EXPLORANDO EL PERDÓN - lifeassuranceministries.orglifeassuranceministries.org/Proclamacion06_1_2.pdf · familiar de dedicarme a la iglesia en mi ... director ejecutivo de finanzas

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  • El jardn es una analoga perfecta para el viaje espiritual de lapersona. Durante la vida, una persona tiene temporadas dedescanso, crecimiento, aridez y sequedad. A veces uno debeescarbar, descartar, fertilizar y producir. sta es la historia de mivida en el jardn.

    Al principio, no me daba cuenta del hecho de que mi primerjardn era un invernadero. Desde mis comienzos como semilla,conoca el mundo espiritual. Mis padres eran adventistas muydedicados. Mi padre era maestro y administrador de la escuelaeclesistica, y a causa de su trabajo, este brote (o sea, yo) seencontraba viviendo en una casa de vidrio. La gente criticabami comportamiento, y todava recuerdo que saba que tena queser un buen ejemplo todo el tiempo, que lo que yo haca iba aafectar a mi padre y posiblemente su trabajo. Al vivir en aparien-cias, pareca una planta artificial de plstico.

    Sin embargo, en mi interior, era autntica: tierna, insegura yllena de preguntas. Tenamos discusiones acaloradas alrededorde la mesa familiar sobre los temas de conducta y estndares.Yoquera estar segura de que hubiera algo ms importante que lasapariencias. Por fuera, era como una perfecta planta deinvernculo, pero interiormente senta temor e inseguridad.Saba que no alcanzaba las expectativas de otros. Comenc apensar que Dios requera de m la misma perfeccin imposibleque me demandaba el invernadero de mi vida.

    Siempre trataba de portarmebien. En el invernadero estabaprotegida por elementos pro-fanos; y me senta segura entremis semejantes. Dentro de esegrupo, exista una separacinentre nosotros y ellos. A travsde las ventanas poda ver lasotras plantas que se parecanmucho a nosotros, que vivan en

    otros jardines que no estaban protegidos por vidrio. Pero sabaque nosotros ramos distintos y especiales. Asista a las escuelaseclesisticas, y me quedaba adentro donde evitaba la contami-nacin de pesticidas y semillas de hierbas malas.

    Me cas dentro del invernculo, y continu con la tradicinfamiliar de dedicarme a la iglesia en mi profesin como maestra.Era una planta robusta. Desarrollaba un fuerte deseo de agradara Dios. Senta una urgencia de ordenar mi vida por completo

    porque poda ver por las ventanas del invernadero que el mundoexterior se estaba volviendo loco. Algn dacomo predecanese mundo ajeno se irrumpira en mi refugio y yo me rendira ycaera bajo su influenciao sera aplastada y arruinada al quedaren el olvido. Quera que mi corazn fuera purgado de todo elpecado y pensaba que era MI deber erradicar todos los defectosde mi carcter. Tena un fuerte deseo de ser perfecta ante Dios yde merecer su favor. En mi intensidad, me juntaba con otrogrupo de plantas de invernadero que llevaban esta idea de per-feccin al extremo.

    Brisa frescaGracias a Dios, hubo una grieta en el invernadero que per-

    mita que entrara una corriente de aire fresco y un ro de luz puraque me baaba de vez en cuando mientras me mova bajo esecielo sofocante. Poco a poco empec a comprender que habaestado equivocada. Mi reaccin inicial al descubrir que la cosa en

    VOLUMEN 7

    NMERO 1

    ENERO

    FEBRERO

    2006

    Life Assurance Ministries, Inc.Fulfillment and Donation Processing PO Box 905Redlands, CA 92373USA

    SE CONTINA EN LA PGINA 17

    DESENMASCARANDO EL ESPRITU SECTARIO

    EXPLORANDO EL

    PERDN

    CONTENIDO: El por qu? se cede frente a la confianza PATRIA RECTOR 3Perdonado para perdonar COLLEEN TINKER 5Cuando no le ofrecen ninguna disculpa GARY INRIG 8Desenmascarando el espritu sectario SAMUEL PESTES 15Viviendo en el jardn LINDA HARRIS LTIMA PGINA

    La gente criticaba mi comportamiento, y todava recuerdo

    que saba de que tena que ser un buen ejemplo todo el

    tiempo, que lo que yo haca iba a afectar a mi padre

    Living with the Spirit

    emos quedado libres de la ley, a fin de servir a Dioscon el nuevo poder que nos da el Espritu. Romanos 7:6 NIV

    Viviendo en el jardn

    Actualmente, Linda Harris vive al noreste de Oregon con su esposo Darrel y sus hijas adolescentes, Megan y Jessica.Linda trabaja en la escuela primaria local como bibliotecaria y maestra de lectura. Ella est prosperando felizmentefuera del invernadero de ASD, aferrndose cada da con alegra y gratitud a su vida nueva en el HIJO!

    L I N D A H A R R I S

  • Redactor fundadorDale Ratzlaff

    RedactoraColleen Tinker

    Redactora de manuscritosCristine Cole

    Redactor de diseoRichard Tinker

    TraductoresGalen y Joan Yorba-Grey

    Life Assurance Ministries, Inc.Mesa Directiva

    Richard Tinker, presidente,director ejecutivo de finanzas

    Colleen Tinker, secretariaBruce Heinrich

    Carolyn RatzlaffDale Ratzlaff

    Producido por Ministerios Life Assurance, Inc.PO Box 11587, Glendale, AZ USA 85318

    2006 Life Assurance Ministries, IncTodos los derechos reservados

    Telfono (USA) (909) 794-9804Tarifa gratis (USA) (877) 349-6984

    www.LifeAssuranceMinistries.orgwww.FormerAdventist.com

    Correo electrnico:[email protected]

    Proclamation!

    2

    Las montaas eran casi intransitables. Una nieve pro-funda cubra todo salvo las subidas ms bajas.Desde una cumbre se vean picos ms altos. Eldesnimo abrumaba a los viajeros que se atrevan a pasarpor las montaas.

    Pero haba una parada donde podan descansar. Unapequea posada ubicada en un valle protegido esperabaa los viajeros agotados. Los cuartos simples tenan sufi-cientes camas aun para los grupos ms grandes que pasa-ban por el terreno. Haba un horno caliente donde podanacomodarse.Y los posaderos estaban dispuestos aensearles la mejor direccin para caminar cuando llega-ba el tiempo para salir.

    Me despert y me di cuenta de que haba estadosoando. Pero el sueo me pareca tan verdaderocomouna ilustracin de lo que hacemos aqu en los ministeriosLife Assurance.

    Un viaje dificultoso a travs de las montaas es elsendero que muchos de nosotros tienen que escogercuando salimos del adventismo. A veces nos pareceimposible aguantar el dolor de amigos y familiares que nocomprenden por qu tenemos que partir. Algunosenfrentamos la prdida de matrimonios o de seguridadeconmica. Pero Jess no solamente camina connosotros; l nos provee los refugios de descanso y apoyoque necesitamos.

    Los ministerios Life Assurance no son un destino final,sino la posada en la montaa que ofrece direccin y des-canso para los viajeros que estn haciendo el viaje paraconocer a Jess, y quienes estn dejando atrs el legalis-mo y la falsa religin.

    Uno de los picos que tenemos que subir es nuestranecesidad de arrepentirnos y perdonar.

    Cuando dej de ser adventista, tena muchas ganas dehacerle juicio a la iglesia por todos los diezmos y ofrendasque yo le haba dadodesde el diezmo forzado en la aca-demia residencial hasta el diezmo requerido cuando tra-bajaba para una oficina de la Conferencia de la Unin. Sinduda, haban sido injustos conmigopero yo tambinestaba equivocado.Yo estaba participando de buena vol-untad, porque no slo satisfaca el requisito de la iglesia,sino que tambin ordinariamente daba el doble de diez-mo (20%) de mi ingreso total. Eso me haca sentir comoun miembro superior de la iglesia. Esta actitud me llev apensar que Dios me deba algn tipo de recompensa.Tena que arrepentirme.

    Tena que arrepentirme de mi orgullo.Y tuve querenunciar a mis sentimientos de enojo contra Dios. l medio la paz y la seguridad de que al fin y al cabo, l se habaencargado del dinero que yo haba donado.

    En esta edicin, mi esposa Colleen y nuestro pastorGary Inrig exploran el tema del perdn. Colleen escribeacerca de cmo debemos arrepentirnos del pecado ennuestras vidas que resulta del abuso que sufrimos en lasmanos de otras personas.Tambin relata la transforma-cin de la Worldwide Church of God, (la Iglesia Mundial deDios) y la necesidad de arrepentimiento y perdn por loslderes de esa denominacin.

    Gary Inrig nos escribe sobre cmo resolver una injusti-cia cometida contra nosotros, a pesar de que la otra per-sona no se haya disculpado. Este es un captulo de su librorecientemente publicado, Forgiveness (Perdn). Su editormuy generosamente permiti que nosotros reimprim-iramos este valioso artculo.

    Patria Rector nos cuenta su historia. Ella era unaAdventista del Sptimo Da feliz y segura hasta que unoseventos trgicos la impulsaron a cuestionar y preguntarsepor qu?. Linda Harris usa la analoga de un jardn pararepresentar su viaje espiritual.

    Samuel Pestes, un antiguo pastor adventista querenunci a su ministerio pastoral en 1957, nos da instruc-cin en cmo saber si est involucrado en un grupo reli-gioso sectario.

    Mientras imprimimos esta edicin, estamos haciendolos preparativos finales para el primer Fin de Semana deCompaerismo de ExAdventistas que tendr lugar en laIglesia de la Trinidad (Trinity Church) en Redlands,California. Ms de 90 personas se han anotado. Por favor,ore que el Espritu Santo acte poderosamente en cadaconferencista y todos que asistan a la conferencia.

    La mesa directiva de ministerios Life Assurance sereuni recientemente y vot para comenzar la produc-cin de una versin de Proclamacin! en espaol. Lasprimeras ediciones sern distribuidas por correo elec-trnico. Pero tan pronto como los fondos estndisponibles, vamos a empezar la produccin de una ver-sin impresa y accesible por correo. Si sabe de algunaspersonas que se beneficiarn de una versin en espaol,por favor mande su direccin de correo electrnico a:[email protected].

    En conclusin, quiero agradecer a cada partidario deeste ministerio. Terminamos el ao 2005 con todas lascuentas pagadas! Tenemos mucha anticipacin de verqu es lo que Dios har por cada uno de ustedes en 2006.

    Nuestro viaje nos llevar a travs de montaas difciles,pero Jess nos da un refugio de descanso.

    en verdes pastos me hace descansar. Junto a tran-quilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Megua por sendas de justicia por amor a su nombre(Salmo23: 2-3). !

    Cuando dej de ser adventista, tena muchas ganasde hacerle juicio a la iglesia por todos los diezmos yofrendas que haba dado

    Viajando a travs de las altas montaas R I C H A R D T I N K E R

    Proclamation!

    ENERO/FEBRERO 2006

    C O M E N T A R I O del redactor

    Proclamation!

    ENERO/FEBRERO 2006

    C A R T A S al redactor

    MISINProclamar las buenas noticias del evangelio delNuevo Pacto de gracia en Jesucristo y luchar con-tra los errores del legalismo y de la religin falsa.

    LEMALa verdad no necesita otro fundamento ms que lainvestigacin honesta bajo la direccin del EsprituSanto y una buena voluntad de seguir la verdadcuando sta se revela.

