14
KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XXII, 1995 EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL DOLMEN DE HIRUMUGARRIETA 2 (BILBAO, BIZKAIA) Arantza Zubizarreta RESUMEN En la presente memoria se exponen el proceso y los resultados de los trabajos de excavación arqueológica efectuados, entre 1989 y 1992, en el dolmen de Hirumugarrieta 2 perteneciente a la estación megalítica de su mismo nombre, localizada en Bilbao, Bizkaia. Hirumugarrieta 2 es un dolmen provisto de una cámara rectangular e irregular, que no ha conservado restos humanos. Su ajuar consiste sobre todo en geométricos. La tipología de los materiales hallados, contrastada con el análisis del Carbono 14, sitúa a este dolmen en la etapa más antigua para los monumentos megalíticos, esto es, entre los años 3000 y 2800 a.c. aproximadamen- te. SUMMARY In this article we introduce the archaelogical activities and results obtained in the excavation of the dolmen Hirumugarrieta 2 between 1989 and 1992, which is located at the mountain range of Artxanda, at the munici- pality of Bilbao (Vizcaya). The dolmen Hirumugarrieta 2 has an irregular - rectangular chamber with a quantitative predominance of geometric microliths. The typology of the materials recuperated in it, contrasted with the C14 dating, places the dolmen in the oldest phase for megalithic monuments, that is to say between 3000 and 2800 B.C.. LABURPENA Lan honetan, Hirumugarrieta 2 trikuharrian (Hirumugarrieta-ko multzo megalitikokoa), 1989tik 1992ra buruturiko ekintza arkeologikoen prozesua eta emaitzak aurkezten dira. Trikuharri hau Artxandako mendile- rroan kokatzen da, Bilboko udalaren harnean. Hirumugarrieta 2 trikuharriak, giza-aztarnarik kontserbatu ez duenak, ganbara errektangeluarra eta irregula- rra du. Bere ostilamendua mikrolito geometrikoz batez ere osaturikoa da. Aurkitutako materialen tipologiak, Karbono 14 analisiarekin kontrastatua, adierazten digu dolmena monu- mento megalitikoen garairik aintzinenean eraikia izan zela, hau da, K.a. 3000 eta 2800 tartean, gutxigora behera.

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL DOLMEN DE HIRUMUGARRIETA 2 ...€¦ · Hirumugarrieta 2 between 1989 and 1992, which is located at the mountain range of Artxanda, at the munici

  • Upload
    others

  • View
    3

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

KOBIE (Serie Paleoantropología), Bilbao Bizkaiko Foru Aldundia-Diputación Foral de Bizkaia N.º XXII, 1995

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL DOLMEN DE HIRUMUGARRIETA 2 (BILBAO, BIZKAIA)

Arantza Zubizarreta

RESUMEN

En la presente memoria se exponen el proceso y los resultados de los trabajos de excavación arqueológica efectuados, entre 1989 y 1992, en el dolmen de Hirumugarrieta 2 perteneciente a la estación megalítica de su mismo nombre, localizada en Bilbao, Bizkaia.

Hirumugarrieta 2 es un dolmen provisto de una cámara rectangular e irregular, que no ha conservado restos humanos. Su ajuar consiste sobre todo en geométricos.

La tipología de los materiales hallados, contrastada con el análisis del Carbono 14, sitúa a este dolmen en la etapa más antigua para los monumentos megalíticos, esto es, entre los años 3000 y 2800 a.c. aproximadamen­te.

SUMMARY

In this article we introduce the archaelogical activities and results obtained in the excavation of the dolmen Hirumugarrieta 2 between 1989 and 1992, which is located at the mountain range of Artxanda, at the munici­pality of Bilbao (Vizcaya).

The dolmen Hirumugarrieta 2 has an irregular - rectangular chamber with a quantitative predominance of geometric microliths.

The typology of the materials recuperated in it, contrasted with the C14 dating, places the dolmen in the oldest phase for megalithic monuments, that is to say between 3000 and 2800 B.C..

LABURPENA

Lan honetan, Hirumugarrieta 2 trikuharrian (Hirumugarrieta-ko multzo megalitikokoa), 1989tik 1992ra buruturiko ekintza arkeologikoen prozesua eta emaitzak aurkezten dira. Trikuharri hau Artxandako mendile­rroan kokatzen da, Bilboko udalaren harnean.

Hirumugarrieta 2 trikuharriak, giza-aztarnarik kontserbatu ez duenak, ganbara errektangeluarra eta irregula­rra du. Bere ostilamendua mikrolito geometrikoz batez ere osaturikoa da.

