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LA CORDILLERA DE LA COSTA DE VENEZUELA: EVOLUCIÓN DE SU CONOCIMIENTO GEOLÓGICO DESDE EL SIGLO XVI AL XXI Franco URBANI P. 1 (1) Geólogo (UCV 1968), M.S. (Kentucky 1972), Ph.D. (Kentucky 1975). Miembro Correspondiente de la Academia de Ciencias Fñisicas, Matemática y Naturales. Individuo de Número de la Academia nacional de la Ingeniería y el Hábitat Geólogo de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas. El Llanito. Caracas. Profesor Titular de la Escuela de Geología, Minas y Geofísica. Facultad de Ingeniería. Universidad Central de Venezuela. Ciudad Universitaria. Caracas 1053. Caracas, 2012

Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

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Page 1: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

LA CORDILLERA DE LA COSTA DE VENEZUELA:

EVOLUCIÓN DE SU CONOCIMIENTO GEOLÓGICO

DESDE EL SIGLO XVI AL XXI

Franco URBANI P. 1

(1) Geólogo (UCV 1968), M.S. (Kentucky 1972), Ph.D. (Kentucky 1975).

Miembro Correspondiente de la Academia de Ciencias Fñisicas, Matemática y Naturales. Individuo de Número de la Academia nacional de la Ingeniería y el Hábitat Geólogo de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas. El Llanito. Caracas. Profesor Titular de la Escuela de Geología, Minas y Geofísica. Facultad de Ingeniería. Universidad Central de Venezuela. Ciudad Universitaria. Caracas 1053.

Caracas, 2012

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CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN 1 2. LA GEOLOGÍA DE LA CORDILLERA DE LA COSTA A TRAVÉS DEL TIEMPO 4

2.1. Período colonial 4 2.2. El siglo XIX 12 2.3. Primera mitad del siglo XX 42 2.4. Segunda mitad del siglo XX e inicios del siglo XXI 77 2.5. Sistemática de las unidades de rocas ígneas y metamórficas del norte de Venezuela 113

3. ORIGEN DE LA CORDILLERA DE LA COSTA 123 3.1. Antecedentes 123

3.2. Marco geológico de Venezuela 125 3.3. Ideas globales del origen del Caribe 130 3.4. Tectónica de placas y la Cordillera de la Costa 139 3.5. Un modelo para la Cordillera de la Costa 147 4. APLICACIONES DE LOS ESTUDIOS GEOLÓGICOS REGIONALES:

EFECTOS DE INUNDACIONES Y FLUJOS TORRENCIALES 157 4.1. Un ejemplo de hace 50 millones de años 157 4.2. Algunos eventos del Cuaternario 158

4.3. Dos eventos del siglo XX 166 4.4. La amenaza de flujos torrenciales 169 4.5. Haciendo un acercamiento 171 5. AGRADECIMIENTOS 175 6. BIBLIOGRAFÍA 176 8. Sección Documental: Las minas de cobre de Aroa a la luz de la relación de Don Manuel Gaytán de Torres, 1621 200

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1. INTRODUCCIÓN

La geología es la disciplina por excelencia del medio físico de nuestro planeta, que reúne los

conocimientos de aspectos muy diversos como las rocas y minerales, las aguas subterráneas, las

formas del terreno y tantas otras facetas de la tierra, pero uno de los aspectos más importantes es

que permite la interpretación de la evolución del interior y de la superficie del planeta, hacia

atrás, muy atrás en el tiempo.

En nuestras tierras americanas los registros escritos sólo nos pueden informar de lo acaecido en

los últimos siglos, las disciplinas arqueológicas nos pueden ayudar hasta algo más de una decena

de miles de años atrás, pero la geología con sus múltiples especialidades nos puede llevar a través

del continuo del tiempo hasta niveles inimaginables de cientos de miles de años, millones y

millardos de años, permitiéndonos contar la historia de cómo, cuando y donde se formaron las

montañas y continentes, cual lugar es el más propenso encontrar tal o cual mineral, o aspectos de

tanta actualidad como la interpretación del clima del remoto pasado.

En línea con lo anterior, en este trabajo trataremos sobre una región específica de nuestro país,

como lo es la imponente Cordillera de la Costa donde está enclavada nuestra ciudad capital

(Fig. 1), esto lo haremos cubriendo cuatro aspectos diferentes, como son:

- En una primera parte se mostrará como ha sido vista la Cordillera, por los hombres (viajeros o

geólogos) que la han estudiado y descrito, con especial énfasis en la evolución de su cartografía

geológica, que constituye la actividad básica generadora del conocimiento geológico, e inclusive

de descubrimiento geográfico del territorio, dado que los geólogos quizás más que cualquier otro

profesional debe penetrar y caminar exhaustivamente en sus zonas de trabajo.

Esta sección es fundamentalmente de historia de la ciencia, a ser tratada en forma cronológica.

Comenzaremos con los escasos datos del período colonial, continuando hasta hoy día, pero sin

duda los principales avances ocurren a mediados del siglo XX, con el establecimiento de

programas sistemáticos de estudios regionales, la introducción de técnicas analíticas dentro de las

cuales destacan las geoquímicas, que han permitido conocer entre otras cosas las edades de las

rocas. Así mismo han ocurrido cambios fundamentales en los paradigmas geológicos y

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consecuentemente variaciones en las interpretaciones locales, a pesar de tratarse de las mismas

rocas y afloramientos.

- En la segunda parte se discutirá la evolución de las ideas sobre como se han interpretado las

rocas y las geoformas, como ha cambiado la manera de entender el origen y desarrollo de estas

montañas. Dentro de esta temática y habiendo ocurrido en el siglo XX una marcada explosión del

conocimiento en todas las disciplinas geológicas, la Cordillera de la Costa en particular, no

escapa del notable avance en la comprensión de los fenómenos naturales, que ha permitido

mejorar el entendimiento del remoto origen de sus rocas, hasta su condición actual de cordillera.

A los efectos de este trabajo nos restringiremos a las elevaciones del centro del país, que se

inician en su parte oriental en Cabo Codera y las elevaciones al sur de la cuenca de Barlovento,

en el estado Miranda, continuando hacia el oeste hasta las montañas ubicadas a ambos lados del

gran valle de Yaritagua - San Felipe en el estado Yaracuy.

Conviene señalar que desde un punto de vista geográfico, la Cordillera aparece claramente

dividida en dos serranías, la del Litoral y la del Interior, ambas con características geológicas

bien distintivas, de manera que en capítulos sucesivos profundizamos en las características de

estas dos cadenas montañosas.

Los estudios geológicos formales de la Cordillera de la Costa datan desde mediados del siglo

XIX, pero es importante señalar que la catástrofe de Vargas de diciembre de 1999, permitió

acelerar y potenciar los estudios. De hecho este evento fue de tal magnitud y significación,

causante de tantas pérdidas de vidas humanas -todavía no claramente cuantificadas-, con la

destrucción total o parcial de bienes a lo largo de casi 55 km de la costa, el desplazamiento

masivo de personas, la pérdida de empleos y todas las consecuencias personales y colectivas

relacionadas, que trastocó totalmente el tejido social del para entonces nuevo estado Vargas.

Pero desde el punto de vista de muchas disciplinas científicas, el evento torrencial representó

un gran reto para contribuir en el establecimiento de un ordenamiento territorial adecuado, para

con ello evitar que a futuro otros eventos hidrometeorológicos de gran magnitud puedan volver a

causar tantos perjuicios. En el caso de las ciencias geológicas en ese momento nos encontramos

en un punto, que a pesar de varias décadas de buenos estudios geológicos realizados en todo el

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estado, no había disponible un mapa geológico integrado y a una escala adecuada (al menos

1:25.000). Esto hizo que inmediatamente instituciones como el Departamento de Geología de la

Universidad Central de Venezuela (UCV), la Fundación Venezolana de Investigaciones

Sismológicas (FUNVISIS), la recién creada Oficina de Riesgo del Instituto Geográfico de

Venezuela Simón Bolívar (IGVSB - MARN, antes Dirección de Cartografía Nacional) y meses

después, INGEOMIN, así como diversas comisiones científicas de otros países, se involucraran

en actividades de compilación de la información geológica básica. Para esto se iniciaron varias

tesis de grado tanto para completar la cartografía geológica de zonas no previamente trabajadas,

como para integrar los mapas geológicos de sitios ya trabajados.

Adicionalmente, a muchos geólogos entre ellos el suscrito, usualmente acostumbrados a

estudiar las rocas “viejas”, este evento les hizo ver la importancia de los sedimentos del

Cuaternario, la necesidad de tratar de “leerlos” y apreciarlos. Pero fue precisamente este evento

el que incentivó la integración de la información geológica aportada por publicaciones formales,

tesis, informes y mapas inéditos de la más diversa naturaleza, hasta culminar con la edición del

“Atlas geológico de la Cordillera de la Costa”, contentivo de 146 hojas a escala 1:25.000

(URBANI & RODRÍGUEZ 2004).

Modelo digital de elevación de la Cordillera de la Costa a partir de la misión SRTM-NASA adquirida en febrero 2000 (GARRITY et al. 2004). La línea roja separa las unidades geológicas de la Serranía del Litoral al norte y la

Serranía del Interior al sur.

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2. LA GEOLOGÍA DE LA CORDILLERA DE LA COSTA A

TRAVÉS DEL TIEMPO

2.1. PERÍODO COLONIAL

Los primeros navegantes

La primera navegación por la costa del Litoral Central de Venezuela fue la realizada por

Alonso de Ojeda en 1499, donde también viajaban Amerigo Vespuccio y Juan de la Cosa como

Piloto Mayor. Estos viajeros pudieron vislumbrar la fortaleza del relieve de la Cordillera de la

Costa. De esta expedición nace el nombre de Venezuela y a su regreso al puerto de Santa María

en España, Juan de la Cosa (c1450-1509) en 1500 prepara un mapa donde por primera vez

aparece el nombre de Venezuela y el contorno de la costa norte (DE LA COSA 1500).

Posteriormente los viajes continúan ininterrumpidamente, pero a los objetivos de este trabajo

sólo nos detendremos casi un siglo después, cuando Baltasar VELLERINO DE VILLALOBOS

(1592, 1984) presenta un dibujo que representa la primera expresión visual de la Cordillera (Fig.

3), con una perspectiva de la parte costera desde Cabo Codera hasta Borburata, abarcando

también las dos serranías, la del Litoral que denomina “Sierra de Caracas”, como las montañas de

la Serranía del Interior como las podríamos avizorar desde el frente de Barlovento y en ellas

escribe que “estas tierras están tierra adentro”. Incluye además las islas de Puerto Cabello y

Farallón Centinela. Según diversos especialistas, la fuente descriptiva de las ilustraciones de

Vellerino proceden del “Itinerario...” entonces inédito de Juán ESCALANTE DE MENDOZA (1575,

1985). De hecho FERNÁNDEZ (2002) nos dice que la obra de Vellerino “es un calco de la parte de

navegación del ´Itinerario´, al que tuvo acceso como mayordomo del Arzobispo de México don

Pedro Moya de Contreras, Presidente del Real Consejo de Indias”. Pero aparte de estas

consideraciones, tiene el gran mérito de ser la primera ilustración de nuestra Cordillera de la

Costa.

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Imagen de la Cordillera de la Costa desde Cabo Codera hasta Borburata, según VELLERINO DE VILLALOBOS (1592,1984).

Actividades mineras

Los conocimientos geológicos de la Cordillera de la Costa comienzan con la incipiente

actividad minera de mediados del siglo XVI. Esto ocurre cuando ya había una población

establecida en la isla de Margarita y Cumaná, así como en las tierras de El Tocuyo y en el puerto

de Borburata, lugares que sirven de base para realizar expediciones tierra adentro en búsqueda de

oro. En un principio las exploraciones en el occidente son organizadas por la empresa de los

Welser basados en Coro, mientras que aquellas de la parte central fueron realizadas por los

habitantes de Cumaná y Margarita. Las localidades que recibieron mayor interés son las

siguientes:

- 1551. Oro en Buria, estado Yaracuy. En 1551 Damián del Barrio sale a explorar por orden de Juan de Villegas y descubre las minas

de Buria en la serranía ubicada entre Yaritagua y Nirgua, este descubrimiento incentiva la

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fundación de la ciudad de Barquisimeto. Estos yacimientos fueron sucesivamente labrados y

abandonados. En 1553 bajo el liderazgo del Negro Miguel ocurre el alzamiento de los esclavos,

esto junto al poco rendimiento y las continuas hostilidades de los indígenas Jiraharas, hace que

las labores terminaran en la primera década del siglo XVII (CODAZZI 1841a). De esta empresa

hay bastante información histórica (GROSSHAUPT 1991, CORPOVIRTUAL 1998), de manera que

hasta se conocen los nombres de algunos mineros alemanes que fueron enviados por la compañía

de los Welser para su laboreo (URBANI 1992b), así mismo se ha escrito mucho sobre la historia

del alzamiento de los esclavos al mando del negro Miguel (e.g.: AGUDO 2001).

- 1560. Oro en Los Teques, estado Miranda. En 1560 Francisco Fajardo realiza su primera expedición a la zona central en búsqueda de oro,

y con el apoyo de los indígenas descubre aluviones auríferos en la zona de Los Teques. Oviedo y

Baños nos narra la historia de estas minas, trágica por demás, donde después de Fajardo

estuvieron involucrados Pedro de Miranda y Juan Rodríguez Suárez. En esos tiempos ocurren

incesantes encuentros con los indígenas comandados por el cacique Guaicaipuro, e inclusive

mueren los hijos menores de Rodríguez Suárez.

Después de fundada Caracas por Diego de Lozada, se reactiva la actividad minera y para 1570

estaban en explotación con mano de obra indígena. En 1575 vuelven a ser reactivadas por el

gobernador Gabriel de Ávila (OVIEDO Y BAÑOS 1723, 1967; NECTARIO MARÍA 1966). Un

resumen cronológico de las actividades mineras en Los Teques entre los años 1560 al 1578 puede

consultarse en URBANI (1997).

La zona minera se ubica en el fondo del profundo valle que se ubica entre las poblaciones de

Carrizal y Los Teques y que drena hacia Paracotos. A mediados del siglo XIX el geólogo alemán

G. J. Klemm las explota para cobre (KLEMM 1859, URBANI et al. 1994). La historia de las minas

llega hasta 1960. Estudios realizados en esa zona por ZAVATTI (1982), incluyen la geoquímica

de sedimentos y se encuentra una concentración de 1,2 a 1,8 g/Tm de oro en la Quebrada Las

Minas, que podría sea comercial si hubiere un volumen considerable de material, lo cual no es el

caso en los estrechos valles en “V” y con el agua altamente contaminada por desechos humanos.

La geología de superficie de la zona minera fue realizada por HERRERA (1999), mientras que

DUPOUY & CRUXENT (1947) y TILLET (2001) realizaron reconocimientos arqueológicos.

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- 1584. Oro en Apa y Carapa, estado Miranda. Esta mina fue descubierta por el Capital Sebastián Díaz de Alfaro quien también fundó la

población de San Juan de La Paz -al parecer cerca de la actual Aragüita-, poblado bastante

próspero en esos tiempos por el buen rendimiento de las minas, pero fue abandonado a los dos

años por la insalubridad del clima (BARALT 1841:252). La mina de oro fue redescubierta en 1893

por el geólogo alemán Richard Ludwig (1848-1894) contratado por el gobierno de Guzmán

Blanco para la evaluación de yacimientos minerales, pero a su regreso a Caracas precisamente de

la zona de Apa, cae enfermo y muere en La Guaira el 1 de septiembre de 1894 (RÖHL 1990).

El morro de Apa y el cerro Carapa se encuentran en el Parque Nacional Guatopo, y las leyendas

mineras todavía están vigentes, de manera que entre los pobladores corre la frase “Entre el Apa y

el Carapa, en el medio de las tres tetas, la mina de oro está a tiro de escopeta”. Entre 1982 a

1987 la UCV realizó la cartografía geológica de la zona (ver recopilación en CHIRINOS &

MARQUINA 1987), simultáneamente con un estudio geoquímico de los sedimentos del drenaje

(ZERPA 1982). En la quebrada Pequeño Apa, que drena el flanco oeste del Morro de Apa,

aparecen las más altas concentraciones de toda la región del metal mercurio (110 ppm), un

elemento índice en depósitos de oro.

- 1612. Cobre en Aroa, estado Yaracuy. En 1612 Alonso Sánchez de Oviedo descubre estas ricas minas de cobre, lo cual es comunicado

al rey al año siguiente por el gobernador García Girón. Casi una década después, la Corona envía

a Don Manuel Gaytán de Torres para reconocer las minas y recomendar las mejores condiciones

de su explotación y uso. A tal respecto elabora un extenso informe (el cual se constituye en la

primera publicación minera de Venezuela), que incluye un amplio proyecto con consideraciones

tan diversas como el beneficio de las minas, los sitios para agricultura y cría de ganado para la

alimentación del personal, la forma de transportar el mineral hasta el puerto de Borburata, el

establecimiento allí de un astillero para la fabricación de galeones, así como de las fundiciones

necesarias para producir la artillería, utilizando el bronce que se produciría a partir del cobre de

Aroa (GAYTÁN DE TORRES 1621, URBANI 1992c). La larga historia de estas minas se encuentra

documentada en la obra de VERNA (1977), con su evolución desde el siglo XVII hasta nuestros

días, destacándose el período cuando fue propiedad de la familia del Libertador Simón Bolívar.

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Desde la independencia hasta comienzos del siglo XX estuvo en manos de empresas británicas

(URBANI 1984c, 1998c), habiéndose efectuado los mayores trabajos de explotación a fines del

siglo XIX, cuando se construyó el Ferrocarril Bolívar para llevar el mineral desde la mina hasta

el puerto de Tucacas.

Desde un punto de vista netamente geológico, destacan los estudios del geólogo alemán Albert

Schottky cuya investigación de estos yacimientos minerales metálicos fue presentada en 1877

ante la Universidad de Tübingen como tesis doctoral, la primera de temas geológicos sobre

Venezuela (SCHOTTKY (1877, 1997). En el siglo XX resalta el trabajo de LÓPEZ et al. (1944).

Muy lamentablemente hoy día las instalaciones mineras están siendo vandalizadas y en un casi

total abandono.

Portada de la obra impresa de Manuel Gaytan de Torres referente a las minas de cobre de Aroa, estado Yaracuy (GAYTAN DE TORRES 1621).

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- Oro en Chacao, estado Guárico. En la literatura se ha confundido esta localidad con el pueblo de Chacao del valle de Caracas,

pero corresponde al lugar homónimo localizado entre Villa de Cura y San Juan de los Morros.

Hoy se conoce como mina de Santa Isabel, por estar ubicada en la hacienda del mismo nombre.

En el siglo XVIII esta zona minera se conoció como el nombre de Real de Minas de Santa

Bárbara y durante el período de gobierno del Intendente José de Ávalos algunos mineros

mexicanos hicieron intentos de explotación (ANÓNIMO 1793, 1999; HUMBOLDT 1819, 1956: 154).

Aún en los años 1960´s una de las bocaminas se denominaba “Mina de los Mexicanos”

La zona fue visitada por Alejandro de Humboldt en febrero de 1800 y de esa visita en el Museo

de Historia Natural de Londres, se conservan dos muestras de la roca caja de la explotación

(URBANI & MOORE 1984).

En las últimas décadas del siglo XIX destacan los trabajos exploratorios e intentos de

explotación para oro dirigidos por el químico venezolano Vicente Marcano, quien encuentra

evidencia de explotación de oro precolombina (MARCANO 1890, 1886, 1887ab; MARCANO &

URDANETA 1887, URBANI & PÉREZ 1992, PÉREZ & URBANI 1992).

A mediados del siglo XX la familia Sosa propietaria de la Hacienda, reactivó las actividades

mineras para la explotación de esfalerita y barita (sulfuro de zinc y sulfato de bario,

respectivamente) (BRICEÑO 1979).

- Plata en Tipe, valle de la quebrada Tacagua, Distrito Capital. A fines del siglo XVIII el mismo grupo de mineros mexicanos mencionados en el párrafo

anterior, contratados en el período del Intendente José de Ávalos, realizaron intentos de

explotación de plata en esta localidad. Al respecto HUMBOLDT (1814, 1956: 293) nos informa que

una muestra de galena argentífera fue analizada en 1798 por el afamado químico Joseph-Luis

Proust (1754-1826), en el laboratorio de química del Real Colegio de Artillería de Segovia.

Conocemos que diversas actividades de prospección fueron realizadas en las primeras dos

décadas del siglo XX por Cristóbal Dacovich (1845-1928), un prospector minero natural de

Serbia, iniciando entonces una rudimentaria exploración de galena argentífera a través de túneles,

continuada por sus descendientes hasta los años 1950`s (URBANI 1991).

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- En la literatura también se menciona minas de oro en otras localidades, como Baruta

(MARCANO 1880), San Diego de Los Altos, Las Minas (al oeste de San Antonio de Los Altos),

Petaquire, etc., todos en los alrededores de Caracas.

La excepcional obra de Alejandro de Humboldt

El inesperado viaje de Alejandro de Humboldt y Aimé Bompland a Venezuela, resultó en la

apertura científica del país. Mucho se ha escrito al respecto, pero sin duda su obra inicia las

ciencias geológicas en el país (URBANI 1993, URBANI & FRITSCHER 2000), ya que en sus viajes

recorren tres regiones geológicas totalmente diferentes: Las rocas sedimentarias (cretácicas,

terciarias a cuaternarias) de la Península de Araya y la Serranía del Interior Oriental, las

metamórficas de la Cordillera de la Costa y las rocas ígneas del Escudo de Guayana.

De sus observaciones y siguiendo su visión mayormente neptunista de la geología, presenta la

primera ilustración geológica del país, que representa la sucesión de estratos, tanto de las

denominadas rocas “secundarias” refiriéndose a las sedimentarias, como a las “primitivas” que

corresponden a las ígneas y metamórficas (HUMBOLDT 1801).

Para la Cordillera de la Costa, es el primer autor que menciona nombres de rocas a saber:

esquisto clorítico, esquisto anfibólico, granito, gneis, roca verde con granate, esquisto micáceo,

serpentinita, diabasa y lava piroxénica.

La información geológica contenida en los textos de Humboldt será utilizada posteriormente

por los autores que presentan lo primeros mapas geológicos de todo el mundo, de Sudamérica y

de Venezuela.

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Sucesión de estratos en Venezuela tanto de las rocas ígneas y metamórficas (primarias), como de las sedimentarias (secundarias),

según HUMBOLDT (1801).

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2.2. EL SIGLO XIX

Los aportes geológicos a la Cordillera de la Costa durante de este siglo los separaremos

en dos partes:

- Los mapas geológicos que fueron realizados por autores que nunca visitaron a

Venezuela y que tomaron los datos de la escasa literatura disponible para la Cordillera,

mayormente de Alejandro de Humboldt.

- Los trabajos elaborados por personas que estuvieron y realizaron trabajos de campo

geológico en la Cordillera de la Costa.

2.2.1. La Cordillera de la Costa en mapas geológicos del mundo y de Suramérica

En 1815, en Londres ocurre un acontecimiento trascendental para la geología, que

corresponde a la publicación del primer mapa geológico del mundo por William Smith

(1769-1839) (SMITH 1815) (Fig. 6), el cual abarca los territorios de Inglaterra, Gales y parte

de Escocia. Algunos autores lo denominan como “el mapa que cambió el mundo”, ya que

es el primer mapa temático que se haya elaborado (WINCHESTER 2001).

Entre los años 1826 a 1833 el naturalista francés Alcide Dessalines d´Orbigny (1802-

1857) realiza su viaje científico por Brasil, Argentina, Chile, Bolivia y Perú, de hecho ha

sido considerado como el “Humboldt” de los países de la mitad meridional de Suramérica.

Ya de regreso en París durante los años 1835 a 1847 publica su monumental obra de 9

volúmenes Voyage dans l'Amérique méridionale. En el Tomo 3, Parte 3 (Geología) publica

varios mapas regionales, pero uno de ellos es su Carte de l’Amérique méridionale

indiquant ses différentes époques géologiques donde muestra la distribución de los terrenos

geológicos en cuatro épocas: Silúrico, Triásico, Carbonífero y Cretácico. Lamentablemente

en la parte correspondiente a la Cordillera de la Costa la deja en blanco, así como muchas

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otras áreas del subcontinente con muy escasa información disponible (D´ORBIGNY 1842)

(Fig. 7). En el mundo geológico este autor es mas bien conocido por ser el fundador de la

micropaleontología.

Fig. 6. Primer mapa geológico del mundo realizado por William Smith en 1815.

Mapa tomado de: http://earth.unh.edu/Schneer/map2.jpg (en línea, 15 enero 2004). Retrato de:

http://www.mysciencebox.org/files/images/ WIlliam%20Smith.jpg

(en línea, 15 enero 2004).

Apenas tres años después, el geólogo francés Amí Boué (1794-1881) publica el primer

mapa geológico que abarca todo el mundo (BOUÉ 1845). Está realizado en una sola hoja y

en él por primera vez aparece nuestra Cordillera de la Costa plasmada en un mapa de esta

disciplina científica, subdividiéndola (Fig. 8) en dos unidades: La mayor parte la incluye en

su “Formación cristalina esquistosa incluyendo rocas graníticas”, mientras que al sur de

las mismas en lo que sería el piedemonte de la Cordillera, ubica a su “Formación

secundaria, extendiéndose desde el fin de la serie carbonífera hasta el cierre del

Cretácico”. Casi en el centro de los llanos, ubica un cuerpo de rocas volcánicas, que

probablemente correspondan la interpretación de las rocas volcánicas descritas por

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Humboldt al Sur de San Juan de los Morros. En el texto explicativo del mapa, el autor

expresa que para esta parte del mundo utilizó la obra de A. de Humboldt (BOUÉ 1844).

Fig. 7. Primer mapa geológico de América del Sur de Alcide D´ORBIGNY (1842).

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Fig. 8. Fragmento del mapa geológico del mundo de Amí BOUÉ (1845), tomado de la traducción al inglés de A. K. Johnston (1804-1871) (JOHNSTON 1856). Busto de Ami Boué tomado de

http://cepres.pmf.unsa.ba/boue.jpg (en línea, 7 febrero 2007).

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En 1856, el geólogo alemán Franz Foetterle (1823-1876) que había trabajado

fundamentalmente en Brasil, publica un mapa geológico de toda América del Sur

(FOETTERLE 1856), que a pesar de los trabajos previos de d`Órbigny y Boué más de década

antes, se ha considerado como el primer mapa geológico propiamente dicho del

subcontinente (Fig. 9). De su texto se desprende que para la Cordillera de la Costa utilizó la

información de las populares obras de Alejandro de Humboldt, así como la de Hermann

Karsten de 1850. Subdivide la Cordillera de la Costa en la siguiente forma, en la Serranía

del Litoral ubica a su unidad de “Granito o gneis”, mientras que más al sur,

fundamentalmente señala a su “Formación cretácica”, con otro pequeño cuerpo de

“Granito o gneis”, para finalmente pasar a las “Rocas terciarias”.

En 1861 el geólogo francés Jules Marcou (1824-1898), quien labora en los Estados

Unidos de América, publica su carta geológica de la Tierra, con una segunda edición en

1875 (MARCOU 1861, 1875) (Fig. 10). Toda la superficie del planeta la representa en ocho

hojas a escala 1:23.000.000. Para la Cordillera de la Costa usa las mismas fuentes

mencionadas por Foetterle (MARCOU 1866) y la subdivide en tres grandes grupos de rocas:

“Rocas cristalinas”, “Rocas secundarias. Cretácico” y “Rocas modernas. Reciente,

Cuaternario”.

El geógrafo francés Victor Martin de Moussy es contratado por el gobierno argentino

para realizar un atlas del país. La obra es publicada en 1873 (MOUSSY 1873a,b) e incluye

una hoja con el mapa geológico de toda Suramérica (en su leyenda dice que fue elaborada

en 1868). A excepción precisamente del territorio argentino, no tiene mayores aportes al de

los mapas anteriores, para lo cual utiliza fundamentalmente las obras de Foetterle y

Marcou. La Fig. 11 muestra la ampliación de la parte norte de Venezuela.

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Fig. 9. Parte del mapa geológico de Suramérica de Frraannzz FFOOEETTTTEERRLLEE ((1856).

Retrato tomado de http://www.cgu.cz/aps/DVD_hm_demo/auths/Foetterle_Fr.jpg (en línea, 8 enero 2004).

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Fig. 10. Mapa geológico de Suramérica de Jules MARCOU ((1861). Leyenda: Rojo: rocas cristalinas. Verde: Cretácico. Amarillo: Cuaternario-Terciario.

Retrato tomado de URBANI (2005a).

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Fig. 11. Mapa geológico de Sur América de Victor MARTÍN DE MOUSSY (1868).

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2.2.2. LOS PRIMEROS LEVANTAMIENTOS GEOLÓGICOS

Después de la visita de Humboldt y durante cuatro décadas de incesantes guerras,

revueltas e inestabilidad política, no hay trabajos geológicos nuevos, a excepción de

algunas pocas menciones e intentos de explotación de minas. Pero en Europa, precisamente

debido a que en este período se editan las populares obras de Humboldt -casi Best sellers-,

se va extendiendo en los ámbitos científicos un interés creciente por el continente

Suramericano y en especial Venezuela, de manera que a medida que las condiciones

políticas van mejorando, siguiendo las huellas de Humboldt e inclusive auspiciados por él,

empiezan a llegar otros viajeros que ampliarán lo horizontes del conocimiento geológico

venezolano.

Agustín Codazzi, 1841

A pesar de no haber realizado trabajos geológicos, debemos comenzar mencionando al

Coronel Agustín Codazzi (Italia, 1793 - Colombia, 1859), quién por encargo

gubernamental inicia la elaboración del mapa topográfico del país y para ello, por casi diez

años viaja para recabar los datos necesarios. En 1841 publica en su “Atlas Físico y Político

de la República de Venezuela” (CODAZZI 1841b), que para las actividades geológicas es lo

más relevante de su obra, dado que las cartas provinciales (Fig. 12) se convierten en la

única base topográfica de los mapas geológicos del siglo XIX e inclusive para las primeras

décadas del siglo XX.

Por otra parte en el texto acompañante al Atlas, su libro “Resumen de la geografía de

Venezuela” (CODAZZI 1841a) se mencionan tipos de rocas en zonas no previamente vistas

por Humboldt, lo cual es muy importante para trabajos de autores posteriores.

Quienes han estudiado las obras geográficas de Sudamérica, consideran que para su

tiempo, los dos libros de Codazzi llegaron a ser los mejores de su tipo en la región.

Page 23: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

21

Fig. 12. Portada del Atlas y fragmento de uno de los mapas de Agustín CODAZZI (1841b). Retrato tomado de http://www.lablaa.org/blaavirtual/geografia/codaz/images/aguztin-

codazzi.jpg (en línea, 9 febrero 2004).

Hermann Karsten, 1850, 1858

El siguiente personaje a tratar es el botánico y geólogo alemán, H. Karsten (1817-1908)

quien visita a Venezuela, Colombia y Ecuador durante los años 1844 al 1856, dedicándose

a colectar materiales botánicos para enviar a museos de Europa con lo cual parcialmente

financia sus viajes, así como a realizar observaciones geológicas (RÖHL 1990).

Page 24: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

22

En 1850 publica un artículo sobre la geología de Venezuela (KARSTEN 1850), que se

constituye en un verdadero hito, dado que incluye el primer mapa geológico del país

realizado con datos propios (Fig. 13). La Cordillera de la Costa la divide en las siguientes

unidades: Granito-sienita, Rocas metamórficas, Cretácico inferior, Cretácico superior y

Montañas terciarias.

A las rocas graníticas las ubica precisamente en las cumbres de la Serranía del Litoral,

incluyendo las montañas del Ávila. Éstas aparecen rodeadas de rocas metamórficas que

considera que son mayormente esquisto, mientras que a las rocas del Cretácico las muestra

al sur de la Serranía del Interior. No distingue separadamente las rocas volcánicas de la

zona de Villa de Cura.

En este mapa adicionalmente sitúa algunas fuentes termales indicando su temperatura,

así, para Las Trincheras (su “Los Grinderos”) señala 97°C, la fuente de Onoto (hoy Las

Delicias, al norte de Maracay) con 43,75°C, adicionalmente localiza los manantiales de

Mariana y Altagracia de Orituco (Taguay), pero sin indicar su temperatura.

En 1858 este autor presenta un estudio que abarca los territorios de Venezuela, Colombia

y Ecuador, con un mapa geológico generalizado de los tres países (KARSTEN 1858). Para la

parte de Guayana -que él nunca visitó- se basa en las descripciones de Humboldt. En este

mapa se reconocen por primera vez las de rocas ígneas del macizo de El Baúl y del cerro

Santa Ana en Paraguaná. En cuanto a la Cordillera de la Costa el mapa presentado tiene

menor detalle al previo de 1850, pero en un croquis inserto interpreta que todas las

montañas que rodean al Escudo de Guayana, como pertenecientes a una franja originada

por deformación cretácica. Esta es una visión muy adelantada de la evolución del

continente, donde ciertamente el tectonismo formador de los sistemas montañosos tuvieron

una fase muy importante en el Cretácico (Fig. 14).

Este mapa tiene adicionalmente la prioridad de ser el primer mapa geológico de las

repúblicas de Colombia y Ecuador.

Hermann Karsten ha sido ampliamente reconocido como el principal pionero de la

geología del norte de Suramérica (e.g.: HEDBERG 1974).

Page 25: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

23

Fig. 13. Parte del primer mapa geológico del norte de Venezuela por Hermann KARSTEN (1850). Retrato tomado de RÖHL (1990).

50 km

Page 26: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

24

Fig. 14. Mapa geológico de Venezuela, Colombia y Ecuador con una ampliación de la Cordillera de la Costa. Tomado de KARSTEN (1858).

Page 27: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

25

George Park Wall, 1860

Cronológicamente ahora corresponde al geólogo inglés G. P. Wall (1832-1912), quien

desde el año 1856 a 1858 se desempeñaba en el recién creado Servicio Geológico de las

Indias Occidentales (West Indies Geological Survey), dependiente del servicio geológico

del imperio británico basado en Londres (URBANI 1998b). Su obra resulta en la publicación

de la memoria de la geología de la isla de Trinidad, en cuyo mapa incluye la geología de la

punta oriental de la Península de Paria (WALL 1860a). Durante su estadía en la Isla,

también reconoce geológicamente la parte oriental y central de Venezuela (WALL 1860b)

(Fig. 15), que resulta en una fundamental publicación que incluye un mapa geológico de

aproximadamente la misma región cubierta previamente por H. Karsten en 1850.

En el mapa (Fig. 15) utiliza las siguientes unidades:

1) En la franja norte que abarca la mayor parte de la Cordillera acuña el término Serie

Caribe, con esquisto micáceo y gneis. Esta es el primer nombre formal utilizado para una

unidad geológica del país. Para esta Serie utiliza dos símbolos de tramados distintos, uno

mayoritario correspondiente a esquisto y pizarra y otro en zonas más restringidas para

gneis.

2) En la franja intermedia ubica a las rocas volcánicas de “origen pirogénico”

mencionando a los minerales augita y diálaga. Es decir que es el primer autor que plasma

en un mapa a las rocas metavolcánicas de Villa de Cura.

3) Finalmente muestra una franja sur con rocas sedimentarias del Cretácico, seguido de

depósitos aluviales hacia Calabozo.

Otro aporte fundamental de este autor es presentar las primeras secciones geológicas del

país, una desde Margarita hasta Maturín, y otra desde Puerto Cabello hasta Calabozo. Estas

secciones geológicas son muy ricas en detalles que resultan hasta más importantes que el

texto en sí del artículo. Entonces la combinación del mapa y las secciones ya nos muestra

un primer esbozo de la orientación Este-Oeste de los distintos grupos de rocas de la

Cordillera.

En la sección Puerto Cabello - Calabozo distingue las siguientes litologías:

- En la zona costera de Puerto Cabello reconoce caliza y eclogita. Estas rocas

corresponden a nuestra Suerasociación La Costa y es la primera vez que se menciona en la

Page 28: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

26

literatura la presencia de eclogita en nuestro país, un tipo de roca de gran relevancia en

nuestros tiempos de Tectónica de Placas.

- En la parte media de la Serranía del Litoral, señala la existencia de “Gneis and gneiss

slate distinctly bedded. other times resembling granite”. Debe notarse que en esa época los

términos “shale” y “slate” se usaban indistintamente para rocas sedimentarias y

metamórficas, es decir que en la usanza actual al referirse a metamórficas serían

equivalentes a los términos filita y esquisto, respectivamente. Este grupo de rocas

corresponde en la actual Súper-Asociación Ávila, donde la roca granítica por excelencia de

esta sección la constituye el Metagranito de Guaremal.

- En el flanco sur aparece “Micaceous slate and sandstone with ocasional limestone”.

Estas son las rocas de la Asociación Metasedimentaria Caracas, mayormente representada

por el Esquisto de las Mercedes, con ocasionales cuerpos de mármol, el mayor de ellos

cerca de Valencia, hoy visible en el distribuidor San Blas.

- Ya en la Serranía del Interior, al sur del lago de Valencia, para lo que hoy conocemos

como la Napa Caucagua-El Tinaco, señala la presencia de “slates and shales micaceous”,

efectivamente coincidiendo con las unidades esquistosas del Complejo El Tinaco, en

especial el Esquisto de Tinapú.

- Más al sur describe “slates and shales with beds of diallage. shale with augite,

diabase”, es decir que ya nos encontramos en la actual Napa de Villa de Cura, con

predominio de rocas metavolcánicas. De seguidas ubica a la prominente caliza de los

Morros de San Juan, para más al sur volver a mencionar rocas volcánicas semejantes a las

anteriores.

- De ahí continuando hasta Calabozo, describe una amplia variedad de rocas

sedimentarias.

En resumen de la Serranía del Litoral enumera litologías como el esquisto cuarzo

micáceo, que varía desde una mica color blanco plata (muscovita) hasta negra (biotita),

esquisto grafitoso, mármol blanco y azul, esquisto carbonático. Menciona a rocas gnéisicas

en la Silla de Caracas y entre Valencia y San Esteban, llamándole la atención la transición

entre esquisto y gneis que a veces es gradacional y otras es abrupto. Menciona la eclogita

(con anfíbol y granate), tanto cerca de El Cambur en Carabobo, como cerca de Caracas (sin

Page 29: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

27

especificar el lugar) roca de gran importancia actual por su significado geotectónico, con la

observación adicional en la eclogita, que al aumentar el contenido de mica grada a un

esquisto granatífero, lo cual todavía puede verse en los taludes de la Autopista cerca de

Taborda. También señala que toda la Serie Caribe presenta una gran deformación y

contorsión. Es el primer autor que introduce el concepto de foliación para las rocas

metamórficas.

Fig. 15a. Portada de la revista donde se publicó el artículo de la geología del norte de Venezuela por WALL (1860b).

Page 30: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

28

Fig. 15b. Parte del mapa geológico de WALL (1860b) donde se distinguen las rocas metamórficas de la mitad norte (Esquisto y pizarra: rayado horizontal, Gneis: líneas

onduladas) y las volcánicas de Villa de Cura (gris más oscuro). Rocas terciarias-cuaternarias al sur de las anteriores.

Fig. 15c. Sección geológica entre Puerto Cabello y Ortiz según WALL (1860).

50 km

Page 31: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

29

Fig. 15d. Ampliación de la sección geológica anterior, en la zona de Puerto Cabello donde aparecen los nombres de “Limestone” y “Eklogite” (WALL 1860). Estas litologías

corresponden a las rocas de la actual Súper-Asociación La Costa. La eclogita es una roca formada por metamorfismo de alta presión y baja temperatura.

Hermann Karsten, 1862, 1886

Probablemente incentivado por la novedosa publicación de G. P. Wall a la cual no

menciona, Hermann Karsten publica un nuevo trabajo ilustrado con dos secciones

geológicas (KARSTEN 1862). Éstas se extienden desde la fila divisoria de la Cordillera al

norte del lago de Valencia hasta la zona piemontina. Una se inicia en las cumbres de

Choroní, otra desde la cumbre de San Estéban. En la zona de la cumbre distingue sienita,

gneis cuarzo-feldespático y esquito micáceo, mientras que en la zona de Villa de Cura

menciona granulita (hoy granofel), gneis y diorita (Fig. 15).

Unos años después el mismo autor publica en francés un libro sobre la geología de

Venezuela, Colombia y Ecuador (KARSTEN 1886), incluyendo un mapa (Fig. 16) y

secciones geológicas semejantes a los de sus trabajos de 1858 y 1862, mientras que el texto

es esencialmente una integración de casi una decena de trabajos previamente publicados en

idioma alemán. Llama la atención que a pesar de la obra previa de WALL (1860b), Karsten

en sus mapas no llega a mostrar la franja de las rocas volcánicas de Villa de Cura como una

unidad separada.

Page 32: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

30

Fig. 15. Secciones geológicas de KARSTEN (1862).

Fig. 16a. Fragmento del mapa geológico del territorio de la antigua Gran Colombia (KARSTEN 1886).

50 km

Page 33: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

31

Fig. 16b. Mapa geológico del territorio de la antigua Gran Colombia y portada del libro de KARSTEN (1886).

400 km

Page 34: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

32

Wilhelm F. Sievers, 1888, 1896

El geógrafo alemán W. F. Sievers (1860-1921) visita a Venezuela en dos oportunidades.

Como producto del primer viaje (1884-1885), entre sus numerosos trabajos destaca el

libro Die Cordillera von Merida (SIEVERS 1888), que constituye la más completa geografía

de la cordillera andina -nunca traducida al español- hasta las obras de Marco Aurelio Vila

de mediados del siglo XX.

Esta obra incluye un mapa geológico de las zonas recorridas entre Caracas y el estado

Táchira (Fig. 17). Casi toda la Cordillera la representa como rocas cristalinas, mientras que

en San Estéban y Las Trincheras reconoce cuerpos de granito (el Metagranito de

Guaremal). Cerca de Villa de Cura y más al sur de San Juan de Los Morros, ubica las rocas

volcánicas de Villa de Cura. Por primera vez se reconocen rocas volcánicas en la zona de

Tiara, estado Aragua (hoy Metavolcánicas de Tiara).

Posteriormente a su segundo viaje (1892-1893), publica varias obras (URBANI 1987a),

una de las cuales incluye tres mapas temáticos como elevación, hidrografía y cultivos;

vegetación y geología-tectónica (SIEVERS 1896). Este último muestra estructuras

geológicas, con rumbos, buzamientos y anticlinales. En líneas azules representa las

tendencias del grano estructural regional con rumbo NE, si bien en algunas partes, como

entre Caracas y Maracay las indica con rumbo NNO. Sin duda éste puede considerarse

como el primer mapa tectónico de Venezuela

En la sección Puerto Cabello - Ortiz, de norte a sur reconoce las siguientes unidades

geológicas (Fig. 18):

1- Aluvión (verde, al Oeste de Puerto Cabello).

2- Montañas arcaicas, rocas cristalinas esquisto y gneis (anaranjado).

3- Cuaternario (violeta pálido, alrededor del lago de Valencia).

4- Continua la unidad 2 ya que ésta rodea por completo al Lago.

5- Cretácico medio, caliza cristalina (amarillo, se refiere a los Morros de San Juan y de

San Sebastián).

6- Rocas eruptivas, pórfido de augita, diabasa (rosado, corresponde a las volcánicas de

Villa de Cura).

Page 35: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

33

7- Terciario inferior a Cretácico superior (azul).

8- Cretácico inferior. Arenisca, lutita y cuarcita (amarillo).

9- Arenas, aluvión (azul pálido).

La unidad 2 es la mayoritaria y abarca tanto la Serranía del Litoral como buena parte de

la del Interior, exceptuando la unidad de volcánicas de Villa de Cura. Esta última la ubica

acertadamente al sur de San Juan de Los Morros, como ocurre en el prominente cerro Las

Flores ya descrito por sus predecesores Humboldt, Karsten y Wall, pero la extiende hacia el

este hasta el sur de Caucagua en la región de Barlovento, lo cual representa un avance con

respecto a los trabajo anteriores.

Las rocas sedimentarias de la zona de Cúa - Santa Teresa del Tuy, las extrapola en forma

continua hasta Barlovento. Es decir que no visualizó la existencia del macizo de rocas

metamórficas entre Santa Teresa y Caucagua, lo cual es comprensible dado que él no

recorrió esta región.

Fig. 17. Parte de la Cordillera de la Costa del mapa de SIEVERS (1888). Cerca de Las Trincheras y San Esteban cartografía dos cuerpos de granito hoy Metagranito de

Guaremal, color marrón).

68° 67°

10°

50 km

Page 36: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

34

Fig. 18. Fragmento del primer mapa geológico- tectónico de Venezuela de Wielhelm SIEVERS (1896). Retrato tomado de RÖHL (1990).

50 km

10°

68° 67°

Page 37: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

35

Otros autores

Adicionalmente a los principales geólogos del siglo, como Karsten, Wall y Sievers, hay

contribuciones geológicas más puntuales de muchos autores cuyo análisis escapa de los

objetivos de esta obra, pero no podemos dejar de mencionar a cuatro de ellos:

* Albert Schottky, 1877

Este geólogo alemán trabajó en las minas de cobre de Aroa entonces propiedad de la

empresa inglesa The Quebrada Railway, Land & Copper Company Limited. En 1877 como

resultados de sus estudios presenta la disertación Die Kupfererze des Districtes von aroa,

Venezuela en la Universidad de Tübingen, Alemania (Fig. 19), que resulta ser la primera

tesis doctoral realizada en Venezuela en el campo de las geociencias. Su contenido es

fundamentalmente de geología minera y técnicas de beneficio mineral.

Fig. 19. Portada de la tesis doctoral de Albert SCHOTTKY (1877).

Page 38: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

36

* Jovan Žujović (1856-1936)

Entre 1822 y 1832 el naturalista francés Jean-Baptiste Boussingault (1802-1887) (Fig.

20, izquierda) viaja por Venezuela, Colombia y Ecuador, primeramente junto a Mariano de

Rivero y Ustariz (1798-1857) encomendados a fundar una Escuela de Minas en Bogotá,

pero el proyecto es interrumpido por la guerra de independencia (URBANI 1981).

Boussingault se incorpora a las luchas y alcanza el grado de Coronel en el ejército del

Libertador Simón Bolívar. A pesar de la inestabilidad política realiza una importante labor

científica y al retornar a Francia lleva al Collège de France una colección de más de 700

muestras de rocas recogidas en Venezuela, Colombia y Ecuador.

En 1879 el geólogo Serbo Jovan Žujović (1856-1936) (Fig. 20, derecha) estudiaba

geología en París y sus profesores le proponen realizar su tesis doctoral utilizando la

colección Boussingault. En ese momento la petrografía era una disciplina novedosa que

estaba al frente de la ciencia geológica. Para este proyecto cuenta con la tutoría de

prestigiosos petrógrafos como H. Rosenbusch, F. Fouque and A. Michel-Levy. El mismo

Žujović elaboró unas 600 secciones finas, de cuyo estudio redacta la tesis. En 1880 publica

un resumen (ŽUJOVIĆ 1880), y cuatro años después aparece el texto completo (ŽUJOVIĆ

1884).

Para Venezuela en general y la Cordillera de la Costa en particular, este autor tiene la

particularidad de ser el primero en realizar estudios petrográficos detallados en nuestro

país. A continuación se indican las identificaciones de las muestras consideradas (URBANI

& GRUBIC 2001):

- Villa de Cura: Augitita, sienita anfibólica, microgranulita anfibólica, esquisto clorítico

con piroxeno.

- Caracas y La Guaira: Esquisto, esquisto clorítico, esquisto talcoso, anfibolita, eclogita.

- Las Trincheras-Carabobo: Gneis con mica negra.

Probablemente la mayor novedad petrográfica es la de describir una “augitita” (Fig. 21),

la cual para ese tiempo resulta ser un nuevo tipo nuevo de roca en el ámbito mundial.

Page 39: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

37

Fig. 20. Izquierda: Retrato de Jean-Baptiste Boussingault (1802-1888) tomado de LACROIX (1926). Derecha: Retrato de Jovan Žujović (1856-1936) tomado de URBANI &

GRUBIC (2001).

Fig. 21. Augitita de la región de Villa de Cura. Primera ilustración petrográfica de una

muestra venezolana, sin escala en el original. Fotomicrografía tomada de ŽUJOVIĆ (1884).

Page 40: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

38

* Miguel Emilio Palacio (1849-1931)

Venezolano nativo de Calabozo, a corta edad es enviado a Londres donde se graduó de

Doctor en Ciencias Exactas e Ingeniería Civil y de Minas. A su regreso, entre 1875 y 1877

revalida cinco títulos en la Universidad Central de Venezuela, él de más alto nivel “Doctor

en Artes: Filosofía”. Luego por algunos años trabaja en proyectos mineros y de ingeniería

en Chile, Argentina, Uruguay y Perú. Ya siendo un profesional de gran renombre, en 1890

es llamado por el Presidente de la República Raimundo Andueza Palacios, su primo

hermano, para encargarse de la Dirección de Riqueza Territorial del Ministerio de

Fomento. En dos años realiza incesantes exploraciones en los depósitos minerales

conocidos del norte del país, hasta que se muda definitivamente a Guayana (ALZAIBAR

1937).

En la Cordillera de la Costa estudia las mineralizaciones de Baruta (oro), Chacao (oro),

Carrizal (cobre) y Aroa (cobre) (PALACIO 1891 abcd) (Fig. 22).

Ya residenciado en Guayana, en 1892 funda en Guasipati la Escuela de Minería de

Yuruari, que permanece activa por ocho años. El cierre de la escuela se debe a que quedó

ciego al salir de una mina. En ese período se gradúan 20 Bachilleres en Filosofía, 12

Agrimensores y 3 Doctores e Ingenieros Civiles y de Minas (URBANI 1984b).

Para las ciencias geológicas, Miguel Emilio Palacio -casi desconocido actualmente-, es un

importante pionero, entre otras razones por:

- Es el primer venezolano en obtener un título universitario en ciencias geológicas.

- Funda el Boletín de la Riqueza Pública de los Estados Unidos de Venezuela donde

publica numerosos informes y mapas (véase índice geológico-minero en URBANI 1984a).

Esta es la primera publicación periódica especializada en temas de las riquezas territoriales,

entre ellas y en forma muy preponderante las mineras.

- Para los fines del citado Boletín importa equipos especializados de imprenta que le

permiten editar mapas a color y de gran formato.

- Funda la primera institución educativa especialmente dedicada a la enseñanza de las

ciencias de la tierra, entre otros temas, con 35 egresados.

Page 41: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

39

Fig. 22. Parte del mapa de la zona minera de Aroa del informe de Miguel Emilio PALACIO (1891d). Retrato tomado de ALZAIBAR (1937).

Page 42: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

40

2.2.3. Resumen: Desde los primeros exploradores hasta 1899

En los siglos XVI al XVIII el conocimiento relacionado con las ciencias geológicas de

toda Venezuela y de la Cordillera de la Costa en particular, está solamente referido a la

búsqueda de recursos minerales, fundamentalmente oro y cobre, lo cual trajo un

conocimiento muy limitado de pocas localidades.

1801-1828. Alejandro de Humboldt. En los libros de este autor de las primeras dos

décadas del siglo XIX, es cuando por primera vez aparecen las primeras identificaciones de

rocas y minerales con nombres modernos. Tómese como ejemplo el caso de uno de los

minerales más comunes: el cuarzo, pues es Humboldt el primero en mencionar su presencia

en territorio venezolano, además de realizar notables observaciones adicionales en temas de

casi todas las disciplinas actuales de las geociencias, como: petrología, mineralogía,

paleontología, geomorfología, sedimentología y otras. En un trabajo de 1801 realiza un

intento de interpretar el orden de sucesión de estratos, tanto de rocas ígneo-metamórficas

como de sedimentarias, dando lugar a la primera “columna estratigráfica generalizada” del

país.

1841. Agustín Codazzi. Publica el atlas del país con mapas de todas las provincias. Este

material cartográfico servirá de base a los futuros geólogos para plasmar sus observaciones.

1845. Amí Boué. Publica el primer mapa geológico de todo el mundo. Su aproximación

de Venezuela se basa en las observaciones de Humboldt. Igual ocurre en décadas

posteriores con otros mapas geológicos generalizados de Suramérica.

1850. Hermann Karsten. Publica del primer mapa geológico del país que abarca su

cuadrante nororiental. La Cordillera de la Costa la considera constituida casi

completamente de rocas metamórficas sin diferenciar, con cuerpos de granito en el centro

de la Serranía del Litoral.

1860. George Park Wall. Presenta un nuevo mapa geológico cubriendo aproximadamente

de la misma región del mapa de Karsten, pero incluye algunos notable avances, a saber:

Page 43: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

41

- Muestra la primera sección geológica entre Puerto Cabello y Ortiz, indicando la litología

presente a lo largo de la misma, con lo cual ya se vislumbran las principales fajas o napas

hoy día reconocidas en la Cordillera.

- Introduce el nombre de “Serie Caribe”, es decir el primer nombre formal para unidades

geológicas venezolana. En dicha serie incluye a las rocas cristalinas de las cordilleras del

norte de Venezuela y de Trinidad.

- Por primera vez aparece cartografiada la faja de rocas metavolcánicas de Villa de Cura.

1862. Hermann Karsten. Publica dos secciones geológicas entre la Fila Maestra al norte

del lago de Valencia hasta Ortiz y El Pao.

1877. Albert Schottky. Realiza un estudio de las minas de Aroa con lo cual obtiene su

grado de Doctor en Geología en la Universidad de Tübingen. Esta es la primera tesis

doctoral de las ciencias geológicas referida a Venezuela.

1880, 1884. Jovan Žujović. Este petrógrafo serbo realiza su tesis doctoral en París

utilizando muestras colectadas por Jean-Baptiste Boussingault en 1824. Es el primer

trabajo petrográfico de muestras venezolanas, e incluye la novedad de describir por primera

vez en el mundo una augitita, proveniente de las volcánicas de Villa de Cura.

1896. Wilhelm F. Sievers. Publica un nuevo mapa geológico, que incluye las tendencias

tectónicas de la Cordillera, por lo cual podría considerarse como el primer mapa tectónico.

No hay mayores avances en cuanto a la distribución de unidades geológicas.

Page 44: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

42

2.3. PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX

Emilio Cortese, 1901

El geólogo italiano E. Cortese (1856-1936) (Fig. 21) es conocido por su amplia actividad

profesional, con 117 publicaciones técnicas conocidas mayormente en el campo de

yacimientos minerales (URBANI 1996a). Realiza estudios en diversos países y es invitado a

Venezuela para evaluar algunos yacimientos minerales, mayormente en el Oriente del país.