    MENSAJEPorque por gracia ustedes han sido salvadosmediante la fe; esto no procede de ustedes, sinoque es el regalo de Dios, no por obras, para quenadie se jacte. Efesios 2: 8,9

    Life Assurance Ministries, Inc

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    Esta seccin es para usted. Por favor,escrbanos con sus comentarios y preguntassobre la Iglesia Adventista del Sptimo Da yel proceso de separacin, y el descubrimien-to de libertad y descanso en Jess NuestroSeor. Mande su correo electrnico a:

    [email protected].

    Se puede mandar cartas y donaciones a:

    Life Assurance MinistriesP.O. Box 905

    Redlands, CA 92373

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    Proclamation!

    ENERO/FEBRERO 2006

    cuando muchos de nuestros amigos de ASD miraban tele-visin a escondidas, apagbamos la TV de buena gana yescuchbamos msica cristiana. Estbamos muy felices.Nada en mi vida como adventista me entristeca. Meencantaba mi hogar, mi iglesia y mi familia tal como eran.Era todo lo que conoca y no tena ningn motivo paracambiar.

    El da 6 de junio 1997, mi vida cambi para siemprecuando mi hermano menor, mi mejor amigo de la niez,sufri un accidente de automvil que lo dej en coma.Estaba embarazada del octavo mes con mi primer hijo. Mivida feliz y contenta se detuvo de repente en ese momen-

    Y o era una Adventista del Sptimo Da feliz. Cuandoera nia, mis padres apenas administraban justiciapero s demostraban mucha misericordia. Nunca sen-ta que me faltara nada en la vida; Dios nunca me parecaun ogro. Me gustaban la comodidad y la seguridad de miidentidad establecida como Adventista del Sptimo Da. Nisiquiera era una adolescente rebelde! Madur y me cascon un joven adventista bien educado y contento, a quienconoc en una universidad adventista en el medio-oeste.Hacamos todo de la forma correcta. ramos los productosde una educacin ASD (Adventista del Sptimo Da) slida,y anticipbamos un futuro seguro. Los viernes por la noche,

    Patria Rector vive en Castle Rock, Coloradocon su marido Jerry y sus dos hijos. Ella esmadre tiempo completo y maestra de sus hijos.Patria y Jerry acaban de empezar un estudiobblico sobre Glatas en su casa y se estnenfocando en los Adventistas del Sptimo Daactuales con la esperanza de compartir el ver-dadero evangelio con ellos. A Patria le damucha alegra ver cmo Dios est actuando enla vida de su hermano. Con gran asombro paralos neurlogos, l dio sus primeros pasos cincoaos despus de su accidente de automvil ysigue haciendo lo que ellos llaman un progre-so milagroso.

    H I S T O R I A S de la fe

    Proclamation!

    ENERO/FEBRERO 2006

    El por qu?se cede frente a laconfianza

    sus libros y tratados; y otras de sus escriturastempranas fueron cambiadas. Cuanto msdescubr por mis estudios, ms fastidiosa mepona con la enormidad de problemas querodeaban a EGW. Empec a hablar con miesposo sobre lo que estaba descubriendo. Alprincipio, l estaba seguro de que yo no esta-ba interpretando correctamente la informa-cin, y l tambin empez a estudiarla. Aunrevolvimos (a escondidas) el stano de mis padres y encon-tramos libros de la primera edicin de EGW, comparndolos conunas ediciones ms recientes y leyendo las citas detenidamente.A mi esposo tambin se le abrieron los ojos en seguida. Al princi-pio solamente hablamos de los problemas con los libros de EGWen secreto, aun en susurros, por si estuviramos equivocados, ynos partiera un rayo de relmpago. Puede que usted se ra. Habloen serio. Casi nos moramos del susto.

    Despus de llegar a la conclusin de que EGW era una profeti-sa falsa, pasamos por un tiempo de afliccin intensa. Estbamosenojados y no podamos reconciliarnos (y francamente, jamshemos podido) con el hecho de que haya tantas personas que sedan cuenta de sus problemas flagrantes, pero que todava noestn dispuestas a hacer los cambios necesarios. Nos quedamosen la iglesia adventista por unos aos ms porque pensamosque podamos separar la enseanza de EGW de lo dems.Despus de todo, haba buena gente en la iglesia. Pero con eltiempo era evidente que no podamos separar las cosas, que talvez todo lo que sabamos de la Biblia estaba contaminado por suenseanza en alguna forma u otra. Decidimos que ya no seraposible quedarnospero an as, todos nuestros amigos, con-tactos de negocios, familiatoda nuestra VIDA giraba en torno ala iglesia. Por primera vez, comprendimos tangiblemente el sig-nificado de la accin de rendirnosy seguimos a Jesucristofuera de la iglesia ASD.

    El primer domingo que me sent en un servicio de alabanza,las lgrimas caan por mi cara. Saba intuitivamente que AQUestaba el Cuerpo de Cristo. AQU yo estaba escuchando el evan-gelio. AQU descubr la libertad en Jess. Fui inundada con unaalegra ms intensa e ntima que jams hayaexperimentadouna alegra que nunca me ha dejado ni habajado en intensidad. Con eso no quiero decir que la gente queva a la iglesia los domingos lo hace todo a la perfeccin, o aunque hemos encontrado una congregacin permanente. Pero Ses verdad que hemos hallado la libertad pura, dulce y no conta-minada en Jesucristo.

    Mi esposo y yo somos cobardes cuando se trata de una con-frontacin, as que no informamos a nuestras familias de nuestra

    separacin de la iglesia inmediatamente.Finalmente, como no podamos vivir con nues-tra falta de honestidad, les avisamos. No reci-bieron las noticias muy favorablemente quedigamos. Este proceso de revelacin es, enalgunas maneras, muy doloroso, pero la alegraque se encuentra en Jess es tan evidente, taninconmensurablemente REAL, que pesamucho ms que el dolor.

    El Por qu? no importaHe estado muy sorprendida al descubrir

    que ahora no tengo ms respuestas de las quetena la noche del accidente de mi hermanoen cuanto al por qu de lo sucedido. La difer-encia es que ahora s que el por qu? ya no

    importa. Por la misericordia de Dios, mi enfoque ha cambiadototalmente a la realidad de que slo nos debe importar laeternidad. Aqu, ahora, el sufrimiento continuar. Pero, ALABADOSEA DIOS! Dios es muy bueno. No slo hace cosas buenas; l ES labondad nica y superlativa. Aun cuando nos duele, cuando nopuedo comprender el por qu, o qu, o cmo, confo en Sucorazn.

    He aprendido que el Dios de la Biblia es digno de confianza.No encontr esta verdad en el adventismo porque la iglesia norepresenta a Dios como digno de confianza. En esos das, nuncaestaba segura de que mi vida eterna estuviera garantizada. Qupasara si Jess decidiera no recordarme de un pecado que mehubiera olvidado de confesar? Escribira una mancha cerca demi nombre? El Adventismo del Sptimo Da ensea un evangeliodistinto. Si el guardar el sbado todava es un requisito en la vidade una persona salva, entonces Jess realmente no cumpli laobra de nuestra salvacin. Nuestra observancia sera necesariapara mantener nuestra salvacin.

    Son estas doctrinas problemticas que causaron que cayeraen una depresin profunda y oscura por no confiar en Dios. Elaccidente no caba en mi paradigma. Ahora puedo ver que Dioses Dios y yo soy humana. Segn el adventismo, la habilidad deDios de actuar y hacer es dependiente de mis acciones o mifalta de accin. Contrariamente, la Biblia dice que Dios es com-pletamente independiente de m en el sentido de que Suspropsitos sern realizados a pesar de lo que yo haga o nohaga. Sabiendo esta realidad me da tanta seguridad. Tengo unagran carga por mis amigos y mi familia que todava son adven-tistas. La mayora de adventistas ha sido inundada con palabrasy frases como la misericordia, ardiendo por Jess, y sal-vacin. Sin embargo, en mi opinin, muy pocos de ellos VER-DADERAMENTE saben lo que Jess hizo en la cruz, lo que lllev a cabo en la cruz. Oro por cada uno de los que todava soncautivos al adventismo, para que sean liberados de sus ataduras.Oro que Jess se manifieste a ellos en formas que ellos no sepuedan negar. Oro que l me use como Su recipienteque SUluz se derrame a travs mo de tal manera que no me vean a m,sino al Seor. !

    El por qu? se cedefrente a la confianzaSE CONTINA DE LA PGINA 4

    P A T R I A R E C T O R

  • Proclamation!

    ENERO/FEBRERO 2006

    Proclamation!

    ENERO/FEBRERO 2006

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    to. Gran parte de m muri cuandoescuch las palabras a travs de la lneatelefnica. Por varios meses, l per-maneci en coma, y empec a odiar aDioso por lo menos, odiaba el hechode que l me hubiera lastimado! Comoadventista crea que Dios me amaba msque a los otros cristianos. Yo, inconscien-temente por supuesto, pensaba quecomo estaba haciendo todo lo correctoen mi costumbre de guardar el sbado, lme deba salud, riqueza y felicidad.Pensaba que Dios me dara una vida fcil.Ahora la pregunta,por qu? comenz aentumecerme.

    Ca precipitadamente en una profun-da depresin, y es slo por la misericordiade Dios en darme ese precioso beb paracuidar que no me suicid durante esosdas tenebrosos. Empec a cuestionartodo profundamente. Mi crianza comoadventista me haba enseado que Diosnunca causara este desastre, pero, detodos modos, l lo haba permitido. Nocomprenda la diferencia. Durante esetiempo, realizaba todas las accionesapropiadas. Iba a la iglesia y diriga la dis-cusin en la escuela sabtica semanal-mente. Me dedicaba a lo nico que sabahacerla tradicin. Ni UNA SOLA VEZdurante esos das levant mi Biblia nibusqu direccin espiritual. Sloreprenda a Dios da tras da mientras enpblico tena una sonrisa falsa en mi carapara que nadie supiera. Vi que algunaspersonas, supuestamente amigos de mis padres de toda lavida, los iban rechazando mientras los das y las semanas seconvertan en meses y aos de cuidar a un invlido.Aqullos eran amigos adventistaslas nicas personas quehaban poblado el nico mundo en que yo haba vivido.Dnde estaba Jess?

    Un sbado despus de ensear en la escuela, alguien meinvit a un estudio bblico entre varias denominaciones. Notard ni un momento en rehusar; tena dos bebs en casa.(Si tuviera el tiempo para un estudio bblico?!, murmura-ba amargamente a m misma). La misma persona me invitotra vez el prximo ao y otra vez rehus. Finalmente, la ter-cera vez ya no tena excusa, as que a regaadientes aceptla invitacin.

    Disonancia cognoscitiva As comenz mi viaje para salir del Adventismo del

    Sptimo Da.Recuerdo pensando en mis compaeros del estudio

    bblico,Estas personas son ARDIENTESpor Dios. Por qu son as y no sonAdventistas del Sptimo Da?

    Por alguna razn, yo crea que slo losadventistas tenan el privilegio de unarelacin ntima con Dios. Pero aqu Jessexista en un Cuerpo vivo, respirante, tan-gible. Aqu, varios compaeros cristianoslloraban conmigo y oraban por m. Aqu,Jess alcanz mi corazn.

    Empec a aprender que como cris-tianos podemos esperar pruebas, que elSanto Dios del universo no me debenada. Sin embargo, l molde Su toda-presencia en un cuerpo humano y vino almundo para sufrir y morir para que yotuviera la vida eterna. Y a mi asombro,aprend que la vida eterna se me aseguren el momento en el que acept aJesucristo como mi Seor y Salvador!Entonces una cosa sumamente asom-brosa empez a pasar. Empec a experi-mentar una vida nueva parpadeandodentro de m. Jess estaba despertn-dome en l. Me trasladaba desde unlugar de pura ira, amargura y resen-timiento a una aceptacin completa del como Seor y Pastor sobre todo.

