Upload
others
View
10
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
EXPOSICIÓN "CHRISTUS FACTUS EST" (Cristo fue obediente)
El título de la exposición sintetiza, perfectamente, la intención y el mensaje de todo el
recorrido expositivo, tal y como leemos en la carta de San Pablo a los filipenses: “(...)
obediente hasta la muerte y una muerte de cruz (…)". Un perfecto resumen de la Pasión de
Jesucristo.
El lugar elegido para la exposición es el convento de monjas cistercienses de San
Bernardo, en la Carrera del Darro. Sin duda, nos encontramos en un lugar bellísimo y
emblemático de nuestra ciudad, reúne todos los requisitos para llevar a cabo esta
exposición y, por supuesto, estamos en un ambiente religioso y de recogimiento.
El recorrido expositivo va a comenzar en un momento exacto de la Pasión de Nuestro
Señor, para convertirnos de forma inmediata, no en turistas o en meros espectadores,
sino en parte integrante de la IV estación...
Nada más ingresar en el templo por la puerta del mismo (que sería el comienzo de la
exposición) nos encontraremos un panel de grandes dimensiones que, además de impedir
la visión del espacio expositivo, nos va a explicar, resumidamente, el título y el objetivo
de la misma.
Sala I: "Occurrens filium tuum" (Encuentro con Su
Hijo)
Se desarrolla en la nave central del templo y consta del montaje de dos pasos de
nuestra Semana Santa. No elegidos al azar. Serian el paso de Nuestro Padre Jesús de la
Amargura (por ser el único que ha llegado a nuestros días proveniente de una semana santa
granadina desaparecida), sobre él la imagen de Jesús Nazareno del convento de San
Bernardo (por encontrarse en el espacio expositivo y por su vinculación con la historia reciente de
nuestra Semana Santa), por supuesto, con todos los detalles de la estética pasionista
granadina (túnica bordada, corona de espinas en plata y cruz ennoblecida). Como además de la
IV estación también estamos recreando el cuarto dolor de la Virgen, justo en frente,
nos encontramos a la Santísima Virgen (en este caso, la imagen de Nuestra Señora del Olvido,
de propiedad particular y talla dieciochesca que encaja perfectamente con la estética que se pretende),
en sacra conversación con San Juan Evangelista y Santa María Magdalena (imágenes del
misterio del Santísimo Cristo Resucitado, de la Hermandad del mismo nombre, por estar muy en
consonancia con los rasgos de la escuela granadina), todo el conjunto bajo el palio de María
Santísima de las Maravillas (elegido por su estilo renacentista, en clara alusión a la reconquista de la ciudad, por ser uno de los más característicos de nuestra semana mayor, por poseer los varales
más antiguos de las cofradías granadinas y, entre otros muchos detalles, por el recuerdo que sus jarras
nos hacen del paso procesional de la custodia de nuestra ciudad).
Varios detalles de esta primera recreación son que el manto de salida que
contemplaríamos sería el manto procesional de María Santísima de la Misericordia (manto muy granadino, curioso y original, que calza perfectamente con la escenografía que se busca y
un detalle por el 125 aniversario de la talla de la dolorosa) o, en su defecto, el antiguo manto
procesional de María Santísima de las Maravillas, que reúne los mismos requisitos que
el anterior. En el caso de la imagen del "discípulo amado” solicitaríamos la ropa bordada de
la imagen de San Juan Evangelista de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Con
respecto al exhorno floral, tendríamos dos posibilidades (en función a los recursos
económicos), a.- pensar en flores naturales y b.- optar por creaciones a base de flores de
talco (algo, por cierto, muy conventual), de tela y diversos materiales, teniendo en cuenta
que se trata de jarras en el paso de palio y un friso en el paso de Cristo.
Resaltar el detalle que la candelería en el caso del palio buscaría asemejarse más a un
altar de cultos (el paso es un altar itinerante) recreando estéticas de siglos pasados.