Durante su corta estadía en la región de Caracas, reconoce varios tipos de rocas: En Catia

La Mar encuentra un gneis de ojos (augengneis) que “muy bien podría llevar la

identificación de una muestra alpina”; en el cerro El Calvario de Caracas describe una roca

verde semejante a una “diabasa o roca piroxénica de los Alpes”, pero mayormente

menciona la gran variedad de rocas esquistosas. No encuentra yacimientos minerales de

interés en la zona de Caracas. Señala que las principales fallas regionales tienen una

orientación Este-Oeste y que esto “ha influido en la conformación de su costa norte…”

También indica que una falla controla la separación de las serranías del Litoral y del

Interior (CORTESE 1901), hoy conocida como Sistema de Fallas de la Victoria.

Fig. 21. Retrato de Emilio Cortese (URBANI 1996a).

Page 45: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

43

El caso de los “Trilobites” de Valencia, 1904-1905

El paleontólogo alemán Fritz Ernst Drevermann (1875-1832), conocido paleontólogo

de la Universidad de Frankfurt (RUH 2002), en 1904 publica un artículo describiendo

ejemplares de trilobites del Silúrico inferior (Fig. 22), presuntamente procedentes de

Valencia (DREVERMANN 1904). Al año siguiente Charles SCHUCHERT (1905), un geólogo

norteamericano muy conocido por sus estudios en la región del Caribe, escribe una réplica

e indica que habló con el colector de las muestras quién reconoció que podrían haber sido

comprados en Virginia, USA. El paleontólogo W. SALOMON (1909) también publica una

rectificación.

Ralph A. LIDDLE (1928) en el libro de geología de Venezuela, en desconocimiento de las

rectificaciones, utiliza la información de 1904 en apoyo a su tesis de una edad paleozoica

para buena parte de los esquistos de la Cordillera de la Costa. Por ese motivo SCHUCHERT

(1928) escribe otra nota, indicando que a través del Dr. W. Salomón logró ver los

ejemplares depositados en la Universidad de Heidelberg y que sin duda son iguales a

aquellos que se extraen de la localidad de Joliet, Illinois. Más detalles de es curioso caso

aparecen en CHARTON (1956) y URBANI (1969a).

Fig. 22. Imagen del trilobite Calimene senaria que se creyó procedía de Valencia (DREVERMANN 1904)

Page 46: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

44

Leonard Victor Dalton, 1910

En 1910 el geólogo británico L. V. Dalton (1887-1914) dirige una campaña de

exploración geológica en Venezuela para la empresa Venezuelan Development Company

(URBANI 1996b). Ya de regreso a Inglaterra, escribe una artículo sobre la geología del país

y un libro de contenido general. En estas obras se describen seis unidades geológicas

formales para el norte (DALTON 1912a,b).

Las rocas ígneo-metamórficas de la Cordillera de la Costa las incluye en la Serie Caribe

(nombre introducido por WALL 1860ab), mencionando la presencia de gneis, esquisto

micáceo, esquisto grafitoso, mármol, provenientes mayormente de la transformación

metamórfica de rocas sedimentarías y más excepcionalmente de rocas volcánicas, considera

su edad como desconocida, probablemente Paleozoico a Arqueano?.

Empresas del grupo Shell, 1910-1916

Entre 1911 y 1916 se inicia en Venezuela la más intensa campaña de exploración

geológica para búsqueda de petróleo jamás realizada en el mundo. Estuvo a cargo de

geólogos del grupo Shell bajo la dirección del Dr. Ralph Arnold (ARNOLD et al. 1960). Éste

envía cuadrillas de geólogos en todo el territorio nacional al norte del río Orinoco. La

oficina central de Caracas estuvo mayormente a cargo del geólogo John E. Elliot quien

recopila e integra los informes y mapas de quienes estaban en el campo. Por referencias de

otros autores se conoce que para 1914 ya había recopilado un mapa geológico de todo el

norte del país, el cual no se ha podido localizar. Sobre la Cordillera de la Costa conocemos

un informe que trata del estado Carabobo (ELLIOT 1912), en el cual se señala la distribución

de las rocas metamórficas, aclarando que no hay posibilidad de yacimientos de petróleo.

Alfredo Jahn Hartmann, 1921

El venezolano A. Jahn (1867-1940) publica en 1921 el primer libro de geología de

Venezuela (JAHN 1921), que visto con ojos actuales más bien podría considerarse como un

libro de geografía (URBANI 1980, 1987b). Como novedad presenta un mapa geológico de

todo el país, incluyendo una aproximación para sitios entonces desconocidos de la Guayana

y la Sierra de Perijá (Fig. 23). Para preparar esta obra el autor pudo consultar informes de la

Page 47: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

45

empresa The Caribbean Petroleum Company, en la cual había laborado, por lo cual para

muchas partes del país donde afloran rocas sedimentarias presenta un avance en la

cartografía geológica en comparación con autores del siglo XIX. Pero en lo que concierne a

la Cordillera de la Costa no difiere mucho a los mapas de Wall y Sievers, inclusive en

algunas partes tiene menos detalles.

La mayor parte de la Cordillera la muestra como “Esquistos arcaicos: gneis, mica, filita”.

En las cumbres del Ávila y de las montañas de Aroa y de Yaritagua, ubica la unidad

“Granítico”. Extendiéndose desde cerca de Villa de Cura hasta casi El Guapo en la

Serranía del Interior, así como en los alrededores de San Juan de los Morros, ubica

“Eruptivo: pórfido, diabasa”. Rodeando a las rocas volcánicas ubica al “Terciario

superior". En algunos lugares muestra al “Cretáceo: calizas, areniscas, gault”, lo cual

llama la atención dado que en la Serranía del Litoral parecen coincidir con lugares del

actual Esquisto de Las Mercedes, y en otras con las rocas graníticas de San Esteban y Las

Trincheras, mientras que en la Serranía del Interior coincide con lugares de rocas

volcánicas. “Gault” es un nombre local inglés para un tipo de lutita.

Fig. 23. Fragmento del mapa geológico de Venezuela de Alfredo JAHN (1921).

68° 67°

10°

50 km

Page 48: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

46

Fig. 23. Continuación. Mapa geológico de Venezuela de Alfredo JAHN (1921). Silueta tomada de URBANI (2005a).

Page 49: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

47

Max Reinhard, 1922

Este geólogo suizo sólo le dedica un párrafo a la litología y edad de Cordillera de la

Costa, pero llaman la atención comparaciones de los autores europeos con la geología

alpina y de allí las interpretaciones de edades: “Los esquistos cristalinos de la región de La

Guaira - Macuto son idénticos al esquisto de Casanna en los Alpes... es probable que

representen al Paleozoico o al Mesozoico metamorfizado... intercalados en la región de La

Guaira hay gabro, anfibolita y eclogita” (REINHARD 1922).

Enrico Fossa Mancini, 1924, 1926

Por instrucciones del gobierno italiano, el geólogo E. Fossa Mancini (1884-1950) visita

a nuestro país en 1922, para estudiar geológicamente algunos terrenos pertenecientes a

personas de origen italiano y evaluar sus potencialidades petrolíferas y mineras (URBANI

1992a).

El 1924 publica una breve nota, indicando que le presentaron una muestra de filita

presuntamente aurífera procedente de la zona de La Guaira y que si bien él no le vio oro,

dice que por no tener motivo de dudar del análisis, entonces el metal pudo haber sido

depositado como un coloide junta a la arcilla original, o que más bien se haya encontrado

en vetas no visibles en el fragmento a él presentado. Señala adicionalmente que la Serranía

del Litoral podría corresponder a un gran anticlinal volcado, resultando que las rocas de La

Guaira serían más jóvenes que aquellas de la parte central (FOSSA-MANCINI 1924).

En 1926 inicia lo que debió ser una serie de artículos sobre la geología de Venezuela,

pero lamentablemente sólo publica la primera parte correspondiente al estado Carabobo

(FOSSA-MANCINI 1926), ya que debido a su emigración a Argentina en 1927 esto le impide

continuar el proyecto. En la sección La Entrada – Puerto Cabello, describe al gneis a veces

porfídico y granito, también reconoce diques de aplita y xenolitos, mientras que entre El

Playón y la costa aparece esquisto micáceo y va aumentando la cantidad de esquisto

anfibólico, cuarcita y mármol. Esto concuerda con la secuencia de unidades actuales de:

Gneis de Cabriales, Complejo San Julián, Metagranito de Guaremal, Complejo San Julián,

Complejo Nirgua, Esquisto de Tacagua y Mármol de Antímano. En la zona de Yapascua

describe una roca con anfíbol verde, granate, mica blanca y epidoto, indicando que por la

Page 50: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

48

ausencia de piroxeno no se trata de una eclogita propiamente dicha como la descrita por

WALL (1860b).

La sección Valencia - Puerto Cabello lo interpreta como un gran anticlinal simétrico, con

un núcleo granítico - gnéisico, rodeado por esquisto micáceo y más externamente por

esquisto cuarcífero, anfibólico y filita con intercalaciones marmóreas. Así mismo al

referirse a la esquistosidad de las rocas verdes anfibólicas y micáceas de Yapascua (Fig.

24), dice que es paralela a la estratificación: “Porque se trata sin duda de para-esquistos en

los cuales el metamorfismo no ha logrado borrar la alternancia debida a la sucesiva

deposición de sedimentos de composición diferente”. Con esto se adelanta a la discusión

del paralelismo o no, entre la foliación y la estratificación en las rocas metamórficas de la

Cordillera de la Costa, muy tratada en la década de los años 1970`s (e.g.: VIGNALI 1979).

Un detalle importante para la geología de la Cordillera de la Costa post-Vargas 1999,

-desde cuando se ha entendido la importancia del análisis de los sedimentos cuaternarios-,

es que en el sitio de Santa Rosa al suroeste de Patanemo, describe bloques de gneis de hasta

más de 10 m de diámetro, mientras que en los alrededores sólo aflora esquisto. Sugiere que

el transporte de estos grandes bloques desde las cabeceras del río, donde sí afloran el gneis,

haya sido debido al efecto combinado de las fuerzas de gravedad, la acción del agua, pero

tal vez ayudadas por alguna intensa sacudida sísmica. Este mecanismo de disparo sísmico

para aludes torrenciales ha sido nuevamente sugerido por el prof. André Singer (SINGER

1972, SINGER et al. 2007).

Fig. 24a. Retrato de Enrico FOSSA MANCINI tomado de URBANI (1992a).

Page 51: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

49

Fig. 24b. Croquis geológico de la zona de Yapascua (oeste de Puerto Cabello) de FOSSA

MANCINI (1926).

Pierre Lamare, 1927

El renombrado geólogo francés P. Lamare (1894-1967), con una extensa obra en

diversos países del mundo (CIRY 1969), visita a Venezuela en 1926 contratado por

empresas petroleras. Aprovecha también el tiempo en realizar observaciones y recolectar

muestras de rocas metamórficas en los alrededores de Caracas y en la ruta hacia Caucagua.

La importancia de este trabajo es dual, es el primero en presentar descripciones

petrográficas detalladas de las rocas metamórficas, y también corresponde al primer

hallazgo de fósiles en las rocas metamórficas (LAMARE 1927), a saber:

- Carretera Caracas a La Guaira: Esquisto carbonático grafitoso (+ cuarzo y feldespato).

Puede tratarse de ciertos niveles grafitosos del Complejo San Julián.

- Río Tuy cerca de Guayas, Aragua: Anfibolita probablemente producto de la

transformación de gabro, esquisto carbonático grafitoso.

- Quebrada Tócome, Los Chorros, Miranda: Gneis granítico (cuarzo, microclino, albita-

oligoclasa, biotita, epidoto), augengneis y cuarcita micácea feldespática.

Page 52: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

50

- Río Frío de Capaya: Esquisto muscovítico, esquisto carbonático.

- Quebrada ubicada entre El Latón y Caucagua: Chert con fósiles, que identifica como

radiolarios del grupo Porodiscida. Sus fotografías (Fig. 25) fueron vistas en marzo 2008

por los micropaleontólogos Max Furrer (UCV) y Yamelis Hernández (Intevep), quienes

opinan que probablemente se trata de foraminíferos. Igual opinión se desprende de BUCHER

(1952: 44) quien dice: “Photomicrographs of a chert with cross sections of “radiolarians”

(Foraminifera?) were published by Lamare”. Por la importancia del hallazgo, el autor de

estas notas ha buscado en las quebradas de la zona sin encontrar rocas similares. Por la

ubicación podría provenir de alguna de las siguientes unidades: Chuspita, Urape o

Muruguata.

Por la experiencia previa en los Alpes, el autor interpreta que las rocas graníticas y

esquisto de la parte central de la Serranía del Litoral puedan ser caledonianos, afectados

posteriormente por la tectónica herciniana que considera como la dominante en la

Cordillera, con etapas posteriores de sedimentación en el Mesozoico, para finalmente estar

sometido al tectonismo Terciario del ciclo Alpino. De manera que estas interpretaciones

que realizó sólo por el aspecto de las rocas, resultan bastantes similares a lo conocido

actualmente.

Fig. 25. Chert fosilífero colectado

entre El Latón y Caucagua por Pierre LAMARE (1927). Retrato

tomado de CIRY (1969).

Page 53: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

51

Ralph Alexander Liddle, 1928, 1946

El profesor y geólogo norteamericano R. A. Liddle (1896-1963) fue contratado por la

empresa The Caribbean Petroleum Corporation para preparar un libro de la geología de

Venezuela y Trinidad (LIDDLE 1928). Presenta un mapa geológico a escala 1:1.500.000

(Fig. 26), que de norte a sur muestra las siguientes unidades:

Serranía del Litoral: Parte norte y sur con su unidad 11 del pre-Silúrico metamórfico.

Parte central unidad 13B de ígneas ácidas. Es el primer mapa donde aparecen los cuerpos

metamórficos de la zona al norte de Yumare.

Serranía del Interior: En la parte septentrional ubica a la misma unidad 11, seguido en

toda la parte media y meridional con la unidad 13A de ígneas básicas. De allí hacia el sur

con unidades sedimentarias.

Para las rocas cristalinas (11A) emplea el término acuñado por WALL (1860B) de Serie

Caribe y considera que puede distinguirse una serie más antigua (“older”) y una más joven

(“younger”). Al referirse a la antigua muchas veces asevera que es Paleozoico en verdad

sin evidencias, que lo hace poco creíble y por eso criticado por autores posteriores. Uno de

sus puntos de apoyo a la edad paleozoica es la presunta identificación de trilobites del

Silúrico hecha por DREVEMANN (1904) (Véase arriba el caso de los “Trilobites de

Valencia”), a pesar de incluir en su bibliografía la errata publicada por SALOMÓN (1909).

En la segunda edición del libro (LIDDLE 1946), no hay mayores novedades con respecto a

la Cordillera de la Costa, e inclusive conociendo las replicas referentes a los trilobites

descritos por DREVERMANN (1904), continua interpretando mayormente a las rocas como

paleozoicas.

En cuanto a la litología de la Serie Caribe, indica que predominantemente corresponde a

diversas variedades de esquisto. No podría imaginar Liddle que a pesar de esa evidencia

paleontológica errónea, casi 50 años después, resultan edades radiométricas y

paleontológicas que apoyan tanto edades paleozoicas para algunas, como Jurásico-

Cretácico para otras.

Page 54: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

52

Fig. 26. Fragmento del mapa geológico de LIDDLE (1928).

50 km

Page 55: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

53

Fig. 26, continuación. Sección Puerto Cabello – El Bául de R. A. LIDDLE (1928). Retrato tomado de URBANI (2005A).

Louis Martin Robert Rutten, 1931, 1940

El petrólogo holandés Prof. L. M. R. Rutten (1884-1946) disponiendo del apoyo de The

Caribbean Petroleum Corp. en 1930 realiza un viaje a Venezuela con un grupo de sus

alumnos de la Universidad de Utrecht. Explica que lo hizo por dos razones: La primera

para verificar si las rocas del norte del país puedan haber sido la fuente de sedimentos del

conglomerado de la Formación Soebi Blanco de Bonaire (que aparece descrita al año

siguiente en la tesis doctoral de Paul J. PIJPERS 1931, 1933, de la cual el Prof. Rutten fue

tutor, PIJPERS 1931ab, 1933). En segundo lugar para conocer las características de las rocas

esquistosas de la Cordillera, hasta entonces muy poco estudiadas.

Page 56: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

54

En su corto viaje, reconoce tanto la parte occidental del país (TWEEDIE 1930), como la

parte central a través de las carreteras Puerto Cabello - Valencia y La Guiara - Caracas

(RUTTEN 1931).

Desde La Cumbre (hoy La Entrada, al noroeste de Valencia) hacia El Palito, distingue

varios tipos de rocas que indicaremos junto a los nombre de las unidades actuales (Fig. 27):

- Gneis de Cabriales: Dique de aplita en granito, gneis muscovítico, gneis biotítico

granatífero, gneis granítico.

- Complejo San Julián: Gneis muscovítico biotítico epidótico.

- Metagranito de Guaremal: Gneis granítico, gneis granatífero clorítico, granito micáceo

triturado, gneis biotítico epidótico.

- Complejo San Julián: Esquisto micáceo granatífero, gneis micáceo albítico granatífero,

una veta de roca de cuarzo y diópsido, esquisto muscovítico epidótico.

Curiosamente no reseña la eclogita mencionada por WALL (1860b).

Del camino de La Guaira a Caracas indica lo siguiente:

- Esquisto de Tacagua: Esquisto micáceo carbonático.

- Complejo Nirgua: Eclogita, eclogita anfibólica, esquisto epidótico anfibólico

granatífero, mármol.

- Complejo San Julián - Augengneis de Peña de Mora: Gneis albítico micáceo epidótico,

gneis albítico micáceo, gneis biotítico epidótico.

- Complejo Nirgua: Serpentinita, eclogita anfibólica, esquisto zoicítico anfibólico

granatífero, mármol.

En referencia a los cantos rodados de Bonaire, dice que sólo se parecen parcialmente

algunas muestras de la zona de Puerto Cabello - Valencia, pero no las de La Guaira -

Caracas.

En contradicción con autores anteriores, que en general señalan la preponderancia de

esquisto en estas zonas montañosas, él considera que es más abundante el gneis. Es el

primer autor que menciona el grado del metamorfismo, así considera que las rocas

cercanas a la costa son de bajo grado (epizona), mientras en la parte central hay rocas de

mayor metamorfismo (mesozona o inclusive parcialmente katazona).

Page 57: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

55

En 1940 el mismo autor presenta una larga discusión sobre las edades de las rocas

metamórficas de las cordilleras de Colombia y Venezuela (RUTTEN 1940). Argumenta que

mientras que algunos autores les asignan edades muy viejas, otros las interpretan como

paleozoica o mesozoicas. Las arraigadas sugerencias de edades cretácicas se deben en gran

parte por la presunta gradación de caliza en la zona de Barquisimeto a mármol hacia la

Cordillera de la Costa, pero eso no lo satisface, ante la inexistencia de estudios regionales

detallados que muestren tales transiciones.

Fig. 27. Mapas de ubicación de muestras: izquierda entre El Palito y Valencia, derecha entre La

Guaira y Caracas (RUTTEN 1931). Retrato de L. M. R. Rutten tomado THALMANN (1947).

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56

Servicio Técnico de Minería y Geología, 1937

Durante la celebración del 1er. Congreso Geológico Venezolano el Servicio Técnico de

Minería y Geología del Ministerio de Fomento presenta un nuevo mapa geológico de

Venezuela (STMG 1937). Para la Cordillera de la Costa no hay muchas novedades, aparte

de incluir las unidades descritas por AGUERREVERE & ZULOAGA (1937) y casi toda ella es

cartografiada como “Metamórfico posiblemente Cretáceo”. Al sur aparece la faja de rocas

volcánicas (“Ígneos básicos”) pero sorprendentemente dividido en dos cuerpos, uno

occidental entre El Pao y San Juan de los Morros, y otro oriental desde San Sebastián hasta

el sur de Caucagua, sin aparecer estas rocas en los alrededores de Villa de Cura (Fig. 28).

Los cuerpos de “Ígneos ácidos” los ubica cerca de El Tinaco donde corresponden a los

cuerpos de trondjemita, también en la zona de Las Trincheras (hoy Gneis de Cabriales y

Metagranito de Guaremal) y al norte de Maracay (Gneis de Choroní). En Tinaquillo

aparece otro cuerpo de “Ígneos básicos”, correspondiente a peridotita del mismo nombre.

Fig. 28. Fragmento del mapa geológico de STMG (1937).

50 km

Page 59: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

57

Santiago E. Aguerrevere y Guillermo Zuloaga, 1937, 1938

Los geólogos venezolanos S. E. Aguerrevere (1899-1984) y G. Zuloaga (1904-1984),

cofundadores tanto del Servicio Técnico de Minería y Geología (STMG) del Ministerio de

Fomento, como del Instituto de Geología (actual Escuela de Geología, Minas y Geofísica

de la Universidad Central de Venezuela), pueden considerarse como los padres de la

cartografía geológica de la Cordillera de la Costa (URBANI 2007a). En 1937 durante el

Primer Congreso Geológico Venezolano establecen la nomenclatura geológica básica, con

ligeros cambios en 1938 para adaptarse a las sugerencias de la Comisión de Nomenclatura

establecida el año anterior (AGUERREVERE & ZULOAGA 1937, 1938), a saber:

AGUERREVERE & ZULOAGA (1937) AGUERREVERE & ZULOAGA (1938) Serie de Villa de Cura Grupo de Villa de Cura Esquistos y calizas de Villa de Cura Formación Villa de Cura Conglomerado de Charallave Formación Charallave Augengneis de Peña de Mora Augengneis de Peña de Mora Serie Caracas Grupo de Caracas Esquisto calcáreo de Las Mercedes Formación Las Mercedes Fase Los Colorados Caliza de Los Colorados Conglomerado basal de Las Brisas Formación Las Brisas Conglomerado calcáreo de Zenda Fase Zenda Granito de Sebastopol Complejo basal de Sebastopol Intrusiones ácidas Intrusiones ácidas Intrusiones básicas Intrusiones básicas

Estos nombres formales todavía se utilizan hoy en día con distintos prefijos según la

normativa de unidades litodémicas actualmente en uso (NACSN 2005).

Un detalle muy importante es que en su mapa distinguen separadamente a las rocas del

macizo del Ávila, de aquellas al sur de la falla del mismo nombre, pero lamentablemente

esta real subdivisión no es mencionada en el texto, a excepción de indicar que las rocas son

de un mayor grado metamórfico que atribuyen a la cercanía de los cuerpos graníticos. Lo

crítico de esta observación es que en gran parte de ésto dependen las interpretaciones

modernas que sí distinguen tal subdivisión, mientras que DENGO (1950b, 1951) y autores

posteriores afiliados al MMH no la consideran.

Page 60: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

58

Al norte de la falla del Ávila, incluyen al Augengneis de Peña de Mora; en el camino de

los Españoles y en la Alta Florida muestran a cuerpos de “Ígneas básicas”; también

muestran un cuerpo de “Ígneas ácidas” en el pico Naiguatá (hoy Metagranito de Naiguatá).

Al sur de la falla cartografía su Serie Caracas de rocas metasedimentarias, con los hoy

esquistos de Las Brisas y Las Mercedes. Mucho más al Oeste sitúan las rocas ultramáficas

de Tinaquillo donde entonces se explotaba asbesto (AGUERREVERE et al. 1937).

Los autores presentan una sección geológica desde Cabo Blanco hasta Villa de Cura, que

se muestra muy semejante a lo aceptado hoy día para el macizo del Ávila (Fig. 29).

Fig. 29. Mapa geológico de AGUERREVERE & ZULOAGA (1937).

50 km

Page 61: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

59

Fig. 29, continuación. detalle del mapa geológico. Note la diferencia del tramado entre el macizo del Ávila con respecto a la parte sur de Caracas. Los círculos corresponden al

Augengneis de Peña de Mora.

Fig. 29, continuación. Arriba: Sección geológica entre La Guaira y Villa de Cura. Abajo: Detalle de la sección entre Cabo Blanco y Caracas, note las unidades esquistosas al norte, luego el núcleo gnéisico en la parte central y al sur de la Falla del Ávila los

esquistos de Las Brisas y Las Mercedes.

20 km

Falla del Ávila

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60

Fig. 29, continuación. Sección geológica de la zona de El Valle véase la representación del Gneis de Sebastopol (cruces), con un conglomerado basal por encima (puntos negros), para continuar al Esquisto de Las Brisas (líneas contorsionadas).Igualmente muestra la presencia de metaconglomerado en varios niveles distintos de la unidad (puntos negros).

Fig. 29, continuación. Retratos. Izquierda: Guillermo Zuloaga (tomado de URBANI 2005a).

Derecha: Santiago E. Aguerrevere en 1939 durante la expedición científica a la Gran Sabana. Retrato tomado de URBANI et al. (2007).

Gneis de Sebastopol

Page 63: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

61

En este trabajo los autores adelantan la primera correlación entre las unidades de la

Cordillera y la secuencia estratigráfica cretácica del occidente del país (AGUERREVERE &

ZULOAGA 1937: 22), a saber.

Occidente Cordillera de la Costa Arcillas de Colón Esquistos de Las Mercedes Formación La Luna Fase Los Colorados Formación Cogollo Fase Zenda Conglomerado Río Negro Conglomerado Las Brisas

Igualmente presentan una columna generalizada de las unidades aflorantes (Fig. 30).

Fig. 30. Columna generalizada de las unidades (AGUERREVERE & ZULOAGA 1937).

Page 64: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

62

Al año siguiente, durante el Segundo Congreso Geológico Venezolano, AGUERREVERE &

LÓPEZ (1938) publican un detallado trabajo sobre la geología y recursos de fosfatos del

Gran Roque, acompañado del primer mapa geológico detallado de las islas del norte del

país (Fig. 31).

En años recientes la isla ha recibido atención por sus implicaciones sobre la interacción

de las placas Caribe y Suramericana, obteniéndose la edad de la diorita cuarcífera

hornbléndica en 65,6 ± 1,4 Ma (J. Wright, U-Pb SHRIMP, zircón, en URBANI 2005c).

Fig. 31. Fragmento del mapa geológico del Gran Roque de AGUERREVERE & LÓPEZ (1938). La flecha indica la ubicación de la muestra de roca recientemente datada (URBANI 2005c).

100 m

Page 65: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

63

Las zonas de transición entre rocas esquistosas y gnéisicas les llamaron la atención, al

igual que a todos los autores posteriores, de manera que también DENGO (1950b, 1951,

1953), BUCHER (1952) y WEHRMANN (1972), entre otros, han utilizado la interpretación

que Las Brisas grada lateralmente a Peña de Mora, concepto actualmente en desuso, dado

que con decenas de tesis de grado de cartografía geológica detallada con estudiantes de la

UCV, se ha podido identificar a las rocas esquistosas del macizo del Ávila, como una

unidad completamente distinta a Las Brisas, con características litológicas, metamórficas y

de edad, distintas, hoy denominado Complejo San Julián. La característica común entre las

variedades de esquisto de San Julián y aquellas de Las Brisas, es que en ambos casos

corresponden a rocas metasedimentarias y el esquisto cuarzo micáceo es abundante en las

dos, pero con diferencias drásticas, entre otras, en cuanto a la mineralogía metamórfica

como haber alcanzado la facies de la anfibolita en San Julián, posteriormente

sobreimpuesta por otro evento en la facies del esquisto verde, mientras que Las Brisas sólo

alcanzó esta última etapa de la facies del esquisto verde (zona de la clorita). La

introducción de la unidad San Julián para las zonas mayormente esquistosas, pero también

gnéisicas del macizo del Ávila por parte de URBANI & OSTOS (1989), ha sido clave para el

actual entendimiento de la evolución de la Cordillera.

Vale mencionar que AGUERREVERE & ZULOAGA (1937) indican que hay diques de granito

y pegmatita, que cortan al esquisto de su “Serie Caracas” en las cercanías a intrusiones

graníticas (en consecuencia deducimos que se trata de las localidades de Peña de Mora y

otras zonas graníticas de la Serranía del Litoral, por consiguiente el esquisto al cual hacen

referencia corresponde a nuestra unidad San Julián). También mencionan la presencia de

“intrusiones de magma granítico lit par lit”, concepto éste que sigue vigente y definido

como numerosos diques paralelos intrusivos en una roca caja de cualquier naturaleza. Pero

a juzgar por su fotografía (ver Fig. 32) éste no es el caso, ya que representa un dique félsico

(aplita? - pegmatita?) intrusionando en forma discordante a la foliación del augengneis.

En resumen, la alternancia de esquisto y gneis no necesariamente es debida a inyecciones

lit-par-lit (lo que no concuerda con su fotografía), sino que se pueden mencionar al menos

otra media docena de posibilidades. Finalmente señalamos que las observaciones de los

Page 66: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

64

autores son válidas, pero el esquisto corresponde a la unidad San Julián (Paleozoico) de

más reciente definición y no a “Formación Las Brisas”, de la Asociación Metasedimentaria

Caracas (Jurásico Tardío - Cretácico).

Fig. 32. Fotografía de AGUERREVERE & ZULOAGA (1937: 7) con la leyenda de “Augen-gneiss de Peña de Mora, mostrando las inyecciones lit-par-lit”. Nótese el carácter

discordante del dique. Sin escala en el original.

Louis Kehrer-Erni, 1937

El geólogo suizo L. Kehrer (1897-1979) (Fig. 33) tuvo una larga trayectoria profesional

con la empresa The Caribbean Petroleum Co., realizando reconocimientos geológicos en

casi todas las cuencas sedimentarias del país (BITTERLI-BRUNNER 1980, 1984), con al

menos 60 informes inéditos producidos para tal empresa.

Durante el Primer Congreso Geológico Venezolano, presenta un trabajo sobre las rocas

cretácicas y pre-cretácicas de Venezuela (KEHRER 1937). Allí considera acertada la

correlación de AGUERREVERE & ZULOAGA (1937), de las rocas de la región de Caracas con

unidades sedimentarias del occidente, por ser muy semejante a la columna que él había

levantado en el estado Táchira. Pero señala que a pesar de las similitudes, esta aparente

coincidencia no puede representar una prueba convincente, hasta que se puedan obtener

evidencias de fósiles. También interpreta que la Cordillera debe corresponder a un

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65

geosinclinal del Cretácico - Eoceno, ubicado entre el escudo de Guayana y la Cordillera

Central – Santa Marta de Colombia. Esta parece ser la primera vez que se involucra a la

Cordillera de la Costa dentro de conceptos geológicos globales de la época, en este caso

con la teoría de los geosinclinales.

Para el lector actual sorprende como en esta época todos los autores consideran en forma

definitiva a todas las unidades metamórficas con mármol como de edad Cretácico.

Antes de su regreso a Suiza y retiro, escribe un memoria sobre la geología de Venezuela

con un mapa geológico del norte del Orinoco a escala 1:1.000.000 (KEHRER 1948), que en

cuanto a la Cordillera de la Costa es muy semejante al de BUCHER (1950).

Fig. 33. Arriba izquierda: Dr. Alfred Senn, Louis Kehrer, Hans Kugler, otra persona no identificada. Campo cercano a Maracaibo, marzo 1929.

Arriba derecha: Dr. P. de Schummacher, Dr. L. Kehrer, Dr. H. Buess, Dr. J. J. Dozy. San Cristobal, mayo 1946. Abajo: Fotografía de Louis Kehrer en Suiza.

Fotografías de BITTERLI-BRUNNER (1980).

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66

Philip P. Wolcott, 1940, 1945

En el año 1940 el geólogo Norteamericano P. P. Wolcott de la empresa Creole Petroleum

Corp. estudia las cuencas sedimentarias del estado Miranda (Guarenas-Guatire, Ocumare

del Tuy - Santa Lucia y Barlovento) (WOLCOTT 1940). En esa oportunidad en la Quebrada

Cara al Este de Guatire, en un mármol hoy atribuido al Esquisto de Las Brisas, encuentra

gasterópodos y pelecípodos que son estudiados por el Dr. Virgil Winkler, quien identifica

seis especies distintas y la mejor conservada es el Pecten (Camponectes) sp. que apoya una

edad Jurásico Tardío (WOLCOTT 1943). Estos fósiles fueron reexaminados por BUCHER

(1953: 49) quien también apoya esta edad. Este hallazgo junto con otro posterior de

URBANI (1969b), demuestran una edad Jurásico Tardío para al menos parte de Las Brisas.

En una nueva campaña de campo de 1945, el mismo autor halla otra muestra de mármol

fosilífero en la quebrada Yaguapa, entre Caucagua y Capaya (WOLCOTT 1945), en la unidad

que hoy se conoce como la Filita de Urape. En ella el paleontólogo Arthur Newcomb

Dusenbury, Jr. encuentra formas fósiles que identifica como foramíníferos de edad

cretácica (DUSENBURY & WOLCOTT 1948, 1949), pero años después (DUSENBURY 1960) se

retracta e indica que sólo se trata de radiolarios no identificables. Posteriormente, URBANI

& FURRER (1977) obtienen nuevas muestras en el campo y confirman la presencia de

radiolarios no identificables (Fig. 34).

Fig. 34. Radiolarios recristalizados de la Filita de Urape en la quebrada Yaguapa. Escala: el ancho de las imágenes es de 3 mm. Tomado de URBANI & FURRER (1977).

Page 69: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

67

Víctor Manuel López Ortega, 1942, 1944

El geólogo venezolano V. M. López (1905-1989) obtuvo el doctorado en geología con la

especialidad de yacimientos minerales en el Massachusetts Institute of Technology (MIT).

A su regreso a Venezuela se incorpora al Servicio Técnico de Minería y Geología (STMG)

del Ministerio de Fomento, y es uno de los fundadores del Instituto de Geología (hoy

Escuela de Geología, Minas y Geofísica, UCV) (MARTÍNEZ & MARTÍNEZ 1989, ANÓNIMO

1996). Como parte de las actividades programadas por el STMG, entre 1940 y 1945 estudia

los depósitos minerales de Santa Isabel, Guárico (LÓPEZ 1942b); realiza la cartografía

geológica del valle de Valencia (LÓPEZ 1942a) (Fig. 35), y trabaja en los yacimientos de

cobre de Aroa, Yaracuy (LÓPEZ et al. 1944). Estos dos trabajos de yacimientos minerales,

junto con uno anterior de AGUERREVERE & LÓPEZ (1938), son los primeros estudios

modernos en su tipo y todavía de obligatoria revisión para esas localidades, mientras que el

trabajo de Valencia incluye el primer mapa geológico local de la Cordillera de la Costa,

aparte del croquis previo y muy general de AGUERREVERE & ZULOAGA (1937). En esta

zona identifica las siguientes unidades:

- Zonas de caliza. - Esquisto calcáreo con bandas de esquisto micáceo no diferenciado. - Esquisto micáceo con bandas de esquisto calcáreo no diferenciado. - Rocas básicas. - Granito porfídico.

Las tres primeras unidades corresponden mayormente a las hoy denominadas como

esquistos de Las Mercedes y Las Brisas, mientras que el “granito porfídico” se denomina

Gneis de Cabriales. Sobre este último dice que “después de haber sufrido un intenso

metamorfismo, fue introducido en la serie de esquistos metamórficos”, cuya utilización -en

el marco de procesos intrusivos- no se adapta al conocimiento actual, pero desde un

contexto distinto -de emplazamiento tectónico- sí corresponde a las interpretaciones

actuales, donde el Gneis de Cabriales sufrió un metamorfismo en la facies de la anfibolita,

posteriormente yuxtapuesto tectónicamente con los esquistos de Las Mercedes y Las

Brisas, que sólo alcanzaron la facies del esquisto verde. Para estas dos últimas unidades le

asigna un origen metasedimentario, y para su formación utiliza teoría de los geosinclinales.

Page 70: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

68

Fig. 35. Croquis geológico del estado Carabobo (LÓPEZ 1942a). Retrato de URBANI (2007).

Fig. 35. Croquis geológico del estado Carabobo (LÓPEZ 1942a). Retrato tomado de URBANI (2005a).

50 km

Page 71: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

69

Fig. 35. Continuación. Mapa geológico del valle de Valencia (LÓPEZ 1942a).

2 km

Page 72: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

70

Walter Hermann Bucher, 1950

El profesor de la Universidad de Columbia, W. H. Bucher (1888-1965), en 1945 es

invitado por el Dr. V. M. López, entonces Director del STMG del Ministerio de Fomento,

para compilar una mapa tectónico del país. Para ello contó con la información geológica del

mismo Servicio y de varias empresas petroleras. El mapa se publicó en 1950, mientras que

la memoria sale a la luz en 1952 (BUCHER 1950, 1952).

El mapa (Fig. 36) es más detallado y de mejor escala que los anteriores, pero todavía casi

toda la cordillera la engloba en su “Cretácico metamorfizado (incluyendo quizá JT en

parte) (Kmt)”, y dentro de ésta engloba a:

- Gr (Granito, granodiorita y otras intrusivas ácidas incluyendo migmatita), como un

cuerpo cerca del Pico Naiguatá, en Sebastopol y cerca de Colonia Tovar, en el estado

Yaracuy ubica dos polígonos que coinciden con el actual Gneis de Yaritagua.

- GrK (Granitos, migmatitas y sedimentos Cretácicos no diferenciados), con un gran

polígono que abarca desde Las Trincheras, Carabobo, extendiéndose hacia el Este hacia la

zona de Choroní, e igualmente en el macizo del Ávila.

Ya en la Serranía del Interior aparece la franja de las volcánicas de Villa de Cura como

“Ígneas básicas y sedimentos Cretácicos metamorfizados no diferenciados (IgbK)”. Más al

sur ubica unidades sedimentarias, pero un gran avance es que en ellas por primera vez

reconoce contactos de fallas de corrimientos.

En su memoria descriptiva, BUCHER (1952) presenta la más completa revisión del

conocimiento geológico de la Cordillera de la Costa. Al igual que AGUERREVERE &

ZULOAGA (1937) indica que las rocas del núcleo de la Serranía del Litoral (e.g.: macizo del

Ávila) tienen un metamorfismo de más alto grado que al sur. En cuanto a la edad, concluye

que la mayor parte de las rocas deben ser del Cretácico, con base a la presunta transición de

unidades de rocas metamórficas, con otras sin evidencias de metamorfismo y de probada

edad Cretácico en la zona de Barquisimeto. Este cambio paulatino no se ha probado en

trabajos modernos, por el contrario los contactos se han identificado como tectónicos

(SKERLEC 1979). Para el macizo del Ávila sugiere una estructura tipo anticlinal.

Page 73: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

71

Fig. 36. Mapa geológico de Venezuela de W. H. BUCHER (1950). Retrato tomado de URBANI (2005)

200 km

50 km

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72

Fig. 36. Continuación. Imagen de la parte oeste del macizo del Ávila al norte de la ciudad de Caracas (BUCHER 1950).

Heinrich Moritz Emil Schürmann, 1934, 1939, 1950

Durante los primeros años de su carrera profesional, el geólogo alemán H. M. E.

Schurmann (1891-1879) estuvo involucrado mayormente en el estudio de rocas ígneas

precámbricas, pero luego pasa a la industria petrolera y llega a ser Director del Royal

Dutch/Shell Company (DOZY 1979, M.G.D. 1983). Su gran colección de rocas ígneas y

metamórficas -incluyendo las venezolanas- se encuentra depositada en el Museo de

Nacional de Historia Natural de Leiden, Holanda (WINKLER PRINS 2004). Durante el año

1933 por cuenta de la Royal Dutch visita a Venezuela y realiza estudios de las rocas ígneas

del occidente del país, mayormente en los Andes de Mérida, pero también en Perijá, Lara e

Isla de Toas (DUFOUR & SHÜRMANN 1933). Del posterior análisis de las muestras publica

dos trabajos, donde también sugiere una edad Cretácica para las rocas de la Cordillera de la

Costa (SHÜRMANN 1934, 1939).

Por otra parte, en 1935 el geólogo suizo Dr. Ernst Kündig (1901-1981) (BITTERLI-

BRUNNER 1982) quien realizó importantes trabajos para el Grupo Shell en los Andes de

Mérida (KÜNDIG 1938), elabora un mapa geológico y una sección del pequeño valle de El

Algodonal en Antímano (Fig. 37). Allí colecta un gran número de muestras, en especial las

metamáficas sobre las cuales tenía especial interés, como puede comprobarse por su muy

citado libro de las ofiolitas de las islas Célebes del Este en Indonesia. Las muestras de

Antímano las envía al Dr. H. M. E. Schürmann, quien las estudia petrográficamente y en

1950 publica un artículo sobre la anfibolita glaucofánica-granatífera (SCHÜRMANN 1950),

donde discute la presencia del glaucofano y granate en el contexto de las rocas eclogíticas y

por primera vez introduce el concepto de asociación ofiolítica en nuestro país, indicando su

semejanza con los Alpes Pennínicos en Suiza, menciona además haberse formado en la

Page 75: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

73

katazona, dado que para esta época no se manejaba el concepto de rocas de alta presión -

baja temperatura. También presenta el primer análisis químico de un mineral extraído de

una roca metamórfica de la Cordillera de la Costa, en este caso del separado granate de la

misma roca glaucofánica, con lo cual recalcula su composición como 52% almandino, 22%

grosularia, 16% piropo y 9% melanita. A fines de 1950, Gabriel Dengo también publica un

artículo sobre las rocas glaucofánicas (DENGO 1950a).

Fig. 37. Mapa geológico y sección de la zona de Antímano. Levantamientote campo por el Dr. E. Kündig, publicado en SCHURMANN (1950).

Page 76: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

74

Fig. 37. Continuación. Portada de la separata del artículo sobre rocas glaucofánicas. Ejemplar de la “Colección

Dr. M. Reinhard” de la Biblioteca del Instituto de Mineralogía y Petrografía de la Universidad de Basilea, Suiza.

Retrato del Dr. H. M. E. Schürmann tomado de WINKLER PRINS (2004).

Resumen: 1900-1950

En la primera mitad del siglo XX, las empresas petroleras realizan trabajos de cartografía

geológica bastante detallados en las cuencas sedimentarias, pero las rocas ígneas y

metamórficas que no eran de su total interés usualmente aparecen sin diferenciar, pero al

menos en dichos mapa ya se va definiendo su extensión geográfica. También está el trabajo

de algunos pocos geólogos con trabajos petrográficos o mapas geológico bastante

detallados, pero de sitios puntuales, que son importantes pero no añaden mucho a la visión

general, de manera que en forma muy lenta va aumentando el conocimiento de la

Cordillera.

A continuación se presenta un resumen de los puntos más resaltantes de este medio siglo.

- Se comienza con el trabajo de Emilio Cortese, a quien le llama la atención de la

semejanza de algunas muestras con aquellas de los Alpes. También señala que las fallas

con rumbo Este-oeste son las que controlan la estructura de la cadena montañosa (CORTESE

1901).

Page 77: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

75

- En 1904 ante la publicación de un trabajo de presuntos trilobites de Valencia, se inicia

una controversia que llega hasta 1928, cuando queda definitivamente aclarado que los

ejemplares no procedían de Venezuela (DREVERMAN 1904, SCHUCHERT 1928).

- En 1921 el geógrafo venezolano Alfredo Jahn, publica el primer libro de geología de

Venezuela (JAHN 1921), que incluye un mapa de todo el país pero en lo que respecta a la

Cordillera de la Costa no es muy diferente al de W. Sievers de tres décadas antes.

Considera que las edades de las rocas metamórficas son mayormente arcaicas.

- Enrico Fossa Manzini publica un trabajo del estado Carabobo y presenta el primer

mapa-croquis geológico detallado de un sector de la Cordillera, en este caso la ensenada

de Yapascua donde ubica la presencia de rocas carbonáticas, anfibólicas con o sin granate y

diversos tipos de esquisto, típicas del actual Complejo Nirgua (FOSSA-MANCINI (1926).

- En 1927 el francés Pierre Lamare, realiza estudios petrográficos de rocas del macizo del

Ávila y presenta el primer hallazgo de fósiles en la Cordillera. En un chert identifica

radiolarios y sugiere una edad cretácica para las rocas metamórficas (LAMARE 1927).

Autores posteriores sugieren que se trate de foraminíferos.

- R. A. Liddle en 1928 publica un extenso libro de geología de Venezuela, con un mapa

geológico mejorado (LIDDLE 1928). En cuanto a las rocas metamórficas considera que estas

pueden dividirse en una serie antigua paleozoica y otra más joven del Cretácico, pero a

falta de evidencia sustancial, estas ideas -hoy día consideradas correctas- son desechadas

por varias décadas.

- El holandés L. M. R. Rutten presenta estudios petrográficos de muestras recolectadas en

las carreteras Valencia - Puerto Cabello y Caracas - La Guaira. Es el primer autor que

menciona el grado de metamorfismo (RUTTEN 1931).

- Durante el Primer Congreso Geológico Venezolano de 1937, Santiago Aguerrevere y

Guillermo Zuloaga, presentan el trabajo básico de la nomenclatura de las unidades

geológicas de la Cordillera. Correlacionan estas unidades con aquella de la columna

sedimentaria Cretácica del occidente del país (AGUERREVERE & ZULOAGA 1937).

Page 78: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

76

- En el mismo Congreso, L. Kehrer por primera vez involucra a la Cordillera de la Costa

dentro de ideas geológicas globalistas, en este caso la teoría de los geosinclinales que se

utilizaba en ese momento (KEHRER 1937).

- En 1942 por primera vez Víctor M. López publica la primera cartografía geológica de

semidetallada de un área de 13 x 17 km en el valle de Valencia (LÓPEZ 1942).

- P. Wolcott realiza el primer hallazgo de fósiles del Jurásico Tardío en la Quebrada

Cara, al Este de Guatire, siendo especialmente importante la identificación realizada por el

Dr. V. D. Winkler de un molusco del género Pecten (Camponectes) sp. del Jurásico Tardío

(WOLCOTT 1943).

- En 1950, W. Bucher presenta el mapa de la Cordillera de este período, con verdaderas

mejoras, en especial la más fiel distribución de las rocas volcánicas de Villa de Cura, y al

sur de ellas la identificación de la franja de fallas de corrimientos (BUCHER 1950).

- El petrólogo H. M. E. Schürmann es el primero en estudiar en detalle las rocas

glaucofánicas de la zona de Antímano, además obtiene la composición química parcial del

granate, que se convierte en el primer análisis químico de un mineral metamórfico de la

Cordillera. También compara estas rocas con las ofiolitas Pennínicas de Suiza oriental

(SCHÜRMANN 1950).

Page 79: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

77

2.4. SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX E INICIOS DEL XXI

H. H. Hess y el “Proyecto de Investigaciones Geológicas del Caribe” de la Universidad

de Princeton, 1947-1979

Este período lo comenzamos en el año 1951 cuando se publica de la tesis doctoral de Gabriel

Dengo en la Universidad de Princeton, EEUU, que abre un nuevo e importante capítulo en la

geología de la Cordillera de la Costa, pero primero comentaremos los antecedentes de este

proyecto liderizado por el eminente geólogo estadounidense Prof. H. H. Hess.

En la década de los años 1930s el Dr. Harry Hammond Hess (1906-1969) había realizado

una extensa campaña de mediciones gravimétricas en la región del Caribe, detectando una

extensa y continua anomalía negativa a lo largo del Caribe, desde las Antillas Mayores, el arco

de islas de las Antillas Menores y continuando al norte de Suramérica (HESS 1938b).

Al concluir la Segunda Guerra Mundial el Dr. Hess se reincorpora como profesor de la

Universidad de Princeton, con dos intereses fundamentales: Uno el de explicar el origen y

estructura del arco de islas de las Antillas y la anomalía gravimétrica negativa asociada, para

lo cual había postulado anteriormente el mecanismo de “downbukle” o tectógeno (HESS

1938a), en segunda instancia también estaba interesado en el origen y mecanismos de

emplazamiento de rocas ultramáficas (cuerpos de serpentinita), mencionando que hay

cordilleras donde estas rocas se distribuyen en dos franjas paralelas (HESS 1938b).

En 1947 organiza el “Proyecto de Investigaciones Geológicas del Caribe”, dentro del cual el

norte de Venezuela es de especial importancia ya que la anomalía gravimétrica citada penetra

en la Cordillera de la Costa, y en ella hay importantes cuerpos de rocas ultramáficas. En otras

palabras, trabajando en la misma región geográfica podría tratar sus mayores tópicos de

interés. Los trabajos básicos de cartografía geológica fueron realizados por tesistas doctorales,

y con los años sus zonas se extienden mucho más allá de la Cordillera, a las islas antillanas

angloparlantes, la Isla de Margarita y tan al occidente como la península de la Guajira

colombiana y la Guayana venezolana.

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78

Esquema de la anomalía gravimétrica negativa del Caribe (HESS 1938b).

La planificación de estos trabajos sistemáticos de cartografía geológica para desentrañar la

estructura y petrología de las rocas fue impecable, donde en el trabajo de campo de un tesista

siempre participaba alguno de los autores previos ya graduados que habían trabajado en las

zonas vecinas, para así introducir al nuevo candidato en los problemas regionales y las

técnicas de trabajo de estas difíciles regiones tropicales. En algunos casos, los estudiantes

previstos para iniciarse al año siguiente en sus propias áreas de trabajo, eran enviados como

asistentes de aquellos que estaban en el campo. Todas las tesis se desarrollaron en dos a tres

etapas de campo de varios meses, separadas en años consecutivos, de manera que entre ellas el

doctorando estudiaba las muestras en el laboratorio, para regresar más preparado para la

siguiente temporada.

El financiamiento de las etapas de campo corrió casi totalmente por parte de la Dirección de

Geología del Ministerio de Minas e Hidrocarburos (MMH), y en los primeros años por la

institución predecesora, el Ministerio de Fomento. El proyecto también tuvo respaldo

económico de un importante grupo de empresas petroleras transnacionales que operaban en

Venezuela, así como de la Fundación Nacional para las Ciencias (NSF) de EEUU y en los

primeros años, algún financiamiento de la Oficina de Investigaciones Científicas de la Armada

Estadounidense, que había apoyado el trabajo original de gravimetría en el Caribe.

Los primeros tres candidatos (DENGO 1947, 1950ab, 1951, 1953; SMITH 1953;

MACLACHLAN 1952) fueron planificados para tener una idea de una sección norte-sur desde la

Page 81: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

79

Costa hasta la Serranía del Interior en el meridiano de Caracas. En el trabajo de G. Dengo se

afirma que el interés de estudiar la región de Caracas se debe a que es un lugar del continente

donde penetraba la anomalía gravimétrica, estando en la “zona del geotectoclinal del arco del

Caribe”, así como por la existencia de dos hileras de cuerpos de serpentinitas, una cercana a la

costa y otra en la Serranía del Interior.

Casi al mismo tiempo y sin tener la cartografía geológica intermedia, D. B. MacKenzie fue

asignado para estudiar la Peridotita de Tinaquillo (MACKENZIE 1960ab, 1966). Este autor nos

dice que el objetivo de su trabajo fue el de “obtener información sobre las relaciones

cronológicas y espaciales de los cuerpos ultrabásicos en los sistemas montañosos y sobre el

origen de las peridotitas en general”. En otras palabras, en los primeros años H. Hess trata de

cubrir sus dos principales líneas de investigación.

Mapa índice de las regiones geográficas cubiertas por las tesis doctorales de la Universidad de Princeton. Tomado de MORGAN (1967).

HARVEY (zona 33) no culminó la tesis y dicha área fue cartografiada por tesistas de la UCV en la década de los años 1980´. PIBURN (1968) cubrió la misma zona de R. Shagam. La tesis de

JARVIS (1964, 1966) fue realizada en la Universidad de Rice, en la zona del río Pao - San Francisco de Tiznados al sur de aquella de Oxburgh (zona 18).

Page 82: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

80

Resumen de las tesis doctorales de la Universidad de Princeton en la Cordillera de la Costa.

Adicionalmente se realizaron dos tesis en la Isla de Margarita: Gordon Cosmos TAYLOR (1959, 1960) y Walter Viktor MARESCH (1971, 1973).

Dos décadas después del comienzo del Proyecto, J. S. BELL en 1967 resume su objetivo

como “la determinación de las etapas evolutivas en el desarrollo de los arcos de islas y

sistemas montañosos alpinos”.

No Nombre Región Campo Defensa Publicación

1 DENGO Gabriel Caracas 1947-49 1949 1947, 1950

1951, 19532 SMITH Raymond J. Los Teques - Tiara 49-50 1951 1952, 1953

3 MACLACHLAN James Crawford La Victoria 50-51 1952 1960a,b

4 MACKENZIE David Brindley Tinaquillo 51-52 1954 1960, 19665 SHAGAM Reginald Aragua central 52-55 1955 1960a,b

6 BUSHMAN Jess R. Barquisimeto - Yaritagua 51-55 1958 1959,

1960, 1965

7 KONIGSMARCK Theodore Albert

Norte de Guárico - Lago de Valencia 56-57 1958 1958, 1965

8 OXBURGH Ernest Ronald Este de Carabobo 58-59 1960 1965a,b 9 MENÉNDEZ V. DE V. Alfredo Tinaco - El Pao 59-61 1962 1965

10 SEIDERS Victor Mann Caucagua – Santa Lucía 59-61 1962 1965

11 JARVIS JR., Harry Aydelotte (Rice University)

Río Pao – Río Tiznados 62-63 1964 1966

12 PIBURN Michael D. Villa de Cura (metamorfismo) 62-65 1967 1968

13 HARVEY S. R. M. San Casimiro 63-64? No culminó

14 BELL John Sebastian Camatagua – Valle Morín 64-66 1967 1968

15 MORGAN, III, Benjamin Arthur

Valencia – Puerto Cabello 65-66 1967 1969

16 MURRAY Cecil George Chacao y Cerro Pelón 69-70 1971 1972, 1973

17 MUESSIG Karl Walter Volcánicas Falcón 76-77? 1979 1978, 1984a,b

18 SKERLEC Grant M. Barquisimeto –Acarigua – Ospino 71-75 1979 2007

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81

V. M. SEIDERS (1962) quien trabajó en la zona de Caucagua – Santa Teresa del Tuy, había

concluido que “Villa de Cura tiene una importancia mucho mayor en la historia de la

Cordillera de la Costa de lo que se suponía y … más bien que una unidad pasiva que sufrió

poca deformación o metamorfismo, fue metamorfizada bajo condiciones de presión

relativamente alta, es alóctona, y toda la sección se encuentra volcada”. En consecuencia,

unos años después se asigna a M. D. PIBURN (1968) para que estudie detalladamente el

metamorfismo y estructura de la faja de Villa de Cura. Igualmente, en la tesis de C. G.

MURRAY (1972, 1973) se estudió en detalle el cuerpo ígneo de Chacao al oeste de San Juan de

Los Morros, previamente reconocido por KONISGSMARK (1958, 1965), comparándolo con un

cuerpo semejante que aflora en Alaska.