Aurkitutako materialen tipologiak, Karbono 14 analisiarekin kontrastatua, adierazten digu dolmena monu­mento megalitikoen garairik aintzinenean eraikia izan zela, hau da, K.a. 3000 eta 2800 tartean, gutxigora behera.

64 ARANTZA ZUBIZARRETA

l. INTRODUCCIÓN

La estación megalítica de Hirumugarrieta está comprendida en el término municipal de Bilbao, en la provincia de Bizkaia (Fig. 1). Se localiza en el cordón montañoso de Artxanda, que se extiende desde Ene­kuri (al Oeste) a Sto. Domingo (al Este). Este cordón se sitúa entre dos valles: el de Txoriherri (al Norte) y

Figura 1: Mapa de Euskal Herria y Bizkaia con la localización del dolmen de Hirumugarrieta 2.

el del Ibaizabal (al Sur). Las cotas más elevadas se sitúan entre los 380 (monte Avril) y los 480 m (Ganguren) s. n. m. (Fig. 2)

El conjunto de Hirumuga­rrieta se compone de tres monu­mentos. A~sti­t 1 ob.eto d ria -~OOG€:U otros dos_9ólmenes, ambos~ término municipal de ·

mu ameta , descubierto en 1966 por José Saráchaga y posteriormente excavado por Inmaculada Martín en 1989, e Hirumugarrieta 3, descubierto en 1973 por Pedro Mª y Javier Gorrochategui.

misma alineación montañosa de Artxanda se encuen­tran dos túmulos más denominados Gaztelukolanda (Este túmulo con depresión central se asienta en una campa que se extiende al Este del monte Avril y fue descubierto en 1973 por Pedro M.ª y Javier Gorro­chategui) y Aspuru (Se trata también de un túmulo con depresión central localizado en una estribación del monte Ganguren, en el municipio de Galdakao. Fue descubierto en 1983 por Mª José Yarritu y Javier Gorrochategui). Los fenómenos prehistóricos catalo­gados en total en este cordón montañoso, hasta la fecha, son 5 dólmenes y 7 asentamientos al aire libre.

2. LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA DEL MONUMENTO

Hirumugarrieta se encuentra en el cordón monta­ñoso de Artxanda, Bilbo, entre los montes Avril (al Oeste) y Ganguren (al Este), a unos 200 m. de la carretera Bilbo - Galdakao. En la zona más alta (378 m) del llano entre estas cotas y a un lado de la pista forestal, que parte de dicha carretera, con dirección al monte Avril se localizan dos de los dólmenes (HRl y HR2) que forman la necrópolis mientras que un ter­cero se localiza en una zona más baja del collado (HR3). La zona ha sido reconvertida en un área de esparcimiento que es frecuentada asiduamente por transeúntes procedentes sobre todo de Bilbao.

Las coordenadas de Hirumugarrieta 2 son las siguientes:

Long. 2º 53' Lat. 43º 16' Alt. 378 m. 1:5000 (Diputación Foral de Bizkaia) Hoja 64 X: 665.280; Y: 962.780; Z: 378 m.

Hay que resaltar que en la Figura 2: Mapa de Bilbao con la localización del dolmen de Hirumugarrieta 2.

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL DOLMEN DE HIRUMUGARRIETA 2 (BILBAO, BIZKAIA) 65

3. HISTORIA DE HIRUMUGARRIETA 2

El monumento megalítico de Hirumugarrieta 2 fue descubierto en 1966 por J. Saráchaga. Posterior­mente fue reconocido en la prospección sistemática de la zona por P.M. Gorrochategui y J. Gorrochate­gui, y en 1984 se procedió a su catalogación, junto con el resto de los dólmenes y asentamientos del entorno, en la Carta Arqueológica de Vizcaya, elabo­rada ésta por J. Gorrochategui y Mª José Yarritu. Hay que esperar a 1989 para que el proyecto de excava­ción del dolmen (Hirumugarrieta 2) fuera aprobado por la Excma. Diputación Foral de Bizkaia y segui­damente abordado en cuatro campañas sucesivas -de verano- por el equipo de auxiliares de arqueología del Ayuntamiento de Bilbao y miembros de la Aso­ciación Cultural Harribaltzaga, sin cuya ayuda no hubiese sido posible la realización de este estudio.