Sala II: "Testibus" (Testigos)
Su título hace alusión directa a aquellos Santos que fueron testigos de la Pasión de Jesús,
que, precisamente, por gozar de la santidad se encuentran colocados en las hornacinas
y espacios que rodean al templo en cuya nave principal se desarrolla la primera parte de
la exposición. Contemplaremos la Santa mujer, "Verónica", del misterio del Santísimo
Cristo del Trabajo, el buen ladrón, "Dimas", del misterio de Nuestro Señor de la
Meditación, “Longinos” del paso del Santísimo Cristo de la Lanzada, “San Pedro” del paso
de misterio del Santísimo Cristo Resucitado, “Santiago” del paso de misterio de la Entrada
Triunfal de Jesús en Jerusalén, “Simón de Cirene” del paso de misterio de Nuestro Padre
Jesús Despojado de sus Vestiduras, y, finalmente, el centurión “Cornelio” del paso de
Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas (el primer gentil bautizado en la fe cristiana, cuya festividad es el día dos de Febrero, que, según la tradición, fue quien condujo a Jesús en el camino hacia
el Calvario). A cada lado de las capillas aparecerá un panel explicando la presencia de cada
una de estas imágenes.
Sala III: "Ecce Calix" (Este cáliz)
El itinerario nos va a llevar de alguna manera al comienzo, a Getsemaní.
Nos encontramos en un lugar con un encanto especial, concretamente, en el coro bajo
del Monasterio.
Este ambiente reproduce los "cálices" de la Pasión. Lo decimos en plural porque a lo
largo de la narración pasionista son varios los cálices o copas, que leemos. En primer
lugar, observaremos el ángel confortador de la Oración de Nuestro Señor en el Huerto,
episodio narrado por los cuatro evangelistas, pero son San Marcos y San Lucas, en los
que leemos: “(…) Aparta de mi este cáliz (...)”. En un lugar destacado de este espacio nos
encontramos con el cáliz de la última cena del misterio de la Santa Cena Sacramental
(en recuerdo del sublime momento narrado en Mt.26,28; Lc. 22,20; Mc. 14,23) además,
también veremos al sayón del misterio de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus
Vestiduras, que porta en su mano el cáliz: “(…) le dieron de beber vino mezclado con hiel (...)” (
Mc. 15,22-28; Lc.23,33-38; Jn.19,18-24).
Para no perder la esencia de donde nos encontramos, podremos observar, en sendas
hornacinas, ejemplos de algo tan granadino y tan conventual como son los denominados "Niños Pasionistas" (por una parte, los que son propiedad del Monasterio y, por otra, algún ejemplo
más propiedad de particulares o Hermandades).
Sala IV: "Vía Crucis" (Camino de la cruz)
En esta sala se hace un homenaje a este piadoso ejercicio, origen de nuestra Semana
Santa, y un recorrido por la Pasión del Señor representado con catorce cartelas de
distintos pasos de la Semana Santa granadina, uno por cada estación, (no veremos la
Resurrección porque es el final de la exposición).
Meditaremos estas estaciones, a través de cartelas de pasos de Cristo de nuestra
Semana Santa. Comenzaremos con el vía crucis de esmaltes del paso de Nuestro Padre
Jesús de la Paciencia, la primera estación: Jesús condenado a muerte, con la cartela de
la Sentencia de Cristo del paso de misterio de Nuestro Padre Jesús del Perdón. Y, así,
sucesivamente, incluyendo un detalle muy curioso que es la cartela del pasaje
evangélico de la Samaritana (Jn. 4,5-43) el porqué de esta escena se debe, además de la
simbología de la presencia femenina en los Evangelios, especialmente en el de San Juan,
por la existencia en este habitáculo de un pozo real que era utilizado por la comunidad
de religiosas y que no puede quedarse aislado de la intención catequética de esta sala.
En el centro de esta sala contemplaremos el Niño Jesús pasionista de la Hermandad de
Nuestra Señora de la Esperanza Coronada, que porta sobre Su hombro la cruz.