Por el hecho que el trabajo de G. Dengo corresponde a la región de Caracas, es el más

conocido y el único cuyo mapa fue publicado a color por el Ministerio de Minas e

Hidrocarburos (MMH).

Mapa geológico de la región de Caracas de G. DENGO (1951).

2 km

Page 84: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

82

Detalle de la zona del valle de la quebrada Tacagua. Nótese el buen detalle cartográfico, identificándose muchos polígonos de pequeño tamaño.

Parte del mapa geológico de la zona de La Victoria (MACLACHLAN et al. 1960)

1 km

1 km

Page 85: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

83

Un caso particular es el de Alfredo Menéndez, geólogo egresado de la UCV y luego becado

por el Ministerio de Minas e Hidrocarburos para sus estudios doctorales en Princeton. Una vez

culminados los estudios se incorpora a trabajar en el citado Ministerio, donde procede a

integrar los trabajos de los tesistas previos, preparando una síntesis de la geología de la

Cordillera de la Costa (MENÉNDEZ 1966). Este es un trabajo clásico y de singular importancia,

dado que encuentra similitudes entre las numerosas unidades previamente descritas, para

llegar a un modelo simplificado donde subdivide la Cordillera en cuatro “fajas tectónicas”, a

saber: 1- Cordillera de la Costa, 2- Caucagua - El Tinaco, 3- Paracotos y 4- Villa de Cura.

Esquema de las fajas tectónicas propuestas por Alfredo MENÉNDEZ (1966).

Page 86: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

84

Interpretación de la Faja de Villa de Cura como un “klippe” (MENÉNDEZ 1966).

Las rocas volcánicas de la Faja de Villa de Cura fueron un centro de interés, con un total de

nueve tesis que la estudiaron. El primero que establece su “estratigrafía” es SHAGAM (1960), y

a medida que avanzaban los estudios con nuevas tesis fueron surgiendo las ideas de aloctonía

para explicar su presencia, primeramente sugeridas por H. H. Hess, para ir afianzándose en las

disertaciones de OXBURGH (1965), MENÉNDEZ (1965) y SEIDERS (1965), pero una

interpretación más madura y formal de la aloctonía de Villa de Cura es la propuesta por

MENENDEZ (1966), junto con una sección geológica generalizada que la muestra como un

“klippe”. Esta interpretación sigue vigente. En la tesis de W. V. MARESCH (1971, 1973, 1974)

que trata sobre la isla de Margarita, también aporta interpretaciones para la Cordillera de la

Costa con los nuevos conceptos de Tectónica de Placas, proponiendo formalmente que las

rocas de Villa de Cura tiene su origen en un Arco de islas.

El último tesista dentro del proyecto de estudios del Caribe de la Universidad de Princeton,

fue G. M. SKERLEC (1979) quien cartografió la zona ubicada entre Acarigua y Barquisimeto,

especialmente para tratar de resolver un punto que ya se mencionaba desde los años 1930s,

como era la presunta existencia de una continua transición entre las unidades sedimentarias de

Venezuela occidental con las metamórficas de la Cordillera. Pero más bien demuestra que no

hay tal transición, sino una discontinuidad estructural mayor entre ellas.

Page 87: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

85

Todas las tesis menos las de Muessig y Skerlec, fueron publicadas a texto completo en el

Boletín de Geología del MMH, en su mayoría traducidas en forma impecable por la geóloga

Cecilia Kavanagh de Petzal, y creemos que principalmente en esto reside la gran influencia

que tuvieron y tienen todavía estas obras para la geología del norte de Venezuela.

Heinrich Gerth, 1932,1935, 1955

El geólogo y paleontólogo H. Gerth (1884-1971) de la Universidad de Bonn, realizó varias

campañas de estudios geológicos en la Cordillera de los Andes (MON 1976), y publica

importantes obras sobre el tema (GERTH 1932, 1935, 1938) donde se menciona muy

someramente a la Cordillera de la Costa. En 1955 publica su obra más extensa donde reúne la

información disponible a la fecha, incluyendo los trabajos de G. Dengo y R. J. Smith,

presentando interpretaciones propias de mucha relevancia (GERTH 1955, 2011: 46-52), como

las siguientes:

- Contrariamente a la interpretación de G. Dengo quien indica que el Augengneis de Peña de

Mora es un equivalente más fuertemente metamorfizado de la secuencia metasedimentaria de

La Brisas, considera que no se ha demostrado la existencia de fenómenos de transición entre

ambas unidades.

- Ante la opinión de G. Dengo que su “gneis microclínico” de la zona de Baruta es una

prueba de la transición Peña de Mora - Las Brisas, Gerth opina dice que “estos gneises

microclínicos ... pobres en biotita y conteniendo dolomita, se distinguen claramente de los

gneises bandeados ricos en biotita del macizo del Ávila”. Para ese momento el llamado “gneis

microclínico” no había sido interpretado en forma definitiva como un metaconglomerado.

- Indica que “consideramos no sólo al Granito de Sebastopol, sino también al gneis de Peña

de Mora, juntamente con los granitos intrusivos en el gneis del N del Lago de Valencia, como

un basamento pre-Mesozoico. También las rocas más fuertemente metamorfizadas, como las

micacitas de la falda septentrional de la Cordillera de la Costa en la región de Puerto

Cabello, podrían corresponder igualmente a una edad Paleozoico”.

- Otra observación muy adelantada es que “todos lo contactos entre las diversas formaciones

parecen ser anormales. Esto, entre otras cosas, lo atestigua el modo completamente irregular

en que se presenta la caliza de Antímano en el límite entre las formaciones Las Brisas y las

Page 88: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

86

Mercedes... Además, los lentejones de anfibolita... y los.. dispersos afloramientos de caliza...

probablemente deberán ser considerados como escamas o vestigios plegados, de rocas

completamente extrañas a esta formación”.

Todas estas interpretaciones hoy día están plenamente vigentes y es lo que se podría escribir

con el conocimiento actual.

Hans P. Laubscher, 1955

El geólogo suizo H. P. Laubscher trabajaba para la Cia. Shell de Venezuela, en los años

1950s residía en la Urbanización Los Campitos del sureste de Caracas, y los fines de semana

realizaba reconocimientos geológicos en las cercanías de Baruta - El Hatillo, entonces con los

excelentes afloramientos de diversas canteras de mármol en plena explotación. Luego regresa

a Suiza y se incorpora como profesor del Instituto de Geología de la Universidad de Basilea.

Allí publica un importante trabajo sobre los aspectos estructurales de la región de Baruta

(LAUBSCHER 1955). El autor se basa en los trabajos previos de Dengo y Smith, pero presenta

detalles adicionales con interpretaciones alternas para la “Formación Las Brisas”. Algunas de

sus ideas son:

- Insinúa que el término “Formación” no es apropiado para estas unidades metamórficas,

e.g.: “Las ´formaciones´ son complejos litológicos, no secuencias estratigráficas”.

- Señala la gran similitud de la región de Caracas con las napas Pennínicas de los Alpes

suizos.

- En Las Brisas todos los tipos litológicos están fuertemente replegados a excepción del

“gneis microclínico”.

- A través de los extensos y frescos cortes de las canteras encuentra que los cuerpos de

mármol muestran contactos tectónicos en forma de boudines, bloques rotados y lentes

tectónicos, envueltos de una zona mecánicamente desintegrada.

- Nota una gradación del mármol dolomítico al “gneis microclínico” en varias etapas de

trituración, que atribuye adicionalmente a movilización química y recristalización. Si bien

utiliza el concepto actualmente en desuso del metasomatismo alcalino para explicar el origen

del potasio necesario para formar microclino.

- A continuación se presentan algunos importantes párrafos:

Page 89: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

87

“El flujo en estado sólido con boudinage, rotación, mezcla mecánica y química aparece

como un proceso tectónico de gran escala, por consiguiente, la tectónica regional adquiere

una nueva perspectiva”.

“... se sugiere que los grandes movimientos relativos han rearreglado toda la serie de

rocas, modificando los contactos originales sedimentarios y reemplazándolos por tectónicos”.

“... las etapas sucesivas en el desarrollo del gneis microclínico demuestra aún más que

el bandeamiento de las rocas metamórficas no tiene porque ser equivalente a la sucesión

estratigráfica”.

“Los procesos tectónicos que conducen a estas estructuras probablemente no fueron

simples corrimientos, pero más bien amasaron e interpenetraron los diferentes elementos de

la secuencia estratigráfica original”.

Para ilustrar la obra de Laubscher a continuación se incluyen el mapa de ubicación de las

zonas estudiadas, así como dos gráficos de estructuras de flujo, trituración y deformación tanto

alrededor de grandes bloques, como a nivel mesoscópico.

Mapa de ubicación de las localidades estudiadas por LAUBSCHER (1955).

Page 90: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

88

Gráficos de estructuras descritas por LAUBSCHER (1955), a nivel megascópico (arriba) y mesoscópico (abajo).

Page 91: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

89

En cuanto a las interpretaciones de los procesos actuantes en la geología y tectónica de las

rocas metamórficas de la Cordillera de la Costa, los trabajos de GERTH (1955) y LAUBSCHER

(1955) sin duda fueron muy adelantados para su época en Venezuela. Pero cuando esas

mismas ideas vuelven a florecer en forma independiente tres décadas después, ya estas obras

estaban olvidadas y nadie las cita. Probablemente la escasa influencia que tuvieron, se deba a

estar publicada en alemán la primera obra, y en una revista poco conocida para la segunda.

Pero más aun, quizás se deba a la gran difusión que tuvieron las tesis de la Universidad de

Princeton, publicadas en español en el Boletín de Geología, órgano oficial del Ministerio de

Minas e Hidrocarburos, y el hecho que la cartografía geológica es continuada por los propios

profesionales del MMH con los mismos conceptos “estratigráficos” para las rocas

metamórficas (e.g.: L. González Silva, D. Rodríguez Gallardo, A. Bellizzia, M. Wehrmann,

entre otros). Fue sólo en la primera mitad de los años 1980´s cuando varios cooperantes

franceses reintroducen nuevamente las ideas de la “geología alpina” a la Cordillera de la

Costa.

Foster D. Smith, 1962

Este geólogo de la empresa Mobil Oil Co. de Venezuela y con motivo del Primer Congreso

Venezolano del Petróleo, publica un mapa tectónico del país, que integra a partir de la

información de seis empresas petroleras, del MMH y de las tesis de la Universidad de

Princeton (SMITH 1962). Este mapa precede a la síntesis de MENÉNDEZ (1966), por

consiguiente es el primero donde se muestra la distribución de la unidad de Paracotos y la

cartografía completa de Villa de Cura.

Parte del mapa geológico-tectónico de Venezuela de SMITH (1962).

50 km

Page 92: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

90

Cartografía geológica del Ministerio de Minas e Hidrocarburos (MMH), 1966-1976 A mediados de los años 1960s el MMH establece cuadrillas de geólogos en casi todas las

regiones del país, actividad que para la Cordillera de la Costa culmina a mediados de los años

1970s. Estos trabajos son presentados en el IV Congreso Geológico Venezolano (1969) y en el

II Congreso Latinoamericano de Geología (1972), ambos efectuados en Caracas y cuyas

memorias aparecieron como publicaciones especiales del Boletín de Geología. Las décadas de

los años 1950s a 1970s pueden considerarse como la “época dorada” de la cartografía

geológica de la Cordillera de la Costa y de la institución que los propiciaba (el MMH). Las

zonas cubiertas fueron las siguientes:

- Higuerote - Caucagua (ASUAJE 1972).

- Colonia Tovar - Guatire (WEHRMANN 1972).

- Carabobo centro-occidental, norte de Guárico y Cojedes (GONZÁLEZ-SILVA 1972, 1977).

- Aragua norte (RODRÍGUEZ GALLARDO 1972).

- Estado Yaracuy (BELLIZZIA, RODRÍGUEZ GALLARDO y ZAMBRANO 1976).

- Cuencas sedimentarias intramontanas (Xavier Picard y Nelly Pimentel).

En 1976 se publica el mapa geológico-estructural de Venezuela a escala 1:500.000

elaborado en el MMH bajo la coordinación de los geólogos Alirio Bellizzia, Nelly Pimentel y

Rosario Bajo de Osuna. Este mapa (BELLIZZIA et al. 1976), junto al libro de geología de

Venezuela (GONZÁLEZ DE JUANA et al. (1980), ambos títulos financiados por FONINVES, son

obras fundamentales para la geología de Venezuela y todavía tres décadas después son de

frecuente consulta, de manera que inclusive en el último mapa geológico del país compilado

por HACKLEY et al. (2005), en un 60% del país está basado en el mapa de BELLIZZIA et al.

(1976).

Page 93: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

91

Parte de la hoja Caracas del mapa a escala 1:500.000 de BELLIZZIA et al. (1976).

Los cooperantes franceses 1977-1989

A fines de los años 1970s, el MMH concreta un convenio con universidades francesas para

recibir cooperantes de esa nacionalidad. Los primeros candidatos son J.-F. Stephan y Ch. Beck

quienes trabajan en nuestro país con la meta de culminar sus respectivas tesis de Doctorado de

Estado en temas de geología de Venezuela. Para mediados de los años 1980s el programa

continuó con financiamiento de LAGOVEN y CORPOVEN, con los tesistas T. Rossi en 1985,

Y. Chevalier en 1987 y B. Blin en 1989. En las rocas ígneas y metamórficas de la Cordillera

de la Costa, trabajaron tres de ellos, a saber:

- Jean-Francoise Stephan trabaja en la región de Barquisimeto, pero también visita parte de

las montañas metamórficas limítrofes entre Yaracuy y Lara (STEPHAN 1982). Este autor

introduce el importante concepto de las Napas de Lara, que ha sido fundamental para entender

el desarrollo de la parte occidental de la Cordillera, además es el primer autor en separar de la

anterior “Faja Tectónica de la Cordillera de la Costa” de MENÉNDEZ (1966), a las rocas de

metamorfismo de alta presión - baja temperatura que denomina como “Faja Costanera-

Margarita”, cuya petrología había sido descrita previamente por MORGAN (1969, 1970). Este

50 km

Page 94: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

92

es un concepto de gran importancia dentro de las interpretaciones posteriores en el ámbito de

la Tectónica de Placas.

Mapa de la Serranía del Litoral donde J.-F. STEPHAN (1982) representa su “Franja

Costanera-Margarita”. Leyenda: 1- Cenozoico, 2- Napas de Aragua, 3- Franja Costanera-Margarita (flechas rojas), 4- Faja de la Cordillera de la Costa.

Tomado de BECK (1985, fig. 146).

- Christian Beck cubre la región de Altagracia de Orituco a Ocumare del Tuy, estados

Guárico y Miranda, abarcando una amplia región con partes donde nunca antes se había

realizado su cartografía geológica (BECK 1985).

Entre sus principales aportes -adicionales a la cartografía- está la distinción en esta parte de

la Serranía del Interior de napas: Caucagua-El Tinaco, Loma de Hierro y Villa de Cura. En la

Napa de Loma de Hierro reconoce la constante yuxtaposición de la “Formación Paracotos” a

las ofiolitas, interpretándola como una unidad de cobertura sedimentaria de las unidades

ígneas.

Un segundo aspecto es haber definido la naturaleza del contacto entre las unidades de la

Napa Caucagua-El Tinado, de aquella al norte hoy denominada Faja Caracas. En trabajos

anteriores este contacto era ubicado a lo largo del accidente tectónico subvertical de la Falla de

La Victoria. Pero contrariamente, él encuentra que las rocas de la Faja Caracas, se extienden

más al sur de la citada zona de fallas y el contacto entre las unidades es de falla inversa.

Page 95: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

93

Mapa geológico esquemático de la zona de La Victoria - Charallave (BECK 1985, fig. 91). Nótese que el contacto entre las napas de Caucagua-El Tinaco y Caracas es una falla de

corrimiento (flechas) al sur de la Falla de La Victoria, cuyo trazo aproximado está indicado con la línea roja. Leyenda: 6- Plio-Cuaternario, 7: Napa de Loma de Hierro, 8- Napa

Caucagua-El Tinaco, 9- Napa de la Cordillera de la Costa (hoy Napa Caracas).

Secciones geológicas C y D ubicadas en el mapa precedente, donde se representa el

contacto de falla de corrimiento (flechas) entre las fajas Caracas y Caucagua-El Tinaco (BECK 1985, fig. 92).

Napa Caracas Napa Caucagua-El Tinaco Napa de Loma de Hierro

Page 96: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

94

Este autor utiliza los nuevos datos de edades isotópicas disponibles al momento y con ello

definitivamente cierra las ideas previas (AGUERREVERE & ZULOAGA 1957, DENGO 1951,

WEHRMANN 1972), de una equivalencia lateral de Las Brisas y Peña de Mora, presentando un

nuevo esquema de tiempo muy novedoso para el momento, pero no acorde con los datos

actuales. Este autor también presenta una sección geológica generalizada de la Cordillera de la

Costa, que todavía sigue siendo la más aceptada hoy en día (BECK 1985, fig. 86).

Esquema de las unidades de la región de Caracas por BECK

(1985, fig. 163).

Corte geológico generalizado de la Cordillera de la Costa en el meridiano de Caracas, según BECK (1985, fig. 86).

Page 97: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

95

- Bruno Blin trabaja en la franja piemontina al sur de El Tinaco y El Pao, estado Cojedes, con

un estudio mayormente de las unidades sedimentarias, pero en su extremo septentrional realiza

detallados transeptos para entender las relaciones de campo entre las diversas unidades

geológicas (BLIN 1989). A continuación mostramos algunas de sus secciones que resultan de

gran significado regional y que serán discutidos en la sección siguiente.

Sección de La Fe, Cojedes (BLIN 1989, fig. 14)

Arriba. Sección de la Quebrada Mamonal, Cojedes (BLIN 1989, Fig. 28).

Abajo. Sección del Cerro Tiramuto, Cojedes (BLIN 1989, Fig. 48).

Complejo El Tinaco Serpentinita Metabasalto de Formación de Yaguita Pilancones Mamonal

Metatoba Brecha Ígnea de Sabana Larga Formación Orupé Gabro de Tiramuto

S N

N S

E O

Page 98: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

96

- La geocronología K.Ar y la geoquímica de rocas máficas para determinar los ambientes de

formación, avanza en gran medida a través de los trabajos de Michel Loubet y sus tesistas. De

manera que este grupo francés presenta importantes trabajos en estas líneas de investigación, a

saber: LOUBET et al. (1980, 1985), GIRARD (1981), GIRARD et al. (1982), SAGNA et al. (1988),

SAGNA (1990), LAR (1992), LAR et al. (1992).

Page 99: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

97

Cartografía geológica por profesores y estudiantes de la UCV, 1942-2011

Los trabajos de geológicos realizados en la Cordillera de la Costa por profesores y

estudiantes de la UCV, remontan a las tesis de grado de la primera promoción en el año

1942, realizadas en los alrededores de San Juan de Los Morros y San Sebastián, estados

Guárico y Aragua, mayormente en las rocas sedimentarias, pero también se abarca parte de

las adyacentes rocas metavolcánicas de Villa de Cura.

Durante las últimas siete décadas, en la UCV y dentro del ámbito geográfico de la

Cordillera de la Costa, se han desarrollado cerca de un centenar de tesis geológicas con un

fuerte componente de cartografía geológica (pregrado, postgrado y trabajos de ascenso),

realizándose tanto en forma sistemática, asignando parcelas sucesivas a distintos candidatos

para cubrir zonas de gran extensión, como con trabajos en lugares separados para solventar

algún problema particular.

Las principales regiones se indican a continuación y entre paréntesis aparece el nombre

del profesor tutor:

1. Yumare, Yaracuy-Falcón (Urbani)

2. Tinaquillo, Cojedes (Ostos)

3. El Palito - Valencia - Maracay - Turmero, estados Carabobo y Aragua (Urbani).

4. San Juan de Los Morros - San Sebastián, Guárico-Aragua (Mencher).

Villa de Cura - San Sebastián - San Casimiro - El Pao de Zárate, Aragua-Guárico

(Navarro).

Tácata-Mesia, Miranda (Yoris).

5. Los Teques - Antímano, Distrito Capital y Miranda (González de Juana).

Puerto Cruz - Colonia Tovar - Tacagua (Talukdar).

Las Adjuntas - El Junquito - Macarao - Río Mamo (Talukdar & Loureiro)

Colonia Tovar - El Pao de Zárate, Tacagua - Caraballeda - Los Chorros (Ostos).

Flanco sur del macizo del Ávila: Maripérez - Fila Maestra - Izacaragua (Urbani).

Sur de Caracas (Sancio).

6. Oritapo - Cabo Codera - Capaya - Birongo, Vargas-Miranda (Urbani & Navarro).

7. Guatire - Caucagua (Urbani & De Santis).

Caucagua - Guatopo - El Guapo (Urbani).

Page 100: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

98

Taguay - Altagracia de Orituco - San Francisco de Macaira (Yoris & Urbani).

8. Trabajos de integración de 146 mapas y demás información geológica (Urbani &

Rodríguez).

En los últimos cinco años se ha trabajando en Goajira, Los Monjes, Toas, Paraguaná,

Siquisique, El Baúl, Chacao, Los Teques (Urbani). Adicionalmente la UCV ha trabajado en

Araya, Paria y Margarita (González de Juana, Muñoz, Vignali, Navarro & Urbani).

Mapa de relieve de la Cordillera de la Costa mostrando las áreas cubiertas por cartografía geológica realizada por personal de la UCV.

Posteriormente a la catástrofe de Vargas de diciembre de 1999, estos trabajos geológicos

tienen un repunte, involucrándose la UCV junto a FUNVISIS en la integración de la

información geológica y mapas a escala 1:25.000. Esto se hizo primeramente en el estado

Vargas, por la necesidad de disponer de la capa temática de geología a los efectos del

ordenamiento territorial. En ese momento se incluyen cuatro nuevos tesistas para cubrir un

área no trabajada previamente desde Caraballeda hasta Osma. Posteriormente el proyecto se

extendió al resto de la Cordillera hasta integrar la información existente en 146 hojas a

escala 1:25.000. Para esta última etapa se incorporaron otros ocho tesistas que integraron la

cartografía y reunieron bases de datos petrográficos y geoquímicos (TARDÁGUILA 2002,

OMAÑA 2002, ORTA 2003, DÍAZ 2003, SUEIRO & URBINA 2004; CALDEVILLA 2004). Esto

1 8 5 6 3 7 4 2

50 km

Page 101: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

99

culminó en la publicación del “Atlas geológico de la Cordillera de la Costa” (URBANI &

RODRÍGUEZ 2004).

Mapa índice de 146 hojas geológicas a escala 1:25.000. Entre 2004 y 2006 adicionalmente se participó en un proyecto, coordinado por el Servicio

Geológico de los Estado Unidos de América (USGS) en la elaboración del mapa geológico

digital de Venezuela a escala 1:750.000, donde la información básica corresponde al mapa

de BELLIZZIA et al. (1976), a excepción de la Guayana para lo cual se utilizan los datos de

TECMIN-CVG, e igualmente aparece actualizada la Cordillera de la Costa con la

cartografía del ya citado Atlas. Este nuevo mapa del país está en formato digital de imagen

con dos ediciones, una con texto en inglés y otra en español, así como formato de sistema

de información geográfica (ArcGIS) (HACKLEY et al. 2004, 2006; GARRITY et al. 2004,

2006).

Mapa geológico digital del país en base de relieve sombreado.

50 km

200 km

Page 102: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

100

Detalle de la Cordillera de la Costa, donde el color rojo de la parte cercana a la costa

corresponde a la Faja Ávila, mientras que el rosado de la parte intermedia pertenece al Terreno Caucagua-El Tinaco

PRINCIPALES DISCUSIONES GEOLÓGICAS

La etapa de los años 1950s a 1970s es de continuos descubrimientos a través de la

cartografía geológica sistemática de la Cordillera, por parte de los tesistas de Princeton, los

geólogos del MMH y los profesores y estudiantes de la UCV, donde aparte de los avances

intrínsecos que significa toda cartografía geológica de zonas nunca antes recorridas

(algunas de las cuales nunca han sido revisitadas), así como la descripción de campo y

petrográfica de las unidades encontradas, no hay mayor aporte en cuanto al origen de las

unidades, ni a los conceptos generales del origen de la Cordillera. Entre los aspectos que

generaron mayor discusión en esa época, ya sea por su importancia o lo anecdótico, se

mencionan a continuación.

* La estructura de las napas de Villa de Cura

La configuración estructural de la faja de Villa de Cura ha sido objeto de múltiples

interpretaciones, muchas de ellas relativamente similares en su concepto, pero diferentes

según la región estudiada por los autores. A continuación se presentará en forma

cronológica una serie de secciones geológicas y en todas ellas una llave de color rojo

68° 66°

10°

50 km

Page 103: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

101

indicará la ubicación de las napas de Villa de Cura. Las secciones se encuentran a distintas

escalas y están orientadas con el norte a la izquierda y el sur a la derecha:

BELL (1971)

MARESCH (1974)

MENÉNDEZ (1966)

SHAGAM (1960)

JARVIS (1966)

Page 104: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

102

STEPHAN (1977)

STEPHAN (1980)

BECK (1983)

GIUNTA et al. (2002)

JACOME et al. (2005)

PÉREZ DE ARMAS (2005). Arriba sección regional, abajo detalle.

Page 105: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

103

* Las unidades de Villa de Cura

En la Serranía del Interior, la UCV fundamentalmente trabaja en las rocas de Villa de

Cura, primeramente con tesis dirigidas por E. Navarro entre Villa de Cura y San Casimiro,

luego continuados al este en la zona de Guatopo por F. Urbani. Con estos trabajos se

reactiva una intensa discusión del origen y distribución de estas unidades volcánicas, que ya

había comenzado con los trabajos de la Universidad de Princeton.

SHAGAM (1960) había definido y cartografiado la faja en cuatro unidades de norte a sur y

en “orden estratigráfico” de base a tope como El Caño, El Chino, El Carmen, Santa Isabel.

Posteriormente SEIDERS (1965) interpreta que el orden es inverso dado que en la zona de

Caucagua encuentra que el metamorfismo de Santa Isabel es mayor a las demás unidades.

En la cartografía geológica realizada por la UCV en la zona de Aragua (NAVARRO 1983),

no se separa a las unidades de El Caño y El Chino, ambas fundamentalmente constituidas

por metatoba, recomendándose en consecuencia utilizar una sola unidad sin diferenciar,

identificada como Unidad de Metatoba, mientras que sí se distinguen tanto a El Carmen

(denominada Unidad de Metalava), como a Santa Isabel (Unidad de Granofel). Al igual que

Seiders también interpreta que Santa Isabel corresponde a la unidad más vieja debido a su

mayor metamorfismo.

Las unidades de El Caño y El Chino, tampoco pudieron ser separadas en los trabajos de la

región de Guatopo (URBANI et al. 1989b) y en la sección del río Caramacate (SMITH et al.

1999),

Desde el inicio de los estudios sistemáticos en las rocas de Villa de Cura, éstas se

constituyeron en una de la principales fuentes de productivas discusiones de la geología de

la Cordillera de la Costa, inclusive las ideas de aloctonía comenzaron aquí..

* Las volcánicas de Las Hermanas vs Tiara vs Tiara Su

En la parte sur de la faja de Villa de Cura, específicamente en la zona de San Sebastián

está muy bien expuesta una unidad metavolcánica, con metamorfismo de muy bajo grado

(prehnita-pumpellita) que contrasta con la adyacente Santa Isabel que tiene un

metamorfismo de alta presión – baja temperatura. Con esta unidad ha habido grandes

Page 106: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

104

confusiones de nomenclatura, originalmente denominada Volcánicas de Tiara por SHAGAM

(1960), es decir correlacionándolas con las volcánicas de los alrededores del poblado de

Tiara. Pero en las últimas tres décadas todos los autores han separado esta unidad del

“Grupo Villa de Cura”, siendo GONZÁLEZ DE JUANA et al. (1980: 353) quién lo recomienda

en forma más específica.

LOUBET et al. (1980, 1985) estudian la unidad en la zona de San Sebastián y la

denominan informalmente como Volcánicas de Tiara Sur, dado que reconocen diferencias

con las rocas de la zona de Tiara propiamente dicha que se encuentran al norte.

GIRARD (1981) y GIRARD et al. (1982) utilizan datos petrográficos y geoquímicos para

interpretar su afinidad de arco de isla y por tanto acuñan el nombre nuevo de Formación

Las Hermanas, para separarla definitivamente de las "Volcánicas de Tiara" al norte, donde

por el contrario encuentran que corresponde a una afinidad de dorsal oceánica (MORB).

NAVARRO (1983) la cartografía con el nombre de Unidad de Lavas, Brechas y Tobas,

considerándola equivalente a la Formación Volcánicas de Tiara, del norte.

* La “Formación Tacagua”

Esta unidad fue descrita y cartografiada originalmente por DENGO (1951) como

constituida sólo por rocas verdes esquistosas con actinolita, epidoto y otros minerales,

mientras que las zonas donde también aparecen estas rocas verdes, pero intercaladas con

esquisto grafitoso lo denomina “Formación Las Mercedes”.

Años después, en el trabajo de la región Colonia Tovar - Guatire, WEHRMANN (1972)

amplía el significado de esta unidad -probablemente con intenciones de simplificación-,

para incluir las zonas donde el esquisto grafitoso está intercalado con la roca verde

(Formación Las Mercedes del mapa de Dengo), de manera que la nueva “Formación

Tacagua” de Wehrmann, incluye zonas constituidas casi íntegramente por esquisto

grafitoso hasta lugares sólo formados por esquisto verde, pero con afloramientos que

también muestran toda la gama intermedia de proporciones entre las dos litologías. Hoy día

esta mezcla está entendida como una intercalación de sedimentos de una cuenca poco

oxigenada (rocas grafitosas) con cenizas volcánicas (rocas verdes).

En los trabajos de tesis de grado de la UCV de los años 1970s y 1980s, se trabaja por

unidades cartografiables informales, es decir que utilizan la litología o combinación de

Page 107: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

105

litologías que puedan seguirse y levantarse en el campo. En consecuencia en los trabajos de

la región de Puerto Cruz - Caraballeda (dirigidos por S. Talukdar, D. Loureiro y M. Ostos),

para la unidad de Tacagua surge en forma independiente el mismo criterio previo

introducido por Wehrmann.

Este cambio, aparentemente menor y seguramente casi inadvertido por sus autores, fue de

gran importancia en las nuevas interpretaciones sobre el origen y la separación de los

terrenos de la Cordillera de la Costa a partir de 1989.

* Metasomatimo alcalino

Cuando miramos lo escrito en los años 1960s, nos sorprende el uso indiscriminado de una

teoría que estaba de moda en los círculos petrológicos, como es el “metasomatismo

alcalino” para explicar el origen de los plutones de rocas graníticas, interpretando a un

protolito fundamentalmente sedimentario en donde al introducirse potasio (cuya fuente

nunca se explica) se genera una roca granítica (e.g.: GONZÁLEZ SILVA 1972, URBANI 1972,

WEHRMANN 1972). Esta es una idea descartada hoy en día en este contexto.

Para resolver los problemas del metasomatimo y de la naturaleza del protolito de los

cuerpos de gneis granítico del macizo del Ávila hasta Cabo Codera, se realizaron muchos

análisis geoquímicos para utilizar criterios de discriminación, interpretando que los cuerpos

de gneis de composición granítica son mayormente de origen ígneo (e.g.: MATA 1977,

OSTOS 1981, LOUREIRO 1981). Adicionalmente, OSTOS (1987a,b) realiza estudios

microtectónicos del Augengneis de Peña de Mora, deduciendo que este tipo de roca se

formó por procesos de cizalla de un granito de grano muy grueso.

* Naturaleza de los cuerpos de serpentinita

Previo a los conceptos de tectónica de placas, los cuerpos de serpentinita y peridotita

serpentinizada asociados a cadenas montañosas y arcos de islas, se consideraron como

verdaderas intrusiones de magma ultrabásico, esto a pesar de la falta de metamorfismo de

contacto que debería esperarse para las altas temperaturas de los magmas involucrados.

Para ello Harker y Hess interpretan que la temperatura podría ser sustancialmente más baja

debido a la alta presencia de volátiles, mientras que Vogt mantenía que en fundidos ricos en

Page 108: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

106

olivino un alto contenido de hierro también disminuiría la temperatura. H. H. Hess pensó

que la serpentinita cristalizaba en etapas muy tardías de la solidificación de los magmas

ultrabásicos. Por su parte Bowen y Tuttle demostraron experimentalmente que la

serpentinita no puede cristalizar directamente de un magma de esa composición y que más

bien se formó por la absorción de agua a partir de la roca caja (YOUNG 2003) y con ello se

produce la reacción: olivino + agua serpentinita.

Estas discusiones se alargaron desde comienzos del siglo XX hasta los años 1970s

cuando fueron desapareciendo, a medida que se reconoció dentro de la teoría de Tectónica

de Placas, que las ofiolitas -donde se incluye la serpentinita- corresponden a fragmentos de

la litósfera oceánica emplazados en los orógenos como cuñas o lonjas tectónicas y que la

serpentinización, ocurrió por la reacción de esta litósfera oceánica con agua marina

produciendo la serpentinización de las rocas ultramáficas.

Este encuentro de ideas tuvo sus ramificaciones muy positivas en Venezuela, de manera

que como parte del Proyecto de Investigaciones del Caribe dirigido por el Dr. H. H. Hess

de la Universidad de Princeton, en 1951 se envió al doctorando D. B. Mackenzie para

estudiar la Peridotita de Tinaquillo. Desde entonces, este cuerpo ha sido visitado por

muchos geólogos y las muestras han sido muy estudiadas por especialistas de las más

diversas disciplinas, habiéndose publicado más de 30 artículos en la literatura internacional.

En los trabajos de los años 1950s y 1960s en Venezuela se habla de intrusiones de

serpentinita. Es sólo en los trabajos de mediados de los años 1970s y más recientes por M.

Ostos, M. Loubet, M. Seyler y coautores, donde se coloca a Tinaquillo dentro del contexto

de la Tectónica de Placas.

* Estudios en la isla de Margarita y sus repercusiones en la Cordillera de la Costa

Como resultado de los trabajos de la UCV en la isla de Margarita y Araya, dirigidos por

C. González de Juana y M. Vignali, surge un claro entendimiento que la foliación no puede

ser utilizada indiscriminadamente como superficie de referencia para criterios

presuntamente “estratigráficos” y de “superposición de estratos”, en contraposición con la

usanza previa (geólogos de Princeton, MMH y UCV), quienes la utilizaron en forma

Page 109: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

107

semejante a planos de estratificación, midiendo “espesores” de las unidades metamórficas

sin considerar sus plegamientos internos.

De hecho GONZÁLEZ DE JUANA & VIGNALI (1972) y VIGNALI (1972, 1979) documentan

por primera vez la existencia de tres períodos de plegamientos para el oriente del país, lo

que aporta un notable avance en los conceptos aplicables a la cartografía geológica. Pero la

intercalación de las unidades geológicas y su estructura sólo es explicada por los

mecanismos de plegamiento, por lo tanto las interpretaciones no avanzan lo suficiente

como para incluir la indudable presencia de contactos tectónicos entre unidades disímiles.

Para las campañas de la UCV entre 1974 a 1986 ya se dispone de esta experiencia,

corroborándose de la presencia de al menos tres fases de plegamiento principales en las

zonas de Tacagua - Caraballeda (OSTOS 1981), Puerto Cruz - Tacagua (TALUKDAR &

LOUREIRO 1982) y La Sabana - Cabo Codera, El Palito - Maracay, Guatopo y flanco sur

del Ávila (URBANI et al. 1989a,b,c, 1997).

Gráficos estructurales de VIGNALI (1979) referentes a la isla de Margarita y Araya. Izquierda: Esquema del plegamiento que puede confundir las observaciones de campo, ya

que visto de derecha a izquierda luce paralela y “estratificada”, pero en realidad corresponde a una secuencia plegada con la foliación axial.

Derecha: Interpretación de la secuencia de unidades metamórficas de la isla de Margarita sólo invocando a procesos de plegamiento.

Page 110: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

108

Esquema de las relaciones geométricas entre tres fases de plegamiento observadas en la

zona Puerto Cruz - Tacagua, Vargas (TALUKDAR & LOUREIRO 1982)

* Introducción del concepto de napas y terrenos y la subdivisión de la Serranía

del Litoral

Para mediados de los años 1980s el concepto alpino de napas es reintroducido en el norte

de Venezuela por los cooperantes franceses, como STEPHAN (1982), BECK (1985) y BLIN

(1989) desde Barquisimeto a la Cordillera de la Costa, y en el oriente del país por ROSSI

(1985) y CHEVALIER (1987) en el transepto Margarita, Araya y Maturín.

En particular Ch. Beck utilizó este concepto en la Serranía del Interior, modificando la

anterior denominación de “fajas” introducidas por MENÉNDEZ (1966), por napas. Pero

además introduce un cambio de gran importancia, como fue en ubicar a la Filita de

Paracotos como una unidad de cobertura sedimentaria de las rocas ofiolíticas, por

consiguiente une a las unidades de Paracotos, Loma de Hierro, Tiara y otras menores, bajo

su “Napa de Loma de Hierro”.

Page 111: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

109

En el año 1986 habiendo concluido la UCV la cartografía geológica de las regiones de El

Palito - Valencia - Maracay - Turmero, Oritapo - Chuspa - Cabo Codera - Capaya - Birongo

y Guatopo, con varias decenas de tesis de grado individuales, se procede con un proyecto

de integración de dicha geología y elaboración de las hojas geológicas unificadas a escala

1:25.000, culminando en su publicación en el VII Congreso Geológico Venezolano de 1989

(URBANI et al. 1989a,b,c). Con esto se adquiere una clara idea de la distribución espacial de

las unidades, sus relaciones de contacto y significado en el meridiano de Caracas-

Barlovento, de manera que en ese mismo año se presenta un trabajo (URBANI & OSTOS

1989), donde se demuestra que la Serranía del Litoral puede ser dividida en tres franjas de

rocas diferentes, formadas tanto en espacio y tiempo distintos, yuxtapuestas

tectónicamente, definiéndose así las fajas Costera, Ávila y Caracas.

En los años 1980s se llevaron a cabo estudios geoquímicos para interpretar la afinidad de

los ambientes tectónicos de origen de varias unidades de rocas metaígneas máficas (e.g.:

LOUREIRO 1981, OSTOS 1981, NAVARRO 1985). Para esa fecha también se dispuso de unas

pocas edades isotópicas, determinadas por métodos que para esa época eran consideradas

confiables (isocronas Rb/Sr), aportando una edad Proterozoico para el Augengneis de Peña

de Mora (OSTOS et al. 1989), y varias edades paleozoicas para rocas graníticas y gnéisicas

de la Faja Ávila (URBANI 1982, 1985, 1989).

Mapa índice de las tres figuras siguientes. Tomado de URBANI & OSTOS (1989).

Page 112: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

110

Mapa simplificado de la zona de La Sabana - Cabo Codera, Vargas y Miranda.

Tomado de URBANI & OSTOS (1989).

Mapa simplificado de la región de Puerto Cruz - Tacagua, Vargas.

Tomado de URBANI & OSTOS (1989).

Page 113: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

111

Mapa simplificado del macizo del Ávila, Distrito Capital, Vargas y Miranda. Gráfico

tomado de URBANI & OSTOS (1989).

Ahora bien, considerando la foliación como superficie de referencia, en el campo se

observa que muchas unidades se presentan en contacto concordante entre sí y precisamente

por esta circunstancia, en el pasado se habían realizado interpretaciones de una presunta

“secuencia estratigráfica” y edad relativa. Pero la realidad es otra, ya que podían

corresponder a unidades de edades distintas y/o formadas en ambientes geológicos dispares,

además que ya se había entendido que la foliación no podía ser considerada como una

superficie confiable para determinar “secuencias estratigráficas”.

Con este conocimiento queda claro que en muchos casos, cuando están yuxtapuestas

unidades formadas de lugares distintos del espacio - tiempo, a pesar de la concordancia de

Page 114: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

112

la foliación, los contactos originales son de naturaleza tectónica, posteriormente

enmascarados por una etapa de metamorfismo de bajo grado (facies del esquisto verde) que

afectó a todas las rocas, tanto a las más viejas (e.g.: Peña de Mora), como las más jóvenes

(e.g.: Chuspita). Adicionalmente OSTOS (1984, 1987a,b, 1990) realiza estudios meso y

microtectónicos de los contactos entre algunas unidades y efectivamente demuestra su

naturaleza tectónica, e inclusive determina la dirección de transporte tectónico.

En la síntesis geológica de varios sectores de la Serranía del Litoral que presentan

URBANI & OSTOS (1989), los contactos entre las rocas de las distintas fajas se representan

como fallas de corrimiento con buzamiento al norte (los buzamientos han sido

comprobados por información de campo). Estos criterios son continuados y aún más,

corroborados en trabajos posteriores, hasta plasmarlos a lo largo de toda la Cordillera de la

Costa en el Atlas de URBANI & RODRÍGUEZ (2004).

Page 115: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

113

2.5. SISTEMÁTICA DE LAS UNIDADES DE ROCAS ÍGNEAS Y

METAMÓRFICAS DEL NORTE DE VENEZUELA

2.5.1. FAJAS, NAPAS Y TERRENOS

La Cordillera de la Costa desde un punto de vista geográfico se divide en las serranías del

Litoral y del Interior, separadas por una serie de valles intramontanos controlados por el sistema

de fallas de La Victoria, el cual es un rasgo subvertical y de edad Plio-Pleistoceno. Estas

montañas se formaron como parte de los fenómenos de interacción entre las placas Caribe y

Suramericana.

MENÉNDEZ (1966) subdividió las unidades de rocas ígneas y metamórficas de la CdlC en

cuatro fajas tectónicas, a saber: Cordillera de la Costa (FTCdlC), Caucagua-El Tinaco, Paracotos

y Villa de Cura. Posteriormente, BELL (1968) definió otras tres fajas en la zona piemontina del

sur, constituidas sólo por rocas sedimentarias las cuales no se considerarán a los efectos del

presente trabajo. MARESCH (1974) fue el primero en considerar la Cordillera en el contexto de la

tectónica de placas e interpreta que la faja de las volcánicas de Villa de Cura tiene su origen en un

arco de islas. Un reciente resumen de la evolución de la Cordillera de la Costa en el contexto de

la interacción de las placas Caribe y Suramericana es el presentado por PINDELL et al. (2005).

La faja tectónica de la Cordillera de la Costa de (FTCdlC) de MENÉNDEZ (1966) abarca toda

la Serranía del Litoral, mientras que sus otras fajas corresponden a la Serranía del Interior.

STEPHAN (1982) reconoce la existencia de una estrecha franja costera de rocas con asociaciones

de minerales metamórficos de alta presión - baja temperatura acuñando el nombre de Faja

Margarita-Costera, separada del resto de la anterior FTCdlC. BECK (1986) estudió la Serranía del

Interior y con base a su estructura introduce el concepto de napas, como las “Napas de Aragua”

donde se incluyen a las napas de Caucagua-El Tinaco, Loma de Hierro y Villa de Cura.

El término faja se ha utilizado como un concepto no genético en un contexto bastante

geográfico como un cinturón de rocas con características en común; napa tiene un significado

netamente tectónico de emplazamiento como lonjas de corrimientos, mientras que terreno se

aplica a bloques alóctonos que han ido adosando en algún sistema montañoso. En consecuencia,

en algunos casos un terreno también puede ser una napa, así mismo una faja puede estar

constituida por uno o varios terrenos. En este trabajo se subdivide la Cordillera de la Costa

Page 116: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

114

usando los conceptos de fajas, terrenos y napas, donde la evolución de tal nomenclatura según

diversos autores, se resume en la tabla siguiente.

Subdivisión de la Cordillera de la Costa (fajas / napas / terrenos).

MENÉNDEZ (1966), fajas

STEPHAN (1982), fajas

BECK (1986), napas

URBANI & OSTOS (1989), fajas

Este trabajo: fajas terrenos / fajas

Terreno Tacagua (Aroa?) Margarita- Costera - Costera Faja Costera

Terreno Nirgua Ávila Faja Ávila Faja Ávila

Cordillera de la Costa

Cordillera de la Costa -

Caracas Faja Caracas Faja Caracas

Caucagua - El Tinaco

Caucagua – El Tinaco

Caucagua – El Tinaco - Faja Caucagua

- El Tinaco

Terreno Tinaco Terreno Tucutunemo Terreno Caucagua Terreno Paracotos

Paracotos Paracotos Loma de Hierro - Faja Loma de

Hierro Terreno Loma de Hierro Terreno Villa de Cura Villa de

Cura Villa de Cura

Villa de Cura - Faja Villa de

Cura Terreno San Sebastián

En 1989 con los mapas geológicos a escala 1:25.000 para la región de Caracas, completados

por estudiantes y profesores del Departamento de Geología de la Universidad Central de

Venezuela, se hizo evidente que el área previa de la FTCdlC de MENÉNDEZ (1966) se podía

separar en tres fajas distintivas. Estas fueron definidas por URBANI & OSTOS (1989) de norte a

sur, como fajas Costera, Ávila y Caracas. En el año 2000 se comenzó un proyecto de integración

de los mapas geológicos de la CdlC a escala 1:25.000, junto a una actualización de la

nomenclatura siguiendo las recomendaciones para unidades litodémicas de la NACSN (1983).

Para la CdlC se han denominado formalmente 82 unidades geológicas cuya descripción

individual aparece en URBANI (2000b), mientras que su distribución areal aparece en los mapas

de URBANI & RODRÍGUEZ (2004, a 1:25.000) y HACKLEY et al. (2006, a 1:750.000). En las 146

hojas de URBANI & RODRÍGUEZ (2004), se revela la continuidad de las fajas Costera, Ávila y

Caracas, previamente cartografiadas solamente en la región de Caracas, pero ahora reconocidas a

lo largo de toda la Serranía del Litoral. De manera que este trabajo sirvió para confirmar que la

CdlC puede ser dividida en seis fajas tectónica- y geocronológicamente distintas, cuyas

características se resumen en la Tabla 2. Entonces, en la Serranía del Litoral tenemos las fajas

Costera, Ávila y Caracas. Mientras que en la Serranía del Interior, la faja de Loma de Hierro se

integra por dos terrenos: Paracotos y Loma de Hierro (sensu stricto); la faja Caucagua-El Tinaco

a su vez puede clasificarse como un terreno; así mismo, la anteriormente no dividida faja de Villa

Page 117: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

115

de Cura la separamos en dos terrenos: Villa de Cura (sensu stricto) y San Sebastián. El mapa

geológico de HACKLEY et al. (2006) muestra esta subdivisión. Todos los terrenos de la Serranía

del Interior estructuralmente corresponden a napas.

Mapa y sección esquemática de la parte central de la Cordillera de la Costa. Simplificado a partir de HACKLEY et al. 2006 y la sección principalmente de BECK 1986).

S: Gneis de Sebastopol, basamento Paleozoico de la Faja Caracas.

Los terrenos consisten en bloques que han sido rotados y trasladados en dirección relativa

hacia el Este, durante los procesos de interacción entre las placas Caribe y Suramericana. Las

unidades correspondientes a la aquí denominada faja Caracas, al igual que otros autores (e.g.:

Page 118: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

116

STEPHAN 1982, PINDELL et al. 2005, Figura 18J), las consideramos para-autóctonas. Igualmente

la Faja Ávila la consideramos para-autóctona, como un bloque de la corteza continental

mayormente paleozoica circundante y suturada al Escudo de Guayana, pero también con

elementos neoproterozoicos, exhumado bajo un régimen de relevo transpresivo, máxime en

tiempos plioceno-cuaternarios, limitado por sistemas de fallas dextrales este-oeste, como son las

de San Sebastián y Macuto al Norte y El Ávila y la Victoria al Sur. Aquí se incluyen elementos

con metamorfismo hasta de alto grado con afinidad a rocas grenvillianas (GRANDE & URBANI

2009).

Un resumen de las características de los distintos terrenos se muestra en la tabla siguiente.

Page 119: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

95

Resumen de las principales características de la Cordillera de la Costa.

Faja Terreno Protolito, etc. Edad de los elementos

Fase meta-mórfica “vieja”

Fase mata-mórfica “joven”

Obs.

Aroa ?

Sedimentos pelíticos (ricos en MO) interestratificados con elementos volcánicos

Cuenca oceánica de ambiente reductor relativamente cercana al Arco (~3% de elementos volcánicos). U: Esquisto de Aroa

Costera

Tacagua

Sedimentos pelíticos (ricos en MO) interestratificados con elementos volcánicas

Cretácico Tardío ? --

Cuenca oceánica de ambiente reductor cercana al Arco (casi 30% de elementos volcánicos). Unidad sin subducir. U: Esquisto de Tacagua

Nirgua

Rocas de CC mezcladas con ocasionales elementos de LO

Paleozoico a Cretácico Temprano

AP-BT ~70 km

Esquisto verde (clorita)

Unidad subducida. U: Complejo Nirgua, Mármol de Antímano.

Ávila Faja Ávila

Mayormente sedimentos siliciclásticos + con intrusiones de granitoides + elementos máficos (raros)

Proterozoico a Pérmico

Granulita? anfibolita, anfibolita epidótica

Esquisto verde (clorita)

Bloque continental U: Complejo San Julián, Augengneis de Peña de Mora, metaplutónicas (Guaremal, Chroroní, Todasana, …)

Las Mercedes Sedimentos

pelíticos (ricos en MO) Cretácico Tardío ?

Cuenca oceánica de ambiente reductor. Margen pasivo del norte de la PSA. Para-autóctono? U: Esquistos de Las Mercedes y Chuspita

Caracas

Las Brisas Sedimentos psamíticos depositados sobre un basamento granítico Silúrico

Jurásico Tardío

-- Esquisto verde (clorita)

Cuenca marina de aguas someras. Margen pasivo del norte de la PSA. Para-autóctono? U: Esquisto de Las Brisas discordante sobre Gneis de Sebastopol (Silúrico)

f

f

f

?

Page 120: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

96

El Tinaco

Manto subcontinental y corteza continental inferior + intrusiones trondjemíticas + cobertura sedimentaria

Neoprotero-zoico Cretácico

Granulita, anfibolita --

Peridotita, granulitas, rocas metasedimentarias con intrusiones trondjemíticas U: Peridotita de Tinaquillo, Gneis de La Aguadita (S.S.), Esquisto de Tinapú (S.S.), Trondj. La Gloria Cobertura discordante de unidades sedimentarias y volcanosedimentárias. U: Formación Las Placitas, Volc. Pilancones, Brecha Ígnea de Sabana Larga

Cauca-gua-El Tinaco

Tucutu-nemo

Sedimentos pelíticos y psamíticos + intrusiones + cobertura sedimentaria

Paleozoico? Pérmico – Cretácico Tardío

Anfibo-lita, anfibolita epidótica --

Metasedimentos intrusionados por granitoides (U: Gneis de "La Aguadita-Centro", Metagranodiorita de Las Guacamayas, Esquisto de Curucujul, (ex-Tinapú-Este), Gneis Tonalítico de Curiepe)

Cobertura discordante de unidades sedimentarias y volcanosedimentárias. U: Filita de Tucutunemo., Capas de La Candelaria y de Orupé

Caucagua

Sedimentos pelíticos y psamíticos + intrusiones + cobertura sedimentaria

Paleozoico? Cretácico Tardío

Anfibolita epidótica --

Esquisto verde (clorita)

Metasedimentos intrusionados por granitoides U: Gneis de "La Aguadita-Este", Rocas de Conoropa,

Cobertura discordante de unidades sedimentarias y volcanosedimentárias. Cuenca oceánica de ambiente reductor relativamente cercana al Arco. U: filitas de Urape y Muruguata

Paracotos Depósitos turbidíticos Unidad turbiditica de cuenca al noroccidente de la SAP U: Filita de Paracotos

Loma de Hierro Loma de

Hierro

Rocas de litósfera oceánica + cobertura sedimentaria

Cretácico Tardío --

Prehnita-pumpell. a esquisto verde (clorita)

Asociación ofiolítica U: Ofiolita de Loma de Hierro (Metabasalto de Tiara, Gabro de Mesia, Peridotita de Loma de Níquel) +

cobertura volcanosedimentaria (capas de Río Guare y Boca de Oro)

Villa de Cura

Mayormente volcaniclásticas

Cretácico Temprano

AP – BT (~30 km) ?

Rocas de antearco sometidas a subducción. U: Asoc. Volc. Villa de Cura (Metatoba de El Caño-El Chino, Metalava de El Carmen, Granofel de Santa Isabel).

Villa de Cura Belt: San

Sebastián Rocas de arco volcánico Cretácico Temprano ? -- Prehnita-

pumpell.

Arco de isla. U: Volc. de Las Hermanas y Tiramuto, rocas máficas y/o ultramáficas de Apa, Chacao, Cerro Pelón, Cantagallo y Platillón.

Abreviaturas: AP - BT: metamorfismo de alta presión - baja temperatura que se produce en un ámbito de subducción. PSA: Placa Suramericana. MO: materia orgánica. CC: corteza continengtal. LO: litósfera oceánica. U: unidades geológicas. f: fallas.

f

f

f

f

Page 121: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

95

2.5.2. LAS UNIDADES GEOLÓGICAS

A manera introductoria conviene recordar que desde el XIV Congreso Internacional de

Geología celebrado en 1929 en España, se creó la comisión del Léxico Estratigráfico

Internacional, que recomienda la creación de comisiones locales que elaboraran sus respectivos

léxicos estratigráficos. El Venezuela un grupo de destacados profesionales del Ministerio de

Minas e Hidrocarburos, de las empresas petroleras y de la UCV, se abocaron en su realización,

resultando en una obra de excepcional calidad, el Léxico Estratigráfico de Venezuela de 1956,

con ediciones en español y en inglés. Esta obra sienta precedentes para la geología de Venezuela

y todavía es referencia obligada para la descripción de las unidades geológicas de mayor data.

En ocasión del IV Congreso Geológico Venezolano, en 1970 se edita la segunda edición del

Léxico, que es sucedida en 1997 por la publicación electrónica Código Geológico de Venezuela

(CGV), coordinada inicialmente por el Dr. Wolfgang Scherer y disponible desde entonces a

través de Internet en la página www.pdvsa.com/lexico, que adicionalmente incluye los textos de

las versiones de las dos ediciones anteriores de 1956 y 1970 (SCHERER 1997). Con base a la

información de esta publicación digital del CGV, el mismo año el Ministerio de Energía y Minas

saca a la luz una edición en papel, pero con tantas deficiencias y errores que hemos recomendado

no utilizarlo y en su lugar emplear sólo la versión electrónica. El Código Geológico se ha

convertido en una verdadera “herramienta informática para el profesional de las ciencias de la

tierra”, incrementándose continuamente tanto su contenido, como el uso e impacto entre

profesionales y estudiantes de estas disciplinas, por ello es fundamental la cooperación de los que

trabajan en las distintas regiones del país, en aportar publicaciones que permitan mejorar las

entradas de las diversas unidades geológicas.