El emplazamiento privilegiado que ocupan estas manifestaciones culturales prehistóricas ha sufrido varios avatares a lo largo de la historia: por una lado, ha servido de lugar de acción en las guerras carlistas y civil. Esto se evidencia en las cárcavas, realizadas para ser utilizadas como trincheras, que surcan el cor­dón montañoso de Artxanda, así como en los casqui­llos de bala (tanto utilizados en una guerra como en la otra) encontrados durante el proceso de excavación incluso en capas no superficiales del dolmen. El tes­timonio de las numerosas personas que frecuentan la zona ha corroborado estos hechos e incluso muchas de ellas recordaban la existencia de unas tumbas de "gudaris" casualmente localizadas en la misma cam­pa de Hirumugarrieta.

La misma zona, por otro lado, fue también objeto de remoción hace unos años (15 aproximadamente) al efectuarse la replantación de pinos. ELresultado_iue un~_§J!¡¿erlicie-totalmentesurcada~Y removida al que no fue ajena la necrópolis que nos ocupa. El dolmen Hirumugarrieta2, concretamente, presentaba 1.m esta­do de deterioro considerable y se encontraba, además, atravesado por una pista que alteró aproximadamente la cuarta parte de su túmulo.

4. METODOLOGÍA DE LA EXCAVACIÓN

La metodología de excavación fue la siguiente: se inscribió la superficie del área de excavación en un eje cartesiano cuyo punto teórico de referencia estaba situado sobre una gran piedra en el exterior del dol­men. A partir de este punto se subdividía el espacio en cuadros correlativos de dos metros de lado nom­brados segun las letras del abecedario de la A a la G en el eje W-E y con números del 1 al 5 en el eje S-N. Cada cuadro tenía una división interna cuya finalidad era un control lo más riguroso posible en la obtención

de objetos arqueológicos. Estaba dividido en cuatro sectores correspondientes a cada uno de los 4 metros cuadrados de que constaba, designados con un núme­ro de la siguiente forma: 1 (el NW), 2 (el NE), 3 (el SW) y 4 (el SE).

En vertical la excavación se realizó mediante el levantamiento sucesivo de capas arqueológicas de espesor variable. La exhumación de estas capas tenía como pauta la disposición de las piedras sobre el terreno.

En todos los casos, de cada capa excavada y lim­pia quedaba evidencia fotográfica, (metro a metro y generales) en la que se basaba el dibujo a escala que posteriormente se realizaba. Una vez realizado el levantamiento topográfico de cada capa se retiraban únicamente las piedras que no ofrecían dificultades de extracción respetando aquellas que parecían com­poner alguna estructura diferenciada (cámara).

Todo el material descubierto fue inventariado con sus coordenadas tridimensionales y por otra parte, toda la tierra extraída cribada en un lugar próximo. Este pro­ceso ha sido imprescindible ya que gracias a él se han podido recuperar piezas importantes. Hay que remarcar que más del 57% del total de los materiales hallados en este yacimiento fueron recuperados en la criba.

Cada objeto arqueológico hallado quedaba sigla­do e identificado de esta forma:

* HR2: abreviatura del nombre del dolmen, Hiru­mugarrieta 2.

* Cuadro en el que el objeto había sido hallado: este dato aparece exclusivamente en la sigla comple­ta del registro por ser, en general, las piezas halladas demasiado pequeñas para incluirla.

* Número de registro: correlativo, uno por cada hallazgo.

Otras variables (coordenadas, descripción del objeto, capa en la que se había encontrado, nivel, etc.), que definían al objeto, se incluyeron en el regis­tro de la excavación.

Hirumugarrieta 2 fue reconstruido al finalizar su excavación. Así como Hirumugarrieta 1 lo había sido con un fin didáctico, dejando al descubierto las dife­rentes partes del monumento, en Hirumugarrieta 2 se recontruyó la totalidad del casquete semiesférico.

5. EXCAVACIÓN DE HIRUMUGARRIETA 2

La excavación del dolmen de Hirumugarrieta 2 estaba prevista llevarse a efecto en el curso del año 1989 pero al tratarse de una actuación más dentro de un proyecto amplio que abordaba otras investigacio­nes en la misma zona geográfica (estudio del dolmen Hirumugarrieta 1 y de la vía medieval Bilbo-Gernika que atraviesa Artxanda. Fig. 2) se pospuso su inter­vención que fue iniciada en Diciembre de 1989.