    Durante este perodo de estudio, Diosencendi un fuego en m que era insacia-ble. Me llenaba de informacin sobre loque la Biblia dice, y quin es Dios.Todava, no me daba cuenta de las difer-encias fundamentales entre la cristian-dad evanglica y el Adventismo del

    Sptimo Da porque la nomenclatura es igual. Pasaronmuchos aos antes de que empezara a comprender la man-era problemtica en que los adventistas usan trminoscomo misericordia y seguridad de salvacin.

    Decepcin reveladaUn da, mientras escuchaba un programa cristiano popu-

    lar, el anfitrin recibi una llamada de alguien que le pre-gunt sobre Ellen G. White. El anfitrin respondi sencilla-mente que ella era la falsa profetisa de la iglesia Adventistadel Sptimo Da. Me qued pasmadafuriosa.Seguramente l no ha estudiado este tema muy a fondo;voy a darle pruebas de que est equivocado y presentarle laevidencia, pens. As comenz mi estudio de Ellen GouldWhite (EGW)y el comienzo de la humildad.

    A mi gran sorpresa, descubr que de veras ella daba fal-sas profecas. Adems, algunas de ellas fueron quitadas de

    1717SE CONTINA EN LA PGINA 18

    la que yo estaba involucrada estaba errada, fue la de protegermede cualquier gota de lluvia o nutricin. Mi corazn estaba seco yquebradizo, pero por fuera todava persista en ser una buenamuchacha, siguiendo una ilusin de perfeccin plstica.

    Alrededor de ese tiempo, mi esposo y yo decidimos salir delinvernadero y convertirnos en misioneros al mundo. A pesar deque habamos permitido que nos empujaran al fanatismo, todavapensbamos que tenamos la verdad para ofrecer a la gentepor lo menos a la pobre gente ignorante del otro lado del mundo.

    El vivir y trabajar en otra cultura muy lejos de las paredesseguras de mi juventud fue mi punto decisivo. Mis ojos seabrieron al hecho de que muchos cristianos maravillosos existanfuera de mi invernadero. Ellos eran mis amigos; me inspiraban ymostraban amor incondicional, a m y a mi familia. No tenanmiedo de hablar sobre Jesucristo y lo que l haba hecho porellos. Estaban ansiosos de aprender e investigar ms acerca deDios. Me animaron a abrirme ms a la lluvia del Espritu de Diosen mi corazn.

    Hasta entonces, mi relacin con Dios slo se basaba en lareligin. Me haban criado con una lista de doctrinas que tenaque creer. Estas doctrinas eran como piedritas tratando de sosten-er mis races superficiales. Me di cuenta de que no tena unacreencia fundamental. Entrando en el mundo, vi que haba posi-bilidades de tener una relacin espiritual con Diosuna relacinsincera y significante que no tuviera nada que ver con mi conduc-ta. Poco a poco estaba despertndome a mi necesidad de un fun-damento firme, una Piedra slida que me sostendra bajocualquier circunstancia.

    Han pasado ms de 10 aos desde que la planta Linda lenta-mente volvi su cabeza para sentir y recibir el amor maravillosodel HIJO. He arado por todas las palabras y reglas confusas de miniez para descubrir UNA verdad sencilla y revolucionaria: Dios enforma de Jess dio su vida para pagar la deuda de todos los peca-dos del mundoen el pasado, el presente y el futuro! l hacumplido todos los requisitos de la ley mediante su muerte y res-urreccin.Y a causa de lo que l hizo, soy salvano por lo quehice ni por lo que podra llegar a hacer, sino solamente por lo quel ha hecho.

    Puedo vivir con felicidad ahora porque tengo mucho ms queel deseo de ser salvaTENGO salvacin! No temo el futuro. Estaverdad es ms sencilla y ms grande que cualquier lista de requi-sitos o reglas. Estoy muy conmovida por mi Salvador, y quieropostrarme ante l en adoracin y alabanza.

    Viviendo en la realidadEsto debera ser la parte de mi historia donde vivir feliz para

    siempre, pero no lo es. Todos los das escucho los susurros de mieducacin anterior en el invernadero: la seguridad de mi sal-vacin casi no puedo creerlo.No puede ser tan sencillo.Nohay nada ms que deba hacer?

    A veces comparto mi felicidad con otras plantas que todavaestn en el invernadero de mi niez. Por alguna razn, cuando yocomparto mi alegra con ellos, les infundo miedo. Su primerimpulso es sacar una lista de requisitos y observancias, ymostrarme todas las cosas que debo estar haciendo. Tengo que

    admitir que cuando me muestran sus listas de requisitos, empiezoa dudar. Es que no puedo llegar a sus estndares. Mis ojos se vuel-ven de mi Salvador en esos momentos, y comienzo a perder devista el regalo maravilloso que me ha dado.

    He llegado a creer que mi nico trabajo es alimentar mi almadiariamente con la verdad del evangelio de Jesucristo. Las escrit-uras de Pablo tambin alimentan mi alma y son un recuerdo con-stante de la verdad sencilla de la misericordia de Dios.

    Hace poco, descubr una porcin del Antiguo Testamento quepresenta un cuadro muy bonito de palabras sobre la redencinen Ezequiel 16:4-14. Leo esta porcin cuando me siento sola omalentendida, o cuando necesito un recuerdo de esta realidadestupenda que verdaderamente casi ni la puedo creer.

    Ezequiel estaba dando su mensaje a Jerusaln, recordndole alpueblo de Dios de cmo l lo haba rescatado y lo haba hechoprosperar, pero tambin es una metfora hermosa de cmo Diosrescata y acepta a cada uno de nosotros como Suyos:

    El da en que naciste no te cortaron el cordn umbilical; no tebaaron, no te frotaron con sal, ni te envolvieron en paales.Nadie se apiad de ti ni te mostr compasin brindndote estoscuidados. Al contrario, el da en que naciste te arrojaron al campocomo un objeto despreciable.

    Pas junto a ti, y te vi revolcndote en tu propia sangre y tedije: Sigue viviendo; crece como planta silvestre! T te desarrol-laste, y creciste y te hiciste mujer.

    La porcin contina la historia con Dios cubriendo ladesnudez de la joven y entrando en un pacto con ella, diciendo,fuiste ma!

    Te bae, te limpi la sangre y te perfum. Te puse un vestidobordado y te calc con finas sandalias de cueroTe adorn conjoyasQuedaste adornada de oro y plata, vestida de lino fino, deseda y de telas bordadasLlegaste a ser muy hermosa; te sobra-ban cualidades para ser reina!

    Sin ningn esfuerzo de su parte, sin credenciales ni alto linaje,esta joven fue adoptada en la familia real de Dios! Para me elremachado es el versculo 14:

    tu fama se extendi por todas las naciones, pues yo teadorn con mi esplendor. Lo afirma el SEOR omnipotente.

    Nuestra salvacin, rectitud y belleza espiritual tienen TODOque ver con Jess y nada que ver con nosotros. Dios nos otorgaSu esplendor y declara que nuestra belleza es perfecta!

    Dios nos redimi del abandono por la expiacin realizada porJess en la cruz. Con su muerte y resurreccin, Jess nos ha rec-onciliado con el Padre. l nos vivifica al colocar al Espritu en nue-stros corazones cuando creemos este evangelio de salvacin ysomos adoptados en la familia real de Dios!

    Por la obra de Jess en la cruz, podemos ser como el rbolplantado a la orilla de un ro que, cuando llega su tiempo, da frutoy sus hojas jams se marchitan (Salmo 1:3).

    Ahora prosperamos en la luz de Cristo y la tierra frtil de la pal-abra de Dios y nuestras ramas dan fruto producido por la suavebrisa y lluvia del Espritu. !

    Viviendo en el jardn SE CONTINA DE LA LTIMA PGINA

    Puedo vivir felizmente ahora porque tengo ms que un

    anhelo de ser salvaTENGO la salvacin!

    Saba intuitivamente que

    AQU estaba el Cuerpo de

    Cristo. AQU estaba escuchan-

    do el evangelio. AQU descubr

    la libertad en Jess. Fui inun-

    dada con una alegra ms

    intensa e ntima que jams

    haya experimentadouna

    alegra que nunca me ha deja-

    do ni ha bajado en intensidad.

  • Proclamation!

    ENERO/FEBRERO 2006

    Proclamation!

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    Una tarde, un grupo de amigos estbamos conversando demodo informal. Con el pasar del tiempo, el hilo de la conver-sacin se ha borrado de mi mente, pero me acuerdo clara-mente un intercambio en particular. Alguien mencion los efectoscasi permanentes del abuso sobre nios que han sufrido esa des-gracia, y yo le respond con una observacin que cataliz una reac-cin en cadena que se despleg sobre un perodo de semanas. Siyo hubiese previsto los efectos de mis palabras, creo que nohubiese sido tan directa. Sin embargo, todava creo lo que les dije.Fue algo as:

    Creo que al fin y al cabo debemos arrepentirnos del pecado ennuestras vidas que resulta del abuso que sufrimos al caer en manosde otras personas, les coment.Un nio no tiene control de lastrasgresiones perpetradas hacia l o ella, y el nio de veras es vcti-ma.Todava, el pecado de ese abuso lo marca y el resultado es queel pecado se manifiesta en l. Frecuentemente, las personas abu-sadas, cuando llegan a ser adultos, maltratan a otras personascomo consecuencia del abuso que sufren. No es necesariamenteque quieran lastimar a los otros, sino que lo hacen como conse-cuencia de sus intentos imprudentes de proteger o defenderse. Noimporta la causa, el lastimar a otra persona es injusto, y al fin y alcabo tenemos que arrepentirnos del dolor que causamos comoefecto del dao que hemos experimentado. Nuestro sufrimientono justifica el dolor que causamos.

    No estaba preparada para el tumulto que surgi en reaccin amis palabras. A pesar del cuidado que tom para decirlo de otramanera, una persona del grupo no estaba de acuerdo que las vcti-mas del abuso finalmente tuvieran que arrepentirse por los efectospecaminosos en sus propias vidas como resultado del dao queexperimentaron. Pareca que esta persona deca que los resultadosa largo plazo que surgan de una vida de vctima eran por culpa node la vctimasino del perpetradororiginal. A mi asombro, piensoque el tumulto aument por mucho tiempo despus de esa tarde,y definitivamente nuestra relacin con esa persona cambi perma-nentemente.Qu es el perdn?

    Hace muchos aos, habl con una trabajadora social licenciadaque era cristiana, y en su prctica, trataba a muchos nios quehaban sufrido abuso a manos de los padres u otras figuras deautoridad en sus vidas. Ella me dijo que un elemento esencial en suayuda de nios en recuperacin de la ira y el trauma por haber sidovctima de una trasgresin de los mismos individuos en los queconfiaron, era el perdn. Pero ella clarific lo que quera decir.El

    Perdonado para

    PERDONAR

    C O L L E E N T I N K E R

    Colleen Tinker es la redactora de Proclamacin!Ella y su esposo Richard, quienes viven enYucaipa, California, asisten a la IglesiaEvanglica Trinidad (Trinity Evangelical Free

    Church) en Redlands, donde conducen unestudio bblico semanal llamado,Former

    Adventist Fellowship Bible Study (estudio bblicopara el grupo de ex adventistas), un ministerio de

    la Iglesia Trinidad (Trinity Church).Tiene doshijos estudiando en la universidad. Ambosestudian computacin.

    de infalibilidad a sus escrituras. Con esta manipulacin mental, loslderes tambin asumen el papel de infalibles y slo rinden cuen-tas entre ellos mismos.