Entre las actividades relacionadas con la definición, descripción y cartografía geológica de las

unidades geológicas de la Cordillera de la Costa, en años recientes se publicó la descripción de 87

unidades (URBANI 2000b), complementándose con 146 mapas a escala 1:25.000 de la mayor

parte de la Cordillera (URBANI & RODRÍGUEZ 2004).

En los últimos cinco años, en el marco del proyecto GEODINOS G200200478 financiado por

FONACIT y ejecutado bajo la coordinación del Dr. Michael Schmitz por personal de FUNVISIS

y UCV, se ha continuado el proceso de levantamiento e integración de los mapas geológicos de

Page 122: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

96

otras regiones del norte del país, donde afloran rocas ígneas y metamórficas, incluyendo el

análisis y la recopilación en bases de datos de la información petrográfica y geoquímica. Esto se

ha venido haciendo por medio de 34 tesistas en geología de pre y postgrado, a saber: COELLO

(2012), NEVADO (2012), GÓMEZ (2012), SÁNCHEZ (2012), HURTADO (2012), MENDI (2012),

JAIMES (2011), REATEGUI (2011), ICHASO (2011), RICCI (2011), VISCARRET (2009), AZANCOT

(2009, MUÑOZ & RODRÍGUEZ (2009), CABRERA (2008), MARTÍNEZ & VALLETTA (2007),

LOZANO & MUSSARI (2007), ALVARADO (2006), PETRASH & REVANALES (2006), CALDEVILLA

(2006), SUEIRO & URBINA (2005), REKOWSKI & RIVAS (2005), MENDI & RODRÍGUEZ (2005),

ANDRADE (2005), ANGULO & JURADO (2004), AZUARTE (2004), NIETO (2004) y BUKOR &

TAGLIAFERRO (2004) y URBANI & RODRÍGUEZ (2004).

Con estos trabajos ya se han elaborado y publicado 233 hojas geológicas, que han tenido un

gran impacto en la redefinición y cambios de la nomenclatura de las unidades, en especial porque

al integrar toda la información previa, se encuentran muchas deficiencias en las descripciones, o

fallas severas en la cartografía geológica y nomenclatura.

A título metodológico conviene señalar lo siguiente:

- Para los nombres de las unidades ígneo-metamórficas se han utilizado las recomendaciones

de la “Comisión Norteamericana de Nomenclatura Estratigráfica” (NACSN), dado que su versión

de 1983 y otras anteriores, fueron las previamente utilizadas por la “Comisión Venezolana de

Estratigrafía y Terminología” coordinada por el Ministerio de Energía y Minas (CVET 1970), así

como por el “Comité Interfiliales de Estratigrafía y Nomenclatura” de PDVSA (CIEN 1997),

ambos cuerpos inactivos desde 1997. También existe la “Guía Estratigráfica Internacional”

(SALVADOR 1994), pero esta publicación prácticamente ignora a las rocas ígneas y metamórficas,

por ello preferimos las pautas de NACSN (1983, 2001, 2005), que son muy precisas y adecuadas

para este tipo de rocas, que generalmente no pueden ser tratadas con el principio de la “ley de

superposición de estratos”, denominadas en consecuencia como unidades litodémicas. En este

trabajo seguimos los artículos 31 al 42 de NACSN (2005), incluyendo la provisión que considera

válidas las publicaciones electrónicas (NACSN 2001).

Las unidades de alto rango como Asociación o Complejo, deben estar subdivididas en

unidades menores, pero no necesariamente éstas deben ser formales y tener un nombre

geográfico asociado. De hecho como se ve en este trabajo, algunas asociaciones están

subdivididas en múltiples unidades menores (litodemos) y más bien sería inconveniente darle un

Page 123: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

97

nombre geográfico formal a cada una, por la complejidad que esto acarrearía. La equivalencia

entre las propuestas de SALVADOR (1994) y NACSN (1983, 2005) es la siguiente:

SALVADOR (1994) NACSN (1983, 2005), inglés NACSN (1983, 2005), español Súpergrupo Supersuite Superasociación Grupo Suite, Complex Asociación, Complejo Formación Lithodeme Litodemo Miembro Lithodeme Litodemo

- Todas las unidades y subunidades que se enumeran en este capítulo, ya tengan nombres

geográficos asociados o no, se encuentran debidamente cartografiadas en los mapas geológicos a

escala 1:25.000 de URBANI & RODRÍGUEZ (2004), e igualmente han sido descritas en el formato

del CGV en las obras de integración que se mencionan para cada región.

- Por la naturaleza esquemática de esta sección, se citan sólo a pocos autores que

corresponden a los principales trabajos de cartografía geológica, pero las listas exhaustivas de

referencias bibliográficas se encuentran en los trabajos de unificación que se citan en cada caso.

- En la lista que sigue se presentan las unidades en forma jerárquica de mayor a menor rango,

utilizando para ello diferentes niveles de tabulación de izquierda a derecha. Los nombres

geográficos de las unidades se expresan en letras negritas.

- Según se requiera y por las particularidades de cada región, se presentan clasificaciones o

explicaciones adicionales, como la distribución de las unidades por napas/terrenos, la naturaleza

de las rocas, su edad, o características tectónicas como alóctono, parautóctono o autóctono.

- Las nuevas unidades propuestas se indican como “nombre nuevo” y se constituyen en

recomendaciones del presente trabajo, si bien requerirá a futuro la publicación de los detalles

correspondientes.

- Las unidades de mayor data que no han sido incluidas en el CGV, se denotan como “no

incluido en CGV”. La falta de inclusión previa de algunas unidades debidamente descritas puede

ser debida a omisiones por parte de los compiladores o por desconocimiento de la literatura

relevante.

Page 124: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

98

A continuación se presenta la estructura de unidades y subunidades de rocas ígneas y

metamórficas del norte del país, en el contexto de las fajas o terrenos. El orden jerárquico se

visualiza a través de las tabulaciones, de derecha (mayor jerarquía) a izquierda (menor jerarquía).

CORDILLERA DE LA COSTA

Esta es la región más extensa de aquellas donde afloran rocas ígneas y metamórficas en el

norte del país, así como la más compleja geológicamente. El gran número de unidades que han

sido descritas se presentan a continuación en orden geográfico de norte a sur y se subdividen

según los conceptos de fajas, napas o terrenos, tratados en la sección precedente.

Fajas de la Serranía del Litoral

* Faja costera

Esta es una franja estrecha paralela a la costa del mar Caribe y se divide en dos terrenos.

Terreno Nirgua

Complejo Nirgua (unidad mayoritaria constituida de varias unidades informales)

Unidades minoritarias

Mármol de Antímano

Esquisto verde de Agua Viva

Peridotita Serpentinizada de La Bimba

Serpentinita (varios cuerpos sin nombre formal)

Terreno Tacagua

Esquisto de Tacagua

Esquisto de Aroa (parcialmente semejante al Terreno Caucagua)

* Faja Ávila

Complejo San Julián (unidad mayoritaria constituida por varias unidades informales)

Unidades minoritarias

Unidades de granitoides

Metagranito de Naiguatá

Page 125: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

99

Gneis de Colonia Tovar

Gneis Granítico de Choroní

Gneis Cabriales

Metagranito de Guaremal (Cámbrico)

Gneis de Yaritagua

Augengneis de Peña de Mora (Mesoproterozoico)

Unidades de rocas plutónicas intermedias

Metaígneas de Tócome

Metaígneas de Cabo Codera

Metatonalita de Caruao

Metadiorita de Todasana (Cámbrico)

Unidad mixta con metasedimentos y metaígneas de alto grado

Complejo El Guayabo (nombre nuevo) (probablemente Neoproterozoico)

* Faja Caracas

Asociación Metasedimentaria Caracas

Esquisto de Chuspita

Esquisto de Las Mercedes (unidad mayoritaria)

Mármol de Los Colorados

Esquisto de Las Brisas

Mármol de Zenda

Metaconglomerado de Baruta (no aparece en el CGV)

Metaconglomerado de La Mariposa (no aparece en el CGV)

Esquisto de Mamey (parcialmente equivalente al Esquisto de Las Brisas)

Serpentinita (varios cuerpos sin nombre formal)

Gneis de Sebastopol (Silúrico)

Fajas de la Serranía del Interior Aquí se incluyen tres fajas con estructura de napas (klipes) que fueron denominadas “Napas de

Aragua” por BECK (1986).

Page 126: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

100

* Faja Caucagua - El Tinaco (terreno, napa)

Terreno El Tinaco

Complejo El Tinaco (unidad mayoritaria)

Gneis de La Aguadita

Esquisto de Tinapú

Peridotita de Tinaquillo

Serpentinita de El Chupón

Hornblendita - gabro - diorita - basalto. Pequeños cuerpos sin nombre formal.

Trondjemita de La Gloria (integra a los plutones de Tinatepo, Carrizal y Las Carpas).

Metabasalto de Pilancones

Brecha ígnea de Sabana Larga

Filita de Las Placitas

Terreno Tucutunemo

Filita de Tucutunemo (unidad mayoritaria)

Metabasalto de Los Naranjos

Unidades varias ordenadas por su aparición de este a oeste

Gneis Tonalítico de Curiepe

Metadiorita de La Guacamaya

Complejo Conoropa

Gneis Granítico de San Vicente

Metaconglomerado de Charallave

Capas de La Candelaria

Capas de Orupé

Serpentinita. Varios cuerpos sin nombre formal, entre ellos la “Serpentinita de San

Antonio”, inválido por sinonimia. Estos cuerpos podrían ser parte del Terreno Loma de

Hierro.

Terreno Caucagua (semejante al Terreno Tacagua)

Filita de Urape

Filita de Muruguata

* Faja de Loma de Hierro

Terreno Paracotos (napa)

Page 127: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

101

Filita de Paracotos (única unidad)

Terreno Loma de Hierro (napa)

Ofiolita de Loma de Hierro (unidad mayoritaria)

Metabasalto de Tiara

Metagabro de Mésia (nuevo nombre)

Metaperidotita de Loma de Níquel (nuevo nombre)

Otras unidades

Capas de Río Guare

Capas de Boca del Oro (sustituye a la “Formación Aragüita” de OXBURGH 1965)

Serpentinita de Las Peñas Negras (no aparece en el CGV)

Serpentinita de La Yaguita (no aparece en el CGV, aflora en la zona de El Tinaco,

probablemente pertenece a este terreno).

Serpentinita (varios cuerpos sin nombre formal)

* Faja de Villa de Cura

Terreno Villa de Cura (napa)

Complejo Villa de Cura

Matatoba de El Caño / Metatoba de El Chino (sin diferenciar)

Metalava de El Carmen

Granofel de Santa Isabel

Terreno San Sebastián (Napa)

Unidades volcánicas

Metabasalto de Las Hermanas (unidad mayoritaria)

Metatoba de Tiramuto

Unidades plutónicas con series de rocas ultramáficas (dunita) a máficas (gabro).

Metabásicas de Apa

Metabásicas de Chacao

Unidades plutónicas máficas

Gabro de Cantagallo

Diorita Piroxénica de Platillón

Diorita hornbléndica (sin nombre formal)

Page 128: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

102

PENÍNSULA DE ARAYA

Los trabajos básicos de cartografía geológica fueron realizados por tesistas de la UCV (entre

1960 y 1961), SCHUBERT (1972) y CHEVALIER (1987). La integración geológica de esta región

fue realizada por ALVARADO (2006), quien sigue mayormente el esquema del último autor, e

incluye 21 mapas a escala 1:25.000, con las siguientes unidades y subunidades:

Alóctono

Unidades de alto grado metamórfico

Complejo Manicuare

Unidad superior

Unidad media

Unidad inferior

Probable cobertura metasedimentaria del sustrato metaofiolítico

Complejo El Maguey (nombre nuevo) (Cretácico)

Metarenisca y mármol

Mármol y lava

Complejo Laguna Chica

Metavolcanosedimentarias sin carbonatos

Unidad grafitosa

Sustrato metaofiolítico desmembrado (litósfera oceánica)

Ofiolita de El Copey

Metabasalto

Metagabro

Serpentinita y peridotita serpentinizada

Parautóctono (margen continental pasivo)

Al sur de la falla de Laguna Grande

Complejo Estructural Lechozal (al sur de Carúpano. No aparece en el CGV)

Esquisto de Güinimita

Esquisto de Carúpano

Esquisto grafitoso

Serpentinita (probablemente olistolitos)

Esquisto de Tunapui

Page 129: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

103

PENÍNSULA DE PARIA

La cartografía geológica del sector entre Río Caribe y Boca del Dragón proviene de tesistas

de la UCV (años 1964 y 1968), mientras que la parte entre Carúpano y Tunapui es de SEIJAS

(1972) y CAMPOS (1981). Los trabajos fueron integrados en 33 hojas a escala 1:25.000 por

PETRASH & REVANALES (2006). La nomenclatura se resume como sigue:

Autóctono (magmatismo de arco de islas)

Riolita Porfídica de Rivilla (nombre nuevo) (Plioceno)

Alóctono (sustrato metaofiolítico: litósfera oceánica y complejo de subducción)

Ofiolita de El Copey

Metagabro

Metaperidotita (hornblendita piroxénica)

Serpentinita

Melange tectónico (serpentinita, metagabro, esquisto glaucofánico y esquisto grafitoso)

Parautóctono

Metasedimentos de margen continental pasivo

Esquisto de Güinimita

Esquisto de Carúpano

Esquisto de Uquire

Esquisto de Cariaquito

Esquisto de Yacua

Mármol de Patao

Esquisto de Guatay

Esquisto de Tunapui

Esquisto de Macuro

Mármol de Yaguaraparo (no aparece en el CGV)

Mármol de La Horqueta

Fragmentos de basamento granítico protomilonitizado

Gneis de Dragón

Gneis de El Mango

Page 130: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

104

ISLA DE MARGARITA

La isla de Margarita ha sido cartografiada casi en su totalidad por tesistas de la UCV (entre

1952 a 1983). Otros trabajos cartográficos fundamentales son aquellos de TAYLOR (1960),

MARESCH (1973), NAVARRO (1974) y CHEVALIER (1987). Una revisión del estado actual puede

consultarse en MARESCH et al. (2009, 2010).

La integración de cerca de un centenar de trabajos fue realizada por REKOWSKI & RIVAS

(2005) produciendo 18 mapas geológicos a escala 1:25.000. Dada la gran complejidad

estructural, las unidades se presentan según su grado de metamorfismo y se separan las unidades

aflorantes en Paraguachaoa, de aquellas de Macanao.

Margarita oriental (Paraguachoa)

Rocas ígneas no metamorfizadas

Basalto, diabasa, gabro (diques)

Formación Los Frailes

Rocas con metamorfismo de bajo grado

Rocas graníticas

Metagranodiorita de Agua de Vaca (no aparece en el CGV)

Metagranito de El Salado

Metatrondjemita de Matasiete

Filita de Manzanillo

Complejo Los Robles

Mármol de El Piache

Unidad metavolcanosedimentaria

Unidad carbonática

Unidad grafitosa

Rocas con metamorfismo de alto grado

Complejo Juan Griego

Unidad media (Con cuerpos menores incluidos de eclogita)

Unidad inferior

Cuarcita y esquisto cuarzo micáceo granatífero con o sin grafito

Cuerpos menores incluidos de eclogita, metamaficas sin diferenciar (gabro, anfibolita,

Page 131: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

105

basalto, eclogita) y metaultramáficas sin diferenciar (dunita, peridotita, serpentinita)

Gneis de San Juan Bautista (Boquerón según CHEVALIER 199?)

Súper-asociación Paraguachí

Gneis de Guayacán

Complejo La Rinconada (no aparece en el CGV. Las unidades I, II y III de MARESCH

1973 corresponden a distintas zonas metamórficas)

Zona de cizallamiento de Manzanillo (nombre informal para designar una extensa zona

cizallada dentro de La Rinconada)

Complejo Cerro El Copey (nombre nuevo) (Cretácico)

Serpentinita

Harzburgita

Margarita occidental (Macanao)

Rocas ígneas no metamorfizadas (sin nombres formales)

Basalto, diabasa, gabro (diques)

Pegmatita (apófisis)

Rocas de metamorfismo de alto grado

Complejo ¿Los Robles?

Unidad carbonática

Con cuerpos de mármol masivo

Unidad grafitosa

Unidad metavolcanosedimentaria

Cuerpos menores incluidos de anfibolita, eclogita, metagabro y metaultramáficas sin

diferenciar (serpentinita, peridotita, dunita, clinopiroxenita)

Complejo Juan Griego

Unidad media

Cuerpos menores incluidos de anfibolita, esquisto anfibólico, metagabro, eclogita y

mármol

Unidad inferior

Page 132: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

106

PENÍNSULA DE PARAGUANÁ

El principal trabajo de los cerros Arajó, Santa Ana y El Rodeo es el de MARTÍN & ITURRALDE

(1972) quienes establecen la descripción y nomenclatura básica, luego simplificada

adecuadamente por MISTAGE et al. (1989), si bien este último trabajo no ha sido recogido en el

CGV. Para la zona de Pueblo Nuevo - Cocodite se tiene el trabajo de MACDONALD (1968).

Las unidades fueron descritas e integradas por MENDI & RODRÍGUEZ (2005), en 12 hojas

geológicas a escala 1:50.000 y 1:25.000, quienes siguen el siguiente esquema de nomenclatura:

Unidades de litosfera oceánica (cerros de Arajó, Santa Ana, Capuana, Tausabana, El Rodeo)

Zona máfica-ultramáfica de Paraguaná” (nombre informal de MARTÍN & ITURRALDE 1972)

Basalto de Santa Ana

Basalto porfídico

Basalto afanítico

Diabasa de Arajó (no aparece en el CGV)

Gabro de Capuana (no aparece en el CGV)

Leucogabro

Gabro saussuritizado

Gabro pegmatítico gnéisico

Gabro olivinífero-piroxénico de Siraba (no aparece en el CGV)

Peridotita de El Rodeo (no aparece en el CGV)

Ultramáficas con alteración sílico-ferruginosa

Harzburgita

Dunita

Unidades de corteza continental (cerros de Pueblo Nuevo y Cocodite)

Filita de Pueblo Nuevo

Metagranodiorita de El Amparo

Complejo Miralejos (pre-Devónico?, no aparece en el CGV)

Page 133: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

107

MACIZO DE EL BAÚL

Este macizo tiene una larga historia de estudios geológicos (VISCARRET & URBANI 2010),

siendo MARTÍN (1961) quien establece la nomenclatura aceptada hoy en día. La autora separa las

rocas volcánicas en dos asociaciones sin nombre formal (Latita Cuarcífera y Riolita). También

incluyó dos unidades con problemas de sinonimia (Casupal y Valle Hondo). Estas deficiencias de

nomenclatura fueron subsanadas por la misma autora (MARTÍN en MOTICSKA 1997).

Recientemente se han reactivado los estudios de geología de superficie, petrología y

geocronología en esa región (VISCARRET et al. 2007, URBANI 2005b, VISCARRET 2009), por lo

cual se proponen nuevos esquemas de nomenclatura y edades.

Esquema de la nomenclatura de las unidades geológicas del macizo de El Baúl. MARTÍN (1961) MARTÍN (1989, en MOTISCKA 1997) Este trabajo (4) 1- Rocas de origen sedimentario

Grupo El Barbasco Grupo El Barbasco Asociación Metasedimentaria El Barbasco

Formación Cañaote Formación Cañaote Cuarcita de Cañaote Seudo-gneis de Cayetano Seudo-gneis de Cayetano (5) Formación Cerrajón Formación Cerrajón Metapelita de Cerrajón Miembro Jobito Miembro Jobito Metalimolita de Jobito Formación Mireles (1) Formación Mireles Filita de Mireles 2- Rocas volcánicas Grupo Volcánico de Guacamayas (3) Grupo Volcánico de Guacamayas Súper-Asociación Guacamayas Asociación Latita Cuarcífera Formación latita cuarcífera El Peñón Asociación Latítica El Peñón Latita cuarcífera de El Oso Miembro El Oso Latita de El Oso Riolita latítica de La Segoviera Miembro La Segoviera Riolita de La Segoviera Asociación Riolítica Formación Riolítica Teresén Asociación Riolítica Teresén Riolita de Valle Hondo Miembro La Bandola Riolita de La Bandola Riolita de Casupal Miembro Tirado Riolita de Tirado Riolita de El Corcovado Miembro El Corcovado Riolita de El Corcovado 3- Rocas plutónicas Intrusiones tardías máficas Intrusiones tardías máficas Intrusiones tardías máficas Granito Alcalino de El Baúl Granito Alcalino de El Baúl Asociación Granítica El Baúl Intrusiones tardías (aplita) Intrusiones tardías (aplita) Intrusiones tardías (aplita) Sienita Sienita Sienita de Ave María Facies Mata Oscura (2) Facies Mata Oscura Granito de Mata Oscura Facies Piñero (2) Facies Piñero Granito de Piñero Facies Mogote (2) Facies Mogote Granito de Mogote

Nombres acuñados por: (1) ROD (1955), (2) LEUZINGER (1953), (3) BLACK (1956) y publicado por MARTÍN (1961, 1989). (4) Modificado de URBANI (2005b) con la información de VISCARRET (2009) y reinterpretaciones posteriores. (5) El seudo-gneis de Cayetano corresponde a un metaconglomerado no cartografiable a escala 1:25.000, en consecuencia no puede ser considerado como una unidad válida, pero tiene el interés de corresponder con el "Complejo basal (Gneis), Precámbrico" señalado por LEUZINGER (1953).

Page 134: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

108

Comparación de las edades del macizo de El Baúl según distintos autores (tomado de VISCARRET & URBANI 2010)

Unidad geológica Método, autores y edades previas Viscarret (2009) (1) Volcánicas: Riolita de La Segoviera

K-Ar MACDONALD & OPDIKE (1974)

192±3,8 / 195±3,9 (Jurásico Temprano)

283,3±2,5 (Pérmico Temprano)

Riolita de El Corcovado Interpretado MARTÍN (1961) Triásico-Jurásico 286,4±2,8

(Pérmico Temprano)Granito de Piñero Interpretado ANÓNIMO (1997) Carbonífero-Pérmico 289±2,9 Granito de Mata Oscura Interpretado ANÓNIMO (1997) Carbonífero-Pérmico 294,1±3,1

(Pérmico Temprano)

Metasedimentarias: Cerrajón y Cañaote Interpretado MARTÍN (1961) Cámbrico Tardío al

Ordovícico?

post-Tremadociano a pre-Pérmico Temprano

Filita de Mireles Paleontología MARTÍN (1961) Tremadociano (2) Tremadociano

Granito de Mogote K/Ar / Rb/Sr FEO-CODECIDO (1963)

270±10 / 287±10 (Pérmico Temprano)

493,8±5,2 (Cámbrico Tardío)

(1) Las edades de VISCARRET (2009) corresponden al método U-Pb en cristales de zircón con instrumental SHRIMP-RG, mientras que la edad indicada para Cerrajón y Cañaote es interpretada. (2) Tremadociano es un piso del Ordovícico Temprano.

OTRAS UNIDADES ÍGNEAS Y METAMÓRFICAS DEL NORTE DE VENEZUELA

Región al oeste de Acarigua, Portuguesa

Unidad volcánica (semejante al Metabasalto de Las Hermanas)

Metabásicas de Cerro Pelón (serie de dunita a gabro)

Región de Yumare, Yaracuy-Falcón

Complejo San Quintín

Complejo Yumare

Región de Siquisique - Los Algodones - Puente Limón, Lara. Nomenclatura introducida en

CSV (1965), STEPHAN (1982) y BELLIZZIA (1986), adaptada según las recomendaciones de

NACSN (2005):

Complejo Estructural Los Algodones (no aparece en el CGV)

Brecha

Caliza con fósiles del Cretácico Temprano

Page 135: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

109

Conglomerado holocuarcífero

Lava basáltica

Rocas sedimentarias sin diferencias

Ofiolita de Siquisique (Cretácico Temprano) (no aparece en el CGV)

Gabro

Diabasa-Basalto

Región central de Falcón

Cuerpos de basalto intrusivos en las formaciones Paraíso y Pecaya, sin nombre formal (Oligo-

Mioceno)

Península de la Goajira

Dacita de Ipapure (no aparece en el CGV)

Gneis de Atúschon (nombre nuevo)

Islas

Toas

Riolita y basalto (sin nombre formal)

Granodiorita de Isla de Toas (nombre nuevo) (Pérmico)

Los Monjes

Anfibolita de Los Monjes

Gran Roque

Gabro de Gran Roque (nombre nuevo)

Cuarzo-diorita

Diabasa-basalto

La Orchila

Gneis granítico

Metabasalto - metadiabasa

Peridotita serpentinizada

Metasedimentarias

La Blanquilla

Page 136: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

110

Plutón de Garantón (subdividido en dos plutones de edades diferentes)

Los Hermanos

Complejo Los Hermanos

Los Testigos

Complejo Los Testigos

Los Frailes

Formación Los Frailes

2.5.4. DISCUSIONES Y PROPUESTAS

CORDILLERA DE LA COSTA

Debido a complejidad de la yuxtaposición de unidades disímiles y de diferentes napas y

terrenos, a continuación se presenta un resumen de las características y probable origen de las

unidades mayoritarias:

Faja Costera

Terreno Nirgua (napa)

Este terreno corresponde a una compleja mezcla de elementos oceánicos y continentales. La

unidad formal mayoritaria es el Complejo Nirgua que contiene metasedimentos (variada

combinación de metasedimentos esquistosos y ortogneises félsicos) con lentes máficos (e.g.:

anfibolita, eclogita, metagabro, MORGAN 1970). Cuerpos similares de rocas máficas se

encuentran incluidos en el Mármol de Antímano, que es una unidad formal caracterizada por la

presencia de mármol masivo. Ambas unidades presentan asociaciones de minerales que indican

que fueron sometidas a un metamorfismo de alta presión – baja temperatura (AT-BT), habiendo

alcanzado profundidades de hasta ~70 km (SISSON et al. 1997). Estas rocas fueron posteriormente

retrogradadas a la facies de esquisto verde (clorita) durante el evento acrecional del Terciario.

Page 137: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

111

El Complejo Nirgua presenta algunas similitudes con unidades de la isla de Margarita. De

manera que algunos grandes cuerpos de rocas metabásicas se asemejan al Complejo La

Rinconada, mientras que la parte mayoritaria de Nirgua, que presentan rocas esencialmente

continentales con lentes o boudines de rocas básicas se asemeja al Complejo Juan Griego. Todas

ellas con un pico metamórfico de AP-BT. Una revisión reciente de la geología de la isla de

Margarita puede verse en MARESCH et al. (2009).

En este terreno también se encuentran cuerpos elongados de serpentinita principalmente

orientados en dirección Este-Oeste en zonas de fallas.

Terreno Tacagua (napa)

Este terreno está constituido por una sola unidad formalmente descrita, el Esquisto de Tacagua,

que presenta dos litologías intercaladas en distintas proporciones: esquisto grafitoso y metatoba

(esquisto actinolítico-epidótico-clorítico). Las rocas están afectadas por un solo evento

metamórfico de la facies del esquisto verde (clorita), pero nunca fueron sometidas a un

metamorfismo de AP-BT como ocurre con el Complejo Nirgua siempre adyacente.

Probablemente se depositó en un ambiente de ante-arco, intercalándose las piroclásticas con

sedimentos de una cuenca anóxica. Algunas muestras de metalava muestran una afinidad

geoquímica de arco de islas primitivo (MÉNDEZ & NAVARRO 1987, BECALUVA et al. 1996).

Faja Ávila (Paleozoico-Precámbrico)

Las unidades integrantes de esta faja contienen rocas que fueron formadas en procesos

ocurridos en corteza continental. La unidad mayoritaria es el Complejo San Julián, que consiste

en una mezcla de rocas metasedimentarias (pelíticas y psamíticas, con muy escasos carbonatos) y

metaígneas plutónicas de félsicas a máficas (granito, tonalita, trodhjemita, diorita, gabro,

diabasa). Las rocas metasedimentarias predominan en los estados Aragua a Yaracuy, mientras

que las metaígneas lo hacen en el macizo de El Ávila hasta Cabo Codera. La unidad aflora a todo

lo largo de la Serranía del Litoral, mostrando distintos niveles de exhumación, siendo mayor en el

bloque Naiguatá donde aparecen predominantemente rocas metaígneas félsicas en su mayoría

sódicas (tonalita), que incluyen migmatitas. Este es un bloque de relevo transpresivo entre las

fallas dextrales de San Sebastián y El Ávila.

Page 138: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

112

El Augengneis de Peña de Mora corresponde a un granito porfirítico de grano grueso,

metamorfizado y fuertemente deformado-milonitizado. Es la única unidad de la Serranía del

Litoral de edad precámbrica conocida de 1,5 Ga (isocrona Rb-Sr, OSTOS et al. 1989). Por

convención, este nombre se ha usado en la cartografía geológica de todos los cuerpos de

augengneis de la Serranía, pero en realidad lo más probable es que sean de edades diversas.

En esta faja hay algunas pocas unidades que han sido datadas por el método de U-Pb en cristales

de zircón, como el Metagranito de Guaremal, Metadiorita de Todasana, Gneis de Choroní y

también un dique de trodhjemita entre Ocumare de la Costa y Cata, mostrando edades entre 512

and 471 Ma (SISSON et al. 2005, URBANI et al. 2007).

Las distintas unidades de esta faja registran un metamorfismo pico variable entre las facies de

la granulita, anfibolita o anfibiolita epidótica (GRANDE & URBANI 2009). La asociación

mineralógica más extendida corresponde a la coexistencia de biotita y granate, pero en algunas

localidades se ha identificado sillimanita. La facies de la anfibolita epidótica parece haber sido la

más ampliamente extendida, pero en el Neógeno estas rocas fueron retrogradadas a la facies de

esquisto verde (clorita), donde la biotita y el granate pasan total o parcialmente a clorita.

En algunos afloramientos, si bien raros pero ampliamente extendidos, aparecen pequeños

cuerpos de rocas máficas en forma de lentes o boudines, que originalmente pudieron ser diques,

que contienen el mineral barroisita. El campo de estabilidad de este mineral varía desde la parte

superior de la facies de esquisto verde a la extensión de mayor temperatura de la facies de

esquisto azul, pero es característico de la facies de la anfibolita epidótica (e.g.: VAN STAAL et al.

2008). Las rocas que contienen hornblenda usualmente muestran el paso al anfíbol verde-azul

(barroisita), a veces con cambios posteriores adicionales a actinolita.

Con la nueva cartografía geológica de la Cordillera de la Costa, la configuración regional es

distinta a la de mapas previos, en especial destaca la distribución de las rocas paleozoicas de esta

faja. Esto puede verse a escala 1:750.000 en el mapa de HACKLEY et al. (2006) y a escala

1.25.000 en URBANI & RODRÍGUEZ (2004).

Faja Caracas

La unidad mayoritaria corresponde a la Asociación Metasedimentaria Caracas constituida por

tres unidades de bajo grado metamórfico denominadas Las Brisas, Las Mercedes y Chuspita, con

Page 139: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

113

escasas edades paleontológicas que varían desde el Jurasico Tardío (Kimmeridgiense) para Las

Brisas al Cretácico Tardío para Chuspita (URBANI 2000).

El Esquisto de Las Brisas corresponde a un protolito mayormente psamítico, con rocas como

esquisto cuarzo micáceo, metarenisca y metaconglomerado. Hay cuerpos de mármol dolomítico

que pueden llegar a dimensiones hectométricas. En el Esquisto de Las Mercedes predominan

las rocas de protolito pelítico, de color gris oscuro a negro (esquisto o filita) con grafito y de

mineralogía diversa y usualmente, con mármol interfoliado desde niveles milimétricos hasta

decamétricos.

Las unidades de esta asociación fueron depositadas en un ambiente de margen continental

pasivo y han sufrido un metamorfismo de la facies de esquisto verde (clorita). Tradicionalmente

desde AGUERREVERE & ZULOAGA (1937) se ha considerado que Las Brisas se depositó

discordantemente sobre el Gneis de Sebastopol (Silúrico), pero observaciones de campo recientes

sugieren que el contacto original es tectónico, donde el evento metamórfico posterior en la facies

del esquisto verde sobreimpuso una foliación concordante y paralela entre ambas unidades.

Faja Caucagua – El Tinaco (napas, terrenos)

El trabajo de BECK (1986) dilucida la estructura de las tres fajas de la Serranía del Interior,

determinado una estructura de napas.

En la parte occidental de esta faja esta expuesto un bloque de manto subcontinental (la

Peridotita de Tinaquillo) así como la discontinuidad de Mohorovich, gradando hacia arriba a

parte del Complejo El Tinaco (CET) que allí representa la corteza continental profunda en facies

de la granulita ahora exhumada (SEYLER et al., 1989, 1998). Recientemente, el trabajo de CHOI

et al. (2007) muestra que la Peridotita de Tinaquillo, probablemente se originó en el margen

noroccidental de la placa Sur Americana, afectado químicamente durante tiempos del Jurásico

por fluidos derivados de la placa Farallón, con buzamiento Este y subduciéndose bajo la placa

Sur Americana. Luego la Peridotita, junto a las rocas de corteza continental profunda adyacente,

sufren una extensa traslación relativa hacia el Este y son exhumadas en tiempos del Neógeno. En

consecuencia esta faja al mismo tiempo puede considerarse como también como napa y terreno.

La unidad mayoritaria del CET es el Gneis de La Aguadita, constituido principalmente por

para- y orto-gneises que gradan hacia arriba al Esquisto de Tinapú. Ambas unidades están

Page 140: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

114

intrusionadas por varios cuerpos de trondhjemita, diorita (Metadiorita de Guacamaya) y tonalita

(Metatonalita de Curiepe). La asociación de minerales biotita-granate ± barroisita del CET (BECK

1986) es indicativa de un metamorfismo generalizado en la facies de la anfibolita-epidotica.

Algunas pocas edades de isocronas Rb-Sr apuntan a edades pre-mesozoicas. En la región de El

Tinaco, el CET ha sido erosionado y cubierto inconformemente por la unidad volcanosedimentaia

de Las Placitas de probable edad Cretácico que aflora como remanentes erosionales aislados.

Todas estas unidades han sido retrogradadas en el Neogeno en la facies del esquisto verde

(clorita).

La Filita de Tucutunemo es una unidad de gran extensión en la parte central y oriental de la

Faja, contiene microfauna del Paleozoico tardío (BENJAMINI et al. 1986) y niveles de rocas

basálticas. Recientemente se realizó la geocronología U-Pb de cristales detríticos de zircón de

una muestra de metarenisca de Tucutunemo, encontrándose que el grano más joven es de 266 Ma

y el más antiguo de 1.547 Ma (James Wright, 2010, com. pers.), lo cual indirectamente apoya la

edad Pérmica para la unidad.

En la extensión más oriental de la Faja y en contacto de falla con otras unidades, afloran las

filitas de Urape y Muruguata que contienen niveles de rocas volcaniclásticas (semejantes

parcialmente a los esquistos de Aroa y Tacagua) y algunas capas de mármol con foraminíferos

del Cretácico (URBANI 2000b).

Dentro de este terreno existen tres unidades volcanosedimentarias, a saber: Los Naranjos,

Pilancones y Sabana Larga. Estas rocas basálticas de estas unidades han sido analizadas

químicamente por GIRARD (1981), GRANDE (1995, 2008) y GIUNTA et al. (2002), interpretando

que corresponden a un magmatismo intraplaca, probablemente en ambiente de rift.

Faja Loma de Hierro

La faja fue redefinida por BECK (1986), de manera que es aproximadamente equivalente a la

Faja Tectónica de Paracotos de MENÉNDEZ (1966). En este trabajo la subdividimos en dos

terrenos separados (napas):

Terreno Paracotos (napa)

Constituido enteramente por la unidad formal Filita de Paracotos, que consiste en rocas

pelíticas y psamíticas, depositadas en ambientes turbidíticos. Los niveles de mármol contienen

Page 141: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

115

abundantes foraminíferos que apuntan a una edad Cretácico Tardío (Maastrichtiense). La

geocronología de cristales de zircón detríticos de dos muestras de esta unidad presentan una

distribución de edades que van desde el Mesoarqueano al Paleoceno temprano (J. Wright, 2010,

com. pers.), similar a lo hallado en la Formación Guárico (NOGUERA et al. 2008).

Terreno Loma de Hierro (napa)

Esta es un bloque de litósfera oceánica con unidades cartografiadas separadamente de

ultramáficas (dunita, harzburgita), gabro y basalto. En el Metabasalto de Tiara, GIRARD et al.

(1982) encuentra una afinidad MORB. La unidad de Río Guare ha sido propuesta como la

cobertura sedimentaria de las ígneas (BECK 1986). Recientemente, Andrew Kerr (2008, com.

pers.) determinó una edad de meseta Ar-Ar de 295 Ma para una muestra de gabro, de manera q ue

en vez de un origen de proto-Caribe, como se ha considerado hasta la fecha, la ofiolita podría más

bien estar relacionada con una corteza oceánica formada en la apertura del océano Iapetus en

tiempos paleozoicos.

OXBURGH (1965) describió una unidad volcanosedimentaria que denominó “Formación

Aragüita”, pero el nombre fue invalidado por sinonimia. Por consiguiente se propone cambiar

dicho nombre a “Complejo Boca del Oro”, por corresponder éste topónimo de la quebrada donde

se ubican los mejores afloramientos.

En la zona de El Tinaco hay dos tipos de cuerpos de serpentinitas, uno en una posición

septentrional que podrían corresponder a la transformación de rocas del tipo de la Peridotita de

Tinaquillo, es decir de peridotitas subcontinentales, mientras que en una posición más meridional,

cerca de la Filita de Paracotos y de las rocas ígneas de Pilancones y Tiramuto, hay otros cuerpos

como la “Serpentinita de La Yaguita” que por su ubicación geográfica y relaciones tectónicas,

parecen mas bien asociarse a la serpentinación de peridotitas de litósfera oceánica, en cuyo caso

serían las localidades más occidentales del terreno Loma de Hierro. Estas son interrogantes que

deben ser resueltas con nuevo trabajo de campo y analítico. BLIN (1989) muestra una sección

donde a través de fallas de corrimiento, están en contacto rocas del Complejo El Tinaco,

Serpentinita de La Yaguita, Volcánicas de Pilancones y Formación Mamonal.

Page 142: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

116

Faja de Villa de Cura

Toda la faja pertenece a rocas de arco de isla y su complejo de subducción (MARESCH 1974,

OSTOS & NAVARRO 1986, UNGER et al. 2005) y puede ser subdividido en dos terrenos-napas.

Terreno Villa de Cura (napa)

Incluye a las unidades de El Caño, El Chino, El Carmen y Santa Isabel de SHAGAM (1960) y

probablemente se formaron en un ambiente de antearco, con volcaniclásticas predominando en El

Caño, El Chino, mientras que la lava clinopiroxénica caracteriza a El Carmen (NAVARRO 1983).

En la región de Aragua central las unidades de metatoba de El Caño y El Chino fueron

definidas separadamente por SHAGAM (1960), pero autores posteriores no han logrado

diferenciarlas en el campo de manera que han preferido juntarlas en una sola unidad sin

diferenciar (NAVARRO 1983, SMITH et al. 1999). Estas unidades junto a El Carmen están siempre

asociadas y yuxtapuestas, cambiandose sólo las proporciones de los tipos de rocas constituyentes.

Estas rocas fueron subducidas a profundidades de ~30 km como lo sugiere las asociaciones

mineralógicas de AP-BT. Las unidades de El Caño, El Chino y El Carmen contienen glaucofano-

lawsonita y siguieron un camino t-T-P diferente al de Santa Isabel que contiene barroisita

(NAVARRO 1983, SMITH et al. 1999). Las edades Ar-Ar de mica blanca indican edades del pico

metamórfico de 80 y 90-91 Ma, respectivamente (SMITH et al. 1999).

En la Cordillera de la Costa hay dos terrenos con evidencias de metamorfismo AP-BT: Nirgua

al norte y Villa de Cura al sur, ambos afectados por procesos de subducción a presiones máximas

aproximadas y equivalentes a ~70 y ~30 km, respectivamente.

Terreno San Sebastián (napa)

La principal unidad de este terreno es el Metabasalto de Las Hermanas (antes denominado

Tiara, Tiara Sur o Dos Hermanas) de probable edad Cretácico Temprano que se caracteriza por

flujos de lava con o sin estructuras almohadilladas, junto a una gran variedad de material

piroclástico (aglomerado, brecha piroclástica, tobas de lapilli, de ceniza o de cristales, etc.).

También hay tres plutones formando series desde ultramáficas a máficas, a saber: Apa (dunita,

wherlita, clinopiroxenita, gabro; URBANI 1988), Chacao (piroxenita, hornblendita, gabro;

MURRAY 1972) y Cerro Pelón (dunita, piroxenita, gabro; SKERLEC 1979), que corresponden a

núcleos volcánicos profundos asociados a eventos del Arco de Islas de Las Hermanas. Las

Page 143: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

117

relaciones de campo de estos plutones con las rocas adyacentes son muy distintos: En Apa el

contacto de fallas e intrusivo y está rodeado totalmente por Las Hermanas. Cerro Pelón es un

gran bloque alóctono incluido en el flysch de la Formación Río Guache, mientras que Chacao

presuntamente es intrusivo en Santa Isabel. Un estudio de campo detallado de éste último

contacto, junto con geocronología de Chacao, es fundamental para acotar la edad del

metamorfismo de AP-BT de Villa de Cura.

En la literatura previa (e.g.: IZTURIZ 2004 y referencias allí contenidas) dicho arco de islas

había sido denominado inadecuadamente como Arco de Tiara, tomando el nombre de las rocas

volcánicas de las cercanías del poblado de Tiara (Metabsalto de Tiara), pero resulta que éstas

tienen afinidad MORB y no de arco de islas, además pertenecer a otro terreno distinto. Por ello, si

se quiere utilizar un nombre para el arco de islas relacionado a las unidades de la Faja de Villa de

Cura, preferiríamos denominarlo Arco de Las Hermanas o Arco de Villa de Cura.

Las unidades de este terreno no muestran metamorfismo, o no es mayor a la facies de la

prehnita-pumpellita, tampoco presentan estructuras penetrativas. Las muestras de basalto

muestran una clara afinidad geoquímica de arco de islas, por lo tanto estas unidades corresponden

al arco de islas propiamente dicho y contrariamente a las unidades de Villa de Cura, nunca fueron

subducidas.

El sureste de El Tinaco está la unidad Metatoba de Tiramuto, que por su ubicación,

características litológicas, petrográficas y su contexto estructural, se incluyen en este terreno y

corresponde a la expresión más occidental del mismo.

En la región de San Juan de los Morros las unidades sedimentarias Escorzonera,

Caramacate, Los Cajones y Morro del Faro, las interpretamos como una cobertura

sedimentaria de las unidades ígneas del Terreno San Sebastián, habiendo sido transportadas a la

ubicación actual al frente del arco de islas de Las Hermanas (e.g.: PINDELL et al. 2005). Al igual

que en el trabajo inédito de AGUASUELOS INGENIERÍA (1990), se recomienda que las tres últimas

unidades sean descritas como formaciones separadas, válidas e independientes de la Formación

Guárico. Un estudio reciente utilizando geocronología U-Pb en 87 cristales detríticos de zircón de

Caramacate, aporta edades en el intervalo restringido de 54,6 a 132,5 Ma (J. Wright, 2009, com.

per.), que indica una procedencia sólo del arco de islas y sus terrenos frontales, sin ninguna

influencia del continente Sur Americano.

Page 144: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

118

PENÍNSULA DE ARAYA

La geología de la península de Araya está razonablemente bien estudiada y cartografiada,

pero se requieren estudios adicionales especialmente del Complejo Manicuare, que según los

estudios previos presenta minerales metamórficos de alto grado, distintos al resto del norte de

Venezuela (cianita, estaurolita y cordierita) por lo tanto con la información disponible no es

posible entender el significado geotectónico de esta unidad. De confirmarse esa mineralogía,

probablemente sería la única unidad del norte del país con metamorfismo regional de medio a

alto grado en una serie de baja a intermedia relación P/T.

PENÍNSULA DE PARIA

El CGV presenta problemas de sinonimia entre la “Formación Carúpano” (válida) y las

“Intrusivas graníticas jóvenes de Carúpano” (unidad informal), constituida por varias decenas de

cuerpos de rocas sub-volcánicas no metamórficas, bien estudiadas, descritas y cartografiadas. El

nombre petrográfico de la litología mayoritaria de ellas es el de riolita porfídica y su mejor

localidad es el río Rivilla, por consiguiente se propone elevarla a unidad válida con el nombre de

“Riolita Porfídica de Rivilla”.

Siguiendo las recomendaciones de NACSN (2005) se propone simplificar el nombre de la

“Asociación Ígneo-Metamórfica El Mango – Doña Juana”, a “Gneis de El Mango” dado que

litológicamente corresponde a un gneis granítico y la mejor localidad es el poblado y la quebrada

El Mango.

PENÍNSULA DE PARAGUANÁ

El Basalto de Santa Ana en Paraguaná, está en sinonimia con la Formación Santa Ana de

MACSOTAY (1968), de edad Cenozoico y ubicada al sur de la Península de Paria. Pero dada la

incompleta descripción de esta última unidad y en especial la total ausencia de un mapa que

muestre la ubicación y extensión areal, este último nombre debe ser invalidado, manteniendo al

Basalto de Santa Ana como válido, de hecho es un nombre muy arraigado en la literatura y con

muy completas descripciones y cartografía.

Page 145: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

119

En los cerros de Cocodite-Pueblo Nuevo, existen discrepancias con las relaciones del plutón

de la Metagranodiorita de El Amparo con su envoltorio, a saber:

- RENZ (1948) documenta dicho contacto con rocas pre-terciarias, como de falla normal en

una localidad, intrusivo en una y discordante en otras dos. El contacto intrusivo lo muestra contra

una unidad que denomina “Old Metamorphics”, que cartografía en la zona de Cantaure y cerca

del caserío de Miralejos al norte de los cerros de Montecano. Las muestras colectadas por este

autor son estudiadas petrográficamente por HERRING (1948) quien identifica a “ortogneis

parcialmente esquistoso" y "ortogneis micáceo transicional a esquisto micáceo”.

- MACDONALD (1968) sin señalar localidades dice que el plutón es intrusivo en la Formación

Pueblo Nuevo (una filita con amonites del Jurásico Tardío). Pero ese mismo año se divulga que

El Amparo fue datado por el método de U-Pb en titanita como Pérmico (G. Feo-Codecido, en

MARTÍN 1968), por consiguiente El Amparo no puede ser intrusivo en la más joven Formación

Pueblo Nuevo.

- Al año siguiente, MÉNDEZ & GUEVARA (1969) presentan un mapa geológico integrado de

Paraguaná y el Golfo de Venezuela, donde la parte correspondiente a la zona de Cocodite -

Pueblo Nuevo está tomada exactamente de RENZ (1948), pero a la unidad “Old metamorphics” de

éste, le asigna el nombre de “Metamórficas de Miralejos” con una edad pre-Devónico. FEO-

CODECIDO (1969) y FEO-CODECIDO et al. (1974) publican el mismo mapa y describen

brevemente la unidad metamórfica como sigue: “Se observa un afloramiento compuesto

principalmente de rocas esquistosas y gneisoides, cuarzo-feldespáticas, muscovíticas y

granatíferas, ricas en turmalina y según algunos autores presumiblemente pre-devónicas. Estas

rocas están atravesadas por un dique granítico y hacia el sur están en contacto de falla con la

Formación Pueblo Nuevo, representada allí por pizarras y ocasionales capas delgadas de ftanita

recristalizada”.

- Por lo anterior se ve que los contactos de la Metagranodiorita de El Amparo con las rocas

pre-terciarias lucen bastante diversos y no excluyentes entre si, a saber.

+ Contacto con fallas normales contra la Filita de Pueblo Nuevo: Falla de Chirache (RENZ

1948), y también de falla de ángulo alto con cizallamiento cerca de El Pizarral, con presuntos

efectos hidrotermales descritos por RODRÍGUEZ (1969).

+ Contacto inconforme, por consiguiente el cuerpo plutónico fue levantado, erosionado y

cubierto por los sedimentos que luego formarán la Filita de Pueblo Nuevo. RENZ (1948)

Page 146: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

120

documenta este tipo de contacto en los sitios de El Silencio y en la quebrada El Porvenir, donde

observa un conglomerado basal con cantos de la roca ígnea subyacente. En la quebrada Paraguay,

también se observa el contacto inconforme de la Formación Cantaure (Mioceno) sobre la unidad

plutónica.

+ En la zona de Cantaure, RENZ (1948) describe un contacto intrusivo con su unidad “Old

Metamorphics”. El contacto intrusivo también es mencionado por BARTOK et al. (1985) sin

señalar localidad. En trabajo de campo reciente (David Mendi, 2010, com. pers.) este contacto en

el sitio descrito por Renz , no fue visto ya que está cubierto por cultivos, pero si se reconocen las

rocas de las “Old metamorphics”. Esta unidad será denominada Complejo Miralejos (D. Mendi,

com. personal, 2011).

MARGARITA

A las extensas zonas de rocas ultramáficas (serpentinita, peridotita) aflorantes en la isla,

previamente no se les había designado nombre formal, por ello se propone para ellas el término

de Complejo Cerro El Copey”.

El “Grupo La Rinconada” descrito adecuadamente por MARESCH (1971, 1973), ha sido muy

utilizado desde entonces en la literatura internacional, pero a pesar de ello no aparece en el CGV.

Para solventar esta deficiencia, hemos incluido las rocas de protolito de litósfera oceánica como

son los complejos La Rinconada y Cerro El Copey, como parte de la unidad superior actualmente

válida: el “Complejo Metaofiolítico de Paraguachí”, pero variando su denominación a

“Superasociación Paraguachí”, para denotar claramente su jerarquía superior a las otras dos

unidades.

Rocas de la Asociación Metamórfica Los Robles han sido cartografiadas tanto en la parte

norte de Macanao, como en Paraguachoa donde se ubica la localidad tipo. Pero en el caso de

Macanao, hay áreas asignadas a esta unidad (e.g.: REKOWSKI & RIVAS 2006) que contienen rocas

donde se han determinado temperaturas máximas de metamorfismo entre 550 a 575 C (MARESCH

et al. 2010: 12), inclusive hay incluidos algunos cuerpos de rocas máficas de AP-BT,

similarmente a lo que ocurre en Paraguachoa en el Complejo Juan Griego. Esto apunta a varias

alternativas que deberían ser exploradas con estudios adicionales, entre ellas, que en Macanao no

aflore Los Robles en su sentido estricto de unidad de bajo grado, o que la unidad aflore en una

zona mucho más reducida de la que aparece en los mapas actuales.

Page 147: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

121

EL BAÚL

A pesar del minucioso trabajo de MARTÍN (1961), todavía no hay plena certeza de la

naturaleza de los contactos entre los tres grandes grupos de rocas (metasedimentarias, volcánicas

y graníticas), en especial por aflorar en cerros separados impidiendo ver sus relaciones. Los

resultados geocronológicos recientes por el método SHRIMP U/Pb en cristales de zircón

(VISCARRET 2009), muestran edades Pérmico inferior para las volcánicas de El Corcovado y La

Segoviera, así como para los granitos de Piñero y Mata Oscura, mientras que resultan en

Cámbrico superior para el Granito de El Mogote. Estos resultados son muy distintos a las edades

previamente aceptadas: Para Mogote se mencionaban edades de 287±10 Ma isocrona Rb/Sr y

270±10 Ma K/Ar, mientras que las volcánicas de Guacamayas se consideraban del Mesozoico

(192±3,8 y 195±3,9 Ma K/Ar roca total) (MARTÍN 1968). Estos nuevos resultados

geocronológicos evidencian la ocurrencia de al menos un evento plutónico Cámbrico, y un

evento volcánico – plutónico Pérmico, no asociados al Escudo de Guayana.

No se conoce la edad de las metasedimentarias de El Barbasco (Cañaote y Cerrajón), pero se

puede acotar con base a las siguientes observaciones: 1- Son atravesadas por abundantes diques

de aplita que no han sido datadas específicamente, pero parecen corresponden a las etapas tardías

de los plutones graníticos del Pérmico inferior; 2- también son atravesadas por diques de riolita

semejantes a las volcánicas de Las Guacamayas, igualmente del Pérmico inferior; 3- presentan un

metamorfismo de menor grado y están menos deformadas que la Filita de Mireles, que posee una

edad paleontológica de Cámbrico-Ordovícico por la presencia de trilobites. En consecuencia El

Barbasco se interpreta del Paleozoico medio (Silúrico-Carbonífero).

GOAJIRA E ISLAS

Cerca del poblado de Cojoro, en la Península de la Goajira, se encuentran dos pequeños

cerros donde afloran rocas ígneas, donde la línea fronteriza entre Venezuela y Colombia pasa por

el medio de los mismos, de manera que los afloramientos están compartidos en ambos países.

- En el cerro Guasosopo se presentan los mejores afloramientos de dacita del país. Para esta

unidad utilizamos el nombre de Dacita de Ipapure, tomado de la literatura geológica colombiana.

- En la pequeña colina de Atúschon aflora un granito feldespato alcalínico, que ante la

ausencia de un nombre equivalente en Colombia, proponemos formalizar el nombre de

Page 148: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

122

Metagranito de Atúschon, previamente señalado en el mapa inédito de MÉNDEZ & GUEVARA

(1969).

Desde hace un siglo en la isla de Toas se conoce un cuerpo de rocas graníticas, que ha sido

cartografiado y bien descrito. Su edad ha sido determinada por el método de U-Pb en cristales de

zircón, en 252±50 Ma por (DASH 1982) y 248,9 Ma (Roelant Van Der Lelij, Univ. Ginebra, en

prensa). En consecuencia se propone el nombre formal de Metagranito de Isla de Toas.

En la isla de La Orchila afloran rocas metamórficas que han sido agrupadas informalmente

como “Complejo Ígneo Metamórfico La Orchila”, por lo tanto dicho nombre está en sinonimia

con la “Formación La Orchila”, una unidad sedimentaria válida del Pleistoceno. Dado que en la

Isla afloran cuatro unidades ígneo-metamórficas de poca extensión areal, que representan

litologías de orígenes muy distintos, como gneis granítico, metabasalto - metadiabasa, peridotita

serpentinizada y metasedimentarias (cruzadas por diques de pegmatita); entonces consideramos

preferible no asignarles nombres formales hasta que se realicen estudios más detallados.