66 ARANTZA ZUBIZARRETA

La labor de campo (realizada siguiendo la meto­dología ya explicada) en la primera campaña consis­tió en la cuadriculación (12 x 10 m.) y delimitación en superficie del monumento mediante la limpieza de la vegetación existente sobre el túmulo (pinos de reciente plantación, argoma, etc) y la exhumación de dos capas arqueológicas, así como sus correspon­dientes materiales. Tras la retirada de la capa alócto­na superficial (compuesta de materiales procedentes del norte al ser realizada la pista) el perfil periférico visible del dolmen permitió prescindir, en un princi­pio, de la limpieza y excavación de las bandas del Sur y Oeste, que se definieron como exteriores a la estructura dolménica. Sin embargo, no se desechó el interés que tenía la excavación de estas áreas (sobre todo la del Sur, donde se encontraban amontonadas grandes piedras, desplazadas por las máquinas que surcaron el dolmen) y fueron más tarde abordadas.

El dolmen ofrecía, como ya se ha apuntado, una

Foto 1: Dolmen de Hirumugarrieta 2 tras la limpieza de la superficie desde el W. Capa O.

Figura 3: Topografía de la campa donde se asienta Hirumugarrieta 2.

superficie acusadamente surcada. Una vez despejada la capa de revuelto (Fot. 1) se comprobó que tenía un diámetro de 9 m. aproximadamente. Se diferenciaron unas piedras de mayores dimensiones en los cuadros céntricos C4, C3, D4 y D3 que anunciaban ya la posi­ble situación de la cámara dolménica. Fuera del recinto y hacia el Sur, se encontraron también unas grandes piedras que seguramente fueron desplazadas desde el túmulo por las máquinas que actuaron en la replantación.

5.1 ESTRUCTURA CONSTRUCTIVA

El dolmen presentaba al comenzar la excavación una forma suave y ligeramente semiesférica muy disimulada por su localización en una cuesta de la campa de Hirumugarrieta (Fig. 3) cuyo túmulo circu­lar de piedras de arenisca y tierra constaba de depre-

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL DOLMEN DE HIRUMUGARRIETA 2 (BILBAO, BIZKAIA) 67

Foto 2: Detalle del túmulo. Capa 5.

sión central. Su altura en el centro del monumento era de unos 60 cm. aproximadamente.

La pendiente donde se localiza el monumento favoreció la acumulación (sedimentada tras el arras­tre efectuado por las máquinas en su proceso repo­blador) de tierra y piedras en la zona más baja del túmulo, esto es, la banda Sur.

Al principio abundaron los pequeños cantos que tenían su origen principalmente en la rotura de las piedras de mayor tamaño. Una vez se fue profundi­zando, las capas presentaban bloques más grandes.

Durante las labores efectuadas en las segunda campaña (1990) se levantaron dos capas arqueológi­cas más (capas 3 y 4) en un área más reducida (60 m2

)

que en capas anteriores, como ya se ha explicado. En los cuadros más exteriores del dolmen, la capa vege­tal del terreno era más delgada, aflorando rápidamen­te la arcillosa - amarillenta y piedras del terreno. En los cuadros mejor preservados de remociones recien­tes (repoblación forestal), como fueron los CS y DS se evidenció la aparición de lajas planas imbricadas y colocadas siguiendo la inclinación general del túmu­lo: levantadas hacia el centro del mismo (Fot. 2). En los cuadros citados, las lajas se encontraban en su posición original porque la máquina que removió el terreno siguió su misma dirección. Únicamente, por consiguiente, desplazó lateralmente a estas piedras y no desarticuló su plegamiento hacia el centro en las capas más interiores.

Durante la tercera campaña arqueológica, realiza­da en 1991, se consideraron de nuevo las bandas Sur y Este del monumento en un principio "ignoradas" en campañas arqueológicas anteriores por ser ajenas a la estructura tumular. Así mismo, se exhumaron dos capas arqueológicas más (capa 5 y 6) en los cuadros más centrales. Las razones por las cuales se conside-

raron de nuevo las bandas Sur y Este fueron las siguientes:

* El dolmen se emplaza sobre una cuesta cuya pen­diente tiende al Sur y hacia donde había rodado tanto gran parte de la estructura tumular del dolmen como de su material arqueológico. Esto fue fácilmente compro­bable en los planos realizados, así como en las disper­siones del material encontrado hasta el momento.

* Hacía aproximadamente doce años la zona había sido objeto de remoción por máquinas para la planta­ción de pinos. El dolmen de Hirumugarrieta 2 había sufrido la alteración de sus capas, provocando la expansión de sus piedras y del material arqueológico.