Sala V: "Arma Christi " (Instrumentos de la Pasión)
Reflexionaremos sobre la Pasión a través de varios detalles extraídos de distintos pasos
y titulares pasionistas granadinos. Mientras los contemplamos (algunos o muchos de
ellos han pasado inadvertidos a nuestros ojos durante años) también meditamos y a su
vez retomamos una piadosa costumbre que se remonta a la edad media, (cómo venerar el
conjunto de instrumentos de tortura que forman parte de la Pasión de Nuestro Señor). Veremos la
“borriquilla” del misterio de la Entrada de Jesús en Jerusalén, la “jarra” del lavatorio del
misterio de la Santa Cena Sacramental, el “cáliz” de la Oración de Nuestro Señor en el
Huerto, el “cordón” que ata las manos de Nuestro Padre Jesús Cautivo, los “flagelos”
del sayón flagelante del misterio de Nuestro Padre Jesús del Perdón, “caña y clámide”
del Señor de la Humildad, “túnica blanca” de Nuestro Padre Jesús del Amor y la Entrega,
“palangana” de Pilatos del misterio de Jesús de la Sentencia, “estandarte del gallo" de
la Cofradía del Señor de la Humildad, “soga” del cuello del Santísimo Cristo del Trabajo,
“túnica” con bordados del siglo XVIII de Nuestro Padre Jesús Nazareno, “cruz de salida”
de Nuestro Padre Jesús de la Amargura, “paño” de la mujer Verónica del misterio del
Santísimo Cristo del Trabajo, “dados” del misterio de Nuestro Padre Jesús Despojado de
sus Vestiduras, “mantolin” del misterio de Nuestro Señor de la Meditación, “clavos” de
las manos de Nuestra Señora de los Dolores, “corona” de espinas de Nuestro Padre Jesús
del Rescate, “INRI” de la cruz del Santísimo Cristo de los Favores, “tonelete” del
Santísimo Cristo de San Agustín, “sudario” de la Cruz de Nuestra Señora de las Angustias
Coronada de Santa María de la Alhambra, “lanza” de Longinos del misterio del Santísimo
Cristo de la Lanzada, “tambor” de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia,
“ángel pasionista” con tenazas de la Soledad de Nuestra Señora, “cruz de guía” de la
Cofradía de María Santísima de la Aurora Coronada y “cruz de guía” de la Cofradía del
Santísimo Cristo de la Buena Muerte. En el centro de esta sala contemplaremos la
magnífica talla de Jesús de las Burlas de la parroquia de San Ildefonso, que fue titular de
la Hermandad de la Sangre de Cristo en el siglo XVI.
Sala VI: "Peccata Mundi" (Pecados del mundo)
Espacio dedicado a personajes secundarios que procesionan en varios pasos de nuestra
Semana Santa, que ocasionaron dolor al Redentor y que, en cierta manera, representan
los pecados de la humanidad.
Sin duda alguna, una sala curiosa, donde observaremos el "zaqueo" del misterio de la
Entrada de Jesús en Jerusalén, “Judas Iscariote” del misterio de la Santa Cena Sacramental,
“Poncio Pilatos” del misterio de Jesús de la Sentencia, "Gestas" el mal ladrón del misterio
de Nuestro Señor de la Meditación, el “sayón y el sumo sacerdote” del misterio del Señor de
la Humildad, conocido popularmente como el "vizco", el centurión “Petronio” del misterio
de Nuestro Señor de la Resurrección.
Presidiendo el centro de esta sala, en clara alusión al mensaje de la misma veremos
sobre un pedestal a una magnífica imagen del arcángel San Miguel propiedad del
cenobio en el que nos encontramos, sin obviar la singular devoción de Granada por este
arcángel.
Sala VII: "Compassio Mariae" (Maria Corredentora)
Nos encontramos en la estancia de mayor tamaño y más noble de esta parte de la
exposición, concretamente en el antiguo refectorio. Tal y como su nombre indica, esta
sala es un claro homenaje a la imprescindible figura de la Virgen María en nuestra fe, en
nuestra Iglesia, en la Pasión del Señor y, por supuesto, en la religiosidad popular. Este
mensaje está orquestado en tres estéticas distintas. Por una parte, podremos
contemplar alrededor de la sala siete imágenes de dolorosas que han formado parte de
la historia de nuestra Semana Santa, serian:
*Nuestra Señora de los Dolores de la parroquia del Corpus Christi (por ser la primitiva
Virgen de la Luz).
*Nuestra Señora de la Estrella del convento del Santo Ángel Custodio (primera imagen
mariana de esta misma advocación),
*Nuestra Señora del Rosario, la "vicaria" (por haber sido titular de la cofradía de Ntra. Sra. del
Rosario),
*Antigua dolorosa de la Amargura del convento de las Madres Comendadoras de
Santiago,
*Antigua dolorosa de Nuestra Señora de la Consolación, del mencionado anteriormente
convento del Santo Ángel
* De la Cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración, la anterior dolorosa, Nuestra
Señora del Mayor Dolor
*De la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Perdón, la dolorosa cariñosamente conocida
como "Aurora chica".