Page 149: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

123

3. ORIGEN DE LA CORDILLERA DE LA COSTA

3.1 ANTECEDENTES

La Tierra es un cuerpo planetario dinámico que desde un punto de vista físico, evoluciona

y cambia continuamente, pero los cambios son muy lentos y por consiguiente casi

imperceptibles en términos de los pocos años de la vida de un ser humano. De hecho, la

magnitud del tiempo geológico es un concepto difícil de imaginar dado que tratamos de

millones y miles de millones de años, en los que las formas de vida han evolucionado desde

organismos unicelulares, hasta la compleja red de vida que hoy conocemos. Pero

simultáneamente, y a lo largo de esos miles de millones de años, la distribución de las

tierras y mares en la superficie terrestre ha cambiado drásticamente y en forma muy distinta

a la geografía actual. Las ideas pioneras de la deriva continental comenzaron a mediados

del siglo XIX y recibieron un aporte fundamental en 1912 con la obra de Alfred Wegener,

pero fue sólo después de varias décadas que la acumulación del conocimiento geológico y

geofísico permitió plantear la actual teoría de Tectónica de Placas. Ésta comenzó a

difundirse en los años 1960´s y ha probado ser un instrumento integrador de casi todas las

disciplinas geológicas, permitiendo interpretar la evolución del planeta y la distribución a

través del tiempo de las masas continentales en la superficie terrestre, hasta aspectos muy

prácticos como predecir los mejores lugares para el hallazgo de recursos minerales y

acumulaciones de hidrocarburos, la definición de las zonas de riesgo sísmico y volcánico y

muchos otros fenómenos.

Con el estado actual del conocimiento sabemos que la superficie terrestre está dividida en

una docena de grandes placas tectónicas, constituidas tanto por bloques continentales como

por zonas oceánicas. Debido a procesos que se generan en el manto a cientos de kilómetros

de profundidad y en el núcleo del planeta, a más de 3.000 km de profundidad, estas placas

superficiales relativamente rígidas y frías se reacomodan entre sí de manera que en sus

zonas de contacto, ocurren los más diversos procesos geológicos.

Si los fenómenos de volcanismo y los sismos se representaran en un mapa, las zonas

donde son más frecuentes precisamente representan los límites de las placas y el mejor

Page 150: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

124

ejemplo lo constituye el llamado cinturón de fuego alrededor del océano Pacífico, con sus

cientos de volcanes activos y fuerte sismicidad.

Tabla del tiempo geológico con los principales eventos en el ámbito mundial y de

Venezuela. Modificado de KULP (1961)

Sólo para ilustrar parcialmente la distribución de los continentes en el tiempo y en

consecuencia de parte del territorio venezolano, expliquemos algunas de sus últimas etapas:

- En el período Pérmico, hace unos 225 millones de años (Ma) existía un solo gran

continente denominado Pangea, que lentamente se fue fragmentando.

-Hace unos 180 Ma (período Jurásico) se generó una gran zona de fracturas en la parte

media de Pangea, separándola en dos partes: hacia el norte permanecía unida una masa

continental de lo que hoy son Norte América, Europa y Asia, y al sur todos los demás

continentes juntos, existiendo un mar entre ambos, denominado Mar de Thetis.

Page 151: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

125

Deriva de las masas continentales en los últimos 225 Ma.

Traducido de RICHMOND (2008).

-Luego hace unos 125 Ma (período Cretácico), dentro de la masa continental meridional

se formaron extensos sistemas de fracturas permitiendo la separación de los ahora

continentes de América del Sur, África, Australia, Antártica y la península de la India. De

esa manera poco a poco se ha llegado hasta la configuración actual.

-La unión de Norte y Sur América a través del istmo de Panamá es un evento

relativamente reciente y se estableció hace unos 3 Ma en el período Plioceno

3.2. MARCO GEOLÓGICO DE VENEZUELA

En forma muy generalizada, nuestro país se puede dividir en dos grandes regiones

geológicas: La primera corresponde a la Guayana, al sur del río Orinoco; mientras que la

Page 152: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

126

segunda se ubica al norte del mismo río, e incluye todos los demás sistemas montañosos y

llanuras. El sur del país geológicamente corresponde al Escudo de Guayana, donde la

acepción geológica de la palabra Escudo se aplica a extensas regiones con rocas de edad

Precámbrico, que en general se encuentran ubicadas en el núcleo de los continentes. En

nuestro caso el Escudo de Guayana, junto al de Brasil, son fragmentos de la antigua

Pangea, por consiguiente sus rocas encierran una larga historia geológica desde tiempos

muy antiguos, pero no han sufrido mayor tectonismo y deformación desde el Proterozoico.

Durante todo ese largo tiempo de quietud, su superficie ha sufrido una intensa erosión de

manera que ha servido de fuente de sedimentos para las cuencas marinas adyacentes al

continente, inclusive hasta nuestros días donde sus sedimentos llegan al delta del río

Orinoco. La parte más antigua corresponde al Complejo de Imataca, ubicado al norte de la

falla de Gurí, hasta el río Orinoco y abarcando parte de la sierra de Imataca. Sus rocas

tienen edades mayores a 2.800 Ma, con algunos sectores cercanos a Gurí con edades

probablemente mayores a 3.400 Ma, estas antiguas rocas fueron sometidas a intensos

procesos de metamorfismo y deformación. Más al sur se encuentran los cinturones de rocas

verdes, de origen volcanico y las extensas intrusiones graníticas de la provincia de Pastora,

incluidas en el Complejo de Supamo, con edades superiores a 2.300 Ma. Posteriormente,

hace unos 1.900 Ma atrás, ya entrando en un período de relativa quietud tectónica que

continúa hasta nuestros días, ocurrió la sedimentación de las rocas del Súpergrupo Roraima,

cuyos remanentes erosionales forman los típicas mesetas (tepuyes) de las tierras altas de

Guayana. Durante el tiempo de la sedimentación de Roraima hubo volcanismo que dio

lugar a la formación de estratos de rocas jasperoides (ejm.: Quebrada Jaspe), pero

posteriormente a su sedimentación hace unos 1.800 Ma se generó un gran pulso ígneo

produciendo las extensas intrusiones de cuerpos verticales (diques) y horizontales (sills) de

diabasa, que es una roca verde oscuro de grano fino. Durante este lapso del Proterozoico

medio ocurrió una variada actividad ígnea, en la cual fueron intrusionados grandes cuerpos

como el Granito de Parguaza en el Distrito Cedeño.

En el extenso territorio al norte del Orinoco, se dilatan amplios llanos bordeando los

sistemas montañosos de los Andes de Mérida, la sierra de Perijá, las serranías de Lara -

Falcón y la Cordillera de la Costa; éstos han sido elevados hasta la topografía actual como

Page 153: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

127

producto de la compleja colisión entre las placas Caribe y Suramericana, en tiempos

geológicos relativamente jóvenes del Cretácico Tardío hasta el hoy día.

En esta región hay bloques relativamente pequeños de rocas ígneas y metamórficas del

Proterozoico emplazados tectónicamente, como en los Andes de Mérida en la Asociación

Sierra Nevada y el Complejo Iglesias, en la sierra de Perijá el Esquisto de Perijá, el

Augengneis de Peña de Mora y la anortosita de Yumare, en la Cordillera de la Costa, para

mencionar sólo algunos. Rocas sedimentarias de edad Paleozoico se formaron en cuencas

alrededor del escudo Precámbrico, y hoy igualmente se encuentran dispersas en las

cordilleras, pero en su mayoría fueron sometidas a eventos metamórficos que produjeron

cambios notables en su mineralogía y textura. Un buen ejemplo de estas rocas es la Filita de

Mireles en El Baúl, con una fauna fósil de trilobites del Silúrico. En el Paleozoico también

ocurrieron diversos eventos intrusivos, fundamentalmente de naturaleza granítica, también

esparcidos en las cordilleras.

El Mesozoico comienza con levantamientos regionales y erosión, pero cuando en el

Jurásico se empieza a separar África de Suramérica, los esfuerzos a escala continental

forman sistemas de fracturas que producen cuencas sedimentarias intracontinentales

generalmente alargadas y con dirección Noreste-Suroeste (“grabens”), esto acompañado

por un adelgazamiento de la corteza continental (“rifting”). Estas cuencas fueron

seguidamente rellenadas con sedimentos continentales, intercalados con material volcánico,

a menudo piroclástico. Estas rocas generalmente son de colores rojizos a violáceos; hoy en

día se encuentran aflorando en los Andes de Mérida y en la Sierra de Perijá como la

Formación La Quinta. Rocas similares se han encontrado en el subsuelo del Guárico, a

partir de las perforaciones exploratorias de la industria petrolera.

En el período Cretácico la mayor parte del norte del país se encuentra cubierto por mares,

permitiendo la sedimentación de una espesa secuencia de rocas, que hoy día afloran en una

gran parte de los Andes, Perijá y Cordillera de la Costa. A fines de este período, las fuerzas

internas corticales inician el proceso de ascenso de los Andes de Mérida y Perijá, por lo

tanto los mares se van retirando, pero al mismo tiempo que esas tierras van emergiendo

empiezan a ser erosionadas convirtiéndose en importantes fuentes de sedimentos para las

cuencas de Maracaibo y Barinas-Apure.

Page 154: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

128

En el Terciario, pero mayormente en el Paleógeno, se desarrollan los mayores efectos de

la interacción entre la Placa Caribe -que se mueve relativamente hacia el Este- y la Placa

Suramericana -con movimiento relativo hacia el Oeste-. Pero no es un deslizamiento suave

entre las dos placas, sino que ejercen fuertes efectos compresivos en forma oblicua en

dirección al Sureste-Noroeste. Este es el mecanismo que ocasiona la deformación de los

sistemas montañosos del norte del país, permitiendo que unidades de diferentes edades y

formadas en diferentes ambientes en espacio y tiempo pudieran entremezclarse en forma

muy compleja, especialmente a través de fallas inversas y transcurrentes. En este proceso

de interacción ocurre un singular fenómeno que permite que terrenos formados

originalmente en el ámbito de la Placa Caribe a una distancia de hasta más de mil

kilómetros al Oeste, sean ahora adosados al norte del continente Suramericano, de manera

similar a lo que ocurre cuando un tractor nivela una carretera y a medida que avanza va

dejando material en el borde de la carretera. De esta manera se añaden terrenos, entre otros,

los conspicuos de Loma de Hierro y Villa de Cura, que ocupan gran parte de la Serranía del

Interior desde Cojedes hasta Miranda.

En el Neógeno cuando el efecto más activo de la interacción Sudamérica-Caribe ha

migrado hasta la posición de Paria - Trinidad, la erosión de las montañas emergidas

permiten el relleno final de las cuencas de Maracaibo, Barinas - Apure, Guárico, Maturín,

así como la extensa secuencia neógena del estado Falcón. Pero el movimiento relativo

rumbo deslizante dextral entre las dos placas y el efecto de compresión oblicua no cesa y

sigue actuando hasta nuestros días. Uno de los lugares donde probablemente se ven mejor

estos efectos es en el estado Falcón, donde las rocas sedimentarias del Oligo-Mioceno y

aun más jóvenes, se ven muy plegadas y falladas, además de presentarse intrusionadas por

pequeños cuerpos de lavas basálticas de origen intracontinental.

En el Cuaternario se modela la geografía actual con la formación de grandes abanicos

fluviales en las zonas piemontinas, así como en los valles intermontanos. Buenos ejemplos

están en los valles de Caracas, los de Aragua-Carabobo, así como la formación de las

Page 155: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

129

terrazas de los estados andinos, como aquella donde se asienta la ciudad de Mérida, y en el

estado Vargas, los abanicos aluviales de Caraballeda, Cabo Blanco y otros.

La figura siguiente muestra la configuración de la dinámica geológica actuante hoy día en

Venezuela, con los grandes sistemas de fallas del norte del país como las de Oca, San

Sebastián y El Pilar, con su intersección con la falla de Boconó que atraviesa los estados

andinos. La consecuencia directa de estas condiciones geodinámicas es que las cordilleras y

serranías del norte del país se siguen levantando, por consiguiente tenemos fallas activas

con demostrado movimiento durante el período Cuaternario, entonces estas zonas

montañosas son las de mayor sismicidad, pero el máximo sísmico se ubica en el estado

Sucre que está cruzado por la falla de El Pilar y es la parte del país más cercana al extremo

suroriental más activo de la Placa Caribe, donde hay un proceso de subducción actuante.

Diagrama de la tectónica actual de la interacción Caribe - Suramérica

(Adaptado de LAVANDER et al. 2006)

Page 156: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

130

3.3. IDEAS GLOBALES DEL ORIGEN DEL CARIBE

Para entender la evolución del conocimiento del origen de la Cordillera de la costa,

debemos alejarnos un poco de ella y verla como parte integrante de la región del Caribe, la

cual ha sido objeto de múltiples hipótesis geológicas a lo largo de casi un siglo. Un

excelente trabajo que trata el tema de las hipótesis caribeñas, es el de SCHUBERT & RULL

(1989), adonde se recomienda recurrir para obtener información más detallada. Las ideas se

pueden dividir en los siguientes tipos:

* Hipótesis estáticas

- Continente sumergido

- Cuenca oceánica permanente

* Hipótesis dinámicas

- Sin deriva continental - tectógeno

- Con deriva continental

+ Sin tectónica de placas - Esparcimiento

+ Con tectónica de placas

Origen local

Origen medio

Origen lejano - Pacífico

A continuación iremos tratando cada una de ellas en forma separada, hasta llegar a la

última que es la más aceptada en la actualidad.

3.3.1. Hipótesis estáticas

Las ideas que el Caribe fuese una masa continental data de SUESS (1885, 1924),

continuándose esas ideas hasta WEYL (1966), a cuyas tierras denomina Caribia. Tal tierra

habría estado emergida y siendo fuente de sedimentos hasta el Eoceno, pero luego debido a

subsidencia sólo habría dejado expuesto sus márgenes (BUTTERLIN 1956).

Page 157: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

131

Evolución de la paleogeografía del Caribe según WEYL (1966, en SCHUBERT & RULL 1989). A: Pre-Cretácico, B: Cretácico Tardío, C: Eoceno, D: Plioceno.

Una posición algo diferente es la de Charles SCHUCHERT (1935) quién utiliza la teoría

geosinclinal, considerando a la parte central de Caribe como un geoanticlinal emergido,

mientras que más al sur establecía un Caribe mediterráneo cuyas aguas llegaban hasta las

costas de Venezuela, para explicar con ello la distribución de faunas del Paleozoico en

Centro América y poder conectarlas con aquellas de Europa y Norte América. Una

dificultad en estas ideas fue el no encontrar en la zona propiamente caribeña, a rocas más

viejas que el Jurásico.

Paleogeografía del Caribe para el

Paleozoico, según SCHUCHERT (1935, en

SCHUBERT & RULL 1989).

Page 158: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

132

Las interpretaciones globales en la primera mitad del siglo XX fundamentalmente se

basan en la teoría de los geosinclinales, con lo cual se explicaba la existencia de las

grandes cuencas sedimentarias del mundo y las cadenas montañosas adyacentes. En

consecuencia muchos autores, como los citados en los párrafos anteriores y otros hasta

fines de la década de los años 1960´s tratan de asimilar la evolución del Caribe en general

(y a la Cordillera de la Costa en particular). De hecho, como hemos indicado en secciones

anteriores, varios autores utilizaron estas ideas para el norte del país (e.g.: KEHRER (1948).

El último autor que utilizó las ideas de los geosinclinales para Venezuela es BOWER

(1971), quien al igual que WEYL (1966) asume que existió una gran masa emergida al

norte o “Caribia” (Fig. 59).

Aplicación de la teoría de los geosinclinales para el norte de Venezuela por BOWER (1971).

Page 159: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

133

Este autor dispone una serie de franjas, que de norte a sur son las siguientes:

- Eugeoanticlinal de “Caribia”.

- Flanco del eugeoanticlinal, con las islas de Curazao y Aruba.

- Eugeosinclinal con la cuenca al sur de Los Roques.

- Flanco del miogeoanticlinal, abarcando entre otras a la isla de Margarita.

- Miogeoanticlinal, con la mayor parte de la Cordillera de la Costa y Araya - Paria.

- Miogeosinclinal abarcando buena parte de la Serranía del Interior, incluyendo las volcá-

nicas de Villa de Cura y la s unidades sedimentarias piemontinas.

Resulta curioso este tardío trabajo, en una época donde ya estaban en pleno vigor la

tectónica global, pero debe señalarse que las nuevas ideas no fueron aceptadas

inmediatamente y hubo largas y acaloradas controversias, entre quienes estaban en pro y en

contra de la misma.

3.3.2. Hipótesis dinámicas sin deriva continental

En el capítulo previo se comentó sobre el mapa gravimétrico del Caribe elaborado por H.

H. HESS (1938b). Allí se descubre una gran anomalía gravimétrica negativa a lo largo del

arco de islas de Caribe, penetrando en tierra firme en el norte de Venezuela. Un punto muy

relevante de esta obra es que presenta al arco de las Antillas, como una unidad geológica

con una continuación tanto hacia las cordilleras venezolanas al sur del Caribe, como hacia

de las Antillas de sotavento al norte.

Para explicar el origen de la anomalía negativa, el Dr. Hess postula un ingenioso

mecanismo que permite el desplazamiento de material cortical menos denso plegándolo a

manera de un gran sinclinal (“downbuckle” o tectógeno) (HESS 1938b, 1950). Esta idea es

de gran importancia ya que sugiere la existencia de fenómenos de origen mantelar para

explicar los fenómenos corticales, por ello postula la existencia de corrientes de convección

en el manto. Para esta época la geofísica era poco considerada en las interpretaciones

geológicas y la deriva continental aún no estaba suficientemente afianzada, por lo cual esta

pionera hipótesis fue poco reconocida.

Page 160: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

134

Gráfico explicativo de la hipótesis del Tectógeno de HESS (1938b, 1950).

3.3.3. Hipótesis dinámicas con deriva continental Las primeras ideas que involucran movimientos relativos entre continentes son las

expuestas en 1858 por el geógrafo francés Antonio Snider-Pellegrini (1802-1885), pero

alcanzaron su mejor expresión en 1912 y 1915, con las notables obras de Alfred Wagener

(1880-1930). Estos autores, aparte del ajuste de las formas continentales entre África y

América y otros continentes, también señalan la existencia tanto de restos fósiles, como de

tipos de rocas semejantes entre sí, pero ahora ubicados en lados opuestos de océanos

(WEGENER 1912, 1915).

Estas ideas tuvieron poca influencia de inmediato, llegando algunos autores a considerar

las evidencias como coincidencias fortuitas, pero en realidad la principal causa de la poca

aceptación es que para el momento no se conocía ningún mecanismo que pudiera explicar

el movimiento de los continentes. Es sólo en las décadas de los años 1950-60 cuando se

alcanza un renovado reconocimiento en el ámbito científico imperante, debido

fundamentalmente a los hallazgos en la topografía submarina de extensas cadenas

Page 161: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

135

montañosas a lo largo de los océanos del mundo, en particular la cordillera centro-atlántica,

totalmente simétrica a los continentes adyacentes. Esto dio origen a las ideas del

esparcimiento de la corteza oceánica fundamentalmente con los trabajos de H. H. HESS

(1962), donde explicaba que en las crestas activas de las dorsales oceánicas brotaba magma

generando una corteza oceánica joven, la cual empujaba hacia los lados las partes más

antiguas. Pero todavía faltaban evidencias científicas sólidas para que pudiera ser aceptado

ampliamente.

Gráfico de la cordillera centro-atlántica, mostrando a una serie de fallas que la cruzan y que tienen continuidad hacia el Caribe (BALL & HARRISON 1969).

3.3.4. El surgimiento de la Tectónica de Placas

La Tectónica de Placas como la conocemos hoy día finalmente ganó aceptación en los

medios científicos a fines de los años 1960s y comienzos de los años 1970s, al develarse

varias líneas de evidencias que explican el carácter dinámico de la corteza terrestre, como

son: (1) el descubrimiento de franjas de magnetismo normal e inverso en los fondos

marinos, que se continúan en forma paralela y simétrica a ambos lados de las dorsales

oceánicas; (2) los resultados de perforaciones realizadas de los fondos marinos, que

muestran edades más jóvenes en y cerca de las dorsales y más viejas a medida que se alejan

de ellas, pero en ninguna parte más viejas que el Jurásico y (3) los estudios de la

distribución hipocentros de sismos, que son casi superficiales en las dorsales y demás zonas

de fallas de la corteza oceánica, mientras que al acercarse en las zonas montañosas

Page 162: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

136

pericontinentales como ocurre en el margen pacífico de Suramérica, los hipocentros

muestran una profundidad creciente continente adentro.

Todo esto dio lugar a la aceptación general de las ideas sobre las corrientes de convección

en el manto, el esparcimiento de la corteza oceánica a partir de las dorsales como había

planteado H. H. Hess, y con ello el nacimiento de ideas mucho más globales para los

fenómenos geológicos que llegan a denominarse Tectónica Global, hasta el nombre más

usado hoy día de Tectónica de Placas. Hoy día ésta se constituye en una teoría unificadora

de las diversas disciplinas de las ciencias de la tierra, que ha venido afinándose en las

ultimas tres décadas y hasta se ha aplicado en otros cuerpos del sistema solar.

3.3.5. La Tectónica de Placas y el origen del Caribe Desde los inicios de las ideas globalistas en sus distintas acepciones según la época, el

Caribe siempre estuvo en la mesa de discusión, en especial por la cercanía geográfica de

muchos de los investigadores afiliados a centros de investigación de los Estados Unidos de

Norteamérica, en nuestro caso el Dr. H. H. Hess, con estudios desde la década de los años

1930s incluyendo a sus tesistas en Venezuela. Por ello con el avenimiento de la teoría de la

Tectónica de Placas, el Caribe empieza a ser considerado desde varios puntos de vista que

trataremos e esbozar a continuación.

El trabajo de MOLNAR & SYKES (1969) es pionero en mostrar la individualidad y

existencia de una placa Caribe separada de las demás existentes, basados en el estudio de la

distribución de sismos y sus mecanismos focales, mostrando las direcciones de movimiento

relativo contra las placas adyacentes, lo cual hace que se genere una amplia gama de

explicaciones.

* Origen local

Entre los primeros modelos específicos para esta región son aquellos que podríamos

denominar localistas, es decir que el Caribe se formó aproximadamente en el mismo sitio

actual. FREELAND & DIETZ (1972) presentan un trabajo basado en la ruptura de Pangea, que

separa primeramente a las américas del Norte y del Sur y posteriormente a África de

América del Sur, generándose así el espacio que ocupa el Caribe.

Page 163: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

137

Interpretación de FREELAND & DIETZ (1972) de la ruptura del supercontinente previo, para formar el espacio ocupado por el Caribe.

Las ideas localistas poco a poco han ido perdiendo aceptación en pro de las ideas de la

“Escuela del Pacífico” que invocan una traslación lejana, pero recientemente, algunos

autores (e.g.: Keith H. JAMES 2006) han vuelto a retomar estas ideas aportando nuevos

datos. Probablemente como en muchas otras discusiones geológicas, a medida que

aumentan las investigaciones, es probable que las evidencias esgrimidas por ambas líneas

de pensamiento puedan converger hacia un modelo unificado.

* Origen lejano

Sin duda que hoy día las ideas más aceptadas y con mayor apoyo son las de proveniencia

lejana desde el oeste o “Escuela del Pacífico”, con múltiples líneas de evidencias en

geología de superficie, petrología, geoquímica, paleomagnetismo, etc.

Entre los primeros proponentes se encuentra NORTH (1965), pero fueron MALFAIT &

DINKELMAN (1972) quienes presentan una reconstrucción completa que se inicia en el

Cretácico Tardío y originada en el Pacífico oriental, generando una zona de subducción y

el arco de las Antillas menores. Estas ideas fueron retomadas por otros autores y los

modelos se van refinando y así añadiendo nuevos datos. Luego SYKES et al. (1982),

Page 164: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

138

presenta un modelo tipo “gaveta” para el Caribe, calcula una velocidad de traslación de 3,7

cm/año y el norte de Venezuela lo simplifica a una simple zona de transcurrencia dextral.

Interpretación del origen del Caribe de SYKES et al. (1982).

Para mediados de los años 1970s y comienzos de los 1980s aparece el mapa tectónico del

Caribe de CASE & HOLCOMBE (1975), parcialmente afinado por el geólogo Peter H.

MATTSON (1984) luego de trabajar en Venezuela. Allí se muestran las principales

características del Caribe que van siendo abordadas en modelos sucesivos.

Mapa tectónico simplificado del Caribe según MATTSON (1984).

Para fines de la década de los 1980´s los franceses que trabajan en Venezuela como Jean-

F. Stephan y C. Beck también utilizan estos modelos lejanos, quedando estas ideas

resumidas -entre otras publicaciones- en una colección de 14 diagramas que abarcan desde

el Triásico hasta el presente (STEPHAN 1990).

Page 165: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

139

Configuración tectónica reciente del Caribe según STEPHAN (1990).

Pero dentro de la escuela de origen Pacífico, es James Pindell quién ha sido el mayor

vocero en las últimas décadas, comenzando desde sus tesis de maestría y doctorado

(PINDELL & DEWEY 1982, PINDELL 1985), continuando con una larga serie de artículos que

abarcan un período de 25 años, donde poco a poco ha ido añadiendo más información y

detalles locales de los territorios caribeños (e.g.: PINDELL & KENDAL 2007).

También han surgido ideas que podríamos denominar de origen intermedio, como las de

MESCHEDE & FRISCH (1998) y GIUNTA et al. (2002), este último en gran medida basado en

los trabajos de TALUKDAR & LOUREIRO (1982) y NAVARRO (1983), pero sin mencionarlos.

3.4. TECTÓNICA DE PLACAS Y LA CORDILLERA DE LA COSTA

Para comenzar esta sección pasaremos revista a los conceptos de aloctonía utilizados en

las décadas de los años 1960s y 1970s específicos para la Cordillera de la Costa.

Las primeras ideas surgieron con el estudio de las rocas de Villa de Cura, junto a las

relaciones de campo que mostraban contactos de fallas de corrimiento. H. H. Hess inicia la

hipótesis de aloctonía para estas rocas, la cual es recogida en los trabajos doctorales de

OXBURGH (1965), MENÉNDEZ (1965) y SEIDERS (1965). Al año siguiente, Menéndez

presenta una interpretación global de la Cordillera de la Costa donde la Faja de Villa de

Cura aparece como una estructura de klippe.

Page 166: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

140

Modelo de evolución del Caribe según PINDELL (1993), desde el Maastrichtiense hasta el Mioceno tardío.

A los pocos años surgen las ideas de Tectónica de Placas, que son aplicadas también a la

región del Caribe. Para el norte de Venezuela, Walter Viktor MARESCH (1971, 1974) en su

tesis doctoral en la isla de Margarita, caracteriza las rocas de metamorfismo de alta presión-

baja temperatura (eclogita y otros tipos), con lo cual observa los fuertes contrastes entre los

ambientes de formación de las rocas. Esto le permite dar los primeros esbozos del uso de la

Tectónica de Placas para explicar la geología de la isla, extendiéndose a la Cordillera de la

Costa, donde interpreta al “Grupo Villa de Cura” como un fragmento alóctono de arco de

islas, idea que a partir de entonces es usada y afinada por casi todos los autores posteriores.

En el trabajo doctoral de Enrique NAVARRO-FARRÁN (1974) también en la isla de

Margarita, se presentan ideas similares de tectónica de placas.

Con la base fundamentalmente en la tesis de MARESCH (1971), el geólogo Alirio

BELLIZZIA (1972) publica un trabajo con el título de “Sistema montañoso del Caribe, borde

sur de la placa Caribe ¿Es una cordillera alóctona?” donde se resumen ideas que

Page 167: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

141

apoyarían un origen mayormente alóctono para las cordilleras del norte del país. En

particular señala los siguientes puntos que consideramos resaltantes: La Cordillera está

rodeada al sur por una unidad flysch. En las fajas de Caucagua-El Tinaco, Loma de Hierro-

Paracotos y Villa de Cura hay un arreglo heterogéneo de unidades que ponen en contacto

rocas ígneas de diferentes orígenes y de grados de metamorfismo muy disímiles. La

existencia de rocas en la zona costera con eclogita y esquisto glaucofánico entre otras, con

facies de esquisto azul, en contacto con rocas de la facies de anfibolita epidótica y demás

facies rocas de baja presión.

En los años 1950s-1970s a los cuerpos de serpentinita se les consideraba intrusivos, hasta

que la década de los años 1980s definitivamente se las reconoce como fragmentos del

manto. El mismo H. H. Hess fue uno de los principales partícipes en estas discusiones.

Entonces, BELLIZZIA (1986) utiliza estos nuevos concepto para proponer nuevamente un

origen mayormente alóctono para la Cordillera. Aparte de las ideas generales citadas, que soportan la presencia de terrenos alóctonos en

la Cordillera de la Costa, ésta región no fue involucrada en la Tectónica de Placas en forma

explícita hasta el trabajo en la UCV de Suhas Talukdar y Daniel Loureiro de 1982. Estos

autores en su estudio de la región de Puerto Cruz a Carayaca en el estado Vargas, tuvieron

la oportunidad de estudiar rocas del hoy denominado Terreno Nirgua, que contiene rocas

metamórficas de AP-BT, adyacentes a rocas graníticas en la facies de la anfibolita

epidótica, pero todas ellas sobrepuestas por una fase metamórfica posterior de la facies del

esquisto verde. Para explicar esta yuxtaposición de rocas de orígenes tan distintos,

presentan el primer modelo de Tectónica de Placas que se refiere específicamente a la

Cordillera de la Costa (TALUKDAR & LOUREIRO 1982).

El modelo de TALUKDAR & LOUREIRO (1982) tiene la característica de poder explicar la

variedad de terrenos de la Cordillera de la Costa, por la interacción del borde norte del

continente Sur Americano con un solo arco de islas, tanto con sus rocas volcánicas

propiamente dichas, así como aquellas circundantes de complejo de subducción, cuencas de

ante y retro arco. De hecho se interpreta a la faja de Villa de Cura como un fragmento de

dicho arco emplazado hacia el sur. Este tipo de interpretación la denominamos “modelo de

un arco”.

Page 168: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

142

Modelo de evolución de la Cordillera de la Costa en el marco de la Tectónica de Placas desde el Jurásico al Cretácico medio, según TALUKDAR & LOUREIRO (1982).

Page 169: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

143

Continuación: Cretácico medio al presente (TALUKDAR & LOUREIRO 1982).

Page 170: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

144

Continuación: Detalle de la cuarta etapa (85-30 Ma) (TALUKDAR & LOUREIRO 1982).

Nótese la posición de las rocas volcánicas de Villa de Cura (No. 4).

Al año siguiente, con los resultados de los trabajos de cartografía geológica, petrología y

geoquímica en la región de Villa de Cura, Enrique NAVARRO (1983) propone un modelo

diferente del anterior ya que involucra a dos arcos de islas, uno al norte adaptándose a la

hipótesis previa de TALUKDAR & LOUREIRO (1982) y otro al sur, considerando que se

formó en una cuenca oceánica formada por la separación de las rocas del Escudo Guayana

al sur y una microplaca al norte (su “microcontinente Sebastopol”). En esta cuenca

intermedia equivalente a la de Altamira, se generaría corteza oceánica y un arco de islas,

que en una etapa posterior llega a cerrarse, quedando finalmente emplazadas estas rocas

volcánicas en forma relativamente autóctona, tanto como fragmentos del arco propiamente

dicho (Villa de Cura), como fragmentos de la corteza oceánica (ofiolita de Loma de

Hierro). Éste lo denominamos “modelo de dos arcos” y es de naturaleza fundamentalmente

localista en contraste con los modelos de la "Escuela del Pacífico". Este modelo es afinado

por OSTOS & NAVARRO (1986) y vuelto a considerar por OSTOS et al. (2005).

Page 171: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

145

Modelo de evolución de la Cordillera de la Costa y en especial de la faja de Villa de Cura con el “modelo de dos arcos” de NAVARRO (1983). A la izquierda de la línea roja que

hemos añadido, prácticamente se reproduce el modelo de TALUKDAR & LOUREIRO (1982), mientras que a la derecha se representa la nueva interpretación con un segundo arco.

Page 172: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

146

En 1980, SKERLEC & HARGRAVES (1980) utilizando técnicas de paleomagnetismo

interpretan que el bloque Villa de Cura tuvo una rotación en 90° en sentido horario. Estos

resultados no fueron aceptados de inmediato por la comunidad científica, de hecho en los

modelos mencionados anteriormente no son considerados. Posteriormente, otros autores

corroboran estas conclusiones en localidades muy distantes entre sí: En las rocas volcánicas

de Villa de Cura en la zona de San Carlos - El Pao, Cojedes (BLIN 1989, BLIN et al. 1990),

en el río Caramacate en San Sebastián, Aragua (ALASTAIR (2005), en las volcánicas de arco

de islas de Tobago (BURMESTER et al. 1996.) y en las islas de Aruba y Curazao

(BEARDSLEY 2007), de manera que ésta es una condición que debe tomarse en cuenta en

todos los modelos del norte de Venezuela.

Para 1990 en la tesis doctoral de Marino Ostos, se presenta un nuevo modelo, que al

contrario de sus modelos anteriores, ahora encaja con la “Escuela del Pacífico” y “un solo

arco”, aceptando la información paleomagnética de SKERLEC & HARGRAVES (1980). En

este modelo, más allá de la faja de Villa de Cura, que había sido considerada alóctona desde

1965, también se consideran alóctonas a las rocas de las actuales fajas Costera, Ávila,

Caracas, Caucagua-El Tinaco, Loma de Hierro y Villa de Cura (OSTOS 1990).

Uno de los gráficos del primer modelo de origen Pacífico específicamente planteado para la Cordillera de la Costa (OSTOS 1990). Nótese la ubicación del Esquisto de Las

Mercedes, también involucrado en el proceso de aloctonía.

Page 173: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

147

3.5. UN MODELO PARA LA CORDILLERA DE LA COSTA

Con la base del conocimiento actual de la Cordillera, la distribución de las fajas y en

especial el significado de sus rocas en cuanto a origen y edad, el autor de la presente obra

considera más apropiado un modelo que se adapte a la "Escuela del Pacífico".

Para mostrar la evolución de la región, se hará uso de trabajos e ilustraciones de diversos

autores, para ir desde los tiempos más antiguos hasta las condiciones geológicas actuales.

- En el largo tiempo Arqueano al Precámbrico ocurrió la heterogénea amalgamación de

terrenos que dio lugar al actual Escudo de Guayana. Allí están registrados al menos siete

ciclos magmáticos. La unidad con rocas más antiguas conocidas de la Cordillera de la

Costa es el Augengneis de Peña de Mora (1,5 Ga), de clara naturaleza metaígnea que podría

corresponder a un fragmento altamente deformado y metamorfizado, del gran batolito del

Granito de Parguaza que aflora en el distrito Cedeño del estado Bolívar y parte del estado

Amazonas.

- Al final del Neoproterozoico ocurre la gran orogénesis del Grenvilliano, con rocas de

edad entre 0,9 y 1,2 Ga. Siguen otros eventos magmaticos durante las orogénesis

Panafricana-Brasiliana entre 600-550 Ma, Tacónica (equivalente en edad con la

Caledoniana de latitudes mayores) que abarcaría gran parte del Paleozoico (Cámbrico-

Devónico) entre 540-420 Ma (Fig. 71),

.

.

El recuadro superior izquierdo muestra la distribución de los

cinturones orogénicos en tiempo caledoniano, resultado del cierre del océano Iapetus. La posición

aproximada de la Cordillera de la Costa dentro de Gondwana está

marcada con un punto rojo. Tomado de MCKERROW et al.

(2000).

Page 174: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

148

siguiendo con la Apalachiana (equivalente en edad con la Herciniana europea) en el

Carbonífero-Pérmico, hace unos 340-280 Ma. Unidades de estos ciclos paleozoicos afloran

en los Andes, en El Baúl (VISCARRET 2009), en Todasana (URBANI et al. 2007) y se han

encontrado en el basamento bajo las cuencas sedimentarias (FEO-CODECIDO et al. 1984,

BAQUERO et al. 2010).

Además de procesos magmáticos, en el Paleozoico también existieron cuencas donde se

sedimentaron los protolitos de unidades como la Filita de Tucutunemo (Pérmico? según

BENJAMINI et al. (1986), con hallazgos similares en otras dos localidades adicionales por

GRANDE 1995, 2010), el Esquisto de Tinapú y los componentes metasedimentarios del

Complejo San Julián.

- En el Jurásico se inicia la ruptura del supercontinente Pangea, separándose Norte de

Suramérica, por medio de una zona de esparcimiento y generación de nueva corteza

oceánica, que se denomina "Proto-Caribe".

En el borde norte de Suramérica se inician procesos sedimentarios del tipo margen

pasivo. Entre ellos se encuentran los depósitos de arenisca y conglomerado, así como

algunos cuerpos de caliza plataformal del Esquisto de Las Brisas (que contiene Nanogyra

vírgula del Kimmeridgiense, URBANI 1969b), mientras que en un ambiente más profundo

con aguas menos oxigenadas se depositan las rocas que posteriormente generarán al

esquisto grafitoso de Las Mercedes.

- Desde el Jurásico Tardío al Cretácico Temprano en el ámbito Pacífico se genera el Gran

Arco del Caribe (GAC). La placa Sudamérica (y Atlántico) va avanzando hacia el oeste,

consumiéndose paulatinamente la corteza oceánica Proto-Caribe y su zona de expansión

central. En tiempos de 140 a 120 Ma se genera una incipiente meseta (plateau) oceánica

también denominada "Gran Provincia Ígnea del Caribe" (CLIP, por sus iniciales en inglés).

En el norte de Suramérica continua la sedimentación de margen pasivo.

Page 175: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

149

Jurásico-Titoniense. Generación de la cuenca oceánica del

Proto-Caribe. Tomado de PINDELL et al. (2005:11)

- En el Aptiense la subducción continúa en el GAC. Aquí debe mencionarse que los

estudios del Terreno Villa de Cura muestran que corresponden a unidades formadas en un

ambiente de antearco y sometidas al proceso de subducción; mientras que las rocas de Las

Hermanas y las unidades máficas-ultramáficas de Chacao y Apa, estaban siendo generadas

en el arco de islas (GAC) propiamente dicho.

Las unidades con metamorfismo de AP-BT como El Caño-El Chino y El Carmen, tienen

una evolución metamórfica distinta a Santa Isabel, teniendo esta última una edad del pico

metamórfico cercana a 96 Ma, mientras que las otras tres unidades tuvieron su pico

metamórfico en unos 79 Ma (SMITH 1996, SMITH et al. 1999). Una explicación de esta

diferencia es presentada por STILES (2000) y UNGER et al. (2005), quienes para el Albiense

temprano ubican a Santa Isabel en un lugar más cercano al extinto centro de expansión, y

más alejado para las otras tres unidades.

Modelo explicativo de la evolución metamórfica diferencial entre las unidades Santa

Isabel (A) y El Caño-El Chino-El Carmen (B). Tomado de UNGER et al. (2005). N: Ubicación probable de generación de las rocas de AP-BT del Terreno Nirgua.

N N

Page 176: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

150

- Desde Albiense tardío hasta el Campaniense, las cuatro unidades de Villa de Cura

quedan envueltas en el proceso de subducción que les imparte una asociación mineralógica

metamórfica de AP-BT.

- Para el Maastrichtiense la separación entre Norte y Suramérica se detiene y el GAC

continúa entrando en el ámbito caribeño con un rumbo noreste. Durante el Cretácico tardío

en el norte de Venezuela continúa la sedimentación de unidades de "margen pasivo", en

especial las importantes unidades de ambientes marinos poco oxigenados como las

formaciones La Luna y Querecual.

Otras unidades metamórficas, originalmente muy ricas en materia orgánica como

Tacagua, Muruguata, Mucaria y Urape probablemente se formaron en estas cuencas,

algunas más cerca del continente, otras más cerca del arco, de manera que allí radican las

diferencias del contenido de material volcánico -mayormente piroclástico- en ellas.

El Caribe en el Maastrichtiense. Tomado de PINDELL et al. (2005).

- Durante el Paleoceno-Eoceno la interacción de la placa Caribe contra Norteamérica

encuentra un freno en el gran banco de las Bahamas y Cuba, por lo cual la placa Caribe

empieza a moverse hacia el este. Con este cambio de orientación se inicia una interacción

oblicua en el norte de Venezuela, formándose las cuencas o surcos donde se depositan las

Page 177: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

151

unidades turbidíticas de Matatere, Pampatar, Río Guache y Guárico, en forma diacrónica

hacia el oriente. La fuente de sedimentos de estas cuencas corresponde tanto el continente

Suramericano como del arco de islas.

- En el Eoceno se hace más pronunciada la interacción Caribe - Suramérica. Hacia el

occidente del país, para el Eoceno medio se emplazan las napas de Lara, mientras que más

al este, en nuestra actual Cordillera de la Costa, se va consumiendo la corteza oceánica

Proto-Caribe debido a subducción tanto hacia el norte como hacia el sur, permitiendo que

los materiales del arco se vayan acercando al continente Suramericano.

El Caribe en el Eoceno.

Arriba: Eoceno medio, donde el círculo rojo muestra al

emplazamiento de las napas de Lara.

Abajo: Eoceno inferior,

mostrando una configuración que explica el acercamiento del arco al continente y el consumo de de la corteza

Proto-Caribe. Tomado de PINDELL et al.

(2005).

Page 178: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

152

Las formaciones Escorzonera, Los Cajones, Caramacate y Morro del Faro se formaron al

frente del arco y fueron migrando con él. Siendo ésta su única fuente de sedimentos, como

se comprueba con los recientes estudios de edades U-Pb de cristales detríticos de zircón (J.

Wright, 2009, com. pers.). A fines del Eoceno ya ha concluido el emplazamiento de las

napas de Lara y continua el avance los terrenos hoy localizados en la Serranía del Interior.

- En el Oligoceno y Mioceno se acentúan los efectos de interacción de placas en la región

de la actual Cordillera de la Costa. Las cuencas flysch se cierran y el arco (ígneas,

volcánicas y sedimentarias asociadas, tanto aquellas que se mantuvieron en condiciones

someras, como las del complejo de subducción), se emplazan definitivamente sobre el

margen pasivo Suramericanoo.

- En el Mioceno la Cordillera de la Costa adquiere una configuración bastante parecida a

la actual, ya hay tierras emergidas que permiten la sedimentación de formaciones a su

alrededor (e.g.: Formación La Sabana). También se están elevando los Andes de Mérida y

ahora los procesos más activos de interacción de placas, están ocurriendo en el oriente

venezolano y en la isla de Trinidad.

La faja de Villa de Cura, tiene una constitución interna de apilamiento, de manera que de

sur a norte aparecen las rocas de Las Hermanas, que corresponden a un fragmento del arco

propiamente dicho con metamorfismo de muy bajo grado, luego en contacto de fallas de

corrimiento siguen las unidades del complejo de subducción con metamorfismo de AP-BT

como el Granofel Santa Isabel y las metatobas y metalavas de El Caño-El Chino y El

Carmen, formadas en distintos lugares y con máximos metamórficos en tiempos diferentes.

Page 179: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

153

Reconstrucción del Oligoceno (arriba izquierda) y Mioceno (arriba derecha). Abajo se muestra una sección hipotética del emplazamiento de Villa de Cura.

La llave representa a las napas de Villa de Cura y piemontina. Tomado de PINDELL et al. (2005).

- Del Mioceno al Holoceno continúa al efecto compresivo oblicuo con dirección NO-SE,

generándose una importante partición de esfuerzos que permite el desarrollo de extensas

fallas dextrales de ángulo alto (e.g.: fallas de Oca-Ancón, San Sebastián, Macuto, El Pilar,

La Victoria).

La exhumación de las rocas del Terreno Nirgua con sus rocas de AP-BT pudo ocurrir en

dos etapas. Para el Cretácico medio estas rocas estuvieron en el complejo de subducción a

profundidades de 25 a 75 km (SISSON et al. 1997), es decir mucho mayores que aquellas de

Villa de Cura.

En el Cretácico Tardío el "mélange" fue fragmentado por los procesos de estiramiento

paralelo al borde de placas para ubicarse a unos 10 km de profundidad (AVÉ LALLEMANT &

SISSON 2005). Luego como consecuencia de los sistemas de fallas dextrales subverticales,

en tiempos Mioceno-Holoceno son exhumadas las rocas de las fajas Costera, Ávila y

Caracas, donde el mejor ejemplo esta en la rápida y joven (Plioceno-Holoceno)

exhumación del macizo del Ávila, en la zona de relevo transpresivo generada entre las

Page 180: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

154

fallas de San Sebastián y Macuto al norte, con la falla del Ávila al sur, alcanzando en el

bloque Naiguatá a las elevaciones actuales de 2,8 km s.n.m.

J.-F. STEPHAN et al. (1980) y STEPHAN (1982) en sus trabajos en la región de

Barquisimeto, introduce el concepto de las "napas de Lara", pero también trata problemas

generales de la Cordillera de la Costa, presentando una sección generalizada

(posteriormente adaptada por BECK 1986) que explica la disposición resultante de fajas. En

la figura que hemos adaptado, indicamos con una gruesa flecha vertical el fuerte

movimiento vertical ocurrido con las rocas de las fajas Ávila y Caracas, en un régimen de

relevo transpresivo.

Sección generalizada de la Cordillera de la Costa en el meridiano de Caracas.

Adaptado de STEPHAN et al. (1980).

frente de la napa del flysch piemontino. cabalgamiento basal de las unidades alóctonas ígneo metamórficas (*) superficie de cabalgamiento entre los terrenos de Villa de Cura y Loma de Hierro superficie de cabalgamiento entre los terrenos Caucagua-El Tinaco y Loma de Hierro (ofiolita) superficie de cabalgamiento de los terrenos Nirgua y Tacagua

(*) frente equivalente al que limita al complejo de las Napas de Lara en la región de Barquisimeto.

Serranía del Litoral Serranía del Interior Formaciones Costera Ávila Caracas Caucagua- Loma Villa San Escorzonera Guárico El Tinaco de de Sebastián Caramacate, Hierro Cura etc.

Page 181: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

155

En forma aproximada a la anterior interpretación de STEPHAN et al. (1980), están las

posteriores de BECK (1985) (Fig. 79) y PÉREZ (2005).

Sección generalizada de la Cordillera de la Costa en el meridiano de Caracas. Tomado de BECK (1985).

Una nueva sección geofísica en el meridiano Colonia Tovar - Calabozo es presentada por

SCHMITZ et al. (2007), que permite vislumbrar el escaso espesor de la faja de Villa de Cura,

mostrando igualmente el alcance en superficie de las rocas de Loma de Hierro que

presentan una mayor velocidad de transmisión de ondas.

Mapa de velocidades interpretando fallas geológicas. 1: La Victoria; 2: Santa Rosa; 3: Agua Fría; 4: Cantagallo. Adaptado de SCHMITZ et al. (2007).

- Configuración tectónica actual

En las últimas décadas han sido los profesionales de FUNVISIS, como André Singer,

Franck Audemard, Carlos Beltrán, Carlos Giraldo y J. P. Soulas, quienes han investigado

más intensivamente los aspectos de la neotectónica del país. Este es un importante campo

dadas sus implicaciones en la zonificación sísmica, que incide directamente en las normas

Fajas Ávila Caracas Caucagua - El Tinaco Loma Villa de Cura Unidades sedimentarias de Hierro

Page 182: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

156

que deben aplicarse para que las obras civiles estén dentro de los parámetros aceptables de

sismoresistencia.

De estos trabajos, reproducimos parte de los mapas de BELTRÁN (1993) y AUDEMARD et

al. (2000), donde se muestra la distribución de las principales fallas de la Cordillera,

destacándose la coalescencia de las fallas de Boconó, Morón, Oca y San Sebastián en la

zona de Morón, el control lineal de la costa debido a la falla de San Sebastián, la separación

de las serranías del Interior y del Litoral por el sistema de fallas de La Victoria, y las fallas

de corrimiento en la zona piemontina del sur. La combinación de las fallas dextrales

transcurrentes de San Sebastián y Ávila, son las que originan el gran levantamiento de la

serranía del Ávila.

Fragmento del mapa neotectónico de Venezuela de BELTRÁN (1993).

Fragmento del mapa neotectónico de Venezuela de AUDEMARD et al. (2000).

100 km

Page 183: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

157

4. APLICACIONES DE LOS ESTUDIOS GEOLÓGICOS

REGIONALES: EFECTOS DE INUNDACIONES Y FLUJOS

TORRENCIALES EN UNA PERSPECTIVA CRONOLÓGICA

En este capítulo trataremos de combinar la información geológica de la Cordillera de la

Costa y el efecto de las inundaciones y flujos torrenciales que pueden afectar los grandes

centros urbanos. Para ello mencionaremos diversos ejemplos del norte del país, donde se

involucra la sedimentación de grandes bloques a través del tiempo geológico, desde el

remoto Eoceno hasta el Reciente, culminando con diversos aspectos de lo acaecido en el

estado Vargas en 1951 y 1999.

4.1. EVENTOS DEL EOCENO (HACE 40 MILLONES DE AÑOS)

En tiempos recientes se ha trabajado en la Formación Matatere que aflora al norte del

estado Lara entre Carora – Siquisique – Barquisimeto, allí la aridez del clima permite ver

exposiciones verdaderamente espléndidas. Esta Formación fue subdividida por STEPHAN

(1982) en tres subunidades designadas informalmente como I, II y III. La que nos concierne

es Matatere III que corresponde a una unidad tipo flysch, es decir que se caracteriza por una

monótona alternancia de capas de lutita y de arenisca, ambas con bastante variación en sus

aspectos texturales y mineralógicos. Esta unidad fue depositada en el período Eoceno

medio (hace unos 40 Ma) en un ambiente de sedimentación turbidítico. Pero en ciertos

niveles de esos uniformes estratos de lutita y arenisca, aparecen ocasionalmente capas de

peñones de dimensiones decimétricos y hasta métricos, bien redondeados y constituidos por

una amplia gama de tipos de roca, como caliza del Cretácico Temprano del Grupo Cogollo,

caliza del Cretácico Tardío de la Formación La Luna, caliza arrecifal del Paleoceno, granito

y rocas metamórficas. Esto precisamente es el resultado de flujos de detritos, torrenciales y

muy densos que fluyeron mar adentro hacia el talud continental, aportando toda esa

variedad de rocas desprendidas desde un borde continental inestable. Estos fenómenos son

especialmente visibles en la subunidad informal conocida como la “Capa de Peñones de

Paragüito”, adecuadamente definida por RENZ et al. (1955) y estratigráficamente incluida

dentro de la Formación Matatere, que se extiende desde La Mesa, al norte de Aregue,

Page 184: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

158

pasando por la localidad tipo de Paragüito, al norte de Río Tocuyo, y continuando por más

de 40 km hacia el Este hasta Cambural. Esta sedimentación de bloques y peñones fue

debida a lluvias torrenciales que ocurrieron en el continente, que permitieron que el drenaje

transportara verdaderos y grandes cantos rodados hasta la costa, para luego continuarse su

transporte muy mar adentro (URBANI 2010).

Capa de Peñones de Paragüito dentro de la Formación Matatere, NE de Carora, estado Lara (STEPHAN 1982).

4.2. ALGUNOS EVENTOS DEL CUATERNARIO

En diversos valles de la Cordillera de la Costa se ven notables depósitos de bloques y

peñones que alcanzan dimensiones plurimétricas, muchos de los cuales sobrepasan la marca

de las mil toneladas de peso, todos transportados en el pasado por medio de flujos

torrenciales. A continuación se indican algunos casos notables cuya antigüedad pudiera

variar de centenares de años has algunas pocas decenas de miles de años:

Page 185: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

159

El Castaño, Maracay, Aragua.

La primera descripción publicada que conocemos de grandes bloques plurimétricos, son

aquellos del sector de Onoto (hoy El Castaño, al norte de Maracay) por Jean-Baptiste

Boussingault en 1823 quien menciona un bloque de granito de 9 m de diámetro (URBANI

1981).

Patanemo, Carabobo.

El geólogo italiano Enrico Fossa Mancini en 1922 reconoce geológicamente la zona de

Puerto Cabello, menciona que en el sector de Santa Rita de Patanemo encuentra grandes

bloques de gneis. En especial le llama la atención uno de aproximadamente 12 a 15 m,

tanto por su magnitud como por encontrarse ubicado a varios kilómetros de sus

afloramientos, concluyendo que su presencia probablemente haya sido debida a la acción

combinada de gravedad, crecidas del río, así como algún evento sísmico (FOSSA-MANCINI

1926). Con esto se adelanta a las ideas de flujos torrenciales disparados por eventos

sísmicos, que fuera planteado para la zona de Caracas por el Prof. André Singer desde la

década de los años 1970s (e.g.: SINGER 1977).

San Esteban, Carabobo.

En el valle del río San Esteban, Puerto Cabello, también hay bloques plurimétricos de

rocas graníticas que fueron transportados desde sus afloramientos ubicados a varios

kilómetros aguas arriba. Esto ocurrió en tiempos pre-hispánicos dado que algunos presentan

petroglifos indígenas y cavidades para moler. Igual ocurre en la Quebrada Galindo que

cruza la Urbanización Terrazas del Ávila al noreste de Caracas, donde hay un gran bloque

de gneis granítico de más de 10 m denominado la Piedra del Indio con varios petroglifos

grabados (URBANI 1998a).

Choroní, Aragua

A lo largo del valle del río Choroní y por varios kilómetros, hay enormes bloques

dispersos de dimensiones métricas, algunos de los cuales ya están totalmente rodeados por

el urbanismo. En esta zona también se encuentran terrazas aluvionales ubicadas a cotas

muy altas comparadas con el cauce actual del río y presentando bloques de rocas graníticas

Page 186: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

160

al menos de dimensiones decimétricas, con algunos pocos de tamaño métricos. Según

SCHUBERT (1985) quién estudió este fenómeno, esto atestigua indicios de aridez a fines del

Cuaternario. En esta etapa del tiempo geológico es cuando ocurrió la sedimentación de la

mayor parte de los conos aluviales intermontanos y costeros adyacentes a las elevaciones

de la Cordillera.

Grandes bloques de rocas transportados siglos atrás hasta su posición actual por flujos torrenciales y posteriormente utilizados por los indígenas. Izquierda: bloque con cavidades

para moler granos (DAWSON 1904). Derecha: Petroglifos en San Esteban, suroeste de Puerto Cabello (K. F. Appun en SUJO-VOLSKY 1975).

Sedimentos de flujos torrenciales en el valle de Caracas

En el valle de Caracas se encuentran unidades que corresponden a sedimentos

depositados por flujos torrenciales. Estos fueron identificados en la parte este de la ciudad

por SINGER (1977, SINGER et al. 2007), mayormente en El Pedregal, Altamira, La

Castellana, Parque del Este, Los Chorros, entre otros. Décadas atrás, estos bloques

decimétricos a métricos eran visibles en la superficie en muchos lugares no urbanizados del

Este de Caracas, mientras que hoy día sólo pueden verse en los jardines de algunas casas,

en las fundaciones de los nuevos edificios o en los cauces de las quebradas no embauladas.

