Cuidar el oído es fundamental porque nos permite co-municarnos con los demás, pero también disfrutar de sensaciones, incluso mantener el equilibrio. Prevenir las infecciones, tratar bien los resfriados y alergias y evitar la exposición a ambientes excesivamente rui-dosos son algunas de las medidas de protección que recomiendan los expertos.

Dr. CRISTÓBAL LÓPEZ-CORTIJO GÓMEZ DE SALAZAR, secretario general de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cérvico-Facial (SEORL-PCF)

Pregunta.- ¿Qué tenemos que entender por salud auditiva?Respuesta.- Se habla de salud auditiva cuando se mantienen sanas las funciones de audición y equilibrio propias del oído. Para ello, hay que conocer que este órgano se compone de varias estructuras básicas que deben protegerse de lesiones para mantener la sa-lud auditiva. Por un lado, se encuentra el oído externo muy susceptible a los problemas de infecciones; el oído medio, que hay que preservar de las alergias; y el oído interno, que se ve afectado por la exposición a ambientes muy ruidosos.

P.- ¿Considera que la salud auditiva de los espa-ñoles es buena?R.- Los españoles cojeamos de la exposición al rui-do. España es uno de los países más ruidosos del mundo, lo que provoca que nuestra salud auditiva esté comprometida. La contaminación acústica es un factor invisible que nadie aprecia ni teme pero que, a largo plazo, afecta gravemente al oído.

P.- ¿Cuáles son los principales riesgos para el oído y la audición?R.- Las infecciones son la primera circunstancia pato-

lógica que afecta al oído; tanto las infecciones del oído interno, que pueden ser poco importantes, pero muy repetitivas, como las lesiones del oído medio, que es-tán condicionadas por nuestra capacidad de funcio-namiento de la nariz y de las estructuras relacionadas con el oído medio, es decir, los cuadros catarrales, las alergias, sinusitis Asimismo, el uso de ciertos medi-camentos también puede producir lesiones en el oído interno. Estas son las patologías que más frecuente-mente afectan a la función auditiva.

P.- Partiendo de esta base, ¿cómo debemos cui-darnos?R.- Lo primero es entender que el oído está expuesto al exterior a través del oído externo y que tiene un mecanismo, la producción de cerumen, para evitar la entrada de cuerpos extraños que pueden producir problemas. Por tanto, la manipulación del oído para quitar ese cerumen (mediante bastoncillos o cualquier otro objeto) debe evitarse siempre, ya que es muy peli-

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Evitar ruidos altos, una buena alimentación y acudir a revisiones médicas ayuda a

mantener una mejor salud auditiva

Texto: CARMEN MORENO

La manipulación del oído para quitar el cerumen, mediante bastoncillos o cualquier otro objeto, debe evitarse siempre

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grosa y conduce, en muchas ocasiones, a infecciones. Por otra parte, es esencial la prevención de los cua-dros catarrales. Aquellas personas propensas a pade-cer cuadros de infección de la garganta o de la nariz, deben ponerse en manos de un especialista para que descarte patologías de la nariz y de la garganta que puedan estar condicionando estas infecciones de re-petición que, al final, van a afectar al oído. Del mis-mo modo, deben evitar coger frío y tienen que tomar medidas para descongestionar la nariz Esto último es muy importante para las personas que tienen alergia, porque, generalmente, el alérgico tiende a no hacer mucho caso a su nariz hasta que ya no está muy afec-tada, lo que puede derivar en una inflamación de la trompa de Eustaquio y, consecuentemente, una otitis. Por último, existen otros mecanismos preventivos, relacionados con el uso de medicamentos y los am-bientes de determinado volumen que también deben contemplarse.

P.- ¿Cuál es la más preocupante de todas ellas?R.- Eso depende. Las infecciones son muy frecuen-tes, todos tenemos una o dos otitis a lo largo de nues-tra vida, pero no suelen tener repercusión porque se suelen curar sin secuelas. Sin embargo, un 40% de la población sufre una pérdida auditiva progresiva por el paso de los años agravado por el ambiente ruidoso, lo cual es bastante importante.

P.- Hay estudios que confirman que las jóvenes de ahora tendrán más problemas de pérdida auditiva debido al empleo de dispositivos como los mp3, mp4, móviles…

R.- Esta hipótesis que se sospechaba ya se ha compro-bado. Recientemente se ha publicado un estudio sobre dos poblaciones: la población de 30 años y otro grupo de alrededor de 20. Y existe una diferencia estadísticamente significativa de que las personas que han estado durante su juventud sufriendo ambientes ruidosos (discotecas, conciertos, dispositivos de audio ) tienen una pérdida de audición más precoz que la generación anterior. Además, esta cifra se va multiplicando cada 15 años.

P.- ¿Y qué podemos aconsejar a esta población?R.- En algunos países como Estados Unidos todos los aparatos de música están regulados para que no sobrepasen los 60 decibelios. Pero no ocurre lo mismo en Europa. Esto es peligroso porque en Europa y Es-paña tenemos la costumbre de escuchar música a un volumen superior a los 70 decibelios, y todo sonido que sobrepase los 70, 75, 80 decibelios es tóxico y puede producir una lesión. Esta lesión, al principio es reversi-ble, pero al cabo de un tiempo, muy poco tiempo, se hace irreversible. Por supuesto, los especialistas no de-cimos que no se tenga que escuchar música, pero in-sistimos en que la población debe mentalizarse de que el volumen de la música no debe pasar un cierto nivel.

