las ideas. ... Sin embargo, los escritos exegticos qumrmicos ms caractersticos son aquellos designados como pesharim, plural de pesher, interpretacin, muy empleado. No se trata de interpretaciones o comentarios tal como lo entendemos nosotros, sino ms bien una actualizacin del texto bblico aplicado directamente a la vida de la comunidad; el presente de la comunidad est contenido en el texto bblico y a la interpretacin de este compete el desvelamiento de aquel.23 c) Fiestas y culto, templo y sinagoga En Jerusaln, centro religioso, poltico y cultural del pueblo hebreo, exista el nico templo legtimo. Se iba al templo sobre todo para la oferta del sacrificio, que poda ser cruento (con efusin de sangre) o23

Cfr. F. GARCA MARTNEZ, Il contesto letterario del Nuovo Testamento, en: La Bibbia nel suo contesto, 341342; F. GARCA MARTNEZ, Introduccin a la literatura esenia de Qumrn, Madrid 1982; F. GARCA MARTNEZ, Textos de Qumrn, Madrid 1992.

23incruento (ofrecimiento del incienso o de los panes). Se iba tambin a orar, pero sta tambin poda hacerse en la sinagoga. El templo era un ambiente con mucho movimiento: en el atrio de los gentiles podan acceder tambin los no hebreos ya sea para la oracin o para el turismo; se vendan y compraban los diversos animales para el sacrificio; se cambiaban las monedas... Segn los evangelios Jess se indigna y expulsa a los mercaderes del templo (cfr. Mt 21,12-13 par). En el templo de Jerusaln se celebraban las fiestas anuales: - La Pascua (Psah) el 15 de Nisan. - La fiesta de las Semanas (Shavut; en griego: Pentekost, Pentecosts) 50 das despus de la Pascua. - La fiesta de las Cabaas o de los Tabernculos (Sukkt) en otoo. - El da de la Expiacin (Ym Kippr) el 10 del mes de Tishri, caracterizado por el ayuno, los sacrificios y por el envo al desierto del chivo expiatorio (Lv 16, 22). - La fiesta de la Dedicacin del templo (Hannukkh) durante el invierno (cfr. Jn 10,22-23). La sinagoga es el lugar de la oracin, de la escucha de la Palabra y de la explicacin de las Escrituras. Con el trmino griego synagog los LXX traducen generalmente el trmino hebreo edah = asamblea. Por eso en las fuentes judaicas del primer siglo y en el NT, el trmino designa tambin el lugar de reunin de la asamblea. All se desarrollaba en particular el servicio litrgico del sbado (Shabat, da de oracin y reposo, cfr. Ex 20,11 y Dt 5,15). Tambin Jess participaba del culto sinagogal y all lea e interpretaba la Escritura (cfr. Lc 4,16-27). No tenemos elementos ciertos sobre la forma como se desarrollaba, en detalle, el servicio litrgico; conocemos las grandes articulaciones que consistan en un momento eucolgico (oracin) y en la lectura e interpretacin de la Ley. Entre las varias oraciones del culto sinagogal se recuerda el Qaddish que presenta diversos puntos de contacto entre la predicacin de Jess, y la oracin de la Shemon esreh, las Dieciocho bendiciones.

IV. EL EVANGELIO SEGN MATEOSi despus de haber ledo Marcos se pasa a Mateo, se tiene como la sensacin de pasar de una iglesia romnica, de las lneas arquitectnicas esenciales y ms bien escasa de elementos decorativos, a una baslica bizantina de grandes bsides con frescos y mosaicos dorados, y al centro la figura solemne del Cristo pantocrtor. Esta impresin es particularmente viva si comenzamos la lectura de Mateo por el ltimo relato, la aparicin del Resucitado en Galilea (28,16-20). All encontramos aquello que Marcos ha prometido pero que despus no narr: la cita del Resucitado con sus discpulos. Al evangelista le interesa precisar no el cundo, sino el dnde: la cita es sobre el monte indicado por Jess. De aquel monte se calla el nombre y quiz por esto tambin suena tan evocativo. Mateo parece preferir el escenario del monte. All ambienta la tercera tentacin (4,8-10), el primer gran discurso de Jess (cc 5-7), su oracin solitaria y prolongada durante la noche (14,23), pero tambin el encuentro con las multitudes que sobre el monte le llevan cojos, ciegos, sordos y muchos otros enfermos para que los cure (15,29-30: singular este llevar los enfermos sobre el monte!). En fin, el monte alto es el lugar de la transfiguracin (17,1ss), anticipacin de la gloria del Resucitado. Llegan por tanto los Once (un cuerpo mutilado!) sobre el monte establecido por Jess y al verlo se postran inmediatamente en actitud de adoracin. Sin embargo, el reconocimiento y la adoracin conviven todava con la duda (se postraron, pero dudaban). Para Mateo la duda de la Iglesia representada por los once es vencida solamente por la iniciativa del Resucitado el cual se hace vecino y habla. Son las ltimas palabras y de hecho suenan como un testamento solemne. Pero sobre todo son la revelacin plena de su poder mesinico: Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Tal poder se expresa en la misin universal. De ahora en adelante los once discpulos son enviados no solo a Israel sino a todas las gentes, con la tarea de hacer discpulos a todos, bautizndolos en el nombre del Padre, del Hijo y