Estas unidades formadas por destructores flujos de detritos están concentradas al pie del

flanco sur de la Silla de Caracas y del Pico Naiguatá, que precisamente es el de mayor

pendiente y en las laderas afloran litologías gnéisicas.

En las fundaciones del Teatro Teresa Carreño y zonas circundantes, bajo un manto de

unos 3 a 8 m de espesor de sedimentos depositados por un flujo torrencial pasado, en 1972

el Prof. André Singer localizó un nivel de paleosuelos con restos óseos humanos y

Page 187: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

161

fragmentos de cerámica arqueológica (CALDERA 1972). Estos tiestos fueron examinados

por el arqueólogo José María Cruxent quien los identificó como pertenecientes el estilo

Valencioide correspondiente al período III del Neoindio (350-1100 DC), por consiguiente

estos flujos torrenciales cubrieron buena parte del valle de Caracas y a sus habitantes

indígenas. Más recientemente en las excavaciones de la Línea 4 del Metro de Caracas, hubo

un hallazgo similar bajo unos 5 m de espesor de sedimentos en las cercanías del “Nuevo

Circo” (F. Audemard & A. Singer, 2007, com. pers.).

Fragmento del mapa geológico del valle de Caracas (SINGER 1977), con la distribución de los sedimentos de facies proximal (grandes bloques) depositados por aludes torrenciales

del Holoceno. Note la ubicación de El Pedregal, Altamira y Los Palos Grandes.

500 m

Page 188: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

162

Algunos cuerpos sedimentarios del Litoral Central

Buenos ejemplos de los procesos sedimentarios de origen torrencial, son los grandes

conos aluviales de la costa norte del país, como los de Puerto Cabello (ríos San Esteban y

Patanemo), Cabo Blanco (quebradas Piedra Azul, Curucutí, Tacagua y Mamo) y

Caraballeda (río San Julián y quebrada Seca), entre otros; pero estos conos aluviales se

forman tanto por el aporte lento pero continuo de sedimentos, acarreados durante todo el

año por los torrentes e intensificado por las crecidas anuales, pero definitivamente signado

por eventos torrenciales de gran magnitud como los de febrero 1951 o diciembre 1999. En

estos casos, en cuestión de horas se pueden movilizar volúmenes de sedimentos

comparables a siglos o milenios de acción lenta, además que se propicia la generación de

verdaderos flujos de detritos que movilizan los bloques de gran magnitud.

Como resultado de estos procesos de sedimentación, en los conos aluviales cercanos a la

costa y con poca elevación sobre el nivel del mar, se observan principalmente materiales

recientes, pero también hay depósitos más antiguos a cotas mayores. En forma general hay

tres tipos distinguibles de estos sedimentos antiguos, a saber:

- Terrazas a lo largo de los torrentes: En la mayoría de los cauces del Litoral

Central al recorrerlos aguas arriba del ápice del cono aluvial se observan terrazas elevadas,

siendo las más conspicuas aquellas de El Cojo, San Julián y Quebrada Seca. Estas terrazas

(las vegas de los lugareños) en parte han sido totalmente erosionadas, ya sea previamente o

durante el evento de 1999, pero sus remanentes se pueden seguir aguas arriba por varios

kilómetros y están presentes en casi todos los tramos que hemos alcanzado a la fecha, hasta

cotas cercanas a los 300-350 m s.n.m. Usualmente se notan a alturas variables de 4 a 10 m

por encima del cauce actual. A juzgar por el tamaño de los bloques contenidos y el

volumen de los sedimentos involucrados, estas terrazas fueron producidas por eventos

torrenciales antiguos que tuvieron una capacidad de transporte y energía, probablemente

mayor al evento de diciembre de 1999.

- Terrazas laterales en los ápices de los conos: Estas se pueden observar tanto en

fotografías aéreas como en el campo y están ubicadas en las partes altas de los conos

aluviales. La naturaleza de los sedimentos es variable (flujos de detritos entre otros). Se

Page 189: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

163

encuentran a cotas de hasta 100 m s.n.m., siendo especialmente visibles en Camurí

Chiquito (sector La Llanada), así como en la parte alta de Caraballeda, donde está el

asentamiento original del caserío San Julián y la hacienda Tanaguarena. A cotas más bajas

hay conspicuos depósitos en El Cojo, Punta de Mulatos y Punta Tigrito. Los grandes

bloques incluidos en algunas de estas terrazas son de una magnitud tal (hasta decamétricos),

que en el evento de 1999 sólo fueron despejados o a lo sumo rotaron levemente algunos de

ellos, pero sin producir mayor traslación longitudinal.

- Terrazas en escalones erosionales: Justo al sur del Club Tanaguarena existe una

terraza sedimentaria colgada a 95 m s.n.m. sobre las rocas del Esquisto de Tacagua,

constituida por grava y bloques decimétricos de cantos rodados de gneis granítico

procedentes del Complejo San Julián. Al observar el mapa topográfico a escala 1:5.000, se

nota que en la actualidad no existe ningún drenaje que partiendo de afloramientos

graníticos pueda alcanzar al sitio donde se encuentra la terraza, esto se debe a que la

erosión ha disectado la parte intermedia aprovechando las zonas de debilidad a favor de la

extensión este-oeste del sistema de fallas de Macuto, por consiguiente estos depósitos son

de una antigüedad relativamente considerable, probablemente del Pleistoceno.

Analizando los mapas topográficos, así como visualizando las formas de modelado en el

campo, en casi toda la extensión del Litoral Central desde Camurí Grande hasta La Guaira,

se notan escalones topográficos que coinciden en una cota cercana a 90-120 m s.n.m. Éstos

no han sido investigados con el detalle que se merecen, pero en algunos pudieran estar

preservados depósitos sedimentarios de interés para ser estudiados. Estos sedimentos

probablemente tengan una edad en el orden de varias decenas de miles de años y han sido

llevados hasta esa cota fundamentalmente por el efecto de levantamiento tectónico asociado

a la Falla de San Sebastián, que es la que precisamente controla la forma lineal de la costa

en el Litoral Central, donde el flanco deprimido es el septentrional (hacia el mar) y el

levantado el meridional precisamente formando las colinas cercanas a la costa.

- Edad de los depósitos sedimentarios antiguos: Hasta la fecha no se han realizado

estudios, para determinar la edad de los sedimentos de las diversas terrazas, ni para calcular

una tasa de levantamiento de la Cordillera. Sin embargo sobre esto último, una

Page 190: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

164

aproximación puede obtenerse a partir del levantamiento de los sedimentos de Cabo Blanco

con respecto al nivel del mar actual. Para ello podemos usar la elevación máxima de los

cerros, que antes de construir el actual aeropuerto de Maiquetía era de 141,7 m s.n.m., si a

esto le añadimos la posibilidad que los sedimentos más antiguos de la zona sean del límite

Plioceno-Pleistoceno hace unos 1,6 Ma, se puede calcular una tasa de levantamiento de 1 m

cada 11,3 miles de años (ka). Si se usa este estimado, las terrazas cercanas a 90-100 m

s.n.m. pudieran tener una edad del orden de 1 Ma, lo cual luce razonable. Pero si se aplica

esa tasa de levantamiento sin otras consideraciones, a las terrazas o aluviones colgantes

observados a una altura de unos 8 m por encima de los cauces actuales de los torrentes,

resultarían de una edad estimada en 90 ka, que parece alta. Como hipótesis de trabajo, es

preferible postular que estos sedimentos, cuyos remanentes aparecen preservados en las

márgenes de los valles en V se hayan depositado durante un período climático árido del fin

del Pleistoceno (13,4 a 11,5 ka) antes del presente (siguiendo las ideas de SCHUBERT 1985).

El origen de los grandes bloques La observación generalizada en toda la Cordillera de la Costa es que cuando se trata de

bloques de dimensiones métricas, éstos corresponden únicamente a rocas gnéisicas cuyo

protolito está en la gama de granito - granodiorita - tonalita, todos provenientes de la Faja

Ávila. Una característica de estos bloques es que se trata de litologías de grano grueso y

foliación relativamente pobre, por ello la casi total ausencia de grandes bloques de

litologías esquistosas, se deba a que éstas teniendo una foliación prominente, son mucho

más propensas a la meteorización, así como a fragmentación y disgregación durante el

transporte. Las formas redondeadas de los bloques gnéisicos puede deberse a varios

factores: meteorización en su lugar de origen, meteorización al estar incluidos en cuerpos

de sedimentos por largos períodos de tiempo, así como por causa de la erosión propiamente

dicha durante el transporte.

Al poco tiempo del evento de 1999 hubo bastante discusión sobre el origen de los bloques

métricos: si éstos provenían de los deslizamientos que se podían ver en las laderas de las

cuencas altas y trasladados durante el mismo evento hasta los conos aluviales, o si fueron el

producto de la remobilización de los sedimentos de terrazas antiguas. Hoy día después de

Page 191: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

165

mucha actividad de campo, hay consenso de que proceden mayormente de la

remobilización de sedimentos preexistentes. Entre los lugares donde esto se puede observar

mejor es en las quebradas Seca y El Cojo.

Los grandes bloques desprendidos en 1999 han quedado en el fondo de los valles en V al

pie de sus respectivos derrumbes. Sólo a través del tiempo y a partir de sucesivos eventos

torrenciales podrán ser transportados aguas abajo, con largos períodos de tiempo de

enterramiento y meteorización en las terrazas.

Los materiales de granulometría relativamente fina (centimétrica o menor) pueden

proceder tanto de los depósitos antiguos, como de los abundantes flujos superficiales, que

en su mayoría sólo afectan una profundidad de unos pocos decímetros del suelo de las

empinadas laderas. Estos flujos superficiales aportan materiales limo-arenosos y

fragmentos pequeños de rocas, que al mezclarse con el agua en las quebradas hace que la

densidad de los fluidos aumente drásticamente, permitiendo la generación de flujos de

detritos de alta capacidad destructiva por el transporte de grandes bloques.

Tsunamis Adicionalmente a manifestaciones destructivas sobre las poblaciones, disparadas por

eventos hidrometeorológicos excepcionales, la Cordillera de la Costa también está sujeta a

otro tipo de fenómenos como los tsunamis. Un caso estudiado es el de la Bahia Caracas de

Curazao que corresponde a la cicatriz de un megadeslizamiento ocurrido en el pasado con

movimiento sur y con un volumen total desplazado de unos 700 millones de m3, que debió

causar un tsunami que afectó la costa norte del país. Esto ha sido estudiado en Curazao por

BUISONJE & ZONNEVELD (1976), quien acota la edad probablemente cercana a los 10 mil

años, que probablemente afectó a la población indígenas asentada en las zonas costeras. En

el lado venezolano, en Choroní hay evidencias geológicas de tsunamis que han sido

descritas por SCHUBERT (1994).

Page 192: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

166

4.3. DOS EVENTOS DEL SIGLO XX El Limón, Maracay

El 9 de septiembre de 1987 ocurrieron lluvias de notable intensidad en las montañas del

Parque Nacional Henry Pittier al norte de El Limón, Aragua, las cuales generaron violentos

flujos torrenciales (AUDEMARD et al. 1989) con graves consecuencias en pérdidas de vidas

y bienes. Durante el evento en las partes proximales de los conos se depositaron cantos

métricos y cuyo su tamaño disminuye paulatinamente aguas abajo, pero también aportaron

sedimentos más finos que cubrieron una gran cantidad de viviendas.

Mapa de las zonas afectadas por los flujos torrenciales de El Limón, 1987

(AUDEMARD et al. 1989).

Page 193: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

167

Comparación de los efectos de los fenómenos de 1951 y 1999 en Vargas

Los dos eventos hidrometeorológicos de la región Capital, de los cuales aún hay cierta

memoria colectiva, son los de febrero de 1951 y el de diciembre de 1999.

A pesar de la intensidad y graves consecuencias del evento de 1951 y existir fotografías

aéreas, tomadas tanto antes como después del mismo, éste nunca ha sido caracterizado

adecuadamente. Los efectos visibles en fotografías aéreas de 1951 comparadas con las del

1999, indican que en algunos lugares éste último evento causó flujos superficiales con una

extensión areal al menos cuatro veces mayores que en 1951, como puede visualizarse para

la zona de El Cojo.

Zona de Quebrada Seca de Caraballeda. Cartografía de los flujos superficiales del evento de diciembre 1999.

En los alrededores de Quebrada Seca de Caraballeda, aproximadamente el 60% de la

superficie de las colinas constituidas por el Esquisto de Tacagua se deslizaron en 1999,

mientras que en 1951 en esa misma zona no hubo deslizamientos, pero al igual que en 1999

si los hubo en la cuenca media y alta de la Quebrada.

Una comparación global de las fotografías aéreas de 1951 y 1999, muestra que en ambos

casos los deslizamientos fueron escasos a alturas mayores de 1.800 m s.n.m. Las zonas más

Page 194: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

168

afectadas en 1951 fueron los niveles altitudinales medios, mientras que en 1999 fueron

tanto las partes medias como las bajas.

Zona de El Cojo, estado Vargas. Comparación de las áreas afectadas por flujos superficiales de los eventos torrenciales de 1951 y 1999. Tomado de URBANI (2000a).

Page 195: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

169

4.4. LA AMENAZA DE FLUJOS TORRENCIALES

En consideración a los procesos sedimentarios registrados en las terrazas antiguas, así

como lo ocurrido en el siglo XX (e.g.: Vargas 1951, El Limón 1987, Vargas 1999), está

claro que al igual que cuando se habla de eventos símicos, la pregunta no es si va a ocurrir

algún otro evento destructor en el futuro, sino cuando va ocurrir. Pero ciertamente no hay

manera de predecir la ocurrencia del próximo: al año siguiente, dentro de algunas décadas o

dentro de algunos siglos, tal como lo explica el modelo de equilibrio puntuado (e.g.:

ELDREDGE & GOULD 1977).

La mayor amenaza ante flujos torrenciales que pueden llegar a generar verdaderos y

destructores flujos de detritos, está en las poblaciones asentadas al pié de montañas de gran

elevación con muy alta pendiente. A esto hay que añadir que la litología que

predominantemente ha sido transportada durante los flujos de detritos destructores son

bloques de litología gnéisica, los cuales precisamente abundan en el núcleo de toda la

Serranía del Litoral como parte de la Faja Ávila. En consecuencia y al observar y combinar

los mapas topográficos y geológicos, así como los modelos digitales de elevación de la

Cordillera de la Costa vemos que las zonas de mayor amenaza son aquellas periféricas a las

zonas con afloramientos de rocas graníticas.

El registro sedimentario de distintas parte de la Cordillera, nos muestra una distribución

muy variable del tamaño de los bloques acarreados por los flujos de detritos del pasado, lo

cual puede servir de aproximación para interpretar la posibilidad que eventos similares

puedan volver a ocurrir en el futuro, así, la variación de mayores a menores bloques es

como sigue:

- Flanco norte de la Serranía del Litoral entre Choroní (Aragua) y Chuspa (Vargas).

- Flanco sur del macizo del Ávila entre Caracas y Guatire, principalmente desde la

quebrada Chacaito hacia el este.

- Flanco sur de la Serranía del Litoral entre Las Trincheras y Maracay.

Page 196: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

170

- Valles y zonas costeras entre Cuyagua (Aragua) y Urama (Carabobo). En esta zona hay

una mayor distancia entre la Fila Maestra y las zonas pobladas costeras, lo cual imparte

menores pendientes y los torrentes tienen cauces más largos y sinuosos. - En todo el resto de la Cordillera de la Costa pueden ocurrir inundaciones mayores,

potencialmente también acompañadas de flujos de detritos, pero estimamos que en estos

casos los bloques probablemente no deberían ser mayores a dimensiones decimétricas.

Mapas de la Cordillera de la Costa (ambos a la misma escala).

Arriba: Modelo digital de elevación (GARRITY et al. 2004). Abajo: Mapa geológico (HACKLEY et al. 2005).

68° 67° 66° 10°

Page 197: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

171

4.5. HACIENDO UN ACERCAMIENTO

En los capítulos 2 y 3 se ha mostrado como ha evolucionado el conocimiento geológico

de la Cordillera de la Costa y cuanto sabemos de su origen. Ahora bien, los procesos han

actuado en una escala de tiempo de cientos y miles de millones de años. Entonces hagamos

una síntesis de la cadena de eventos que han permitido llegar a su forma actual, y en

consecuencia posibilitando una mayor o menor amenaza a las poblaciones asentadas en

ella, ante fenómenos naturales como fuertes inundaciones y/o flujos torrenciales.

- Debido a fenómenos que ocurren a cientos y miles de kilómetros de profundidad, se

generan los mecanismos que permiten el cambio continuo de la distribución de las masas

continentales, que a lo largo del tiempo han sido muy distintas a las actuales, todo esto

explicado con al teoría de la Tectónica de Placas. Entonces entre el Proterozoico y el

Paleozoico (1.500 a 250 Ma), se formaron las rocas plutónicas graníticas que hoy día

constituyen la Faja Ávila de la Serranía del Litoral, con predominio de litologías gnéisicas

con protolito de rocas de la familia del granito (Augengneis de Peña de Mora, Complejo

San Julián, etc.). En los márgenes continentales de esa época también se formaron rocas

sedimentarias (incluidas en el Complejo San Julián).

- En el Mesozoico, primeramente con la ruptura del supercontinente Pangea y luego con

la fragmentación de Gondwana, se individualiza el continente suramericano, contentivo de

las rocas paleozoicas y precámbricas ya indicadas; pero en los márgenes de este nuevo

Continente, también ocurre la sedimentación de una espesa secuencia sedimentaria de

lutita, caliza y arenisca, que luego llegarán a formar unidades de rocas metasedimentarias

(Asociación Metasedimentaria Caracas).

- Desde fines del Cretácico y durante el Paleógeno ocurre la interacción entre las placas

Caribe y Suramericana; entonces se inicia un proceso tectónico que permite la

amalgamación de una compleja mezcla de litologías, originadas previamente en distintos

lugares de espacio y tiempo, algunas en el propio continente Suramericano y otras que

vienen acarreadas por la placa Caribe desde muy lejos en el oeste.

Page 198: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

172

- En el Neógeno se inicia el levantamiento de la Cordillera, la cual se encuentra signada

por fallas tanto con rumbo este-oeste y de movimiento transcurrente dextral como la Falla

de San Sebastián, y más tardíamente con por fallas transversales con rumbos NO-SE como

las de Tácata y Aragüita.

- En el centro de la Cordillera un accidente subvertical tardío como es el sistema de fallas

de La Victoria, divide claramente los dominios tectónicos de las serranías del Interior y del

Litoral.

- La Serranía del Litoral esta limitada al norte por el activo sistema de fallas de San

Sebastián, de hecho responsable de la linealidad de la costa entre Morón y Cabo Codera.

También hay otras importantes fallas este-oeste como las de Macuto y El Ávila, todas ellas

con actividad cuaternaria (AUDEMARD et al. 2000). De esta manera los macizos rocosos

ubicados entre ellas han sido literalmente “exprimidos” y empujados hacia arriba debido al

efecto de relevo transpresivo. El mejor ejemplo es el macizo del Ávila (bloques Galipán y

Naiguatá) con las mayores elevaciones de la Cordillera, por consiguiente mostrando la

mayor exhumación de sus rocas, permitiendo que estén expuestas las rocas gnéisicas más

antiguas y con mayor grado metamórfico de toda la Cordillera de la Costa, es decir aquellas

que provienen de un nivel más profundo de la corteza continental.

- Este desarrollo desigual de la distribución de montañas, con la presencia de valles

intermontanos en niveles altitudinales que propenden a un clima moderado, no tan cálido

como el resto de las tierras bajas del país, así como sus tierras fértiles, ha hecho que desde

la misma entrada de los europeos en el siglo XVI hayan sido los lugares preferenciales para

los asentamientos humanos. Es decir que estas condiciones geológicas, geográficas y

climáticas generadas por la interacción de las placas Caribe y Suramericana, han permitido

la existencia de los lugares apropiados para la ubicación de las mayores concentraciones de

población del país, justamente al pie o entre altas montañas.

Page 199: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

173

Esquema geológico de la parte central de la Cordillera de la Costa, indicando los distintos bloques tectónicos.

Page 200: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

174

- En otro contexto están los fenómenos atmosféricos, que a diferencia de los lentos

procesos geológicos, pueden sufrir cambios mayores en una escala temporal muy corta,

inclusive de horas o días, en especial en nuestro país que es barrido de norte a sur por la

zona de convergencia intertropical. De manera que la coincidencia en la Cordillera de la

Costa de montañas abruptas con litologías gnéisicas que generan grandes bloques de rocas,

junto a las condiciones hidrometeorológicas imperantes, e inclusive la sismicidad de la

región, hace que las zonas más densamente pobladas sean aquellas que precisamente tienen

un alto o moderado riesgo ante lluvias extraordinarias; que pueden producir eventos desde

simples inundaciones (agua predominante), pasando por toda la gama en las características

de los fluidos, hasta el extremo de los devastadores flujos de detritos con bloques de rocas

de dimensiones métricas constituidos por rocas gnéisicas.

- Para terminar, conviene considerar que vivimos aquí y no podemos mudar ciudades

enteras, por consiguiente estas son las amenazas con los cuales debemos convivir, de

manera que los eventos como El Limón 1987 y Vargas 1999, deben enseñarnos a no

cometer los mismos errores de urbanismo e infraestructuras, que han sido y son la causa

principal de tantas pérdidas humanas y materiales. Pero en opinión del autor, a pesar de

tantos trabajos por parte de los mejores especialistas en diversas disciplinas, que han

aportado excelentes recomendaciones, estas no han permeado debidamente hasta los

niveles de decisión y ejecución para hacer disminuir la vulnerabilidad de los centros

poblados, de manera que el riesgo (mediano a alto) persiste en muchas zonas urbanas.

Page 201: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

175

5. AGRADECIMIENTOS

En este trabajo se reúne información recabada a través de cuatro décadas en el ejercicio de

la investigación y docencia geológica del norte del país, por lo tanto debo agradecer a las

instituciones que me han permitido realizar tales labores:

A la ilustre Universidad Central de Venezuela, donde di mis primeros pasos en la

geología de la Cordillera de la Costa en los cerros de las hoy urbanizaciones Los Naranjos y

Cerro Verde, siguiendo con la tesis en el estado Carabobo, continuando con mi disertación

doctoral, para luego ser tutor de cerca de un centenar de estudiantes que realizaron sus

trabajos especiales de grado en estas montañas. En la UCV siempre recibí la amistad de

tantos profesores con los cuales compartimos actividades en la imponente Cordillera de la

Costa, como son Antonio Quesada, Enrique Navarro, Suhas Talukdar, Marino Ostos,

Franklin Yoris, Daniel Loureiro y Sebastián Grande. Y los más jóvenes Ricardo Alezones,

Herbert Fournier, Luis A. Camposano, David Mendi, Ruthman Hurtado y Lenín González.

Una especial mención debo darla a los estudiantes tesistas, quienes han llevado la carga

más pesada del trabajo de campo, pero lamentablemente no es posible mencionarlos a

todos.

A la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas, que me ha acogido a tiempo

parcial desde el año 2000. Allí he encontrado todo el apoyo para realizar investigaciones,

especialmente a través del proyecto GEODINOS (FONACIT G-200200478, coordinado

por el Dr. M. Schmitz), que ha permitido el financiamiento de un par de decenas de trabajos

especiales de grado. Agradezco a Nuris Orihuela, José Antonio Rodríguez, Germán Tovar,

Gustavo Malavé, Francisco Guy Vernaes, Víctor Cano, Franck Audemard, André Singer,

Michael Schmitz, Marina Peña, Walter Reategui, Andrei Ichaso y tantos otros, por el

continuo e irrestricto soporte.

Igualmente a tantas otras personas que de una u otra forma han contribuido en las muchas

facetas del trabajo geológico, tanto de oficina y laboratorio en Caracas, como en el campo a

título de baqueanos y ayudantes. Sin ellos muchas actividades no hubieran sido posibles

realizarlas.

Esta obra fue presentada como trabajo de incorporación ante la Academia Nacional de

Ingeniería y el Hábitat, para su incorporación como Individuo de Número.

Page 202: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

177

6. BIBLIOGRAFÍA

Abreviaturas: UCV-G: Universidad Central Venezuela. Facultad de Ingeniería. Escuela Geología, Minas y Geofísica.

Departamento de Geología. Trabajo especial de grado para optar al título de Ingeniero Geólogo. Inédito.

UCV-TA: Universidad Central Venezuela. Facultad de Ingeniería. Escuela Geología, Minas y Geofísica. Departamento de Geología. Trabajo de ascenso para optar al grado de Profesor Asistente. Inédito.

UCV-MG: Universidad Central Venezuela. Facultad de Ingeniería. Escuela Geología, Minas y Geofísica. Departamento de Geología. Trabajo especial para optar al título de Magíster Scientiarum en Ciencias Geológicas. Inédito.

UCV-DG: Universidad Central Venezuela. Facultad de Ingeniería. Escuela Geología, Minas y Geofísica. Departamento de Geología. Tesis para optar al título de Doctor en Ciencias Geológicas. Inédito.

UCV-C: Universidad Central Venezuela. Facultad de Ciencias. Instituto de Geoquímica. Tesis para optar al título de Licenciado en Química, opción Geoquímica. Inédito.

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Page 225: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

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7. SECCIÓN DOCUMENTAL

LAS MINAS DE COBRE DE AROA Y LA

RELACIÓN DE DON MANUEL GAYTÁN DE TORRES, 1621

La motivación de reimprimir la Relación de Gaytán de Torres en esta Sección

Documental, se debe a que es el primer impreso sobre las ciencias de la tierra del territorio

venezolano, casi desconocido y de excepcional interés, ya que plantea un proyecto de

ingeniería realmente integral, que abarca más allá de las facetas de la minería, incluyendo

la infraestructura necesaria para hacerlo viable y las respectivas consideraciones

económicas.

Lamentablemente el planteamiento de Gaytán de Torres no se llevó a cabo, así que la

explotación del cobre continuó en forma rudimentaria. Fue sólo a fines del siglo XIX

cuando una empresa inglesa se establece en la región y realiza una explotación

económicamente rentable, que permite la construcción del primer ferrocarril de Venezuela,

el Ferrocarril Bolívar, desde la mina en Aroa hasta el puerto de Tucacas, donde el mineral

era exportado al puerto de Southampton en Inglaterra.

El estudio preliminar que sigue ha sido ligeramente modificado según los conocimientos

actuales con respecto al original de URBANI (1992).

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RESUMEN

Las minas de cobre de Aroa fueron las más importantes de Venezuela hasta mediados del siglo XIX. En 1612 fueron descubiertas por el Capitán Don Alonso Sánchez de Oviedo y dadas a conocer a Rey de España a través de los Gobernadores de la Provincia de Venezuela. La Relación y vista de ojos que Don Manuel Gaytán de Torres... hace a su Majestad... de las minas de cobre que hay en las serranías de Cocorote,... Venezuela, es un raro impreso de 1621 con 47 páginas, que arroja muchos detalles sobre estas minas y su importancia radica en: Ser el primer impreso sobre una mina venezolana, presentando un proyecto con aspectos sobre la explotación y beneficio de la mena, manufactura de bienes y aspectos geopolíticos. Además de la parte minera propiamente dicha, abarca aspectos referentes a la infraestructura necesaria en el país, como la producción de alimentos (ganado, agricultura, pesca, salinas, etc.), poblados a fundar, así como la construcción de un puesto para importación y exportación en Borburata con fábrica de navíos y cañones.

INTRODUCCIÓN

Las Minas de Aroa o de Cocorote fueron las más importantes de Venezuela desde los siglos XVII hasta mediados del siglo XIX, en especial por haber sido propiedad de la familia del Libertador Simón Bolívar. Fueron descubiertas en 1612 por don Alonso Sánchez de Oviedo, y de ahí en adelante sigue una intrincada red de puestas en explotación y abandono, pleitos jurídicos, culminando en 1974 cuando se decreta la instauración de un Parque Recreacional en los antiguos terrenos de las minas y bajo la jurisdicción del Instituto Nacional de Parques, hoy día (2008) en un estado avanzado de deterioro. Para aquellos que quieran profundizar sobre la historia de estas minas, pueden consultar la excelente obra de Paúl VERNA (1975).

Además de las minas de cobre de Aroa, a

comienzos del siglo XVII se conocían las minas de cobre de La Grita, que fueron denunciadas en el año de 1608 por don Diego de Villanueva, Tesorero de la Real Hacienda (ARCILA 1986: 162, URBANI & VILORIA 2002).

El principal objetivo de este trabajo es traer a la

luz pública la Relación escrita por don Manuel Gaytán de Torres, para ello se ensambla una cronología de los eventos en las minas de Aroa en la primera mitad del siglo XVII y se analizan los principales aportes de esta obra.

UBICACIÓN DE LA RELACIÓN

Con la excepción del notable trabajo bibliográfico

de BRUNI CELLI (1998), la Relación objeto de este trabajo no había sido mencionada previamente en Venezuela y de hecho Paúl VERNA (1975), el

principal historiador de las minas de Aroa, sugiere la existencia de esta obra con base a lo indicado en el acta del Cabildo de Caracas del 1 de junio de 1624.

En el año de 1994 el autor de este trabajo pudo

localizar la obra en la Biblioteca Británica de Londres, pero la búsqueda causó muchas dificultades ya que bajo la cota con que estaba fichada, sólo estaba la portada de la obra seguida de un impreso relacionado con Cuba sin ninguna relación con Aroa y escrito por otros autores. Después de un año de búsqueda por parte del personal de la Biblioteca, el texto extraviado fue ubicado y corregido bajo la cota C62i19(49).

Esta Relación es la el primera publicación

conocida de una mina venezolana, revelando una nueva perspectiva sobre estas minas, la precaria situación de Venezuela en general, así como aspectos de la geopolítica de la Corona Española en el área del Caribe. El impreso tiene 47 páginas, mide 20 x 28 cm y aparece firmado en La Habana el 10 de junio de 1621. En el ejemplar perteneciente a la Biblioteca Británica, anexo a la Relación aparecen 5 páginas manuscritas del mismo don Manuel Gaytán de Torres, fechadas en Madrid el 1 de noviembre de 1625. Este manuscrito está incompleto, ya que en la primera página aparece la parte final de un "artículo tercero", de un total de seis. Es un memorial dirigido al Rey referente al traslado a España de la plata de las minas de México y de Potosí (Perú), las provisiones a tomar para el movimiento efectivo de la Armada en el Pacífico y su conexión con Portobelo (Panamá), el Caribe y el comercio que se maneja. Esta memoria esta seguida de una nota también incompleta, en la que se indica a cinco personas que habían sido comisionadas para evaluar el memorial.

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UNA CRONOLOGÍA En esta sección se presenta una cronología de los

eventos relacionados con las minas de Aroa en las primeras tres décadas del siglo XVII. Para su redacción nos hemos basado principalmente en VERNA (1975), del cual se toman párrafos enteros sin ser citados específicamente, pero adicional-mente se integran nuevos datos en cuyo caso sí se indica la fuente. También se incluye la información contenida en la Relación de don Manuel Gaytán de Torres, con lo cual se mejora sustancialmente el conocimiento de lo acaecido en estas minas en sus primeras décadas.

- El fértil valle de Aroa estaba habitado por una

numerosa población indígena, parece probable que hayan sido ellos quienes hayan conducido a Sánchez de Oviedo hasta las minas. En las investigaciones arqueológicas en la región no se han localizado objetos de metal (Erika WAGNER, comunicación personal). Por otra parte en el valle de Quíbor en el estado Lara se han encontrado algunas piezas de cobre sin conocerse su procedencia (Arturo JAIMES, comunicación personal).

- La localización de las minas se atribuye al

Capitán Don Alonso Sánchez de Oviedo. Con respecto a la fecha de este acontecimiento existe la siguiente discrepancia: (1) Una Cédula Real del 21 de agosto de 1663 señala que acaeció en 1605. (2) Sin embargo en uno de los más antiguos documentos conocidos, que lleva la fecha del 28 de febrero de 1615, don García Girón dice que "la mina de este metal ha sido descubierta tres años ha", es decir en 1612. VERNA (1975: 23) considera que esta última fecha es la más probable, razonando que si hubiera sido en 1605, el gobernador de turno hubiera comunicado la noticia al Rey.

- El 6 de febrero de 1613 el gobernador don

García Girón confirma una anterior comunicación suya al Rey sobre el mismo tema del hallazgo de las minas de Cocorote: "He avisado de una mina muy rica de metal de cobre que se ha descubierto a 8 leguas de Barquisimeto, y la Sierra donde está dicha mina (es la) de Cocorote. He enviado a la Casa de Contratación de Sevilla el metal que he hecho fundir y la piedra, para que allí se labre la fundición. Yo lo he hecho aquí y rinde a la mitad de un metal tan lindo y tan acendrado que es cosa que admira, y hay grandísima cantidad de él. Esta mina (se encuentra a) 20 leguas del mar en esta costa, (es) muy fácil sacar (el metal) a puerto y llevarlo a

Cartagena para hacer artillería; y a Su Majestad le será de gran utilidad y provecho y que mande beneficiarlo por su cuenta. Suplico a Vuestra Majestad que esfuerce el Consejo (y) me avise de lo que ha de hacer en estos particulares" (GIRÓN 1613, 1969; VERNA 1975: 24-25).

- El 20 de mayo de 1613, el Gobernador García

Girón, aún más entusiasmado somete al Rey su plan económico: "Tengo avisado como en esta provincia, a cuarenta leguas de esta ciudad y a seis de la de Barquisimeto, se ha descubierto una mina de cobre que rinde más de la mitad y que hay tan grande (cantidad) de metal cuanto no sabré significar. Es tan dulce y tan fácil de fundir que pone admiración a todos los que lo entienden. Esta mina está en un cerro que llaman Cocorote, a diez y ocho leguas del mar (de) un puerto que llaman Borburata desde el cual hasta la ciudad de Cartagena hay cinco días escasos de navegación. Sabiendo yo como soldado que la Real Corona de Vuestra Majestad tiene necesidad de artillería, no hallo de a donde se puedan labrar mejores y con más facilidad que de esta parte, pues siendo Vuestra Majestad servido que se labre esta mina, se puede bajar el metal al mar y pueden venir los Galeones o los patajes de la armada a cojerlo y llevarlo a Cartagena. Todo esto he dicho para darme a entender en lo tocante a la mina.

Ahora diré lo tocante al poco gasto que Vuestra Majestad puede tener en labrarla, y que labrándola se enriquecerá esta provincia, la cual está falta de todo comercio y correspondencia por la poca moneda que en ella hay y no haber ninguna de vellón (moneda de cobre); y siendo Vuestra Majestad servido de darme licencia para que se labrasen, hasta ochenta y cien mil ducados de ella para toda esta provincia, se sacaría de la mina el cobre para labrar la moneda. A los oficiales y peones que trabajasen, se les pagaría con ella y se podría ir labrando la mina con el resto de la cantidad de ducados que se acuñasen. Si hay esta moneda, va corriendo entre todos los vecinos y van vendiendo sus frutos y haciendo dinero con que pagar a Vuestra Majestad lo que se debe.

Siendo Vuestra Majestad servido que se labre la moneda serán necesarias dos cosas: que V.M. mande que vengan de la Casa de la Moneda de Sevilla dos oficiales, y que se labre con diferente cuño de la moneda que hay en las islas de Santo Domingo y Puerto Rico, para que sea la moneda más alta de precio y que no la puedan sacar ni llevarla a esas islas.

Este es el último remedio que hallo para que V.M. cobre lo que se le debe y para que esta Provincia se

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ayude en algo; y es arbitrio de donde Vuestra Majestad viene aprovecharse de cien mil ducados de moneda labrada y a que con más facilidad se cobre lo que a Vuestra Majestad se le debe y por que esta mina de tan bueno y fino metal de bronce, se labre de a donde Vuestra Majestad puede sacar tan buena artillería. Guarde Dios la Católica Real Persona de Vuestra Majestad como la Cristiandad ha de menester de Venezuela. A 20 de mayo de 1613. García Girón" (VERNA 1975: 25-26).

- En 1615 don Alonso Sánchez de Oviedo,

ordena el levantamiento de las primeras casas que formarían el campamento minero o Real de Minas de Cocorote.

- Hasta 1615 García Girón no parece haber

recibido contestación alguna acerca de las proposiciones y sugerencias que hizo sobre las minas. Entonces escribe de nuevo al Rey el 28 de febrero de 1615: "Yo me he desvelado en pensar que arbitrio dar para que se cobren(los 100.000 ducados que los vecinos de la Gobernación de Venezuela le deben a la Corona) y no halló otro sino uno, que es dar Vuestra Majestad licencia para que se labren cien mil ducados de moneda de vellón; de a donde se sigue grandes efectos el cobrar Vuestra Majestad lo que se le debe y el meter en la Real Caja estos cien mil ducados, y el alentarse los vasallos de V.M. que están en esta provincia a tener trato y comercio con los vecinos. Esta moneda de vellón se ha de labrar de la mina de metal de cobre que tengo avisado a Vuestra Majestad, se ha descubierto tres años ha en términos de Nueva Segovia de Barquisimeto lugar de esta Gobernación; (de) la cual se podrá Vuestra Majestad servirse de hacerla esta merced sin sacar un real de su Real Caja, porque con lo que se fuere labrando se ha de ir pagando materiales y peones.

Suplico a Vuestra Majestad se considere esto apiadándose de estos pobres vecinos. Y más al presente con una plaga de langostas que les destruye los sembrados y labranzas, conque se padece más de lo que sabré encarecer. Yo hago las humanas diligencias para que no falte el maíz, tanto para los españoles como para los naturales indios; (con) esta plaga ha sido Dios Servido (para que) acuda más a las estancias y términos de esta ciudad, con tan infinita criazón que aunque ha salido y salgo a menudo al campo no se ha podido mediar. Desde afuera de la gobernación, por mar y tierra hago traer el maíz necesario, animando a los vecinos y ayudándoles a llevar sus trabajos. De los cuales siendo Vuestra Majestad servido le podrá sacar de ellos, (si) manda hacer esta moneda de

vellón con que quedarán desempeñados y Vuestra Majestad pagado en su Real Caja, cuya vida Nuestro Señor alargue felices años con más reinos y señoríos como la cristiandad ha menester. En Santiago de León, 28 de febrero de 1615. Don García Girón".

- Esa vez García Girón, si logró ocupar la

atención del Rey y del Consejo de Indias, con sus proyectos de explotar las minas y acuñar la moneda de vellón. El asunto fue discutido en reunión del Consejo de Indias, pues al dorso de la anterior comunicación aparece la nota siguiente: Tráigase luego la carta que en ésta se cita acerca de la moneda de vellón". Después de la rúbrica del Rey, una segunda nota dice: Tráigase la carta que se pide. En el Consejo, a 22 de septiembre de 1615. En sus constantes esfuerzos por interesar al Rey y al Consejo de Indias en las minas de cobre de Cocorote, al fin parece haber triunfado el Gobernador García Girón. Pero la lentitud con la cual se ventilaban los asuntos de las Provincias Americanas en el Consejo, la larga distancia y las dificultades de comunicación hará que pasen varios años sin que fuesen explotadas las minas a beneficio de la Corona. García Girón inició su gestión de Gobernador en junio de 1611 y culminó su mandato en junio de 1616, sin ver resultados concretos de sus proyectos.

- El 6 de junio de 1615, Bernabé de Oñate

Mendizábal, tesorero de Venezuela, desde Barquisimeto, escribió también al Rey acerca del descubrimiento de las minas de cobre, confirmando así las comunicaciones del Gobernador.

- En 1616 llega a Venezuela don Francisco de la

Hoz Berrío, quién se desempeña como gobernador desde junio de 1616 a junio de 1621, mantuvo interés por las minas. En 1620 recibe una Orden Real de acuñar moneda de cobre. El Acta del Cabildo de Caracas de la sesión del 10 de septiembre de 1620, dice: "Leyóse una carta del señor Gobernador don Francisco de la Hoz Berrío que trata en razón de las minas de cobre de Cocorote y de la moneda que Su Majestad manda se libre, y así mismo se leyó un auto... para que este Cabildo ayude por su parte a procurar fundidores, oficiales y encaminarlos. Se acordó se responda a dicha carta, y en cuanto a los demás se hagan las diligencias posibles... pues es tan conveniente (su) utilidad pública...".

Según la Relación de don Manuel Gaytán de Torres, el Gobernador Berrío había informado al

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Rey "en cuanto a la grandeza y riqueza de las minas".

La Relación señala que en Sevilla se habían hecho diligencias "sobre la calidad y bondad del metal", e indica que "parece no ser a propósito para calderas, y (sí) para todos las demás cosas que de este metal se labran (y) tan bueno como el de Hungría y mejor que el de La Habana". Posiblemente se refiera a los estudios realizados con las muestras de metal y piedra enviadas a la Casa de Contratación de Sevilla por el Gobernador García Girón.

- De la Relación se desprende que a raíz de los

informes del Gobernador García Girón la Corona tomó interés en las minas, pero presentó "dos dudas” de si habrá la cantidad de metal requerida y si se podrán instalar los ingenios. Para ello comisionan a don Manuel Gaytán de Torres para que visite a Venezuela y presente una relación al respecto.

Antes de este viaje, don Manuel Gaytán realizó una investigación previa en España, viendo las necesidades de metal y visitando en Sevilla las fundiciones de metal y fábricas de artillería y debió presentar un informe preliminar: "Aunque dió a V.M... memoria de las personas que se ocuparán en la administración y manejo de los ingenios y fundiciones, sustento y acarreo, ahora por haber visto el sitio y distancias... vuelve a darla con certeza", además también dice: "Conforme a los autos y parecer que ha presentado, hechos en las minas y en Sevilla".

El viaje a Venezuela fue "por mandato de Vuestra Majestad y del Real Consejo de las Indias”, encomendándole: 1) Hacer una evaluación de las minas, ver si "son capaces de poder dar la cantidad de cobre que estos Reinos de Castilla pueden gastar y consumir en labor de moneda, fundición de artillería, y gasto ordinario". 2) Evaluar el entorno para ver si el medio es propicio para establecer la infraestructura de explotación y beneficio: para ver si en el "sitio hay las demás cosas necesarias para los ingenios y fundiciones que ha ofrecido hacer”.

- Ya sea a fines de 1620 o comienzos de 1621 se

recibe la visita de don Manuel Gaytán de Torres, quien explora las minas y su entorno, escribiendo una larga y pormenorizada Relación al Rey de España. Esta aparece firmada en La Habana el 10 de junio 1621. El viaje fue a través de La Habana y posteriormente continúa su viaje hacia la provincia de Santa Marta, Cartagena y nuevamente a La Habana.

Al momento de la visita a la mina por don Manuel Gaytán de Torres, allí se llevaban a cabo dos actividades:

1) Don Alonso Sánchez de Oviedo estaba explotando la "piedra de metal" de la quebrada Guanariguaguo (hoy quebrada Las Minas) y había establecido un ingenio y una acequia.

2) El metal se estaba fundiendo "por orden del Gobernador para la moneda de vellón que Vuestra Majestad le ha mandado hacer". Con esto se ve que el Gobernador Berrío había hecho cumplir la Real Orden de 1620 de acuñar moneda. Es probable que ambas actividades hayan sido parte de un solo plan, la explotación del metal por su descubridor y el labrado de monedas a cargo de otros funcionarios de la Corona.

- En junio de 1621 asume la gobernación don

Juan Trebiño de Guillamas. Antes de viajar a Venezuela el 25 de enero de 1621, había pedido permiso para traer a un fundidor y un monedero a costa de la Real Hacienda (MORÓN 1971: 143). Esta petición esta relacionada con la necesidad de fabricar monedas de cobre de esta mina.

- En 1622 el ex-Gobernador Francisco de la Hoz

Berrío regresa a España sin ver mayores resultados de sus esfuerzos en pro de la explotación de estas minas. Muere en el naufragio del galeón en que viajaba, en Cayos de Matacumbre cerca de La Habana

. - En el Acta del Cabildo de Caracas del 1 de junio

de 1624 se menciona una carta que dirige don Manuel Gaytán de Torres: "En este Cabildo se vio y leyó una carta que le escribió don Manuel Gaytán de Torres, en razón de la Relación que hizo a Su Majestad acerca de las Minas de Cobre de Cocorote y en lo demás en ella contenido. Se acordó que se le responda a su conformidad a satisfacción de ella". La Relación citada es la que ahora reeditamos. A partir de esta fecha en el cabildo ya no se vuelve a mencionar a Gaytán de Torres.

- Para 1628 las minas no proporcionaban ningún

beneficio a las Arcas Reales, si bien aún eran labradas a pequeña escala por don Alonso Sánchez de Oviedo.

- Para el año de 1630 don Alonso Sánchez de Oviedo ya había perdido todos los derechos sobre la mina.

- En 1632 las minas empezaron oficialmente a ser

labradas, es decir por orden y permiso del Rey, bajo

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la gobernación de don Francisco Núñez Meleán. Éste tomó posesión de ellas, quitando pues a Alonso Sánchez de Oviedo todos los derechos que según las leyes tenía como descubridor de las minas. Ni siquiera confió la administración de la mina a Sánchez de Oviedo, y sobre todo, para complicaciones futuras, no fijó los límites de las minas en explotación, ni de las zonas que de ellas dependía.

- En marzo de 1633 el Gobernador Núñez Meleán

pide a la Corona fundidores para las labores de las minas (MORÓN 1971: 148).

- Poco después las minas estaban en plena

producción. Uno de los primeros administradores fue el Capitán Andrés Román de Vera. Le sucedió el Capitán Simón Suárez Daboín, ex-Alcalde ordinario de El Tocuyo. Recibió este último un título de nueva encomienda en julio de 1637, el cual estipulaba que Suárez Daboín "tomó posesión de las ricas minas de cobre del valle de Cocorote" e hizo "la experiencia de los metales y fábrica de moneda".

- Es sólo años después (1638 - 1655) bajo la hábil

administración de Don Bartolomé López de Mesa, cuando las minas conocen su época más floreciente. De este período hay mucha información que aparece resumida en VERNA (1975). A continuación transcribiremos sólo el inventario de bienes para 1638 (p = pesos, ds = ducados): - Tres ingenios de la casa de fundición con seis

fuelles y cañales. 450 p - Acequia por la que viene el agua para moler en el

ingenio. 300 p - Tres carretas, dos herradas y una sin herrar. 106 p - Tres yuntas de bueyes.

54 p - Molde de artillería, sin valor porque se reventó. - Dos hornos. Uno en uso, otro abandonado sin

valor. 100 p - Casa de fundición de la piedra de metal de cobre.

600 ds - Tres esclavos maestros fundidores. 2.400 p - Seis esclavos y ayudantes de fundidores. 3.000 p - Dos esclavos curtidores. 800 p - Un esclavo viejo, mandador (Blas Jolofo). 500 p - Once negras esclavas, sin oficio determinado.

3.300 p - Las reses valían a 18 y 20 reales cada una pero no

se especifica número.

- En la primera mitad del siglo XVII las minas de Cocorote era uno de los centros productivos más importantes de la Gobernación de Venezuela, había casa de fundición, hornos, ingenios, acequia para conducir el agua, talleres de carpintería, de curtir el cuero, depósito de carbón, etc. El cobre era fundido en barras y transportado en lomo de mulas o en carretas hasta el puerto, y de allí por el río en canoas, luego embarcado hasta La Guaira. Si se toman en cuenta las actividades propias de la mina, tales como la extracción del mineral, lavado, fundición, trabajos de los carpinteros, arrieros, curtidores, herreros, y luego el transporte del cobre o de los objetos fabricados, la construcción de canoas, trabajos agrícolas en los conucos, el matadero del hato de Aroa, se puede calcular en 300 el número de personas laboriosas que dependían de las minas. Allí se fabricaban objetos como: calderos para trapiches, campanas, peroles, almireces, chumaceras, estribos, pailitas, cuchillos, mangas de fuelles, clavos y otros. También se fabricaba material de artillería pues ya en 1638, los moldes para dicha fabricación se habían echado a perder (VERNA 1975: 55-56).

ASPECTOS BIOGRÁFICOS

DON MANUEL GAYTÁN DE TORRES Casi nada se conoce sobre la vida y obra de

Manuel Gaytán de Torres. Es de una familia procedente de Nápoles, establecida en Jeréz de la Frontera donde entroncó con otra noble progenie de dicha ciudad, los Torres, uniendo el apellido GAYTÁN DE TORRES, escrito algunas veces como GAITÁN DE TORRES.

Varios de los miembros de esta familia pasaron a diversos países de América. En el siglo XVII ser Caballero de "Venticuatro de la ciudad de Jeréz", era una muy apreciada dignidad nobiliaria.

Adicionalmente a la Relación sobre las minas de Cocorote se le conocen otros dos trabajos (GAYTÁN DE TORRES 1625 y s/f). Las actividades de Gaytán de Torres relacionadas con las minas aparecen resumidas en la sección precedente (Cronología).

CAPITÁN DON ALONSO SÁNCHEZ DE OVIEDO

Para 1603 era Alcalde ordinario de Barquisimeto y

para diciembre del mismo año, asiste al nombramiento de Simón Pacheco como gobernador de la ciudad del Espíritu Santo de Guanare. En 1608

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es nombrado Teniente Guarda y Justicia Mayor de Barquisimeto. Había alcanzado, los más altos cargos y títulos que concedía la Corona a sus vasallos en Venezuela, fuera de la ciudad de Santiago de León de Caracas, luego de haber sido teniente de Gobernador de las ciudades de Trujillo, Carora y Tocuyo (HERNÁNDEZ, 1988).

Según la información de uno de sus descendientes, había sido "conquistador y pacificador de los indios jiraharas y de los de Barquisimeto que la venían a infestar, teniendo fundado real para su defensa y por la satisfacción que se tenía de su persona, partes y calidad, el Gobernador don Diego Osorio le dio comisión y facultad para que oyera justicia en cualquier parte de esta Gobernación". En ese mismo documento aparece claramente establecido que el "Capitán Alonso Sánchez de Oviedo había descubierto las ricas minas de cobre que están en el valle de Cocorote. Por ser la más opulenta en dicho metal, se las quitó Su Majestad para su Real Servicio, al tiempo (en) que comenzaba el susodicho a tener fruto de dichas minas, (después de) haber gastado en su descubrimiento y labor toda su hacienda con lo cual quedó pobre y sus hijos y descendientes, sin haber tenido remuneración ni recompensa alguna, como cuenta de la Real Cédula que sobre esta materia se despachó". En 1687 el Gobernador don Diego de Melo Maldonado reconoce como ciertas las anteriores declaraciones y expide una encomienda a uno de los descendientes de Alonso Sánchez, y en el documento certifica que fue éste quién descubrió las minas: "el dicho Capitán Alonso Sánchez de Oviedo. Fue descubridor de las minas de cobre del valle de Cocorote con gran gasto de caudal, las cuales se benefician mucho... por la Real Cuenta de lo que recibió Su Majestad suma considerable..." (VERNA 1975: 29-30).

Con toda esta documentación queda completamente establecido que don Alonso Sánchez fue el verdadero y único descubridor de las minas, si bien posteriormente otros colonizadores le discutieron el título y posesión de las minas.

Un hecho de suma importancia es que el Rey de España le quitó injustamente al descubridor de las minas la posesión y el beneficio de ellas. Esto debió ocurrir un poco antes de 1630. Para 1638 estaba reducido a la miseria, viviendo en el campo minero en la casa que ocupaba el fundidor Manuel Acosta, al lado de la del oficial curtidor. Así, quién había sido alcalde y primera autoridad de la región, vivía como peón de las mismas minas que él había descubierto y que en realidad eran suyas. Tenía entonces 72 años.

Alonso Sánchez de Oviedo había sido víctima de una injusticia, que violaba todos los reglamentos y leyes relativos al descubrimiento de minas en América. La decisión del Rey fue quizás el resultado de intrigas llevadas a cabo por los Gobernadores de la Provincia, celosos e impacientes de halagar a Su Majestad, ofreciéndole nuevas fuentes de riquezas como si éstas fueran propiedad exclusiva de la Corona y sin tener en cuenta los derechos y privilegios del descubridor.

GARCÍA GIRÓN

Gobernador y Capitán General de la provincia de

Venezuela (1611-1616). Militar. Designado Gobernador y Capitán General de la provincia de Venezuela por real cédula del Rey Felipe III, del 7 de agosto de 1610. Llega a Caracas y toma posesión del cargo el 1 de junio de 1611. Este gobernador tuvo que enfrentar dos calamidades: una epidemia de viruela que obliga a aislar los enfermos extramuros de la ciudad (1614), y una plaga de langostas que azota las siembras de cereales y obliga a racionar la harina y el maíz; este último producto se trae de la provincia de Cumaná, donde abunda. Epoca difícil, donde hasta la moneda de cuño escasea, por lo que hace una nueva tasación de perlas para llevar a cabo las operaciones de comercio. A pesar de que existe una real cédula (1614) que prohibe la participación de extranjeros en el comercio, permite contratar a ingleses para sembrar tabaco; esto será motivo para que en el juicio de residencia se le haga un cargo. Durante su mandato las relaciones entre autoridades civiles y eclesiásticas, estuvieron alteradas por la presencia del obispo Juan de Bohórquez, quien quiso intervenir en asuntos civiles por lo que el Cabildo tuvo que hacer valer sus derechos; esto contribuyó a que no reinara la armonía entre ambas autoridades. El 15 de junio de 1616, cumplió su período de gobierno, y entregó el mando a su sucesor, Francisco de la Hoz Berrío (FUNDACIÓN POLAR 1988).

LAS MINAS EN LA RELACIÓN DE GAYTÁN DE TORRES, 1621

A continuación se analizarán diversos aspectos

relevantes de esta fundamental obra para la minería Venezolana:

- Anteriores a la obra de Gaytán de Torres hay

muchos documentos sobre minería en Venezuela, fundamentalmente sobre oro, pero esta Relación

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constituye el primer impreso publicado de una mina venezolana. Aparece firmado el 10 de junio de 1621 en la ciudad de La Habana, pero debió imprimirse en España ya que para esa fecha no había imprenta en Cuba.

- La evaluación de la potencialidad de la mina, tal

y como se trataba en la época es descriptiva, indicando la presencia de varias vetas superficiales, con algunas medidas aproximadas de ancho y profundidad. Luego señala la similitud de la zona de la quebrada de las minas, con otras de la región y extrapola para concluir que hay suficiente potencial para producir 100 quintales de metal al día.

- Por encontrar bloques de "piedra de metal" y

vetas expuestas en superficie propone una minería a cielo abierto ("tajo abierto"), indicando que este método es de mayor beneficio y seguridad que por pozos ("socavón").