Existen más imágenes dolorosas en este sentido que podrían utilizarse para este fin, en
caso que alguna de las imágenes propuestas no fuese cedida. Decir también que estarán
exornadas con bellas piezas del bordado de nuestra semana mayor, propiedad de los
distintos ajuares de nuestras dolorosas actuales. Indicar que el número siete es
rememorando el piadoso ejercicio del Via Matris, donde recordamos los siete dolores
de la Virgen María. Estas dolorosas se expondrán sobre siete peanas iguales en color y
tamaño y acompañadas a ambos lados por un panel explicativo sobre la imagen en sí y
por una pintura alusiva a cada uno de los siete dolores (estas pinturas, iguales en tamaño
y concepto pero teniendo en cuenta la libertad creadora de cada artista, se pedirán de
forma altruista a siete pintores relacionados con nuestra Semana Santa).
Por otra parte, intercalándose con estas dolorosas que, repetimos, están a la altura de
la pared blanca, saldrán unos paneles en color negro con alusiones a distintos aspectos
mariológicos en los que una frase nos indicará el sentido y una pieza de artesanía
cofrade acompañará, a modo de ejemplos, en el primer panel la frase será: "(...)como lirio
entre cardos es mi amada entre las doncellas (...)" (Cantar de los cantares 2,2) acompañando esta
cita veremos la saya negra de "cardos" de Nuestra Señora del Amor y el Trabajo y el manto
de vistas también de "cardos" de María Santísima de la Amargura Coronada.
En otro de los paneles leeremos: "Reina de los Mártires"..." Rosa Mística" (de la letanía del Santo
Rosario) y junto a este texto las bambalinas frontal y trasera del palio de María Santísima
de la Merced. Otro de ellas será donde se lea: " A María no tocó pecado primero" e irá
acompañado de tres magníficos "simpecados" sin asta (para dar una sensación más museística)
como son los de las cofradías de Nuestra Señora del Rosario, de Nuestra Señora de la
Esperanza Coronada y de la cofradía del Santísimo Cristo de San Agustín.
En el centro de esta sala, presidiendo, nos deleitaremos con una recreación
absolutamente nueva pero plena de granadinismo y significado, nos estamos refiriendo
al hecho de contemplar el paso de Nuestra Señora de las Angustias Coronada de Santa
María de la Alhambra a la altura de nuestra vista (elegido por ser icónico de nuestra Semana
Santa y porque eso, es exactamente, la Virgen María... el mejor palacio que Dios eligió para sí)
y sobre él, la bellísima imagen de la Virgen de las Angustias de la parroquia de San
Andrés.
Sala VIII: "Consummatum est" (Todo está cumplido)
En un recoleto lugar que está comunicado inmediatamente a continuación de la sala VII,
nos encontraremos uno de los espacios más sugerentes de todo el recorrido expositivo,
una habitación completamente oscura con suelo y paredes en color negro presidida por
un crucificado expirante (podría ser el propio del convento si hubiese posibilidad de bajarlo de su
ubicación actual o el Cristo de la Expiración de la sacristía de la iglesia de Santa Ana) iluminado de
forma tenue y directa. Frente a Él, y como única compañía en todo este espacio, estará
la dolorosa perteneciente al convento en el que nos encontramos que probablemente
fue obra de las hijas del insigne Pedro de Mena (religiosas de este convento).
En este momento exacto el recorrido expositivo enfila su recta final y a su vez abarca
más facetas, más detalles tanto con respecto a la exposición en sí como al lugar donde
nos encontramos. Explicamos de que se trata, hemos abandonado con la sala VIII los
espacios de carácter más museísticos, nos espera un pequeño pasillo y a nuestra
izquierda en un recóndito espacio abovedado recrearemos un piadoso rincón en el que,
rodeado por cortinas de damasco rojo y bajo una pequeña bóveda pétrea,
contemplaremos un bello busto de un Ecce Homo de escuela granadina. Habremos
salido de nuevo al claustro principal, con su bellísimo patio, y, a nuestra derecha nos
espera un rincón pleno de sabor conventual. Tras una ventana observaremos un
pequeño locutorio que se conserva intacto en todo su sentido, con su consiguiente reja,
tras ella y ante nuestros ojos estaremos contemplando una imagen de vestir de Santa
Teresa de Jesús, con todos sus atributos y sentada en una mesa escribiendo...esta
recreación es para no olvidarnos del sentido para el que fue levantado este recinto en
el que se desarrolla la exposición.