    Aislamiento. Para ellos, el aislamiento de otros cristianos espercibido como una proteccin contra la contaminacin espiritu-al. Si rinden culto a Dios con otros cristianos en sus iglesias losdomingos, se hacen ms vulnerables a la marca de la Bestia.Deben evitar los estudios bblicos conducidos por individuos deotras denominaciones por temor a que su mente se contaminecon error. Los maestros que dan tales avisos dicen que son losguardianes de toda la verdad esencial hasta la ltima generacinantes de la llegada del Seor.

    El temor siempre era y sigue siendo el motivo principal de ladenominacin. Para solidificar su doctrina central y distintiva en lasmentes de sus fieles, ellos ensean:

    Yendo a la iglesia los domingos es una institucin pagana, yla gente que persiste en ir a la iglesia ese da recibir la marca de laBestia descrita en el libro de Apocalipsis.

    Pronto van a promulgar leyes sobre el domingo, y Satansusar estas leyes para preparar al mundo para recibir la marca dela Bestia. Esta tctica de asustar a la gente ha sido empleado paraganar conversos para la denominacin desde los aos 1840. El lid-erazgo no presta atencin al hecho de que las leyes sobre eldomingo no previenen que los poderosos grupos judos ni losotros grupos que prefieren alabar a Dios los sbados lo hagan. Sitales leyes fueran promulgadas, slo diran que el domingo es unda nacional de fiesta, pero en realidad no forzaran a la gente atrabajar los sbados, los viernes, o cualquier otro da. Sin embargo,muchas vctimas inocentes de esta denominacin se juegan lavida en observancia del sbado por temor de recibir la marca de laBestia.

    La Biblia no establece ninguna conexin, en ninguna parte,entre el rendir culto los domingos (ni cualquier otro da que Diosha creado) y la marca de la Bestia. Esta tctica es el producto de lalgica humana y la conjetura. En esto tenemos un ejemplo perfec-to de cmo se usan las tcticas engaosas para localizar y paralizara sus vctimas confiadas. Los cristianos son llamados a observartodos los das como el da del Seor (Romanos 14:5-6).

    La inseguridad con respecto a mi salvacin probablementeera la doctrina ms daina que tuve que vencer. El temor del juiciofinal nos amenazaba cada da. Nos enseaban que no podamosestar seguros de nuestra salvacin hasta presentarnos ante eljuicio de Dios en la segunda venida de Jesucristo. Nos arrepen-tamos de los pecados conocidos, pero nunca estbamos segurosde nuestra posicin ante Dios, porque posiblemente tenamosalgn defecto no confesado. Me parece que ellos ignoraban elhecho que la muerte, resurreccin, y asuncin de Jesucristo asegu-ran la salvacin para todos que confan en l.

    El miedo del rechazo de Dios era y todava es un arma potenteen el arsenal de esta denominacin. A pesar de sus declaracionescontrarias, esta inseguridad los motiva a dar pruebas para que Dioslos quiera. As enfatizan la ley del Antiguo Pacto, dada en Sina, sola-mente para una nacin rebelde (Deuteronomio 5:2-3).

    Aunque los lderes tradicionales continan a promover la santi-dad del sbado, hay una novedad teolgica entre algunos erudi-tos de ASD.Tomando en cuenta que la observancia del sbadonunca fue un requisito de la iglesia despus de que el Antiguo

    Pacto fuera clavado en la cruz, ellos continan observando el sba-do de Sina como un servicio de amor, por el cual quieren impre-sionar a Dios por ir ms all de lo que l requiere. Cmo reac-cion Dios ante la ofrenda de amorde Can? Vase Gnesis 4:5 yMarcos 7:6-7. Las reglas humanas en el cuerpo de Cristo levantanmuros entre fieles. Las instrucciones poco eruditas de la Sra.Whitesobre la interpretacin de la Biblia, la dieta, y el aislamiento en elcuerpo de Cristo, han engendrado una sub-cultura que ha hechoesclavos a millones de personas inocentes. En Mateo 24:24, Diosnos advirti de tales decepciones, propias de los ltimos das.

    Cuando la niebla se desvaneci.Qu quera decir Jess en Mateo 11:13 cuando dijo,Porque

    todos los profetas y la ley profetizaron hasta Juan?Probablemente la ilustracin ms clara de la poca de la Ley, y

    la introduccin de un nuevo ciclo de Fe est en la historia delMonte de la Transfiguracin. En Mateo 17:1-8 leemos que Jess,acompaado por Pedro, Jacobo, y Juan, estaban en un monte alto.De repente, ellos vieron a Jess el Hombre cmo l era en reali-dadel Hijo Mismo de Dios. En ese momento, el pasado, el pre-sente, y el futuro se encontraron. Moiss, el mediador del pacto dela Ley que anunciaba al Mesas que iba a venir, apareci a un ladode su Seor. Al otro lado apareci Elas, representando a todos losprofetas que haban predicho la venida del mismo Mesas. Jess, lafigura central, dominaba la escena.

    Pasado el asombro, los tres discpulos miraron all de nuevo,pero para su sorpresa, Moiss y Elas haban desaparecido. All enla brillantez de su divinidad qued una personasola! l nonecesitaba que nadie lo apoyara. No necesitaba ningn sostnhumano. Entonces desde el cielo, una voz resumi el mensajecompleto del evangelio. Moiss, que gobernaba mediante la ley,haba cumplido su propsito. Elas, que representaba a los profe-tas, haba cumplido su misin. Al finalizar su misin, ambos se reti-raron de las pginas de la historia. Slo quedaba Jess! En esemomento, Dios mismo cerr el pasado con una marca de excla-macin y un punto; la antigua poca haba desaparecido!

    Sin embargo, el Jess eterno todava estaba all! l solo quedall de pie, vestido en la gloria y el poder de su divinidad. l es Dios,el Principio y el Fin! l, el Creador y Redentor, reina. Luego, desde elcielo vino una voz que todava resuena hoy:

    ste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con l.Escchenlo! (Mateo 17:5)

    Desde ese da en adelante, los apstoles saban que toda la ver-dad era propia de Jess, y se manifestaba mediante l. l abri unaventana para los misterios de la eternidad. De all en adelante,todo lo que Moiss les haba enseado tena que ser percibido ycomprendido a travs de los ojos de Jess.Todo lo que los profe-tas haban predicho slo serva para verificar que Jess en verdadera el Mesas prometido.

    Espero que no nos acostumbremos a vivir en una crcel, sinatrevernos a tomar la libertad que Jess nos provee. l vino paraabrir las puertas de la prisin y liberarnos. La evidencia es clara.Debemos escoger.

    Fijemos la mirada en Jess, el iniciador y perfeccionador de nues-tra fe, quien por el gozo que le esperaba, soport la cruz, menospre-ciando la vergenza que ella significaba, y ahora est sentado a laderecha del trono de Dios (Hebreos 12:2). !

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    perdn no significa perdonar y olvidar.Tienes que recordar lo quesucedi para protegerte en el futuro. Lo que el perdn significa esque t cedes tu derecho de venganza.

    Esta mujer sabia continu,Les digo a los nios que entreguena Dios la carga de vengarse.Esta carga es demasiado grande; sitratas de llevarla, con el tiempo te matar. Dios es el nico lo sufi-cientemente grande como para cargar con esta responsabilidad, yl te pide que dejes este peso en Sus manos.

    Pablo enfatiza este principio en Romanos 12:19,donde dice,Notomen venganza,hermanos mos,sino dejen el castigo en lasmanos de Dios,porque est escrito:Ma es la venganza; yopagar,dice el Seor.De hecho,Pablo sigue en el versculo 21,Note dejes vencer por el mal; al contrario,vence el mal con el bien.

    He tenido muchas ocasiones en las que pens en ambas cosas:las palabras prudentes de la trabajadora social y la necesidad deser responsable por mis propias acciones. Como todos los individ-uos que conozco, he experimentado trasgresiones contra m queno eran culpa ma. Sin embargo, estas trasgresiones dejaron cica-trices profundas en mi ser. Durante los aos, he descubierto focosde callosidad, temor y rencores dentro mo que han formado mimanera de tratar a los que amo, y no estoy orgullosa de la amar-gura injusta y las palabras de enojo que he repartido muchasveces cuando me senta incomprendida o atrapada.

    ImplicacionesPoco a poco, estoy aprendiendo dos cosas. Primero, posible-

    mente muchas de las personas que me han ofendido de variasformas durante los aos nunca vayan a reconocer o aun recordarconscientemente lo que hicieron. Esta falta de reconocimiento noniega lo que sucedi, pero tengo que confiar a Dios los efectos deesas trasgresiones tanto como los individuos que las cometieron.Necesito ceder mi derechode vengarme de estas personas, y ensu lugar confiar en Dios quien, en Su justicia y misericordia eterna,es el nico que puede sanar mi corazn y al igual que los suyos.

    Segundo, he tenido que reconocer que aunque mi modo dedefenderme automticamente puede ser lgico sabiendo quelastimaron mi corazn en el pasado, el pasado ya no existe. Ahorano tengo derechode infligir en nadie mi conducta defensiva queemerga como consecuencia de eventos del pasado.

    Es ms, he tenido que confesar que a veces he pecado porignorancia. Haca cosas daosas sin saberlo.Todava soy respons-able. Cuando Dios trae estas cosas a mi atencin, tengo que con-fesar y arrepentirme de ellas.

    Un ejemplo que puede resonar con muchos individuos es micomprensin que como adventista crea doctrinas que no eranbblicas. Sobre un perodo de aos, mientras Richard y yoestudibamos la Biblia y comparbamos nuestras creenciasadventistas con la palabra de Dios, nos dimos cuenta de queramos culpables inconscientemente de haber credo cosasequivocadas, pensando que eran verdaderas. Recuerdo cuandopas por varias fases de reacciones mientras la realidad de midecepcin penetraba mi mente.

    Recuerdo que estaba enojada que en mi sinceridad haba credoque esas falsedades eran el evangelio.Estaba enojada con la iglesia

    por haber ocultado los problemas con el plagio de Ellen White,porhaber perpetuado doctrinas como el Juicio Investigativo en las queaun muchos adventistas educados no crean,y por haberme con-vencido de que mi seguridad eterna dependa,en parte,de mi fidel-idad a un da en vez de slo en Jess.

    Pero, mientras llegaba a estar cada vez ms segura en Jess, lacallosidad desvaneca, y empec a comprender que no slo habasido engaada, sino que tambin les haba ayudado a engaar aotras personas.

    Recuerdo el da en el que me sent frente a mi computadora yme di cuenta de que durante los aos que yo estaba enseandoen las escuelas adventistas, tanto como en las clases de escuelasabtica, haba estado confirmando el adventismo y sus doctrinasnicas frente a posiblemente cientos de alumnos que confiabanen lo que yo les deca.Yo les haba enseado con perfecta sinceri-dad; sin embargo, inconscientemente haba demostrado mi fideli-dad a un sistema de decepcin. En ese instante, entend que tenaque confesar ese pecado a Dios y arrepentirme aun por mi peca-do de ignorancia. Desde entonces, tambin he orado que Diosredima ese pecado de ignorancia y haga su voluntad en las vidasde los alumnos a los que yo ense.

    Greg Albrecht, la Iglesia Mundial de Dios (Worldwide Churchof God) y el perdn

    En diciembre, 1994, un evento excepcional sucedi en la cris-tiandad. La Iglesia Mundial de Dios, fundada por Herbert W.Armstrong en los aos treinta, confes el error de su enseanzaanti-trinitaria, la necesidad de observar los das festivos delAntiguo Testamento, y el sptimo da como el sbado. En un ser-mn de video presentado el mismo sbado en cada IglesiaMundial de Dios en el mundo, el presidente de entonces, JoeTkach, Sr., confes los errores histricos de la iglesia y habl de laverdad del Nuevo Testamento y el evangelio de misericordia. Laorganizacin entera renunci a sus herejas fundamentales yabraz la cristiandad evanglica.