- Señala que para la fundición es necesario añadir

"piedras de grano", y que estas se encuentran a distancia de una legua por camino llano.

- Don Manuel Gaytán de Torres propone una secuencia para la explotación y procesamiento como sigue: - Extracción del metal. - Hornos para quemarlo (para facilitar la molien-da

y para que exhale el azufre). - Molienda. - Primera fundición. - Purificación por segunda fundición. - Manufactura de tableros de cobre. - Para el transporte del mineral y metal propone: - De la mina a la primera fundición: carretas de

bueyes. - De los primeros hornos a la molienda: canoa por

una acequia. - De la molienda a los demás ingenios: canoa por

acequia. - Del último ingenio al puerto de La Concepción en

el río Aroa (4-5 leguas): carretas de bueyes. - Puerto de La Concepción a la boca del río Aroa

(10-11 leguas): en canoas por el río Aroa. - Desde la Boca del río Aroa hasta el puerto de

Borburata: construcción de una acequia de 10 a 11 leguas y transporte por canoas.

- En cuanto a la explotación plantea una

producción de 100 quintales de metal por cada día de trabajo, es decir 27.000 quintales de cobre al año que hacen unas 600 toneladas. Estas cifras equivalen a: 100 quintales x 100 libras/quintal: 10.000 libras/día

100 quintales x 46 kg/quintal: 4.600 kg/día 100 quintales x 270 días: 27.000 quintales/año 27.000 quintales/año x 46 kg/quintal: 1.242 tm/año

Esta predicción fue muy optimista ya que la evaluación parece haberse basado sólo en el cobre nativo expuesto en superficie, que hoy día conocemos se produce en la parte superficial de la zona de alteración de este tipo de yacimientos minerales, pero a profundidad la mena pasa a ser de sulfuros, de los cuales el beneficio del cobre se hace más complejo.

De hecho la producción total del período de mayor actividad (1630-1650) fue de unas 779.527 libras de cobre (7.795 quintales), es decir que lo que según la expectativa de don Manuel Gaytán de Torres esta cantidad se pudiera haber extraído en tan solo 78 días de trabajo, pero en realidad se produjo en dos décadas.

- Aún cuando don Manuel Gaytán de Torres fue

muy optimista en lo que concierne a la posible capacidad de producción de la mina, como quedó demostrado posteriormente, consideramos este trabajo como de una importancia fundamental para la historia de la minería del país, ya que presenta un trabajo de alta calidad donde no sólo se ve la minería en Aroa como algo local y aislado, sino que la coloca en el contexto regional de la época.

El trabajo consta de dos partes, la primera es el

estudio de la mina, la forma de beneficio del mineral y transporte a puerto. En la segunda se ubica la actividad minera dentro del marco de la geopolítica global, que de haberse podido llevar a cabo realmente hubiera cambiado las condiciones socioeconómicas de la Gobernación de Venezuela.

La Relación tiene las características de un informe

técnico, dentro del estilo de los estudios de factibilidad de los mega-proyectos de hoy en día. Allí todos los puntos fundamentales están tomados en cuenta en forma clara y ordenada, como:

- Evaluación de la mina. - Infraestructura para la explotación y beneficio del

mineral. - Transporte del mineral y metal. - Infraestructura de apoyo: producción de alimentos

para el personal, creación de poblados necesarios para mantener dichos suministros, construcción de un puerto para importación y exportación.

- Detalles de los recursos humanos necesarios y sus salarios.

- Análisis de costos de la infraestructura y demás bienes y servicios.

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De haber sido posible este proyecto, se hubieran desarrollado cuatros polos de desarrollo: 1) Zona de Aroa: mina, beneficio del mineral y transporte. 2) Tucacas: pesca y producción de sal. 3) Nirgua: producción de ganado. 4) Borburata: como puerto para la exportación del cobre e importación de bienes.

En la segunda parte de la Relación como ya se

dijo se conecta la producción del metal con la geopolítica de la Corona Española en el mar Caribe y el océano Atlántico, para ello propone que en Borburata se fabrique tanto artillería como galeones de 500 toneladas, que eran los mayores navíos de guerra de la época. Esto hubiera revitalizado la Gobernación de Venezuela, haciendo que Borburata y Puerto Cabello se convirtiesen en centros de gran importancia para la Corona.

- Si bien esta Relación tiene muchísimos otros aspectos que se pudieran discutir, sólo se harán notar algunos puntos adicionales:

- Para 1621 ya no había minería de oro en Venezuela, porque quienes sabían las técnicas de labrado de las minas de veta y lavado, se habían muerto o ausentado de la provincia. Por ello propone traer a Aroa a mineros de Pamplona o Zaragoza.

- El personal que señala necesario para las operaciones mineras y de transporte, son: 110 españoles, 350 negros esclavos y 350 negras esclavas, así como un número no definido de indios. Esto refuerza la opinión de VERNA (1975) en el sentido de que la mano de obra esclava, era indispensable para cualquier proyecto de desarrollo que se plantease en la época colonial.

- Entre las obras que propone construir don Gaytán de Torres, llama la atención la acequia desde la boca del río Aroa hasta Borburata, para transportar el mineral en canoas y sin los peligros de la navegación en el Golfo Triste. Pero que también fomentaría el transporte en general y comercio en la zona.

ÍNDICES

ETNIAS INDÍGENAS MENCIONADAS Guamonteses, guamanteyes, guamonteyes. Se

refiere a un grupo de indígenas que "han sacado de los llanos por engaño y están poblados en el valle de Acarigua".

Caquetíos. Indica que están poblados en el río Tocuyo y en las sierras de Coro.

ÍNDICE ONOMÁSTICO

Artiaga, Francisco de -. Tiene “indios” en

Parabachoa (cerca de Tucacas). Tiene otra encomienda en la sierra de Coro.

Ávila, Diego de -. Tiene hacienda de cacao en Patanemo.

Berrío, Francisco de la Hoz de -. Gobernador de Venezuela.

Camacho, Gaspar -. Tiene hacienda de cacao en Patanemo.

Ferigo, Licenciado Leonardo -. Clérigo presbítero. Ferrara. Capitán -. Fabricante de navíos de La Habana.

Girón, García -. Fue gobernador de Venezuela. Gutiérrez de Lugo, Pedro -. Teniente de

Gobernador, propietario de las tierras de Cabo Codera.

Herrera, Agustín de -. Tiene hacienda de cacao en Patanemo.

Manaure. Cacique de los Caquetíos. Ruiz Garfias, Capitán Sebastián -. Le dio a Gaytán

de Torres una canoa para navegar por el río Aroa. Vera, Francisco de -. Vecino de Caracas, cometió

delitos y fue privado de “sus indios”. Sánchez de Oviedo, Alonso. Tenía un ingenio y

labraba las minas. ÍNDICE GEOGRÁFICO

A continuación se listan todas las localidades geográficas venezolanas referidas en la Relación. Se indican en orden alfabético según la grafía original y a continuación se da alguna explicación adicional. Entre paréntesis se pone el nombre con la ortografía actual, cuando se conoce. Acarigua. Valle de -. Aguirre. Sabanas de -. Entre Nirgua y Bejuma. Acacui. Río de -. (Yaracuy). Arapa. Mina de Oro. (Apa). Aroa. Río de -. Barbacoas. Entre Sabana de Mendoza y Maracaibo. Barinas. Provincia de -. Zona de cultivos de tabaco. Barquisimeto. Ciudad de -. Barreda. Quebrada de -. Mina de oro al SO de

Valencia. Bejuma, Vejuma. Sabanas de -. Bejuma. Minas de oro. Boconó. Valle de -. Bonboi. Valle de -. Entre Timotes y Escuque.

(Momboy ?) Borburata. Puerto de -. (Borburata). Borburata. Valle de .

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Buria. Río de -. Minas de oro "que eran las mejores de todas".

Carabobo. Río de -. Afluente del río Aroa. Careche. Valle de -. (Carache). Carapa. Mina de oro. Carora. Zona de cultivo de tabaco. Casamia. Río de -. Afluente del río Aroa. Chiroa. Río de -. Mina de oro. (Chirgua). Chirua. Cumbre de -. (Chirgua) Chirua. Sabanas de -. Cocorote. Serranía de -. (Serranía de Aroa). Cocorote. Minas de cobre de -. (Minas de Aroa). Codera. Cabo de -. (Cabo Codera). Concepción. Puerto de la -. Ubicado en el río Aroa. Coro. Ciudad de -. Coro. Sierras de -. Cumaná. Provincia de -. Región productora de

tabaco. Damas. Valle de las -. Zona donde se cultiva tabaco.

Desde allí dice que hay "camino abierto por la montaña a Borburata". Corresponde al valle del Yaracuy.

El Tocuyo. Ciudad de -. Escuque. Valle de -. Equiquibacoa. Cabo de -. (Cabo de Coquibacoa,

Colombia). Gauare. Región donde se cultiva tabaco. Guayra, Guaira, Gaira. Puerto de la -. (La Guaira). Guacara. Sitio de -. Dice que hay una mina de

cobre. Guacara. Valle de -. Guanariguaguo. Quebrada de -. Hoy quebrada Las

Minas. Guaua. Región donde se cultiva tabaco. Golfo Triste. Laguna. (Lago de Maracaibo) Laguna. Ciudad de la -. (Maracaibo). mar Acaybo. Laguna del -. (Lago de Maracaibo). Niquitao. Valle de -. Nirua. Provincia de -. (Nirgua). Nueua Valencia, Nueuaualencia. Ciudad de -.

(Valencia). Obispos. Sabanas de agua de -. En la región de

Nirgua y Bejuma. Onoto. Sabanas de -. En la región de Nirgua y

Bejuma. Papayos. Agua de los -. En la región de Nirgua y

Bejuma.

Parabachoa. Caserío de indios justo en las pesquerías de Tucacas".

Patanemo, Patanenio. Puerto de -. Picacho. Dice que hay minas de oro en las

quebradas que baja de él. Cerca de Nirgua donde hoy día hay diversas antenas de comunicaciones telefónicas y de TV.

Puerto de Cabello, Puerto de Cauallo. (Puerto Cabello).

Sabana de Mendoza. Valle de -. San Pedro. Montañas de -. Mina de oro. San Sebastián. Ciudad de -. Santa Luzia. Montaña de -. Cerca de Borburata.

Santa Luzia. Serranía de -. Cerca de Borburata. Santiago de León. Ciudad de -. (Caracas) Santodomingo. Valle de -. (Santo Domingo, edo.

Mérida). Sumocaro. Valle de -. (Humocaro). Tierrafirme. (Oriente de Venezuela). Timotes. Valle de -. Tocuyo. Ciudad de -. Tocuyo, Tocuio, Toquyo. Río del -. (Río Tocuyo,

Falcón). Tocuyo. Río del -. Mina de oro. Esta "junto a la

Valencia". Trinidad. Isla de -. Región productora de tabaco. Truxillo. Región donde se cultiva tabaco. (Trujillo). Tucaca. Pesquerías y salinas de -. (Tucacas). Venezuela, Benezuela. Valencia. Ciudad de la -.

AGRADECIMIENTOS

Al personal de la Biblioteca Británica de Londres

por el esfuerzo en localizar este impreso que poseía un error de cota. Al Prof. Dr. J. M. López de

Azcona de Madrid por la información suministrada sobre don Manuel Gaytán de Torres. A la srta. Dora Saldivia por el gran esfuerzo en transcribir en ortografía moderna la obra de Gaytán de Torres. A la Profesora María Luisa Herrera (UCV) por su detallado trabajo de paleografía para lograr la versión mecanografiada del manuscrito anexo a la Relación. Al Ing. José Antonio Rodríguez por las observaciones realizadas y su paciente corrección del manuscrito.

BIBLIOGRAFÍA

ARCILA FARIAS Eduardo. 1986. Hacienda y comercio de Venezuela en el siglo XVII: 1601-

Page 235: Evolución de su conocimiento geológico desde el siglo XVI

210

1650. Edic. Banco Central de Venezuela, Col. Hist.-Económica Venezolana, vol. 22. Serie "Proyecto Hacienda Pública Colonial Venezolana", tomo V. 307 p.

BRUNI CELLI B. 1998. Venezuela en 5 siglos de imprenta. Academia Nacional de la Historia, Caracas.

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GAYTÁN DE TORRES Manuel. 1621. Relación y vista de Oios que Don Manuel Gaytán de Torres Veintiquatro de la ciudad de Xerez, haze a Su Majestad en el Real Consejo de las Indias, por comission que para ello tuvo de las Minas de cobre que ay en las Serranías de Cocorote, provincia de Venezuela, Año 1621. Impreso firmado en La Habana, Cuba, el 10 de junio de 1621, sin indicación de la imprenta y ciudad de edición. 47 p. 28 x 20 p. (Reimpreso en Madrid: Librería Sol, 44 p., 1968).

GAYTÁN DE TORRES Manuel. 1625. Reglas para el gouierno destos reynos y de los delas indias, con aumento en su poblacion, y en la real hazienda, y armas de la Mar. 161 p.

GAYTÁN DE TORRES Manuel. s/f. Discursos sobre la moneda y gobierno de España: Impugnación sobre la subida de la plata, o la petición del Capitán Tomás de Cardona, pidiendo dicha subida. Biblioteca Nacional (Madrid), Cod. E.156, 4 hojas.

GIRÓN García. 1613. (Carta de Don García Girón, fechada en Venezuela el 6 de febrero de 1613). En: Ermila TROCONIS DE VERACOECHEA. Documentos para el estudio de los esclavos negros en Venezuela. Biblioteca Acad. Nacional de la Historia, Col. Fuentes Historia Colonial de Venezuela, no. 103, p. 143-146, 1969.

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URBANI Bernardo & Á. L. VILORIA. 2002. Curiosidades para el Rey. Relación de objetos enviados en el siglo XVIII al Real Gabinete de Historia Natural de Madrid desde el Nuevo Mundo. Llull (Revista de la Sociedad Española de Historia de la Ciencias y de las Técnicas), 25: 183-204.

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VERNA Paúl. 1977. Las Minas del Libertador, Tres Siglos y Medio de Historia Venezolana, 1605 - 1972. Edic. Presidencia República, Col. Contorno Bolivariano, Imp. Nacional, Caracas, 305 p.

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ZAPATERO Juan Manuel. 1977. Fortificaciones de Puerto Cabello - Historia. Edic. Banco Central de Venezuela, Caracas, 231 p.

APÉNDICE

A continuación se reproduce la Relación en una versión con la gramática modernizada. Entre paréntesis se añaden algunas palabras para facilitar el entendimiento del su contenido. Dentro del texto y en corchetes se indica la paginación original de la Relación. También se denotan entre paréntesis números que corresponden a notas del editor que se enumeran y discuten al final.

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RELACIÓN Y VISTA DE OJOS QUE DON MANUEL GAYTÁN DE TORRES VEINTICUATRO DE LA CIUDAD DE JEREZ, HACE A SU

MAJESTAD EN EL REAL CONSEJO DE LAS INDIAS, POR COMISIÓN QUE PARA ELLO TUVO DE LAS MINAS DE COBRE QUE HAY EN

LAS SERRANÍAS DE COCOROTE, PROVINCIA DE VENEZUELA. AÑO 1621

Señor Don Manuel Gaytán de Torres Venticuatro de

Jeréz. Dice, que por mandato de Vuestra Majestad y del Real Consejo de las Indias fue a la provincia de Venezuela a reconocer las minas de cobre que hay en las Serranías de Cocorote, y a ver, si son capaces de poder dar la cantidad de cobre que estos Reinos de Castilla pueden gastar y consumir en labor de moneda, fundición de artillería y gasto ordinario, y si en dicho sitio hay las demás cosas necesarias para los ingenios y fundiciones que ha ofrecido hacer. Y habiendo ido y visto dicha provincia, serranías, caminos, ríos, montes, sabanas, puertos y habiéndolo considerado, halla que según muestran dichas minas, son bastantes para lo que se pretende, y hay todo lo que la imaginación pueda desear para el manejo y beneficio de tan gran riqueza, y todas las cosas tan en su lugar, que admira, dándose de la mano las unas de las otras, no sólo para éste intento, sino para otros del aumento de la Real Hacienda, fortificación y defensa de estos Reinos de Castilla e Indias, y tan menesterosas en ellos, se alarga a transmitir su parecer y vista de ojos. Pues haciéndose las fundiciones y labores de dichas minas, se facilitan y acomodan las demás, como consta por los papeles e informaciones que trae y por la carta de marear (1) y él lo certifica, por haber visto todo lo que dice. Y para su inteligencia pintó de dicha Provincia, desde el puerto de la Guaira hasta el río Tocuyo, distrito de treinta y nueve leguas por la costa del mar, y los montes, sabanas, ríos, pesquerías, puertos y caminos que van a las dichas minas, y están en su comarca, que es como se sigue.

El parecer que da en razón del cobre se divide en

siete artículos, de los cuales, y del modo en que va dispuesta esta relación, y el sitio en que están las minas y puertos; y lo que para su beneficio se ha de hacer, se acrecientan otros cuatro, que le [2] ha parecido en conciencia está obligado a añadirlo aquí, porque entiende serán del Real servicio. Donde se hallaren números de guarismos corresponden a los de la pintura (2).

1.- En el primer artículo se trata de las minas y su

riqueza. 2.- En el segundo del modo de los ingenios y

fundiciones. 3.- En el tercero, como se ha de trajinar el metal

desde las minas a los ingenios, y a los puertos de La Concepción, Borburata y España.

4.- En el cuarto, de donde y como se sustentará esta fábrica de pan, carne, pescado, sal y a que personas se ha de dar ración.

5.- En el quinto, que gente se ocupará en toda la fábrica, sustento y acarreo, y los sueldos que tendrá cada persona, y donde se situará.

6.- En el sexto, que costará poner en punto esta fábrica, y donde se comprarán las herramientas, ganados y negros.

7.- En el séptimo, que es forzoso poblar tres lugares, en que sitios se han de fundar, y de las poblaciones que convienen hacer de los Indios Guamonteyes y Caquetíos y puerto de Patanemo.

1 ARTÍCULO PRIMERO

Del sitio de las minas y su riqueza En la provincia de Venezuela, que con justo título

se le dio este nombre, por las grandes riquezas de minas de oro y cobre que hay en ella, fertilidad de campos y valles, serranías de altas y gruesas arboledas, puertos que en la costa del mar tiene, e inexpugnables por la forma y sitio en que están, abundantes en pescado y marisco. Está la serranía de Cocorote, y en ella la quebrada de los indios llaman de Guanariguaguo, en la cual están las minas de cobre.

A la parte del occidente está descubierta una veta de metal, ahondada cuatro estados y medios de los suyos (3), y de la boca arriba descubre una cresta de ancho de más de vara por algunas partes, y por otras poco menos, que sube a la cumbre de la serranía, y se muestra al tercio de la subida. Y abajo en lo ahondado y con cabo de la mina viene un Crucero más ancho que la veta. Al [3] lado izquierdo a una distancia de diez pasos está otra veta descubierta de la misma anchura al pie de la tierra, y a la orilla del

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agua de la quebrada se descubre otra veta, y en el agua hay cantidad de piedra de metal, que van fundiendo por orden del Gobernador para la moneda de vellón que Vuestra Majestad le ha mandado hacer. En la quebrada abajo a dos tiros de arcabuz de las vetas está un risco muy grande a orilla del agua, y encima de él todas las piedras que se descubren de la tierra, en la ladera de la serranía son de metal, y trae muestras de ellas, que es mucha más cantidad que las vetas descubiertas. En la quebrada que está por la parte del oriente hay piedras del mismo metal, de forma que toda la serranía que está entre las dos quebradas, de número 1 (4) y número 4 promete ser de metal, y todo lo demás de la serranía de Cocorote muestra tener metal de cobre por el color de la tierra, árboles y aguas, y por ser semejantes a la de Guanariguaguo, con (lo) que se sale de la duda, (de que) si habrá minas, que den toda la cantidad de cobre que estos Reinos pueden gastar cada año.

El sitio y forma de la sierra (es) tan levantada y a pique que al que se mueva la tierra en la mina, está abajo en el agua de la quebrada, (lo) que es de gran beneficio para la labor de las minas, y seguridad de los que anduvieren en ellas, pues no se beneficiarán por socavón, sino a tajo abierto. En la serranía de Cocorote, a poco más de dos leguas de las minas a la parte del Oriente nace el río de Casamia; donde se ha lavado y sacado mucha cantidad de oro. Porque es necesario para la fundición del cobre piedras de grano, crió Dios nuestro Señor una mina de ellas; a una distancia de una legua de las fundiciones, en camino llano y enjuto.

Además de las minas de cobre referidas hay muchas otras en la Gobernación, pero los que hoy mandan en ella adulan al Gobernador y (han querido) hacerlo autor de ellas, para sus fines particulares, y no le dieron noticia a tiempo (para) que pudiera verlas, e impidieron al Licenciado don Leonardo Ferigo, clérigo presbítero, a que me manifestase de unas minas de cobre que él había descubierto en el sitio de Guacara (que es donde la pintura lo muestra), ni tratase de ellas, hasta que viniese a la ciudad el Gobernador, pero con negociaciones suyas, don Leonardo las manifestó, las registró y las puso en cabeza de Vuestra Majestad. Estando de partida para la Gobernación de Santa Marta [4] trae piedras y metal de dicha mina, y el registro que está en los papeles que tienen presentados.

Además de la mina de Guacara, hay otra en Cabo Codera a barlovento de la Guaira y Borburata, a orilla del mar donde bate el agua en ella, está en tierras de Pedro Gutiérrez de Lugo, Teniente de Gobernador, el cual luego que llegó don Manuel a

dicha ciudad, le mostró piedras y metal de la mina, que es (de) lo mejor que ha visto, (pero) no le dio, ni (le) quiso decir donde estaba la mina de donde salió aquel metal. (Luego) cuando le dio el registro, piedras y metal a don Leonardo, le dijo que eran de la mina de Cabo Codera, y el teniente no quería que de ella (don Manuel) ganase gracias, sino el Gobernador. Don Leonardo Ferigo es un sacerdote de venerable persona, virtuoso y de loables costumbres, digno de que Vuestra Majestad le honre y haga merced, y a los que ocultaron la otra mina, se les castigue y sea ejemplo a otros, pues siendo ministro de Vuestra Majestad impidió, no trajese luz de la mina a don Manuel, ni se supiese la entidad de ella, debiendo ayudarle, pues ya en nombre de Vuestra Majestad.

Además de estas minas de cobre, hay otras muchas de oro en la Gobernación, que no se labran por las causas que se dice en el Artículo Séptimo.

2 ARTÍCULO SEGUNDO De los ingenios y fundiciones

La quebrada de Guanariguaguo trae una cantidad de agua que es bastante para los ingenios que se han de hacer, en el sitio que hoy están los que hizo el Capitán Alonso Sánchez de Oviedo, que es donde los muestra la pintura, y a los lados de esta quebrada hay otras dos con tanta agua cada una como ella, y tan acomodadas para juntarlas, como se muestra en la pintura.

A la salida de la quebrada, más abajo de la toma de agua de la acequia, que está hecha para dicho ingenio, se han de hacer seis hornos, como están en la pintura, donde se ha de quemar el metal para molerlo con facilidad, y que exhale el azufre y otros metales. (Han de ser) tan grandes que baste uno para quemar [5] el metal que cada día se sacará de las minas, y se hacen seis para que no falte horno para cada día.

Del sitio de los seis hornos ha de ir el metal a una casa donde se ha de moler.

Sucesivo a ésta casa ha de estar otra de ciento diez pies de largo, con un ingenio que ha de mover veintidós pares de barquinos (6), once por cada lado.

Ya fundido el metal de primera fundición, se ha de llevar a otra casa de sesenta pies de largo donde se ha de afinar, y adulzar con otro ingenio de la misma forma que ha de mover doce pares de barquinos, seis por cada lado.

Después de afinado y adulzado el cobre, se ha de llevar a otra casa de cincuenta pies de largo, donde ha de haber cinco ingenios diferentes, donde se ha de hacer tableros el cobre, pesarse y cuadrarse de la forma del que viene de Hungría.

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Por haber dicho que hay todo lo necesario, tan acomodado como la imaginación lo pudo desear, en la parte que se han de hacer los ingenios y fundiciones, hay tres saltos para las tres casas en la distancia del sitio, que es bastante para poder tomar fuerza el agua, y en ellos la piedra que es menester para la fábrica de dichas casas. De no hallarse así en dicho sitio se habrían de gastar muchos ducados en darles con arte la forma que por naturaleza tienen, que están en el sitio que muestra la pintura las casas de los ingenios. En cuanto a leña y carbón hay tanta abundancia, que la falta que tiene aquella tierra es la espesura de montañas que la cubren.

3 ARTÍCULO TERCERO

Como se ha de trajinar el cobre desde las minas a las fundiciones, (y de allí) al puerto de Borburata y

a España Habiendo visto el sitio de las minas, ingenios y

fundiciones, la distancia que hay al mar, la aspereza de las serranías, la ceguedad de (las) montañas, la braveza de la costa del mar donde sale el río Aroa, que llaman Golfo Triste, y la dificultad de su navegación. Todas estas cosas juntas ha ofuscado los entendimientos de los que las han visto, para no [6] haber hallado modo de trajinar este metal y la mayor causa que ha habido, ha sido tenerlo a Dios nuestro Señor guardado para estos tiempos, y para que su deseo y persona pueda lucir en servir a Vuestra Majestad poniendo en punto esta obra.

El modo de trajinar el metal desde las minas a los seis hornos donde se ha de quemar para molerlo, ha de ser en carretas de bueyes, por ser el camino llano.

Para trajinar el metal desde los seis hornos a la primera casa donde se ha de moler, que es la que muestra la pintura, ha de ser en canoas por la acequia, y del mismo modo ha de ir pasando de esta casa a las demás.

De los ingenios al puerto de La Concepción, el cobre se ha de llevar en carretas de bueyes por ser la tierra llana y sin pantanos, y las sábanas donde han de comer los bueyes (están) en sitio acomodado. Este puerto está en el río Aroa a cuatro o cinco leguas de distancia por tierra llana de las minas y fundiciones. En este sitio el río tiene bastante agua para navegarlo con canoas, por haberle entrado los ríos Casamia y Carabobo, y abre hasta al mar. Según le pareció, desde la costa y boca del río Aroa al puerto de La Concepción hay de diez a once leguas, y aunque intentó entrar por dicho río en una canoa que le dio el Capitán Sebastián Ruiz Garfias, y descubrir su navegación hasta el puerto de La Concepción, no pudo proseguir por las muchas maderas que el río tiene atravesadas, y por no llevar gente para cortarlas, y aunque la pidió al

Gobernador no se la dio, como consta por los papeles que tiene presentados, más juzga por la disposición de la tierra donde sale al mar dicho río, (que) no tiene inconveniente la navegación por tener bastante agua desde el puerto de La Concepción para abajo, y toda la tierra por donde va es muy llana. El inconveniente que se tiene para no poder proseguir con las canoas desde la boca del río a Borburata, es por ser la navegación por el Golfo Triste, donde en aquellas costas reina casi todo el año el viento del Este con tanta pujanza, y (por) ser la costa llana y quebrar las olas muy al mar. Con la fuerza del viento las bocas de los ríos se llenan de arena, y las dos aguas combaten con tanta fuerza, que no pueden salir, ni entrar canoas, ni otra embarcación.

Más Dios nuestro Señor que puso estos inconvenientes en la boca de aquel río, y en los demás que salen en la costa de aquel golfo, crió tan grandes riquezas en aquellas tierras y valles [7] que previno el remedio. Disponiendo la tierra de aquella costa (en forma) tan llana y a nivel, que abriendo una acequia por la parte que la pintura señala se trajinará el cobre con menos costo que si fuese por el mar, además por el modo como se hará la acequia no será un costo, (por) la gran utilidad al comercio de aquella provincia y (a las) fábricas de navíos y artillería, como se dirá en su lugar.

Puesto el cobre en Borburata, en la fortaleza que se ha de hacer para guardar (tanto) al metal (como al) puerto y demás pertrechos, como se dirá en su lugar, se traerá a España en los galeones, pues sin añadir costo ni camino, ni perder viaje, se puede hacer de manera tal que resultarán otros beneficios que adelante se dirán, que será causa de ellos llegar a aquel puerto cuatro galeones por el cobre, que son bastante para traer la cantidad que se pretende sacar de cien quintales cada día, que al año monta veintisiete mil quintales, que hacen seiscientas toneladas, regulándolo por el aforo del hierro tocho, que es de cuarenta quintales por tonelada, y así mismo el tabaco como adelante se dirá. Para ir a Portobelo por la plata, no hacen falta los cuatro galeones, que han de quedar en Borburata, pues los cuatro que han de ir a Portobelo son bastantes para traer mucho mayor tesoro y es una fuerza superior a la que el enemigo suele traer en aquellas costas.

4 ARTÍCULO CUARTO De donde y como se sustentará ésta fábrica de pan, carne, pescado y sal, y a que personas se ha de dar

ración. El sitio donde están las minas y fundiciones, y su

comarca es tan fértil de pan, carne, pescado y sal,

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que sí se cultivase, puede sustentar dos Reinos como el de España, tanto en lo referido, como de frutas y legumbres, y beneficiando estos géneros, como aquí se ha dicho, será tan pequeño el costo, como se verá en el artículo que sigue, pues ninguna cosa de las menesterosas está fuera del lugar que pide, para no ser costosa.

En cuanto a la provisión de pan en dicha Gobernación, y en todo lo general de las Indias, el principal y mejor sustento es el maíz. El modo de sembrarlo es rozando montes, quemarlos al fin del verano, y lloviendo la primera agua, se siembra el maíz, sin cavar ni arar la tierra. Con unos palos de madera dura que llaman coas, hacen hoyos pequeños y entierran el maíz. El primer año que siembran las rozas no echan hierba por la fuerza del fuego, y así no es costoso, ni se ocupa más tiempo en esta labor, que el de rozar, sembrar y recoger. La roza, que es en lo que se hubiera de ocupar más gente y tiempo, la van haciendo los negros que talan el monte para la leña y carbón de los hornos y fundiciones, como se dice en su lugar.

En cuanto a la parte de como se sustentará esta fábrica de carne, para que sea con muy bajo costo, y la que se hiciese, el valor del principal costo, éste siempre vivo y con aumento, se han de comprar ocho mil cabezas de ganado vacuno de año arriba, que costará cada una dos ducados, real más o menos, que a este precio valen en las ciudades de San Sebastián y Nueva Valencia, acomodadas a la parte y sitio donde se ha de poblar un Hato por Vuestra Majestad y el sitio será donde lo muestra la pintura, y el mejor que ha visto en dicha Gobernación, y más acomodado a las minas del cobre y puerto de Borburata, que está en la tierra y provincia de Nirgua, que ocupará desde el puerto y cumbre de Chirgua hasta el puertecillo, antes de llegar al agua de los Papayos, que es la entrada del hato viejo, y en este distrito quedan comprendidas las sabanas de Bejuma, Onoto y Aguirre, y el Agua de Obispos, que son bastantes para sustentar el ganado que ha dicho, y los caballos de las vaquerías, de donde así mismo se sacaran y harán bueyes, que traigan las carretas de los ingenios y fundiciones. Y el dicho sitio además de ser bastante por su fertilidad de pasto, aguas y sombras, es cerrado, y todo en una caldera, que entrando el ganado, no puede salir sino es por una pequeña senda que lleva el camino que lo atraviesa.

En cuanto de donde y como se sustentará de pescado y sal ésta fábrica. Ambas cosas las crió Dios juntas en las pesquerías y salinas de Tucacas, que están en la parte que la pintura las señala, con tanta abundancia ambas cosas, que no sabe cuál juzgar por mayor, y muy cerca del río Aroa, para

que con más comodidad y menos trabajo se sustenten las minas y fundiciones.

Las personas que han de tener ración, serán todos los que llevarán gajes en las minas y fundiciones, porque en tierras tan incógnitas no pueden obtener estos cuatro géneros, las personas que han de asistir en dichas minas y fundiciones, y para buscarlos, gastará mucho dinero, que si no se les da ración, será forzoso darles excesivos salarios y jornales, y por habérseles de dar ración, van moderados, conformes al uso de la tierra, y por el modo que va dispuesto, costará tan poco, como se verá por el artículo que sigue.

5 ARTÍCULO QUINTO

Que gente se ocupará en toda la fábrica, sustento y acarreo, y los sueldos que tendrá cada persona, y

donde se situará el gasto. Aunque dio a Vuestra Majestad y al Real Consejo

memoria de las personas que se ocuparán en la administración y manejo de los ingenios y fundiciones, sustento y acarreo, ahora por haber visto el sitio y (las) distancias que hay de unas partes a otras, y (conocer) los sueldos y jornales que se ganan en las Indias y en aquella provincia, en este Artículo vuelve a darla con certeza; y pasados algunos años no irá a más el costo, sino a menos porque los negros estarán despiertos en los oficios, y ocuparan algunos que hoy a la fuerza lo hagan los Españoles.

El Gobernador que fuese de los ingenios y fundiciones tendrá de sueldo cada año de dos mil ducados de Castilla. 2.000 ds.

Ha de tener el Gobernador Teniente con seiscientos ducados al año de sueldo. 600 ds.

Ha de haber Alcalde de las casas y fundiciones, ha de ser tenedor de bastimentos, y tendrá de sueldo seiscientos ducados cada año, y veinte cada mes para un oficial, que tenga los libros; y dos negros que den recado a todos los oficiales y negros. 840ds.

Capellán mayor y Administrador del hospital sueldo trescientos ducados cada año. 300 ds.

Médico tendrá de sueldo trescientos ducados cada año. 300 ds.

[10] Barbero tendrá de sueldo quince ducados al mes. 180 ds.

Enfermero tendrá de sueldo diez ducados al mes. 120 ds.

Boticario tendrá de sueldo ciento cincuenta ducados cada año, y otros ciento cincuenta para medicinas. 300 ds.

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Minero Mayor tendrá de sueldo veinticinco ducados al mes, y diez reales cada día que trabajase. 300 ds.

Otro minero diez ducados al mes, y diez reales cada día que trabajase; con estos dos mineros han de trabajar ciento sesenta negros. 120 ds.

Ha de haber ocho mayordomos para andar con los ciento sesenta negros de las minas, veinte negros a cargo de cada uno, y tendrá cada mayordomo cien ducados de sueldo cada año. 800 ds.

Para bajar el metal desde las minas a los seis hornos, ha de haber diez negros con veinte carretas, y un Español que los mande, que tendrá de sueldo cien ducados al año. 100 ds.

Para quemar el metal en los seis hornos, cargarlos y descargarlos, ha de haber doce negros, y un Español que los administre con cien ducados de sueldo cada año. 100 ds.

Para cortar la leña a los seis hornos, y traerla en carretas, veinte negros y un Español que los administre, tendrá sueldo cien ducados al año. 100 ds.

Para llevar el metal de los seis hornos a la primera casa donde se ha de moler, cuatro negros para las canoas, como lo muestra la pintura, y puesto en ella, lo han de moler las negras, por ser oficio de poco trabajo.

Ha de haber Fundidor Mayor que tendrá de sueldo veinticinco ducados al mes y diez reales cada día que trabajase. 300 ds.

En la casa de la primera fundición han de trabajar treinta y seis negros y tres Españoles, que los han de gobernar, tendrá de sueldo cada [11] uno ciento veinte ducados al año, y ocho reales cada día de trabajo cada uno, porque en esta casa se ha de trabajar de noche, y de día. 360 ds.

Para abastecer esta casa de carbón y astilla, han de haber veinte negros, seis carretas y un Español que los administre, que tendrá de sueldo cien ducados cada año. 100 ds.

Para hacer en dicha casa los hornos en que se ha de fundir y que han de arder once continuamente han de haber dos oficiales albañiles, que tendrán cada uno de sueldo diez ducados al mes, y ocho reales cada día que trabajasen cada uno, y para ayudarles, moler carbonera y pisarla seis negros. 240 ds.

En la mina de piedra de grano han de haber dos negros, uno que sea cantero que saque la piedra, y otro que la lleve a la casa en una carreta. Para llevar el cobre por la acequia a la casa de afinación, un negro con una canoa, como lo muestra la pintura.

Ha de haber en la casa de afinación dos oficiales que sean caldereros, y tendrá de sueldo cada uno doce ducados y medio al mes, y ocho reales cada día

que trabajasen, y les han de ayudar cuatro negros. Para abastecer de carbón ésta casa, ha de haber seis negros: dos que lo traigan en cuatro carretas, uno para hacer formas de barro, y otro para llevar el cobre en una canoa a la casa donde se ha de hacer tableros. 300 ds.

En la última casa donde se ha de hacer el cobre en tableros, ha de haber cuatro Españoles que sean caldereros, y cada uno tendrá de sueldo quince ducados al mes, y ocho reales cada día que trabajase, y para que les ayuden, ocho negros: cinco que hagan carbón, y uno que lo traiga en dos carretas. 710 ds.

[12] Ha de haber ingeniero carpintero para los ingenios de las fundiciones, y obra de carretas, canoas, y casas. Tendrá de sueldo veinticinco ducados al mes, y diez reales cada día que trabajase. 300 ds.

Ha de haber tres carpinteros, que tendrá cada uno de sueldo y jornal diez ducados cada mes, y ocho reales cada día que trabajase. Tendrá ocho negros que les ayuden, y no bastará si los que talan el monte para la leña, y carbón no fuesen apartando los maderos que son a propósito para los ingenios, carretas, canoas, y obras de dichas casas. 360 ds.

Ha de haber un maestro herrero, que tendrá de sueldo quince ducados al mes, y diez reales cada día que trabajase, le han de ayudar dos negros. 180 ds.

Ha de haber un maestro cerrajero que tendrá de sueldo quince ducados al mes, y diez reales cada día que trabajase, le han de ayudar dos negros. 180 ds.

Ha de haber un maestro de hacer fuelles, tendrá de sueldo diez ducados al mes, y ocho reales cada día que trabajase, le han de ayudar dos negros. 120 ds.

Ha de haber dos maestros de hacer carbón, tendrán de sueldo y jornal cada uno diez ducados al mes, y ocho reales cada día que trabajase, han de trabajar con todos los negros que están señalados para hacer carbón. 240 ds.

Ha de haber maestro mayor albañil, que tendrá [13] de sueldo veinticinco ducados al mes, y diez reales cada día que trabajase. 300 ds.

Ha de haber otro oficial albañil además de los dos que han de hacer hornos, que todos tres han de estar a la orden del maestro mayor, y tendrá de sueldo diez ducados al mes, y ocho reales cada día que trabajase, y cuatro negros que les ayuden. 120 ds.

Ha de haber un maestro de hacer cal, tendrá de sueldo diez ducados al mes, y ocho reales cada día que trabajase, y dos negros que le ayuden. 120 ds.

Ha de haber un maestro de hacer tejas y ladrillos, y tendrá de sueldo diez ducados al mes, y diez reales cada día que trabajase, tres negros que le ayuden. 120 ds.

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Ha de haber un maestro espartero para hacer sogas, y aspuertas, tendrá de sueldo diez ducados al mes, y ocho reales cada día que trabajase, y tres negros que le ayuden y saquen damajagua y palma, y las negras han de hacer la empleita. 120 ds.

Para hacer labor de maíz, yuca, platanales, y acudir a todas las faltas que se ofreciesen veinte negros, y un Español que los gobierne, tendrá sueldo de cien ducados al año. 100 ds.

Para llevar el cobre de las fundiciones al puerto de La Concepción, siete negros, catorce carretas y un Español que los administre, que tendrá cien ducados de sueldo cada año. 100 ds.

En el puerto de La Concepción ha de haber un Español que reciba y entregue el cobre, así como los bastimentos, pertrechos y herramientas que subieren a los ingenios con libro de cuenta y razón. Tendrá de sueldo veinticinco ducados al mes, y ocho Indios que le ayuden y hagan comida de maíz. 300 ds.

Para la administración de las vaquerías ha de haber dos Españoles. Uno con título de Alcalde de Bejuma con jurisdicción, y tendrá de sueldo de doscientos ducados cada año. El otro para llevar el ganado que se hubiese de gastar cada mes en las minas, y tendrá de sueldo cien ducados cada año. Para ayudarles en las vaquerías, llevar el ganado y hacer comida de maíz, serán los Indios que tiene Vuestra Majestad y que fueron de Francisco de Vera vecino de Santiago de León, que por delitos que cometió fue privado de ellos, y (ahora) los administran los oficiales Reales. Se está informado por cosa cierta, que cuando se confiscó ésta encomienda, eran cien Indios y hoy está [14] muy disminuida, no por haberse muerto, sino por otras causas, mas los que quedan son bastantes para beneficiarlas vaquerías, dándoles algunos Indios diestros que les enseñen, y ellos se tendrán por bien afortunados en ocuparse en este ejercicio, y no del modo que andan. 300 ds.

Para administrar las pesquerías y salinas, llevar al río Aroa el pescado y sal que se ha de gastar en las minas y fundiciones, (cuidar de) las yeguas que han de criar los caballos para las vaquerías y acarreos de pescado y sal: un Español con título de Alcalde de Tucacas con jurisdicción de las pesquerías, salinas y sabanas, y la protección de los Indios Caquetios del río Tocuyo. Tendrá de sueldo doscientos ducados. 200 ds.

Para hacer las pesquerías, y lo demás referido, serán a propósito los Indios que Francisco de Artiaga tiene en Parabachoa, que es justo en las pesquerías de Tucacas, y su ocupación es hoy pescar y sacar sal, y él lo tendrá por bien, haciéndole Vuestra Majestad merced de prorrogarle

por una o dos vidas, en otra encomienda que tiene en la sierra de la ciudad de Coro, que ambas encomiendas acaban en su vida. 200 ds.

Ha de haber veinte soldados de presidio en las minas y fundiciones, para seguridad de los negros, y tendrá cada uno de sueldo ocho ducados al mes. 1.920 ds.

Ha de haber un Cabo que gobierne esta gente con veinticinco ducados al mes. 300 ds.

Ha de haber en el castillo de Borburata veinticuatro soldados y ocho artilleros, tendrá de sueldo cada uno ocho ducados al mes. 3.072 ds.

Ha de haber Castellano en el castillo de Borburata, que tendrá de sueldo cincuenta ducados al mes, y como el Castellano del Morro de La Habana, ha de tener a su cargo y cuenta el cobre que se fuese trayendo de las minas, y entregarlo en los galeones que fuesen de Castilla, y ha de ser Protector de los Indios Guamonteyes que [15] hubiese en aquel puerto y gobernación y de todos los demás Indios que hay en la costa del mar de la provincia. 600 ds. Ha de tener el Castellano Teniente con veinte ducados de sueldo al mes. 240 ds.

En cuanto a la parte donde se ha de situar ésta cantidad, será servido a Vuestra Majestad de librarla en la caja Real de Santa Fe, que por tierra se puede traer con muy poco gasto, y entrarán en el Tenedor de bastimentos, y con mandamientos se pague; así se ahorran los sueldos de los oficiales Reales, que si sobre este punto se admite su parecer, ahorrará Vuestra Majestad en las Indias muchos ducados, y será mejor administrada la Hacienda Real de lo que hoy es. Además del situado que está dicho, de Sevilla han de ir cada año: cien quintales de hierro, cincuenta de acero, cien hachas, cien botijas de vinagre, cuatro barriles de aguardiente de a seis arrobas, que todo costará mil ciento cuarenta y cinco ducados, (también) otras cosas menudas de poco costo para el beneficio de los negros, de que dará memoria a su tiempo. Todo lo cual ha de estar a cargo del Administrador de Sevilla, enviarlo y embarcarlo en los Galeones. 1.145 ds.

Las personas que se han de ocupar en esta fábrica, son las contenidas en este Artículo, que hacen ciento diez españoles, y trescientos cincuenta y cinco negros. Para tenerlos seguros y para que asistan con gusto al trabajo y no vayan a menos y se excusen pecados, han de ser casados, (así que) para ellos se han de comprar otras tantas negras, que ellos y ellas y los hijos que tuvieren servirán al tiempo que está dicho en el material que dio Vuestra Majestad, las cuales son menesteres para los costos referidos, y para otros oficios livianos, y hacer de

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comer a los negros, e hilar algodón para vestuarios de sus maridos e hijos [16].

6 ARTÍCULO SEXTO

Que costará poner en punto esta fábrica, y donde se comprarán los negros, ganados y herramientas. Aunque esta parte parece la mayor y el todo de

esta fábrica, la juzga por la menor, supuesto que el gasto que en ella se ha de hacer sea una vez y en tres géneros, y el menor el que tiene merma y se consume, que es las herramientas. Más los dos que son los negros y ganados, con la ayuda de Dios han de estar vivos y aumentados. Considerando que los negros han de multiplicarse, como se ve en todas las Indias, estos no han de ser de peor calidad, antes de mejor, ya que el trabajo será tolerable y la tierra donde se han de poblar, muy sana por el buen temple que tiene, lo acomodado a su naturaleza, las aguas y comidas que se produce de maíz, yuca, plátanos, auyama y otras legumbres, todas comidas que usan los negros, en todo el tiempo se hallan. El gasto que se hiciese así por el aumento de la generación, como por el valor de sus personas, pues con el uso de los oficios, dentro de pocos años vale uno por cuatro.

Y los ganados será lo mismo, pues no se han de matar de ellos las hembras, solamente los novillos.

La parte donde se comprarán los negros, ha de ser Lisboa, por valer allí baratos, tener tomada la tierra y hallarse algo ladinos (7) y algunos oficiales; si no se pudiese acomodar toda la cantidad, se comprará el resto en Santiago de Cabo Verde, que son negros de ley, y con la misma facilidad y costo de Lisboa, se llevarán a Borburata como se verá por la carta de marear.

El costo será cien ducados cada negro, y el costo de llevarlos desde Lisboa o Cabo Verde a Borburata de dieciséis a diecisiete ducados, dándoles a los dueños de los navíos algunos permisos que él dirá a su tiempo. La navegación es corta y segura, pues en mes y medio está hecha.

Si se compran los negros en Cartagena, costarán el doble, y no tan buenos de llevarlos a Borburata, aunque llevarlos costará un poco menos que de Lisboa, por ir las fragatas vacías a la laguna de Maracaibo y costa de Tierra Firme, llevan mucho riesgo de mar y enemigos, por ser la navegación más larga que de España, y por travesías y canales peligrosos [17].

Traerlos de Angola, es mucha la dilación y riesgo de salud, mar y enemigos, (además) no son negros de tanto trabajo, ni tan buena ley como los de Cabo Verde, y cuando llegan son tan bozales (8) que en un año no son de provecho.

Monta el valor de las setecientas diez piezas, setenta y un mil ducados. 71.000 ds.

De flete desde Lisboa o Cabo Verde a Borburata costará de dieciséis a diecisiete ducados y contando cada pieza a dieciséis ducados y medio monta a once mil y setecientos quince ducados. 11.715 ds.

Las ocho mil cabezas de ganado vacuno costarán dieciséis mil ducados, y las doscientas yeguas y caballos seiscientos. 16.600 ds.

De las herramientas, hierro y acero dará memoria, que por ser muchas y diferentes, no les escribe aquí, que costará de cuatro a cinco mil ducados. 5.000 ds.

Para fletes, matalotajes, ayuda de costos a los oficiales, y otros gastos extraordinarios veinticinco mil seiscientos ochenta y cinco ducados. 25.685 ds.

Conque se ajusta a ciento y treinta mil ducados, y así lo entiende en Dios y en su conciencia. 130.000 ds.

7 ARTÍCULO SÉPTIMO Que es forzoso poblar tres lugares, y en que sitios

se han de fundar, y de las poblaciones de los Indios Caquetíos, Guamonteses, y puerto de Patanemo. Porque se sabe que el principal intento de Vuestra

Majestad y del Real Consejo, es reducir a nuestra Santa Fe Católica los Indios que hay en todo lo descubierto y en lo que se descubriese de las Indias y poblarlas de Cristianos, y ser forzoso para poner en perfección las minas y fundiciones del cobre, poblar, y fundar de nuevo tres lugares, con lo que se consiguen ambos intentos, y los cuatro que del principal del cobre nacen, y el gran servicio que se [18] hará a Dios nuestro Señor, reduciendo a su Iglesia a los Indios de la provincia de Nirgua, y otros muchos que están en Venezuela sin conocer a Dios, lo que será el mayor fruto de esta obra. Se dirá en donde se han de hacer las fundaciones conforme lo que ha visto en dicha provincia.

La primera ciudad se fundará en la provincia de Nirgua, por ser como es tan rica de minas de oro y el de más quilates de todas las Indias, pues por su bondad y fineza se marcaba con diferente marca que todo lo demás, y el mejor temple de toda la Gobernación de Venezuela. Los Indios de la provincia de Nirgua están levantados y en guerra y son salteadores de caminos, en donde han muerto muchos Españoles y negros, robándoles las haciendas, (también han) muertos muchos Indios de los que están en paz en sus confines y los que tienen menoscabados; por esta causa (están) despobladas todas las minas de oro que hay en dicha provincia. (Así) a los caminantes que van al Nuevo Reino de Granada, y los vecinos de la Gobernación de

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Venezuela que han de atravesar a Nirgua, se les recrecen grandes gastos en escoltas de soldados que pagan en Nueva Valencia y Barquisimeto, por esta causa Vuestra Majestad los tiene dados por esclavos a los que conquisten. Las sabanas donde se ha de fundar el hato de las vacas están dentro de la provincia de Nirgua, y en el medio de ella, por no haber otras acomodadas en toda la comarca para la cría de ganado. El llevarlo a las minas del cobre y al puerto de Borburata, traerá la obediencia a Vuestra Majestad de los Indios y se castigaran sus delitos. Por todo lo referido es fuerza y obligación que a Vuestra Majestad le corre, y al decirlo, pues lo ha visto, se pueble en dicha provincia una ciudad en el sitio que estuvo poblado el fuerte (9), que es el mejor de toda ella, que es donde lo muestra la pintura. Con lo cual cesarán todos los daños referidos, y se sustentarán las minas y fundiciones con tan pequeño costo como está dicho, y se beneficiaran las minas de oro que están despobladas en dicha provincia.

Para que se vea lo mucho que se pierde en no labrarse las minas de oro, y cuan forzoso es fundar en aquel sitio una ciudad, se refieren todas las minas de oro que vio despobladas, y que no se labran por dicha causa, que semejantes riquezas es justo se gocen, y Vuestra Majestad no esté defraudado de los quintos, y otros derechos que interesa a la Real Hacienda. Están despobladas y no se labran las minas del río [19] Tocuyo, que es junto a Valencia. Las de la quebrada de Barreda, las del río Chirgua, que son muchas y muy buenas. Las de Bejuma, las del Picacho, pues cuantas quebradas bajan de él, dan oro, y las del río Buria, que eran las mejores de todas, y las de la montaña de San Pedro, que son muchas. Además de dichas minas, las de Apa y Carapa, que están a veinte leguas de San Sebastián, están despobladas por haber faltado en aquel sitio los naturales y mineros, y son las más ricas de toda la Gobernación.

Toda la provincia es muy fértil para la cría de ganados mayores y menores, zarzaparrilla, algodón, azúcar, tabaco, y cáñamo, por tener la tierra la calidad que estas semillas piden, y así mismo muy fértil para todo género de comidas, de maíz, casabe, y las demás que se usan en las Indias.

En cuanto a la segunda ciudad que se ha de poblar, será en las minas de cobre, que por la mucha gente de ministros, soldados, oficiales y negros, que en el manejo y beneficio de los ingenios y fundiciones se han de agregar, es forzoso estén en forma de ciudad y tengan justicia y Cabildo que los gobierne, además que irán otros muchos vecinos a poblar, por gozar de la fertilidad de aquella tierra, y labrar las minas de oro que hay en el río Casamia, y

se descubrirán otras muchas en aquella serranía, porque la disposición de la tierra las promete, pues desde el sitio de las minas de cobre hasta el mar, habrá de quince a dieciséis leguas, y en más de cuarenta en ancho no se han hallado Españoles ni se sabe lo que hay en este golfo, más de lo que se juzga desde afuera, por ser las tierras y llanos toda montañas de altísimos árboles. El sitio donde se ha de poblar la ciudad, es al lado de los ingenios y fundiciones en tierra llana, y con las calidades que esta dicho en el principio del artículo antecedente.

La tercera ciudad será en el puerto de Borburata, que al principio del descubrimiento de la Gobernación de Venezuela se pobló y despobló pasados muchos años por quemarlo los ingleses, y de allí se retiraron los vecinos y fundaron la ciudad de Nueva Valencia.

El sitio de este Puerto es como la pintura lo señala, y (es) tan inexpugnable, que fortificado no habrá en las Indias, puerto ni lugar más seguro en toda la costa del mar que señala la pintura, porque desde la Guaira hasta dicho [20] puerto son sierras en que bate el mar y no hay desembarcadero. Desde Borburata al río Tocuyo es (el) Golfo Triste donde no sale navío que en él entra. En el sitio que la pintura lo señala han hecho un castillo que defiende a Puerto Cabello y Patanemo.

Cortada una restinga que tiene treinta pasos de ancho que divide una salina del mar (10), y haciéndole un foso por la sabana, y comunicarle el agua con la ciénaga de Puerto Cabello, que es como la pintura lo señala, quedará cercado sobre el puerto lo que fuere bastante para el sitio de la ciudad, dejándola islada como está Venecia, que a semejanza del sitio y riquezas que la tierra tiene, se le puso el nombre de Venezuela.

Este puerto es el mejor que he visto en las Indias, no tan grande como los de Cartagena y La Habana, más bastante para las armadas y navíos que pueden ir a él. Es ahondable, como consta de los autos y diligencias que hizo el Teniente de la Nueva Valencia, escribano y testigos, y así él lo certifica. La forma es de una herradura, la navegación a Cartagena es a popa (11), y a La Habana a un largar está guardado al Este y al Norte, como se muestra en la pintura y carta de marear. El agua es tan quieta en él, como en un estanque, y tan a pique y hondo por las orillas, que junto a ellas tiene seis brazas de fondo que puede tener plancha en tierra el mayor galeón del mundo. Entre el puerto (12) y la montaña de Santa Lucía está una sabana fértil de hierba para ejidos, y prado de la ciudad de más de media legua en cuadro, sin cerro, ni padrastro al fuerte que se hiciere. El río Borburata pasa arrimado a la montaña de Santa Lucía, y es la mejor agua que hay en toda

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aquella costa. Los valles, y ríos que la pintura señala son fértiles para tabaco, cacao, azúcar, maíz, yuca, algodón y todo género de frutas y agro, abundantes de maderas incorruptibles para fábrica de navíos y galeones, y así mismo de zarzaparrillas. Hay muchas salinas en el contorno, y el puerto es el más acomodado de toda aquella costa para embarcar el cobre, pues tiene las comodidades y fortaleza que muestra la pintura y carta de marear. El temple es más afable que el de Cartagena por las altas y grandes sierras que tiene cerca, las noches muy regaladas, el mar muy abundante de pescado y marisco, y casi en medio de la Gobernación, y en el paso de camino que importan para el comercio. Los términos y jurisdicciones que han de tener estas ciudades dirá a su tiempo, para no dilatar está relación, y el terreno del sitio del Castillo Peña, como lo muestra la pintura [21].