Una vez que veamos el patio central de nuevo ante nosotros, tendremos de frente una
parte importante del mismo, una regia escalera en la estarán situadas a modo de
Calvario, tres cruces, pero vacías y realizadas en taracea granadina, evocando que nos
encontramos en el final de la Pasión y homenajeando la artesanía granadina. Estas serán
a ambos lados las cruces de guía de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Lanzada y la de
la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, en el centro la cruz guía de la Cofradía de
Nuestra Señora de las Angustias Coronada de Santa María de la Alhambra. Detrás de
esta misma escalera nos espera un rincón delicioso y prácticamente oculto en él
veremos una "chia" de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, algo muy nuestro y
que además nos introduce en la siguiente sala.
Sala IX: "Sepulcrum Vacuum" (Sepulcro vacío)
Exactamente nos encontramos en la ante sacristía, por tanto, al igual que ocurría con
otras dependencias muy características de un espacio como es un convento, el espacio
no ha sido alterado por los elementos expuestos, esto es, que el mobiliario original se
mantiene y en los espacios libres se dispondrán expuestos unos elementos muy
concretos. Veremos la magnífica urna de carey y plata que contiene habitualmente la
imagen de Cristo muerto de la Cofradía del Santo Entierro, pero en este caso tal y como
indica el título de la sala, estará vacía. Además, observaremos colocados en sendos
pedestales negros y a distintas alturas los "cuatro jinetes del Apocalipsis" del paso del
Santísimo Cristo de la Redención.
Sala X: "Resurrexit" (Resucitó)
Nos encontramos en la sala que alberga el mensaje que da sentido a toda la exposición,
Jesús ha vencido a la muerte y ha resucitado, nuestra fe tiene sentido. Se desarrolla en
un entorno muy elegante, estamos en la sacristía, la veremos presidida por una imagen
bastante singular, un antiguo “Varón de Dolores”, titular de la cofradía de ese mismo
nombre del siglo XVIII granadino, que posteriormente fue transformado en Resucitado
e incluso procesionado por la Real Federación de Hermandades y Cofradías de nuestra
ciudad en el Domingo de Resurrección del año 1929. La imagen recreará este importante
hecho junto con los romanos del misterio del Señor de la Resurrección. En diferentes
puntos de la sala acompañan a la escena las cartelas del paso de la Hermandad del Señor
de la Resurrección mostrando distintas cristofanías (apariciones de Jesús Resucitado). Y, de
fondo de todo, el conjunto simbolizando que Su Resurrección es prenda de futuro para
todos nosotros tal y como lo hizo con la Gloriosa Asunción de Su Madre,
contemplaremos el magnífico techo del palio de Nuestra Señora de la Esperanza
Coronada.
Finalmente comentar que en esta sala se expondrán distintos signos de la divinidad de
Jesucristo, tales como potencias y nimbos. Y, como indicativo de lo que nos espera en el
final de la exposición estará expuesto el símbolo del "pelícano bueno" representado con el
"entrecalle" del palio de Nuestra Señora del Amor y el Trabajo.
Sala XI: "Hoc est Corpus Meum" (Este es mi cuerpo)
El broche de oro del recorrido expositivo nos hace regresar de nuevo al templo, en este
caso nos encontramos en el presbiterio, en homenaje a la Eucaristía, el resumen sublime
de la Pasión, el sacrificio incruento del Señor, la presencia perenne de Jesús entre
nosotros, representado, en este caso, en la simulación de un monumento Eucarístico
del Jueves Santo. Será probablemente, la única recreación de toda la exposición (junto
con el montaje de los pasos con los que comenzaba nuestro recorrido) que obedecerá a criterios
estéticos tradicionales y cofrades en vez de museísticos y expositivos. Para ello se
utilizará el altar mayor del templo y se centrará en el sagrario que continúa vacío desde
que la comunidad religiosa abandonó este especialísimo lugar. De esta forma todo
termina en el mismo lugar que comenzamos, con la importante indicación que la puerta
de salida es distinta a la de entrada, concretamente se saldrá por la calle Gloria.
Especificar que este dossier es grosso modo, que todo está muy pensado y meditado como,
por ejemplo, que todos los paneles, textos explicativos y pedestales serán en blanco y
negro en homenaje al hábito de la orden del Cister que levantó el Monasterio donde se
pretende desarrollar la exposición. Y que, por supuesto, en el contenido expositivo
estarán representadas todas y cada una de las Hermandades y Cofradías penitenciales
granadinas, amén de pretender ser un homenaje a nuestra historia cofrade, una
muestra de las joyas que Granada posee en su Semana Santa y un reflejo de las muy
buenas múltiples artesanías que atesoramos.