En el proceso de excavación, que fue finalizado con la cuarta campaña realizada en 1992, se pudo constatar que estos hechos influyeron más fuertemente de lo que en un principio se pensaba en el aspecto del monumento, pero que, así mismo, la información no se había perdido, al permanecer ésta desparramada en las proximidades del dolmen (zona Sur, sobre todo).

Los niveles observados fueron los siguientes: l. Nivel 1: Consistente en tierra marronácea­

negruzca, muy suelta; tierra de revuelto, producto de las alteraciones sufridas y mezcla de las capas super­ficiales. En ocasiones aparecía muy profundamente, colada entre las piedras del túmulo.

2. Nivel 2: Formado por una tierra negra vegetal, se trataba de la capa superficial y original del monu­mento. Prácticamente no identificable en el dolmen, dado el grado de alteración.

3. Nivel 3: Una capa de tierra marrón suelta. 4. Nivel 4: Una capa amarilla arcillosa, imper­

meable y compacta, sobre todo, en los cuadros peri­féricos y exteriores. En algunas zonas se volvía más areniscosa como resultado de la descomposición de areniscas del terreno.

68 ARANTZAZUBIZARRETA

D

r= - HR2/c.2

Figura 4: Plano de 1 os matenales. a capa 2 con dispersión de 1 .

N

E

·e 1

1

-~¡ F

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL DOLMEN DE HIRUMUGARRIETA 2 (BILBAO, BIZKAIA) 69

E

HAl/ C. 5

2m

Figura 5: Plano de la capa 5 con dispersión de los materiales.

70 ARANTZA ZUBIZARRETA

5

N

L e o

• HR2/ce

o • 1 2 M .

5.1.2 LA CÁMARA

En la capa 6 se constató c~isposi­«iº1Lc!~.Ja~a, ue fue la rimera est ra en construirse del monumento. Esta presentaba forma rectangular e irregular compuesta por ocho losas. Una de ellas se encontraba muy deteriorada e incluso algunos de sus trozos desaparecieron como resultado de una violación de que fue objeto el monumento en 1992, antes de abordarse la cuarta campaña. Desde las lajas que formaban la cámara y hacia fuera se imbricaban las piedras del galgal hasta la periferia (Fot. 4, 5 y 6). Las losas de mayor tamaño que con­formaban el eje longitudinal de la cámara tenían unas dimensiones de 130 x 60 x 6-12 cm. y se encontraban calzadas en su interior. En ellas se apoyaban otras dos de menor tamaño (90 cm.) y cerrando el recinto en sus extremos unas de 80 cm. (Fig. 7 y 8)

En la capa arqueológica 9 la tierra retirada tanto del interior como del exterior de la cámara empezó a ser amarilla y compacta. En esta capa se consiguió las base natural del terreno en el exterior de la cámara consistente en piedras redondeadas anaranjadas y gas­tadas. De la misma manera empezaron a emerger las cúspides de dos piedras que parecían del terreno, en el interior de la cámara. Se constató que las piedras gran­des laterales de la cámara, en esta capa ya despejadas

E

Figura 6: Plano de la capa 8 con dispersión de los materiales.

en sus bases, se encontraban directamente colocadas sobre piedras del terreno sin preparación previa. Esto se comprobaba muy bien en los cuadros D4-2 y D4-3.

Al haberse conseguido ya el terreno natural en el exterior de la cámara se continuó la excavación en el interior. En esta capa no se halló ya ningún resto arqueológico.

Todo parecía indicar que no existió una prepara­ción del núcleo para la construcción de la cámara, de forma que fue construida directamente sobre el pale­osuelo por simple aproximación de unas piedras con otras. Incluso en algunas zonas, llegaron a aprovechar grandes piedras del terreno (por ejemplo, en la peri­feria) para configurar el túmulo.

5.2 MATERIALES ARQUEOLÓGICOS

La mayoría de la materia prima utilizada en la rea­lización de las piezas fue el sílex grisáceo y en menor cantidad otras gamas como la roja, beige, negra y blanca. Hay que destacar que este último color fue el utilizado casi exclusivamente en la realización de los geométricos (segmentos, trapecios y triángulos).

También se hallaron restos, aunque en menor can­tidad, realizados en cuarzo y cristal de roca. Por otro lado, hay que remarcar que en erOolmeñ· de Hirumu-

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL DOLMEN DE HIRUMUGARRIETA 2 (BILBAO, BIZKAIA) 71

N

Figura 7: Planta de Ja cámara.