P.- En la teoría hablamos de 60 decibelios como ni-vel máximo para escuchar estos dispositivos, pero

si los aparatos no cuentan con esta regulación, ¿cómo pode-

mos intuir que rondamos el límite?

R. Todo volumen de música que al

apagarse genere una sensación en el oído de vacío es por-que era excesi-vo, y la próxima

vez habrá que bajar el volumen.

En cierto modo, el estrés está relacionado con

el ruido. Por un lado, el ruido tiene un componente tóxico que afecta a

la salud física del oído, y que tiene su máximo exponente en la pérdida auditiva progresiva. Pero también la exposición a

ambientes muy ruidosos o a sonidos determinados influye a nivel psico-

lógico, llegando a causar irrita-ción y estrés.

El estrés y el ruido

Las personas que han estado durante su juventud sufriendo ambientes ruidosos tienen una pérdida de audición precoz

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Todos alguna vez hemos tenido esta sensación. Esto se produce porque el sonido acaba agotando los neuro-trasmisores de las células nerviosas del oído interno, que son sustancias que se encargan de trasmitir las funciones nerviosas. Cuando esto ocurre, la persona debe hacer re-poso, tiene que estar en relativo silencio por lo menos 24 horas para dar tiempo a que se recuperen estas células nerviosas. Otra buena forma de medirlo es tener en cuenta que cuando alguien que está a tu lado está oyendo lo que escuchas a través de los auriculares es que está a un volu-men excesivo. No obstante, no se trata de dar normas. Lo importante es que comprendan que el problema de la contaminación acústica y del daño en el oído es que no se nota el mismo día, ni al día siguiente, ni al año siguientes, sino 15 años después. Pero es que 15 años después, para una perso-na de 25, son 40. Y 40 años es una edad muy joven para tener problemas de audición.

Revisiones aconsejadasP.- El oído es un órgano del que solemos despreocu-parnos; de hecho no es muy común que una perso-na visite a un especialista para una revisión rutinaria como ocurre con la vista. R.- Exactamente. Las personas, además de concienciar-se de que el ruido alto le puede hacer daño, tienen que saber que de vez en cuando hay que revisarse el oído. Las revisiones auditivas se realizan mediante una audio-metría tonal que es una prueba totalmente inocua y que ayuda a llevar un control del nivel de audición. Actual-mente, sería conveniente que toda aquella persona de más de 25-30 años que tenga costumbre de escuchar música a diario o casi a diario, se hiciera una audiometría. Asimismo, es recomendable para la población con ante-cedentes o que tenga la menor duda de que sufre una pérdida de audición.

P.- Sin embargo, no todos están expuestos a ruido excesivo porque quieren, algunos profesionales su-fren este problema, ¿qué se les aconseja para evitar ese riesgo laboral?R.- Para empezar, la ley obliga a que toda persona que entra a trabajar en un ambiente ruidoso de una fábrica, tiene que hacer un test de sensibilidad del oído, porque no todos tiene la misma sensibilidad. Además, estas per-sonas saben que tienen que protegerse con cascos si el ambiente sonoro es superior a los 65 decibelios, pero no todos cumplen con esta obligación, excusándose en que son incómodos. Esto demuestra que hasta el que sabe que tiene problemas con el oído no se mentaliza. Luego, nuestra misión es trasmitir a la sociedad que el ruido es un peligro invisible.

P.- Aunque se haya perdido audición tenemos que seguir cuidando el oído.R.- Efectivamente, porque no es lo mismo peder audición hasta un nivel que seguir perdiéndolo por no cuidarse. En este sentido, es imprescindible seguir los consejos del especialista y, si es necesario, ponerse un audífono. Y no se debe dudar en hacerlo porque estos aparatos ayudan a conseguir una mejor calidad de vida. Es cierto que sobre este tema existe un estigma social porque se entiende que el audífono es un aparato relacionado con personas sordas y aquellas de una edad avanzada y hay muchas personas que se niegan a llevarlos. Además, a eso se suma la mala prensa que los audífonos han tenido porque eran muy poco estéticos. Pero esto ha cambiado mucho, y ahora los audífonos son muy discretos y adap-tados a las necesidades de cada persona.

Alimentación saludable para un oído sano

Aunque en principio parezca no tener ninguna relación, la alimentación sana influye positivamente en la salud au-ditiva. Una dieta rica en frutas y verduras y baja en grasas saturadas (comidas preparadas, bollería, fritos ) favorece que el oído realice sus funciones de forma más efectiva. Así lo explica el Dr. Cristóbal López-Cortijo: �El oído es un órgano muy sensible a la vascularización. Esa par-te de los nervios tiene un metabolismo muy rápido, que necesita mucha energía y, por lo tanto, gran cantidad de sangre. Y para procurar que llegue un buen riego es clave que no existan fenómenos relacionados con la ar-terioesclerosis, que está en relación directa con una mala higiene alimenticia, el tabaco, la hipertensión arterial, la diabetes �. Asimismo, la ingesta de verduras y frutas y todos los alimentos que tengan gran contenido en vita-minas A y E actúan como protector del envejecimiento celular gracias a su gran cantidad de antioxidantes.