    Esta trasformacin le cost ms del 60 por ciento de los miem-bros a la iglesia y ha resultado en reducciones masivas en la orga-nizacin y la prdida de algunas propiedades, incluso el colegioAmbassador en Pasadena, California, con su elegante sala deconciertos.

    Greg Albrecht, ahora el presidente de Plain Truth Ministries(ministerios de pura verdad), era empleado de la WCG (WorldwideChurch of God) y tambin del colegio Ambassador. l reflexioncon Proclamacin! sobre sus experiencias como un ejecutivo queanteriormente administraba lo que la WCG llamaba elArmstronismo.Ahora la organizacin WCG est completamentetransformada, y l habla de sus antiguas creencias:

    Era Herbert Armstrong un falso profeta? S, creo que HerbertArmstrong era un falso profeta. Los datos lo verifican!

    Era un hereje? Creo que era un herejepero pienso que yotambin era un hereje, as que no le estoy atribuyendo nada a lque yo no merezca de igual manera.Y hubo un perodo en el queestaba enojado con Herbert Armstrong.

    Por fin, llegu al punto de mi vida cuando pens,Culpo a

    Una secta tiene una estructura sencilla con el propsito deencerrar a alguien dentro de una orientacin religiosa o psi-colgica. La secta edifica paredes alrededor de uno,aparentemente para protegerlo del peligro. Pero una vez que l oella est dentro de estas paredes, parece ser una persona conentrada.La secta llama a las dems personas forasteros.Uno seencuentra en un mundo de nosotroscontra ellos.El resultadoes aislamiento y un falso sentido de seguridad empapado de unaactitud farisaica expresada por el ego que siempre necesita tenerraznsin importarle el costo.

    Tal vez este fenmeno es ms comn de lo que pensamos, ydescribe la situacin que exista en los das de Jesucristo. En suesfuerzo de edificar un sistema para proteger al pueblo contra elerror, los lderes religiosos de Jerusaln se hicieron insensibles acualquier cosa que no caba dentro de su estructura. CuandoJess vino para ampliar sus horizontes e introducirlos en una reali-dad espiritual que superaba la lgica humana, ellos lo estorbaron,borrndolo de sus mentes. La nueva orientacin de Jess no cabaen su caja religiosa.Cuando Jess les enseaba que haba mucharealidad ms all de su horizonte limitado, ellos se asustaban. Suseguridad era amenazada.Tanto los lderes como los discpulosestaban convencidos, segn la autoridad de las SagradasEscrituras,de que ellos posean la verdad fundamental. Ellostenan las escrituras de los profetas.Tenan las promesas de Dios.Sabanque tenan razn! O Jesucristo cabra en su orientacinirrecusable, o lo rechazaran como forastero. Y ya!

    Identificacin de las caractersticas de una secta 1. Cuidado con los promotores religiosos o negocios que no le

    informan quienes son desde un principio.2. A menudo, ellos usan la Biblia para esconder sus objetivos

    verdaderos.3. Ellos tienden a controlar la informacin previniendo o mini-

    mizando el acceso a algo que pueda iniciar preguntas sobrela validez de sus doctrinas.

    4. Las tcticas de incitar temor e inseguridad son esencialespara su xito.

    Me cri en un hogar cristiano donde nuestros padres nosenseaban a amar al Seor y a pensar independientemente.Siempre nos decan que comprobramos todas las cosas segn laPalabra de Dios. La mayora de nuestros vecinos era cristianonominal, y no dejaba que la religin interfiera con sus placeres.Yome senta solo porque no estaba cmodo participando en sus rui-dosas borracheras.Tenamos relaciones cordiales como vecinospero simplemente no congeniaba con ellos a pesar de misgrandes esfuerzos de intentarlo.

    Decid servir al Seor como ministro del Evangelio y mematricul en un colegio de ASD donde recib mi bachillerato enteologa. Al principio, era un placer ser aceptado como miembrodel club.Sin embargo, mis padres me haban enseado que nodeba usar la Biblia como una herramienta para apoyar mis creen-cias, sino como una mina de oro de verdad que poda explorarcon la mente abierta. Pronto me di cuenta de lo que aparente-mente eran discrepancias entre algunas enseanzas de esadenominacin y lo que la Biblia evidentemente deca. Cuando lespregunt sobre algunos de esos problemas, me dirigan a EllenWhite, sobre cuyas escrituras esa iglesia haba sido construida.

    Segn decan, se encuentran todas las respuestas a las pregun-tas bblicas en las escrituras de Spirit of Prophecy(Espritu deProfeca). (Actualmente, los eruditos adventistas pblicamentetratan de no citar a Ellen White como la autoridad final,pero nisus doctrinas ni la dependencia de los adventistas en Ellen Whitehan cambiado). Mientras recuerdo la situacin, casi nopuedo creer el hecho de que no prest atencin a lasseales de peligro por tantos aos. En esos das, si lasautoridades me hubieran dicho que negro era blanco,entonces sabaque tenan razn, que a pesar de loque vea con mis propios ojos,negro era blanco enrealidad.Aqu tiene usted algunas tcnicas que usaban(y todava usan) para agarrar y detener a la gente sincera.

    Al unir a Ellen White con el Espritu de Profeca (ElEspritu de Profeca es la persona del Espritu Santo),ellos la ponen en un pedestal, y ms eminente queel resto de los santos. Esto les proporciona un aire

    Desenmascarando el

    Espritu Sectario

    Samuel Pestes se gradu de la Universidad de Canadian Union en 1947,y de la Universidad de Walla Walla en 1950 con unbachillerato en teologa.Entr en el ministerio evanglico y pastoral de la denominacin ASD en British Columbia,Canada,pero renunci en 1957 a causa de sus disconformidades teolgicas.Samuel ha publicado cuatro libros.Su primero,Christian Be Free,pub.1981,trat el tema de la realizacin de la ley en el Nuevo Pacto.l y su esposa Dorothy, tienendos hijos y una hija.Se puede comunicar con Samuel por medio de su correo electrnico:[email protected]

    S A M U E L P E S T E S

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    Greg Albrecht por haberle entregado el control de su vida aHerbert W. Armstrong.

    El perdn es muy importante cuando alguien ha estadoinvolucrado en la enseanza de una religin falsa. Era imposibleque yo perdonara a alguienni siquiera a Herbert W. Armstrongmismosin aceptar el perdn de Dios primero. He descubiertoque para m era difcil aceptar el perdn de Dios porquecomo lamayora de personas, en realidad no quera aceptarlo al principio.Para aceptar el perdn de Dios hay que aceptar que Dios es Dios,y usted es usted, y que ha hecho cosas malasy eso es difcil.Tena que confesar que haba sido un hereje, y tena que aceptarSu perdn por eso.

    Pero cuando uno acepta el perdn de Dios, l le da el poderpara perdonar a las dems personas. No se puede perdonar anadie sin aceptar el perdn de Dios primero. El perdonar a lagente de la manera que la Biblia enseao sea, con el perdn deDioses algo fuera de la capacidad humana a no ser que lohayamos experimentado primero. Pero, empec a comprenderque slo as puedo perdonar a la genteaceptando primero elperdn que Dios tiene para m.*

    Perdonar de la manera que somos perdonadosEn realidad, no podemos llegar al punto de ceder nuestro

    derecho de venganza contra los que nos han daado sin llegarprimero al punto de arrepentirnos ante Dios y aceptar Su perdn.

    Aquellos de nosotros que hemos sido lastimados por figurasde autoridad sobre quienes no tenamos control o por la iglesiade nuestra juventud, tenemos esperanza de recuperarnos. Estaesperanza nos permite enfrentar la verdad y arrepentirnos denuestros pecados que resultaron de nuestras heridas.

    En Efesios 2:3, Pablo dice que todos somos por naturalezaobjeto de la ira de Dios.En Romanos 1:20, Pablo aade quedesde la creacin del mundo las cualidades invisibles de Dios,es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben clara-mente a travs de lo que l cre, de modo que nadie tieneexcusa.Romanos 5:14 declara,sin embargo, desde Adn hasta

    Moiss la muerte rein, incluso sobre los que no pecaron que-brantando un mandato, como lo hizo Adn, quien es figura deaquel que haba de venir.Otra vez, en 1 Corintios 15:22, Pablodeclara,Pues as como en Adn todos mueren, tambin en Cristotodos volvern a vivir

    La Biblia claramente declara que cada persona nace comopecador, condenada a la muerte. No somos condenados oinmunes en base a si pecamos o no; somos por naturaleza objetode la ira de Dios.Las noticias maravillosas del evangelio son queaun cuando estbamos muertos en pecados, Dios nos dio vidacon Cristo (Efesios 2:5).

    Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la feesto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Diosno porobras, para que nadie se jacte(Efesios 2:8-9)

    Cuando nos damos cuenta de que somos culpables del peca-do simplemente por haber nacido en la raza humana, nopodemos escondernos detrs del falso honor. Sin la limpieza de lasangre de Jess, vivimos sin esperanza. Sin el poder del perdn deDios actuando dentro nuestro, inevitablemente nuestras heridasinfligen heridas en otros.

    Sin arrepentimiento, no podemos experimentar la sanidad delperdn de Dios.

    Pero cuando aceptamos la verdad de nuestra naturaleza cadainnata y la confesamos a Dios, entonces descubrimos la salvacin.Aprendemos que en la sangre del Jess del pacto eterno somoslimpiados, y en los ojos de Dios somos vistos como rectos y per-donados.

    Reconocemos en Jess que nuestra ignorancia y heridas ya nonos definen. Al contrario, somos hechos nuevos por Su Espritu, ycon Su poder y amor podemos ofrecer a las dems personas elperdn que Dios nos otorga.

    En l al fin somos libres para perdonar. !*La historia de WCG es representada poderosamente en el

    video, Called To Be Free disponible a travs de Living HopeMinistries, Brigham City, UT, 84302, www.lhvm.org.

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    Para aceptar el perdn de Dios hay queaceptar que Dios es Dios, y usted es usted, yque ha hecho cosas malas y eso es difcil.Tena que confesar que haba sido un hereje,y tena que aceptar Su perdn por eso.Greg Albrecht, presidente de Plain Truth Ministries (ministerios de pura verdad)

    mujeres en un rito parecido.Recientemente, prediqu un sermn sobre el texto de

    Marcos 11, en el cual trat de aclarar el problema de cmodebemos reaccionar frente a individuos que no dicen, o queno pueden decir,lo siento. Al final del mensaje, le ped a lacongregacin que escribiera en una tarjeta los nombresque el Espritu Santo trajera a su memorialas personasque se podra describir como la gente de Marcos 11:25.Posiblemente, algunos de ellos cometieron pecados terri-bles contra ustedpero no han aceptado la responsabili-dad por haberlos cometido. Puede que otras personashayan muerto por causa de los efectos de sus pecados.Qu hacemos con tales personas? Luego les dije,Si sesienten conmovidos por el Espritu Santo, triganme alfrente de la iglesia las tarjetas con los nombres mientrascantamos juntos una cancin de alabanza. Esto ser un sm-bolo de que estn entregando a la persona y el problema alSeor. Fue muy conmovedor ver a cientos de personasviniendo, algunas con unas emociones profundas. Yo slosaba algunas de las historias, pero tambin saba que paramuchas personas, era un momento profundo de alabanzaante su Dios misericordioso.