SE- - -

Figura 8: Alzados de Ja cámara.

garrieta 2 no se han recuperado restos elaborados en metal o hueso. La explicación puede ser variada. Los objetos de hueso evidentemente no aparecen porque sencillamente no se conservan dada la acidez y hume­dad del suelo donde se depositaron. Los objetos de metal no aparecen por la actuación de varios impedi­mentos: a) posiblemente no fueron usuales en el momento, Calcolítico, en el que se levantó el monu­mento; b) no son desde luego abundantes durante la

+

+

HR 2 j C.9

sw - - . __ -NE

- - - NW

50.,,, '--------

Edad de Bronce, en general, en el País Vasco dada la rareza de minerales adecuados para su fundición; c) de los anteriores presupuestos se deriva que por su alto valor relativo si fueron depositados debieron ser buscados con alto interés y por lo tanto las tumbas saqueadas o los objetos "recuperados".

El ajuar está _compues19_,__~n__gnm__!Jl~-di9..b. p_or mJ.croITtos gcillñétriCD.S-(los trapecios, triángulos y segmentos representan el 35% del total de los útiles

72 ARANTZA ZUBIZARRETA

HR2-100 HR2-104 HR2-105

~' -\ -¡ , ,,

HR2-106 HR2-108 HR2-l 11

o 1<.f"lo't·

arqueológicos hallados en el dolmen) por lo que cabía deducir que nos situábamos en la etapa cultural más antigua para los monumentos megalíticos: entre la segunda mitad del cuarto milenio y la primera del ter­cer milenio a. de C. aproximadamente. Estas piezas geométricas presentan tanto retoques directos como inversos. (Fig. 9)

Gracias a la apreciación del rnaterü1L ballailo, podemo-s afi[mar ql.le el dolmen cíe Hifl1rn!Igª1Ii~J:~ 2 fue-construido seguramente con anterioridad al de H!El!fil1,1garrie1ª' Í. En este dolmen se hallaron ~as de flecha de aletas incipientes además de microhtos g@mffrl~üs;1o-cuáTfo~sitúan en una segunda etapa cultural, esto es hacia mediados del tercer milenio siendo por consiguiente más- füoderil<Y que-Hitumuga:: rrieta 2.

A continuación se presenta una relación de las diferentes capas excavadas en cuanto al material arqueológico encontrado en los mismas:

1. Capa arqueológica En esta primera capa se hallaron en total 19 restos:

6 fragmentos de lámina (uno de ellos presenta un bre­ve retoque abrupto), una laminilla de dorso, una pun­ta de dorso, un canto rodado de arenisca, un canto rodado de arenisca con pulimento, 2 restos de talla, una lasca, 4 esquirlas (una de ella con retoque abrup­to) y dos cristales de roca;

Figura 9: Industria lítica hallada en Hirumugarrieta 2.

2. Capa arqueológica En esta segunda capa se hallaron 11 restos: 2

hachas de superficie rugosa y pulimento no muy fino (dimensiones: 1) 239 x 78 x 59 mm. Peso 1.550 gr.; 2) 234 x 70 x 54 mm. Peso 1.330 gr.) (Fot. 3), un fragmento de lámina, una laminilla de dorso, una laminilla con retoques de uso, 1 resto de talla, 2 las­cas y 3 esquirlas.

3. Capa arqueológica En esta tercera capa se hallaron 10 restos: un frag­

mento de lámina, 1 resto de talla, 4 lascas, 2 esquirlas y 2 cristales de roca.

4. Capa arqueológica Los restos hallados fueron los siguientes: una

laminilla, una lasca y 3 esquirlas (una de ellas rota y con retoque. Podría tratarse de una fragmento de den­ticulado).

5. Capa arqueológica Esta fue la capa más fértil en cuanto a restos

arqueológicos y en ella además se hicieron presen­tes por primera vez las piezas geométricas. Se recu­peraron 25 restos: 2 segmentos, 4 fragmentos de lámina, un resto de talla, 6 lascas (una de ellas con retoques), 5 cristales de roca, un canto rodado y 6 esquirlas.

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL DOLMEN DE HIRUMUGARRIETA 2 (BILBAO, BIZKAIA) 73

6. Capa arqueológica Esta capa fue, por el contrario, la que menos mate­

rial ofreció, simplemente 4 restos: un resto de talla, una lasca y 2 esquirlas.

7. Capa arqueológica En esta capa se hallaron 8 piezas: 3 trapecios, una

lámina, una lasca con unos pequeños retoques abrup­tos y 3 esquirlas.