En Puerto Cabello que está junto a Borburata, se fundará el pueblo de los Indios Guamanteyes, que han sacado de los llanos por engaño y están poblados en el valle de Acarigua, cerca de la ciudad de Barquisimeto. El Gobernador los ha dado en custodia a algunos vecinos de Barquisimeto y El Tocuyo, por haber mandado Vuestra Majestad que no se encomienden, y son poco más de mil, sin otros muchos de esta nación y tierras, traídos por el mismo orden y que están repartidos en la Gobernación. Con los cuales se trajinará el cobre en canoas por la acequia y río Aroa, y en esto se ocuparán cosa de cien personas por su rueda entre todos, y de los que restan acudirán dos días de la semana a la obra de la fuerza y a las demás públicas de la ciudad, y así no tendrá más gasto la fortificación que en los maestros Españoles, porque en el sitio donde se ha de hacer el castillo hay tantas piedras amontonadas, como que para este intento se hubiesen mandado a juntar, y de ella se ha de hacer cal (13), porque es de su naturaleza, causa para admirar, como otras muchas que ha visto en este negocio. Porque no es de menos admiración la del sitio por donde ha de ir la acequia, lo dirá aquí, pues en un distrito de treinta y nueve leguas que tiene la costa del mar, como ha dicho, toda es sierras, hasta besar el agua, sin poderse caminar media legua de playa, por los grandes riscos y volcanes en que quiebran las olas, y todo el distrito que hay desde la boca del río Aroa hasta el puerto de Borburata las sierras se desvían del mar, dando lugar, para que se pueda hacer la acequia, dejando un llano tan apacible, que en todo él no hay cerro como un puño, y tan a nivel, que apenas tiene corriente para la acequia de tierra noble y sin peñas. En los cuatro días de la semana que les quedará a los indios, harán sus comidas, y abastecerán la ciudad, y ganarán

dinero para vestirse, y será comodidad para los vecinos, tener a la mano servicio por su dinero. Esto de la ocupación de los dos días, no ha de ser perpetua, sino en esta ocasión, y los indios gustarán mucho de servir a Vuestra Majestad y estar bajo la protección de Vuestra Majestad como lo están los indios Caquetíos, porque en el modo que hoy están con título de custodio, trabajan mucho más que si fueran encomendados.

Los Indios Caquetíos que hay libres de encomienda en la Gobernación, están la mayor parte de ellos poblados en el río Tocuyo, y en la Gobernación hay otros muchos divididos [22] por las sierras de Coro, que como no están encomendados, vive cada uno donde quiere, sin acudir a doctrina, ni reconocer a Dios y para que sean administrados los Sacramentos, será servido Vuestra Majestad de mandar a poblarse todos juntos en dicho río, que él con decirlo, descarga su conciencia.

Además de estos Indios Caquetíos libres, hay otros muchos en la Gobernación que son de esta casta, hablan la misma lengua que todos y estaban sujetos al gran Manaure, que dio la obediencia a Vuestra Majestad al punto que vio los españoles. Y en relaciones que han hecho no muy ciertas, y el interés que se sigue a los Gobernadores, de encomendarlos, están encomendados. Hacer servicio a Dios, en que como fueren vacando, queden libres, como los demás de su nación, y desde luego se pueble en la salida del camino que va de Nirgua a la montaña, cerca del río Yaracuy, porque en aquel valle están todos los más poblados. Los que estuvieren en cualquier parte, se traigan allí, (lo que) será de importancia para la conquista de Nirgua y (para) comodidad de los que caminan al Reino y a los demás lugares de la Gobernación, así como para abastecer las tres ciudades, pues quedan en medio de ellas, gozando del privilegio y merced que Vuestra Majestad les tiene concedida, y que fue adquirida por la buena correspondencia que tuvieron con los Españoles, cuando entraron a la provincia, y por la lealtad que siempre han tenido.

El puerto de Patanemo está en el sitio que la pintura le señala, y por estar tan cerca de Borburata, conviene tenga alguna guarda. Para que la tenga, en el valle de este puerto hay algunas estancias de cacao, que son de don Agustín de Herrera, Diego de Ávila, Gaspar Camacho, y para su beneficio ellos traen indios del valle de Guacara, donde tienen las encomiendas. Pero por haber dividido las poblaciones, ni unos ni otros se administran de Sacramentos, ni hacen servicio a Dios. Para seguridad del puerto (se ha de) mandar se pueblen todas las tres encomiendas juntas en la boca del río

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Patanemo, que es el sitio a propósito y cercano con más comodidad para que los Indios puedan acudir a beneficiar las estancias de sus encomenderos que están muy cerca del sitio y puerto, y así serán administrados de Sacramentos, los pasajeros tendrán hospedaje para su camino, porque huyendo de Nirgua, van por allí al Reino, a Coro, a la Laguna, y acudirán con bastimentos a Borburata, y estará guardado aquel puerto con esta población, y con la artillería de Borburata [23].

Para que con más fundamento se pueblen y aumenten las tres ciudades, les hará Vuestra Majestad merced de privilegio de esta riqueza de alcabalas y almojarifasgos por tiempo de treinta años, y que en España no paguen de los frutos más derechos que los que pagan los vecinos de Puerto Rico y La Habana, y que solamente haya un derecho para que (de él) se pague la gente de guerra del castillo, el Castellano de Nirgua, y tengan algunos propios dichas ciudades.

Que por el tiempo de treinta años no paguen de las minas de oro y plata que labraren más de medio quinto, y que gocen de las preeminencias que gozan los que tienen minas en Zaragoza de las Indias. Que al puerto de Borburata vaya cada año un navío o dos, con negros en cantidad de cuatrocientas piezas para la labor de las minas de oro, haciéndole Vuestra Majestad merced, que por dicho tiempo de treinta años no paguen de los negros más de la mitad de los derechos que a Vuestra Majestad pertenecen en Castilla, Portugal e Indias. Que de Pamplona y Zaragoza vayan dos mineros, que enseñen a labrar las minas de oro de veta y lavado, porque hoy no hay en Venezuela quien sepa labrar las minas de oro, por haberse muerto o ausentado los que solían labrarlas, por causa de la guerra. A los cuales será Vuestra Majestad servido de hacer alguna merced particular, para que vayan a lo referido.

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Conforme a los autos y parecer que ha presentado, hechos en las minas y en Sevilla, para la verificación de que sí se puede sacar cada día cien quintales de cobre, consta que se pueden sacar pues en tres horas de trabajo de un hombre, se sacó de la mina treinta y seis arrobas de metal, y fundido en las minas dos quintales, acudieron al tercio, y fundidos en Sevilla otros dos, se sacaron 75 libras, que es más del tercio de cobre, y uno y otro de primera fundición en tiempo de hora y media cada quintal, que regulando la cantidad de negros que se aplican al trabajo de las minas, se puede sacar de ellas mucha más cantidad de piedra de la que es necesaria para sacar cien quintales de cobre. Y regulando el

tiempo en que se fundieron los dos quintales de piedra en Sevilla en un horno, y la cantidad de hornos que se dispondrá en la primera casa de fundición, y el modo de su relación, se verifica poder fundirse los cien quintales de cobre cada día. Con lo cual, y con las informaciones que están en los autos de la grandeza de las minas, y el parecer que dio don García Girón, están [24] satisfechas las dos dudas que opuso el Consejo, que son, si hubiese minas que diesen la cantidad referida, y si habría ingenios y fundiciones que las pudiesen beneficiar. Por las diligencias hechas en Sevilla sobre la calidad y bondad del metal, parece no ser a propósito para calderas, y (si) para todas las demás cosas que de este metal se labran (y es) tan bueno como él de Hungría y mejor que él de La Habana. Baja de la cantidad de maravedíes que monta la situación a 2.198 ducados que tendrían de costo cada año los oficiales de las dos casas. De los ingenios para afinar el cobre y hacerlo tableros, y del costo de los negros 6.524 ducados, quedarán líquido para la situación de cada año, 21.019 ducados. Valdrán a Vuestra Majestad los cien quintales que cada día se sacaran, regulado el año a doscientos setenta días de trabajo, y al precio que a Vuestra Majestad cuesta el cobre para artillería y moneda, que es de dos reales y medio, 613.636 ducados, que bajados, 21. 019 ducados, quedará líquido, cada año, 592.617 ducados. De los 130.000 ducados que habrían de costar los negros, se bajan los dichos, 6.524 ducados, que habrían de costar los negros que se habrían de ocupar en las casas, y quedará líquido por el principal costo, 123.436 ducados, además de los grandes aprovechamientos que a la Real Hacienda se sigue en labrarse las minas, y poblarse el puerto de Borburata, como más largamente se verá por los cuatro artículos que a estos siete se siguen [25].

De los siete artículos referidos: la riqueza de las minas, el sitio en que están, el río por donde ha salir el cobre al mar, la acequia o navillo que se ha de abrir, las montañas por donde ha de pasar, las paquerías que se han de introducir, las pesquerías que se han de armar, el puerto que se ha de fortificar, los galeones que han de ir a él, la gente que lo ha de administrar. De todas estas cosas se componen otros cuatro artículos o conveniencias, que apoyan más la labor de las minas del cobre, y aminoran el costo. Los cuatro (se han) añadido por haber ido y andado con cuidado mirando, atendiendo y confiriendo con personas prácticas (sobre) todo lo que comprende ésta relación y vista de ojos, pintura y navegación de su viaje. (También) reparado en: el estado en que están las fuerzas del mar de estos Reinos de Castilla, la poca guarda que

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hay en los mares y costas de las Indias, los grandes gastos que de la Real Hacienda se hacen habiendo alguna armadilla en las Indias, los inconvenientes que el tiempo ha descubierto en materia del tabaco (que han platicado con él los vecinos de las provincias de la costa de Tierra Firme, a quienes están repartidas veintidós mil arrobas de tabaco cada año), en los gastos que se recrecen a la Real Hacienda en el modo en que se ha mandado administrar; (ha encontrado) que se pueden excusar y obviar todos los inconvenientes que consigo traen, al fortificar estos Reinos de Castilla, sus costas y puertos de navíos, y lo mismo en las Indias si se hace como va dispuesto en ésta su Relación. Salva la corrección de las muy graves personas que la han de ver, perdonando los yerros, por la intención con que van dichos.

1.- El primer artículo contiene la comodidad y poco costo con que se hará una fábrica de navíos y galeones en Borburata.

2.- El segundo, que se haga fundición de artillería en Borburata.

3.- El tercero, como se guardarán los costas de Tierra Firme e Islas de Barlovento.

4.- En el cuarto, del modo en que se debe administrar el tabaco [26].

ARTÍCULO PRIMERO

Que contiene la comodidad y poco costo con que se hará la fábrica de navíos y galeones en Borburata. En cuanto al primer artículo, por haber visto la

falta de navíos de armada que Vuestra Majestad tiene en los puertos de España, lo que importa la guarda de sus mares, costas y estrecho de Gibraltar, y así mismo la comodidad y poco costo con que se fabricarán en el puerto de Borburata: por la abundancia de maderas que hay en todas las serranías y valles cercanos al puerto y la comodidad con que se llevarán los demás pertrechos, la importancia de que en la Indias haya maestranza asentada y fija, la bondad de los navíos criollos. Todas son conveniencias para poderse hacer, y (por) la afición y celo que tiene del aumento de lo que se va tratando, ha dado causa a escribir estos renglones.

La fábrica de un navío se compone de madera, hierro, árboles (14), jarcia (15) y manufactura. En cuanto a la primera parte, por la información que está en los papeles del cobre, consta: la gran abundancia de montañas, la grosedad de árboles de incorruptibles maderas que hay en el sitio de Borburata y los demás cercanos a él, la facilidad con que se juntarán en dicho puerto, como se muestra por la pintura que él certifica ser así; por ser cosa que no tiene duda ni dificultad, traerse la madera

hecha a dicho puerto, por la acequia o navillo que ha dicho (15). Se podrán fabricar cada año cuatro galeones de quinientas toneladas, teniendo Vuestra Majestad en dicho puerto los oficiales y negros que aquí se dirá, porque de personas muy prácticas en esta materia se ha informado en La Habana en el tiempo que estuvo aguardando pasaje para estos Reinos, y con particular cuidado asistió muchos días en las fábricas que el Capitán Ferrera y otros vecinos tienen en dicho puerto, y vio la cantidad de oficiales y negros con que las manejan.

Haciéndose la de Vuestra Majestad por el mismo orden, costará cada galeón de quinientas toneladas conforme a la fábrica nueva, lo que se verá por las sumas de sueldos de los oficiales y pertrechos, y el costo de los oficiales cada día será menor, porque los negros se irán despertando en los oficios, y despidiendo los Españoles que en los principios [27] no se excusan, que serán los que van nombrados en esta relación.

En cuanto a los árboles, jarcia, hierro y demás pertrechos que son menester para cuatro galeones del porte que está dicho, se dice en las memorias que van en este artículo el costo que tendrán por mayor, y los precios que costará lo referido. Sólo dice para comodidad y beneficio de la Real Hacienda que hay en los galeones que tiene dicho vayan a Borburata, y se lleven todos los pertrechos, (ya) que en esto consiste una gran parte del costo. Si se quiere ahorrar en la clavazón, y demás cosas de hierro a más de sesenta por ciento del costo de Sevilla, mandará Vuestra Majestad se labre en Vizcaya, haciendo asiento con un señor de herrería para cada año de la clavazón, pernería, anclas y las demás cosas de hierro, y en los navíos de armada de aquella provincia de las cuatro villas, o en uno de ellos se traiga cada año a Cádiz, y se entregue en los galeones que hubieren de venir a Borburata. De los árboles, jarcia, velambre y las demás cosas contenidas en la memoria que se traen de las partes Septentrionales, se haga asiento con un flamenco para que cada año tenga en Cádiz los géneros de que se hiciese el asiento, que será de importancia hacerse la prevención por este modo.

(Una vez) poblada la provincia de Nirgua, se excusará el costo de jarcia y velamen (ya) que en ella se criará mucho cáñamo, porque la calidad, temple y suelo de aquella tierra es a propósito para esta semilla.

Así mismo los galeones llevarán los soldados, marineros y artilleros que han de traer los galeones nuevos, y dejando al primer año todos los pertrechos del siguiente, y cuando lleguen a Borburata hallarán los nuevos (galeones) cargados de cobre y tabaco, y de vergas en alto para proseguir

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el viaje. Ocupando los galeones que van de Castilla con lo referido, no irán cargados de haciendas de particulares, porque de una o de otra han de ir abarrotados, y ya que no se le puede poner remedio enviándolos cargados, y ocupados los bucos con las cosas que convienen para el Real servicio, no tendrán en que ir las mercaderías que llevan, y así irán más navíos en las flotas, lo que resulta (en) aumento a la Real Hacienda.

En cuanto a la gente que ha de administrar esta fábrica, que es el mayor gasto que Vuestra Majestad tiene en comisiones semejantes en ésta, y en las demás que se han de hacer en el puerto de Borburata, (pero) se excusarán porque para el cobre se ha de nombrar [28] persona que lo administre, quien administrará ambas fábricas con un sueldo. (Así) para el cobre se abre la acequia o navillo, y por él (también) se ha de sacar la madera sin costo de acarreo, que tan solamente han de ayudar algunos de los Indios Guamonteyes. Para la guarda del cobre y (del) puesto, se ha de hacer (un) castillo y en él se almacenarán los pertrechos de esta fábrica, y estarán tan a la mano como lo muestra la pintura. La persona que tuviese a su cargo el castillo y el cobre, (también) tendrá los pertrechos, sin añadirle más salario que para un oficial que tenga los libros.

Para sustentar de pan ésta fábrica, en los negros que van señalados hay cantidad para todo. Para el sustento de carne, se proveerá del hato que se ha de fundar para las minas, añadiendo cuatro mil vacas en las sabanas de Chirgua, y para su administración, (ha de haber) un Español que tendrá de sueldo cien ducados, quien traerá cada mes el ganado que se ha de comer, y lo mismo será con el pescado de las pesquerías de Tucacas que se proveerá sin añadir costo, y de este modo esta dispuesto que se pueda acudir a todo. De donde se han de llevar los negros de las minas, se llevarán los de esta fábrica, y con los oficiales que se han de llevar para el cobre, irán los de esta fábrica, y con el gasto (con) que se ha de traer el situado del cobre, se traerá el de esta fábrica, y así se acomoda todo con un (solo) gasto. (Mientras) que si para cada fábrica de estas se han de nombrar la máquina de mirones que toman nombres de ministros, será el gasto excesivo, y el intento no se consigue.

Haciéndose en Borburata lo que se ha dicho y se dirá, se puede hacer con tan pequeño costo, como aparece en las memorias y sumas de esta relación, mayormente siendo como es de un señor y en un sitio, así lo pueden administrar todo unas mismas personas, que a veces por haber muchas jurisdicciones en un lugar, no se hace el servicio de

Vuestra Majestad. En cuanto a los jornales en la copia de los oficiales se verá como se sigue.

Memoria de los oficiales y negros que en un año

harán cuatro galeones de quinientas toneladas cada uno, conforme a la fábrica misma y los sueldos y costo que tendrán:

Ha de haber un maestro carpintero con título de maestro mayor, que tendrá de sueldo treinta ducados de Castillo al mes, y ración de pan [29], carne, pescado y sal, y así mismo la han de tener todos los demás oficiales, que regulando el valor de la ración, se les modera el salario. 360 ds.

Ha de haber otro oficial carpintero con titulo de segundo maestro, y tendrá de sueldo veinticinco ducados al mes. 300 ds.

Ha de haber un maestro tornero, tendrá de sueldo veinticinco ducados al mes. 300 ds.

Ha de haber cuarenta y ocho oficiales carpinteros, que cada uno tendrá de sueldo veinticuatro ducados al mes. 13.824 ds.

Ha de haber dieciséis hacheros, a quince ducados cada uno al mes. 2.880 ds.

Ha de haber nueve aserradores, a nueve ducados cada uno al mes. 972 ds.

Ha de haber veinticuatro calafates, a veinticuatro ducados al mes cada uno. 6.912 ds.

Ha de haber veinticuatro marineros a ocho ducados al mes cada uno. 2.304 ds.

Ha de haber seis Españoles, para mandar los negros, y asistir uno en cada galeón, tendrá de sueldo cada uno diez ducados al mes. 720 ds.

Ha de haber dos herreros, y cada uno tendrá de sueldo veinticinco ducados al mes. 600 ds.

Ha de haber ciento cuarenta y cuatro negros. ========== 29.172 ds.

Memoria de los pertrechos que han menester

cuatro galeones de quinientas toneladas, conforme a la fábrica nueva:

Dos mil doscientos seis quintales de clavazón, pernería, anclas, hierros del timón y cadenas de guarnición, vale uno con otro en Sevilla a seis ducados, monta trece mil doscientos treinta y seis ducados. 13.236 ds.

Ocho cajones de clavos de alfarjía, cuesta el cajón a seis ducados. 48 ds.

Cuatro cajones de clavos de barrote, cuesta el cajón a doce ducados. 48 ds.

Cuarenta millares de estoperoles (17), vale el millar a dieciocho reales. 64 ds.

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[30] Cuarenta y ocho millares de tachuelas de bomba, vale el millar a medio ducado. 24 ds.

Cincuenta hachas cada año, vale cada una medio ducado. 25 ds.

Cuatro quintales de acero cada año, para calzar hachas y barrenas, vale doce ducados el quintal. 48 ds.

Veinte quintales de hierro cada año, a tres ducados y medio cada quintal. 70 ds.

Los árboles para cuatro galeones de a quinientas toneladas, conforme a la fábrica nueva costará en Sevilla o Cádiz 6000 ducados, que son cincuenta y dos piezas. 6.000 ds.

Ochocientos quintales de jarcia, y de la forma que ha de ser se dará memoria a su tiempo, vale una con otra a seis ducados en Sevilla o Cádiz. 4.800 ds.

Catorce mil varas de pacaje para dos equipamientos de velas a cada galeón, vale a dos reales la vara. 2.545 ds.

Ocho quintales de hilo de vela, a dos reales la libra. 145 ds.

Cien quintales de estopa, vale a dos ducados el quintal. 200 ds.

Doscientos quintales de brea, vale a dos ducados el quintal. 400 ds.

Cuarenta quintales de sebo, esta cantidad se sacará del ganado que se ha de gastar en esta fábrica. =========

27.643 ds. Sueldo de oficiales. 29.172 ds. Costo de pertrechos. 27.643 ds. Valor del costo. 56.815 ds. Cuarta parte del costo. 14.204 ds. Si a Vuestra Majestad le pareciere costoso haber

de enviar cada año [31] de España, a soldados, marineros y artilleros para traer cuatro galeones nuevos, se puede excusar este gasto, mandando que la flota de Tierra Firme vaya al tiempo que solía, y que los galeones salgan quince días antes de lo que ahora salen, y que como habrían de ir ocho, vayan cuatro derechos a Borburata llevando todas las cosas referidas en esta relación, y estén allí ocho días de los quince que anticipan el viaje, y (luego con los cuatro galeones nuevos) prosiguen a Cartagena, donde hallarán la flota despachada, (y así) vuelven flota y galeones y cesarán los inconvenientes que tienen, al ir flota y galeones juntos. Desde Cartagena proseguirán todos ocho su viaje a La Habana, donde estará la flota de Nueva España que por el tiempo que se anticipa a la de

Tierra Firme. (Así) los galeones vienen todos juntos y en verano, seguros de los temporales que en invierno los pone en ocasión de perderse (como se ha visto, y cada día ha sucedido, como se ha visto en este año de 1621 que desbaratados han venido), y cuan bien llega la flota de Nueva España, y las fuerzas aumentadas a vuelta viaje, que es cuando se teme de que el enemigo les ofenda, sin añadir gasto a lo que hoy hace, antes aumentando Vuestra Majestad a cuarenta y ocho mil ducados cada año, que darán los asentistas por el flete de los cuatro galeones que han de venir nuevos cada año, como hoy lo dan a los dueños de los navíos que fletan, que por el sitio en que esta Borburata, no tiene dificultad lo dicho, como se verá por la carta de marear.

Trayéndose (18) cada año de las Indias cuatro galeones nuevos será forzoso que sobren en las armadas, con (lo) que estarán las fuerzas del mar de los Reinos de Castilla con el aumento que es justo que esté, y así mismo renovadas de galeones las escuadras que Vuestra Majestad tiene en las costas de España, estrecho de Gibraltar, Armada Real y la que cada año va por la plata. Mandando a que los galeones viejos que se fueren desechando, se vendan con licencia para que vayan a la flota de Tierra Firme o Nueva España, se venderá cada galeón por más cantidad de lo que tendrá de costo (uno nuevo) por el modo que va dispuesta esta fábrica. Pues supuesto que los jornales, precios de los pertrechos, sea cierto y verdadero, será felicidad que estos Reinos estén tan sobrados de navíos, como lo estarán (una vez) puesta en ejecución esta fábrica, sacando por el modo referido el costo que cada año tiene, y con aventajada ganancia, pues las dos partidas de flete y venta son efectivas a Vuestra Majestad, señor del mar y del enemigo [32].

ARTÍCULO SEGUNDO De la comodidad y poco costo con que se fundirá

artillería en Borburata. Para que se pruebe que todas las conveniencias de

aumento y fortificación de estos reinos de Castilla e Indias, que hoy se ofrecen y puede suceder el remedio de ellas, consiste en que se labren las minas de cobre de las serranías de Cocorote, y se pueble el puerto de Borburata. Porque éste género es la principal materia de que se hace la artillería, y sin ella los vasos de navíos y galeones no pueden servir, y llevarla (18) de España para traer los galeones que se fabricasen en aquel puerto, traer el cobre para fundirlo en España, es añadir costos a costos, y arriesgar el cobre y artillería a los naufragios del mar; (pero) habiendo como hay tanta comodidad

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para fundirla, y hacer los encabalgamientos, y tan menesterosa en aquel puerto, si se hace la fábrica de galeones, es fuerza hacerse la fundición (de artillería) en dicho puerto, con (lo) que se obviarán los inconvenientes que ha dicho, y el mucho gasto que tiene Vuestra Majestad en las fundiciones de artillería de Sevilla, Málaga y Lisboa. Y si en estas ciudades se hace, es porque no se habían descubierto estas minas, ni dicho las conveniencias que comprende ésta su relación y vista de ojos.

La artillería con su encabalgamiento se compone de cobre, estaño, carbón, barro y manufactura. El cobre tiene Vuestra Majestad en Borburata para de allí traerlo a España a fundirlo en artillería, (pero) fundiéndose en dicho sitio, las piezas vienen hechas, encabalgadas y sirviendo. (De) que la fundición será a menos costo en Borburata que en Sevilla es cosa llana, pues en dicho puerto están todos los materiales con abundancia. Así como el gasto de la copia de los oficiales y negros que van en este artículo, se fundirá cada año la cantidad de piezas que han menester los cuatro galeones que he dicho se pueden fabricar cada año.

El estaño, hierro y acero, se llevará en los galeones con los pertrechos de la fábrica y minas. Barro lo hay mucho y muy bueno en a serranía de Santa Lucía y en el valle de Borburata y tan cerca de la fundición como lo muestra la pintura. En muchas partes de esta relación se dice la abundancia que hay de leña, y el carbón se hará con el que se ha de hacer para la herrería de la [33] fábrica. Los encabalgamientos se harán a poco costo de las sobras de los árboles que se derriban para la fábrica de galeones, y las personas que han de andar en el monte, una de ellas tendrá a su cargo las plantillas y formas de las cureñas y ruedas, y mandará a los negros que para este efecto se señalarán, las labre con hachas de la madera de la fábrica y se llevará al artillero. En las demás cosas de sustento y administración, milita la razón misma que en la fábrica y minas, pues todo está en un sitio, y es de un señor, como está dicho.

Y para hacer cada mes una fundición, que se harán doce piezas, son bastantes doce oficiales Españoles y un fundidor mayor, que tendrá de sueldo cada uno ocho reales cada día de jornal, y cien ducados de sueldo, y la ración ordinaria, y el maestro mayor tanto sueldo, y jornal, y ración como dos oficiales, veinticuatro negros que les ayuden:

Montará el sueldo de catorce personas a mil cuatrocientos ducados. 1.400 ds.

Y los jornales regulado al año a doscientos sesenta días de trabajo, dos mil setecientos cuarenta y nueve ducados. 2.749 ds.

Además de estos oficiales ha de haber un maestro carpintero para hacerlos encabalgamientos de la artillería, que tendrá de sueldo veinticinco ducados al mes, y diez reales cada día que trabajare, que monta sueldo y jornal a quinientos sesenta y tres ducados. 563 ds.

Ha de haber otros tres oficiales Españoles, que tendrá cada uno de sueldo cien ducados, y ocho reales cada día que trabajase, que monta ochocientos ochenta y nueve ducados. 889 ds.

Con estos oficiales habrá diez negros para hachear y aserrar la madera, e irán aprendiendo el oficio del hierro y acero. (De los) demás pertrechos se dará memoria, y se llevará por el orden que lo demás de esta relación. La cantidad de piezas y fundiciones que está dicho, se hará con el costo referido, que monta a cinco mil seiscientos y un ducado. 5.601 ds.

Porque en Sevilla se informó de los maestros y oficiales que [34] trabajan en la fundición, por los que vio que estaban trabajando, le parece será cierto lo que se contiene en este artículo, y por la comodidad que tienen de los materiales en Borburata.

ARTÍCULO TERCERO Como se han de guardar las costas de Tierra Firme

e Islas de Barlovento, y el costo que tendrá. Por haber oído en todas partes de las costas de

Tierra Firme e Islas de Barlovento (en) que han andado, entre los vecinos (hay) un continuo clamor y quejas de: las grandes pérdidas de navíos y haciendas que cada día tienen, de los derechos que pagan de las mercaderías y frutos para las armadillas, y (de) la poca guardia que hay en dichas costas; (esto) ha sido causa de acrecentar este artículo, pues será conveniencia de aumento para los demás que están dichos, y el que se sigue. Considerando la latitud y longitud de las costas de Tierra Firme e Islas de Barlovento, y el peligro de sus navegaciones por la braveza de sus mares, rigurosos vientos y huracanes, e inciertas travesías, y que lo más del año al pasar de las Islas Canarias, corre un viento general en todos aquellos golfos y costas, de cuya causa son las navegaciones largas y peligrosas; así, no pueden estar guardadas con dos galeras en Cartagena, sino con navíos de alto bordo, y no sólo en una parte [35], sino en cuatro. Para que tenga efecto, será servido Vuestra Majestad, de mandar allá cuatro escuadras de navíos en las Indias, cada una de dos navíos y un patache, que son bastantes fuerzas para defender y guardar todos dichos mares, puertos y sitios donde conviene estar, serán (las de) Cartagena, Habana, Puerto Rico y

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Santo Domingo, y han conformado con este su parecer muchos Capitanes y Pilotos, personas capaces en lo que se va tratando, procurando siempre los más peritos y de mayor opinión con quien comunicarlo, deseando se acierte, y aún todos concluyen que la guarda de las Indias consiste, en que haya cuatro armadillas, y estén en los lugares dichos por los sitios en que están, por estar cerca a los que el enemigo ocupa, aguardando que pasen los navíos y fragatas del trato, y otras comodidades que alude a este intento.

Los navíos para ser de servicios, (han de ser) veleros y de fuerza bastante para resistir la del enemigo, serán las Capitanas de doscientas toneladas y las Almirantas de ciento cincuenta, y los pataches de a cincuenta, que del dicho porte los mandó hacer Vuestra Majestad, cuando se acordó hubiese armada en las Indias. Aunque hay alguno de (la) opinión (de) que la haya y anden la cantidad de navíos junta en una (sola) escuadra con General y Almirante, todos cuantos él ha comunicado, concluyen, que será Vuestra Majestad más bien servido, si andan divididas las escuadras, como se verá por las razones que se sigue.

La infantería que ha de andar en estas tres escuadras, servido la que Vuestra Majestad, tiene en los presidios y castillos de las cuatro ciudades referidas, añadiendo al presidio de Santo Domingo otros ciento cincuenta soldados.

Lo primero, cuando se poblaron dichas ciudades, no tenían la vecindad, fuertes y defensa que hoy tienen, y así se puede sacar la mitad de la infantería, y traerla en esta ocupación, como lo hacen hoy los Gobernadores en las ocasiones que quieren enviar algunos navíos a correr las costas. Y consistiendo la guarda de las Indias, en que haya los navíos de guerra en ellas, si andan todos en una armada, no se puede aprovechar de la infantería que está dividida en los cuatros presidios y hacerla de nuevo, serán de gasto.

Lo segundo, aunque se saque la mitad de la infantería de dichos presidios y castillos, no se aminora la fuerza y guarda que hoy tienen, pues efectivos y que sirvan con las calidades que está mandado tenga el soldado. No hay la mitad de los que Vuestra Majestad paga, por la comodidad y poco riesgo con que se sirven, mandando que la mitad de la infantería y artilleros, anden siempre embarcados, estarán todas las plazas llenas de soldados aptos para la ocasión, y no asentarán plazas algunos, que las llevan sin servirlas, con que estarán los presidios y castillos tan guardados de infantería de servicio como hoy tienen, y los navíos armados y las costas y mares guardadas, sin añadir costo en estas armadas para la infantería y artilleros.

Lo tercero, el daño que les ha de suceder a cualquier puerto y lugar de las Indias, ha de ser con armadas que han de ir a ellas, y teniendo las que están dichas, están seguros de este riesgo, y los tratos engrosados por la seguridad del mar, de que resulta aumento a la Real Hacienda, y (la de) los naturales de España e Indias, y Vuestra Majestad obligación como Rey y Señor, de asegurar dichos mares, pues contribuyen con derechos para lo referido.

Lo cuarto, para cualquier corsario que vaya a las Indias, es bastante fuerte para desbaratarlo cualquiera de las cuatro [36] armadillas, y andando como han de andar continuas, sabido en los reinos extraños, no irán a las Indias corsarios, y se vivirá en ellas con la seguridad (con) que se desea. Y si alguno fuere, por andar siempre en coso y divididas las armadillas, es cierto dar con el enemigo y romperlo, como se ha visto en la ocasión preferente de Cartagena, y como se vio en tiempo que hubo armadilla en Santo Domingo, pues no paró navío en todas sus costas.

Lo quinto, si fuere armada gruesa a las Indias, juntas las escuadras, son bastantes para romper al enemigo, o por lo menos no dejarlo hacer efecto en tierra, pues mientras estuviere la armada de Vuestra Majestad en el mar, no han de osar a dividir sus fuerzas. Sí en los años pasados hubiera semejante defensa, no se atreviera el enemigo a pasar a las Indias, ni tomara, ni quemara los lugares que tomó y quemó, ni intentara pasar al mar del Sur, como lo intentó. Y si Vuestra Majestad, en todos los reinos que posee tiene escuadras de navíos y galeras, que guardan las costas y mares. Porque, señor, han de ser los de las Indias de peor calidad?, y han de estar sin guarda, siendo toda la riqueza de estos de Castilla la que viene de las Indias, y unos y otros de Vuestra Majestad.

En cuanto al gasto, sustento y costo de la gente de mar, en todas las escuadras, es bastante el situado que está en Cartagena, ayudado del derecho que se cobra en las Indias, con título de armadilla, que se pagará con mucho gusto, viendo que tiene efecto lo contenido en este Artículo, haciéndose las pagas en la forma que va dispuesto y enviando de España vino para dar ración a la gente de mar, se ahorrará la mitad del sueldo, porque a la persona que se da ración de vino se le aminora muy gran parte del sueldo, y no dando vino, habrá de ser el costo al uso de las Indias. Más a Vuestra Majestad, es fácil ponerlo en las Indias con sólo el primer costo de España, enviándolo en los galeones, con el vinagre y aceite que cada año han de consumir las armadillas, y la cantidad de pipas que gastarán cada año, serán doscientas noventa y seis de vino, y de

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vinagre veinte, y de aceite cuatrocientos arrobas, y dando a cada persona de las que van en la memoria de la gente del mar ración de vino, que es medio azumbre (19) cada día, al cabo del año, monta una pipa, y en el de más a más de la ración a la pipa, hay para la merma, que se da al Maestre. De forma que enviando cada año la cantidad de pipas, referida, hay para sustentar cuatro escuadras, pues (por) el porte que son los navíos, no es menester más gente para marearlos, que lo que se indica en la memoria que sigue [37].

Memoria de la gente de mar que ha de andar en las tres escuadras de navíos de armada, de la guardia de las Indias.

Ha de haber 8 capitanes, tendrá de sueldo cada uno cuarenta ducados al mes. 3.340 ds.

Ha de haber cuatro capellanes, uno en cada escuadra, que tendrá de sueldo cada uno al mes seis ducados. 286 ds.

Ha de haber ocho cirujanos, que tendrá cada uno de sueldo quince ducados al mes. 1.140 ds.

Ha de haber doce pilotos, que tendrá cada uno de sueldo treinta ducados al mes. 4.320 ds.

Ha de haber doce maestres, que tendrá cada uno de sueldo ocho ducados al mes. 1.152 ds.

Ha de haber doce contramaestres, a ocho ducados cada uno al mes. 1.152 ds.

Ha de haber doce escribanos a seis ducados de sueldo al mes cada uno. 864 ds.

Ha de haber doce despenseros, a cinco ducados de sueldo cada uno al mes. 690 ds.

Ha de haber cuatro calafates, a ocho ducados de sueldo cada uno al mes. 384 ds.

Ha de haber cuatro carpinteros a ocho ducados de sueldo cada uno al mes. 384 ds.

Ha de haber cuatro toneleros a ocho ducados de sueldo cada uno al mes. 384 ds.

Ha de haber noventa y seis marineros, diez para cada Capitana, ocho cada Almiranta, seis cada patache, a cuatro ducados de sueldo cada uno al mes. 4.608 ds.

Ha de haber sesenta y dos grumetes, ocho cada capitana, seis cada almiranta, cuatro cada patache, y tendrá cada uno de sueldo tres ducados al mes. 2.592 ds.

Ha de haber treinta y seis pajes, cuatro cada capitana, tres cada almiranta, dos cada patache, a dos ducados de sueldo cada uno al mes. 964 ds.

========== Que todos los sueldos de gente de mar, suman y

monta. 23.022 ds. [38] Por darles ración de vino a los indicados en

esta memoria, no se les señala más sueldo como así

es costumbres en las Indias. A los soldados y artilleros no se les ha de dar ración de vino, porque tienen a ocho ducados cada mes de paga, que no se pone aquí, porque corre por cuenta de lo que Vuestra Majestad, tiene situado para la infantería de los presidios. No ha de haber en tierra oficiales para la administración, y provisión de estas escuadras, porque lo han de administrar los Gobernadores, y oficiales Reales de las cuatro ciudades, pues ellos cobran el derecho de la armadilla.

Los sitios que estas cuatro escuadras han de correr son:

La armadilla de Cartagena, las costas de Tierra Firme desde la Isla de Trinidad hasta Portobelo. Por el mes de marzo saldrá de Cartagena para Trinidad, haciendo escolta y guardia a las fragatas que van a desembocar a la Laguna de Maracaibo, y a los demás puertos de la costa de Tierra Firme e Islas de Barlovento. Llevará cuatrocientas pipas vacías para llenarlas de tabaco, que está repartido en dicha Isla y Cumaná, y tomando puerto y hecha la carga saldrán para Cumaná y Borburata, como se dice en el artículo del tabaco, y por octubre con los vendavales volverá por segunda vez a Borburata a dar carena, y repararse de lo necesario.

La escuadra de Santo Domingo correrá sus costas y las de la Isla de La Habana, pasando a Nueva España por los situados de su ciudad y los de Puerto Rico y Florihabana, luego volverá en conserva de la flota de Nueva España hasta salir a desembocar, dejando en la Florida el situado que le toca, y llegando a Puerto Rico con lo que le toca, pasando a su puerto con el que le pertenece. Así se siguen dos beneficios, ahorrando todo el costo que en estos situados Vuestra Majestad gasta cada año. Lo segundo, la seguridad con que vendrán los situados en navíos de armada y haciendo este servicio, surte efecto al principal intento, pues va limpiando las costas y sitios donde el enemigo suele estar. Traerá de Veracruz trescientas ochenta y cuatro pipas vacías, que de segunda salida llevará a Borburata, adonde dará carena, y se apertrechará de lo necesario.

La escuadra de La Habana dará dos vueltas cada año a su Isla, a las de Santo Domingo y Puerto Rico, de donde recibirá el tabaco que le está repartido, y lo llevará con seguridad y sin costo a La Habana, a entregar en los galeones; con los vendavales atravesarán a Borburata a dar carena, y repararse de sus menesteres [39].

La escuadra de Puerto Rico saldrá a aguardar la flota de Tierra Firme en las islas de Dominica, echando de ellas al enemigo, por ser como es el sitio donde puede aguardarla, y le hará escolta hasta Cartagena y Portobelo, y volverá con ella a

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Cartagena, trayendo la plata en la Capitana y Almiranta de flota. En Cartagena se pasará a galeones, con (lo) que se asegura y se apresura la vuelta a Castilla, para poder venir en verano ambas flotas en conserva de los galeones. Acompañará a los galeones y flota, hasta salir a desembocar arribando a su puerto, donde mudando de infantería atravesará a Borburata, a dar carena y por el vino que (le) toca a la gente de mar, porque allí lo han de dejar los galeones, para que se aprovechen las pipas en el tabaco, como se dice en el artículo que se sigue.

ARTÍCULO CUARTO Donde se trata de los inconvenientes que el tiempo ha mostrado en la administración del tabaco y el

remedio que tendrán. Por conveniencia del principal intento de ésta

relación, y de los muchos beneficios que trae consigo, y el pro que se sigue a la Real Hacienda, labrándose las minas de cobre de Cocorote, y para que se vea el misterioso sitio en que está Borburata, y los inconvenientes que el tiempo ha descubierto en materia del tabaco, acrecienta este capítulo, y dice que estando en la ciudad de Santiago de León, se tuvo noticia de lo que Vuestra Majestad, manda que se haga en la administración del tabaco, donde se hallaron muchos vecinos de (las) provincias comprendidas en dicho asiento, los cuales le propusieron y platicaron muchas veces, (sobre) los daños y gastos que se les causará a los vecinos labradores, si se prosigue en el modo, con que se ha mandado administrar. Habiendo conferido con ellos (sobre) los inconvenientes que ponen, y (los) gastos que de ellos resultan a la Real Hacienda, y habiendo visto y andado por la tierra adentro de la Provincia de Venezuela y Cumaná, y los puertos de mar y modo de su navegación; sirve a Vuestra Majestad, diciendo el modo como cesarán los inconvenientes que se han ofrecido, reservando en sí el modo de la paga y administración, que es lo más esencial de este artículo, para decirlo cuando lo mande Vuestra Majestad [40].

Lo primero, por haber de ir a Cartagena los vecinos a cobrar el valor del tabaco que entregan en sus lugares, gastan de sus haciendas mucho más de lo que se les puede dar para el viaje.

Lo segundo y de (lo) que más recelan los vecinos labradores, es que llegados a Cartagena, si los oficiales Reales dicen que no hay dineros en la Real caja; poniendo algunos inconvenientes como de ordinario se hace, pues en la omisión de las pagas consiste el acrecentamiento de las personas sobre quien se libra, en el ínterin (en) que se da cuenta a

Vuestra Majestad quedan perdidos y quebrados el crédito, e imposibilitados los labradores de poder hacer sus labranzas de tabaco el año siguiente, y (al) no poder cumplir con sus obligaciones se siguen notables daños, pues para remedio de semejantes ocasiones los pobres que tienen libranzas de Vuestra Majestad suelen perder la mitad de ellas y en España mucho más.

Lo tercero (es) el riesgo de sus personas y haciendas, porque aún que está mandado (que la) entrega del tabaco sea en los puertos, y desde ellos vayan a Cartagena a cobrar el dinero por cuenta y riesgo de Vuestra Majestad, vienen por el de los labradores, hasta llegar a sus tierras, pasando muy largas navegaciones en haber de ir a desembocar. Cierto señor que es cosa rigurosa, y causa para considerar y digna de remedio, pues habiendo un pobre hombre criado y beneficiado todo el año a sus costas y expensas, (al) tener el fruto logrado para el sustento de su casa e hijos, se le tome y libren su procedido en Cartagena, obligándole a que vaya a cobrar y andar tanta cantidad de leguas, como hay en el circuito de andar hasta volver a su casa, con tantos peligros y pérdidas, como cada día sucede en aquellos mares.

Lo cuarto es que carecen en sus puertos y lugares, de mercaderías para el sustento y ornato de sus personas, casas y haciendas, que a codicia del tabaco a sus puertos navíos de permisión, de que totalmente carecerán, siguiéndoseles a dichos lugares y labradores notables daños, y gastos para haber de proveer (a) sus casas de lo necesario.

Los daños y gastos que recibe la Real Hacienda no son menores que los referidos, sino de mayor consideración, pues con la sustancia de ella se manda satisfacer.

Lo primero en que llevándose el tabaco a Cartagena con fragatas como está mandado, va a riesgo de que el enemigo lo [41] tome, como ha sucedido y sucede cada día, por ser las fragatas navíos destroncados, y siendo la seguridad de éste género, el principal asunto (por) que Vuestra Majestad ha tenido para mandar se compre el tabaco a los labradores y se traiga a España con seguridad, (pero) por el modo (en) que esta mandado no se consigue lo que se pretende, pues no sólo está el riesgo en las costas de Castillas, sino también lo hay en las de las Indias, que así mismo las infectan ladrones piratas. Por ser de la Hacienda Real el tabaco, debe pasar con mayor guarda, (pero) hiendo en fragatas no la puede haber.

Lo segundo es que el trajinar a Cartagena las veintidós mil arrobas que están repartidas a las gobernaciones de las costas de Tierra Firme, se hace a costa de la Real Hacienda. (Son) doce mil

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ducados, contando el flete que se ha de dar a las fragatas, a (razón de) seis reales por arroba, que es el precio más bajo que corre en todos los puertos de la costa.

Lo tercero es que a los costos que se han de hacer con las personas que han de ir a cobrar a Cartagena el precio del tabaco, en los navíos que está mandado, se les dé para volver a sus tierras.

Lo cuarto es que a los costos que han de hacer las personas que administraren este género y hacienda en dichas Provincias, Cartagena y Sevilla, en todo cesarán, haciéndole Vuestra Majestad la merced de su voluntad, y trabajos que ha padecido merece, y lo que se sigue.

El remedio que tiene el caso presente, según lo que ha visto y platicado con los vecinos y labradores de dichas Provincias, es mandando Vuestra Majestad que se haga en Borburata, la entrega y ferias del tabaco de Venezuela y Barinas, porque este puerto está en medio de la Gobernación, y cercano a los valles donde se recoge la mayor cantidad de tabaco, como se verá en la pintura.

El tabaco que se recoge en los demás lugares de la Gobernación, que son Barquisimeto, Carora, Trujillo, Guaba, Gavare, vendrá al puerto de La Concepción, por el camino que han de abrir los vecinos de Barquisimeto a dicho puerto de La Concepción, y de allí a Borburata que es más cerca y mejor camino, que el que llevan de dichos lugares a la Laguna del Maracaibo. Excepto el que se recogiere en las instancias y repartimientos del valle de las Damas (20), que esto tiene camino abierto por la montaña de Borburata. El tabaco que se recoge en Nueva Valencia está tan [42] cerca a Borburata, como se muestra por la pintura.

El tabaco de Barinas vendrá a Borburata, por otro camino y mejor que (el de) la Laguna de Maracaibo, viniendo al puerto de La Concepción en el río Aroa, por el camino que está dicho se ha de abrir desde Barquisimeto, y hasta Barquisimeto ya está abierto desde Barinas por tierra llana y apacible (y es) mucho mejor que el que va desde Barinas a la Laguna, e igual en leguas, como se verá por la relación que se sigue que es cierta, y verdadera.

Camino desde Barinas a la Laguna de Maracaibo.

Desde Barinas al valle de Santo Domingo, hay dieciséis leguas. 16

Desde el valle de Santo Domingo al valle de los Timotes hay cuatro leguas. 4

Desde el valle de Timotes al valle de Bomboy hay cinco leguas. 5

Desde el valle de Bomboy al valle de Escuque hay cinco leguas. 5

Desde el valle de Escuque a la Sabana de Mendoza hay seis leguas. 6

Desde la Sabana de Mendoza a las Barbacoas hay nueve leguas. 9

Desde las Barbacoas a la ciudad de la Laguna hay dieciocho leguas. 18

== 63 Camino desde Barinas al puerto de La

Concepción. Desde Barinas al valle de Niquitao hay doce leguas.

12

Desde el valle de Niquitao al valle de Boconó hay cinco leguas. 5

Desde el valle de Boconó al valle de Carache hay nueve leguas. 9

Desde el valle de Carache al valle de Humocaro hay siete leguas. 7

Desde el valle de Humocaro a El Tocuyo hay seis leguas. 6

Desde El Tocuyo al valle de Quíbor hay cinco leguas. 5

Desde el valle de Quíbor a Barquisimeto hay siete leguas. 7

Desde Barquisimeto a las minas, y lo mismo al puerto de La Concepción, abierto el camino por los nacimientos del río Aroa, hay diez leguas. 10

== 61 [43] Desde el puerto de La Concepción a

Borburata hay veintiún leguas por el río Aroa, y (por) la acequia que se ha de abrir. Desde Borburata a Cartagena se tarda menos tiempo que desde la Laguna, por ser como es la navegación a popa.

Desde la ciudad de la Laguna a la barra hay cinco leguas, y la barra es peligrosa, y algunas veces se ha

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visto no poder salir las fragatas por estar la boca de la barra cerrada de las muchas brisas que la ciegan de arena, y después de haber salido de la barra, las fragatas están algunos días barloventeando para poder doblar por el cabo de Coquibacoa, que está y sale (a) treinta leguas al mar Norte-Sur con la boca de la Laguna, con (lo) que se prueba ser mejor navegación a Cartagena desde Borburata que desde la Laguna. Y por tierra (es) el mismo camino o mejor, por no tener tantas sierras y ríos.

Puesto el tabaco en Borburata por sus dueños, se hará feria como se hace en la Laguna, y recibiendo allí la paga, en pocos días irán con gusto por tierra a sus casas, cargadas las recuas con las mercaderías y géneros de su sustento; así se excusarán los gastos y riesgos referidos, tanto de la Real Hacienda, como de los labradores.

El tabaco de Trinidad y Cumaná que (en) ambas partidas hacen ocho mil arrobas conforme al repartimiento, mandando Vuestra Majestad que la armadilla de Cartagena, que es la que está en el mejor paraje para hacer esta navegación, como se ve por la carta de marear, vaya a dicha Isla por el tiempo que está dicho en el artículo antes de éste, y reciba y cargue el tabaco llevando las pipas vacías en que se ha de echar, que si no viene empipado se perderá todos los años, como se mostrará al tiempo, que para las ocho mil arrobas son menester cuatrocientas pipas a quinientas libras cada pipa. (Una vez) llenas las pipas y cargados los navíos irán a Cumaná, donde recibirán las cuatro mil arrobas que le toca a su repartimiento, y prosiguiendo el viaje entrarán en Borburata donde estarán los galeones del cobre y fábrica, a quienes entregarán las ocho mil arrobas de tabaco de Trinidad y Cumaná, así vendrá seguro de enemigos hasta dicho puerto por ser navíos de armada en los que se trajinan. De allí a Castilla vendrá en los galeones, pero la armadilla pasará corriendo y asegurando las costas al Cabo de la Vela y boca del río grande (21), hasta tanto que los galeones hayan salido de Cartagena para La Habana, ya que en aquel tiempo es el de mayor comercio y cuando el enemigo infecta aquellas costas robando las fragatas, como se ha visto y se ve cada día [44].

- - -

Supuesto el estado en que está la labor de las minas de cobre de Cocorote, lo que Vuestra Majestad tiene mandando en ésta parte, lo que ésta relación y vista de ojos comprende, (por) lo útil que ella resulta a la Real Hacienda, a la fortificación de los Reinos de Castilla e Indias, al aumento del

comercio de ellos, y de la Provincia de Venezuela. Salvo la corrección de otro mejor parecer, se debe mandar ejecutar de lo que dice, pues en cada uno de los once artículos, se hace servicio a Dios y a Vuestra Majestad, el bien común de ambos Reinos y todos juntos, causan mayor aumento aminorando el gasto. Todo cuanto ha dicho no ha de tener inconvenientes, ni dificultad, ni más gasto que lo que está escrito en esta relación, que con la justificación y verdad con que la ha hecho, hacen plena probanza el hecho de lo que se trata en los once artículos, su pintura y carta de marear que todo contesta en uno. A más abundamiento, aunque decirlo él bastará, apoyan su parecer los papeles e informaciones que ha presentado, y lo que han informado don García Girón y don Francisco de la Hoz Berrío, Gobernadores que fueron de dicha Provincia, en cuanto a la grandeza y riqueza de las minas. Más en el modo en que se han de administrar, proveer de bastimentos, sacar el metal de las minas, fundirlo, llevarlo a los puertos del mar, y lo que en ellos se ha de hacer, ninguno de ellos ha informado a Vuestra Majestad, con la claridad y distinción que don Manuel, por haberlo visto y andado todo, sin fiarse de otra persona que del trabajo de la suya, (y) que ofrece a los pies de Vuestra Majestad, para poner en punto y acabar lo que ha comenzado, y así mismo para la conquista de Nirgua, sus hijos y hacienda, con lo que cesarán los inconvenientes y daños que tiene representados en el séptimo artículo de esta relación y vista de ojos, con ello se servirá a Dios nuestro Señor con la conversión de tantas almas como idolatran en aquellas Provincias, que él con decir lo que ha visto y conviene hacer, descarga su conciencia y tendrá por merced haber acertado este servicio.

Hecha en San Cristóbal de La Habana, el 10 de junio de 1621 años.

Más si todo lo referido se juzga y regula por las

comisiones que en estos tiempos han habido, y por las cuentas y gastos que de ellas han resultado, se ofrecerán algunas dudas.

Más si se juzgan y consideran por el modo en que han hecho y hacen, no se ofrecerá duda, ni dificultad a todo cuanto ha propuesto.

Don Manuel Gaytán de Torres

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Notas y comentarios

1. En diversas partes de la Relación se menciona una carta de marear que acompañaba la relación. Este

plano no se ha podido localizar y ha debido abarcar todo el Caribe, para poder explicar los diversos movimientos de las armadillas que propone establecer.

2. Se menciona frecuentemente una pintura o mapa que también acompañaba la relación. Tampoco se ha podido localizar, ni en el Archivo General de Indias en Sevilla, ni a través de otras fuentes. El texto original de la Relación incluye números que debían hacer referencia a localidades marcadas en el mapa. Estos números no se reimprimen. Este mapa parece haber abarcado desde La Guaira hasta el río Tocuyo, y tierra adentro al menos hasta Nirgua y Valencia.

3. Estado: medida longitudinal tomada de la estatura regular del hombre. Cuatro estados y medio de los suyos, significa cuatro veces y media la altura de don Manuel Gaytán de Torres.

4. Estos dígitos se refieren a la ubicación en el mapa que acompañaba la Relación (Ver nota 2). 5. Gaytán de Torres, siempre escribe en tercera persona. 6. Barquinos: son fuelles grandes que se utilizan en fraguas. 7. Ladino: que habla la lengua. 8. Bozal: negro inexperto recién llegado de su país. 9. A fines del siglo XVI existió el fuerte de San Juan de Nirgua. 10. En este párrafo se indica que el puerto quedaría islado. 11. Con el viento a favor, -viento en popa-. 12. Sugiere abrir un canal en la barra de arena que separa el puerto de Borburata con la laguna de Puerto

Cabello. 13. La piedra de cal corresponde a los afloramientos de mármoles de la Formación Nirgua que existen en

casi todas las filas que terminan hacia Borburata y Puerto Cabello. 14. Palo o mástil de un buque. 15. Aparejos y cabos. 16. Se refiere a la acequia que propone construir desde Boca de Aroa hasta Borburata. 17. Clavos cortos con cabeza grande. 18. Nótese que siempre utiliza el verbo traer para el transporte de bienes desde América a España, y llevar

para la ruta opuesta. 19. Azumbre: medida de aproximadamente 2 litros. 20. Valle de las Damas: corresponde al amplio valle del río Yaracuy. 21. Río Grande: corresponde al río Magdalena en Colombia.