    Ahora bien, no soy tan ingenuo como para imaginarmeque la accin de escribir un nombre de alguien en una tarjetaes todo lo que se necesita para sacar las heridas profundas delalma de un individuo. Pero s s que el Seor desea fuerte-mente que Su pueblo perfeccione una disposicin de per-donar en vez de vengarse, de soltar en vez de retener las ofen-

    sas cometidas contra nosotros. Esto slo es un comienzo, peroel primer paso a menudo es el ms importante. As que quierodesafiarlo a que piense en cualquier persona que el Seor hatrado a su memoria mientras lee estas pginas. Cul es elmejor camino, honrando a Dios, que usted pueda llevar paraseguir adelante? Cmo va a soltar esa ofensa a su Seor, sinimportarle cun grave que sea? !Citado de Forgiveness, de Gary Inrig, con el permiso de Discovery HousePublishers, Grand Rapids, Michigan 49501.Todos los derechos reservados.

    Notas al final1 God of Forgiveness, Do Not Forgive.Sacado el 3 marzo, 2003 de

    www.wujs.org.il/activist/programmes/tekasim/shoah/elie_wiesel.shtml.2 Mishnah Yoma 8:9.3 Citado en John Stott, The Contemporary Christian (Downers Grove, IL:

    InterVarsity Press, 1992), 48.4 L. Gregory Jones, Embodying Forgiveness (Grand Rapids: Eerdmans, 1995),

    186.5 David Augsburger, The New Freedom of Forgiveness,Tercera ed. (Chicago:

    Moody Press, 2000), 25.6 John MacArthur Jr. The Freedom and Power of Forgiveness (Westchester, IL:

    Crossway, 1998), 152.7 Solomon Schimmel, Wounds Not Healed by Time (New York: Oxford

    University Press, 2002), 61.8 Wayne Grudem, Systematic Theology (Grand Rapids: Zondervan, 1994), 369.9 Aunque casi todas las traducciones del Nuevo Testamento contienen este

    versculo, se debe notar que est ausente en una cantidad de manuscritostempranos y fidedignos. Pero la fuerte evidencia interna y su paralelismocon Hechos 7:60 apoyan su inclusin.

    10 Jeff VanVonderan, Families Where Grace is in Place (Minneapolis: BethanyHouse, 1992), 28.

    Quin financia esta publicacin?

    Al comienzo del ao 2006, estamos dando gloria a Dios porSu provisin para Life Assurance Ministries y Proclamacin!durante el ao pasado. Hemos aadido muchos nombresnuevos a la lista de personas que quieren recibir nuestra infor-macin, y Dios ha proporcionado los fondos que necesitamospara pagar todas nuestras facturas. Oramos por cada uno deustedes que son socios de este ministerio y agradecemos a Diospor ustedes.

    Para los que todava no saben cmo Proclamacin! estfinanciada, aqu tienen una breve explicacin. Proclamacin! esuna publicacin de Life Assurance Ministries, Inc.un ministe-rio no lucrativo, que recibe donaciones. Las suscripciones songratis, y le pedimos a ustedes que nos manden los nombres ylas direcciones de las personas que creen que recibiran un ben-eficio al leerla. La revista ha estado en circulacin desde los finesde 1999.

    Tambin Life Assurance sirve a travs de dos sitios web:www.LifeAssuranceMinistries.org, y www.FormerAdventist.com.

    Durante el verano de 2004, la mesa directiva del ministeriocontrat a Colleen Tinker para asumir el trabajo de tiempo com-pleto como redactora de la revista y gerente del ministerio.Richard Tinker, a quien votaron como presidente de LifeAssurance Ministries, Inc. en agosto 2005, dona su tiempo dis-eando la revista. Dale Ratzlaff, el fundador de la organizacin yla revista, permanece en la mesa directiva.

    Todos los gastos de publicacin, incluso la cantidad que se lepaga a Colleen son pagados por medio de donaciones que sededucen de los impuestos. Alabamos a Dios por Su provisindurante los aos. Nosotros de Life Assurance Ministries conta-mos con nuestra asociacin con ustedes, con sus oraciones poreste ministerio, y tambin con sus donaciones.

    Los invitamos a orar sobre su participacin con LifeAssurance Ministries. Les rogamos que oren por nosotros, paraque Dios nos dirija y nos mantenga; sus donaciones permitenque nosotros continuemos a mandar Proclamacin! a los queestn buscando a Jess y la libertad que viene cuando unopone su confianza en Dios solamente. Slo Dios es digno!

    Ustedes pueden ponerse en contacto con nosotros con elsobre incluido en esta revista.

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    Auschwitz es un lugar terrible. Es el peor campo demuerte que los Nazis hayan edificado; ms de un millnde personas murieron all, bajo condiciones suma-mente horribles. Fue creado en 1940, por mandato de Hitler,para castigar a la gente considerada indeseable, como lospatriotas polacos y los gitanos. Cuando los Nazis lanzaron sudiablica solucin final,un intento horrfico y sistemtico deexterminar a los judos, Auschwitz lleg a ser su campo demuerte principal. Aun hoy en da, casi sesenta aos despusde su liberacin, un sentido palpable de malignidad flota enci-ma del campo. Cuando tena quince aos, a Elie Wiesel y su

    familia los hicieron marchar por las puertasde Auschwitz. Los haban trado en

    vagones para transportar ganado,junto con otros judos de Rumania.Nunca ms vio a su mam ni a suhermana menor; y cuando fuelibrado quince meses despus, supap tambin haba muerto. En1995,Wiesel regres para el quin-cuagsimo aniversario de la lib-

    eracin del campo. La noche anteriora la ceremonia oficial,Wiesel y

    otros se juntaron en el crema-

    torio para una ceremonia, donde Wiesel articul sus sen-timientos:

    Aunque sabemos que Dios es misericordioso, por favorDios, no tengas misericordia de los que han creado este lugar.Dios de perdn, no perdones a estos asesinos de nios judosen este lugar.

    No perdones a estos asesinos y sus cmplices. Los individu-os que han estado aqurecuerdan las procesiones nocturnasde nios y ms nios, y aun ms niossi solamentepudiramos ver a uno de ellos, nuestros corazones se que-brantaran. No quebrantaba al corazn de los asesinos? Dios,misericordioso Dios, no tengas misericordia de ellos que notuvieron misericordia de los nios judos.1

    Wiesel no slo expres sus propios sentimientos. Sus pal-abras reflejaban la antigua enseanza de los rabinos, encon-trada en el Talmud:El Da de Expiacin expa los pecados con-tra Dios, no los pecados contra el hombre, a no ser que el par-tido herido haya sido apaciguado.2 En palabras ms sencillas,el perdn es imposible para un asesino o para algo como elHolocausto. Slo las vctimas pueden perdonar, y esto slopuede suceder despus del arrepentimiento y la restitucin.Obviamente, las vctimas muertas no pueden perdonar a susperpetradores. Si el perdn es imposible, qu hace uno conel veneno difundindose por sus entraas?

    ste es un extremo. Por otro lado, despus de un acto

    los dems, las acciones de David slo empeoraron unasituacin mala. l es una ilustracin lo que puede sucedercuando no perdonamos segn el plan de Dios.

    Como hemos visto continuamente, el perdn requiereque nosotros reaccionemos al pecado con rectitud. Elperdn verdadero nos pide cuentas de nuestra conducta, ysi tratamos de no hacerle caso al pecado, o de perdonar sloen parte, causaremos ms dao. Dios perdon los pecadosde David completa y librementesu adulterio con Betsab,y luego sus instrucciones para asesinar a UrascuandoDavid lleg al punto de confesin. Sin embargo, ese perdnno cancelaba las consecuencias trgicas que David habasoltado sobre su familia. Uno de sus hijos, Amnn, viol a sumedia hermana Tamar (2 Samuel 13:1-22). Leemos,El reyDavid, al enterarse de todo lo que haba pasado, se enfure-ci (v. 21). Pero en vez de afrontar y castigar a Amnn, Davidhizo la vista gorda. Con esta falta de reaccin, David fracascomo hombre, padre y rey. Tal acto requera el castigoseveroexilio, encarcelamiento, aun castigo de muerte. Lainercia de David lleg a producir una cosecha muy amarga.El hermano de Tamar, Absaln se enfureci por el pecado deAmnn y la tolerancia de David. Arda con un odio profundocontra su medio hermano, pero esper el momento opor-tuno. Dos aos despus, su enojo se inflam y cuidadosa-mente planific un asesinato, el de su medio hermanoAmnn (13:23-33). Otra vez, a David lo inund el dolor, estavez no slo por su hijo muerto, Amnn, sino tambin por suhijo perdido Absaln, que huy a un pas cercano para salvarsu vida.David, por su parte lloraba todos los das por su hijoAmnn (13:37). Por tres aos, Absaln vivi en exilio.Finalmente, el general de David, Joab, lo persuadi a David aque permitiera que Absaln regresara. David consinti, perocon una condicin:Que se retire a su casa, y que nunca mevisite (14:24). As que nunca le pidi cuentas a Absaln desu pecado; David nunca ofreci su perdn, y seguramenteuna reconciliacin entre los dos nunca sucedi. La peticinde Absaln es pattica:Voy a presentarme ante el rey, y sisoy culpable de algo, que me mate! (v. 14:32) Pero al verse,David bes a Absaln (v. 33). Fue un acto vano, porque elenorme problema entre ellos nunca haba sido resuelto,tampoco olvidado. La furia de Absaln se creci hastaexplotar en una sublevacin civil, en la cual Absaln casilleg a quitarle a su padre el trono y la vida.

    La historia de David, tanto como nuestro llamado continuode estar ms dispuestos a perdonar, nos recuerda que necesi-tamos tener cuidado de no vivir con un espritu reacio a per-donar. La ira puede convertirse en una forma de seguridad ala cual nos aferramos. Jeff VanVonderen observ:

    Para unas personas, la falta de perdn tiene un propsitoprctico. Una razn por la cual la gente no perdona o noquiere perdonar es que es una forma de ventaja sobre otrapersona; o sea, mantiene a la persona en una posicin dedeuda que no puede pagar.Y, cuando la persona est en unestado constante en el que no tiene perdn, l o ella siguebuscando la accin benvola que necesita hacer para com-

    pensar por lo que ha hecho. En una forma muy real ymalvola, la falta de perdn se transforma en una herramientapara controlar la conducta de otra persona.10

    Fueran las que fueran las intenciones de David, porsupuesto su reaccin no funcion. La reaccin de Absaln esuna advertencia que si la gente lucha por demasiado tiempo,sus corazones pueden endurecerse y sus esfuerzos se con-vierten en represalias.

    Bajando la cargaEn fin, el llamado del Seor es que dejemos el problema

    con Dios.Tenemos que entregar a la persona y el problema alas manos del Seor. Hace unos aos, mi esposa y yoestbamos visitando a unos amigos en su casa de vacacionesmuy bonita cerca de un lago. Elizabeth estaba muy preocupa-da porque, segn ella, algunas personas me haban maltrata-do, y ellas seguan pensando que era imposible que hubiesenhecho algo mal. Elizabeth pensaba que haba resuelto sussentimientos, pero su amiga fiel la escuch y finalmente, lareproch por su actitud:Todava ests enojada.

    No estoy enojada, he olvidado la situacin.Entonces, por qu sigues hablndome del asunto de

    nuevo?Ests llevando una carga de piedras.Ellas pararon en un lugar en el camino y Shirley dijo,

    Quiero que t recojas unas piedras, escribas en ellas los nom-bres de estas personas, y las tires en el lago.Ellas hicieronexactamente lo que ella haba dicho, no como si estuviesentirando a estas personas, sino entregndoselas al Seor, unavez ms soltando sus sentimientos de enojo y amargura.