8. Capa arqueológica Material hallado en esta capa: 3 trapecios, un seg­

mento, 2 fragmentos de laminillas de dorso, 5 lascas y 2 esquirlas.

9. Capa arqueológica En esta última capa fértil se hallaron 7 restos

materiales: 2 trapecios, un triángulo, 2 segmentos y 2 esquirlas.

5.3 DATACIÓN ABSOLUTA

Fueron enviadas al laboratorio de Svedberg de la

Foto 3: Detalle delas hach11s "in situ". Capa 2.

Universidad de Uppsala (Suecia) dos muestras reco­gidas de los capas 6 y 9 que consistían en pequeños fragmentos de carbón. Las fechas que aportaron fue­ron las siguientes:

Ua-3126 Ua-3128

4865 ± 90 BP 4955 ± 85 BP

5.4 CONCLUSIÓN

2865 a. C. 2955 a. C.

5.4.1 LA ESTRUCTURA CONSTRUCTIVA

La estructura del túmulo presenta una forma orde­nada. El monumento se levantó sobre una pendiente en l~ cual se-ªprnxe_charon_unas_s.uantas_ piedras_del terreno constituyendo éstas ~~deLdolm.en. Este no coni6c:on-riillguna preparación previa a su cons­trucción. Los bloques aportados para formar el galgal fueron colocados de forma imbricada hacia el centro donde unas losas más grandes y ligeramente más ver­ticales que el resto, componían la cámara. Se trata de una fórmula constructiva tan sencilla que tanto la periferia del túmulo como el material arqueológico

74 ARANTZA ZUBIZARRETA

que albergaba se desmoronó en zonas adyacentes al monumento sobre todo en la ladera Sur que es hacia donde tiene caída la pendiente.

5.4.2 LOS MATERIALES ARQUEOLÓGICOS:

En cuanto al material arqueológico hallado se valoran las siguientes conclusiones:

1.- En el curso de la excavación se evidenciaron r~a, simples lascas y esquirlas cuya pre­sencia puede ser debida a la localización cercana del p ado donde sus o itaban. Esta explicac10n umcamente se apoya en el hecho de haber sido hallado material "doméstico" similar en la prospección de zonas aledañas a este monumento (campas localizadas entre los montes Avril y Gan­guren).

Foto 4: Detalle de la cámara desde el NW. Capa 7.

2.- En las capas más profundas del monumento y en los cuadros donde se localiza la cámara fueron donde se dio una mayor concentración del material más selecto (con excepción de las hachas, que fueron halladas en la capa 2 y en una zona ligeramente des­centrada o ajena a la cámara) con menor aparición de restos de talla u objetos líticos sin trabajar.

3.- Para terminar, hay que destacar que curiosa­mente todos los materiales que componen el ajuar propiamente dicho, no se concentra en su totalidad en el interior de la cámara (Fig. 4, 5 y 6).

Hirumugarrieta 2 ha proporcionado un interesante material arqueológico basado, sobre todo, en~as ~étricas ( 14 concretamente, representando el 35%CTell6fal de útiles trabajados) g_ue se hallaron principalmente eºla§_c;apas más profundas del monu­ment-0 (comenzaron a aparecer a partir de lacap:r-S-).

Hay que recordar que en el dolmen de Hirumuga-

Foto 5: Detalle de la cámara desde el SE. Capa 7.

EXCAVACIÓN ARQUEOLÓGICA EN EL DOLMEN DE HIRUMUGARRIETA 2 (BILBAO, BIZKAIA) 75

Foto 6: La cámara dede el Sur. Capa 7.

rri~_filuar_presentaba puntas de flt!~l!~de~Il!Q!-__ fo]ogía variada (de aletas incipientes, foliáceas y de pedúnculo y aletas) juQ!Q__~ microlitos geométricos. Sería mu~ interesante planteare! estudio del co~ún­to dolmé ico de Rirnmugairieta, comparar Josife­rentes aspectos de ambos monumentos ya excavados (sus estructuras constructivas, el material arqueológi­co, la datación absoluta, etc.) en orden a obtener ma.xor información para el conocimiento del fenógie­no dolménico en el País Vasco.

6. PROTECCIÓN Y CONSERVACIÓN DEL DOLMEN

Tras la excavación del dolmen de Hirumugarrieta 2 se procedió a la reconstrucción del mismo. Para ello se optó por la restauración total de su aspecto exter-

Foto 7: Dolmen de Hirumugarrieta 2 reconstruido.

no, esto es, sin dejar a la intemperie la estructura de la cámara, como se hizo en el dolmen cercano de Hirumugarrieta 1. De esta forma, se realizó la recom­posición de las diferentes estructuras, túmulo y cáma­ra, siguiendo las pautas evidenciadas en el curso de la excavación.