24del Espritu Santo, y enseado a observar no simplemente la ley de Moiss, sino todo aquello que l ha enseado. Aquel Jess que sobre el monte haba abierto la boca como nuevo Moiss declarando de haber venido no para abolir la Ley y los Profetas, sino para darles cumplimiento (5,17), ahora manda a los suyos no ya a circuncidar sino a bautizar... Es, decididamente un nuevo inicio!. En fin, la ltima palabra de Jess atestigua que l no se va, sino permanece para siempre con su Iglesia: Yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo! (Mt 28,20). Diversamente de Lucas para quien Jess, bendiciendo, se separa de los suyos y sube al cielo (Lc 24,25; Hch 1,9-10), Mateo presenta al Seor resucitado como aquel que no se aleja de su Iglesia. Al contrario, en la Resurreccin aparece plenamente el sentido del nombre indicado por el ngel a Jos: ser llamado Emmanuel, que significa Dios con nosotros(1,23). Para Mateo la historia de Jess, del inicio hasta el fin, abre la maravillosa presencia del Dios con nosotros! Esta pgina de tantas resonancias ofrece una esplndida conclusin y tambin un buen punto de partida. El estudio del primer evangelio atrae por una serie de caractersticas: lenguaje claro y penetrante, enfoque sistemtico, inters por la enseanza de Jess y al mismo tiempo la praxis, reconocimiento del gran rol del AT y del judasmo, es decir, conciencia de las races del cristianismo. De este monte, punto ideal de observacin, podemos captar el despliegue total del relato de Mateo, los elementos estructurantes y las grandes articulaciones temticas. I. DIMENSIN HISTRICA A partir de los datos de la tradicin y de aquellos aportados por el texto, intentemos aproximarnos al autor, lugar y fecha de composicin del primer evangelio, lo mismo que a sus originales destinatarios. 1. AUTOR

Los testimonios de los Padres de la Iglesia y de los escritores eclesisticos de los primeros siglos identifican al autor del evangelio con Mateo apstol (Lev para Mc 2,14; Lc 5,27.29) segn el mismo evangelio (Mt 9,9; 10,3). Papas que fue obispo de Hierpolis en Frigia en torno al 130, y cuyos fragmentos de su obra se nos han conservado por Eusebio de Cesarea dice: Mateo en lengua hebrea (ebraidi dialekto) orden (synetaxato) las sentencias (ta logia), pero cada uno las tradujo (hermeneusen) como mejor poda. (Hist. Ecl. III, 39,16) San Ireneo, en testimonio tambin transmitido por Eusebio, en el s. II afirma: Mateo public entre los hebreos, en su lengua propia, un evangelio tambin escrito, mientras Pedro y Pablo estaban en Roma evangelizando y poniendo los cimientos de la Iglesia. (Hist. Ecl. V, 8,2 del texto procedente de Adv. haer. III,1,1) Orgenes (s.II-III; 254), en testimonio tambin transmitido por Eusebio, comenta: Acerca de los cuatro evangelios, que tambin son los nicos que nos se han discutido en la Iglesia de Dios que est bajo el cielo, por tradicin he aprendido que el primero que se escribi fue el evangelio de Mateo, quien fue algn tiempo recaudador y despus apstol de Jesucristo, ya que lo compuso en lengua hebrea y lo public para los fieles precedentes del judasmo. (Hist. Ecl. VI, 25, 4) Eusebio de Cesarea en otro pasaje de su Historia Eclesistica, sostiene: Efectivamente, Mateo, que primero haba predicado a los hebreos, cuando estaba a punto de marchar hacia otros, entreg por escrito su evangelio, en su lengua materna, supliendo as por

25medio de la escritura lo que faltaba a su presencia entre aquellos de quienes se alejaba. (Hist. Ecl. III, 24,6) Jernimo, hacindose eco de esta tradicin, la transmite en el s. IV: Mateo tambin llamado Lev, publicano antes de apstol, fue el primero que compuso un evangelio de Cristo en Judea, para los creyentes de la circuncisin, con letras y palabras hebreas; no es del todo seguro que ms tarde se tradujese al griego. El texto hebreo mismo se conserva todava hasta el da de hoy en la biblioteca de Cesarea. (De Viris Ilustribus, 3) No obstante esta opinin de la tradicin, la mayora de los estudiosos modernos no creen en la autora de Mateo, pues piensan que un testigo presencial ni narra as tan parcamente, ni trata a sus fuentes como lo hace el primer evangelista. Los numerosos elementos literarios y de contenido que evocan un mundo judo inclinan a pensar que se trata de un judeocristiano de la segunda generacin, que escribe alrededor de los aos 80 en Siria, envuelta en un proceso de comparacin-enfrentamiento con el judasmo. Como el actual texto griego, pareciera conservar un ncleo ms antiguo proveniente de las primeras experiencias misioneras en Palestina y obra de la primera generacin cristiana, esto nos llevara al apstol Mateo, a quien ya la tradicin le atribuy el evangelio. 2. LUGAR Y FECHA DE COMPOSICIN

Las propuestas acerca del lugar de composicin son variadas. De esa manera nos encontramo