    Esta accin sencilla tuvo un efecto poderoso en mi esposa.Desde ese da ha tenido la oportunidad de acompaar a otras

    G A R Y I N R I G

    Gary Inrig es el pastor de Trinity Evangelical Free Church (la Iglesia Evanglica de la TrinidadLibre) en Redlands, California. l ha escrito nueve libros y ha sido el pastor de iglesias en Calgary,

    Canad y Dallas, Texas. El doctor Inrig tambin ha enseado en muchos seminarios y universi-dades cristianas. l y su esposa, Elizabeth, tienen tres hijos y cinco nietos

    Cuando no le ofrecen

    ninguna disculpa

    Artculo de P O R T A D A

    Pero, aun cuando el arrepentimiento no

    ocurre inmediatamente, un cristiano obedi-

    ente no abandona el proceso. l o ella sigue

    buscando al ofensor, esperando su restau-

    racin. Y cuando parece que todos sus

    esfuerzos han fracasado por el momento, el

    cristiano le entrega el asunto al Seor en

    un acto de perdn unilateral.

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    es posible. Pero, mientras espero, le entrego al Seorcualquier supuesto derecho de reciclar los sentimientosinterminables de ira rencor, o amargura; me comprometo aactuar en amor prudente (al fin y al cabo, soy llamado a amaraun a mis enemigos, Mateo 5:44); renuncio al esfuerzo dehacerle pagar a la persona que me ofendi; decido esperar lajusticia del Seor en el momento que l decida pedirle cuen-tas (Romanos 12:19).

    Tal perdn, segn el Seor, es clave para recibir el perdnfamiliar,para que su Padre que est en el cielo les perdone austedes sus pecados.Encontramos esta idea antes en la dis-tincin entre el perdn judicial, que establece nuestra relacincon Dios, y el perdn familiar, que permite nuestra experienciade compaerismo con nuestro Padre.Wayne Grudem explicams sobre esta idea, encontrada no slo aqu, sino tambin enel Padre Nuestro (Mateo 6:12, 14-15):

    Nuestro Seor no se est refiriendo a la experiencia inicialdel perdn que nosotros tenemos al ser justificados por fe,porque eso no debe estar en una oracin que oramos cadadaContrariamente, Jess se refiere a la relacin diaria conDios que necesita ser restaurada cuando pecamos y lo ofend-emos. De hecho, Jess nos manda a incluir en nuestras ora-ciones una peticin para que Dios nos perdone del mismomodo que hemos perdonado a los que nos han lastimados(en el mismo sentido del perdndonde hay una relacinpersonalo sea, no guardar rencores, ni guardar sentimien-tos amargos contra otra persona, ni tener deseos de lastimar-lo/la)Si no perdonamos al otro en nuestros corazones,entonces no estamos actuando de una forma que agrade aDios o que nos sea til. As Dios declara (Mateo 6:12, 14-15)que va a alejarse de nosotros hasta que nosotros perdonemosa las dems personas.8

    La segunda porcin viene en los momentos de crisis en lavida de Jess nuestro Seor, mientras estn clavndolo a lacruz.Ya haba experimentado el terrible abuso fsico y habatropezado bajo el peso de la cruz. Lo haban tirado al suelo ylo desnudaron; hincaron los clavos en sus muecas mientraslo amarraron a la viga transversal. Sus verdugos romanos loalzaron bruscamente, lo tironearon para juntar sus piernas yclavaron ambos tobillos, empalndolo en agona. Los lderesjudos constantemente incitaban a la multitud en un desen-freno de maldicin y abuso verbal.

    En este ambiente, el Salvador habl sus primeras pal-abras desde la cruz:Padre, perdnalos, porque no saben loque hacen (Lucas 23:34).9 Sus verdugos, lderes judos osoldados romanos, en ese momento no estaban para nadaarrepentidos. Algunos eran sumamente indiferentes yduros; otros estaban celebrando el xito de sus esfuerzos deeliminarlo de la nacin. Aunque ignoraban lo que ver-daderamente estaban haciendo, su ignorancia no erainocencia (o no habran tenido nada para perdonar). Sinembargo, Jess, en vez de maldecir a sus enemigos, orabapor ellos justo como les haba enseado a sus discpulos(Lucas 6:35).

    Aqu me impresiona mucho que Jess no hizo lo quehaba hecho en todas las otras ocasiones cuando haba per-donado a alguien. Antes, l haba hablado directamente conel individuo, declarando tus pecados quedan perdonados(Lucas 5:20; 7:48). Pero desde la cruz, or a nuestro Padre porellos, entregndolos en Sus manos. No le pidi al Padre quelo vengara, sino que los perdonara. No era un perdn general,otorgado a la gente si lo quisiera o no. Slo sera suyo si ellosse le acercaran con fe y arrepentimiento, as viendo la cruzcon ojos nuevos. Aun mientras l oraba esta oracin llena demisericordia, sus corazones no fueron tocados. Los soldadosapostaban por su ropa, mientras los gobernantes estabanburlndose de l (Lucas 23:35).

    La tercera porcin nos ensea que Esteban, el primermrtir cristiano, estaba profundamente influenciado por elejemplo de su Seor Jess. Cuando pidieron que Estebanjustificara su predicacin de las Buenas Noticias de Jess,aqul se puso de pie frente a los lderes de su nacin, y congran valor, los llam a arrepentirse porque Siempre resistenal Espritu Santo!...y ahora a ste [el Justo] lo han traicionadoy asesinado (Hechos 7:51-52). La reaccin de ellos fue exac-tamente la opuesta;rechinando los dientes, montaron enclera contra l (v. 54). Imitando a su Amo, Esteban oraba,aun mientras lo estaban apedreando:Seor, no les tomesen cuenta este pecado! (v. 60) Otra vez, note que l no lesdijo a sus asesinos que no estaban arrepentidos,Los per-dono. En vez de esto, los entreg en las manos de Su Padre.No poda declararlos perdonados porque estaban en plenarebelda, pero poda entregarlos al Seor.

    Sorprendentemente, una de las respuestas a su oracin seencontraba en un hombre que estaba aprobando la muertede Esteban (8.1). Saulo, mejor conocido como el apstolPablo, no slo se acercara al Seor arrepentido, sino quetambin sera el agente del Seor para perdonar a la gentealrededor del mundo mediterrneo.

    En resumen, no todos los casos de perdn interpersonalson iguales. Lo ideal es el perdn bilateral, cuando un pecadoes seguido por una valiosa confrontacin de parte de la per-sona ofendida, y un arrepentimiento sincero de parte delofensor. Pero, aun cuando el arrepentimiento no ocurreinmediatamente, un cristiano obediente no abandona el pro-ceso. l o ella sigue buscando al ofensor, esperando su restau-racin.Y cuando parece que todos sus esfuerzos han fracasa-do por el momento, el cristiano le entrega el asunto al Seoren un acto de perdn unilateral.

    Buenas lecciones de un mal ejemploHemos visto cmo el proceso debe funcionar. Sin embar-

    go, a veces aprendemos mejor cuando observamos un malejemplo. Tristemente, uno de los grandes hombres de laBiblia nos ofrece un caso en cmo no actuar frente a lospecados de otras personas. David era un gran rey que habarecibido el perdn profundo de Dios. Pero cuando sus pro-pios hijos cometieron una serie de delitos terribles contra

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    malvolo hay personas que declaran que el perpetrador esperdonadoantes de que el ofensor haya mostradoremordimiento, o de que las vctimas hayan sido enterradas.En tales casos, el perdn se convierte en una clase de reaccinautomtica e inmediata que parece trivializar la ofensa y mini-mizar el dao profundo que ha sido infligido en las vctimas.

    Un poco antes de su muerte en 1988, Marghanita Laski,una de las seglares ms conocidas de Inglaterra dijo,A loscristianos les tengo envidia por su perdn; no tengo a nadieque me perdone.3 Los cristianos son una gente perdonada atravs del Seor Jesucristo.Y nosotros somos llamados y man-dados a ser una gente que perdona. Eso es difcil bajocualquier condicin. Pero, qu pasa si el ofensor no se arrepi-ente, no piensa arrepentirse, o no puede arrepentirse? Deboperdonarlo de todos modos? El perdn no lo anima a pecarms? Esta no es una cuestin terica. Muchos ofensores notienen intenciones de cesar su conducta ni arrepentirse. Estees el tema que queremos tratar aqu, y comenzaremos con laspalabras de Jess justo antes de la parbola del siervo malva-do en Mateo 18.

    Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con l y hazle versu falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. Pero si no,lleva contigo a uno o dos ms, para que todo asunto seresuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos.Si seniega a hacerles caso a ellos, dselo a la iglesia; y si incluso a laiglesia no le hace caso, trtalo como si fuera un incrdulo o unrenegado.

    Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierraquedar atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierraquedar desatado en el cielo. Adems les digo que si dos deustedes en la tierra se ponen de acuerdo sobre cualquier cosaque pidan, les ser concedida por mi Padre que est en elcielo. Porque donde dos o tres se renen en mi nombre, allestoy yo en medio de ellos (v. 15-20).

    Perdn clsico: cuando el perdn se encuentra con elarrepentimiento

    Hay una similitud entre lo que Jess dice aqu y lo que estescrito en Lucas 17:3-4. La repeticin nos da una oportunidadde revisar la estructura bsica del perdn como nuestro Seorlo estableci.

    El perdn comienza con el problema: alguien ha pecadocontra nosotros.Viviendo en un mundo cado significa quealguien ha pecado contra cada uno de nosotros, y todoshemos pecado contra otros. El Seor deja muy en claro queest hablando del pecado, no solamente de un error, un acci-dente o una equivocacin. En Mateo 18:15, l dice,Si tu her-mano peca contra ti.El pecado es una violacin de losestandartes de Dios, no simplemente algo que me molesta ome causa problemas. No es que todos los problemasrequieren perdn formal, y por eso la tolerancia es una virtudcristiana muy importante. El pecado contra tisugiere questa es una accin que es tan seria que puede romper o ame-nazar una relacin. La frase despus de esta, que dice que hasganado a tu hermanosugiere que una relacin importanteestaba en peligro.

    Igual que en Lucas 17, en Mateo 18 el Seor establece elproceso. Debemos traer el pecado a la luz. El mandato delSeor no puede ser ms claro. No debemos quejarnos de loque les sucedi a las dems personas o apabullar nuestrossentimientos, creando algo bueno de una situacin negativa.Debemos ir a solas con l y hacerle ver su falta (v. 15). Si seacepta este consejo, un gran nmero de problemas seresolveran antes de llegar al punto de heridas profundas yamargas.

    Hace poco, un grupo de nosotros estbamos hablando deunos temas relacionados con el perdn, y una mujer, obvia-mente profundamente lastimada por una ofensa, mencionun libro que estaba leyendo sobre el perdn. Ella dijo,Heaprendido que no importa lo que l hizo, solamente deboentregarle el pecado al Seor y perdonarlo.Me senta obliga-do a citarle esta porcin, recordarle que por el bien de la per-sona, tanto como para ella, no debe guardar silencio. Elladeba buscarlo y hacerle ver su falta.

    Tiene que haber un equilibrio entre lo que el Seor diceaqu y lo que dice en Mateo 5:23-24, cuando presenta el otrolado del discurso:Por lo tanto, si ests presentando tu ofren-da en el altar y all recuerdas que tu hermano tiene algo con-tra ti, deja tu ofrenda all delante del altar.Ve primero y recon-cliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda.Entonces, si pienso que alguien ha pecado contra m, o siestoy convencido de que yo he cometido alguna maldad,debo iniciar un encuentro con la otra persona. As observaGregory Jones,Tenemos que buscar a los individuos contraquienes hemos pecado y estar dispuestos a recibir a los quehan pecado contra nosotros. 4 La persona que se da cuentade la ruptura de la relacin debe iniciar la resolucin de ella.