La cámara fue reconstruida completando los espa­cios de las losas que la componían y rellenando su interior de tierra con el objeto de preservarlas de una posible caída. El túmulo fue reconstruido imbricando las piedras que lo componían (como se constató durante la excavación) y se recubrió de tierra.

La forma externa que finalmente presenta el dol­men es de un casquete de un metro aproximada­mente de altura y 9 m. de diámetro (Fot. 7). En la zona Norte la circunferencia que forma se ve un poco achatada debido a la cuneta de la pista adya­cente.

76 ARANTZAZUBIZARRETA

BIBLIOGRAFÍA

ANDRÉS, T. 1984 El Megalitismo en el Pirineo Occidental.

Actas de la Mesa Redonda sobre Megalitis­mo Peninsular. Madrid.

1986 Sobre cronología dolménica: País Vasco, Navarra y Rioja. Estudios en Homenaje al Dr. Antonio Beltrán Martínez. Universidad de Zaragoza, 237-265.

1990 El fenómeno dolménico en el País Vasco. Munibe, 42, 141-152, San Sebastián.

APELLÁNIZ, J.M. 1965 Monumentos megalíticos de Vizcaya y Ala­

va. Munibe, 17, 72-86. San Sebastián. 1974 El grupo de los Husos durante la Prehistoria

con cerámica en el País Vasco. Estudios de Arqueología Alavesa, 7. Vitoria.

1975 El grupo de Santimamiñe durante la Prehis­toria con cerámica. Munibe, 27, 1-136. San Sebastián.

ARMENDÁRIZ, A. 1988 Problemas sobre el origen del Megalitismo

en el País Vasco. El Megalitismo en la Península Ibérica, 143-148. Madrid.

BARANDIARAN, J.M. 1953 El Hombre Prehistórico en el País Vasco.

Editorial vasca Ekin, 1-267. Buenos Aires.

DELIBES, G.; ROJO, M.A.; SANZ, C. 1986 Dólmenes de Sedano II. El sepulcro de

corredor de las Amillas (Moradillo de Seda­no, Burgos) Noticiario Arqueológico Hispá­nico 27, 7-39). Madrid.

GORROCHATEGUI, J . 1977 Catálogo de talleres líticos del centro-oeste

de Vizcaya y extremo oriental de Santander. Kobie 7, 45-68. Bilbao

GORROCHATEGUI, J. y YARRITU, M.J. 1984a Carta arqueológica de Vizcaya. Segunda

parte: materiales de superficie. Cuadernos de Arqueología de Deusto, 9, 75-79.

1984b Prospecciones arqueológicas en Vizcaya durante 1983. Eusko-Ikaskuntza, 2. 176-177. San Sebastián.

1990 El Complejo Cultural del Neolítico Final­Edad del Bronce en el País Vasco Cantábri­co. Munibe, 42, 107-123. San Sebastián.

GORROCHATEGUI, P.M. Y GORROCHATEGUI, J. 1974 Un nuevo dolmen en Artxanda. Munibe, 26,

201-202. San Sebastián.

MARIEZKURRENA, C. 1990 Dataciones Absolutas para la Arqueología

Vasca. Munibe, 42, 287-304. San Sebastián.

MARTÍN, I y ZUBIZARRETA, A.

1989 Actuaciones arqueológicas en el municipio de Bilbao, 1989. Eusko Ikaskuntza, 4. 157-195. San Sebastián.

MUGIKA, J.A. y ARMENDÁRIZ, A. 1991 Excavaciones en la estación megalítica de

Murumendi (Beasain, Gipuzkoa). Munibe, 43, 105-165. San Sebastián.

SANTIMAMIÑE, E. de 1966 Nuevos hallazgos arqueológicos en las pro­

ximidades de Bilbao. CEPV 25-06-1966. Bilbao.

SARÁCHAGA, J. 1975 Hallazgos de construcciones megalíticas en

las cercanías de Bilbao y monte Jata (Vizca­ya). Kobie, 6, 117-125, Bilbao.

VEGAS, J.I. 1981 Túmulo dolmen de Kurtzebide en Letona.

Estudios de Arqueología Alavesa 10, 19-66. Vitoria.

1987 Dolmen y yacimiento de Los Llanos (Cripán, Alava). Arkeoikuska 87, 13-15. Gasteiz.