    Las palabras griegas que el Seor utiliza para describir esteencuentro en la Nueva Versin Internacional,hazle ver sufalta,son particularmente difciles de interpretar. Las palabrastienen la misma idea que las palabras que el Seor usa enJuan 16:8 para describir la obra del Espritu Santo:Y cuandol venga, convencer al mundo de su error en cuanto al peca-do, a la justicia y al juicio(nfasis mo). En tal contexto, laspalabras describen el proceso de traer los hechos a la luz delda; no para hacerle sentirse culpable, sino para aclarar losproblemas. El convencer (hacerle ver su falta) debe ser unacto de amor, no de animosidad. Esta actitud est enfatizadapor una porcin del Antiguo Testamento que incluye ladeclaracin que Jess llam el segundo gran mandamiento;

    No alimentes odios secretos contra tu hermano, sinoreprende con franqueza a tu prjimo para que no sufras lasconsecuencias del pecado.

    No seas vengativo con tu prjimo, ni le guardes rencor.Ama a tu prjimo como a ti mismo.Yo soy el SEOR (Levtico19:17-18).

    Del mismo modo, el Nuevo Testamento nos exhorta atener una calurosa pero firme conversacin con el individuo:Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes queson espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde.

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    Pero cudese cada uno, porque tambin puede ser tentado(Glatas 6:1).

    El propsito de este encuentro es arrepentimiento, restau-racin y reconciliacin. Mateo 18:15 contina,Si te hace caso,has ganado a tu hermano.David Augsburger se fija en laimportancia de este propsito:Para Jess, ste es el objeti-voel foco central, el verdadero significado del perdn. Eltema principal no es la paz interior de la persona, ni la rectitudmoral de la conciencia, ni la seguridad de salvacin. 5 No esdecir que todo vuelva a ser lo mismo inmediatamentedespus. Puede que el perdn sea otorgado, pero la confianzarequiere tiempo para crecer.

    Perdn frustrado: cuando el proceso no se realizaEl versculo,Pero si no [te escucha] (v. 16) nos lleva al prx-

    imo paso. No nos dice que debemos perdonarlo aunque seniega a arrepentirse.Tampoco debemos olvidarlo y seguiradelante, eliminando a la persona de nuestras vidas. Somosresponsables de no darnos por vencidos; el prximo paso esun encuentro con un grupo, o sea,lleva contigo a uno o dosms.

    Probablemente hay varias razones para esto. Una est indi-cada en la frase Todo asunto se resolver mediante el testi-monio de dos o tres testigos.ste es un principio legal delAntiguo Testamento (Deuteronomio 19:15), y sugiere lagravedad de lo que est sucediendo. La presencia de variaspersonas es importante. Esto permite que los participantesclarifiquen los problemas mientras escuchan los dos lados,investigan los hechos y los problemas subyacentes, tratan dedecidir si se trata de un pecado o no, si la culpabilidad es com-partida o no, y qu pasos podran seguir en el futuro. La pres-encia de un grupo tambin aumenta la presin para el ofen-sor de afrontar el problema y no disimularlo como algoinsignificante.

    Pero si el ofensor no lo escucha, la persona ofendida no esexhortada a perdonar, olvidar, y dejarlo. Ahora el Seor nosmanda,dselo a la iglesia.

    No debemos tomar esto ligeramente. El Seor Jess hausado la palabra iglesiaslo una vez anteriormente enMateo (16:18), y segn lo que podamos averiguar, l nuncanos dio instrucciones sobre la estructura organizacional. Nodebemos inferir aqu que Jess quera que tales asuntos fuer-an discutidos en una reunin general de la congregacin. Esms probable que la iglesia sea representada por sus ancianoso lderes. Los lderes maduros y experimentados deben or losasuntos, proteger a los individuos, y llegar a una conclusin enun contexto de profunda oracin y examinacin cuidadosa.Otra vez, su mandato es claro: arrepentimiento, restauracin yreconciliacin.

    Pero este proceso puede llegar a ser un callejn sin salida.Tristemente, he observado que cuando un problema ha llega-do a este punto, la mayora de individuos se empecina en suposicin. Estas personas estn decididas en su curso deaccin, por lo tanto se niegan a hacerle caso a la iglesia (v.

    17). Si este es el resultado, se debe llevar a cabo lo establecidoen la Palabra por medio de la iglesia:trtalo como si fuera unincrdulo o un renegado.

    Otra vez, es importante leer esto con cuidado. Primero,ste es el ltimo paso, el resultado de lo que es general-mente un proceso largo, iniciado slo cuando es evidenteque el violador ha endurecido su corazn. Segundo, Jessnunca les enseaba a sus discpulos a tratar a nadie, seaincrdulo, renegado, u otra clase de persona, de forma abusi-vaJohn MacArthur ha observado prudentemente,Esto noes licencia para hostilidad ni desprecio. De hecho, la conduc-ta de Cristo con respecto a los incrdulos y renegados esnotable, principalmente porque l los trataba con amor. Talpropsito compasivo y evanglico debe caracterizar nues-tras relaciones con las personas que han sido excomulgadasde esta manera. 6 ste es un estricto acto bblico de amor,un llamado a la gente del reino a vivir segn los estndaresdel reino en sus relaciones.

    Debemos perdonar a los ofensores arrepentidos completa-mente y libremente cuando sea posible. Pero no debemossimplemente perdonar, olvidar y seguir adelante cuando elindividuo se niega a arrepentirse. Por el bien de amboselofensor y el ofendidodebemos seguir la verdad y un proce-so de restauracin.

    Perdn unilateral: deshacindose de la cargaY ahora qu? He tratado de perdonar pero el otro individ-

    uo no se arrepiente. Ella es ciega a lo que ha hecho, a pesar delo que otra gente le ha dicho, y ella se niega tenazmente aun aconsiderar su conducta errnea.

    Otras personas tienen que afrontar el hecho de que el quelos ha causado el dao no es capaz de expresar arrepen-timiento, tal vez porque est muerto, o tiene una condicinmdica o mental, o est encarcelado y se le prohbe el contac-to con la persona.

    Hay dos respuestas comunes a tales escenarios. Algunaspersonas sugieren que no podemos, de veras no debemos,perdonar a no ser que el perpetrador se arrepienta. Este argu-mento es muy lgico, pero todava el ofensor tiene el control.La vctima queda con la carga, esperando la reaccin del ofen-sor mientras lucha continuamente contra la amargura.

    Hay otros que dan el consejo opuesto: debemos perdonarincondicionalmente e inmediatamente, a pesar de lo quehaya pasado, simplemente porque el Seor nos manda a hac-erlo.Yo respeto la sinceridad de tal posicin, pero tambintiene problemas significativos. De veras es lo que Jessrequiere? Y qu del llamado claro en el Nuevo Testamento deenfrentar el pecado y tomar pasos hacia el arrepentimiento?

    El amor no es ciego. Se debe calcular cual es su respons-abilidad principal en cada situacin. Sera una violacin delcorazn amoroso de Dios si nos apartramos de los perpe-tradores y los perdonramos mientras estn atacando a otrapersona. Pero aun en estas situaciones un fiel es mandado aamar a su enemigo: no pagar mal por mal, a evitar la vengan-

    za, y a vencer el mal con el bien (Romanos 12:17-21).Tambinhay una diferencia importante entre el mandato que Dios daa Su pueblo,No tomen venganza, hermanos mos, sino dejenel castigo en las manos de Dios(Romanos 12:19), y laresponsabilidad que las autoridades del gobierno tienenpues, est al servicio de Dios para impartir justicia y casti-gar al malhechor (Romanos 13:4). No slo es permitido, sinoobligatorio que un gobierno castigue a los malhechores conel intento de terminar con sus acciones malvolas. As quePablo afirma que un lder poltico No en vano lleva la espa-da(Romanos 13:4). El evitar la persecucin de justicia y elrestringimiento de la maldad es abdicar la responsabilidad delgobierno. Por otro lado, para un fiel, la bsqueda de venganzao perdn repartido indistintamente representan la abdicacindel modo de amar cristiano.

    En los aos 1980s, como Solomon Schimmel cuenta la his-toria, una monja en la ciudad de Nueva York fue violada bru-talmente por dos hombres, que tambin grabaron diez y sietecruces en su cuerpo con una lima de uas. La brutalidadenfureci aun a una ciudad tan endurecida a reportajes deviolencia como Nueva York. Sin embargo, la polica se encon-traba esposada. Aunque haban hallado y detenido a los per-petradores, solamente podan acusarlos con ofensas menores.A pesar de que era obvio que ellos tenan la culpa, la policano poda acusarlos de violacin y asalto grave, porque lamonja, el nico testigo, se negaba a testificar contra ellos. Elladijo que no tena ningn deseo de venganza y esperaba que,con su accin de perdonarlos, ellos se sensibilizaran a su mal-dad y fueran motivados a cambiar su conducta.7

    Me impresion mucho el amor y valor de esa monja. Perotengo unas preguntas serias sobre su prudencia. Haba lla-mado a los hombres a arrepentirse? Pensaba ella en las otrasmujeres que estaran en alto riesgo si los hombres capaces detales atrocidades fueran liberados? Qu papel tiene la justiciacivil en tales asuntos?

    El perdn, como hemos visto, debe ser un proceso interper-sonal y bilateral, a travs del cual una persona ofendidaextiende el perdn a una persona que ha pecado contra l oella, a base del arrepentimiento del pecador. sta es la nicaclase de perdn que abre la posibilidad para la reconciliacin.Pero la Biblia indica tambin que, cuando los intentos de unperdn interpersonal llegan a un callejn sin salida, un cris-tiano no queda sin remedio. Est el perdn personal o unilater-al, en que el partido ofendido suelta una ofensa con la accinde entregarla al Seor y comprometerse a actuar con amor, apesar de la reaccin del otro.Tres porciones de la SagradaEscritura son especialmente tiles para iluminar cmo debe-mos responder cuando no se nos ofrece ninguna disculpa.

    La primera porcin es Marcos 11:22-25, que incluye las pal-abras del Seor sobre la fe:

    Tengan fe en Dios, respondi Jess.Les aseguro que sialguno le dice a este monte,Qutate de ah y trate al mar,creyendo, sin abrigar la menor duda de que lo que dice suced-er, lo obtendr. Por eso les digo: Crean que ya han recibidotodo lo que estn pidiendo en oracin, y lo obtendrn.Y cuan-

    do estn orando, si tienen algo contra alguien, perdnenlo,para que tambin su Padre que est en el cielo les perdone austedes sus pecados(vv. 22-25).

    Cuando Jess nuestro Seor describi el proceso delperdn en Mateo 18:15 y Lucas 17:3-4, l us como ilustracinde un encuentro entre una persona ofendida y el ofensor queaqul buscaba. Pero, en Marcos 11, el contexto es muy distin-to. Un fiel est de pie orando (una postura de oracin comnen la cultura juda, sea en pblico o privado), cuando se dacuenta de que tiene algo en su corazn contra su hermano. Esinteresante que no se le mande a buscar a su hermano einformarlo de su pecado. En vez de eso, debe perdonarlo (lapalabra que Jess usa nos deja en claro que se trata de unpecado) exactamente donde est parado en ese momento.Parece indicar que el proceso descrito en Mateo y Lucas ya noes posible o que ha sido en vano. Puesto que el contexto es laoracin, es una transaccin vertical, o sea, una entrega de lapersona y el asunto a Dios. Aparentemente, esta forma deperdn es algo as:Seor, ahora esta situacin est en tusmanos, no en las mas.Te rindo cualquier deseo o intento devengarme en cualquier forma. Abandono todos mis der